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afectos // mixtapes // redes sociales comunicaci贸n 3 universidad de los andes michelle d. ospina germ谩n izquierdo juan a. soto



introducci贸n // la apuesta de la comunicaci贸n a trav茅s de la m煤sica en redes sociales


La música se puede entender no sólo como un arte sino tambien como una forma de comunicación humana desde un lenguaje compuesto de ritmos, armonías y melodías. Polifonías. Es quizás uno de las más antiguas formas de comunicarse y ha conectado espacios de todo tipo en las diferentes culturas humanas, desde rituales hasta salas de conciertos o entretenimiento en bares. Hoy en día el espacio virtual se convierte en un escenario importante para compartir música, en su mayoría de la composición musical conocida como canción. Es importante resaltar esto, pues la canción supone una voz humana cantante y una letra con acompañamiento musical, lo que hace a la música que escuchamos principalmente hoy, un acto de habla que no solo utiliza el lenguaje musical sino tambien el verbal. Esto, además de las construcciones culturales alrededor de los géneros hace a la música un medio de comunicación sumamente complejo. Lo anterior se explica porque evidentemente no es lo mismo, en el sentido del lenguaje, escuchar una composición de Mozart a escuchar una canción, porque Mozart habría compuesto un concierto para tocarse en vivo en sitios específicos y para determinadas personas de su tiempo. Mientras que una canción de nuestros días en la mayoría de géneros, es un conjunto de música y letra que alude a comportamientos, sentimientos y acciones específicas, utiliza un lenguaje verbal que responde a cierto tipo de códigos culturales, su duración oscila entre los dos y los 5 minutos y viene cargada de connotaciones sociales que la diferencia de otras en lo que comunica.


Más importante aún es el hecho de que hoy en día la música se escucha más y más con audífonos, por ejemplo en el bus de camino al trabajo. Por las nuevas tecnologías no es importante que hayan músicos para escucharla solo es necesario tener un dispositivo electrónico. Las redes sociales se han convertido en un medio para compartir y comunicar emociones y sentimientos supuestamente abstractos a través de las aplicaciones que tienen integradas las funciones sociales. El tema que más interesa aquí es el proceso comunicativo y afectivo que implica compartir canciones en redes sociales.

Las relaciones sociales han sufrido grandes cambios en los últimos años, todo a una velocidad vertiginosa en una era que da prelación a la inmediatez en prácticamente todos los aspectos; con la llegada del massmedia, las redes sociales se han transformado en una ventana que expone al individuo ante el mundo en distintas formas en las que todo gira entorno a una apariencia que si bien se quiere proyectar como seña de identidad, también puede ser como una demostración de estatus. En cuanto a la música, la llegada de almacenamiento en la nube y transmisión vía streaming modificó fuertemente la manera como la sociedad concibe y consume la música; hoy día, y gracias a la inmediatez antes mencionada, todo adquiere un carácter desechable, dispensable y transitorio, pasamos de un artista a otro tan rápido como podemos cambiar las canciones de una playlist, esto debido a que servicios como Spotify o Deezer ponen a nuestra disposición una biblioteca prácticamente ilimitada a la que podemos acceder con solo tocar la pantalla. Estos mismos cambios traen consigo la obsolescencia de anteriores tecnologías y con ello, de las prácticas asociadas a estas, como grabar Cassetes o CDs con determinada música para regalar.


// mixtapes //


definición de mixtape

Un mixtape es una obra que recopila las mejores canciones de un artista, normalmente sin ánimos de lucro, es además usado por artistas emergentes con la intención de darse a conocer por lo que no cuenta con una gran producción en términos técnicos. También es utilizado por artistas reconocidos a forma de fanservice, en el que combinan canciones importantes con canciones nuevas o inéditas sin la intervención de una disquera, entendido entonces como una pieza creativa y con una conexión personal fuerte por parte del artista con su obra y con quienes le siguen. Así mismo, estos mixtapes estaban en su mayoría organizados de manera conciente bien sea por género o artista, o según la canción, es decir que había un orden dado intencionalmente y con una finalidad específica en el lugar que ocupaba cada canción, en la transición de estas a lo largo de la obra y como todas juntas actuaban como una obra auditiva prolongada.


charlie\’s mixtape | Tumblr


De igual forma, y de manera más cotidiana, eran producciones que podía hacer cualquier persona en las que reunían su música preferida para su disfrute personal o como un regalo destinado a comunicar un sentimiento en especial. Como mixtape personal, la obra refleja los gustos personales de quién la hacía, había entonces una noción de identidad y expresión propia, la acción de escuchar el mixtape personal de otra persona era prácticamente una obra que daba a entender a un nivel más profundo quién es esa persona, o tal vez una emoción o un estado de ánimo específico comprendido desde la posición del autor.

Tradición del mixtape como acto de relacionamiento afectivo

Por otro lado, el mixtape que se regalaba estaba cargado de otro tipo de mensajes, en este caso no se busca expresar a través de una persona, sino de comunicar a partir de esta, es decir que hay un mensaje que se está enviando y que interactúa con quién lo escucha, y que dicho mensaje se verá entonces determinado por quien lo recibe. Así pues, hay una intencionalidad y un vínculo emocional que se traduce directamente en el contenido del mixtape, algo que se cuenta sin la necesidad de usar palabras propias y que se transmite por medio de las melodías y letras de cada canción, la forma intencional como se organizan las canciones dentro de la obra crean una narrativa que se cuenta de una manera no convencional y que se conecta con el receptor al transmitirle sentimientos con cada nota y cada letra.


Gemma Correl Illustration | Tumblr


cassette // cd

Los mixtapes tradicionalmente reconocidos en el medio del cassette y en cd son una “tradición” lejana culturalmente. La reconocimos a través de películas de los 90’s y primeros años de los 2000, donde los adolescentes californianos grababan a sus novias desde la radio cintas con las canciones que querían dedicar. Incluso en películas tan propias de la generación de las películas de porristas de secundaria podíamos ver cómo junto a un ramo de flores un sobre de manila contenía un cassette con una canción grabada en el garaje. La canción estaba nombrada con el apodo de la chica popular y ella bailaba sobre la cama al escucharla. Interesa para este análisis la entender deconstructivamente el proceso de grabación de estos objetos que representaban un medio que como una carta era capaz de manifestar sentimientos, esperando cierta respuesta afectiva de parte de quien la recibía.


Kirsten Dunst escuchando su mixtape en Bring it on (Triunfos Robados - 2000)

El proceso de creación de un mixtape, bien sea en un cassette o CD, traía consigo toda una planeación y conciencia de la acción, se tiene en cuenta antes que nada si es un mensaje para transmitir o una expresión de identidad propia, si transmitir es el caso, para quién se dirige el mensaje es un determinante a tener en cuenta para la selección de canciones, así como cuál es el mensaje que se quiere enviar. Marcar el mixtape con el nombre de quien recibe o colocarle un título apropiado según la mezcla es un gran recurso comunicativos. En cuanto al mensaje, este se puede transmitir sin importar el género musical, pero la intencionalidad del mismo puede variar, debe haber un conocimiento de las letras de cada canción para evitar malos entendidos, por supuesto.

Por otro lado, el caso de querer hacer un mix con música ajena a los gustos personales requiere poseer un conocimiento, no solo de la persona a la que se le va a regalar el mixtape, sino de los gustos musicales de ésta y por ende, de ese tipo de música en particular. En otras palabras, el acto de regalar un mixtape requiere una investigación, un análisis y un reconocimiento profundo del destinatario en busca de lograr comunicar el mensaje, evocar un estado de ánimo o transmitir un sentimiento de manera efectiva.


las playlists de mySpace

Ya entrado en el mundo de las redes sociales, el mixtape mutó y se conservó en formato digital pero la necesidad de expresión a través de la música no. MySpace en particular fue un escape para muchos jóvenes en los inicios de milenio quienes encontraron en éste un nuevo medio de expresión ante el mundo, millones de perfiles fueron creados y conectados a otros tantos millones. Por toda la red rodaban códigos HTML que permitían modificar casi todo el perfil e incluso incluir contenido flash, vínculos y más particularmente, música. Así pues, al visitar un perfil, no solo cambiaría la estética en función del usuario sino también la música que sonaba en la página como un reflejo de la identidad del mismo.


Playlists de mySpace (en la calidad .jpg de la ĂŠpoca)


mel贸manos en tumblr y una nueva ola de mixtapes vieja escuela


“Tumblr, el lugar en donde puedes ser quien quieras, y nadie te juzga.” Una plataforma que le cambió la vida a jóvenes que alguna vez se negaron a ser llamados hipsters, y que al ser distinta para cada persona, es un espacio con una identidad propia, en la que fue creándose un grupo específico de personas; chicos del siglo 21 reencarnando los 90’s, sensibles a la experimentación gracias a la era del internet, al arte, los videojuegos, las caricaturas y sobre todo a la música. Hacer mixtapes siempre ha sido un proceso de dedicación y hecho para personas dispuestas a hacerlo “bien”. Gracias a plataformas como Tumblr y espacios como /mu/, la inspiración y la educación al tema se facilita, pues muchos jóvenes no tuvieron la oportunidad de ver a sus padres creando sus propios mixtapes en casetes de manera análoga, que a mi parecer, es el ritual más puro. A pesar de que en esta época todo es más rápido y eficiente, hacer playlists requiere tiempo y amor, como en aquella época. Entonces en estos espacios infestados de melómanos, se aprende lo más importante: Dónde encontrar la música, porque el primer paso en la creación de un playlist o mixtape es el mood de este. Si es para la tusa, o si es para un roadtrip, o si es simplemente para escuchar mientras se hace ejercicio. Claramente, para crear playlist es recomendable saber de música, y en esta era de la piratería es necesaria la recursividad y saber buscar bien. Todo esto depende del gusto musical, claramente géneros populares solo requieren una búsqueda sencilla en google con el nombre de la agrupación, junto con el álbum o el sencillo y un .mp3 o .zip al final, o por medio de Torrent. Pero cuando se trata de una banda o canción que no se encuentre de ninguna de las anteriores manera, la búsqueda en sí se convierte en otro proceso extra, a menos que uno tenga muy buenos amigos que roten links.

El siguiente paso es el orden de los tracks, que no es un requisito, pero que le da un toque y una fluidez al mixtape. Como una obra conjunta, llena de altos y bajos; momentos de euforia y momentos de calma. Hay que recordar que estos tampoco son tan extensos, por lo general son compuestos por 10 canciones máximo 20 dependiendo del estilo de la lista de reproducción. Luego de escucharlo 30 veces seguidas y se sienta “bien” se le pone nombre, probablemente el nombre de una de los tracks que lo resuma todo. Puede ser algo poético, como lo puede ser algo sencillo como “Canciones para la ducha.” Luego sigue el proceso de exportación, que depende del programa en el que se esté creando. iTunes tiene la posibilidad de crear listas de reproducción para luego ser arrastradas a las carpetas creadas en el pc, de manera que al ser subidas a otras plataformas de descarga, sea posible comprimirlas. Sí, todo esto suena aparatoso, por eso existen otras formas aún más sencillas como por ejemplo Spotify o Google play, en donde ya está la música y el único esfuerzo es arrastrarlas a la carpeta hecha ahí mismo. Pero si se decide usar el método moderno vieja escuela, hay muchas posibilidades. Si se exporta la lista en una carpeta aparte, como se mencionó anteriormente, es posible subirse a blogs y compartir el link de descarga con una carátula llamativa, que tenga relación al playlist y sobre todo al nombre. Esta puede ser un montaje de varias imágenes, o una sola imagen que ya haya “rebloggeado” en Tumblr. Finalmente todo se resume en gustos, referentes y conocimiento.

Por Daniela Valencia. 7 mixtapes desde el 2012


Pista 1 y carรกtula, mixtape Roadtrip | Tumblr


Pista 1 y carátula, mixtape Ain’t Pimp You’re a Whore | Tumblr


redes sociales // deezer & spotify

Deezer y Spotify por su parte, hacen uso de la transmisión vía streaming para permitir el acceso en tiempo real a millones de canciones almacenadas en la nube. Introducen la pestaña Explorar para acceder a playlists prediseñadas y de acceso público, dispuestas por temas, momentos y estados de ánimos que aparecen dependiendo del momento del día a modo de sugerencia como un acompañamiento musical para cualquier ocasión, y una forma de exploración de nuevos horizontes musicales. Parecen sostener la hipótesis de que ahora la música puede ser para todos y no hace falta ser un experto para encontrar joyas musicales. Pero la interacción no se queda ahí, sin perder su carácter social, permiten ver la actividad de amigos, sus gustos musicales, sugerir artistas y compartir playlists, convirtiéndose en aplicaciones herederas espirituales del mixtape.


Spotify y sus playlists predise単adas y recomendadas. ~ A la izquierda de la interfaz puede seguirse el rastro musical de los contactos de facebook viendo las canciones que han escuchado y la playlist a la que pertenece cada una.


Los usuarios pueden crear y compartir sus listas de reproducción sin tener que descargar la música. Simplemente agrupando canciones de los artistas que han puesto su contenido a disposición de la plataforma. Este acceso inmediato no implica ningún gasto económico pues aunque ambas redes cuentan con versiones Premium donde se cuenta con privilegios y se evaden los comerciales, no es necesaria pagar una mensualidad para poder componer una compilación musical y enviarla a “esa persona especial”. Esta posibilidad y cierta serie de códigos para compartir canciones en las fases de una relación afectiva inspiran la propuesta de diseño planteada en el siguiente aparte.


// propuesta // - una relaci贸n, tres playlists -


Al identificar patrones y comportamientos en experiencias amorosas en redes sociales se señaló la música como una forma de comunicación muy efectiva que permite cierto tipo de seguimiento de las etapas de una relación afectiva. En este caso, según experiencias propias se delimitaron tres:

~ El cortejo o ‘levante’ ..... ~ El idilio romántico ........ ~ El rompimiento y la tusa Se contempló también un proceso de resignificación de las canciones compartidas en las distintas redes sociales, a través de los perfiles personales donde ciertas acciones implica también que se queda a la espera de reacciones. Cada canción pasaría entonces por un flujo digital donde sería utilizada como un mensaje en el chat interminable de un muro en Facebook, un timeline en Twitter o un dashboard en Tumblr. Posteriormente estas canciones llegarían a la tan versátil playlist de Spotify o sus competencias para ser compartidas y revisitadas. L


A cada lista se le acompañó con una carátula sencilla compuesta a partir de material en la red que (como las canciones que se usan para hacer mixtapes) parecen que cada vez pertenecieran menos a un artista y más a quienes son capaces de apropiarlas con cierta destreza o elocuencia... L



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La canción a la que usted le da like cuando por fin se agregan a Facebook para demostrarle que tienen un gusto musical parecido… y para que le note. La canción que le manda por inbox un día que tiene el valor de hablarle pero no sabe ni qué decirle. La canción que usted comparte como una indirecta cuando decide empezar a mostrarle que le gusta. La canción que comparte, y aunque no tiene nada que ver con usted, comenta y comparte para llamar su atención. La canción que le manda ya por whatsapp cuando le empieza a demostrar que le importa y que quiere compartirle cosas. La canción con la que se arriesga a decirle sutilmente que le gusta. La canción con la que le responde que también le gusta y piensa en usted. La canción que escuchan en silencio durante una cita y usted agrega como favorita a Spotify para que se dé cuenta que lo notó y lo va a recordar. La canción que alguno de los dos tiene la iniciativa de enviarle al otro, subliminalmente diciendo “ya no sólo me gusta, le quiero.” La canción que suena en su cabeza la primera vez que caminan de la mano y al llegar a casa le envía.

Esta es la lista de reproducción que (si usted decidiera compartir) le enviaría a unos días de empezar una relación. Sus canciones las habría repetido unas veinte veces porque ya le recuerdan a su nueva pareja.



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La canción que con algo de cursi nostalgia usa para decirle lo que sintió cuando se conocieron. La canción que le envía o coloca una tarde fría diciéndole que quiere abrazarle, sostenerle, apoyarle y mirarle. La canción que pone que se lleva en repeat un día que como van a verse usted podría caminar a punta de saltos y pasos de baile. La canción que escucha antes de acostarse un mal día, para recordarse que lo mucho que le quiere puede motivarle. Le envía el link a la madrugada cuando ya se ha dormido. La canción que le publica en el muro para que todo el mundo sepa que sólo existe una persona que le importa. La declaración de exclusividad. La canción que se dedican y de la que ponen fragmentos en el estado de whatsapp. La canción con la que se convence de que todavía se quieren y todo lo malo pasa, cuando pelean. Esta es la que twittea para que vea por si le stalkea. La canción que quiere que bailen a solas y le envía sin ningún caption. Como una sugerencia para que escuche pensando en usted. La canción que le enviará mucho tiempo después para confesarle que cada que la escuchaba le pensaba y sonreía. La canción con la que le declara que es el amor de su vida.

Esta es la lista de reproducción con la que le recuerda todo lo que siente cuando ya sabe que todo eso que siente no cabe dentro de usted y el número de reproducciones de cada una de estas canciones están haciendo fila en el top 10 de su Last.fm porque las escucha a toda hora y en todas partes.



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La canción con la que empieza su lista de reproducción para sentirse miserable. Con la que llora desaforadamente cada vez que todo va muy mal. La que escucha hasta dormirse cuando no sabe cómo evitar que todo se vaya al demonio. La canción que usted habilita para escuchar offline en su Spotify en donde sea. Su himno de la depresión cuando “la relación de su vida se acaba”. La que le ayuda a hundirse voluntariamente. La canción con la que se da ánimos para convencerse desesperadamente de qué eventualmente va a poder recuperarse de su gran golpe amoroso. La canción de tusa que publica en su muro, en su twitter y la letra en su tumblr para que su ex-pareja la vea y sepa que usted está en la inmunda. El último recurso para aludir a la compasión. La canción con la que enfrenta la indiferencia cuando se da cuenta que no hay nada que hacer. La del álbum melódicamente triste que pone en aleatorio en el baño y canta a grito herido de despecho siempre que esté en su trágica soledad. La canción con la que se dispone a superar a ese amor que ya no va a volver. La que twittea con comentarios fríos para que vea que usted va salir de su agujero… eventualmente. La canción que nunca comparte por no perder su máscara de fortaleza. La escucha en sesión privada en Spotify para que no le salga a sus followers en la barra lateral porque habla de nostalgia. La canción de superación y redención que habla de seguir adelante, de disfrutar a sus amigos, de salir de fiesta y de gozar sin las ataduras de una relación. La que publica estando todavía algo ardidx en el perfil de los amigos en común justo antes de irse de juerga. La canción con la que ya pretende ser hiriente y demostrarle que ya no le importa. La que guarda para publicar en el momento perfecto y cambiar sus estados por algo que equivalga a “estoy bien y su existencia ya no me duele”. Igual en este punto sigue stalkeando en silencio y mordiéndose las uñas cada vez que ve que siguió con su vida como si nada. La canción para purificarse de los malos sentimientos y guardar bien dentro lo bueno de la relación y emprender camino hacia la siguiente.

Esta es la lista de reproducción de su despecho a la que volverá cada vez que “le rompan el corazón”.



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