
2 minute read
LUIS LECAROS, MANTENEDOR MAYOR DE LA FUNDICIÓN DE CHUQUICAMATA: UN MINERO QUE “CARRETEA CON CRISTO”
Su vida como minero partió en El Teniente, pero hace 22 años se trasladó a Calama, donde también creó una agrupación con la que ayuda a personas en situación de calle.
La historia de Luis Lecaros (49), mantenedor mayor del área de mantenimiento refractario de la Gerencia Fundición de Chuquicamata, está marcada por el esfuerzo, el compromiso y la solidaridad. Por 29 años ha trabajado en Codelco y eso lo convierte en “un minero de tomo y lomo”, como él mismo dice.
Siendo aún un adolescente y mientras estudiaba en la Escuela Industrial de Rancagua, ya tenía en su mente la minería como un desafío. De hecho, luego de graduarse, ingresó inmediatamente a la fundición de fierro de El Teniente, donde luego de estar un período a plazo fijo, fue contratado de forma indefinida.
“En esos años trabajé en las ollas de cobre, que luego se usaban en la fundición. Era un trabajo muy interesante y que valoraba mucho”, comentó.
Las vueltas de la vida y el asumir nuevos desafíos profesionales, lo hicieron postular, a través de un concurso interno de Codelco, a Chuquicamata. “De eso ya han pasado 22 años, que es el tiempo que llevo en esta división y de la cual me siento orgulloso de pertenecer”.
¿Por qué eligió la minería?
Porque siempre me llamó la atención, desde que era joven. Yo estudié estructuras metálicas en la Escuela Industrial; hoy en la fundición de Chuqui trabajo en el área refractaria, que se relaciona con la reparación de equipos.
¿Qué es lo que más le gusta de ser minero?
Que uno siempre aprende en este trabajo y que aporta desde su labor al país. Entiendo el desafío que esto implica y me llena de satisfacción y orgullo pertenecer a Codelco. Si tuviera que identificar un atributo que lo caracteriza, ¿cuál
sería?
El principal es que he sido muy responsable. En todos los años que llevo en Codelco creo que nunca he fallado. Siempre también busco el buen trato con mis compañeros y respetar la seguridad por sobre todo.
¿Qué satisfacciones le ha entregado este trabajo?
Lo principal es la familia. Tengo dos hijas y un hijo, las dos primeras profesionales, una enfermera y una sicóloga, y un hijo de 14 años que está en el colegio. Junto a mi señora, ellos son mi motor, lo que me mueve; somos un complemento.
Profundo Sentido Social
Luis no solo destaca por su trabajo y familia, sino también por desarrollar una profunda labor social en Calama. Creó la agrupación “Carrete con Cristo”, que se dedica a llevar alimento y artículos de primera necesidad a personas que se encuentran en situación de calle, además de adultos mayores y familias, principalmente niños y niñas que viven en “tomas”.

¿De dónde nace esta visión solidaria?
Soy cristiano y, como parte de eso, entiendo que debo apoyar a quienes tienen menos. Gracias a Dios y a mi trabajo en Codelco he podido ayudar a mucha gente.