Revista Metodista nº207

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Revista Metodista

“Pensamos y dejamos pensar” (Juan Wesley)

Número

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Revista Metodista Nº 207 julio/agosto 2013 Publicación de la Iglesia Metodista En el Uruguay (IMU) Oscar Villagrán: redactor responsable osvillagran@gmail.com Diseño: Andrea Desalvo andrea.desalvo@gmail.com Diseño de tapa: Luciana Villagrán luciana-villagran@hotmail.com Revista Metodista (RM) respeta la opinión de sus colaboradores. Los artículos firmados expresan única y exclusivamente el pensamiento de sus autores. Permitida la reproducción total o parcial de los artículos, citando su fuente. Agradecemos el envío de un ejemplar Oficinas Centrales: Barrios Amorín 1310 Teléfonos 2413 6552 – 2413 6554 Correo electrónico: iemu@adinet.com.uy Página web: www.imu.org.uy. Colaboran en este número: Mario Benedetti, Oscar Bolioli, Miguel Brun, Alberto D. Fraile Oliver, Lic. Silvia Peri, William Quinteros, Carolina Vallejo. Impresión: Artes Gráficas S.A. Porongos 3035 - Tel.: 2208 4888 info@artesgraficas.com.uy Depósito Legal Nº: 361.998/2013

sumario Editorial

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Y el viejo Weber…, tenía razón Carolina Vallejo

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Desde la presidencia Oscar Bolioli

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Teología de la Liberación Miguel Ángel Brun

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Hogar Amanecer Lic. Silvia Peri

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Por qué no consumir cannabis William Quinteros

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Resiliencia Alberto D. Fraile Oliver

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¿Qué les queda a los jóvenes? Mario Benedetti

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Editorial Iniciamos una nueva aventura de renovación. Como notarán este número tiene nuevo formato, menos páginas, más color y mejor papel. El objetivo es mejorar la comunicación entre Revista Metodista (RM) y todos sus lectores. Los temas que presentamos en este número son variados respondiendo a distintos intereses que hacen a las preocupaciones de un mundo cambiante. En este último tiempo la sociedad secular ha estado reconociendo la labor de distintos metodistas que han marcado un fuerte compromiso social y evangélico en la sociedad. Me refiero a los pastores Ademar Olivera y Emilio Castro declarados “Ciudadanos Ilustres de la ciudad de Montevideo” El comité del Frente Amplio “Alfredo Zitarroza” de Malvín con muy buena repuesta de público, ha homenajeado al pastor Emilio Castro, recientemente fallecido, En la primera semana de julio, la Sra. Intendenta de Montevideo prof. Ana Olivera ha declarado también “Ciudadano Ilustre de la Ciudad de Montevideo” al pastor Oscar Bolioli. En el próximo número de (RM) estaremos reseñando estas dos últimas actividades. Acercamos a nuestros lectores este nuevo esfuerzo, esperando que cumpla los objetivos y desafiándolos a que nos escriban con sugerencias para seguir mejorando este instrumento de comunicación que es responsabilidad de todos.

¡Hasta la próxima! Oscar Villagrán osvillagran@gmail.com

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Y el viejo Weber... tenía razón Carolina Vallejo

Si, el viejo Weber tenía razón ¿por qué preguntará un lector distraído? Y contesto: Si, tenía razón y lo reafirmo…por aquello del “desen-cantamiento del mundo”. Y no fue el único, mis amigos Marx y Engels creían en el debilitamiento indudable de la religión. Hay más…Durkheim hace referencia al declive de la religión. ¿Nefastos? No, certeros y hace varios siglos que lo vaticinaron. El que quiera escuchar que lo escuche… La desestructuración de las formas de solidaridad del pasado y el desmoronamiento social de los ideales religiosos son dos procesos que se incluyen mutuamente: la religión decae porque el cambio social merma la capacidad colectiva de crear ideales; la crisis de los ideales deshace los vínculos sociales. (Hervieu-Léger, 2005,47) Esto no significa la muerte de la religión sino su metamorfosis. Un cambio horizontal y vertical, un cambio para dar respuesta a las necesidades del ser humano del sigloXXI. La ciencia no puede hacerse cargo de las funciones de la religión, no puede responder a todas las preguntas del ser humano, no puede esclarecer cuestiones morales, ni en lo individual ni en lo colectivo. Ni la religión se termina, ni las instituciones religiosas se terminan… ahora bien se registra un cambio,decía antes- una metamorfosis .Esto nos debe hacer pensar en nuevas formas de religiosidad individual y colectiva. ¿Por qué? Porque hay nuevas necesidades, nuevas preguntas, nuevas demandas, nuevos retos, nuevas interrogantes esenciales y existenciales a los cuales dar respuesta. Esto conlleva a un cambio de adentro hacia fuera o

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cambiamos o nos cambian; no hay alternativa posible. Vivimos en un mundo secularizado y secularizador, el hombre está secularizado (Küng, 2008) lo que no significa que haya perdido su humanidad. Más allá de las heterogeneidades y de las fragmentaciones religiosas que inundan la sociedad toda…, de los vaticinios de ayer y de hoy: hora de dar respuestas, es nuestra humanidad. Unos dentro, otros fuera en distintas posiciones con distintas disposiciones en el espacio sagrado (espacio de culto) o espacio profano (sociedad); en fin donde nos toque estar. No podemos estar todos en el mismo lugar pero desde nuestro lugar o desde nuestros lugares el compromiso en la lucha; sin compromiso no hay transformación posible. Y el viejo Weber tenía razón, claro que si,…-el desencantamiento del mundo- pero algo siempre se puede y debe hacer. Eso si, depende de nosotros.

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Después de cuarenta años Oscar Bolioli

an pasado cuarenta años desde aquel viernes 27 de Junio de 1973 cuando muchos nos preguntábamos que sermón podríamos pronunciar el domingo. Si bien los acontecimientos indicaban claramente que íbamos al fin del poder Legislativo, después de ver como el poder Ejecutivo y Judicial quedaron por el camino, no dejó de sorprendernos. Nuestra generación no tenía ninguna experiencia de vivir bajo un golpe de Estado. Nuestros padres tuvieron aquella relativamente efímera experiencia de Terra, cuarenta años antes. La Iglesia en los años anteriores al golpe, sufrió la detención de varios pastores y laicos que culminaron con la bomba del 14 de abril de 1972 que en señal de advertencia destrozó la fachada de la Iglesia Central.

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“hay que juzgarlos y automáticamente liberarlos”. Lo importante es la verdad y la justicia frente a la ciudadanía, lo demás es superable. Algo similar hizo el Presidente Mandela para lograr la reconciliación en Sudáfrica. Ese vacío de verdad y justicia mantiene aún una herida muy profunda que no se puede pretender solucionar con el olvido. Por otro lado la generación de los nietos de quienes vivieron aquellos años, el pasado traumático de sus entornos no es la dictadura sino la crisis del 2002 según sus profesores de Liceo. Lo dialogué con mi nieto que está en esa generación y la respuesta fue similar. El entiende la dictadura como un hecho histórico traumatizante que hay que conocer y está. Pero en su generación hay otros hechos distintos que son traumáticos para ellos y no son resueltos.

Qué hacer? La prudencia indicaba a muchas denominaciones retirarse y recluirse dentro de sus Templos. Las autoridades de la IEMU decidieron vivir la respuesta del Evangelio que nos llama a extender la mano y a proteger el caído aún sin tener conocimiento de la magnitud de lo que estaba aconteciendo. Fue vivir como dijera Dietrich Bonhoeffer la gracia costosa…” costosa porque llama al seguimiento, es Gracia porque llama al seguimiento de Jesucristo; es cara porque le cuesta al humano la vida, es Gracia porque le regala la vida.” La herencia de compromiso del movimiento Metodista fue asumido en la defensa de la vida, la dignidad humana y la Constitución. Debemos recordar con gratitud el fuerte apoyo y acompañamiento que recibimos de la Iglesia Metodista Unida de Estados Unidos y del Consejo Mundial de Iglesias en ese testimonio.

A cuarenta años no estamos en situación de conocer la verdad para vivir en justicia, por el contrario pareciera que se quiere evadir. Hace unos cinco años atrás escribíamos que era tiempo de pedir perdón, porque todos debemos hacernos responsables. Pero todavía no sabemos a quien perdonar o nos perdone. Cada cual tiene su manera de resolver su accionar. Pero la solución mas cruel e inhumana es la del silencio como si nada paso .Como Iglesia deberíamos preguntarnos como en aquel viernes de junio del 73 que acción, que palabra anunciar como parte del Pueblo de Dios que nos lleve últimamente a la reconciliación como resultado de la verdad y la justicia

A cuarenta años, aún no se han podido cerrar las heridas que dejaron aquellos años. Ha habido la ausencia en nuestra sociedad de trabajar este tema, en la verdad que nos lleve a la justicia. Recuerdo hace años en un coloquio con el Gral. Liber Seregni, le pregunté: Ud. como militar como resolvería el tema de la responsabilidad de militares en abusos y crímenes cometidos. Me respondió:

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Hay lecciones que aprendimos de aquellos tiempos que no deberíamos olvidar. Una no pensar que “nada se puede hacer” .En lo peor de la noche tenemos que aprender a hacer cosas diferentes. Cuando todo parece cerrarse hay un espacio dentro de nosotros para ser creativos. Redescubrir nuestra razón, no somos una ONG, sino una comunidad de fe que redescubre dinámicamente su misión. Es tiempo de consolar, es tiempo de tender la mano, de crear el espacio para el que fue humillado, es abrir ventanas, en recrear la espera.

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Testimonio

De la Teología de la Liberación a la Teología del Exilio Pastor Miguel Ángel Brun

– Dependencia, subdesarrollo y sumisión de la A.L. La Teología de la Liberación surgió en América Latina como consecuencia y en reacción de los miembros de la población guiados por la fe a dos formas de opresión diferentes, pero que actuaban de común acuerdo. Dos yugos complementarios sobre la cerviz latinoamericana, articulados en un mismo sistema y en una total sincronía de funcionamiento. Tales causas de la situación de opresión eran en primer lugar el subdesarrollo creador de dependencia, cultivado muy de cerca por el imperialismo norteamericano bajo la administración estadounidense. Y por otro lado las políticas gubernamentales nacionales vasallos y cómplices al servicio del Imperio, aunque con cierta teórica autonomía nacional, que en el fondo no existía pues disponían de un insignificante margen de maniobras. Las políticas nacionales eran determinadas por ese mismo poder opresor global, y en ningún caso ellas lograban disponer de la indispensable autonomía para tomar decisiones favorables a las economías locales. Era imposible decidir orientaciones que privilegiaran el interés de los pueblos en favor de su propio desarrollo, pues todo estaba estructurado en función de los intereses dominantes del Imperio, y Latinoamérica era tratada como una mera fuente de recursos para el desarrollo del Norte. Igual consideración era destinada al Africa y al Asia. En la mayor parte de los casos el resultado era arduamente sufrido por gente agobiada por la situación y las violencias de la dependencia percibidas como penurias cada vez más difíciles de s o b r e l l e v a r. D e m o d o q u e l a c o n d i c i ó n latinoamericana se tornó progresivamente arbitraria e insoportable por su carácter injusto privando a la población común e incluso a los privilegiados de sus elementales derechos. La política concebida fuera de las fronteras nacionales de hecho ignoraba la legitimidad y la dignidad autóctonas. Si una relativa soberanía puramente virtual era posible en el dominio del discurso y del lenguaje –ello con la finalidad de crear una falsa ilusión de independencia- ésta no existía en el nivel de las decisiones y de su concreción. 6 | REVISTA METODISTA

Ello creaba en general, y más particularmente en la gente más consciente, un estado de ánimo y una atmósfera moral envuelta en una tonalidad de gris brumoso, y una visión de la realidad depresiva y sin posibilidades de futuro, constatando cada vez con mayor convicción que éramos el subcontienente marginal, algo así como el patio trasero y de servicio de la suntuosa mansión señorial imperial. Latinoamerica se transformaba así en una dependencia del Infierno de Dante –en su "Divina Comedia"- sobre cuya entrada lucía el fatal slogan "Dejad toda esperanza vosotros los que entráis". – La esperada luz de la alborada. Pero en la década de los años sesenta, una refrescante brisa de liberación sopló sobre el continente latinoamericano, que hasta entonces había sido descrito con razón por Eduardo Galeano como padeciendo la aflicción de ver sus "venas abiertas". Desde el tiempo colonial de una impuesta sumisión a España, pasando por los turnos de varios imperios, la América Latina había sido permanentemente expoliada sin obtener compensación alguna. El nuevo aire liberador de los años sesenta se abría paso a través de una gratificante corriente suscitadora de nuevas esperanzas. Ello gracias a sucesos como la revolución cubana (1956) conducida por Fidel Castro, que derrocó al tirano Fulgencio Batista. Éste, candidato del imperio del Norte desbordado por Fidel Castro huyó en 1959 a ciudad Trujillo. Cuba fue muy pronto seguida y secundada por gobiernos progresistas que ascendieron por la vía electoral en Brasil, Argentina, Bolivia, Chile o por el mentado peruanismo de los militares nacionalistas en Perú que reinvindicaban una postura progresista, autonomista y antiimperialista. Se trataba de un simultáneo despertar de las conciencias, seguido por una unánime voluntad de acceso a la liberación. Los matices ideológicos eran diversos, pero todos convergían en el común deseo de liberación. La jubilosa alegría llegaba al punto de inundar de esperanza al cancionero popular, de manera que éste abundaba en canciones de avanzada proclamando la "llamarada alumbrando al mundo entero": Nº 207 | junio-julio 2013


"Larai, larai, larai, larai larelero, qué linda la madrugada con ese sol trafoguero. Cuando se haga llamarada va a alumbrar al mundo entero. Larai, larai, larai, larai larelero, ¡qué linda la llamarada alumbrando al mundo entero!" (Canción que aparece en la discografía de Daniel Viglietti -"Canciones Chuecas" -Montevideo- 1971 -Nº 9, "La llamarada"- de Julian García y Jorge Salerno). En toda la América Latina podía oírse al cantautor uruguayo Daniel Viglietti entonando al compás de su virtuosa guitarra el conocido canto: "La América Latina ya lo está anunciando es la liberación la que se va acercando". En este contexto las Iglesias se interrogaban sobre el sentido histórico del tiempo actual, a la manera de Jesús frente a los retoños de la higuera, leyendo en ellos la proximidad del verano. La liberación parecía hallarse al alcance de la mano, y Dios era quien conducía a los pueblos hacia ella. De modo que la temática teológica tanto en el Catolicismo como en el Protestantismo iba siendo progresivamente impregnada por la visión de un Dios Creador que guiaba a sus criaturas hacia la liberación. – La deducción como método de reflexión de la teología. Hasta ese momento, la tendencia de la teología se había basado en el método que en filosofía se designa como deducción. El mismo consiste en partir desde principios generales caracterizados por cierta naturaleza abstracta y en ir descendiendo por vía de la reflexión hacia conclusiones particulares. Aquello de "todos los hombres son mortales (afirmación general), yo soy hombre (consideración particular), por lo tanto soy mortal (conclusión final)". Pero en la práctica, este método de la deducción mostraba alejarnos temáticamente de una teología de la realidad candente, esencial y actual, pues se interesaba más en las generalidades abstractas que en lo cotidiano concreto y urgente. Lo candente era desplazado por lo reflexivo. Más que abordar la realidad la deducción teológica divagaba en especulaciones. Pero la nueva brisa liberadora, anunciando el verano como los brotes de la higuera de la historia mostraba sus signos favorables e imponía en cierta forma la prioridad y la importancia del acontecer cotidiano. Nº 207 | junio-julio 2013

Ello en el terreno concreto donde diversos rasgos humanizadores se manifestaban. Todo invitaba a leer aquellos signos reveladores a la manera de Jesús, viendo en ellos la acción de Dios como conductor de la historia. Las iglesias en general, movidas por la nueva mística liberadora matizada por un discreto compromiso político, buscaban una lectura del Evangelio concordante con el movimiento renovador que se percibía en el aire del tiempo. En la Iglesia católica la tendencia iba hacia una inclinación progresista que se concretó finalmente en la Conferencia realizada en Medellín. simultáneamente al Concilio Vaticano II. Similarmente, las Iglesias protestantes de América Latina como fruto de varias Conferencias y Consultas en Asia, Africa y Latinoamérica, estudiando "Los Rápidos Cambios Sociales" (tema condensado por el Dr. Paul Abrecht en su libro portador de ese título (Ed. la Aurora 1961), creamos el movimiento de I.S.A.L (Iglesia y Sociedad para América Latina del que fui presidente de la Región uruguaya durante varios años. Hasta entonces, la fe había sido pensada por vía deductiva en términos de una teología occidental tradicional elaborada en los países ricos, partiendo desde una revelación bíblica pero válida de modo eterno y universal desde la cual hipotéticamente debía descenderse hacia el sentido particular del aquí y del ahora del tiempo presente. Eso desvalorizaba la importancia inmanente de la realidad histórica para poner todo el acento en la inmortalidad de la eternidad. "Si sufrimos aquí reinaremos allá" cantaba un himno protestante que entoné muchas veces durante mi juventud en las Iglesias Metodistas de Trinidad y de la Aguada en Montevideo. Pero en la práctica, el resultado de esta teología era que a lo largo de este descenso deductivo, la interpretación se dispersaba siempre en generalidades o disgresiones de tendencia abstracta. Tal tendencia se mostraba evasiva y carente de la intención de resolver la urgencia de las necesidades candentes de la realidad. Muy raras veces se lograba enfocar la atención sobre problemas como las relaciones políticas entre los poderes, las dificultades económicas de los pueblos, u otros factores dolorosos pero olvidados como el subdesarrollo, la dependencia, la opresión y la sumisión, la explotación, la pobreza, la desocupación, la marginalización de la gente. –La inducción: otro método de reflexión teológica. 1968 fue un año emblemático en que –siendo profesor de teología sistemática en el Seminario Evangélico Menonita de Montevideo- y habiendo escrito en su publicación "Rincón Teológico" –dirigida REVISTA METODISTA | 7


por el profesor Laverne Rutschman- un artículo sobre los métodos de la exégesis bíblica, en plena revolución cultural latinoamericana del año 1968, propuse en un Instituto de Pastores Menonitas, Valdenses y Metodistas en el Centro Emanuel de Colonia Valdense- sobre mi tema de Teología de la Liberación : Mi propuesta era la de invertir el método teológico de reflexión abandonando la ambigua deducción –filosófica- para venir a la inducción –científica. Ésta nos garantizaba una adhesión y una pertinencia mucho más próxima a la realidad concreta que la anterior deducción. Pues con la inducción era posible poner en valor la realidad de cada día. Ella consiste, en efecto, en partir de lo particular singular –es decir lo concreto- para ir hacia lo general universal del texto bíblico. Podemos afirmar que en la inducción los factores que fijan o determinan el tema son la agenda temporal y el acontecer cotidiano con sus hechos singulares, y lo general que da la respuesta es la Biblia. En otras palabras la base de partida era el tiempo presente y el acontecer que él contiene: El "ahora" y lo que ocurre en su "aquí". No se va entonces más desde la Biblia hacia la realidad actual, sino al revés desde la realidad actual hacia la Biblia. Pero la Biblia mantiene su centralidad en materia de aportar el sentido. Pues la Biblia, para hablarnos necesita saber a cuál problema queremos aportar una respuesta. Ella habla al lector en su situación, y aunque aparentemente silenciosa y muda ella responde a cada uno según su necesidad. La historia con sus hechos corrientes sería el factor que llamaría la atención exponiendo su problemática, y a partir de allí los teólogos interrogaríamos la Biblia y meditaríamos en el mensaje de la Palabra. Eso revelaría un sentido que se pondría de manifiesto como proveniente de la autoridad de la Palabra pero ahora en relación a los hechos ocurridos. Era cuestión de despegar del acontecer histórico real, es decir desde el "Hic et Nunc" de los antiguos latinos, el "aquí y ahora" nuestro de los sucesos cotidianos, para ascender hacia la revelación de Dios que nos ilumina dicha situación a través de su Palabra. Es decir, que se avanzaba entonces desde la historia y su dinámica por la vía de la interrogación hacia la Palabra del corpus bíblico que permite la interpretación proveyendo la respuesta. – Analogías entre los profetas y los rehenes resistentes. Pero el poder opresor dominante fue brutal y lo fue en proporción a nuestra acción. La intensidad de aquella reacción represiva de la oficialidad dominante dió en buena parte la medida de la militancia civil y cristiana que la provocaba. Pues la

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intensidad de la violencia de la represión era proporcional al riesgo que la resistencia de la oposición le hacía correr al poder. De modo que Raúl Sendic (padre), José Mujica el actual presidente del Uruguay, y algunos otros de los rehennes de la dictadura, presos en el foso de una cisterna –el fondo de un algibe- vivieron la misma forma de castigo represivo que Jeremías recluído también en una cisterna (Je. 38.9). Varios de los presos menos pesados –de los cuales yo era uno- pasamos sin embargo por experiencias suficientemente duras como para marcarnos y haber dejado incluso secuelas permanentes en nuestras vidas. Yo perdí un 40% del rendimiento de mis oídos, tres dientes que fueron reparados por un dentista en Francia y sufrí una operación quirúrgica al llegar a Lorena debido a las secuelas en la próstata. Otros con menos margen de maniobra perdieron sus vidas a causa de tales tratamientos y secuelas. Fué el caso de Raúl Sendic –padre- que contrajo en la profundidad insensata de aquel frío y húmedo pozo inhumano que fuera su celda subterránea, la grave enfermedad neurológica evolutiva llamada "Gran Mal de Charcot" (Charcot fue el médico francés que descubrió y estudió la enfermedad que puso fin a la vida de Raúl). En pleno tratamiento de su enfermedad en Paris Raúl me hizo una visita al Presbiterio de la Iglesia Reformada Saint Paul de Estrasburgo durante mi pastorado en esta Iglesia que serví durante 7 años (1984-1991). Era la más grande Iglesia protestante de Francia y estaba asentada en el Campus del Palacio Universitario y en el barrio del Parlamento Europeo de la Orangerie en Estrasburgo. Con Raúl éramos antiguos compañeros pues durante nuestra adolescencia habíamos sido amigos en la Escuela de Varones y en el Liceo Departamental Nº2 de Trinidad, Flores, Uruguay. En aquella visita que Raúl me hiciera, mi hija Ana Beatriz nos sacó dos fotos que son las últimas de Raúl Sendic, pues tres meses después él fallecería llevado por su implacable enfermedad. En la primera foto estabamos mirando informaciones en la televisión y en la segunda nos estamos despidiendo. Tuve oportunidad de regalarle a Raúl Sendic -hijoesas dos últimas fotos de su abnegado padre en mi viaje a Montevideo en Mayo último 2013 acompañado por mi fiel amigo y guía el pastor Diego Frisch de la Iglesia Metodista del Uruguay (IMU). – La inducción funda las leyes, pero no sólo en ciencias Estas regiones existenciales de la realidad tan cercanas e íntimas, tan hondas en amistad y en afectividad humanas, nos muestran que la realidad concreta es fecunda en la totalidad del dominio

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existencial. Por eso mismo la misma inducción que es capaz de promover la dimensión política es capaz también de nutrir la espiritualidad por ser particularmente completa en contenidos afectivos. Porque la inducción que parte de la realidad cotidiana, viva, actual, candente y palpitante, está estrechamente pegada a la vida y la vida es la experiencia cotidiana ricamente impregnada y amasada en humanidad. Es también así –a partir de lo concreto, vigente y actual, y por vía de la inducción- como proceden los científicos elaboradores de las leyes generales a partir de las experiencias particulares. En contacto con los hechos singulares, particulares, cotidianos, comunes a la vida, ellos dicen: "esta piedrecita librada a su propio peso cae en dirección de la vertical". "Esta otra hace lo mismo", "con esta tercera ocurre igual". Después de continuar repitiendo varias veces una misma experiencia en el dominio concreto, real y particular, los científicos terminan extrayendo a partir de diversas constataciones particulares una ley que es una generalisación universal de un fenómeno que se repite siempre en circunstancias similares. La ley sobre la caída de los diversos cuerpos dice: "todos los cuerpos librados a su propio peso, caen hacia el centro de la tierra en dirección de la vertical". Fue el primer paso en el descubrimiento de la gravitación universal oficiado por Newton y que él percibió lúcidamente en la caída de una manzana. La ley enunciada por este sabio determinó que dos cuerpos se atraen entre sí con una intensidad proporcional a sus masas e inversamente proporcional al cuadrado de la distancia que los separa. La inducción va así, tanto en la ciencia como ahora en la Teología de la Liberación desde los hechos particulares hacia la Ley general universal. La diferencia entre la teología y las otras ciencias consiste en que la inducción en teología no elabora la ley, esto es, no es ella la que extrae la conclusión a partir de los planteos concretos de un problema particular –pues la ley o la conclusión determinante del comportamiento, la da la Revelación de Diossino que sólo ascendemos desde nuestra realidad hacia ella, ahora para consultarla. Pero el proceso inductivo es similar en el sentido de que se parte en ambos casos –teología o ciencias físicas- de lo concreto particular dirigiéndo el razonamiento hacia lo universal de la ley o de la revelación, a la manera de los Profetas y a la luz de la fe. – La inducción hace de la teología una ciencia cultural. Tanto en teología como en ciencia, se asciende a partir de la realidad observada en lo concreto de la vida, hacia la verdad universal que se sitúa sea en el

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dominio del Evangelio o sea en la fenomenología de una ley física con validez universal. "Respetando a la teología como ciencia de la cultura" –les decía a mis amigos estudiantes en el Seminario- "es natural que en teología utilicemos el método científico de inducción". Porque la inducción es lo propio de la ciencia. Al mismo tiempo que con ello la teología ganaba en seriedad como ciencia al utilizar los teólogos el procedimiento típicamente científico de la inducción, eso nos permitía –ahora a los teólogosla preservación del contacto con la realidad evitando perdernos o desviarnos en divagaciones abstractas a lo largo de la reflexión. Porque la inducción parte siempre de la realidad inmediata, de los hechos cotidianos, de lo concreto más familiar. La inducción como método orientado hacia la realidad se pega a lo concreto y explora los hechos desde su viva inmediatez. En efecto, partiendo del acontecer concreto y de las experiencias históricas vividas cotidianamente, es mucho más difícil extraviarse y evadirse en divagaciones generales que cuando se parte de generalidades diversas, abstractas y nebulosas. El hombre o la mujer desocupados vivirán su problema de falta de trabajo de manera más realista y eficaz si parten de circunstancias laborales, procurando una solución sindicalista, una formación profesional o un empleo en la bolsa de trabajo, que si parten de abstracciones filosóficas generales sobre el sentido de la vida o sobre la noción ilusoria del tiempo. En la década de 1960, como la realidad inmediata nos mostraba que la América Latina iba hacia la liberación, fuimos históricamente estimulados a tomar en serio aquella realidad como punto de partida para meditar la teología. Nos pusimos entonces a leer la Biblia desde el punto de vista de nuestra experiencia política cotidiana, y terminamos necesariamente en una Teología de la Liberación. Con cierta anterioridad yo me había adelantado proponiendo meditar la teología desde la realidad y de manera inductiva. Percibimos que la nueva tendencia bastante general de los diversos gobiernos latinoamericanos era la de poner en valor los derechos nacionales y de exigir a los poderes internacionales una mayor autonomía y a las relaciones económicas una mayor justicia en materia de derechos de soberanía y de precios. Naturalmente en la Biblia descubrimos en el Pentateuco el enorme y magnífico símbolo del Éxodo por el que Dios liberaba al pueblo cautivo bajo Faraón haciéndolo salir a través del desierto hacia Canaán en medio del milagro de las aguas abiertas del Mar Rojo (Ex. 14 y 15).

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– Diciendo la salvación en términos de liberación. No perdimos el tiempo, pues al descubrir la pertinencia de la inducción como método de los Profetas adoptada por nuestra Teología de la Liberación, dejábamos las bases sentadas para una exégesis de la Biblia en la que resultara imposible o por lo menos difícil alejarse de la realidad concreta. En un pequeño opúsculo de unas 50 páginas que resumió las conferencias que dí en el Instituto de Pastores del Centro Emmanuel de Colonia Valdense –antes mencionado- publicado por la editorial Comunidad del Sur de Montevideo en 1970, yo escribía: "A poco de examinar el sentido con que la palabra "salvación" se usa en la Biblia, entendemos que su contenido podría ser más fielmente expresado en nuestro tiempo por la palabra "liberación". Pues el plan de Dios consiste en liberar a su pueblo de todo cuanto pueda obstaculizar su destino o distorcionar su identidad. En el Antiguo Testamento , la idea de "salvación" se expresa con una palabra cuya raíz significa "tener espacio", "disponer de lugar", "estar en amplitud", "desarrollarse sin impedimento", "gozar de libertad", y por supuesto quien necesita liberación es el que se encuentra oprimido y su salvación consiste en la liberación del agente opresor". Éste fue el primer y único cuaderno editado por el Centro de Estudios Cristiano del Río de la Plata (el Nº 1) pues inmediatamente después de su aparición y distribución por toda América Latina, las Fuerzas Conjuntas –militares y policiales- prohibieron la continuación de su publicación e incautaron todos los ejemplares restantes de dicho cuaderno –del cual subsisten sin embargo aún varios ejemplares en manos de los previsores posesores que los preservamos. En el mismo yo proponía "una interpretación de la Biblia que le diera a los cristianos el pan de la liberación y no las piedras de una alienación opresora para nada pertinente". El presidente de Iglesia y Sociedad para América Latina, Luis E. Odell, envió en 5 mil ejemplares este cuadernillo "Concepto Cristiano de la Salvación Hoy" a todos los centros culturales eclesiásticos cristianos del continente, iglesias y presbiterios, seminarios y facultades, conventos, monasterios y bibliotecas. El cuadernillo funcionó como una semilla dispersada por el viento, pues en pocos meses por toda América Latina surgieron decenas y cientos de publicaciones yendo en la misma línea, es decir diciendo la salvación en términos de liberación. En ese cuaderno documento de tapas verdes yo proponía adoptar un lenguaje y una exégesis

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liberadores a la Iglesias latinoamericanas y desarrollar una Teología de la Liberación para todo el continente. – Mortimer Arias: "salvación es liberación". Otro teólogo que aportó un segundo testimonio, similar aunque indirecto sobre el origen de la lingüística teológica de la liberación –y también amigo de mi infancia y juventud en el interior del Uruguay, fue pastor y luego Obispo de la Iglesia Metodista reverendo Mortimer Arias, con quien nunca tuvimos oportunidad de hablar sobre este tema, pero que como lúcido pionero historiador de la Teología de la Liberación publicó un libro introductorio titulado "Salvación es Liberación" (Editorial La Aurora, Buenos Aires 1973), efectuando en orden cronológico la lista ordenada de todos los libros que fueron siendo publicados a lo largo del tiempo sobre dicha teología. El Obispo Mortimer Arias, organizando por orden temporal y por los años de su publicación los diversos libros aparecidos sobre "La teología de la liberación", y en particular en referencia al estudio del tema "La Salvación Hoy" orientado hacia la preparación de la pasada Conferencia de la Comisión de Evangelismo y Misión Mundial que se reunió en 1972 en Bangkok, Thailandia. le atribuye a mi cuaderno el número 1 en la serie de notas enunciadoras de los diversos textos, comentando en dicha nota: "Una contribución latinoamericana a este estudio previo (del tema "la Salvación Hoy"), fue el librito de Miguel A. Brun, "Concepto Cristiano de la Salvación Hoy, Montevideo, CEC, 1970". El mismo cuaderno que me editó la Comunidad del Sur de Montevideo, para el Centro de Estudios Cristianos del Río de la Plata, exponía un extracto de la nueva orientación teológica de la Teología de la Liberación sugiriendo los temas que debería desarrollar y dando un resumen de cada lineamiento bíblico teológico. No se trataba de una teología reductoramente política, pero sí abría la responsabilidad del cristiano a una presencia en el universo ciudadano con conciencia clara de la función de los poderes y de la importancia de actuar sobre ellos, procurando modificar las condiciones sociales, políticas y La finalidad buscada por mi proyecto de Teología de la Liberación era la de aportar a la América Latina y por medio de la levadura del Evangelio un potencial eficazmente movilizador, creador y vivificador. Se trataba de un fermento liberador y realizador. Como don comunicador de la verdad, de la justicia y del amor, de la paz y de la libertad, valores que Dios promueve en el mundo. económicas a partir del poder electoral.

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– La gestación de una nueva teología en Uruguay. Se trataba de una teología sumamente protestante por su triple asiento en Cristo, en la Biblia y en la fe. Sumamente cercana a las fuentes de los Reformadores, de los Profetas del Antiguo Testamento y de su común exigencia de justicia, de paz, de amor y de libertad. El ministerio de Cristo era sobre todo vivido y concebido en la Teología de la Liberación como centrado en el rol liberador de Jesucristo como Agente central de la salvación global de la criatura humana. En cuanto a la salvación misma, sugerí percibirla bajo el ángulo franco, completo e integral de la liberación. Una liberación que no era solamente espiritual como frecuentemente se la concebía en la teología de la salvación clásica occidental, como "salvación del alma", silenciando la dimensión material como inferior e indeseable. En la teología tradicional el cuerpo era visto como la cárcel del espíritu y por eso mismo era digno de ser desvalorizado. En el catolicismo ello provocó las flagelaciones, y el retiro en los claustros para evitar las tentaciones. En el protestantismo puritano ello creó cierta desconfianza hacia la sexualidad. Lo propio de la Teología de la Liberación fue poner en valor la dimensión concreta, histórica, y el valor material de la creación, pues Dios creó el universo material y vió que era bueno, según las Escrituras, que recuperaron la dignidad de la dimensión concreta y de la dimensión material de la vida, incluídos los dominios de la economía, la política, el trabajo, la ecología, la sexualidad, la paternidad y la maternidad, la familia, la sociedad humana y la ciudad en todos sus términos de civismo de derecho y de ética. De manera muy rápida y en muy poco tiempo el cuaderno se difundió y poco tiempo después, comenzaron a florecer en toda América Latina decenas y pronto cientos de trabajos sobre la Teología de la Liberación. John Howard Yoder, teólogo anabautista que se aplicó a fondo al estudio de la Teolog a de la Liberación publicó un extenso artículo en la Revista "The Review of Politics" de la Universidad de Notre Dame (Editorial Intern - Alan Gibson) –edición de Spring 1990- (ps. 285-296) en donde comenta los comienzos de la Teología de la Liberación bajo el título de "Comienzos y –temas tomados en préstamo" (en inglés V. "Beginnings and Borrowings") en donde afirma: "En el universo lingüístico hispano de nuestra generación, la selección del término "libertad" como sinónimo apropiado para salvación, y de la justicia social como agenda de la iglesia, fue prefigurada por Nº 207 | junio-julio 2013

el centro de Iglesia y Sociedad radicado en Montevideo. Una amplia entidad interprotestante poseyendo vínculos con el Consejo Mundial de Iglesias. Miguel Angel Brun, Metodista del Uruguay (entonces presidente uruguayo de Iglesia y Sociedad) escribió en 1970 su "Concepto Cristiano de la Salvación Hoy", la primera publicación de la serie Cuadernos del Centro de Estudios Cristianos del Río de la Plata, también una agencia ecuménica predominantemente Protestante. Brun (que inmediatamente después pasó más de un año en prisión y que actualmente como pastor emigrado ejerce su pastorado en la parroquia Saint Paul de Strasbourg en la Iglesia Reformada de Alsacia y de Lorena) precedió así a Gustavo Gutierrez en varios meses en el uso de la retórica de la "liberación" como la manera correcta para decir "salvación". El texto de Brun no fue desarrollado tanto como el de Gutierrez que apareció como el buque insignia en la exposición de los argumentos bíblicos ... Lo interesante es que el proyecto de Brun más que reclamar estar inventando una teología política buscaba simplemente clarificar conceptos y corregir nociones confusas e inadecuadas a la luz de la Biblia marcando la importancia de la dimensión liberadora de la salvación, pero en el marco de una fe auténticamente cristiana y bíblica". – Prisión y exilio: precio de la Teología de la Liberación. El resultado dramático fue que los militares nos detuvieron a mí y a mi esposa Angélica De Vita Brun. Ocuparon nuestro domicilio y expropiaron los ejemplares restantes (un millar aproximadamente) de los cuadernos sobrantes sobre los otros cinco mil que Luis E. Odell había expedido a toda la América Latina y cuyo excedente yo había depositado en el garage de nuestra casa. Pero el Espíritu había hecho lo necesario para que la semilla de la Teología de la Liberación se esparciera de manerra general por todo el continente y de manera simultánea en todos los países y corrientes cristianas. También previó el Espíritu que diversos teólogos que dispusieron de tiempo por no haber vivido la penosa historia de la prisión y del exilio pudieran enunciar y desarrollar de manera plena, fiel, eficaz, clara y correcta el proyecto teológico esbozado en mi pequeño cuaderno. Por supuesto que mi propio sueño de terminar el desarrollo de la reflexión sobre el tema teológico de la Liberación, bajo forma de un libro, se vió frustrado por nuestra detención y futura prisión de 14 meses, seguida por el forzado exilio que nos retuvo en Francia y que se prolongó durante los 15 años de la dictadura. A continuación, el exilio adoptó un rostro

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definitivo, pues muy naturalmente, y en razón del crecimiento de nuestros hijos, su formalización de parejas conyugales y el futuro nacimiento de nuestros seis nietos y nietas en Francia constituyó el futuro de nuestra familia en la hospitalaria tierra de adopción francesa y no en nuestra patria de origen. En casos como el nuestro, el exiliado es tironeado desde sus dos extremos. Su país de origen lo llama desde el pasado. Su país de adopción lo llama desde el futuro. La familia dejada en origen y la familia crecida en exilio constituyen sin embargo una misma realidad, pues el árbol no puede ni renunciar a sus raíces y a su tronco, ni a sus ramas, a sus flores o a sus frutos. Por fortuna el Padre quiso que otros lúcidos y fieles teólogos protestantes y católicos que continuaron disponiendo de la libertad indispensable para escribir y para permanecer en sus países latinoamericanos pudieron recibir la antorcha y a su vez continuar transmitiéndola para que la luz teológica de la liberación continuara divulgándose y encendiendo nuevas llamas en todos los rincones del continente e incluso afuera de él. De modo que el promisorio y generoso canto de Viglietti sobre el anuncio liberador de la América Latina, y nuestra visión teológica abierta hacia una "nueva tierra y un nuevo cielo liberados", similarmente a la entrada personal de Moisés en la Tierra Prometida por un lado quedó en una pausa de invernación indefinida, pero por otro lado hizo sonar la diana temprana anunciadora del despertar del alba. Si Moisés, habiendo atravesado el Mar Rojo no pudo ver el Jordán ni poner sus pies en tierra de Canaán, Josué y sus hombres y la descendencia restante de Jacob pudieron hacerlo. Tal como el colonialismo de antaño, el imperialismo moderno no cede a las posibilidades de liberar tan suculenta presa como la América Latina. La tendencia actual de la geopolítica latinoamericana es la de negociar con sensibilidad social y vocación nacional. Con evidentes limitaciones de los márgenes de maniobras, pero procurando obtener el máximo de autonomía política y de recursos económicos posibles. En tensión aguda con las concesiones y los beneficios otorgados a los poderes imperiales dominantes. Mientras tanto, el potencial creador de la América Latina, la vitalidad de su gente, la riqueza de sus recursos, la potencia de los países emergentes, sus reservas y valores materiales y morales son tan imprevisibles, que la historia muestra desgastar la resistencia del imperio y desarrollar progresivamente el potencial de los hasta ahora sometidos pueblos. El tiempo juega en favor de la liberación.

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– Victor Hugo y los dos pilares del exilio. La fábula de Esopo sigue vigente y el león sigue tomando la mejor porción de su botín, porque para eso precisamente, "es el león". Pero su tiempo está contado. La experiencia de la prisión, del exilio y de la vida expatriada me condujeron a concebir y a elaborar en Francia una nueva visión teológica, "la Teología del Exilio", que no abandona, pero que completa corrigiéndola la anterior visión de la "Teología de la Liberación". De donde se podría afirmar que "la Teología del Exilio" es una Teología de la Liberación para ser vivida y meditada en un tiempo y un contexto de expectativa y de exilio". El interés de "la Teología del Exilio" radica en el hecho de que por ser el Exilio una realidad existencial, su teología es pertinente no sólo circunstancialmente como teología histórica de períodos de prisión o de expatriación, sino además como modelo semántico representativo de la vida y definitorio calificativo de la existencia en su totalidad. En ese sentido la criatura humana no será la presa de un poder político, sino el existente humano sintiéndose como el salmista "extranjero sobre la 1 tierra" . La Teología del Exilio aparece entonces como teología capaz de calificar la totalidad de la vida. Ello a la manera de Víctor Hugo que tenía buenas razones para esculpir en el dintel de la puerta de su morada exílica en la isla anglo-normanda de Guernesey la frase latina "Exilium vita est". Los latinistas afirman que tal frase posee dos traducciones posibles: "la vida es exilio" y "el exilio es vida". De donde nuestra teología reviste dos ángulos bien bíblicos posibles que son por un lado, el realismo honesto de percibir el ángulo austero de la existencia ("la vida es exilio"). Pero por otro lado, la faceta luminosa fundada en la fe bíblica, poniendo en valor la dimensión luminosa del hondo sentido de la fe y del amor ("el Exilio es Vida"). Pero esto que trata sobre "la Teología Exilio", lo trataremos en nuestro próximo artículo de la Revista Metodista. Hasta entonces y "¡Abundantes Bendiciones!" 1)

Salmo 119. 19

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Hogar Infantil Amanecer Lic. Silvia Peri

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l origen del Hogar Infantil se encuentra alrededor del año 1950, cuando un pastor de la Iglesia Bautista y su señora vislumbraron las necesidades de la infancia uruguaya de la época y la acogieron en su propia casa. Comenzaron con un pequeño grupo de niños y niñas; pronto el grupo creció y con él las demandas y necesidades a cubrir. El matrimonio buscó ayuda en las Iglesias, y cuando el matrimonio fallece quedan a cargo la Iglesia Metodista en el Uruguay (IMU) y la Congregación Evangélica Alemana de Montevideo (CEAM). Para darle forma legal a esta unión se conformó la Federación Hogar Amanecer. En estos años, han crecido en el Hogar Amanecer más de 300 niños, niñas y adolescentes. Desde 1986 mantiene convenio con el Estado, a través del Instituto del Niño y el Adolescente del Uruguay (INAU), y los niños y niñas que ingresan al Hogar provienen del mencionado Instituto. Actualmente viven aquí un total de 32 niños, niñas y adolescentes, y se realiza un trabajo de seguimiento de 3 familias en contexto familiar, habiéndose realizado la reinserción de los niños en sus familias. El hogar atiende con preferencia grupos de hermanos y la edad de ingreso es entre 4 y 9 años, permaneciendo hasta la mayoría de edad si es necesario. Desde el Proyecto en convenio con INAU el Hogar Amanecer trabaja en dos modalidades de trabajo:

Residencial y de Trabajo en Contexto Sociofamiliar, cuando es posible la reinserción de los niños a la familia, con un apoyo y seguimiento desde el Equipo Técnico del Hogar. En la Modalidad residencial los niños/niñas y jóvenes permanecen viviendo en el Hogar tiempo completo. El Proyecto de acuerdo a las políticas públicas sobre infancia y adolescencia refleja la prioridad del trabajo hacia la familia y el desarrollo de la autogestión de los niños, niñas y adolescentes. Desde este marco conceptual el desarrollo de estrategias de atención contempla la mirada del niño y sus referentes significativos. Los espacios para la tarea técnica privilegian dos campos de acción: 1. el cotidiano del hogar donde el chico participa y se relaciona con adultos desde un dispositivo con contenidos socio-educativos y de valores humanos, que apunta a otorgar a través del vínculo y la exploración de la convivencia grupal, el desarrollo de capacidades para la vida y autonomía progresiva a esos efectos. 2. los espacios terapéuticos donde lo individual y lo grupal familiar (en el hogar y/o en contexto), se trabajan los aspectos vinculares en beneficio de una dinámica familiar y del fortalecimiento de los propios niños/niñas y adolescentes para continuar proyectando su vida en familia. Se implementan los espacios procurando que la atención sea personalizada y que se contemplen espacios para los grupos de hermanos. Área Educativa: Todos sin excepción concurren a centros educativos de Educación Formal y/o No Formal. El Equipo sigue el proceso educativo de forma cercana e individualizada, para fortalecer este proceso se incorpora una especialista en dificultades de aprendizaje que realiza una tarea de apoyo, seguimiento y evaluación de todos los integrantes del Proyecto. Se enfatiza desde el derecho de los niños y jóvenes y desde la proyección de la propuesta individual, dónde la educación se propone como uno de los pilares para estimular y potenciar el desarrollo de logros personales a través del esfuerzo para alcanzar metas saludables en el autocuidado y crecimiento en valores, dónde el

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participación de los niños/niñas y adolescentes en el cotidiano como forma de estimular el desempeño con autonomía.

ejercicio de la autonomía se relaciona también con el ejercicio de la responsabilidad. Área Social y Deportiva: Tenemos un adolescente participando en el Club de Fútbol Rampla Juniors en la categoría juvenil, realizando prácticas todos los días. 9 niños concurren este año a la Escuela de Música del SODRE aprendiendo violín, viola y trompeta, ya tuvieron su primera muestra con público, resultando una excelente velada. En este año por primera vez buscamos la integración de niños y jóvenes a otros Centros Educativos de la zona, La Espiga, Los Pinos y C.A.D.I., ofreciendo éstos la enseñanza de Informática, Rugby, Fútbol, Atletismo y Apoyo escolar. Es muy importante para nosotros la concurrencia regular a la Iglesia, pudiendo los niños y jóvenes obtener una formación cristiana y un desarrollo espiritual, más allá de que formen parte ó no de una determinada Congregación.

Proyecto El Puente. Es importante destacar que este Proyecto nace en un momento histórico e institucional diferente al actual. Como mencionamos anteriormente las políticas de infancia buscan la menor permanencia de los niños y jóvenes en hogares de tiempo completo. Actualmente el proyecto atiende a 3 hermanos adolescentes (de larga permanencia en el Hogar), que concurren a espacios educativos curriculares y resuelven su cotidianeidad con un nivel de autonomía muy aceptable, con la supervisión del Equipo Técnico. La propuesta de gestión supone que ellos deben asumir progresivamente mayores responsabilidades sobre todos los aspectos de su vida, alimentación, higiene, educación, recreación, tiempo de ocio. Es una búsqueda incesante también para el Equipo Técnico la participación de ellos en actividades de capacitación en la etapa pre-laboral. Seguimiento de los egresados. En este sentido hemos logrado mantener una buena relación con los jóvenes que han egresado últimamente. Creemos que es una buena inversión de tiempo, manifestando nuestro cariño y preocupación por ellos, que redundará en un mejor aprovechamiento de todo el trabajo que se ha realizado en su vida en el Hogar. El Hogar debe ser ese lugar que ellos siempre guarden en su corazón cómo el espacio dónde crecer física, emocional y espiritualmente, conociendo una forma alternativa de vivir con dignidad, y poder entonces tener la posibilidad de elegir cómo quieren ellos vivir fuera de él.

Área Salud: Gracias a Dios seguimos contando con el Convenio con el Hospital Evangélico que nos permite tener una atención médica en todas las especializaciones de manera personalizada y de primera calidad. A su vez en Odontología contamos con una excelente atención en División Salud de INAU. Cotidianeidad: Los cambios realizados en la organización interna del Hogar, dividiendo la casa grande en 3 “casas” más pequeñas, con el objetivo de personalización en la atención y el refuerzo de los vínculos fraternos se valoran como muy positivos. Cada espacio tiene un educador por turno que colabora e interviene apoyando las diferentes tareas de los niños y jóvenes: ingesta, ropa, realización de tareas, visitas médicas, tareas escolares. Se promueve la

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Por qué no consumir cannabis William Quinteros

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annabis es el nombre genérico para los productos derivados de la planta Cannabis sativa. El principal elemento psico activo del cannabis es el tetrahidrocabinnol (THC) Este producto solo es soluble en grasa y se acumula en el cuerpo en el tejido adiposo y en la mielina del cerebro. La mielina es una sustancia aislante producida por las células de Schwan, esta sustancia rodea los axones y acelera la conducción o impulsos nerviosos. La acumulación de THT en la vaina de mielina, entorpece y daña finalmente la capacidad conductiva de los axones. Fumar cannabis genera una acumulación paulatina de THC en el cuerpo. Eliminar esta sustancia del cuerpo requiere entre 6 y 10 semanas. El efecto del consumo de cannabis se puede dividir en dos etapas: La primera con un efecto inmediato y agudo que se manifiesta con mareos ligeros, tos, cierta presión en la cabeza, aumento del pulso, sequedad en la boca, enrojecimiento en los ojos y aumento del apetito. La segunda, como crónica, con daños irreparables y con consecuencias como: angustia y depresión, puede desencadenar psicosis en personas con esta tendencia, alteración de la percepción de la realidad y de los sentidos auditivos y visuales. El consumo habitual de cannabis reduce la capacidad inmunológica del cuerpo. El consumidor queda expuesto a daños como: bronquitis crónicas con evolución hacia una insuficiencia respiratoria crónica, cáncer en las vías respiratorias y en los testículos. El consumo de cannabis altera el balance hormonal tanto en la mujer como en el hombre. Esta es una de las razones por la cual el consumo de cannabis por mujeres en estado de gestación es especialmente peligroso, tanto para la madre como para el feto. El cannabis se consume en diferentes subproductos: Hachís, es un producto que tanto se puede comer como fumar. Se consigue mediante la compactación de la planta cannabis. De esta forma el hachís concentra entre el 4 y 8 % de THC. Marihuana, se consigue con las hojas secas y los brotes de la planta hembra las cuales se muelen juntamente. En su forma primitiva alcanzan una

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concentración de 1 a 3 % de THC, pero al ser procesada aumenta de 15 a 25 % de THC. El concentrado o aceite de cannabis es un extracto que concentra entre el 40 y 60% de THC. Es líquido y se agrega al tabaco o al hachís para ser fumado. Pero nadie comenzó a fumar cannabis porque pensó que era beneficioso para la salud. Al igual que el alcohol y el tabaco, el consumo de estas drogas tiene raíces culturales que es imprescindible conocer. También razones sociales emanadas de la frustración, el estrés y la falta de recursos para enfrentar la problemática de una vida con dificultades. También existe en la sociedad un mensaje subliminal basado en la comparación de las drogas, atribuyéndole al cannabis un efecto dañino menor que el tabaco y el alcohol. Este mensaje es quizás el más peligroso, porque se basa en una debilidad de la estructura social: Existen drogas aceptadas y drogas prohibidas. La argumentación en defensa del consumo y su reglamentación puede ir

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en dos sentidos: eliminar las prohibiciones o hacerlas total. Pero esto es una falacia. Una discusión en estos términos no toma en cuenta la realidad social actual, sino que se basa en una especulación teórica, pues la posibilidad de llevar cabo cualquiera de las dos proposiciones es irrealizable en nuestra sociedad. Queda pendiente otro aspecto relacionado al

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consumo de cannabis que tiene que ver con el paso al consumo de otras drogas. Las estadísticas consultadas nos hablan de porcentajes de personas que probaron una sola vez el cannabis, de quienes consumen infrecuentemente y de quienes lo hacen regularmente. Pero es muy inseguro el dato de cuantos adictos comenzaron su adicción con el cannabis para pasar luego a otras sustancias. La adicción al cannabis es tema también de controversia, hay quienes sostienen que el cannabis no produce adicción y quienes aseguran lo contrario. De cualquier manera, el debate debe concentrarse en las motivaciones para el consumo. En la discusión planteada a nivel parlamentario y político el tema del cannabis ha sido enfocado en relación a otro fenómeno, a mí entender, paralelo al consumo: se trata del narcotráfico. Nadie en el mundo puede afirmar que las experiencias de regulación o legalización del cannabis hayan contribuido a disminuir el narcotráfico y sus consecuencias. ¿Por qué? Porque son dos fenómenos que tienen diferentes motivaciones básicas. Politizar esta discusión es una falta absoluta de responsabilidad. Aprobar una ley al respecto para luego comenzar una campaña de educación popular es un canto de sirena, es poner la carreta delante de los bueyes. Por último, no me considero fundamentalista con respecto al tema, pero no he encontrado un solo argumento valedero para tan solo pensar en que quizás una regulación sería conveniente. Creo que muchos de los que hoy defienden el proyecto de ley de regulación del consumo de cannabis están haciendo el papel de Aprendices de Brujos. Me despido del tema con una sensación de angustia, son muchos los años de trabajo en el ambiente de drogadicción y he visto tanta miseria y deshumanización que no concibo la idea de autorizar y promover esta forma de destrucción humana.

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Resiliencia, la capacidad de auto sostenerse Alberto D. Fraile Oliver

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ace algún tiempo, la palabra sostenibilidad se puso de moda. En pocos años pasó de ser un concepto exótico a convertirse en una palabra maltratada y explotada por todos. Si hubiéramos aplicado el significado de la palabra sostenibilidad (el equilibrio de un sistema con los recursos del entorno) la mitad de lo que la hemos citado, ahora no necesitaríamos con urgencia recurrir a una nueva palabra: resiliencia.. Permítame querido lector que te hable de ella. Es un poco rara, pero su importancia es vital en este momento. Los ingenieros, psicólogos y ecólogos la conocen bien pero ha llegado el momento de que dé el salto al lenguaje cotidiano y la incorporemos todos a nuestro vocabulario, porque el significado de la palabra resiliencia tiene mucho que aportarnos en los próximos años. Resiliencia no es otra cosa que la capacidad de un sistema de absorber impactos. En el mundo de la psicología Boris Cyrulnik ha trabajado mucho sobre este concepto y lo define como “el resorte de aquellos que después de recibir un golpe, pudieron superarlo e, incluso, salir reforzados”. Tiene un origen similar a la palabra estrés pero con matices diferentes .Si el estrés es un término tomado de la mecánica que define el esfuerzo al que está

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sometido un material (por ejemplo, una viga), la resiliencia se usa en la física de los materiales para expresar la capacidad de recuperación de ese esfuerzo. De la misma forma que un objeto abollado recobra su forma primitiva si tiene la suficiente elasticidad, los seres humanos dotados de una resiliencia natural o adquirida serán capaces de salir de un colapso si consiguen desarrollar plasticidad interior. Esta plasticidad se puede manifestar ante la destrucción, mostrando una gran facultad de proteger la propia integridad bajo presión y frente a la adversidad, estableciendo una actitud vital positiva pese a circunstancias difíciles. El renacer del Ave Fénix. La resiliencia es la capacidad de auto sostenerse. Se empezó a estudiar en psicología al observarse que algunos niños y adultos lograban salir adelante después de haber sufrido situaciones adversas graves. Los psicólogos empezaron a preguntarse qué características hacían que unas personas se recuperaran antes de un colapso y se dieron cuenta que compartían tres rasgos principales: La capacidad de juego y el sentido del humor. La habilidad de no tomarse las cosas tan a pecho permite relativizar y no derrumbarse ante la adversidad El sentimiento de esperanza. Para ello es fundamental tener al menos a alguien en quién apoyarse. Son imprescindibles los vínculos que enriquecen y aportan luz al final del túnel. El autosostén. Es necesario encontrar los elementos que devuelvan la autoestima y la confianza para sentir que el universo es un lugar amable y no siempre hostil. En resumen, una persona resiliente es aquella que se toma un reto como una diversión y no como una desgracia. No se trata de ser invulnerable, sino de ser capaz de generar recursos propios para salir fortalecido de situaciones complicadas. La clave está en tomarlas como un desafío que alecciona y estimula y no como una fatalidad del destino. Esto también se puede aprender. Nadie dijo que la vida fuera fácil. Todos nos enfrentamos a acontecimientos duros: la muerte de un ser querido, una enfermedad complicada, experiencias laborales difíciles, problemas serios de pareja, la soledad, el aislamiento social, la competitividad, el desempleo, los problemas económicos… Ante estas situaciones las personas reaccionan de distinta manera según su grado de

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24 fortalezas para un carácter resiliente Sabiduría y conocimiento

vulnerabilidad o resiliencia. Todos podemos desarrollar nuestra capacidad de resiliencia. Para ello hay que estar dispuesto a cambiar las propias actitudes, entrenarse en técnicas de modificación del pensamiento, aprender a interpretar los acontecimientos de otra manera, recuperando la capacidad de reflexionar sobre sí mismo, trabajándose la valoración de la propia personalidad, adquiriendo habilidades sociales como la asertividad, aprendiendo a hablar positivamente… Pistas para desarrollar la resiliencia. La introspección. Ser capaces de entrar dentro de uno mismo, observarse y reflexionar. La independencia. Ser capaces de establecer límites emocionales y físicos entre uno mismo y los ambientes adversos. Sin aislarse, claro. La iniciativa. Se trata de afrontar los problemas y ejercer control sobre ellos. El sentido del humor. Que nos capacita para ver el lado cómico en las situaciones adversas. La creatividad. Que trae orden y belleza a partir del caos y el desorden. Y permite canalizar emociones como la soledad, el miedo, la rabia y la desesperanza. La ética. Que nos ayuda a desear una vida personal y social digna y estable, un compromiso con ciertos valores elevados que nos permite tomar decisiones. Los vínculos sanos. Que nos permiten darnos a conocer y disfrutar de los otros.

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1. Curiosidad, interés por el mundo. Tener interés por lo que sucede en el mundo, encontrar temas fascinantes, explorar y descubrir nuevas cosas. 2. A m o r p o r e l c o n o c i m i e n t o y e l aprendizaje. Llegar a dominar nuevas materias y conocimientos, tendencia continua a adquirir nuevos aprendizajes. 3. Juicio, pensamiento crítico, mentalidad abierta. Pensar sobre las cosas y examinar todos sus significados y matices. No sacar conclusiones al azar, sino tras evaluar cada posibilidad. Estar dispuesto a cambiar las propias ideas en base a la evidencia. 4. I n g e n i o , o r i g i n a l i d a d , i n t e l i g e n c i a práctica. Pensar en nuevos y productivos caminos y formas de hacer las cosas. 5. Perspectiva. Ser capaz de dar consejos sabios y adecuados a los demás, encontrando caminos no sólo para comprender el mundo sino para ayudar a comprenderlo a los demás. Coraje 6.

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Valentía. No dejarse intimidar ante la amenaza, el cambio, la dificultad o el dolor. Ser capaz de actuar según las propias convicciones aunque eso suponga ser criticado. Perseverancia y diligencia. Terminar lo que uno empieza. Persistir en una actividad aunque existan obstáculos. Obtener satisfacción por las tareas emprendidas y que consiguen finalizarse con éxito. Integridad, honestidad, autenticidad. Ir siempre con la verdad por delante, no ser pretencioso y asumir la responsabilidad de los propios sentimientos y acciones emprendidas. Vitalidad y pasión por las cosas. Afrontar la vida con entusiasmo y energía. Hacer las cosas con convicción y dando todo de uno mismo. Vivir la vida como una apasionante aventura, sintiéndose vivo y activo.

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Humanidad 10. Amor, apego, capacidad de amar y ser amado. Tener importantes y valiosas relaciones con otras personas, en particular con aquellas en las que el afecto y el cuidado son mutuos. Sentirse cerca y apegado a otras personas. 11. Simpatía, amabilidad, generosidad- Hacer favores y buenas acciones para los demás, ayudar y cuidar a otras personas. 12. Inteligencia emocional, personal y social. Tener empatía. Ser consciente de las emociones y sentimientos tanto de uno mismo como de los demás, saber como comportarse en las diferentes situaciones sociales, saber que cosas son importantes para otras personas. Justicia 13. Ciudadanía, civismo, lealtad, trabajo en equipo. Trabajar bien dentro de un equipo o grupo de personas, ser fiel al grupo y sentirse parte de él. 14. Sentido de la justicia, equidad. Tratar a todas las personas como iguales en consonancia con las nociones de equidad y justicia. Dar a todo el mundo las mismas oportunidades. 15. Liderazgo. Animar al grupo del que uno es miembro para hacer cosas, así como reforzar las relaciones entre las personas de dicho grupo. Organizar actividades grupales y llevarlas a buen término. Moderación 16. Capacidad de perdonar, misericordia. Capacidad de perdonar a aquellas personas que han actuado mal, dándoles una segunda oportunidad, no siendo vengativo ni rencoroso.

17. Modestia, humildad. Dejar que sean los demás los que hablen de uno mismo, no buscar ser el centro de atención y no creerse más especial que los demás. 18. Prudencia, discreción, cautela. Ser cauteloso a la hora de tomar decisiones, no asumiendo riesgos innecesarios ni diciendo o haciendo nada de lo que después uno se pueda arrepentir. 19. A u t o - c o n t r o l , a u t o - r e g u l a c i ó n . Te n e r capacidad para regular los propios sentimientos y acciones. Tener disciplina y control sobre los impulsos y emociones. Trascendencia 20. Apreciación de la belleza y la excelencia, capacidad de asombro. Saber apreciar la belleza de las cosas, del día a día, o interesarse por aspectos de la vida como la naturaleza, el arte, la ciencia… 21. Gratitud. Ser consciente y agradecer las cosas buenas que a uno le pasan. Saber dar las gracias. 22. Esperanza, optimismo, proyección hacia el futuro. Esperar lo mejor para el futuro y trabajar para conseguirlo. Creer que un buen futuro es algo que está en nuestras manos conseguir. 23. Sentido del humor. Disfrutar de la risa y las bromas, sonreír con frecuencia, ver el lado positivo de la vida. 24. Espiritualidad, fe, sentido religioso. Pensar que existe un propósito o un significado universal en las cosas que ocurren en el mundo y en la propia existencia. Creer que existe algo superior que da forma a nuestra conducta y nos protege.


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Qué les queda a los jóvenes

¿Qué les queda por probar a los jóvenes en este mundo de paciencia y asco? ¿sólo grafitti? ¿rock? ¿escepticismo? también les queda no decir amén no dejar que les maten el amor recuperar el habla y la utopía ser jóvenes sin prisa y con memoria situarse en una historia que es la suya no convertirse en viejos prematuros ¿qué les queda por probar a los jóvenes en este mundo de rutina y ruina? ¿cocaína? ¿cerveza? ¿barras bravas? les queda respirar / abrir los ojos descubrir las raíces del horror inventar paz así sea a ponchazos entenderse con la naturaleza y con la lluvia y los relámpagos y con el sentimiento y con la muerte esa loca de atar y desatar ¿qué les queda por probar a los jóvenes en este mundo de consumo y humo? ¿vértigo? ¿asaltos? ¿discotecas? también les queda discutir con dios tanto si existe como si no existe tender manos que ayudan / abrir puertas entre el corazón propio y el ajeno / sobre todo les queda hacer futuro a pesar de los ruines del pasado y los sabios granujas del presente Mario Benedetti

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