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I- PRIMER NIVEL DE ANÁLISIS DEL PODER
El Paradigma de la Simplicidad.
Como ha comprobado el lector, desde el Paradigma de la Simplicidad, el punto (a) es intentar diferenciar el poder de cualquier otro fenómeno parecido, como por ejemplo el de “la autoridad”. Que como Mintzberg (1983) indica no es más que un subconjunto del poder formal, aunque muchas veces se la confunda con el propio poder. Pero para efectuar esta diferenciación es lógico que explique lo que entiendo por poder. La definición de partida de poder, sin excluir otras por supuesto, porque como he indicado no es mi objetivo realizar un listado de definiciones, sino más bien conseguir la representación en un Mapa de las fuerzas del poder, es la que aporta Henry Mintzberg (1983) cuando define al Poder como: “La capacidad de afectar (causar efecto en) el comportamiento de las Organizaciones”. Por eso entiendo, que toda “conducta de poder” (incluyendo acción, pensamiento, deseo, esfuerzo, valoración, ejecución, influencia, etc.) se concibe como un cambio de estado en un “espacio de poder”, en una unidad de tiempo dada. Pero, ¿qué características mínimas han de cumplirse para poder afirmar que estamos estudiando una relación de poder, frente a otra, como por ejemplo la de autoridad? Según J.Etkin y L.Schvarstein (1989, págs 190-206) podemos afirmar que existe una relación de poder cuando es posible observar las siguientes características: 1)- Asimetría en las relaciones. 2)- Resistencias en el vínculo. 3)- Efecto transformador. 4)- Intencionalidad en el ejercicio. 5)- Deseo de reconocimiento. 6)- Representaciones simbólicas. 7)- Lenguaje específico. 8)- Efectos localizados. 9)- Funciones represivas y productivas. 10)- Integración con el saber. 11)- Bases de legitimación.
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1)- Asimetría en la relaciones: “Las relaciones de poder son asimétricas y esto es así, porque se trata de vínculos personales o grupales en los cuales las partes no están en igualdad de condiciones respecto a la necesidad nuclear de la interacción. Esta asimetría no implica asignarle al poder un carácter negativo; es decir, que no siempre éste se basa en la represión, rechazo o la negación”.
2)- Resistencias en el vínculo: “Donde existe poder también se encuentra una resistencia que fija sus límites. La resistencia es una fuerza contraria que puede crecer o reducirse según el modo como el poder se ejerce. Para que el poder esté presente debe existir la fuerza que se le opone. Así afirmo que, entre el poder y la resistencia existe una complementariedad descriptiva, el uno no puede entenderse sin recurrir a la otra. Puesto que en los casos en que se cumplen taxativamente todas las órdenes emitidas, sin oposición, solo existe una dirección impuesta (autoridad) y no el ejercicio del poder (…) La resistencia se expresa en formas similares al poder, esto es, la amenaza de castigos (oposición física), el ofrecimiento de recompensas (oposición remunerativa) y el recurso de la persuasión (oposición ideológica)”.
3)- Efecto transformador: “El poder se ejerce, convirtiendo de esta manera en acción los recursos acumulados por el actor. No basta entonces con detentarlo o reconocer que otros lo tienen (…) debe tener un efecto transformador hacia la acción.
4)- Intencionalidad en el ejercicio: “En el dominio de las relaciones los participantes utilizan el poder para conseguir alguno de sus propósitos personales (…) En lo implícito existe un goce personal con el ejercicio del poder, y en lo manifiesto se observa la orientación de las conductas en cierta dirección. Ambos motivos se realimentan y se limitan mutuamente durante el vínculo de poder”.
5)- Deseo de reconocimiento: “En todo poder interpersonal siempre está presente el deseo de ser reconocido por el otro. Desde el lugar de quien ejerce el poder, sus actos no sólo se explican por los propósitos declarados, sino que también deben entenderse como señales enviadas a otros miembros del grupo, de quienes se espera o se necesita el reconocimiento y una respuesta favorable”.
6)- Representaciones simbólicas: “El poder siempre se constituye y se exhibe mediante el uso de símbolos y de atributos que muestran la fuerza de quien los posee, y además informan a terceros sobre los alcances históricos y esperados de su ejercicio (…) los símbolos tienen en las relaciones de poder un significado que excede a los aspectos culturales. Los instrumentos simbólicos o signos de poder hacen creíble frente a terceros el posible uso de la fuerza por quien los detenta. Los instrumentos también hacen
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posible el análisis comparativo previo y un reconocimiento de la desigualdad de fuerzas; entonces al mostrarlos es innecesaria la concreción de amenazas (…) En el marco del orden instituido, la lucha por los símbolos y atributos del poder tiene que ver con la dinámica organizacional, con los procesos de transformación en las pautas culturales. La posesión de dichos símbolos y atributos se reconoce en la organización (espacio de poder) como un privilegio, una demostración de triunfo y una condición necesaria para ejercer el poder”
7)- Lenguaje específico: “Las relaciones de poder se expresan por medio de un lenguaje que le es propio y que se entiende en el marco de las situaciones de fuerza, reconocimientos y resistencias. En el caso del poder el lenguaje es acción en sí mismo; esto es visible en las relaciones basadas en la ideología o sabiduría de quien ejerce el poder, donde la palabra y otros símbolos aportan o contienen la fuerza de la relación. Las comunicaciones en las relaciones de dominación integran el lenguaje con imágenes visuales, los rituales y los restantes símbolos asociados con el ejercicio de poder. Como institución social, el lenguaje del poder es el vehículo utilizado para la preservación de los modos de hacer y pensar establecidos por el orden instituido. Más concretamente, el lenguaje de poder evoca imágenes de desigualdad, implica relaciones de fuerza y marca las diferencias entre las partes emisoras y receptoras”.
8)- Efectos localizados: “El ejercicio del poder, los antagonismos y las resistencias, se producen en situaciones localizadas (…) El vínculo de poder se constituye socialmente en el marco de las redes de interacción (redes de poder) que se crean y se recrean continuamente en la organización”.
9)- Funciones represivas y productivas: “El poder no tiene una sola forma de interpretación, ya que se establece sobre un modo ambivalente de relación. En el ejercicio del poder el observador podrá encontrar aspectos positivos, tales como el logro de reconocimiento y el sustento a la creatividad. Pero también hallará aspectos negativos como la inhibición o el temor a las sanciones. En definitiva, los aspectos que se ponen de manifiesto en el momento de análisis dependerán de la racionalidad utilizada por el observador”.
10)- Integración con el saber (cultura organizacional): “A través de las relaciones de poder se constituyen en la organización sus paradigmas dominantes. Estos paradigmas, como los prejuicios sobre la existencia de un orden predeterminado, son además la expresión del saber de la organización, su conocimiento. No existe por tanto un poder escindido del saber existente en el ámbito donde se ejerce. El poder tiene la facultad de crear y recrear el conocimiento
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de la realidad organizacional para aquellos que participan de las relaciones de fuerza. El poder constituye el saber con el cual la organización educa a sus miembros, y a su vez, el saber alimenta al poder.”
Puesto que como bien indicó Foucault:“no hay relación de poder que no constituya un campo de saber, ni saber que no suponga al mismo tiempo relaciones de poder”. Sugiero al lector interesado en ampliar información en este punto, la obra de Edgar H. Schien (1988) indicada en la bibliografía. 11)- Bases de legitimación: Aquí hay que efectuar una diferenciación importante, entre autoridad y poder, en cuanto a la necesidad de las bases de legitimación.
Con estas once características, puedo aventurar, que todo ejercicio de poder, los antagonismos y sus resistencias, se producirán en situaciones localizadas dentro de los límites de un Espacio de Poder (organización), o bien entre las interacciones de una Red de Poder (relaciones de poder entre diversas organizaciones) con una intensidad medible y observable que puede ser representada en un Mapa de Poder, aunque no medible de una vez y para siempre, sino en el aquí y en el ahora del espacio o nivel definido.
Diferenciar entre poder y autoridad.
La aceptación de la autoridad, significa que se siguen instrucciones y sugerencias del superior, porque se reconoce la validez y legalidad de la fuente (…). “La legitimación de la autoridad tiene tres fuentes básicas:
a)- La Tradición (como la emergente de la estratificación social). b)- El Carisma (que se basa en los atributos de personalidad). c)- El Marco Jurídico (como las disposiciones de un contrato de trabajo).
Mientras que en una situación de poder, se reconoce la capacidad de quien lo detenta, la efectividad de su ejercicio, sin importar la fuente (legal, social o económica). Entonces, el poder se razona en términos de sus efectos y se distingue por su carácter directamente productor de cambios, sin que los cuestionamientos impidan esos cambios.”
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La autoridad tiene un carácter instituyente (es decir que establece un orden) pero no necesariamente es modificadora de conductas. En las relaciones de poder se resiste a la fuerza ejercida y a sus efectos. En la autoridad se cuestionan las bases de su legitimidad y en función de ello las órdenes son aceptadas o no. El poder se constituye sobre la base de las relaciones no igualitarias y móviles; la igualdad de fuerzas sobre una misma cuestión o tarea no tiene respuesta en términos de poder porque está demostrando inoperancia. La autoridad es unidireccional en el sentido que la lógica del orden instituido no admite la subsistencia del vínculo si hay enfrentamiento entre las partes. En cambio el poder, no se deriva de un diseño previo y esto permite reconocer a las relaciones de poder como distintas de la autoridad”.
Definir el espacio de poder.
Entiendo el “espacio de poder” como la organización donde interactúan grupos de poder, y por ello acepto la definición de organización formulada por F. Fuertes (H7, nº18, 10/1992) cuando la define como: “Uno o varios grupos de personas que consensúan, negocian, participan de unos objetivos comunes, así como en la forma de conseguirlos. Que distribuyen y coordinan racionalmente las funciones y tareas de cada miembro, se dotan de tecnología adecuada, mantienen un intercambio ecológico con el ambiente (tanto natural como cultural) llegando a una estabilidad dinámica a lo largo del tiempo y en un cierto espacio. La Organización es tanto el proceso como el producto de esos elementos”.
Según Etkin y Schvarstein (1989) desde la perspectiva de las relaciones de fuerza, que es la lógica del análisis político, “la organización aparece como una pluralidad de centros de poder, en los cuales múltiples sectores se enfrentan, negocian y defienden sus particulares intereses”.
Con estas dos definiciones puede entenderse como “espacio de poder” u organización, una empresa, un partido político, una universidad, un hospital, una prisión, una asociación religiosa, etc. con cierta estabilidad espacio-temporal, ya que el espacio de poder persiste a lo largo del tiempo, es modificado por los acontecimientos y constituye un producto de su historia, pero únicamente el sistema contemporáneo, como he comentado puede tener efectos en cualquier momento. Esto es lo que denominó K. Lewin “Principio de la Contemporaneidad”, que aplicado a este estudio sobre el poder afirmaría que: Los únicos factores determinantes de una Conducta de Poder determinada, en un Espacio de Poder concreto, en un tiempo dado, son las propiedades del Campo de Poder en ese tiempo (el aquí y el ahora).
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Aunque otra cuestión que aparece en estos apuntes y que es necesario resolver es ¿cómo delimitar el espacio de poder? Para delimitar el espacio de poder hay que tener en cuenta “el concepto de autonomía”, y éste lo defino con las palabras de Etkin como “la capacidad propia de una organización para gobernarse y también para reorganizarse y sobrevivir en condiciones diferentes a las de origen”.
Por tanto reconocer autonomía al espacio de poder, significa tratar unos límites de poder independientes como unidad, de los eventos del ambiente y con conexiones que reflejan interacciones con el entorno y otros espacios de poder. Así para delimitar el espacio de poder de un grupo, desde la perspectiva de la Simplicidad, habrá que seguir estos dos pasos: I)- Determinar la Identidad y la estructura del espacio de poder (Relación de poder en la Organización). II)- Buscar la interacción del espacio a estudiar con otros espacios de poder. (La Red de poder entre organizaciones). En el primer paso, habrá que determinar en un momento dado que el espacio de poder incluya todos los hechos que tienen existencia para el grupo de poder estudiado, como son: La identidad y la estructura. Y forman parte de la Identidad de un Grupo de Poder, todas aquellas dimensiones y variables que permiten distinguir a un grupo de poder como singular y diferente de los demás, es decir, es todo aquello que si desaparece afecta de forma importante al grupo, y por tanto también se manifiesta en el espacio y en la interacción con otras organizaciones. Estas dimensiones y variables de Identidad son: 1)- Coordenadas temporales. Estas determinan el proceso del poder en intervalos de tiempo concretos. 2)- Coordenadas espaciales. Reflejan el tamaño del grupo de poder, su forma, estructura y fuerzas de interacción. 3)- Coordenadas geográficas. Ubican el centro de poder sobre el espacio o mapa de poder.
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4)- Coordenadas materiales. Nos dan información sobre la tangibilidad o intangibilidad de las manifestaciones del poder. 5)- Coordenadas de frecuencia. Muestran el ciclo de las estrategias o manifestaciones del poder. 6)- Coordenadas económicas y financieras. Nos informan sobre la relación costobeneficio de las acciones de poder, así como de la potencia económica del grupo de poder. 7)- Coordenadas ecosistémicas. Son la influencia del grupo de poder sobre el entorno de su propio sistema. 8)- Coordenadas metasistémicas. Cómo interacciona el grupo con otras organizaciones. 9)- Coordenadas psicológicas. El poder no sólo produce cambios en el espacio de poder, sino que también produce cambios observables de tipo psicológico en los miembros que interactúan en las estrategias de poder. 10)- Coordenadas ideológicas. Son los conceptos filosóficos de acción del grupo de poder y que son valores capaces de delimitar las líneas de separación entre diversos grupos de poder. En el segundo paso de este esquema sobre el poder, se basa en el Paradigma de la Complejidad y éste nos advierte que para que este modelo evite al máximo los errores de análisis hay que tener presente, que todas las coordenadas que influyen en un espacio de poder son interdependientes. Es decir, podemos cometer un error importante si estudiamos a un grupo de poder, de forma aislada al resto de hechos y de interacciones con otros grupos en el espacio de poder. Por tanto, propongo interpretar esta interdependencia como una “Red de Poder” que comunica a todos los actores del espacio de poder. En este punto también integro en los procesos y conductas de poder “la dimensión tiempo”, que como podremos observar posee dos formas diferentes de manifestarse: tx)- El tiempo externo del poder (momento en el que se observa la reacción en el espacio de poder). ty)- El tiempo interno del poder (momento en el que se produce la acción del poder desde el grupo de poder).
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Pero, como también he indicado, los únicos factores determinantes de una “conducta de poder” concreta, en un tiempo dado, son las propiedades del “espacio de poder” en ese tiempo, el aquí y el ahora (Principio de Comtemporaneidad). Por ello, pese a que “el espacio de poder” persiste a lo largo del tiempo, éste es modificado por los acontecimientos y constituye un producto de la historia, siendo únicamente el sistema contemporáneo quien filtra y tamiza los acontecimientos pasados, otorgándoles el valor de “conducta de poder presente”. En resumen, para analizar un espacio de poder hay que determinar: - Las coordenadas y elementos que se incluirán en la representación de un “espacio de poder” en un tiempo determinado (tx y ty). Así como la “Identidad, estructura y hechos de valor”. - Representar el espacio de poder sobre el Mapa de poder, de modo que la interdependencia de sus partes pueda encarar el problema global de especificar su localización exacta y determinar su profundidad en el tiempo.
Uno de los principales puntos de orientación de este futuro mapa de poder es, como indiqué en la introducción, que el poder es un efecto colectivo, no individual; que necesita para manifestarse como mínimo de un grupo. Por eso es necesario para el estudio del poder detectar sobre un espacio determinado, el número de grupos que interaccionan en el “espacio de poder” así como tener la capacidad de predecir la aparición de grupos informales o grupos virtuales. Pero… ¿qué es un grupo y cómo detectarlo? Ya he indicado varias veces y creo que hay que repetirlo puesto que lo considero importante, que el objetivo principal de este trabajo sobre el poder, no es recopilar definiciones, sino crear un mapa o esquema funcional para estudiar el fenómeno del poder. Por ello las definiciones que aporto no poseen carácter definitivo puesto que han sido elegidas bajo el prisma de la utilidad explicativa. Así desde la utilidad práctica en este trabajo de construir un Mapa sobre el Poder aporto como resultado la fusión de dos definiciones de Grupo, una de M. Smith y otra de Shaw, ambas recogidas en la obra de Shaw (1980) en la que el lector interesado puede encontrar hasta una docena de definiciones interesantes.
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Para Smith el Grupo es: “Una unidad consistente en un cierto número de organismos separados (agentes) que tienen una percepción colectiva de su unidad y que poseen capacidad para actuar y/o que actúan de modo unitario frente a su medio ambiente.”
Mientras que para Shaw es: “Dos o más personas que interactúan mutuamente de modo que cada persona influye en todas las demás y a la vez ésta, es influida por todas ellas.”
Así la fusión resultado de ambas definiciones que utilizaré en este Mapa como he dicho con un objetivo práctico, será: El Grupo de poder es una unidad consistente de dos o más agentes, que interactúan en un espacio de poder, de modo que cada agente. por medio de conductas de poder, influye en todos los demás y a la vez éste, es influido por las acciones-reacciones de poder de los otros agentes. Agentes que poseen además, una percepción colectiva de unidad y capacidad para actuar y de reaccionar de modo unitario frente al espacio de poder.
Por ello entiendo los grupos como las unidades básicas del poder, que poseen relaciones estructuradas con identidad propia, que están constituidos por un conjunto de agentes con una normativa y una estructura psicológica común que les otorga capacidad e instrumentos para afrontar los problemas y los conflictos. Y para detectar los Grupos en un espacio de poder u organización utilizaré el criterio de análisis de Campell y su término “entitatividad” que expresa el grado de realidad de un grupo. Siguiendo a este autor, afirmaré que un grupo es real y por tanto contabilizarlo como tal, cuando posea “entitatividad”, es decir, cuando cumpla estos tres criterios aplicados a los agentes que lo estructuran: - Proximidad. - Semejanza. - Destino Común. El Criterio de la Proximidad sostiene que, cuando un conjunto de agentes ocupa un espacio determinado se incrementa la probabilidad de que sean percibidos como grupo. El de Semejanza afirma que un grupo poseerá entitatividad, cuando exista al menos una interacción de dos o más agentes que posean unas características similares. Y el de Destino Común añade que los agentes que componen el grupo deberán desarrollar comportamientos unitarios, dirigidos a objetivos comunes a lo largo de un tiempo determinado.
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Con estos tres criterios tenemos los cimientos básicos para poder determinar el número de grupos de poder formales que actúan en un espacio de poder concreto. Pero atención, puede darse el caso, algo muy probable, de que todos los grupos de un espacio de poder no sean manifiestos, es decir observables. Puesto que pueden existir un tipo de grupos “ad-hoc”, grupos no previstos, ni incluidos en el organigrama general de observación que se suelen organizar espontáneamente al momento, sobre todo en caso de conflicto. Y éstos grupos de poder “virtuales” pueden tener su génesis en coaliciones de agentes pertenecientes a grupos diferentes, pero próximos en hechos de valor. Es decir, pueden estar constituidos por miembros pertenecientes a diferentes grupos, que pueden interaccionar, por simpatías, afinidades políticas o incluso por necesidades temporales con el objetivo de mantener un espacio de poder. Lo que quiero realzar es que en un espacio de poder siempre existe una probabilidad muy alta, de que surjan grupos que no han sido observados inicialmente, bien para ejercer resistencia al espacio de poder, bien para proteger ese espacio en situaciones de crisis o conflicto (porque estos grupos forman parte del mismo juego de poder). Estos grupos de poder nacidos del conflicto, bien pueden desaparecer cuando se elimina el problema crítico del espacio o por el contrario, crear unas nuevas reglas de interacción del poder, entonces hablamos de la revolución del poder. Por tanto, para que la creación de un Mapa de Poder sea realmente efectivo hay que crear los mecanismos para predecir la formación de estos “grupos virtuales” en las probables situaciones de crisis o de conflictos. Para la predicción de estos “grupos ah-hoc o informales” es interesante manejar tres niveles de probabilidad: Nivel I: La probabilidad de Coalición entre grupos de poder es mucho más alta cuanto más próximos posean los criterios de Destino Común, Semejanza y de Proximidad. (Es la Colación Ideológica). Nivel II: Existe una probabilidad de Coalición “contra-natura”, es decir sin seguir las reglas de Campbell, cuando el espacio de poder es amenazado por un conflicto que amenaza las reglas históricas del juego de poder. (La mayoría de grupos se organizan en un frente común hacia conflicto). Nivel III: Cuando la situación de Caos se adueña del espacio de poder histórico, existe la probabilidad de Coaliciones no previstas en el Nivel I, ni en el Nivel II. (Cada grupo busca coaliciones caóticas para sobrevivir a la Revolución de las reglas de poder en el espacio histórico).
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Llegado a este punto, destacaré que es de vital importancia para elaborar un Mapa de Poder, no sólo determinar el número de grupos observables que interaccionan en un espacio de poder, sino crear los instrumentos eficaces para predecir nacimiento de grupos informales o virtuales que surgirán en las situaciones de crisis, de conflicto o de caos en el espacio de poder histórico.
Determinar qué tipos de Grupos de Poder interaccionan en el Espacio de Poder.
Algunos autores clasifican a los grupos por los siguientes criterios: a)-Según el tamaño: Por el número de agentes que posea. b)-Según su constitución: Será un grupo formal cuando esté incluido en el organigrama de la organización. Y será un grupo informal cuando no esté previsto y sea de constitución espontánea. c)-Según la autoinclusión: La percepción de los propios agentes. Un sujeto pertenecerá a un grupo cuando él así lo perciba y acepte las normas del grupo y por tanto modele su conducta a partir de los valores, normas… etc del grupo al cual se autoincluye. Aunque personalmente desde este estudio utilizaré para clasificar los Grupos de poder la variable sobre “el Control de la Información que efectúa el grupo sobre sus propios agentes o sobre el espacio de poder”. Porque una de mis hipótesis de partida, es que el “estilo de Control de la Información está íntimamente ligado al fenómeno del poder, por tanto éste puede definirlo”. Por ello, será el modelo de procesamiento de la información, de su utilización, de su control interno, así como del estilo de interaccionar con los restantes grupos en cuanto a la gestión de la información, lo que dará la clave para la clasificación de los mismos, y esta clave es la que denomino “Mecanismo de Control de la Información (MCI) del Grupo de Poder”. Los grupos de poder, para evitar el desorden interno o verse sumergidos en un desorden externo (crisis, conflicto, caos) elaboran unos mecanismos de control sobre la tecnología, los recursos, la información, etc. Por eso desde mi hipótesis, la eficacia de un grupo de poder estará en función de su capacidad para crear los mecanismos más efectivos de control, sobre todo del “Mecanismo de Control de la Información”, puesto que el acceso a la información representa el desarrollar poder.
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Los “Mecanismos de Control de la Información” de un grupo de poder son tridireccionales, hacia dentro (internos), hacia fuera (externos) e interagentes (la información compartida entre agentes). Los Mecanismos de Control Interno, procesan, clasifican, controlan, etc. la información que el propio grupo ofrece a sus miembros. Los externos, poseen como objetivo el control de la información que procede del exterior hacia el grupo y la que emana del grupo hacia fuera. Y los Mecanismos de Control Interagentes, busca conocer en todo momento la información que los propios agentes se transmiten entre ellos. Estos mecanismos de control pueden agruparse a su vez, según la dimensión “rigidez-flexibilidad” y esta es determinada por el nivel de censura o control, que se clasifica entre dos polos extremos, uno el de máxima rigidez, que es cuando la información sólo llega a una élite muy concreta de agentes del grupo, y el de su opuesto, el de máxima flexibilidad, cuando todos los miembros del grupo tienen acceso a la información. Es por la importancia de este mecanismo por lo que lo utilizo para determinar la existencia de poder en un grupo y además, para clasificar los grupos en función de: f1- Si la fuente de procesamiento de información del grupo está dentro o bien fuera de la organización en donde se manifiesta la conducta de poder. f2- Si los mecanismos de control de la información, tanto externos como los internos, son rígidos o flexibles. f3- Según el estilo que utilizan los grupos en el intercambio de información con los otros grupos del espacio de poder. Según el apartado (f1), relacionado con la ubicación de los Mecanismos de Control de la Información (MCI) los grupos los agruparé en tres clases: - Grupo A (Grupo Natural GN): Es el grupo de poder que posee el Mecanismo de Control de la Información ubicado en los propios límites de la organización donde elabora las estrategias y toma de decisiones de poder. - Grupo B (Grupo Reflejo GR): Será aquel grupo que actúa dentro de los límites de un “espacio de poder” concreto, pero que en sí, no es más que un “reflejo” de otra estructura de poder exterior a ese espacio (grupo político, grupo de presión…). Es decir, es un grupo de poder que posee el Mecanismo de Control de la Información (procesamiento, toma de decisiones, estilo de interacción, etc.) fuera de la organización en la que desarrolla o manifiesta la conducta de poder.
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- Grupo C (Grupo Híbrido GH): Este grupo es resultado de una coalición entre un grupo tipo A (Grupo Natural GN) y de otro B (Grupo Reflejo GR). Aquí el Mecanismo de Control de la Información está en función de la dominancia de los grupos coaligados. En cuanto al apartado (2), si los mecanismos de control son rígidos, es decir, si existe una fuerte censura en la información y no todos los miembros tienen acceso a ella, el grupo de poder puede ser clasificado de “autoritario”. En cambio, si todos los miembros del grupo poseen acceso a la información, el grupo será “democrático” y poseerá unos mecanismos de control de la información flexibles. Y en cuanto al apartado (3), según el estilo de información con otros grupos nos dará la clave para conocer el tipo de grupo y su interacción dentro del Espacio de Poder.
Analizar el estilo de información de los grupos.
El estilo de información es definido como la forma en que interaccionan los grupos de poder en cuanto al intercambio de información o de códigos simbólicos entre ellos dentro de un espacio de poder. Según el intercambio de códigos, los grupos de poder podrán ser de tres tipos: - Grupo de Estilo Abierto: Será el grupo de poder que intercambia información en ambas direcciones con los diferentes grupos de un espacio de poder. - Grupo de Estilo Cerrado: Es aquel grupo que sólo recibe o intercambia información en una única dirección. - Grupo de Estilo Aislado: Es el grupo de poder cuyas interacciones de información con el resto de los grupos es tal, que no existe ningún tipo de intercambio de información con el espacio de poder.
Observar las características de dominancia, dominado o neutro entre grupos de poder.
Para concluir el estudio del grupo, en esta aproximación desde el Primer Nivel de Análisis, buscaré establecer el tipo de relación del grupo con otros grupos de poder: Tipo (1)- Cuando el grupo es dominante frente a otros.
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Tipo (2)- Cuando el grupo es dominado por otros. Tipo (3)- Cuando el grupo es neutro, no ejerce dominancia y a su vez no es dominado por otros. Tipo (4)- Cuando el grupo es dominante con unos, y a su vez puede ser dominado por otros. Tipo (5)- Cuando es difícil predecir en el grupo su relación dominante-dominado. Relación que sólo se mostrará en situación de conflicto o de crisis en el espacio de poder. Si el grupo de poder es dominante, es lógico pensar que su conducta de poder estará centrada en mantener esa dominancia en el espacio, por tanto sus estrategias (juegos de poder) tanto orientadas hacia el espacio como hacia su interior estarán mediatizadas por ese objetivo. Mientras que si es un grupo dominado, la conducta de poder se puede bifurcar en tres posibles direcciones: a)- Mostrando cierto grado o nivel de sumisión, es decir, actuará según las directrices marcadas por el grupo dominante. b)- Mostrando estrategias de resistencia hacia la dominación. Generará conductas de poder para minimizar la dominancia sobre su estructura, bien por juegos de poder, bien buscando coaliciones con otros grupos del mismo espacio. c)- Y tercera dirección, la que llamó Fiedrich “el poder de las reacciones anticipadas”, que es aquella situación en la que el grupo dominado actúa en virtud de su “creencia” de lo que el grupo dominante espera de él, sin necesidad de que éste formule ningún tipo de requerimiento explícito o implícito. En cambio, cuando un grupo es neutro, no podemos observar conducta de poder en el espacio donde se manifiesta, tanto del grupo como de otros grupos hacia él. Pero esto no debe hacernos pensar que un grupo neutro no puede activarse en el eje dominante-dominado, puesto que un grupo neutro puede inclinarse hacia uno de los polos en una posible situación de conflicto en el espacio de poder, por ello hay que tenernos muy en cuenta en el estudio probabilístico de las resoluciones de poder en un espacio dado. Aunque para establecer una relación entre grupos (dominante-neutro-dominado) hace falta el análisis, como mínimo de cuatro tipo de fenómenos que se dan en el poder, como indica F.J. Burillo (1986), puesto que la relación de poder:
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1º)- Posee unas características. 2º)- Supone unas condiciones. 3º)- Está dotada de unas propiedades. 4º)- Aparece integrada por unos elementos. En primer lugar, en cuanto a las “características” se trata de: 1.1)- Una “relación causal”. El grupo A es causa de la conducta de poder del grupo B. 1.2)- Una “relación probabilística”, es decir, la actuación del grupo A, incrementa la probabilidad de que el grupo B, reaccione con alguna conducta de poder. 1.3)- Una “relación asimétrica”, esto entraña una relativa desigualdad de orden de poder entre los grupos A y B. 1.4)- Una “relación determinada” por variables del espacio de poder. Esto quiere decir que el poder no se ejerce en abstracto, sino sobre grupos concretos, en un espacio dado, con un tiempo específico, con hechos de valor determinado, etc. Y sobre “las condiciones” una relación de poder entre grupos es tal, si existe un desfase temporal, entre la acción del grupo A y la reacción de poder del grupo B. También existe una relación de poder entre grupos, si el grupo B, responde con una conducta que no haría sin la intervención del grupo A (Dahl 1957). Asimismo también es necesario que el grupo A, tenga ”intención” de afectar la conducta de poder de B. Es decir, no hay relación de poder entre el grupo A y B, cuando los efectos de A sobre B son puramente accidentales. Por ello, para que se constituya una relación de poder debe existir un cierto conflicto de valores entre el grupo A y B. Pues si ambos están de acuerdo con los medios o fines, diremos que un grupo tiene autoridad sobre otro, no hablaremos de poder. O sea, podemos decir que hay relación de poder entre grupos (A-B) si uno de ellos cede ante el otro. En cambio si no ceden, si entran en conflicto, entonces se observará sobre el espacio de poder múltiples estrategias para clarificar la dominancia. También si el grupo A, puede esgrimir sanciones (positivas o negativas) frente al grupo B, existe una relación de poder. Naturalmente, se trata de una condición necesaria, pero no suficiente. Necesaria porque la existencia de sanciones distingue el poder de la simple influencia; pero suficiente porque tales sanciones serán efectivas sólo si: 1º)- El grupo B, es consciente de las demanda de A. 2º)- Si el grupo B considera “actualmente” las sanciones como castigo o deprivación.
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Y por último, para que cristalice una relación de poder debe existir alguna conexión, medible y observable entre el grupo A y el grupo B. Según “las propiedades”, el poder es amoral, puede ser bien o mal ejercido, racional o irracionalmente, de modo tiránico o democrático, de forma destructiva o constructiva. Aunque la relación de poder, como propiedad, en mayor o menor medida, implica la posibilidad de elegir el modelo de ejercicio de poder. Y su manifestación sobre el espacio de poder aparece a lo largo de un continuo, desde un poder cuasi latente a un poder ejercido de forma manifiesta sobre los hechos de valor (económicos, políticos, legales, físicos, de control de medios, psicológicos, etc.) En cuanto a los elementos integrantes de una relación de poder entre grupos en un espacio dado, son al menos tres: (1)- El grupo o agente que ejerce la conducta de poder. (2)- Los métodos y estrategias utilizadas en la conducta de poder (juegos de poder). (3)- El grupo que resiste o sufre la conducta de poder. El primer elemento de la relación de poder entre los grupos A y B, integra lo que se denomina “las bases de poder” del grupo A, que podrían definirse como las razones en que A se sustenta para afectar a B, y simultáneamente, las razones del grupo B, para ceder a las demandas de A. Serán French y Raven (1971) quienes establecerán cinco razones fundamentales, ya clásicas, para explicar las relaciones de poder: - El poder de la recompensa: Basado en la percepción del grupo B, de que A puede otorgarle recompensas. - El poder coercitivo: Basado en la percepción del grupo B, de que A puede castigarle. - El poder legítimo: Basado en la percepción de B, de que el grupo A tiene derecho a imponer su conducta. - El poder referente: Basado en la identificación de grupo B para con A. - El poder del experto: Basado en la percepción de B, de que el grupo A, tiene un conocimiento superior relativo al asunto de que se trate. Aunque desde mi punto de vista, estas razones para explicar las relaciones de poder por parte de French y Raven, son bastante pobres en cuanto a la diferenciación entre
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poder y su subconjunto formado por la autoridad, ya que tanto las razones de poder del experto y las del poder legítimo, son dimensiones de la autoridad. Otro elemento a valorar en una relación de poder entre grupos son los “costos”, un interesante concepto introducido en las relaciones de poder por Harsanyi (1962) y que se define como el valor esperado de los costos del intento del grupo A, para ejercer el poder sobre B, pudiendo calcularse este costo, en unidades de tiempo, dinero, trabajo, esfuerzo… Asimismo es importante “la motivación del grupo A” para ejercer el poder sobre B, pues parece evidente que la posesión de poder de un grupo, no implica necesariamente su ejercicio en todo momento (recuerde el lector el grupo neutro) y también hay que indicar la “intención” por parte del grupo A de ejercer el poder sobre B.
Las coaliciones entre grupos.
Una de las relaciones de poder, que considero muy importante en este estudio, pues es resultado de los “juegos de guerra” o estrategias de poder, es el fenómeno de las coaliciones entre distintos grupos de poder. Siendo definida la coalición en estas páginas, como el empleo combinado de recursos entre distintos grupos, para determinar el resultado de una decisión en ciertas situaciones específicas (Gamson 1974), es decir se define coalición, como aquella situación en la que un subconjunto de un grupo o conjunto de grupos, acuerda cooperar en el uso conjunto de recursos para maximizar recompensas (Komorita y Moore 1976). Este es un hecho, el de las coaliciones, que debe ser detectado e incluso anticipado en cualquier estudio efectivo sobre el poder, por la importancia que posee para determinar la direccionalidad o qué sentido, tomará el ejercicio de poder en un espacio dado. La coalición entre dos o más grupos, es mucho más probable cuando se cumple entre ellos los criterios formulados por Campell, de destino común (cuando poseen metas y objetivos similares de poder), de semejanza (por ejemplo, ser idénticos en cuanto a situación de dominados) y de proximidad (pertenecer al mismo espacio de poder). Una teoría de la coalición que podría aplicarse al “criterio destino común” es “la del poder mínimo” (formulada por Shapley y Shubick) que predice que: “Se unirán en coalición aquellos grupos, con un poder mínimo suficiente, que decidan el resultado”. Y también sería aplicable al “criterio de semejanza” la “teoría del recurso mínimo” que sostiene: “Los grupos más débiles se unirán con tal que, conjuntamente reúnan los recursos de poder necesarios para ganar.
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Aunque también existe otra teoría de coalición no aplicable directamente a los criterios de proximidad, semejanza y destino común, pero que sí creo que puede aplicarse a este estudio sobre el poder, y ésta es: “La teoría de la confusión total” que afirma que a priori “ninguna coalición puede predecirse, porque éstas son resultado de muchos factores, entre ellos el azar o la casualidad”. (Personalmente creo que esta teoría tiene probabilidad de cumplirse en un sólo escenario, cuando se manifiesta “el caos en un espacio de poder”). Recuerde el lector el énfasis de este trabajo en “la predicción de aparición de nuevos grupos sobre un espacio de poder y la posible activación en las estrategias de poder de grupos neutros, así como la advertencia continuada de que si no detectamos a priori estos fenómenos puede ser un error que nos anule el análisis de poder sobre un espacio o una red”. Pero frente a la teoría de la confusión total, aunque sea sólo como preferencia personal discutible, sí que creo que es posible predecir las coaliciones, por lo menos una mayoría razonable, si se tiene en consideración aparte de los criterios observables de semejanza, destino común y proximidad, la probabilidad de aparición de grupos informales y la activación de los neutros.
En este apartado es interesante determinar los hechos de valor que tienen existencia para cada grupo de poder, con el objetivo de organizar datos para que cumplan al menos tres exigencias: - Una, que describan adecuadamente los procesos que acontecen dentro del propio grupo y sus agentes de poder, así como entre el grupo y el espacio de poder. - Dos, deben ser hechos de valor capaces de delimitar las líneas de separación entre un grupo de poder y otro, o sea que reflejen los valores diferenciales de identidad. - Y tres, estos hechos de valor deben aportar información sobre posibles conflictos, o conductas de poder de un grupo, tanto de su interior, como de su relación con otros grupos y con el espacio de poder. Y aunque no es una clasificación definitiva estos hechos de valor los he clasificado en: 1)- Hechos de valor psicológico: Donde se incluyen las necesidades de poder, las metas de poder, la capacidad negociadora de los agentes, las creencias sobre el poder, las actitudes de poder, etc.
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2)- Hechos de valor económico: Todos aquellos recursos económicos e inversiones… que influyen a la aproximación al poder de un grupo. 3)- Hechos de valor legal: Estos están determinados por la legislación vigente que influye sobre el grupo y su conducta de poder, sobre el espacio de poder y sobre la red en general. Aunque también enmarca todas aquellas estrategias y estratagemas que posee el grupo de poder para tras pasar o convertir en flexible “la legislación vigente”. 4)- Hechos de valor político: Aquí se incluye la capacitación negociadora de los agentes, el nivel de autocohesión entorno a un proyecto común, la estructura ideológica interna y sus posibles conflictos, así como la relación y capacidad de coordinación con otros grupos de poder del sistema o de la red. 5)- Hechos de valor de capacidad de control: Incluyen todos los mecanismos y estrategias de control de un grupo de poder sobre la información, la comunicación, la tecnología, los recursos y para la gestión de conflictos. 6)- Hechos de valor físico: Son las dimensiones del espacio físico en donde se desarrollan las conductas de un grupo de poder, sus infraestructuras, medios tecnológicos observables, número de agentes de poder del grupo… 7)- Hechos de valor temporal: En éstos agrupamos los acontecimientos, como experiencia del grupo de poder, en una línea temporal que recorre el pasado, el presente y por tanto busca la predicción o anticipación de acontecimientos futuros que puedan influir en las conductas de poder. Asimismo, estos hechos de valor que tienen existencia para cada grupo de poder, se pueden incluir dentro de tres categorías: La de la estructura, la del proceso y la del contenido. Dentro de la categoría de “estructura” incluiré aquellos hechos de valor que permanecen en el grupo sin cambiar en el periodo de tiempo de estudio. (Hechos de valor físico: Infraestructuras, tecnología, etc.). En la de “proceso”, aquellos hechos de valor implicados en el intercambio o interacción del grupo con otros grupos o espacio de poder. (Hechos de valor de control: Sobre la información, la tecnología, los recursos… así como los hechos de valor legal: La legislación vigente que influye sobre las normas de interacción del grupo.) Y en la categoría de “contenido”, los hechos de valor que forman el conjunto de códigos verbales y simbólicos del poder, formados por tipos particulares de información, de normas, de valores y de objetivos. (Hechos de valor psicológico:
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Creencias, motivación, necesidades...etc. Los hechos de valor político e ideológico, así como los hechos de valor temporal).
Tener presente el análisis temporal externo de las conductas de poder.
En este estudio utilizaré la perspectiva de la existencia de tiempos propios para cada nivel de análisis, externo o interno (que veremos más tarde). Utilizaré la noción de tiempo externo para la descripción de un espacio de poder, con diversos motivos ya indicados por Etkin y Schavarstein: 1º)- Para identificar el momento en que ocurrió o habrá de ocurrir una conducta de poder determinada. 2º)- Para dar una idea comparativa de la duración de un proceso de poder, desde su inicio hasta su finalización. 3º)- Para definir una serie cronológica, un encadenamiento de eventos de poder que muestre el orden temporal de los procesos y que permita “ubicar” el lugar de cada componente en un orden mayor. 4º)- Como función de distribución, para indicar la cantidad de conductas de poder (de acción-reacción) que se manifiestan dentro de un plazo o periodo de tiempo. En los cuatro puntos anteriores hago referencia al denominado “tiempo externo”. Éste se trata de un tiempo irreversible, que transcurre y es una unidad de tiempo que el observador toma para referenciar realidades del poder.
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El poder es un efecto colectivo, no individual; que necesita para manifestarse como mínimo de un grupo.
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