Revista Metodista “La Biblia desconoce la religión solitaria” (Juan Wesley)
Número
220
NOVIEMBRE/DICIEMBRE 2017
Sumario
Revista Metodista Nº 220 noviembre/diciembre 2017 Publicación de la Iglesia Metodista en el Uruguay (IMU)
Tiempo de Adviento
Oscar Villagrán: redactor responsable osvillagran@gmail.com
Adviento: una esperanza transformadora Amós López Rubio 4
Diseño: Andrea Desalvo andrea.desalvo@gmail.com
¿Una Iglesia inclusiva? Diversidad sexual y vida de fe Pastora Araceli Ezzatti 7
Diseño de tapa: Luciana Villagrán luciana-villagran@hotmail.com
Por qué celebramos la reforma
Revista Metodista (RM) respeta la opinión de sus colaboradores.
Calendario de Adviento 2018
Oficinas Centrales: Barrios Amorín 1310 Teléfonos 2413 6552 – 2413 6554 Correo electrónico: iemu@adinet.com.uy
-EpifaníaPablo Andiñach
Página web: www.imu.org.uy.
Artes Gráficas S.A. Porongos 3035 - Tel.: 2208 4888 info@artesgraficas.com.uy Depósito Legal Nº: 361.998/2017
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Navidad: un mito cristiano verdadero Leonardo Boff 14
Agradecemos el envío de un ejemplar
Impresión:
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No siempre es posible llegar por el camino más corto William Quinteros 10
Los artículos firmados expresan única y exclusivamente el pensamiento de sus autores. Permitida la reproducción total o parcial de los artículos, citando su fuente.
Colaboran en este número: Amós López Rubio, Pastora Araceli Ezzatti, William Quinteros, Leonardo Boff, Pablo Andiñach, Ariel Álvarez Valdés, Alejandro Peláez
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¿Qué pecado cometieron los sodomitas? Ariel Álvarez Valdés 17 06 de octubre 2017, 09:40 p.m.
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Obispo electo en la XXV Asamblea General de la Iglesia Evangélica Metodista Argentina
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Declaración pública de la XXV Asamblea General de la Iglesia Evangélica Metodista Argentina
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Metodismo con M de Mujer Alejandro Peláez
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Tiempo de Adviento
El tiempo de Adviento es el primer periodo del año litúrgico cristiano y consiste en una etapa de preparación para el nacimiento de Jesucristo. En cuanto a su duración, es variable -entre 21 y 28 díaspuesto que se celebra durante los cuatro domingos más próximos a la festividad de Navidad. Este año comienza el domingo 3 de diciembre. Desde el punto de vista de los creyentes en la fe cristiana, se considera que es un tiempo de reflexión y de perdón. El periodo de Adviento tiene, en un sentido estricto, una doble finalidad: la preparación de la Navidad en la que se conmemora la primera venida del hijo de Dios al mundo y, paralelamente, se trata de una etapa de preparación en la vida de los fieles a la espera de la segunda venida de Jesucristo al final de los tiempos.
tiempo de Adviento. Lo más habitual es que la vela amarilla simbolice la fe; la azul, la justicia; la verde, la esperanza; la roja, el amor; y en la noche de Navidad se encienda la blanca que simboliza la luz que a través de Cristo vino al mundo. Por cierto, hay otras formas y colores para usar en la corona de Adviento, todas perfectamente válidas y usadas por distintas tradiciones cristianas. El Adviento es también un tiempo que representa la esperanza de un futuro que llegará con Jesucristo, quien salvará definitivamente al hombre. Para las distintas iglesias cristianas, el Adviento es sinónimo de salvación, por lo que durante este período se celebra la venida de Jesucristo. En esta etapa los cristianos viven con intensidad y compromiso la esperanza.
Durante el Adviento se tiene la costumbre de colocar en las iglesias y en algunos hogares una corona de rama de pino denominada corona de Adviento junto con cuatro velas -una por cada domingo- y en el centro de la corona una vela blanca. Según la tradición, a cada una de las cuatro velas se le asigna algún tipo de virtud cristiana que debe mejorarse durante el
El Adviento, la Navidad y la Epifanía conforman un periodo unitario. En cuanto al término, viene del latín adventus, que quiere decir venida o llegada. En la liturgia de la iglesia, el color que representa al Adviento es el morado. En otras palabras, el Adviento debe ser interpretado como una etapa de reflexión y compromiso.
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REVISTA METODISTA N° 220 - Noviembre/Diciembre 2017
Adviento: una esperanza transformadora
Amós López Rubio
Adviento proviene del latín adventus, advenimiento, venida. En las prácticas cultuales de la sociedad grecorromana, el adviento señala la venida anual de la divinidad a su templo para visitar a sus fieles. En el ambiente de la corte, el término señalaba la primera visita oficial de algún personaje importante al asumir un cargo. En la literatura cristiana de los primeros siglos, adventus designó la venida de Cristo entre los seres humanos. Adviento, Navidad, Epifanía expresan de este modo la misma realidad fundamental.
La espiritualidad del Adviento combina dos grandes temas: la preparación para celebrar el nacimiento de Cristo –primera venida- y la espera de su venida gloriosa al final de los tiempos. La primera venida de Cristo anuncia la segunda, y esta última se fundamenta en la anterior. El Adviento expresa la tensión entre el ya de la salvación cumplida en Cristo y el todavía no de la manifestación plena de esa salvación. La espera del tiempo nuevo no es una actitud pasiva. Esperamos el mundo nuevo preparando las condiciones para su alumbramiento.
James White comenta los comienzos del Adviento de la siguiente manera:
La esperanza escatológica de la Iglesia se alimenta de las acciones concretas que cristianos y cristianas realizan para anticipar ese mundo justo y fraterno que soñamos. De ahí que el Adviento acentúe la dimensión histórica de la salvación. La primera venida destaca que Dios se hace historia en nuestro tiempo. La espera de la segunda venida nos orienta hacia el cumplimiento de las promesas de Jesús: “Es por esta razón que el Adviento también apunta hacia el carácter misionero de la Iglesia. En tanto celebra la primera venida de Cristo y aguarda su regreso, la iglesia actúa”3.
Un concilio realizado en España en el año 380 decretó que “a partir del 17 de diciembre hasta el Día de la Epifanía, que es el 6 de enero, nadie tiene permiso para ausentarse de la iglesia”. Este es un precedente para el Adviento en una época en que la propia Navidad aún era desconocida en España. En el siglo V, un período de 40 días para la preparación de la Epifanía estaba siendo practicado en regiones de la Galia (este era un paralelo de la Cuaresma, y comenzaba más o menos cuando el Adviento comienza actualmente). Finalmente, Roma adoptó un Adviento de cuatro semanas antes de Navidad1.
Marcelo Barros y Penha Carpanedo afirman que: El Adviento es el tiempo que más concretamente expresa la denuncia profética de la iniquidad del mundo y la proximidad del Señor que trae la salvación. La liturgia, siendo el memorial del Señor presente en medio de su pueblo, supone una espiritualidad y una práctica social de Adviento y se expresa como sacramento de la caminata del pueblo hacia el Reino. En un mundo marcado por el comercio excluyente, en que la Navidad se volvió sacramento de la religión capitalista y neoliberal, es urgente el profetismo de celebrar que Dios viene como libertador y
El Adviento es una celebración de origen netamente occidental. Los primeros indicios provienen del siglo VI, “las homilías de Gregorio Magno (590-604) atestiguan que en su tiempo, había ya en Roma un período de preparación para la Navidad. El Adviento primitivo fue solamente una preparación piadosa y ascética para la Navidad”2. A partir del siglo VII, el Adviento comienza a ser un tiempo de espera de la venida del Señor y no simplemente un período que prepara la Navidad. Se incorporan así, en la teología del Adviento, los temas de la parusía y el juicio final.
1 White, James, Introducao ao Culto Cristao, San Leopoldo, EST, 2005, p. 48. 2 Dos Santos, Beni, “O dia da nossa libertacao”, Revista de Liturgia 3, 1976, p. 3. 3 Martini, Romeu, “Tempo litúrgico”, TEAR: liturgia em revista 8, 2002, p. 12.
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aguardar la manifestación de su venida en las luchas de los pobres y pequeños4. De acuerdo con estos autores, se puede concluir que el Adviento promueve una espiritualidad litúrgica transformadora. Adviento: soñar ese mundo nuevo que queremos El Adviento es un tiempo para soñar, para fortalecer la capacidad de soñar, porque el Adviento es el tiempo para la esperanza, para la utopía, para hablar de cosas imposibles y hermosas a la vez, porque hablar de lo imposible y creer en lo imposible es necesario para que la vida sea algo más que respirar. Solo lo imposible puede ser preámbulo de lo posible.
¿Cómo dar expresión y firmeza a la esperanza sin la poesía? El canto es poesía, los salmos son poemas, son canciones que afirman la fe en un Dios que salva, como el Salmo 126. Este es un salmo en clave de Adviento, un salmo que anuncia un tiempo nuevo, un tiempo deseado, un salmo para la espera, un salmo para confiar, para soñar. Es un salmo que habla de la esperanza de la restauración del pueblo:
El Adviento nos recuerda aquellas cosas imposibles que a veces tienen el sabor de esas historias que parecen como sacadas de un libro de cuentos, como por ejemplo que una joven judía llamada María quedara embarazada sin tener relaciones con ningún hombre; que Dios se humanizó en un niño en un lejano establo de la Palestina; que aquel nacimiento fue anunciado por un coro de ángeles a un grupo de pastores que cuidaban de sus ovejas; y que unos estudiosos de las estrellas llegaron desde tierras lejanas para adorar al niño rey.
Cuando el Señor hiciere volver la cautividad de Sión, seremos como los que sueñan. Entonces nuestra boca se llenará de risa, y nuestra lengua de alabanza. Entonces dirán entre las naciones: grandes cosas ha hecho el Señor con nosotros, estaremos alegres. Haz volver nuestra cautividad, oh Señor, como los arroyos del Neguev. Los que sembraron con lágrima, con regocijo segarán. Irá andando y llorando el que lleva la preciosa semilla; mas volverá a venir con regocijo, trayendo sus gravillas.
Cuando escuchamos estas historias nos preguntamos: ¿cómo pudo ser posible? Pero sucede que a veces lo imposible se convierte en lo más cierto y determinante. Lo más importante, al colocarnos delante del misterio que anuncia el Adviento, no es comprender cada detalle, sino conmovernos ante la maravilla del amor de Dios y descubrir, por detrás de la historia, una tierra fértil donde la esperanza pueda crecer.
Este salmo es un canto a la libertad, a la posibilidad de un futuro que solo Dios puede abrir. Se puede sentir la alegría de quienes vuelven del cautiverio a su tierra amada. Se puede escuchar el canto y el sonido del arroyo que corre sobre el desierto. Otros pueblos comparten la misma alegría de la liberación porque la esperanza es solidaria y contagiosa, es algo que se comparte, es una fuerza que desborda todas las fronteras.
La esperanza del Adviento nos llega hoy, en primer lugar, a través del Salmo 126. Y no podía ser de otra manera. La esperanza no puede ser alimentada sino a través de la música, del canto, de la poseía, de un lenguaje que transforma la realidad y dibuja un mundo nuevo.
4 Carpanedo, Penha y Marcelo Barros, Tempo para amar. Mistica para viver o ano litúrgico, Sao Paulo, Paulinas, 1997, p. 85.
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Podemos ver, en el salmo el cuadro de la gente que siembra y recoge el fruto de su cosecha, otra imagen de la esperanza: la siembra y la cosecha. En el Adviento esperamos el tiempo de la siega porque los campos han sido sembrados y la cosecha está madura. Nos preparamos para el encuentro con el Señor. Así como el campo debe estar listo para la cosecha, nuestras vidas deben estar preparadas para recibir a Jesús.
pasos perdidos? ¿Qué estamos haciendo para que aquello que esperamos se haga realidad? El mensaje de Adviento del profeta Isaías, capítulo 65, versos 17al 25, también es un sueño lleno de poder e imaginación. Isaías puso un hermoso nombre a su sueño: “Cielo nuevo y tierra nueva”, un sueño que, a pesar de sus aparentes imposibles, todavía hoy sigue inspirando a muchas personas en su deseo de imaginar y crear un mundo diferente bajo la luz del Dios que viene siempre a nuestro encuentro. Y me uno al sueño de Isaías en forma de oración, de la oración del pueblo que espera, siembra y canta su fe en el advenimiento de esa otra Humanidad:
Si el salmo, como canción y poesía, encarna el espíritu del Adviento, del tiempo para la esperanza, el Adviento también debe volverse un salmo. Cantar y orar los salmos, a través de la historia, ha sido un permanente aliciente en las épocas de tribulación, en los conflictos y crisis de fe, en la falta de visión y esperanza para el futuro, y, sobre todo, los salmos han sido la Biblia de los pobres, el canto y la oración de quienes no tienen más recursos que su fe en Dios.
El Espíritu del Señor estará con nosotros y nosotras y nos llenará con el don de la sabiduría, con el don de la inteligencia, con el don de la prudencia, con el don de la fuerza, con el don del conocimiento y el temor del Señor.
El salterio ha sido un medio para incentivar la piedad popular de todas los tiempos, la espiritualidad de los desvalidos, la súplica del hambriento, la añoranza del exiliado, el ruego del campesino por las lluvias benévolas, la gratitud de quien sentía cercana la muerte y continúa en la lucha por la vida, el canto de pueblos enteros en sus demandas de justicia.
El Espíritu del Señor nos guiará a toda justicia y verdad, y nos ayudará a no juzgar por las apariencias, a no juzgar por los rumores, a juzgar con justicia a los débiles, a defender los derechos de los pobres. El Espíritu nos dará la palabra oportuna en cada situación; palabra profética para denunciar la violencia y la opresión, para hacer morir la maldad y el odio. Entonces, seres humanos, animales, ríos, bosques y montañas podremos convivir en paz y en armonía. Entonces podremos crecer y descansar juntos, y seremos guiados por la humildad, la ternura y la sencillez
El Adviento nos invita hoy a preparar el camino del Señor siendo, como Juan el Bautista, una voz que grita en el desierto, clamando por una humanidad nueva, reconciliada; siendo también como aquel pueblo del Salmo 126 que canta su fe y su esperanza en medio del desierto, sembrando con lágrimas y cosechando con alegría el fruto de la paz. Este es el mismo espíritu que encontramos en uno de los salmos de Adviento de nuestro tiempo, la canción Todavía cantamos, del cantautor argentino Víctor Heredia: “Todavía cantamos, todavía pedimos, todavía soñamos, todavía esperamos; que nos den la esperanza de saber que es posible que el jardín se ilumine con las risas y el canto de los que amamos tanto”.
Entonces habrá amistad donde había enemistad. Habrá cariño donde había agresión. Habrá fraternidad donde había rencor. Habrá seguridad donde había peligro y temor.
¿Cuáles son nuestros sueños y esperanzas en este tiempo de Adviento? ¿Qué esperamos de Dios, de nosotros mismos, de otras personas, de nuestra iglesia, del mundo en que vivimos? ¿Cómo estamos evaluando nuestra vida, nuestros caminos, nuestros
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En toda la creación buena de Dios no habrá quién haga daño, porque así como el agua llena el mar, la justicia de Dios llenará nuestros corazones y nuestra tierra.
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¿Una Iglesia Inclusiva? Diversidad sexual y vida de fe
Pastora Araceli Ezzatti
Tomado de: Los dioses están locos.
En lo atinente a la diversidad sexual señalamos algunas pistas:
Como cristianos debemos ver y discernir los signos de los tiempos que nos tocan vivir desde las demandas del Evangelio. Ello nos lleva a un ejercicio permanente de lectura e interpretación de la Palabra de Dios, a la vez que, a la toma de decisiones respecto a nosotros mismos y a quienes nos rodean porque vivimos en familia, en sociedad.
Este pasaje nos convoca a predicar el Evangelio a toda criatura, no a resolver quien es apto o no, quien será cristiano o no; ello dependerá de que la persona a quien se le predica, acepte a Dios como su Señor o no. Y eso está fuera de nuestro juicio. Toda persona tiene el derecho y la posibilidad de una vida de fe. Toda persona tiene el derecho y la posibilidad de poner su vida en manos de Dios y sobrellevar sus caídas y levantadas con fe y esperanza. No porque la iglesia se lo permite o lo habilita, sino por la Gracia de Dios, tema central en la teología cristiana. Dios nos mira desde su Gracia y nos renueva cada día la fuerza para vivir o sobrevivir.
Hay temas de la sociedad que las iglesias hemos evitado por polémicos, tratando de salvaguardar la unidad, la armonía entre los creyentes, con la intención de no ofender, no crear conflictos. Entre estos temas están: la política, el dinero, la sexualidad. Es así que muchas personas han tenido que ocultar sus problemas en estos y otros aspectos de su vida para permanecer en las comunidades de fe sin causar problemas, o bien, retirarse silenciosamente y vivir su fe en soledad.
Una de las situaciones de vida más difícil de resolver desde las comunidades de fe ha sido la inclusión de las distintas expresiones de la diversidad sexual: gays, transgénero, lesbianas, travestis, bisexuales. Este tema se lleva rápidamente al ámbito ético, y se usan pasajes bíblicos para encuadrarlo en la teología del pecado y la condenación
En mi experiencia pastoral he visto con dolor la discriminación de personas por raza, diversidad sexual, pobreza, ideas políticas. Esta exclusión no siempre es explícita, pero existe. Desde la Palabra de Dios nos confrontamos a un mandato ineludible: La Gran Comisión: Marcos 16:14-16?
La sexualidad ha sido un tema poco dialogado, poco trabajado por la interpretación bíblica, la
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doctrina y la pastoral. Se ha considerado como un tema privado, casi oculto, de lo que no se habla en la comunidad. Tampoco se habla mucho de sexualidad en la familia. Entonces nos encuentra un poco faltos de parámetros para referirlo a la Iglesia.
del amor de dos personas independientemente del modelo de hogar que formen. Históricamente hay muchos modelos de pareja o convivencia diferentes del que aceptamos hoy día en el mundo occidental como único. ¿Qué alcance tiene la paternidad – maternidad en un mundo donde hay cada vez más parejas monoparentales? ¿Está probado que los gays y lesbianas no pueden ser buenos padres y madres o el juicio negativo surge más del prejuicio que de la realidad?
Hay comunidades cristianas que remiten la sexualidad al reino de la carne, lejos de la espiritualidad y del discurso de la fe en una separación de lo material y espiritual que no es bíblica. Otras comunidades son más fuertes en acercar la sexualidad al pecado, más aún, cualquier alusión a una sexualidad que no sea heterosexual, dentro de los límites, llamados normales de la pareja estable. Se descarta pues toda otra expresión de la sexualidad humana como pecado, pasando por alto que en la sexualidad llamada normal existen también pecados: la infidelidad, la violencia doméstica, el abuso, la violación. O sea, es un tema polémico y que convoca las más variadas y apasionadas reacciones y muchos ocultamientos.
Finalmente el tema candente en muchas comunidades de fe: el matrimonio religioso. Si bien, en algunos países ya hace más de una década que se celebran matrimonios religiosos de personas LGTB, para nosotros es nuevo. Como todo lo nuevo, más aún en las prácticas eclesiales que tienen siglos de acumulación histórica y doctrinal, lo nuevo da miedo. Plantea vacilaciones y objeciones. Preanuncia divisiones y posible pérdida de miembros fieles. Para mí es un asunto de profundas connotaciones pastorales. Como comunidad de fe debemos junto a nuestros pastores o laicos darnos un tiempo de meditación y oración buscando la guía de Dios para discernir juntos los caminos a transitar maduramente y en fidelidad al Evangelio. Algunas preguntas pueden surgir en éste u otros temas difíciles:
La diversidad sexual es un tema nuevo, aún para la sociedad civil. Que haya leyes nuevas de inclusión no significa que el imaginario popular, o sea, lo que sentimos y pensamos todos, se modifica por obra y arte de la ley. Somos producto de lo que nos enseñaron toda nuestra vida en la familia, la iglesia, en la sociedad. La diversidad sexual tiene una enorme carga negativa de conceptos expresados en forma soez o más educada: bromas, motes, exclusiones, discriminaciones, violencia, muerte. Aún hay países que encarcelan o matan personas gays o lesbianas amparados en la ley y avalados por las iglesias, casos de reciente prensa son Nigeria y Rusia. Por lo tanto, tenemos que darnos el tiempo de pensar y madurar estos temas y tener presente el costo terrible que el rechazo, la exclusión, la agresión o la muerte tiene para estos grupos, para cada persona que lo integra.
• ¿Tenemos información suficiente sobre la diversidad sexual o partimos de lugares comunes que maneja la sociedad? • ¿Qué hemos aprendido del ministerio de Jesús respecto al trato con las personas discriminadas por su sociedad: mujeres, inválidos, pecadores, enfermos? • ¿Qué significa la bendición matrimonial en el marco de nuestra comunidad? ¿Es un acto que convoca la bendición de Dios sobre una pareja de personas que se aman y quieren vivir juntas o se relaciona con otras normativas?
El tema de la pareja. Cuesta y es lógico en una sociedad basada en la familia tipo, heterosexual con hijos, aceptar otros modelos: dos hombres pareja, dos mujeres. Dos padres, dos madres para un mismo niño. Aceptemos con humildad que cuesta incluir estos modelos en la sociedad tal como es, como punto de partida para repensarlo. Su aceptamos que hay un problema, podemos pensar y dialogar, tomar posiciones. Nos preguntamos: ¿qué significa la pareja humana? Un modelo de vida o una expresión
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Como comunidad de fe tenemos derecho a tomar posición acorde a la Palabra de Dios, a nuestra doctrina y a las connotaciones éticas que ello implica. Es importante abordar este diálogo con respeto, cariño y cuidado pastoral en fidelidad al Evangelio y en oración buscando la guía de Dios y el discernimiento comunitario.
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Por qué celebramos la Reforma
Los lemas de este movimiento de fe han querido ser directos y simples:
necesidad de un magisterio que la domine ni una tradición que la condicione.
• SOLO CRISTO, sin necesidad de otros mediadores, ni otros sacrificios, ni inútiles méritos. Un Cristo que nos presenta el rostro misericordioso de Dios, que nos enseña el camino de la justicia que es por la fe, señal de una gracia divina abierta a todos los seres humanos.
Posteriormente la reforma calvinista amplió, afirmando: • SOLO A DIOS LA GLORIA, para señalar al autor y creador de todo lo existente, y evitar que cualquier poder humano quiera alzarse con un mérito, exigir un honor o autoridad que no le corresponden.
• SOLO LA GRACIA, manifestación del amor de un Dios de justicia, que busca la vida y no la muerte, que supera el legalismo y la condena para nutrirnos del perdón y la nueva vida, cuando nos reconocemos perdidos y clamamos por ayuda y misericordia. • SOLO LA FE, don salvífico de Dios para todos los que están dispuestos a escuchar su llamado y acercarse con contrición y humildad como única condición. La fe que nos permite ver a Dios en Jesús Crucificado y Resucitado, para esperar confiados por Su resurrección, anticipo de la nuestra. La fe que nos permite vivir en Dios, por que Cristo vive en nosotros. • SOLO LA ESCRITURA, inspirada por el Espíritu de Dios, al alcance de todos, en el idioma de cada pueblo, abierta en su interpretación, sin
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No siempre es posible llegar por el camino más corto
desde Noruega, William Quinteros
desde la época de la dictadura, eso sería impensable. Una buena parte de mi argumentación se basó siempre en estudios, investigaciones y estadísticas de organismos internacionales y europeos sobre el daño que ocasionan las drogas, tanto en la persona consumidora como en su entorno. Daños que tienen que ver con la salud, pero también mucho con lo social. La verdad es que en determinado momento me sentí predicando en el desierto. Fue cuando me hice una severa autocritica y comprendí mi estupidez: decirle a un fumador que el tabaco es nocivo y tiene consecuencias graves para el consumidor, o tratar de explicar cómo funciona el THC a los que usan marihuana es perder el tiempo, porque nadie fuma porque es beneficioso para la salud y nadie se droga para asumir su vida conscientemente. Quienes hemos trabajado con lo más profundo y oscuro de la decadencia ocasionada por la drogadicción hemos comprendido la dinámica de la misma, algo no muy fácil de captar en primera instancia. Una de mis tareas era en las calles y parques, allí donde se daban cita los consumidores. Como nuestra oficina no estaba vinculada a la represión, sino a la asistencia, éramos aceptados; es más, muchas veces solicitados por
Cuando éramos niños inventábamos juegos para pasar el tiempo. Recuerdo la vez que los padres de Yuyito le regalaron un reloj. Entonces andábamos midiéndoles el tiempo a todo, y una de las cosas que hacíamos era competencia de aguantar la respiración. Algo similar me impuse a mí mismo el día que leí que comenzaba la venta de marihuana en las farmacias. Me tengo que aguantar aunque sea algunas semanas sin emitir opinión al respecto, para ver qué pasa y cómo pasa. Les aseguro que me ha sido tan difícil como aguantar la respiración. Hace ya muchos años que escribo sobre la política antidrogas -en parte porque ha sido mi trabajo, aquí en Noruega, y en parte también por la dolorosa experiencia de tratar con desechos humanos producto de la drogadicción, ya sea tabaco, alcohol, u otras sustancias-. Desde el comienzo, y antes de que José Mujica se embanderara en la defensa de la legalización y regulación del cannabis, el tema había adquirido ribetes políticos importantes. Se lo presentó como un gran avance en la política social del Uruguay, vinculado a la tolerancia y la libertad. Claro, ¿quién se anima a definirse como intolerante y en contra de la libertad? En un país que aún vive con llagas abiertas
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las víctimas. Salud, vivienda y alimentación era la trilogía sagrada de nuestro trabajo (aclaro que el invierno aquí puede ser de veinte grados bajo cero). Luego de haber solucionado estos problemas, recién estábamos en condiciones de conversar. Nuestro interés fue siempre mejorar la calidad de vida de estos marginados, por eso les ofrecíamos la posibilidad de entrar en nuestro programa asistencial, que no se basaba en la posibilidad de que dejaran de consumir, eso sería absurdo, sino en lograr un consumo regulado. Para ello, existe un programa de suministro de drogas de forma gratuita y un control semanal. El objetivo del programa era múltiple: cuidar al individuo físicamente; evitar que por falta de recursos cayera en la delincuencia y criminalidad para conseguir la droga; y mantener un cierto control social e información sobre el movimiento del mercado de drogas y la aparición de nuevas sustancias. Hoy ya estoy retirado de mi trabajo, pero mantengo buena relación con el medio, aunque ya la mayoría ha muerto, pues es muy improbable que estas personan sobrevivan los cincuenta años. Las estadísticas nos muestran que nuestro servicio lograba alargar el promedio de vida de los consumidores entre cinco y siete años. En estos muchos años de trabajo aprendí a ser muy cuidadoso, humilde y realista, pues la práctica diaria nos mostraba nuestra fundamental ignorancia sobre este fenómeno humano ancestral: la drogadicción. ¿Por qué una persona cae en la drogadicción y otras no? Miles de entrevistas he realizado y de ellas una sola cosa saqué en limpio: el mayor error es generalizar. No existe un denominador común para la entrada en el consumo, hay siempre una razón o motivación individual básica. Por eso es tan difícil tratar el tema. Otra observación que hice a lo largo de mi vida laboral es que todos, además de las diferentes sustancias que consumían, fumaban. Esta observación estaba motivada por el creciente número de pacientes con insuficiencia respiratoria crónica. Se logró verificar el hecho de que el consumo de cannabis en los fumadores acelera esta insuficiencia.
destinan a ello. ¿Por qué? No hay una respuesta, seguramente se trata de un espectro de razones. Una de ellas es que el poder adquisitivo de la sociedad noruega es muy alto, lo que hace un mercado muy atractivo para los traficantes. El volumen de capital que se mueve en torno a las drogas es uno de los más grandes del mundo, junto al de armamentos y farmacología. La lucha contra esos capitales es una selva casi impenetrable, pues se trata de una masa de dinero infiltrada en toda la economía nacional. El negocio inmobiliario, el comercio internacional, los bancos y financieras están involucrados en este hecho. Esto hace necesario toda una legislación, que en más de un caso va en conflicto con la política nacional. Muchos de los acuerdos internacionales se ven frenados en lo nacional por falta de una legislación adecuada. No quiero decir que la guerra contra la droga, en Noruega, está perdida, pero seguramente es un proceso a muy largo plazo y habrá que buscar nuevos caminos. En Uruguay estamos muy lejos aún de los niveles noruegos, tanto en volumen como en daño por el consumo de drogas. Leo que hay cerca de veinte mil registrados como consumidores de cannabis, de los cuales un poco más de diez mil ya compran la marihuana en farmacias. Con el mayor respeto les puedo asegurar que esas cifras no responden a la realidad. Que más de diez mil personas hayan hecho cola para comprar su marihuana no significa que sean la mitad de los consumidores. De la misma forma, tendremos que esperar casi una generación para poder evaluar este experimento social. Pero una cosa es segura: el capital que se mueve detrás de la droga es implacable a la hora de defender su mercado. He sido criticado por el hecho de haber vivido y trabajado en el exterior y luego opinar sobre lo que pasa en el Uruguay. Mi intención ha sido aportar positivamente, no menospreciar el esfuerzo que se hace en el país en este sentido. Pero últimamente se ha desarrollado en el país una tendencia preocupante de negatividad, casi xenofóbica, contra los que un día tuvimos que abandonar el país. Somos casi seiscientos mil y en su mayoría hemos estado presentes en el Uruguay de formas diferentes. Espero que se entienda que de lo que se trata es de aportar las experiencias recogidas durante la diáspora y nada más.
Cuando llegué a la ciudad donde he vivido todo el tiempo, la cantidad de personas que consumían drogas pesadas o se inyectaban no llegaba al centenar. Cuando me retiré, el uno por ciento de la población estaba registrado como adictos que se inyectaban. Con esto quiero decir que la política noruega contra el consumo de drogas no ha sido un éxito, pese a las enormes sumas de recursos que se
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Calendario de Adviento 2018: Preparém LUNES
MARTES
3 Dic.
4 Dic.
5 Dic.
SACRIFICIO:
SERVICIO:
SERENIDAD:
Hoy realizaré un pequeño sacrificio por amor a Dios.
Hoy estaré atento al cansancio de los otros:
10Dic.
11 Dic.
12 Dic.
ESCUCHA:
COMPASIÓN:
ORACIÓN:
DOMINGO
¡Quédate, voy yo!
MIÉRCO
6 Dic
AYUN
Hoy come Solo por hoy trataré sobrieda de no irritarme, de no solidaridad co enojarme. sufren ha
13 Di
TOLERA
Hoy escucharé al otro Hoy haré mío el Hoy renunciaré a un Hoy no habla con paciencia, sufrimiento ajeno: visitaré programa de TV para nadie ni critic aunque repita la un enfermo, lo llamaré recogerme y orar un demá misma historia. por teléfono, etc. rato.
17 Dic.
18 Dic.
19 Dic.
RENUNCIA:
HUMILDAD:
CONFIANZA:
Hoy pediré disculpas en cuanto tome conciencia de una falta o error.
Hoy diré: “Solo Dios puede sacar algo bueno aún de lo malo”.
Hoy renunciaré a algo que me gusta, en favor de otra persona.
24 Dic.
25 Dic.
COMPROMISO:
ALABANZA:
Hoy participaré con gozo del culto de mi congregación.
Hoy daré Gloria a Dios porque se hizo uno de nosotros.
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20 Di
PERFEC
Hoy daré lo mí. No haré media
onos para vivir una Navidad diferente…
OLES
JUEVES
VIERNES
SÁBADO 2 Dic. SORPRESA: Hoy sorprenderé a alguien con un pequeño gesto: regalito, flor, un detalle.
c.
7 Dic.
8 Dic.
9 Dic.
NO:
ACOGIDA:
RECONOCIMIENTO:
AMABILIDAD:
eré con ad en on los que ambre.
ic.
ANCIA:
aré mal de caré a los ás.
ic.
CCIÓN:
mejor de é nada a as.
Hoy atenderé con dedicación a cualquiera que me hable o me necesite.
Hoy seré amable, aun Hoy reconoceré las cuando se presente algo cualidades o éxitos de los inoportuno. demás. Se los diré.
14 Dic.
15 Dic.
16 Dic.
SALUDO DE LA MAÑANA:
DESPEDIDA:
PERDÓN:
Hoy saludaré con alegría, para dar ánimo al otro.
Hoy no saldré de casa o del trabajo sin despedirme con una sonrisa o una palabra amable.
Hoy estaré pronto a perdonar las ofensas, siendo consciente de mis propios límites.
21 Dic.
22 Dic.
23 Dic.
ENTUSIASMO:
BONDAD:
PREPARACIÓN:
Hoy realizaré todo con alegría, hasta lo más sencillo.
Hoy estaré todo el día alegre y disponible para servir a mi prójimo.
Hoy viviré este día como si fuera el último de mi vida.
Calendario elaborado sobre un trabajo aparecido en internet. .
Aporte de la Pra. Mary Estefan S.
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Navidad: un mito cristiano verdadero
Leonardo Boff Traducción de María José Gavito Milano
Desde hace por lo menos 50 años, la exégesis bíblica sobre estos textos muestra que no se trata de un relato histórico, sino de alta y refinada teología elaborada por los evangelistas Mateo y Lucas (Marcos y Juan no dicen nada de la infancia de Jesús) para probar que Jesús era realmente el Mesías, el hijo de David y el Hijo de Dios.
impuros), la estrella y los ángeles (para mostrar el carácter divino de Jesús), Belén, que no sería una referencia geográfica sino un significado teológico: el lugar, según las profecías, de donde vendría el Mesías, diferente de Nazaret, totalmente desconocida, donde probablemente habría nacido Jesús. Y así otros tópicos como analizo detalladamente en mi libro Jesucristo el Liberador (capítulo VIII). Pero todo eso nos es importante, porque supone conocimientos muy específicos.
Para este fin, recurren a géneros literarios, que parecen historia pero que son en realidad recursos literarios, como, por ejemplo, los Magos de Oriente (que representan a los paganos y de los sabios), los pastores (los más pobres y considerados pecadores por tratar con animales que los hacían legalmente
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Lo importante mismo, es que frente a los relatos tan conmovedores del Nacimiento podemos decir que estamos ante un grandioso mito, entendido
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La Navidad quiere comunicarnos que Dios no es esa figura severa y de ojos penetrantes para escrutar nuestras vidas. Aparece como un niño. No juzga, solo quiere recibir cariño y jugar
positivamente como lo hacen los antropólogos: el mito como la trasmisión de una verdad tan profunda que solamente el lenguaje mítico, figurado y simbólico es adecuado para expresarla. Es lo que el mito hace. Un mito es verdadero cuando el sentido que quiere transmitir es verdadero e ilumina a toda la comunidad. Así el Nacimiento de Jesús es un mito cristiano lleno de verdad, de cercanía de Dios y de familiaridad.
Yhe aquí que del pesebre vino una voz que me susurró: «¿Oh, criatura humana, por qué tienes miedo de Dios? ¿No ves que su madre enfajó su frágil cuerpecito? ¿No te das cuenta de que él no amenaza a nadie? ¿Ni condena a nadie? ¿No escuchas cómo llora suavemente? Más que ayudar, necesita ser ayudado y cubierto de cariño. ¿No sabes que él es Dios-connosotros como nosotros?» Y ya no pensamos más, damos paso al corazón que siente, se compadece y ama. ¿Qué otra cosa podríamos hacer delante de un Niño sabiendo que es Dios humanado?
Nosotros usamos hoy otros mitos para mostrar la relevancia de Jesús. Para mí es de gran significado un mito antiguo que la Iglesia aprovechó en la liturgia de Navidad para revelar la conmoción cósmica ante el nacimiento de Cristo. En él se dice: «Cuando la noche iba por la mitad de su curso se hizo un profundo silencio. Entonces, las hojas parlanchinas callaron como muertas. Entonces, el viento que susurraba quedó quieto en el aire. Entonces, el gallo que cantaba se detuvo en medio de su canto. Entonces, las aguas del riachuelo que corrían, se paralizaron. Entonces las ovejas que pastaban se quedaron inmóviles. Entonces, el pastor que levantaba su cayado quedó petrificado. En ese momento todo paró, todo se suspendió, todo hizo silencio: nacía Jesús, el salvador de la humanidad y del universo».
Tal vez nadie haya escrito mejor sobre la Navidad y el Niño Jesús que el escritor portugués Fernando Pessoa, que dice: «Él es el eterno niño, el Dios que faltaba. Él es lo divino que ríe y que juega. Es un niño tan humano que es divino». En esta fiesta, intentemos ver con los ojos del corazón. Todos hemos sido educados para mirar con los ojos de la razón, por eso somos fríos. Hoy vamos a recuperar los derechos del corazón: vamos a dejarnos conmover con nuestros niños, permitir que sueñen y llenarnos de tierno afecto delante del Divino Niño que sintió placer y alegría al decidir ser uno de nosotros.
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-Epifanía-
Pablo Andiñach
Mateo 2:1-12.
salvador sino que cuando se entera simula interés en adorarlo con la intención de deshacerse de él para impedir que lo destrone. Es que los sabios le anunciaron que “el rey de los judíos” había nacido, y Herodes no podía dejar de preocuparse. Él era un usurpador del trono de Israel, y si un verdadero rey nacía la gente iría tras del legítimo monarca. Herodes no entendió cuál era la verdadera identidad de Jesús pero de todas maneras decidió que este niño debía morir. Hay dos temas centrales en esta unidad. Uno es el reconocimiento del pequeño Jesús por parte de aquellos de quienes menos se lo espera. No son los poderosos los que se alegran por su llegada sino los humildes y –en este texto en particular- los sabios extranjeros. Que trajeran ofrendas no debe hacernos pensar que eran ricos. Más bien lo que está detrás de esos presentes es el mostrar la alta estima que tenían por el niño y el reconocimiento de su carácter de rey. Segundo tema es el conflicto de proyectos entre Herodes y los sabios. Es interesante de ver que los sabios no conocen de la existencia del niño por su propia sabiduría. No es su ingenio el que les conduce ante el rey sino el disponerse a seguir las señales que Dios pone en su camino. Pero las siguen para adorarlo, no para evitar su reinado. En la otra vereda, el poderoso rey Herodes utiliza sus conocimientos – y el de sus sacerdotes y escribas- para buscar oponerse al plan de Dios.
El nacimiento de Jesús fue un hecho inadvertido por las personas de su tiempo. Tan solo unos pocos se dieron cuenta de lo que estaba sucediendo. Es evidente que la intención de Dios no fue provocar un evento espectacular sino por el contrario un hecho pequeño y simple –y muy cotidiano- como lo es un nuevo bebé en la tierra y un grupo de personas que se alegran por él. El texto menciona a unos viajeros de oriente entre los pocos que no estando cerca del lugar se dieron cuenta del nacimiento. La mención de los sabios de oriente – debe evitarse hablar de “magos”, pues en realidad no lo eran – representan el recurso a una forma de saber alternativa a la ciencia de los poderosos de la época. Es bueno recordar que Herodes había llevado adelante una política de alineación con Roma y eso lo había conducido a aceptar una fuerte influencia cultural que se imponía sobre las tradiciones propias. Si la tecnología que utilizaba Herodes para sus grandiosas obras de construcción venía del mundo occidental, con ella también venían los sistemas de pensamientos, las religiones, los valores. El texto resalta que fue en oriente donde un grupo de sabios supo interpretar los signos de los tiempos y se pusieron en marcha para adorarlo. En contraste, el representante de Roma no solo no se había dado cuenta de la llegada del
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¿Qué pecado cometieron los sodomitas?
Ariel Álvarez Valdés Santiago del Estero
están esos hombres que vinieron a tu casa esta noche? Sácalos para que tengamos relaciones sexuales con ellos»” (Gn 19, 4-5). Lot no podía permitir semejante atropello. Los recién llegados eran sus invitados. En su desesperación buscó una solución extrema. Salió de la casa y les dijo «Por favor, amigos, no cometan esa perversión. Tengo dos hijas que todavía son vírgenes. Se las traeré para que hagan con ellas lo que quieran. Pero no hagan nada a estos hombres, porque son mis invitados». Ellos respondieron: «Apártate de ahí. Tú no eres más que un inmigrante; ¿y ahora quieres convertirte en juez? A ti te trataremos peor que a ellos». Y se abalanzaron violentamente sobre Lot para voltear la puerta” (Gn 19, 6-9).
Uno de los castigos más espantosos contados en la Biblia es el que sufrió la ciudad de Sodoma. Dios hizo bajar del cielo fuego y azufre, y en cuestión de minutos acabó con todos sus habitantes. Desde entonces, el nombre de Sodoma quedó como símbolo de inmoralidad y perversión. Pero, ¿qué pecado habían cometido aquellos hombres para merecer semejante condena? Suele decirse que fue el de la homosexualidad. Incluso existe en las lenguas modernas una serie de palabras, como sodomía (homosexualidad); sodomita (homosexual); sodomizar (practicar la homosexualidad), derivadas del nombre de la ciudad. Sin embargo, si analizamos el relato bíblico, vemos que se trata de una interpretación equivocada. ¿Cuál fue en realidad la culpa de los habitantes de la ciudad de Sodoma?
La incredulidad de los yernos
Un sobrino muy atento
Los sodomitas estaban a punto de golpear a Lot, cuando intervinieron los enviados de Dios. “Lo hicieron entrar y cerraron la puerta. Entonces provocaron la ceguera de todos los que estaban afuera, jóvenes y viejos, de manera que ya no podían hallar la puerta. Después dijeron a Lot: «Saca de la ciudad a tus hijos, hijas, y a cualquier otro familiar que tengas, porque vamos a destruirla. Dios se ha enterado del pecado de esta gente, y nos ha mandado a arrasarlas” (Gn 19, l0-13). Entonces Lot comprendió quiénes eran los jóvenes que había alojado: eran mensajeros divinos. Llamó, pues, a sus yernos, unos jóvenes de la ciudad que estaban por casarse con sus hijas, y les dijo: “«Rápido, salgamos de aquí, porque Dios va a destruir la ciudad»”. Pero sus yernos pensaron que era una broma. La negativa de sus futuros yernos hizo dudar también a Lot que ya no sabía si creer o no a sus huéspedes. Cuando comenzaba a amanecer, Lot seguía dando vueltas sin decidirse a huir del lugar. “Los mensajeros lo apuraron diciendo: «Vamos, saca a tu mujer y a tus hijas para que no sean destruidas cuando castiguemos la ciudad». Pero como Lot se demoraba, los hombres tomaron de la mano a él, a su esposa y a sus dos hijas, y los sacaron de la ciudad” (Gn 19, 14-16).
El texto se encuentra en Génesis 19. Comienza diciendo que a Dios le habían llegado rumores del pecado que cometían los sodomitas, por lo que decidió enviar dos mensajeros para averiguar si tales rumores eran ciertos (Gn 18,32). Los enviados de Dios “llegaron a Sodoma al atardecer, mientras Lot estaba sentado a la entrada de la ciudad. Al verlos, Lot se levantó y haciéndoles una gran reverencia les dijo: «Por favor, señores, vengan a mi casa a pasar la noche. Allí podrán descansar, y mañana temprano podrán seguir viaje»“(Gn 19,1-2). Lot era sobrino de Abraham. Se había separado hacía tiempo de su tío y vivía en la ciudad de Sodoma, donde había prosperado y comprado una casa en la que habitaba con su familia. Solo él tuvo la gentileza de acercarse esa tarde a los forasteros que llegaban y ofrecerles alojamiento. Los demás habitantes los ignoraron completamente. En un principio, los recién llegados no aceptaron la invitación y le dijeron: “«No, gracias. Pasaremos la noche en la plaza». Pero Lot les insistió tanto, que al fin aceptaron ir y se hospedaron con él. Lot les preparó comida y ellos cenaron” (Gn 19, 2-3). Dispuesto a entregar a sus hijas
Viudo por curiosidad
Pero esa noche, cuando los enviados divinos se preparaban para dormir, un griterío que venía de la calle invadió el interior de la casa. Lot se asomó a la ventana y quedó espantado. “Todos los sodomitas, es decir, los habitantes de la ciudad, se habían agolpado alrededor de la casa. Estaba el pueblo entero, sin excepción alguna, del más joven al más viejo. Y empezaron a gritar a Lot: « ¿Dónde
Mientras huían, los mensajeros ordenaron a Lot: “«No mires hacia atrás, ni te detengas. Huye a los montañas para no ser destruido»“. Lot, viendo que sus fuerzas no le alcanzaban, replicó: “«No podré llegar a los montañas. Aquí cerca hay una ciudad pequeña, llamada Soar. Déjenme refugiar allí». Ellos respondieron: «Está bien, pero apúrate». 17
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a.C., Ezequiel afirma que los vicios de los sodomitas eran el orgullo, la gula y la pereza (Ez 16, 49-50). En el siglo II a.C., el libro del Eclesiástico identifica este vicio con la soberbia (Ecl 16,8). En el siglo I a.C., el tercer libro de los Macabeos (una obra apócrifa judía) dice que el pecado sodomita era la arrogancia (3 Mac 2,5).Es decir, que en ningún libro del Antiguo Testamento, compuesto a lo largo de varios siglos, es posible encontrar un solo testimonio de que en Sodoma se practicara la homosexualidad. El Nuevo Testamento también habla varias veces del pecado de Sodoma: San Mateo (10, 14-15; 11, 23-24); San Lucas (10,12; 17,29); la 2ª carta de Pedro (2, 6-8); el Apocalipsis (11, 7-8). Pero ninguno precisa cuál era dicho pecado. Solo la Carta de Judas (1,7) hace una leve alusión: “También Sodoma y Gomorra fornicaron y fueron tras una carne diferente” (es decir, no humana, sino de ángeles). O sea que el pecado habría consistido en querer unirse sexualmente a seres de otra especie, de un género distinto al género humano, como lo eran los ángeles. No se trata de la homosexualidad. Por lo tanto, ningún autor bíblico, cuando habla del pecado de Sodoma, hace referencia a la homosexualidad. Lo cual es muy curioso, porque en esa época las prácticas homosexuales eran duramente condenadas, y en otras partes de la Biblia sí aparecen reprobadas.
Cuando el sol amanecía, Lot entró en Soar. Entonces Dios hizo llover desde el cielo azufre y fuego sobre Sodoma y Gomorra. Así destruyó esas ciudades y toda la región de la llanura, junto con sus habitantes”. Pero al final ocurrió una tragedia. La mujer de Lot, sintiéndose ya segura en Soar, no resistió la curiosidad y desobedeciendo la orden de los ángeles se dio vuelta para ver el cataclismo. Al instante quedó convertida en estatua de sal. Con este triste detalle termina el relato de la destrucción de Sodoma y Gomorra. ¿Es este un hecho histórico? Hoy los estudiosos sostienen que se trata de una leyenda que pretendía explicar la extraña topografía de la región. En efecto, Sodoma se hallaba situada, según la Biblia, al sur del Mar Muerto. Y este es un lugar sombrío e inhóspito, geológicamente inestable, con permanentes terremotos y movimientos sísmicos (unos 200 temblores al año). El suelo está lleno de azufre y alquitrán altamente inflamables. Una gruesa capa de sal recubre la superficie del lugar e impide cualquier forma de vida. En los alrededores se ven montañas y prominencias salitrosas, algunas de los cuales se asemejan a estatuas de personas hechas de sal. Un paisaje tan desolado, en medio de una Tierra tan Santa, solo podía provenir, pensaban los israelitas, de algún horrible pecado cometido por sus antiguos moradores. Y así surgió la leyenda de Sodoma. Todos estaban en la puerta
Se modifica el pecado
Pero, ¿cuál es el pecado que aparece en el relato que leímos? Casi todos los lectores sostienen que es el de la homosexualidad. Sin embargo, esta interpretación no parece del todo convincente. ¿Por qué? Primero, porque el texto dice que todos los habitantes de Sodoma participaron del asalto a la casa de Lot, Y la palabra hebrea enoshim (habitantes) alude tanto a hombres como a mujeres. Por lo tanto, los que intervinieron en la agresión a los huéspedes no fueron exclusivamente hombres. Había también mujeres. Segundo, porque el hecho de que Lot quiera entregar a sus hijas indica que sus vecinos tenían intereses heterosexuales. Si no, no habría tenido sentido tal ofrecimiento. Tercero, porque las hijas de Lot estaban comprometidas con hombres de Sodoma, lo cual demuestra que no todos los sodomitas tenían inclinación hacia el mismo sexo. Pero el argumento más fuerte en contra del pecado de homosexualidad es el hecho de que, a lo largo de la Biblia, muchas veces se menciona a Sodoma, y jamás autor alguno dice que sus habitantes realizaran esa práctica.
Pero en el siglo ll a.C. se empezó a producir un cambio en la interpretación. Los judíos tenían mayor contacto con las ciudades de cultura griega, y veían cómo en ellas la homosexualidad no solo era frecuente, sino incluso socialmente aceptada. Esto provocó un fuerte llamado de atención, pues muchos judíos corrían el peligro de adherirse a las nuevas ideas. Entonces, para expresar de manera contundente la maldad de esa práctica, empezaron a mencionar la historia de Sodoma como ejemplo de rechazo divino hacia ella. La primera referencia a la nueva interpretación se halla en un libro apócrifo judío del año 50 a.C., llamado Testamento de Neftalí (4,1), donde por primera vez se identifica a los sodomitas como homosexuales. La segunda mención se encuentra en otra obra apócrifa judía: el 2° libro de Enoc (10,3), del año 50 d.C. Luego tenemos al escritor judío Filón de Alejandría, quien en su obra De Abrahamo (26, 134-136), al criticar las inmoralidades de la Alejandría del siglo l, cuenta que los sodomitas tenían el infame vicio de unirse a hombres como si fueran mujeres. Más tarde, el historiador Flavio Josefo, en su libro Antigüedades Judías, del año 93 d.C. cuenta lo mismo, y es el primero en usar la palabra “sodomía” para referirse, en general, a la práctica homosexual.Así pues, a fines del siglo l d.C. se había generalizado entre los judíos la idea de que el pecado de Sodoma era el de la homosexualidad. Esta nueva interpretación pasó después al cristianismo, y muchos escritores de la iglesia (como san Clemente de Alejandría, san Juan Crisóstomo, san Agustín, Efrén
El silencio de la tradición En efecto, el primero en recordar los pecados de Sodoma es el profeta Isaías, en el siglo VIII a.C. Y dice que consistían en la práctica de un culto superficial, la opresión de los más pobres (Is 1, l0-17) y la corrupción de los jueces (Is 3,9). En el siglo VII Jeremías da otra versión. Dice que su maldad era el adulterio, la mentira y la falta de arrepentimiento (Jer 23,14). En el siglo VI
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una ubicación intencionada del texto para resaltar más aún la contraposición entre la hospitalidad de Abraham y la insolidaridad de los sodomitas. Un último dato que corrobora esta interpretación lo ofrece el mismo Jesús cuando envía a sus discípulos a predicar de casa en casa. Les dice: “Si a ustedes no los reciben en un lugar, salgan de la casa o de la ciudad, sacudiendo el polvo de sus pies; porque les aseguro que el día del juicio Sodoma y Gomorra serán juzgadas con menos dureza que esa ciudad” (Mt l0, 11-15). Vemos que Jesús compara a Sodoma con las ciudades que no quieren alojar a sus discípulos. Por lo tanto, en tiempos de Jesús la fama que tenía Sodoma era la de no haber sido hospitalaria.
el Sirio, Tertuliano) aceptaron sin titubeos que la falta de Sodoma fue su afición a la práctica homosexual. Por un pecado más grave Pero entonces, ¿cuál es la verdadera intención del relato de Sodoma? ¿Qué vicio pretendía condenar? Hoy los estudiosos sostienen que el pecado de los sodomitas fue el de la falta de hospitalidad. En efecto, en el mundo antiguo, y especialmente en Israel, una de las obligaciones primordiales era la de ofrecer alojamiento al extranjero. Los profetas la tenían entre las virtudes principales (Is 58,7). El santo Job dice haberla practicado siempre en su vida (Jb 31,32). Era una acción tan noble que hasta Dios la practica (Sal 39,13). Su observancia era capaz de limpiar cualquier pecado, como se ve en la historia de la destrucción de Jericó cuando Dios mató a todos sus habitantes, excepto a una prostituta a la que protegió (a pesar de que la prostitución es un grave pecado en la Biblia), porque ella unos días antes había dado hospitalidad en su casa a dos hebreos (Jos 6, 22-25). La ley de hospitalidad era sobre todo un principio de supervivencia en el Oriente antiguo. Su objetivo era el de ofrecer al peregrino techo, comida y cama para protegerlo de los peligros del viaje. Por esto, cuando los mensajeros divinos llegaron a Sodoma, Lot les ofreció alojamiento en su casa en cumplimiento de esta norma. En cambio, los sodomitas, nada solidarios, prefirieron humillarlos para mostrar su desprecio hacia los extranjeros. Y no encontraron mejor manera de “rebajarlos” que haciéndolos ejercer el papel de mujer (ya que en aquel tiempo la mujer era considerada un ser inferior). Tal acción antisocial confirmó lo que se comentaba de ellos: que no eran hospitalarios. Por lo tanto, Dios decidió exterminarlos. Un pueblo así no merecía vivir.
El pecado del Juicio Final Sodoma fue destruida, según la Biblia, porque sus habitantes realizaban una de las prácticas más perversas del mundo antiguo: la de no ser hospitalarios. Esto no significa que Dios haya mandado realmente fuego sobre la ciudad. Lo que se pretende es dejarnos una gran enseñanza: las ciudades se destruyen cuando sus habitantes no practican la hospitalidad. Este no es un viejo precepto oriental: es una norma de enorme importancia para hoy. Sin embargo, nuestro mundo moderno no parece prestarle atención. Basta con mirar a nuestro alrededor. Miles de niños nacen cada día sin un hogar digno, sin talco ni pañales que los reciban. Ejércitos de ancianos duermen de noche en la calle, expuestos a la agresión de cualquiera que pase. Familias enteras revuelven la basura todos los días en busca de sobras de comida para llevar al estómago. Enfermos abandonados; inmigrantes humillados por su extranjería; desplazados de guerras que sobreviven en condiciones inhumanas; muros que se levantan para que no pase la gente de países vecinos. El mundo parece haberse convertido en una gran Sodoma. Y muchos, que miran con indiferencia cómo se hunde todo sin hacer nada, se asemejan a estatuas de sal, envueltos en su apatía. La Biblia nos advierte que aquella ciudad indiferente e insolidaria desapareció de la escena, ahogada en su propia maldad. Y también que la salvación del mundo llegará cuando volvamos a descubrir aquel principio oriental sagrado: que todos estamos de paso en este mundo, que todos somos peregrinos, y que necesitamos de la hospitalidad de los demás. Con razón Jesús, cuando contó la parábola del Juicio Final, al enumerar las acciones que salvarán a la humanidad, dijo: “Porque cuando estuve de paso, me diste hospitalidad” (Mt 25,35). +
Otra ciudad malvada Que la falta de hospitalidad fue el pecado de los sodomitas lo confirma otra historia muy parecida de la Biblia. Se cuenta que una noche llegó un extranjero con su esposa a la ciudad de Guibeá, y un anciano los alojó en su casa. Entonces, los hombres de la ciudad rodearon la vivienda y pidieron al anciano que sacara al visitante para tener relaciones sexuales con él. El dueño de casa se negó y les ofreció a cambio su hija que era virgen. Pero ellos no aceptaron. Entonces, el recién llegado tomó a su esposa y se la entregó, y ellos la violaron toda la noche, y al amanecer la abandonaron muerta (Jue 19, 1-30). En este relato sí se dice expresamente cuál fue el pecado cometido: la falta de hospitalidad (Jue 20, 4-6). Por lo tanto, lo mismo se debe pensar de la historia de Sodoma. También el libro de la Sabiduría (19,13) dice que el pecado de Sodoma fue la falta de hospitalidad. Curiosamente, el episodio de Sodoma figura en la Biblia a continuación del relato en el que Abraham recibe a tres extranjeros en su tienda y les brinda hospitalidad (Gn 18, 1-5). Se trata de
Ariel Álvarez Valdés es sacerdote y biblista argentino. Enseña en la Universidad Católica de Santiago del Estero, Argentina. Publicado en Signos de Vida, CLAI, junio de 2008, Nº 48, p. 2-5
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06 de octubre 2017, 09:40 p.m.
camino para la imposición de nuevas sanciones a Teherán.
La Campaña Internacional para Abolir las Armas Nucleares (Ican) ganó el viernes el Nobel de la Paz tras una década de esfuerzos para prohibir la bomba atómica, en un contexto de tensión con Corea del Norte e Irán.
El galardón a la Ican es un recordatorio de que “hoy más que nunca necesitamos un mundo sin armas nucleares”, escribió en Twitter el secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres.
Setenta y dos años después de las bombas atómicas estadounidenses sobre Hiroshima y Nagasaki, el Comité del Nobel quiso resaltar los incansables esfuerzos de la Ican para librar al mundo de las armas nucleares. Con ello mandó también un mensaje a las potencias nucleares para que inicien “negociaciones serias” destinadas a eliminar su arsenal.
Supervivientes de los bombardeos atómicos de las ciudades japonesas de Hiroshima y Nagasaki, al final de la Segunda Guerra Mundial, manifestaron también su alegría: “Estoy feliz de que la Ican, que, como nosotros, actúa para terminar con las armas nucleares, haya ganado el premio Nobel de la Paz”, declaró, citado por la cadena de televisión NHK, Sunao Tsuboi, de 92 años, quien resultó gravemente quemado en la explosión de la bomba lanzada contra Hiroshima, tras la cual padeció un cáncer.
“Vivimos en un mundo donde el riesgo de que se utilicen las armas nucleares es más alto de lo que nunca fue”, declaró la presidenta del Comité Noruego del Nobel, Berit Reiss-Andersen.
La expresidenta de la conferencia de la ONU que negoció el Tratado sobre la Prohibición de las Armas Nucleares, la embajadora costarricense ante la ONU en Ginebra, Elayne Whyte, también extendió sus felicitaciones a la entidad. Este Nobel debe suponer “una nueva etapa de gran impulso a las negociaciones para el desarme nuclear”, manifestó.
En su primera reacción al galardón, la organización criticó al presidente Donald Trump ante los riesgos de un incidente nuclear. “La elección del presidente Trump incomodó a mucha gente por el hecho de que pueda autorizar por sí solo el uso de las armas nucleares”, declaró a los medios la directora de la Ican, Beatrice Fihn, en Ginebra.
Fundada en 2007 en Viena, durante una conferencia internacional sobre el tratado de no proliferación nuclear, la Ican tiene su sede en Ginebra, en las instalaciones del Consejo Ecuménico de las Iglesias, otra organización internacional. Cuenta con 424 organizaciones no gubernamentales asociadas en 95 países y el apoyo de numerosas personalidades, entre ellas dos premios Nobel de paz, el arzobispo sudafricano Desmond Tutu (1984) y la estadounidense Jody Williams, quien lo recibió en 1997 por la Campaña Internacional para la Prohibición de las Minas Antipersonas.
“Las armas nucleares no aportan la seguridad ni la estabilidad”, como demuestra que la gente en EE. UU., Japón y Corea del Norte no se “sienta especialmente segura”, añadió. “Este premio no va contra nadie” subrayó Reiss-Andersen. La Ican, que agrupa a centenares de ONG, milita desde hace casi 10 años por la supresión del armamento nuclear. Impulsó un histórico tratado de prohibición de las armas nucleares que fue adoptado por 122 países en julio, aunque su alcance es sobre todo simbólico, dada la ausencia de nueve potencias entre los firmantes.
Aunque la cantidad de ojivas se ha reducido en 30 años –pasó de 64.000 en 1986 a poco más de 9.000 en 2017, según el Bulletin of the Atomic Scientists (BAS)–, el número de países que poseen el arma nuclear aumentó.
Este Nobel se otorga en momentos en que Trump debe certificar ante el Congreso, antes del 15 de octubre, que Irán respeta los compromisos del acuerdo de 2015.
Hoy son nueve los que poseen tales armas de destrucción masiva: Estados Unidos, Rusia, Francia, el Reino Unido, China, India, Pakistán, Corea del Norte e Israel.
Ese acuerdo impone estrictas restricciones al programa nuclear iraní a cambio de un levantamiento de las sanciones. Según The Washington Post, Trump habría decidido no certificarlo, lo que allanaría el
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Obispo electo en la XXV Asamblea General de la Iglesia Evangélica Metodista Argentina
Américo Jara Reyes (51 años)
El día sábado 19 de agosto, durante la segunda sesión de la XXV Asamblea General de la Iglesia Evangélica Metodista Argentina -realizada en el Colegio Ward, Villa Sarmiento (Buenos Aires)- fue electo como Obispo el pastor Américo Jara Reyes. El mismo ocupará el cargo por el cuatrienio 2017 – 2021.
Es Bachiller Superior en Teología (ISEDET). Tiene estudios en Psicología Social y en Educación Popular. Ha sido Superintendente durante doce años (Región Litoral, Segunda Región, Distrito Gran Rosario) y ha pastoreado las congregaciones de Ituzaingó (ayudantía); Centro comunitario la Tablada (IDC-IEMA); Circuito Rosario del Tala; Concordia; Chajarí; Colón y Concepción del Río Uruguay. En la ciudad de Rosario ejerce la capellanía del Centro Educativo Latinoamericano (CEL) y pastorea las comunidades de Primera Iglesia y La Paz, coordinando equipos pastorales en las comunidades de La Fe, San Jerónimo, Cañada de Gómez y Máximo Paz. Es el Presidente del Consejo General de Vida y Misión de la Junta General de la Iglesia Metodista. Está casado con María Esther Andersen, con quien tiene cuatro hijas.
Luego de la elección, el Obispo saliente, pastor Frank de Nully Brown, se dirigió a la Asamblea en oración, pidiendo la dirección de Dios en esta nueva etapa de la Iglesia Metodista y la guía del Espíritu Santo sobre el flamante Obispo. La consagración Episcopal se realizó en el Culto Central de la Asamblea General, en el emblemático Templo de Av. Rivadavia 4050 del Barrio de Almagro.
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Declaración pública de la XXV Asamblea General de la Iglesia Evangélica Metodista Argentina
• Proclamamos que en Cristo, hay vida para ser compartida en forma abundante y plena que se contrapone a la individualidad y la soledad de esta sociedad y que, la sola acumulación de bienes de uso e intercambio en pocas manos, resulta en pobreza y marginalidad para millones de personas que esperan respuesta a su hambre y exclusión, para nuestros pueblos originarios, a ancianos y ancianas, niños y niñas, a aquellos que son privados del acceso al empleo, así como a quienes son discriminados por su condición de género, de etnia, de procedencia geográfica, de migrantes tanto internos como externos que aún esperan amparo y protección en la sociedad argentina.
A 500 años de la Reforma Evangélica Protestante, que dio aire renovado y purificado a la Iglesia, y a más de 180 años de vida en Argentina del metodismo que sostiene su identidad ecuménica y profética, comprometida con el tiempo que le toca vivir, y en el marco de la XXV Asamblea General, bajo el lema “Jesús, Vida para descubrir y compartir” • Proclamamos un evangelio de amor y verdad, revelación de un Dios de vida y anuncio de esperanza. Es esa luz del mundo que desnuda toda apariencia que se pretenda instalar como una visión única de realidad y bienestar, negando el sufrimiento y dolor de millones de personas que sufren los efectos devastadores de proyectos globalizantes que sujetan todo a un único sistema económico y de poder. Este sistema que se vale de medios e industrias culturales crean una ficción que esconde la realidad y proponen una falsa diversidad y diálogo que es desmentido por su autoritarismo y constante discriminación.
• Proclamamos que el anuncio y defensa de estos derechos es un principio básico que nos moviliza y nos reúne como iglesia fiel al Evangelio. Como Iglesia Evangélica Metodista en Argentina, fieles al Dios de la vida encarnado en Jesús, Señor de la historia, nos comprometemos con las situaciones en donde, la solidaridad, la contención, y el apoyo concreto a las personas más vulnerables se hacen imprescindibles. Del mismo modo asumimos este compromiso desde la certeza de anunciar la gracia vivificante de Dios que vence a la muerte y a todo tipo de proyecto que atente contra su creación y niegue un acceso genuino de todo ser humano a una vida plena.
• Proclamamos que en Dios, hay gracia hecha justicia que fortalece en medio de las desigualdades cotidianas, donde el poder impone su arbitrio, donde se desconocen derechos y se dificulta el acceso a un poder judicial que muchas veces niega la verdadera justicia, que es usada como una mercancía más de intercambio, que desecha la vida misma, como obra única de Dios, dada a cada ser humano.
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Metodismo con “M” de mujer Ana Marina Franco Santa Marta.w
Alejandro Peláez
Nació en Trinidad el 2 de marzo de 1920 y falleció el 17 de setiembre de 2012. Fue hija de Felipe y Doña Eulalia Santa Marta; hermana de Alberto, Alfredito, Elenita y Arsenio; toda una familia vinculada a nuestra Iglesia. Nos contaba Marina que con solo 4 años asistió por primera vez con una pareja de novios al Templo Metodista y de ahí en adelante toda la familia participó de la comunidad metodista. El 3 de diciembre de 1944 fue recibida como Miembro por el Rev. Federico J. Pagura. Desde muy joven desempeñó tareas como cajera en la panadería Dubini (más tarde panadería Frugoni), hasta su merecida jubilación, caracterizándose por su afable trato y bondad hacia sus semejantes. El 7 de abril de 1961, en Trinidad, contrajo matrimonio en segundas nupcias con Don Horeb Beltrami, quien se desempeñara como Pastor suplente en probación -desde febrero de 1963 a enero de 1965- haciendo uso familiar de la casa pastoral. Años más tarde, y teniendo como vocación cristiana servir a Dios, se trasladó a Montevideo en donde prestó funciones por muchos años en la Asociación Cristiana de Jóvenes. Paralelamente a su actividad en la Asociación, integró el coro unido de la Iglesia Metodista, dirigido por Isaías Beltrami.
Nuestra querida Marina tenía algo especial: su vocación cristiana; su profundidad en las oraciones; las lecturas bíblicas que llegaban a los corazones con mucha sabiduría, compenetrándose, dándole énfasis, transmitiendo la vivencia a viva voz en cada texto elegido.
Por la década del 90 volvió a su ciudad para volcarse a las actividades en nuestro templo, hasta sus últimos días en que nunca dejó de amar al Señor. Todos los días realizaba sus oraciones de rodillas, como expresa el himno Nº 212 del himnario evangélico Cántico Nuevo: “De rodillas estoy con el rostro al naciente sol, ¡Oh Dios, apiádate de mí!”
En el acto del sepelio, el servicio religioso estuvo a cargo del Pastor Néstor Olivera y de la Diácona Estela Casco de López.
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REVISTA METODISTA N° 220 - Noviembre/Diciembre 2017
Mariposas Kafka y la Muñeca... la omnipresencia de la pérdida Un año antes de su muerte, Franz Kafka vivió una experiencia insólita. Paseando por el parque Steglitz, en Berlín, encontró a una niña llorando desconsolada: había perdido su muñeca. Kafka se ofreció a ayudar a buscar la muñeca y se dispuso a reunirse con ella, al día siguiente, en el mismo lugar. Incapaz de encontrar a la muñeca, compuso una carta “escrita” por la muñeca y se la leyó cuando se reencontraron: “Por favor no llores; he salido de viaje para ver el mundo. Te voy a escribir sobre mis aventuras...“ Este fue el comienzo de muchas cartas. Cuando él y la niña se reunían, él le leía estas cartas cuidadosamente compuestas de aventuras imaginarias sobre la querida muñeca. La niña fue consolada. Cuando las reuniones llegaron a su fin, Kafka le regaló una muñeca. Ella, obviamente, la veía diferente de la muñeca original. Una carta adjunta explicó: "mis viajes me han cambiado…” Muchos años más tarde, la chica, ahora crecida, encontró una carta metida en una grieta desapercibida dentro de la muñeca. En resumen, decía: "Cada cosa que amas es muy probable que la pierdas, pero, al final, el amor volverá de una forma diferente“.