2- Parque nacional de la Bahía de Loreto Loreto es otra de las poblaciones importantes de Baja California Sur. Aquí se fundó, en 1697, la primera de las muchas misiones con las que los jesuitas fueron colonizando California hasta llegar a la actual San Francisco (EE.UU). La iglesia de la vieja misión sigue presidiendo el pueblo, que conserva aún mucho del encanto original de localidad pesquera y agrícola. Tiene una larga y soleada playa. La costa de Loreto está declarada Parque Nacional de la bahía de Loreto y es un excelente lugar para hacer buceo o snorkel y excursiones en bote para avistar ballenas, lobos marinos, delfines, mantas-rayas o multitud de otras especies. La empresa Vive Loreto organiza todo tipo de actividades acuáticas y de montaña en el Parque Nacional de la bahía de Loreto. El Hotel Oasis es una opción económica para alojarse en bungalows y habitaciones sencillas en primera línea de playa. En pleno centro, Hotel Posada de las Flores, con mucho encanto y calidez, en una casa tradicional y centenaria.
3- De compras por San José del Cabo El turismo alteró por completo la fisonomía de los pequeños pueblos pesqueros y agrícolas del sur de Baja. Sólo uno de ellos, San José del Cabo, logró conservar un centro histórico coqueto y respetuoso con la arquitectura tradicional de Los Cabos. Las calles que rodean el zócalo de San José de los Cabos están llenas de galerías de arte, restaurantes y talleres de artesanos. Las fachadas se han convertido en un pastel de colores digno de un lienzo de Frida Khalo. Verdes eléctricos, morados imposibles, rojos bermellones, azules que empequeñecen el océano.
4- Hedonismo en Cabo San Lucas En Cabo San Lucas se concentran todos las glorias y miserias del turismo de masas. Aquí están los macrohoteles, el turismo de fiesta y discoteca y el paraíso del shopping. Pero si te va el hedonismo, el ver y ser visto, tienes que pasarte por la playa del Médano, donde se concentran los cuerpos esculturales, las pandillas de jóvenes norteamericanos desinhibidos durante su springbreaks y los vendedores que ofrecen desde baratijas a paseos en barca para avistar ballenas