DIRECCIÓN POLÍTICA NACIONAL JOSÉ SANTOS CERVANTES SECRETARIO GENERAL ALBERTO REYNA GARCÍA ALEJANDRA MIRANDA RESÉNDIZ BELISARIO AGUILAR OLVERA CARMEN CHINAS SALAZAR CUAUHTÉMOC AMEZCUA DROMUNDO EFRAÍN ARTEAGA DOMÍNGUEZ ERNESTO DORANTES FLORES JOSÉ SANTOS URBINA MENDOZA MARIO EFRÉN OCHOA VEGA
DECLARACIÓN CON MOTIVO DE LA EXPULSIÓN DEL EXCELENTÍSIMO EMBAJADOR DE LA REPÚBLICA POPULAR DEMOCRÁTICA DE COREA AL PUEBLO DE MÉXICO: Las grandes potencias del orbe: China; Estados Unidos, Gran Bretaña, Japón y Rusia, entre otras, han reaccionado ante el sexto ensayo nuclear —el más potente hasta ahora— realizado por Corea del Norte, y pedido el cese de dichas pruebas. Todos los gobiernos de esas naciones han demandado que la Organización de Naciones Unidas (ONU) sancione a Corea del Norte
MARTHA ELVIA GARCÍA GARCÍA
por continuar con las pruebas nucleares, pero China y Rusia también
MIGUÉL GUERRA CASTILLO
plantean la necesidad de que la ONU realice las gestiones que sean
ROBERTO PRADO AYALA
necesarias para llevar a las partes en conflicto al diálogo. China también ha reiterado su oposición al despliegue, en Corea del Sur, del sistema estadounidense denominado Terminal de Defensa Aérea a Gran Altitud (THAAD por sus siglas en inglés), porque representa un peligro para la paz en la región. Mientras tanto, el gobierno mexicano asumiendo una actitud servil ante el gobierno de Donald Trump, ha declarado, sin justificación alguna, persona non grata al embajador de la República Popular Democrática de Corea, Excelentísimo Kim Hyong Gil, y le ha dado un plazo de 72 horas para abandonar el país.
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La actitud de Peña Nieto, Videgaray y compañía, es contraria a la tradicional política exterior formulada con base en la experiencia de las luchas del pueblo mexicano y de los demás pueblos amantes de la paz, que se encuentra expresamente formulada en nuestra Carta Magna. La fracción X del artículo 89 constitucional establece como facultades del presidente de la República, dirigir la política exterior basado en los principios que ahí se establecen, que para el caso que nos ocupa son los siguientes: la autodeterminación de los pueblos y la no intervención de un Estado en los asuntos de otro; la solución pacífica de controversias y la proscripción de la amenaza o el uso de la fuerza en las relaciones internacionales, y la lucha por la paz y la seguridad internacionales. Si el gobierno mexicano quisiera cumplir con estos principios, empezaría por condenar la amenaza estadounidense a la autodeterminación del pueblo coreano; la intervención de Estados Unidos en los asuntos internos de Corea, al menos desde 1953; el uso de la fuerza empleado por el imperialismo yanqui en la guerra que le impuso a Corea del Norte de 1950 a 1953 de la que no pudo salir victorioso, y la amenaza que para todos los pueblos del mundo, incluyendo el nuestro, representa la política injerencista, intervencionista y belicista de Washington. Recientemente, el gobierno de Calderón, incluyó en ese mismo precepto, el respeto, la protección y promoción de los derechos humanos; si el gobierno mexicano quisiera cumplir con ese mandato —que por cierto es contrario al de no intervención de un Estado en los asuntos de los demás— tendría que haber expulsado al embajador yanqui porque su gobierno tiene una política violatoria de nuestros connacionales en el ámbito migratorio, dejaría de “lamentarse” por la construcción del muro fronterizo y asumiría una postura digna ante la agresiva política imperial de Donald Trump e interpondría una demanda ante los organismos internacionales por la decisión del gobierno yanqui de acabar con la Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA, por sus siglas en inglés), programa que protegía de la deportación a miles jóvenes, hijos de indocumentados, que estudian en Estados Unidos.
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Lo anterior demuestra que la motivación del gobierno mexicano nada tiene que ver con la paz del mundo, porque no contribuye de manera alguna a impulsar el diálogo para poner fin a ese conflicto que por décadas ha constituido una amenaza para Corea del Norte. Exhibe también la actitud servil del gobierno mexicano ante el capital monopólico y financiero internacional, principalmente estadounidense, en el marco de la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte que, debido a su entreguismo, de seguro representará otro duro golpe a la soberanía e independencia de México. El Partido Popular Socialista de México, por este conducto, deja constancia de su permanente e inquebrantable solidaridad con el pueblo y el gobierno coreanos, que a pesar de las agresiones guerreristas y las sistemáticas amenazas —mediante ejercicios militares conjuntos con Corea del Sur— ejercidas por el imperialismo yanqui, han sabido resistir con dignidad para defender su derecho inquebrantable de darse el gobierno que mejor responda a sus intereses nacionales y populares. El PPSM saluda la digna postura del Excelentísimo embajador de la República Popular Democrática de Corea, Kim Hyong Gil, y demanda al gobierno de México, que asuma posturas que correspondan a nuestras tradiciones históricas y que realmente contribuyan a la paz en la península coreana y en el mundo entero.
¡V I V A M É X I C O!
8 DE SEPTIEMBRE 2017 LA DIRECCIÓN POLÍTICA NACIONAL DEL PARTIDO POPULAR SOCIALISTA DE MÉXICO
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