autoridades coloniales lucharon por establecer legalmente prácticas transparentes de diferenciación”.6
El retrato en la Colonia En este cuaderno, la interpretación y análisis del retrato de Joaquín Gutiérrez se fundamentará en definiciones del la palabra ‘retrato’ propias del contexto colonial. En un inventario de los bienes del marqués de San Jorge, datado en 1787, se alude a los objetos ubicados en un espacio llamado el pasadiso en el que se encontrarían entre otras cosas “dos retratos de D. Jorge y Da. Thadea” avaluados en 3200 pesos”.7 Manteniendo este referente a la vista, busco identificar una noción generalizada de lo que se pudo entender por ‘retrato’ en la época colonial, que posiblemente coincida con la concepción de este tipo de pieza en la sociedad neogranadina del siglo X V III .
Para 1611, Sebastián de Covarrubias Orozco en su Tesoro de la lengua castellana o española define esta palabra como “La figura contrahecha de alguna persona principal y de cuenta, cuya efigie y semejanza es justo quede por memoria a los siglos venideros. Esto se hacía con más perpetuidad en las estatuas de metal y piedra, por las cuales y por los reversos de las monedas, tenemos hoy día noticia de las efigies de muchos
muchos príncipes y personas señaladas”.8 En el mismo siglo, Francisco Pacheco, pintor y tratadista español, consideraba como primera obligación del retrato ser “muy parecido al original; y este es el fin principal para el que se hace, y con que queda satisfecho el dueño; la segunda […] es que esté bien dibujado con buena manera de colorido, fuerza y relievo”.9 Posteriormente, en el Diccionario de Autoridades de 1737, fecha más cercana a la del inventario del marqués, se reúnen las definiciones de Covarrubias y Pacheco: “La pintura o efigie que representa a alguna persona o cosa”, “la relación, que regularmente se hace en verso, de las partes y facciones de una persona” o “Metaphoricamente se dice de lo que se assemeja a alguna cosa”.10
Partiendo de estas definiciones, se puede rescatar como idea generalizada la intención de representar a un personaje de la forma más veraz posible, ya sea mediante la imagen dibujada o la descripción en verso. Adicionalmente, la imagen retratada puede desempeñar la función de mantener viva la memoria del personaje representado. Aunque esto último solo se menciona en la definición de Covarrubias, es fundamental para pensar el retrato de la marquesa como póstumo, hipótesis que se abordará más adelante.
Cuaderno de estudio · 15