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BÁRBARA MORI, PRIMERA JEFA DE OPERACIONES EN MINERÍA SUBTERRÁNEA: “MI PAPÁ SACA PECHO AL VER A SU HIJA DESARROLLÁNDOSE DE FORMA TAN RÁPIDA EN LA MINERÍA”

Es la cuarta generación de su familia que se desempeña en esta industria. En apenas dos años y medio ha tenido una acelerada carrera en la División Chuquicamata. En sus labores diarias, dice, es clave la comunicación con el equipo de trabajo.

Bárbara Mori (32) es la menor de dos hermanos y es parte de la cuarta generación de su familia que se desempeña en la industria minera. “Mi bisabuelo trabajó en los inicios de El Teniente; después entró mi abuelo, y luego mi papá, quien trabajó 25 años en empresas colaboradoras de la misma división. Entonces debo tener algunos genes mineros, ya que me desafiaba el terreno, hacer cosas distintas e incluirme en esa industria”, cuenta.

Eso sí, la minería no fue su primera opción. Estudió Medicina por más de tres años en Talca. Pero la dejó por razones personales y económicas, y se reinventó por completo. Fue ahí cuando apareció el “gen minero”, pues se matriculó en la carrera de Ingeniería Civil de Minas en la Universidad de Santiago.

“Quería venir a Chuqui, porque me motivaba la transición que se estaba haciendo de rajo a subterránea, me intrigaba mucho y quería ser partícipe de esto”, destaca.

Entró en enero de 2021 como graduada a la Dirección de Excelencia Operacional, donde ayudó a implementar algunas herramientas del sistema de gestión C+. Tras ingresar a la división en 2022, se convirtió en la primera jefa de Operaciones de la Gerencia Mina Chuquicamata

Subterránea, cargo que nunca había sido ocupado por una mujer en Codelco.

¿Cuál es tu sello en esta labor?

La cercanía, porque uno tiene que trabajar en redes y tener la mirada de seguridad con las y los trabajadores. Escuchar es clave, no alejarse de la realidad o de lo que pasa dentro del turno. La comunicación es una gran fortaleza que tengo, porque eso me permite articular con otras áreas.

¿Qué opina tu familia de tu carrera?

Está muy orgullosa de mí y me presume en todas partes. Mi papá se emociona cada vez que le cuento algún logro, porque se ve reflejado en mí y saca pecho al ver a su hija desarrollándose de forma tan rápida.

Si tuvieras hijos, ¿te gustaría que trabajaran en esta industria?

Sí, sin duda, porque es diversa y muy entretenida. Pero me gustaría que fuera porque les gusta y no porque la mamá lo hace. Les puedo compartir mi experiencia y dejarlo a criterio de ellos.

¿Qué proyecciones tienes a futuro?

Me gusta estar en Chuqui y siento que aún tengo harto para aportar y aprender. Estoy súper desafiada con el cargo, con todo lo que implica y el equipo de trabajo es súper bueno. La minería tiene muchas aristas y me gustaría aportar con mayor fundamento y solidez en las decisiones.

¿Qué mensaje dejarías a quienes quieren desempeñarse en la minería?

La minería es muy bonita, pero es de dulce y agraz, como todo en la vida. Uno está en condiciones que usualmente no ocurren en un lugar de trabajo, en mi caso bajo tierra, y para eso también se necesita valentía y convencimiento.

Mi historia es un incentivo para que todos se atrevan a ser partícipes de esta industria, que aporta al desarrollo de nuestro país. Eso sí, con la seguridad como nuestro primer valor, porque podemos cumplir metas productivas o metas de crecimiento, pero si no cumplimos en temas de seguridad no valen nada.

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