FUNDAMENTOS BUDISTAS: EMANCIPACION
SOKA GAKKAI INTERNACIONAL DE CHILE Publicaciรณn no oficialโ ฉ
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Emancipación
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Conversaciones sobre la juventud Para los protagonistas del siglo XX
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Las nubes abajo y el Sol arriba
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Tres Categorías de la Ilusión
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¿Enemigo de la Budeidad?
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Gongyo
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Extractos de Goshos relativos a la emancipación
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Extracto de la Disertación del presidente Daisaku Ikeda de los capitulo Hobes y Juryo 49
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Emancipación La libertad no significa una ausencia de todas las restricciones. Significa poseer convicción inquebrantable frente a cualquier obstáculo. Esta es la verdadera libertad. -Daisaku Ikeda Sin oposición no hay crecimiento. Es di>cil argumentar con esa lógica. Un estado en el que estamos libres de problemas o restricciones no es la felicidad. La felicidad es trascender toda oposición y obstáculos y seguir creciendo. -Daisaku Ikeda
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Conversaciones sobre la juventud Para los protagonistas del siglo XX
jovencitas, a quienes quiero dejar el legado de mis pensamientos. ¡No hay nada que no esté dispuesto a hacer para brindarles alegría!
A con0nuación se transcribe la sexta entrega de una nueva serie, en que el presidente de la SGI Daisaku Ikeda, dialogara sobre la juventud con los responsables de la División de Estudiantes de Segunda Enseñanza Superior de la Soka Gakkai, Yoshiko Veda y Hidenobu Kimura. en representación de todos los estudiantes.
Como dijeron recién, esta serie se denomina “Conversaciones sobre la juventud”. Y me pregunto si, tal vez, alguno de ustedes conoce el origen del término japonés “juventud" (seishum). La palabra se escribe con dos caracteres chinos que significan “ v e r d e ” y “ p r i m a v e r a ”, respecKvamente. AnKguamente, en la China, el verde se idenKficaba con la primavera. De la misma manera, se pensaba en el es[o como una estación “carmesí”; el Kempo otoñal tenía el maKz del más prísKno blanco, y el invierno, de la profunda oscuridad.
¿Qué es la libertad? Kimura: Presidente Ikeda, muchísimas gracias por dedicarnos nuevamente su Kempo y dialogar con nosotros en esta segunda serie de “Conversaciones sobre la juventud”. Sabemos muy bien lo ocupado que está y le agradecemos sinceramente su esfuerzo. Todos los chicos de la división están esperando ansiosamente esta nueva oportunidad de conversar con usted. Ueda: Sí, es verdad. Yo también quiero agradecerle, presidente Ikeda, y decirle que estoy decidida a aprovechar esta ocasión para aprender y desarrollarme.
Esas tonalidades captan con precisión los disKntos rasgos predominantes de cada estación. Si los relacionáramos con nuestra vida, podríamos decir que la infancia Kene el Knte profundamente oscuro de la época invernal. Es una etapa en que toda acKvidad está en compás de espera; la vida aguarda, con energía contenida, vibrante, para hacer eclosión, tal como la naturaleza reKene
Presidente Ikeda: No, por favor, permítanme que sea yo quien les agradezca a ustedes. Una vez más, emprendamos juntos esta travesía por el “mar del diálogo franco y abierto”, es a ustedes, preciados jóvenes y 4
toda su pujanza bajo el manto de la Kerra, esperando la primavera. Y cuando, por fin, llega el “Kempo propicio”, la fecunda estación del afloramiento, irrumpen en la superficie, con fuerza inusitada, todas las manifestaciones de la vida, con la resolución de florecer plenamente, de abrir sus retoños. En inglés, la palabra “spríng” (primavera] quiere decir también “resorte” o “salto”; “spring” simboliza el ímpetu y la flexibilidad del resorte. En japonés, a su vez, el término “primavera” (haru) denota una energía que proviene desde lo más profundo. Según la visión del universo que tenían los chinos de la AnKgüedad, la “primavera verde” estaba relacionada con el liste, es decir, con la dirección del Sol naciente. (La orientación del “verano carmesí” es el Sur; la del “otoño albo”, el Oeste, y, finalmente, la del “oscuro invierno”, el Norte.)
problemas y preocupaciones nos acarrea! Así y todo, es fundamental que no escapemos a las dificultades propias de esa época. El secreto está en buscar siempre el Sol, seguir avanzando en pos de sus resplandecientes rayos, al Kempo que desafiamos lodo el dolor y toda las penurias que traen consigo el proceso de crecimiento, propio de la etapa juvenil. ¡Por favor, jamás se den por vencidos! Piensen en el tremendo esfuerzo que debe hacer una semilla para abrirse paso a través de su dura corteza protectora. Su deseo de contemplar el cielo añil, en lo alto, la impulsa camino arriba, con valiente ahínco, a través de una gruesa capa. Del mismo modo, toda la adversidad que se interponga en el avance de ustedes servirá para contribuir a su d e s a r ro l l o . L o s p ro b l e m a s s o n inherentes al proceso de crecimiento. Por lo tanto, es muy importante que sigan ejerciendo toda su fuerza para avanzar, por más dura y penosa que sea la marcha. La juventud es sinónimo de espíritu perseverante: perseverancia para seguir creciendo y desarrollar una capacidad cada vez mayor, pese a
Quien vive la “primavera de la vida”, es decir la época juvenil, debe tener su rostro siempre vuelto al Sol. Como toda etapa de crecimiento, la juventud es fuente de grandes alegrías y de profundos sufrimientos. ¡Cuántos 5
to d o s l o s o b stá c u l o s . Q u i e n e s conKnúan luchando para superarse son dueños de una juventud perenne, tengan la edad que tengan. Y del mismo modo, aquellos que bajan los brazos, aunque estén en la plenitud de sus años jóvenes, Kenen ya un espíritu envejecido y frágil.
opinan que no les gusta asisKr a una escuela con normas tan rígidas. Kimura: Otros estudiantes comentaron que les molestaba que sus padres interfirieran constantemente en sus co sas. Si re c ibe n una llam ada telefónica, los padres siempre quieren saber quién es; si salen de noche, ellos los llaman a los celulares, aunque los chicos, antes de salir, siempre avisan adonde van. Entonces algunos jóvenes protestan: ‘‘Por más que digan que lo hacen porque nos quieren, yo pienso que. a veces, exageran**.
Kimura: Es verdad, me doy cuenta de que Kene toda la razón. Si nos permite, nos gustaría dialogar con usted sobre la libertad, en nuestra conversación de hoy. Respecto de ese tema, cuando les preguntamos a los estudiantes q u é pensaban acerca de su propia libertad, la mayor parte respondió que, en realidad, muchas veces sen[an que no eran libres en absoluto.
Ueda: Por lo general, también se quejan de que no les queda Kempo para ellos o para hacer las cosas que les gustan, porque están siempre atareados con los estudios o con acKvidades extra curriculares durante el día; y, a la tarde, Kenen que asisKr a clases intensivas de nivelación.
Ueda: Muchos chicos se quejan de que las reglas que se imponen en la escuela son demasiado estrictas. No pueden, por ejemplo, usar teléfonos celulares, teñirse el pelo, llevar los calceKnes como a ellos les gusta; por otro lado, solo pueden llevar el portafolio reglamentario. En el caso de las chicas, Kenen que cuidar que la falda del uniforme les cubra las rodillas. Todos
Presidente Ikeda: ¡Veo que tenemos una larga lista de razones! Realmente, comprendo sus quejas y pienso que los estudiantes Kenen razón. A nadie le gusta que lo estén 6
controlando constantemente, y es lógico que queramos hacer las cosas según nuestro parecer, sin que los demás nos estén reprendiendo todo el Kempo. No me cabe la menor duda de que algunos estudiantes se imaginan a veces toda la libertad de que podrían disfrutar si no exisKesen las reglas, si tuviesen un montón de dinero y de Kempo para hacer lo que les plazca y lejos de los sermones de los padres! Pero, si lo pensamos un poco, esa sería una perspecKva muy banal de la vida, una visión muy superficial de cómo se organiza una sociedad.
Una vez, un hombre de negocios norteamericano y su esposa dijeron algo realmente digno de reflexión. Comentaron que conocían a algunas de las personas más ricas del mundo; pero muchas llevaban una vida llena de tristeza: señoras que, después de enviudar, habían perdido todo propósito en la vida, por ejemplo; o magnates que experimentaban una intolerable sensación de has[o y falta de incenKvos, pese a haber amasado fortunas inmensas y haber concretado todas sus ambiciones.La genuina libertad, esencialmente, depende de lo que cada uno decide llevar a cabo, con toda la fuerza de su ser. Nada Kene que ver con la acKtud de haraganear cómodamente, sin hacer absolutamente nada. Libertad no significa, tampoco, no verse limitado para gastar dinero a manos llenas. Ni disponer de todo el Kempo del mundo para hacer lo que a uno le venga en gana. I.a libertad no es sinónimo de vacaciones todo el año. Hacer las cosas a su manera y saKsfacer a cualquier precio todos los deseos tampoco significa que uno sea una persona libre; solo se trata de una acKtud de complacencia y desenfreno con uno
Hay mucha gente adinerada que nos da la impresión de ser libre como el viento, porque puede viajar por todo el mundo, comprar cualquier cosa que se le antoje, sin necesidad de trabajar para lograrlo. Pero las apariencias engañan mucho! Quizás, a simple vista, esas personas llevan una vida envidiable, libre de toda atadura; sin embargo, muchas de ellas experimentan un terrible senKmiento de vacío y de insaKsfacción. Esa libertad de que parecen gozar es una fantasía, pues, en realidad, se sienten encadenados y restringidos. 7
mismo. La verdadera libertad existe en el incansable desa>o de superarse, de concretar el objeKvo propuesto. Esa es la senda tachonada del deslumbrante oro de la libertad.
pasividad, se senKrán oprimido»; y desdichados, aun en el ámbito más libre que puedan imaginar. Del mismo modo, si optan por una postura acKva y enérgica para desafiar sus circunstancias, serán libres, por más sofocante que parezcan las circunstancias. Nichiren Daishonin afirma;
Kimura: Tiene razón; muchas veces nos confundimos y pensamos que no tener obligaciones es sinónimo de libertad; pero son dos cosas completamente disKntas.
Cada carácter [palabra escrita] de este sutra [del Loto] es, sin excepción, un buda viviente de suprema iluminación; pero nosotros, personas comunes, los vemos como una mera sucesión de signos. Para los espíritus hambrientos, el río Ganges es fuego; los seres humanos lo perciben como agua; los seres celesKales lo ven como amrita. El agua es la misma, pero se ve diferente de acuerdo con la capacidad [estado de vida] kármica de los individuos.
Presidente Ikeda: En realidad, es gracias a que disfrutan de autenKca libertad que pueden estudiar y concurrir a la escuela: por esa misma razón, pueden realizar el gongyo y parKcipar de las acKvidades de la D i v i s i ó n d e E st u d i a n t e s . S i l o consideran una pesada carga que les impide hacer lo que realmente desean hacer, me temo que están adoptando una visión terriblemente distorsionada de la vida.
Hay infinidad de niños que padecen graves enfermedades o que viven en países devastados por la guerra. Ellos no pueden ir a la escuela, por más deseos que tengan. Por otro lado, otros, que sí Kenen la oportunidad de hacerlo, no son capaces de apreciar hasta que punto son libres. Si lo
¿Consideran la posibilidad de concurrir a la escuela un derecho o algo que se ven obligados a hacer? ¿Piensan que educarse es algo que les da libertad o que los oprime? La respuesta depende de cómo encaran la vida, de * su propia sabiduría. Si Kenen una tendencia a la 8
pensamos bien, tener la posibilidad de educarse en la escuela es, en realidad, señal de la más fantásKca libertad. Y no ser consciente de ello es un grave error.
se sen[an sacudidos por un profundo estremecimiento. Durante la guerra que se libró en la ex Yugoslavia, los niños solían hablar de sus sueños. Uno dijo una vez: “Yo tenía muchos sueños, pero la guerra me los arrebató todos”. Otro pequeño expresó: “Nuestra ilusión es tener una vida común y corriente, comparKr cosas con los amigos c ir a la escuela”. No hace mucho, en Rwanda, en el conKnente africano, estalló una guerra civil, cruel y sangrienta. En una de las innumerables familias afectadas, un grupo de hermanitos perdió a su padre y a su madre. Quedaron solos con su abuela. Alguno de ellos tenía que hacerse cargo de ganar el pan para el resto, finalmente, uno de los niños, mayor que los demás, tuvo que dejar la escuela, para mantener a los miembros de su devastada familia. Era tanta su tristeza por no poder estudiar más, que se pasaba las noches llorando. Hoy, los más pequeños, que todavía van al colegio, comparten todo lo que aprenden con su hermano, cuando este vuelve a casa por las tardes, después de trabajar.
Ueda: Poder ir a la escuela es señal de gran buena fortuna, ¿no es verdad? Presidente Ikeda: Por supuesto. En los Estados Unidos, había un joven que padecía de mieloma múlKple, una forma de cáncer de huesos muy dolorosa, que conduce a la invalidez. Durante los dos úlKmos años de su vida, con el cuerpo completamente enyesado, debido a las innumerables fracturas de sus huesos, y confinado a su silla de ruedas, se dedicó a recorrer escuelas de segunda enseñanza para hablar con los estudiantes acerca del terrible efecto del consumo de drogas. Solía decirles a los jóvenes: “¿Quieren destruir su cuerpo con nicoKna, alcohol o heroína? ¿Quieren estrellarse con sus autos? ¿Están deprimidos y se quieren arrojar desde el puente Golden Gate? ¡Entonces, por favor, denme su cuerpo! ¡Déjenme usar su cuerpo! ¡lo necesito! ¡lo aceptaré gustoso! ¡,Quiero vivir!”. Cada vez que dejaba oír su patéKco clamor, los jóvenes que lo escuchaban
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Kimura: En comparación con los niños de esc y de muchos otros países, los estudiantes de segunda enseñanza de Japón Kenen realmente muchas posibilidades de elección.
fue encarcelada por ello, también convirKó su celda en un ámbito de aprendizaje. Cuando estaba en prisión, les propuso a sus compañeros que c o m p a r K e ra n m u t u a m e n t e s u s conocimientos. Así, pues, hubo alguien que les enseñó a los demás un poco de química; otro les habló de medicina. Y la señora Sats, que era cantante y animado!a, entonaba bellas melodías y recitaba poemas de su compatriota ruso, el gran Alejandro Pushkin. en un ardiente intento de animar a sus camaradas de prisión e infundirles valor y esperanza.
Presidente Ikeda: Así es, en efecto. Pero si nos quedáramos con esa única idea, en definiKva, llegaríamos a la conclusión de que todo depende del entorno y no es en absoluto así. La condición humana y la vida misma no son algo tan sencillo. En el Budismo, la verdadera libertad está relacionada con el estado de nuestra vida. Quien es dueño de una existencia vasta, es libre, aunque esté confinado a la más estrecha de las prisiones que uno pueda imaginar .
También quisiera relatarles una anécdota del educador japonés Shoin Yoshida (1830-1859), quien desplegó su acKvidad pública a fines del período Edo. Una vez, fue arrestado y encarcelado por oponerse a la políKca del gobierno militar. Entonces, cuando estaba entre rejas, se dedicó a pronunciar disertaciones frente a sus compañeros de presidio y a elevar el espíritu de todos ellos. Después de cierto Kempo, incluso los carceleros se acercaban para escucharlo hablar.
Adolfo Perez Esquivel, luchador argenKno por los derechos humanos y ganador del premio Nobel de la Paz, me dijo una vez que el haber estado en prisión le había enseñado a apreciar a conciencia lo que significaba la libertad. Por su parte, Natalia Sats, presidenta del Teatro Estatal Moscovita de Música para Niños, ya fallecida, quien luchó contra la opresión de las autoridades y
Por cierto, podemos apreciar ese mismo espíritu en el primero y 10
segundo presidentes de la Soka Gakkai, Tsunesaburo Makiguchi y Josei Toda. Enarbolando las causas de la libertad religiosa y de la paz, ninguno de ellos se doblegó ante los emisarios de la represión, aun cuando su firme convicción les valió la cárcel. Ambos eran dueños de un espíritu absolutamente libre, que' reflejaban las palabras del Daishonin: “[Ya que he nacido en territorios del regente debo obedecerlo en cuanto a mis actos. Pero no tengo por que seguirlo en mis convicciones profundas”.
hablar. Más adelante, se graduó en el Radcliffe College de Boston. ¿Quién podría haber estado en peores condiciones que ella? Era incapaz de hablar, no podía ver, no podía oír. Estaba sumergida en un mundo de silencio y Knieblas. ¡Pero expulsó las oscuridad lejos de su corazón! Cuando tenía nueve años, dijo sus primeras palabras: “Hace calor”. La misma jamás pudo olvidar el asombro y la dicha que experimentó en ese instante. ¡Por fin había triunfado y había conseguido derribar los muros de la terrible cárcel de silencio que la había aprisionado!
Ueda: Podría decirse, entonces, que los que jamás aceptan renunciar ante las circunstancias, por más terribles que sean, ¿son personas realmente libres?
Después de un esfuerzo y de un trabajo más allá de toda descripción, Hellen Keller se dedicó a viajar por todo el mundo y a pronunciar diversas conferencias para alentar a otras personas discapacitadas. Durante sus viajes, visitó el Japón varias veces. Fue una mujer que se negó a la derrota y brindó, por el contrario, un inmenso aliento a personas de todo los rincones de la Tierra. Siempre orientó su rostro h a c i a e l S o l . e n b u s ca d e u n resplandeciente rayo de esperanza.
Presidente Ikeda: Absolutamente. Al respecto, estoy seguro de que están familiarizados con la historia de Hellen Keller (1880-1968). Cuando ella tenía apenas dieciocho meses, perdió la vista y el oído. Además, al no poder oír, le resultaba realmente di>cil hablar. Sin embargo, gracias al dedicado empeño de su maestra, Anne Sullivan, a cuyo lado se esforzó al extremo, Hellen aprendió finalmente a escribir y a
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No obstante, como no era más que un ser humano común, había ocasiones en que el peso del desaliento era demasiado para ella, especialmente, después de largas horas de estudiar y estudiar, pasando penosamente sus dedos sobre todos esos textos punteados en relieve, mientras los demás estudiantes se entretenían cantando y bailando. Una vez. Hellen escribió:
rompió sus cadena» a través de su ardiente lucha personal. Kimura: Realmente, vivió su vida con increíble fuerza y coraje Si me lo permiten, quisiera comparKr con ustedes la inquietud de uno de nuestros lectores, que escribió lo siguiente: “llago todo lo posible, pero la escuela. las responsabilidades que tengo en mi casa y las acKvidades de la División de Estudiantes, simplemente me dejan exhausto. ¿Que debo hacer?’.
Me deslizo hacia atrás muchas veces, caigo, me detengo, y vuelvo a arrojarme contra las aristas de los obstáculos ocultos; pierdo la paciencia y la vuelvo a encontrar; y la guardo mejor; avanzo penosamente; gano un poco de terreno, me animo, ansío llegar y subo más y más alto, y comienzo a ver el horizonte que se dilata. Cada batalla es una victoria.
Presidente Ikeda: Es necesario desarrollar fortaleza. Cuento más fuera a adquirimos mayor es nuestra libertad. Quien no Kene resistencia, encontrará que le resulta muy di>cil escalar una montaña incluso una no muy elevada, de unos quinientos metros, por ejemplo. Y lo más probable es que alguien que está enfermo ni siquiera pueda intentarlo. Pero una persona saludable y vigorosa disfrutará trepando, porque le resultará una tarea fácil. Por esa razón, es tan importante que uno adquiera fortaleza. Deben llegar a tener un espíritu tan sólido que puedan desplegar su energía en la escuela, en las horas de
Ueda: “Cada batalla es una victoria. ¡Qué palabras más emocionantes! Presidente Ikeda: Hellen escribió también lo siguiente: “En el país maravilloso de la mente, debía ser tan libre como las demás”. He ahí la declaración de victoria de Hellen Keller. Alcanzó las cumbres de la libertad y 12
esparcimiento y en las acKvidades de la Soka Gakkai. Cuando logren generar toda esa potencia y apKtud, serán personas libres.
Ueda: Me pregunto cuándo tomarán conciencia de que “libertad de expresión" no significa “libertad para menKr”
¿Acaso no sucede también lo mismo con la música y los deportes? Si quieren pracKcar bien algún Kpo de deporte o dominar verdaderamente un instrumento, Kenen que adquirir antes un nivel adecuado de dominio técnico y de capacidad; Kenen que estar dispuestos a hacer ciertos sacrificios y a ejercitar una gran fuerza de voluntad
Presidente Ikeda: La libertad existe dentro del autocontrol. La sociedad está estructurada alrededor de un orden y de reglas que nos permiten vivir y llevar adelante nuestro trabajo. Todo Kene un senKdo, un propósito y una dirección. La naturaleza es un magnífico ejemplo de ese orden. El Sol se levanta al alba y se pone a la hora del ocaso; las estrellas brillan solo de noche. Cada uno cumple su función y se ajusta a un ritmo ordenado. Los astros no hacen su aparición de manera casual o caprichosa; de modo que bien podríamos decir que, en cierto modo, su acKvidad guarda ciertas restricciones.
Nada hay más alejado de la libertad que resisKrse a hacer esfuerzos conscientes y, en cambio, dedicar todo el Kempo disponible a hacer lo que a uno le viene en gana. Quien se comporta de esa manera es una persona irresponsable que solo se ocupa por si misma.
C o m o e st u d i a nte s d e s e g u n d a enseñanza, deben seguir un ritmo que implica levantarse todos los días, ir a la escuela y parKcipar de las acKvidades de su división. Y estoy convencido de que es muy importante que mantengan dicho ritmo; pues, si no le dan importancia a ese esfuerzo, si no llegan a desplegar su máximo potencial y
Kimura: Los medios siempre hablan de la “libertad de expresión”, para jusKficar el sensacionalismo y la prensa roja. Creo que una clase de periodismo así es muy irresponsable y atenta contra la libertad y los derechos humanos
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energía, jamás podrán disfrutar de la verdadera libertad.
Yoshikawa (1892-1962), quien escribió: “Una gran personalidad se forja a través del sufrimiento". Cuando cada dificultad que se presenta ante ustedes se convierte en un medio para pulir su vida, entonces, solo entonces, adquieren un yo interior que brilla como una gema preciosa. Y una vez que hayan adquirido un estado de.vida así, nada ni nadie podrá perturbarlos. Serán libres. Habrán triunfado. Tan pronto como comprendan esa gran verdad, incluso las dificultades serán moKvo de regocijo. No existe libertad más inmensa que atreverse a enfrentar los más duros desa>os.
Hay muchas cosas que nos hacen experimentar un senKmiento de libertad: capacidad intelectual, buena salud, fortaleza >sica, firmeza espiritual y emocional; asimismo, cuando sabemos que podemos hacernos cargo de nosotros mismos y de nuestra familia, tenemos una sensación de gran independencia. Sin embargo, nuestro mayor capital, el más importante de todos, es nuestra condición espiritual, el estado de nuestra vida. Kimura: Eso quiere decir que huir de nuestras responsabilidades no significa ser libres.
El océano bravío que imprime un constante vaivén al oleaje es lo que hace posible que los barcos naveguen hacia su desKno. La resistencia del aire permite que los aviones se eleven y surquen el cielo. Cuando tenemos apeKto, la comida sabe más deliciosa.
Presidente Ikeda: Por cierto, uno puede eludirlas. Incluso esa libertad existe. Pero qué libertad más mezquina, más endeble! Solo puede conducirlos a una existen- cia llena de sufrimientos, a una vida que les consumirá toda su energía v los dejará indefensos, sumidos en la peor de las frustraciones. Detrás de embargo, grandiosa. conocido
La libertad es algo relaKvo. La realidad indica que es imposible que todo marche de acuerdo con nuestros deseos. En verdad, si no fuera por las diversas restricciones y obstáculos que la vida nos pone en el camino, s e g u ra m e nte n u n ca p o d r í a m o s
esa libertad aparente, sin existe una mucho más Recuerdo las palabras del novelista japonés Eiji 14
apreciar realmente lo que es ser libre. En definiKva, los aeroplanos no pueden volar en el vacío; requieren, necesariamente, la resistencia. que les opone el aire para mantenerse en vuelo.
e ilimitada libertad. La fe en el Budismo nos permite emplear nuestro karma y los sufrimientos de nacer, envejecer, enfermar y morir como un trampolín hacia la felicidad. El propósito de la fe es forjar esa clase de yo indestrucKble. La fe nos permite alcanzar un estado de libertad insuperable.
Visto desde otro ángulo, el hecho de buscar la libertad es señal, precisamente, de que no la poseemos.
Ueda: Tengo una amiga que es una excelente profesional en su especialidad y habla muy bien el inglés. Es una persona con muchos amigos, que parKcipa con gran entusiasmo de las acKvidades de Gakkai. En estos días, decidió reducir sus horas de sueño, porque Kene que estudiar para rendir un examen nacional de admisión profesional. Debo admiKr que quedé muy impresionada cuando me dijo: “Los Kempos más duros son los más felices”.
Ustedes pueden rehuir el trabajo arduo o las responsabilidades, y declararse personas libres. Pero jamás podrán huir de ustedes mismos, de sus flaquezas, su personalidad o su desKno. Sería lo mismo que intentar, en vano, escapar de la propia sombra. Y es aun más imposible escapar de los sufrimientos del nacimiento, la vejez, la enfermedad y la muerte, que son inherentes a la condición humana. Cuanto más nos empeñamos en eludir las tribulaciones, con más terquedad estas parecen perseguimos, tal como los sabuesos corren detrás de su presa, lanzándole sus dentelladas. Por eso es tan importante que no se escabullan y encaren sus problemas, frente a frente.
Presidente Ikeda: Esa es una manera muy acertada de expresarlo. I.a libertad y la falta de libertad son las dos caras de una misma moneda. Es probable que, en /\ apariencia, las personas que Kenen numerosas obligaciones se vean muy restringidas en cuanto a su Kempo disponible, pero,
La vida es en úlKma instancia, una batalla para conquistar la más esencial 15
en realidad, a menudo gozan de una amplia libertad.
joven, fue arrestado por parKcipar en acKvidades revolucionarias y sentenciado a morir fusilado. Cuando lo trasladaron al siKo de ejecución, vio a sus compañeros, que ya habían sido amarrados a sendos postes de madera, y vio. también, los rifles que los apuntaban, dispuestos a disparar. Dostoyevski pensó que no le quedaba ni un instante de vida; sin embargo, le concedieron un minuto de gracia.
La libertad no es algo que se pueda medir en términos de Kempo; la canKdad de “Kempo libre” de que disponemos nada Kene que ver con la canKdad de “libertad” que realmente poseemos. Lo que importa en verdad es cómo uKlizamos nuestro Kempo. Dos personas con el mismo Kempo libre para disfrutar pueden emplearlo, cada una, de manera muy diferente: tal vez una lo aproveche con verdadero placer, y la otra lo desperdicie quejándose, porque le resulta un engorro o porque le parece demasiado breve. Uno puede dejar que una hora se esfume mirando televisión, sin que eso le aporte nada significaKvo; o puede, también, emplear esa misma hora para estudiar y experimentar una graKficante sensación de plenitud al cabo de su esfuerzo. Y esos sesenta minutos pueden llegar a converKrse en algo decisivo para su existencia. Son, en definiKva, los valores y las cosas a las que uno da importancia en la vida lo que determina la verdadera libertad.
Más adelante, el escritor describió el episodio en una novela, donde uno de los personajes, que ha sido sentenciado a muerte, comprende que no le restan nada más que cinco minutos de vida, y, como en una revelación, percibir esos úlKmos instantes como un tesoro inmensurable. Entonces brota un tropel de pensamientos en su mente; “¿Y si no muriese? ¿Y si me hiciesen gracia de la vida? ¡Que eternidad! Todo esto sería mío... ¡Oi!, entonces cada minuto seria pata mi una existencia nueva, no perdería ni uno, contaría todos los instantes de mi vida, para no malgastar ninguno...!”
Cuando ese coloso de las letras rusas, Fedor Dostoyevski (1821 - 1881) era
Aquel episodio significó una experiencia absolutamente crucial en la 16
vida del gran escritor ruso, una experiencia que revela una verdad universal: ya sea que dispongamos de cinco minutos, cinco años o cincuenta años para vivir, debemos atesorar y valorar profundamente cada instante.
Vemos así que la libertad incluye tanto valores como anK valores. En úlKma instancia, entonces, solo los que pueden ejercitar un sabio control sobre si mismos poseen verdadera libertad. La sabiduría y la prudencia son fuentes de libertad en cambio, la ilusión y el engaño conducen a la opresión.
En úlKma instancia, la libertad depende justamente de eso: de nuestros valores, nuestra acKtud ante las cosas, de nuestro estado de vida. Existen muchos momentos en que estamos en posesión de una gran libertad, pero no nos damos cuenta de ello y. en lugar de apreciarlo, nos senKmos acongojados y o p r i m i d o s , s i n e m b a rgo, o t ra s personas, en la misma situación, son capaces de experimentar una increíble libertad. Por lo tanto, dos individuos pueden hacer uso de mi libertad de manera completamente disKnta: uno puede decidir que va a generar espléndidos valores, en tanto que otro, de la manera más irresponsable, puede o p t a r p o r m a l g a s t a r l a y, e n consecuencia, no dejar tras de sí nada que sea digno o perdurable. También están aquellos que pregonan a los cuatro vientos la palabra “libertad”, pero que, en el fondo, no hacen más que degradarla y destruirla.
Ueda: Entonces, en relación con el lema de las obligaciones escolares, es necesario, en verdad, que haya ciertas normas, lo que sucede es que. a veces, tengo la impresión de que algunas escuelas se exceden, las reglas ion tan estríelas y minuciosas, que resulta di>cil entender para qué sirven realmente. Presidente Ikeda: Es muy cierto que a nadie te gusta que lo abrumen inúKlmente con un montón de normas estrictas. Hubo una vez un maestro norteamericano llamado William Smith Clark (1826 - 1886) que enseñaba en la Escuela Superior de Agricultura de Saporo (ahora integrado en la Universidad de Hokkaido), hacia fines del siglo pasado. En Japón se lo recuerda por sus famosas palabras: 17
“¡Jóvenes, abracen grandes a s p i r a c i o n e s ! ”. C u a n d o l o s administradores del colegio para varones, donde el profesor estaba enseñando, decidieron establecer una larga listado de normas, este exclamó, "Jamas podrán educar a nadie con semejantes reglas. En esta escuela, hace falta formular una sola: “Sean caballeros”. Eso lo expresa todo”. El doctor Clark explicó que un caballero observaba estrictamente las reglas, no porque se sinKera atado a ellas, sino porque siempre actuaba de acuerdo con los dictados de su conciencia.
derecho a decidir lo que haremos en esc momento". Presidente Ikeda: No todos los casos son iguales. Habría que analizar cada uno. A veces, los padres, que Kenen más experiencia y saben mejor cómo funciona la sociedad, son capaces de ver las cosas con más claridad que los chicos. Es conveniente que los jóvenes, que no conocen muchas cosas todavía, busquen el consejo y la guía de las personas con más experiencia en la vida, que los ayuden a tomar decisiones firmes y provechosas. Esa es una tendencia bastante arraigada en el pensamiento de los pueblos orientales. En la mayoría de los casos, actuar de acuerdo con los consejos de los padres resulta muy beneficioso. Ahora bien, existe el riesgo de que los padres, a causa de ciertos criterios un tanto anKcuados, tal vez, por un exceso de amor por sus hijos, que les impide ser del todo ecuánimes, insistan en que ellos elijan tal o cual camino, lo que puede despertar un senKmiento de rebelión o de amargura en los jóvenes.
Yo coincido plenamente con su criterio. Cualquiera sea la circunstancia a la que debamos hacer frente, nuestro corazón puede permanecer libre; nuestro espíritu no Kene por que senKrse encadenado u oprimido, si no que debemos desarrollar la fuerza para desplegar alas interiores de esperanza y de libertad y jamás caer en las garras de la derrota. Ueda: Algunos chicos nos escriben diciendo que sus padres no comprenden los ideales que ellos Kenen para el futuro "Se trata de nuestro porvenir", afirman, "y tenemos
Las cosas cambian con el Kempo, sin embargo, creo que lo mejor que cada uno de ustedes puede hacer es fijar sus 18
p ro p i o s o b j e K v o s y a s u m i r l a responsabilidad de cumplirlos. Es muy importante que se esfuercen duramente, con toda su energía, y elijan la senda que van a seguirá conciban un camino que ustedes sientan que es adecuado y que jamás les dé moKvos para lamentarse. Entonces, adelante, síganlo, poniendo lo mejor de sí mismos.
hoy, intentarán hacerlo siempre. Si eso les sucede a ustedes, no lograrán convencer a nadie de que son jóvenes serios y responsables. Kimura: Los exámenes para ingresar en la universidad son terriblemente compeKKvos en Japón. Cada universidad Kene un número limitado de vacantes, y todo el mundo quiere asegurarse una. Al respecto, uno de nuestros miembros quiere saber si la libertad significa también lograr su comeKdo aun cuando eso signifique dejar a otros en el camino.
¿Por qué digo esto? "Porque la vida es larga, y cada uno dé ustedes prefiera vivir la suya, librar sus propias batallas y conquistar sus propias victorias. Sus padres no estarán a su lado para siempre. Por eso, creo que la mejor manera de que toda la familia sea feliz es que los padres apoyen las decisiones que tomen sus hijos respecto del futuro.
Presidente Ikeda: Pienso que la respuesta a esa pregunta tendría que ser “sí”. La vida es una lucha. Vivimos en un mundo muy duro. La libertad no es patrimonio de los ociosos o inacKvos. Mal que nos pese, lamentablemente, este es un mundo en el que imperan el egoísmo y la crueldad.
A su vez, ustedes Kenen que demostrar a sus mayores, y a todos los que los rodean, que son responsables y saben bien hacia dónde se dirigen. Si sienten la oposición de ellos, deben esforzarse para que cambien de opinión y para hacerles ver cuán arduamente están desafiando las circunstancias que se presentan en el trayecto. Las personas que intentan eludir las complicaciones
Por supuesto, todas las personas son, en esencia, iguales; todos merecen las mismas oportunidades para ser felices y libres. Ese es el espíritu de la Carta Magna de las Naciones Unidas y de la Declaración Universal de los Derechos 19
Humanos; esc es, asimismo, el noble espíritu del Budismo. Pero las personas no son robots que se producen en serie. Cada cual Kene su propia manera de pensar; la personalidad, el carácter y el karma de cada persona es diferente. Por lo tanto, ganar victorias y seguir avanzando aun a costa de dejar a otros atrás sigue siendo, lamentablemente, una tendencia constante del karma de la humanidad.
que se esfuerza denodadamente por la propia felicidad y por la de otras personas, es por eso que debemos lucha para crear una comunidad cuyos cimientos sean la revolución humana de cada individuo. En un senKdo muy profundo, ninguno de nosotros podrá alcanzar la felicidad, a menos que todos los seres humanos la logren. Cuando basamos nuestra existencia y nuestro accionar en ese principio, estamos transitando lo que en el Budismo se denomina “el camino del Bodhisa€va”.
Es entonces cuando las leyes, los gobiernos y los sistemas educaKvos entran en acción. Sin embargo, es doloroso admiKr que hasta ahora, no hemos hecho lo suficiente en ese aspecto. La sociedad de hoy está muy lejos de ser algo ideal. Sin embargo, existe un camino, el más serio y profundo, para acercarse a ese ideal: el movimiento de la revolución humana que propugna la SGI. La manera de vivir que impulsa nuestra organización se sustenta en la oración y en las acKvidades para generar felicidad en un mundo lleno de contradicciones.
Del mismo modo, podremos disfrutar de verdadera libertad solo cuando los demás seres humanos sean libres. En la actualidad, hay una enorme canKdad de personas que están encadenadas a los grilletes de la pobreza, la opresión, el temor y la ignorancia: hay demasiada gente a la que se priva de su libertad a causa de la guerra y la discriminación. Aquel que se ponga de pie para combaKr por la libertad de sus congéneres oprimidos será un ser auténKcamente libre. ¡Deseo fervientemente que cada uno de ustedes se convierta en una persona así!
Arremeter hacia adelante a expensas de los demás es una caracterísKca del estado de Animalidad. La revolución humana significa converKrse en alguien 20
Para ello, es imprescindible que enfrenten honestamente cada desa>o que les aguarde en el futuro y triunfen en cada comeKdo. Así, tal como un árbol primero se desarrolla, luego florece y finalmente, da frutos, mientras hunde poderosas raíces en lo profundo de la Kerra y exKende vigorosas ramas hacia lo alto, ustedes irán conociendo, con el Kempo, una libertad más y más gran- diosa. ¡Solo anhelo que se dirijan siempre hacia el sol de la esperanza.
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Las nubes abajo y el Sol arriba
(30000 metros), no solo evitaba cualquier inclemencia del clima que ahora quedaba'‘debajo’’ del avión, sino que, además, podía volar más rápido y ahorraba combustible.
Howand Hughes fue. sin duda, uno de los héroes de la historia de la aviación. Por la década de 1930. Hughes fue el primero en superar la barrera de los 500 km/h. al inventar el tren de aterrizaje retráctil para que el avión se volviera más aerodinámico y, por ende, mas rápido, guardando sus ruedas luego del despegue.
Con una idea tan simple, de sobrepasarla tormenta en lugar de centrarse en ella, en 1938, Hughes logra la hazaña de dar la vuelta al mundo en menos de 4 días, ai mando de un pequeño Lockheed L-14, batiendo un record histórico y grabando un hito eterno en la historia dé la aviación mundial.
Obsesionados por cubrir mayores distancias y volar de continente a continente, varias compañías estaban investigando e invirtiendo en el diseño de aviones más fuertes, capaces de resistir cualquier inclemencia del clima que surgiera durante el prolongado vuelo.
Bajando un poco de la nube y trasladando estas anécdotas a nuestra vida cotidiana, se disparan varias reflexiones. Es que a la hora de tener que enfrentar y sobrepasar una tormenta, muchas veces nos obsesionamos solo por el "avión”, que en definitiva somos nosotros mismos, preguntándonos una y otra vez si nuestras alas resistirán o no el embate. Otras veces, nos empeñamos en invocar daimoku para que la tormenta disminuya o para que "nuestro avión" no se desarme en el intento... Pero, a la luz de las hazañas de Hughes, ;no
Pero nuevamente Hughes sorprendería al mundo con otra innovación, que aún perdura en nuestros días. En vez de volar preocupados, permanentemente, por cualquier tormenta... ¿no sería más sencillo surcar el aire por arriba del clima? Exactamente así lo vislumbro Hughes, y descubrió que volando en la subestratosfera, a unos 10000 pies 22
seria más sensato centrar nuestra preocupación en subir a una altitud tan grande, que hasta la tormenta más inmensa quede debajo, empequeñecida por nuestra colosal altura?
sol libre de nubes, en la estratosfera de la Budeidad. planea libremente para aterrizaren la realidad de la vida cotidiana renovado, victorioso y fortalecido.
En el gosho "Respuesta a Kyo’o, el Daishonin afirma:"Lograr la Budeidad no es nada extraordinario. Si invoca Nam-myoho-renge-kyo con todo su corazón. naturalmente será dotado de los treinta y dos rasgos característicos del Buda [...] Nosotros somos como el huevo (de un ave), ignorantes y elementales, pero cuando nos nutre la invocación de Nam-myoho-renge-kyo, desarrollamos el pico de los treinta y dos rasgos del Buda y las plumas de sus ochenta características, y somos libres de surcar el firmamento de la realidad última”. Si hoy, mañana o en algún momento avizoras una tormenta que tendrás que enfrentar; ni lo dudes. Hace "la gran Hughes". Con el daimoku como combustible y el maestro Ikeda como copiloto, ascendé el avión de tu propia vida tanto como nunca antes lo habías imaginado. Y una vez allí arriba, con el 23
Tres Categorías de la Ilusión
perspecKvas son: (1) pensar que el cuerpo está formado por una unión temporal de los cinco componentes, uno erróneamente se considera a sí mismo como absoluto, y pensar que nada en el universo puede pertenecer a un individuo, uno erróneamente ve todo a su alrededor como su propia posesión. (2) Uno erróneamente cree que la vida es totalmente aniquilada por la muerte sin supervivencia de ninguna forma o que la vida persiste después de la muerte en una forma eternamente inalterable como el alma. (3) Uno no reconoce la ley de causa y efecto. (4) Uno se aferra a los conceptos erróneos de uno mismo con tal perjuicio que considera las cosas inferiores como superiores. (5) Uno ve preceptos o prácKcas erróneas como el camino correcto a la iluminación. Las cinco pasiones ilusorias son: avaricia, ira, estupidez, arrogancia y duda que a c o m p a ñ a n a l a s c i n c o fa l s a s perspecKvas. A diferencia de las ilusiones principalmente mentales del pensamiento, las ilusiones del deseo son emocionales e insKnKvas. Incluyen inclinaciones base como la avaricia, ira, estupidez y arrogancia que surgen en relación a los objetos específicos o
También llamadas las tres Ilusiones. Una clasificación de las ilusiones establecida por T’ien-t’ai: (1) ilusiones del pensamiento y del deseo, (2) ilusiones innumerables como par[culas de polvo y arena, y (3) ilusiones sobre l a ve rd a d e ra n at u ra l eza d e l a existencia. Las ilusiones del pensamiento y del deseo son ilusiones que deben ser erradicadas tanto por el hombre de los dos vehículos como por los bodhisa€vas. Las otras dos categorías de ilusiones son aquellas que los bodhisa€vas, en parKcular, deben eliminar. Las ilusiones del pensamiento y del deseo (kenjiwaku) provocan que la gente sufra en los seis caminos y en los t re s m u n d o s . A d e m á s e stá n subdivididas en ilusiones del pensamiento (kenwaku) e ilusiones del deseo (shiwaku). Las ilusiones del pensamiento son falsas percepciones de la verdad y se consideran, principalmente mentales y aprendidas. Constan de las cinco falsas perspecKvas (gorishi) y las cinco pasiones ilusorias ( go d o n s h i ) . L a s c i n co fa l s a s 24
fenómenos.
para percibir la unificación de las tres verdades en una mente única (en’vu no sangan). Específicamente, las ilusiones del pensamiento y del deseo son eliminadas por la percepción de la verdad de la no sustancialidad (kutai), las ilusiones innumerables como par[culas de polvo y arena son eliminadas por la percepción de la verdad de la existencia temporal (ketai), y las ilusiones sobre la verdadera naturaleza de la vida, por la percepción de la verdad del Camino del Medio (chutai). Nichiren Daishonin interpreta la enseñanza de T’ien-t’ai que dice que uno erradica simultáneamente los tres Kpos de ilusión a través de la percepción de las tres verdades perfectamente integradas en un momento de vida único como que al invocar Nammyoho-renge-kyo de las Tres Leyes del Gran Secreto, uno manifiesta la Budeidad en su vida. Al invocar Nammyoho-renge-kyo, él enseña, que uno logra el estado en el cual las ilusiones o deseos mundanos son iluminación (bonno soku bodai), transformando las tres categorías de ilusión en los tres Kpos de sabiduría.
Las ilusiones innumerables como par[culas de polvo y arena son las ilusiones que impiden que los bodhisa€vas salven a otros. Para salvar a otros, los bodhisa€vas Kenen que ser expertos en innumerables enseñanzas que incluyen religiones y asuntos laicos. Esta segunda categoría incluye las ilusiones que surgen cuando tratan de dominar estas enseñanzas. Las ilusiones acerca de la verdadera naturaleza de la vida son las ilusiones que impiden a los bodhisa€vas que alcancen la iluminación, es decir, que despierten a la verdad del Camino del Medio. En la enseñanza específica (bekkyo), estas ilusiones están divididas en doce. En la enseñanza perfecta (engyo), están divididas en cuarenta y dos. La úlKma y la más profundamente arraigada de las cuarenta y dos se llama oscuridad fundamental (gampon no mumyo). Eliminando esta oscuridad fundamental uno logra la Budeidad. En Maka Shikan, T’ien-t’ai señala que las tres categorías de ilusión Kenen que ser eliminadas mediante la meditación 25
Ira, Tranquilidad y Éxtasis. Indican un estado de ilusión o de sufrimiento. Contrastan con los cuatro estados nobles: Aprendizaje, Comprensión Intui0va, BodhisaWva y Budeidad.(“Los Principales escritos de Nichiren Daishonin” Glosario Vol. I – II 1995 – 1998 SGIAR) Tres mundos (o Mundo triple): C o n d i c i ó n d e l o s h o m b r e s n o iluminados que viven en los seis caminos o estados inferiores. Según el Kusha Ron de Vasuvandhu, este estado puede verse de tres maneras: 1) el mundo de los deseos; 2) el mundo de la materia, cuyos habitantes están libres de los deseos, pero todavía sujetos a alguna clase de restricción material; 3) el mundo del espíritu, donde uno está más allá de las restricciones del deseo y de la materia. (“Los Principales escritos de Nichiren Daishonin” Glosario Vol. I – II 1995 – 1998 SGIAR) Camino esencial: (En jap.: chudo.) Realidad úl0ma que da lugar al surgimiento de todos los fenómenos; Ley de Nam-myoho-renge-kyo. (“Los Principales escritos de Nichiren Daishonin” Glosario Vol. I – II 1995 – 1998 SGIAR)
GLOSARIO Tres ilusiones: T'ien-t'ai dividió las ilusiones en tres grandes categorías: 1) ilusiones del pensamiento y del deseo. L a s p r i m e r a s s o n e n f o q u e s distorsionados de la vida, de los cuales T'ien-t'ai dijo que exisTan ochenta y ocho clases. Las segundas incluyen inclinaciones ruines, como codicia, furia, ignorancia y arrogancia. Estas ilusiones, dijo, eran la causa de que las personas sufrieran en los seis senderos; 2) ilusiones que impiden a los bodhisaWvas salvar a los demás. É s t a s s e g e n e r a n c u a n d o u n b o d h i s a W v a e n 0 e n d e m a l l a s enseñanzas que debe aprender para salvar a todos los hombres; 3) c u a r e n t a y d o s i l u s i o n e s fundamentales que impiden al bodhisaWva lograr la iluminación; la úl0ma y más seria es la oscuridad fundamental (gampon no mumyo). (“Los Principales escritos de Nichiren Daishonin” Glosario Vol. I – II 1995 – 1998 SGIAR) Seis caminos: Primeros seis de los Diez Estados: Infierno, Hambre, Animalidad, 26
Tres verdades: Verdades de la no s u s t a n c i a l i d a d , l a e x i s t e n c i a temporaria y el Camino Esencial: tres fases de la verdad formuladas por T'ien-t'ai. La verdad de la no sustancialidad significa que los fenómenos carecen de sustancia y están en un estado potencial que trasciende los conceptos de existencia y de no existencia. La verdad de la existencia temporaria significa que todas las cosas, aunque por naturaleza carecen de sustancia, poseen una realidad temporaria que está some0da a un flujo constante. La verdad del Camino Esencial significa que todos los f e n ó m e n o s s o n , a l a v e z , n o sustanciales y temporarios, pero que, sin embargo, en esencia, no son ni una cosa ni la otra. (“Los Principales escritos de Nichiren Daishonin” Glosario Vol. I – II 1995 – 1998 SGIAR)
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¿Enemigo de la Budeidad?
le dijo entonces: “¿Acaso no ves cuán grande es el mar y qué minúsculo es tu pozo? ¿Cómo supones que podría caber?”. Al formular la pregunta, el hombre se dio cuenta de que, en algún punto, él estaba obrando con la misma ingenuidad que el niño, al pensar que era posible volcar la inmensidad de los misterios del universo en la pequeña capacidad de la razón humana.
Argen0na Seikyo N° 104 G, 15 de junio de 2004
Cuenta una anKgua leyenda que un hombre de gran sabiduría y recto corazón solía caminar a orillas del mar, meditando sobre la vida y el universo. Estaba obsesionado por descifrar algunas de sus múlKples incógnitas. Un día, mientras daba uno de sus acostumbrados paseos, vio a un niño de corta edad que jugaba en la arena. El infante había hecho un pozo con sus manos y, con un baldecito, iba y venía de la orilla, trayendo agua, que volcaba en el hoyo.
Si bien este relato deja una gran enseñanza, también plantea no pocos interrogantes. ¿En qué punto el uso de la razón pasa de ser beneficioso a perjudicial? ¿Cuándo la razón debe dar un paso al costado, para dejar lugar a la fe? ¿Por qué tenemos la sensación de que “razón" y “fe” son enemigos irreconciliables? Y las p re g u n ta s p o d r í a n c o n K n u a r eternamente, porque la razón y su mejor aliada, la lógica, nos llevan a no aceptar aquello que no entendemos: son como un filtro que descarta lo que no pasa por ellas.
Las horas pasaban, y el niño no dejaba de repeKr, una y otra vez, la misma tarea. El sabio, movido por la curiosidad, decidió acercarse y preguntarle qué era lo que hacía. “Voy a poner toda el agua del mar en mi pozo", fue su respuesta, mientras conKnuaba con el juego. Con una sonrisa de ternura, el sabio 28
Desde pequeños, hemos aprendido que la diferencia más notable entre los humanos y los demás seres vivientes es el uso de la razón: por eso, se denomina al hombre “animal racional". Entonces, si la razón es esencial en el ser humano, ¿podría exisKr la fe sin ella?, claro que no, y aunque parezca una contradicción, ambas se apoyan mutuamente. Por consiguiente, si analizamos con cuidado el tema, llegaremos a una “lógica” conclusión: el conflicto no Kene su origen en la razón sino en el apego a ella.
revolución espiritual, que transforma por completo las ideas de la gente sobre la vida, la existencia humana, el mundo y la sociedad”. Refiriéndose a la personalidad de Leonardo Da Vinci (1452-1519), el maestro Ikeda también declara: “Cualesquiera hayan sido sus circunstancias o caminos, Leonardo mostró siempre escaso interés por las divisiones que solía imponer lo que en su Kempo se entendía por patrioKsmo, lealtad, bondad, belleza y beneficio: en cambio, aspiraba a un estado de vida que le permiKese observar todas las cosas sin apegos". Y más adelante comenta: “Este rasgo de trascender las convenciones es bastante similar a la enseñanza budista de 'trascender el mundo' (en japonés, shusseken). El 'mundo' se refiere al plano de las disKnciones, de las diferencias: entre beneficio y detrimento, amor y aversión, belleza y fealdad, el bien y el mal. ‘Trascender el mundo' significa liberamos de los apegos a esta clase de disKnciones”.
En uno de los diálogos sobre la sabiduría del Sutra del Loto, que el presidente de la SGI, Daisaku Ikeda, mantuvo con los responsables del Departamento de Estudios de la Soka Gakkai, se aborda el principio budista de "deshacerse de los apegos y provocar la duda”. En dicho diálogo, se llega a la conclusión de que dicho principio genera “un salto revolucionario en la conciencia" y consKtuye una importante evolución en el pensamiento budista. Según lo explica el presidente Ikeda: “En un nivel más profundo, equivale a una 29
Deseos y apegos, egoístas y mundanos, suelen ser causa de sufrimiento, y, si bien Nichiren Daishonin nos legó una fórmula para transformarlos (Nam-myoho-rengekyo), no por eso dejan de ser tan s e d u c to re s co m o p e l i g ro s o s . Enumerarlos sería di>cil, puesto que son tantos apegos a las cosas, las personas y los placeres; apegos a los esKlos de vida, los gustos, costumbres y hábitos; otros tan suKles como el apego a las ideas, los comportamientos o la imagen que tenemos de nosotros mismos. Deseamos lo que no poseemos y nos apegamos a lo que ya tenemos, por eso también nos apegamos a los deseos ellos nos van introduciendo en un círculo vicioso, que puede llegar a nublar nuestra mente
intelecto y el método cien[fico nos manKenen tan apegados a ellos, cuando nos basamos en la Ley MísKca, tenemos un enfoque radicalmente diferente. Al respecto y en otra disertación, el presidente Ikeda señala: “La causa fundamental de la infelicidad en que vive la gente es la tendencia a desarrollar apegos de la más variada índole. Un apego, así como suena, es una sujeción que nos manKene atados en algún aspecto de nuestro corazón". Ahora bien, ¿por qué los apegos egoístas y los deseos mundanos causan infelicidad y sufrimiento? Para analizar esta cuesKón, nos basaremos en la gramáKca: "egoísmo”, ‘'ego-centrismo** y “ego-latría" son todas palabras que conKenen el prefijo “ego", que en la[n significa Yo. Por ello, es normal que, todo el Kempo, escuchemos: “Yo quiero esto”, “Yo deseo aquello”. “Yo no voy a renunciar a eso”.
La filoso>a budista no nos enseña a erradicar deseos y apegos, sino a reconocerlos como tales v a uKlizarlos para elevar nuestro estado de vida, mediante el principio de ‘los deseos mundanos son la iluminación". Reconocerlos, tal como son, evita que controlen nuestras vidas. Y aunque la lógica, la razón, el
“Yo, yo. yo... siempre está el yo. Frente a esa circunstancia, los 30
estudiosos de la siquis sosKenen que los humanos estamos en una permanente construcción y afirmación del “yo”, y obviamente, si somos parte del todo, o mejor dicho, somos “esencialmente" el todo, entenderemos que. cuanto más desarrollemos los deseos y apegos que generan o divisiones, diferencias y d i sK n c i o n e s , m á s a l e j a d o s estaremos de la “unidad"," o lo que es lo mismo, nuestra percepción de pertenecer a la unidad será mucho más débil. En otras palabras, los deseos y apegos nos llevan de la conciencia del “yo universal" a la conciencia del “yo individual", y eso es causante de sufrimiento, porque la totalidad es nuestra naturaleza.
Muchas veces pensamos en lo maravillosa que podría ser la vida sin obstáculos, ni sufrimientos, ni adversidades, ni nada que se parezca, y nos preguntamos por qué no es así. La existencia es como un gran campo de batalla, donde hay guerra permanente, tanto contra lo que nos hace sufrir como contra sus respecKvas causas originarias. Y tales enemigos están en escena exclusivamente para ser derrotados; esa, y no otra, es su única razón de estar allí, porque en la lucha se manifiesta la evolución humana hacia un estado de vida más elevado, hacia una conciencia superior, hacia una genuina felicidad. Entonces: ¿son enemigos o aliados?
Padecer, penar, senKr dolor y toda la gama de variadísimas manifestaciones del sufrimiento responden siempre a nuestro karma negaKvo, que no es otra cosa que la consecuencia de nuestros actos contra la Ley en esta y anteriores existencias: y esos actos siempre han tenido que ver con el egoísmo y su consecuente aislamiento.
Todas estas consideraciones nos hacen concluir en lo siguiente: apegos y deseos consKtuyen algo así como “materia prima” que, mediante un “proceso” (oración y acción), se transforman en “producto terminado" (iluminación). Y aunque esto parezca la receta de 31
un manual, es el gran legado que nos dejó el Daishonin, cuando aseguró que “los deseos mundanos son la iluminación.
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Gongyo
verdaderas enseñanzas, los siete desastres se aplacaran".
Por Daisaku Ikeda
La refrescante prácKca del Gongyo es ”la diligente alabanza de las enseñanzas verdaderas” Sus vibraciones intensifican el palpitante pulso de su ICHINEN y lo elevan, como una ola, desde su familia hacia la sociedad externa. El Gongyo debe resonar tan vibrante y vital como el magnifico galopar de un corcel blanco relinchando en el aire. El Gongyo es lo fundamental en la prácKca budista; a través del Gongyo, nos damos cuenta que la eternidad yace en el ambiente de nuestra existencia coKdiana.
El ar0culo que presentamos a con0nuación fue tomado del Editorial de la revista Daibyakurengue en su edición de año nuevo.
Cuando usted hace el Gongyo de la mañana y el Daimoku su resonante voz atraviesa el alba; también podría decirse que anuncia el amanecer de su propia vida. Cuando el trabajo coKdiano ha llegado a su fin y se sienta erguido ante el Gohonzon, su gongyo vesperKno es una expresión de su ICHINEN; es un acto sublime, igual a la luna llena que sale para iluminar el Estado de Buda que Kene usted en su i n t e r i o r. D u r a n t e e l G o n g y o , fusionamos nuestras vidas con el Gohonzon, el núcleo del universo, y revelamos plenamente nuestro potencial individual. El Gongyo pone en movimiento el ritmo dinámico de la vida. El Gran Maestro Dengyo escribió: "Debido a que las voces calumniosas resuenan por toda la Kerra, incontables de miles fallecen; pero si una sola familia diligentemente' alaba las
El Gongyo es a la vez, la más fácil y la más di>cil de las prácKcas budistas. Porque es fácil, porque el Budismo de Nichiren Daishonin está al alcance de todo el mundo. Pero por ser di>cil, conKene el poder absoluto de conducir a todas las personas al estado fundamental de la vida, o sea, la iluminación. El ONGI KUDEN (Registro de las Enseñanzas transmiKdas oralmente), dice: "No hay disKnciones entre aquellos que entonan el NAM MVOHO 33
RENGE KYO". El lugar en donde nos sentamos serenamente ante el Gohonzon para recitar el Gongyo y el Daimoku es el trono de la verdadera igualdad humana. Allí donde todos por igual, pueden superar las diferencias profesionales, de edad y Taza, se encuentra la fuente del Budismo del Daishonin.
subterráneas de la sabiduría y misericordia, el deseo de comparKr los sufrimientos de los demás y la determinación (ICHINEN) de hacerlos felices. Las poderosas vibraciones de su Gongyo la pondrán a tono con el pulsante ondear de la vida macrocósmica. Es el grito de su / CHINEN que llama al BUDA. La realidad fundamental de la vida del universo. Cuando se enfrenta al Gohonzon e invoca Daimoku. usted se convierte en la EnKdad del Buda. Bajo el radiante sol matuKno o la suave luz de la luna, cuando ora al Gohonzon, Kene entre las palmas de sus manos los tres mil mundos que comprenden los fenómenos del Universo. El Gongyo es el único método de armonizar su vida con el macrocosmos.
Si deja de hacer Gongyo, sus acciones Kenden a ser iguales a dar manotazos en el aire. No importa, cuan afilada esté su espada, nunca podrá cortar las cadenas de hierro del desKno que encarcelan su vida No importa cuán renombrado sea por su sabiduría y filoso>a, si su vida está sumida en la oscuridad, la luz de su intelecto comprobará ser tan vana y pasajera como una estrella fugaz. Sólo es posible establecer la verdadera libertad arraigada en la vida misma y una existencia sin restricciones, mediante la prácKca del Gongyo. El Gongyo es un acto de reforma, de independencia humana, a través del cual usted mismo puede liberar su creaKvidad interna. A través del Gongyo, usted puede hurgar en su vida p a ra co n e c ta rs e a l a s f u e nte s
El Gosho: SOBRE TOMAR LA FE EN EL SUTRA DEL LOTO Y ESTADO Y LOGRAR EL ESTADO DE DUDA. dice en parte, en términos generales; "Myoho Renge Kyo es la naturaleza de Buda de nosotros, los seres humanos, la naturaleza de Buda de Sharíputra y Maudgalyayana y la Ley MísKca que perciben todos los Budas de las Tres Existencias, todos son 34
uno y el mismo principio llamado Myoho Renge Kyo. Por lo tanto, cuando entona, aunque sea una sola vez, Myoho Renge Kyo ese solo sonido hará emerger la naturaleza de Buda de todos los Budas, de todas las leyes, de todos los bodhisa€vas, de todas las personas de Saber, de todos los Bonten, Taishaku, Emma, Reyes del Dharma, soles, lunas y estrellas, como también la naturaleza de Buda inherente en los Estados de Infierno, Hambre, Animalidad, Ira Tranquilidad, Éxtasis y dentro de todos los seres vivientes. Este es un beneficio ilimitado. Venere el Nam Myoho Renge Kyo dentro suyo como el objeto de su devoción y cuando invoque el Nam Myoho Renge Kyo hará emerger la naturaleza de Buda o el Nam myoho Renge Kyo que está dentro suyo. Entonces usted mismo es un BUDA.”
establecer una felicidad eterna indestrucKble que trascienda tanto la vida como la muerte. Para poder c o n s t r u i r u n a m u ra l l a i n t e r n a inquebrantable, que soporte las tormentas de la vida, no nos queda más que pracKcar el Gongyo. El MUKASA SHO, (escrito por el reverendo Sakyo Nikkyo un sacerdote de la Nichiren Shoshu del siglo XV), m a n i fi e sta : " D e a c u e rd o a l a s enseñanzas de Nichiren Daishonin, propagar el Budismo y recitar el Gongyo ambos consKtuyen el Shakubuku. He oído decir que el primer Presidente Sr. Makigushi, a menudo explicaba el poder de la Ley MísKca uKlizando el ejemplo de la moneda. Un dólar está incluido en cien dólares; si usted Kene cien dólares, también Kene uno. De la misma forma, nuestra fuerza de vida y nuestra vitalidad son expresiones de la fuerza vital del universo. Los seres humanos, plantas animales y las fuerzas de la misma naturaleza, son todas manifestaciones de la fuerza vital del macrocosmos y esa fuerza vital en sí es la Ley MísKca.
El surgimiento del Estado de Buda que está dentro de su propia vida, rompe los lazos del ego, quiebra las cadenas del desKno humano y proclama la liberación total de la vida. A medida que conKnuamos nuestra pracKca del gongyo nuestra vida se fija en el Estado de Buda y en ese momento podremos 35
Todas las cosas del universo cambian constantemente. No hay nada que no atraviese por una ^ transformación. Tomemos como ejemplo al ser humano: no importa cuanto pueda esforzarse, le es imposible no envejecer. El también está atado al ciclo de nacer, estabilizarse, decaer y Ku. La causa que constata estos cambios es la fuerza vital fundamental del universo llamada NAM MYOHO RENGE KYO es el universo en sí. El Gosho “CARTA A AKIMOTO”, expresa: "Cuando se ha dedicado totalmente a la fe, el mananKal de la gran sabiduría imparcial del Buda nunca se secará". Este pasaje nos enseña que cuando creemos y pracKcamos la Ley MísKca nace una ilimitada y eterna sabiduría que embarga al universo fluye incesantemente de lo más profundo.
es la forma en que expresamos nuestra fe. En el ONGI KUDEN se lee: “Cuando nos inclinamos ante un espejo, la imagen en el espejo también lo hace". Esto explica que al fusionar su vida con el Gohonzon, la vida del Buda emerge de su fuero interno, no obstante, lo que usted ve reflejado ante el espejo impecable del Gohonzon es la verdadera condición de su vida en ese momento. Habrá momentos en que no sienta deseos de hacer el Gongyo. Habrá otros en que se sienta muy cansado para concentrarse. Es por ello que el Gongyo es una disciplina. C u a l q u i e r p rá c K ca d i s c i p l i n a d a naturalmente requiere de cierto grado de dedicación. y esto es especialmente cierto en lo que concierne al Gongyo, porque es la prácKca para capacitar su vida.
El lugar en donde se hace el Gongyo es el trono de la eternidad. La prácKca del Gongyo es una prácKca y un diálogo eterno. Su postura al hacer el Gongyo revela su verdadero yo y todo lo que conKene: su crecimiento, estancamiento, desKno y fortuna. Sin esta prácKca básica budista, no hay Budismo. En otras palabras, el Gongyo
El Sutra FUGEN que sirve de epílogo al Sutra del Loto, dice: “Siéntese erguido y medite sobre la Verdadera EnKdad" y el Sutra del Loto mismo dice: “Con una sola mente, añorando ver al Buda. no escaKmen sus vidas”. Considero que estos pasajes explican estrictamente la 36
forma correcta que debemos adoptar al hacer el Gongyo.
fundamental del Gongyo y conKnúen orando con firmeza.
Desde sus primeros días, el Budismo del Daishonin consideraba que venerar al Gohonzon significa venerar la vida del Buda que está dentro suyo. Además cuando junta las palmas de sus manos ai hacer el Gongyo, sus dedos juntos son el símbolo de la posesión mutua de los Diez Mundos. Sus dos manos también representan las dos leyes de la verdad objeKva y la sabiduría subjeKva. En vista del significado del gongyo, no es aconsejable dejar que el área alrededor del su altar esté desaseado. Mantenga el lugar en donde se encuentra entronizado su Gohonzon limpio: este esfuerzo lo conducirá a purificar y a perfeccionar su propia vida. Finalmente, toda clase de dificultades podrá presentársele en el transcurso de su vida igual que inmensas rocas que se atraviesan en su camino; pero no se atemorice. A través de la prácKca incansable del Gongyo. la corriente pura de su fe lo ayudará a sobreponerse a estas. En este senKrlo, espero que tomen la determinación de comenzar cada día con la prácKca 37
Extractos de Goshos relaEvos a la emancipación
longitud. Por momentos, nos vemos envueltos en la lucha y el conflicto, tan propios del estado de los asuras; a veces, nacemos como seres humanos y experimentamo s los ocho sufrimientos: nacer, envejecer, enfermar, morir, separarse de los seres queridos, tener que estar con los que odiamos, no conseguir lo que queremos y sufrir por los cinco componentes del cuerpo y de la mente. Y en ocasiones nacemos en el estado de los cielos, y padecemos las cinco señales de decadencia.
Conversación entre un venerable y un hombre no iluminado ¡Cuán triste es, y cuán lamentable! Desde el pasado sin comienzo hemos vivido embriagados por el vino de la ignorancia, renaciendo una y otra vez en los seis caminos de la existencia y experimentando alguna de las cuatro formas de nacer. A veces, jadeamos asfixiados entre las llamas, en el infierno del calor abrasador o en el infierno del gran calor abrasador; otras, nos helamos en el infierno del loto carmesí o en el infierno del gran loto carmesí. En ocasiones, soportamos el hambre y la sed que atormentan a los que viven en el estado de las enKdades hambrientas, sin siquiera oír las palabras «alimento» o «bebida» en quinientas existencias. A veces, recibimos la muerte o sufrimos heridas en el estado de animalidad, como se hieren o se matan las besKas cuando las criaturas pequeñas son devoradas por las más grandes, o las más cortas son engullidas por las de mayor
Así damos vueltas y vueltas como una noria en estos tres mundos. Aun aquellos que, otrora, comparKeron los lazos de padres e hijos, cuando renacen olvidan que fueron padres o que fueron hijos. Aun aquellos que fueron marido y mujer, cuando vuelven a encontrarse no saben que ya se han conocido. Nos dejamos arrastrar como si tuviésemos ojos de carnero; vivimos en la ignorancia como si tuviésemos ojos de lobo. No reconocemos nuestro vínculo anterior con la madre que nos trajo al mundo, ni sabemos en qué momento sucumbiremos a la muerte.
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Y, sin embargo, hemos podido nacer en el mundo humano, algo di>cil de lograr, y hemos conocido las enseñanzas sagradas de El Que Así Llega, con las que tanto cuesta encontrarse. Somos como la tortuga tuerta que halla un tronco de sándalo flotando a la deriva, con un hueco del tamaño justo para caber en él. ¡Qué lamentable sería, entonces, no aprovechar la oportunidad para cortar los lazos del nacimiento y la muerte, y no intentar liberarnos de la jaula que nos manKene prisioneros en estos tres mundos!
Por otro lado, como la vida no transcurr e fuera de este instante, el Buda expuso los beneficios que derivan de u n s o l o m o m e nto d e re g o c i j o [al escuchar el Sutra del loto]. Si hicieran falta dos o tres momentos, ya no podría decirse que es el juramento original del Buda dotado de gran sabiduría imparcial, el vehículo único de la enseñanza que revela directamente la verdad y guía a todos los seres vivos al logro de la Budeidad.
Preguntas y respuestas referidas a abrazar el Sutra del loto
Con respecto al Kempo de su propagación, el Sutra del loto se difunde durante la úlKma época, cuando la Ley del Buda está próxima a exKnguirse. Y con respecto a la capacidad adecuada de las personas, aquel puede salvar incluso a quienes h a n c o m e K d o l a s c i n c o fa l ta s capitales o que han denigrado la enseñanza correcta. Por lo tanto, uno debe dejarse guiar por la intención del [Sutra del loto, que es el] logro inmediato de la iluminación, y jamás entregarse a conceptos equivocados que derivan de la duda o de los apegos.
Ahora bien, si usted desea lograr la Budeidad, sólo debe arriar las banderas de su arrogancia, arrojar el bastón de su ira y consagrarse con exclusividad al vehículo único del Sutra del loto. La fama mundana y el provecho material son meros ornamentos prescindibles en esta existencia; la arrogancia y el p re j u i c i o s o n ata d u ra s q u e l o esclavizarán en la próxima. ¡Ay, debería avergonzarse de ellos! ¡Y temerles, también!
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ninguna enKdad viviente puede perdurar mucho Kempo en este mundo. Por lo tanto, el Sutra del loto nos recuerda: «Nada en este mundo es firme o duradero; todo es burbujas, todo es espuma, todo es como el leve temblor de una llama».
¿Cuánto dura una existencia? Si nos detenemos a pensarlo, es como hospedarse una sola noche en una posada a la vera del camino. ¿Debería uno olvidarlo y buscar su cuota de fama mundana y provecho material? Pero aunque uno encontrara tales cosas, serían como la prosperidad que se disfruta en sueños: apenas un deleite digno de añorar. Mejor sería dejar simplemente estas cuesKones libradas al karma creado en existencias pasadas.
«[Mi pensamiento constante es] cómo hacer para que los seres vivos accedan al Camino supremo». Estas palabras expresan el más hondo anhelo del Buda: hacer que todas las personas logren la Budeidad, tanto los que aceptan el Sutra del loto como aquellos que se oponen a él. Como este es su propósito supremo, quienes abrazan la fe en el Sutra del loto —aunque sea por poco Kempo— están actuando de acuerdo con su voluntad. Y si su conducta concuerda con el deseo del buda, estarán saldando la deuda de graKtud que Kenen con él. Entonces, hallarán solaz en las palabras del sutra, pletóricas de benevolencia como el amor de una madre, y encontrarán sosiego en las preocupaciones del Buda, quien dijo: «Soy la única persona que puede rescatar y proteger a los demás». Y no sólo será feliz el buda Shakyamuni:
Cuando tomamos conciencia de la incerKdumbre y de la transitoriedad de este mundo, hallamos infinidad de ejemplos ante nuestros ojos y oídos. Los habitantes de Kempos pasados, fugaces como las nubes o la lluvia, se han ido sin dejar más que sus nombres. Nuestros amigos de hoy, e>meros como el rocío, se han dispersado como el humo hasta desaparecer de nuestra vista. ¿Acaso cree usted ser el único capaz de perdurar eternamente, como las nubes sobre el monte Mikasa? El viento vernal arrastra los pétalos; los chubascos del otoño Kñen de rojo las hojas de los arces. Todo demuestra que 40
como el Sutra del loto es el propósito supremo por el cual aparecen todos los budas en este mundo, también se regocijarán los budas de las diez direcciones y de las tres existencias — el pasado, el presente y el futuro—. Como afirmó Shakyamuni: «[Si alguien puede mantenerlo aunque sea por poco Kempo,] sin duda me hará feliz a mí y a los demás budas». Y no sólo se alegrarán los budas, sino también las deidades, que se sumarán a su deleite. Así pues, cuando el gran maestro Dengyo disertó sobre el Sutra del loto, el gran bodhisa€va Hachiman le obsequió una sobrepelliz de color púrpura y cuando el honorable Kuya recitó el Sutra del loto, la gran deidad del santuario de Matsuo pudo hallar reparo del frío viento.
duraderas que el futuro habrá de depararle, no desperdicie el Kempo ambicionando fama y riquezas, e>meras como el rayo o el rocío maKnal. Como enseña El Que Así Llega: «No hay seguridad en el mundo triple; es como una casa en llamas». O, para decirlo con las palabras de un bodhisa€va: «Todas las cosas son como fantasmas, como imágenes conjuradas por arte de magia».
La EnEdad de la Ley MísEca Esencialmente, la enKdad de Myohor e n g e kyo es el cuerpo >sico que, al nacer, recibieron de su padre y de su madre los discípulos y seguidores de Nichiren, quienes creen en el Sutra del loto. Tales personas — que descartan con sincera acKtud los medios preparatorios, depositan su fe sólo en el Sutra del loto y entonan Nam-myoho-renge-kyo — transformarán los tres caminos de los deseos mundanos, el karma y el sufrimiento en las tres virtudes del cuerpo del Dharma, la sabi duría y la emancipación. Lastres
Desde el remo[simo pasado hasta hoy, no ha hecho usted más que sufrir en vano durante incontables existencias. ¿Por qué no intenta, aunque sea esta única vez, plantar las semillas prodigiosas que conducen a la Budeidad eterna e invariable? Aunque en el presente pueda disfrutar sólo una mínima parte de las dichas 41
contemplaciones y las tres verdades se manifestarán de inmediato en su vida, y el lugar donde habiten pasará a ser la Tierra de la Luz Tranquila. El Buda del capítulo «Duración de la vida» de la enseñanza esencial, enKdad de Myoho-rengekyo —que es al mismo Kempo sujeto que habita y reino habitado, vida y ambiente, cuerpo y mente, enKdad y función, y es también el Buda eternamente dotado de los tres cuerpos— se encuentra en los discípulos y seguidores laicos de Nichiren. Estas personas encarnan la verdadera enKdad de Myoho-rengekyo; todo esto se debe a las funciones meritorias que despliegan los poderes trascendentales espontáneos contenidos en dicha Ley. ¿Cómo se atrevería alguien a ponerlo en duda? ¡Es algo de lo que no se puede dudar!
por todos los seguidores de las enseñanzas no budist as y denostado como un hombre de profunda maldad. El gran maestro T’ien-t’ai fue denigrado por las tres escuelas del sur y las siete escuelas del norte de la China; Tokuitsu , en el Japón, lo criKcó por haber usado su lengua de nueve cen[metros para destruir el cuerpo del Buda de un metro y medio de altura. El gran maestro Dengyo fue despreciado por los sacerdotes de Nara, quienes dijeron: «¡Saicho nunca ha estado en la capital de la China T’ang!». Pero todos estos insultos fueron comeKdos en nombre del Sutra del loto, y por tal moKvo no significan escarnio alguno para los hombres que los debieron padecer. Ser elogiado por los necios es la peor de las vergüenzas. Ahora que yo, Nichiren, he incurrido en la ira de las autoridades, con seguridad los sacerdotes de las e s c u e l a s Te n d a i y P a l a b r a Verdadera han de estar celebrándolo. Son hombres extraños y desvergonzados.
La Apertura de los ojos Quien no ha concebido el deseo de entrar en el C amino, jamás podrá liberarse de los sufrimientos del nacimi ento y la muerte. El buda Shakyamuni, señor de las enseñanzas, fue maldecido 42
Conversación entre un venerable y un hombre no iluminado
son engullidas por las de mayor longitud. Por momentos, nos vemos envueltos en la lucha y el conflicto, tan propios del estado de los asuras; a veces, nacemos como seres humanos y experimentamos los ocho sufrimientos: nacer, envejecer, enfermar, morir, separarse de los seres queridos, tener que estar con los que odiamos, no conseguir lo que queremos y sufrir por los cinco componentes del cuerpo y de la mente. Y en ocasiones nacemos en el estado de los cielos, y padecemos las cinco señales de decadencia.
Hago acopio de mis pensamientos, como los hombres de Naniwa que recogen algas para extraer sal, y tomo el pincel para asentarlos por escrito, como recordatorio para los hombres de las épocas venideras. ¡Cuán triste es, y cuán lamentable! Desde el pasado sin comienzo hemos vivido embriagados por el vino de la ignorancia, renaciendo una y otra vez en los seis caminos de la existencia y experimentando alguna de las cuatro formas de nacer. A veces, jadeamos asfixiados entre las llamas, en el infierno del calor abrasador o en el infierno del gran calor abrasador; otras, nos helamos en el infierno del loto carmesí o en el infierno del gran loto carmesí. En ocasiones, soportamos el hambre y la sed que atormentan a los que viven en el estado de las enKdades hambrientas, sin siquiera oír las palabras «alimento» o «bebida» en quinientas existencias. A veces, recibimos la muerte o sufrimos heridas en el estado de animalidad, como se hieren o se matan las besKas cuando las criaturas pequeñas son devoradas por las más grandes, o las más cortas
Así damos vueltas y vueltas como una noria en estos tres mundos. Aun aquellos que, otrora, comparKeron los lazos de padres e hijos, cuando renacen olvidan que fueron padres o que fueron hijos. Aun aquellos que fueron marido y mujer, cuando vuelven a encontrarse no saben que ya se han conocido. Nos dejamos arrastrar como si tuviésemos ojos de carnero; vivimos en la ignorancia como si tuviésemos ojos de lobo. No reconocemos nuestro vínculo anterior con la madre que nos trajo al mundo, ni sabemos en qué momento sucumbiremos a la muerte.
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Y, sin embargo, hemos podido nacer en el mundo humano, algo di>cil de lograr, y hemos conocido las enseñanzas sagradas de El Que Así Llega, con las que tanto cuesta encontrarse. Somos como la tortuga tuerta que halla un tronco de sándalo flotando a la deriva, con un hueco del tamaño justo para caber en él. ¡Qué lamentable sería, entonces, no aprovechar la oportunidad para cortar los lazos del nacimiento y la muerte, y no intentar liberarnos de la jaula que nos manKene prisioneros en estos tres mundos!
existencia dentro de los seis caminos para confinar en ella a toda la humanidad, sino que además ha converKdo a las esposas e hijos en grilletes, y a los padres y gobernantes en redes que impiden ver los cielos. Para engañar el verdadero corazón de la naturaleza de Buda, hace que las personas beban el vino de la codicia, el odio y la estupidez, y las alimenta sólo co n p l aK l l o s q u e co nK e n e n e l ingrediente del mal, que dejan a la gente postrada en el suelo de los tres malos caminos. Cuando encuentra personas que se han inclinado hacia el bien, interfiere imponiendo obstrucciones. Su determinación es hacer que los pracKcantes del Sutra del loto caigan en el mal, pero cuando no Kene éxito, intenta engañarlos poco a poco seduciéndolos con el Sutra de la guirnalda de flores, que se asemeja al Sutra del loto.
Carta a los hermanos
Por tal razón, los que Kenen fe en el Sutra del loto deberían temer a aquellos que intentan obstaculizar su prácKca más que a los bandidos, ladrones, asaltantes nocturnos, Kgres, lobos o leones; incluso más que a la invasión actual de los mongoles. Este mundo es el territorio del Rey Demonio del Sexto Cielo. Toda la población ha estado bajo su dominio desde el Kempo sin comienzo. [Este Rey Demonio] no sólo ha construido la prisión de los veinKcinco ámbitos de la
Esto fue lo que hicieron Tu-shun, Chihyen, Fa-tsang y Ch’eng-kuan. Así pues, Chia-hsiang y Seng-ch’üan fueron los perniciosos compañeros que, con su astucia, indujeron a los creyentes en el Sutra del loto a retroceder hacia los Sutras de la sabiduría. Del mismo 44
modo, Hsüan-tsang y Tz’u-en los guiaron a pracKcar el Sutra de los profundos secretos, mientras que Shan-wu-wei, Chin-kang-chih, Pu-k’ung, Kobo, Jikaku y Chisho los tentaron a seguir el Sutra Mahavairochana. Bodhidharma y Hui-k’o los arrastraron en dirección a la escuela Zen, a la vez que Shan-tao y Honen los incitaron con engaño a creer en el Sutra de la meditación. En cada uno de estos casos, el Rey Demonio del Sexto Cielo s e a p o d e ró d e e sto s h o m b re s instruidos para engañar a las personas de bien. A eso se refiere el Sutra del loto cuando dice, en el quinto vo l u m e n : « D e m o n i o s m a l i g n o s tomarán posesión de los demás».
de los cuerpos de las esposas e hijos, y hace que estos confundan a sus maridos y padres, y los alejen del C a m i n o . Ta m b i é n s e v a l e d e l gobernante para amenazar al devoto del Sutra del loto, o de los padres y m a d r e s p a ra h a c e r q u e e s t o s reprendan a sus hijos respetuosos del deber filial. El príncipe Siddhartha quería renunciar a su [tulo nobiliario, pero ya había concebido a su hijo Rahula. Por eso, su padre, el rey Shuddhodana, lo conminó a posponer su parKda y a no adoptar la vida monacal hasta que el niño hubiera nacido. Entonces el demonio se aprovechó de la situación y postergó seis años el alumbramiento.
El gran demonio de la oscuridad fundamental incluso puede entrar en el cuerpo de bodhisa€vas que han llegado a la iluminación casi perfecta e impedirles llegar a la felicidad de la iluminación perfecta derivada del Sutra del loto.
Carta a Niike
Muchos han divulgado las diversas enseñanzas expuestas por el Buda a lo largo de su vida, pero hasta ahora, nadie, ni siquiera T’ien-t’ai o Dengyo, ha enseñado la más importante de todas. Y así debe ser, pues esa enseñanza se difunde a parKr del advenimiento del bodhisa€va PrácKcas
¡Con qué facilidad, entonces, le es posible obstruir a aquellos que están en los niveles inferiores de la prácKca! El Rey Demonio del Sexto Cielo se vale 45
Superiores, en el primer período de quinientos años del ÚlKmo Día de la Ley.
Llegar a ser un buda no es nada extraordinario. Si usted entona Nammyoho-renge-kyo con todo su corazón, naturalmente se verá dotado de los treinta y dos rasgos disKnKvos del Buda y de sus ochenta caracterísKcas. Como dice el sutra, «con la esperanza de hacer que todas las personas fuesen iguales a mí, sin que hubiese disKnción alguna entre nosotros»; de esa manera usted puede, sin dificultad, ser un buda tan noble como Shakyamuni. El huevo de un ave no conKene más que líquido, pero este, por sí mismo, va desarrollando un pico, dos ojos y todas las demás partes que forman un ave, hasta ser un pájaro capaz de surcar el firmamento. Nosotros también somos los lasKmosos huevos de la ignorancia, pero cuando nos nutre la recitación de Nam-myoho-renge-kyo, que es como la Kbieza de la hembra que empolla, desarrollamos el pico de los treinta y dos rasgos y las plumas de las ochenta caracterísKcas; entonces, somos libres de volar por el cielo del verdadero aspecto de todos los fenómenos, y de la realidad de todas las cosas. A esto se refiere el pasaje del sutra cuya esencia dice: «Todas las personas viven en el cascarón de la ignorancia sin tener el
Pase lo que pase, siempre mantenga una fe firme y constante en el Sutra del loto. Entonces, en el úlKmo instante de su vida, será recibido por mil budas, que lo llevarán rápidamente a la Kerra pura del Pico del Águila, donde experimentará la alegría ilimitada de la Ley. Pero si su fe se debilita y usted no consigue manifestar la Budeidad en esta existencia, no me lo reproche a mí. Pues en tal caso, será como el paciente que rehúsa el buen medicamento prescrito por su médico y, en cambio, escoge tomar veneno. Por supuesto, no se cura, pero en ningún momento se le ocurre que es su propia responsabilidad y, en cambio, piensa que es culpa del facultaKvo. La fe en este sutra significa que usted, con toda certeza, manifestará la Budeidad si es fiel a la totalidad del Sutra del loto y si adhiere a sus enseñanzas con exacKtud, sin agregarles ninguna idea de su propia cosecha y sin seguir las interpretaciones arbitrarias de los demás.
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pico de la sabiduría. Así como el pájaro hembra regresa al nido, el Buda retorna a este mundo —la Kerra donde venerables y mortales comunes viven juntos, y los úlKmos sobrellevan la transmigración con diferencias y limitaciones— y rompe el cascarón de la ignorancia para que todas las personas, como pichones, abandonen el nido y surquen el cielo de la naturaleza esencial de los fenómenos y de la realidad de todas las cosas».
sólo cuando abrazó este sutra y creyó en él con fe firme, y que no fue su sabiduría lo que le permiKó, por sí sola, llegar a ser un buda. Si Shariputra no pudo manifestar la Budeidad a través de su sabiduría, ¿cómo nosotros, gente común con un limitado conocimiento de las doctrinas, pretendemos siquiera soñar con manifestar la Budeidad cuando no tenemos fe? El Buda explica que, en el ÚlKmo Día, la gente se comportará con soberbia aun cuando su conocimiento de las doctrinas sea insignificante, y que faltará al respeto a los sacerdotes, será negligente con respecto a la Ley y, por todo esto, caerá en los malos caminos. Si uno comprende de verdad las enseñanzas budistas, debe ponerlo de manifiesto en su respeto a los sacerdotes, en su reverencia a la Ley y en sus ofrendas al Buda. El buda Shakyamuni ya no está entre nosotros, de modo que debe respetar al maestro de sabiduría iluminada como si fuera el mismísimo Buda. Si lo hace, ¿podría no recibir beneficios? Si uno ansía la felicidad en su próxima existencia, debe renunciar a su deseo de fama y fortuna, y respetar al sacerdote que enseña el Sutra del loto como si fuese El Que Así Llega
La expresión «conocimiento sin fe» se aplica a los que Kenen conocimientos sobre las doctrinas budistas pero prescinden de la fe. Estas personas jamás manifestarán la Budeidad. Los que poseen «fe sin conocimientos» podrán no saber mucho, pero como culKvan la fe, manifestarán la Budeidad. Y no se trata sólo de mi propia opinión: está dicho claramente en el Sutra del loto. En el segundo volumen, el Buda dice: «Hasta tú, Shariputra, en lo que respecta a este sutra, sólo has podido obtener el acceso a través de la fe y no gracias a la sabiduría que poseías». Esto muestra que aun Shariputra, el más excelso en sabiduría, pudo manifestar la Budeidad 47
viviente, por humilde que parezca. Es lo que está escrito en el sutra.
posarse tres ramas más abajo que su padre, los gansos manKenen una formación perfecta cuando vuelan en bandada, y los corderos se arrodillan para beber la leche de su madre. Y se pregunta: si los animales inferiores se conducen con semejante decoro, ¿cómo puede ser que los hombres muestren tanta falta de civilidad? A juzgar por las palabras de Dengyo, es natural que los sacerdotes de la escuela Zen estén confundidos con respecto al budismo, si ignoran incluso cómo debe comportarse un ser humano; actúan como Papiyas, el demonio celesKal.
Hoy, la escuela Zen suele actuar en forma opuesta al dictado de las cinco virtudes constantes —benevolencia, recKtud, decoro, sabiduría y buena fe —. Honrar a la gente sabia y virtuosa, respetar a los mayores y proteger a los jóvenes son actos universalmente reconocidos como dignos del comportamiento humano, tanto en las escrituras budistas como en los textos no budistas. Pero los sacerdotes de la escuela Zen, hasta ayer o anteayer, no eran más que una chusma inculta, incapaz de disKnguir lo blanco de lo negro. Ahora que usan túnicas sacerdotales, se han vuelto tan engreídos que desprecian a los sacerdotes ilustres y virtuosos de las escuelas Tendai y Palabra Verdadera. No observan los modales apropiados y se creen por encima de todos los demás; es tan grande su insolencia que hasta los animales se comportan mejor. El gran maestro Dengyo señala que la nutria expresa su respeto ofrendando el pez que ha capturado, el cuervo en el bosque lleva alimento a sus padres y abuelos, la paloma Kene el cuidado de 48
Extracto de la Disertación del presidente Daisaku Ikeda de los capitulo Hobes y Juryo
eterno e imperecedero. Esta es la esencia del jigage y la conclusión del capítulo “Duración de la Vida”
En nuestro corazón, poseemos^ un tesoro supremo. La ' joya originariamente inherente" que llevamos en nuestra vida posee múlKples facetas: coraje para enfrentar cualquier dificultad, esperanza sin límites, pasión ardiente, sabiduría inexKnguible... Los que se abren camino en la fe con esta convicción son nada menos que budas. Su vida se convierte en un cúmulo de .joyas sin parangón!. En existencia tras existencia, en mundo tras mundo, son personas de riqueza y de influencia, capaces de erigir una trayectoria de inmensa plenitud. En úlKma instancia, la Budeidad es algo que uno manifiesta y concreta por sí mismo, no algo que otros nos vayan a otorgar. Es algo que se logra a través del propio esfuerzo. Mediante la fe en la Ley MísKca, podemos sin. falta manifestar ese grandioso estado de vida de total libertad que representa el “yo” 49