OPINIÓN OFICIO DE PAPEL
LOS RICOS TAMBIÉN LLORAN SAT PERSIGUE A 15 GRANDES EVASORES FISCALES MIGUEL BADILLO
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ontundente, el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, advirtió a 15 grandes contribuyentes –dueños de emporios empresariales–, que deben 50 mil millones de pesos en impuestos a la hacienda pública, que más vale que los paguen. La estrategia presidencial para evitar la evasión fiscal y obligar a los deudores de impuestos a que paguen tiene tres etapas: la primera es hacerlo público; es decir, el anuncio en la conferencia mañanera de que el Servicio de Administración Tributaria (SAT) ha descubierto a 15 grandes contribuyentes con adeudos fiscales por 50 mil millones de pesos y, sin dar nombres de los empresarios ni las compañías que representan para “no quemarlos”, sí prevenirlos de que el fisco los tiene en la mira y que más vale que paguen o les caerá, por primera vez, todo el peso de la Ley Fiscal Federal y el Código Penal Federal, que por supuesto incluye la cárcel. Una vez hecha pública la advertencia a esos 15 grandes evasores fiscales, que bien saben ellos mismos quiénes son, la segunda acción del presidente Andrés Manuel López Obrador fue enviar una carta, según él mismo lo anunció en “la mañanera”, al presidente del Consejo Coordinador Empresarial, su amigo Carlos Salazar Lomelín, con la lista de nombres de los 15 empresarios que por décadas han evadido pagar sus impuestos amparados en componendas, corruptelas y sobornos a servidores públicos hacendarios, y al mismo tiempo solicitar su ayuda (de Salazar Lomelín) para intermediar con esos grandes empresarios evasores para que paguen sus impuestos por la buena, es decir “voluntariamente”, o de lo contrario se procederá judicialmente porque López Obrador no es “tapadera de nadie”.
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13 de abril de 2020
La tercera etapa, que pocos conocen, es la orden que salió de Palacio Nacional para la presidenta del SAT, Raquel Buenrostro, y la secretaria de la Función Pública (SFP), Irma Eréndira Sandoval, de revisar y auditar a todos esos grandes contribuyentes que por lo menos en los últimos 5 años han evadido el pago de impuestos a través de cancelaciones de créditos, perdones fiscales, insolvencias y otros artilugios concebidos desde el poder político en gobiernos panistas y priístas, a fin de recuperar cientos de miles de millones de pesos que se dejaron de pagar mediante sobornos, chantajes y complicidades empresariales con servidores públicos. Por supuesto que todos sabemos que la SFP no puede auditar a particulares, ésa no es función, pero lo que sí está haciendo es revisar la actuación del SAT y todos sus procedimientos internos para corregirlos, pues por años se ha permitido y solapado la evasión fiscal. Así que uno de los puntos ordenados por el jefe del Ejecutivo a Irma Eréndira Sandoval es revisar a detalle todas las cancelaciones de créditos fiscales que, por lo menos en 2019, primer año del gobierno de López Obrador, la cifra negra alcanzó los 380 mil millones de pesos que el fisco dejó de cobrar, la cual representa el 50 por ciento de lo que Enrique Peña Nieto dejó de cobrar en 2018, último año de su gobierno. Ahora sabemos, según lo anunciado por el presidente de la República, que van a empezar con estos 15 grandes contribuyentes que deben la nada despreciable cifra de 50 mil millones de pesos, dinero que una vez que el SAT lo cobre “por las buenas”, para que los evasores no vayan a prisión, se destinaría a la compra de miles de ventiladores y otros enseres médicos que el país necesita urgentemente para enfrentar la pandemia de Covid 19 y evitar que mu-