Teoría y Práctica

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Organo de teoría y política del Comité Central del Partido Popular Socialista de México / Junio 2009 NUEVA ÉPOCA. EDICIÓN ESPECIAL

XX CONGRESO ¡Por la soberanía nacional y el socialismo!

• Convocatoria • Informe Político • resoluciones

• documentos básicos aprobados • organos de direccion electos • saludos



Convocatoria

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Informe político al vigésimo congreso, “El partido de la clase obrera y los desafíos de la revolución del siglo XX”

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INTRODUCCIÓN

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PRIMERA PARTE, NUESTRAS FORTALEZAS Y DEBILIDADES

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Un partido capaz de pensar y resolver con cabeza propia, sin copia ni calco. Un partido que se templó en la fragua del duro combate. Un partido capaz de actuar siempre en consonancia con la realidad dialécticamente cambiante. Un partido capaz de interpretar la realidad mexicana y latinoamericana de manera certera, al margen de la visión eurocéntrica. Un partido, sin embargo, con errores, a veces graves, sujeto a las debilidades humanas. Un partido capaz de resurgir, retomando sus principios y su herencia, en las condiciones del siglo XXI. Balance de la actual etapa.

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SEGUNDA PARTE CAMBIOS SIGNIFICATIVOS EN EL PANORAMA MUNDIAL

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La fase actual de la crisis del sistema capitalista en el ámbito de la economía La historia de las crisis del sistema capitalista La crisis actual y los planes de rescate La fase actual de la crisis del sistema capitalista en los demás ámbitos Las torres gemelas, Afganistán, Irak, Rusia, China La correlación de fuerzas en el campo de las contradicciones interimperialistas América Latina • Cuba: 50 años de Revolución • Venezuela. • Bolivia • Ecuador y Nicaragua


• Brasil • Argentina • Uruguay y Paraguay TERCERA PARTE LAS CLASES SOCIALES EN MÉXICO Y SUS CONTRADICCIONES LAS CLASES SOCIALES EN MÉXICO HOY • • • •

La Burguesía La clase obrera La clase campesina La pequeña burguesía

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PRINCIPALES CONTRADICCIONES ENTRE LAS CLASES SOCIALES

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LA LUCHA REVOLUCIONARIA HOY

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• La estrategia y la táctica • La práctica

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CUARTA PARTE EL PARTIDO POPULAR SOCIALISTA DE MÉXICO, LA INMINENTE REVOLUCIÓN DE LIBERACIÓN NACIONAL Y EL SOCIALISMO

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Todo cambio revolucionario requiere dos tipos de condiciones previas: las objetivas y las subjetivas. El PPS de México y las condiciones subjetivas para la conquista de nuestra plena independencia económica y política. Cambios necesarios en el partido. Hacia una nueva etapa. El PPS de México y la construcción del partido único de la clase obrera Anexo

Proposición de modificaciones

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principios

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programa

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estatutos

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Agenda de actividades

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Reglamento

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Resoluciones

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• Resolución sobre los sesenta años de luchas de nuestro partido y de vigencia del marxismo-leninismo-lombardismo 46 • Resolución con motivo de los 50 años de revolución victoriosa en Cuba 48

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XX Congreso ¡Por la liberación nacional y el socialismo!

• Resolución sobre los tres ejes de la creación de las condiciones subjetivas para la victoria de la revolución de liberación nacional • Resolución sobre los cinco héroes cubanos y mexicanos, luchadores por causas superiores, víctimas del corrupto sistema judicial imperialista • Resolución sobre las funciones de los nuevos organismos de dirección • Resolución sobre el partido y su organización juvenil • Resolución sobre el PPS de México y los procesos electorales • Resolución sobre el Movimiento de Liberación Nacional • Resolución solidaria con la lucha de los mineros • Resolución solidaria con la lucha de los trabajadores ex braceros mexicanos • Resolución de solidaridad con los maestros en lucha • Resolución sobre las luchas del pueblo de Colombia

Documentos básicos aprobados Declaración de principios Programa Estatutos

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Organos de dirección electos en el XX Congreso del PPS de México

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Saludos

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Partido Comunista de Cuba Partido Comunista de Grecia Partido Comunista de los Trabajadores Húngaros Unión del Pueblo Gallego Partido Comunista de Estados Unidos. Partido Vanguardía Popular Partido Comunista de Costa Rica Partido Comunista Alemán Partido Comunista Portugués Tomas Trinidad Montes Frente Ciudadano En defensa de La Soberanía (Guanajuato)

Fotografías

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CONVOCATORIA

A todos los miembros del partido; Camaradas: El Comité Central de nuestro partido en su 120 Pleno, celebrado el 21 de junio pasado en la ciudad de Zacatecas, Zac., en ejercicio de la facultad que le confiere el artículo 28, inciso “a” y demás relativos de nuestro estatuto, resolvió convocar a la realización del XX Congreso del Partido Popular Socialista de México y facultar a la Dirección Nacional para que afinara los detalles y emitiera esta convocatoria. El XX Congreso tendrá lugar los días sábado 14 y domingo 15 de marzo de 2009, en la ciudad de Zacatecas, en el local y con el programa que oportunamente se darán a conocer, de acuerdo con las siguientes: BASES A) Serán delegados al Congreso, con voz y voto: a) todos los miembros del partido que sean electos como tales en las Asambleas Estatales y Regionales que se realicen en la fase preparatoria del Congreso, y b) todos los integrantes del Comité Central. La Dirección Nacional emitirá las credenciales de acreditación y voto a unos y otros. B) Serán delgados observadores al Congreso, con derecho a voz, los miembros del partido que sean electos como tales por los núcleos intermedios de dirección estatal, y acreditados con la credencial que los mismos les expidan.

C) Serán delegados fraternales al Congreso los camaradas de los partidos hermanos y de las organizaciones fraternas, nacionales y del exterior, que sean invitados por el Comité Central. Los trabajos del Congreso desahogarán el siguiente ORDEN DEL DÍA 1) Pase de lista e instalación del Congreso. 2) Aprobación del reglamento interno. 3) Lectura del Informe de la Dirección Nacional. 4) Debate. 5) Proposición de Reformas a los documentos básicos del Partido. 6) Debate. 7) Resoluciones y declaraciones del Congreso. 8) Elección del nuevo Comité Central. 9) Receso para que el Comité Central haga las elecciones que le corresponden estatutariamente y, al término, dé a conocer los resultados al Congreso. 10) Clausura. En cumplimiento de lo que establece el artículo 32 de nuestro estatuto, la Comisión de Proposiciones que tendrá la obligación de recoger la opinión de los Núcleos y de la Dirección Nacional para la integración del nuevo Comité Central, queda integrado por los compañeros: Martha Elvia García García, Juan Campos Vega, Luis Miranda Reséndiz, Carmen Chinas Salazar y Jorge Tovar Montañez.

Fraternalmente, ¡Viva México! Guadalajara, Jalisco, 26 de octubre de 2008. La Dirección Nacional Cuauhtémoc Amezcua Dromundo, Primer Secretario; Juan Campos Vega, Segundo Secretario; Belisario Aguilar Olvera, Dolores del Carmen Chinas Salazar, Adrián García Enríquez, Martha Elvia García García, Luis Miranda Reséndiz, Mario Ochoa Vega, José Santos Cervantes, Jorge Tovar Montañez y Santos Urbina Mendoza.

htt://www.ppsm.org.mx/partido/xxcongre.html

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XX Congreso ¡Por la liberación nacional y el socialismo!

Informe Político al vigésimo congreso El partido de la clase obrera y los desafíos de la revolución del siglo XX

INTRODUCCIÓN El Siglo XXI será de grandes avances, de transformaciones revolucionarias en nuestro país y el mundo, todo lo indica así. En este Congreso nuestro partido debe dar respuesta a los problemas de la Revolución en el nuevo siglo. Éste es su objetivo central. Por eso, en el congreso, desde sus asambleas locales y regionales, debemos analizar con rigor metodológico el contexto económico, político y social de nuestros días, en lo nacional, en América Latina y el mundo, y definir las tendencias; debemos valorar la correlación de fuerzas en la lucha de clases y examinar la vida de nuestro partido, sus condiciones internas. A partir de esos exámenes, debemos tomar las decisiones con respecto al programa del partido y la aplicación de nuestra línea estratégica y táctica, y determinar los cambios que sean necesarios en la estructura, en la norma y en los cuadros, para enfrentar en óptimas condiciones una fase que se percibe compleja. Por último, debemos perfilar las acciones que vamos a realizar a partir de la conclusión del congreso. Desde luego, utilizaremos el método marxista para examinar la realidad y decidir los pasos más adecuados para transformarla hacia estadios superiores, tal como lo hacía de una manera sistemática Vicente Lombardo Toledano y como corresponde a todo partido de clase. De esta manera nos prepararemos para contribuir a la victoria de la Revolución, a la conquista de la plena independencia de México respecto del imperialismo y a establecer un régimen de transición que desemboque en una Democracia del Pueblo, antesala del Socialismo. El Congreso, sus deliberaciones y sus actividades todas, se encaminarán a estos fines. PRIMERA PARTE, NUESTRAS FORTALEZAS Y DEBILIDADES Habiendo cumplido sesenta años de luchas por la liberación de México respecto del imperialismo y por la construcción de una sociedad socialista y comunista, iniciaremos este Informe Político valorando nuestras fortalezas y debilidades a partir del ser histórico de nuestro partido, las primeras, para preservarlas y apoyarnos en ellas para la lucha que viene, y las segundas, para tomar las medidas correctivas necesarias.

UN PARTIDO CAPAZ DE PENSAR Y RESOLVER CON CABEZA PROPIA, SIN COPIA NI CALCO. Nuestro partido en su primera época, llamado entonces Partido Popular, fue un frente contra el imperialismo que integró en sus filas a elementos con ideas diversas respecto del universo y la vida, pero en su núcleo dirigente, con Vicente Lombardo Toledano a la cabeza, ya desde entonces predominó el método marxista para analizar la realidad y transformarla. Por eso, su perfil y su composición surgieron del análisis marxista, igual que su objetivo de liberar a nuestro país del imperialismo. Lombardo concibió al partido que era necesario en México en las condiciones de la época con los rasgos que debería tener, sometió sus ideas sobre el tema a una amplia consulta en el seno de las principales organizaciones de los trabajadores y del pueblo, y a un debate en el que participaron los marxistas mexicanos más destacados de la época, evento que la historia recogió con el nombre de la Mesa Redonda de los Marxistas Mexicanos. A diferencia de otros partidos hermanos, el nuestro no nació como resultado de una decisión de carácter general tomada en otro lugar del mundo, como los que surgieron en numerosos países poco después de 1917, al calor de la victoriosa Revolución de Octubre, gracias al trabajo internacionalista de cuadros trasladados del exterior. El hecho de que el nuestro haya sido fruto del examen concreto de nuestra realidad, efectuado por marxistas que por vivir y actuar en este país tenían un pulso más exacto de nuestra situación, permitió librarnos, desde el principio, de un error que hoy sabemos que afectó a numerosos partidos hermanos que así lo han declarado, ejerciendo la autocrítica: el error del “calco y la copia”, en palabras de Mariátegui, el de querer aplicar mecánicamente experiencias ajenas, que en la mayoría de los casos condujo a fracasos. El nuestro, desde su concepción teórica y su nacimiento, ha sido un partido capaz de pensar y resolver con cabeza propia, analizando por sí mismo su realidad concreta en su tiempo concreto y tomando sus propias decisiones sin incurrir en la imitación extralógica de lo realizado en circunstancias distintas; ésta es una de nuestras fortalezas vitales, que nos hemos preocupado por conservar, acentuar y utilizar. UN PARTIDO QUE SE TEMPLÓ EN LA FRAGUA DEL DURO COMBATE. La correlación de fuerzas en el escenario del mundo resurgía favorable para la clase trabajadora y los pueblos, cuando nació el partido. Había terminado la Segunda Guerra Mundial con la derrota del fascismo y la Unión Soviética emergía como la fuerza fundamental de la victoria. Liberados del fascismo por la lucha de los movimientos de resistencia de sus pueblos y del Ejército Soviético, varios países de Europa tomaban el rumbo del socialismo, y junto con la URSS integraban ya un campo socialista internacional, mismo que se desarrollaba impetuoso en la economía, la cultura, la ciencia

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y la técnica y en la esfera de lo social. Pero en nuestro continente las cosas no marchaban de acuerdo con los intereses de nuestros pueblos. La potencia imperialista del hemisferio, Estados Unidos, dadas las condiciones ventajosas que tuvo durante la guerra, pasó de ser un país deudor de las potencias europeas, a principal acreedor de ellas y del mundo. Su capital financiero y su complejo militar-industrial, fortalecidos, tomaron el control de su país junto con otras fuerzas retrógradas como ellos, y pretendieron someter a todos los pueblos de la Tierra a su dominio; para ese fin, lanzaron la Guerra fría contra la URSS, que percibieron como un obstáculo fundamental. La Guerra fría era la fase de preparación material y sicológica para la tercera guerra mundial, que juzgaron urgente, creían que así podrían aniquilar a la Unión Soviética y las Democracias Populares y acabar con el ideal socialista y comunista. Entre los preparativos para la guerra, el imperialismo norteamericano quiso consolidar de inmediato su dominio sobre América Latina y, para logarlo, descargó su fuerza sobre ella. Esa ofensiva, es evidente que puso en riesgo la posibilidad de que nuestros pueblos pudieran alcanzar en algún momento su plena independencia, económica y política, por la que han luchado desde hace siglos, y amenazó con hacerles perder la relativa y escasa que habían conquistado para entonces. Además, puso en jaque las demás conquistas populares logradas a lo largo de la historia. El gobierno estadounidense se apresuró a sujetar a los gobiernos al sur del Río Bravo, a sus fines, por medio de falsa información, halagos, promesas y complicidades. En México, el presidente Miguel Alemán se convirtió en el títere del imperialismo; en países hermanos, hubo otros que cumplieron ese triste papel. Si algunos resistieron, fueron sustituidos por otros, dóciles. El gobierno de Alemán fue anticomunista, subordinado e indigno; traicionó los ideales de la Revolución Mexicana de 1910, popular y antiimperialista; violó la Constitución de 1917. Para enfrentar a Alemán y su gobierno, surgió el Partido Popular, como instrumento del pueblo; para derrotar al alemanismo y a sus amos imperialistas; para poner otra vez a México en el camino de su plena emancipación. La lucha fue encarnizada: el partido y sus militantes fueron hostigados. Muchos compañeros fueron despedidos de sus trabajos por los patrones y los jefes reaccionarios, o por líderes sindicales corruptos que les aplicaron la llamada “cláusula de exclusión”; otros sufrieron cárcel; muchos fueron asesinados. El nuestro es un partido que se templó como el acero, en la fragua del combate. Esta herencia constituye otra de nuestras principales fortalezas. UN PARTIDO CAPAZ DE ACTUAR SIEMPRE EN CONSONANCIA CON LA REALIDAD DIALÉCTICAMENTE CAMBIANTE. Nuestra filosofía es el materialismo dialéctico. Sabemos por tanto que nada es estático, que todo cambia constante-

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mente, de manera no mecánica sino dialéctica, como resultado de la interacción compleja de diversos factores. Y sabemos que el partido del proletariado está obligado examinar la realidad de manera rigurosa y ajustar su acción a dicha realidad cambiante, tal como lo hacía el nuestro cuando lo dirigía Lombardo. En el tiempo transcurrido desde el 20 de junio de 1948, nuestro partido ha cambiado, en consonancia con la realidad. Ha modificado su composición interna y su estructura; ha cambiado su declaración de principios, también su programa y su estatuto; y su accionar concreto ha variado; si pretendiera mantenerse estático por largos períodos no sería marxista, menos cuando los acontecimientos tienen una dinámica intensa como en la etapa que nos ha tocado, desde la última mitad del siglo XX hasta nuestros días. Apenas habían transcurrido siete años de la fundación del Partido Popular, cuando la dinámica de los acontecimientos en el mundo, en América Latina y en México, su examen riguroso con el método dialéctico, ya hizo necesario entrar a una nueva etapa, que implicó la transformación profunda del propio partido. Y no era en este caso porque las tendencias cambiaran, sino porque se fueron acentuando y, con ello, las contradicciones se agudizaron. Esto fue lo que exigió que nuestra organización se transformara. En efecto, al año siguiente del surgimiento del PP, en 1949, la revolución en China triunfó y dio paso a la construcción del socialismo en ese país, el más poblado de la Tierra. Y para 1955, en el campo socialista internacional se integraban la URSS, las democracias populares de Europa, China, Mongolia, Vietnam y Corea. Y ese conjunto se desarrollaba de manera vertiginosa y ya superaba al sistema capitalista mundial, entre otras, en las esferas de la economía, la ciencia y la tecnología. Además, el proceso de liberación de las colonias de Asia y África también avanzaba arrollador: para ese mismo año ya habían logrado su independencia India, Indonesia y Birmania. En tanto, en Washington crecía la alarma por el avance de las luchas de los pueblos en el mundo y se fortalecía la idea de que todo el proceso se podría detener con la tercera guerra mundial. Por eso apuraba sus preparativos, aceleraba la explotación de América Latina y el traslado de su política antidemocrática y represiva, que en lo interno recibía el nombre de “macartismo”; para todo eso el imperialismo se sirvió de los gobiernos títeres. Nuestro país, en esas condiciones, retrocedía en todos los aspectos; por ejemplo, dejaba de ser semicolonial, pues se iba convirtiendo en una colonia completa; el nivel de vida del pueblo se abatía y la riqueza se concentraba en pocas manos; el régimen democrático era una farsa; todo esto, como se ve, igual en su esencia a lo que ha sucedido de nueva cuenta en los últimos veinticinco años, sólo que en esta etapa los daños y retrocesos han sido mayores, sin comparación. Por otra parte, con el gobierno de Alemán y el de su sucesor, Adolfo Ruiz Cortines, se concretó también el cambio de la clase social que ejercía la titularidad del Poder Ejecutivo, porque la pequeña burguesía rural, a la que pertenecieron la ma-


XX Congreso ¡Por la liberación nacional y el socialismo!

yoría de los caudillos de la Revolución, fue desplazada por un sector de la burguesía integrado por funcionarios enriquecidos por la forma corrupta en que ejercieron los puestos públicos; una burguesía parasitaria, burocrática y, lo peor, proimperialista, con la que era necesario luchar hasta echarla del poder. Así lo proclamó Lombardo en el año de 1955: “ha llegado el momento de declarar que esta clase social no debe continuar al frente de los destinos de la patria mexicana”. En ese contexto, en el seno del partido se abrió el debate y duró cinco años. Finalmente, en octubre de 1960, se decidió que frente a la agudización de las contradicciones en el ámbito mundial y el avance del imperialismo y sus lacayos en el país, con la consecuente exacerbación de la lucha de clases, era preciso que el partido se trasformara en uno cualitativamente superior; sin contradicciones internas de clase, ideológicas ni de estrategia y táctica; en un partido con una disciplina muy firme. Luego de cinco años de debate el partido resolvió asumir la filosofía del materialismo dialéctico e histórico, adquirir una estructura leninista y tomar los principios de la dictadura de clase y del internacionalismo proletario. Además, cambiar su nombre por el de Partido Popular Socialista. Durante el mismo lapso, se aceleró el proceso de educación política, de preparación de los cuadros necesarios para el partido de nuevo tipo, para cuya existencia las condiciones en el ámbito nacional ya estaban dadas. Ahora bien, habiendo sido muy importante la transformación del PP en PPS, no ha sido el único cambio que registra nuestro partido. Ha habido otros importantes, por ejemplo, en el ámbito de la concreción de su línea táctica y estratégica. En efecto, como ya se dijo, durante la primera década de vida del partido, de 1948 a 58, la práctica política del partido fue de lucha contra los gobiernos de Alemán y Ruiz Cortines, cuyo aparato político era el PRI, gobiernos con los que hubo enormes diferencias y ninguna posibilidad de colaboración. Pero en éste último año, 1958, habiendo transcurrido apenas tres años de la tajante declaración de Lombardo respecto a que esa “clase social no debe continuar al frente de los destinos de la patria mexicana”, el todavía Partido Popular decidió apoyar la misma candidatura que el PRI a la presidencia, la de Adolfo López Mateos, en una aparente contradicción que confundió a muchos. ¿Qué sucedió? Que al mismo tiempo que el partido se transformaba en lo interno, con su acción política revolucionaria, congruente y eficaz, contribuía a modificar la realidad nacional con un sentido progresivo, a hacer a un lado a la burguesía parasitaria y subordinada al imperialismo como dominante en la dirección de la vida pública. El propio Lombardo observó que el candidato y después presidente, López Mateos no pertenecía a ese sector de la burguesía, sino a otro, también emergente, y que la principal diferencia entre ambas radica en que esta última no se doblegaba con docilidad ante el imperialismo, que se le resistía y, aunque temía desafiarlo de frente, sin embargo hacía lo posible por moverse con independencia en lo económico y en lo políti-

co, en el ámbito nacional y en el internacional, por razón de sus propios intereses de clase. Y en efecto, a partir de que López Mateos tomó posesión, en el mismo año del 58, hubo un bloque burgués gobernante no homogéneo, con contradicciones y luchas internas, en el que la burguesía proimperialista pasó a ocupar un lugar secundario. Las diferencias fueron notorias: López Mateos empezó su gobierno poniendo en libertad a los presos políticos encarcelados por los gobiernos anteriores, por defender las causas justas del pueblo. Entre los liberados se hallaron Jacinto López, dirigente campesino, miembro de la Dirección Nacional del partido; y Nicandro Mendoza y Mariano Molina, de la Juventud Popular, nuestro organismo juvenil de entonces, dirigentes de la histórica huelga estudiantil del Politécnico Nacional. El nuevo gobierno también reactivó la Reforma Agraria, entre otras medidas positivas, pero lo más importante fue que retomó la vía de las nacionalizaciones, abandonada por largo tiempo. Entre las más importantes del sexenio está la de la Industria Eléctrica que, por el gran peso que puede tener en el desarrollo nacional independiente, los gobiernos neoliberales todos han intentado revertirla, igual que la del petróleo, y el movimiento de masas las ha defendido con toda su fuerza. Lombardo resumió la diferencia respecto del período Alemán-Ruiz Cortines, afirmando que con el gobierno de López Mateos la Revolución Mexicana regresaba otra vez a Palacio Nacional. Frente a un cambio de ese carácter en la correlación de fuerzas en México, habría sido un despropósito mantener la lucha frontal contra la clase social en el poder. Y al revés, quienes combatieron al sector de la burguesía que ejercía el poder Ejecutivo en esta etapa, fueron los proimperialistas en su conjunto, y detrás de ellos el propio imperialismo. Lombardo planteó una forma de concreción de nuestra línea estratégica y táctica que fue creativa y plenamente válida en esas circunstancias –sólo en esas circunstancias en lo específico, no en las del alemanismo, tampoco en las de hoy-, y se difundió con amplitud con la denominación de línea del Frente Nacional Democrático y Patriótico. Se trataba de seguir una política que presionara a ese sector de la burguesía gobernante a actuar con firmeza frente al imperialismo y la derecha, lo más que fuera posible; que dejara de hacerles concesiones. Una política que estimulara a ese sector de la burguesía a acercarse a la clase obrera y al pueblo en busca del apoyo necesario para enfrentar al imperialismo y la reacción, -básicamente impulsar los actos democráticos y nacionalistas, a la vez que denunciar y combatir aquéllos contrarios al pueblo y la nación. Se trataba, además, de estar siempre presentes en el debate nacional marcando el rumbo, proponiendo un programa de gobierno que se fijaba como objetivos concretos alcanzar la independencia económica y la plena soberanía nacional, la elevación del nivel de vida del pueblo y el constante mejoramiento del régimen democrático; es decir, un programa que se proponía consolidar un régimen antiimperialista y avanzar hacia una democracia nacional, como la primera de dos fases previas al socialismo,

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de acuerdo a la vía mexicana hacia este sistema, sustentada por el Maestro Lombardo y nuestro partido, en las condiciones económicas, políticas y sociales del país durante esa etapa histórica de la vida nacional- en tanto que la burguesía reaccionaria o pro-imperialista trataba de agudizar las contradicciones entre esa burguesía y el pueblo. A esa forma concreta de la acción política de Lombardo y nuestro partido, que se ejerció válidamente durante un cuarto de siglo, de 1958 a 1982, hay quienes la confundieron con una línea socialdemócrata, con la que nada tiene en común; hay quienes, desde las propias trincheras de la izquierda nunca se dieron cuenta del cambio de sector de la burguesía en el poder y creyeron que todo seguía inmutable, por lo que se dedicaron –dogmática y sectariamente- a atacar con virulencia a los gobiernos de esa época, sin percatarse de que en los hechos coincidían con la derecha y el imperialismo. Lo que sucede es que en la mayoría de los casos, los críticos de nuestra línea política tenían grandes limitaciones en su formación marxista, pues la habían restringido a los manuales de divulgación, sin entrar jamás en la esencia de su enorme riqueza. Ignorantes de la realidad latinoamericana, creían que en nuestros países había una burguesía equiparable a la de los países capitalistas desarrollados y, frente a ella, una clase obrera madura, también equiparable a la de ese tipo de países; no entraban al examen del estadío de nuestro modo de producción dominante, ni de la composición de nuestras clases sociales; ni al análisis de las contradicciones que se daban en el seno de nuestras sociedades, sumamente complejas, ni comprendían el papel del imperialismo como enemigo fundamental y común de nuestras sociedades en su conjunto, con la sola excepción del breve sector de la burguesía servil al propio imperialismo. Lo cierto es que no sólo la teoría, sino la vida ha demostrado la justeza de esa línea política por varios medios: por ejemplo, sectores nucleares de aquella izquierda que combatió frontalmente a los gobiernos de la época señalada y que criticó a nuestro partido acabaron por destruir sus propios partidos para fundar al PRD junto con elementos destacados de aquella burguesía, provenientes del PRI, que por cierto han conformado los sectores de dirección mayoritarios en dicho partido y sus figuras más relevantes; más todavía, como regla general, quienes en el PRD provienen del PRI, han sido los que de alguna manera, dentro de sus inconsecuencias, se conservan más o menos progresistas, no así los de supuestos orígenes revolucionarios, pero que han sido siempre inconsecuentes. Por otra parte, los sectores y militantes honestos de aquella izquierda que discrepó de nuestra línea, que también los hubo, hoy defienden lo esencial de sus frutos –las nacionalizaciones-, como ya se dijo, y lo hacen con firmeza, al lado nuestro y de amplios sectores del pueblo. En la actualidad, cuando las clases sociales han modificado su composición, la lucha de clases se ha recrudecido y la clase social en el poder es la burguesía reaccionaria, entregada al imperialismo, la estrategia de nuestro partido

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corresponde a esta nueva situación, por lo que enfrenta total y combativamente a la clase social gobernante, con la firme convicción de que debe ser derrocada y sustituida en la dirección de la vida pública por un bloque social de carácter amplio, integrado por todas las clases y sectores sociales objetivamente opuestos al imperialismo, en cuyo núcleo debe estar la clase trabajadora, misma que debe ejercer su dirección ideológica. Este bloque social debe ejercer un gobierno antiimperialista de transición y su tarea debe ser la de dar grandes pasos hacia la liberación de México, hacia su segunda y definitiva independencia, tarea que consumaría un régimen de Democracia del Pueblo en el que la preeminencia corresponde ya a la clase obrera políticamente organizada. Esta Democracia del Pueblo constituye la antesala de la sociedad socialista y tiene como tarea desarrollar las bases de ese sistema superior. Esta concepción que hoy sustentamos corresponde fielmente a un examen de nuestra realidad actual de acuerdo con el método marxista, como lo ejercía el maestro Lombardo. En cambio los núcleos principales de esa izquierda antes citada, que no entendieron la realidad de entonces ni tuvieron firmeza revolucionaria alguna, no sólo dejaron de luchar contra la burguesía y su gobierno pro-imperialista, sino que ahora se las arreglan para compartir dicho gobierno. Nuestro partido, a lo largo de su historia, antes y hoy, siempre ha mostrado su capacidad de actuar en consonancia con la realidad dialécticamente cambiante; he aquí otra de nuestras fortalezas. UN PARTIDO CAPAZ DE INTERPRETAR LA REALIDAD MEXICANA Y LATINOAMERICANA DE MANERA CERTERA, AL MARGEN DE LA VISIÓN EUROCÉNTRICA. Lombardo, como pensador marxista, jamás se confundió con la concepción “eurocéntrica” respecto de América Latina, sino que la distinguió claramente de otras, como las europeas, donde las condiciones facilitaron el desarrollo del capitalismo hasta la fase del imperialismo. Advirtió la diferencia entre unos y otros países que conforman el sistema capitalista mundial de la época posterior a Lenin: imperialistas, dominantes, saqueadores, unos; objeto del dominio y del saqueo de los primeros, otros. Los pueblos de nuestra región, sometidos al régimen colonial durante tres siglos, por parte de España y Portugal, sobre todo, lograron al fin su independencia política, luego de costosas luchas. No consiguieron sin embargo destruir el régimen económico impuesto por las potencias coloniales, basado sobre todo en la concentración de la tierra en manos de una minoría y en una serie de estancos, monopolios y privilegios para las castas dominantes. Lombardo llamó semifeudal a ese sistema, por sus rasgos descritos, que en su esencia –como modo de producción- lo asemejan altamente con el feudalismo clásico que se dio en otras regiones, sin que fuera idéntico.


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Lombardo señala que, a pesar de todo, las fuerzas productivas empezaron a desarrollarse en nuestros países, en unos más que otros, y se fueron creando las premisas para el paso a formas capitalistas de producción. En la última mitad del siglo XIX, cuando ese proceso se realizaba, las inversiones extranjeras provenientes de Estados Unidos y Europa, irrumpieron en la vida de nuestras naciones y, en la mayoría de ellas, yuxtapusieron un sistema capitalista dependiente a las formas antiguas de producción con supervivencias semifeudales, impidiendo que se diera su desarrollo histórico intrínseco. “De esta suerte, pasaron los pueblos latinoamericanos, en un lapso breve, de su condición de colonias de España y Portugal, a semicolonias del imperialismo internacional.” Este análisis socioeconómico e histórico plenamente marxista fundamenta la visión teórica lombardista sobre estrategia y táctica, sobre la vía de transición hacia modos avanzados de producción y formaciones sociales superiores a partir de nuestra realidad contemporánea, y es un gran aporte de Lombardo al gran torrente de la teoría revolucionaria universal, que arranca con Marx y Engels. Sobre ese análisis se sustentan otros aportes del destacado dirigente mexicano, latinoamericano y universal, como la que se refiere al papel de las nacionalizaciones y de la intervención de Estado en la economía en los países que luchan por su liberación, como herramientas fundamentales para lograrla; y asimismo, la que se relaciona con el carácter plural, socialmente hablando, del sujeto de la lucha por la independencia plena, económica y política de nuestros países. Sobre esa base angular, su herencia, podemos hoy seguir desarrollando y construyendo lo que nos van demandando las nuevas condiciones del mundo, de América Latina y de México, sin estancarnos ni volvernos repetidores de citas o de aplicaciones concretas, del pasado, porque si eso hiciéramos, caeríamos en la práctica del dogmatismo siempre nocivo. La concepción de Lombardo sobre México y América Latina en el marco de la concepción materialista de la historia constituye otra de nuestras fortalezas, una de enorme trascendencia, pues nos ubica como un partido que es, y desde siempre ha sido, capaz de interpretar certeramente la realidad de México y América Latina. UN PARTIDO, SIN EMBARGO, CON ERRORES, A VECES GRAVES, SUJETO A LAS DEBILIDADES HUMANAS. Hace tiempo que no tocamos este tema, porque resulta penoso en extremo, y porque no se trata de estarlo comentando en toda ocasión, aunque no venga al caso. Pero nuestras debilidades y errores también han de ser ventiladas con franqueza, en el ejercicio de la práctica leninista de la crítica y la autocrítica, con el fin de aprender de ellas y corregirlas. Nuestro partido, con todas sus valiosas virtudes, no ha sido ajeno a las flaquezas. Algunos elementos han atentado contra la integridad de clase y la unidad orgánica de nuestra organización, sustentada en principios de orden

superior. Hemos sufrido escisiones causadas por diferencias profundas, como las del período 1955-1960, cuando hubo compañeros del antiguo Partido Popular que no aceptaron su transformación en un partido de la clase obrera y se fueron al PRI de manera franca o discreta. Otras tuvieron por sustento discrepancias relacionadas con la interpretación de la realidad nacional y la aplicación de nuestra línea táctica y estratégica, como la que se dio en los años de 1975-76, estimulada, además, por el ego de algún dirigente, exacerbado de manera deliberada por elementos de la burguesía. La crisis más severa de nuestra organización se fue gestando durante el último cuarto del siglo XX y afloró en el XVIII Congreso, en 1994. El origen de esa crisis está en la comisión de serios errores por parte de nuestro partido, en los que jamás deberá incurrir de nueva cuenta y en los que tenemos responsabilidad todos los militantes de entonces, de una u otra manera. La falta de una adecuada vigilancia revolucionaria propició que se formaran grupos en torno a los principales dirigentes y se diera una lucha sorda entre ellos. La no aplicación pareja y sin concesiones de la norma estatutaria con respecto a la retribución de los cuadros profesionales y, sobre todo, a los compañeros que ocupaban puestos de elección popular –cuyos emolumentos ya eran altos en exceso, con relación a los salarios de los trabajadores, incluso los mejor remunerados- fue un costoso error; el haber aplicado “dos pesas y dos medidas” en uno y otro casos, alentó la lucha por posiciones, consolidó la práctica nociva del grupismo y fomentó el oportunismo. Y todo esto propició que algunos dirigentes se acercaran a elementos de la burguesía en el poder y de los monopolios privados en busca de sus favores con el fin de fortalecer a sus grupos, e hicieran compromisos ajenos a los intereses del partido y su clase; y que además desarrollaran habilidades para “justificar” sus conductas, retorciendo con argucias la línea política del partido. Viejos, otrora valiosos cuadros, se perdieron para la lucha revolucionaria al corromperse y caer en esos vicios deplorables. Durante toda esta etapa, el partido se alejó de las luchas populares, dejó de encabezar las movilizaciones de masas obreras, campesinas y populares, lo que le había sido característico desde sus primeros años, y se fue limitando casi en exclusiva al frente electoral, del que provenían los puestos públicos. Lo mejor del combate partidario, en esa etapa, se dio en especial en el frente parlamentario, como lucha de ideas con propuestas programáticas justas; pero sin el respaldo indispensable de las masas movilizadas, no rindió los frutos adecuados. El alejamiento de las masas populares, por otra parte, causó la ulterior reducción de la fuerza electoral del partido, que fue aprovechada por la burguesía neoliberal para arrebatarle su registro en el momento que lo creyó propicio, durante el gobierno de Salinas de Gortari. Lo más grave fue que en ese ambiente se engendraron deformaciones ideológicas de fondo, que minaron la unidad partidaria en sus cimientos. Así, al calor de los graves acontecimientos

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que sacudieron a la humanidad hacia finales de la década de los ochenta e inicios de los noventa, que colapsaron a la Unión Soviética y al campo socialista europeo, en el interior de nuestro partido surgieron posiciones de desprecio al leninismo y, en concreto al centralismo democrático y la propuesta de que nos adhiriéramos a las modalidades democratizantes al estilo burgués; posiciones de tipo socialdemócrata que sostuvieron que era erróneo aspirar a la toma del poder y al Estado del proletariado, pues la realidad demostraba, decían, que la perspectiva era la evolución del capitalismo por medio de sucesivas reformas; también hubo grupos que se fueron al extremo opuesto, de la desesperación de izquierda pequeño burguesa, planteando que la toma del poder estaba ahí, a la orden del día, y que “bastaba con estirar la mano” para realizarla. Observado a tiempo todo este desbarajuste por parte de varios cuadros del partido, expuesta la autocrítica en el seno de la Dirección Nacional y del Comité Central, se planteó la necesidad de corregir todos esos vicios, entre otras medidas, ventilando las discrepancias con franqueza y debatiéndolas a fondo; haciendo reformas profundas a los estatutos que sancionaran con severidad el grupismo y corrigieran sus causas, cancelaran la posibilidad de todo favoritismo, se disminuyeran las retribuciones a los funcionarios de elección popular miembros del partido y garantizaran el cumplimento de lo estatuido; en fin, medidas que permitieran el restablecimiento de la ética comunista y la recuperación de las relaciones fraternales en el partido. Todo se ventiló de manera abierta con los compañeros que incurrían en prácticas nocivas, que eran muy numerosos y ocupaban altas posiciones en el seno de la Dirección Nacional, del Comité Central y de las direcciones estatales, haciéndoles ver, como camaradas, el daño gravísimo que con sus conductas ocasionaban al partido y procurando convencerlos de que era urgente e indispensable corregir todo eso en el XVIII Congreso, que se celebraría en 1994. Todos ellos fingieron disposición a que todo cambiara; nunca objetaron las propuestas. En esas condiciones, los documentos del Congreso que incluían los análisis críticos y autocríticos y las modificaciones que se consideraban indispensables, siguieron su proceso normal. Se discutieron en la base del partido y en las asambleas locales y estatales, se afinaron y enriquecieron. Todo parecía indicar que el partido saldría indemne de esa dura prueba y que corregiría los vicios. Pero los que temieron perder sus privilegios y jamás debatieron de frente, conspiraron a espaldas de la estructura partidaria; buscaron aliados entre funcionarios de la burguesía falsamente “progresista” en el poder y traicionaron una vez más el trato fraternal de partido con que se procedió en los preparativos organizacionales del congreso. Falsificaron delegaciones, se proveyeron de una mayoría de “delegados” incondicionales y tomaron por asalto el control del congreso, haciendo que todo quedara igual, que no se aprobara ninguna de las modificaciones que se habían acordado en los

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organismos de dirección, en las asambleas preparatorias y en la estructura toda del partido, incluso con la participación de ellos mismos. Integraron un comité central y una dirección nacional que les garantizaran su dominio y, concluido el congreso, emprendieron una encarnizada persecución contra los compañeros más limpios y destacados del partido en todo el país, con sanciones y expulsiones, sobre todo los camaradas que venían planteando la necesidad de que el partido corrigiera vicios y desviaciones. Y pusieron en marcha los preparativos para transformar al partido en sentido inverso de lo que se había hecho en 1955-60, volviéndolo ahora socialdemócrata, para cumplir con los compromisos que habían contraído con los elementos de la burguesía neoliberal. Con ese asalto y la división ideológica múltiple que ya existía en el interior del partido, la ruptura se volvió inevitable. Los propios conjurados, además, se sumieron, al poco tiempo, en pleitos que todavía hoy no concluyen, y siguieron fracturándose en otros fragmentos. Entre ellos se acusan de manera pública de toda clase de tropelías, fraudes, robos y prácticas gansteriles en el manejo de los bienes económicos y materiales, que a fin de cuentas dilapidaron. Esta ha sido la etapa negra de la historia de nuestro partido. UN PARTIDO CAPAZ DE RESURGIR, RETOMANDO SUS PRINCIPIOS Y SU HERENCIA, EN LAS CONDICIONES DEL SIGLO XXI. La decisión de sus mejores cuadros fue rescatar al partido, como partido revolucionario de la clase trabajadora. Con ese fin, se efectuó la reposición del XVIII Congreso en agosto de 1997, sujetándolo escrupulosamente a los principios y normas del propio partido. Este congreso decidió que era necesario retomar nuestra participación de otras épocas, muy activa en el frente de la lucha de las ideas, analizando la realidad de manera profunda y sistemática para actuar en consecuencia, evitando la simulación y la mera repetición de citas de los clásicos y del maestro Lombardo; volver a pensar con cabeza propia, dado que la dinámica actual es intensa y constantemente se producen cambios, muchos de ellos no superficiales; poner al partido a tono con la realidad en los umbrales del siglo XXI. Y vincularnos otra vez a las masas, como antes, asumir sus principales demandas como propias, participar en los frentes de un modo muy activo, como el Frente contra la Privatización de la Industria Eléctrica, por ejemplo. El 120 Pleno del Comité Central, de junio de 1998 avanzó por el mismo camino. Y luego, el XIX Congreso, de mayo de 2002, profundizó. El Informe del Congreso actualizó la visión del partido sobre los cambios ocurridos en el mundo y en México en el marco de la llamada globalización neoliberal, y llegó a la conclusión de que éstos eran profundos; también sobre las tareas necesarias para retomar el camino hacia la indepen-


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dencia económica y política de México, y sustentó que se requería construir los instrumentos, porque no los había. Los que existían eran inadecuados. Las organizaciones políticas y sociales de lucha, habían sido destruidas o reducidas en sus capacidades por la ofensiva del imperialismo y sus lacayos. Por eso, sería indispensable partir de las movilizaciones que ya se daban, de los estallidos en protesta contra el neoliberalismo y sus resultados, para avanzar en su articulación, hacia la edificación de las nuevas organizaciones y los nuevos, grandes frente de lucha. Decidió, en sus resoluciones, afinar el perfil del partido: definirlo aun más claramente como un partido de la clase trabajadora y adoptar los símbolos universales de nuestra clase, la hoz y el martillo, en su emblema, y entrelazarlos con el símbolo entrañable de nuestro pueblo, el águila en vuelo ascendente. Acordó también modificaciones a la Declaración de Principios, Programa y Estatutos del Partido, todo ello en el mismo sentido. Y cambió su nombre a Partido Popular Socialista de México, para que no nos confundieran con el ahora PPS que nada tenía que ver con el histórico, el de Lombardo, que nosotros reivindicamos, porque quienes ahora detentaban ese nombre traicionaron sus principios y se dedicaban a apoyar a todos los candidatos del PRI a puestos de elección popular sin el menor escrúpulo, no obstante que eran, en casi todos los casos, políticos comprometidos con el neoliberalismo y entregados al imperialismo yanqui, miembros de ese partido que, como lo previó Lombardo, se “empanizó”, es decir, se volvió idéntico al de la vieja derecha contrarrevolucionaria y proimperialista. Ése es el PRI actual. El congreso también ratificó su histórica posición unitaria de nuestro partido respecto de los luchadores por el socialismo y el comunismo, contraria al sectarismo. Su decisión de llamar a todos los que se asumieran partidarios del socialismo sin excepción, cuantas veces sea necesario y sin prejuicios ni pretextos, a trabajar ejerciendo la unidad en la acción y a sentarnos a la mesa a conversar sobre las diferencias, con el firme propósito de superarlas y avanzar hacia la construcción de un gran partido único de la clase obrera, y gran partido comunista en nuestro país. BALANCE DE LA ACTUAL ETAPA. Por el camino de la reposición del XVIII y del XIX Congresos, hemos venido avanzando en los sucesivos plenos del Comité Central y en la vida diaria. Podemos hoy afirmar con certeza que nuestro partido retomó su rumbo histórico y de principios, que amenazaba con perderse, y se ha reconstruido en lo esencial, retomando lo más valioso de nuestras fortalezas de siempre –ya señaladas- y vivificándolas, en una etapa distinta, compleja y de lucha aguda, cuya esencia hemos sido capaces de desentrañar valiéndonos del método marxista, tal como lo hacía el maestro Lombardo. No podemos ser triunfalistas, sería un grave error, lo cierto es que falta mucho por hacer y debemos tenerlo a la vista.

Los daños que nuestra organización soportaba eran profundos y su reedificación se complicó al darse en consonancia con la fase de agudización de la lucha de clases originada en la exacerbación de la dependencia de México respecto del imperialismo. De manera simultánea hemos tenido que librar la batalla enérgica que las circunstancias de hoy nos exigen, contra el imperialismo y nuestros enemigos de clase, y avanzar en la reconstrucción del partido, contando con escasos medios materiales. Como vimos antes, durante décadas habíamos ido perdiendo el contacto con las masas y hasta se pregonó por antiguos cuadros de dirección del partido, falsamente, que esa actividad, el trabajo entre las masas que luchan por sus reivindicaciones y levantan demandas justas, era “aventurera”, “provocadora” y “trotskista”, opuesta a la línea estratégica y táctica lombardista. Quienes así lo plantearon fueron los oportunistas de dentro del partido que, ya sea por corrupción o torpeza, confundieron la línea lombardista con el entreguismo en brazos de la burguesía en el poder, haciéndole así el “caldo gordo” a los antilombardistas de siempre, que decían y siguen diciendo eso mismo, con mala fe. Recuperar el trabajo de masas ha exigido grandes esfuerzos de análisis, aprendizaje y reeducación, que no todos nuestros camaradas han podido realizar a la fecha. No era fácil. Si bien como organización hemos resuelto el problema en lo esencial, en el porvenir requerirá de la máxima atención partidaria, para culminarlo con éxito. El habernos constreñido al frente electoral durante más de un cuarto de siglo, preparó a numerosos camaradas en ese tipo de actividad en el que llegaron a ser diestros; pero ésta, que aislada del trabajo de masas ya de por sí era poco útil para la transformación revolucionaria de la realidad, se volvió un esfuerzo de plano inútil en la medida en que la incipiente vida democrático-electoral de México se fue atrás, al haberse privatizado y mercantilizado, a causa de la ofensiva neoliberal. Contábamos también con decenas de cuadros experimentados y capaces para la batalla de las ideas en el frente parlamentario, que una y otra vez hacían morder el polvo de la derrota a los de la derecha y a los tibios y escribieron páginas brillantes en la historia parlamentaria del país, pero perdimos esa tribuna por una temporalidad que ya dura tres lustros y cuya salida no está a la vista en el plazo inmediato. Destaquemos en este balance nuestras principales debilidades actuales, que urge superar. Además de consolidar nuestro trabajo de masas y extenderlo por toda la geografía del país; además de contribuir de manera decidida y firme a construir la articulación indispensable entre la mayoría de los brotes de inconformidad y resistencia que surgen a diario en todas partes, a causa de la agudización de las contradicciones sociales, producto de la creciente dependencia de México respecto de un sistema capitalista mundial en plena descomposición, debemos recalcar otras: A) Todavía tenemos compañeros que no acaban de asimilar la nueva realidad en su profundidad, que suponen que los cambios, producto de la globalización neoliberal, fueron menores y

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esperan que el partido regrese en breve a la arena electoral para entonces reactivar su militancia; tenemos que redoblar nuestro trabajo para sacarlos del error y del marasmo. Hay quienes siguen pensando que el trabajo de masas no es esencial y que, en vez de éste, el contacto con nuestra clase debe reducirse al vecindario o al centro de trabajo, si acaso a los pequeños grupos, nada más, constriñendo su actividad a una de tipo artesanal, que no responde a las necesidades de estos tiempos, porque no valora el fenómeno de agudización de la lucha de clases a que hemos llegado. También hay camaradas que dudan de la eficacia del trabajo directo de nuestros cuadros con los dirigentes de grupos, movimientos y organizaciones que surgen por doquier, piensan que se trata en todos los casos de elementos “ya formados” en posiciones de fondo distintas de las nuestras, en los que no podremos influir para articular esfuerzos y avanzar hacia posiciones unitarias, en el proceso de edificación de los grandes frentes y del gran bloque social que derrote a la burguesía neoliberal y subordinada al imperialismo, hoy dominante; la experiencia de estos años ha demostrado lo contrario, con ellos se puede trabajar de manera exitosa y debemos hacerlo sin titubeos; convencer a los que dudan, dentro de nuestras filas, es otra de nuestras tareas todavía pendientes. Todo este tipo de fallas, al que alguna vez denominamos “diversidad de prioridades al interior de nuestro partido”, es un mal que ahora ya se circunscribe a relativamente pocos camaradas, cada vez menos, pero que es necesario erradicar, llevando hasta ellos la luz de la experiencia. B) Tenemos cuadros del partido que vienen ejerciendo la discusión interna de una manera no adecuada, manteniéndola abierta siempre; camaradas que por una u otra razón no se convencen de tal o cual tema luego de amplias discusiones en los organismos adecuados y que al agotarse las mismas, aunque en el momento aparentan hacerlo, no acatan en los hechos lo resuelto por la mayoría, dado que no se suman a las tareas resueltas, sino que se hacen a un lado; y que venga o no al caso, reabren el debate en todo momento, pretextando que no se ha discutido suficientemente, que se ha improvisado, que se han dado respuestas a la defensiva, que no existe una política trazada, que no hay plan, que no se ha trazado una línea sustentada, aunque todo eso se haya hecho en su momento y en su organismo, una y otra vez. Ésta es una conducta anti leninista que causa confusión a otros compañeros y resta eficacia al partido; debemos contribuir a erradicarla todos los miembros del partido. C) Mantenemos un enorme pendiente en el frente de la propaganda y la agitación; hasta ahora no hemos podido formalizar la aparición del periódico partidario; nuestro uso de la internet no alcanza la necesaria eficacia; nuestro acceso a la radio es menor y, en esas condiciones, no podríamos elevar la conciencia de las masas populares sobre la naturaleza de nuestro verdadero y esencial enemigo, el imperialismo y sus lacayos, ni la magnitud de los desafíos que tendremos que resolver; tampoco podríamos alcanzar el grado de combatividad que requerimos ni canali-

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zarlo adecuadamente. D) La estructura partidaria tiene fallas en la forma y en el fondo, que urge subsanar. E) En el frente juvenil arrastramos un rezago, heredado de los vicios que anidaron en nuestro partido en la desgastante etapa anterior a la reposición del XVIII Congreso. Luego de éste, siguió el marasmo, por lo que no logramos avances sino hasta que la compañera Carmen Chinas tomó la responsabilidad en sus manos, fase en la que tuvimos un promisorio arranque que culminó con el Congreso Constituyente de Jóvenes por el Socialismo, en Zacatecas, y siguió con un valioso esfuerzo de desarrollo, sobre todo en Oaxaca. Después se ha caído el trabajo, con la excepción del frente internacional, en el que la actividad es adecuada. Algunos jóvenes se han destacado en su militancia, que ha sido valiosa. F) Aunque aislados por fortuna, subsisten problemas, de luchas entre camaradas en alguna entidad del país, en este caso producto de conflictos personales que de manera indebida fueron trasladados a la esfera de la vida partidaria y la lucha revolucionaria, revelando inmadurez; esto ha traído notoria pérdida de eficacia en las tareas y del partido y pérdida de autoridad frente a la base y hacia fuera, ante el movimiento de masas, problema que es indispensable superar. G) Otra debilidad importante es la de no haber podido generar una política de finanzas eficaz, acorde a las necesidades de estos tiempos. Se han hecho esfuerzos que han permitido generar recursos para mantener al partido vivo y actuando durante todo este período que abarca ya once años, desde la reposición del XVIII Congreso, buscando los medios de maneras ingeniosas, pero unas y otras posibilidades se han ido agotando sucesivamente. En las condiciones de hoy, mucho más demandantes cada vez, es impostergable reexaminar este asunto y tomar las medidas idóneas para que el partido supere de una manera sistemática tan limitante debilidad. SEGUNDA PARTE A la vista del partido que tenemos, con sus fortalezas y debilidades, ahora analizaremos el mundo de hoy y nuestra región, América Latina, que dan el contexto general de nuestra actividad y la condicionan; para luego abordar el examen de nuestro país, cuya realidad tenemos la responsabilidad de contribuir a transformar con un sentido revolucionario. CAMBIOS SIGNIFICATIVOS EN EL PANORAMA MUNDIAL Cuando realizamos nuestro XVIII Congreso, en 1996, las principales preocupaciones de nuestro partido en el ámbito internacional, estaban centradas en los siguientes acontecimientos: a) la Revolución Científico-Técnica y sus efectos; b) la globalización e integración económicas; c) la consolidación de tres bloques regionales del capitalismo, encabezados por Estados Unidos, Japón y Alemania; d) la puesta en marcha de la estrategia neoliberal, y, e) la desaparición del


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socialismo en la Unión Soviética, Albania, Bulgaria, Checoslovaquia, Hungría, Polonia, República Democrática Alemana y Rumania. En el XIX Congreso, de mayo de 2002, examinamos con amplitud los cambios ocurridos en el mundo en el marco de la globalización neoliberal y llegamos a la conclusión de que eran de gran magnitud. Se derrumbaron transformaciones sociales y políticas que parecían consolidadas, sobre todo en el caso de la Unión Soviética. Procesos que parecían irreversibles dieron marcha atrás. Con la caída del proyecto socialista que se construía en Europa Central y del Este cambió el mapa geopolítico y social del orbe con un sentido regresivo. Cambió también la correlación de las fuerzas. Y cambió el sentido en el que se venían dando los hechos. La humanidad había vivido una etapa de siete décadas de avances, que se frenó y revirtió, y entró a la fase inversa, de cambios regresivos. Hoy, después de 12 y 7 años, el panorama se ha modificado de manera sustancial. Ya no es el momento de la euforia de los capitanes del imperialismo que festejaban “el fin de la historia” y la consolidación de la globalización neoliberal. Ahora es la fase de la crisis económica mundial del capitalismo. La fase actual de la crisis del sistema capitalista en el ámbito de la economía Las crisis económicas de superproducción relativa del capitalismo, que se manifiestan por medio de graves desequilibrios entre producción y consumo, fueron descubiertas y analizadas por Carlos Marx en El Capital. De ellas podemos comentar lo siguiente: a) Se denominan de superproducción relativa, porque el desequilibrio entre producción y consumo que las desencadena, se genera no porque se hayan satisfecho las necesidades de toda la población, sino porque hay más bienes producidos que los que la gente puede comprar. b) No se conocieron en modos de producción previos al capitalismo, porque en ellos predomina el trueque, donde la compraventa se realiza simultáneamente, y no puede haber desequilibrios entre producción y consumo. c) Son producto de la contradicción fundamental del sistema capitalista: carácter cada vez más social de la producción y forma de apropiación cada vez más privada de los resultados de la misma. Dicha contradicción se manifiesta a través de la anarquía de la producción –cada capitalista produce lo que quiere, en la cantidad que quiere, sin tomar en cuenta las necesidades reales de la economía–, y en el empobrecimiento relativo y absoluto de la mayoría de la población: los ricos son menos, pero cada vez más ricos, y los pobres son más y cada vez más pobres. d) Son inevitables, temporales, y necesarias para el sistema: se repiten con cierta regularidad, tanto en los países desarrollados como en los subdesarrollados, aunque los

efectos en unos y otros son diferentes en magnitud y en consecuencias sociales, y la economía siempre se restablece para continuar su marcha ascendente e) Son cíclicas y tienen fases determinadas: crisis, depresión, reanimación y auge. f) No se presentan en los países que han iniciado el proceso de construcción de la sociedad socialista, porque ahí la economía está planificada, no hay desproporción entre producción y consumo, y no hay personas que se enriquezcan con el trabajo ajeno y acaparen la riqueza. g) Son propias y exclusivas del capitalismo. Nacieron y morirán con él. La historia de las crisis del sistema capitalista A lo largo de la historia, se ha podido constatar que las crisis económicas no son todas iguales. Existen diferencias entre ellas por diversas causas: 1. Una es la amplitud de la actividad económica a la que afectan, por esta causa pueden ser: a) parciales, cuando se presentan solamente en una o pocas ramas de la producción, y b) generales, cuando se manifiestan en todas las ramas, o cuando menos, en las más importantes. 2. Otra causa es el ámbito territorial que abarcan y debido a esta particularidad pueden ser: a) locales, cuando perjudican solamente a un país o a una región determinada, y b) mundiales, cuando dañan a todos los países, a la mayoría de ellos, o a los más importantes. En ambos casos, locales y mundiales, pueden ser, al mismo tiempo, parciales o generales. 3. Otro motivo es la etapa del capitalismo en que se producen. Debemos considerar que las características de las crisis como las analizara Marx ya no existen; que la producción de armamentos a gran escala modificó sensiblemente las condiciones de la reproducción capitalista primero, y que después el peso cada vez mayor de la actividad financiera especulativa hace que la crisis en ese ámbito adquiera particularidades especiales que siempre terminan afectando a la economía real, por lo que podemos dividir, el análisis de las crisis, de la siguiente manera: a) De inicios del capitalismo. Fines del siglo XVIII y principios del XIX (1788-1819) Su característica esencial es que se producen solamente en Inglaterra, y en ramas aisladas de la economía: las de la industria textil del algodón y la lana. b) Del capitalismo premonopolista (1825-1890) Se producen cada 10 u 11 años y se presentan por primera vez en toda la economía inglesa. Algunas afectan también a Estados Unidos, Europa continental y, en ciertas ocasiones, a toda América del norte y del sur. Hay que destacar la de 1866 que golpea a casi todos los países capitalistas, y la de 1873 que es la más profunda de todas. c) De la etapa inicial del imperialismo (1900-1938) Se

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caracterizan por los rasgos siguientes: son más frecuentes y prolongadas, y más cortos los períodos de auge. Hay que destacar la de 1929-1933 por ser la más larga –dura 4 años y medio–, intensa y profunda del siglo XX, y la de 1937-1938 que no afecta a Italia, Alemania y Japón porque su producción está relacionada con los preparativos para la guerra. d) Del capitalismo monopolista de Estado (1945-1970) Se acentúa la desigualdad en el desarrollo de los países capitalistas; se incrementa la frecuencia con que se interrumpe el curso de la reproducción; las fases de los diversos países no están sincronizadas, los ciclos no coinciden; ninguna crisis abarca a todos los países al mismo tiempo, y la mayoría son breves y poco profundas. e) De la globalización neoliberal (1974-2008) La de 19741975 combina, por primera vez, crisis con inflación. Le sigue la crisis de la deuda 1980-1982, y diversas crisis parciales y regionales, hasta llegar a la actual que algunos califican como la más profunda después de la de 1929. Antes de la globalización neoliberal, las crisis se generaban siempre en los países desarrollados y afectaban a las economías de los países coloniales y dependientes. En la actualidad, el que un país pueda originar la crisis no depende tanto de su grado de desarrollo, sino de su interdependencia, sobre todo financiera, con las demás economías del mundo. La crisis actual y los planes de rescate Faltaba experimentar de nuevo los efectos provenientes de una crisis financiera iniciada en una economía desarrollada como la de Estados Unidos, en pleno auge de la fase de globalización, para conocer la intensidad de sus repercusiones y la posibilidad de su transformación en una crisis cíclica mundial de gran profundidad y de duración imprevisible, o cuando menos, en una larga recesión, como la que está en proceso en varios países importantes incluido Estados Unidos. La llamada crisis hipotecaria, presente desde 2006 en Estados Unidos, se ha transformado en una crisis que afecta las bases del sistema especulativo mundial, al provocar la caída, en picada, de las bolsas de valores más importantes del mundo. En la economía real, en unos meses han quebrado importantes bancos en Estados Unidos –19 en 2008–; diversos sectores de la economía, como el de la construcción y el automotriz han entrado en crisis y el desempleo alcanza 6.49%, cifra que no se veían en esa nación desde 1994. La crisis también afecta a diversas naciones de Europa, tanto en el ámbito financiero como en la economía real. Por esa razón, los gobiernos de los países desarrollados organizan y ponen en práctica planes de rescate por miles de millones de dólares, que se financian con recursos públicos

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en perjuicio del grueso de la población. La magnitud de la crisis actual y de sus efectos hace evidente, para quien no lo haya querido notar, los aspectos más negativos del modelo globalizado neoliberal impulsado por Inglaterra y Estados Unidos desde fines de la década de los años setenta. En el marco de los riesgos de una catástrofe económica que parece prolongarse y profundizarse; ante la incertidumbre de la magnitud de la crisis y de su duración, algunos analistas y funcionarios de organismos financieros internacionales empiezan a plantear la necesidad de modificar las instituciones monetarias y crediticias producto de la posguerra e, inclusive, ponerle fin al modelo vigente e iniciar una nueva etapa para la economía internacional. ¿Será el ocaso del proyecto neoliberal y la vuelta a una versión retocada del Estado benefactor? ¿Habrá cambios profundos en la economía mundial, o solamente es una nueva sacudida, dolorosa, pero sin mayores consecuencias? Sólo el tiempo, y sobre todo la lucha de los pueblos, nos darán la respuesta. Porque durante décadas, diversos economistas de las distintas escuelas de la corriente capitalista –entre ellos John Maynard Keynes y Milton Friedman– han fracasado en sus intentos por evitar los ciclos de la economía capitalista. Los economistas burgueses han estudiado las crisis, las han clasificado de las más diversas maneras –para tratar de ocultar sus rasgos esenciales–, y han tratado de encontrar la fórmula que les permita evitarlas, sin que hasta la fecha hayan obtenido resultados positivos. Lo más que han logrado al aplicar los adelantos científicos y tecnológicos a los procesos productivos y mediante la intervención del Estado imperialista –para militarizar la economía y desencadenar conflictos armados– es retrasar su estallido o atenuar algunos de sus efectos. Al convertirlas en recesión, evitan las crisis –temporalmente–; pero al final, la crisis siempre se hace presente. La enseñanza mínima que podemos derivar de esta crisis es que a la globalización de la actividad económica corresponde, necesariamente, la globalización de sus efectos, tanto positivos: intensificación del comercio internacional, incremento de la producción mundial, etcétera; como negativos: cada vez más injusta distribución del ingreso, con su inevitable incremento de la pobreza y mayores desequilibrios entre producción y consumo y como consecuencia de ambos factores, lo inevitable: la crisis del capitalismo global, como preludio de la crisis total del sistema. La fase actual de la crisis del sistema capitalista en los demás ámbitos La globalización genera efectos en los demás aspectos de la convivencia humana: social, política, militar y cultural. Al igual que las crisis, el proceso de globalización es inevitable –aunque no exclusivo del capitalismo–, forma parte de la necesaria evolución de la sociedad, de la cada vez mayor


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integración e interdependencia económica de las naciones. La crisis social es inevitable compañera de la crisis económica, pero no afecta a todos, sus efectos son dañinos para los sectores más pobres y para los que viven de su esfuerzo personal; en ciertas condiciones, también golpea al pequeño empresario, al pequeño inversionista y a los que por desmedido afán de lucro se aventuran por el riesgoso camino de la especulación. La minoría, la oligarquía financiera, la que se apropia del esfuerzo ajeno, en las crisis se enriquece aún más; tiene los suficientes recursos para esperar el momento adecuado para convertir las pérdidas en ganancias y la suficiente información, a veces privilegiada, para no arriesgar más de lo necesario e, inclusive, para ir a lo seguro. Como dato podemos aportar que hoy el número de pobres y miserables en el mundo ha crecido, de los seis mil seiscientos millones de seres humanos que habitamos el planeta: más de mil 200 millones de seres humanos no tienen acceso a agua potable, 18%; mil millones carecen de vivienda estimable, 15%; 840 millones de personas están mal nutridas, 13%, –200 millones son niños menores de cinco años–; dos mil millones de personas padecen anemia por falta de hierro, 30%; 880 millones de personas no tienen acceso a servicios básicos de salud, 13%, y dos mil millones de personas carecen de acceso a medicamentos esenciales, 30% de la población de la Tierra. La crisis alimentaria es producto del incremento mundial de los precios de algunos alimentos -el trigo que subió 130% y el maíz, la soya y el arroz que en promedio aumentaron 41%- que afecta a las regiones y sectores más pobres del mundo, incluyendo a Latinoamérica, y que genera disturbios sociales en varios países. Las causas a las que se atribuye este problema incluye malas o reducidas cosechas en varias partes del mundo; creciente demanda de granos para ser transformados en biocombustibles en países desarrollados -llenar con etanol el tanque de un auto mediano requiere la misma cantidad de maíz que consume en un año un africano-; aumento continuo del precio del petróleo, de los fertilizantes y del transporte de los productos. Sin embargo, un análisis más objetivo nos lleva, necesariamente, a los intereses de las transnacionales productoras de semillas y a la labor especulativa con materias primas de los mercados de futuros en las principales bolsas de valores del mundo. En 1973, la relación entre transacciones en divisas y el valor del comercio mundial era de 2 a 1. Actualmente, esa relación es de 70 a 1. La crisis del petróleo. Si hacemos un poco de historia, esta es la tercera vez que el mundo se enfrenta a un problema similar. La primera crisis se produce entre fines de 1973 y principios de 1975, cuando el precio del petróleo se incrementa 400%. La segunda crisis ocurre entre 1979 y 1982, como consecuencia de la revolución de Irán y la primera guerra con Irak, que reducen la producción mundial del crudo e incrementan el precio hasta 35 dólares por barril, en

1981.La tercera crisis, de 2007 a 2008, hace que se rebasen los 100 dólares por barril. En 2009 los precios del barril de petróleo ya empiezan a bajar y se ubican alrededor de los 40 dólares. Mientras las agencias internacionales y los organismos privados, atribuyen la crisis al incremento de la demanda de crudo, a una distancia muy estrecha entre la oferta y la demanda, los productores de petróleo y otros agentes económicos culpan a los especuladores que controlan ese mercado. Lo cierto es que las reservas probadas de petróleo en el mundo ascendían, a fines de 2006, a 1 208.2 miles de millones de barriles y que el consumo mundial de energía se concentra en las economías desarrolladas, empezando por Estados Unidos, al que siguen varios países de Europa occidental. Entre los países emergentes destacan China y la India. La crisis ecológica. Las emisiones de carbono se han cuadriplicado desde 1950, en 2003 rebasaron los 6.8 millones de toneladas. El incremento de estas emisiones, dicen algunos expertos, es el causante de un aumento de 0.8 grados centígrados de temperatura en el último siglo, y se espera que ésta se incremente entre 1.4 y 5.8 grados centígrados para el año 2100. Afirman que las emisiones de continuar provocarán mayor variabilidad climática y eventos meteorológicos más frecuentes. Los más catastrofistas afirman que las consecuencias serían desastrosas y algunos países estarían en peligro de desaparecer. Sin restarle importancia al problema, ya que en los últimos cien años se han deteriorado muchos ecosistemas, desde los bosques hasta las costas, y en los últimos cincuenta se ha alterado el planeta más rápido e intensivamente que en cualquier otro período comparable de la historia, el tema sigue siendo controvertido por los intereses que lo rodean y los apetitos de las grandes potencias por apropiarse de las principales regiones del mundo ricas en biodiversidad como la amazonia y el sureste de nuestro país. Llama la atención que mientras, con justeza, se vincula la globalización neoliberal con la degradación ecológica mundial: por la falta de control y regulación de las trasnacionales que son las principales causantes del daño al medio ambiente; por la mayor explotación y agotamiento de recursos naturales como los bosques, el agua, la tierra, los minerales y otros, que continúan utilizándose más allá de ritmos sustentables; por las pocas mejoras en el área de la tecnología; por el retraso en la reducción del comercio de sustancias tóxicas o peligrosas; por el deficiente control de la contaminación y del uso de la energía, y por la falta de cambios en los patrones de consumo derrochadores de las naciones desarrolladas y de las elites de los países emergentes, por la otra, políticos como Al Gore, que en nada contribuyeron a la solución de estos problemas cuando tuvieron oportunidad de hacerlo —Estados Unidos no ha querido firmar el protocolo de Kioto— ahora se presenten como paladines de la protección del medio ambiente. La crisis política también va en ascenso. Los partidos elec-

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torales se encuentran en crisis permanente. En circunstancias especiales logran atraer a importantes sectores que se habían alejado de la participación electoral; pero los resultados posteriores de la gestión gubernamental generan grandes decepciones que se transforman en un mayor abstencionismo, que refleja el hartazgo de la sociedad ante las promesas incumplidas, el uso de la propaganda negra, y la manipulación de los votantes a través de la utilización de grandes sumas de dinero para comprar tiempos en los grandes medios de comunicación masiva. Los conflictos entre naciones –militares, económicos, étnicos y religiosos– están presentes con mayor fuerza y amplitud que en la época de la guerra fría. A ello ha contribuido de manera significativa la política guerrerista de la administración Bush y, sobre todo, su política “antiterrorista” que le ha servido de pretexto para atacar impunemente y con argumentos carentes de veracidad a diversos países, ante la pasividad de Naciones Unidas, que ha demostrado su incapacidad para hacer frente a los retos que le presenta el mundo “unipolar” y globalizado de principios del tercer milenio. Las torres gemelas, Afganistán, Irak, Rusia, China Los atentados del 11 de septiembre de 2001, a las torres gemelas de Nueva York, Estados Unidos, fueron descritos por el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas como “horrendos ataques terroristas”; por su parte, la administración Bush, los calificó como ataques de “odio a la libertad y la democracia, ejemplificados por los Estados Unidos”. Lo cierto es que tuvieron un efecto importante en la conducta de la población estadounidense, que se manifestó a través del incremento del racismo, la xenofobia y el hostigamiento contra personas de origen árabe. Lo anterior permitió al gobierno yanqui contar con el respaldo masivo a su política “antiterrorista”. El gobierno –aduciendo la seguridad nacional– aprobó la Ley Patriótica que suspende y limita libertades y derechos constitucionales, como la de registrar las comunicaciones de los estadounidenses con el extranjero; procedió a investigar a ciudadanos de origen árabe y a miles de musulmanes, y a detener a cerca de cinco mil extranjeros. Con esta política, el índice de aprobación al presidente Bush –que había llegado a la Casa Blanca, a través de un proceso electoral cuestionado por el fraude realizado en el estado de Florida, gobernado por uno de sus hermanos– alcanzó 86%. Estas políticas han sido duramente criticadas por defensores de los derechos civiles estadounidenses, porque violan de la privacidad de los ciudadanos y permiten que los cuerpos de seguridad interna actúen sin el debido control judicial. Otros más, cuestionan la tardía respuesta de los cuerpos de seguridad; que las torres se hubieran derrumbado por el choque de los aviones –lo atribuyen a cargas explosivas puestas para demoler a control remoto–, y sostienen que el gobierno

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conocía los planes de atentar contra las torres gemelas pero que no hicieron nada para impedirlo. Incluso hay quien acusa al gobierno de Bush de planear y ejecutar los atentados. Tras los atentados, Bush declaró la “guerra contra el terrorismo”, contra Osama bin Laden y al-Qaeda, lo que incluye sanciones económicas y militares contra estados protectores de terroristas a los que el mandatario estadounidense calificó, en enero de 2002, como pertenecientes al “eje del mal”. Primero incluyó en esta categoría a Irak, lo acusó de ser hostil a Estados Unidos, de desarrollar ántrax, gas nervioso y armas nucleares y utilizar gas venenoso contra sus propios ciudadanos; a Irán, de andar en busca de este tipo de armas, exportar el terror y reprimir la libertad del pueblo y a Corea del Norte, de armarse con misiles y armas de destrucción masiva, mientras mata de hambre a sus ciudadanos. Más tarde adicionó a Libia, Siria y Cuba a la lista de países terroristas, enemigos de Estados Unidos. Un mes después de los atentados, el 7 de octubre de 2001, secundado por una coalición internacional y con el apoyo de las Naciones Unidas, Estados Unidos invadió Afganistán. El pretexto de la invasión, fue la negativa del régimen talibán –aliado de Estados Unidos en su guerra contra la Unión Soviética en los años ochenta– de entregar a Osama bin Laden ¬–cuya familia es socia de los Bush y los Cheney en la explotación del petróleo–, que supuestamente se había refugiado en ese país. Hasta la fecha, el gobierno estadounidense se mantiene con sus aliados en Afganistán, en lucha contra la guerrilla talibán, sin que esté a la vista la posibilidad, ni siquiera remota, de capturar a bin Laden. El 20 de marzo de 2003, Estados Unidos y Gran Bretaña invadieron Irak. España, Italia y otros países, se aliaron con ellos, pero en verdad, 90% de las tropas pertenecen a los dos primeros países. Además, a diferencia de lo acontecido en el caso de Afganistán, esta acción militar fue realizada sin autorización de Naciones Unidas. El gobierno de Bush desencadenó esa guerra con base en mentiras descaradas: primero dijo que Irak poseía armas de destrucción masiva, después del derrocamiento y asesinato de Saddam Hussein, se evidenció que Irak no poseía ese tipo de armas; el gobierno yanqui sostuvo entonces que la razón era que el gobierno de Hussein tenía relaciones con Al-Qaeda, después se demostró que esas relaciones jamás existieron; finalmente Bush intentó relacionar a Irak con la guerra contra el terrorismo, lo que obviamente, tampoco pudo demostrar. Durante los años que lleva la guerra, diversos grupos iraquíes han constituido movimientos de resistencia que han puesto en jaque a los efectivos militares de las naciones invasoras y realizan ataques suicidas contra objetivos militares y contra los iraquís que se ha aliado a las tropas extranjeras. Los resultados de la guerra han sido desastrosos para el pueblo iraquí y para el pueblo de Estados Unidos: según las cifras de Naciones Unidas, solamente en 2006 murieron 34 mil civiles; a los prisioneros de guerra los mantienen en la


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base de Guantánamo, que es denunciada permanentemente como un centro donde se violan los más elementales derechos humanos; según ACNUR hay un millón setecientos mil desplazados en el país y dos millones en el extranjero; las bajas del ejército estadounidense superan las cuatro mil víctimas, es decir, muchos más que los que murieron en los atentados del 11 de septiembre de 2001. Producto de la guerra entre Georgia y Rusia, se ha agudizado la ya de por sí tensa relación entre Estados Unidos y la Federación Rusa, generada por el interés yanqui de instalar escudos antimisiles en Europa oriental. La historia de la relación reciente entre estos dos países se ha deteriorado debido a la política yanqui que pretende la supremacía de Estados Unidos en el mundo entero. En el caso de Rusia, ésta no fue considerada en 1999, por Estados Unidos y sus aliados, cuando éstos decidieron atacar a Yugoslavia, y después, cuando incorporaron Polonia, República Checa y Hungría a la OTAN. La desconfianza se hizo presente, a partir de esas acciones, en el gobierno de Moscú, sin embargo, después de los atentados terroristas del 11 de septiembre del 2001, pareció concretarse entre ambos países una supuesta alianza estratégica. Dos años después, los rusos se oponen a la invasión militar a Irak, y se profundiza la contradicción en política exterior entre ambos países. En 2004, cuando también ingresan a la OTAN Bulgaria, Eslovaquia, Eslovenia, Estonia, Letonia, Lituania y Rumania, y se organiza, en la práctica, un “cordón sanitario” en torno a Rusia, para disminuir su influencia en Europa central y oriental, así como en los Balcanes y Asia Central, las relaciones se dificultan aún más. Habría que sumar a esos hechos, el propósito yanqui de instalar escudos antimisiles en la República Checa y Polonia, supuestamente para proteger a Europa de un posible ataque iraní o de Corea del Norte; el desplazamiento de bases militares estadounidenses hacia Bulgaria, Polonia, y Rumania; la instalación de radares de largo alcance en Letonia, capaces de vigilar 400 kilómetros del norte de Rusia; el traslado de soldados y aviones de la OTAN a Lituania y Eslovenia, la presencia militar en Asia central y el Cáucaso, y la presencia de fuerzas de la OTAN en Albania, Bosnia-Herzegovina y Kosovo. A ello, también hay que agregar las acciones del gobierno norteamericano, para facilitar la llegada al poder de fuerzas pro-occidentales y antirrusas en diversas repúblicas ex soviéticas. Todo este proceso ha sido acompañado de reiteradas críticas a Rusia por repetidas violaciones de los derechos humanos en Chechenia, carencia de libertades individuales y carácter autoritario del gobierno de Vladimir Putin, por lo que Rusia ha sido incluida en una lista de “estados autoritarios” junto a Corea del Norte, Uzbekistán y Cuba, a la vez que funcionarios estadounidenses del más alto nivel la consideran una amenaza para los intereses hegemónicos de Estados Unidos.

El gobierno ruso ha reiterado que está dispuesto a dar los pasos que sean necesarios para contrarrestar las amenazas de Estados Unidos y sus aliados europeos a su seguridad nacional. Lo que sorprende es que Europa Occidental, que depende del gas proveniente de Rusia, se sume la política de Estados Unidos y que éste no valore adecuadamente que la Federación Rusa es integrante del Consejo Permanente del Consejo de Seguridad de la ONU. Todo parece indicar que el conflicto entre Moscú y Washington no es ideológico ¬–Rusia también es capitalista¬– sino que Estados Unidos lo sigue considerando un obstáculo para sus ambiciones hegemónicas. Los resultados evidentes de la agudización de los conflictos entre ambas naciones, hasta ahora se han traducido en el reforzamiento de la alianza entre Moscú y Pekín, y el acercamiento de Rusia con Venezuela en aspectos tan serios para las relaciones internacionales como el armamentismo. La política de Washington hacia la República Popular China se ha basado en el consenso bipartidista dictado por el capital financiero y los monopolios estadounidenses, que han intensificado las relaciones económicas con China para aprovechar su mano de obra barata, a la vez que utilizan los “riesgos” del “peligro amarillo” y de la “amenaza roja” para justificar sus políticas de agresión contra China. El gobierno yanqui cambió su política de “contención” por una de “arreglos” con la República Popular China, con el entonces presidente Richard Nixon, en su visita a Beijing en 1972; en la actualidad, el gobierno de Bush intentó ganar el apoyo de Beijing para su guerra contra el terrorismo, sin lograrlo plenamente. En realidad la política del gobierno estadounidense de George Bush mantuvo, igual que sus antecesores, una doble conducta respecto de China: una positiva en el aspecto económico: intenso intercambio comercial; empresas estadounidenses produciendo en China, y gobierno y empresarios chinos invirtiendo en Estados Unidos; otra negativa, que no solamente consiste en criticar a China por el tema del respeto a los derechos humanos, el unipartidismo y el autoritarismo de su gobierno, sino que va más allá: Bush recibió en la Casa Blanca al Dalai Lama el 16 de octubre de 2007, y al día siguiente el Congreso de los Estados Unidos lo condecoró con la Medalla de Oro del Congreso, que es la más alta distinción civil de Estados Unidos. Por esta razón, se sospecha de la intervención de Washington en los conflictos del Tibet y en las repercusiones negativas en varios países, previas a la olimpiada de Beijing. La correlación de fuerzas en el campo de las contradicciones interimperialistas Nuestro Partido siempre ha valorado el proceso de agudización de las contradicciones interimperialistas. En el presente, analiza con mucha atención los conflictos que se dan entre los integrantes de los bloques económicos que encabe-

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zan Japón, Alemania y los Estados Unidos; los conflictos que se generan entre Estados Unidos y Rusia; la preocupación de los imperialistas frente al impetuoso y permanente desarrollo económico de China; así como la lucha de los pueblos y gobiernos que se oponen al imperialismo por el constante incremento del saqueo de sus economías, la depauperación de sus pueblos y la vulneración de sus soberanías. Sabemos que la aspiración de los grandes monopolios, ha sido siempre la de establecer en el mundo un sistema imperialista único, es decir, convertir el capitalismo monopolista de Estado –característico de las naciones imperialistas– en capitalismo monopolista supranacional. Sabemos que los líderes de los países desarrollados desearían que fueran entidades como el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial y la Unión Europea, las que tomen las principales decisiones económicas, políticas y culturales mundiales, sin que se generen grandes contradicciones entre los países dominados por el capital financiero internacional. Sin embargo, hoy como en el pasado, ese sueño imperial es irrealizable. Si bien los países imperialistas están de acuerdo en defender al sistema capitalista y están en contra de que el socialismo los remplace, ninguno de ellos está dispuesto a marchar a la cola del imperialismo norteamericano o de cualquiera otra nación que pretenda remplazarlo, ahora que se hace más evidente su decadencia. En esta hora de grandes convulsiones en el ámbito de la economía, el electorado estadounidense y amplios sectores de diversos países del orbe, han depositado sus esperanzas en que el arribo de Barack Obama a la Casa Blanca, represente un cambio importante tanto en la política interna como externa de Estados Unidos. También en este aspecto hay que tener claro que si bien debe y puede haber cambios, estos no serán de esencia, porque las diferencias entre el Partido Republicano y el Demócrata son de forma, y los presidentes que desde el siglo pasado han provenido de ambos sirven a los mismos intereses económicos y políticos imperialistas, y como muestra inmediata está la noticia de que Barak Obama y Joe Biden –Presidente y Vicepresidente de Estados Unidos, dos días después de asumir el cargo, en medio de la condena mundial al genocidio de Israel contra Palestina, muy lejos de reprobar este hecho, tácitamente lo avalan al ratificar su resuelto apoyo a la relación entre Estados Unidos e Israel, destacando el compromiso del primero con la seguridad del segundo, su principal aliado en Oriente Medio. AMÉRICA LATINA Con el nuevo siglo, América Latina presenta una perspectiva distinta a la hegemonía del modelo económico del neoliberalismo que durante más de dos décadas se impuso en prácticamente todos los países de la región, el empobrecimiento de la mayoría y una exacerbada concentración de la riqueza en unos cuantos, la privatización de los servicios

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públicos y el Estado al servicio de las trasnacionales fueron la constante durante esos 20 años, pero a la par, en la mayoría de naciones se gestaban importantes movimientos sociales que finalmente fueron el motor de impulso para el cambio hacia gobiernos nacionalistas de corte popular que tomaron distancia del modelo neoliberal y del imperialismo norteamericano. En Argentina, uno de los países más agraviados por el neoliberalismo la crisis se generalizó y en diciembre de 2001 el pueblo en la calle depuso en unos días a cinco presidentes, Los llamados “Piqueteros”, Barrios de Pie, las Madres de la Plaza de Mayo, los estudiantes, entre muchos otros contingentes, rebasaron a los partidos políticos tradicionales, sindicatos y organizaciones como protagonistas de los cambios políticos en dicha nación. A partir de ese momento, esa movilización popular, amplia y plural, que se reprodujo a lo largo y ancho del continente fue construyendo bloques sociales que permitieron cambiar la correlación de fuerzas para integrar gobiernos como el de Venezuela y Bolivia que retoman para Latinoamérica el pensamiento de Bolívar y Martí, que denuncian al imperialismo como el principal enemigo de nuestros pueblos y que han realizado cambios en las leyes e instituciones para mejorar las condiciones de vida de la empobrecida población. CUBA: 50 años de Revolución El primer territorio libre de América, nuestra hermana nación caribeña Cuba ha cumplido 50 años de Revolución; tiene medio siglo de constituir un ejemplo y una esperanza para la lucha de los latinoamericanos en el sentido de que es posible construir un mundo mejor, en donde prevalezca el interés por lo humano y no por el mercado. Cuba cambió de ser una nación en la que sus gobiernos eran títeres al servicio de intereses extranjeros, su economía se sustentaba en burdeles y casas de juego de la mafia norteamericana y la población vivía en la miseria con un alto índice de analfabetismo y mortalidad infantil, a ser ejemplo de dignidad, de ejercicio de soberanía popular, de elevar las condiciones de vida de la población en educación, salud, cultura, deporte y de solidaridad con los pueblos más necesitados al coadyuvar para reducir el analfabetismo, con las brigadas de médicos, con inmunizaciones y tratamientos para la salud de alto nivel que compiten con potencias europeas. El pueblo de Cuba ha superado innumerables intentos del imperialismo norteamericano por destruir la Revolución, desde el bloqueo económico, leyes extraterritoriales como la Torricelli, Helms Burton, la Ley de Ajuste Cubano, invasiones armadas como la de Playa Girón, armas bacteriológicas, incesante propaganda contra el Gobierno, financiamiento de mercenarios, etc., Cuba es una isla asediada por los yanquis desde el momento en que logra su independencia de España, para tratar de incluirla como una estrella más en su bandera. La resistencia del pueblo cubano ha sido ejemplar,


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pero el asedio norteamericano ha significado para este país hermano un alto costo en vidas y en lo económico, representando un lastre que impide el desarrollo pleno de Cuba y su extraordinaria capacidad creadora. La situación de Cuba es complicada: la crisis económica global, el asedio imperialista y la devastación sufrida recientemente por los fenómenos meteorológicos le impone austeridad a la población y adopción de difíciles medidas económicas emergentes orientadas a capitalizar recursos necesarios para su desarrollo, circunstancias que pueden introducir elementos negativos que en las sociedades de consumo y explotación son “normales”; de esta manera, la transición política que se vive en la Isla para preservar la Revolución y las conquistas logradas, puede ser el pretexto que busca desde hace tiempo Estados Unidos para terminar con la Revolución; por ello, hoy más que nunca es necesaria la solidaridad entre nuestros pueblos, entre partidos hermanos y de los revolucionarios que aspiramos a defender el sueño de Martí, de Fidel y el Che. Hoy más que nunca es plenamente vigente el señalamiento de Vicente Lombardo Toledano en el sentido de que defender a Cuba es defender a México y a América Latina, su causa es la misma que la nuestra; mantener su dignidad, soberanía y libertad es un paso hacia lograr la emancipación latinoamericana. Venezuela. Venezuela ha avanzado notablemente en una ruta antiimperialista, hacia su liberación nacional, y ya se habla de la necesidad de construir un régimen socialista, aunque por ahora no existen todavía las premisas para ese paso más avanzado. El proceso de cambio fue detonado por las movilizaciones y los estallidos populares, igual que en Argentina y en todo el subcontinente. El caso más sonado lo fue el llamado “caracazo” (1989) cuando las masas del pueblo se lanzaron a la calle, iracundas, contra el “paquetazo”, conjunto de medidas neoliberales decretadas por el gobierno de Carlos Andrés Pérez y exigidas por el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional. Pérez ordenó al ejército reprimir al pueblo con ferocidad, asesinando e hiriendo a millares, con lo que se ganó el odio del pueblo. Desde la firma del pacto de punto fijo (1958), el partido de Pérez, Acción Democrática, socialdemócrata (igual que el PRI y el PRD de México), se alternaba en el poder con el socialcristiano COPEI, (equiparable al PAN) Tres años después del caracazo, Chávez quiso derrocar a Pérez, encabezando un golpe de Estado junto con otros jóvenes oficiales; no lo logró y fue a la cárcel, pero ganó prestigio por su decisión. Liberado en 1994, participa en las elecciones de 1999 como candidato presidencial por el Polo Patriótico, una alianza de partidos, algunos con larga trayectoria, claridad ideológica y firmeza, como el Partido Comunista de Venezuela, pero todos con poca presencia electoral previa. El prestigio de Chávez y, sobretodo, el programa

antineoliberal que el Polo enarboló, firme, sin titubeos, con hondas raíces en lo mejor de la historia nacional y latinoamericana, como el pensamiento de Bolívar, llevó a Chávez al triunfo. Ya en el gobierno, de manera gradual toma distancia respecto del gobierno de EEUU hasta llegar a nuestros días a una abierta confrontación contra el imperialismo. Chávez propone al Congreso modificar el marco jurídico venezolano en 2001 para realizar programas de amplio beneficio popular, con las reformas a la Constitución y las Leyes Habilitantes, sobre todo con la Ley de Tierras y de Hidrocarburos. La oligarquía local ve gravemente afectados sus intereses y comienza a realizar acciones para desestabilizar al Gobierno Venezolano. En complicidad con los Estados Unidos la llamada “oposición” provoca un golpe de estado el 11 de abril de 2002, que se resolvió restituyendo tres días después al Presidente Chávez en el poder como resultado de una inusitada movilización popular, que así, otra vez, demostró la fuerza de la que es capaz el pueblo en la calle, en pie de lucha. El 12 y 13 de abril las calles de Caracas estaban colmadas de ciudadanos que demandaban la restitución en su cargo de un Presidente electo legítimamente por su pueblo. Fue tal la presión social, que los golpistas terminaron huyendo por la puerta trasera del Palacio de Miraflores, dejando el caviar servido y champaña sin descorchar. A finales de ese mismo año la oligarquía venezolana propicia un paro petrolero que paralizó parcialmente la economía de la nación durante algunos días, pero de nueva cuenta, el pueblo en la calle recuperó las instalaciones de la petrolera venezolana PDVESA para finalmente poner el petróleo al servicio de la población y como palanca de desarrollo nacional. Con 10 años en el gobierno, la conducción de Chávez ha permitido resolver algunas de las necesidades más apremiantes de la población en Venezuela con los numerosos programas sociales —misiones— que ha implementado, se ha convertido en promotor de la integración latinoamericana y ha denunciado al imperialismo y sus diversos rostros como el culpable de la crisis económica, alimentaria y la escalada bélica. Bolivia En Enero de 2006, Evo Morales abre una nueva perspectiva para el pueblo boliviano, por primera vez un líder comunitario e indígena llega a la Presidencia de la República, para hacer efectivas una serie de demandas que encabezó en las amplias movilizaciones populares de los cocaleros y otros sectores de la población en contra de la privatización del agua por las trasnacionales en Cochabamba y de la política neoliberal que había entregado los hidrocarburos y el gas a los extranjeros. Entre octubre de 2003 y el 2005 fueron depuestos al menos tres presidentes en Bolivia como resultado de la amplia movilización popular y se convoca al proceso electoral del que resulta triunfador el líder cocalero. Luchador antiimperialista, defensor de la Revolución Cubana, admirador del Che, aliado en todo momento de la

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Revolución Bolivariana, seguidor del pensamiento de Mariátegui y del pensamiento humanista de eliminar la explotación del hombre por el hombre, Morales se ha enfrentado a los sectores más reaccionarios de la derecha boliviana, que en alianza con el Gobierno norteamericano intentan desestabilizar su Gobierno con toda clase de medidas. A sus críticos respondió sometiendo su Gobierno a referéndum revocatorio en agosto de 2008, mismo que lo ratificó en el cargo. Evo Morales propuso la modificación de la Constitución Boliviana para propiciar los cambios necesarios que hicieran posible devolver la dignidad a los pobres, ha promovido una intensa campaña de alfabetización con el apoyo del Gobierno de Cuba, nacionalizó el gas e implementó una reforma agraria para acabar con el latifundio y proveer de una fuente de trabajo estable para los campesinos. Bolivia es junto a Cuba y Venezuela, el tercer país latinoamericano libre de Analfabetismo. Ecuador y Nicaragua Ecuador y Nicaragua se suman en enero de 2007 a los gobiernos progresistas latinoamericanos que buscan implementar un gobierno distinto al neoliberal. El presidente Rafael Correa de Ecuador y Daniel Ortega de Nicaragua, levantan sus voces por la defensa de Cuba y su Revolución, al proyecto de la Alternativa Bolivariana para las Américas y a la construcción en su Patria de un modelo de Gobierno que beneficie a los pobres y no a las trasnacionales. Rafael Correa se ha opuesto al Plan Colombia como estrategia de militarización de los Estados Unidos hacia Latinoamérica. El levantamiento indígena de Ecuador –que a su vez, colmando las calles y plazas públicas, ya había derrocado antes a varios presidentes neoliberales- y la movilización popular de los sandinistas, fueron factor esencial para el triunfo de gobiernos progresistas en dichas naciones latinoamericanas. Brasil En octubre de 2002, Brasil elige como su Presidente al líder sindical Luís Ignacio “Lula” Da Silva, quien había sido postulado en tres ocasiones anteriores a dicho cargo y que finalmente consigue llegar al poder y ser reelecto, con dificultades, para un segundo mandato en 2006. Si bien la actuación de Lula –de corte socialdemócrata, reformista- no ha sido del todo satisfactoria para un sector importante de la población brasileña, su política de atención al bienestar popular le permitió tener la aceptación necesaria para continuar su mandato hasta el 2011. Lula ha recibido fuertes críticas porque su gobierno trata de equilibrar los intereses de diversas franjas de la todavía poderosa burguesía brasileña; porque frente a los gobiernos de Chávez y Evo Morales, se ve tibio, y porque no ha logrado satisfacer las apremiantes necesidades del pueblo brasileño, sin embargo, ha hecho una política exterior de colaboración latinoamericana y de

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distanciamiento con proyectos como el Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA) que impulsaran durante más de una década los Estados Unidos. Argentina Argentina elige en mayo de 2003 a Néstor Kirchner y en diciembre de 2007 a su esposa, Cristina Fernández de Kirchner. En 2002 el pueblo argentino estaba inmerso en una gran movilización popular. Las políticas neoliberales llevadas al extremo de los gobiernos de Menen, De la Rúa y Duhalde provocaron una crisis sin precedente en la nación suramericana, el desempleo, la inflación, las cuentas bancarias congeladas, el alza en los precios, la iniciativa del ALCA, fueron el marco propicio para que un candidato de pensamiento progresista llegara al poder y que luego de 4 años de mandato, su esposa Cristina también lograra el triunfo. Han planteado distanciarse de los dictámenes del Fondo Monetario Internacional y la posibilidad de la integración latinoamericana sin la hegemonía de los Estados Unidos. Cristina Fernández retomó recientemente bajo el control del Estado los fondos de pensiones que habían saqueado prácticamente en su totalidad las empresas financieras que los administraban. Uruguay y Paraguay También en Uruguay y Paraguay hubo cambios. En Octubre de 2004, Tabaré Vázquez del Frente Amplio de Uruguay, logra llegar, superando la coalición de izquierda -que él encabezaba- a los candidatos del bipartidismo tradicional; y en agosto 2008, Fernando Lugo asume el poder en Paraguay. Si bien no se han realizado cambios esenciales en la política de ambas naciones, el proyecto a favor de los pobres, sobre todo de Lugo, lo distancia de los políticos serviles del mercado. A manera de conclusión podríamos señalar lo siguiente: En el escenario latinoamericano de la última década un importante número de gobiernos se alejan del proyecto neoliberal –lo que implica alejarse de instrumentos del capital financiero y corporativo internacional, como el FMI y el BMpara retomar políticas nacionalistas, de corte progresista y popular. Cuba ha vuelto a estar en el centro de las relaciones latinoamericanas, luego del prolongado aislamiento a que fue sometida por las presiones del gobierno estadounidense y la actitud sumisa de la mayoría de los gobiernos de la región. Se renueva la idea de la integración latinoamericana materializándose en proyectos como la Alternativa Bolivariana para las Américas (ALBA) que encabezan Cuba y Venezuela. Se denuncia al imperialismo norteamericano como el principal enemigo de nuestros pueblos (Cuba, Venezuela y Bolivia) El actor fundamental de este proceso de transformación lo ha sido la movilización popular, que rebasa en muchos


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sentidos a los partidos políticos tradicionales, sobre todo a los socialcristianos y socialdemócratas. Los partidos comunistas, aunque pequeños numéricamente en su mayoría, están desempeñando una función activa, participando y dando impulso a la movilización popular y haciendo aportes teóricos y programáticos justos. Se renueva en el pensamiento colectivo latinoamericano la búsqueda de una propuesta de izquierda, que apuesta a la liberación del hombre, al desarrollo de todas sus capacidades, a la liberación de toda forma de subordinación y dependencia, que implica la búsqueda de la igualdad social y la proyección de un nuevo humanismo. América Latina está de pie, en la búsqueda de su segunda y definitiva independencia nacional, que lleve a término el sueño de Bolívar y Martí, que permita finalmente ampliar el régimen democrático, mejorar el nivel de vida del pueblo y garantizar la plena independencia y soberanía nacional a la que aspiraron nuestros próceres, y que siente las bases para avanzar hacia formas superiores de organización económica y social. TERCERA PARTE Habiendo examinado ya el contexto económico, político y social de nuestros días en el mundo y en América Latina, nuestra región, abordaremos ahora el análisis de nuestro país, empezando por las clases sociales que lo habitan hoy; examinaremos sus características, intereses y contradicciones, para ocuparnos después, de la estrategia y táctica de lucha más adecuada para el combate y para la transformación revolucionaria de México en esta etapa. LAS CLASES SOCIALES EN MÉXICO Y SUS CONTRADICCIONES En 1963, en su libro ¿Moscú o Pekín? La vía mexicana hacia el socialismo, el maestro Lombardo asevera que en México las clases sociales no están definitivamente estructuradas, que la burguesía y el proletariado no son todavía las clases determinantes, y que no se ha eliminado la influencia de las capas medias en la vida del país. LAS CLASES SOCIALES EN MÉXICO HOY La Burguesía El maestro Lombardo considera que esta clase social está: Dividida en varios sectores. Uno es el que forman los industriales, comerciantes y banqueros ligados, directa o indirectamente, a los monopolios norteamericanos. Otro sector lo integran los industriales, agricultores y comerciantes cuyos intereses se hallan en pugna con los monopolios del exterior. Otro más es el que representan, aun cuando sea transitoriamente, por el término de su mandato, los funcionarios del

gobierno y los administradores de las empresas del Estado. En 1996, el Partido Popular Socialista valora que los intereses de la burguesía industrial y agrícola entran cada vez más en contradicción con los del imperialismo: “sobre todo a partir de dos hechos relativamente recientes: primero fue la entrada de México al GATT y posteriormente la suscripción del Tratado de Libre Comercio con los Estados Unidos y Canadá.” También considera que ha crecido, en términos de poder económico, la burguesía reaccionaria ligada a los capitales del exterior, sobre todo norteamericano, y que ese hecho: “se traduce, asimismo, en un enorme poder político concentrado en sus manos, sin paralelo con respecto a otros momentos de nuestra historia”. Con relación al sector progresista y patriótico de la burguesía, señala que a partir del gobierno de Miguel de la Madrid se aplica una estrategia neoliberal dependiente que se caracteriza por: a) una mayor docilidad frente a los intereses del imperialismo, b) una política económica diametralmente opuesta a la formación del capital nacional, c) un rechazo a la fijación de condiciones estrictas para las inversiones extranjeras, y d) oposición a una distribución más justa de la renta nacional. Hoy, la burguesía está integrada por gran parte de los poco más de dos millones de empleadores, encabezados por la lista de los 160 223 empresarios nacionales con mayores capitales, aproximadamente 0.15% de la población del país que acapara la tercera parte de la riqueza nacional, y sobre todo, por los diez mexicanos más ricos del mundo, según la lista de la revista Forbes —en particular Carlos Slim, que incluso disputa el primer lugar de esa lista, como el individuo más rico del planeta— (véase tabla 1), y otra veintena que les siguen los pasos en los hechos: por la acción de sus monopolios, la presencia de sus filiales en otros países y sus inversiones en la Bolsa Mexicana de Valores; a ellos se suman los funcionarios públicos de alto nivel, militantes de organizaciones de derecha y ultraderecha, y empleados de los monopolios nacionales y extranjeros. La burguesía mexicana está dividida en dos sectores: el mayoritario, formado por estos industriales y comerciantes ligados a los monopolios y al capital financiero, directa o indirectamente; por los funcionarios del gobierno, y por los administradores de las empresas del Estado. El minoritario, está constituido por pequeños grupos de industriales, agricultores, comerciantes y banqueros cuyos intereses chocan con los monopolios del exterior, y por unos cuantos exponentes de la burguesía nacional que gobernó en el pasado, que mantienen su lucha por el progreso económico independiente de México y por una política internacional basada en los principios de no intervención y autodeterminación de los pueblos. Los cambios que se han generado en la burguesía en nuestro país, no provienen sólo de los cambios de política económica del gobierno mexicano de los últimos cinco lustros o del proceso privatizador de cientos de empresas públicas, sino

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también del largo proceso de fortalecimiento de la burguesía mexicana, producto del tránsito de la etapa precapitalista al sistema capitalista de producción. Las privatizaciones, con sus dosis de corrupción, aceleraron el enriquecimiento de la oligarquía, pero no lo generaron. El surgimiento de los monopolios nacionales era de esperarse, es un proceso inevitable. El grupo de magnates mexicanos —cuya existencia no era previsible antes del inicio de las políticas neoliberales— es numéricamente muy breve, pero propietario de fortunas enormes ya que cada uno de ellos posee, según la revista Forbes, más de mil quinientos millones de dólares; además, algunos están en las “grandes ligas” de la actividad económica planetaria, asociándose con transnacionales y comprando empresas en América Latina, Estados Unidos, Europa y Asia para incrementar sus fortunas. A este proceso de internacionalización de la actividad económica de los monopolistas mexicanos —de la misma forma que ha sucedido, por ejemplo, con los de Brasil, India, China y Rusia— ha contribuido la globalización, es decir, la liberalización del comercio internacional y el libre flujo de capitales; sin embargo, es necesario señalar que algunas de las empresas mexicanas inician el proceso de exportación de capitales desde inicios de los años ochenta, vinculados, directa o indirectamente, con el capital financiero y monopólico internacionales. Estos empresarios no son imperialistas —hacen falta los demás rasgos leninistas que definen esta fase del capitalismo—, por ejemplo: el capital financiero no es nacional: el bancario está concentrado en manos del capital extranjero —más de 90%—, y el que se invierte a través de las bolsas de valores de México y Nueva York proviene también, en su mayoría, del capital financiero internacional. Estos empresarios, como casi todos los burgueses, carecen de patria; su objetivo único es obtener las mayores ganancias posibles, en consecuencia, carecen de concepciones y actitudes nacionalistas. Además, como el capital extranjero no sólo no se opone ni obstaculiza su desarrollo, sino que es su socio, su mentalidad es transnacional, es decir, sus intereses no se vinculan con el desarrollo económico independiente del país, mucho menos con una menos injusta distribución del ingreso. Sus integrantes no forman un grupo compacto ni actúan como bloque; más bien “se rascan solos”, cada cual “con sus propias uñas”. No militan, apoyan ni combaten en conjunto en algún partido político. Como la mayoría de los empresarios, colaboran económicamente con los partidos o entran a la actividad política para defender sus intereses económicos. En el pasado —época de carro completo para el PRI— muchos lo hacían sólo con ese partido; pero las cúpulas empresariales combatían contra las políticas nacionalistas de los gobiernos progresistas, desde Cárdenas hasta Echeverría. Los empresarios que militaban en la derecha le daban a ambos (PRI y PAN), a uno para evitarse problemas y a otro por la identificación ideológica. Unos pocos, los de ultraderecha —y muy ricos—, por ejemplo, Lorenzo Servitje, que es de

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la corriente más reaccionaria, la del Yunque, dada su vieja ideología personal fascista, sólo apoyaban a los panistas. Ahora muchos empresarios aportan a uno, a dos o a los tres grandes partidos de la burguesía: PRI, PAN y PRD —a partes iguales o a unos más, los que van apareciendo con más posibilidades de ganar— como una forma de subordinar a los funcionarios que lleguen a puestos públicos, poniéndolos en deuda con ellos y garantizando por adelantado sus favores, llegue quien llegue. Esta “nueva actitud” de los empresarios: aportar a todos los partidos con posibilidades; practicar el lobbyísmo en las cámaras del Congreso de la Unión, lo que se suma a la vieja, pero no menos efectiva, práctica del amiguismo y el compadrazgo con políticos del PRI y del PAN, no rompe ni cambia los aspectos esenciales de las políticas establecidas por los empresarios: en las elecciones ellos no apoyan, ellos invierten. El peso de este reducido grupo de grandes empresarios, sobre los gobiernos de la era neoliberal, es significativo. No solamente imponen a tal o cual secretario de Estado que alterna esa función con la de empleado de alto nivel del magnate de que se trate, sino que ex secretarios de Estado que nunca habían ocupado un cargo en empresas privadas ahora lo hacen, siguiendo el ejemplo de los ex presidentes que realizan la misma actividad, pero en las empresas imperialistas. Por ejemplo: Jaime Serra Puche, participa en los consejos de Administración de Chiquita Brands Internacional, Fondo México, Vitro y Grupo Modelo; Jesús Reyes Heroles González Garza, ha sido miembro de los consejos de administración de Banamex-Citigroup y de Wal-Mart México; Pedro Aspe Armella, ex miembro de la junta de Vectores Casa de Bolsa, es copresidente de la junta de Evercore Partners, miembro de las salas de McGraw-Hill Companies and Xignux, consejero del Grupo Televisa y accionista y presidente del consejo de administración de Volaris; Luis Téllez Kuenzler, ha sido codirector del Grupo Carlyle en México —una de las firmas de inversión de capital privado más importantes del mundo, entre cuyos dueños están George W. Bush, y George Bush, ex-presidentes de Estados Unidos y Osama Bin Laden—, vicepresidente ejecutivo de Desc, consejero del Grupo México y de Femsa-Coca-Cola; Francisco Gil Díaz, es consejero independiente del banco HSBC en Gran Bretaña, y preside Movistar para México y Latinoamérica; Carlos Salinas de Gortari, es consejero ejecutivo del Grupo Dow Jones, y Ernesto Zedillo, es consejero de Procter and Gamble, Alcoa y Union Pacific, —esta última dueña de los ferrocarriles mexicanos privatizados durante su mandato—. Otros más van y vienen de organismos imperialistas, como Ángel Gurría que ahora trabaja para la OMC, y Agustín Carstens que proviene del FMI. Es decir, no sólo vienen de la IP al servicio público, sino que muchos van del servicio público a la IP, como en la época porfirista o como en Estados Unidos, o van a servir a los organismos internacionales creados y dirigidos por el imperialismo.


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Dentro de este grupo de magnates, los dueños de las televisoras tienen mayor capacidad de presión —diríase de chantaje— sobre los políticos de todos los partidos con registro, pues además de darles financiamiento para sus campañas, les hacen publicidad favorable o desfavorable, según se comprometan con ellos y sus turbios intereses. Esta política de chantaje siempre la han practicado los medios, la diferencia es que ahora la televisión tiene un peso mayor —particularmente Televisa—, a partir de las reformas neoliberales en materia electoral que hicieron del dinero privado, para comprar tiempos en la TV, el elemento fundamental de las campañas. Todas las televisoras utilizan para sus propósitos la manipulación de la información y la violación del marco legal que, hasta ahora, no ha tenido consecuencias negativas para ellos, por ejemplo: otorgan mensajes de campaña sin cobro para sus favoritos; ocultan, deforman o hasta inventan las noticias, y, a través de comentarios de apariencia inocua, influyen en las decisiones electorales de sus audiencias. En el caso particular de Televisa, además, por el peso económico y político de algunos integrantes de su Consejo de Administración que preside Emilio Azcárraga Jean, como Ma. Asunción Aramburuzabala Larregui: Vicepresidente del Consejo de Administración y Miembro del Comité Ejecutivo de Grupo Modelo; Pedro Aspe Armella: Presidente del Consejo de Administración y Director general de Protego Asesores Financieros; Manuel Jorge Cutillas Covani: Director de Bacardí Limited; Carlos Fernández González: Director general y Vicepresidente del Consejo de Administración de Grupo Modelo; Claudio X. González Laporte: Presidente del Consejo de Administración y Director general de Kimberly-Clark de México; Roberto Hernández Ramírez: Presidente del Consejo de Administración de Banco Nacional de México; Enrique Krauze: Director general de Editorial Clío; Germán Larrea Mota Velasco: Presidente del Consejo de Administración de Grupo México; Fernando Senderos Mestre: Presidente del Consejo de Administración de Desc; Enrique F. Senior: Vicepresidente Ejecutivo y Director de Allen & Company Inc., y Lorenzo H. Zambrano Treviño: Presidente del Consejo de Administración y Director general de Cemex A pesar de todo lo mencionado, debemos tener presente que ellos no constituyen la fuerza con el peso mayor sobre las grandes decisiones de gobierno, económicas, políticas ni sociales. La fuerza mayor, a la que sirven y han servido los gobiernos neoliberales, desde Miguel de la Madrid hasta Felipe Calderón, es externa, radica en lo que se ha dado en llamar eufemísticamente “el mercado mundial”, es decir, el capital financiero y corporativo internacional en su conjunto –el imperialismo todo–, del cual los magnates mexicanos con todo su poderío son un fragmento menor. De hecho, el secretario de Hacienda y el gobernador del Banco de México, responsables de la política económica, los deciden instituciones supranacionales como el Banco Mundial y, sobre todo, el FMI.

La clase obrera El maestro Lombardo señala, en 1963, que la fuerza de trabajo está integrada por más de 12 millones de personas; que “La clase obrera ha crecido numéricamente, pero no su organización sindical”; que “con una población de alrededor de 35 millones, la población sindicalizada era de 1 millón 298 mil trabajadores”, lo que representa únicamente 3.7% de la población total y 10.8% de la fuerza de trabajo, y que esas cifras demuestran: “que el movimiento sindical en México está muy lejos todavía de agrupar en su seno a las grandes masas de la clase obrera”. En 1996, el PPS afirma que la clase obrera ha registrado un importante crecimiento numérico en las últimas décadas; que muchos obreros son de segunda generación, es decir, hijos de obreros. Sin embargo, que las otras caracterizaciones que formuló el Maestro Lombardo siguen siendo aplicables. En el primer semestre de 2008, la población total es de 106.6 millones, la población económicamente activa (PEA) es de 45.4 millones y la población ocupada (fuerza de trabajo) es de 43.8 millones, 42.6 y 41.1%, respectivamente, de la población total (véase tabla 2) La primera conclusión que podemos derivar de los datos de la tabla, es que tanto la PEA como la población ocupada crecen constantemente, en términos absolutos y relativos. El maestro Lombardo también señala que en 1960 a las actividades primarias se dedica más de la mitad de la población ocupada; le sigue el sector terciario y por último se encuentra el sector industrial. En 1995 ya el sector terciario ocupa más del 50% y los otros dos sectores se dividen el resto de las actividades. En el primer semestre de 2008, en el sector agropecuario ya sólo trabaja un poco más del 10%; en el sector industrial y extractivo una cuarta parte, y en el sector comercio y servicios, 2/3 de la población ocupada (véase tabla 3) De la segunda tabla podemos derivar que la población dedicada a las labores del campo disminuye considerable y permanentemente en términos relativos, mientras que en términos absolutos esto es visible a partir de 1995, debido a los cambios reaccionarios en la legislación agraria y al abandono crediticio y de comercialización por parte del Estado. En contrapartida, en 48 años, se incrementa el número de los trabajadores del sector comercio y servicios en 900%, y su participación en la población ocupada se duplica en términos relativos, mientras que el sector industrial y extractivo tiene un pequeño crecimiento porcentual. En el segundo semestre de 2008, en la economía informal, sobre todo en el sector terciario, laboran 12.1 millones de personas, 27.58% de la fuerza de trabajo. De la población ocupada, 2.1 millones son empleadores, 4.94%; 9.8 millones trabajan por cuenta propia, 22.49%; 2.9 millones, son trabajadores no remunerados, 6.67%, y 28.9 millones son trabajadores subordinados y remunerados, 65.9%. Para comparar este último dato, es necesario establecer que en

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1960 los trabajadores asalariados representaban 63.43% de la población ocupada y en 1995, 80.72% (véase tabla 4) En el año 2000, con una población de 97.4 millones, una PEA de 34.1 millones y una población ocupada de 33.7 millones, los sindicalizados son apenas 4.7 millones que representan 4.8% de la población total y 14% de la fuerza de trabajo, muy poca diferencia respecto de los datos de 1960. El número de sindicatos es relativamente amplio: 2,155, y muchos de ellos no pertenecen a ninguna federación o confederación. Las cifras más recientes demuestran, en primer lugar, que la mayoría de la fuerza laboral asalariada no está integrada a los sindicatos; que continúa la dispersión del movimiento obrero, lo que debilita a las agrupaciones sindicales; que la clase trabajadora ha crecido en número –se ha incrementado mucho el sector servicios al que se han incorporado cuadros medios y altamente calificados, y hay más trabajadores del gobierno, y de las empresas y servicios del Estado– pero que la mayoría continúa sin adquirir una conciencia social y política de clase, algunos por su relativamente reciente incorporación a las filas del proletariado, y otros, por estar influidos por el economismo y el reformismo. Hace falta que la clase obrera mexicana retome los principios del sindicalismo revolucionario: clasista, unitario, democrático e independiente. Como señalaba el maestro Lombardo en La perspectiva de México una democracia del pueblo: Es indispensable reconstruir el movimiento obrero, unificarlo por abajo –y si es posible también por arriba– unirlo como consecuencia de las luchas comunes de los trabajadores por el logro de las reivindicaciones inmediatas. La unidad que se basa sólo en la apariencia de la unidad, en los arreglos oscuros de los falsos dirigentes, a espaldas de las masas, no es ni puede ser una unidad estable y fecunda. La unidad orgánica, sólida y permanente, es siempre el fruto de la unidad de los trabajadores de base, y ésta se logra mediante la movilización en la lucha por los intereses legítimos de la propia clase trabajadora. La clase campesina En junio de 2008, la población rural se ha reducido a 23%, la clase campesina solamente representa el 13% de la PEA y aún no está organizada como clase social con conciencia propia de sus perspectivas inmediatas y futuras, aunque algunos de sus sectores se han educado social y políticamente, en su lucha contra las políticas neoliberales. A pesar de que el número de campesinos se ha reducido considerablemente –en 2008 su cantidad es menor que en 1960– y el valor de su actividad en el ámbito económico también ha descendido, sigue representando un sector significativo de las masas populares (véase tabla 5) La posibilidad de que los campesinos puedan convertirse en factor de importancia en las transformaciones políticas necesarias para el país, es que establezcan una cooperación estrecha y sistemática con los sectores más avanzados de la clase obrera y que se vinculen a un partido revolucionario.

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La pequeña burguesía El maestro Lombardo nos dice que: Es un sector sobre el cual influyen, al mismo tiempo, los distintos sectores de la burguesía, la clase obrera, las fuerzas reaccionarias y la propaganda del imperialismo. No se puede considerar, por tanto, como una clase social con convicciones y propósitos colectivos. En 1996, nuestro partido señala que ha crecido numéricamente la pequeña burguesía: “pero los rasgos fundamentales con que la definiera el Maestro Lombardo siguen vigentes. Señala también que la crisis de 1994-1995, como siempre ocurre en este tipo de eventos, radicaliza a algunos de sus sectores que: “asumen actitudes de seudo revolucionarismo desesperado, de aventurerismo y de provocación”, pero también aumentan las posibilidades de: “influir en los elementos más sensibles de ese sustrato social, para orientarlos y atraerlos hacia una militancia verdaderamente revolucionaria ya sea en el seno del partido de la clase obrera o en alianza con éste”. En junio de 2008, la pequeña burguesía urbana está integrada por 9 millones 867 mil 527 trabajadores por cuenta propia. Pero la conciencia de esta clase no se limita a ese sector productivo, sino que incluye también a la mayoría de los estudiantes de educación superior –independientemente de su origen clasista–, de los maestros universitarios, de los trabajadores del gobierno, y de los profesionistas que laboran en las empresas públicas y privadas, a pesar de su condición de asalariados, tienen una mentalidad pequeño burguesa. Al igual que en el pasado inmediato, la pequeña burguesía se enfrenta hoy a una nueva crisis económica, más profunda que las anteriores, y a una mayor precariedad laboral que la hacen más vulnerable ante la carencia de políticas eficientes para evitar su empobrecimiento; las condiciones actuales intensifican su característica de clase social titubeante, tanto puede asumir posturas de derecha, de extrema izquierda o contestatarias, que vincularse a las luchas populares y revolucionarias. Un frente unido de la clase obrera y campesina, es un factor de extraordinaria trascendencia que puede ejercer una gran influencia en este sector, que debe formar parte del campo progresista y revolucionario de nuestro pueblo y no convertirse en reserva de la reacción y del imperialismo. PRINCIPALES CONTRADICCIONES ENTRE LAS CLASES SOCIALES Los cambios que se han producido en el ámbito económico han generado nuevas contradicciones que es necesario precisar, para poder determinar con certeza cuáles son los sectores susceptibles de marchar al lado de la clase obrera. La inmensa mayoría de la población: la clase obrera –en su más amplia acepción– y los ejidatarios, comuneros y auténticos pequeños propietarios del campo, son los sectores


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que más resienten los efectos de la globalización neoliberal y el impacto de las políticas aplicadas por los gobiernos de los últimos 26 años: sus intereses son opuestos a los del capital financiero internacional y la burguesía ligada o dependiente a él. Ellos constituyen la base fundamental de la lucha por nuestra liberación nacional y, a la vez, constituyen el sujeto revolucionario que sustituirá al capitalismo por un nuevo sistema de la vida social: el socialismo. La pequeña burguesía urbana y rural resiente la disminución de su nivel de vida y también que se le cierran los espacios para avanzar en su pretensión de subir un peldaño más en la escala social. A pesar de sus aspiraciones, la realidad la enfrenta cada vez más a los intereses económicos del gran capital que impide su desarrollo. Si ganamos su conciencia, la desesperación que la caracteriza pasará a segundo término y podrá contribuir a las grandes luchas de nuestro pueblo. La burguesía nacionalista –a pesar de su debilitamiento y desorganización– sigue siendo un grupo, aunque cada vez más pequeño, que puede contribuir a la lucha por la independencia económica de la nación. La condición para que pueda asumir y mantener una conducta adecuada, es que reciba la comprensión, el estímulo y el apoyo de quienes, independientemente de intereses de clase opuestos, consideramos que puede brindar en este preciso momento de la lucha por la independencia plena de la nación, su aporte progresista. En todo caso, lo que debe quedar claro es que el enemigo fundamental de todos y cada uno de los sectores populares es el imperialismo, particularmente el norteamericano, y que a quien corresponde encabezar la lucha revolucionaria en esta etapa es a la clase obrera. Porque, en las actuales condiciones de la vida del mundo y de nuestro país, solamente bajo la dirección de la clase obrera es posible lograr la independencia económica y política de la nación, mejorar las condiciones de vida del pueblo trabajador, y establecer un gobierno de democracia del pueblo, antesala del socialismo. LA LUCHA REVOLUCIONARIA HOY La estrategia y la táctica El 15 de diciembre de 2006 nuestro Partido externó al EZLN su opinión respecto de lo que debiera ser La Otra Campaña, que en realidad es nuestra concepción sobre el movimiento social, el papel del Partido en la construcción del sujeto revolucionario, sus objetivos y características en esta etapa de lucha en nuestro país, y que, brevemente ajustada en su redacción, son las siguientes: El movimiento social que debemos construir tiene que ser: 1. Anticapitalista, puesto que el régimen capitalista es en su esencia un sistema de explotación y oprobio que convierte a los humanos en enemigos unos de otros, explotadores y explotados, por lo que es necesario sustituirlo por una

nueva sociedad en la que impere la más elevada fraternidad humana, y ya nunca más la explotación ni la discriminación; una sociedad superior, la sociedad socialista y comunista. Y por otra razón más: porque el capitalismo es un sistema caduco y agotado, carente de perspectivas. 2. Anticapitalista y antiimperialista, porque al ser nuestro país, México, como todos los de América Latina y el Caribe, una nación que ha sido convertida en neocolonia del imperialismo en su conjunto, pero sobre todo el estadounidense; un país al que el imperialismo ha arrebatado su independencia y soberanía; al que saquea sus recursos naturales; un país del cual el imperialismo se ha ido apoderando de sus principales fuentes de riqueza y sus industrias fundamentales; un país al que sobre-explota su fuerza de trabajo extremadamente barata; un pueblo al que el imperialismo ha despojado de su derecho a la autodeterminación, no hay posición política anticapitalista que pueda serlo en serio, de manera consistente y firme, si no es, al mismo tiempo, clara y decididamente antiimperialista. 3. Anticapitalista, antiimperialista y por el socialismo, porque ¿acaso se puede proponer hoy en día la vuelta al feudalismo o al esclavismo como alternativa válida al capitalismo?, ¿o existe otro tipo de sociedad que lo pueda reemplazar con un sentido de progreso? Es claro que no lo hay. 4. De izquierda, precisamente en la medida en que haga suya la lucha por la sustitución del régimen capitalista por uno socialista; en la medida en que ésta sea la orientación histórica de su programa y de sus acciones, y en la medida en que agrupe, sobre todo, a los partidarios del socialismo. 5. Que la lucha sea civil y pacífica, porque consideramos que, siendo válidas todas las formas de lucha, por hoy, en el caso de nuestro país, no existen las condiciones para una lucha revolucionaria exitosa por la vía de las armas, sino por la de la organización y la movilización de la clase trabajadora y el pueblo. 6. Que escuche y tome en cuenta la palabra de la clase trabajadora y el pueblo de México, que son quienes deben constituir el sujeto colectivo de la transformación revolucionaria de la sociedad; los arquitectos de su propio destino; los constructores de una sociedad diferente y superior, de una sociedad socialista y comunista, pasando por la edificación de una democracia del pueblo. 7. Que construya un Programa Nacional de Lucha anticapitalista, de izquierda, y antiimperialista, por nuestra y segunda y definitiva independencia y que siente las bases para la construcción de una sociedad sin explotadores ni explotados, una sociedad socialista. 8. Que sea un movimiento Nacional, conformado con trabajadores de la ciudad y el campo, indígenas, jóvenes, con todos los agraviados por el neoliberalismo y el imperialismo, sin exclusiones. 9. El movimiento de masas, siendo un frente, no requiere de

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una estructura, sino de una amplia articulación que facilite la coordinación de los diversos, respetando su autonomía, y en la que quepan todos los damnificados por el neoliberalismo. El movimiento social puede desempeñar una función relevante en las luchas por la liberación y transformación revolucionaria de México sólo a condición de que no se sectarice; si mantiene el carácter de un frente amplio en que quepan y se vean reflejados todas las clases y sectores sociales agraviados por el imperialismo. Para que así funcione, no puede ni debe ser una organización centralizada, jerárquica, vertical ni rígida, porque se aislaría. Tampoco puede ser horizontal en grado de laxitud. Se deben establecer mecanismos que articulen a los diversos componentes que –en mayor o menor grado- participan dentro del movimiento, en toda su variedad, y a muchos otros que todavía no lo han hecho. Los mecanismos de articulación deben ser ágiles y eficaces, pero no excluyentes; deben recoger las experiencias de la organización regional, que en algunas partes ha sido exitosa –incluso muy exitosa- y en otras no; deben tomar lo positivo y buscar cómo superar los obstáculos. En ciertos lugares del país, en efecto, hay armonía y un alto espíritu de colaboración entre los grupos, organizaciones e individuos muy diversos, pero también en no pocos hay desencuentros y luchas por tomar el control, por absorber, excluir o aniquilar a los demás, cuestión que hay que superar. Un mecanismo que establezca varios niveles de articulación: entre los partidos de la izquierda socialista y comunista y otras organizaciones que tengan presencia nacional; entre las articulaciones de carácter nacional y las de tipo regional; las formas de articulación geográficas, por sectores y por afinidades, también deben considerarse. En fin, hay que explorar toda la amplia riqueza de formas de organización y relación de los componentes del movimiento social. 10. Sobre la política de alianzas, el movimiento social debe apoyar y colaborar con todos los que compartan nuestros ideales, la lucha anticapitalista, antiimperialista y por el socialismo, en México y el mundo. En el caso de nuestro país, una tarea fundamental de la izquierda comunista y revolucionaria hoy es la de contribuir a la construcción de un gran bloque social amplio e incluyente, que pueda llegar a ser una fuerza capaz de vencer al imperialismo y sus servidores locales. 11. Sobre las tareas comunes y las de cada uno de los componentes, se pueden dar múltiples iniciativas, con una amplia variedad en las formas, y que deben responder a ciertos ejes fundamentales: a) Las tareas del debate interno, que sin embargo también podría ser público, que desemboquen en la definición de la lucha anticapitalista, antiimperialista y por el socialismo; de izquierda; civil y pacífica, que construya un Programa Nacional de Lucha anticapitalista, antiimperialista, por nuestra y segunda y definitiva inde-

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pendencia y que siente las bases para la construcción de una sociedad sin explotadores ni explotados, una sociedad socialista; b) Promover y participar en un gran frente común en solidaridad y defensa de la clase trabajadora y de todos los movimientos sociales que se planteen objetivos similares; promover y participar en las acciones que tiendan a impedir que el gobierno logre imponer nuevas acciones dentro del marco neoliberal, como las privatizaciones, las mal llamadas “reformas estructurales”, las que tienden a privar a la clase trabajadora de la ciudad y el campo de sus derechos, las que tienden a sacrificar aun más a las masas populares y a beneficiar a un puñado de explotadores, las que tienden a saquear a la nación en beneficio del capital financiero y corporativo internacional, las que afectan a la escuela pública y al contenido y orientación de la educación; c) Promover y participar en acciones que conduzcan a la caída del gobierno ultraderechista e ilegítimo del PAN, pero no sólo éste, sino todo el sistema político, toda la clase social dominante, que es un sector de la burguesía, el más negativo por ser la que subordina los intereses de la nación y del pueblo a los del imperialismo, que nos saquea y avasalla. d) Por lo que hace al frente internacional, brindar solidaridad decidida y sin regateos a todos los pueblos de América Latina y el mundo que luchan por su liberación con respecto del imperialismo. La Práctica Luego de más de veintiséis años de neoliberalismo, que en México empezó a aplicarse en 1982, y a los quince años de estar uncido a Estados Unidos y Canadá con el Tratado de Libre Comercio de América del Norte, cuya entrada en vigor data de 1994, México vive hoy en día una creciente lucha popular contra el neoliberalismo y cada vez más, contra el imperialismo, misma que está en proceso de mejorar su articulación, de superar su organización y conformar, en las masas que la libran, una conciencia clara respecto del carácter trascendente que esa lucha puede y debe tener en la pelea histórica de nuestro pueblo por liberar a México del imperialismo. Si el movimiento no sólo se ocupa de las cuestiones muy concretas que van afectando a unas u otras organizaciones y grupos sociales, de resistir a las mismas y, articula esfuerzos entre todos y eleva miras, se podrá convertir en agente de una transformación profunda de la realidad. Como respuesta a la depredación neoliberal, en México, en los últimos años proliferan estallidos de inconformidad popular a todo lo largo y lo ancho del territorio; estallidos y protestas que tienen como protagonistas, principalmente, a la clase obrera agrupada en sindicatos combativos, a maestros de escuela, trabajadores universitarios, campesinos y pueblos indígenas, entre otros diversos segmentos de la población.


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En los primeros años del embate neoliberal se movilizaron diversos grupos y organizaciones para resistir, pero casi todos fueron derrotados después de luchas abnegadas: trabajadores de empresas del Estado, que se resistieron a la privatización; de empresas privadas, que trataron de evitar retrocesos en sus condiciones de trabajo; campesinos, que se opusieron a las reformas regresivas a la legislación agraria; en fin. Una victoria de no poca importancia del movimiento popular, la primera, fue la de los campesinos de San Salvador Atenco, que lograron impedir que se les despojara de sus tierras para construir un aeropuerto que sería un lucrativo negocio para unos cuantos individuos, negocio éste más bien de la burguesía nacional y regional y no del capital transnacional. Pero sobre todo, destaca entre los primeros éxitos de la resistencia contra el neoliberalismo, el que impidió que se aprobara la iniciativa del gobierno de Zedillo para modificar la Constitución con el fin de privatizar la industria eléctrica. Ése era un paso de gran trascendencia en el camino emprendido por De la Madrid y profundizado por Salinas, que amenazaba esta vez a una industria vital para el desarrollo independiente de México. Muchos nos pusimos en pie de lucha, entre otros nuestro partido y, de manera muy destacada, los trabajadores organizados en el Sindicato Mexicano de Electricistas, que no sólo defendían legítimamente su fuente de trabajo y su contrato colectivo, sino también, en este caso, un patrimonio fundamental del pueblo. Alrededor del SME se conformó el Frente Nacional de Resistencia Contra las Privatizaciones, que logró derrotar a Zedillo y sus patrocinadores –el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial, las corporaciones privadas transnacionales que explotan los energéticos en el mundo- y sus aliados locales. Zedillo terminó su mandato sin haber cumplido con esa exigencia del imperialismo y le heredó la tarea al cuarto gobierno neoliberal, el de Vicente Fox. El gobierno de Fox, tan pronto llegó a la presidencia, retomó la propuesta de la privatización de la industria eléctrica en el texto de la Constitución –que es la forma de darle legalidad y consolidarla- junto con otras también negativas que dieron forma a las llamadas “reformas estructurales” y también fue derrotado, igual que lo ha sido el de Felipe Calderón, en cuanto a esta industria y la petrolera. En el transcurso de la lucha, este mismo movimiento de masas amplió sus objetivos a la lucha contra tales “reformas estructurales” en su conjunto, y contra el neoliberalismo, lo que equivale a decir, contra el imperialismo, y entró en una dinámica de suma de grupos y organizaciones, ampliación y profundización de objetivos, cambios de denominación y surgimiento de agrupamientos nuevos. Nuestro partido ha estado en todos, cumpliendo los objetivos que se trazó en el XIX Congreso y a los que nos hemos referido en el apartado anterior. En efecto, de mayo de 2002, en que se celebró el XIX Congreso del Partido Popular Socialista de México, a este

2009, el movimiento social ha experimentado un proceso dialéctico de transformaciones enormes: aparecieron organizaciones frentistas que luego desaparecieron para dar lugar a otras siempre mejor estructuradas y armadas ideológicamente. Destaca el surgimiento de la Promotora por la Unidad Nacional contra el Neoliberalismo, con una concepción de la lucha más radical, un frente en el que actuaban numerosos partidos y organizaciones que se asumen partidarias de la desaparición de la propiedad privada y la construcción de la sociedad socialista, con sus diversos orígenes, filiaciones y tendencias, muchas de las cuáles, en el pasado reciente se veían, nos veíamos, como enemigas. Fue una instancia de trabajo intenso en la que se llegaba a posiciones comunes que luego se llevan a la consideración de las demás organizaciones que participaban en otro frente aun más amplio: el Frente Sindical, Campesino, Indígena, Social y Popular (FSCISP) del que formaban parte la Unión Nacional de Trabajadores (UNT), el Frente Sindical Mexicano (FSM), la Promotora por la Unidad Nacional contra el Neoliberalismo (PUNCN), Grupo Paz con Democracia (SERAPAZ) y Red Mexicana de Acción Frente al Libre Comercio (RMALC), frente que convocaría al primer Diálogo Nacional hacia un Proyecto de Nación Alternativo al Neoliberalismo, celebrado en noviembre de 2004. Después de su sexta versión, el Diálogo Nacional que ya congrega a más de 600 organizaciones de obreros, docentes, campesinos, indígenas, mujeres y jóvenes, entre ellas varias organizaciones políticas de la izquierda marxista leninista es, hasta ahora, el fruto mayor de los esfuerzos desplegados por las fuerzas más conscientes para articular a los diversos grupos y organizaciones en lucha y armar una fuerza unitaria vigorosa, entre otras razones por su programa, claro y avanzado, construido de consenso, y por la significativa presencia de la clase obrera, a través de sindicatos combativos, pero también a través de su partido de clase. Hay otros frentes más. Uno, significativo sobre todo por su dimensión, lo es la Convención Nacional Democrática, surgida en torno a la figura individual de Andrés Manuel López Obrador, luego de los resultados de la elección de julio de 2006, que fueron muy cuestionados. López Obrador llamó a una concentración popular, que fue muy numerosa, por cierto, y a la que, rememorando el nombre de un evento histórico de la Revolución Mexicana, le dio ése nombre: Convención Nacional Democrática, misma que proclamó a López Obrador Presidente Legítimo de México, desconoció la validez de la elección del 2006 y declaró que Calderón es un gobernante de facto, ilegítimo y espurio. López Obrador ha asumido mejores posiciones como Presidente Legítimo que las que tuvo como candidato presidencial. En aquella primera etapa, sin ser idénticas sus posiciones políticas y programáticas a las del PRI y del PAN, no se diferenciaba en las cuestiones que tienen que ver con la lucha contra el imperialismo, por la independencia plena de México; tampoco procuró acercarse nunca a posiciones como las de Chávez, o Evo Morales, sino que, por el contrario, hizo todos los es-

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fuerzos que pudo por mostrarse distante y diferente de ellos. Y con respecto del movimiento obrero y popular, procuró acercarse a sus dirigentes, ofrecer candidaturas a muchos de ellos, en el PRD, pero se cuidó de no pronunciarse sobre todo en las cuestiones programáticas más importantes, o hacerlo de una manera ambigua. Y al mismo tiempo, coqueteó con el capital financiero y corporativo internacional, destacando que su gobierno no tendría una mentalidad nacionalizadora, que respetaría las reglas del mercado mundial de nuestros días –el mercado neoliberal globalizado-, etcétera. Sin embargo, a partir de 2008, ante la pretensión del gobierno de Felipe Calderón de modificar la legislación en materia petrolera, López Obrador convocó a todo el pueblo a movilizarse en defensa de esta empresa nacionalizada en 1938, en lo que se denominó Movimiento Nacional en Defensa del Petróleo, ramificado en todo el país, con una conformación pluriclasista, que llegó a movilizar exitosamente a decenas de miles de mexicanos y pudo detener en diferentes momentos las maniobras privatizadoras en el Congreso de la Unión, al cercar sus instalaciones con miles de brigadistas. Una vez que el Congreso de la Unión aprobó la reforma petrolera, derrotando al gobierno de Felipe Calderón, al Partido Revolucionario Institucional y a legisladores del PRD interesados en la privatización petrolera, AMLO lo ha transformado en Movimiento Nacional en Defensa del Petróleo, la Economía Popular y la Soberanía Nacional, con el propósito de mantener la movilización popular. En lo que se refiere al Ejército Zapatista de Liberación Nacional, dejó atrás sus planteamientos anteriores ideológicos y políticos, y tomó también la línea de la lucha popular frentista, aunque no acepta ni reconoce a ninguno de los frentes ya existentes, con los que guarda diferencias. Se convirtió en el eje de una movilización frentista llamada la “Otra campaña”, se proclamó anticapitalista y rompió con el aislacionismo que se había impuesto con respecto de los partidos comunistas y obreros, con los que no tenía trato alguno. Desde la Otra campaña, el EZLN combatió sobre todo la candidatura de López Obrador, al que consideró el peligro mayor en el proceso electoral de manera políticamente indebida porque, en los hechos, ayudaba a los otros dos contendientes, el del PRI y el del PAN, ambos más reaccionarios y verdaderamente negativos. En el caso de AMLO, el peligro se concretaba en la posibilidad de que, en el seno del movimiento de masas, se generaran falsas expectativas respecto a que de ganar la presidencia pudiera resolver los graves problemas que aquejan al pueblo, producto de la dependencia, y que por esas ilusiones se desmovilizaran, lo que hubiera sido negativo para el proceso de construcción de una fuerza suficientemente grande como para incidir en la correlación de fuerzas en la lucha contra el imperialismo. Nuestro partido, que aplica de manera firme y coherente su política, decidida en el XIX Congreso, de apoyar e interactuar con todos los movimientos de masas y organizaciones que sean susceptibles de marchar contra el imperialismo, lo mismo ha estado con la Convención De-

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mocrática Nacional, influyendo en ella, que, desde luego y con mayor razón, en el Movimiento Nacional en Defensa del Petróleo, y en la Otra Campaña –no en calidad de “adherentes”, sino de participantes en pie de igualdad con el EZLN, eso fue lo acordado con ellos y lo que por nuestra parte, respetamos y cumplimos-, avanzando en torno a las coincidencias y actuando cada quien con libertad y autonomía, en cuanto a nuestras discrepancias. La Otra campaña ha sido un proyecto que se ha visto truncado por diversas causas. El EZLN en los hechos, se ha mantenido al margen de la lucha social, por lo menos así ha sido la tónica en los últimos dos años. Bilateralmente existe una relación de respeto entre el EZLN y nuestro partido. En el último año se ha agudizado aun más la lucha de clases en México. La burguesía subordinada no ha cejado en su intención de facilitar a sus amos una expoliación más intensa de los trabajadores y un saqueo cada vez mayor del país, pero no ha logrado avances importantes en sus fines. La clase obrera, por su parte, cerró el año habiendo capitalizado experiencias de lucha valiosas que le han permitido elevar su combatividad, avanzar en su articulación y cobrar cada vez mayor conciencia sobre la verdadera identidad de su enemigo fundamental, su naturaleza y las vías para derrotarlo. De hecho, el ascenso de las luchas populares va haciendo que llegue el momento en el que ya el imperialismo y sus lacayos no puedan imponer sus decisiones de manera impune, como lo venían haciendo hasta hace poco tiempo, aunque todavía no se alcanza a dar el viraje en cuanto a la correlación de fuerzas, que permita pasar a la ofensiva. No todo en los movimientos populares camina al mismo ritmo, es natural; tampoco todo, entre las distintas fuerzas, corrientes y agrupaciones en lucha. Algunas que habían logrado enormes movilizaciones de masas, muy promisorias por la fuerza numérica y espíritu de combate que alcanzaron, como es el caso de la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca, APPO, hace tiempo está estancada, ocasionado esto, en parte por la represión, que ha sido brutal, y también por la fatiga; pero viendo las cosas desde el ángulo de la indispensable autocrítica revolucionaria, también en buena medida por haber permitido que, en su seno, germinaran focos de oportunismo y de sectarismo entre algunos de sus componentes, que luego cayeron en disputas por intereses deleznables. No obstante, el movimiento popular de Oaxaca acumuló valiosas experiencias, y en su seno actúan fuerzas con la capacidad suficiente como para reencauzar la lucha y llevarla a planos más altos, hasta la victoria. El movimiento de los trabajadores mineros y metalúrgicos se mantiene activo y vigoroso aun en momentos en que la represión ha arreciado, sin haber permitido que los intereses patronales, amafiados con el gobierno de Felipe Calderón, destruyan su unidad sindical ni disminuyan su capacidad de lucha. El movimiento campesino ha tenido momentos de ascenso logrando enormes movilizaciones y puede entrar en una nueva dinámica, intensa, en fechas cercanas, porque el TL-


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CAN sigue aplicándose, en perjuicio de los productores nacionales, y de la soberanía en materia de insumos y alimentaria. Destaca en este sector el Movimiento Sin Maíz No hay País y sin Frijol Tampoco, por tener más claridad en cuanto a los objetivos de la lucha, tratando de superar la de carácter economicista, al precisar las causas fundamentales y los responsables del atraso y la miseria en el campo mexicano. Junto con la batalla contra la privatización del petróleo, la otra más destacada ha sido en el último año la que libran los trabajadores de la educación pública en todo el país, movilizados contra dos proyectos igualmente negativos, lanzados por el gobierno y las fuerzas más reaccionarias. Uno es el que tiende a privatizar la seguridad social de los trabajadores al servicio del Estado, como ya se hizo años atrás con la de los trabajadores de empresas privadas; el otro, la denominada Alianza por la Calidad de la Educación, que atenta contra la escuela pública, sus derechos y conquistas laborales y el carácter avanzado que todavía conserva la educación en México. Los maestros de escuela están en pie de lucha en todo el país y han escenificado combates sociales memorables. Un fruto significativo del esfuerzo para articular la lucha por emancipadora ha sido el surgimiento, los días 13 y 14 de septiembre de 2008, del Movimiento de Liberación Nacional, convocado su Congreso Constituyente entre partidos y organizaciones, entre ellas nuestro partido. El MLN tiende a ser una organización de organizaciones que agrupa ya a más de cincuenta, de carácter político, social, sindical, campesino, indígena, del movimiento urbano popular, de mujeres y de jóvenes, en lo que constituye el esfuerzo unitario más importante de varias décadas, orientado a dotar de eficacia la lucha contra el imperialismo y por el logro de nuestra segunda y definitiva independencia. En todos estos movimientos el PPS de México ha venido actuando y dando un aporte cualitativo importante, sin embargo, también existen desniveles no sólo en cuanto a participación en algunas regiones y entidades sino desde el punto de vista de la propia preparación política e ideológica de nuestros compañeros, deficiencias que debemos ir superando en el mismo terreno de la práctica. CUARTA PARTE EL PARTIDO POPULAR SOCIALISTA DE MÉXICO, LA INMINENTE REVOLUCIÓN DE LIBERACIÓN NACIONAL Y EL SOCIALISMO Todo cambio revolucionario requiere dos tipos de condiciones previas: las objetivas y las subjetivas. En nuestro país, las condiciones objetivas para el cambio revolucionario, que consisten en la intensa agudización de las contradicciones en el seno de la sociedad, están dadas.

La agudización de la contradicción imperialismo-dependencia –contradicción múltiple que se da entre el imperialismo y el conjunto de clases y sectores sociales que expolia-, es la concluyente. Pero también contribuyen, entre otras, la crisis del sistema capitalista mundial y las contradicciones que se dan entre las clases sociales en lo interno, puesto que inciden en la primera. Siendo el nuestro un país capitalista dependiente, la revolución hacia el socialismo, cuya realización y desenlace victorioso es el objetivo histórico de nuestro partido, en una fase inicial toma la forma de lucha por la liberación nacional respecto del imperialismo, que en nuestro caso como en general en los de América Latina, constituye la salida positiva para la crisis actual. Porque lo que es indispensable resolver con el fin de destrabar el desarrollo de las fuerzas productivas en las circunstancias actuales, es la dependencia de nuestra economía –y por ende, de nuestra vida política- respecto del imperialismo. La revolución de liberación nacional, por tanto, es inminente, y vendrá a ser la continuación dialéctica de la Revolución de Independencia, la de Reforma y la Democrático Burguesa y Antiimperialista de 1910; el cuarto tiempo de la misma sinfonía, según la llamara Vicente Lombardo Toledano. El obstáculo principal para ese proceso radica en la falta de las condiciones subjetivas, dado que éstas no existen todavía. La tarea ineludible y urgente consiste en crearlas. Su construcción exige de un gran movimiento de masas bien articulado, combativo y consciente de la necesidad de echar del poder a esa clase social entregada a intereses ajenos y contrarios a los del pueblo de México: la burguesía entreguista, subordinada al imperialismo; lo que implica echar al PAN, al PRI, al PRD y a los otros, menores, dado que el actual sistema político y de partidos, con todos sus componentes, están al servicio de ese nefasto sector de la burguesía, según lo han demostrado una y mil veces. El PPS de México y las condiciones subjetivas para la conquista de nuestra plena independencia económica y política. Crear las condiciones subjetivas significa construir a partir del movimiento de masas un gran bloque social que haga las veces, en nuestros días, de lo que fuera la gran rebelión social y política, amplia y plural de 1810, que acaudillara Hidalgo, en su primera fase, y después Morelos. Las veces de la gran fuerza, también plural, que constituyera la Revolución de Reforma. O del conjunto de fuerzas populares que se levantaron en 1910, no sólo contra la dictadura de Porfirio Díaz, sino sobre todo contra el fenómeno esencial que esta simbolizaba, la penetración creciente de los capitales ingleses y norteamericanos que se apoderaron pronto de todas las fuentes de riqueza de nuestro territorio. Porque un aporte fundamental de Lombardo al pensamiento marxista es éste, el haber puesto al descubierto que en los países dependientes como México, la lucha revolucio-

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naria durante una larga etapa, unifica en un frente común a clases y sectores diversos de la sociedad que entran en contradicción con la penetración extranjera y unen su esfuerzo para combatir por la liberación, por la independencia plena. A ese conjunto de fuerzas disímbolas, incluso con contradicciones entre sí, pero unidas en la lucha por un objetivo común de carácter superior, es a lo que Lombardo referiría con los nombres de Frente Nacional Antiimperialista, o Frente Nacional Democrático y Patriótico, en otro momento particular. Una alianza amplia y plural, ésta es la esencia; los componentes específicos de la misma, en cambio, son circunstanciales, igual que su grado de organicidad y formas concretas de lucha, pues todo esto depende de las condiciones concretas de cada momento. Construir el gran bloque social antiimperialista a partir del movimiento de las masas que día con día se rebelan contra los daños que les causa el imperialismo es la forma concreta que toma en nuestros días el Frente Nacional Antiimperialista; y la que toma la lucha revolucionaria histórica de nuestro pueblo, desde Hidalgo hasta nuestros días. Por su carácter clasista; por su ideología marxista, leninista y lombardista; por su visión clara y justa del momento que vivimos y de la perspectiva que se abre frente a nosotros; corresponde a nuestro partido más que a nadie, la responsabilidad de contribuir a educar políticamente y a organizar a todo ese amplio conjunto de fuerzas, para la conquista de la plena independencia nacional respecto del imperialismo. Por eso debemos multiplicar el trabajo de interacción con todas estas fuerzas y contribuir a que los diversos referentes de la lucha popular vayan comprendiendo que es necesario combatir, no sólo a los enemigos de uno u otro sector, en específico, de una u otra zona o región –al cacique, al líder corrupto y traidor, al patrón explotador, al gobernante espurio- sino a la clase social dominante en su conjunto -la burguesía subordinada- y todavía más, a la fuerza externa que sostiene a esta burguesía, el imperialismo. Y contribuir a que se desarrolle, por tanto, la conciencia sobre la necesidad de unir todas esas luchas particulares en una de carácter general, articulada y consciente, por nuestra segunda y definitiva independencia, ahora respecto del imperialismo, y por el cambio de régimen económico y social, hacia una Democracia del Pueblo, antesala de una sociedad socialista. Es decir, nuestro partido ha de responder al desafío de crear las condiciones subjetivas para que el pueblo de México alcance por fin el objetivo histórico por el que ha luchado secularmente, tener una Patria libre, independiente y soberana. Cambios necesarios en el Partido. Hacia una nueva etapa. Crear las condiciones subjetivas para la revolución victoriosa de liberación nacional, exige trabajar en tres ejes fundamentales. Uno de ellos, ya lo expresamos, es la cons-

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trucción del bloque social antiimperialista, a partir del movimiento de masas. Pero otro, fundamental, es fortalecer al propio partido. Preservar nuestras fortalezas y apoyarnos en ellas para la lucha que viene, que será más dura y compleja cada día, en la medida en que avance la agudización de la lucha de clases; tomar las medidas correctivas necesarias para corregir y eliminar nuestras debilidades. Lo señalado aquí tiene muchas implicaciones: Implica enriquecer y desarrollar la concepción de Lombardo sobre México y América Latina en el contexto de la concepción materialista de la historia, que en mucho sustenta nuestra diaria batalla de ideas. Implica desenvolver nuestra capacidad para examinar, con el método marxista, la realidad que es dialécticamente cambiante y actuar en todo momento en consonancia con la misma. Implica ejercer en la vida diaria la herencia de nuestra organización que, como vimos, se templó en la fragua del más duro combate, sin titubeos ni vacilaciones. Implica mantener al partido ligado de manera estrecha con las luchas populares, de las que jamás debió alejarse, abanderando y haciendo suyas las necesidades y los anhelos del pueblo. En el tiempo que ha transcurrido desde la reposición del XVIII Congreso, en 1997, mucho hemos rehecho y avanzado, sobre todo en las cuestiones de esencia, en el camino de construir al partido que la clase obrera y el pueblo de México necesitan, a la vista de los enormes desafíos de nuestro tiempo; pero en la misma medida en que avanzamos, nos damos cuenta de que nos falta mucho más; sobre todo por el ritmo intenso en que la agudización de las contradicciones avanza. Por eso, llegamos a la conclusión de que este XX Congreso es el momento oportuno de tomar medidas que nos permitan consolidar lo logrado y dar pasos hacia una nueva etapa de avances. En primer término, respecto al frente de la movilización de las masas y la construcción del gran bloque social antiimperialista, es necesario y urgente consolidar ese tipo de trabajo y extenderlo por toda la geografía del país; contribuir de manera decidida a construir la articulación indispensable entre la mayoría de los brotes de inconformidad y resistencia que surgen a diario en todas partes, a causa de la agudización de las contradicciones sociales que son producto de la creciente dependencia de México respecto de un sistema capitalista mundial en plena descomposición. Desterrar, por medio de la argumentación convincente y el ejemplo propio, las dudas que todavía puedan persistir en algunos camaradas, sobre la eficacia del trabajo directo de nuestros cuadros con dirigentes de corrientes, organizaciones y grupos populares. Nuestro trabajo debe ser simultáneo, arriba y abajo, con los dirigentes, con los cuadros medios y con las masas. Y debe involucrar a todos los camaradas del partido a esta tarea que es fundamental hoy. Hay que fortalecer al partido en su disciplina, que necesariamente debe ser consciente, porque de otro modo no sería una disciplina revolucionaria, comunista. Superar la “diver-


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sidad de prioridades al interior del partido”, que es ajena a una organización leninista, como la nuestra. Extirpar la práctica de la discusión interna abierta siempre, que no acata lo dispuesto por la mayoría ni se suma a las tareas resueltas; que reabre el debate venga o no al caso. Hay que fortalecer al partido en su organización y estructura; en el ejercicio ágil y eficaz en el frente de la propaganda y la agitación; en la existencia y eficacia del periódico partidario, instrumento del que no podemos carecer por más tiempo; en el uso muy eficiente de la Internet y de la radio, como herramientas todas éstas para la elevación de la conciencia de las masas. Y fortalecer al partido en sus finanzas, que han constituido quizá el “talón de Aquiles” el área de nuestra mayor debilidad en los últimos años. El nuevo Comité Central, los nuevos organismos de dirección deberán abocarse a atender con atingencia estas necesidades. Hay que fortalecer al partido en cuanto a la formación y promoción de sus cuadros, con audacia; en la elevación de la mística partidaria, el cariño a su identidad sustentada en los principios y en una larga y honrosa historia de luchas. También hay que fortalecerlo, siempre, en una ética revolucionaria a toda prueba, de principios, de abnegación y lucha, que cierre la puerta de manera total y definitiva a vicios, ambiciones ilegítimas y errores como los que afloraron en una época negra, de la que se da cuenta en este informe. Hay que fortalecer al partido haciendo los cambios en su Estatuto que le permitan responder con mayor agilidad a los desafíos de esta etapa de la lucha, cada vez más aguda, con eficacia revolucionaria. Y haciendo los cambios precisos a sus otros documentos básicos, Declaración de Principios y Programa, si es que en efecto, se requieren. Hay que fortalecer al partido por la vía de la cooptación de todos aquellos compañeros de los frentes de masas que se destaquen por su verticalidad, por su entrega a la lucha, por su elevación de miras, abrir la puerta para compartir con ellos de la manera más fraternal esta gloriosa trinchera de la clase obrera y el pueblo de México, de la que legítimamente estamos orgullosos. Hay que fortalecer al partido sosteniendo una alta solidaridad internacional, como lo hemos hecho, y un intercambio muy ágil e intenso de ideas, valoraciones y experiencias con el movimiento comunista y revolucionario del mundo y sobre todo el de nuestra región latinoamericana y caribeña, sobre la base del principio del internacionalismo proletario que hoy tiene mayor validez que nunca. Hay que fortalecer al partido renovando sus cuerpos de dirección en este XX Congreso sobre la base del principio de renovación y continuidad; relevando a los camaradas que sea pertinente; promoviendo a responsabilidades más altas a los camaradas que han dado pruebas de merecerlo, a los que se han destacado; aprovechando las capacidades de todos los cuadros de la mejor manera posible, utilizando a cada quién en las tareas más adecuadas según sus características y en función de las necesidades del partido en esta etapa.

El capítulo de la relación del partido con las masas juveniles de nuestro país, requiere de un tratamiento a fondo que revise nuestras experiencias, las históricas y las recientes, que observe los aciertos y errores cometidos y que sustente las acciones a emprender, en una discusión amplia en la que participen todos los camaradas del partido que tengan algo que aportar al respecto, tarea que debe abordarse en el corto plazo, luego de la conclusión del congreso. Es indispensable avanzar, en ese frente, al mismo ritmo que en el frente de masas, o quizá con mayor rapidez y firmeza aún. El nuevo Comité Central deberá convocar a ese debate y organizarlo con premura. El caso específico de una entidad del país donde de manera excepcional fue necesario disolver el núcleo estatal de dirección, luego de que se agotaran las posibilidades de que los camaradas involucrados en un conflicto personal pudieran distinguir, en los hechos y no sólo de palabra, entre ese conflicto y las actividades del partido y de la lucha revolucionaria, haciéndose cargo el Primer Secretario de las tareas de la dirección estatal e instrumentándolas a través de los dos compañeros del comité central que allá militan, el nuevo Comité Central, los nuevos organismos de dirección, deberán dar pasos para restituir a la brevedad las condiciones de trabajo normal a partir de las capacidades de nuestros cuadros más valiosos, preservando los derechos de todos los camaradas, evitando cualquier tipo de atropello contra nuestros militantes, producto de represalias por conflictos personales, promoviendo el surgimiento de los núcleos de base necesarios y reestructurando el núcleo estatal. Por lo que hace al frente electoral, nuestro partido no es enemigo de esa forma de lucha; la conoce a fondo, ha intervenido en elecciones a lo largo de su existencia y ha participado en la lucha parlamentaria en numerosas legislaturas, federales y locales, llegando a librar y a ganar batallas muy significativas a favor de la clase social a la que sirve, la clase obrera, e impulsando la liberación económica y política de México, la elevación del nivel de vida del pueblo y la construcción de un régimen democrático de verdad. En el nivel de los principios, nuestro partido sustenta que todas las formas de lucha son válidas, y son las condiciones que prevalezcan las que determinan cuál se privilegia en un momento dado. Es decir, se trata de una cuestión de nivel táctico. Por eso, por las condiciones actuales, el PPS de México no participa en elecciones. Ninguno de sus cuadros acepta ser postulado candidato a puesto alguno de elección popular, porque el partido ha valorado que hoy, luego de los retrocesos que se dieron en la vida democrático-electoral del país como fruto de la globalización neoliberal, ese frente se volvió inservible para la lucha revolucionaria. La burguesía servil al imperialismo transformó a los partidos más o menos progresistas en instrumentos sin diferencia de los que históricamente han estado a su servicio. Y los procesos electorales, en herramientas útiles para dividir a los frentes y organizaciones populares, y para sembrar la corrupción.

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En estas condiciones, siempre que el partido percibe que un movimiento o frente de masas se ve amenazado en su integridad a causa de la disputa, ya sea por la decisión táctica de participar o no en las elecciones, o por las posibles candidaturas, alerta a los demás componentes del movimiento o frente del que se trate, haciéndoles ver que la unidad en torno a objetivos superiores está muy por encima de esas cuestiones menores; si el debate es por participar o no, nuestro partido promueve que eso quede a criterio de cada componente y no se trate de obligar a todos a adoptar una posición común; y si la disputa es por postulaciones, llama a todos a la cordura y a no provocar rupturas. Por eso mismo es que los cuadros del PPS de México no aceptan candidaturas, para que nadie de los aliados los perciba como oportunistas en proceso de corrupción; tampoco como competidores en una lucha por posiciones rentables en lo económico; esa recta conducta refuerza nuestra autoridad política y moral. En tanto no dañe al movimiento de masas, el partido no se opone a que otras fuerzas amigas participen en procesos de ese tipo. Reconoce que hay quienes utilizan con honestidad las tribunas parlamentarias para denunciar a los enemigos del pueblo; que hay también quienes requieren el puesto para abrir las puertas de ciertas autoridades y realizar gestiones a favor de sus agremiados; en fin. Incluso, en ciertas circunstancias, puede revertirse la tendencia y servir, los procesos electorales, para estrechar la alianza bilateral o multilateral de nuestro partido con otras fuerzas; por eso, a veces estamos dispuestos a apoyar a los candidatos que sean cuadros de organizaciones aliadas, bajo ciertas, estrictas condiciones: entre ellas, un programa justo y un firme compromiso de honestidad, transparencia y de sujetarse al escrutinio popular en sus actividades. En otras circunstancias, cuando la propia fuerza del movimiento de masas alcance para cambiar las condiciones actuales, como ha sucedido en Bolivia, Venezuela y Ecuador, por ejemplo, el partido lo valorará y resolverá lo conducente. El PPS de México y la construcción del partido único de la clase obrera El tercer eje en el proceso de crear las condiciones subjetivas para la revolución victoriosa de liberación nacional en México, es el de avanzar en el camino de la unidad de todos los partidarios de una sociedad socialista y comunista. La izquierda partidaria del socialismo está hoy más fragmentada que nunca en nuestro país, sobre todo como resultado de los efectos perniciosos de la globalización neoliberal. Nuestro partido desde siempre ha sido enemigo de la autosuficiencia y partidario firme de la unidad de todos los comunistas. En los años recientes hemos desplegado una consecuente actividad para acercarnos a todos los partidos, corrientes, grupos y organizaciones que se han asumido como comunistas, con el nombre que sea, o como adversarias del sistema capitalista y partidarias del socialismo. A nadie le hemos pues-

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to obstáculos ni hemos ejercido prejuicios de ninguna índole. Tenemos muy en claro que avanzar hacia la unidad no es una tarea sencilla ni que se pueda realizar necesariamente en el muy corto plazo; no tenemos prisa, pero tampoco le damos largas al asunto. Hemos dejado constancia de nuestra plena disposición de trabajar unitariamente, sin exclusiones previas, con todos los demás partidos y organizaciones que coincidan en ese objetivo histórico. Que estamos en la disposición de discutir de manera colectiva y construir, entre todos los que concurramos, una única concepción teórica, una única línea estratégica y táctica, una línea política única y un partido único, integrado de manera plena. En tanto se desarrolla ese proceso, nuestro partido ha demostrado su plena disposición de avanzar por la vía de la unidad en la acción, que en este momento es fundamental, sobre todo en el proceso de interacción con las numerosas fuerzas que concurren en los diversos estallidos de protesta, en los varios frentes de masas en proceso de construcción. Hoy mantenemos relaciones bilaterales de respeto mutuo con varias organizaciones y partidos con los que antes sosteníamos infructuosos conflictos. Evitamos el estéril trato agresivo respecto de los antiguos miembros de nuestro partido, luego de la ruptura y reconstrucción del mismo, ahora como PPS de México aun con ellos hemos resuelto mantenernos dispuestos al diálogo, siempre que sea sobre la base de los principios de la lucha revolucionaria, y dispuestos al trabajo de unidad en la acción. Sostenemos lazos de fraternal colaboración, de consultas e intercambios frecuentes con otros partidos y organizaciones hermanas con las que antes no nos reuníamos y en las que reconocemos ahora a camaradas valiosos. Y hemos avanzado en la construcción del que va siendo el esfuerzo más importante y significativo de unidad de la izquierda revolucionaria de México en muchos años, el Movimiento de Liberación Nacional, cuyos objetivos son coincidentes con los nuestros: la liberación del pueblo mexicano respecto del imperialismo y la burguesía que le sirve; convertir en realidad el postulado de que la Soberanía nacional reside en la autoridad suprema del pueblo de México para decidir el destino del país. El MLN tiene los rasgos de una organización de organizaciones que sin perder su autonomía, articulan sus acciones con el fin de instaurar un nuevo gobierno y un nuevo estado, capaces de recuperar el control y la propiedad de las fuerzas productivas de la nación y de garantizar la justicia social, la soberanía nacional. En sus documentos básicos se asienta asimismo la necesidad insoslayable del porvenir socialista de nuestro país. Nuestro partido ha asumido como propia la tarea de contribuir al fortalecimiento del MLN, en cuyo seno ha encontrado un ambiente fraternal y una notable madurez, por parte de todas las demás organizaciones que confluyen en su actividad. Camaradas: calificamos este XX Congreso como muy importante en la vida del partido y, por tanto, en la lucha revolucionaria por la transformación de México en un país plenamente independiente y soberano en proceso de cons-


XX Congreso ¡Por la liberación nacional y el socialismo!

trucción de una sociedad superior, sin explotadores ni explotados, una sociedad socialista y comunista, quizá de los más significativos en su historia. Un congreso de consolidaciones y cambios. Uno que debe fortalecer aún más nuestras cualidades, las que hemos desarrollado a lo largo de 60 años de luchar de manera infatigable al lado de la clase obrera, nuestra clase social, y que debe tomar medidas para corregir nuestros defectos y debilidades. Un congreso que debe tomar decisiones trascendentes, para poner a nuestro partido a tono con las severas responsabilidades que le exige la actual etapa de la vida de México, en el actual contexto de América Latina y del mundo. Esa enorme tarea recae en el partido todo, sobre todo en sus cuadros y en sus militantes.

Confiamos en nuestra capacidad colectiva para cumplir con honor tan altas responsabilidades. ¡Viva El Glorioso Partido Popular Socialista De México, El Indestructible Partido De Vicente Lombardo Toledano! ¡Viva El Internacionalismo Proletario! ¡Viva La Clase Obrera! ¡Viva El Pueblo De México!

ANEXO Tabla 1. Lista de los mexicanos más ricos en 2008, según la revista Forbes Ranking Mundial 2 85 127 154 247 573 707 743 743 785 NF NF NF

Nombre Carlos Slim Helu & family Alberto Bailleres & family German Larrea Mota-Velasco & family Ricardo Salinas Pliego & family Jeronimo Arango Isaac Saba Raffoul & family Roberto Hernandez Ramirez Emilio Azcarraga Jean Alfredo Harp Helu & family Lorenzo Zambrano & family Ma. Asunción Aramburuzavala Y Fam. Eugenio Garza Lagüera Y Fam. Carlos Peralta Y Fam.

Edad 68 75 54 52 82 84 66 40 64 63 NF NF NF

Miles de Millones USD 60.0 9.8 7.3 6.3 4.3 2.1 1.7 1.6 1.6 1.5 NF NF NF

Elaborada con datos de la revista Forbes y de revistas especializadas

Tabla 2 Población total, población económicamente activa (PEA) y población ocupada, 1960, 1995 y 2008 Población

1960

%

1995

%

20081

%

Total

34’923,129

100.00

91’158,290

100.00

106’682,518

100.00

Pea

11’253,2972

32.21

35’844,545

39.32

45’460,003

42.61

Ocupada

11’171,7273

31.99

33,881,000

37.17

43’866,696

41.11

1 Hasta 2004, se considera como parte de la pea a la población de 12 años y más. Desde 2005, se considera a la población a partir de 14 años. 2 Considera como parte de la pea a la población de 8 años y más. 3 Considera solamente a la población de 12 años y más. Elaborada con datos de: secofi, dirección general de estadística, viii censo general de población 1960, resumen general, México, 1962; inegi, conteo de población y vivienda, 1995, y consejo nacional de población. En: www.Conapo.Gob.Mx (septiembre de 2008)

35


Tabla 3 Población ocupada total y por sectores 1960, 1995 y 2008

Población

1960

Ocupada

11’332,016 6’143,540

Sector Secundario

2’147,343

Sector Terciario

2’959,342 81,791

Sector Primario

No Especificado

%

1995

%

2008*

%

100.00

33,881,000

100.00

43’866,696

100.00

54.21

7’636,777

22.54

5,758,563

13.13

18.95

8’256,800

24.37

11,180,999

25.49

26.12

17’872,228

52.75

26,594,105

60.62

0.72

115,195

0.34

333,029

0.76

1 Hasta 2004, se considera como parte de la población ocupada, a la población de 12 años y más. Desde 2005, se considera a la población a partir de 14 años. Elaborado con datos de: Secofi, Dirección General De Estadística, Viii Censo General De Población 1960, Resumen General, México, 1962; Inegi, Conteo De Población Y Vivienda, 1995; Inegi, Encuesta Nacional De Ocupación Y Empleo. Infolaboral. Sistema Para La Consulta De Indicadores Estratégicos. En: Www.Inegi.Org.Mx (17 De Agosto De 2008);

Tabla 4 Total de trabajadores subordinados y remunerados, y por sectores 1960, 1995 y 2008 Trabajadores

1960

%

1995

%

2008*

%

Subordinados y Remunerados

7’188,381

100.00

27’347,481

100.00

28’905,410

100.00

Sector Primario

3’296,465

45.86

6’193,512

22.65

2’126,533

7.36

Sector Secundario

1’759,337

24.47

5’836,656

21.34

8’411,792

29.10

Sector Terciario

2’132,579

29.67

15’317,313

56.01

18’077,098

62.54

0

0

0

0

289,987

1.00

No Especificado

Elaborado con datos de: SECOFI, Dirección General de Estadística, VIII Censo General de Población 1960, Resumen General, México, 1962; INEGI, Conteo de Población y Vivienda, 1995;.STYPS, Indicadores Estratégicos de Ocupación y Empleo Nacional 2005-2008. Septiembre de 2008.

Tabla 5 Población total, urbana y rural, 1960, 1995 y 2008

Población

1960

%

1995

%

2008

%

Total

34’923,129

100.00

91’158,290

100.00

106’682,518

100.00

Urbana

17’705,118

50.70

67’003,515

73.50

82’145,539

77

Rural

17’218,011

49.30

24’154,775

26.50

24’536,979

23

Elaborado Con Datos De: Secofi, Dirección General De Estadística, Viii Censo General De Población 1960, Resumen General, México, 1962; Inegi, Conteo De Población Y Vivienda, 1995;

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XX Congreso ¡Por la liberación nacional y el socialismo!

Proposición de modificaciones a la Declaración de Principios

3.

CONSIDERANDO: 1. Que el Congreso del Partido tiene entre sus facultades la de aprobar la Declaración de Principios, el Programa y los Estatutos y modificarlos cuando lo considere necesario. 2. Que la Declaración de Principios es un documento que contiene los principios fundamentales que guían al Partido; que es por tanto un documento de carácter general y de larga duración, que no está sujeto, por lo tanto, a las circunstancias más cambiantes, resultado de la dinámica de la lucha de clases sobre la sociedad. Que por lo mismo, no suele requerir que los congresos del Partido lo reformen con frecuencia. 3. Que sin embargo, debe ser revisado con acuciosidad y, de ser necesario, ajustado en las cuestiones que así lo requieran. 4. Que como se valora en el Informe Político al XX Congreso, entre las tendencias de largo aliento que registra nuestro tiempo se hallan no sólo la lucha por vencer el atraso y por la independencia plena, que libran numerosos pueblos del mundo y de América Latina, sino también acentuadamente la lucha por construir regímenes socialistas, y que, desde luego, nuestro pueblo se identifica por completo con los intereses de esos pueblos hermanos.

4.

5.

6. LA DIRECCIÓN NACIONAL DEL COMITÉ CENTRAL, PROPONE: Adicionar el párrafo séptimo de la Declaración de Principios para quedar como sigue: 1. La lucha secular del pueblo mexicano por su independencia nacional, primero por su independencia política y después por su independencia económica, ha estado impregnada de un profundo anhelo de justicia social. Su móvil, no han sido las ideas abstractas, vacías de contenido, sino los objetivos concretos que, al elevar las condiciones de su existencia, conviertan en realidades tangibles la libertad de las personas, los derechos democráticos y la independencia plena de la Nación. 2. Desde la Revolución de Independencia, que alumbró el nacimiento de México, hasta la Revolución iniciada en 1910, pasando por la Revolución de Reforma, el

7.

principal actor del drama histórico ha sido el pueblo trabajador. El mérito de los grandes hombres que lo guiaron en esas etapas críticas reside en que supieron ser sus fieles intérpretes. El Partido Popular Socialista de México, surgido de la entraña del pueblo mexicano, al recoger esa herencia revolucionaria, declara que su objetivo fundamental es llevarla adelante en las nuevas condiciones de México y del mundo, con la convicción de que las aspiraciones fundamentales del pueblo sólo podrán alcanzar su plena satisfacción en una sociedad comunista. México no ha estado nunca ni puede estar al margen de las leyes que rigen el proceso de las sociedades humanas. Su historia prueba que, aunque con particularidades propias y formas específicas, su transformación desde el régimen de la comunidad primitiva hasta el sistema capitalista, pasando por la esclavitud y el feudalismo, ha seguido las líneas generales del desarrollo de la sociedad descubiertas por el socialismo científico. El destino de México ha sido modelado con sus propios elementos, pero también con ingredientes de afuera. Cuando las ideas externas han contribuido a la solución de los grandes problemas y al avance del pueblo y de la Nación, legítimamente se han convertido en patrimonio propio. En las condiciones actuales del mundo, cuando el imperialismo, con todo su poderío económico, político y militar, se ha convertido en el principal obstáculo para el avance de los pueblos que luchan por su independencia y por vencer su atraso económico y social, el pueblo mexicano no puede alcanzar su plena independencia y los objetivos democráticos y de justicia social de la Revolución que inició en 1910, siguiendo el camino que la democracia burguesa ha recorrido en su larga evolución hasta llegar al imperialismo, su última etapa. El Partido Popular Socialista de México declara que sólo un sistema de democracia popular puede alcanzar todos los objetivos de la Revolución Mexicana, convertir en realidad los postulados sociales inscritos en la Constitución de la República, y hacer avanzar a México mediante el uso cabal de su soberanía hacia un orden social sin explotadores. La democracia del pueblo significa la exclusión del poder público de los elementos ligados a las fuerzas reaccionarias, a los monopolios extranjeros y a sus agentes. El gobierno debe integrarse con auténticos representantes de la clase obrera, de los campesinos, de la intelectualidad avanzada, de la pequeña burguesía rural y urbana y de la burguesía nacional, bajo la dirección de la clase obrera. Entre el pueblo de México y todos los pueblos de la Tierra que luchan por vencer el atraso, conquistar su independencia y construir sociedades socialistas, existen intereses comunes. Sus enemigos son los mismos: el imperialismo y la reacción interior. Esta comunidad de

37


intereses es más patente entre los pueblos de América Latina. Por tanto, el Partido Popular Socialista de México declara que una de las condiciones para el logro de las aspiraciones comunes de los países de América Latina es su solidaridad, su ayuda mutua y el estrechamiento de sus relaciones económicas, políticas y culturales y la búsqueda de una estrategia de la región para enfrentar las serias amenazas que representa el proyecto imperialista de integración subordinada. 8. La solidaridad entre los pueblos no significa la intervención de los gobiernos de sus países en los asuntos internos de otros. En la lucha común por el advenimiento de una sociedad superior a la de hoy, cada pueblo ha de seguir sus propias vías de desarrollo. El Partido Popular Socialista de México declara que el socialismo en nuestro país será principalmente el fruto del movimiento revolucionario mexicano, de la madurez de la conciencia de clase del proletariado mexicano, de su entrenamiento político, de su organización, de su lucha, y, sobre todo, de su capacidad para conquistar la dirección de todo el pueblo trabajador, llevándolo al convencimiento de que sólo con el régimen socialista podrá liberarse de la miseria, de la insalubridad, de la ignorancia y del temor al futuro. 9. Los elementos más reaccionarios del imperialismo no sólo atentan contra la soberanía, la integridad y la libertad de nuestros pueblos, sino que, con el fin de mantener y restablecer la dominación capitalista en toda la Tierra no han vacilado en utilizar todas las formas de intervención: económica, diplomática, política y militar. Este último aspecto no solamente representa un permanente riesgo para la humanidad, sino que constituye un enorme dispendio de recursos que la humanidad demanda para la solución de sus seculares problemas económicos y sociales. Frente a esta realidad, el Partido Popular Socialista de México declara que continuará su lucha por el desarme total y completo; por el respeto al derecho de autodeterminación de los pueblos y la no intervención en sus asuntos internos; y porque los recursos que ahora se destinan a la fabricación de armas de todo tipo, se orienten a resolver los problemas que agobian a millones de seres humanos. 10. El socialismo científico es una doctrina social y política esencialmente humanista. Su fin es la liberación del hombre de todas las formas de explotación a que ha estado sometido, a efecto de erradicar para siempre la miseria y la ignorancia e instaurar una nueva sociedad, en la que los valores materiales y espirituales creados por ella misma sean patrimonio común, como resultado de la cooperación fraternal entre todos sus componentes. Si los seres humanos han desarrollado las fuerzas productivas, han sustituido unas formaciones socioeconómicas por otras

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más avanzadas, han creado y enriquecido la cultura y establecido diversas formas de la superestructura jurídica-política, en la actualidad deberán realizar su lucha por crear las condiciones para que se realicen los fines del socialismo. 11. La vida del mundo y de México es cambiante. Tesis válidas ayer o en otros lugares, pueden dejar de tener vigencia hoy o ser inoperantes en nuestro país. Esto significa que hay necesidad de analizar concienzuda y profundamente la realidad mundial y nacional, una y otra vez, para que nuestros programas y nuestras tesis respondan siempre a la situación cambiante. El dogmatismo, que pretende convertir las tesis y los principios en normas válidas para todos los tiempos y todas partes, ocasiona un gran daño a la causa revolucionaria. Lo mismo el sectarismo, que niega la necesidad de la alianza con otras fuerzas sociales y políticas para el logro de ciertos objetivos concretos. Son también peligrosamente dañinos el revisionismo que, con el pretexto de la originalidad del movimiento social de México, a la que se da un carácter absoluto, vuelve la espalda a la filosofía del marxismo-leninismo, y el oportunismo, que se conforma con éxitos parciales sacrificando las metas esenciales. El Partido Popular Socialista de México mantendrá una lucha resuelta contra estas desviaciones, se esforzará en elevar el nivel político de todos sus militantes y cuadros dirigentes, y librará de modo sistemático una lucha resuelta contra la ideología burguesa, fuente de esas tesis erróneas. 12. La unidad, independencia y elevación de la conciencia del movimiento obrero mexicano, su alianza con los campesinos y demás fuerzas progresistas, y la creación de un amplio frente democrático y antiimperialista, son obstaculizadas por la división de los grupos que declaran basar su actividad en las ideas del socialismo. Por tanto, el Partido Popular Socialista de México se esforzará por la unidad de esos grupos y declara su disposición a fundirse en un solo gran partido de la clase obrera sobre la base de un programa colectivamente discutido y aprobado, que tenga en cuenta la realidad nacional. 13. El Partido Popular Socialista de México declara que es un partido marxista-leninista y que sustenta, por tanto, la ideología del socialismo científico. 14. Con base en estos Principios, el Partido Popular Socialista de México formulará su programa general y sus demandas inmediatas, organizará su actividad permanente y estudiará cada problema para proponer su solución adecuada, convencido de que el desarrollo de México, impulsado vigorosa y hábilmente por la clase obrera y su partido -por hoy el propio Partido Popular Socialista de México- llevará a su pueblo a niveles de vida cada vez más elevados y justos, hasta que logre su liberación definitiva.


XX Congreso ¡Por la liberación nacional y el socialismo!

Proposición de modificaciones al Programa del Partido CONSIDERANDO: 1. Que el Programa permanente de nuestro Partido debe responder de la manera más rigurosa a nuestro objetivo histórico, de acuerdo con las condiciones del desarrollo económico y social en que se encuentra la vida nacional en una etapa concreta y en el marco de las condiciones del mundo. 2. Que los cambios producidos en el último cuarto de siglo, con la irrupción del fenómeno denominado Globalización neoliberal, en el mundo, y su consecuencia en México, el ascenso como clase social dominante de la burguesía proimperialista y los profundas modificaciones que conllevó en los ámbitos de la economía, lo social, lo jurídico y lo político obligadamente deben reflejarse en nuestro Programa. LA DIRECCIÓN NACIONAL DEL COMITÉ CENTRAL, PROPONE: Una nueva redacción para el párrafo 1º para ponerlo a tono con la etapa contemporánea. En el mismo sentido, propone la supresión del párrafo sexto para quedar, el texto en su conjunto, de la siguiente manera: (El texto anterior, que se sustituye, está anotado abajo del nuevo párrafo, con sangría y letra más pequeña) 1. El Partido Popular Socialista de México lucha por la transformación del régimen social que prevalece en nuestro país, para sustituirlo por el sistema socialista. Esta es su finalidad histórica. En el camino de alcanzarla, luchará por la completa liberación de México respecto del imperialismo y por desplazar a la burguesía proimperialista de la dirección el Estado. Al lado de todas las fuerzas populares y sociales que estén dispuestas a hacerlo, luchará por construir un Estado que sirva a los intereses del desarrollo nacional con independencia económica y política. Un Estado que administre las empresas y ramas de la economía estratégicas para la soberanía y el desarrollo nacional; que rescate las que fueron privatizadas, sobre todo las entregadas a los capitales extranjeros, y que acelere el desarrollo de las fuerzas productivas de México, entendiendo que la economía en su conjunto debe estar al servicio de los intereses de la Nación, de su desarrollo independiente y soberano y del progreso y bienestar del pueblo. Un Estado que contribuya a liberar al país de la

dependencia del mercado de los Estados Unidos de Norteamérica y en general, del mercado imperialista que domina el escenario del mundo de nuestros días. Un Estado que combata la influencia que los círculos imperialistas tienen en la vida interior de nuestro país por la penetración de sus medios y a través de sus servidores. Un Estado que se dedique a mejorar las condiciones de vida de las masas populares; aumentar sus recursos; liquidar el analfabetismo; incrementar los servicios sociales y de salubridad; mejorar cuantitativa y cualitativamente la educación y formar los cuadros medios y superiores para el progreso de la Nación; defender y acrecentar nuestra cultura. Un Estado auténticamente democrático que esté al servicio de la inmensa mayoría de los mexicanos, constituida por el pueblo trabajador. Un Estado que diversifique el comercio de México hacia todos los mercados del mundo, de acuerdo con el principio de beneficio mutuo y sin condiciones políticas; que incremente las relaciones del pueblo mexicano con todos los pueblos del mundo e impulse la integración con los de la América Latina y el Caribe. Un Estado que defienda la causa de la paz luchando por el desarme, y que exija y promueva activamente en la arena internacional el pleno respeto al principio de no intervención y al derecho de autodeterminación.

El Partido Popular Socialista de México lucha por la transformación del régimen social que prevalece en nuestro país, para sustituirlo por el sistema socialista. Esta es su finalidad histórica; pero antes de alcanzarla, de aportar su esfuerzo para crear el nuevo modo de vida del pueblo mexicano, contribuirá a fortalecer la economía en manos del Estado; defender y consolidar las empresas y ramas de la economía estratégicas para la soberanía y el desarrollo propio que no han pasado a manos privadas; rescatar las que fueron privatizadas, sobre todo las entregadas a los capitales extranjeros, y acelerar el desarrollo de las fuerzas productivas nacionales, entendiendo que la economía en su conjunto debe estar al servicio de los intereses de la Nación, de su desarrollo independiente y soberano y del progreso y bienestar del pueblo. Contribuirá a liberar al país de la dependencia del mercado de los Estados Unidos de Norteamérica y de la influencia que sus círculos imperialistas tienen sobre su vida interior. Contribuirá a mejorar las condiciones de vida de las masas populares; aumentar sus recursos; liquidar el analfabetismo; incrementar los servicios sociales y de salubridad; mejorar cuantitativa y cualitativamente la educación y formar los cuadros medios y superiores para el progreso de la Nación; defender y acrecentar nuestra cultura; instaurar un auténtico régimen democrático; recuperar los principios progresistas de la Constitución; que han sido derogados, defender y consolidar los que aún se conservan y aplicar unos y otros con sentido revolucionario; diversificar el comercio de México hacia todos los mercados del mundo, de acuerdo con el principio de beneficio mutuo y sin condiciones políticas; incrementar las relaciones del pueblo mexicano con todos los pueblos del mundo e impulsar la integración con los de la América Latina y el Caribe; ocupar un sitio de importancia en el escenario internacional, defendiendo la causa de la paz, luchando por el desarme, por el principio de no intervención y por el derecho de autodeterminación.

2. Para el Partido Popular Socialista de México no hay calendarios estrictos ni plazos fijos, porque sabe que la evolución progresiva de la sociedad es el resultado de una acumulación de hechos que se traducen siempre en saltos de la cantidad a la calidad, que pueden producirse

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en un plazo breve, y que para intervenir en ellos es indispensable conocer a fondo las leyes objetivas que rigen ese proceso de la comunidad humana. 3. El programa del Partido Popular Socialista de México se deriva de su Declaración de Principios. Es un Programa que tiene objetivos inmediatos y futuros y se fundamenta en la aplicación certera de la teoría del marxismo-leninismo al desarrollo histórico de México y del mundo. Es el resultado de la experiencia histórica de las luchas del pueblo mexicano y no de una concepción abstracta de los fines a los que se puede llegar confiando en la falsa idea de una evolución mecánica del pueblo mexicano. 4. El Partido Popular Socialista de México considera que el hombre es un producto de la naturaleza, que la sociedad humana es el resultado del proceso de desarrollo del mundo y de la vida; pero también sabe que el hombre y la sociedad que ha construido influyen en las causas de las que surgieron y pueden convertirlas en efectos de su esfuerzo. El pueblo mexicano actual es el fruto de la evolución de las fuerzas productivas del país y de las relaciones de producción; pero la experiencia demuestra que ese pueblo en constante lucha ha sabido multiplicar sus recursos para poder vivir y ha modificado también las relaciones de producción. La Revolución Mexicana cambió progresivamente a México pero su desarrollo se vino dando con altibajos, regímenes progresistas fueron sustituidos por otros entregados a los intereses externos. Posteriormente, los gobiernos neoliberales rompieron todo vínculo con la Revolución Mexicana y se dedicaron

Proposición de modificaciones al Estatuto, para ponerlo a la altura de las responsabilidades de la lucha revolucionaria actual. CONSIDERANDO: 1. Que en el Informe Político al XX Congreso de nuestro partido se hace un amplio análisis de nuestras fortalezas y debilidades y se plantea la necesidad de vigorizar aun más las primeras y combatir las segundas, trocándolas en nuevas fortalezas.

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a destruir toda su obra positiva. Hoy estamos en el principio de nuevas luchas del pueblo que habrán de llevarlo en el porvenir no lejano a su liberación definitiva. 5. El Partido Popular Socialista de México lucha porque nuestro país pase de una democracia burguesa a una democracia del pueblo, para que pueda llegar después al socialismo. Ese es el contenido fundamental de su Programa y de su Línea Estratégica y Táctica. Su batallar ininterrumpido ha creado ya un patrimonio ideológico y una rica experiencia que deben ser examinados constantemente por todos sus miembros y simpatizantes, a fin de que puedan comprender el contenido fundamental de su Programa, ya que éste obedece al proceso dialéctico del propio Partido, a su proceso dinámico, que no es sino el reflejo del devenir del pueblo mexicano y, principalmente, de la lucha de su clase trabajadora, de sus demandas y de la proclamación de sus finalidades históricas. 6. (El Programa permanente del Partido Popular Socialista de México consiste en la elevación sistemática del nivel de vida del pueblo, el desarrollo económico independiente de la Nación, la ampliación del régimen democrático y el aumento de su prestigio en el escenario del mundo.) Se suprime. 7. El Programa del Partido Popular Socialista de México ha de llevar al pueblo mexicano, bajo su dirección, a nuevas y altas etapas de la justicia, de la civilización y de la cultura, lo llevará a la construcción del socialismo en nuestra Patria.

2. Que se plantea asimismo la gran responsabilidad que tiene nuestro Partido en las condiciones actuales del mundo y de México, en un momento en el que, estando maduras las condiciones objetivas para la Revolución que libere a nuestro pueblo respecto del imperialismo de manera definitiva, es urgente construir las subjetivas, tarea a la que debe abocarse el Partido de Vicente Lombardo Toledano con el máximo de eficacia posible. 3. Que la estructura de un Partido Leninista deber estar invariablemente sustentada en los principios, pero debe ser flexible en las formas y responder a las necesidades de la lucha de acuerdo a las condiciones en que ésta se desarrolla. 3. Que, entre otras decisiones del XX Congreso, éste debe resolver sobre posibles modificaciones a la estructura del Partido, las que teniendo sustento en su Estatuto, requerirán por tanto cambios en el mismo. 4. Que es necesario aprovechar al máximo a nuestros cuadros; obtener de cada uno todo lo que pueda rendir, de acuerdo a sus características personales.


XX Congreso ¡Por la liberación nacional y el socialismo!

LA DIRECCIÓN NACIONAL DEL COMITÉ CENTRAL, PROPONE: 1. Desaparecer las figuras de Dirección Nacional y Secretariado. 2. Desparecer las figuras de Primer Secretario y Segundo Secretario. 3. Establecer la Dirección Política y la Comisión Ejecutiva Nacional. 4. La Comisión Ejecutiva Nacional tendrá a su cargo la mayor parte de las actividades de la actual Dirección Nacional y todas las del actual Secretariado. Será la encargada, entre otras cuestiones, de la propaganda y la agitación, las finanzas y el despliegue de la más intensa actividad en el frente de masas en todo el país; así también, de la política de promoción de cuadros, de la organización del Partido y su estructura, y de la actividad que el partido deba impulsar y/o realizar, para llevar sus ideas a las masas juveniles. Debe ser un organismo muy ágil, dinámico y bien coordinado, que despliegue un trabajo intenso. 5. La Comisión Ejecutiva Nacional será encabezada por el Secretario General quien, además, por estatuto formará parte de la Dirección Política. 6. La Dirección Política se ocupará de las cuestiones teóricas, del análisis constante de la realidad, de las decisiones de estrategia y táctica, del trato con partidos hermanos y organizaciones aliadas y afines, nacionales e internacionales, en lo que implique cuestiones de estrategia y táctica o de tipo teórico; no así en lo cotidiano. 7. Establecer la figura del Presidente del Partido, quien encabezará al Comité Central y la Dirección Política. 8. El Presidente del Partido y el Secretario General, deberán mantener una coordinación cotidiana y permanente. Lo antes señalado, implicará modificar el articulado del Estatuto, de esta manera: El artículo 36 Dice: ARTICULO 36. El Pleno del Comité Central: a) Elige al Primer Secretario del Partido, que también lo es del Comité Central, de su Dirección Nacional y del Secretariado. b) Elige al Segundo Secretario y a los demás integrantes de la Dirección Nacional , en el número de miembros que considere conveniente y, en su caso, los remueve. c) Conoce, discute y aprueba el Informe de la Dirección Nacional. d) Ejerce la titularidad de las propiedades muebles e inmuebles del Partido. Autoriza, en su caso, la enaje-

nación de los bienes inmuebles que pertenezcan al mismo. e) Elabora su Reglamento Interno para lograr mayor eficacia en su funcionamiento y trabajo. f) Elabora los reglamentos que requiera el trabajo del partido en todos sus niveles. Deberá decir: ARTICULO 36. El Pleno del Comité Central: Elige al Presidente del Partido, que también lo es del Comité Central y de su Dirección Política, la que se integra con el número de miembros que considere conveniente y, en su caso, los remueve. Elige al Secretario General -–que debe formar parte de la Dirección Política y mantener una coordinación cotidiana y permanente con el Presidente del Partido– y a los demás integrantes del Comité Nacional, en el número de miembros que considere conveniente y, en su caso, los remueve. IGUAL IGUAL IGUAL IGUAL Los artículos 37 y 38 Dicen: La Dirección Nacional ARTICULO 37. La Dirección Nacional es el organismo que tiene la autoridad del Comité Central durante el periodo comprendido entre sus plenos. Tiene, además, las siguientes facultades: a) Designa a los responsables de las actividades permanentes y distribuye y asigna tareas a Cuadros del Partido. b) Nombra a las comisiones nacionales correspondientes para atender las tareas permanentes y las actividades transitorias que requiere el trabajo de la Dirección Nacional y a los responsables de las instituciones, empresas y departamentos creados por el Comité Central. c) Traza la política de promoción de Cuadros. d) Suspende a cualquiera de sus miembros cuando haya dejado de atender las tareas que le fueron encomendadas, sin causa justificada. Los demás integrantes de la Dirección Nacional designarán a un sustituto. El Comité Central, en su siguiente Pleno, ratificará o rectificará esa decisión. e) Elabora su Reglamento Interno para lograr mayor eficacia en su funcionamiento y trabajo.

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El Secretariado ARTICULO 38. El secretariado es el organismo ejecutivo designado por la Dirección Nacional e integrado preferentemente por miembros de ésta y del Comité Central. Se encarga de cumplir los acuerdos de la DN y tiene, además, las siguientes facultades: a) Se encarga de las tareas prácticas que requiere el trabajo de la Dirección Nacional. b) Asigna tareas a dirigentes y militantes del Partido. c) Vigila el funcionamiento de las comisiones, instituciones, empresas y departamentos creados por el Comité Central. d) Aplica la política de promoción de Cuadros. e) Suspende a cualquiera de sus miembros cuando haya dejado de atender las tareas que le fueron encomendadas, sin causa justificada. La Dirección Nacional designará a un sustituto. f) Elabora su Reglamento Interno para lograr mayor eficacia en su funcionamiento y trabajo. Deberán decir: Dirección Política ARTICULO 37. La Dirección Política, es el organismo del Comité Central que, entre uno y otro Pleno, se responsabiliza del trabajo teórico, el análisis constante de la realidad, las decisiones de táctica, la aplicación de la estrategia, y el trato con partidos hermanos y organizaciones aliadas y afines, nacionales e internacionales, en lo que implique cuestiones como las señaladas, todo ello de acuerdo con los lineamientos aprobados por el Congreso y el Comité Central. Tiene las siguientes facultades: a) Elabora los documentos necesarios para desarrollar sus responsabilidades. b) Diseña la táctica para el trabajo del partido en las organizaciones sindicales, campesinas y urbanopopulares, en los frentes de masas, en los frentes amplios, en las relaciones con organizaciones políticas y sociales nacionales y en las relativas al ámbito internacional. c) Elabora su Reglamento Interno para lograr mayor eficacia en su funcionamiento y trabajo. Comisión Ejecutiva Nacional ARTICULO 38. La Comisión Ejecutiva Nacional es el organismo que se encarga de cumplir los acuerdos del Comité Central y de aplicar la línea política trazada por la Dirección Política; además, tiene las siguientes facultades: a) Se encarga de las tareas prácticas, designa de entre

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b)

c) d)

e)

sus miembros a los responsables de las actividades permanentes, y distribuye y asigna tareas a Cuadros del Partido. Nombra a las comisiones nacionales correspondientes para atender las tareas permanentes y las actividades transitorias que requiere el trabajo del Comité Nacional y a los responsables de las instituciones y empresas creadas por el Comité Central. Vigila el funcionamiento de todas ellas. Traza y aplica la política de promoción de Cuadros. Suspende a cualquiera de sus miembros cuando haya dejado de atender las tareas que le fueron encomendadas, sin causa justificada. Los demás integrantes del Comité Nacional designarán a un sustituto. El Comité Central, en su siguiente Pleno, ratificará o rectificará esa decisión. Elabora su Reglamento Interno para lograr mayor eficacia en su funcionamiento y trabajo.

Finalmente, los cambios propuestos, requerirán la adecuación de nomenclatura en varios otros artículos del Estatuto, por lo que si así lo aprueba el Congreso, deberá señalar esa tarea a alguna comisión.


XX Congreso ¡Por la liberación nacional y el socialismo!

AGENDA DE ACTIVIDADES SÁBADO 14, POR LA MAÑANA. 9.00 HORAS. Sesión inaugural. 1. El compañero Mario Ochoa Vega, miembro de la Dirección Nacional y Secretario General del Núcleo Directivo Estatal de Zacatecas, hará la invitación a todos los asistentes a tomar sus lugares en el recinto del Congreso. Dará la bienvenida a todos; les informará que el Presídium será rotatorio, y propondrá a los delegados que el primer Presídium se integre por los compañeros Cuauhtémoc Amezcua Dromundo, Martha Elvia García García, Luis Miranda Reséndiz, Mario Ochoa Vega, José Santos Cervantes y Santos Urbina Mendoza, y algunos de los delegados fraternales presentes, los que sean más representativos y, de aprobarse la propuesta, los llamará a ocupar sus lugares en la mesa. Enseguida, informará el contenido de esta Agenda, anunciará a otros miembros de la Dirección Nacional que estén presentes, a los invitados especiales y miembros destacados del Partido, y finalmente dará la palabra a la compañera Martha Elvia García García, responsable de Estructura y Organización de la Dirección Nacional, para efectos del desahogo del punto 1 del Orden del Día. 2. La compañera Martha Elvia García García, dará cuenta del número de delegados observadores, fraternales y efectivos que fueron acreditados y de los que se encuentran presentes, sobre todo en el caso de los delegados efectivos. Confirmará, en su caso, la existencia del Quórum y dará la palabra al compañero Luis Miranda Reséndiz, miembro de la Dirección Nacional. 3. El camarada Miranda hará la declaratoria de que el XX Congreso queda instalado y pondrá a la consideración de los delegados el Reglamento Interno del Congreso. 4. Bajo la conducción del compañero Luis Miranda Reséndiz, se escucharán los mensajes de viva voz que expresen algunos de los delegados fraternales presentes, que irán siendo intercalados con la lectura de los saludos al Congreso que harán los compañeros Urbina y Santos Cervantes. Al final, tomará la palabra al compañero Primer Secretario para el mensaje inaugural. 5. Se procederá a cantar la Internacional, himno de los trabajadores del mundo y de nuestro partido, y el Himno Nacional Mexicano. 6. Segunda Sesión Plenaria. 7. El tiempo reducido con que cuenta el Congreso se aprovechará al máximo. Por eso, tan pronto concluye la Sesión inaugural, se pasará a la Segunda Plenaria, encargada del Informe Político y los proyectos de Reformas a los Documentos Básicos, Declaración de Principios, Programa y Estatutos. La sesión será conducida por el

compañero Juan Campos Vega, con el auxilio de los camaradas Jorge Tovar Montañez y Adrian García. 8. La primera actividad de la Segunda Sesión Plenaria, será la aprobación de las Comisiones y Proyectos de Resolución y Pronunciamientos Políticos del XX Congreso. SÁBADO 14, POR LA TARDE 1. Luego de un breve receso, se pasará, por la tarde a la Tercera Sesión Plenaria, de carácter interno, en la que los delegados efectivos al Congreso elegirán al Comité Central. Concluida esa actividad, el Congreso recesará para que se reúna el CC y elija al Presidente y al Secretario General del Partido, así como a los integrantes de la Dirección Política y de la Comisión Ejecutiva Nacional. DOMINGO 15, POR LA MAÑANA 1. Cuarta Sesión Plenaria. Lectura, discusión y aprobación de los proyectos de resolución y declaraciones políticas del Congreso. Intervenciones del Presidente y el Secretario General del Partido. 2. Canto de la Internacional y el Himno Nacional Mexicano. NOTA PREVENTIVA. Puesto que no hay la seguridad de que todos los asuntos puedan desahogarse en los tiempos previstos, y dada la importancia de todos ellos, se recomienda a todas las delegaciones que no hagan compromisos para abandonar la sede del Congreso, Zacatecas, sino hasta la noche del domingo. PROPUESTAS PARA INTEGRAR EL PRESIDIUM DEL CONGRESO 1. Sesión Inaugural, sábado 14 a partir de las nueve horas: Cuauhtémoc Amezcua Dromundo, Martha Elvia García García, Luis Miranda Reséndiz, Mario Ochoa Vega, José Santos Cervantes y Santos Urbina Mendoza. Además, los compañeros invitados en calidad de delegados fraternales que sean más representativos. 2. Segunda Plenaria, sábado 14 luego de concluidos los trabajos de la Sesión Inaugural, sin receso: Juan Campos Vega, Jorge Tovar Montañez, Adrian García Enríquez. 3. Tercera Plenaria, sábado 14 por la tarde, la Comisión de Proposiciones: Martha Elvia García García, Juan Campos Vega, Carmen Chinas Salazar, Luis Miranda Reséndiz, y Jorge Tovar Montañez. 4. Cuarta Plenaria, domingo 15 por la mañana, el Presidente y el Secretario General del Partido, y todos los integrantes de la Dirección Política y la Comisión Ejecutiva Nacional.

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REGLAMENTO DE LAS SESIONES DEL CONGRESO

1. Los trabajos de la fase final del Congreso se desahogarán en sesiones plenarias de carácter abierto y cerrado. A las primeras, además de los delegados efectivos, podrán asistir los observadores y fraternales que lo deseen. Las segundas serán exclusivas para los delegados efectivos. 2. El Presídium será rotativo. El Congreso decidirá su integración para cada Sesión Plenaria, a propuesta de la Dirección Nacional. 3. La Primera Plenaria será abierta y tendrá el carácter de inaugural. 4. La Segunda Plenaria será también abierta y desahogará la discusión del Informe Político y su aprobación. Así también, los proyectos de Reformas a los Documentos Básicos, Declaración de Principios, Programa y Estatutos. 5. La Tercera Plenaria será cerrada, sólo para delegados efectivos y tendrá como fin elegir al Comité Central 6. Antes de concluir el XX Congreso, durante un receso del mismo, el Comité Central electo tendrá su primer Pleno, en el que elegirá a al Presidente y al Secretario General del Partido, así como a los integrantes de la Dirección Política y de la Comisión Nacional Ejecutiva. 7. En la Cuarta Sesión Plenaria, el Comité Central informará sus decisiones a todo el Congreso. Asimismo discutirá y aprobará las resoluciones y declaraciones políticas que el Congreso considere pertinentes. DE LOS DEBATES Y RESOLUCIONES. 1. Todas las resoluciones del Congreso se decidirán por mayoría simple de los delegados efectivos. 2. Puesto que la lectura y discusión en lo general del Informe Político fue desahogada en las Asambleas Estatales que constituyeron sesiones previas de este propio Congreso, en la Segunda Plenaria de esta fase final se pondrá a la Consideración del Congreso su aprobación formal en lo general, ya sin repetir una discusión que ya se dio. Y si el Congreso resuelve aprobarlo en lo general, se abrirá de inmediato la discusión en lo particular. 3. La discusión en lo particular del Informe se dividirá en las mismas cuatro partes de que consta su estructura. 4. Al inicio de la discusión de la primera parte, habrá una intervención guía, a cargo de un compañero propuesto por la Dirección Nacional, que dispondrá de un tiempo máximo de 15 minutos. En seguida se preguntará a los delegados si reservan algún párrafo o fragmento de esa parte del Informe a discusión, para proponer algún cambio, supresión o agregado, y se enlistarán las que hayan

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sido apartadas. Se dará la palabra a los compañeros que hayan hecho alguna reserva para que expongan su propuesta, en orden progresivo del propio documento, hasta por tres minutos. Oída la propuesta, se preguntará si hay opiniones a favor o en contra, pudiéndose anotar en uno y otro sentido hasta tres camaradas, que dispondrán cada uno hasta de tres minutos, asimismo. Concluida la discusión, el Congreso resolverá si se aprueba o se desecha la enmienda, y se pasará a la siguiente, hasta concluir esa parte del Informe. 5. Agotada la primera parte del Informe, se pasará a la segunda, en iguales términos, y concluida ésta, se pasará a la tercera y finalmente a la cuarta parte. Concluida la cuarta parte, el Congreso resolverá si se aprueba por completo el Informe Político en lo general y en lo particular. 6. Desahogado el Informe, la misma Segunda Plenaria, procederá en términos semejantes respecto de los documentos básicos del Partido, también con discusiones sólo en lo particular y con tiempos máximos de tres minutos. Concluido el debate sobre cada documento se votará y pasará al siguiente. 7. La Tercera Plenaria, cerrada, sólo para delegados efectivos, conocerá el Informe que rendirá la Comisión de Proposiciones y procederá a elegir al nuevo Comité Central del Partido. 8. El Congreso entrará en un breve receso, durante el cual, el Comité Central electo celebrará su Primer Pleno y elegirá al Presidente del Partido, al Secretario General, a los integrantes de la Dirección Política y de la Comisión Nacional Ejecutiva. 9. En la Cuarta Plenaria, el Comité Central informará al Congreso de sus decisiones. Además, conocerá los distintos proyectos de resoluciones específicas y de declaraciones políticas. Luego de leída cada una, se pondrá a consideración de manera simultánea en lo general y en lo particular, pudiendo intervenir quien tenga alguna opinión, hasta por tres minutos, antes de ser votada. 10. Concluido lo anterior, se pasará a la fase de conclusión y clausura de los trabajos del XX Congreso, con las intervenciones del Presidente y el Secretario General del Partido.



RESOLUCIÓN SOBRE LOS SESENTA AÑOS DE LUCHAS DE NUESTRO PARTIDO Y DE VIGENCIA DEL MARXISMO-LENINISMO-LOMBARDISMO

CONSIDERANDO: Primero: Que este XX Congreso destacó las principales características de nuestro partido, que definen su identidad y que ha desarrollado en sus seis décadas de luchas al lado de su clase social y de combate contra sus enemigos de clase y el imperialismo, enemigo fundamental de la clase obrera y el pueblo. Segundo: Que sus principales características, que nos inspiran un legítimo orgullo, son: A) Ser un partido de la clase obrera, la clase social revolucionaria por excelencia, y de todo el conjunto de la clase trabajadora. B) Constituir un fruto genuino de la tradición revolucionaria y de lucha histórica del pueblo mexicano y, a la vez, del pensamiento marxista, que recoge las ideas revolucionarias universales más avanzadas, que son patrimonio de toda la humanidad. C) Ser un partido que reivindica el principio del Centralismo Democrático, como rector de su vida interna; que rige su actuación por el principio de la dirección colectiva, por su democracia interna, por la actividad y la iniciativa constante de sus miembros, por la crítica y la autocrítica, por la cohesión firme de sus filas y por la disciplina consciente de quienes lo integran. D) Enarbolar los principios del Internacionalismo Proletario y la Solidaridad con todos los pueblos del mundo que luchan por su independencia respecto del imperialismo y por construir sociedades socialistas. E) Ser un partido al que no arredra la lucha por difícil que sea ni por la violencia que entrañe, puesto que históricamente se templó en la fragua del más duro combate. F) Sostener una concepción del mundo y de la vida basada en la filosofía del materialismo dialéctico e histórico. G) Ser, por tanto, un partido marxista-leninista que afirma su actividad política en la ideología del socialismo científico. H) Sustentar una interpretación certera de la realidad de México y América Latina, ajena a visiones externas erróneas, como la eurocéntrica. I) Constituir un destacamento preparado para pensar y resolver por sí mismo, sin copia ni calco, analizando su realidad concreta en su tiempo concreto y tomando las decisiones pertinentes sin incurrir en la imitación ilógica de lo que hicieron nuestros camaradas en circunstancias distintas de lugar o de tiempo. J) Ser, por lo mismo, un partido capaz de actuar en consonancia con la realidad dialécticamente cambiante. K) Conducirnos al margen del dogmatismo, del

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sectarismo y del revisionismo. L) Ser un partido enemigo del oportunismo. M) Privilegiar la batalla de las ideas, la educación política de sus militantes, de su clase social y de todo el pueblo, y promover su organización. Tercero: Que el XX Congreso consideró que la reposición del XVIII Congreso de nuestro partido, de agosto de 1997 fue vital para evitar que nuestra organización se extinguiera como partido revolucionario de la clase trabajadora, que considera vigentes los principios de la lucha revolucionaria develados por Marx y Engels, y enriquecidos por Lenin y toda una pléyade de pensadores y luchadores de todas las regiones del mundo, entre ellos destacadamente Vicente Lombardo Toledano; un partido que se esfuerza por desarrollar esa rica herencia y aplicarla a la realidad. Que la reposición del XVIII Congreso nos permitió recuperar al partido que, a partir de entonces retomó su rumbo histórico y de principios, el de un partido comunista. Cuarto: Que nuestro partido ha reivindicado como uno de los aportes del maestro Lombardo al pensamiento marxista, plenamente vigente, el haber develado que en los países dependientes, como México, durante una larga etapa de su historia, la lucha revolucionaria unifica en un frente común a clases y sectores diversos de la sociedad que entran en contradicción con la penetración extranjera y que, a pesar de sus contradicciones, unen su esfuerzo para combatir por un objetivo común de carácter superior, la liberación nacional respecto del enemigo externo. Que así fue durante la gran rebelión social y política, amplia y plural de 1810, que acaudillaran primero Hidalgo y después Morelos; que así también ocurrió con la fuerza que hizo la Revolución de Reforma, y de igual manera durante el estallido popular de 1910-17, que no fue sólo contra la dictadura de Porfirio Díaz, sino sobre todo contra el fenómeno esencial del que ésta fue instrumento, la penetración creciente de los capitales ingleses y norteamericanos que se apoderaron de todas las fuentes de riqueza de nuestro territorio, y que todo esto lo develó el maestro Lombardo. Y que así está sucediendo hoy mismo con las luchas populares que se libran en casi toda América Latina y que avanzan victoriosas, todas tienen como rasgo común el estar constituidas por conjuntos plurales y amplios de fuerzas heterogéneas, pero unidas en la batalla liberadora.


XX Congreso ¡Por la liberación nacional y el socialismo!

Quinto: Que en el escenario de nuestros días, de agudización de la dependencia de México, luego de un cuarto de siglo de brutal ofensiva del imperialismo en el marco de la llamada globalización neoliberal; de consecuente exacerbación de todas las contradicciones en el seno de nuestra sociedad; existiendo ya, por tanto, las condiciones objetivas para el desarrollo victorioso de la revolución de liberación nacional por la que nuestro pueblo ha luchado, resulta indispensable crear las condiciones subjetivas, y que un eje fundamental de tales condiciones es la forja de un gran bloque nacional político y social amplio y plural, combativo, consciente y bien articulado, integrado por todas las fuerzas que se han ido incorporando a la rebelión generalizada contra el neoliberalismo y contra el imperialismo, por el que ha venido luchando nuestro partido y; que ésta es la forma concreta que toma en nuestros días la línea estratégica y táctica concebida por Lombardo, a la que denominó línea del frente nacional democrático y antiimperialista. Sexto. Que la mejor manera de rendir homenaje a nuestro partido por sus 60 años de lucha decidida, a sus fundadores, a nuestros camaradas que entregaron sus vidas a esta lucha gloriosa, es continuar su obra, avanzar sin descanso en la lucha, hasta alcanzar la victoria, El XX Congreso del Partido Popular Socialista de México, RESUELVE: Mandatar a todos los organismos del partido en el país, de dirección y de base, y todos sus militantes a que se esfuercen al máximo en contribuir a preservar y desarrollar al máximo las características esenciales del partido, enunciadas arriba, que son nuestro baluarte y constituyen herramientas poderosas para la lucha para la transformación revolucionaria de nuestra sociedad. Mandatar, de igual manera, a todos los organismos del partido en el país, de dirección y de base, y todos sus militantes a que contribuyan, al máximo de sus posibilidades, a la forja de un gran bloque político y social amplio y plural, combativo y bien articulado, integrado por todas las fuerzas que se han ido incorporando y lo hagan en lo sucesivo, a la rebelión generalizada contra el neoliberalismo y contra el imperialismo que ha de formar el gran ejército para la batalla emancipadora de nuestros días. Zacatecas, México, 15 de marzo de 2009.

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RESOLUCIÓN CON MOTIVO DE LOS 50 AÑOS DE REVOLUCIÓN VICTORIOSA EN CUBA

Considerando: Primero: Que los 50 años de la Revolución Cubana han sido de constante y heroica lucha por preservar a plenitud la independencia y soberanía de su pueblo, frente al acoso descarado de la potencia imperialista más poderosa de todos los tiempos, Estados Unidos de Norteamérica, y de ejercicio del supremo derecho a la autodeterminación de los cubanos, a pesar del criminal bloqueo económico, las agresiones permanentes de todo tipo, los atentados terroristas y todas las formas de intervencionismo que los gobiernos de Estados Unidos, de manera sistemática, han emprendido y prohijado contra ese pueblo hermano durante ya largas cinco décadas, sin un minuto de tregua. Segundo: Que la Revolución Cubana, aun en las condiciones tan adversas en la arena internacional y agredida por el imperialismo, sin embargo construye una sociedad socialista que se esfuerza por distribuir de una manera fraternal y solidaria el producto socialmente creado; una manera ajena a los mecanismos de explotación de unos humanos por otros, propia del sistema de la propiedad privada de los medios de producción y cambio. Que mantiene y aun acrecienta los avances que la han puesto en posición puntera en el mundo, en materia de formación educativa, cultural, artística y deportiva de su pueblo, y en diversas ramas de la investigación de la ciencia y la tecnología. Y que lucha por desarrollar sus fuerzas productivas en circunstancias inéditas, abriendo caminos nuevos, previamente inexplorados por la humanidad. Tercero: Que de igual manera la Revolución Cubana mantiene firme su posición antiimperialista no sólo en lo interno, resguardando su soberanía, sino también solidarizándose con los pueblos que deciden defenderla y denunciando los abusos y tropelías del imperialismo, donde quiera que se cometan. Cuarto: Que la Revolución Cubana brinda su más desinteresada ayuda solidaria a los pueblos de más de 150 países del mundo, entre ellos al pueblo de México, en las materias de salud y educación, con lo que alivia de manera invaluable las penurias de millones de humanos, despojados de esos derechos elementales por el injusto sistema capitalista y por

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el imperialismo depredador, que saquea las economías de nuestros países y condena a sus habitantes a la miseria, la insalubridad, el analfabetismo y la expoliación inmisericorde. Quinto: Que el pueblo hermano de Cuba, curtido en la prolongada lucha y en las difíciles condiciones a que lo somete el bloqueo inhumano –y con frecuencia, los fenómenos naturales que asuelan al mar Caribe-, ha aprendido a mantener su unidad inquebrantable y su digna lucha por construir un porvenir superior sin escatimar esfuerzos, lo que lo caracteriza como un pueblo admirable. Sexto: Que desde nuestro partido y, diríamos desde las distintas posiciones avanzadas de América Latina, vemos la lucha revolucionaria del pueblo de Cuba como propia, no sólo por los ideales superiores que comparten nuestros pueblos, sino también por la semejanza de nuestros ritmos y procesos históricos, porque, como lo proclamara Lombardo, con la Revolución Cubana comenzó “la segunda gran revolución de nuestra historia, después de la revolución por la independencia política del siglo XIX”; puesto que ese movimiento fraterno “señala el comienzo de la revolución que dará a nuestros pueblos la independencia económica y nos devolverá la libertad…” Séptimo: Que en estos 50 años de lucha jamás ha perdido vigencia y hoy la tiene de manera plena, lo postulado por Lombardo en el sentido de que nuestro partido “considera que, sin ninguna exageración, para los pueblos de América Latina hay en este momento un dilema: o defienden a la Revolución Cubana para que su pueblo la conduzca de acuerdo con sus intereses, o aceptan, resignada y cobardemente, que el imperialismo norteamericano dicte las condiciones de nuestra propia existencia y los límites de nuestro porvenir.” El XX Congreso del Partido Popular Socialista de México resuelve: Primero: Refrendar la permanente e inquebrantable solidaridad de nuestro partido con el pueblo de Cuba y su clase obrera, con el hermano Partido Comunista de Cuba, con el gobierno cubano y con su gloriosa Revolución, y hacerla patente en los términos que la intensidad de la lucha lo llegaran


XX Congreso ¡Por la liberación nacional y el socialismo!

a requerir, cualesquiera que fueren, en cualquier momento, sin escatimar esfuerzo alguno. Segundo: Fortalecer al Movimiento Mexicano de Solidaridad con Cuba en todo el país, contribuir a preservarlo y vigorizarlo con sus características de frente amplio, en el que cabemos todas las corrientes ideológicas y políticas independientemente de nuestras diferencias, con el único requisito de respetar a Cuba, su autonomía y respaldar su lucha de manera fraternal. Tercero: Redoblar la lucha contra el bloqueo económico imperialista y la indemnización al pueblo cubano por los daños que dicho bloqueo ilegal e ilegítimo le ha causado; por el cese de todas las agresiones contra la Patria de Martí, Fidel y Raúl; por la salida de las tropas yanquis de Guantánamo, territorio cubano que está ilegítimamente ocupado por la potencia imperialista; por liberación de Los Cinco Héroes Cubanos, que son también nuestros, Latinoamericanos y Mexicanos, y se hallan en las mazmorras del imperialismo, presos sin haber cometido jamás delito alguno, sino en represalia por luchar por ideales superiores, por la paz y la justicia, y contra el terrorismo criminal que ha segado numerosas vidas humanas. Como lo proclamara Lombardo: “¡Que no se apague la luz que ha encendido el pueblo de Cuba para alumbrar nuestro camino!” “¡Que esa llama se extienda a todo el continente y se junte al inmenso resplandor de la nueva aurora del mundo”! ¡Viva el hermano pueblo de Cuba! ¡Viva el fraterno Partido Comunista de Cuba! ¡Viva la Gloriosa Revolución Cubana! ¡Viva el Internacionalismo Proletario! ¡Viva Martí! ¡Viva Fidel! ¡Viva Raúl! Zacatecas, México, 15 de marzo de 2009.

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RESOLUCIÓN SOBRE LOS TRES EJES DE LA CREACIÓN DE LAS CONDICIONES SUBJETIVAS PARA LA VICTORIA DE LA REVOLUCIÓN DE LIBERACIÓN NACIONAL CONSIDERANDO: Primero: Que en México como en toda América Latina, las condiciones objetivas para la victoria de la Revolución de Liberación Nacional respecto del imperialismo, están maduras. Segundo: Que, por tanto, la tarea urgente e impostergable del partido de la clase obrera es la generación de las condiciones subjetivas para ese salto revolucionario. Tercero: Que el proceso hacia la creación de las condiciones subjetivas para la revolución victoriosa de liberación nacional en México, exige trabajar en tres ejes fundamentales: a) la construcción del bloque político y social antiimperialista, a partir del movimiento de masas; b) el fortalecimiento de nuestro partido con base en su propia experiencia e historia, que le permita enfrentar las condiciones cada vez más duras y complejas en las que se desarrolla la lucha de clases en el mundo, y c) avanzar en el camino de la unidad de todos los partidarios de una sociedad socialista y comunista. Cuarto: Que, por lo que hace al primero de estos ejes, es evidente que la liberación nacional exige expulsar del poder a la clase social dominante, la burguesía subordinada al imperialismo, y sustituirla en la dirección de la vida pública por un bloque social de carácter amplio, integrado por todas las clases y sectores sociales objetivamente opuestos al imperialismo, en cuyo núcleo debe estar la clase trabajadora, misma que debe ejercer su dirección ideológica. Quinto: Que dicho bloque social debe ejercer un gobierno antiimperialista de transición y su tarea debe ser la de dar grandes pasos hacia la liberación de México, hacia su segunda y definitiva independencia, tarea que consumaría un régimen de Democracia del Pueblo en el que la preeminencia corresponde ya a la clase obrera políticamente organizada. Que esta Democracia del Pueblo constituye la antesala de la sociedad socialista y tiene como tarea desarrollar las bases de ese sistema superior. Sexto: Que, por lo que atañe al segundo eje, nuestro partido ha avanzado en el camino de su preservación y fortale-

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cimiento como partido comunista, pero adolece todavía de fallas e insuficiencias de las que da cuenta el Informe Político al XX Congreso, que es urgente erradicar. Séptimo: Que, con referencia al tercer eje mencionado, la izquierda partidaria del socialismo está hoy más fragmentada que nunca en México, sobre todo como resultado de los efectos perniciosos de la globalización neoliberal. Que nuestro partido desde siempre ha sido enemigo de la autosuficiencia y partidario firme de la unidad de todos los comunistas. Que en los años recientes hemos desplegado una consecuente actividad para acercarnos a todos los partidos, corrientes, grupos y organizaciones que se han asumido como comunistas, con el nombre que sea; o como adversarias del sistema capitalista y partidarias del socialismo. Que a nadie le hemos puesto obstáculos ni hemos ejercido prejuicios de ninguna índole. Que sin embargo, tenemos muy en claro que avanzar hacia la unidad no es una tarea sencilla ni que se pueda realizar necesariamente en el muy corto plazo, por lo cual no tenemos prisa pero tampoco le damos largas al asunto. Que es indispensable continuar con esa misma línea de principios. El XX Congreso del Partido Popular Socialista de México RESUELVE: 1. El partido todo tiene el deber insoslayable de empeñar todo su esfuerzo en la tarea urgente de contribuir a la construcción de las condiciones subjetivas para la revolución victoriosa de liberación nacional en México. 2. Para tal fin, sus organismos de dirección y de base deben dedicarse con firmeza a la atención de los tres ejes enunciados: a) la creación del bloque político y social antiimperialista, a partir del movimiento de masas; b) el fortalecimiento de nuestro partido en todos sus aspectos, c) la insistencia en el camino de la unidad de todos los partidarios de una sociedad socialista y comunista. 3. Los dos primeros ejes señalados, la forja de un gran bloque político y social amplio y plural, combativo y bien articulado, integrado por todas las fuerzas que se han ido incorporando y lo hagan en lo sucesivo, a la rebelión generalizada contra el neoliberalismo y contra el impe-


XX Congreso ¡Por la liberación nacional y el socialismo!

rialismo; y la erradicación de las fallas y limitaciones de nuestro partido, corresponden a todos los organismos del partido en el país, de dirección y de base, y a todos sus militantes sin excepción, cada quien en el ámbito de sus responsabilidades específicas. El tercero corresponde sobre todo a la Dirección Política del partido, y la auxiliarán los organismos y compañeros que sean designados para ese fin y a los que se confieran tareas específicas. 4. Por cuanto al primero de los ejes, el partido deberá impulsar la eficacia del trabajo directo de nuestros cuadros con dirigentes de corrientes, organizaciones y grupos populares. Nuestro trabajo debe ser simultáneo, arriba y abajo, con los dirigentes, con los cuadros medios y con las masas, contribuyendo a educar políticamente y a organizar a ese amplio conjunto de fuerzas para la conquista de la plena independencia nacional.

nera colectiva en lo bilateral y en lo multilateral, en pie de igualdad y de la manera más fraterna, con el objetivo de construir, entre todos los que concurramos, una única concepción teórica, una única línea estratégica y táctica, una línea política única y un partido único de la clase obrera, un partido comunista único, integrado de manera plena. Zacatecas, México, 15 de marzo de 2009.

5. Por cuanto al segundo de los ejes, debemos fortalecer la disciplina del partido, que necesariamente debe ser consciente, porque de otro modo no sería una disciplina revolucionaria, comunista. Debemos fortalecer al partido en su organización y estructura. Debemos fortalecerlo en el ejercicio ágil y eficaz en el frente de la propaganda y la agitación; en la existencia y eficacia del periódico partidario; en el uso eficiente del internet y de la radio, como herramientas todas éstas para la elevación de la conciencia de las masas. Debemos fortalecer al partido en sus finanzas. Debemos desarrollar una política de formación y promoción de los cuadros del partido eficaz; debemos elevar la mística partidaria y el cariño a su identidad sustentada en los principios y en una larga y honrosa historia de luchas. Debemos mantener vigilancia en cuanto al ejercicio de la ética revolucionaria a toda prueba. Debemos ampliar y fortalecer la tarea de la solidaridad internacional, a través del intercambio ágil e intenso de ideas, valoraciones y experiencias con el movimiento comunista y revolucionario del mundo y sobre todo el de nuestra región latinoamericana y caribeña. Debemos atender con profundo interés y responsabilidad el frente juvenil, porque de ello depende el futuro del partido y, en gran medida, de la lucha revolucionaria. 6. Por cuanto el tercero de los ejes, el partido reitera su plena disposición de trabajar unitariamente, sin exclusiones previas, con todos los partidos y organizaciones que coincidan en nuestro objetivo histórico de construir una sociedad socialista y comunista. Reitera su disposición de trabajar hacia ese fin por la vía de la unidad en la acción, que en este momento es fundamental, sobre todo en el proceso de interacción con las numerosas fuerzas que concurren en los diversos estallidos de protesta, en los varios frentes de masas en proceso de construcción. Y reitera asimismo su plena disposición de discutir de ma-

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RESOLUCIÓN SOBRE LOS CINCO HÉROES CUBANOS Y MEXICANOS, LUCHADORES POR CAUSAS SUPERIORES, VÍCTIMAS DEL CORRUPTO SISTEMA JUDICIAL IMPERIALISTA Dentro de la fase interna, eleccionaria del Congreso, habiendo sido electos ya los treinta y cinco camaradas, mujeres y hombres, militantes destacados que habrán de integrar el nuevo Comité Central, vigente hasta el XXI Congreso, y antes de dar por concluido este proceso electivo, Considerando: Primero: Que el Comité Central es el Organismo superior de dirección de nuestro Partido entre uno y otro congresos. Segundo: Que habiendo estado reservado el derecho a ser miembro del Comité Central del Partido Popular Socialista de México a ciudadanos mexicanos, hasta ahora, como una regla no escrita, el Congreso estima sin embargo que no es una norma indispensable, dado que nuestro partido proclama el internacionalismo proletario como un principio superior y ve a todos los hermanos de clase del mundo como iguales en derechos, en ideales y aspiraciones. Tercero: Que ser miembro del Comité Central entraña un alto honor y un elevado compromiso, quizá el más alto honor que concede nuestro partido a los hombres y mujeres más leales a los principios superiores de la lucha revolucionaria, más firmes, más tenaces, más combativos, más capaces; probados en el combate en defensa de la clase obrera y el pueblo, de la lucha contra el imperialismo y por la construcción de un porvenir luminoso en el que los pueblos, libres ya de la explotación que antagoniza a unos humanos con otros, puedan disfrutar de un pleno y legítimo bienestar material y cultural, en México, América Latina y en toda la Tierra. Cuarto: Que los compañeros mundialmente conocidos como Los Cinco Héroes Cubanos son también compatriotas nuestros Mexicanos y Latinoamericanos, de la Patria Grande. Que son hombres valiosos, preparados, luchadores como otros camaradas de nuestro partido. Que están privados de su libertad en cárceles de Estados Unidos desde hace más de diez años y, dentro de ese largo plazo, con frecuencia han estado sujetos a condiciones inhumanas. Que jamás han violado las leyes del país que los apresó y que los ha sujetado a un juicio infame, ni las de otro país alguno, porque no son ni

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han sido jamás delincuentes. Que se les apresó sólo porque luchaban por su pueblo y por principios que tienen validez universal; porque cumplían la tarea patriótica y a la vez humanística, de combatir al terrorismo desatado por la mafia de Miami, con la protección de las fuerzas más reaccionarias de Estados Unidos, contra Cuba, terrorismo que tantas vidas ha destruido. Que para ese fin infiltraron a las pandillas de terroristas y conspiradores que ponen bombas en hoteles y dinamitan aviones, matando a tantos inocentes. Que su actividad tuvo fines preventivos: sirvió para alertar a tiempo a quienes iban a ser atacados, hermanos cubanos en la mayoría de los casos, pero también de otras nacionalidades, dado que el terrorismo de Miami mata indiscriminadamente; y sirvió para que salvaran sus vidas muchos inocentes que estaban amenazados, sin siquiera saberlo. Que Los Cinco nunca hicieron actividades de otro tipo; jamás espiaron a nadie para otros fines ni lastimaron a nadie. Que sin embargo, las autoridades estadounidenses los persiguen como si fueran criminales de la peor especie. Jueces que actúan sin independencia, de manera alevosa atropellan los principios del derecho internacional y sus propias leyes internas de Estados Unidos. Quinto: Que la conducta de esas autoridades se origina en el hecho de que están insertas en un sistema dominado por el poder de las corporaciones transnacionales y por compromisos inconfesables. Y que actúan así, contra Los Cinco, porque se trata de cubanos que defienden a Cuba, a su pueblo que vive de pie; que no se ha rendido a las presiones brutales que durante cincuenta años han ejercido en su contra, para tratar de obligarlo a que desista de construir su sistema económico y social en plena libertad, en el ejercicio del supremo derecho de la autodeterminación de los pueblos, como lo ha venido haciendo durante 50 años de sus historia. Sexto: Que ningún otro cargo se les puede hacer a Los Cinco. Que son patriotas. Que su conducta es heroica. Que merecen nuestro reconocimiento y nuestra lucha solidaria hasta lograr su liberación plena e incondicional. Que constituyen en muchos aspectos figuras ejemplares, altamente representativas del hermano pueblo cubano en lucha permanente. Que asimismo constituyen figuras altamente representativas, ejemplares, de los mejores luchadores nuestros, de la clase obrera y el pueblo de México y de nuestro Partido, por


XX Congreso ¡Por la liberación nacional y el socialismo!

la unidad latinoamericana y caribeña, por la autodeterminación y, como lo dice la consigna central de este XX Congreso, por la Liberación Nacional y Socialismo. Séptimo: Que reúnen de manera amplia y sobrada los méritos del caso; El XX Congreso, por unanimidad y por aclamación, resuelve: Único: Elegir como miembros honoríficos del Comité Central del Partido Popular Socialista de México a los siguientes compañeros: • René González Sehwerert, • Antonio Guerrero Rodríguez, • Gerardo Hernández Bordéelo, • Ramón Labañino Salazar, y • Fernando González Llort Compatriotas nuestros de la Patria Grande, Mexicanos y Latinoamericanos, además de Cubanos, universalmente conocidos con la afectuosa y distintiva designación de los Cinco Héroes Cubanos. Lo que les notificaremos allá donde injustamente el imperialismo los tiene recluidos. Y con mayor razón que nunca, ahora que son nuestros camaradas, lucharemos por su liberación inmediata y plena. Zacatecas, México, 14 de marzo de 2009.

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RESOLUCIÓN SOBRE LAS FUNCIONES DE LOS NUEVOS ORGANISMOS DE DIRECCIÓN

Considerando: Primero: Que este XX Congreso, en ejercicio de sus facultades, resolvió modificar el Estatuto del Partido con el fin de dotarlo de mayor agilidad, ante la condiciones de agudización de las contradicciones en la arena nacional y, por tanto, de la lucha de clases; Segundo: Que como resultado de dicha modificación surgieron dos organismos de dirección nuevos, la Dirección Política, que será encabezada por el Presidente del Partido, y la Comisión Ejecutiva Nacional, que será encabezada por el Secretario General del mismo, y Tercero: Que es necesario trazar de inmediato las funciones de uno y otro organismos más allá de las definiciones de carácter muy general que se hacen en el propio Estatuto, con el fin de que inicien sus actividades con la eficacia necesaria para la lucha revolucionaria de nuestro Partido, El XX Congreso del Partido Popular Socialista de México resuelve: Primero: La Dirección Política se ocupará de las cuestiones teóricas, del análisis constante de la realidad, de las decisiones de estrategia y táctica, del trato con partidos hermanos y organizaciones aliadas y afines, nacionales e internacionales, en lo que implique cuestiones de estrategia y táctica o de tipo teórico; no así en lo cotidiano, que será atendido por la Comisión Ejecutiva Nacional. Por tanto, entre sus tareas prioritarias de acuerdo con el mandato del Congreso, están: 1. Contribuir desde el área de sus responsabilidades, a la construcción del gran bloque político y social que es la forma concreta que toma en nuestros días el Frente Nacional Antiimperialista: a) multiplicando y fortaleciendo el trabajo hacia ese fin, con los partidos y organizaciones aliadas y afines b) encabezando el debate de ideas de nuestro partido con todos estos aliados y afines, de manera fraternal, con sencillez y firmeza, a la vez, con el propósito de

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aportar la riqueza de nuestras concepciones teóricas a la construcción del gran bloque político y social y contribuyendo a educar políticamente y a organizar a todo ese amplio conjunto de fuerzas, para la conquista de la plena independencia nacional respecto del imperialismo. 2. Contribuir a la construcción del Partido Único de la Clase Obrera que agrupe al conjunto de los comunistas mexicanos con plena unidad ideológica, política y orgánica; el gran partido que encabece y dirija la toma del poder por la clase obrera y la construcción de la sociedad socialista; entendiendo que éste es un proceso que no obedece a cuestiones voluntaristas. 3. Enriquecer y desarrollar la concepción de Lombardo sobre México y América Latina en el contexto de la concepción materialista de la historia, que en mucho sustenta nuestra diaria batalla de ideas. 4. Desenvolver la capacidad del Partido para examinar, con el método marxista, la realidad que es dialécticamente cambiante y actuar en todo momento en consonancia con la misma. 5. Mantener, en el área internacional, un intercambio muy ágil e intenso de ideas, valoraciones y experiencias con el movimiento comunista y revolucionario del mundo y sobre todo el de América Latina y el Caribe, sobre la base del principio del internacionalismo proletario que hoy tiene mayor validez que nunca. 6. Generar materiales que orienten al partido en su conjunto en torno a los temas señalados y que sean útiles para la educación política. 7. Convocar y organizar en el corto plazo, luego de la conclusión del congreso, el debate interno sobre el tema de la relación del partido con las masas juveniles de nuestro país, en el que se revisen nuestras experiencias, las históricas y las recientes, se observen los aciertos y errores cometidos y se sustenten las acciones a emprender, debiendo ser una discusión amplia en la que participen todos


XX Congreso ¡Por la liberación nacional y el socialismo!

los camaradas del partido que tengan algo que aportar al respecto. Segundo: La Comisión Ejecutiva Nacional tendrá a su cargo la mayor parte de las actividades de la anterior Dirección Nacional y todas las del anterior Secretariado. Será la encargada, entre otras cuestiones, de la propaganda y la agitación, las finanzas y el despliegue de la más intensa actividad en el frente de masas en todo el país; así también, de la política de promoción de cuadros, de la organización del Partido y su estructura, y de la actividad que el partido deba impulsar y/o realizar, para llevar sus ideas a las masas juveniles. Debe ser un organismo muy ágil, dinámico y bien coordinado, que despliegue un trabajo intenso con el fin de:

7. Intensificar la tarea de solidaridad internacional, como lo hemos hecho, actividad que debe coordinar de manera estrecha con la Dirección Política. Zacatecas, México, 15 de marzo de 2009.

1. Mantener al partido ligado de manera estrecha con las luchas populares, en todo el país, donde quiera que haya un núcleo del partido y compañeros militantes, abanderando y haciendo suyas las necesidades y los anhelos del pueblo. 2. Fortalecer al partido en su organización y estructura: a) estructurando y reestructurando núcleos partidarios b) estableciendo enlaces ágiles de comunicación, de ida y vuelta, de la CEN con todos los núcleos del país y c) formas de coordinación y control de tareas. 3. Fortalecer al partido en el ejercicio ágil y eficaz en el frente de la propaganda y la agitación: a) en la existencia y eficacia de la revista teórica y del periódico partidario, instrumentos de los que no podemos carecer por más tiempo; b) en el uso muy eficiente de la Internet y de la radio, como herramientas todas éstas para la elevación de la conciencia de las masas. 4. Fortalecer al partido en sus finanzas, que han sido quizá el área de nuestra mayor debilidad en los últimos años. 5. Fortalecer al partido en cuanto a la formación teórica y práctica de sus militantes, y en la promoción de sus cuadros con audacia, aplicando una política adecuada que garantice el desarrollo ininterrumpido del partido. 6. Fortalecer al partido invitando a ingresar a sus filas a todos aquellos que compartan sus objetivos históricos, particularmente a los compañeros de los frentes de masas que se destaquen por su verticalidad, por su entrega a la lucha, por su elevación de miras; abrirles la puerta para compartir con ellos de la manera más fraternal esta gloriosa trinchera de la clase obrera y el pueblo de México, de la que legítimamente estamos orgullosos.

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RESOLUCIÓN SOBRE EL PARTIDO Y SU ORGANIZACIÓN JUVENIL

CONSIDERANDO: Primero: Que la relación de nuestro partido con la juventud fue determinada como una prioridad desde la etapa gestatoria del mismo, con el surgimiento del Movimiento de la Juventud Popular en 1947, un año antes de la fundación del entonces Partido Popular. Segundo: Que los problemas que enfrenta la juventud de México como país capitalista dependiente no han cambiado en su esencia desde entonces. Que luego de una etapa de avance relativo, entraron en una fase de retroceso, producto de los ya casi treinta años de gobiernos neoliberales. Que en estas últimas tres décadas, los problemas de la juventud se han profundizado en la misma medida en que se ha acentuado el carácter neocolonial de nuestro país. Que consecuentemente, la incertidumbre de los jóvenes respecto del porvenir, es ahora mayor; la falta de espacios para la cultura y la recreación es enorme; la carencia de oportunidades laborales se ha agudizado, como también se han vuelto casi infranqueables las dificultades para acceder a la educación. Tercero: Que los jóvenes mexicanos son víctimas de los cambios del modelo educativo y de la orientación de la educación que impone el proyecto neocolonizador del imperialismo contemporáneo, para convertirlos en fuerza de trabajo servil del gran capital internacional y, a la vez, en consumidores del mercado dominado por las empresas transnacionales; proyecto que, de igual manera, quiere hacerles olvidar sus raíces nacionales y culturales, y sus tradiciones; su amor a la patria; su conciencia solidaria con otros pueblos hermanos en lucha por su liberación. Cuarto: Que los jóvenes mexicanos en su mayoría son víctimas de la mediatización de las grandes corporaciones televisivas que pervierten su conciencia y los vuelve ajenos a las luchas del pueblo mexicano del que forman parte. Que desde 1968 el movimiento juvenil mexicano se encuentra desarticulado y disperso; que no existen organizaciones juveniles nacionales ni instancias de diálogo capaces de aglutinar a las distintas expresiones de la lucha estudiantil ni juvenil que participan en diferentes regiones del país. Quinto: Que como resultado de lo enunciado en los considerandos anteriores, la juventud mexicana está des-

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movilizada, sin capacidad de acción, como lo demuestran, entre otros, los casos de Alexis Benhumea, brillante estudiante de la UNAM asesinado por la policía durante la brutal represión contra el Frente de los Pueblos en Defensa de la Tierra, de San Salvador Atenco; el caso de los hermanos Cerezo Contreras, jóvenes estudiantes de la UNAM encarcelados durante más de nueve años acusados de terrorismo sin que se haya podido probar su culpabilidad, y el caso de los jóvenes mexicanos, estudiantes también de la UNAM y el Politécnico, asesinados en Sucumbíos, Ecuador, víctimas del terrorismo transnacional que practica el gobierno de Álvaro Uribe, de Colombia, contando con el patrocinio, el apoyo tecnológico y logístico, y operando bajo la decisión política del gobierno de Estados Unidos. Que en todos los casos citados, la respuesta organizada de la juventud ha sido muy limitada, no se ha dado un accionar colectivo que refleje la enorme indignación de un pueblo que repudia y condena actos tan inadmisibles contra sus hijos. El XX Congreso del Partido Popular Socialista de México RESUELVE: 1. Reiterar su compromiso ineludible de contribuir al máximo de su esfuerzo en la tarea formadora de la conciencia revolucionaria de los más amplios sectores de la juventud mexicana, y de orientación política para su participación en las luchas del pueblo, y de contribuir a la urgente articulación de un movimiento juvenil mexicano en defensa de sus derechos, amplio y vigoroso. 2. Mandatar al Comité Central para que a la brevedad organice el examen colectivo de que revise nuestras experiencias, las históricas y las recientes, que observe los aciertos y errores cometidos por el partido en el frente juvenil y que sustente las acciones a emprender, en una discusión amplia en la que participen todos los camaradas del partido que tengan algo que aportar al respecto. El Congreso resuelve que es indispensable avanzar en ese frente al mismo ritmo que en el de masas, o quizá con mayor rapidez y firmeza aún. Zacatecas, México, 15 de marzo de 2009.


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RESOLUCIÓN SOBRE EL PPS DE MÉXICO Y LOS PROCESOS ELECTORALES CONSIDERANDO: Primero: Que nuestro partido no es enemigo de la lucha electoral; que la conoce a fondo, ha intervenido en elecciones a lo largo de su existencia y ha participado en la lucha parlamentaria en numerosas legislaturas, federales y locales, llegando a librar y a ganar batallas muy significativas a favor de la clase social a la que sirve, la clase obrera, e impulsando la liberación económica y política de México, la elevación del nivel de vida del pueblo y la construcción de un régimen democrático de verdad. Segundo: Que en el nivel de los principios, nuestro partido sustenta que todas las formas de lucha son válidas, y son las condiciones que prevalezcan las que determinan cuál se privilegia en un momento dado. Es decir, que se trata de una cuestión de nivel táctico. Tercero: Que en nuestro país se produjeron profundos retrocesos en el ámbito democrático-electoral como fruto del proceso regresivo mundial al que se conoce como la globalización neoliberal, por lo que ese frente se volvió inservible para la lucha revolucionaria. Cuarto: Que frente a la destrucción de las organizaciones de masas causada, en México, por la propia globalización neoliberal y el entronizamiento de la burguesía proimperialista como clase social dominante, la tarea revolucionaria urgente e inaplazable pasó a ser la construcción del gran bloque político y social, plural y firmemente articulado, dispuesto a luchar por la liberación nacional respecto del imperialismo. Quinto: Que en las condiciones actuales, la burguesía servil al imperialismo, clase social dominante, transformó a los partidos con registro electoral que eran más o menos progresistas, en instrumentos sin diferencia significativa desde el punto de vista de los intereses nacionales, respecto de los partidos que históricamente han estado al servicio de la derecha y el imperialismo, y que transformó asimismo los procesos electorales en herramientas útiles para dividir a los frentes populares en proceso de construcción, y para sembrar la corrupción, cooptando a numerosos elementos dúctiles, a cambio de hacerlos diputados, senadores o darles otros cargos que ya no son de representación popular.

El XX Congreso del Partido Popular Socialista de México RESUELVE: 1. Ratificar la decisión de los organismos de dirección de nuestro partido en el sentido de que en tanto prevalezcan las condiciones actuales, el PPS de México, por razones de congruencia y ética revolucionaria, no participa en elecciones, por lo que ninguno de sus cuadros acepta ser postulado candidato a puesto alguno de elección popular. 2. Ratificar la política aplicada en las coyunturas electorales de esta etapa, según la cual, a) siempre que el partido percibe que un movimiento o frente de masas se ve amenazado en su integridad a causa de la disputa, ya sea por la decisión táctica de participar o no en las elecciones, o por las posibles candidaturas, alerta a los demás componentes del movimiento o frente del que se trate, haciéndoles ver que la unidad en torno a objetivos superiores está muy por encima de esas cuestiones menores; b) si el debate es por participar o no, nuestro partido promueve que eso quede a criterio de cada componente y no se trate de obligar a todos a adoptar una posición común; y c) si la disputa es por postulaciones, llama a todos a la cordura y a no provocar rupturas. 3. Ratificar la decisión de los organismos de dirección de nuestro partido en el sentido de que, a) en tanto no dañe al movimiento de masas, el partido no se opondrá a que otras fuerzas amigas participen en procesos de ese tipo, puesto que reconoce que hay quienes utilizan con honestidad las tribunas parlamentarias para denunciar a los enemigos del pueblo; b) que hay también quienes requieren el puesto para abrir las puertas de ciertas autoridades y realizar gestiones a favor de sus agremiados; y c) que sobre todo en el nivel municipal, los procesos eleccionarios, en algunos casos, pueden tener otras condiciones, de utilidad para el pueblo, razones por las que el partido seguirá dispuesto a apoyar a candidatos que sean cuadros de organizaciones aliadas, bajo ciertas y estrictas condiciones: entre ellas, el examen de las condiciones específicas de la elección de que se trate; un programa justo y un firme compromiso de honestidad y transparencia, y de sujetarse al escrutinio popular en sus actividades. 4. Ratificar la línea política que hemos mantenido en el sentido de que, en otras circunstancias, cuando la propia fuerza del movimiento de masas sea capaz de cambiar las condiciones actuales en el frente electoral, el partido lo valorará y resolverá lo conducente. Zacatecas, México, 15 de marzo de 2009.

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RESOLUCIÓN SOBRE EL MOVIMIENTO DE LIBERACIÓN NACIONAL Considerando: Primero: Que el Movimiento de Liberación Nacional, constituido en septiembre de 2008, se estructuró siguiendo el modelo que corresponde a una organización de organizaciones, en la que, al tiempo que se conserva y se respeta la autonomía de sus componentes, se articulan sus acciones para luchar de manera unitaria por objetivos concretos que compartimos, y que esa es precisamente la concepción que hemos enarbolado y propuesto para la construcción de todo frente o alianza que sea eficaz para la lucha por la Liberación Nacional respecto del imperialismo en las condiciones actuales de la vida del país y del desarrollo de la lucha de clases. Segundo: Que los objetivos que se traza el Movimiento de Liberación Nacional coinciden asimismo con los que nuestro Partido enarbola, de luchar por la liberación de México y sentar las bases para construir una sociedad superior, en el futuro cercano. Tercero: Que el Movimiento de Liberación Nacional deja constancia evidente de su carácter antiimperialista en sus documentos básicos, por ejemplo, cuando declara que su propósito es luchar por la instauración de “un nuevo gobierno y un nuevo estado, capaces de recuperar el control y la propiedad de las fuerzas productivas de la nación y de garantizar la justicia social, la soberanía nacional”. Y cuando afirma que se propone “superar la subordinación económica, política y militar de México respecto al imperio estadounidense y la dependencia hacia los centros financieros internacionales como el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM) y las instituciones internacionales como la Organización Mundial de Comercio (OMC) y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE)” Y también cuando establece que luchará por “derogar todos los tratados comerciales y militares que lesionan la soberanía, como el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) y el Plan Puebla Panamá (PPP)”, y rechaza “la firma de nuevos pactos de subordinación como el Área de Libre Comercio de las América (ALCA), la Iniciativa Mérida, la Alianza para la Seguridad y la Prosperidad de América del Norte (ASPAN) y los proyectos de control judicial y militar estadounidenses.” Así también cuando reclama “la propiedad plena de la Nación sobre sus recursos naturales y energéticos, entre ellos de PEMEX, la CFE y la CLyFC. El rescate de las empresas e industrias estratégicas que fueron privatizadas por los gobiernos neoliberales”, para convertirlas de nueva cuenta en

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propiedad de la Nación y en lo que nunca debieron dejar de ser: palanca de desarrollo económico. Y cuando exige “la nacionalización de las empresas monopólicas: industriales, bancarias, comerciales y de servicios de las ramas estratégicas de la economía”, entre otras cuestiones, y levanta la exigencia de “cancelación de la deuda externa e interna, especialmente de la adquirida por el rescate bancario (IPAB/ Fobaproa), carretero, azucarero, así como de los Contratos de Servicios Múltiples y los Pidiregas, y la cancelación de todos los acuerdos que lesionen los intereses económicos de la Nación mexicana.” Cuarto: Que el Movimiento de Liberación Nacional, de igual manera, postula con claridad su compromiso de luchar por la integración latinoamericana y caribeña “a través de la Alternativa Bolivariana” de los Pueblos de América, (ALBA), entre otros mecanismos. Quinto: Que en el proceso de su desarrollo, el Movimiento de Liberación Nacional va avanzando sin perder sus objetivos y características fundamentales, ya señaladas. Sexto: Que sobre todo por lo cualitativo: su programa, forma de estructuración y el compromiso que adquirimos sus componentes, pero también por lo cuantitativo, más de 50 organizaciones políticas, sociales, sindicales, campesinas, indígenas, del movimiento urbano popular, de mujeres y de jóvenes, conformándolo y en proceso de sumar muchas más, constituye el esfuerzo unitario más importante de varias décadas, orientado a articular con eficacia la lucha contra el imperialismo y por la conquista de la plena independencia económica y política de México. El XX Congreso del Partido Popular Socialista de México resuelve: Primero: Ratificar su compromiso de integración al Movimiento de Liberación Nacional, adoptado en el Congreso Fundacional del mismo. Segundo: Intensificar, aumentar, redoblar su esfuerzo para contribuir al desarrollo del Movimiento de Liberación Nacional en todas partes del país donde el PPS de México tiene presencia. Zacatecas, México, 15 de marzo de 2009.


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RESOLUCIÓN SOLIDARIA CON LA LUCHA DE LOS MINEROS

Considerando los siguientes hechos: Primero. El Sindicato Nacional de Trabajadores Mineros, Metalúrgicos, y Similares de la República Mexicana y su dirigente legítimo sufren el acoso enfermizo de las autoridades federales, a grado de que éste se ha visto obligado a marchar al exilio. Segundo. Los trabajadores mineros realizan tres huelgas que duran ya casi dos años, sin que las autoridades federales muestren la menor intención de resolver los problemas generados por la patronal y por el propio gobierno federal, que se ha puesto ostensiblemente al servicio del multimillonario Germán Larrea, explotador inmisericorde y carente de escrúpulos. Tercero. Los actos de agresión de las autoridades federales contra los mineros abarcan numerosos hechos, todos de la mayor gravedad: a) El desconocimiento contumaz de la dirección sindical que los trabajadores han elegido en uso de sus derechos democráticos y de la autonomía sindical, actitud con la cual la autoridad violenta de manera cínica la norma jurídica vigente; b) Más de un centenar de agresiones de las autoridades contra los trabajadores mineros en todo el país, usando a la policía y el ejército, con dos muertos y cientos de heridos, en el caso Michoacán, en 2006; c) 65 compañeros muertos en Pasta de Conchos, Coahuila, como resultado del Crimen Industrial cometido por Larrea con la complicidad de las autoridades; d) Diversos intentos de las autoridades de sustituir a los dirigentes sindicales electos por los trabajadores, cambiándolos por individuos al servicio de la patronal y del gobierno; e) Varios intentos por imponer sindicatos blancos; f) La dolosa calificación de “inexistencia” de tres huelgas, que sin embargo continúan vigentes gracias a los amparos promovidos y ganados por el sindicato; g) El congelamiento de todas las cuentas bancarias que son propiedad de los trabajadores, provenientes de las cuotas sindicales; h) Las detenciones arbitrarias e inconstitucionales de los dirigentes sindicales Carlos Pavón Campos y Juan Linares Montúfar; i) La orden de extradición, por parte de la PGR, de Napoleón Gómez Urrutia, dirigente nacional del sindicato de mineros, operada por el señor Fernando Gómez Mont en su doble

función de abogado de la empresa, Grupo Industrial Minero México, propiedad de Jorge Larrea, y actual titular de la Secretaría de Gobernación. Cuarto. Todos los actos señalados, muestran claramente que el gobierno pretende asfixiar la vida del sindicato; intenta derrotar las huelgas de Cananea, Sombrerete y Taxco, financiadas con fondos sindicales; se propone impedir el rescate de los cuerpos de los mineros muertos en Pasta de Conchos en febrero de 2006, y proyecta doblegar a los sindicatos que no se sometan a su política laboral, al servicio de los más poderosos capitalistas “mexicanos” y extranjeros. Quinto. Los actos persecutorios descritos se han producido durante los últimos dos sexenios, el de Vicente Fox y el actual, y han sido ejecutados por varios secretarios del Trabajo y Gobernación. Esto deja en claro que, dentro del bloque de la burguesía neoliberal, subordinada al imperialismo y sus alcahuetes locales, esta fracción panista, en especial, está claramente vinculada al Grupo Industrial Minero México, propiedad de Germán Larrea, al que favorece y protege aunque para ello tenga que pisotear la Constitución y las leyes vigentes. Sexto. Las acciones contra el sindicato minero violentan el estado de derecho, vulneran conquistas e intereses de los trabajadores y crean precedentes peligrosos que podrán ser utilizados posteriormente contra otros trabajadores y sus sindicatos. El XX Congreso del Partido Popular Socialista de México, DECLARA: 1. Que la clase obrera, los sindicatos, los trabajadores todos y el pueblo mexicano en su conjunto, no debemos ni podemos tolerar semejantes agresiones a los mineros y su sindicato. 2. Que es necesario repudiarlas y exigir el respeto absoluto a la legalidad constitucional, lo que implica la entrega inmediata de los fondos sindicales; la toma de nota respec-

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to de la dirección sindical decidida por los trabajadores; la solución de las huelgas mineras, y el cese del acoso gubernamental contra el sindicato mineros y sus dirigentes. Y asimismo, RESUELVE: 1. Expresar su más amplia y combativa solidaridad a nuestros compañeros mineros. 2. Exhortar a todos los sindicatos del país a hacer lo propio, tanto para impedir que las agresiones contra el sindicato minero se sigan dando, como para evitar que quede establecido el precedente y se pueda usar contra otros sindicatos obreros en cualquier momento, y porque está claro que la solidaridad con los trabajadores mineros es, hoy en día, la defensa de la autonomía y la democracia sindicales. 3. Saludar a los compañeros mineros por su inquebrantable lucha en defensa de la autonomía sindical y contra la intromisión del Estado en su vida interna. 4. Exigir a las autoridades, sobre todo a las secretarías del Trabajo y Gobernación, cesen su actitud violatoria de la Constitución y las leyes vigentes; dejen de agredir a los trabajadores mineros y su sindicato, y abandonen la función que vienen cumpliendo de alcahuetes de Germán Larrea y el Grupo Industrial Minera México. Zacatecas, México, 15 de marzo de 2009.

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RESOLUCIÓN SOLIDARIA CON LA LUCHA DE LOS TRABAJADORES EX BRACEROS MEXICANOS

Considerando los siguientes hechos: Primero. El Partido Popular Socialista de México reconoce la invaluable contribución que los trabajadores braceros mexicanos del período 1942-1966 realizaron para que México pudiera cumplir con dignidad y decoro sus compromisos internacionales durante la segunda guerra mundial, en la lucha contra el nazifascismo. No sólo contribuyeron a mantener en pie la economía estadounidense, sino que, sobre todo, dieron la cara por nuestro país y dinamizaron la economía en sus comunidades de origen.

Hacer un llamado a las organizaciones obreras, campesinas, y populares progresistas y revolucionarias, para que rodeemos de solidaridad la lucha de los compañeros ex braceros, en todos los lugares, momentos y formas que sea necesario, hasta la plena satisfacción de sus demandas. Zacatecas, México, 15 de marzo de 2009.

Segundo. De la misma manera, reconocemos la legitimidad y justeza de la lucha que llevan a cabo actualmente por la restitución íntegra e incondicional de los fondos de ahorro que les fueron robados presumiblemente por el gobierno federal, arrebatándoles con ello el derecho y la posibilidad de vivir una vejez en condiciones de dignidad. Tercero. Reconocemos también, en todo lo que vale, la línea consecuente que ha seguido la lucha de los compañeros ex braceros, caracterizada por su independencia frente al Estado y a los partidos políticos oficiales, y por su indeclinable disposición para brindar solidaridad a los demás destacamentos del pueblo en lucha. El XX Congreso del Partido Popular Socialista de México, RESUELVE Manifestar su plena solidaridad con la lucha de los trabajadores ex braceros mexicanos del período 1942-1966 por la restitución íntegra, incondicional e inmediata de sus fondos de ahorro y de los accesorios legales que en derecho les corresponden. Hacer un vehemente llamado al Congreso de la Unión a efecto de que apruebe la iniciativa de reforma a la Ley de apoyo social propuesta por los compañeros ex braceros y presentada en tribuna el pasado 12 de febrero, tendiente a incorporar al programa de apoyo social a los diversos segmentos del universo ex bracero, hoy excluidos.

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RESOLUCIÓN DE SOLIDARIDAD CON LOS MAESTROS EN LUCHA Considerando los siguientes hechos: Primero: Que el gobierno y la burguesía subordinada al imperialismo, clase social dominante en México, no cejan en su intención de facilitar a sus amos una mayor expoliación de los trabajadores y un saqueo más intenso del país. Segundo: Que llevados por esa pretensión, han declarado una guerra feroz contra los trabajadores manuales e intelectuales de la ciudad y del campo, para suprimir sus derechos y aniquilar, a la vez, toda perspectiva de desarrollo independiente de México, económico, político y cultural. Tercero: Que esa guerra ha sido particularmente encarnizada en el caso de los trabajadores de la educación, más que contra los de otras ramas. Cuarto: Que a los trabajadores de la educación, el gobierno y la clase dominante los han golpeado como trabajadores, despojándolos del salario justo a que tienen derecho y volviéndolo cada vez más raquítico e insuficiente como ingreso directo y prestaciones; privándolos de las condiciones adecuadas para el desempeño de su trabajo docente; atentando contra su derecho jubilatorio y pensionario, a través de una nueva ley del ISSSTE, entre otros aspectos. Que también los han golpeado en su fuente de trabajo, al desatender, el Estado, su obligación de construir las escuelas suficientes en todos los lugares del país donde éstas son indispensables. Los han golpeado asimismo en su calidad de educadores, haciendo reformas en la materia que no sólo no recogen ni toman en cuenta sus opiniones calificadas, sino que hasta las atropellan de manera deliberada. Quinto: Que también los han golpeado aliándose con la mafia de delincuentes que desde hace décadas se apoderaron de la dirección sindical contra la voluntad de sus agremiados, han distorsionado los fines de la organización y han convertido al SNTE en un instrumento a su servicio particular, para tomar posiciones en los órganos de gobierno y amasar fortunas. Los gobiernos en turno y la clase social dominante han acostumbrado actuar en complicidad con estos sinvergüenzas, en detrimento de los derechos e intereses de los maestros de México. Dentro de la lista de nombres cuya mención es motivo de sonrojo, ninguno ha alcanzado los niveles de oprobio a los que ha llegado la señora Elba Esther Gordillo.

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Sexto: Que el gobierno y la clase social dominante sienten un profundo rencor contra los trabajadores de la educación, entre otras razones porque están ligados al pueblo más humilde y perseguido, tanto en el campo como en los barrios de las ciudades, y por eso asumen como propios los problemas más sentidos del pueblo y luchan por su solución. Que les tienen aversión porque defienden la escuela pública, que el gobierno y la burguesía proimperialista pretenden destruir para cumplir con lo dispuesto por los centros de planificación del capital internacional, como la OCDE, el FMI y el BM; y porque defienden asimismo el contenido del artículo 3º de la Constitución, avanzado y antiimperialista; y además, los hostilizan y persiguen porque rechazan la privatización de la enseñanza y la pretensión de ponerla al servicio de los intereses del imperialismo y la reacción, y porque luchan decididamente contra ese engendro llamado “Alianza por la Calidad Educativa”. Que, en suma, el gobierno y la clase social dominante sienten un profundo rencor contra los trabajadores de la educación por su conciencia social, que los lleva a combatir de manera aguerrida contra todas las injusticias. El XX Congreso del Partido Popular Socialista de México, RESUELVE: Enviar un saludo fraternal, solidario y combativo a todos los trabajadores de la educación que están en lucha, en diversos lugares del país. Reiterarles que respaldamos todas sus luchas porque también son las nuestras. Reiterar la disposición del partido de continuar combatiendo por todos los medios en defensa del artículo 3º de la Constitución y de la escuela pública; en contra de la ley del ISSSTE, de la llamada “Alianza por la Calidad de la Educación”, y en contra de todo cacicazgo sindical, como el de la señora Gordillo, en el SNTE, en defensa de la democracia sindical y los derechos de los trabajadores de la educación. Exigir al Estado destine los recursos suficientes al pago de salarios justos a los trabajadores de educación; a la construcción y adecuado mantenimiento de escuelas; a garantizar el acceso de todos los hijos de los trabajadores a la escuela pública, laica y gratuita, en todos los niveles, desde la básica hasta la superior. Por eso, entre otros fines, luchó la Revolución Mexicana. Zacatecas, México, 15 de marzo de 2009.


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RESOLUCIÓN SOBRE LAS LUCHAS DEL PUEBLO DE COLOMBIA

Considerando: Primero: Que en Colombia hay 28,160,000 personas que viven por debajo de la línea de pobreza; más de 4 millones de ciudadanos han sido desplazados de forma violenta de sus lugares de residencia; 3 millones de colombianos quedaron sin servicios de salud porque al gobierno de Álvaro Uribe Vélez ordenó una ley para clausurar los hospitales públicos en beneficio exclusivo del capital privado; 2.5 millones de niños son empleados como esclavos en el mejor de los casos para poder sobrevivir; 17,490 empleados públicos fueron despedidos bajo el sucio argumento de una supuesta “reestructuración del Estado”; hay 125,000 colombianos detenidos acusados de “terrorismo” en un sistema penitenciario que alcanza ya 37% de hacinamiento. El número de refugiados políticos en otras naciones ha llegado a 60,000 colombianos. Estas lamentables cifras siguen aumentando día con día debido a que el gobierno de Uribe destina la mayor parte de los recursos del país en su “Política de Seguridad Democrática” dejando únicamente 5% para la inversión social. Segundo: Que la violenta oligarquía colombiana es cómplice del imperialismo y se apoya en un Estado que aplica el terrorismo para conservar sus privilegios mezquinos. Cínicamente, el gobierno de Colombia, presidido por el señor Álvaro Uribe Vélez, acusa de “terroristas” a los movimientos sociales, a los sindicatos y a las justas luchas del pueblo colombiano. ¡El pueblo no es terrorista! ¡Terrorista es el sistema imperialista! Tercero: Que el escándalo de los “falsos positivos” -1,400 jóvenes de extracción humilde que fueron primero detenidos, luego llevados a cientos de kilómetros de sus lugares de origen y después asesinados por miembros del Ejército Nacional Colombiano para presentar los cadáveres como si fueran supuestos guerrilleros abatidos en combate y así cobrar jugosas recompensas por parte de Uribe- muestra la crueldad con la que actúa el imperialismo en Colombia bajo el gobierno terrorista de Uribe Vélez. Cuarto: Que la “Política de Seguridad Democrática” de Uribe ha resultado contraria a la seguridad, la democracia y la solución política de los conflictos. El gobierno colombia-

no del señor Uribe Vélez está marcado por una constante violación de los derechos humanos del pueblo Colombiano, desaparición de personas, desplazamientos forzados, persecución política, asesinatos extrajudiciales y genocidio. Los crímenes de Uribe no se circunscriben únicamente al interior del territorio colombiano, sino que sistemática y premeditadamente se burla del derecho internacional para afectar muy gravemente a ciudadanos de otras nacionalidades en países limítrofes. Quinto: Que un ejemplo es el bombardeo realizado por el gobierno de Uribe -con el apoyo financiero, tecnológico y militar del imperialismo yanqui- donde fueron asesinados cuatro jóvenes mexicanos en Sucumbíos, Ecuador, en Marzo de 2008. Este hecho tuvo repercusiones en muchas naciones de la región. En la República Bolivariana de Venezuela el Presidente Hugo Chávez calificó la incursión como un acto representativo del irrespeto del Gobierno colombiano y declaró: “No permitiremos que Colombia se convierta en el Israel de Latinoamérica. [...] No le vamos a permitir al imperio norteamericano, que es el amo, y a su cachorro, que nos vengan a dividir”. El Presidente de Ecuador, Rafael Correa, denunció al gobierno de Uribe de perpetrar una “violación planificada y premeditada” de la soberanía nacional de su país. En Cuba, el compañero y Comandante Fidel Castro Ruz declaró que Estados Unidos es el responsable de la escalada de violencia entre naciones latinoamericanas. “Se escuchan con fuerza en el sur de nuestro continente las trompetas de la guerra como consecuencia de los planes genocidas del imperio yanqui. ¡Nada es nuevo! ¡Estaba previsto!”. El Presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, afirmó que Uribe debe ser considerado enemigo de la paz por asesinar a Raúl Reyes: “Reyes era un compañero que nadie puede tildar de terrorista. -Era el segundo de las FARC-EP, pero en realidad era el primero de las FARC-EP en andar haciendo gestiones para la paz”. El gobierno de Chile también mostró su desacuerdo con la incursión del Ejército de Colombia en territorio ecuatoriano. Michelle Bachelet señaló que “Colombia ledebe una explicación a Ecuador y a todos los países de América Latina por haber traspasado la frontera ecuatoriana”. Por su parte, el presidente paraguayo Nicanor Duarte, dijo en una rueda de prensa enAsunción que: “nosotros condenamos cualquier agresión contra la soberanía territorial de los pueblos y ojalá

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este conflicto se pueda resolver sin poner en riesgo la paz y la estabilidad en la región”. En ese mismo sentido se pronunciaron los gobiernos de Argentina, Brasil, Bolivia, Uruguay, Costa Rica y Perú entre otros. En contraste, el gobierno de Felipe Calderón jamás ha condenado el asesinato de civiles mexicanos por el ejército de Colombia y las posteriores demostraciones de amistad entre Calderón y Uribe dan muestra de que ambos personajes sirven al imperialismo pasando muy por encima de los intereses de los habitantes de las naciones que dicen gobernar. Se ha llegado a tal extremo que funcionarios del gobierno de Uribe se ufanan diciendo que tienen a sus agentes de inteligencia actuando libremente en territorio mexicano. Ante esta cínica confesión de partes, la cancillería mexicana no hace nada, aprobando tácitamente esta violación a nuestra soberanía. Todavía hoy, a un año de la masacre en Sucumbíos, el gobierno del asesino Uribe persigue a una joven civil mexicana, sobreviviente y testigo clave del crimen: Lucía Morett. Nuestro Partido exige el cese inmediato de la persecución contra las víctimas y la realización de un juicio en tribunales internacionales para los victimarios. Álvaro Uribe Vélez es un criminal de guerra y debe ser juzgado. Así lo exigen también los familiares de los jóvenes asesinados en Ecuador a manos del imperialismo y sus secuaces. Con la masacre en Ecuador, Uribe pretendía aniquilar todo esfuerzo de paz en Colombia y profundizar su política guerrerista en la región. Con en apoyo de la Senadora Piedad Córdoba, las FARC-EP realizaron recientemente varias liberaciones unilaterales de retenidos por la guerrilla. Uno de los liberados, Alan Jara, ha hecho declaraciones reveladoras sobre el carácter inhumano del gobierno de Uribe Vélez: “Dure dos meses con mucho temor de que la guerrilla me matara, ya cuando me reunieron con los demás políticos, militares y policías ese temor pasó y a partir del momento en que se rompe la zona, es decir, hace 7 años, el temor no ha sido que la guerrilla me mate, sino que el Gobierno me haga matar o me mate, porque es que en cuatro oportunidades nos cayeron bombas desde los aviones muy cerca y la guerrilla corría a protegernos y el avión del gobierno encima. Nosotros sabemos que un operativo no conduce sino a la muerte de quienes estamos allí. Un operativo es igual a una sentencia de muerte.” Por lo anterior, el XX Congreso del Partido Popular Socialista de México, que anhela que las distintas fuerzas políticas en Colombia encuentren una salida política y negociada para resolver los problemas que dieron origen al conflicto social y armado que vive aquella nación hermana, resuelve: 1.- Repudiar al gobierno de Álvaro Uribe Vélez por todos sus crímenes, incluido el de negar al hermano pueblo de Co-

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lombia el derecho a vivir con verdadera democracia, seguridad, paz y justicia social. 2.- Otorgar nuestra más profunda, decidida y firme solidaridad con nuestros hermanos de clase que luchan cada día en Colombia para combatir al imperialismo en todas las trincheras: desde la insurgente montaña hasta el combate electoral. 3.- Defender el inalienable derecho de los pueblos para combinar todas las formas de lucha a fin de conseguir su liberación y construir el socialismo. ¡Respeto a la soberanía de las naciones! ¡Solidaridad con Lucía Morett y los familiares de los muertos en la masacre de Sucumbíos! ¡Juicio para el criminal de guerra Álvaro Uribe Vélez y sus cómplices imperialistas! ¡No al rescate militar de retenidos en manos de la insurgencia colombiana! ¡Acuerdo humanitario ya! ¡Libertad para los presos políticos en Colombia y en cárceles del imperialismo! Ciudad de Zacatecas, 14 y 15 de Marzo de 2009.



DECLARACIÓN DE PRINCIPIOS

La lucha secular del pueblo mexicano por su independencia nacional —primero por su independencia política y después por su independencia económica— ha estado impregnada de un profundo anhelo de justicia social. Su móvil, no han sido las ideas abstractas, vacías de contenido, sino los objetivos concretos que, al elevar las condiciones de su existencia, conviertan en realidades tangibles la libertad de las personas, los derechos democráticos y la independencia plena de la nación. Desde la Revolución de Independencia, que alumbró el nacimiento de México, hasta la Revolución iniciada en 1910, pasando por la Revolución de Reforma, el principal actor del drama histórico ha sido el pueblo trabajador. El mérito de los grandes hombres que lo guiaron en esas etapas críticas reside en que supieron ser sus fieles intérpretes. El Partido Popular Socialista de México, surgido de la entraña del pueblo mexicano, al recoger esa herencia revolucionaria, declara que su objetivo fundamental es llevarla adelante en las nuevas condiciones de México y del mundo, con la convicción de que las aspiraciones fundamentales del pueblo sólo podrán alcanzar su plena satisfacción en una sociedad comunista. México no ha estado nunca ni puede estar al margen de las leyes que rigen el proceso de las sociedades humanas. Su historia prueba que, aunque con particularidades propias y formas específicas, su transformación desde el régimen de la comunidad primitiva hasta el sistema capitalista, pasando por la esclavitud y el feudalismo, ha seguido las líneas generales del desarrollo de la sociedad descubiertas por el socialismo científico. El destino de México ha sido modelado con sus propios elementos, pero también con ingredientes de afuera. Cuando las ideas externas han contribuido a la solución de los grandes problemas y al avance del pueblo y de la nación, legítimamente se han convertido en patrimonio propio. En las condiciones actuales del mundo, cuando el imperialismo, con todo su poderío económico, político y militar, se ha convertido en el principal obstáculo para el avance de los pueblos que luchan por su independencia y por vencer su atraso económico y social, el pueblo mexicano no puede alcanzar su plena independencia y los objetivos democráticos y de justicia social de la Revolución que inició en 1910, siguiendo el camino que la democracia burguesa ha recorrido en su larga evolución hasta llegar al imperialismo, su última etapa.

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El Partido Popular Socialista de México declara que sólo un sistema de democracia popular puede alcanzar todos los objetivos de la Revolución Mexicana, convertir en realidad los postulados sociales inscritos en la Constitución de la República, y hacer avanzar a México mediante el uso cabal de su soberanía hacia un orden social sin explotadores. La democracia del pueblo significa la exclusión del poder público de los elementos ligados a las fuerzas reaccionarias, a los monopolios extranjeros y a sus agentes. El gobierno debe integrarse con auténticos representantes de la clase obrera, de los campesinos, de la intelectualidad avanzada, de la pequeña burguesía rural y urbana y de la burguesía nacional, bajo la dirección de la clase obrera. Entre el pueblo de México y todos los pueblos de la Tierra que luchan por vencer el atraso, conquistar su independencia y construir sociedades socialistas, existen intereses comunes. Sus enemigos son los mismos: el imperialismo y la reacción interior. Esta comunidad de intereses es más patente entre los pueblos de la América Latina. Por tanto, el Partido Popular Socialista de México declara que una de las condiciones para el logro de las aspiraciones comunes de los países de América Latina es su solidaridad, su ayuda mutua y el estrechamiento de sus relaciones económicas, políticas y culturales, y la búsqueda de una estrategia de la región para enfrentar las serias amenazas que representa el proyecto imperialista de integración subordinada. La solidaridad entre los pueblos no significa la intervención de los gobiernos de sus países en los asuntos internos de otros. En la lucha común por el advenimiento de una sociedad superior a la de hoy, cada pueblo ha de seguir sus propias vías de desarrollo. El Partido Popular Socialista de México declara que el socialismo en nuestro país será principalmente el fruto del movimiento revolucionario mexicano, de la madurez de la conciencia de clase del proletariado mexicano, de su entrenamiento político, de su organización, de su lucha, y, sobre todo, de su capacidad para conquistar la dirección de todo el pueblo trabajador, llevándolo al convencimiento de que sólo con el régimen socialista podrá liberarse de la miseria, de la insalubridad, de la ignorancia y del temor al futuro. Los elementos más reaccionarios del imperialismo no sólo atentan contra la soberanía, la integridad y la libertad de nuestros pueblos, sino que, con el fin de mantener y restablecer la dominación capitalista en toda la Tierra no han vacila-


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do en utilizar todas las formas de intervención: económica, diplomática, política y militar. Este último aspecto no solamente representa un permanente riesgo para la humanidad, sino que constituye un enorme dispendio de recursos que la humanidad demanda para la solución de sus seculares problemas económicos y sociales. Frente a esta realidad, el Partido Popular Socialista de México declara que continuará su lucha por el desarme total y completo; por el respeto al derecho de autodeterminación de los pueblos y la no intervención en sus asuntos internos, y porque los recursos que ahora se destinan a la fabricación de armas de todo tipo, se orienten a resolver los problemas que agobian a millones de seres humanos. El socialismo científico es una doctrina social y política esencialmente humanista. Su fin es la liberación del hombre de todas las formas de explotación a que ha estado sometido, a efecto de erradicar para siempre la miseria y la ignorancia e instaurar una nueva sociedad, en la que los valores materiales y espirituales creados por ella misma sean patrimonio común, como resultado de la cooperación fraternal entre todos sus componentes. Si los seres humanos han desarrollado las fuerzas productivas, han sustituido unas formaciones socioeconómicas por otras más avanzadas, han creado y enriquecido la cultura y establecido diversas formas de la superestructura jurídica-política, en la actualidad deberán realizar su lucha por crear las condiciones para que se realicen los fines del socialismo. La vida del mundo y de México es cambiante. Tesis válidas ayer o en otros lugares, pueden dejar de tener vigencia hoy o ser inoperantes en nuestro país. Esto significa que hay necesidad de analizar concienzuda y profundamente la realidad mundial y nacional, una y otra vez, para que nuestros programas y nuestras tesis respondan siempre a la situación cambiante. El dogmatismo, que pretende convertir las tesis y los principios en normas válidas para todos los tiempos y todas partes, ocasiona un gran daño a la causa revolucionaria. Lo mismo el sectarismo, que niega la necesidad de la alianza con otras fuerzas sociales y políticas para el logro de ciertos objetivos concretos. Son también peligrosamente dañinos el revisionismo que, con el pretexto de la originalidad del movimiento social de México, a la que se da un carácter absoluto, vuelve la espalda a la filosofía del marxismo-leninismo; y el oportunismo, que se conforma con éxitos parciales sacrificando las metas esenciales. El Partido Popular Socialista de México mantendrá una lucha resuelta contra estas desviaciones, se esforzará en elevar el nivel político de todos sus militantes y cuadros dirigentes, y librará de modo sistemático una lucha resuelta contra la ideología burguesa, fuente de esas tesis erróneas. La unidad, independencia y elevación de la conciencia del movimiento obrero mexicano, su alianza con los campesinos y demás fuerzas progresistas, y la creación de un amplio frente democrático y antiimperialista, son obstaculizados por la división de los grupos que declaran basar su actividad en las ideas del socialismo. Por tanto, el Partido Popular Socialista

de México se esforzará por la unidad de esos grupos y declara su disposición a fundirse en un sólo gran partido de la clase obrera sobre la base de un programa colectivamente discutido y aprobado, que tenga en cuenta la realidad nacional. El Partido Popular Socialista de México declara que es un partido marxista-leninista y que sustenta, por tanto, la ideología del socialismo científico. Con base en estos Principios, el Partido Popular Socialista de México formulará su programa general y sus demandas inmediatas, organizará su actividad permanente y estudiará cada problema para proponer su solución adecuada, convencido de que el desarrollo de México, impulsado vigorosa y hábilmente por la clase obrera y su partido —por hoy el propio Partido Popular Socialista de México— llevará a su pueblo a niveles de vida cada vez más elevados y justos, hasta que logre su liberación definitiva.

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PROGRAMA

1. El Partido Popular Socialista de México lucha por la transformación del régimen social que prevalece en nuestro país, para sustituirlo por el sistema socialista. Esta es su finalidad histórica. En el camino de alcanzarla, luchará por la completa liberación de México respecto del imperialismo y por desplazar a la burguesía proimperialista de la dirección del Estado. Al lado de todas las fuerzas populares y sociales que estén dispuestas a hacerlo, luchará por construir un Estado que sirva a los intereses del desarrollo nacional con independencia económica y política. Un Estado que administre las empresas y ramas de la economía estratégicas para la soberanía y el desarrollo nacional; que rescate las que fueron privatizadas, sobre todo las entregadas a los capitales extranjeros, y que acelere el desarrollo de las fuerzas productivas de México, entendiendo que la economía en su conjunto debe estar al servicio de los intereses de la nación, de su desarrollo independiente y soberano, y del progreso y bienestar del pueblo. Un Estado que contribuya a liberar al país de la dependencia del mercado de los Estados Unidos de Norteamérica y, en general, del mercado imperialista que domina el escenario del mundo de nuestros días. Un Estado que combata la influencia que los círculos imperialistas tienen en la vida interior de nuestro país por la penetración de sus medios y a través de sus servidores. Un Estado que se dedique a mejorar las condiciones de vida de las masas populares; aumentar sus recursos; liquidar el analfabetismo; incrementar los servicios sociales y de salubridad; mejorar cuantitativa y cualitativamente la educación y formar los cuadros medios y superiores para el progreso de la nación; defender y acrecentar nuestra cultura. Un Estado auténticamente democrático que esté al servicio de la inmensa mayoría de los mexicanos, constituida por el pueblo trabajador. Un Estado que diversifique el comercio de México hacia todos los mercados del mundo, de acuerdo con el principio de beneficio mutuo y sin condiciones políticas; que incremente las relaciones del pueblo mexicano con todos los pueblos del mundo e impulse la integración con los de la América Latina y el Caribe. Un Estado que defienda la causa de la paz luchando por el desarme, y que exija y promueva activamente en la arena internacional el pleno

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respeto al principio de no intervención y al derecho de autodeterminación. 2. Para el Partido Popular Socialista de México no hay calendarios estrictos ni plazos fijos, porque sabe que la evolución progresiva de la sociedad es el resultado de una acumulación de hechos que se traducen siempre en saltos de la cantidad a la calidad, que pueden producirse en un plazo breve, y que para intervenir en ellos es indispensable conocer a fondo las leyes objetivas que rigen ese proceso de la comunidad humana. 3. El programa del Partido Popular Socialista de México se deriva de su declaración de principios. Es un programa que tiene objetivos inmediatos y futuros y se fundamenta en la aplicación certera de la teoría del marxismo-leninismo al desarrollo histórico de México y del mundo. Es el resultado de la experiencia histórica de las luchas del pueblo mexicano y no de una concepción abstracta de los fines a los que se puede llegar confiando en la falsa idea de una evolución mecánica del pueblo mexicano. 4. El Partido Popular Socialista de México considera que el hombre es un producto de la naturaleza, que la sociedad humana es el resultado del proceso de desarrollo del mundo y de la vida; pero también sabe que el hombre y la sociedad que ha construido influyen en las causas de las que surgieron y pueden convertirlas en efectos de su esfuerzo. El pueblo mexicano actual es el fruto de la evolución de las fuerzas productivas del país y de las relaciones de producción; pero la experiencia demuestra que ese pueblo en constante lucha ha sabido multiplicar sus recursos para poder vivir y ha modificado también las relaciones de producción. La Revolución Mexicana cambió progresivamente a México pero su desarrollo se vino dando con altibajos, regímenes progresistas fueron sustituidos por otros entregados a los intereses externos. Posteriormente, los gobiernos neoliberales rompieron todo vínculo con la Revolución Mexicana y se dedicaron a destruir toda su obra positiva. Hoy estamos en el principio de nuevas luchas del pueblo que habrán de llevarlo en el porvenir no lejano a su liberación definitiva.


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5. El Partido Popular Socialista de México lucha porque México pase de la democracia burguesa a una democracia del pueblo, para que pueda llegar después al socialismo. Ese es el contenido fundamental de su programa y de su línea estratégica y táctica. Su batallar ininterrumpido ha creado ya un patrimonio ideológico y una rica experiencia que deben ser examinados constantemente por todos sus miembros y simpatizantes, a fin de que puedan comprender el contenido fundamental de su programa, ya que éste obedece al proceso dialéctico del propio partido, a su proceso dinámico, que no son sino el reflejo del devenir del pueblo mexicano y, principalmente, de la lucha de su clase trabajadora, de sus demandas y de la proclamación de sus finalidades históricas. 6. El programa del Partido Popular Socialista de México ha de llevar al pueblo mexicano, bajo su dirección, a nuevas y altas etapas de la justicia, de la civilización y de la cultura, lo llevará a la construcción del socialismo en nuestra patria.

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ESTATUTOS

El Partido Popular Socialista de México es un partido revolucionario de la clase obrera, la clase social revolucionaria por excelencia. Un partido comunista que educa políticamente a sus miembros y al pueblo, para garantizar el desarrollo progresivo del país, su cabal independencia y el triunfo del socialismo en el futuro. Agrupa, por su voluntad libremente expresada, a la parte más avanzada y consciente de la clase obrera, de los campesinos y de los intelectuales de México, y tiene como guía la doctrina filosófica del materialismo dialéctico creada por Marx y enriquecida por Lenin. El Partido Popular Socialista de México, fruto genuino de la tradición revolucionaria y de lucha del pueblo mexicano, surge el 20 de junio de 1948 como un gran movimiento popular para mejorar las condiciones de vida del pueblo, ampliar el régimen democrático y lograr la independencia nacional. En 1960, el Partido Popular se transforma en Partido Popular Socialista —hoy Partido Popular Socialista de México—, adoptando la filosofía del proletariado para la comprensión de la realidad y lograr el objetivo histórico de construir el socialismo. El Partido Popular Socialista de México rige su actuación por el principio de la dirección colectiva, por su democracia interna, por la actividad y la iniciativa constante de sus miembros, por la crítica y la autocrítica, por la cohesión firme de sus filas y por la disciplina consciente de quienes lo integran. El Partido Popular Socialista de México educa a sus miembros y a la clase obrera en el sentimiento y en la convicción del más elevado patriotismo, del internacionalismo proletario, de la fraternidad de todos los pueblos de la Tierra, de la integración de los pueblos de América Latina y sostiene relaciones de amistad y solidaridad con todos los movimientos y partidos extranjeros que tienen finalidades semejantes a las señaladas en su declaración de principios y en su programa. Siendo el partido el arma más poderosa en la lucha por la emancipación de la clase obrera, los comunistas debemos realizar nuestra labor de cara a la transformación del mundo, armados con el más noble de los ideales y los objetivos de lucha más elevados, unidos estos últimos a un sentido práctico y un trabajo efectivo que permita plasmar en la realidad de manera creadora y precisa todo el rico contenido vigente de la concepción del mundo del marxismo-leninismo como teoría del conocimiento y explicación de la naturaleza y de la

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sociedad y como guía y método de la acción política transformadora de la realidad. En tanto que organismo político altamente estructurado y en constante proceso de desarrollo, el partido posee su vida interior intensa y llena de matices. Por ello hay que ennoblecer y defender con orgullo y dignidad, la fisonomía ideológica y moral del partido, su carácter de clase, su línea precisa y consecuente de conducta política y el mantenimiento claro de sus objetivos históricos, que deben de ser siempre condiciones primordiales en el desarrollo sano de la vanguardia revolucionaria de la clase obrera mexicana y, junto con ello, es necesario que se haga un esfuerzo colectivo para que todos los militantes del partido seamos dignos defensores de la causa revolucionaria del proletariado, para dignificar con el ejemplo de todos y de cada uno, la categoría de militantes. CAPÍTULO I MIEMBROS artículo 1. El ingreso al partido es voluntario e individual. Podrá ser admitido quien acepte la declaración de principios, el programa y los estatutos, esté dispuesto a luchar por sus objetivos inmediatos y futuros, milite en un núcleo, en un organismo de dirección, o en ambos, cumpla las decisiones del partido y contribuya a su sostenimiento. artículo 2. Para ser admitido como miembro del partido, el núcleo u organismo --bajo cuya dirección participe el solicitante-- discute y aprueba, en asamblea, su admisión. El organismo inmediato superior deberá ratificar dicho acuerdo. artículo 3. El núcleo u organismo que avale el ingreso de un nuevo miembro responde de la autenticidad de sus datos personales, de su capacidad política e ideológica y de sus cualidades prácticas y morales. CAPÍTULO II DEBERES, DERECHOS Y SANCIONES Deberes artículo 4. Además de otros deberes contenidos en los presentes estatutos, el miembro del partido tiene el deber fundamental de: a) Luchar por el socialismo.


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b) Luchar por la independencia y soberanía nacionales. c) Luchar por una democracia integral. d) Participar en las organizaciones de masas y utilizar todos los medios y las formas para ligarse a ellas; defender sus derechos y realizar en su seno una labor de difusión política e ideológica, orientada hacia la defensa de sus reivindicaciones y a la lucha por los objetivos que establezca la política del partido. e) Participar en la batalla ideológica; defender los intereses de las grandes masas populares y la política que el partido libra en todos los frentes. f) Combatir la ideología burguesa; observar los principios de la moral revolucionaria; ser modesto y sencillo y poner los intereses sociales por encima de los personales.

opinión antes de que el organismo tome un acuerdo, así como a proponer las iniciativas, proyectos y sugerencias que estime conveniente. b) Exigir en todo momento la observancia de nuestros documentos básicos y la aplicación de las resoluciones de las asambleas, congresos y organismos, debiendo hacerlo siempre dentro del núcleo u organismos de los cuales forme parte. c) Participar personalmente en las reuniones del núcleo o de los organismos de dirección de los que forme parte, cuando se discuta su actuación o su conducta. d) Apelar ante los organismos superiores contra las determinaciones de un organismo inferior, estando obligado a respetar y acatar incondicionalmente los acuerdos mientras no se dicte solución en contrario.

g) Practicar el internacionalismo proletario, contribuyendo a estrechar los lazos fraternales que deben unir a los trabajadores del mundo.

e) Elegir y ser electo, para ocupar cargos de dirección.

h) Contribuir a la preservación y al fortalecimiento de la unidad ideológica y orgánica del partido, combatiendo toda labor de fraccionalismo y de confusión ideológica.

artículo 6. Las sanciones disciplinarias tienen como finalidad afianzar el prestigio, la integridad, la disciplina y la unidad de nuestras filas. Tienen, además, un carácter educativo cuyo propósito consiste en enmendar errores, ayudar a quienes los cometen, para que de ese modo eleven su nivel político y, al mismo tiempo, tienen por objeto evitar actos que atente contra el partido. artículo 7. Serán objeto de sanciones disciplinarias los miembros que incurran en las siguientes faltas: a) No cumplir con lo establecido en la declaración de principios, el programa, los estatutos y las resoluciones del partido.

i) Emplear la crítica y la autocrítica de manera honesta y constructiva; descubrir con lealtad los defectos y procurar que sean eliminados; combatir las formas presuntuosas del trabajo, el conformismo y la simulación. j) Ser sincero y honesto y jamás ocultar ni alterar la verdad, al rendir informes sobre su trabajo propio, el trabajo de los demás y sobre las tareas o cargos que se le encomienden. k) Mantener en secreto las discusiones, y los acuerdos que no deban hacerse públicos. l) Los miembros del partido que formen parte de cualquier cuerpo colegiado o de la dirección de alguna organización de masas, deberán actuar mancomunadamente, para ese propósito deberán reunirse con la periodicidad necesaria bajo la dirección de los organismos respectivos. Derechos artículo 5. El miembro tiene derecho a: a) Voz y voto, así como a discutir libremente en las asambleas, congresos y en las reuniones de las cuales forme parte, las cuestiones de la política y la actividad práctica del partido, expresando y defendiendo abiertamente su

Sanciones

b) Realizar una labor fraccional o de grupo. c) Ocultar, falsificar o deformar hechos o datos en un informe rendido al partido. d) Manejar con deshonestidad, o utilizar en beneficio personal, bienes y recursos del partido, de organizaciones sociales o de instituciones populares. e) Llevar a cabo cualquier acto que menoscabe el prestigio del partido y atente contra su unidad. artículo 8. El miembro que incurra en algunos de los actos señalados en el artículo anterior, se hará acreedor a cualquiera, según el caso, de las siguientes sanciones: a) Llamada de atención en privado. b) Amonestación pública ante los miembros del núcleo u or-

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ganismo al que pertenezca. c) Suspensión o separación de los puestos de dirección o comisiones que ocupe. d) Privación temporal de derechos. e) Expulsión. artículo 9. La aplicación de cualquier medida disciplinaria, excepto el inciso a) del artículo anterior, se resuelve previa discusión en la reunión del organismo o asamblea del núcleo al que pertenezca el miembro sujeto a posible sanción. La aplicación de la máxima sanción requerirá en todos los casos, con excepción del Comité Central, la ratificación del organismo inmediato superior. Para que esa sanción se aplique se requiere del voto de las dos terceras partes de los integrantes del cuerpo colegiado. artículo 10. La suspensión o separación de un integrante de un núcleo intermedio, de la Dirección Política, de la Comisión Ejecutiva Nacional o del Comité Central, sólo podrá realizarse por el voto de las dos terceras partes de quienes lo constituyen y, excepto en el caso del CC, con la aprobación del organismo inmediato superior. artículo 11. El periodo en que el miembro quede privado temporalmente de sus derechos, no debe exceder de un año. En el caso de que, transcurrido el periodo de privación, los hechos demuestren que ha corregido sus errores debe ser restituido en sus derechos, por el organismo que lo sancionó. artículo 12. Los núcleos y organismos no pueden sancionar a un miembro que pertenezca a un organismo de dirección jerárquicamente superior. En el caso de faltas cometidas por alguno de esos miembros se procederá a informar y dar su opinión al organismo correspondiente para que éste resuelva lo conducente. CAPÍTULO III DEMOCRACIA INTERNA Y ESTRUCTURA DEL PARTIDO artículo 13. El principio rector de la estructura orgánica es el centralismo democrático que garantiza la más amplia democracia y disciplina en el seno del partido, como factores decisivos para mantener su unidad ideológica y orgánica, su trabajo colectivo y su integridad. El centralismo democrático consiste en las siguientes normas a) Todos los organismos de dirección son electos de abajo hacia arriba. b) Los organismos de dirección informarán periódicamente de sus actividades y de sus finanzas a los miembros de su organización respectiva y al organismo inmediato superior. c) Disciplina rigurosa, única y consciente y subordinación de la minoría a la mayoría. d) Los acuerdos de los organismos superiores son absolutamente obligatorios para los inferiores, aún cuando éstos no estén de acuerdo con ellos. artículo 14. El principio supremo de dirección del partido es la dirección colectiva, condición obligada para la activi-

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dad normal de todos los organismos de dirección, la educación adecuada de sus cuadros y el desarrollo de la actividad y la iniciativa de los militantes. El principio de dirección colectiva fomenta la confianza de la base hacia sus dirigentes; elimina la posibilidad de órdenes y disposiciones personales arbitrarias y ayuda eficazmente a establecer relaciones cordiales y de respeto mutuo entre todos los militantes. Significa además una elevada responsabilidad personal de los dirigentes en el cumplimiento de las tareas que el partido les ha encomendado. artículo 15. Para asegurar la dirección colectiva, el secretario general de cada comité de núcleo, es el responsable de coordinarlos. En su ausencia, el resto de los integrantes del organismo respectivo designarán, entre ellos, a quien se hará cargo transitoriamente de dicha responsabilidad. En el caso del Comité Central y de la Dirección Política, organismos coordinados por el Presidente del partido, ante su ausencia, asume sus funciones el Secretario General. artículo 16. Un principio importante de la democracia interna es el derecho inalienable de cada uno de sus miembros para examinar libremente todas las cuestiones de la política del partido dentro de la estructura del mismo. Cada organismo tiene el deber de escuchar y de discutir las opiniones, sin que por ello se ejerza ninguna acción contra quienes las plantean. Pero una vez tomada una resolución, la discusión debe cesar y, en tanto no se modifique la resolución objetada, ésta debe ser acatada incondicionalmente. La crítica y la autocrítica sólo pueden expresarse con sujeción a estas normas, empleando en todos los casos la persuasión como medio para fortalecer la disciplina consciente. artículo 17. Es incompatible con los principios organizativos del partido la existencia de fracciones y por tanto constituye una falta grave el organizarlas, pertenecer a ellas o conocer de su existencia y no informar al organismo correspondiente. artículo 18. El partido se estructura sobre la base del principio territorial y del centro de trabajo. Al organismo que dirige un territorio determinado se le subordinan los organismos y organizaciones constituidas en su jurisdicción. Las excepciones deberán ser aprobadas por el Comité Central. Al comité del partido en una institución o empresa se le subordinan los núcleos constituidos en los centros de trabajo de éste. artículo 19. Los organismos de dirección son: a) El Congreso. b) El Comité Central. c) La Dirección Política. d) La Comisión Ejecutiva Nacional. e) La Asamblea del Núcleo. f) El Comité de Núcleo. artículo 20. La asamblea del núcleo se integra con la mayoría de sus miembros. El congreso con la mayoría de los delegados electos, en la forma en que lo señalen las normas de representación establecidas en la convocatoria.


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artículo 21. En la elección de todos los organismos de dirección se observarán los principios de renovación sistemática de sus componentes y de la continuidad de su dirección. artículo 22. Los integrantes de los organismos de dirección se eligen por votación directa en la asamblea o congreso respectivo, a propuesta del organismo inmediato superior. En el caso del Comité Central, por la Comisión de Proposiciones. Los delegados a la asamblea o congreso tienen el derecho de recusar y criticar a los candidatos. Para que los candidatos propuestos sean elegidos se requiere, cuando menos, el voto de la mitad más uno de los delegados a la asamblea o congreso respectivos. artículo 23. Los organismos de dirección podrán desconocer a un organismo inmediato inferior cuando adopte resoluciones que estén en contradicción con la política del partido, con sus principios y normas de organización, o con su democracia interna y se nieguen a rectificar su actitud o cuando caigan en incapacidad para atender las funciones de su responsabilidad. Esta medida deberá ser ratificada por el organismo inmediato superior y de ella se informará ampliamente a la base del organismo que fue desconocido. El organismo superior que tome esta decisión, adoptará a la mayor brevedad posible, las medidas que considere convenientes para restablecer la normalidad. artículo 24. Cuando en determinados lugares no sea posible la elección de abajo hacia arriba del correspondiente comité, el organismo inmediato superior podrá designarlo, con el encargo de crear las condiciones propicias para la realización de la asamblea respectiva. artículo 25. Todos los organismos son autónomos en cuanto se refiere a la solución de las cuestiones locales de su competencia, siempre que sus decisiones no estén en contradicción con la política general del partido. artículo 26. Para impulsar las tareas y trazar medidas para su cumplimiento, así como para examinar cuestiones, específicas se realizan reuniones de las organizaciones de empresa, municipales, regionales o estatales, así como entre diversos municipios o estados a convocatoria del organismo inmediato superior. CAPÍTULO IV ORGANISMOS SUPERIORES DE DIRECCIÓN artículo 27. Los organismos superiores de dirección nacional son: El Congreso, el Comité Central, la Dirección Política y la Comisión Ejecutiva Nacional. Congreso artículo 28. El congreso es el organismo supremo del partido y se reúne por lo menos cada cinco años bajo las siguientes normas: a) El Comité Central es el único organismo del partido que tiene la facultad para convocar al congreso. b) El congreso deberá ser convocado con noventa días de anticipación como mínimo. La convocatoria deberá contener la forma de elegir a los delegados, el orden del día, el lugar y la fecha de su realización. Con la convocatoria se enviarán

los materiales para la discusión. c) El congreso se integra con la mayoría de los delegados electos. artículo 29. Son facultades exclusivas del congreso: a) Discutir el informe del Comité Central y aprobar la resolución correspondiente. b) Aprobar la declaración de principios, el programa y los presentes estatutos y modificarlos cuando lo considere necesario. c) Determinar la línea política general. d) Elegir al Comité Central y determinar la cantidad de miembros que lo integran. e) Conocer y resolver, como última instancia, las apelaciones que ante él, presenten organismos, órganos y miembros del partido. Comité Central artículo 30. El Comité Central es el organismo superior de dirección entre uno y otro congreso. Tiene la responsabilidad de orientar y dirigir la actividad del partido, de sus organismos y de sus núcleos; aplicar las decisiones del congreso; crear instituciones y empresas para la información, el estudio de los problemas nacionales e internacionales, y el sostenimiento económico; crear los órganos centrales de difusión y designar a sus responsables. artículo 31. El Comité Central se reúne en pleno por lo menos cada año, convocado y presidido por su Dirección Política. artículo 32. En el Pleno del Comité Central que acuerde convocar al congreso se debe nombrar una Comisión de Proposiciones. Esta comisión tendrá la obligación de recoger la opinión de los núcleos, de la Dirección Política y de la Comisión Ejecutiva Nacional, sobre quienes deben integrar este organismo de dirección. artículo 33. El Comité Central, por conducto de la Dirección Política representa al Partido en las relaciones con otros partidos y organizaciones. El Comité Central informa regularmente de su trabajo al partido. artículo 34. Para ser miembro del Comité Central se requiere una antigüedad mínima de cinco años como militante, ser leal al partido, poseer capacidad ideológica y ser propuesto por alguno de los núcleos u organismos de dirección. artículo 35. Cuando algún miembro del Comité Central deje de pertenecer a él, por las razones que sean, será sustituido, a proposición de cualquiera de sus integrantes, por otro miembro del partido que cumpla con los requisitos establecidos en el artículo anterior y que la propuesta sea aprobada por la mayoría. artículo 36. El pleno del Comité Central: a) Elige al Presidente del partido, que también lo es del Comité Central y de su Dirección Política, la que se integra con el número de miembros que considere conveniente y, en su caso, los remueve. b) Elige al Secretario General —que debe coordinar la

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Comisión Ejecutiva Nacional, formar parte de la Dirección Política y mantener una coordinación cotidiana y permanente con el Presidente del partido— y a los demás integrantes de la Comisión Ejecutiva Nacional, en el número de miembros que considere conveniente y, en su caso, los remueve. c) Conoce, discute y aprueba el Informe de la Dirección Política. d) Ejerce la titularidad de las propiedades muebles e inmuebles del partido. Autoriza, en su caso, la enajenación de los bienes inmuebles que pertenezcan al mismo. e) Elabora su reglamento interno para lograr mayor eficacia en su funcionamiento y trabajo. f) Elabora los reglamentos que requiera el trabajo del partido en todos sus niveles. Dirección Política artículo 37. La Dirección Política es el organismo del Comité Central que, entre uno y otro pleno, se responsabiliza del trabajo teórico, el análisis constante de la realidad, las decisiones de táctica, la aplicación de la estrategia, y el trato con partidos hermanos y organizaciones aliadas y afines, nacionales e internacionales, en lo que implique cuestiones como las señaladas, todo ello de acuerdo con los lineamientos aprobados por el congreso y el Comité Central. Tiene las siguientes facultades: a) Elabora los documentos necesarios para desarrollar sus responsabilidades. b) Diseña la táctica para el trabajo del partido en las organizaciones sindicales, campesinas y urbano-populares, en los frentes de masas, en los frentes amplios, en las relaciones con organizaciones políticas y sociales nacionales y en las relativas al ámbito internacional. c) Elabora su reglamento interno para lograr mayor eficacia en su funcionamiento y trabajo. Comisión Ejecutiva Nacional artículo 38. La Comisión Ejecutiva Nacional es el organismo que se encarga de cumplir los acuerdos del Comité Central y de aplicar la línea política trazada por la Dirección Política; además, tiene las facultades siguientes: a) Se encarga de las tareas prácticas, designa de entre sus miembros a los responsables de las actividades permanentes, y distribuye y asigna tareas a cuadros del partido. b) Nombra a las comisiones nacionales correspondientes para atender las tareas permanentes y las actividades transitorias que requiere el trabajo de la Comisión Ejecutiva Nacional y a los responsables de las instituciones y empresas creadas por el Comité Central. Vigila el funcionamiento de todas ellas. c) Traza y aplica la política de promoción de cuadros. d) Suspende a cualquiera de sus miembros cuando haya dejado de atender las tareas que le fueron encomendadas, sin causa justificada. Los demás integrantes de la Comisión Ejecutiva Nacional designarán a un sustituto. El Comité Central, en su siguiente pleno, ratificará o rectificará esta decisión. e) Elabora su reglamento interno para lograr mayor efica-

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cia en su funcionamiento y trabajo. CAPÍTULO V LOS NÚCLEOS artículo 39. La estructura del partido descansa en los núcleos que son sus organizaciones intermedias y de base. El partido no es una simple suma de ciudadanos, sino una organización de organizaciones. Sus miembros realizan su militancia fundamentalmente en el seno de ellas. Los núcleos se organizan en los centros de trabajo o en el territorio donde trabajan o vivan cuando menos tres miembros. Las Núcleos son organizaciones a través de las cuales el partido, por medio de sus miembros, actúa entre el pueblo con el fin de educarlo, organizarlo y dirigirlo hacia el logro de sus objetivos inmediatos e históricos. artículo 40. El organismo superior del núcleo es la asamblea de sus miembros, que se reúne cuando menos cada 15 días y tiene las siguientes facultades: a) Elige por un periodo de dos años al comité del núcleo, con el número de miembros y cargos que considere conveniente. b) Elige delegados al congreso, y a las asambleas estatales y municipales, de acuerdo con las convocatorias respectivas. c) Admite a nuevos miembros, previa comprobación de sus cualidades y consolidación de su conciencia partidaria. d) Discute y aprueba su plan de trabajo, así como el Informe que le rinde su comité. e) Conoce y aprueba la separación de alguno o de algunos de sus miembros, cuando éstos así lo soliciten o porque se les aplique alguna sanción, debiendo informar al organismo inmediato superior. f) Propone, al organismo inmediato superior, a los miembros del Núcleo que por el desarrollo de su militancia, se hagan acreedores a ser promovidos a otras responsabilidades partidarias. artículo 41. El comité del núcleo a) Tiene como responsabilidad fundamental mantener en actividad permanente al núcleo y garantizar su trabajo, impulsando todo lo que fortalezca y haga avanzar al partido. b) Asume la responsabilidad de elevar permanentemente la educación política de los miembros del núcleo. c) Ejerce la dirección colectiva, para lo cual se reúne con frecuencia a fin de examinar los problemas que debe afrontar del núcleo. Traza las tareas concretas y designa a los responsables de su cumplimiento. d) Informa y presenta los proyectos de planes de trabajo a la asamblea del núcleo. e) Informa al organismo inmediato superior del estado de organización que guarda y de los resultados del cumplimiento de las tareas del núcleo y de sus integrantes. Actividades del Núcleo artículo 42. Para lograr los objetivos que el partido les asigna, los núcleos realizan cuatro actividades fundamentales que deben estar contenidas en su plan de trabajo I. La orientación política e ideológica de los hombres y


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mujeres que trabajan o viven en los lugares donde actúa cada núcleo. II. La propaganda y la agitación como medio de difusión de ideas y proposiciones en torno a los intereses de la clase trabajadora y del pueblo en su conjunto, utilizando todos los medios posibles, orales y visuales, incluyendo la edición regular de un órgano de prensa que exprese su opinión, interpretada a la luz de la línea política general del partido, sobre los problemas específicos del sector en el cual actúa. III. Dirigen la participación activa de sus miembros en los movimientos sociales y en las organizaciones de masas con el propósito de influir en ellas para garantizar su funcionamiento como frentes amplios de lucha por el mejoramiento de las condiciones de vida y de trabajo de sus afiliados. IV. La participación activa en la vida del partido en aspectos tales como: a) La aportación como forma de contribuir al sostenimiento económico del partido y como manifestación e impulso de la conciencia política de sus miembros. b) La participación en todos los actos públicos a que sean convocados y en los internos del partido en sus campañas por objetivos concretos. c) La vigilancia revolucionaria de la actividad de los organismos de dirección, mediante la práctica de la crítica y la autocrítica constructiva, así como la contribución al perfeccionamiento constante de las formas de organización y la orientación general del partido. d) La afiliación de nuevos miembros al partido. CAPÍTULO VI PATRIMONIO Y FINANZAS DEL PARTIDO artículo 43. El patrimonio del partido está constituido por los bienes muebles e inmuebles que hayan adquirido o adquieran sus organismos en cualquier parte del país, como medios para la lucha permanente para superar su organización y su influencia. El Comité Central ejerce la titularidad de los derechos de propiedad de todos los bienes inmuebles. La Comisión Ejecutiva Nacional ejerce los derechos de propiedad sobre los bienes muebles que haya adquirido, y los demás organismos lo ejercerán sobre los bienes del mismo tipo que tengan o adquieran. artículo 44. Las fuentes de ingreso económico para el sostenimiento del partido son: a) Las aportaciones de sus miembros. b) Los donativos de amigos y simpatizantes. d) Los productos de la venta de materiales y de las actividades y empresas que con ese objeto se organicen.

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Organos de dirección electos en el XX congreso del PPS de México

Comité Central 19. Alejandra Miranda 1. Belisario Aguilar Olvera 20. Cecilia Ochoa Vega 2. Cuauhtémoc Amezcua Dromundo 21. Cornelio Ochoa García 3. Raúl Barba Arciniega 22. Maximino Pérez Hernández 4. Ramón Betancourt Audelo 23. Humberto Pliego Arenas 5. Héctor Camacho Macías 24. Roberto Prado Ayala 6. Juan Campos Vega 25. Alberto Reyna García 7. José Loreto Cerna Borja 26 Magdalena Rosales Cruz 8. Carmen Chinas Salazar 27. José Santos Cervantes 9. Ernesto Dorantes Flores 28. Tovar Montañez Jorge 10. Javier Estrella 29. Edgar Trejo Gudiño 11. Adrián García Enríquez 30. Tomás Trinidad Montes 12. Martha Elvia García García 31. Humberto Trujillo Araiza 13. Ofelia González Ruíz 32. Martín Tavira Urióstegui 14. Bartolomé González Galindo 33. José Santos Urbina Mendoza, 15. Miguel Guerra Castillo 34. Irma Valdivieso 16. Martha Silvia Meléndez 35. Eliud Valdez Armendáriz 17. Mario Efrén Ochoa Vega 18. Luis Miranda Reséndiz

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Dirección Política

1. Cuauhtémoc Amezcua Dromundo, Presidente. 2. Luis Miranda Reséndiz 3. Juan Campos Vega 4. Humberto Pliego Arenas 5. Martín Tavira Urióstegui 6. José Santos Cervantes

Comisión Ejecutiva Nacional

1. José Santos Cervantes, Secretario General. 2. Martha Elvia García García 3. Carmen Chinas Salazar 4. Mario Efrén Ochoa Vega 5. José Santos Urbina Mendoza 6. Miguel Guerra Castillo 7. Jorge Tovar Montañez

Zacatecas, Zac., 15 de marzo de 2009

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Partido Comunista De Cuba Comité Central

Saludo al hermano Partido Popular Socialista de México Con motivo de celebrarse los días 14 y 15 del presente mes de marzo del 2009 el XX Congreso “por la liberación nacional y el socialismo”, les enviamos el presente mensaje de salutación, fraterno, solidario en nombre del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y con el justo deseo y con la seguridad de que continuarán cosechando éxitos en la lucha por un mundo mejor y por estar presentes en todas las batallas que se libren en México y el mundo por alcanzar los niveles de desarrollo económico, social y político a que ustedes, hermanos mexicanos, tienen derecho. Los comunistas cubanos, han sentido profundamente la solidaridad del Partido Popular Socialista de México y sus principales dirigentes en todas nuestras luchas en estos cincuenta años de Revolución y en especial, en la batalla contra el bloqueo inhumano que impone el imperialismo yanqui y que intenta doblegar por hambre a nuestro pueblo. Bloqueo que aunque ha hecho más difícil la lucha, no ha logrado el intento de aislarnos económica y políticamente, sino todo lo contrario y en la mente de nuestro pueblo y en sus corazones resienten cada día al enemigo principal: el gobierno de los Estados Unidos. Éxitos camaradas y gracias por su solidaridad, por el apoyo a nuestros Cinco Héroes, por su firmeza a nuestra Revolución en las más difíciles circunstancias, por confiar en nosotros y trasmitir a sus bases los ideales de la Revolución Cubana y de Fidel, de Raúl y los dirigentes que hicieron posible arribar a estos cincuenta años.

Partido Comunista de Cuba Comité Central La Habana, 13 de marzo del 2009

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Partido Comunista de Grecia Comité Central Dear comrades, The Central Committee of KKE extends warm comradely greetings to the XX Congress of your party, to be held on 1415 of March 2009. We await with interest to receive the documents, the analysis and the tasks that you congress will decide upon. Recently the 18th Congress of our party was held. The congress defined as fundamental task the passing to counterattack in all fronts, with the strengthening of the KKE so that the party becomes fully prepared to cope with any conditions and turns of the revolutionary class struggle. At the same time our congress discussed and approved a particular resolution on Socialism, enriching the programmatic guidelines of our party. The study of the causes for the predominance of the counter-revolution in USSR, the drawing of conclusions, we believe that they will give new impulse to the effectiveness of our action, to the revitalization of the timeliness of socialism. Dear comrades Undoubtedly, the most striking element of the developments is the ongoing capitalist crisis, which is accompanied by the sharpening of the inter-imperialist rivalries and contradictions. Today, positions and truths that the communists defend since years are being confirmed. The issues of the workers’ power, of the socialization of the basic and concentrated means of production, of the central planning and the workers’ control come into surface. The necessity and timeliness of socialism are highlighted. In our country, the class-based trade union movement, the popular movement more general, is conducting important struggles. In front of us lie the workers’ manifestations and rallies that will be held by PAME across the country on March 17; the anti-NATO demonstrations on 20th of March; the national wide strike on April 2. In all these occasion the class movement will give strong fights with the plutocracy, the anti-peoples policies supported by the liberal and socialdemocratic parties, with the EU. The working class, the popular strata, do not have any interest from “solutions” aiming at helping the system to cope with its crisis. We consider very important the people to un-

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mask and reject the misleading views cultivated by the capital, the bourgeois and opportunist political forces for “regulating”, “reforming” and “humanizing” capitalism; the views that put exclusively the blame for the crisis on the neoliberal management, facilitating thus the social democracy and exonerating the capitalist system. In this context, the development of the cooperation among the communist and workers’ parties, the elaboration of joint positions, the joint efforts of the communist and workers’ parties to develop the ideological and political front to the bourgeois, reformist and opportunist currents, to the neo-fascist practices, to nationalism and chauvinism, become determining factors. Our party will continue steadily its cooperation with the other Communist and Workers’ parties, at a bilateral and regional, international level, for the continuation and upgrade of the International Meetings, for the promotion of the coordination and common actions, for the strengthening of the anti-imperialist struggle; for the support of other multilateral initiatives of communist parties and anti-imperialist forces, for the backing of the international anti-imperialist organizations and movement. The development of the bilateral relations, the strengthening of the solidarity movement with the peoples of Latin America, first and foremost with Cuba, is among our priorities. However, as long as the situation in the international communist movement does not improve, as long as it remains organizationally and ideologically fragmented the danger of further setbacks grow stronger. We have the opinion that today appears even more demanding the need of forming and shaping a distinct presence of communist and workers’ parties, of communist forces that actively work in the direction of a united revolutionary strategy of the international communist movement. With these thoughts and with the hope to further develop the fraternal bilateral relations between our parties, we wish every success to the 20th Congress of your party. Athens, March 12, 2009 The Central Committee of KKE


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Partido Comunista de los Trabajadores Húngaros Cuauhtémoc Amezcua Dromundo Primer Secretario del Partido Popular Socialista de México Ciudad de México

Querido Compañero Primer Secretario, De parte del Partido Comunista de los Trabajadores Húngaros le envío nuestros deseos mejores con motivo del XX congreso de Partido Popular Socialista de México. Nosotros, los comunistas húngaros sumamente apreciamos el camino histórico de PPS. Profundamente respetamos su lucha consiguiente contra el capitalismo.

los logros historicos de los países socialistas del siglo XX, incluyendo Hungría. Seguimos luchando contra el capitalismo. Haremos todo lo posible reforzar la cooperación internacional de los partidos comunistas, defenderemos la idea del internacionalismo proletario. Nuestro partido lucha en condiciones difíciles. Pero podemos asegurarle que nunca dejaremos nuestra convicción comunista y nuestra lucha para el socialismo. Estamos listos a desarrollar con el PPS nuestra amistad y cooperación. Viva el Partido Popular Socialista de México! Viva la clase obrera! Viva el internacionalismo proletario! Gyula Thürmer.

Con cuidado estudiamos el informe político al XX congreso y apoyamos las principal conclusiones políticas y teoricas de su partido.

Partido Comunista de los Trabajadores Húngaros

Ahora afrontamos una crisis profunda de capitalismo. Esta crisis es una crisis del sistema entero capitalista. Hay cada vez más los problemas que no pueden ser solucionados bajo el capitalismo. Hay cada vez más la gente que no puede y no quiere solucionar sus problemas dadas las circunstancias de capitalismo. Necesitamos una estrategia de anticapitalista, el carácter de antiimperialista, una estrategia de las fuerzas izquierdas, comunistas que pueden conducirnos a la victoria de socialismo. Nosotros deberíamos manifestarnos a las masas trabajadores que hay sólo verdadera solución para sus problemas. Esto es el camino de socialismo El Partido Comunista de los Trabajadores Húngaros es dedicado a las ideas de marxismo-leninismo. Defenderemos

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Unión del Pueblo Gallego

Al XX Congreso del Partido Popular Socialista de México: Galiza; 10 de marzo de 2009 Camaradas, en primer lugar quiero enviarles el fraternal saludo del Comité Central y de toda la militancia de la Unión do Povo Galego (UPG), y nuestra confianza en que este XX Congreso de su partido que se desarrolla bajo la consigna “Por la Liberación nacional y el Socialismo” será un paso adelante en la lucha del partido de Vicente Lombardo Toledano. Somos concientes de las dificultades que para el movimento revolucionario tiene este momento histórico pero tambien sabemos del tesón de los y las militantes del PPS de México en su lucha por un México más justo y verdaderamente soberano; por ello hemos leído con atención el Informe Político que la Dirección presenta a los delegados y delegadas de este XX Congreso, dado que los comunistas y patriotas de Galiza siempre estamos abiertos a estudiar otras experiencias y otras luchas con el convencimiento de que de todas ellas podemos obtener enseñanzas que nos ayuden en nuestro camino. Estimados camaradas sepan que en la UPG cuentan con un partido hermano, y deseamos que la nueva dirección que salga de este congreso pueda estrechar los lazos de camaradería entre nuestros partidos y entre el pueblo gallego y mexicano. Adelante el XX Congreso!

Duarte Correa Piñeiro Secretario de Relaciones Internacionales Comité Central de la Unión do Povo Galego

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Partido Comunista de Estados Unidos. Al Compañero Cuauhtémoc Amezcua Dromundo Secretario General, Partido Popular Socialista de México Estimado Compañero Amezcua Con gran placer hemos recibido su saludo fraternal, y como respuesta le enviamos el siguiente mensaje de solidaridad: AL CONGRESO DEL PARTIDO POPULAR SOCIALISTA DE MEXICO “¡POR LA LIBERACION NACIONAL Y EL SOCIALISMO!”, “A nosotros del Partido Comunista de los Estados Unidos (CPUSA) nos da mucho placer enviar nuestros saludos de solidaridad al Partido Popular Socialista de México en la ocasión de su Congreso que se va a llevar a cabo en la ciudad de Zacatecas los días 14 y 15 de marzo. En esta coyuntura de transformaciones enormes tenemos presentes nuestros hermanos y hermanas de la clase de trabajadora mexicana, con todo el pueblo mexicano, que se ven impactados por los resultados de la agudización de las contradicciones del capitalismo y el derrumbe del proyecto neoliberal. Estamos enterados de las tremendas luchas de los mineros, profesores, electricistas, camioneros y agricultores mexicanos para lograr que la crisis no se resuelva sobre los hombros de los sectores populares. Hemos estado observando los tremendos cambios progresistas que suceden a diario en Venezuela, Bolivia, Ecuador, Paraguay y otros países de nuestra región, y reconocemos la importancia de la lucha del pueblo mexicano de incorporar a su país en esa dinámica. Acepten, por favor, un abrazo por parte de todos los compañeros del Partido Comunista de los Estados Unidos, junto con nuestro compromiso de solidaridad con su partido y con la clase obrera y el pueblo mexicano en todas sus luchas. ¡Que sea su Congreso un triunfo!”

COMITÉ NACIONAL PARTIDO COMUNISTA DE LOS ESTADOS UNIDOS

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Partido Vanguardía Popular Partido Comunista de Costa Rica Compañero Cuauhtémoc Amezcua Dromundo Primer Secretario Partido Popular Socialista de México COMITÉ CENTRAL México,D.F. Camaradas: Nos es muy grato dirigirnos a ustedes para desearles lo mejor en el alcance de sus metas y objetivos para el XX Congreso de su Partido, bajo esa inspiradora consigna revolucionaria : ¡ Por la liberación nacional y el socialismo !. Nuestro fraternal y revolucionario saludo a todos (as) los hijos(as) de Zapata que hoy, bajo el alero de nuestro Partido Hermano, El Partido Popular Socialista de México, siguen construyendo la utopía, a favor de las grandes mayorías mexicanas. Compartimos una profunda alegría, porque dichosamente con ustedes seguimos viendo en el horizonte cercano de América Latina, una “región más transparente”, un amanecer cargado de un renacer revolucionario que comienza a unificar la Gran Patria soñada por Bolívar y Martí. Sabemos, y así lo confirma la vida cotidiana, que como resultado de esta crisis estructural profunda que vive el imperialismo norteamericano y el sistema capitalista en su conjunto, se nos abre un contexto sumamente rico en el cual nuestras aspiraciones más profundas, humanitarias y revolucionarios harán crecer un proyecto de alcances universales. Las tareas, el nuevo devenir y el compromiso revolucionario deben templarnos aun más en esta larga caminata revolucionaria que nos dejaron nuestros maestros, mártires y dirigentes y que hoy ustedes afirman en este XX Congreso. Camaradas, anticipamos, por todo lo anterior, un éxito total en su XX Congreso y solidariamente, decimos presente para compartir con todos ustedes nuestro abrazo revolucionario. Fraternalmente, TRINO BARRANTES ARAYA Presidente Partido Vanguardia Popular

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Partido Comunista Alemán

Al Partido Popular Socialista de México - Comité Central 4 de marzo del 2009 Queridas y queridos camaradas, Agradecemos la información acerca del 20 Congreso del Partido Popular Socialista de México, a celebrarse el 14 y 15 de marzo en Zacatecas. Como Vds dicen, es preciso analizar los contextos de la lucha de clase de manera muy correcta para percatarse de las tendencias que actualmente se están dando. Sólo con un preciso análisis es posible trabajar y pensar en desarrollar una estrategia adecuada. Estamos seguros que el PPSdM está a la altura de lo que el tiempo requiere: una formación marxista, con cuadros experimentados y con una militancia combativa. Sabemos de los sucesos en América Latina que nos dan aliento también en nuestras luchas en Europa. El 20 Congreso se da justamente en un momento en que en la hermana nación de El Salvador, el FMLN hará historia: ¡esperamos que el 20 Congreso culmine con el mensaje de la victoria del Frente en El Salvador! Con lo cual solo quedarían dos países en América Latina gobernados por la derecha. Para que caiga el próximo, Vds tendrán las respuestas en este importante congreso. De parte de toda la militancia del Partido Comunista Alemán, el DKP, y de su dirigencia, les deseamos mucho éxito, mucha unidad y siempre la seguridad de que la historia es nuestra. ¡Viva el 20 Congreso del Partido Popular Socialista de México! ¡Viva la clase obrera mexicana! ¡Viva el internacionalismo proletario! Heinz Stehr (Presidente del DKP) Günter Pohl (Comisión Internacional del DKP)

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Partido Comunista Portugués

Ao Comité Central do Partido Popular Socialista de México Estimados camaradas Na impossibilidade de participar no XX Congresso do Partido Popular Socialista do México, saudamos todos os militantes do vosso Partido, formulando os desejos de maior sucesso aos seus trabalhos e à acção do PPS do México em defesa dos interesses dos trabalhadores e do povo mexicano. A profunda crise sistémica do capitalismo é hoje uma realidade que diariamente se repercute e agrava em todo o mundo, evidenciando o carácter explorador e os limites históricos do sistema capitalista e acentuando os traços de grande instabilidade e incerteza existentes. A presente situação coloca reais e renovados perigos à paz mundial, aos trabalhadores e aos povos. Simultaneamente, abre novos espaços à resistência e luta dos trabalhadores e dos povos – como mostram os complexos e diversificados processos e lutas progressistas e anti-imperialistas em desenvolvimento na América Latina –, conferindo reiterada actualidade ao projecto revolucionário do socialismo como alternativa ao capitalismo. Neste contexto, o fortalecimento do Partidos Comunistas e Operários e de outras forças revolucionárias e progressistas, a par do reforço da solidariedade internacionalista e da cooperação e convergência anti-imperialista, afiguram-se fundamentais para a consolidação e aprofundamento dos processos de soberania e de cariz anti-imperialista e, também, para a afirmação do socialismo como a real e necessária alternativa hoje colocada à Humanidade. Em Portugal o PCP prossegue empenhado no duro combate contra as políticas anti-populares do Governo do Partido Socialista e no desenvolvimento de uma ampla luta de massas. Realizámos recentemente o nosso XVIII Congresso, reafirmando o PCP como partido insubstituível na vida política portuguesa e componente fundamental para uma real alternativa política de esquerda e a validade dos ideais e projecto de liberdade, justiça, democracia e socialismo para Portugal. Reiterando a vontade em estreitar as relações entre os nossos dois partidos, enviamos fraternais saudações, A Secção Internacional do Partido Comunista Português

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XX Congreso ¡Por la liberación nacional y el socialismo!

SALUDO AL XX CONGRESO PPS de MEXICO TOMAS TRINIDAD MONTES

Saludo a todos ustedes camaradas que el dia de hoy se han dado cita para celebrar el XX congreso de nuestro partido, desde diferentes lugares del territorio nacional, haciendo el mayor sacrificio y esfuerzo que debe manifestar todo comunista, consciente de la necesidad y tarea historica que el partido que fundara Lombardo Toledano debe cumplir en este momento crucial para nuestro pueblo, por su liberacion y la construcción del socialismo.

con nuestro pueblo, desatar la revolucion por la liberación nacional y el socialismo dado que hay condiciones reales y objetivas para llevarla acabo.

Es importante hacer todos los dias el analisis mas profundo a la luz del materialismo dialectico de nuestra realidad nacional, latinoamericana y lo que acontece en el mundo y de acuerdo a esta realidad trazar nuestra tactica y estrategia para el cumplimiento de nuestra misión historica, analizar la vida interna de nuestro partido, porque en la medida en que estemos fortalecidos organica e ideologicamente estaremos en mejores condiciones para enfretar a los enemigos de clase, es importante que cada uno de los miembros de nuestro partido nos conviertamos en soldado en primera linea de la clase obrera, que exista un lombardista en cada frente de masa, ya sea campesina, obrera o estudiantil, porque un partido que no esta dentro de la masa explotada jamas hara la revolución, por eso considero necesario ser autocriticos en nuestra praxis revolucionaria, aspirar a ser cada dia mas comunistas como lo planteo lenin, mas marxistas, hoy diremos mas marxistas-leninistas.

Un saludo y abrazo con fervor revolucionario camaradas. Exito en todas las tareas del congreso.

Camaradas es un alto honor ser militante del partido popular socialista de México, como sentencio nuestro primer secretario y hoy reafirmamos, es un alto honor ser combatiente lombardista, guiado por el marxismo-lenismo.

Viva el partido de lombardo. viva el marxismo-leninismo Viva México.

fraternalmente Tomás Trinidad Montes Maracaibo, venezuela.

Desde el pueblo hermano de venezuela seguimos combatiendo, con honor y lealtad represantando en cualquier espacio de lucha a nuestro partido, aprendiendo de un proceso “revolucionario” donde aun prevalecen los grandes medios de produccion en poder del sistema finaciero internacional, los consorcios de alimentos, la banca, complejos idustriales, las comunicaciones, ramas estrategicas de la economia nacional en manos de la gran burguesia, y por otro lado una naciente burguesia nacional “bolivariana”, una masa obrera desorganizada, sin mayores espacios de participacion y direccion. Movimientos sociales escasos o desmovilizados, situacion que genera incertidumbre sobre el porvenir de este proceso de liberacion nacional, ante esta situacion hay una gran tarea

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Frente Ciudadano en Defensa de la Soberanía (Guanajuato)

Saludo del Frente Ciudadano en Defensa de la Soberanía Al XX Congreso del Partido Popular Socialista de México

conduzcan al fortalecimiento del Partido Popular Socialista de México y contribuyan significativamente en la búsqueda de la unidad necesaria del pueblo para alcanzar su definitiva independencia y su total soberanía.

Compañeras y compañeros: Frente Ciudadano en Defensa de la Soberanía Creemos no equivocarnos al pensar que nuestro modesto esfuerzo coincide con su organización en que la causa de los problemas más graves que afectan a nuestro pueblo y a la humanidad es, en esencia, un sistema que desde que su aparición ha sido depredador de los recursos de este planeta, incluido principalmente el humano, un sistema que antepone la ganancia a cualquier cosa y a cualquier costo, un sistema que ha polarizado como nunca a la humanidad, en el que una minoría que detenta el poder económico y político al interior del nuestro y de otros países, se beneficia y adquiere más poder con la reproducción de las condiciones y mecanismos que lo mantienen: el capitalismo. Y en nuestro país, las contradicciones y vicios del actual sistema político cancela la participación democrática y el ejercicio de la soberanía nacional y popular, en beneficio de una minoría que detenta el poder y que subordinada al gran capital le entrega y dilapida los recursos propiedad de la nación. En este marco, se hace necesaria la búsqueda de la unidad entre los distintos movimientos populares progresistas que a partir de esfuerzos colectivos y aun individuales buscan la mejoría de sus condiciones de vida y trabajo y un presente y futuro menos injusto, que son expresiones del ejercicio de su soberanía. Creemos que en ejercicio de esa facultad es al pueblo, y únicamente a él, a quien compete la toma de las decisiones que definan su presente y futuro y, en un sentido más práctico, su existencia. Y como la defensa de la soberanía nacional y popular es uno de los ejes históricos de su organización, el Frente Ciudadano en Defensa de la Soberanía (Guanajuato), les saluda fraternalmente y desea que los trabajos de su XX Congreso

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14 de marzo de 2009


















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