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¿A DÓNDE NOS LLEVARÁ ESTE HARTAZGO?

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emergencia urbana

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Por Marce Roldán

Particularmente en Puebla,

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Marzo empezó siendo un mes de mucha actividad en el espacio público. Particularmente en Puebla, el hartazgo movía nuestros pies. Era el motor de gritos al unísono de estudiantes universitarios; posteriormente, de muchas mujeres, un 8 marzo en el que la ciudad se pintó de morado. Nuestros cuerpos juntos respiraban. El miedo a ocupar el espacio público también se colaba dentro de nuestras conversaciones, sin embargo la mejor amiga estaba junto y también un rostro quizá desconocido pero también familiar que unía su grito con el tuyo: “Ni una más, ni una más, ni una asesinada más”. En la marcha sentía el calor, el morado de las jacarandas, ansiedad (esa nunca se va), y me preguntaba qué pasaría cuando todas regresáramos a nuestros hogares… El llegar a nuestros hogares cambió completamente de sentido días después.

La pandemia se convirtió en un catalizador de dinámicas violentas para las mujeres y para lxs niñxs, que muestran cínicamente, la normalidad insoportable en la que vivimos.

Ahora sólo me pregunto, e invito al que lee a responder:

¿Cómo gritar desde nuestras casas?

Nuestros Cuerpos Juntos Respiraban

¿Cómo seguir resonando?

¿Cómo soportar nuestros cuerpos sin los abrazos?

¿Cómo hacernos escuchar?

¿Cómo compartir en el tiempo de la virtualidad y lo incorpóreo?

¿Cómo amar sin acariciar?

¿De qué estamos enfermos?

Quizá el camino a trazar es practicar el grito en conjunto desde nuestras enfermedades y neurosis. Quizá se convierta en un susurro abrazador. Aceptar que tarde o temprano enfermaremos. Devenir incapaces para un sistema que nos toma como desechables para construir desde nuestra vulnerabilidad el acompañamiento necesario para priorizar la vida y el cuidado.

Encontraremos, como la humedad que agrieta muros, la forma de hacer de cada espacio una potencia. Dibujemos la posibilidad de estar todxs juntxs y la fuerza de nuestras voces en nuestras camas. Que el tocar guíe revoluciones futuras. El campo de batalla ha roto todas las fronteras posibles, y la ternura es nuestra arma.

Resueno con la idea de que pensar, sentir y acompañar es seguir una línea histórica que perpetúa la brujería. Por eso me entrego a la magia, a escuchar a través de las cartas del tarot. Desde hace días aparece el Arcano de la muerte, le veo invencible, nos invita a la transformación, a fluir en el cambio y la incertidumbre.

“No hay estructura inquebrantable”, me repito.

Me reconfiguro.

Me humedezco.

¿A dónde nos llevará este hartazgo?

Miro hacia la ventana.

Escucho a mi perro ladrar, aullamos.

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