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ALEJANDRA MOLINA, ANALISTA OPERATIVA EN DMH:

El día a día de esta ingeniera en Metalurgia se divide entre el trabajo, los estudios de un diplomado y su familia, especialmente el cuidado de sus hijas, una de ellas con discapacidad.

Alejandra Molina (35) y su esposo son mineros. Ella es analista operativa en la División Ministro Hales (DMH) y él operador en la División Chuquicamata. Tras titularse como ingeniera metalúrgica en el Inacap de Calama, arribó en 2013 a MH como operadora de terreno en el área de flotación. “Observábamos variables, parámetros, y éramos como los ojos de los analistas de sala en terreno”, describe. Cuenta que siempre fue muy llamativo para ella el mundo de los minerales, por eso siguió este camino cuando egresó de la Enseñanza Media.

En su posición actual, de analista, ayuda al jefe de turno en la planificación de las tareas en terreno. “Soy como su mano derecha en relación a la operación”, cuenta. En eso, dice que su sello de liderazgo es empoderar al equipo -unas ocho o nueve personas- “para que hagamos en conjunto todas las labores que debemos desarrollar en terreno”.

Sobre su trayectoria en el yacimiento, agrega que ha sido de mucho crecimiento y aprendizaje. En su cargo actual está desde el año pasado, pero antes trabajó un tiempo como reemplazo en la misma ubicación. La clave, apunta, estuvo en adquirir la experiencia necesaria y no dejar de perfeccionarse.

Ella, por ejemplo, está cursando actualmente un diplomado en tratamiento de minerales y negocios mineros, por lo que ha tenido que manejar muy bien sus tiempos laborales y familiares.

¿Cómo ha sido conciliar tu vida laboral con la familiar, más ahora con los estudios?

Cuesta harto. Ha sido muy complicado este año, porque tengo que saber cumplir en todo y además estar pendiente de mis dos hijas, sobre todo la mayor que tiene una discapacidad y depende cien por ciento de nosotros. Tenemos una red de apoyo familiar, sus abuelos principalmente, y a veces una niñera, pero duran un tiempo y luego se van, así que siempre tenemos que estar buscando.

¿Cómo ven en tu núcleo familiar tus labores en estos tres frentes, la casa, el trabajo y los estudios?

Mi esposo me admira, me dice que se saca el sombrero por todo lo que hago, que no cualquier mujer lo hace o que hubiese tirado la toalla hace rato, me esfuerzo harto por lograr compatibilizar todo. Pero sí, es agotador.

“Si (las mujeres) tienen el sueño de trabajar en minería que lo hagan, se motiven y estudien. Es un campo muy lindo y enriquecedor, donde se aprende demasiado”.

¿Tienes más planes de estudio en el futuro?

El diplomado dura ocho meses y quise probar con eso para ver si me daba el tiempo y la cabeza. Como voy bien, evaluaría más adelante sacar la ingeniería civil, pero en un par de años más.

¿Qué mensaje entregarías a las mujeres a que se interesen por esta industria?

Si tienen el sueño de trabajar en minería que lo hagan, se motiven y estudien. Es un campo muy lindo y enriquecedor, donde se aprende demasiado.

CARLOS MORENO, DE OPERADOR A INGENIERO DMH:

FUE MUY EMOCIONANTE”

Llegó a la división en 2011, cuando todavía estaba en fase de proyecto. Allí pasó de operador a analista de perforación y, entre medio, estudió Ingeniería de Ejecución en Minas. “Hay que tener las ganas no más”, dice.

Carlos Moreno (44) recuerda con mucha claridad que comenzó a trabajar en la División Ministro Hales (DMH) el 5 de marzo de 2011, cuando todavía era un proyecto y comenzaban recién a realizarse las labores del prestripping más grande en la historia de Codelco. Llegó como operador de perforadora y sólo eran dos trabajadores en esa función. “Recibir las perforadoras cuando no había nada y comenzar con el gran desafío del prestripping fue muy emocionante”, rememora.

Él ya tenía experiencia. Venía de la División Gabriela Mistral, donde había realizado la misma función. Postuló a Ministro Hales con la idea de estar más cerca de su familia y poder verlos a diario. Está casado y tiene tres hijos que hoy están distribuidos entre la universidad y la educación media y básica.

“Comencé en la perforadora y después hice un reemplazo comoo analista de Operaciones y Servicios, hasta que un día me di cuenta de que tenía que empezar a estudiar y partí un camino largo, que es difícil porque igual uno le resta tiempo a la familia, así que fueron cuatro años intensos”, cuenta.

Así fue como entre 2019 y 2022 sacó la ingeniería de Ejecución en Minas en Inacap, y avanzó hacia su puesto actual como analista de perforación. “Mis compañeros de trabajo y mi jefatura siempre me han apoyado. Me han dicho que tengo que seguir estudiando para sacar una Ingeniería Civil. Por eso destaco el equipo humano que hay en DMH”.

¿Qué sientes sobre tus avances dentro de la Corporación?

Siempre he estado orgulloso de pertenecer a esta división y a Codelco, pues creo que nuestro trabajo es un gran aporte para el país. Podemos darle oportunidades a mucha gente que lo necesita. En este camino, debemos tener siempre una mejora continua para ir a la par con el avance tecnológico.

Entonces su recomendación sería siempre desafiarse y avanzar…

Todo se puede. Yo después de 20 años me puse a estudiar y para mí fue un desafío, porque era algo que veía muy lejano. Cuando uno se dispone y se cree el cuento, puede lograrlo. Hay que tener las ganas no más.

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