U-238 Tecnología nuclear para el desarrollo | Año 4 | Número 21

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Tecnología nuclear para el desarrollo AÑO 4 | NRO 21 | ABRIL - MAYO 2016 | $50 | BUENOS AIRES, ARGENTINA www.u-238.com.ar

FÉ DE ERRATAS: Por un error involuntario, en el artículo periodístico “Laboratorio del CMFSR: algo más que controlar calidad” de la edición Nº20 debió mencionarse a Roberto Bottasso como “Jefe de Laboratorio del Complejo Minero Fabril San Rafael”. Vale aclarar que el Lic. Roberto Gruner es el Gerente de Producción Materias Primas, y el Subgerente del Complejo Minero Fabril San Rafael es el Lic. Sergio Diéguez.

Director: Luciano Galup

Diseño gráfico: Lucía Molina y Vedia

Editora: Marina Lois

Correctora: María Laura Ramos Luchetti

Asesor científico: Pablo Vizcaino

Ilustrador: Claudio “Maléfico” Andaur

Colaboran en este número: Gustavo Barbarán Gabriel De Paula Sebastián De Toma Carolina Martínez Elebi Sebastián Scigliano Foto de tapa: Archivo CNEA

Colaboradora especial: Agustina Martínez

El uranio natural está formado por tres tipos de isótopos: U-238, U-235 y U-234. El U-238 es la variedad más común. Es una publicación de Menta Comunicación SRL Av. de Mayo 570 5º35 Ciudad Autónoma de Buenos Aires mentacomunicacion.com.ar 54 11 43 42 04 41 Dirección Nacional del Derecho de Autor. Inscripción Nº 5034005. 1º de mayo de 2016

Talleres Gráficos de la Cooperativa Campichuelo Ltda.

Campichuelo 553 – C.A.B.A. – C1405BOG Telefax: 4981-6500 / 4958-6384 campichuelo@cogcal.com.ar www.cogcal.com.ar


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Más que mil palabras

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En el mundo

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En Argentina

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Empresas + Instituciones

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Formación y capacitación en RR.HH.

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Uno, dos, tres, mil Balseiros

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Una carrera hacia el futuro

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Autoridad Regulatoria Nuclear: La especialización como eje de la formación profesional

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Rusia y Bolivia acuerdan construir un centro de investigación y desarrollo en tecnología nuclear

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Entrevista a Federico Izraelevitc. Físico. Responsable del proyecto Escaramujo

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El Instituto Kurchatov y el MEPhI, un ejemplo en enseñanza nuclear

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Minería del uranio en perspectiva: una actividad añorada por la industria nuclear local

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Cuarta edición de la Carrera de Especialización en Protección Radiológica

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Para leer

55

Para recordar

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Para agendar

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Cultura nuclear

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Energía acómica


MÁS QUE MIL PALABRAS

REACTOR NUCLEAR RA-1 Construido íntegramente en la Argentina, el reactor nuclear de investigación RA-1 alcanzó su primera criticidad el 17 de enero de 1958, convirtiéndose en el primero de todo el hemisferio Sur. Ubicado en el Centro Atómico Constituyentes de la CNEA, en él se produjeron los primeros radioisótopos nacionales para uso medicinal e industrial y fue fundamental en la formación de recursos humanos para encarar los proyectos de las tres centrales nucleares de potencia instaladas en Argentina.

ARCHIVO CNEA

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Rusia construirá centro de estudios nucleares en Bolivia

EE.UU., Japón y Francia trabajarán juntos para desmantelar Fukushima

Bolivia y Rusia firmaron dos acuerdos para la construcción y puesta en marcha del primer centro de investigaciones nucleares con fines pacíficos en el país latinoamericano. Estará ubicado en la ciudad de El Alto y contará con un reactor de investigación de baja potencia, un centro de ciclotrón-radiofarmacia, una planta multipropósito de irradiación y un laboratorio de investigaciones nucleares y capacitación.

Los gobiernos de Japón, Estados Unidos y Francia trabajarán juntos para desarrollar las tecnologías necesarias para retirar el combustible fundido de la accidentada Central Nuclear de Fukushima. Estas tareas constituyen el proceso más complejo dentro de las labores de desmantelamiento de la central, que llevarán de tres a cuatro décadas y que sólo se han completado en un 10%. Estados Unidos se encargará de crear equipamiento y tecnología para hacerse de los residuos radiactivos derivados de las labores de desmantelamiento, mientras que Francia cooperará para desarrollar tecnologías por control remoto que puedan resistir entornos con altos niveles de radiación. Por otro lado, expertos de universidades, investigadores e ingenieros estadounidenses y franceses estudiarán soluciones en materia de robótica, procesamiento de imagen y otras tecnologías para avanzar en el proceso. Japón seleccionará a las organizaciones candidatas y les ofrecerá asistencia durante más de tres años.

Ambos acuerdos fueron suscriptos por el director de la corporación rusa Rosatom, Serguéi Kirienko, y el ministro boliviano de Hidrocarburos y Energía, Luis Alberto Sánchez, en presencia del presidente de Bolivia, Evo Morales. Se estima que la construcción del Centro de Investigación y Desarrollo en Tecnología Nuclear demandará unos 4 años y se requerirá una inversión de 300 millones de dólares para este proyecto orientado a la medicina, las investigaciones científicas y la agricultura.

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/argentina Lorem ipsum RECONOCIMIENTO

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INVAP y CNEA recibieron una distinción internacional

Comenzó la obra civil del RA-10

En el marco de la cuarta edición de la Cumbre sobre Seguridad Nuclear y la Cumbre Nuclear Industry Summit 2016 que se desarrollaron en Washington, Estados Unidos, la empresa INVAP y la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) recibieron una distinción por los logros obtenidos en materia de seguridad nuclear.

A poco más de un año de haber comenzado el proceso licitatorio, la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) firmó el contrato para dar inicio a la construcción de la obra civil de los edificios del reactor multipropósito RA-10, la cual comenzó el pasado 15 de marzo en el Centro Atómico Ezeiza. La obra prevé una inversión de casi 800 millones de pesos y un plazo de 42 meses de ejecución. Este reactor de investigación multipropósito busca ampliar las capacidades actuales de producción de radioisótopos. Con su puesta en marcha se podrá incrementar la experiencia que el país tiene en el área y expandir la oferta de servicios al mercado latinoamericano y mundial. Además, brindará facilidades de ensayo de combustibles nucleares y materiales nucleares, ofreciendo al sistema científico y tecnológico nuevas herramientas basadas en técnicas neutrónicas. Las instalaciones del proyecto también serán utilizadas para la formación de profesionales y técnicos.

El reconocimiento fue otorgado por el Nuclear Energy Institute, que premió a la Argentina por el trabajo realizado en el desarrollo de la tecnología para el uso de Uranio de Bajo Enriquecimiento para la producción de Mo-99 y la difusión de esta tecnología al resto del mundo a través de las exportaciones llave en mano realizadas por INVAP a Egipto y Australia. El reconocimiento fue recibido por la presidenta de la CNEA, Norma Boero; el Gerente General y CEO de INVAP, Héctor Otheguy; el Subgerente General de la empresa, Juan Pablo Ordoñez; y el Chief Technology Officer (CTO), Juan José Gil Gerbino.

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INVAP Y AREVA TRABAJARÁN JUNTAS PARA EXPORTAR REACTORES A SUDÁFRICA INVAP y la empresa francesa Areva firmaron un memorándum de entendimiento para presentarse a la licitación de dos reactores para Sudáfrica por un valor de más de 350 millones de dólares. El convenio fue rubricado por Héctor Otheguy, Gerente General de INVAP, y Carolle Foissaud, Directora General de Areva. “Con esta firma nos asociamos para participar, en forma conjunta, de una gran licitación que está lanzando Sudáfrica. Este país está interesado en adquirir dos reactores nucleares: uno de potencia y otro de investigación, que también será utilizado para fabricación de radiosótopos medicinales”, explicó Otheguy. Además agregó: “Básicamente, la idea es que nuestros socios franceses provean el reactor de potencia y nosotros nos encarguemos del desarrollo y la construcción del reactor de investigación, diseñando un modelo similar al que fabricamos y le vendimos a Australia: el OPAL”. Este es un reactor multipropósito de agua liviana y uranio de bajo enriquecimiento de 20 MW de potencia térmica.

NUEVO SERVICIO DE PET-CT EN LA ACADEMIA NACIONAL DE MEDICINA A través de la Comisión Nacional de Energía Atómica, la Academia Nacional de Medicina (ANM) inauguró un nuevo Servicio de Medicina Nuclear, que funciona como anexo de la Fundación Centro de Diagnóstico Nuclear (FCDN). Las nuevas instalaciones —que ocupan 200 metros cuadrados del subsuelo de la ANM y que requirieron una inversión aproximada de 4,5 millones de pesos— cuentan con un tomógrafo por emisión de positrones multicorte de 16 pistas, que se utilizará mayoritariamente para la detección de enfermedades oncológicas y cardiológicas. El acto de inauguración fue encabezado por las máximas autoridades de la CNEA, Norma Boero y Mauricio Bisauta; el Subsecretario de Energía Nuclear, Julián Gadano; y el presidente de la Academia Nacional de Medicina, Roberto Pradier. También estuvieron presentes la vicepresidente primero de la Autoridad Regulatoria Nuclear, Ana Larcher; el gerente general de la FCDN, Diego Passadore; y el gerente general de la FUESMEN, Valentín Ugarte.

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EMPRESAS + INSTITUCIONES OIEA Y ARN AVANZAN EN LA COOPERACIÓN EN SEGURIDAD RADIOLÓGICA Y MONITOREO En el marco del Convenio de Cooperación en Seguridad Radiológica y Monitoreo, se realizó la primera reunión de trabajo entre especialistas de la Autoridad Regulatoria Nuclear (ARN) y del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA). Este convenio, firmado en 2015 en la ciudad de Viena en ocasión de la 59º Conferencia General del OIEA, establece un marco de cooperación en el área de la protección radiológica, a través de la realización de diferentes actividades como el desarrollo de criterios y enfoques comunes para la gestión de las concentraciones de radionucleidos permitidas en productos alimenticios y no alimenticios. Estos criterios serán utilizados en el marco regulatorio nacional. Durante la reunión, se estableció un cronograma de trabajo y se identificaron las prioridades para la implementación del Convenio de Cooperación. Además, los participantes del encuentro acordaron una próxima reunión de trabajo para mediados de año.

LA INGENIERÍA NUCLEAR DEL IDB FUE ACREDITADA POR LA CONEAU El Instituto Dan Beninson (CNEA – UNSAM) obtuvo la acreditación universitaria por parte de la Comisión Nacional de Evaluación y Acreditación Universitaria (CONEAU) de la carrera Ingeniería Nuclear con Orientación en Aplicaciones. El objetivo de la carrera es formar ingenieros que puedan desempeñarse en los múltiples y crecientes usos de la tecnología nuclear. En este sentido, la formación tiene un sólido cimiento en las disciplinas básicas indispensables para todo ingeniero y una capacitación específica amplia y flexible que garantiza su inmediata inserción laboral. Los contenidos de la carrera se cursan intensivamente en seis cuatrimestres y —como en el resto de las carreras que se dictan en los institutos de la CNEA— todos los alumnos están becados para poder dedicarse de forma exclusiva a sus estudios. Por otro lado, la CONEAU también ha reacreditado con la máxima categoría “A” las carreras de posgrado del Instituto Dan Beninson “Especialización en Radioquímica” y “Aplicaciones Nucleares y Especialización en Reactores Nucleares y su Ciclo de Combustible”.

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Formación y capacitación en RR.HH.

Si la investigación y la ciencia aplicada han sido pilares fundamentales para el desarrollo nuclear, la formación de profesionales en institutos especializados también ha ocupado un lugar preponderante en la ya larga historia del sector nuclear argentino, hasta constituirse en referente a nivel internacional.

Por Gustavo Barbarán “El 16 de febrero de 1951 en la Planta Piloto de Energía Atómica en la Isla Huemul, de San Carlos de Bariloche, se llevaron a cabo reacciones termonucleares bajo condiciones de control en escala técnica”, anunció Perón. Había entendido que el mundo ya no sería el mismo al finalizar la segunda guerra mundial y debía buscar un camino alternativo al desarrollo impuesto desde dos polos de poder que se estaban configurando. El desarrollo y domesticación de la energía nuclear era el arquetipo de la ciencia aplicada al desarrollo, y para ello se contrataron los servicios de Ronald Richter, que durante cuatro años engañó a Perón acerca de que sus investigaciones se encontraban años por delante de las del resto del mundo. Dos modelos de desarrollo científico estaban en pugna. Por un lado, en su visión más liberal, se encontraban la libertad de investigación, la autorregulación de los científicos, el mecenazgo y la ciencia básica como principal objetivo. Por el otro, estaban la ciencia y la tecnología orientadas a la solución de los “problemas nacionales”, con la intervención y direccionamiento estatal para integrar la ciencia y la tecnología al desarrollo

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económico, y con problemas técnicos como principal objetivo. Cuando Perón comenzó a sospechar que Richter lo estaba engañando, organizó una comisión fiscalizadora conformada por Balseiro, Báncora, Beninson, Bussolini y Gamba. Las conclusiones del “Informe Balseiro” fueron lapidarias; “Las experiencias presenciadas no muestran en ninguna forma que se haya logrado realizar una reacción termonuclear controlada, tal como lo afirma el Dr. Richter. Todos los fenómenos que allí se observan no tienen ninguna relación con fenómenos de origen nuclear.” Fueron momentos en que la CNEA pasó de ser un ente que acompañaba administrativamente las investigaciones del científico austríaco a ser la organización que comenzaba a definir el qué, el cómo y el dónde en cuestiones nucleares en el país. En aquellos años, se estimaba que la cantidad de físicos argentinos no superaba los 30, razón por la cual, en 1953, Balseiro promovió la creación de un Instituto de Física en las instalaciones de Bariloche para la capacitación de 200 físicos —especialidad que había probado ser importante para el avance


Formación y capacitación en RRHH

industrial de los países desarrollados—. El éxito de un curso de verano durante el año 1954 (repetido al año siguiente) le dio más impulso a la idea. La configuración del Instituto de Física de Bariloche se realizaba entre la Universidad de Cuyo y CNEA. Para llevar adelante investigaciones nucleares de manera seria, no solamente era necesario contar con buenos investigadores, sino que también había que crear los equipos de trabajo. Si CNEA se embarcaba en una actividad académica debía hacerlo con características que la diferenciaran de lo que ocurría en las Universidades. El sistema debía integrar la formación académica con una fuerte formación en investigación. Ya desde el inicio, se implantaron esquemas académicos revolucionarios para la época, que se mantienen en la actualidad. Los alumnos ingresarían al instituto una vez realizados los dos primeros años de una carrera de ciencias exactas, recibirían una beca mensual que cubriría las necesidades de alojamiento, alimentación y gastos menores que sería otorgada luego de un riguroso examen de selección, en conjunto con una entrevista personalizada. Las clases se darían en las instalaciones de lo que luego se convertiría en el Centro Atómico Bariloche y los profesores también se dedicarían a tareas de investigación. La convivencia entre alumnos y profesores, y la dedicación exclusiva de todos ellos —en conjunto con el fácil y libre acceso a la biblioteca y a los laboratorios abiertos las veinticuatro horas del día, siete días a la semana— convirtieron a este centro en un experimento único a nivel nacional. Por la misma época en la que comenzaba la experiencia del Instituto de Física, en Buenos Aires se lo contrataba a Jorge Sabato, un profesor de física que dirigía un laboratorio de investigación aplicada en metalurgia, para que conformara un grupo de metalurgia nuclear. De acuerdo a lo declarado por él tiempo después, ante la disyuntiva de comenzar a trabajar en un tema tan específico como la metalurgia nuclear, decidió encarar la creación de un departamento que se especializara en metalurgia a secas, en un momento en que su desarrollo como ciencia (la ciencia de los materiales) recién estaba emergiendo a nivel mundial y en Argentina, aún, no existían los metalurgistas.

Para llevar adelante investigaciones nucleares de manera seria, no solamente era necesario contar con buenos investigadores, sino que también había que crear los equipos de trabajo. En el grupo inicial, no había un solo estudiante o profesional que se hubiese dedicado a la metalurgia, por ello, una de las primeras medidas que se tomaron fue la capacitación de todos en los centros de excelencia a nivel mundial. Se envió a estos investigadores a Inglaterra, Francia y los Estados Unidos para que se formen en la ciencia metalúrgica. Cuando volvieron, estos mismos profesionales comenzaron a replicar su propia capacitación en el ámbito local. Estos primeros pasos son fundamentales para entender lo que ahora denominamos el “modelo CNEA”, donde se encuentra la creación de capacidades, la difusión de la ciencia y el desarrollo tecnológico de la industria y, por supuesto, la actividad formativa de los propios recursos humanos. Entre los puntos emergentes que fueron conformando ese pensamiento podemos ubicar a la decisión de construir localmente al RA-1, la decisión de diseñar y construir el RA-3, el descubrimiento de 20 radioisótopos nuevos, la creación del SATI, la decisión de realizar el estudio de prefactibilidad de lo que sería la central nuclear Atucha I. En Bariloche se decidió que el Instituto de Física desarrollara la física del estado sólido y la física nuclear, ramas fundamentales en el desarrollo de la tecnología nuclear. Se intentaba, así, desarrollar un programa de investigación que atendiera los intereses de la CNEA y otros intereses técnicos del país. El grupo de metalurgia debía avanzar sobre la formación de su plantel y además colaboraría con el desarrollo de la actividad académica y docente en las universidades para garantizar la formación necesaria, no solamente de la CNEA, sino también del

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U-238 Tecnología Nuclear para el desarrollo

Los ejes de la vinculación involucran la revisión del diseño curricular de las escuelas industriales, la capacitación docente con intervención del Balseiro y el equipamiento de laboratorios. país. Se comenzó con cursos nacionales y luego, con el apoyo de OEA, UNESCO y BID, se internacionaliza a través del Primer Curso Panamericano de Metalurgia, que luego se dictaron periódicamente durante años. Se aseguraba así la “apertura” e “integración” a nivel nacional y latinoamericano. A medida que fue evolucionando el programa nuclear argentino, las necesidades se fueron ampliando y complejizando. Así es como también nace, por los años 70, la carrera de ingeniería nuclear en el Instituto Balseiro, orientada a la formación de profesionales para el plan nuclear que se estaba llevando a cabo. A pesar de los vaivenes (más que vaivenes, sacudones) políticos que sufría el país, el sector nuclear mantenía una política deliberada dirigida fundamentalmente a la creación de capacidades científico-técnicas, de decisión autónoma, en el campo de la energía nuclear. En los últimos 15 años se crearon otras dos carreras de grado en el Balseiro, ingeniería mecánica y en telecomunicaciones, además de varias carreras de posgrado, maestrías y doctorados. Claramente su campo de acción excede ya al ámbito nuclear, en un notable paralelismo con la empresa INVAP, también nacida de la CNEA y actualmente con una gran participación en el Plan Nacional Espacial y en Argentina Conectada. No es casual que tanto el director de la CONAE, el Dr. Conrado Varotto, como el Gerente General de INVAP, el Lic. Héctor Otheguy, sean egresados del Instituto Balseiro. En 1993, la continuación de los cursos panamericanos de metalurgia derivó en la fundación del Instituto Sabato, creado en colaboración entre la por

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entonces recientemente inaugurada Universidad Nacional de San Martín y la CNEA. Inicialmente, se enfocó en los cursos de posgrado en materiales, en 1996, y siguiendo el modelo Balseiro, creó la carrera de Ingeniería en Materiales. Enfocando su campo de acción en las aplicaciones de la tecnología nuclear, se crea el Instituto Dan Beninson entre CNEA y la UNSAM. Inicialmente apuntando a cursos de posgrado, en 2015 creó una nueva carrera de ingeniería nuclear. Para acceder a ella, también se ingresa luego de dos años de alguna carrera de ingeniería o de ciencias y se orienta, fundamentalmente, a aplicaciones de tecnología nuclear en la salud e industria, con un gran énfasis en aplicaciones médicas. Los tres institutos comparten algunas características, más allá del ingreso a partir del segundo año de alguna carrera de ingeniería o de ciencia exacta; la posibilidad de dedicarse exclusivamente a estudiar, a través de becas otorgadas por CNEA, NA-SA, INVAP, Techint o YPF, entre algunas de las empresas que otorgan becas de estudio. Esto crea condiciones ideales para la dedicación al estudio con muy bajas tasas de deserción, un problema recurrente en las carreras técnicas en las universidades nacionales. Al estar los institutos dentro de las instalaciones de CNEA, el acceso permanente a los profesores/ investigadores, los laboratorios, las bibliotecas, todo en conjunto con una currícula que le otorga la formación práctica, genera una orientación a la resolución de problemas que es ampliamente valorada en el campo laboral. Una característica adicional es la estrecha vinculación entre los trabajos finales con problemas reales y concretos que se proponen, ya sea desde las industrias o desde la propia CNEA. Con el Balseiro como referencia, los institutos de CNEA ya tienen un amplio reconocimiento. Es frecuente encontrar en un diario de provincia la noticia sobre un estudiante local que logra una beca de acceso al Balseiro o que egresó de este, como un pequeño orgullo local.

Más allá de la formación académica Si bien los institutos son una gran herramienta para la formación profesional de gran parte de los especialistas e investigadores del sector nuclear,


Formación y capacitación en RRHH

también hay que destacar otras herramientas que se enfocan en la capacitación en el ámbito nuclear, como lo es el sistema de becas “aprender haciendo” o la escuela de soldadores, creada en el marco de la finalización de Atucha II.

provincia, el Instituto Balseiro inició un proyecto de cooperación con la provincia para fortalecer la educación en el nivel secundario técnico, creando una “Especialización Técnica en Aplicaciones Nucleares” en la EPET 1 de Formosa.

En Argentina, la actividad nuclear busca traspasar la barrera que le impone su propio “gueto” científico. Se trabaja en una constante búsqueda de apoyo social, por los preconceptos arraigados en gran parte de la población. Ya se sabe que no se cuida lo que no se ama, y no se ama lo que no se conoce. El sostenimiento en el tiempo de la actividad nuclear depende fuertemente del apoyo social que reciba.

Los ejes de la vinculación involucran tres aspectos: la revisión del diseño curricular de los trayectos formativos de las escuelas industriales, la capacitación docente con una intervención de los docentes del Instituto Balseiro y el equipamiento de laboratorios. Pero el espíritu de la colaboración va más allá de la preparación de recursos humanos para los futuros proyectos nucleares formoseños, los cuales estarán formados para abordar cualquier tarea. La presencia territorial de la actividad nuclear, sobre todo en su fase formativa, permite generar recursos y conciencias sobre las necesidades del país.

Y en este sentido, en el marco del renacimiento nuclear, se dieron algunos pasos para ampliar el universo al cual puede llegar el brazo académico de CNEA. Dos iniciativas se destacaron sobre el resto. La primera es un portal educativo destinado al desarrollo de herramientas educativas relacionadas con la física y la tecnología nuclear. Está dirigido a la formación de docentes secundarios de manera de poder introducir el complejo tema nuclear de una manera actualizada y presentada en relación a la situación de nuestro país. La segunda iniciativa está directamente relacionada con la provincia de Formosa, donde la provincia trabajó para la instalación de un Centro de Medicina Nuclear y la futura planta de Dioxitek. En un intento de fortalecer la educación técnica de la

Claro está que los beneficios de estos programas sólo se visualizan a largo plazo, algo de lo que eran plenamente conscientes aquellos que iniciaron este camino. La particularidad de la política nuclear argentina es que, a través de los más de 60 años de historia, creció desde las raíces a través de la acción y del trabajo de todos los que participaron en ella, y donde la capacitación fue un pilar fundamental para la configuración de un sector que mantiene un compromiso con el desarrollo del país, en su definición más estricta.

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Uno, dos, tres, mil Balseiros 

El éxito de la experiencia de intercambio y formación entre docentes y estudiantes de la provincia de Formosa y los expertos del Instituto Balseiro de Bariloche abre una auspiciosa perspectiva para la extensión como forma de potenciar los desarrollos tecnológicos locales.


Uno, dos, tres, mil Balseiros

Por Sebastián Scigliano “A cambio, nosotros no recibimos nada, y esto

Hoy, fruto de ese acuerdo, además de la capaci-

lo digo con orgullo, porque para nosotros fue un

tación docente, están en marcha tres carreras de

compromiso y un modo de devolverle a la socie-

especialización, una en tecnología nuclear, otra en

dad el privilegio de haber podido estar altamente

esa tecnología aplicada específicamente a la medi-

capacitados en las áreas que nos interesan. Nos

cina y una tercera en telecomunicaciones. “La for-

pareció que esta es también una manera de devol-

mación de estos técnicos jóvenes es muy intensiva

ver, esto de formar formadores”, dice, con orgullo, Oscar Fernández, director del prestigioso Instituto Balseiro, en el Centro Atómico Bariloche. Y a lo que se refiere es al proceso de colaboración e in-

y es algo nuevo, que no se está haciendo en otro lugar del país. El esfuerzo grande lo están haciendo los docentes de la provincia. Lo que nosotros

tercambio que esa institución lleva adelante con la Provincia de Formosa, tanto para la formación de docentes como para el desarrollo de carreras de especialización en tecnología nuclear para los egresados de las escuelas técnicas formoseñas. “Empezó con un recibimiento muy pequeño, en su momento, por impulso del Dr. Rolando Granada, formoseño e investigador del instituto. La idea fue que los docentes del área de Ciencia Exactas de la provincia tuvieran una experiencia de capacitación para actualizarse que incluyera, por ejemplo, trabajar en laboratorios, cosa que en sus años de docencia en la provincia no era tan común”, recuerda González.

Además de la capacitación docente, están en marcha tres carreras de especialización, una en tecnología nuclear, otra en tecnología aplicada a la medicina y una en telecomunicaciones.

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U-238 Tecnología Nuclear para el desarrollo

hicimos fue ayudarlos a que se sientan seguros para arrancar con esto, porque está la confianza de que las cosas se hacen más o menos bien”, dice el director del Balseiro.

Así empezó “Durante la gestión al frente del instituto, hubo en algún momento un interés del entonces Ministro de Planificación, Julio De Vido, algo así como que se quería poner un Balseiro en Formosa. Pero el Balseiro no es una franquicia que se puede poner en un lugar, lo que sí podemos hacer es contar lo que sabemos hacer y ponernos a disposición de gente concreta, con nombre y apellido, en este caso

El objetivo inicial era simple: identificar un conjunto de áreas importantes en las que se quisiera actualizar a los docentes de la Escuela Técnica Número 1 de Formosa. 16

en la provincia de Formosa”, cuenta Fernández. La elección de la provincia no fue, claro, casualidad, sino que tuvo que ver con el posible desarrollo allí de una planta de enriquecimiento de uranio, para lo que la formación de especialistas locales en la materia es indispensable. Más allá de lo que finalmente suceda con la instalación de plantas de tecnología nuclear en la provincia, lo cierto es que el intercambio de formación y capacitación entre docentes y estudiantes formoseños y los profesionales del Balseiro se consolidó y dio sus frutos, tanto para quienes pasaron por las capacitaciones como para los colegios técnicos de la provincia que, merced al convenio en el que intervino el entonces Ministerio de Planificación, recibieron el equipamiento adecuado para sus laboratorios. El objetivo inicial era simple: identificar un conjunto de áreas importantes en las que se quisiera actualizar a los docentes de la Escuela Técnica Número 1 de Formosa, la más grande de la provincia, y promover entonces convenios entre el Ministerio de Educación de Formosa y la Comisión Nacional de Energía Atómica, con el Instituto Balseiro como ejecutor de esos convenios. De ese modo se definió un plan de formación en las distintas áreas


Uno, dos, tres, mil Balseiros

que tenían que ver con el desarrollo nuclear. En los convenios que se hicieron se preveía financiar los traslados de los docentes formoseños al Instituto Balseiro, en Bariloche, y también la compra del equipamiento para los laboratorios del colegio. “Empezaron a venir los docentes al instituto, generalmente de a pares. Se instalaban una semana acá y trabajaban fuerte, a veces demasiado fuerte. Había un plan de capacitación, pero además un intercambio de experiencias; se produjo entonces un proceso de aprendizaje por los dos lados, porque son los docentes de las provincias los que saben qué necesitan sus alumnos de la secundaria, cosa que nosotros no sabemos”, recuerda Oscar Fernández. A la capacitación docente le siguió el desarrollo de las carreras de especialización en tecnología nuclear para los egresados de las escuelas técnicas formoseñas, bajo la supervisión de los especialistas del Balseiro. La experiencia es, claro, inédita para la provincia y única en el país aunque, en virtud de los éxitos obtenidos, ya hay algunas otras provincias pensando acuerdos similares, como Santa Cruz, por ejemplo. Al día de hoy, hay en desarrollo tres módulos de formación. El primero, la ya mencionada carrera

de especialización técnica en instalaciones nucleares, que ya tuvo una primera cohorte que se graduó a principios de octubre del año pasado. La otra especialización técnica, que comenzó este año, es la específica en instalaciones de medicina nuclear, que comparte parte del programa con la otra especialización, pero que tiene un módulo específico sobre medicina nuclear. Y hay una tercera especialización que es en Ingeniería en telecomunicaciones, materia en la que el Instituto Balseiro también se especializó en los últimos años, fuera del tradicional campo al que se dedicó históricamente el instituto. En este último caso, el acuerdo de la provincia no es ya con la CNEA, sino con la Universidad Nacional de Cuyo, de la que el Balseiro es, también, una unidad académica, pero la modalidad de trabajo es similar. Está también allí involucrada la Empresa provincial de telecomunicaciones, que es la encargada de detectar las áreas de vacancia en materia de formación de recursos humanos para que los planes de formación se diseñen teniendo en cuenta esas necesidades. Según cuenta el propio Fernández, durante el primer año de la experiencia “las deserciones fueron muy bajas y era una verdadera satisfacción verle la cara a los chicos en el acto de entrega de diplomas,

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del que participaron la presidenta de CNEA, Norma Boero, el gobernador de la provincia, Gildo Insfrán y Julio De Vido. Era un premio al esfuerzo de esos chicos que tuvieron 35 horas semanales de clase durante todo el año. Este año ya ingresó la segunda cohorte y el entusiasmo es el mismo”.

De Bariloche para afuera Durante años, el prestigio del Instituto Balseiro, una suerte de meca en la formación en tecnología nuclear, estuvo acompañado por cierto aire mítico, lo que potenciaba esa idea de que sólo unos pocos podían acceder a ese tipo de formación. Esto, de la mano de la idea sostenida de que los desarrollos tecnológicos de punta estaban reservados para los países supuestamente desarrollados y no para economías relativamente marginales como la Argentina. El cambio de paradigma de lo segundo, operado durante los últimos años, hizo repensar también ese lugar de elite con el que, muchas veces, se ve al Balseiro. “En muchos temas ya no somos los únicos, por suerte”, admite Fernández. ”El mundo y Argentina siguieron avanzando y mejorando y eso está muy bien. Estoy convencido de que lo que hay que hacer es desmitificar esa ima-

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gen de la cajita de cristal que existe en Bariloche, donde están los genios de Argentina, porque eso no se sostiene. Lo que hay que hacer es mantener la calidad de la formación académica que se hace en este lugar, que está fuera de discusión, pero al mismo tiempo tenemos que pensar en las labores de formación, para acompañar al resto de la comunidad docente y académica interesada en estos temas para formarse y capacitarse”, agrega. “En muchas provincias hay interés en hacer acuerdos porque se dan cuenta de que si les aparece el Instituto Balseiro acompañando alguna iniciativa eso va a ser bueno para la sociedad de esa provincia. Si esto es así, nosotros tenemos que estar a la altura. Lo tenemos que hacer, aunque sea por cero pesos, porque es una manera de abrir al Instituto, de que esté dando vueltas por todos lados y pueda acompañar esos desarrollos locales. Con esta experiencia en Formosa hemos visto que se puede hacer y que no significa dispersar nuestra atención ni mucho menos”. Con el cambio de gestión de gobierno a nivel nacional se abre, también, una expectativa nueva respecto de si muchas de las iniciativas vinculadas con el desarrollo de tecnología de punta —que


Uno, dos, tres, mil Balseiros

incluye a los desarrollos nucleares— seguirán en pie, tanto como las experiencias asociadas a esos desarrollos, como la colaboración entre Formosa y el Balseiro. En principio, la confirmación de la gestión del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación productiva podría parecer marcar un camino, aunque las dudas, todavía, son muchas. Fernández pone énfasis en la necesidad de continuidad: “El tema es que en investigación y desarrollo y en la formación de recursos humanos no sirve quedarse, hay que crecer continuamente. Y el Instituto, en parte, sirve porque siempre ha estado en constante movimiento y actualización”. El largo plazo, además, es la única medida posible para procesos de este tipo. Para Fernández, “los resultados en educación no son instantáneos, son procesos que se miden tal vez en décadas. Veamos si también, de esta manera, despertamos vocaciones que antes no estaban, acercamos posibilidades

“Nunca soñamos que íbamos a llegar a tener esto y lo menos que podemos hacer es devolverlo de algún modo”. a chicos que antes no las tenían. En ese sentido creo que hay devolver todo lo que la sociedad pone en el Instituto. En esta década que pasó, por ejemplo, se ha puesto mucha inversión y mucho interés en el Balseiro y tenemos que retribuir eso. Somos privilegiados, tanto los que estudiamos como los que investigamos en el sistema público. Nunca soñamos que íbamos a llegar a tener esto y lo menos que podemos hacer es devolverlo de algún modo”.


Una carrera hacia el futuro 

La carrera Ingeniería Nuclear con Orientación en Aplicaciones, que comenzó el año pasado, continúa ganando impulso. Tras su homologación en la CONEAU, el optimismo crece alrededor de la salida laboral que se prevé, de la mano de las aplicaciones médicas e industriales.


Una carrera hacia el futuro

Por Sebastián De Toma A mitad del año pasado se creó la carrera Ingeniería Nuclear con Orientación en Aplicaciones en el Instituto Dan Beninson (IDB), que depende de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) y de la Universidad Nacional de San Martín (UNSAM). Se trata de la primera carrera de grado del instituto que, además, cuenta con distintas instancias de pre y posgrado como la Tecnicatura Universitaria en Aplicaciones Nucleares, la Especialización en Radioquímica y Aplicaciones Nucleares, otra en Reactores Nucleares y su Ciclo de Combustible y un Doctorado en Tecnología Nuclear. La carrera tiene como objetivo formar ingenieros nucleares que estén enfocados en aplicaciones por fuera del desarrollo, manejo y control de los reactores nucleares. Es la única carrera en su tipo en la Argentina, dado que la que ofrece el Instituto Balseiro es una carrera de ingeniería nuclear que hace eje en el diseño de reactores, mientras que la del IDB busca formar profesionales que se orientan a otras aplicaciones de la tecnología nuclear, como la salud, la producción de radioisótopos, las aplicaciones industriales de la radiación el desarrollo

de combustibles y el estudio de los materiales de uso nuclear, entre otras. El doctor en Ciencia y Tecnología (UNSAM) y licenciado en Física (UBA) Pablo Vizcaino, director de la carrera, explica que “la industria nuclear necesita profesionales de grado con formación específica en todas estas variantes que son propias del desarrollo de la tecnología nuclear” y por tanto se volvió una necesidad crear una carrera para cubrir distintas áreas que antes se cubrían con egresados de otras carreras de inge-

La carrera tiene como objetivos formar ingenieros nucleares que estén enfocados en aplicaciones por fuera del desarrollo, manejo y control de los reactores nucleares.

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“Muchas más consultas y mucho interés” El ingeniero Ricardo Ramos, encargado del ingreso a la carrera, comenta que hay más consultas y más interés que el año pasado “porque hubo más tiempo para realizar una mayor difusión”. Las razones, explica, son varias: por un lado, la carrera —como ya se comentó— está orientada hacia un campo diferente al de la carrera que ofrece el Balseiro en Bariloche; por el otro, no todos quieren mudarse a la ciudad rionegrina. Consultado por el promedio de edad de los estudiantes, comenta que como necesitan dos años de ingeniería básica aprobada, los inscriptos tienen desde 21 años en adelante, hasta llegar a los 29 o 30. Un importante número de alumnos provienen del interior, lo que, según Pablo Vizcaino, le da un carácter más federal a la carrera. En el curso de ingreso virtual están anotados 17 estudiantes y prevén que, al momento del examen de ingreso, se presenten muchos más, dado que este curso no es obligatorio.

niería que se especializaban con estudios de posgrado específicos. El dictado de la carrera se realiza en el Centro Atómico Ezeiza de la CNEA y, para poder inscribirse, los alumnos deben tener cursados y aprobados los dos primeros años de alguna carrera de ingeniería (o similar, como ciencias exactas, física o química) y superar un examen de ingreso. Este tramo de la carrera dura tres años y, como exige una dedicación total, está subvencionada por el Estado nacional, a través de la CNEA, con una beca que supera los $7000 (para mantenerla, explica Vizcaino, los estudiantes deben aprobar todas las materias de cada cuatrimestre). La cursada comenzó en agosto de 2015 con seis estudiantes, la camada que comienza este año será la primera que cursará luego de que la carrera fuera aprobada por la Comisión Nacional de Evaluación y Acreditación Universitaria (CONEAU) el pasado mes de marzo. Además, este año se incorporó un curso virtual (no obligatorio) que tiene lugar desde el 20 de marzo y durará hasta el 20 de mayo, cuando tiene lugar el examen de ingreso..

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La carrera espera consolidarse este año como un faro dentro de la actividad nuclear. Su director tiene grandes expectativas de que “se profundice tanto el desarrollo de las diferentes aplicaciones de la medicina nuclear, que es tan importante para la salud de la población como la formación de profesionales asociados a esas tareas, lo cual resulta fundamental porque no los hay”. Y agrega: “Van a ser profesionales de grado, capacitados, con buen conocimiento en este tipo de tareas específicas, como las médicas y las industriales”. Con relación al desarrollo futuro de la carrera, Carla Notari, decana del IDB y directora de la especialización en reactores nucleares, es optimista “porque hay un despliegue de actividades médicas que se han llevado a cabo en estos años, más que nada con instalaciones médicas en el país: son once, siete nuevas y cuatro en proceso de modernización. Estas instalaciones constituyen, indudablemente, una fuente de atracción para estos ingenieros. Son todos entes públicos con apoyo de provincias, obras sociales y la CNEA”. Vizcaino puntualiza que, si bien en Buenos Aires ya existían varios centros de medicina nuclear, estos se han reequipado en el último tiempo: el Hospital Roffo, el Centro de Medicina Nuclear de la CNEA y el Hospital de Clínicas. Y respecto de los que se están construyendo, menciona, a modo de ejemplo, los de Entre Ríos (Oro Verde), La Pampa (Santa Rosa), Santa Cruz (Río Gallegos), Río Negro (Bariloche), Santiago del Estero y Jujuy. Es decir que la salida laboral está y continuará (presumiblemente) más

El dictado de la carrera se realiza en el Centro Atómico Ezeiza de la CNEA y, para poder inscribirse, los alumnos deben tener cursados y aprobados los dos primeros años de alguna carrera de ingeniería o alguna similar.


Una carrera hacia el futuro

allá de los cambios en los equipos de gestión. “Si bien parecen postergarse un poco los proyectos, se ha confirmado la construcción de Atucha III, una fuente interesante de salidas laborales; y además están los proyectos propios de la CNEA: el Carem y el RA10”, desarrolla el director de la carrera, quien menciona además las aplicaciones industriales y a la sazón recuerda que muchas empresas y distintos sectores se han desarrollado con la puesta a punto y el comienzo de operaciones en Atucha II.

vos del exterior del país interesados en el sector

Durante este año, la UNSAM y el IDB están trabajando para llegar a acuerdos con centros educati-

nacional, dado que cubre áreas que las ingenierías

nuclear para llevar adelante planes en conjunto en relación con la carrera, dado que hay un interés manifiesto fuera de la Argentina. “Nosotros tenemos un plan de internacionalización de la carrera para lo cual a través de la universidad estamos en camino de firmar convenios porque hay interés en esta carrera que, además, tiene características especiales y únicas. Y esto no solo ocurre en el ámbito de la Argentina sino también a nivel interclásicas no cubren”, explicita Notari.

Las materias Durante el primer cuatrimestre del primer año de esta carrera (que vendría a ser el tercer año del recorrido universitario del alumno, dado que para ingresar debe tener aprobado los dos primeros años de una carrera de Ingeniería o similar) se cursan cinco materias: Ingeniería Nuclear, Física Moderna, Mecánica Racional y de Sólidos, Biología y Química Orgánica. Luego, en el segundo cuatrimestre, siguen: Laboratorio I, Termodinámica, Radioquímica y Gestión de Calidad. En el siguiente año, durante los primeros cuatro meses deben cursarse Aplicaciones industriales I, Mediciones nucleares, Protección radiológica, Termohidráulica y Técnicas analíticas nucleares y relacionadas; mientras que en la segunda parte del año corresponden Laboratorio II, Aplicaciones industriales II, Radiofarmacia, Instrumentación y control y Seguridad nuclear y convencional. En el tercer y último año de cursada, las materias son: Aplicaciones médicas, Gestión de residuos radiactivos, Producción de radioisótopos, Práctica profesional supervisada (primer cuatrimestre) y Diseño de instalaciones nucleares, Economía y gestión de proyectos, una materia electiva y el Proyecto final integrador (segundo cuatrimestre).

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Autoridad Regulatoria Nuclear: La especialización como eje de la formación profesional La trayectoria de la Autoridad Regulatoria Nuclear (ARN) en educación y entrenamiento en seguridad radiológica y nuclear tiene más de 30 años de historia. Esta se ha consolidado en la última década, gracias al reconocimiento del Organismo Internacional de Energía Atómica que, en 2008, eligió a la Argentina como sede del Centro Regional de Capacitación para América Latina y el Caribe (CRC) y a la transformación de los cursos de posgrado en carreras de especialización de la Universidad de Buenos Aires (UBA).

El Centro Regional de Capacitación depende de la ARN, está ubicado en el Centro Atómico Ezeiza (CAE) y ofrece actualmente dos carreras de especialización y un curso de nivel técnico. Hasta el momento, ha formado 1094 profesionales en las ramas de la protección radiológica y la seguridad nuclear.

radioisótopos y radiaciones ionizantes, tales como

Las dos Carreras de Especialización que ofrece el Centro Regional de Capacitación son: Protección Radiológica y Seguridad de las Fuentes de Radiación (CEPRySFR) y Seguridad Nuclear (CESN). Ambas son dictadas de manera conjunta por la ARN y la Facultad de Ingeniería de la UBA. Además, el Centro ofrece un Curso de Protección Radiológica de nivel técnico.

cio de la Autoridad Regulatoria Nuclear ubicado en

Carrera de Especialización en Protección Radiológica y Seguridad de las Fuentes de Radiación (CEPRySFR) El objetivo de esta carrera es capacitar a profesionales universitarios en protección radiológica. La formación tiene una duración de 26 semanas e incluye clases teóricas presenciales, trabajos prácticos, ejercicios, demostraciones y visitas técnicas a instalaciones médicas e industriales que utilizan

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la Central Nuclear Atucha (CNA) en Lima, provincia de Buenos Aires, y la Fundación Escuela de Medicina Nuclear (FUESMEN), en la provincia de Mendoza. La carrera requiere dedicación completa y se cursa aproximadamente un mes en la Facultad de Ingeniería de la UBA y los restantes meses en el edifiel Centro Atómico Ezeiza. El dictado de las clases está a cargo de especialistas en protección radiológica procedentes de la ARN, la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Buenos Aires, la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA), el Ministerio de Salud y otras instituciones de reconocimiento en la actividad nuclear.

Carrera de Especialización en Seguridad Nuclear (CESN) Esta carrera tiene como objetivo formar a profesionales en el área de seguridad nuclear. Tiene una duración de 13 semanas e incluye prácticas en reactores de investigación y visitas técnicas a reactores de potencia y a instalaciones pertenecientes al ciclo del combustible nuclear.


Autoridad Regulatoria Nuclear: La especialización como eje de la formación profesional

Para iniciar esta carrera es necesario ser egresado de la Carrera de Especialización en Protección Radiológica y Seguridad de las Fuentes de Radiación o demostrar idoneidad en la materia. Se requiere dedicación completa y se cursa las primeras semanas en la Facultad de Ingeniería de la UBA y luego en el edificio de la Autoridad Regulatoria Nuclear, ubicado en el Centro Atómico Ezeiza. El cuerpo de docentes está conformado por profesionales especializados de la ARN, la Facultad de Ingeniería de la UBA, la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) y de empresas del sector nuclear como INVAP, Nucleoeléctrica Argentina (NA-SA) y Dioxitek. Para ingresar a cualquiera de las dos Carreras de Especialización es necesario contar con título de grado de una carrera de cuatro años de duración, como mínimo, en áreas como ingeniería, ciencias exactas y naturales, bioquímica y/o farmacia, medicina u otras ciencias de la salud. Los títulos pueden ser de universidades nacionales o extranjeras con equivalencia en el país.

Curso de Protección Radiológica (Nivel técnico) Además de las carreras de especialización, el Centro Regional de Capacitación ofrece un curso de nivel técnico destinado a capacitar en temas de protección radiológica al personal de la Autoridad Regulatoria Nuclear y a las instituciones oficiales y privadas que lo requieran. Este curso cuenta con

Para cursar las carreras de especialización que ofrece el Centro Regional de Capacitación existen becas para profesionales argentinos y para el resto de los países de la región. la participación de alumnos extranjeros becados por el OIEA. Según sea la demanda, el curso se dicta una o dos veces al año, tiene una duración de 10 semanas y requiere dedicación completa. Incluye trabajos prácticos en laboratorios de la Autoridad Regulatoria Nuclear y visitas técnicas a instalaciones nucleares y radiactivas.

Información sobre becas Para cursar las carreras de especialización que ofrece el Centro Regional de Capacitación existen becas para profesionales argentinos y para el resto de los países de la región, otorgadas por el OIEA. En Argentina, los becados son postulados por las distintas instituciones del sector nuclear. La Autoridad Regulatoria Nuclear ofrece becas para profesionales que se postulan respondiendo las convocatorias publicadas en su sitio web www.arn.gob.ar.

Calendario académico 2016 Autoridad Regulatoria Nuclear Centro Regional de Capacitación para América Latina y el Caribe Carrera de Especialización en Protección Radiológica y Seguridad de las Fuentes de Radiación: Inicio de cursada: 07/03/2016 – Finalización de cursada: 02/09/2016 Carrera de Especialización en Seguridad Nuclear: Inicio de cursada: 05/09/2016 – Finalización de cursada: 02/12/2016 Curso de Protección Radiológica (Nivel Técnico): Inicio de cursada: 12/09/2016 – Finalización de cursada: 18/11/2016 Para más información sobre las carreras y cursos del Centro Regional de Capacitación, comunicarse con la Autoridad Regulatoria Nuclear al mail uce@arn.gob.ar

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GENTILEZA ARN

VISTA AÉREA DEL CENTRO REGIONAL DE CAPACITACIÓN

Los profesionales de otros países de América Latina y el Caribe pueden postularse a las becas que ofrece el OIEA a través de la plataforma InTouch http://intouch.iaea.org. Allí deben registrarse, completar su perfil y aplicar a la carrera. Junto con la solicitud de inscripción, los candidatos deben presentar documentación referida a la situación radiológica de su país, historial de exposición a radiaciones y copia del diploma universitario. Solo serán aceptadas las candidaturas remitidas a través del Oficial Nacional de Enlace de su país y/o Coordinadores Nacionales de ARCAL (Acuerdo Regional de Cooperación para la Promoción de la Ciencia y Tecnología Nucleares en América Latina y el Caribe). El OIEA también ofrece becas para el Curso de Protección Radiológica (Nivel Técnico).

Para tener en cuenta Todos aquellos profesionales que deseen cursar las carreras de especialización del Centro Regional de Capacitación de la Autoridad Regulatoria Nuclear y no hayan sido seleccionados por una institución nuclear de nuestro país o por el OIEA, deberán tener en cuenta lo siguiente:

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El ingreso dependerá de la evaluación del CV del postulante. El alumno deberá radicarse en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (o alrededores) durante el tiempo que dure la carrera. •

Las carreras no exigen el pago de matrícula, cursada ni exámenes. No obstante, los estudiantes no cuentan con financiación extra por lo que que deberán solventar los gastos que surjan de su estadía en Buenos Aires, como así también los costos derivados de un viaje de estudio a una instalación nuclear de referencia en el interior del país, obligatorio para cada carrera.

Los profesionales de otros países de América Latina y el Caribe pueden postularse a las becas que ofrece el OIEA a través de la plataforma InTouch http://intouch.iaea.org.


Autoridad Regulatoria Nuclear: La especialización como eje de la formación profesional

COLUMNA DE OPINIÓN

Formación de profesionales en la Autoridad Regulatoria Nuclear Lic. Ana María Larcher – Vicepresidente 1° del Directorio de la Autoridad Regulatoria Nuclear

Las prácticas bajo control regulatorio deben realizarse conforme a un determinado estándar de seguridad. Para mantener dicho estándar, introducirle mejoras y dar cumplimiento a sus funciones, la Autoridad Regulatoria Nuclear desarrolla diversas actividades de capacitación para su personal.

en el país, pero que también incorpore centros de referencia internacionales cuando ella no esté disponible). •

La formación de especialistas en seguridad radiológica y nuclear, salvaguardias y no proliferación y protección física, a través de cursos y carreras de especialización, el entrenamiento en el trabajo, la realización de visitas técnicas y la participación en congresos y reuniones de expertos a nivel nacional e internacional son actividades permanentes de la Autoridad Regulatoria Nuclear. La política impulsada por este Directorio tiende a la estructuración de estas actividades de formación del recurso humano propio, en el marco de un plan estratégico de capacitación y entrenamiento diseñado con los siguientes objetivos principales: •

Determinación de los perfiles laborales correspondientes a los puestos de trabajo de la institución, con enfoque de competencias.

Análisis permanente de las brechas de competencias, a través de mecanismos de diagnóstico confiables.

Existencia de un curso de inducción para la presentación de las temáticas institucionales al nuevo personal.

Disponibilidad de oportunidades de capacitación y entrenamiento a nivel de formación aplicada en las cuatro ramas regulatorias (cursos y carreras de especialización en Protección Radiológica, Seguridad Nuclear, Salvaguardias y No Proliferación y Seguridad Física).

Entrenamiento en el puesto de trabajo con un programa formal y adecuado registro.

Formación específica acorde a las necesidades técnicas relevadas (que privilegie la formación

Programa de educación continuada de reguladores sénior auto-gestionado (visitas científicas, ciclo de seminarios destinados al análisis de casos reguladores complejos, otros formatos).

La política impulsada por este Directorio tiende a la estructuración de estas actividades de formación del recurso humano propio. Este programa se inscribe en el marco del Sistema Integrado de Gestión de la institución que está enfocado a la seguridad y que, en materia de capacitación y creación de competencias, busca que sus recursos humanos desarrollen rasgos de una cultura de seguridad que incluyan: •

Responsabilidad individual: Que todos los trabajadores de la Autoridad Regulatoria Nuclear tomen la seguridad como responsabilidad personal.

Actitud cuestionadora: Que los trabajadores desechen la complacencia y aborden continuamente sus actividades con actitud inquisitiva a fin de identificar discrepancias que puedan resultar en errores o acciones inapropiadas que menoscaben la seguridad.

Aprendizaje continuado: Que las oportunidades de aprender acerca de las maneras de garantizar la seguridad sean buscadas proactivamente, y las enseñanzas aprendidas e implementadas.

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Rusia y Bolivia acuerdan construir un centro de investigación y desarrollo en tecnología nuclear

Rusia y Bolivia continúan afianzando las relaciones en el campo nuclear, lo que permitirá al país sudamericano desarrollar ese sector estratégico con impacto directo en la economía, la investigación y la industria. Con ese horizonte, ambos países firmaron el 6 de marzo un acuerdo para construir lo que denominaron el “centro nuclear más avanzado de América Latina”.

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Rusia y Bolivia acuerdan construir un centro de investigación y desarrollo en tecnología nuclear

Por Gabriel De Paula Con la presencia del presidente boliviano Evo Morales, el Director General de ROSATOM Sergey Kiriyenko (la corporación estatal de energía nuclear rusa) y el Ministro de Hidrocarburos y Energía de Bolivia Luis Alberto Sánchez, se dio a conocer la construcción del Centro de Investigación y Desarrollo en Tecnología Nuclear, el cual según las partes “creará condiciones únicas para el desarrollo de la ciencia moderna nuclear, las tecnologías y la medicina en Bolivia”. Se espera que, a partir de este centro, Bolivia esté en condiciones de desarrollar las diferentes tecnologías nucleares aplicables a la ciencia, la medicina, la geología, y la agricultura, entre otras áreas. Asimismo, el Centro permitirá iniciar la producción en el país de radioisótopos utilizados para el diagnóstico y tratamiento de enfermedades cancerígenas, endocrinógenas y del corazón. Las aplicaciones médicas son un factor de especial interés en el marco del acuerdo, por sus implicancias en los avances en materia de salud.

Se espera que, a partir de este centro, Bolivia esté en condiciones de desarrollar las diferentes tecnologías nucleares aplicables a la ciencia, la medicina, la geología, y la agricultura, entre otras áreas. Otro de los datos que han expuesto los funcionarios es que dicho Centro estará ubicado a 4100 metros sobre el nivel del mar, en la localidad de El Alto, consignando la mayor altura en la historia en la que se construirá una planta nuclear. Además de lo geográfico, y como una lección de historia cercana, El Alto tiene un profundo valor simbólico para la Bolivia plurinacional. Esta fue una ciudad clave en la denominada Guerra del Gas de 2003, en la cual se sucedieron una serie de movilizaciones en defensa del gas bolivia-

no contra el Gobierno de Gonzalo Sánchez de Lozada, quien terminó renunciando a la presidencia del país. Dos de los lemas de las protestas eran “El gas no se vende, ni por Chile ni por Perú” y “Si, a la Industrialización”. Años después, en marzo de 2015, el Senado de Bolivia declara a El Alto “Ciudad Revolucionaria, Heroica y Defensora de los Recursos Naturales”. Al respecto de esta ciudad, Kiriyenko afirmó: “El Alto que ha sido y es clave en el proceso de cambio en Bolivia va a cumplir una nueva misión y un gran objetivo, de ser la ciudad clave del programa nuclear del Estado Plurinacional de Bolivia”.

Características del Centro de Investigación y Desarrollo en Tecnología Nuclear El centro nuclear estará emplazado en un predio de 15 hectáreas, y demandará una inversión aproximada de 300 millones de dólares sólo en lo que respecta a infraestructura. El plazo estimado para la construcción es de cuatro años. Según la información disponible, el proyecto tiene tres componentes: aplicaciones médicas, desarrollo industrial, y ciencia y tecnología. Las aplicaciones médicas se realizarán en el Centro Nacional Ciclotrón - Radiofarmacia, destinado al diagnóstico y tratamiento del cáncer y otras patologías, para lo cual se empleará tecnología médica avanzada. El segundo componente estará centralizado en una Planta Multipropósito de Irradiación, orientada a la seguridad e inocuidad alimentaria, al desarrollo de técnicas para el incremento de la productividad agroindustrial que contribuya a la exportación con certificación de inocuidad. En particular, esta planta permitirá incrementar el período de almacenamiento de productos, generando las condiciones requeridas para el aumento de la exportación de aquellos productos agrícolas nacionales por medio de la aplicación de las tecnologías de irradiación, tanto para el tratamiento de alimentos y productos agrícolas, como para el control de plagas y bacterias. En tercer lugar (ciencia y tecnología), se construirá un Reactor Nuclear de Investigación de baja potencia para investigación básica y aplicada. Este reactor de diseño y el modo de funcionamiento se basan en soluciones técnicas y tecnologías ade-

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El proyecto del centro nuclear es posible por el camino que ambos países vienen recorriendo, tanto en el ámbito bilateral como en el direccionamiento de estrategias comunes a nivel global. cuadas para un país que comienza a desarrollar y a aplicar tecnología nuclear. En el mismo sentido, el Centro también contará con laboratorios de investigación nuclear y programas de capacitación, a partir de los cuales los profesionales bolivianos se formarán y ampliarán conocimientos teóricos y prácticos. En este esquema de cooperación se fortalecerán las universidades del país en las áreas de ciencias, ingeniería y tecnología nuclear. En la misma línea, Rosatom desarrollará un programa para la formación de docentes y estudiantes universitarios con grado de maestría y doctorado en diferentes universidades de Rusia. Respecto de la formación y la capacitación, Sergey Kiriyenko explicó que “desde Rosatom trabajamos para formar a los futuros especialistas y equipar laboratorios y vías de suministro de combustible nuclear, continuando con el compromiso que tenemos con nuestros clientes. Este será el centro más avanzado de América Latina y contará con los equipos más avanzados no sólo para desarrollar la ciencia nuclear, sino también para contribuir a la salvación de cientos de miles de vidas de varias enfermedades graves”.

Para las autoridades rusas, este proyecto implica el regreso de Rosatom al mercado de alta tecnología para la construcción de reactores de investigación y Centros de Investigación y Desarrollo en Tecnología Nuclear. Para las autoridades bolivianas, es un paso fundamental para la construcción de la soberanía científica.

Rusia y Bolivia: alianza estratégica para el desarrollo nuclear El proyecto del centro nuclear es posible por el camino que ambos países vienen recorriendo, tanto en el ámbito bilateral como en el direccionamiento de estrategias comunes a nivel global. El antecedente más cercano son los proyectos acordados entre Evo Morales y Vladimir Putin, en el marco de la reunión que se llevó a cabo durante la Tercera Cumbre del Foro de Países Exportadores de Gas en Teherán, el 23 de noviembre de 2015. Los acuerdos forman la base jurídica para la cooperación nuclear entre ambos países en una amplia gama de áreas específicas: el apoyo a la creación y mejora de la infraestructura nuclear; diseño y construcción de reactores nucleares de investigación; exploración de uranio y minería; servicios del ciclo del combustible nuclear; tratamiento de residuos radiactivos; seguridad nuclear y radiológica; producción de radioisótopos y su aplicación en la industria, la medicina y la agricultura; instrucción, formación y entrenamiento de especialistas de la industria, etc. Anterior a la reunión de Teherán, el 8 de octubre del 2015, Rosatom y el Ministerio de Hidrocarburos y Energía de Bolivia firmaron el “Memorando de entendimiento sobre cooperación en los usos pacíficos de la energía atómica”, antecedente del “Acuerdo entre el Gobierno del Estado Plurinacional de Bolivia y el Gobierno de la Federación de Rusia, sobre la cooperación en el campo del uso pacífico de la Energía Nuclear”, suscripto en El Alto en la misma oportunidad en que se acordó la construcción del Centro. En marzo de 2015 ambas cámaras de la Asamblea Legislativa Plurinacional de Bolivia ratificaron dicho Acuerdo. Según la información oficial, la cooperación consistirá en asistencia, creación y desarrollo de infraestructura de la energía nuclear, diseño y cons-

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Rusia y Bolivia acuerdan construir un centro de investigación y desarrollo en tecnología nuclear

trucción de reactores nucleares de investigación incluyendo aceleradores de partículas elementales; y el estudio de la base de recursos minerales para la industria nuclear.

El camino del desarrollo nuclear en Bolivia En U-238 nos hemos referido en numerosas ocasiones respecto de una característica de profunda importancia para la región: el compromiso con los usos pacíficos de la energía nuclear y la no proliferación. Esta condición de región libre de armas nucleares y observancia de las normas internacionales permitió el desarrollo avanzado de Argentina y Brasil, y contribuye positivamente al avance de los programas nucleares de otros países como Bolivia. Es importante destacar, en este punto, que hubo algunas voces en Bolivia que manifestaron que el Acuerdo de Cooperación dejaría abierta la puerta para la explotación de Uranio y su enriquecimiento, en algunos casos con una connotación negativa. Al respecto, el viceministro de Energías Alternativas, Joaquín Rodríguez, afirmó públicamente

que el acuerdo firmado con Rusia es un “paraguas” para la actividad nuclear, lo cual incluye la explotación y enriquecimiento de uranio. En oportunidad de la audiencia de Rendición Pública de Cuentas a principios de año, agregó que no hay registros ni información oficial de existencias probadas de uranio en Bolivia. No obstante, dijo que si a futuro se llegara a descubrir habría que analizar el tema. Las declaraciones del Viceministro son correctas, aunque es necesario resaltar que en Bolivia hay prospecciones en marcha con el objetivo de verificar la existencia de ese mineral. En efecto, en 2015 el presidente de la Comibol (Corporación Minera de Bolivia), Marcelino Quispe, confirmó que al noreste de Santa Cruz, en la frontera con Brasil, se explora un posible yacimiento de uranio, aunque precisó que la Comibol todavía carece de especialistas en el área. En este escenario sería lógico suponer que la cooperación con Rusia sea un factor que acelere la prospección. Sobre el contexto en el cual se llevan adelante estos acuerdos, es importante recordar el papel del

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U-238 Tecnología Nuclear para el desarrollo

El Instituto Boliviano de Ciencia y Tecnología Nuclear (IBTEN) es el brazo ejecutivo del Vice Ministerio de Ciencia y Tecnología, encargado de coordinar las actividades de la “Red Nacional de Energía Nuclear”. Instituto Boliviano de Ciencia y Tecnología Nuclear (IBTEN). Este instituto es el brazo ejecutivo del Vice Ministerio de Ciencia y Tecnología, encargado de coordinar las actividades de la “Red Nacional de Energía Nuclear” (agrupa unas 11 instituciones, entre universidades públicas y privadas, institutos de investigación, y centros de servicios), que tiene el objetivo de promover la investigación científica y tecnológica en el área nuclear y coordinar activi-

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dades con entidades estatales y privadas en el uso de la energía nuclear con fines pacíficos. Entre los programas de la Red, podemos contar: •

Medicina y sus aplicaciones (diagnóstico de enfermedades; tratamiento del cáncer y otras enfermedades; incorporación e investigación de nuevas técnicas y formación de recursos humanos)

Contaminación ambiental radiactiva (radioecología; contaminación por gas Radón en las minas; monitoreo de la calidad de las aguas).

Producción de radioisótopos (Reactor Nuclear de Investigación; acelerador de iones pesados; ciclotrón; formación de recursos humanos).

Para finalizar, y a modo de conclusión sobre la estrategia de Bolivia en el campo nuclear, tomamos las declaraciones del Ministro de Hidrocarburos de Bolivia Luis Alberto Sanchez, quien expresó que “el desarrollo tecnológico con soberanía era una deuda pendiente del proceso de liberación política social y económica que vive Bolivia. Hoy ingresamos a la revolución tecnológica”. Esta idea es la que marcará el camino del desarrollo científico tecnológico, y sobre todo la manera de hacerlo posible.


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“Enseñar es un acto de amor”

Federico Izraelevitch Físico. Responsable del proyecto Escaramujo.

Acompañado de su mujer y sus tres perros, el físico Federico Izraelevitch viajó por tierra desde Chicago a Buenos Aires, impartiendo talleres de laboratorio sobre Instrumentación de Física de Altas Energías y Astropartículas en distintas universidades e instituciones de Latinoamérica. Durante los cursos, los alumnos y profesores debían armar un detector de rayos cósmicos diseñado específicamente para el Proyecto Escaramujo, como se llamó a esta iniciativa que tiene como fin despertar el interés en las ciencias e ingenierías y contribuir en el estudio en física de los rayos cósmicos.

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Entrevista a Federico Izraelevitc. Físico. Responsable del proyecto Escaramujo

¿Cómo surgió el proyecto Escaramujo?

La travesía

Confluyeron varios factores en la gestación de este proyecto. Para empezar, se presentó como una oportunidad en el momento en el que estaba terminando mi trabajo de investigación en Fermilab, en Chicago. Es un laboratorio de altas energías donde había ido a hacer una serie de experimentos para mi trabajo doctoral. Estuve tres años allí y al terminar los experimentos, que por suerte salieron muy bien, tenía la necesidad de volver a la Argentina para completar el doctorado.

El viaje de Federico Izraelevitch duró seis meses y, en ese trayecto, recorrió las siguientes instituciones:

Por otro lado, el viaje también tiene que ver con mi compañera, con lo que significó el desarraigo de tener que mudarse allá. Cuando nos fuimos, ya teníamos la fantasía inicial de volver por tierra, los cinco: nosotros dos y nuestros tres perros. Y de a poco, esto que era una fantasía se fue materializando y las ganas de hacer ese viaje convergieron con la posibilidad de poder compartir todas aquellas cosas que yo había aprendido en Fermilab con universidades e instituciones de América Latina.

Comisión Nacional de Investigación y Desarrollo Aeroespacial (CONIDA), Perú.

Universidad Autónoma de Chiapas y Mesoamerican Centre for Theoretical Physics, México.

Universidad Industrial de Sandander, Colombia.

Universidad Mayor de San Andrés, Bolivia.

Universidad San Francisco de Quito y Escuela Politécnica Nacional, Ecuador.

Universidad de Costa Rica, Costa Rica.

Universidad de Nariño y Autónoma Universidad de Nariño, Colombia.

Universidad de San Carlos, Guatemala.

Más información en la página web del proyecto: www.escaramujo.net

Entonces, fueron de la forma tradicional y volvieron de la forma no tradicional… Exacto. La fantasía de volver por tierra estaba desde el minuto cero y llegó el momento en que había que tomar ciertas decisiones. Por ejemplo, comprar un vehículo que fuera capaz de traernos y en el que entráramos todos. Casi cuatro meses antes de volver, empezamos a mirar camionetas y compramos una. Como era un vehículo usado, la hice revisar y arreglar con un amigo mecánico argentino, Gastón. Y, a pesar de que era del año 2003 y que tenía 160 mil kilómetros cuando lo compré, confié en sus reparaciones.

¿Y cómo se te ocurrió la idea de armar detectores como parte de los talleres del Proyecto Escaramujo? Aprovechando esa oportunidad de haber aprendido muchas cosas y conocido a muchos profesionales de Fermilab y de otras partes del mundo, empecé a pensar junto a otros colegas —sobre todo con mi director de doctorado, Juan Estrada— en la idea de hacer algo con la educación, la física y la ciencia. Barajamos varias ideas: desde dar cursos teóricos o charlas hasta la idea máxima que fue, finalmente, la que pudimos concretar y consistió

en brindar una capacitación y facilitar un kit de piezas, que son componentes fundamentales para armar un detector. Todo esto lo llevaba en la camioneta, entonces, a la hora de elegir un tipo de detector nos fijamos mucho en esto, en la restricción del espacio y en que no fuera demasiado frágil, porque eso iba a estar sometido a las rutas de América Latina. Finalmente, hice un diseño de un

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detector que sirve para medir rayos cósmicos, aun-

pudieran materializar un instrumento con obje-

que por su principio fundamental se puede usar

tivos académicos-pedagógicos, pero que también

en diversas aplicaciones, por ejemplo, medicina

sea una herramienta útil que quedará a disposi-

nuclear. La idea fue llevar las piezas y que en cada institución, profesores y estudiantes armaran su propio detector. O sea, que con esos componentes

La idea fue llevar las piezas y que en cada institución armaran su propio detector para que pudieran materializar un instrumento con objetivos académicos-pedagógicos, pero que también sea una herramienta para los científicos locales 36

ción de los científicos locales.

¿Los cursos tenían una parte teórica y una parte práctica, en donde les enseñabas a armar y usar el detector? Así es, pero la diferencia fundamental con otras iniciativas es que el hardware terminó puesto arriba de la mesa funcionando y fue donado a cada institución. Fue una apuesta que requirió recursos y mucho apoyo.

¿Son caros los equipos? ¿Quiénes fueron los que apoyaron la iniciativa? Cada equipo cuesta 1500 dólares. Entonces, armé un prototipo de detector que funcionó y empecé a buscar dinero y apoyo para poder replicarlo. Me iba encontrando con colegas y les contaba lo que quería hacer. Así conseguimos que dos compañías donaran componentes básicos necesarios para todos los cursos (Sensl y Eljen Technology).


Entrevista a Federico Izraelevitc. Físico. Responsable del proyecto Escaramujo

LABORATORIO DE LA FACULTAD DE CIENCIAS EN FÍSICA Y MATEMÁTICAS DE LA UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE CHIAPAS (UNACH), MÉXICO.

El laboratorio Fermilab brindó la parte de la electrónica basada en un diseño preexistente que fue adaptado para que se pudiera usar en el prototipo que habíamos diseñado. A todo eso se le sumó la expertise local de muchos colegas y compañeros, con los que interactuaba y me daban su aliento y su apoyo. Además, conté con el apoyo de Marcelo Suárez Salvia, entonces Cónsul Argentino en Chicago, y de la Red de Científicos Argentinos del Mediooeste de Estados Unidos (ReCArMO).

¿Cómo fue la selección de las instituciones que visitaste? Fue algo que se fue armando sobre la marcha. Algunas instituciones fueron seleccionadas a través de colegas y compañeros de trabajo de América Latina, los cuales inmediatamente contacté y les conté la idea para ver si les interesaba. Otras instituciones fueron sugeridas a través de referencias, por amigos de amigos. Y, mientras todo esto ocurría, me enteré de la existencia de una red llamada LAGO (Latin American Giant Observatory) que, en cierto modo, comparte el espíritu de esto que queríamos hacer, un espíritu de colaboración y de cooperación

entre distintos países. Entonces, me contacté con la persona encargada de coordinar esta red, que casualmente es un científico argentino del Centro Atómico Bariloche. Su nombre es Hernán Asorey y le planteé mi idea y los beneficios de que yo pudiera aportar algo a esta red que ya existía, para fortalecerla. Estuvo de acuerdo y armamos una lista de candidatos que se fue afinando en función de las restricciones que implica un viaje de este tipo. Así, armamos una ruta y un calendario.

Mientras todo esto ocurría, me enteré de la existencia de una red llamada LAGO que, en cierto modo, comparte el espíritu de colaboración y de cooperación entre distintos países. 37


U-238 Tecnología Nuclear para el desarrollo

ESTUDIANTES AJUSTANDO LA POLARIZACIÓN DE LOS FOTOMULTIPLICADORES DE SILICIO DURANTE EL TALLER EN LA UNIVERSIDAD INDUSTRIAL DE SANTANDER (COLOMBIA).

¿A quiénes estaban dirigidos los talleres? ¿Cómo se seleccionaron los asistentes? Yo me ponía en contacto con los profesores o investigadores de cada institución, y ellos se encargaban de seleccionar a los alumnos que participaron de la experiencia. También se encargaban de conseguir las aulas y unos requisitos mínimos de equipamientos que yo les pedía, por ejemplo, un proyector, un osciloscopio, cables, etc. En algunos casos se organizaron actividades extras. La idea era aprovechar al máximo el tiempo que yo esta-

Datos técnicos sobre el detector •

El detector es una pila de tres centelladores plásticos (EJ-200, Eljen Technology), acoplados a fotomultiplicadores de silicio, SiPM (MicroFC-60035-SMT, SensL).

La adquisición de datos se realiza mediante un conversor TDC (time-to-digital converter, QuarkNet)

Los datos son colectados con una minicomputadora Raspberry PI2.

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ba allí. Por ejemplo, a Quito llegué en el medio de los exámenes y los chicos estaban muy ocupados estudiando y, aun así, cursaban el taller a la tarde. Aproveché el tiempo para ir a otra institución y fui a la Escuela Politécnica Nacional, que también colabora en la parte científica con la Universidad San Francisco de Quito.

¿Cómo es el detector en términos técnicos? Por sus principios de funcionamiento y sus materiales, este equipo se puede usar en múltiples ámbitos. Se puede utilizar en la detección de partículas, rayos cósmicos, radiación ionizante, en la medicina nuclear, en investigación científica, en la industria nuclear, en reactores. Sin embargo, yo venía de un laboratorio de física de partículas elementales, por lo cual ese fue el perfil que le di al detector. Pero en algunos lugares que visitamos había otras inquietudes, por ejemplo, la tomografía volcánica con muones. Este detector que nosotros armamos se podría escalar y desarrollar para esta técnica que permite reconstruir los perfiles de las densidades interiores de un volcán. Esta técnica la están desarrollando en la Universidad Industrial de Santander (Bucaraman-


Entrevista a Federico Izraelevitc. Físico. Responsable del proyecto Escaramujo

FEDERICO EXPLICA A UN GRUPO DE ESTUDIANTES DE LA ESCUELA POLITÉCNICA NACIONAL (QUITO, ECUADOR).

ga, Colombia) donde lo tienen bastante encaminado. También en San Juan de Pasto, en Colombia, que hay un volcán bastante cerca de ahí. En realidad, toda América Latina tiene muchos volcanes, y hubo mucho interés en esta técnica.

cinco días y, en otros, por cuestiones académicas

Pero, volviendo a la pregunta, en ninguna institución de las que visité tenían un detector de este tipo que, por sus componentes, es una tecnología de punta. O sea, en cierto modo, fue como mostrarles que ellos son capaces de manipular, diseñar, crear y utilizar tecnología de punta puesta arriba de su mesa de trabajo. Demostrarles que eso no es algo a lo que sólo puede acceder una elite, sino que es algo que puede estar al alcance de todos. Eso fue lo que nos motivó, no quise transportar cosas usadas o ya desarrollas, sino que intenté llevar tecnología moderna.

con mucho entusiasmo. En otros casos, como en

¿En todas las instituciones lograron armar el equipo? Sí, en todas las instituciones logramos armar el detector y, al día de hoy, todos los equipos continúan funcionando. En algunos lugares el curso duró

locales, duró menos, como en Bucaramanga. Pero aun así, con esa restricción de tiempo, se armó un grupo de estudiantes y profesores que se dividieron las tareas y entre todos se pusieron a trabajar Perú y Bolivia, llegué en enero y la facultad estaba cerrada. Pero los alumnos y los docentes dejaron todo lo que estaban haciendo para cursar el taller, y eso fue muy motivador. El entusiasmo que tenían era realmente emocionante.

El detector que armamos se podría escalar y desarrollar para esta técnica que permite reconstruir los perfiles de las densidades interiores de un volcán. 39


U-238 Tecnología Nuclear para el desarrollo

Yo creo que enseñar es un acto de amor, significa dar, brindarse a quien no conoce o no sabe. Pienso que eso no es algo que nace, sino que es algo que yo llevo dentro.

EN PERÚ EL TALLER SE DESARROLLÓ EN LA CONIDA (COMISIÓN NACIONAL DE INVESTIGACIÓN Y DESARROLLO AEROESPACIAL), LA AGENCIA ESPACIAL PERUANA.

¿Te faltó algún lugar o institución a la que no pudiste ir? Habíamos planeado visitar once instituciones y, finalmente, pudimos ir a ocho. Yo tengo la intención de que esto continúe, en principio, con las tres instituciones que nos faltaron que son la Universidad Nacional de Asunción (Paraguay), la Universidad Federal de Goiás (Brasil) y la Universidad Nacional de Tucumán (Argentina).

¿O sea que el proyecto aún no terminó? De ningún modo. Todavía me quedan esas tres instituciones por visitar y tengo en “stock” los componentes para compartir. Por otro lado, basándose en nuestro prototipo de detector, hay otras instituciones que están intentando replicarlo. O sea, se está ampliando la matriz de colaboradores, por ejemplo, en la Universidad Autónoma de Puebla en México; en la Universidad del Atlántico, en Barranquilla, Colombia; y uno de los sitios que visité quiere tener más detectores para trabajar con los estudiantes. Y lejos de ser un proyecto concluído, estamos empezando a organizar reuniones por teleconfe-

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rencia, donde todos los sitios nos juntamos para compartir experiencias y seguir trabajando con iniciativas comunes, aprovechando que existen dispositivos iguales diseminados en distintos sitios de América Latina. Creo que si toda esta red trabaja de forma común y analiza los datos de manera sincronizada y coordinada con los detectores de LAGO, se podría realizar un aporte científico a nivel internacional.

¿Cuándo notaste que tenías esta vocación por enseñar que —en este caso— se combinó a la perfección con tu espíritu aventurero? Yo creo que enseñar es un acto de amor, significa dar, brindarse a quien no conoce o no sabe. Pienso que eso no es algo que nace, sino que es algo que yo llevo dentro. Me gusta hacerlo, disfruto mucho la cara de sorpresa cuando se aprende algo nuevo, es una gran satisfacción.

¿Habías experimentado anteriormente la experiencia de enseñar? Sí, di clases en colegios secundarios y en la facultad. Incluso, cuando estaba en el secundario daba clases particulares a algunos de mis compañeros. Luego ingresé a la carrera de Ciencias Físicas de la UBA, donde me gradué en 2009. Posteriormente, hice la Especialización en Reactores Nucleares y Ciclo de Combustible del Instituto Dan Beninson, y luego me fui a hacer estos ensayos a Fermilab en 2012. Actualmente, soy profesor interino de la Universidad de San Martín y el cuatrimestre que viene voy a dictar una materia sobre instrumentación y detectores en la nueva carrera de Ingeniería Nuclear con Orientación en Aplicaciones del Instituto Dan Beninson.


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El Instituto Kurchatov y el MEPhI, un ejemplo en enseñanza nuclear

Ambas instituciones académicas y de investigación nuclear son un ejemplo en la formación de profesionales de la ciencia, la ingeniería y la tecnología, por lo que estudiantes de diversos países asiáticos, pero también de otros continentes, intentan conseguir becas o acceder a los programas de intercambio estudiantil para aprender allí.

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El Instituto Kurchatov y el MEPhI, un ejemplo en enseñanza nuclear

Por Carolina Martínez Elebi Es sabido que Rusia, ese enorme e interesante país del hemisferio norte, se ha especializado desde un poco antes de mediados del siglo XX en el desarrollo de la tecnología nuclear. En una época esto estuvo relacionado con la guerra, pero con el pasar de los años, la investigación y los conocimientos alcanzados se destinaron a muchas otras áreas con fines pacíficos, y principalmente al desarrollo energético. Ese importante desarrollo científico-tecnológico no podría haberse realizado de no haber sido por el foco que hizo el estado ruso (y el de la ex Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, URSS) en la educación y en la inversión en investigación. Este interés por el conocimiento llevó al nacimiento y despliegue de dos instituciones que hoy son protagonistas: el Centro Nacional de Investigación “Instituto Kurchatov” y la Universidad Nacional de Investigación Nuclear “Instituto de Ingeniería Física de Moscú” (MEPhI, por sus siglas en inglés).

El inmenso Instituto Kurchatov El Instituto Kurchatov fue fundado en Moscú en 1943 —apenas dos años antes de que finalizara la Segunda Guerra Mundial— con el fin de resolver un problema de defensa del desarrollo del arma nuclear. Se lo conoce con el nombre de “Laboratorio в-2 de la Academia de Ciencias de la URSS”. Desde 1960, pasó a llamarse Instituto Kurchatov de Energía Atómica. Ya en 1991, luego de la caída de la Unión Soviética, el Instituto consiguió el estado del Centro de Investigación de Rusia, y en 2010 se convirtió en el Centro Nacional de Inves-

En la actualidad, el Instituto Kurchatov ocupa 100 hectáreas de territorio y está integrado por aproximadamente 5000 empleados, entre ellos 2000 investigadores, 900 doctores, y 21 miembros de la Academia Rusa de Ciencias. tigación (NRC, por sus siglas en inglés, “Instituto Kurchatov”). Este instituto tuvo un rol clave en el mantenimiento de la seguridad del país y en el desarrollo de las direcciones estratégicas más importantes. Algunos de los resultados concretos del trabajo realizado dentro del instituto fueron: el primer reactor atómico en Eurasia (1946); la primera bomba atómica doméstica (1949); la primera bomba termonuclear en el mundo (1953). Además, la primera planta de energía nuclear en el mundo (1954), la primera instalación tokamak —fusión nuclear— (1955), los reactores atómicos para romper el hielo (1957), los submarinos (1958), y la ingeniería espacial se desarrollaron bajo la dirección científica del Instituto Kurchatov. Otros desarrollos que se pusieron en marcha en el Instituto Kurchatov fueron la pri-

El ruso F-1: el reactor en funcionamiento más antiguo del mundo El 25 de diciembre de 2016, el reactor nuclear en funcionamiento más antiguo del mundo, el F1 (por “Física-1”) de 24 kilovatios, que se encuentra en el Instituto Kurchatov de Moscú, cumplirá 70 años de edad. El F-1 fue el primer reactor nuclear en operar fuera de América del Norte y se puso en marcha el día de Navidad de 1946, a las 18 horas, y originalmente funcionaba a un nivel de potencia de 10 vatios. Ningún otro reactor ha cumplido 50 años manteniéndose en funcionamiento. Según la información oficial, el F-1 se basó, aparentemente, en el diseño del reactor Hanford 305 que se obtuvo a través del espionaje, presumiblemente durante la Segunda Guerra Mundial. Es un reactor de uranio-grafito natural con un diámetro de núcleo de 5,7 metros, que contiene 40 toneladas de metal de uranio natural y hoy en día se utiliza para la calibración de los detectores de flujo neutrónico. Debido al nivel de potencia de funcionamiento relativamente baja, sigue dependiendo de su carga de combustible original, que a niveles de potencia de corriente debe durar durante varios milenios.

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U-238 Tecnología Nuclear para el desarrollo

Instituciones incluidas en la MEPhI El siguiente listado se refiere al número de instituciones de educación superior incluidas en la universidad MEPhI: •

Instituto de Ingeniería Física de Moscú.

Instituto de Obninsk Nuclear Power Engineering, Obninsk, región de Kaluga.

Instituto de Tecnología del Estado de Novouralsk, región de Sverdlovsk.

Instituto de Tecnología de Ozersk, región de Cheliabinsk.

Instituto de Física e Ingeniería del Estado de Sarov, región de Nizhny Nóvgorod.

Instituto de Tecnología de Seversk, región de Tomsk.

Instituto de Física y Tecnología de Snezhinsk, región de Cheliabinsk.

Instituto de Tecnología, Lesnoi, región de Sverdlovsk.

Instituto de Tecnología de Trekhgorny, región de Cheliabinsk.

Instituto de Ingeniería Técnica Volgodonsk, región de Rostov.

Instituto de Tecnología de Dimitrovgrad, región de Ulyanovsk.

mera fuente de radiación sincrotrón rusa (1999), el primero Centro en el mundo de convergencia y de ciencias y tecnologías nano, bio, información y ciencias cognitivas (NBIC) (2009). En la actualidad, el Instituto Kurchatov ocupa 100 hectáreas de territorio y está integrado por aproximadamente 5000 empleados, entre ellos 2000 investigadores, 900 doctores, y 21 miembros de la Academia Rusa de Ciencias. Lo que se destaca de todo el terreno del instituto, desde que se ingresa, es la cantidad de árboles, arbustos y flores que pueden apreciarse. Uno de los grandes aportes del instituto es el nuevo concepto de la investigación, con tecnologías y una infraestructura de recursos humanos destinados a desarrollar un trabajo interdisciplinario. Esto llevó a crear un sistema para la formación de un nuevo tipo de científicos interdisciplinarios, que pueden encontrarse desarrollando tareas tan-

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to en el Instituto Kurchatov como en las universidades rusas principales, como la Universidad Estatal Lomonosov, el Instituto de Ingeniería y Física de Moscú y la Universidad Técnica Estatal Bauman de Moscú. Esta particularidad convirtió al Instituto Kurchatov en uno de los institutos de investigación líderes en el mundo.

MEPhI - Universidad Nacional de Investigaciones Nucleares La Universidad Nacional de Investigación Nuclear “Instituto de Ingeniería Física de Moscú” (MEPhI), fue fundada en 1942, por decreto del Gobierno de la URSS, como el Instituto Mecánico de Municiones de Moscú. Más tarde, en 1953, pasó a llamarse Instituto de Ingeniería Física de Moscú (MEPhI), al que en 2003 se le concedió el estatuto de la Universidad del Estado. Actualmente, la NRNU MEPhI es una de las principales universidades de investigación con enseñanza académica en la Federación de Rusia que entrena a los post-graduados, los magísteres y licenciados, así como especialistas en las áreas más significativas de ciencia fundamental, aplicada y tecnologías modernas, tanto para la Federación de Rusia como para otros países, que tienen la posibilidad de estudiar allí gracias al amplio programa de intercambio estudiantil que promueve la universidad. La MEPhI está organizada en distintos Centros dedicados a la ingeniería, nanotecnología y tecnología láser, en los que muchos estudiantes desarrollan sus investigaciones y crean productos concretos, como es el caso de un celular que no puede ser intervenido ni puede ser víctima del espionaje internacional, debido a su sistema de cifrado. Este desarrollo, al que pudo acceder U-238 durante su visita en septiembre de 2015, todavía no es accesible al público, ya que se encuentra en estado de testeo dentro de la universidad. El propósito de la creación de la MEPhI fue la provisión de recursos humanos, el apoyo científico y la innovación de la industria nuclear y otras ramas de alta tecnología de la economía nacional y la esfera social de la Federación Rusa relevantes para los campos de especialización de la universidad. Esto se hace sobre la base de la modernización del sistema de educación profesional de varios nive-


El Instituto Kurchatov y el MEPhI, un ejemplo en enseñanza nuclear

un perfil de formación superior profesional y 15

La MEPhI está organizada en distintos Centros dedicados a la ingeniería, nanotecnología y tecnología láser, en los que muchos estudiantes desarrollan sus investigaciones y crean productos concretos.

universidades y escuelas técnicas secundarias. Además de la formación profesional a ingenieros, investigadores, licenciados y maestros que se especializan en campos de alta prioridad de la ciencia, la ingeniería y la tecnología, así como en nuevas direcciones innovadoras, tales como las tecnologías nucleares y de radiación, las nanotecnologías, la física médica, la biofísica, la informática y otros, la universidad también se encarga de la educación de personal calificado en el campo de la cooperación científica y tecnológica internacional; economía; gestión; seguimiento técnico y financiero y la auditoría en sectores de alta tecnología de la economía rusa e internacional.

les en el marco de un espacio educativo unificado,

Es importante destacar que aproximadamente

garantizando la integración de la ciencia, la educa-

un 30% de los especialistas contratados por la

ción y la producción.

corporación nuclear estatal rusa “Rosatom” son

MEPhI se organiza como la red educativa de inno-

graduados de MEPhI, que entrena a estudiantes y

vación regional distribuida en un complejo científi-

posgraduados procedentes de Turquía, Vietnam,

co situado en cinco distritos federales y dominan-

Jordania, Mongolia y otros países extranjeros para

te dentro de la estructura del grupo de educación

cumplir con los requisitos “Rosatom” en la cons-

nuclear de Rusia. La estructura de la Universidad

trucción de las centrales nucleares y otras instala-

se compone de once instituciones educativas con

ciones en el extranjero.

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Minería del uranio en perspectiva: una actividad añorada por la industria nuclear local

Hace casi 20 años que nuestro país no produce la materia prima fundamental para fabricar el combustible de los reactores nucleares argentinos. Aun así, la CNEA ha continuado con las investigaciones, ha desarrollado tecnología y ha fortalecido el intercambio con organismos internacionales como el OIEA, para afianzar su política de sustentabilidad y seguridad energética.

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Minería del uranio en perspectiva: una actividad añorada por la industria nuclear local

La minería del uranio fue, desde sus inicios, un pilar fundamental en la historia nuclear de la Argentina. En ese contexto, la creación de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) logró incorporar las múltiples experiencias que existían en la materia realizadas desde diversas Universidades y el Estado. Esto le otorgó al organismo un rol protagónico en la estratégica producción del uranio nacional. Tanto es así que la CNEA es el único organismo del Estado nacional que en la actualidad cuenta con las capacidades para llevar adelante todas las fases de la minería: prospección, exploración, evaluación, factibilidad, producción y gestión ambiental. Aunque las últimas actividades de producción se realizaron en 1997, se mantuvieron las tareas de controles y monitoreos ambientales en todos aquellos sitios del país en donde se desarrolló la minería del uranio para garantizar una actividad industrial sustentable hacia el futuro.

nuclear, ya que además tienen buenas perspectivas de ser empleadas en la prospección y la exploración del mineral, así como también en la etapa de producción.

Recientemente, por ejemplo, se realizaron pruebas con sensores inalámbricos aplicados al control ambiental y el monitoreo de radiación en el Complejo Minero Fabril San Rafael (CMFSR), las cuales fueron llevadas a cabo en forma conjunta por especialistas del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) y de la CNEA.

Concretamente, en el CMFSR realizaron controles de la radioactividad ambiental y mediciones ópticas con cámaras de alta resolución para modelación del terreno en 3D, lo que resulta una importante herramienta para la determinación de la estabilidad de taludes en colas de mineral, volúmenes de mineral marginal y diques para la gestión de efluentes, entre otras.

Controles como parte de la cooperación internacional

Pero más allá de los controles y las tareas de remediación, “la minería del uranio en el país no trajo aparejado ningún problema ambiental”, asegura el geólogo Luis López, de la Gerencia de Exploración de Materias Primas de la CNEA. “Cuando estuvo en operación el complejo de Sierra Pintada, existían otros parámetros, otras normas ambientales, otra legislación, pero siempre se siguieron las mejores prácticas en términos de cuidado del ambiente.

Estos controles ambientales y monitoreo de radiación con sensores inalámbricos se hicieron, principalmente, con el fin de favorecer el intercambio de experiencias y la transferencia tecnológica. La idea surgió entre las propuestas relevantes de un workshop conjunto con el OIEA y el Centro Internacional de Física Teórica de Trieste (Italia) realizado en el Centro Atómico Bariloche, donde se abordó la temática del uso de sensores inalámbricos. El uso de estos sensores ya se había implementado, por ejemplo, para los controles ambientales que realiza el Programa de Restitución Ambiental de la Minería del Uranio (PRAMU) en diversos sitios del país. Los participantes del workshop coincidieron en que sería muy ventajoso aplicar esa tecnología a los distintos lugares donde la CNEA lleva a cabo actividades vinculadas al ciclo del combustible

“La minería del uranio en el país no trajo aparejado ningún problema ambiental”, asegura el geólogo Luis López de la Gerencia de Exploración de Materias Primas de la CNEA. 47


U-238 Tecnología Nuclear para el desarrollo

Especialistas de la CNEA también realizan tareas de modelización geológica del yacimiento de Sierra Pintada para una más eficiente explotación de los recursos existentes, pensando en la reapertura del complejo. De hecho, se hizo más de lo exigido. Como resultado de la actividad, hay allí una serie de pasivos ambientales sólidos y líquidos. A través de la CNEA, la Argentina está haciendo un gran esfuerzo para realizar la remediación de estos sitios y está demostrando que es posible hacer sustentable la minería hacia el futuro. Mínimamente tenemos que remediar lo que quedó de la producción anterior para pensar en la reapertura de la actividad productiva de concentrados de uranio”.

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Una actividad sustentable Luis López —quien además es especialista en Ciencias sobre Exploración Uranífera— asegura que todos estos trabajos de remediación y monitoreo se realizan no sólo porque lo exigen las buenas prácticas mineras, sino también porque “desde la CNEA, nunca se ha abandonado el objetivo de retomar la actividad en el Complejo Minero Fabril San Rafael, además de propender a la puesta en producción del depósito Cerro Solo en la provincia del Chubut”. En este sentido, especialistas de la CNEA también realizan tareas de modelización geológica del yacimiento de Sierra Pintada para una más eficiente explotación de los recursos existentes, pensando en la reapertura del complejo. “Sierra Pintada sería el lugar del país donde, tecnológicamente, se podría retomar mucho más rápido la producción, porque ya se cuenta con la definición de la técnica extractiva (minería a cielo abierto) y con toda la tecnología de procesamiento para el tipo de mineral existente, con una recuperación del 80% del uranio contenido. A pesar de que no se cuenta con una legislación favorable en la provincia de Mendoza, se ha demostrado que durante toda la explotación no ha habido ningún problema


Minería del uranio en perspectiva: una actividad añorada por la industria nuclear local

ambiental”, comenta el especialista de la Gerencia de Exploración de Materias Primas de la CNEA. López afirma, además, que es posible hacer minería en forma sustentable, y agrega que una de las claves es hacer la producción del uranio en forma conjunta con la remediación de los pasivos. “Hoy en día no se puede esperar hasta el final de proyecto para remediar. Según las mejores prácticas aplicadas en la actualidad, la extracción del mineral, el procesamiento en planta y el tratamiento de todos los residuos que se van generando se realizan en paralelo”. Con respecto a los costos, el geólogo de la CNEA explica que “desde el punto de vista económico, hay un margen grande para producir uranio en el país. Se lo podría producir a un costo razonable, en relación con lo que sale comprarlo, para abastecer a las centrales argentinas”. Actualmente, Argentina compra este insumo a un precio de entre 80 y 90 dólares en origen, sin embargo, esa suma casi se duplica debido a los seguros, impuestos y transporte del material. Todo este tipo de tareas de monitoreo así como las modelizaciones geológicas, “se hacen pensando en una posible reapertura de la mina”, argumenta López. “No abandonamos la idea de que puedan resolverse las trabas legales y obtener la licencia social de operación. Contando con un presupuesto adecuado, estamos en condiciones técnicas y con recursos minerales suficientes para hacer una explotación sustentable. En Sierra Pintada hay alrededor de nueve mil toneladas de uranio y se han explotado 1600, es decir, queda mucho más de lo que se ha extraído”.

Workshop para afianzar la cooperación internacional Entre el 11 y el 15 de abril, el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), junto a la CNEA, realizó en la provincia de Mendoza un taller de capacitación titulado “Training Workshop on Uranium Exploration Methods”. El seminario fue dictado por expertos en la materia provenientes de Canadá, Francia, Estados Unidos y Argentina. Contó una participación de al menos unos 80 expertos, de los cuales alrededor de 60 son trabajadores del área de materias primas de la CNEA. El objetivo del taller fue proporcionar una visión general de los métodos de exploración de uranio, desde los conocimientos básicos hasta las técnicas más avanzadas. Algunos de los temas que se trataron fueron la clasificación de los depósitos y los recursos de uranio; geofísica, geoquímica y otros métodos de exploración; y descubrimiento y evaluación de yacimientos. También se disertó sobre la salud, la seguridad y los aspectos ambientales de la exploración de uranio. Además, los participantes pudieron visitar el Complejo Minero Fabril San Rafael, donde se desarrolló la producción de uranio entre los años 1975 y 1997.

Perspectivas en el resto del país El 95% de los recursos uraníferos identificados del país se encuentra en Mendoza y Chubut, provincias en las que la situación legal de la minería es adversa. Mientras que en Mendoza el yacimiento más importante es Sierra Pintada; en Chubut, el principal proyecto de exploración y prefactibilidad que tiene la CNEA es Cerro Solo. A diferencia de Sierra Pintada, este depósito nunca entró en producción. En la provincia sólo hubo producción en dos pequeños yacimientos: Los Adobes y Cerro Cóndor. En ambas canteras —que son de la misma tipología geológica que Cerro Solo— úni-

camente se extraía el material, el cual se procesaba en una planta ubicada a unos 35 kilómetros. De acuerdo con López, “Cerro Solo tiene recursos muy importantes, pero el problema en Chubut es la indefinición con respecto a los proyectos mineros; y sería muy importante —no sólo en Chubut, sino en el resto de las provincias— propender a una regionalización de los proyectos. Esto significa que decida la comarca en la que se va a radicar el pro-

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U-238 Tecnología Nuclear para el desarrollo

yecto minero y no toda la provincia que, tal vez, cuenta con otros recursos. Esto también pasa en Mendoza, donde hay departamentos que quieren minería, pero la ley provincial inhibe la actividad”. Además de los proyectos de la CNEA, en la provincia de Chubut también hay proyectos de privados que informaron recursos identificados. Es el caso de Meseta Central, de la compañía UrAmérica, y Laguna Salada, donde realiza tareas la minera canadiense U308. “De todas maneras —acota López—, considerando la madurez de los proyectos, no hay emprendimiento privado que en el corto plazo pueda llegar a producir uranio. Y si lo hace, por el tipo de recursos y los costos involucrados, el producido sería dirigido al mercado local”. En el resto del país, también el potencial uranífero es muy grande. Existen cuencas importantes en Santa Cruz; en otros lugares de Chubut, además de Cerro Solo; en la cuenca neuquina que abarca las provincias de Río Negro, Neuquén, La Pampa; en las sierras pampeanas que incluyen Córdoba, San Luis, La Rioja y Catamarca; la cuenca del Grupo Salta; etc.

Mantener viva la esperanza Si bien Argentina no produce uranio desde hace 20 años —el último yacimiento en actividad fue Sierra Pintada, que en 1995 dejó de extraer el mineral de

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la cantera, aunque la producción de yellow cake prosiguió hasta 1997— López asegura que la esperanza de reactivar la actividad está siempre viva. De acuerdo con el geólogo, “si en la Argentina reactiváramos la minería del uranio nuevamente, en Sierra Pintada, ese proceso podría concretarse en 2 ó 3 años”. Esto es así porque ya están todas las condiciones dadas para la primera etapa de la producción de combustible nuclear, es decir, para llevar adelante la extracción y producción del concentrado de uranio. En cambio, en Cerro Sólo demoraría un poco más, entre 6 y 8 años aproximadamente, ya que hay que analizar los estudios de factibilidad, definir el método de extracción y cómo se van a extraer los elementos acompañantes (por ejemplo, molibdeno, renio, etc.), o si se van a dejar como parte de los residuos. “Desde mi punto de vista creo que se deberían aprovechar todos los elementos acompañantes al uranio, aplicando los conceptos innovadores de extracción integral”, agrega el experto; y concluye: “El gran desafío de la CNEA es retomar la producción de uranio, para que el ciclo minero sea una actividad sustentable. La producción nacional de uranio nos permite contar con todo el ciclo del combustible en el país, algo muy importante y trascendente en términos de seguridad energética”.


GENTILEZA ARN

Cuarta edición de la Carrera de Especialización en Protección Radiológica

El posgrado es dictado por la Autoridad Regulatoria Nuclear (ARN) y la Universidad de Buenos Aires (UBA), con el auspicio del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA).

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U-238 Tecnología Nuclear para el desarrollo

El 7 de marzo comenzaron las clases de la Carrera de Especialización en Protección Radiológica y Seguridad de las Fuentes de Radiación, el posgrado que dictan la Autoridad Regulatoria Nuclear (ARN) y la Universidad de Buenos Aires (UBA), con el auspicio del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA). El objetivo de la carrera es capacitar a profesionales sobre los efectos que generan las dosis producidas por las radiaciones ionizantes y los procedimientos para proteger a las personas y el ambiente de sus consecuencias nocivas. Esta es la cuarta edición de la carrera y en total se formarán 30 especialistas provenientes de países como Bolivia, Chile, Cuba, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Honduras, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú y República Dominicana; además de personal de la Policía Federal Argentina, la Unidad Ejecutora de Riesgos del Trabajo (UERT) de Santiago del Estero (provincia en la que se instalará un Centro de Medicina Nuclear) y profesionales de la ARN. La cursada prevé la realización de trabajos prácticos, ejercicios y demostraciones. Además, los alumnos asistirán a visitas técnicas de instala-

GENTILEZA ARN

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La cursada prevé la realización de trabajos prácticos, ejercicios y demostraciones. Además, los alumnos asistirán a visitas técnicas de instalaciones médicas e industriales que utilizan radioisótopos y radiaciones ionizantes. ciones médicas e industriales que utilizan radioisótopos y radiaciones ionizantes, como la Central Nuclear Embalse, en la provincia de Córdoba; el Centro Atómico Ezeiza, en la provincia de Buenos Aires y la Fundación Escuela de Medicina Nuclear, en la provincia de Mendoza. “Se trata de una carrera especial, similar a un trabajo, no sólo por ser de dedicación exclusiva, sino porque la mayoría de los profesionales son beca-


Cuarta edición de la Carrera de Especialización en Protección Radiológica

rios del OIEA y de la ARN”, señaló la Mg. Lucía Valentino, jefa de la Unidad de Capacitación y Entrenamiento de la ARN. Y agregó: “Ese trabajo consiste en 26 semanas full time para lograr el objetivo final, que seguramente así será, porque cada uno ha sido seleccionado para poder cumplir con el desafío de formarse en esta especialidad tan importante para la seguridad de las personas y del ambiente”. El acto de bienvenida e inicio de clases se realizó en la Facultad de Ingeniería de la UBA y contó con la presencia de la Mg. Lucía Valentino y del Lic. Gerardo Quintana, co-director de esta carrera de especialización. Ambos destacaron: “Este año contamos con un grupo numeroso y muy variado, no solo por sus lugares de origen, sino fundamentalmente por sus disciplinas básicas, lo que enriquece el nivel de la carrera”. El Ing. Jorge Gómez, de República Dominicana y becario del OIEA, comentó: “Mis expectativas son aprender y reforzar algunos conocimientos previos para poder aplicarlos en mi país, ya que allí no hay tantos profesionales formados en el área de la protección radiológica. Es importante promover la capacitación sobre este tema para garantizar la seguridad, porque mientras menos saben las personas, más peligroso es trabajar con fuentes radiactivas; básicamente, por la seguridad del trabajador, del público y de las mismas personas que están expuestas a las fuentes”. Por su parte, el Ing. Ezequiel Malnis, cordobés y beneficiario de las becas otorgadas por la ARN, expresó: “A través de esta especialización, tengo la posibilidad de formarme en otra disciplina o aspecto de la ingeniería para así poder desarrollar

“A través de esta especialización tengo la posibilidad de formarme en otra disciplina o aspecto de la ingeniería para así poder desarrollar mi carrera profesional en un área tan importante para los organismos reguladores” (Ing. Ezequiel Malnis). mi carrera profesional en un área tan importante para los organismos reguladores. Me interesaba desde hace mucho tiempo el tema de las aplicaciones nucleares en el ámbito de la protección radiológica, así que cuando me enteré de las becas, no dudé en inscribirme”. El posgrado se dicta en el Centro Regional de Capacitación para América Latina y el Caribe (CRC), que funciona en el Centro Atómico de Ezeiza. El OIEA declaró a Argentina como CRC para nuestra región y, además de auspiciar las carreras y cursos, otorga becas para estudiantes. La ARN cumple este rol coordinado desde su Unidad de Capacitación y Entrenamiento, que desarrolla actividades de formación en seguridad nuclear, radiológica, del transporte y de los desechos. Hasta el momento, el CRC ha formado a 1094 profesionales de toda Latinoamérica.


PARA LEER CATÁLOGO DE LA INDUSTRIA NUCLEAR ESPAÑOLA (NUEVA EDICIÓN) Autor: Foro de la Industria Nuclear Española Edición: 2015 | Páginas: 132 Origen: España La nueva versión del Catálogo de la Industria Nuclear Española, actualizado a noviembre de 2015, refleja la realidad de un sector dinámico y competitivo, al recabar información detallada de las capacidades, productos y servicios que ofrece el sector nuclear español, tanto a nivel nacional como internacional. La publicación destaca que, gracias al programa nuclear del país ibérico, “la industria nuclear española fue adquiriendo mayor participación hasta ser capaz de suministrar alrededor del 85% de todo lo necesario para la construcción y puesta en servicio de una central nuclear”. De hecho, las empresas de origen español están presentes en todo el ciclo nuclear: construcción, combustible, mantenimiento, operación, formación, suministro de equipos y componentes, nuevos desarrollos, I+D, gestión de residuos y desmantelamiento. Por otro lado, “el cambio en la orientación del programa energético español con la moratoria nuclear de 1984, originó que las empresas del sector tuvieran que expandirse internacionalmente para mantener sus capacidades y su actividad”, lo que hoy se traduce en una fuerte presencia de estas compañías en el mercado mundial.

FIVE YEARS AFTER THE FUKUSHIMA DAIICHI ACCIDENT: NUCLEAR SAFETY IMPROVEMENTS AND LESSONS LEARNT Autor: Nuclear Energy Agency (NEA) Edición: 2016 | Páginas: 80 Origen: Estados Unidos Al cumplirse cinco años del accidente en la Central Nuclear de Fukushima Daiichi, la Nuclear Energy Agency (NEA) decidió publicar este libro resumiendo las lecciones aprendidas y las mejoras incorporadas en materia de seguridad nuclear en el último lustro. En este sentido, se detallan los nuevos requisitos y las modificaciones en las reglamentaciones realizadas por las autoridades regulatorias de los países miembros de la NEA, que han conducido a la creación de mejoras en múltiples áreas de las instalaciones nucleares. Concretamente, muchos países miembros han examinado minuciosamente la respuesta de sus centrales nucleares a factores externos, incluso los de mayor magnitud, y han utilizado tecnologías avanzadas para identificar y considerar posibles combinaciones de eventos secuenciales y consecuentes. Asimismo, se repasan las diversas acciones implementadas para optimizar la actuación de los actores involucrados en caso de emergencias nucleares y radiológicas, lo que se traduce en un refuerzo de la cultura de la seguridad en toda la industria.

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PARA RECORDAR MAYO 15 de mayo de 1957: Se dicta el Decreto-Ley Nº 5071/57, mediante el cual se aprueba la incorporación de la República Argentina como Estado miembro del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), el cual había sido creado ese mismo año.

23 de mayo de 2007: Se realiza la ceremonia inaugural del Centro de Diagnóstico Nuclear. Fue creado a partir de un acuerdo entre la CNEA y la Fundación Escuela de Medicina Nuclear de Mendoza (FUESMEN), las cuales aportaron la tecnología de última generación, el equipamiento instrumental y sus profesionales y técnicos para conformar un centro de excelencia dedicado a la medicina nuclear en Buenos Aires.

28 de mayo de 1953: Comienza la operación del acelerador Cockroft – Walton, ubicado en la Sede Central de la CNEA. Este equipo fue comprado a la empresa Philips de Holanda y, junto con un sincrociclotrón, se utilizaba para la búsqueda de nuevos radioisótopos artificiales de período corto.

JUNIO 1º de junio de 2014: Argentina, a través de la figura del embajador Rafael Grossi, asume la presidencia del Grupo de Proveedores Nucleares (NSG, por su sigla en inglés). El NSG está integrado por 48 países con capacidad nuclear que buscan contribuir —desde 1974— a la no proliferación de las armas nucleares.

9 de junio de 2014: La empresa INVAP resultó adjudicataria en el proceso de licitación de la construcción de una planta de producción de radioisótopos en la India. La instalación fue valuada en 34 millones de dólares y cuenta con la tecnología de irradiación de blancos de uranio de bajo enriquecimiento desarrollada por la CNEA.

10 de junio de 2011: Se lanza al espacio el satélite argentino SAC-D/Aquarius, realizado íntegramente por la empresa INVAP a pedido de la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE). Este satélite de teleobservación permitió contar con mediciones globales la salinidad superficial del mar para evaluar las interacciones entre el ciclo del agua, la circulación oceánica y el clima. Tras estar casi cinco años en órbita, concluyó su servicio operativo.

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PARA AGENDAR MAYO / JUNIO Del 9 al 11 de mayo

Escuela de Verano ESNII El título de esta segunda edición es “Los retos del futuro de los Reactores Gen IV: cuestiones de seguridad en el apoyo al diseño y funcionamiento”. Lugar: Pisa, Italia.

Del 9 al 13 de mayo

IRPA14 (14th International Congress of the International Radiation Protection Association) En su edición número 14, el slogan del congreso es “La práctica de la protección contra las radiaciones: Compartiendo la experiencia y los nuevos retos”. Lugar: Ciudad del Cabo, África del Sur.

Del 11 al 13 de mayo

Conferencia Internacional de Reguladores de Seguridad Nuclear El evento se centrará en la importancia de un organismo regulador independiente y fuerte, los nuevos retos de los reguladores; los eventos de seguridad nuclear; la protección de la información y la confidencialidad; la efectividad de la seguridad; entre otros temas. Lugar: Madrid, España.

Del 22 al 26 de mayo

NESTet 2016 Esta conferencia de la Sociedad Nuclear Europea (ENS) está dedicada a la creación de redes de educación y capacitación nuclear dentro de los campos de la ingeniería, la ciencia y la tecnología. Lugar: Berlín, Alemania.

Del 23 al 27 de mayo

International Conference on Advancing the Global Implementation of Decommissioning and Environmental Remediation Programmes Organizada por el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), se tratará el tema del desmantelamiento de las instalaciones nucleares, así como los programas de remediación ambiental. Lugar: Madrid, España.

30 de mayo y 1° de junio

VIII International Forum Atomexpo 2016 El Foro —organizado por Rosatom— busca promover la cooperación internacional entre Rusia y los países de América Latina, Asia, África y Europa del Este en el campo de la energía nuclear. Además, se realizará una exposición con las principales compañías rusas e internacionales del sector. Lugar: Moscú, Rusia.

Del 12 al 16 de junio

2016 ANS Annual Meeting Como todos los años, la American Nuclear Society organiza esta reunión en la que participan expertos de todo el mundo. Lugar: Nueva Orleans, Estados Unidos.

15 y 16 de junio

2nd India Nuclear Industry Congress 2016 Se debatirán sobre las perspectivas y los desafíos del Plan de Energía Nuclear de la India. Lugar: Bombay, India.

Del 19 al 22 de junio.

Canadian Nuclear Society Annual Conference El objetivo central de esta conferencia —organizada por la Canadian Nuclear Society— es proporcionar un foro para intercambiar opiniones, ideas e información sobre el avance de la tecnología nuclear. Lugar: Toronto, Canadá

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CULTURA NUCLEAR

La noche negra de la CNEA 

A 40 años del último golpe cívico militar, todavía resuenan en la Comisión Nacional de Energía Atómica los ecos de la intervención castrense: secuestrados, desaparecidos, despedidos y el naufragio de una política científica tan errática como peligrosa.

Por Sebastián Scigliano Acaban de cumplirse 40 años del último y más sangriento golpe cívico militar de nuestro país. El 24 de marzo de 1976, como tantas otras veces durante el siglo pasado, las fuerzas armadas, en contubernio con sectores políticos y empresarios se dieron a sí mismas la misión de conducir los destinos de la patria a la que, según su propia megalomanía, preceden. Como el resto de las veces, esa irrupción militar en la vida institucional argentina no fue más que para o bien arrancar de cuajo proyectos políticos populares o bien conso-

lidar a sangre y fuego los intereses de sus oscuros mandantes. Pero la dictadura cívico militar que se inauguró aquel 24 de marzo, como se sabe, no fue una más. Miles de muertos y desaparecidos, campos de concentración en todo el territorio nacional, un clima extendido de terror y sospecha y, como corolario y motivo principal al mismo tiempo, la “miseria planificada para millones de argentinos”, como denunciara a sólo un año de aquel “infausto go-

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U-238 Tecnología Nuclear para el desarrollo

bierno” el periodista Rodolfo Walsh en su célebre Carta Abierta a la Junta Militar. Y en el fárrago de aquella noche negra, nada ni nadie se salvó. Tampoco la institución madre de la política atómica argentina, la Comisión Nacional de Energía Atómica que, tanto por su marca de origen ligada al desarrollo nacional autónomo, como por su eventual importancia estratégica para un proyecto político de corte militarista iba a convertirse en botín más que apetecible para las bestias. El saldo más trágico, claro, los muertos, desaparecidos, secuestrados, torturados o cesanteados durante la etapa. Durante la dictadura, hubo en la CNEA 25 secuestrados, 15 de los cuales continúan desaparecidos. Además, fueron secuestrados 3 ex alumnos del Instituto Balseiro, de Bariloche, que también continúan desaparecidos hasta hoy. Pero además de los secuestrados y desaparecidos, el saldo que se cobró el terror también incluyó despidos y cesantías. Hubo durante toda la etapa de la dictadura 107 prescindidos y 120 cesanteados. Por el clima de terror imperante, también la CNEA sufrió la sangría de muchos profesionales que prefirieron alejarse de la institución: ente 1976 y 1978 renunciaron 370 personas. Los datos provienen del trabajo de la Comisión de Derechos Humanos del Personal de CNEA, que se constituyó a fines de 1983 con una amplia representación de los gremios Asociación Trabajadores del estado (ATE), Sindicato de Energía Atómica (SEA) y Unión del Personal Civil de la Nación (UPCN), de la Asociación de Profesionales de la CNEA, y de la Asociación de Técnicos de la CNEA, y también de la Asociación Física Argentina, la AFA. La comisión se ha encargado, en el último tiempo, de la reconstrucción de aquellos acontecimientos tanto como de promover políticas de reparación histórica en relación tanto con las víctimas como con la institución. Muestra de ello son la digitalización de toda la documentación reunida a lo largo de todos los años de trabajo del colectivo, lo que permitió darle mayor visibilidad al tema, por ejemplo, en el sitio web de la CNEA. La tarea se realizó en colaboración con el Archivo Nacional de la Memoria. La comisión también ha colaborado con la justicia aportando los datos de los desaparecidos y secuestrados de la institución.

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Botín de guerra “El golpe de estado de 1976 generó una discontinuidad del orden democrático y repercutió en el funcionamiento de instituciones científicas y técnicas de la Argentina. En particular, en la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA), la preparación de la irrupción de nuevas autoridades y sus objetivos, comenzó con el Operativo ACNE en octubre de 1975, siendo ejecutado a partir del 24 de marzo de 1976 con la designación del Vice Almirante Carlos Castro Madero como Delegado de la Junta Militar en la CNEA y su posterior designación, algunos meses después, como Presidente del Directorio”, comienza diciendo el Licenciado en Física Enrique Pasqualini, uno de los fundadores de la comisión de derechos humanos de CNEA, en un trabajo sobre esos años de la institución. La mirada de la dictadura sobre la política atómica argentina fue, ciertamente, ambivalente. Si, por un lado, la tradición de apuntalar el desarrollo local de tecnología de punta que siempre tuvo la CNEA se daba de bruces con la tendencia aperturista y extranjerizante de la política económica de los uniformados, también es cierto que, en plena guerra fría, el eventual desarrollo de armamento nuclear le agregaba un interés al nivel alcanzado por Argentina en el campo nuclear inestimado hasta entonces. “Sin temor a equivocaciones se puede afirmar que la CNEA siguió teniendo, como lo tuvo continuamente desde su creación en 1950, el apoyo gubernamental, significando que esta actividad estratégica continuaría manejando se como parte de una Política de Estado. Esto se vio reflejado, entre otras motivaciones, en la altísima disponibilidad de dinero anual que llegó a superar el 2% del Producto Bruto Interno”, sostiene Pasqualini. En efecto, la designación del Vicealmirante Castro Madero al frente de CNEA —como interventor militar primero y como presidente del directorio después— habla de ese doble carácter: directo colaborador de Jorfe Rafael Videla —un “videlista”, según quienes lo conocieron en aquella época—, también era un especialista en desarrollos nucleares y un “enamorado de la CNEA”. Según recuerda el propio Pasqualini, “La gestión de Castro Madero avanzó en proyectos y necesidades que ya venían siendo planteados o encarados con anterioridad, como la terminación de la Central Nuclear de Embalse, la


La noche negra de la CNEA

fábrica de Combustibles Nucleares y la conformación de la empresa INVAP. Desde el punto de vista de la formación de recursos humanos, comenzó la carrera de Ingeniería Nuclear y se finalizó el Reactor RA-6 en el Centro Atómico Bariloche. También comenzó la construcción del acelerador de iones pesados TANDAR”. No obstante ello, el propio carácter de la gestión militar al frente de CNEA hizo que, en esa aparente dualidad de interés y represión, la balanza terminara por inclinarse sobre el segundo de sus términos: “Durante los primeros años de la gestión de Castro Madero en la CNEA se secuestraron 10 personas, que fueron liberadas después de varios meses de detención, y hay 15 detenidos-desaparecidos que trabajaban en la Institución”, destaca Pasquelini. “En todo su período se prescindieron y cesantearon a 107 y 120 trabajadores, respectivamente. Renunciaron 370 personas, mayoritariamente debido a la persecución imperante en esa época. Por otro lado, se incorporaron cientos de contratados, previamente supervisados por la Secretaría de Inteligencia del Estado, y controlados internamente, como el resto del personal, a través de la elaboración de legajos paralelos, con información gremial, ideológica y política suministrada por elementos de inteligencia interna. Muchas de estas incorporaciones estaban relacionadas con las obras que se estaban realizando y también para cubrir tareas de investigación y desarrollo. En una Institución donde es imprescindible la participación de profesionales y técnicos en la discusión y determinación de sus metas y métodos de trabajo, se implantó un sistema opresivo y represivo al conjunto del personal que tuvo como finalidad y consecuencia no permitir que ni siquiera se cuestionaran decisiones técnicas. Esto no podía ser de otro modo dadas las características del gobierno dictatorial y sus beneficiarios”. Al mismo tiempo, el proceso operó un cambio en la orientación de la política nuclear argentina y apuntó al desarrollo secreto de eventual material bélico, lo que transformó radicalmente el camino de la investigación para fines pacíficos que siempre tuvo. Por otro lado, el choque entre la tendencia general a la apertura económica y la tradición de desarrollo nacional, característica de la política nuclear local, también produjeron consecuencias.

Según Pasqualini, las políticas contrarias al fortalecimiento nacional del sector industrial, y que continuaron con posterioridad al período durante más de 20 años, estaban “enfrentadas al desarrollo de proveedores nacionales y de transferencia de tecnología que se venían impulsando en la CNEA desde su creación. En este contexto nacional e internacional es difícil entender la firma del decreto (302/79) por el cual se construirían cuatro centrales nucleares antes del fin del milenio”. “Las grandes iniciativas fracasadas marcan una ruptura con las tareas estratégicas planificadas que desarrolló la CNEA durante 25 años, en un marco internacional que comenzaba a ser desfavorable y una industria nacional en retroceso, dejándose de lado capacidades adquiridas, objetivos de participación nacional y compromisos previos de usos pacíficos de la energía nuclear, tiñendo fuertemente el accionar posterior a 1983”, concluye el investigador.

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ENERGÍA ACÓMICA Por Maléfico




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