“Hasta los confines con el Evangelio con el Señor hasta el día final”
Diciembre 2015 / N° 007
Ilusión en la vida espiritual
Pastor Ock Soo Park www.ocksoopark.net
¡Cordiales saludos, espero que hayan pasado bien esta semana! En esta oportunidad continuaremos detallando, el cómo en el cuarto día de la creación se instauró el Sol, la Luna y las Estrellas LA LUZ DADA POR DIOS
Anteriormente habíamos explicado que el Sol representa a nuestro Señor Jesucristo y la Luna simboliza a una persona justificada por el Señor. Esto quiere decir que el Sol ilumina por si mismo, pero la Luna ilumina por la luz que recibe del Sol. Por lo consiguiente, podemos afirmar que el Señor Jesucristo ilumina por sí mismo, pero los justos iluminan por la luz que reciben del Señor. Es por ello que podemos observar que el Sol siempre brilla y su forma es siempre redonda. Pero la Luna cambia su figura todos los días. A veces la Luna está llena, a veces su mitad desaparece, o a veces se pone muy finita. Pero la figura de la Luna varía todos los días, a diferencia del Sol no varía, sino que siempre se mantiene redondo. Sabemos que cuando la Luna se hace más finita, no significa que desapareció el resto de la parte de ella, sino, que simplemente se esta viendo la parte que esta recibiendo la luz. La otra parte que no se ve esta oculta de la luz, ya que la forma real de la Luna es siempre redonda. Una parte parcial de ella no se esta viendo por nuestros ojos, por ser oscura. Así como la forma de la Luna cambia todos los días a diferencia del Sol que nunca cambia su forma. Podemos compararlo con nuestros corazones que al igual que la luna también cambia continuamente, pero el Señor que esta sosteniéndonos nunca cambia.
CUANDO DESCONFIAMOS DE DIOS
Dios nos dice que Él es igual que antes, que hoy y que también será igual para siempre, ya que, nosotros somos seres humanos, nuestro corazón se cambia a cada rato y por eso es que somos muy caprichosos. ¡Ahora!, el problema surge cuando nosotros empezamos a desconfiar de Dios, y es así también que nosotros creemos que el Señor de la misma manera está desconfiando de nosotros, por ese motivo no queremos ponernos delante de Dios Por ejemplo; mientras estamos viviendo normalmente en la vida cotidiana, podemos dirigirnos libremente ante Dios en cualquier momento, pero, después de pecar o después de desobedecer sus palabras, tenemos temor para ir delante del Señor. Nuestra conciencia nos acusa por los pecados que hemos cometido y es así que por ende miramos a Dios con temor, pero Dios siempre está mirándonos a través de la sangre de Jesucristo. Es por ello que aunque hayamos pecado, el corazón de Dios está siempre abierto hacia nosotros, por el simple hecho de que nuestros pecados ya están pagados en la cruz, pero muchas personas piensan que Dios esta enojado con ellos por sus pecados, pero eso es una simple ofuscación del ser humano. Como podemos ver en el entrenamiento de los pilotos, muchas veces ellos tienen una ‘ilusión en el vuelo’. Cuando el avión esta volando, los pilotos cambian la dirección hacia arriba o hacia abajo, muchas veces encima del mar, y es en ese momento cuando ellos no pueden distinguir cual es el cielo y cuál es el mar, es por ello que suceden los accidentes en los aviones.
Al momento de que el avión vuela hacia arriba rápidamente, y luego el piloto va disminuyendo la velocidad del avión en vez de descender sigue ascendiendo más y más, pero sin embargo, el piloto siente que su avión está cayendo. A este estado se le denomina “la ilusión en el vuelo”. De esta manera que para evitar este problema, los pilotos siempre deben guiarse por las señales direccionan las cuales aparecen en el monitor de la cabina. No importa si el piloto considera que su avión está descendiendo, este, solamente debe guiarse por la dirección del vuelo, el piloto simplemente debe observar las agujas del monitor porque él no debe definir por su propio sentimiento ni por su propio juicio, sino leer lo que dice la señal, es así que entonces podrá estar seguro hacia donde está yendo el avión y a cuánta velocidad está volando, porque al no obedecer la señal del monitor del avión, tendrá un accidente y podrá llegar a perder su vida.
Muchas veces tenemos espejismos en la vida espiritual, al igual que los pilotos en sus vuelos, esto nos sucede porque nuestros pensamientos son diferentes a la palabra de Dios. Podemos ver que si el sentimiento del piloto coincidiera con la dirección y la velocidad del avión, no necesitarían los pilotos observar el marcador del monitor en su vuelo. Por esta razón es imprescindible que el piloto siempre tenga que estar pendiente de la pantalla del monitor del avión, porque la realidad es diferente al sentimiento del mismo. De la misma manera, nuestros sentimientos, emociones, y fe, muchas veces son diferentes a la palabra de Dios escritas en la Biblia. Por eso, si nosotros nos guiaríamos por nuestro propio pensamiento o sentimiento, con seguridad fracasaremos en la fe. Nosotros deberíamos tirar todos nuestros sentimientos y nuestro propio juicio, y caminar fielmente por la palabra de Dios al igual como el piloto, que debe tirar su sentimiento y observar el monitor del avión. De igual modo nosotros deberíamos juzgar el bien o el mal a través de la palabra del Señor. Por ejemplo; Para saber si nuestros pecados han sido perdonados o no, deberíamos ir en busca de la palabra de Dios. RUMBO EQUIVOCADO
Muchas personas aseguran que han recibido la gracia de Dios y por lo consiguiente irán al Reino de los Cielos por el simple hecho de haber recibido el fuego, las lenguas, o un gran calor durante su oración, etc... Pero realmente están muy equivocados. Todos estos síntomas son una ilusión y nada más.
Tenemos que tener mucho cuidado. Es más peligrosa la ilusión en la fe que la ilusión de un piloto en su vuelo. “¿Realmente yo podré ir al Reino de los Cielos?” “¿Mi fe es correcta o no?” Deberíamos hallar las respuestas a todas estas preguntas en la palabra de Dios, y no en nuestras propias emociones ni sentimientos. Si la palabra de Dios dice, que mis pecados ya han sido perdonados, ¡pues esto es cierto!, aunque mis sentimientos me digan que no. No importa lo que nosotros sintamos, si Dios nos dice que ya no tenemos pecado, ¡entonces es cierto!.. Si Dios ya nos selló para ser sus hijos, entonces ya somos sus hijos. Si Dios nos dice que somos justos, somos justos. Si Dios nos llama santos, somos santos.
La verdadera práctica de la fe es seguir al pie de la letra la palabra de Dios, no seguir por nuestro propio juicio, ni mirar nuestras circunstancias. El Sol siempre es redondo, pero la Luna cambia su forma a cada rato. Igualmente, el corazón del Señor siempre es igual hacia nosotros, pero nuestros corazones cambian según la situación. Si nosotros no confiáramos en la palabra del Señor, y miráramos siempre nuestras obras o nuestras circunstancias, entonces nunca tendremos la fe y estaremos siempre inseguros. ¡Queridos hermanos! La fe no es aquel sentimiento que a veces nos dice que tenemos pecados y otras veces parece que no. A veces pensamos que vamos a ir al paraíso y otras veces no. La fe no es insegura y caprichosa. La fe es, que la palabra de Dios esta clavada en nuestro corazón y que nadie pueda arrancarlas ni modificarlas. Es la misma firmeza de un clavo que está incrustado en la pared. Porque está sellada por el Espíritu Santo, por lo tanto, el corazón puede permanecer firme. Si nuestro corazón estuviera firme en otras cosas que no sea la palabra de Dios, nuestro corazón cambiaría dependiendo de las circunstancias, pero si nuestro corazón se encuentra firme en la palabra de Dios, nunca cambiará. Nuestros sentimientos y las emociones varían, pero la palabra de Dios no, es por ello que si usted siguiera su vida espiritual confiando en la palabra del Señor, su fe nunca se agitaría. ¡Estimados! ¿Realmente quieren enterarse si ustedes van a ir al Reino de los Cielos?
— Por favor busquen en la Biblia y encontrarán la respuesta. ¿Verdaderamente quieren saber si sus pecados han sido lavados? — Busquen la Escritura hoy, y encuentren la respuesta. Si quieren saber si su fe es verdadera o falsa, y si quieren saber como hay que hacer para recibir el perdón de los pecados, por favor abran la Biblia con el corazón humilde delante del Señor y tirando sus propios pensamientos, acepten la palabra de Dios con la fe. Entonces solo así podrán notar un cambio espiritual y estarán seguros de estar establecidos en la palabra del Señor. Quiero que estén en la gracia de Dios. Hasta muy pronto, gracias.