S Á B A D O 17 D E A B R I L D E 2 0 21
Dios Es Quien Justifica La justicia de Dios VS La justicia del hombre Buenas tardes. Para mí siempre es un placer y un honor el poder compartir la palabra del Señor, especialmente, la obra redentora de nuestro Señor Jesucristo. Saludos y un abrazo fraternal para todos mis consiervos en diferentes lugares del continente de América Latina, también los Estados Unidos, tal vez, habrían algunos consiervos de otros continentes también.
Bueno, ya llegó la hora. Quisiera compartir con ustedes, el tema, el tema de esta reunión “Dios es quien justifica” el subtítulo, “La justicia de Dios contra la justicia del hombre”. Es muy interesante, ¿no?. Entonces, vamos a leer, el primer libro del Antiguo Testamento, Génesis capítulo 4 versículo 1 al 15. Si lo tienen voy a leer, por si acaso, para los que no tienen la Biblia estoy proyectando el texto de hoy, Génesis capítulo 4 del versículo 1 al 15. 1 Conoció Adán a su mujer Eva, la cual concibió y dio a luz a Caín, y dijo: Por voluntad de Jehová he adquirido[a] varón. 2 Después dio a luz a su hermano Abel. Y Abel fue pastor de ovejas, y Caín fue labrador de la tierra. 3 Y aconteció andando el tiempo, que Caín trajo del fruto de la tierra una ofrenda a Jehová. 4 Y Abel trajo también de los primogénitos de sus ovejas, de lo más gordo de ellas. Y miró Jehová con agrado a Abel y a su ofrenda;
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5 pero no miró con agrado a Caín y a la ofrenda suya. Y se ensañó Caín en gran manera, y decayó su semblante. 6 Entonces Jehová dijo a Caín: ¿Por qué te has ensañado, y por qué ha decaído tu semblante? 7 Si bien hicieres, ¿no serás enaltecido? y si no hicieres bien, el pecado está a la puerta; con todo esto, a ti será su deseo, y tú te enseñorearás de él.[b] 8 Y dijo Caín a su hermano Abel: Salgamos al campo. Y aconteció que estando ellos en el campo, Caín se levantó contra su hermano Abel, y lo mató. 9 Y Jehová dijo a Caín: ¿Dónde está Abel tu hermano? Y él respondió: No sé. ¿Soy yo acaso guarda de mi hermano? 10 Y él le dijo: ¿Qué has hecho? La voz de la sangre de tu hermano clama a mí desde la tierra. 11 Ahora, pues, maldito seas tú de la tierra, que abrió su boca para recibir de tu mano la sangre de tu hermano. 12 Cuando labres la tierra, no te volverá a dar su fuerza; errante y extranjero serás en la tierra. 13 Y dijo Caín a Jehová: Grande es mi castigo para ser soportado. 14 He aquí me echas hoy de la tierra, y de tu presencia me esconderé, y seré errante y extranjero en la tierra; y sucederá que cualquiera que me hallare, me matará. 15 Y le respondió Jehová: Ciertamente cualquiera que matare a Caín, siete veces será castigado. Entonces Jehová puso señal en Caín, para que no lo matase cualquiera que le hallara”.
He leído de Génesis capítulo desde el versículo 1 al 15. La Biblia originalmente no estaba enumerada, por capítulos y versículos, los judíos religiosos desde antigüedad para poder leer de una manera afectuosa la Torá ellos usaban una manera típica de ellos, leía la Torá por sección. Así, cuando ellos fueron cautivos en Babilonia y después de regresarse. Pero, la Biblia que actualmente nosotros leemos, en el siglo III, en Inglaterra por Stephen
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Langton el fue quien puso capítulo, capitulo de la Biblia, más adelante fue publicados como Biblia de Vulgata. Después, siglo XVI un ingeniero de la imprenta real de París de Francia Robertus Stephanus. Él fue quien publicó la primera Biblia. El “Antiguo Testamento” y el “Nuevo Testamento” completo, enumerado por capítulo, por versículos. Entonces, nosotros podemos entender, aquí, podemos ver una imagen, ¿no?. Entonces, es una copia del texto Qumrán puede ver que ustedes, no hay versículo, todos los párrafos están unidos. Así nosotros, la Biblia que actualmente tenemos los capítulos, los versículos, enumerados, menos de 500 años y fue publicados. Cuando leemos la Biblia es muy importante, ya que originalmente la Biblia no contaba con los capítulos, los versículos, y alguno que se esforzaron y por la gracia de ellos nosotros podemos leer la Biblia de una manera más afectuosa, por capítulo por versículo. Pero, ellos no pudieron pulir bien sus trabajos, a veces que un capítulo que termina, en realidad aún no terminó la historia, continua su historia en el siguiente capítulo, muchas veces, por eso, para que nosotros podamos entender muy bien, cuando leemos un capítulo siempre debemos leer un capítulo antes y luego un capítulo después, entonces nosotros podemos tener la mejor percepción, para poder entender la historia, el resumen de la Biblias. De la misma manera, la historia de “Caín y Abel” no es un acontecimiento independiente sino es una historia continuada, continuada del capítulo 3. Entonces, nosotros debemos pensar, la ofrenda de Caín y Abel, para poder entender bien, por qué Dios no aceptó con agrado a Caín, su ofrenda. Simplemente, cuando leemos el capítulo 3, nos cuesta, perdón capítulo 4 y nos sentimos muy confundidos. Sí leemos desde el capítulo 3 y fácilmente podemos entender por qué Dios no aceptó la ofrenda de Caín. Vamos a ver Génesis capítulo 3, versículo 17 al 19. Vamos a descubrir el trasfondo de la historia de la ofrenda de Caín y Abel. Por qué Dios no miró a Caín, a su ofrenda, con agrado sino lo desechó. Génesis capítulo 3, versículo 17: 3
17”Y al hombre dijo: Por cuanto obedeciste a la voz de tu mujer, y comiste del árbol de que te mandé diciendo: No comerás de él; maldita será la tierra por tu causa; con dolor comerás de ella todos los días de tu vida. 18Espinos y cardos te producirá, y comerás plantas del campo. 19Con el sudor de tu rostro comerás el pan hasta que vuelvas a la tierra, porque de ella fuiste tomado; pues polvo eres, y al polvo volverás”. Ya, nosotros aquí en el libro de Génesis capítulo 3, después de que el primer hombre, primitivo Adán cayó en pecado se separó de Dios. Dios empezó a maldecir a uno por uno, a la mujer, a la serpiente, osea, Satanás que estaba adentro del cuerpo de la serpiente, también el animal, la serpiente que fue utilizada y después el hombre. Aquí esta el contenido de la maldición, para hombre: ”Y al hombre dijo: Por cuanto obedeciste a la voz de tu mujer, y comiste del árbol de que te mandé diciendo: No comerás de él”; fíjense: “maldita será la tierra”; ya, Dios, maldijo la tierra; “maldita será la tierra por tu causa; con dolor comerás de ella todos los días de tu vida”. Ya, podemos entender maldijo la tierra, la planta de la tierra es nuestro alimento, pero, la tierra ya que esta maldecida. ¿Y qué pasó? Con dolor nosotros comeremos, “con dolor comerás de ella todos los días de tu vida”. Aunque nosotros labremos la tierra que nos esforcemos, la tierra nos dará “espinos y cardos te producirá, y comerás plantas del campo”. Algunos que tienen experiencia de agricultura, la cultivación, sabrán muy bien para poder conservar, cuidar nuestra cultivación se necesita mucha atención, mucho cuidado, mucho esfuerzo, pero sólo unos días si nosotros descuidamos la tierra produce espinos y cardos, ¿y cuál es la razón? Es la parte de la maldición de Dios: “Espinos y cardos te producirá, y comerás plantas del campo. Con el sudor de tu rostro comerás el pan hasta que vuelvas a la tierra, porque de ella fuiste tomado; pues polvo eres, y al polvo volverás”. Aquí nosotros podemos percibir la tierra fue maldita, maldecida por Dios, a causa de la desobediencia del hombre, la tierra debe labrar, perdón, el hombre de4
be labrar la tierra, porque la planta de la tierra Dios le dio al hombre por su alimento; pero cuando labra la tierra, la tierra nos produce “espinos y cardos”, por eso nos hace sudar. Y podemos entender maldecida, el sudor también parte de la maldición. En la parte final, podemos ver el propósito con el cual Dios maldijo la tierra, ordena al hombre a labrar la tierra: “porque de ella fuiste tomado; pues polvo eres, y al polvo volverás”. El hombre que fue creado conforme a la imagen de Dios, la criatura honrada por Dios se corrompió, se reveló contra Dios, quiso ser igual a Dios, aceptó el deseo del diablo y Dios le maldice labrando la tierra, es muy costoso, muy dificultoso, trabajo rudo para que se reconociera el origen del hombre: “polvo eres y al polvo volverás”. Sin Dios, el hombre es polvo, polvo de la tierra nada más. También Génesis capítulo 3 versículo 23: “Y lo sacó Jehová del huerto del Edén, para que labrase la tierra de que fue tomado”. Esta bien claro el corazón de Dios, el propósito, y con el cual Dios ordenó al hombre caído en pecado labrar la tierra. Y cual fue el propósito, de dónde él fue tomado, reconociera su origen, fue demasiado sobrado, demasiado orgulloso, quiso ser igual a Dios. ¿Sin Dios, qué es el hombre? Polvo de la tierra. Reconociera a su origen, por eso hizo que fuera muy dificultoso, costoso, labrar la tierra. Es un sacrificio, nos hace sudar. Dios maldijo la tierra a causa del hombre, el hombre se esfuerza, pero, la tierra nos dará un resultado inesperado, espinos y cardos, para que nosotros reconozcamos nuestro origen, sin Dios somos una criatura miserable, polvo de la tierra. Esto es el trasfondo, ya aquí vamos a ver, Génesis capítulo 4 versículo 3, ahora, ya para nosotros no es confuso entender, por qué Dios no aceptó y no miró a Caín con agrado a su ofrenda. Porque hemos descubierto, el trasfondo, aquí Génesis capítulo 4 versículo 3: “Y aconteció andando el tiempo, que Caín trajo del fruto de la tierra una ofrenda a Jehová”. 5
Es una idea errónea, una idea muy equivocada, la tierra que fue maldita a causa del hombre, con el fruto de la tierra, con el fruto, con el resultado del sudor humano, que el afán humano, ofrecer una ofrenda quiere reconciliarse con Dios, es una idea legalista, muy desviada. “pero no miró con agrado a Caín y a la ofrenda suya. Y se ensañó Caín en gran manera, y decayó su semblante”.
Hasta aquí, nosotros bien claramente pudimos estudiar el error, el grave error que Caín cometió ante Dios, al acercarse a Dios. Caín es una persona muy confiada de su propia persona, siendo el hijo del hombre pecador, Adán, entonces, él también desde su nacimiento heredó el pecado, la tendencia pecaminosa. Siendo un hombre pecador el creyó, con su esfuerzo, con su sudor, con su afán, trabajando duro, con el resultado de su sacrificio, podría agradar a Dios, es un grave error.
Ya entonces, aquí podemos ver una imagen, la ofrenda de Abel, aceptada con agrado se consume, pero la ofrenda de Caín es rechazada, Dios no acepta. Ahora nosotros debemos pensar, entonces, ¿por qué Dios aceptó a Abel y a su ofrenda? A Caín, su ofrenda no, por qué Dios aceptó a Abel y a su ofrenda, la Biblia nos describe, con toda la claridad, vamos a ver, Génesis capítulo 4, versículo 4: “Y Abel trajo también de los primogénitos de sus ovejas, de lo más gordo de ellas. Y miró Jehová con agrado a Abel y a su ofrenda”.
Ya aquí podemos ver la diferencia del contenido de la ofrenda, en el caso de la ofrenda de Caín fue el fruto de la tierra, pero la ofrenda de Abel es más específico, no dice el fruto del ganado sino especificó, cuál fue: “Y Abel trajo también de los primogénitos de sus ovejas”, un animal limpio, “de lo más gordo de ellas. Y miró Jehová con agrado a Abel y a su ofrenda”.
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Entonces, la Biblia qué dice a nosotros sobre este acto de Abel. Hebreos capítulo 11, versículo 1 al 4, para algunos compañeros consiervos, consiervas que se encuentran manejando su vehículo o está en alguna condición que no pueda abrir la Biblia, preparé todas las citas bíblicas, proyectando para facilitar a ustedes. Vamos a ver Hebreos capítulo 11, versículo 1 al 4 : “1Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve. 2 Porque por ella alcanzaron buen testimonio los antiguos. 3 Por la fe entendemos haber sido constituido el universo por la palabra de Dios, de modo que lo que se ve fue hecho de lo que no se veía. 4 Por la fe Abel ofreció a Dios más excelente sacrificio que Caín, por lo cual alcanzó testimonio de que era justo”, sorprendente, el hijo del pecador Adán, también él es pecador, recibió testimonio de que, es justo, Dios le dio testimonio, es justo, “dando Dios testimonio de sus ofrendas; y muerto, aún habla por ella”. Ya, fijense acá, Hebreos capítulo 11, podemos titular, a podar nosotros, es el capítulo de la fe, todo el capítulo inicia, casi de una sola misma forma, por la fe, por fe, por la fe, por la fe, es la fe, la fe, nos describe bien qué es la fe. Aquí qué dice: “Es, pues, la fe, ¿qué es la fe?, “ la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve”. Qué quiere decir, por ejemplo, un niño camina con su padre, una niña, apenas usa de la razón, todavía no razona muy bien, luego, alcanza a tener ya la edad, la condición de razonar muy bien, desde cuando él maneja o ella maneja perfectamente su razonamiento y conciencia, se da cuenta que su padre es confiable, todo lo que dice son palabras reales, todas las promesa él cumple. Entonces, en el corazón de los hijos nace la fe hacia su padre. Desde cuando yo lo conocí, desde cuando yo pude conocerlo, osea, desde cuando yo empecé a usarme de la razón, pude confirmar, mi padre ha sido una persona sumamente confiable. Él conmigo no miente, algunas promesas que me hace, osea, me ha hecho, me ha cumplido, en mi corazón nace la fe en su persona, en su personalidad. Luego un día mi padre a mi me cuenta, algunas experiencias antes de que me concibiera, antes de que se formara en matrimonio, habla del tiempo en que jamás yo podría existir, del tiempo pasado. Pero, ya que en mi corazón nació la fe hacia mi padre, desde cuando lo 7
conocí. Cuando él comienza a contarme de algunas experiencias antes de que me tuviera, mi fe en la persona de mi padre es “la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve”. ¿Por qué? Las cosas del tiempo pasado antes de mi existencia habían sucedido a mi padre, para mí son cosas que no se ven. No hay manera de poder verlas, pero ya que en mi corazón se formó la fe, porque desde cuando yo empece a usarme la razón, mi padre conmigo ha sido siempre confiable, nunca falló con alguna promesa. Entonces, por fe en mi padre, yo puedo tener la certeza, la convicción de lo que no se ve, pero mi padre me cuenta. Me hago entender ¿no? Es lo que la Biblia explica, la definición de la fe. “Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve”. Ya entonces nosotros podemos entender. Aquí nace una tabla, una tabla de la fe, para que halla una fe, debe de haber un acontecido, luego, un testigo de aquel acontecimiento. Entonces, la fe es por el oír. “Porque por ella alcanzaron buen testimonio los antiguos”. Por la fe entendemos haber sido constituidos del universo por la palabra de Dios. De la misma corriente estas diciendo, quién de nosotros, quién de ustedes ha visto la fundación del universo y la tierra, ni Moisés. Pero, Moisés cómo pudo tener plena fe en la acontecimiento de Dios. Desde cuando Moisés comenzó a caminar con Dios. Dios, quien se manifestó a él ha sido veras, fiel; las promesas de Dios fueron inmutables. Así Moisés conoció a Dios, por Jehová, Yahvé, todo poderoso, omnipotente, omnisciente, omnipresente, santo y perfecto. Desde cuando Moisés comenzó a caminar con él, él pudo conocer a la deidad, la personalidad de Dios, totalmente es confiable, plenamente. Un día Dios por la revelación empezó a revelar a Moisés algunos acontecimientos antes de Moisés, todo lo que Dios le había contado Moisés escribió, él pudo creer. Por eso dice: “Por la fe entendemos haber sido constituido el universo por la palabra de Dios, de modo que lo que se ve fue hecho de lo que no se veía”, de la palabra de Dios. De la misma manera, por la fe, ya, para que hubiera una fe en el corazón de Abel debe anticipar una condición necesaria, haber quien le predique. Haber un 8
acontecimiento, un suceso, entonces, el que llegó a ser el testigo, contarlos, entonces puede tener la fe. “Por la fe Abel ofreció a Dios más excelente sacrificio que Caín”, no dice, por invento, por el invento, por suerte, no; por la fe, entonces, hubo quien le anunció. Entonces, hubo un acontecimiento, una revelación de Dios. “Por la fe Abel ofreció a Dios más excelente sacrificio que Caín”, lo que oyó él creyó, Caín no; “por lo cual alcanzó testimonio de que”, sorprendente, ¿no?, “era justo”, “dando Dios testimonio de sus ofrendas; y muerto, aún habla por ella”. ¿Por qué Dios aceptó a Abel y a su ofrenda? Primero, “por la fe Abel ofreció a Dios más excelente sacrificio que Caín. Ya que estuve tratando de explicar a ustedes la tabla de la fe. Para que pudiera existir una fe, debe existir, debería existir un acontecimiento y un testigo, quien lo divulga a nosotros. “Por la fe Abel ofreció a Dios más excelente sacrificio que Caín”. Vamos a aplicar la tabla de la fe. Entonces, hubo un acontecimiento anticipado sobre la ofrenda que Jehová acepta con agrado y hubo quien lo divulgara. Dos, Abel oyó y creyó en el testimonio, quién llegó a ser testigo para Abel y Caín, sus padres. Abel oyó y creyó en el testimonio de su padre, quien fue testigo de la ofrenda de Dios. Cuál ofrenda, después de la caída en el pecado hicieron delantales hechos hojas de higo, pero no fueron útiles. Fue un vestido que nunca pudo perfeccionar, tapar sus vergüenzas. Entonces Dios mató a un animal, limpio y quitó su cuero y piel; con la pieles hizo túnicas, y los vistió, Adán y Eva. Entonces, Adán y Evan en Huerto del Edén qué aprendió, la paga del pecado es la muerte la paga del pecado es la muerte, la vida de la carne esta en la sangre, sin derramamiento de ella, no se hace remisión de la persona. Aprendió la tabla de la expiación, la paga del pecado no es la oración, no es rezar, no es orar sino la paga del pecado es la muerte.
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Qué es la muerte, perder la vida, qué es perder la vida, la vida de la carne es de la sangre, toda la sangre cuando perdemos, es perder la vida, por lo tanto, el derramamiento de la sangre nos trae la remisión del pecado. Ya, Adán de quién lo aprendió, de quién lo oyó, de Jehová. Hubo un acontecimiento, el hecho de que Dios mató un animal. De él quitó su piel, hizo túnicas de pieles, hubo un acontecimiento, todo lo que había visto, había oído, él divulgó. Hubo una divulgación. No creo que solamente Abel sino a Caín y Abel, Abel lo oyó y creyó, Caín lo oyó, no le importó porque era una persona muy confiada de su si mismo. Tres, por la fe fue hecho, justo, recibió un testimonio de parte de Dios de que él es justo, por la fe recibió la justificación, recibió el testimonio de parte de Dios que él es justo. Como en 1 Pedro capítulo 1, versículo 9, dice: “Obteniendo el fin de vuestra fe”, el fin de nuestra fe en Cristo Jesús, es la salvación de vuestra alma, Abel obtuvo el fin de su fe en aquella ofrenda redentora, y cuál fue el resultado, la salvación de su alma, la justificación, el testimonio de parte de Dios de que él es justo. Llegó a ser constituido justo ante los ojos de Dios. Es muy interesante, ¿no?, vamos a ver. Los 5 niveles de la fe. 5, los 5 pasos de la fe. Primero, revelación de Dios. Sino fuera por revelación, Dios no nos revelara, si fuera nuestro invento, nada más nuestra propia creencia, una de las muchas. Los 5 niveles de la fe, primero, Revelación de Dios, Dios los viste de túnicas de pieles, Adán y Eva llegaron a ser testigos, aprendiz, aprendieron la paga que cubre el pecado, la paga del pecado es la muerte. La sangre derramada, cuando un animal pierde toda la sangre es perder la vida. Sin derramamiento de sangre no se hace remisión de la persona. Dos, lo que había aprendido por la revelación de Dios, divulgar, divulgación de la revelación de Dios, Adán y Eva divulgan la obra de Dios. Después de que ellos fueron echados del Huerto del Edén, ¿en aquella época existió televisión, internet, cablevisión?, los tiempos que le sobraban cada día, en qué hubieron ocupado, sentarse con sus hijos, contar la historia, desde la fundación del mundo la creación, el 10
Huerto, la historia de la caída y la historia del vestido hecho de hojas de higo y también, el vestido que Dios hizo con las pieles del animal, les hizo túnicas de pieles, la divulgación. Tercero, oír, Caín y Abel escucharon sobre la obra de Dios. Luego se dividen por dos distintos destinos. Cuatro, tener fe, Abel creyó, como Hebreos capítulo 11, versículo 4, no testimonia: “Por la fe Abel ofreció una ofrenda más excelente que la de Caín”. Por ella, recibió testimonio de que era justo, sobre su ofrenda. Y después de la muerte, aun habla, dice. Abel creyó, el pacto adámico, la primera sombra del Santo Evangelio. La venida del Cordero de Dios, al que ha de venir en el tiempo venidero. Como igual que aquel animal que fue sacrificado, que al que iba a ser sacrificado a causa del pecado del mundo. Por su muerte, y por su redención, recibiríamos la justificación, el perdón de nuestros pecados. Abel creyó pero Caín es un hombre muy confiado de su si mismo, no creyó. Siguiente, el quinto, manifestación de Dios. Abel como su padre había aprendido, le había instruido, lo repitió, qué pasó, se manifestó Dios. Dios ve con agrado a Abel y a su ofrenda. Son 5 niveles de la fe, estos 5 niveles de la fe se aplican, no solamente para la salvación, también para la vida de fe cristiana, siempre la fe respeta estos 5 niveles de la fe. Ya entonces, en el libro de Génesis capítulo 3 se revela la sombra del Evangelio, un pre-Evangelio, pre-evangelización, la esquema, el machote, se reveló con toda la claridad. Ya, Génesis, capítulo 3, versículo 7, voy a leer, Génesis, capítulo 3, versículo 7, esta acabando mi hora, yo no sé, a ver, me falta tiempo, pero vamos a ver, Génesis, capítulo 3, versículo 7 al 11: “Entonces fueron abiertos los ojos de ambos, y conocieron que estaban desnudos; entonces cosieron hojas de higuera, y se hicieron delantales. Y oyeron la voz de Jehová Dios que se paseaba en el huerto, al aire del día; y el hombre y su mujer se escondieron de la presencia de Jehová Dios entre los árboles del huerto. Mas Jehová Dios llamó al hombre, y le dijo: ¿Dónde estás tú? Y él respondió: Oí tu voz en el huerto, y tuve miedo, porque estaba desnudo; y 11
me escondí. Y Dios le dijo: ¿Quién te enseñó que estabas desnudo? ¿Has comido del árbol de que yo te mandé no comieses?”. Ya, su surgimiento del legalismo religioso, y la obra humana, a causa de la conciencia del pecado. Después de haber comido del fruto prohibido, en el primer lugar , qué les ha sucedido, conocieron que estaban desnudos, descubren su desnudes, es equivalente de ingreso de conciencia de pecado. Les introdujo conciencia de pecado. Antes de comer el fruto prohibido, en capítulo 2, el último versículo, ambos estaban desnudos, pero no se avergonzaron, tenían una perfecta inocencia y ternura. Pero qué pasa, después de haber comido el fruto prohibido, mejor dicho, después de haber revelado contra Dios, haber cometido un grave pecado contra Dios. En primer lugar les introdujo conciencia de pecado. Entonces, aquella conciencia de pecado produce culpabilidad, se sienten culpables. Qué han hecho, hicieron vestidos de hojas de higuera para ocultar su desnudez. Juntamente con el ingreso de pecado, simultáneamente ingresó en el corazón del hombre, les surgió el instinto religioso, el legalismo. Hicieron vestidos de hojas de higuera para ocultar su desnudez, es un acto religioso, es un acto legalista, por medio de algún esfuerzo y sacrificio, querer ocultar su culpabilidad, querer ganar el favor de Dios, el legalismo. El hombre se esfuerza por ocultar la conciencia del pecado, qué sigue, cuando oyeron que Jehová paseaba en Huerto de Edén, a pesar que ellos estaban tapados, cubiertos de primer vestido hecho por mano de ellos con la hoja de higuera, qué ha sucedido, se ocultan de la presencia de Dios detrás de un árbol, qué significa, el límite de las obras religiosas. A pesar de que nosotros hagamos algunas actividades, actos religiosos, para ocultar nuestra culpabilidad, después de haberlo hecho cuando siente la presencia de Dios quieren esconderse. Por qué, es el límite de las obras religiosas, después, no solo estaban escondidos sino que sintieron mucho miedo. Miedo hacia Dios por causa de la conciencia de pecado, esto qué nos quiere enseñar, inutilidad de la justicia humana.
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La justicia humana, entre los mismos humanos de la misma especie si, sirve. Pero, la justicia humana con ella cuando queremos acercarnos ante Dios, inútil, no puede deshace la culpabilidad, sentimos mucho miedo. La justicia del hombre y la justicia de Dios, con la caída del hombre, el hombre produce vestidos con hojas de Higuera. ¿Conocen el higo? ¿La hoja del higo cómo es? Se parece un montón a la palma humana. Qué significa, juntar la hoja de higo, es equivalente de juntar las obras de nuestras manos acumuladas con las cuales hacer un vestido, es una justicia, justicia humana, pero es inválida ante Dios. Aunque tal vez que valga ante los demás humanos, pero ante Dios no vale. Génesis capítulo 3, versículo 7: “Entonces fueron abiertos los ojos de ambos, y conocieron que estaban desnudos; entonces cosieron hojas de higuera, y se hicieron delantales”. Es la justicia del hombre, justicia humana. Sobre la justicia humana ¿la Biblia qué concordancia nos da? Vamos a ver Isaías capítulo 59, versículo 6. Isaías capítulo 59, versículo 6: “Sus telas no servirán para vestir, ni de sus obras serán cubiertos; sus obras son obras de iniquidad, y obra de rapiña está en sus manos”. Sus telas, el primer vestido, la primera ropa que ellos han tejido. Claro, no han tejido, sino que han juntados, perforando con un tallo cosieron, Dios qué dice, “Sus telas no servirán para vestir, ni de sus obras serán cubiertos; sus obras son obras de iniquidad, y obra de rapiña está en sus manos”. Isaías capítulo 64, versículo 6: “Si bien todos nosotros somos como suciedad, y todas nuestras justicias”, osea, justicia humana, todas nuestras justicias, “como trapo de inmundicia; y caímos todos nosotros como la hoja, y nuestras maldades nos llevaron como viento”. El vestido como justicia humana se marchita, se marchita con el paso del tiempo, es imperfecta, con la justicia humana, tal vez podrá obtener una medalla, oración, un premio de mejores méritos. Pero, la justicia humana para quitar nuestro pecado, para obtener la vida eterna son insuficientes. Ahora, vamos a fijarnos sobre la justicia de Dios. Hasta ahora hemos pensado sobre la justicia humana. 13
Ya, Dios reviste al hombre con túnicas de pieles, es muy diferente que túnicas de la hoja del higo, de sus propias manos, sus propios sudores, su propio esfuerzo. Ahora es la obra de Dios, la dádiva de Dios. Dios reviste al hombre con túnicas de pieles, es símbolo de la justicia de Dios. Génesis 3, capítulo 21: “Y Jehová Dios hizo al hombre y a su mujer túnicas de pieles, y los vistió”. Osea, sería mejor dicho, revestidos, revistió, porque con el primer vestido ellos se vistieron pero fueron inservibles.
Los quitó y los vistió, revistió, nuevo vestidos, una piel de los animales, túnicas de las pieles, esto qué significa, para que halla un cuero, una piel, hubo un sacrificio, ¿no?, un derramamiento de sangre. Porque en aquella época no existió cuero imitados, para tener un cuero, una piel, un animal debe ser sacrificado, hubo un sacrificio, hubo un derramamiento de la sangre. Vamos a ver Levítico capítulo 17, versículo 11, ver Levítico capítulo 17, versículo 11: “Porque la vida de la carne en la sangre está, y yo os la he dado para hacer expiación sobre el altar por vuestras almas; y la misma sangre hará expiación de la persona”.
Bien claramente la Biblia nos concuerda, podemos entender, por qué la ofrenda, por qué Caín y su ofrenda Dios no miró con agrado. Porque Dios ha dado la sangre para nuestra altar, que por ella nuestro pecado fuera redimido. Romanos capítulo 6, versículo 23, donde dice: “la paga del pecado es la muerte”. Es la justicia de Dios, a causa del pecado, transferir nuestro pecado sobre un animal inocente, aquel animal en el lugar nuestro padecer, ser sacrificado, derramar su sangre, quitar nuestro pecado, dejar su justicia, es la justicia de Dios. Cambiando del tema, qué es lo que la sangre de Abel clamó a Dios. Génesis capítulo 4, versículo 10: “Y él le dijo: ¿Qué has hecho? La voz de la sangre de tu hermano clama a mí desde la tierra”. 14
Caín , a quién se le creía buena persona, pero cuando Jehová no lo miró con agrado a él y su ofrenda, se ensañó, quedó irritado, se decayó su semblante, molesto, blanco, negro y colorado se ponía. Dios hablaba con él. Si tú hicieres el bien, ¿no serás enaltecido? Pero, si hicieras el mal, el pecado esta puesto a tu puerta, tu enseñoreate de él. Caín si tú realmente fueras bueno, si tu esfuerzo, tu sudor realmente fuera bueno, ¿no será enaltecido?, ¿yo no te hubiera aceptado?, ¿yo no te hubiera visto con agrado?, ¿sabes por qué no lo vi con agrado, sabe porque no lo acepté? Si tú realmente fueras bueno e hicieres bien no te hubieras enaltecido, pero si hicieras el mal, qué quiere decir, sino no fueras bueno sino pecador, el pecado esta puesto a la puerta de tu corazón, ya el pecado alcanzó a la puerta de tu corazón, qué quiere hacer, cumplir su propio deseo, tú serás su deseo, el pecado quiere devorar a Caín. Entonces, el pecado quiere manifestarse por cuerpo del Caín, en la forma del homicidio. Bueno, ya que tú te crees bueno siendo hijo del pecador Adán, por tu propio esfuerzo te crees bueno, bueno, entonces enseñoreate del pecado, si pudiera. Luego qué le ha sucedido, en vez de controlar el pecado, el pecado lo controló. Mató a su propio hermano, Dios le dijo: “Y él le dijo: ¿Qué has hecho? La voz de la sangre de tu hermano clama a mí desde la tierra”. Dice la Biblia la sangre rociada de Abel clama a Dios, no quiere saber qué clamó, bueno vamos a entrevistar la sangre de Abel. Es imposible, pero por la Biblia podemos suponerlos, Hebreos capítulo 11, versículo 4: “Por la fe Abel ofreció a Dios más excelente sacrificio que Caín, por lo cual alcanzó testimonio de que era justo, dando Dios testimonio de sus ofrendas”; fijense, “y muerto, aún habla por ella”. ¿La sangre de Abel qué hubiera dicho? Yo basado de la Santa Biblia de la obra redentora, puedo imaginar. Dios, yo ofrecí mi ofrenda conforme al anuncio del padre Adán, porque tú lo enseñaste. Cuando él trataba de vestirse con la hoja de higo, no se pudo, por su sudor, por su esfuerzo, que no se pudo, tú le revelaste qué es la paga del pecado. Tú a mi padre, a mi madre hiciste túnicas de pieles, mi padre me lo enseñó, por fe creí, también cuando sentí la necesidad de acercarme a ti, conforme aquel anuncio traje el cordero, el animal sin defecto que muere por mi pecado.
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Con el derramamiento de sangre, tú me aceptaste, mi hermano no me entiende, mi hermano no me quiso entender, Padre Dios, reclamaba. La justicia, el perdón de los pecados, pero qué dijo, perdón qué dice la Biblia, ¿qué es lo que clama la sangre rociada de Jesús? Porque hay un verso, dice que la sangre rociada de Jesús también clamaba, Hebreos capítulo 12, versículo 24: “a Jesús el Mediador del nuevo pacto, y a la sangre rociada que habla mejor que la de Abel”.
Podemos entender, una sincronización la sangre rociada del justo Abel representa la sangre rociada del justo Jesucristo. La sangre rociada de Abel desde la tierra clamaba, el perdón de los pecados, que su hermano no lo creyó, no lo aceptó, no lo entiende, pero clamaba por el perdón de los pecados de Abel. Porque obedeció al pre-evangelio, que se reveló en el libro de Génesis capítulo 3.
Entonces una sombra de los bienes venideros, ahora tenemos una sangre, la mejor sangre rociada que clama, habla mejor que la sangre de Abel. Clama a Dios, qué clamaría la sangre rociada del Señor Jesucristo en la cruz, la sangre del Señor Jesucristo rociada, salpicada al expiatorio. Al expiatorio, al propiciatorio del Altar de la Alianza, del Tabernáculo celestial. La sangre del Cristo rociada qué estaría clamando a Dios. Dice que habla mejor que la sangre de Abel, así que recibiendo nosotros un reino inconmovible, tengamos gratitud mediante ella sirvamos a Dios agrandandole con temor y reverencia. La voz de la sangre de Abel fue sombra de la voz de la sangre de Jesús. La sangre rociada de Jesucristo, qué estaría clamando al Padre Dios. Vamos a ver, San Mateo capítulo 26, versículo 28: “porque esto es mi sangre del nuevo pacto”, de qué pacto, de qué sirve, “que por muchos es derramada para remisión de los pecados”. La sangre rociada del Señor Jesucristo es un nuevo pacto. Inmutable, “que por muchos es derramada”, para qué fin, para remisión de los pecados. Si realmente
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la sangre preciosa del Cristo, él que es el principio y el fin, el que es todo de los todos. Cuando Cristo derramó su sangre es un pacto, nuevo pacto inmutable, por muchos es derramada, para qué fin, “remisión de los pecados” , dijo: “consumado es”. Todo es terminado, inclinó, su sangre rociada debajo de la cruz, no solamente la sangre del Cristo fue rociada en la sobre la tierra debajo de la cruz sino en un lugar muy especial. Vamos a ver, Hebreos capítulo 9, versículo 12: “y no por sangre de machos cabríos ni de becerros, sino por su propia sangre, entró una vez para siempre en el Lugar Santísimo, habiendo obtenido eterna redención”. Cuando Jesucristo resucitó con su propia sangre, no quiso entrar al Templo de Jerusalem, porque es una réplica, además ya estaba corrompida, sino a la verdadera, qué pasó, con su propia sangre subió al cielo, entró al Tabernáculo celestial que es el modelo original, eterno, él que atravesando el lugar más fondo del Tabernáculo donde está el Arca del Pacto. Sobre la tapa se llama el Propiciatorio, el roció siete veces su propia sangre habiendo obtenido eterna redención, nuestra. ¿Amén?, digan amén, es un acto glorioso. Gloria a Dios. Digan amén, no puedo ver a todos, entonces, con un gesto corporal, amén. Los que creen, amén, ha obtenido eterna redención, nuestra, Gloria a Dios. Bajen sus manos. La sangre rociada del Señor Jesucristo sobre el Propiciatorio del Arca de la Alianza celestial, ¿qué estaría clamando a Dios?, Padre Dios todos los pecados son redimidos, Padre Dios con mi propia sangre pagué la paga del pecado del mundo. Padre Dios con preciosa sangre, yo he redimido a todos, ¿ qué estaría clamando la voz de la sangre rociada del Cristo? , el perdón de nuestros pecados. Gloria a Dios.
Es maravilloso, Romanos capítulo 8, versículo 31 al 35, me parece que estos versos son la voz, el clamor, de la sangre del Cristo : “¿Qué, pues, diremos a esto? Si Dios es por nosotros, ¿quién contra nosotros? El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará también con él todas las cosas? 17
¿Quién acusará a los escogidos de Dios? Dios es el que justifica”. Ya. Quién es el que nos justificó, Dios, ¿acaso Dios miente?, ustedes a quien no ama tanto, puede decir te amo tanto, esa especialidad Dios no maneja. Dios lo desconoce, a quien ama, él dice te amo, cuando dijera te amo, realmente lo ama. Qué dice, la voz, la sangre rociada de Cristo: “¿Quién acusará a los escogidos de Dios? Dios es el que justifica”. Si Dios es el que me justifica, quién me condenará. El único que lo pueda a hacer sería el enemigo de Dios, Satanás. Satanás, quien me puede acusar, porque es adversario, adversario de Dios. Pero ¿Quién acusará a los escogidos de Dios? Dios es el que justifica”. Entonces, somos justo, si Dios es el que justifica, qué testimonio más necesitamos, si Dios es el que justifica, el dueño del Reino de Dios es quien me justifica, yo soy, gracias Padre, yo soy justo, yo también recibo el mismo testimonio que el justo Abel había que había recibido de que él era justo, no por la obra, por la fe en su ofrenda.
En el anuncio sobre la ofrenda, la muerte del Señor Jesucristo. Nuestra fe en la muerte del Señor Jesucristo. Dios nos da un testimonio a todos los creyentes, que realmente creen, es mi justo, quien vive por fe. A mi me agrada, y mira con agrado, ya mi ofrenda es el Señor Jesucristo. “Dios es el que justifica, Quién es el que condenará?”, el que puede atrever para condenar a quien Dios justificó solo es Satanás, porque es su profesión, es contrario, caprichoso, pero perdido : “ Cristo es el que murió; más aún, el que también resucitó”, para nuestra justificación, “el que además está a la diestra de Dios”, el que murió a causa de nuestros pecados, el que resucitó para nuestra justificación, es quien esta sentado a la diestra de Dios. Intercede por nosotros, quién nos acusará, o quién nos condenará, Satanás. Pero, yo lo ignoro por completo. No lo digo, mentiroso te conozco, mentiroso, tu testimonio no me sirve, tu acusación no me sirve, yo acepto la acusación, no acepto acusación, yo solo acepto los testimonios del Espíritu Santo, y el designio del Padre Dios y el testimonio de Señor Jesucristo, los testimonios de la Biblia, qué dice, nuestros pecados son perdonados, por nombre del Señor Jesucristo. El que también in-
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tercede por nosotros. “¿Quién nos separará del amor de Cristo? ¿Tribulación, o angustia, o persecución, o hambre, o desnudez, o peligro, o espada?
Mis consiervos, mis consiervas, hoy yo he tratado de poner una pelea, la justicia humana contra la justicia de Dios. La justicia de Dios contra la justicia humana, el choque de las dos justicias. Una es falsa, es la justicia humana. La verdadera, que veras es la justicia de Dios. Dios nos dio por dádiva por regalo su justicia, mediante la fe, aquella sagrada ofrenda. La muerte por una sola vez de nuestro Señor Jesucristo, a causa de las transgresiones y su resurrección, para nuestra justificación. Ustedes, con qué justicia quieren acercarse a Dios. Con qué justicia quieren acercarse a Dios. Con qué justicia quieren acercarse a Dios. Con su propia justicia o con la justicia de Dios. Acerquémonos, Padre Dios con la justicia de Dios, mediante la fe en el Señor Jesucristo. Somos justificados, redimidos, perdonados, padre Dios nos da un testimonio de que somos justos, por su ofrenda, en cuanto a la ofrenda del Señor Jesucristo, por la fe en él. Me siento muy agradecido, lo siento, he pasado el tiempo permitido para mi, he violado mi tiempo, he cometido una falta, pero quise compartir con ustedes este bendito Evangelio del Señor Jesucristo, oremos al Señor.
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