Cruzando Frontieras

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CRUZANDO

FRONTERAS ESPIRITUALIDAD DE JOSÉ DE PIO VIVIDA POR

LA SOCIEDAD MISIONERA DE SAN PABLO PADRE MARK GRIMA MSSP

Para nosotros Miembros de la Sociedad Misionera de San Pablo el año 2010 marcó un paso importante en nuestra peregrinación. Celebramos el centenario de aquel año cuando el Fundador José De Piro con dificultad, reunió a los dos miembros en un hogar humilde en Imdina. Durante las celebraciones hemos sido conscientes que los frutos que estamos cosechando cien años después, han sido el sueño de un hombre generoso, que escuchó la llamada de Dios y entregándose totalmente, logró integrarse en el plan de Dios para la humanidad. Hemos sido conscientes también que la Sociedad Misionera de San Pablo, tal como la conocemos hoy, ha sido la herencia colectiva de muchos hombres y muchas mujeres que se inspiraron de nuestro Fundador y llevaron adelante la llama encendida por él.

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El hombre que cruzó silenciosamente las fronteras Quisiera compartir una imagen poderosa que permaneció en mi mente en este tiempo acerca de este hombre santo. Es una imagen que surgió desde los estudios históricos de los documentos y los acontecimientos de su vida. Es la imagen que también forjó la herencia que dejó en aquellos que se quedaron atrás para que lleven adelante su sueño tanto dentro de la Sociedad Misionera que fundó como también aquellos que lo apoyaron en distintas maneras. Es la imagen del hombre que cruzó fronteras silenciosamente.

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LA LLAMADA DE DIOS PARA SER UN MINISTRO ORDENADO

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NO ERA FRUTO DE UNA ESFUERZO MÁS BIEN UN INSTRUMENTO PARA EL SERVICIO HUMILDE.

hombre común de la calle, que muchas veces se vio obligado a mendigar a favor de los pobres. • Un hombre de inteligencia modesta que sin embrago tuvo que entrar en la escena política con toda su complejidad y sus implicaciones. • Un hombre delicado de salud pero que se hizo todo para los necesitados.

A pesar de ser el hijo de una familia noble y de influencia y el séptimo de nueve hijos e hijas, él ha sido un hombre bastante sencillo, sociable y determinado. Si su llamada fue para el sacerdocio, entonces la seguiría aunque tuviera que esperar.

A José De Piro cruzando fronteras le costó mucho. Significó su reputación, su ilusión y su vida. Su muerte a la edad de 56 años es una indicación de esto.

Pero el sacerdocio no fue un estatus más para añadir a los que había ya heredado. El sacerdocio iba a ser para él su propio ser, el alma por medio del cual iba a llegar a los demás. La llamada de Dios para ser un ministro ordenado no era fruto de una esfuerzo más bien un instrumento para el servicio humilde. En la cantidad de actividades y responsabilidad que se le acumularon a lo largo de su vida, él sirvió fielmente como un cura simple sin algunas pretensiones o motivaciones ocultas.

Cruzando fronteras requería de él una sabiduría que pocos poseen. José De Piro lo hizo de una manera tan admirable. Sacaba todo lo que poseía y lo ponía a disposición de aquellos que no tenían acceso a las necesidades básicas de la vida. Aprovechó de su posición en la jerarquía de la Iglesia para promover la paz en situaciones políticas turbulentas. Sacando provecho de su posición él fundó la primera y la única congregación Maltesa misionera de varones por amor a la Palabra de Dios. Él puso a disposición de los desposeídos que siempre le estaban cerca los bienes materiales que heredó de su familia.

Salió de su comodidad y atrevió cruzar fronteras aun cuando no debería. Él • Nació un hombre de la nobleza en una familia cariñosa, pero amó tanto a los huérfanos. • Era un cura bien establecido en su país, pero deseaba ser misionero. • Era un hombre de muchos recursos financieros, pero que se vestía de ropa tal como el

Había una manera peculiar por la cual De Piro cruzó fronteras, todo lo hizo en silencio. No había ni pompa en cuanto a su caridad, ni tampoco en relación a su sufrimiento paciente, sus sacrificios y la oposición que encontró. Solía decir “il bene non fa chiasso e il chiasso non fa bene” (traducido como el ruido no 2


hace bien y el bien no hace ruido). La humildad era el orden del día y la virtud que hizo que su vida fuera más auténtica. Si cruzando fronteras caracterizo su estilo de vida, esto lo fue por el hecho de que se modelaba en aquel único verdadero modelo: la encarnación. Se trata de Dios, que silenciosamente cruzó fronteras entre el cielo y la tierra dándonoslo todo como si eso fuera la cosa más natural que hacer y confiando que nosotros aprovecháramos al máximo de esto. La relación de intimidad de José De Piro con Cristo lo transformó en otra encarnación de Dios para nosotros.

La comunidad misionera que dejo atrás En el 1933 cuando José De Piro cruzó la frontera final a la edad de 56 años, o sea de esta vida a la otra, estaba seguro de que iba a llevar consigo a la Sociedad Misionera. Estaba convencido de que iba a florecer después de su muerte. Estoy seguro de que la comunidad que dejo atrás sintió que este pobre hombre ilustre estaba nuevamente

intercediendo por ellos frente al Padre celestial. Su muerte ha sido un reflejo de su vida. Murió tranquilamente durante un servicio litúrgico. La pequeña congregación que él fundó se sentía muy asustada para poder asumir el cargo de su propia Sociedad, aparte la reminiscencia de la resistencia por algunos en cuanto a su existencia. Él lo era todo para los primeros miembros y al parecer al perderlo a él habían perdido su alma. Por décadas nuestra congregación ha sido dirigida por manos de líderes fuera del carisma y la figura de nuestro Fundador comenzó a desaparecer en el pasado-como que en humildad él estaba la soltando y confiando en otros. No obstante, su espíritu permaneció encendido en sus hermanos misioneros. Ya había una pequeña llama encendida en Abisinia (Etiopia) donde el primer miembro MSSP, enviado por el mismo Fundador, desenvolvía su ministerio desde 1927. Típicamente de José De Piro, él estaba muy preparado para cruzar las fronteras de la misión aun cuando los números en la base eran pocos. Pero esto resultó fundamental para la congregación misionera que estaba luchando en Malta. La presencia misionera del Hno José Caruana, después de la muerte de José De Piro,

3 JOSE DE PIRO JUNTOS A LOS PRIMEROS MIEMBROS MSSP


ha sido de gran ayuda para mantener a esta comunidad misionera enfocada en su propio carisma.

Malteses. José De Piro pensó siempre en esta iniciativa como un primer paso para la MSSP hacia los territorios extranjeros fuera de la isla de Malta. En los ojos de sus superiores la opción a favor de los emigrantes Malteses no estaba tanto en línea directa con la evangelización de los pueblos. Pero De Piro esperaba que a través de este ministerio, los miembros de la Sociedad Misionera comiencen a servir en países extranjeros y seguidamente moverse a los países que no tenían un trasfondo cristiano (conocidos como ‘ad gentes’). Mientras tanto nuestros miembros siempre tomaron en serio la animación misionera dentro de la Iglesia local.

El hecho de que desde 1933 hasta 1948 la congregación estaba bajo la dirección de líderes que no eran MSSP, influyó en que poca energía se invirtiera en la misión. Fue entonces en el 1948, después de que se eligiera al primer Superior General de entre los miembros, que la comunidad inmediatamente comenzó a dirigir su mirada más allá de Malta. Las iniciativas misioneras a las que se lanzó la congregación desde entonces han sido varias en su naturaleza pero siempre animadas por el mismo ideal- aquel de compartir la Buena Nueva desde nuestra pequeñez, en manera especial

A este punto quisiera subrayar una realidad que

hacia aquellos que se encuentran al margen de la sociedad. Nuestros miembros han sido siempre listos para dejar su tierra natal e insertarse generosamente en la cultura en donde iban a servir. Al igual que nuestro Fundador, utilizaron sus energías en su ministerio e hicieron que diera fruto.

también motivó tanto al Fundador y a continuación a los superiores para trabajar con los emigrantes Malteses. Trabajar en la isla de Malta después de la Segundo Guerra Mundial significaba trabajar con los pobres. Aquellos que, en manera especial, ya no tenían nada que perder se vieron obligados a emigrar a los países extranjeros ni siquiera contando con el idioma. Los superiores vieron la necesidad de acompañar a estos feligreses Malteses en tierras extranjeras y de esta manera manteniendo viva su fe, y para ellos esto hacía parte de la dimensión misionera de la Iglesia. Después de elegir al Primer Superior General en 1948, los primeros misioneros fueron enviados a Australia, luego a Canadá en 1959 y por fin a Estados Unidos en 1978.

El Espíritu misionero hoy Desde la época de nuestro Fundador, siempre ha habido un sentido de pertenencia a la dimensión misionera de la Iglesia. Los superiores de la Congregación han siempre sido listos para responder a las necesidades de la Iglesia ofreciendo cualquier recurso a su disposición necesario para la evangelización de los pueblos. Los primeros pasos hacia esta visión, después de la muerte de nuestro Fundador, fue el ministerio con los emigrantes

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UNA COSA QUE CARACTERIZÓ A NUESTRO FUNDADOR, FUE LA DE PERCIBIR UNA NECESIDAD EMERGENTE Y RESPONDER A ELLA SIN CONTAR MUCHO EL COSTO.

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AUSTRALIA

Fue en el año 1968 que la MSSP abrió su primera comunidad en Perú. A este punto, Perú era un país pobre, pero con una tradición Cristiana. Ya por su propia cuenta los misioneros descubrieron, que lo social y lo espiritual tenían que ir juntos. Acompañar a los feligreses en Perú significaba compartir con ellos las raíces de la fe. Muchos profesaban la fe cristiana pero había pocas posibilidades para aquellos que vivían fuera de las ciudades. De hecho hasta el día de hoy nuestros misioneros, trabajan en varias parroquias lejos de la ciudad o en las periferias de ella donde se juntan muchos pobres con la esperanza de un futuro mejor. Aunque de por si no es una misión ‘ad gentes’, este país de América del Sur necesitaba de tantos misioneros para darle a la gente Cristiana pobre una oportunidad para crecer en la fe. Mucha energía se está invirtiendo en la formación de comunidades Cristianas que a su vez están preparados a apoyarse y ayudarse el uno al otro en sus distintas realidades de sus vidas.

misionero designado. Esta fue una misión ‘ad gentes’ y en cierta manera en ella se realizó el sueño que como MSSP caminaríamos con gente en países donde la Cristiandad es una minoría. Queda claro que no es una misión fácil: la evangelización directa es muy limitada en un ambiente Islámico fuerte. Por ende, al igual como iba sucediendo en Perú, nuestros misioneros asumieron ministerios en la periferia de la ciudad donde vivían la mayoría de los pobres y donde se estaban formando pequeñas comunidades cristianas. Al final del siglo veinte, la mayoría de nuestros misioneros estaban bien establecidos y estábamos ya recibiendo vocaciones de estos piases. Aunque se sentía siempre la necesidad de misioneros en la misión misma, éramos conscientes de que desde nuestra pobreza, teníamos que mirar más allá y confiar en la providencia de Dios. A parte de ser un valor evangélico, el Fundador mismo lo subrayo con su vida generosa y en las constituciones originales, donde insistía “una vez que ellos (los misioneros), con la ayuda del Señor, completan su misión, tienen que dejar el campo de la evangelización lo más antes posible”. En el 1999 se decidió enviar misioneros ad Asia- a las Filipinas. Esta fue

Un paso significativo se dio en el 1982 con el envío de nuestros misioneros a Pakistán. Al principio, una comunidad MSSP se estaba preparando para ir a Indonesia, pero cuando esto resulto difícil de lograr se eligió a Pakistán como el compromiso 5


una misión en conjunto entre las misiones establecidas y una respue ta a la llamada de la Iglesia para dirigir nuestra mirada hacia el Oriente para los nuevos esfuerzos de evangelización. Como Filipinas es el país de mayoría Católica en Asia, la misión fue percibida como un paso hacia otros países de oriente cuando haya las posibilidades en el futuro. Esta es todavía una misión joven pero muy querida a nosotros porque nos ofrece nuevos retos que, con la Iglesia en general, todavía tenemos que buscar y saber escuchar que nos dice el Señor.

Hoy en día muchos fieles laicos, de todas edades y estilos de vida, se unen a nuestros misioneros en esta tarea de la evangelización. Nuestros miembros en Malta están en la frontera de esta nueva realidad desde una sociedad moderna bastante secularizada.

Una mirada renovada Una cosa que caracterizó a nuestro Fundador, fue la de percibir una necesidad emergente y responder a ella sin contar mucho el costo. Una vez u otra, los de su entorno lo desanimaron cuando quiso tomar iniciativas que requerían un compromiso fuerte o tal vez se consideraba de un estatus social inferior del que tenía. Pero él siempre miro a las personas de la

En el trasfondo de todos estos movimientos, las comunidades en Malta permanecieron siempre activos en la animación misionera y el suporte a las misiones con recursos humanos y materiales. En Malta, no nos encargamos de alguna parroquia porque sentíamos que como congregación misionera, nuestro objetivo principal era de dirigir la fe de los Malteses hacia la Iglesia universal y concientizar a la gente de las necesidades de otros. Aunque la congregación ha siempre permanecido pequeña en proporción cuando se trata de los miembros religiosos, muchos fieles laicos se inspiraron del espíritu misionero tanto del Fundador como también de los que los siguieron.

PAKISTAN

misma manera como los mira Dios: como sus hijos e hijas redimidas. Esto hacia que no pusiera limites a sus iniciativas, de los cuales no esperaba ninguna recompensa. Hoy en día como MSSP estamos llevando adelante esta espiritualidad como parte de nuestra herencia que se nos dio desde nuestros antepasados. Estamos llamados con urgencia, a mirar hacia el mundo moderno y responder a sus necesidades

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tal contexto me anima y alienta cada iniciativa en la que las personas laicas MSSP se responsabilicen junto con nosotros para la evangelización.

de una manera renovada. Al igual que nuestro Fundador, no podemos simplemente sentarnos y disfrutar del estatus quo. No podemos erigir muros para proteger lo que hemos logrado hasta hoy. Sabemos muy bien que cualquier opción cómoda puede llevarnos a la mera funcionalidad y conformidad. Se necesita por lo tanto, que en este espíritu, se de una mirada cada ministerio desde esta perspectiva renovada que refleja la cultura en la que vivimos.

Llevando todo esto en mi mente quisiera dirigir mi mirada hacia las distintas iniciativas misioneras que ya estamos realizando desde esta nueva perspectiva. Comienzo por la capellanía de los emigrantes que hasta ahora está bajo nuestra responsabilidad en Australia y Canadá. Muchos a quienes servimos más antes se movilizaron en sus vidas y se integraron en la sociedad. Pero los ancianos se encuentran cada vez más carentes del apoyo moral y espiritual, estando mucho tiempo solos y sin punto de referencia. Sus hijos e hijas y por ende las generaciones más jóvenes, viven en

Por esta misma razón los laicos que están abrazando el carisma MSSP a varios niveles, están ocupando cada vez más un puesto central en nuestros ministerios. Necesitamos descubrir modalidades concretas como estos hermanos y hermanas pueden ser MSSP mientras tengan su propia familia y salen a trabajar. Necesitamos pensar de forma original y no simplemente intentar adaptarlos a las estructuras religiosas que se acomodan bien a nosotros religiosos pero no a los laicos. Esto es un reto, en manera particular por las distintas opciones que existen y ningún modelo único es la respuesta. Como religiosos nosotros también necesitamos adaptarnos y aprender a trabajar con los laicos no simplemente como si fueran ellos beneficiarios de nuestro ministerio sino más bien como compañeros en el ministerio y hasta para saber acoger su ministerio hacia nosotros. En

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COMO MISIONEROS LAICOS Y RELIGIOSOS NECESITAMOS ACOGER MÁS ESTAS REALIDADES, NO NECESARIAMENTE CON SOLUCIONES PERO CON APERTURA A ENTENDER CUÁLES SON LAS VERDADERAS NECESIDADES.

una cultura en la que el aspecto espiritual ha sido debilitado por el secularismo, un fenómeno que nosotros como misioneros no podemos tomar a la ligera: tenemos que utilizar todos los medios a nuestra disposición para conectarnos con esta gente. Junto con la capellanía de los emigrantes y la animación misionera que ya estamos llevando, tenemos que estar al frente de La Nueva evangelización emergente en los tiempos modernos en los países de afluencia.

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Por otro lado la emigración hoy en día está creciendo y se está volviendo un tema mayor no solamente de los estudios sino también de la acción de la Iglesia. Por donde quiera hay gente que se ven obligados a salir de sus casas por motivos de conflicto económico, político, religioso. Los números están creciendo increíblemente y hoy tenemos que reconocer que realmente nosotros no tenemos soluciones. Una vez más, nosotros como misioneros laicos y religiosos necesitamos acoger más estas realidades, no necesariamente con soluciones pero con apertura a entender cuáles son las verdaderas necesidades. Solo cuando se haya esto podamos caminar juntos con esta gente desplazada, ofreciéndoles la vida del evangelio que cuida del ser humano en su totalidad.


Otra realidad que nosotros como MSSP hemos aprendido por nuestra propia experiencia es la importancia de trabajar con las comunidades locales. Inspirados por el Fundador, resalta mucho la presencia que tratamos de crear en nuestras tareas. Un ejemplo de ello se encuentra en nuestra misión en Pakistán. A parte de ayudar las minorías Cristianas pobres, como también a los musulmanes cerca de nuestras comunidades para mejorar su nivel de vida, el testimonio principal es nuestra propia vida. Nuestra pequeña comunidad MSSP es una prueba de que cuando se vive según los valores del evangelio podemos superar las divisiones de nacionalidad, castas y religiones y trabajar juntos en la promoción del bien común. Nuestra comunidad de presencia se presenta como un faro de esperanza que

(Cf 2 COR 2, 15) siempre y en cada lugar. De hecho, cuando el Señor envió a los Apóstoles a predicar por todo el mundo, no entendía solamente la predicación de por sí, sino también el buen ejemplo que rinde la predicación más eficaz. Por lo tanto que cada uno considere que se dirigen hacia su persona las Palabras que nos dirige nuestro padre San Pablo a Tito: Tú mismo serás un ejemplo para ellos cuando vean tu conducta, tu enseñanza desinteresada, tu honradez, tu predicación sana e intachable. Con esto los de fuera no encontrarán cosa alguna que criticar, y más bien se sentirán avergonzados. ” (Tito 2; 7-8) Otras misiones, como las de Perú y Filipinas, necesitan también tener una visión nueva constantemente ya que el modelo misionero cambia

silenciosamente, al igual que el Fundador, cruza fronteras llevando la palabra de Dios consigo en aquellos lugares que se están volviendo cada vez más inalcanzables.

con el desarrollo rápido global que afecta a todos los niveles de vida. Nuevamente inspirados por el Fundador, estas comunidades misioneras, aunque no muy grandes están llamadas a mirar más allá de sus seguridades, lanzándose en otros ministerios tanto En las Palabras de nuestro Fundador en las en el territorio geográfico a su alcance como también Constituciones Originales: más allá. Cuando el Fundador envió al Hno Caruana Para ser idóneos a predicar, los padres de la a las misiones desde la pequeña Sociedad, los que Sociedad tienen que ser convencidos del amor de se quedaron en Malta encontraron mucho apoyo e Jesucristo y de su deber de difundir su fragancia inspiración en este regalo misionero a otro país en

PERÚ

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África. Creo firmemente que la situación de hoy no es tan diferente. Tenemos que permanecer generosos en nuestra vocación, al estar llamados a dar de lo poco que tenemos y esperar nada en retorno salvo que la palabra de Dios alcance a los corazones de mucha gente.

somos para la gente y que tan prontos estamos para compartir. En una sociedad globalizada en la que el enfoque es siempre el yo, dar gratuitamente e sin interés es muy contra cultural y por lo tanto evangélico. José De Piro, el hombre que silenciosamente cruzo fronteras, nos invita una vez más a coger coraje y ser diferente, no por nosotros mismos, sino para difundir el fuego de Jesús cuya palabra nos urge hoy: Yo he venido a traer fuego a la tierra y ¡cuánto desearía que ya estuviera ardiendo! (Lucas 12:49)

Como una Sociedad Misionera cuya opción preferencial por el pobre es central a nuestra vocación, necesitamos nosotros también permanecer pobres compartiendo nuestros recursos constantemente sin acumularlos para nuestra propia comodidad y protección. Yo solía pensar que un misionero no puede predicar el evangelio a un estomago vacío, hasta que se me llamo la atención que tal vez no es siempre así si el estómago del misionero también queda vacío. Esta es una lección que nuestro Fundador José De Piro nos ensena tan bien. El ser misionero no es tanto que hacer o que tener sino más bien lo que

Fr Mark Grima mssp MSSP Superior General

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