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De la espiral al Laberinto

Texto: Paz Fernández-Xesta

«El Laberinto es como un POLIEDRO multifacetado: Es símbolo, es mito, es metáfora, es historia, es camino, es construcción, es religión, es juego, es amor, es arte Y cada una de estas caras que nos muestra nos hace creer que al fin lo conocemos. Hasta que, con la siguiente cara, comprendemos que tampoco ahí está la salida. Que siempre hay una vuelta más » por Mercedes Pullman ».

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Para Karl Kerenyi ( En el Laberinto ) la espiral es la forma más arcaica del Laberinto. Su representación más esquemática.

Nacimiento, Muerte y Resurrección. Y también el sol, como símbolo de la divinidad que nace y muere cada día. Es el ciclo de la vida grabado en la piedra por los primeros humanos. Porque desde el Ammonites a nuestro ombligo y a nuestra huella dactilar Desde la tela de araña al giro de los tornados y a nuestro ADN La naturaleza repite una y otra vez este motivo que nos acompaña desde que nació nuestro sistema solar. Que es, él mismo, una espiral integrada en otra mucho mayor, la Vía Láctea, que gira junto a otros millones de galaxias-espirales. Para Jung, la espiral es un arquetipo de nuestra psique más profunda y simboliza el proceso evolutivo humano .

DE LA ESPIRAL AL LABERINTO

El hombre convirtió la espiral en uno de sus símbolos más ancestrales. La representación más antigua es esta tablilla, tallada con motas sobre hueso de mamut en el Paleolítico (16.000-13.000 A.C.). Se encontró en Mal´ta, Siberia

Las espirales grabadas en piedra, tan antiguas como el hombre, no son patrimonio de una u otra cultura o civilización: Hay Espirales en Nazca (Perú).Entre los indios Hoppies de Norteamérica. En la India. En Africa,

Estos petroglifos encontrados en León, son, según su descubridor, de hace 4.500 años.

Estos otros petroglifos están en Mogor, en Pontevedra, finales de la edad del Bronce ( 900 al 500 A.C.) y se cree que representan el cielo estrellado.

Autor foto Felipe Perea. Otra Iberia

Muchos menhires y dólmenes lucen laberintos, y espirales, por eso se les ha relacionado siempre con la cultura celta. Portugal, Galicia, el Camino de Santiago y en todas las tierras celtas, hay evidencias de estos Laberintos simbólicos grabados en piedra.

Como el encontrado en Cornualles, junto al mítico castillo de Tintagel, ligado a las leyendas artúricas

LABERINTOS DE PLANTA

Y junto a estos laberintos simbólicos, Plinio el Viejo (I d.C.) nos habla de 4 Laberintos de planta o edificios famosos en el mundo antiguo.

Uno de ellos, desaparecido, era el de Abydos, en Egipto, llamado «el caracol». Según Herodoto (IV a.C.) era cientos de veces más grande que el de Creta. Y entre esos ritos : la danza, la dama del Laberinto, el toro Precisamente la palabra Laberinto se relaciona con Lábrys, un hacha de doble filo que representa los dos cuernos del toro sagrado.

Sir Arthur Evans llamó Minoica, en honor del mítico rey Minos, a esta civilización que floreció en Creta desde el 2.000 a.C.

Según otras teorías el primer Laberinto estaba en Malta. Se trata del Hipogeo de Hal Saflieni, el único templo subterráneo prehistórico del mundo; fue excavado hacia el 3500 a. C. y anterior, por tanto, al palacio de Cnosos.

Sin embargo es el Palacio de Cnosos, en Creta, el más conocido y el que originalmente dio nombre al Laberinto. Construido hacia el 2000 A. C., sufrió sucesivas destrucciones y reconstrucciones. Tenía:

17.000 m² construidos y más de 1.500 habitaciones

Los frescos que se conservan en Cnossos nos hablan de las costumbres y ritos de aquellos hombres, herederos directos de los que, en el Neolítico, llegaron a la isla de Creta. Fue primero santuario y luego necrópolis. Consta de un elevado número de salas y pasillos excavados

directamente bajo tierra en tres niveles. En total unos 500m2 excavados y 10 metros de profundidad.

Tiene algunas de las pinturas murales más antiguas del mundo. Y aquí es dónde se encontró la preciosa escultura de Sleeping Venus, la Venus durmiente.

CREACIÓN DEL MITO

Pero en torno al Laberinto de Creta surgió un mito arquetípico glosado por la mayoría de autores griegos y romanos, desde Hesíodo (siglo VIII a.C) a Apolodoro, Homero, Ovidio, Euripides, Plutarco, Virgilio, Plinio el

Es la historia de Asterión, el Minotauro, hombre con cabeza de toro, hijo de un toro blanco y de la esposa del rey de Creta, Minos. En su historia se entrecruza Dédalo, que construyó el Laberinto en el que fue encerrado, el ateniense Teseo, que le mató, y Ariadna su medio hermana, que dio a Teseo un hilo mágico para encontrar la salida.

El Laberinto cretense comenzó a aparecer en las monedas griegas mucho más tarde que su leyenda. La más antigua, del 400 A.C., tiene la cabeza de Apolo laureado en el anverso y en el reverso Zeus sentado sobre el laberinto. Las hay con el Minotauro en el centro del Laberinto en el reverso.

Otras tienen en el anverso la cabeza del Minotauro rodeada por meandros, otra representación del Laberinto. Y si al principio los plasmaban en las monedas con forma cuadrada, posteriormente se pasó al modelo redondo, que dará origen al llamado laberinto clásico o cretense.

También se relacionaba al Laberinto con la danza. Así se representa en el Vaso François, una crátera decorada por Clitias alrededor del 570 a. C. que está considerada la obra cumbre de la cerámica ática. Entre las casi 300 figuras que la adornan está la danza de Teseo y los atenienses tras matar al Minotauro.

Mujeres y hombres que giran y saltan en una suerte de baile que se repite en otros lugares y otras épocas. Y cuyas reminiscencias encontramos quizá en los Bailes del Mayo

LABERINTOS DE CAMINO: EL GÓTICO

En época romana se plasman Laberintos en los mosaicos de los patios y jardines. Como éste de las ruinas de Itálica. O el de Conímbriga, en Portugal, con el Minotauro en el centro. Eran ornamentales y decorativos; para ser contemplados.

En la Edad media aparecen

Laberintos en manuscritos y pinturas, haciendo referencia al mito cretense. Pero es el Cristianismo el que

transforma la imagen y símbolos del Laberinto pagano en un camino de salvación. Y se incorporan a las iglesias para ser recorridos.

El más antiguo es el que se encuentra en el suelo de la basílica de San Reparatus en Argelia ( siglo IV D.C.). El motivo central es sustituido por una serie de letras en las que puede leerse "Santa Ecclesia".

El de San Francesco de Alatri, en Italia, Tiene a Cristo en su centro

Foto: Diego Delso, delso.photo.

Mosaico de Conímbriga, com labirinto e Minotauro Foto: Manuel Anastácio

Como dice Louis Charpentier, investigador francés: «Teseo, sería el mitológico alter ego de un Cristo que se impone al mal». En su camino salvador supera dos dificultades:

El Minotauro, convertido en diablo, anticristo, pecado, bajas pasiones... Y el Laberinto, topografía llena de dudas, perdición y tinieblas.

Los maestros constructores, los maçon (herméticos?, Templarios?) materializaron los más bellos Laberintos de Camino en las catedrales góticas francesas: Poitiers, Amiens, Arras, Reims, Saint-Omer, Bayeaux,, Toulouse, Saint-Quentin y Mirepoix entre otras, poseen Laberintos octogonales, cuadrados o redondos.

Estos Laberintos sustituían el peregrinaje a Jerusalén y se utilizaban como penitencia. El feligrés penitente debía recorrer el laberinto de rodillas (lo que solía durar una hora y media). De este modo se obtenía el perdón y las indulgencias.

El más famoso de ellos es el de la Catedral de Chartres. Construido en el siglo XIII se debe, como la catedral, al constructor Marc Portes, de origen valenciano. Tiene: once anillos, un diámetro de 12,89 metros. unos 260 metros de trazado

Al alcanzar el centro (sin posibilidad de perderse, ya que hay un único camino), uno se encontraba con una losa central en la que aparecía representada la lucha de Teseo y el

Minotauro, figuras hoy desaparecidas.

En Chartres se creó un templo a la dualidad del universo, al sol y la luna, lo masculino y lo femenino, como se ve en las dos torres.

Pero además fue construido en una zona energéticamente muy potente Uno de los puntos más enérgéticos está detrás del altar mayor, que coincide en la vertical con el pozo de la cripta . (testimonio)

Hay radiestesistas que dicen que, para que un laberinto transmita energía, necesita una fuente ciega de agua con varios brazos, o un cruce de aguas y fallas. Hay un estudio que eleva a 14 los cruces hallados en Chartres!

Según Fulcanelli (El Misterio de las catedrales) se escogían esos lugares con gran concentración de energía para que el penitente, cargado , experimentara una alteración de conciencia. España, pobre en este tipo de Laberintos tiene sin embargo en el Monasterio de San Pedro de Siresa, en Huesca, un Laberinto de tipo cretense, contiguo al crucero, que data del siglo XIII. Es una espiral de 12 círculos, hecha con cantos rodados colocados en espiga.

Sufrió una desafortunada reconstrucción, según el catedrático Esteban Lorente, en 1995, al recolocar parte del pavimento. A cambio se encontró este Cristo medieval con el ombligo en espiral.

EL RENACIMIENTO LOS SACA AL JARDÍN

En la Italia del Renacimiento los laberintos pierden su componente místico, comenzando a formar parte de jardines diseñados para alimentar al intelecto: Fuentes, estatuas y aberintos integran estos jardines aristocráticos, como el Parque de los Monstruos de Bomarzo.

De boj es el laberinto de Villa Pisani (Girolamo Frigimelica, 1.720) cerca de Venecia. Uno de los que mejor se han conservado. Tiene nueve círculos concéntricos y una torre central con una estatua de Minerva, diosa de la razón.

Se dice que el propio Napoleón se perdió en este laberinto en 1807

durante una visita a la villa italiana.

En Inglaterra, en cambio, los Laberintos de exterior comenzaron como Maze-turf-cut (excavados en el césped), como el de Safron Walden.

Pero cuando comenzaron a diseñarse los parques de las mansiones nobles, y con el desarrollo del arte Topiario, se pusieron de moda los laberintos de setos.

En inglés llaman MAZE a estos Laberintos multicursales o multiviarios. A diferencia de los clásicos o cretenses, con un solo camino, los Laberintos de seto se complican: hay una sola entrada pero múltiples caminos interiores que pueden llevar al centro, a un

ALGUNOS EJEMPLOS

El Palacio de Hampton Court conserva uno de los laberintos con los setos más antiguos de Gran Bretaña y una curiosa forma trapezoidal. No es tan grande como otros, pero si sorprendente por su edad: Fue construido por George London y Henry Wise en el año 1689, reinando Guillermo de Orange. Cientos de miles de personas visitan cada año este laberinto del que se habla en muchas novelas clásicas.

Los siglos XVI y XVII ven proliferar estos jardines laberínticos y secretos, escenarios de intrigas y romances, de los que la gran mayoría ya no existe. Como el de los jardines de Versalles, construido por encargo de Luis XIV. Lo diseñó André Le Nôtre, pero su contenido se debe a Perrault y LaFontaine.

Dejaré para ti toda la gloria (escribía Perrault a LaFontaine) siempre y cuando me garantices que pueda construir el Labyrinto, que amo con pasión y que casa tanto conmigo. Pues sabes que yo mismo soy un laberinto, en el que es fácil perderse.

Se contrataron veinte escultores para realizar más de 300 esculturas, muchas de ellas como fuentes de agua. El laberinto fue reemplazado durante el reinado de Luis XVI por el Bosquet de la Reine, que todavía pervive).

Se les llamaba también Laberintos de Amor o perdederos , porque a él acudían

a perderse los amantes .

El del castillo de Chenonceau construido para Catalina de Médicis, esposa de Enrique II de Francia, en 1.547. es circular, de más de una hectárea, con 2.000

tejos de un metro treinta de altura. En España el Laberinto más antiguo es el que hubo en los Reales Alcázares de Sevilla hasta 1.910.

Estaba en el jardín de la Cruz. Fue mandado construir por el CondeDuque de Olivares bajo el reinado de Felipe IV (siglo XVII). (Hay que saber que para la dinastía de los Austrias los Laberintos tenían un significado esotérico).

Estaba formado por setos de mirtos y arrayanes en cuyo centro se situaba un estanque con una réplica del mitológico Monte Parnaso, coronado por una fuente. El actual es de un fácil recorrido para familias con niños

El Parque de Horta, en Barcelona tiene uno de los Laberintos más conocidos de España. No es muy extenso, pero destaca por los elementos decorativos y el cuidado con el que fue diseñado por el arquitecto italiano Domenico Bagutti.

En Madrid tenemos el del Parque de El Capricho, que hay que ver desde fuera, porque, por razones de conservación no se permite adentrarse en él. Tiene 6.000 metros cuadrados, con setos de más de dos metros de altura, de plátanos, granados, y, en el centro, un árbol de Júpiter.

Y luego está el Laberinto de los jardines del Palacio de la Granja de San Ildefonso, construido por Dezallier d'Argenville en 1713. Ocupa un bosquete con 2.504 metros de paseos y 6.063 de setos de carpe y haya. Es una espiral central flanqueada por dos grupos de calles que doblan en ángulo recto y suelen acabar en puntos ciegos, sin salida.

Después de sufrir largos periodos de abandono y tres restauraciones -la última, entre 1985 y 1993-, sigue siendo uno de los más bellos rincones del Parque, sin duda, la máxima expresión del estilo francés

REGRESA LA MODA DE

LOS LABERINTOS

En las afueras de Parma Franco María Ricci, editor y mecenas, ha construido recientemente un Laberinto, Masone, con la idea de perderse y de volver a encontrarse . Está en un jardín de 7 hectáreas alrededor de la casa principal. Y es que, desde finales del siglo XX ha ido apareciendo un turismo de laberintos; se crean nuevos o se reconstruyen los antiguos Laberintos de jardín para que el público pueda visitarlos. Y además, a la sombra de la New Age, ha proliferado una nueva espiritualidad que utiliza el Laberinto como forma de interiorización para alcanzar la paz y el equilibrio, como un camino de realización.

Estos nuevos Laberintos espirituales se asemejan mucho a los Troiaburg, los Ciudad de Troya , un tipo de laberinto que existe en los países nórdicos y que ha perdurado desde su aparición 3.000 años A.C.

Formados por piedras colocadas en el suelo con la forma del tipo clásico o bien en espiral, se encuentran en zonas costeras de Suecia, Finlandia, Noruega e incluso en Rusia (islas Solovki) y Letonia. Hay más de 600 y se relacionan, al parecer, con la pesca, para lograr una buena captura.

Sólo en Costa Rica el arquitecto Ronald Esquivel ha construido más de diez de estos laberintos. Están basados en la Geometría sagrada y localizados en lugares telúricamente activos con el objetivo de conseguir una transformación de aquellos que los recorren. Que por cierto son muchos.

LABERINTO Y ARTE

Hoy el laberinto se utiliza en pruebas psicológicas, en juego de niños e incluso como pasatiempo. El desierto, las grandes metrópolis, y hasta Internet, se utilizan como metáfora de unos laberintos por los que el hombre actual discurre a lo largo de su vida entre ese perderse y encontrarse .

Y así se ha plasmado también en el Arte. Uno de los cuadros más enigmáticos del Renacimiento es el Retrato de hombre con Laberinto , de Bartolomeo Veneto. Muestra a un hombre de mirada extraviada, que tiene el símbolo bordado en el pecho. El centro de la figura, sin embargo, está tapado por una espada.

En el siglo XX, la obra de Escher, uno de los artistas más enigmáticos, se basa en piezas gráficas de figuras imposibles, laberintos, y mundos imaginarios. El Laberinto, el Minotauro, Dédalo, Teseo, Ariadna, han sido constante de pintores desde los tiempos clásicos hasta Leonora Carrington o Picasso, por citar algunos.

Tambien el cine ha utilizado el Laberinto en todas sus formas. La Dama de Shanghai , de 1947, en la que Orson Wells creó el famoso laberinto de espejos para la secuencia final con su entonces esposa Rita Hayworth. O la magistral secuencia de El resplandor , de Stanley Kubrick, en la que vemos la maqueta del laberinto y la realidad de éste.

Alicia en el País de las maravillas , al de Harry Potter y el cáliz de fuego , con vida propia y perverso. Y películas laberínticas: La onírica Origen, Dentro del Laberinto, El corredor del Laberinto, El Laberinto del Fauno, Laberinto de pasiones, No acabaríamos nunca.

Y aunque literariamente Dürrenmatt , Lawrence Durrell, Kafka, Italo Calvino, Umberto Eco han recurrido al Laberinto y su mito, han sido Borges y Cortázar los que Fue un cuadro de Watts el que inspiró a Borges su relato La casa de Asterión . El Minotauro, Asterión, es aquí la víctima y Teseo, el héroe, se convierte en verdugo. En Los Reyes , Cortázar sigue esa misma línea; cuando Asterión ve a Teseo percibe a su libertador: Al fin llega la muerte!. Al fin saldrá del Laberinto!. Y le dice: Asterión: -¿No comprendes que te estoy pidiendo que me mates, que te estoy pidiendo la vida?

Y el final de La Casa de Asterión dice así:

El sol de la mañana reverberó en la espada de bronce. Ya no quedaba ni un vestigio de sangre. ¿Lo creerás, Ariadna? -dijo Teseo-. El minotauro apenas se defendió.

Paz Fernández-Xesta

Periodista y miembro de la sociedad Española de Antropología y tradiciones populares.

PRÓXIMAMENTE Entrega del Premio Nacional y Diploma de Honor de Tradiciones Populares 2018

Cada año la Sociedad Española de Antropología y Tradiciones Populares concede los Premios Nacionales para estimular la autenticidad y los valores artísticos de las tradiciones populares. Durante todo el año sus asociados realizan trabajos de campo, que presentan en la Asamblea General en donde, por unanimidad, se decide quienes son los merecedores del Premio Anual de Tradiciones Populares y del Diploma de Honor. Este año se ha decidido que el Premio Nacional de Tradiciones Populares 2018 de la Sociedad Española de Antropología y Tradiciones Populares se otorgará a la "Asociación Cultural Amigos de la Vijanera " , de Silió (Cantabria) y Diploma de Honor de Tradiciones Populares a César Rodríguez.

LA VIJANERA

Cada primer domingo de año, en el mismo momento en el que el caos toma el mando de ese pequeño pueblo de Molledo en forma de una de las mascaradas más importantes de Europa, la Vijanera, un maremágnum de atavíos, simbolismo, tradición y locura desbordada que envuelve a todos los presentes.

Si preguntas a un vijanero cuándo comenzó esta celebración, te hablará de Altamira y de nuestros ancestros, que pintaron esas cuevas dejando imágenes muy parecidas a las que se pueden ver hoy día en la Vijanera.

El contacto con la naturaleza era mucho más puro y cercano y los chamanes invocaban y daban gracias a la Madre Tierra.

En la época prerromana, este vínculo con la Tierra seguiría fortaleciéndose, los cántabros adoraban a los bosques, a los ríos y a las montañas. Se cree que el nombre de la Vijanera, viene del dios romano Jano, que da nombre a uno de los picos que observan el Valle de Iguña, donde está Silió.

Con la llegada del cristianismo y como muchas otras tradiciones de origen pagano, la Vijanera fue vista con malos ojos. La tradición de las Vijanera continuó hasta el siglo XX en pueblos como Silió, Bostronizo, Las Fraguas o el Valle de Toranzo, pero con la llegada del régimen franquista acabaron por prohibirse.

Los organizadores y fieles guardianes de esta fiesta, Miguel Ángel y Cesar nos contaron que la Vijanera resurgió a partir del año 1984 y desde entonces cada primer domingo del año nuevo, los pequeños y mayores participan en esta festividad con mucha ilusión.

Los que hemos acudido a esta fiesta en 2018 estabamos encantados de compartir con ellos esta ilusión, arraigo a sus tradiciones y el amor que desprenden en todo lo que dicen y hacen.

El 22 de noviembre de 2018, presidente de la Sociedad Española de Antropología y Tradiciones Populares Ramos Perera impartirá una conferencia en casa de Cantabria La Vijanera de Silió hoy y sus posibles orígenes . Os esperamos.

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