ISSN D211-318X Imprime: «Gráficas Do Castro/Moret» I.S.B.N.: 84 - 600 - 2037 - 1 Depósito Legal: C - 308 - 1980
boletín do museo arqueolóxico e histórico de a coruña
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Museo Arqueológico e Histórico Ayuntamiento de La
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DIRECCiÓN: Felipe-Senén López SECRETARíA: Begoña Bas López MONTAXE: X. Raul López Naya
BRIGANTIUM trócase con publicacións especializadas en Arqueoloxía, Prehistoria, Historia, Etnografía, Arte, Epigrafía e Numismática
Diríxase a correspondencia a: Secretaría Boledn Brigantium Museo Arqueolóxico e Histórico Castelo de San Antón Apartado 2045 15080 A Coruña (Galicia)
AROUEOLoxiA
PREHISTORIA
HISTORIA ANTIGA
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Brigantium. Bol. Museo Arqu. Hist. Coruña. 1989-1990. .vol. 6 pp. 7-20
ANÁLISIS DE DOS ESTACIONES CON ARTEFACTOS lÍTICOS EN A GUARDA
JUAN ANTONIO CANO PAN
Juana de Vega, n. o 35-7 15004 A CORUfiJA
Resumen. En esta investigación se ha hecho un análisis de las industrias líticas de las playas situadas cerca de A Guarda, usando para esto un sistema de muestreo estratificado con base estadística. Abstract. Analysis of two stations containing lithic artifacts in A Guarda. In this investigation has been made an analysis of the lithic industries of the beaches placed near A Guarda, ussing for that a system of stratified sample with statistics base.
La zona de estudio del presente trabajo se enclava en el extremo sur de la franja costera del SW de la provincia de Pontevedra, lugar en el que se localizan las industrias líticas talladas llamadas «Camposanquienses» que desde su descubrimiento, hace más de 60 años, fueron objeto de innumerables estudios, sin que hasta el momento se resolvieran los problemas que éstas suscitaron. Una de las causas que dificultaba la solución de la problemática planteada es la falta de análisis serios sobre la composición y distribución de esta industria. Con la pretensión de poner fin a esta situación procedimos al estudio de esta costa arbitrando un método que nos permitiera estudiar los cantales en los que aparecen estos artefactos. . La línea costera que se extiende, en dirección norte-sur desde Cabo Silleiro hasta la desembocadura del río Miño reúne una serie de peculiaridades que la individualizan del resto de las costas gallegas. Su principal característica radica en el abrupto montañoso que forma el macizo granítico que discurre paralelo a lo largo de toda la costa. Esta dorsal, con cumbres que oscilan entre los trescientos y los seiscientos metros,' desciende, en apenas dos kilómetros, hasta el nivel del mar, lo que provoca un gran desnivel con pendientes que en ocasiones sobrepasan los treinta grados. Esta inclinación tan acusada tiene como consecuencia la ex.istencia de una superficie amplia ~e erosión que llega prácticamente hasta el mismo borde marino, por lo que la rasa litoral es muy estrecha. La dorsal montañosa f~nciona como una verdadera murall~'~ que aisla la costa del interior. Esta? pantalla es continua, y ~ólose abre al norte de La Guardia por un pasillo que se forma entre el monte de Sta. Trega y el de Torroso, siendo ésta la principal vía natural que comu'nica la posta con ~I interior (Fig. '1 'En los cantal~s, que abundan en esta línea costera, ap~úecen entremezclados con los cantos rodados superficiales los artefactos líticos tallados. Estas piezas están fuera de todo contexto g'eológico ó arqueológico, lo que impide c'onocer la sincronía ,o diacronía de los eleme,nto.s qu~ integran el conjunt'o.
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JUAN ANTONIO CANO PAN
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o Figura 1.
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Situaci6nde la zona de estudio.
La existencia de estos artefactos se conoce desde 1925, fecha en que se publica un artículo sobre unos útiles líticos aparecidos en Camposancos(FONTES, 1925). La importancia y trascendencia de este descubrimiento se deriva de que es la primera mención sobre el paleolítico gallego, por lo que no debe extrañar que en esa zona se incrementaran las investigaciones y, por consiguiente, el número de hallazgos de piezas líticas, lo que provocó una verdadera explosión de artículos sobre el tema que poco a poco fueron tejiendo una tela de araña sobre dichos artefactos, ya que en una superficie geográfica reducida se encontraban las industrias de la costa y las de las terrazas del río Miño. Al sur de este río, en Portugal, y en similares circunstancias, aparecieron también estas piezas. En Galicia al conjunto de estos útiles se les englobó bajo la denominación «Camposanquiense», siguiendo la costumbre de llamarlos igual que el lugar don8
Análisis de dos estaciones con artefactos líticos en A Guarda
de se encontraron por primera vez y en Portugal se las conoció bajo el término de «Ancoriens~».
Casi desde su descubrimiento ya empezaron a proliferar entre los investigadores divergencias interpretativas, sobre todo en lo relativo a su naturaleza cronológico-cultural, de tal forma que mientras que para unos pertenecían al Paleolítico Inferior (FONTES, 1925) para otros eran del Languedociense (BREUIL, ZBYSCEWSKI, 1945), Asturiense (JALHAY, 1925; MAURY, 1977) y Castreñas (FERNANDEZ RODRíGUEZ, 1955). Ante todo este abanico de atribuciones hubo quienes subdividieron el conjunto en base al grado de patinado de las piezas, encuadrando en los períodos más antiguos las piezas más alteradas y en las más modernas las más frescas (ÁLVAREZ BLÁZQUEZ, BaUZA BREY, 1949). Otros estudiosos bajo una perspectiva mucho más realista postulaban el carácter poligenético del conjunto (VÁZQUEZ VARELA, 1980). En este caos cronológico se debatía el «Camposanquiense» cuando se reiniciaron las investigaciones sobre este tema (CANO PAN, VÁZQUEZ VARELA, 1987). El primer problema que se planteaba era conocer su composición tipológica así como la dispersión de los distintos tipos y la importancia cuantitativa de cada uno de ellos, ya que hasta el momento los sistemas de análisis se basaban en la recogida indiscriminada de piezas sin seguir ningún método de muestreo. La falta de un método de trabajo se complicaba por el progresivo deterioro que iban sufriendo los cantales, a los que acudían aficionados e investigadores para realizar sus colecciones particulares cogiendo aquellas piezas que les eran más atractivas desde el punto de vista estético. Fruto de esta situación fue la degradación irreversible de la mayor parte de los lugares que fueron objeto de los estudios clásicos, ya que en ellos prácticamente no se encuentran útiles, y cuando aún los hay el conjunto está completamente distorsionado, con ausencias de determinados tipos, mientras que otros están sobrerepresentados. La zona objeto de este deterioro fue la costa más próxima a A Guarda, que fue donde primero se dieron a conocer estos artefactos. Para estudiar esta industria se arbitró un método de prospeción, con base estadística, que permitía conocer la gama de artefactos de cada playa, la dispersión de los distintos tipos así como la importancia que cada uno de éstos tiene en cada punto. El método se basa en un muestreo estratificado que consiste en establecer dentro del área de estudio una serie de unidades de muestreo más homogéneas en su distribución de densidades. La creación de estas unidades consigue una mayor eficacia y dosificación del esfuerzo al permitir aumentar el número de éstas en aquellas zonas de densidad máxima y disminuirlas en las menos densas. Este sistema permite comparar entre si las unidades así como las densidades de cada una de éstas. Cada una de las unidades de muestreo consiste en una cuadrícula de 1 ni. El tamaño de la muestra se calcula a través de la estabilización de la media, y se basa en el estudio de la evolución de este valor a medida que aumenta el tamaño de aquella, llegando un momento en que se estabilizan los resultados. Con este sistema el tamaño de la muestra es variable para cada punto de la costa. Los puntos que en este artículo se estudian, con este método, son dos, y corresponden a los lugares próximos a A Guarda (Fig. 2), aunque están los más alejados posibles de las zonas que fueron alterados por la recogida de artefactos. 9
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Figura 11.
Emplazamiento de las dos playas.
Análisis de dos estaciones con artefactos líticos en A Guarda
Fotografía 1.
Fotografía 2.
La playa, n. o 1.
Sondeo en la playa, n. o 1.
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JUAN ANTONIO CANO PAN
El primero está a 1,5 Km al sur del puerto de A Guarda. Sus coordenadas geográficas respecto a la hoja 298 del mapa topográfico nacional, escala 1: 50.000 (meridiano de Madrid), son: 41 0 53' 00"
50 11' 38"
Latitud Norte Longitud Oeste
Se trata de un cantal, que se conoce como el seixal, y que está a los pies del monte de Sta. Trega. En él hay una gran concentración de artefactos líticos tallados que se entremezclan con los cantos rodados, que en su inmensa mayoría son de cuarcita. Las dimensiones aproximadas del cantal son de unos quinientos metros de longitud y entre veinte y treinta de anchura. El segundo punto está 2 Km al norte de A Guarda, en el lugar que se denomina <da cetárea». Sus coordenadas geográficas según la hoja 298 del mapa topográfico nacional, escala 1: 50.000 (meridiano de Madrid) son: 41 0 51' 06"
50 11' 50"
Latitud Norte Longitud Oeste
Es un cantal que en la actualidad está dividido en dos por la construcción de un vivero de langostas. La zona que está al norte está bastante alterada por un dique que se prolonga en esa dirección. En este punto, al contrario del anterior, hay grandes rocas graníticas entre las que se sitúan islotes de cantos rodados, que fundamentalmente son de 'granito, aunque también abundan los de cuarcita y cuarzo.
Punto 1 N. o total de sondeos efectuados N. o total de objetos líticos N. o total de tipos N. o mínimo de objetos en sondeo N. o máximo de objetos en sondeo Media de objetos por sondeo Media de tipos por sondeo Mínimo de tipos por sondeo Máximo de tipos por sondeo N. o de tipos respecto al total de la costa
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Análisis de dos estaciones con artefactos líticos en A Guarda
Punto 1 Se realizaron doce sondeos, y tal como se aprecia en la gráfica acumulativa de tipos por sondeo (Fig. 2) se localizaron en el primero diecinueve tipos, aumentando el número hasta el cuarto sondeo, en el que todos los tipos encontrados eran conocidos. En los sondeos siguientes continúa el ascenso a causa de la aparición de nuevos tipos hasta legar al séptimo en el que la curva se estabiliza y discurre paralela al eje de ordenadas, estando la muestra estabilizada a pesar del nuevo tipo del sondeo decimosegundo. En los doce sondeos se recuperó un total de mil dieciséis objetos líticos, que se dividen en un total de cuarenta tipos distintos. La medida de tipos por sondeo es de dieciocho, siendo en el sondeo quinto en el que se encontró el menor número, doce tipos, yen el séptimo en el este ha sido máximo, veintiocho tipos. En lo relativo al número de objetos, ha sido en el sondeo decimoprimero en el que se recogieron menos, treinta y seis objetos, yen el segundo fue en el que éstos han sido más numerosos, ciento sesenta y dos. La media de objetos por sondeo es de 84,66. Dentro del repertorio de tipos destacan los cantos tallados unifaciales someros con ciento veintitrés piezas, que suponen el 12, 10 % del total de objetos recogidos. Este tipo se encontró en todos los sondeos en los que hay un intervalo entre los veinticinco del sondeo cuarto y los dos del tercero. La media de artefactos por sondeo es de 10,25. A éstos le siguen las lascas de segundo orden y las de primer orden retocadas, con ciento ocho elementos cada una, lo que supone un 10,62% respectivamente. Las primeras aparecen en todos los sondeos, con un intervalo entre las veinticuatro del segundo y una en los sondeos sexto y decimoprimero. La media de artefactos por sondeo es de nueve. Las segundas, es decir, las lascas de primer orden retocadas, también se documentan en todos los sondeos, con un intervalo que se sitúa en las veintidós del octavo y las tres del decimosegundo. La mediE) de piezas por sondeo es, igualmente, de nueve. A estos tres tipos les siguen en importancia los cantos con talla bifacial somera, con ochenta y ocho piezas (8,66 %) que también están presentes en todos los sondeos. Las lascas de primer orden, con ochent~ y cinco (8,36 %) elementos, están presentes en todos los sondeos salvo en el sexto. Los cantos con talla unifacial (con una extracción), con sesenta y cuatro piezas (6,29%), también están presentes en todos los sondeos. "Las lascas de segundo orden retocadas, con veinticinco elementos (2,46 %), están ausentes en los sondeos, sexto y décimo. Dentro del grupo de los picos, que en ningunos de sus elementos alcanzó el 1 % destacan los protopicos con nueve piezas (0,88 %), que aparecieron en siete sondeos, en cinco con un solo representante y en el resto con dos. Del pico 11 hay ocho elementos (0,78 %), localizados en seis sondeos, de los cuales en cuatro sólo se recogió uno y en los otros, dos en cada uno de ellos. El pico I con cuatro piezas (0,39%) se recogió en los sondeos séptimo y octavo. Entre los útiles sobre lasca con morfología de artefactos nucleares destacan los cantos tallados unifaciales finales sobre lasca con nueve piezas (0,88%), que se encontraron en cinco de los doce sondeos. Y los cantos tallados unifaciales medios sobre lasca con seis (0,59 %) que proceden de cuatro sondeos. Los útiles sobre lasca no son un componente muy representativo ya que en su conjunto no llegan al 2 % del total. Entre éstos sobresalen las raederas con 13
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Análisis de dos estaciones con artefactos líticos en A Guarda
seis elementos (0,59 %), recogidas en cuatro sondeos, y las escotaduras en cinco (0,49%), que se encontraron en tres sondeos, de los que sólo en uno se recogieron tres piezas. En este cantal, como es lógico, debido a la acción marina, hay un gran número de piezas talladas rodadas, contabilizándose en total ciento ochenta y una, lo que supone el 17,81 % del total. Los fragmentos son igualmente numerosos, aunque en menor medida, ya que aparecieron cincuenta y dos, que son el 5,11 %.
Punto 2 Se realizaron veintidós sondeos. Como se puede ver en la gráfica acumulativa (Fig. 4) en el primero de ellos se encontraron setenta y siete elementos repartidos en veinte tipos diferentes. En los cuatro sondeos siguientes el número de tipos siguió aumentando hasta localizar veintinueve. A partir de este sondeo, que supone conocer el 76,31 % del total de tipos localizados en este punto, se produce un descenso en los siguientes, así en los otros cuatro sondeos sólo se encontró un tipo. Pero en el sondeo décimo se inicia una recuperación y en el decimotercero ya se conocen treinta y cinto tipos, que es el 92,10 % del total. En los veintidós sondeos se contabilizaron un total de seiscientos cuarenta y siete objetos líticos, que se agrupan en treinta y ocho tipos diferentes. La media de los tipos por sondeo es de 11,68, siendo en el sondeo quinto en el que se encontró el menor número, siete, yen el primero en el que éstos fueron más abundantes con veinte. En el número de objetos ha sido en los sondeos séptimo y decimotercero en los que aparecieron menos elementos, con solo doce; en cambio en el primer sondeo, con setenta y siete, ha sido donde más se recogieron. La media de objetos por sondeo es de 29,40. En el repertorio de tipos, los mejores representados son los cantos con talla unifacial somera con ciento veintiuna piezas, lo que supone el 18,70 % del total. Es el único que aparece en todos los sondeos, pero su presencia es diferencial en la playa ya que tiene un intervalo entre dieciocho útiles que aparecieron en el primer sondeo y uno que fue lo que apareció en los sondeos séptimo y noveno. Este tipo tiene una media de 5,5 artefactos por sondeo. A continuación vienen las lascas de segundo orden con ciento seis piezas (16,38%), que se localizaron en dieciocho de los veintidós sondeos efectuados. La media de éste es, contando los sondeos es que no se encontró ninguna, de 4,81 piezas por sondeo, yel intervalo oscila entre dieciocho, que corresponden al décimo sondeo, y cero, que se da en los sondeos segundo, tercero, decimoséptimo y vigésimo. Una participación mucho menor la tienen las lascas de primer orden retocadas, con cuarenta y tres piezas (6,64 %); que aparecieron en diecinueve sondeos con una medida de 1,95 por sondeo y un intervalo entre los cinco de los sondeos primero, decimoprimero y decimoctavo, y el cero de los sondeos sexto, séptimo y vigésimo. Con treinta y seis piezas (5,56 %) están los cantos con talla bifacial somera, que estaban desigualmente repartidos, siendo más abundantes en las proximida15
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des de la cetárea y en el norte del cantal. Este tipo se recogió en catorce de los veintidós sondeos, tiene una media por sondeo de 1,63 piezas y un intervalo que oscila entre los siete del sondeo decimotercero y los cero de los sondeos segundo, tercero, cuarto, sexto, séptimo, octavo, decimosegundo y decimoquinto. En el grupo de los picos destacan los picos II con ocho piezas (1,23 %). Este tipo se localizó en seis sondeos, tiene una media de 0,36 elementos por sondeo y un intervalo situado entre los dos de los sondeos primero y séptimo, y los cero de los sondeos segundo, tercero, cuarto, quinto, noveno, decimoprimero, decimosegundo, decimotercero, decimocuarto, decimoquinto, decimosexto, decimoséptimo, decimoctavo, decimonoveno, vigésimo y vigésimo primero. De los picos I sólo se recuperaron cinco artefactos (0,77 %) que proceden de cuatro sondeos. Con similar représentación, cinco elementos (0,77%), están los picos fase I y los picos fase 11. Entre los bifaciales se recogió un protopico bifaz (0,15%) en el último sondeo. Dentro de los útiles sobre lasca con morfología de artefactos nucleares se encontraron todos los tipos salvo el pico fase 11 sobre lasca, aunque su participación en el conjunto no es excesivamente importante. Del que más elementos se localizaron es del canto tallado unifacial medio sobre lasca con cuatro artefactos (0,61 %), que se distribuyen en otros tantos sondeos, y los picos sobre lasca, con similar representación. Cantos tallados unifaciales someros sobre lasca y cantos tallados unifaciales finales sobre lasca hay tres elementos de cada uno, que suponen el 0,46 % respectivamente. Los útiles sobre lasca están, en su totalidad, presentes. El más numeroso es la raedera con siete elementos (1,08 %) que aparecieron en otros tantos sondeos. Le siguen los «bec» y las escotaduras con tres cada uno, 0,46 % respectivamente, y por último están los denticulados y los raspadores con sólo una pieza (0,15 %) respectivamente. Los cantos tallados rodados con sesenta y cinco piezas (10%) y los fragmentos con setenta y cuatro (11,4 %) son, lógicamente, bastante numerosos. Una visión comparativa de los dos puntos muestra que hay un ligero empobrecimiento de los artefactos Iíticos'en el punto número dos, tanto en el número de objtos como en el de tipos. En este segundo punto tanto las piezas como los tipos están más dispersos y hay una mayor diversidad, como se aprecia en los índices de Shannon Weavér, que para el primer punto es de 1,495 mientras que en el segundo es de 1,114. Los dos conjuntos tienen algunas diferencias. Así, en el primer punto aparecieron cinco tipos, cantos"con talla bifacial doble, pico bifaz, pesa 1, pesa II y pico sobre lasca fase 11, que no se localizaron en el segundo, mientras que en éste son tres, protopico bifaz, núcleo 11 y lasca de tercer orden, los que no se localizaron en el primero. A pesar de ello el índice de similitud o afinidad de Jaccard es de 0,813, lo que indica que los dos puntos son bastante similares entre sí. En la playa n. o 2 hay, un mayor porcentaje del conjunto de piezas del grupo de los picos, esto es posible que se deba a que estuvo menos sometida al drenaje de los coleccionistas. Si se tiene en cuenta la proporción en que cada uno de estos tipos aparece en cada punto se comprueba que los cantos con talla unifacial somera, los fragmentos, las lascas de segundo orden y las raederas, están mejor representados en el 17
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Figura 111.
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SONDEOS
Curva acumulativa de la playa, n. o 1.
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Figura IV.
TIPOS
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Curva acumulativa de la playa, n.o 2.
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SONDEOS
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Análisis de dos estaciones con artefactos líticos en A Guarda
punto segundo, mientra;s que los cantos rodados, las lascas de primer orden y de segundo orden retocadás lo están en el primer punto. El resto de los tipos comunes tienen una participación similar entre ambos conjuntos. Después de la aplicabón de este método, ya la vista de los resultados, pensamos que: - La aplicación de ~sta metodología es plenamente válida para el estudio de los cantales de esta costa, ya que nos permite, a través del análisis de una superficie restringida de cada playa, conocer la composición de los artefactos de cada playa así como la importancia que cada uno de los distintos tipos tiene en cada playa. - Según los resultados de estos dos puntos, se aprecia que dentro del repertorio de tipos, que se compone básicamente de cantos tallados, hay un claro predominio de los unifaciales sobre los bifaciales, siendo los cantos con talla unifacial somera los que están mejor representados, mientras que otros tipos como los picos y las pesas, que venían siendo consideradas como bastante frecuentes son, por el contrario, en la actualidad, algo escasos. Algunos tipos que se citaban en la bibliografía de esta costa como son la paleta disco, el monofaz y el rostro carenado, no están hoy presentes y de estarlo su representación sería prácticamente nula, y el hecho de encontrarlos sería más una excepción que algo normal. - Por último señalar que, en base a los resultados y con la aplicación de este método a lo largo de toda la costa se arrojará la suficiente luz sobre este controvertido conjunto industrial como para que de una vez por todas se inicie un conocimiento riguroso y real sobre el mítico «Camposanquiense».
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JUAN ANTONIO CANO PAN
BIBLIOGRAFíA ALVAREZ BLAZQUEZ, J. M.; BaUZA BREY, F., 1949. Industrias paleolíticas de la comarca de Tuy. Cuadernos de estudios gallegos, tomo VI, vol. XIII, pp. 201-250. BREVIL, H.; ZBYSCEWSKI, G., 1945. Contribution a I'étude des industries paleolitiques du Portugal et de leurs rapports avec la geologie du quaternaire. C. S. G. P., vol. 11, Tomo 26. CANO PAN, J. A.; VAZQUEZ VARELA, J. M., 1987. Nuevas aportaciones al estudio de las industrias líticas del Suroeste de Galicia: La prospección de 1984. Studia zamorensia (Histórica), vol. VII, pp. 267-304. FERNANDEZ RODRíGUEZ, M., 1955. En torno al seudoasturiense de la Guardia. Zephyrus, vol. IV, pp. 216-230. FONTES, J., 1925. Esta9ao paleolítica de Camposancos lPontevedra, Galiza). Bróteria, vol. 1, pp. 7-16. JALHAY, E., 1925. El Asturiense en Galicia. B. C. P. M. H. A. O., tomo VII, n. o 165, pp. 341-352. MAURY, J., 1977. L'Asturien du Portugal. B. A. R. Supplementary, Series 21. VAZQUEZ VARELA, J. M. Nuevos datos y perspectivas sobre.el Camposanquiense de Galicia. Museo de Pontevedra, XXXIV, pp. 67-78.
20
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o
MEGALlTISMO NAS TER RAS DE VILALBA (LUGO)
XOSE A. POMBO MOSQUERA
l. F. P. ffA Piringalla)) ({úgoJ M. a LUISA REGO ÁLVAREZ
l. F. P. de Mondoñedo (LugoJ
Resume. Presentamos un estudio de 200 medoñas asentadas en terras de Vilalba (Lugo) analizando os seus lugares de emprazamento, a súa relación co medio físico que as rodea, e os restos materiais que en diferentes momentos se foron atopando nelas. Abstract. The megalithic age in the district of Vilalba (LugoJ. We offer a study os 200 tumuli situated in the district of Vilalba (Lugo) analysing their locations, their relation to the environment and the remains which were found in them at different times.
1.
CONSIDERACIÓNS PREVIAS
Ó estudiármo-Io fenómeno cultural do megalitismo nas terras de Vilalba quixemos partir duns presupostos metodolóxicos que nos permitisen chegar a unha aproximación ó devenir histórico duns homes que foron responsables desta cultura nunha época determinada. Para ¡so partimos da realidade inmediata: o coñecemento dunha s~rie de medoñas, en conxuntos ou ailladas, no seu entorno xeográfico e, sempre que nos foi posible, do coñecemento dos diferentes restos materiais que nelas se atoparon. Pero as medoñas son monumentos funerarios. Probablemente os homes e mulleres desta cultura vivirían no seu entorno, pero non nos parece que se poida identificar medoñas = lugares de habitación por unha razón moi evidente: os megalitos están situados en moitos casos no último lugar que calquera coñecedor da área escollería para situa-Ia súa vivenda. Os habitats habería que buscalos nas proximidades das fontes ou das augas permanentes, nas proteccións contra os ventos fríos e contra as chuvias do inverno, nos lugares enxoitos e nas proximidades dos campos ou das terras de explotación económica. É por todo isto polo que fomos anotando en tódalas medoñas a distancia ás augas e o emprazamento das mesmas en terras de labor, en montes de roza ou en montes onde non é posible nin a roza. Nestes dous últimos casos tamén se fai consta-la distancia ás terras de labradío por seren as mellores para pastos, cultivos ou explotacións forestais. A proximidade a terras de labor, a protección das inclemencias metereolóxicas ofrecen moitas solucións nestas terras como o confirma o feito dunha forte dispersión dos lugares e aldeas actuais. 21
XOSÉ A. POMBO MOSQUERA e M. a LUISA REGO ÁLVAREZ
Para comproba-Ia existencia de posibles lugares de habitación debemos recoñecer que sen un labor de prospeccións seriadas nos lugares que puidesen reuni-las características xa mencionadas, toda elucubracióh' da posible situación dos habitats queda niso, en elucubración. Ata o presente estes restos non foron atopados nas múltiples excavacións que por moi distintas causas se fixeron no noso país. Supoñemos que o perecedeiro dos materiais de orixe orgánica xunto co feito de que a arqueoloxía vaia tralos descubrimentos q'Ue se fan ó chou son responsables do noso descoñecemento. E dicimos que todo isto recoñecendo que no período Atlántico final e comenzos do Suboreal a c1imatoloxía non sería moi diferente á actual (1. ° ou 2. ° C de temperatura máis ca na actualidade) (CALVO DE ANTA, CRIADO BOADO, VÁZQUEZ VARELA, 1982; CRIADO BOADO, AIRA RODRíGUEZ, OíAZ FIERROS, 1986; entre outros). Polo tanto tampouco cambiaría o tipo de cuberta vexetal e de bosques agás as espécies importadas (BOUHIER, 1979). Aínda así non esquecemos que a paisaxe agraria puido cambiar e de feito é evidente que cambiou. Os procesos agrícolas véñense perfeccionando dende o Neolítico pero acadaron un grande pulo e a súa maior transformación nos últimos 40 anos coincidindo coa progresiva mecanización do campo. ,;
11.
O ENTORNO XEOGRÁFICO
Movémonos nas terras do entorno de Vilalba (Lugo) (MAPAS 1,2), entre os paralelos 43° 16' - 43° 12' L. N. e os meridianos 3° 52' :. 4° 10' L. O., nunha superficie de pouco máis de 643 quilómetros cuadrados. Administrativamente comprende tódalas parroquias que forman o concello de Vilalba ademais das parroquias de Cazás, Cabreiros, Lousada e Roupar do concello de Xermade. A unidade da zona vén dada pola súa oroxenia e polos seus vales fluviais que a condicionan como un conxunto ben definido (BOHUIER, 1979). Seguindo a Bouhier encontrámonos na que el chama «Depresión vilalbesa». O seu límite polo norte vén marcado polo Monseibane e a Serra da Carba onde nacen gran cantidade de regatos que conforman os ríos Trimaz e Magdalena, e estes xúntanse ó sur de Vilalba para formaren o Ladra. Na parte N. E. encontrámo-Ia chamada «Cubeta de Roupar» que marca a separación das augas que van ó Trimaz e polo tanto ó Miño, das que van ó Eume. En toda esta área formáronse chairas condicionadas por esta rede hidrográfica nunhas altitudes que oscilan dende os 480 m ós 580 m, e que á súa vez están dominadas por cumes de pequenos montes que acadan os 600-630 m. Polo este a conformación das terras é moi semellante. Cumes de 500-560 m antes das estribacións da Serra da Loba, limitan os regatos que han de forma-lo Labrada. Este discorre en dirección N. O a S. E. para aportar tamén as súas augas ó Ladra. As mesmas características temos polo oeste, onde o río Támoga marca o límite occidental antes de chegar á area da Lagoa de Cospeito e o seu entramado de canles. Estamos, pois, nunha zona na que non hai brusquedades na oroxenia, predomínando as chairas do entramado fluvial dominadas por cumes de lenes abas. 22
o megalitismo
nas terras de Vilalba (Lugol
MAPA 1
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40 QM5.
Mapa 1.
Dende o punto de vista xeolóxico estamos nunha serie do Precámbrico. Trátase dunha monótona e potente serie arenisco-Iutítica xeralmente moi metamorfizada (MAPA XEOLÓXICO DE ESPAÑA, N. o 8). Os tipos de pena que aquí se encontran son xistos, pedra de gran de dúas micas, cuarcitas e mesmo afloracións ailladas de seixo. A vexetación que recobre estas terras podémola dividir en dous grandes grupos ben diferenciados: 23
XOSÉ A. POMBO MOSQUERA e M. a LUISA REGO ÁLVAREZ
1) No primeiro, situado nos cumes dos montes, abundan as ericáceas, os toxos e mesmo algúns piñeiros de repoboación forestal moderna. Son landas (BOHUIER, 1979) que dende o punto de vista agrario foron aproveitadas na súa maior parte para facer cultivos de roza (trigo e millo miúdo) e como lugares ande buscar toxo para a cama do gando. 2) No segundo grupo situámo-Ias terras de labor ou terras nas que é perfectamente posible facer cultivos de tipo tradicional. Nelas sitúanse ademais dos propios cultivos, carballos, castiñeiros, salgueiros, bidueiras e mesmo toxos e piñeiros. Estes últimos case sempre en terras que se deixaron de labrar ou en terras lixeiramente marxinais. No referente á c1imatoloxía, e tendo en canta que Vilalba non dispón de estación metereolóxica, tomámo-Ios datos de Guitiriz que ten un tipo de clima moi semellante, unhas características físicas parecidas, e é unha das estacións máis próximas no espacio. A temperatura media ó langa do ano dá uns mínimos nos meses de xaneiro e febreiro que rondan os 6° C, e uns máximos en xullo e agosto que andan polos 17° C. As precipitacións que se rexistran fan un total de 1.316 mm ó ano, repartidas nuns máximos de novembro, decembro e xaneiro que suman os tres xuntos 531 mm, o que supón 040% do total, e nuns mínimos de xuño, xullo, agosto e setembro que oscilan entre os 36-60 mm, senda estes catro meses deficitarios en precipitacións (DiAZ FIERROS, 1971). Visto todo isto xa só nos queda indicar que a distribución da poboación está marcada por unha forte dispersión (BOHUIER, 1979). As agrupacións máis frecuentes son as de 1 a 5 casas que representan case 3/4 do total dos lugares ou aldeas, mentras que as que superan as 10 casas son moi escasas. O emprazamento físico destes lugares ou aldeas vén dado, polo entorno da economía agrario-gandeira, polo tanto é nas mellares terras dos vales e das abas, e tamén escapando ó clima máis riguroso dos montes, ande se sitúan os habitats actuais.
111.
AS MEDOÑAS
Á hora de describir e estudia-las medoñas obxecto deste traballo procedimos a agrupa las en conxuntos conforme se nos presentan no entorno xeográfico. As que non forman parte de conxunto ningún estúdianse soas (Anexo). Nalgún caso non e moi doado saber se unha medoña está soa ou formando parte de un grupo. Ante isto, e sempre que nós vimos algunha solución de continuidade entre elas, ben pala súa inmediatez, ben por seguiren unha liña ou orientación, procedimos a agrupalas. Téñase en canta que estes criterios de agrupación, inmediatez física máis proximidade deberían ser revisados se pensamos que nun mesmo grupo as distintas medoñas puideron ser construídas ó langa do tempo megalítico. Para superar isto precisa riamos datar cada un dos monumentos e ver cal é a relación que garda cos veciños. Como se poderá comprender realizar este labor non nos é posible, e polo tanto manterémo-Ios criterios expostos máis arriba. 24
o megalitismo nas terras de Vilalba
(Lugo)
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XOSÉ A. POMBO MOSQUERA e M. a LUISA REGO ÁLVAREZ
Agrupadas as medoñas en conxuntos procedemos a describilas unha a unha anotando a súa altura e diámetro conservado. Para o caso do diámetro queremos facer constar que non sempre é doado saber onde está a liña que separa o monumento da terra do entorno que a rodea. Ademais falar de diámetro en moitos casos non é exacto, xa que a base das medoñas non resulta ser exactamente circular, senón que pode tender a oval ou estar máis erosionado por algunha parte debido a diversas circunstancias. Nós sempre nos referimos ó diámetro pola xona que semella estar máis conservda. No referente á altura pasa algo semellante. A erosión climática, os labores agrícolas nalgúns casos xunto coas sucesivas violacións moi ben puideron modificar esta medida facéndoa máis pequena. Nós tomámola conforme se conserva hoxe desquitando o que corresponde á cuberta vexetal actual que as cobre e excluíndo o funil de violación que presentan as máis das medoñas. Estes furados de violación tamén se anotan cando existen, do mesmo xeito que se cita a vexetación que na actualidade cobre a medoña. No caso dos funís pensamos que a erosión actual tende a cubrilos, e no caso da vexetación hai que ter en conta que pode variar en calquera momento pola acción do home. Tamén fomos anotando os tipos de terras nas que se emprazan os megalitos. Mencionamos tres tipos de terras: monte, roza e labor. Por monte entendemos aquelas terras nas que a pouca potencia dos solos e a afloración de distintos tipos de penas fan que alí só medren as ericáceas e por veces tamén os toxos, e nas que non é posible ningún cultivo. Por roza, ou monte de roza, entendemos que aquelas terras onde se puido constatar este tipo de cultivo tal como se practicaba nestas terras, e que consiste no seguinte: Déixase a barbeito a terra durante uns quince anos. Ó remate deles quéimase o monte, árase e seméntase trigo ou centeo. Ó ano seguinte seméntase avea se a terra o permite. Logo queda a barbeito outros quince anos. Este tipo de cultivo, que está a desaparecer na actualidade, moi ben puidera ser coñecido polos megalíticos. Por terra de labor entendemos aquela que na actualidade é cultivada de xeito xeralizado aínda que na actualidade estea a árbores (piñe-iros principalmente) e/ou toxos. Anótase tamén a distancia ás fontes ou regatos máis próximos xa que consideramos que a auga é un elemento indispensable para buscar posibles emprazamentos das vivendas dos homes constructores dos megalitos. Do mesmo xeito, e cando puidemos averigualo, faise consta-la existencia de camiños reais ou camiños vellos á beira das medoñas. Unha vez vistos tódolos conxuntos e descritas as medoñas que os forman conforme se pode observar nos Anexos, cómpre facermos unha serie de reflexións tocante ós datos que deste estudio nos é posible extraer:
1. - Foron catalogadas un total de 200 medoñas. Deste total, 39, é dicir, o 19,5 % desapareceron nos últimos 40 anos conforme nós mesmos puidemos constatar. Destas 39 desaparecidas, 20 fórono ó mellora-Ias terras onde se asentaban e poñelas a labradío ou a pasteiros. As 19 que quedan foron destruídas por actividades constructivas ou industriais. Pero a este derradeiro grupo pertencen as 11 do Corno polo que esta porcentaxe moi ben podería estar distorsionada e ofre26
o megalitismo
nas ter ras de Vilalba (Lugol
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cernas un índice máis elevado do que en realidade se debera atribuír a esta causa. Téñase en canta que non incluímos aquí as que foron cortadas en parte como sucedeu con moitas das do conxunto do Carrizo e de Roupar ó amplia-las actuais estradas C-641 e C-640. O proceso destructivo dos megalitos xa foi anotado por Maciñeira (MACIÑ EIRA, 1947, páx. 26, nota 5). Os conxuntos por el estudiados foran obxecto de destrucción como os tan citados círculos líticos da Mourela que quedaron convertidos en grava dunha estrada local. Máis modernamente A. BOUIER (1979, Volume 11, páx. 1.265) cita a posibilidade de que os dolmens e medoñas abundan máis nas terras de monte ca nas de labor porque a posta en producción dunhas terras levou consigo o feito de ser destruidas un bo número delas. Isto é o que vemos confirmado no presente estudio, aínda que non poidamos esquecer que tan elevada porcentaxe de monumentos arrasados (recórdese que é case 1/5 do total) debeu ser favorecida pala moderna introducción de maquinaria agrícola no campo, e que se ben este fenómeno non debeu ser descoñecido ó langa dos tempos, é moito máis intenso nos nasos días. 2. - No referente ós emprazamentos famas diferenciando os tres tipos de terras ande se asentan as medoñas conforme se indicou con anterioridade. E os resultados obtidos son os seguintes: En monte: 31 meds. - 15,5 % do total. En monte de roza: 94 meds. - 47 % do total. En terras de labor: 75 meds. - 37,5 % do total. Ningunha estaba en terras de regadío ou que se puidesen aproveitar como tales. Disto podería deducirse que os megalitos practicaban a agricultura, incluindo a roza, de xeito xeralizado, pero deberiamos pensar se as terras que na actualidade están a labor ou que son/foron rozadas serían na época megalítica obxecto destes cultivos. Por outra parte non debemos esquece-Io que se dixo con anterioridade referente ós lugares de poboamento/lugares dé enterramento. Tamén aquí cumpriría unha distinción: emprazamento das tumbas non quere dicir emprazamento dos cultivos. Agora ben, é razoable pensar que os lugares de habitación, os lugares de enterramento e os lugares de traballo non estivesen separados, senón que formasen un conxunto territorial ande se desenrolaría a actividade humana dos megalíticos, ou, o que é o mesmo, cada grupo social contaría cun determinado territorio ande desenvolvería o seu acontecer humano a lo menos durante un tempo. Ademais hai que ter en canta outro factor. As terras de labor son as de maior productividade, son as que ó langa da Historia sufriron un cultivo máis intenso. Estas terras están situadas nas abas dos montes e no fondo dos vales, e polo tanto están máis próximas ás fontes e regatos e máis protexidas das inclemencias metereolóxicas. Serían pois estas terras as que se deberan escoller para asenta-los habitats. A todo isto hai que engadi-Io seguinte feito: As medoñas que están en monte ou en monte de roza non distan moito das terras de labor. A distancia media anda entre os 100-300 m, se ben pode chegar ós 800 m do Limpadoiro, ou o caso extremo dunha de Pena Grande-Ramallo que dista 1.400 m. 28
o megalitismo nas ter ras de Vilalba
(Lugo)
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XOSÉ A. POMBO MOSQUERA e M.· LUISA REGO ÁLVAREZ
A distancia a fontes ou regatos de auga permanente tamén ronda os 100-300 metros de xeito máis frecuente. Neste caso danse desviacións do promedio que chegan ós 1.900 m das Camposas, 1.200 m de Fontela ou 1.100 m de Fontefría. Iso sen esquecer que esta distancia queda reducida practicamente a cero nalgún caso. Vemos, pois, que a distancia a terras de labor e a fontes ou regatos é moi semellante, polo tanto habería que busca-los asentamentos nestas áreas, mirando que reúnan as características xa indicadas. Se aceptamos isto teremos que os.lugares de habitación estarían a 10 ou 20 minutos a pé dos lugares sagrados onde celebrar ritos e/ou rememorar ós defuntos. 3. - Do total das medoñas catalogadas, 34 (17 %), están en chadas, pequenas mesetas nos outeiros, feito xa coñecido e sinalado por diversos autores como MACIÑEIRA (1947) ou OLlVEIRA JORGE (1979). Non sabemos se isto pode ser representativo de algo como o seu posiciona mento en lugares de boa visibilidade e/ou lugares que serían visibles dende moitas partes, como pretenden BELLO, CRIADO, VÁZQUEZ (1984). Pero esta teoría para a zona que nós estudiamos só se confirmaría para pouco máis de un sexto do total das medoñas recoñecidas. BOUHIER (1979) tamén afirma que non sempre estes monumentos están localizados en lugares elevados. E xa MACIÑEIRA (1947) di que así como na comarca de Ortegal as mámoas están no alto das serras ou nas chadas, no caso das Pontes «se encuentran con predilección en el plan de valle» (páx. 30). A este feito recoñecido e sinalado habería que engadir outro: Ningunha mámoa está construída en costa ou con inclinación superior ós 3°-4°. Hai unha constante na elección dos emprazamentos en lugares chairos, pero ó mesmo tempo estes lugares son sempre enxoitos. Non atopamos ningunha medoña que estivese construida onde puidese apoza-la auga. 4.-Un total de 115 medoñas catalogadas (un 57,5%) están á beira de vellos camiños reais. Este feito xa foi sinalado tamén por distintos autores como MACIÑ EIRA (1947) para a Serra Faladoira ou OLlVEIRA JORGE (1979) quen o recoñece como característica xeralizada. Modernamente este fenómeno foi obxecto dun estudio monográfico (BELLO-CRIADO-VÁZQUEZ, 1982). Neste último trabailo e nós mesmos (POMBO, 1984) indicamos que se trata de fenómenos totalmente diacrónicos, e xa daquela apuntabamos que esta coincidencia viría dada por tratarse de vías naturais de comunicación e/ou de paso. Cabería ademais ter presente que un dos posibles factores que marcan o emprazamento das medoñas sería a súa proximidade a este tipo de camiños. Isto levaríanos a considerar que nalgún caso habería unha relación dos defuntos cos camiñantes vivos ou nun valor apotropaico destes monumentos. 5. - No referente ós túmulos o primeiro que hai que sinalar é que teñen unhas medidas moi variables. Como xa se indicou tomámo-Ia altura e diámetro de base dese casquete eSférico que en principio tende a formar unha medoña, insistindo no anotado máis arriba sobre a posible variabilidade destas medidas. As máis pequenas oscilan entre 0,4-0,7 m de altura e os 3-16 m de diámetro. As medidas das meirandes están entre os 2,1-2,3 m de alto e os 20-34,5 m de diámetro. Pero a maior parte deles ronda os 1,6-1,8 m e os 12-32 m, de alto e diámetro respectivamente. A relación altura/diámetro é moi variable como se pode ver 30
o megalitismo
nas ter ras de Vilalba (Lugo)
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o megalitismo
nas terras de Vilalba (Lugol
nos datos detallados de cada medoña, e non se pode facer unha estandarización dela. Semella que alg'unhas medoñas sufriron uns desgastes ó longo dos tempos que lIes fixeron ser máis pequenas en altura e máis anchas na base. Aínda así é posible facer unha clara distinción entre dous tipos de medoñas poia súa altura, xa que o seu diámetro é moi variable: a) Unhas que cHegan ou sobrepasan o 1,2 m de alto. Son as máis, das 161 conservadas, 121 (87,6%). Neste grupo están todas aquelas que teñen cámara dentro do que nós puidemos observar. b) As outras que non chegan ó 1,2 m de altura. Son 40 (12,4%). Nelas non puidemos ver restos de cámaras. Mesmo nunha de Ladrela (a n. o 2) que está cortada á metade non hai o mínimo vestixio de cámara nin de pedras que puidesen facer pensar en algo semellante. As primeiras parecen responder ó tipo tradicional de medoñas-monumentos megalíticos. As segundas son moi difíciles de localizar porque pasan desapercibidas entre a vexetación de toxos e mesmo de ericas, polo que é doado supoñer que o seu número pode ser maior e puido ser maior porque son máis fáciles de arrasar. Ante a falta de datos sobre a estructura e posibles obxectos que nas máis pequenas se poden atopar, non nos é posible concluir unha posible sincronía ou diacronía entre os dous tipos. Aínda así parece que as menores gardarían no seu interior enterramentos tipo cista e polo tanto serían máis tardías. Esta mesma distinción tamén foi feita por Criado Boado para o Barbanza (CRIADO-AIRA-DiAZ FIERROS, 1986), se ben no seu caso tomou como límite diferenciador 1 metro. Nós tomamos 1,2 porque é a altura na que o índice dá en aumentar. 6. - En ningún caso observamos nos túmulos estructuras de corazas pétreas ou que puideran ser restos de tales como sucede noutras comarcas de Galicia e norte de Portugal. Máis ben parece todo o contrario: Nos casos en que é posible ve-los cortes dos diferentes túmulos (ms. n. o "] e 8 de Baxín-Roupar, n. o 4,5, 9, 11 de Lousada, n. o 2 de Ladrela, etc.) semella que a terra que forma o túmulo foi a lo menos selecciona'da pois non' hai presencia das pedras de regular tamaño que rodean a medoña,e tan só existen algunhas pequenas misturadas coa terra. 7. - Non atopamos relación entre a maior ou menos frecuencia de megalitos e os tipos de pena que os rodean. Xistos, pedra de gran, cuarcitas e mesmo seixo foron usados para as cá't;naras. Isto contrasta co exposto por CRIADO BOADO e RODRiGUEZ CASAL (1983) para as comarcas de Xallas e Melide, eco xeralizado por OLlVEIRA JORGE (1979) quen identifica áreas de pedra de gran con áreas megalíticas. 8. - Do total de 161 medoñas conservadas, 108 (67 %) teñen claras pegadas de violación cuns funís moi evidentes, o que evidencia o forte saqueo a que se ven sometidas. Ademais hai que ter en conta que a erosión tende a reencher estes furados co paso do tempo como se pode atestiguar polo sinalado para a medoña n. o 1 de Rioaveso. Esta tiña a cámara totalmente ó descuberto hai 25 anos e mesmo conservaba a lousa que tapaba a cámara, permitindo que dúas persoas coubesen no seu interior de pé. Hoxe nada indica que tal puidese suceder. 33
XOSÉ A. POMBO MOSQUERA e M. a LUISA REGO ÁLVAREZ
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o megalitismo
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nas terras de Vilalba (Lugo)
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Lámina VII.
35
XOSÉ A. POMBO MOSQUERA e M.· LUISA REGO ÁLVAREZ
9. - Anotaremos para rematarmos este capítulo algo que consideramos pode ter moita importancia. O concepto de medoña pode non implicar necesariamente a súa pertenza ó mundo megalítico. No caso da chamada «Medorra de Ouintá» temos indicios de abondo para afirmar que se trata dun monumento relacionado co mundo romano, probablemente unha tumba. Sen embargo en nada se diferenciaba exteriormente das medoñas meirandes conforme ó modelo tradicional, e mesmo no folclore popular como tal era identificada. Coidamos que isto é moi importante e a ter en conta e comprobar noutras áreas do Noroeste peninsular malia a súa pequena frecuencia.
IV.
AS CÁMARAS
Nas prospeccións realizadas atopamos que un total de 19 medoñas tiñan a cámara ó descuberto en maior ou menor proporción. Fixémo-Ios planos delas ou remitímonos ós xa feitos cando a situación actual da anta non variou. Todas estas cámaras son de tipo poligonal, e tan só en catro casos nos foi posible detectar con c1aridade un corredor: Capela dos Mouros (Lámina IV-1) orientado ó sur. N. o 4 de Lousada (Lámina 1-1), n. o 9 de Lousada (Lámina 11-2) (BOUZA BREY et al., 1973) e n. o 1 de Roza das Modias (J. RAMIL et al., 1976) nos tres casos orientados ó S. E. É Moi posible que houbese máis que contasen con corredor, pero non nos foi posible averigualo con exactitude. Outras, como é o caso da n. o 5 de Lousada (Lámina 1-2) non o teñen. Así pois nesta área confírmase a existencia de dous tipos de cámaras xa recoñecidas para todo o mundo megalítico: a) Cámara poligonal simple que parece corresponder a un tipo de primeiro momento do fenómeno megalítico. b) Cámara poligonal tendente xa a circular que presenta un corredor pouco desenvolto, e que parece corresponder a un momento máis evolucionado do megalitismo. Ouixeramos insistir neste lugar que no caso das medoñas máis pequenas en altura e que por lóxica deberan gardar no seu interior cámaras tipo cista, non nos foi posible atopar restos delas, aínda que nalgún caso puidemos observar cortes limpos da metade do monumento. No caso dos chantos que forman as mencionadas cámaras son de tipo de pena que hai na área onde se asentan: cuarcitas, xistos, pedras de gran e mesmo seixo. Non hai predileción por un tipo especial de pena e os traballos de ergue-Io monumento adecúanse ás rochas máis inmediatas ó lugar onde se decidiu, polas razóns que fosen, empraza-Ia medoña. A distancia ás canteiras que, puideron servir como fontes de materia prima está entre os 200-500 ms. das de Lousada e As Moas, en cuarcita e pedra de gran respectivamente. Temos polo tanto que existen medoñas en tódolos tipos de terras que existen na zona obxecto deste estudio.
36
o
V.
megalitismo nas terras de Vilalba (Lugo)
OS MATERIAIS
Dos monumentos megalíticos aquí estudiados foinos posible dar con algúns materiais que se atoparon neles, moitas veces ó chou e fóra de contexto estratigráfico. Para o seu estudio reunimos estes obxectos nos seguintes grupos:
1. - Prismas de cristal de rocha. Aparecen nas seguintes medoñas: - Catro prismas con incrustacións bermellas de rutilo no corredor da m n. o 9 de Lousada. - Dez prismas na n. o 4 de Lousada. - Sete prismas na n. o 7 de Lousada. - Doce prismas de cuarzo afumado que tiñan uns 3-5 cms de longo por aproximadamente 2 de groso na medoña de Valcariza. - Catro prismas de cuarzo afumado duns 5 cm de longa e de 3-4 cms de groso na m. «Capela dos Mouros» de Salgueiriño. - Tres prismas transparentes na m. de Ramos (n. o 17 do conxunto do Carrizo) que apareceron xunto ós calzos dun chanto. - Algúns (non podemos precisar cantos) na n. o 3 de Legua Dereita. Eran transparentes. O atopar prismas de cristal de rocha é algo coñecido dende López Cuevillas e mesmo FÁBREGAS (1983) fixo un estudio deste tipo de materiais no que se recollen os coñecidos para Galicia, pero sen que ata o presente poidamos aventura- a súa funcionalidade. A este respecto nós quixeramos face-Ias seguintes reflexións: Os prismas transparentes son relativamente frecuentes na zona que estudiamos porque aparecen en filóns que teñen na súa formación sílice. Para a m de Ramos nós coñecemos filóns a 1,2 quilómetros ó norte, e para a n. o 3 da Legua Dereita a 1,5 quilómetros tamén ó norte. Pero descoñecémo-Ios filóns de cuarzo afumado e os de incrustación de rutilo. Sen embargo este último si era coñecido a finais do Paleolítico Superior porque estes prismas ou outros fun diIón igual foron usados para facer útiles no abrigo de Inferno (Muras), que dista da medoña n. o 9 de Lousada 6,6 quilómetros en liña recta. Disto podemos deducir que os prismas eran obxectos preciados en si, e que se buscaban pola súa rareza. 2. -Xeométricos. Coñecemos cinco trapecios en sílex. Tres deles foron atopados na excavación de BaUZA BREY et al. (1973) na que eles chaman M-II (m. número 7 do noso catálogo). Dos outros dous, un foi atopado en superficie na m. n. o 16 de Lousada (Lám. 11, Fig. 16-L-1), e o outro estaba ó pé dun chanto da m. do Estelo (n. o 2 de Pena Grande). Nestes dous últimos casos o sílex non é de ningunha das variedades coñecidas na zona. 3. - Follas e folliñas. Das segundas temos un anaco do extremo proximal dunha delas atopada en superficie despois dun incendio na m. n. o 10 de Lousada (Lám. 11, Fig. 10-L-1), feita en cristal de rocha, material que hai polos arredores, e outra enteira de sección triangular atopada na m. de Ramos (Lám. 10, Fig. R-8) 37
XOSÉ A. POMBO MOSQUERA e M. a LUISA REGO ÁLVAREZ
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o megalitismo
nas terras de Vilalba (Lugol
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Lámina X.
e que leva por medidas 16 mm de longo, entre 8,5 e 9,5 mm de ancho e 4 mm de grosor. As follas ou anacos son as seguintes: - Unha practicamente enteira que provén da m. n. o 1 do Sapo (Lám. 11, Fig. 1-5-2). Está partida en dous anacos e fáltalle un pouco no lugar da rotura e outro pouquiño no extremo proximal. Os dous anacos supoñen un total de 11,8 centímetros de longo. O seu ancho, moi homoxéneo, está en 10-13 mm, e o seu grosor é de 3 mm. A sección é trapezoidal, e presenta retoques moi finos ou sinais de uso nas dúas aristas que forman os dous fíos. Está feita en sílex de moi boa calidade do que descoñecémo-Ia orixe. - Un anaco de folla atopada en superficie na m. n. o 1 das Lagas (Lám. 11, Fig. 1-AL-1). Tende medidas 32 mm de longo, 24 mm de ancho, e 5 mm de grosor. A sección é trapezoidal e presenta os fíos lixeiramente retocados. O sílex de que está feita é de moi boa calidade e tampouco lIe coñecémo-Ia orixe. 39
XOSE A. POMBO MOSQUERA e M. a LUISA REGO ALVAREZ
- Un anaco de folla tamén atopada en superficie na m. n. o 1 do Limpadoiro (Lám. 11, Fig. 1-L1M-1). As súas medidas son: 28 mm de langa, 16 mm de ancho, 7 mm de grosor. A sección tira a trapezoidal, e o sílex é de moi boa calidade sen que saibámo-Ia orixe. 4. - Lascas de sílex - Conservamos catro lascas con codia de color parda-avermellada que proceden da m. n. o 16 do conxunto de Lousada. - Unha lasca máis de color ocre obscura procede da m. n. o 17 de Lousada. Estas lascas atopámolas entre a cinza que cubría as medoñas despois de que ardese o monte no verán de 1980. Sílex dunhas variedades moi semellantes a estas, aínda que non exactamente iguais, haino a uns 6-7 quilómetros ó sur en liña recta. Ademais 2 anacos foron atopados na M-I de Lousada nas excavacións de Bauza Brey (m. n. o 9 do naso catálogo). 5. - Machados e aixolas. Dentro deste tipo de obxectos hai uns que están inéditos e outros que xa foron publicados. Comenzaremos polos primeiros: - Machado procedente da m. n.o 1 do Sapo (Lám. 8, fig. 1-SA-1), de 11,5 centímetros de langa, 4,5 cms. de ancho e 3,5 de grosor, cun fío útil de 3,5 centímetros. A sua forma xeral tende a rectangular, ten gran espesor, sección transversal cuadrada e comparativamente a súa anchura é pequena. Polo tanto pertence ó tipo dos machados da clasificación proposta por FÁBREGAS (1984) para este tipo de útiles. O tipo de pedra no que está feito é gabro, material que non é moi frecuente, pero que sabemos existe en Bordelle e en Parga, a 4,5 e a 15 quilómetros respectivamente en liña recta. - Aixola procedente da m. n. o 2 do conxunto do Carrizo (Lám. 8, Fig. 2-CA1). Ten 14,7 cm de langa, 4,7 de ancho e 3,1 cm de grosor, medidas estas dúas últimas referidas á metade da peza, ande se lIe fixo a sección transversal. O fío útil é recto e ten 4,4 cms. O talón está roto, e na cara ventral presenta unha Iixeira esfoliación en liña marcada polo material esquistoso de que está feita. Material que existe nos arredores de ande se atopou este útil. Pala súa forma xeral rectangular, gran espesor e sección transversal abombada entraría no tipo Idas aixolas da tipoloxía de Fábregas citada con anterioridade. - Aixola de orixe descoñecida (Lám. 9, Fig. O-DE), de 20,7 cm de langa, 5,5 centímetros de ancho máximo e de 4,9 cm de grosor tamén máximo. Presenta un lascado lixeiro nun lateral do talón, e outro na parte dorsal seguindo a esquistosidade do tipo de pena de que está feita. - Aixola procedente da m. n.o 3 do Carrizo (Lám. 9, Fig. 3-CA-1L Ten 15,3 centímetros de langa, 6,4 cm de ancho máximo, e 4,5 de grosor. O seu fío, de 6,0 cm preséntase sinuoso porque ten tres lascados dende o propio fío. Tamén o talón ten un golpe de lascado. Pala súa morfoloxía externa sería do tipo Idas aixolas da tipoloxía de Fábregas. Está feita nunha variedade de esquisto que hai no entorno. 40
o megalitismo
nas terras de Vilalba (Lugol
Ademais deste machado e destas aixolas hai publicados outros obxectos de pedra pulimentada procedentes das terras que estudiamos. As publicacións son de FÁBREGAS (1981), FÁBREGAS (1982), e FÁBREGAS, VÁZQUEZ VARELA (1982). No primeiro dos artigos citados estúdianse unhas pezas depositadas na actualidade no Departamento de Prehistoria da Facultade de Xeografía e Historia da Universidade de Santiago e que xunto con outras proceden da colección Mato Vizoso (n. en 1846 - .;. en 1909), poeta, xornalista e investigador de Vilalba que deixou anotacións sobre a historia da súa vila moitas delas sen publicar. Tres destas pezas son as sigla das na Lámina 12 como S-I-5, S-I-8 e S-I-10; ademais estúdianse outras dúas. No segundo dos artigos preséntasenos tres «cinceis» conservados no Museo Arqueolóxico da Coruña que se atoparon nunha medoña de S. Xoán de Alba, sen que saibamos cal foi esta. Parece que este tipo de útiles poden indicar unha cronoloxía serodia dentro do megalitismo do Noroeste peninsular. E no terceiro dos artigos ademais da xa citada S-I-10 estúdiase outra que tamén ten unha perforación bitroncocónica xunto con outros exemplares galegos das mesmas características. Os autores dan a estas pezas un posible uso de colgantes cunha posible utilización ritual, e asígnanlles unha cronoloxía de cedo dentro do mundo megalítico con perduración en momentos máis avanzados. De todo o conxunto destes materiais cómpre destacar que ningún foi atopado en excavacións científicas, senón que a súa conservación é debida ó interés dalgunhas persoas que quixeron salva-los restos materiais do seu pasado. No caso dos obxectos procedentes da colección Mato Vizoso temos fundadas sospeitas de que se trata de parte dunha colección máis extensa. Dende o punto de vista tipolóxico as pezas aquí estudiadas teñen paralelos abundantes no megalitismo do N. O. peninsular e non son pezas que aporten datos claros sobre momentos culturais ou cronolóxicos. E para rematarmos este apartado mencionaremos unha pequena aixola de silimanita atopada na m. n. o 6 do conxunto Baxín-Roupar, de 4 x 2, 4 X 4,1 cm asociada a cerámica campaniforme e que foi obxecto de estudio (RAMIL SON EIRA, VÁZQUEZ VARELA, VIDAL RODRíGUEZ, 1981), Outra peza moi semellante (Lám. 13) foi atopada ó facerse unha pista na parroquia de Castromaior, pero fóra de todo contexto arqueolóxico.
6. - Cerámica - Da medoña n. o 9 de Lousada temos 12 anaquiños de cerámica que pertencen a lo menos a catro olas distintas (Lám. 10, pezas sigladas G-). Agás G-1 o tipo de pasta ten graos gordos de mica e cuarzo de desgrasantes, e a súa tonalidade vai dende a ocre oscura á parda case moura. G-11 é un anaco do fondo dun vaso ou pequena ola de tan só 10 cms de diámetro. O espesor desta peza é de 9 mm aprox. e nas demais pezas anda entre os 7 e 10 mm. G-3 é un pequeno anaco decorado no que sobre un cordel se fixeron incisións. 41
XOSE A. POMBO MOSQUERA e M.· LUISA REGO ÁLVAREZ
A.
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Lámina XI.
G-1 é un anaco de borde, de diámetro non precisable, de cerámica campaniforme practica mente sen o engobe exterior pero de pasta de perfecta factura e cocción. O seu espesor é de 3 mm. Ten unha decoración puntillada en bandas similar ó vaso n. o 1 da m. n. o 6 de Baxín-Roupar (RAMIL SONEIRA, et al., 1981; CRIADO BOADO e VÁZQUEZ VARELA, 1982). Nesta mesma medoña xa fora atopado un anaco de vaso campaniforme do tipo internacional puntillado na excavación de Bouza Brey. - Da medoña de Ramos (n. o 17-conx. do Carrizo) temos 8 anaquiños de bordes (Lám. 10, fig. R-5/6 e R-2) e de panzas de campaniformes. R-5/6 ten un espesor de 5,3 mm, un diámetro de boca de 21 cms e da súa decoración só se conserva unha primeira liña paralela que podería ben enmarcar unha banda, ben formar parte dunha decoración semellante á ola n. o 2 de Roupar. R-2 ten un espesor de 3,5 mm, un diámetro de boca de 10 cms. Moi semellante ó vaso n. o 1 de Roupar. Tamén neste caso as bandas de decoración teñen 4 42
o megalitismo
nas terras de Vilalba (Lugol
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XOSÉ A. POMBO MOSQUERA e M.· LUISA REGO ALVAREZ
milímetros de ancho e a separación entre bandas é de 4 mm, e tampouco hai liñas paralelas que enmarquen as bandas decorativas. Nos dous casos de bordes e nos anacos de panzas, a color das pezas é ocre clara e ocre clara-encarnada. A técnica de decoración é o puntillado que observada con aumentos resulta estar feita cun peite de pugas de sección rectangular. A masa é de excelente cocción e gran homoxeneidade. O desgrasante é mica e seixo pulverizados. Esta cerámica da medoña de Ramos foi atopada canda os prismas de cuarzo xa citados ó pé dos calzos dun chanto. Pero, como xa se indicou ó describila, estes materiais foron atopados despois de ser violada sucesivas veces. Por outra parte os anacos son moi pequenos e non hai posibilidade de reconstruí-las olas a que pertencían, aínda que os podemos comparar cos campaniformes de Roupar. Non ousarr.os asocia-lo anaco de campaniformes á cerámica común da m. n. o 9 de Lousada porque foron atopados de xeito fortuito e descoñecémo-Ias remocións de terra que puideron existir. Feitas estas descripcións, e xuntando os restos campaniformes aquí mencionados cos estudiados con anterioridade (CRIADO, et al., 1981; BOUZA BREY, et al., 1973) quixeramos facer unha serie de consideracións: a) Nunha área reducida existen restos de cerámica campaniforme en catro megalitos diferentes. En todos son de tipo internacional. b) A estructura de tres dos megalitos é de dolmen con corredor, porque aínda que o n. o 9 de Lousada non o conserve, sabemos que o tiña cando se excavou. No caso de m. n. o 6 de Baxín-Roupar parece que se atoparon nunha cámara de carácter secundario. Isto tendería a confirma-lo exposto por F. Criado e X. M. Vázquez Varela en 1982. c) Esta cerámica non foi atopada en estratigrafías relaciona bies con outros momentos megalíticos. d) Descoñecemos calquera posible habitat que puidese pertencer a este momento cultural. Valería aquí o xeralizado con anterioridade para o megalitismo en xeral. e) É moi interesante a asociación dos campaniformes da m. n. o 6 de BaxínRoupar con un obxecto de cobre. Isto, e o tipo de vasos e decoración, levan a este conxunto cerámico asociado a megalitos a un momento da Idade do Cobre que ronda o século XX a. C. (CRIADO BOADO, VÁZQUEZ VARELA, 1982). Visto o conxunto dos materiais procedentes das medoñas cabe facermos dúas consideracións: 1) As materias primas para face-Ios obxectos que se atoparon proceden, ou ben dunha distancia non maior ós 4,5 quilómetros, ou ben descoñecemo-Ia súa orixe. No primeiro dos casos estarían o cristal de rocha, gabro, xistos ... e non sería máis de media xornada de camiño entre ida e volta ás fontes de materias primas. No segundo caso estarían os sílex dos coitelos e dos trapecios. Serían precisos uns estudios petrográficos en profundidade do país para sabérmo-Ia súa procedencia.
44
o megalitismo
nas terras de Vilalba (Lugo)
2) Existen a lo menos dous momentos culturais ben diferenciados: O primeiro que podiamos chamar megalitismo clásico coas posibles etapas ou subdivisións ás que non nos é posible chegar no noso caso de xeito claro. E un segundo momento que vén dado pola chegada do campaniforme que no actual estado de coñecementos se concentra nunha pequena zona de 3,5 quilómetros de radio con 4 megalitos sobre un total de 50 que dan este tipo de cerámica. E xa para dar remate ó presente traballo quixeramos resalta-la gran riqueza megalítica e a posible riqueza de restos arqueolóxicos relacionados con estes momentos culturais que hai nas terras de Vilalba. Se a isto xuntamo-Ias investigacións que se están facendo sobre o Paleolítico Superior finais cuns datos moi prometedores, e a gran cantidade de castros que aquí se asentan, podemos concluir que nesta zona o poboamento foi moi forte xa dende a Prehistoria e Protohistoria debido probablemente ás boas condicións ambientais que se dan. Somos conscientes de que a catalogación de mámoas que aquí facemos non é exhaustiva, e que no futuro incorporaremos a este «Corpus» máis monumentos megalíticos, pero aquí están os máis deles que nos aproximan ó coñecemento do noso pasado.
ADDENDA. - Estando no prelo este traballo veu a luz o libro de BELLO DIEGUEZ, CRIADO BOADO E VÁZQUEZ VARELA. La cultura megalítica de la provincia de La Coruña, no que fai un fondo estudio máis unha exhaustiva análise da cultura megalítica. Moitas das observacións que aquí nós facemos e conclusións que extraemos son coincidentes co mencionado estudio.
AGRADECEMENTO O noso máis fondo agradacemento a D. José Ramil Soneira quen en todo momento puxo á nosa disposición datos e, por riba de todo, consellos.
45
XOSÉ A. POMBO MOSQUERA e M. a LUISA REGO ÁLVAREZ
CLAVES eONX. - Nome do conxunto. M.N. - Número da medoña no conxunto. alto. -Altura da medoña. diám.-Diámetro id. funil. - Medidas do funil de violación caso de que exista. A primeira corresponde ó diámetro do mesmo e a segunda ó fondo. In. = Case inapreciable. vex. ac. - Vexetación actual: T = toxos. P = piñeiros. Si = silvas. S = salgueiros. e = carballos. E = Ericas. X = xestas. A = acivros. Tl = é terra de labor. MR = é monte de rozas. d.!. - Distancia a campos de labor. d.a. - Distancia a auga permanente máis próxima. r. arqu. - Restos arqueolóxicos atopados. obsev. - Observacións. e.R.-Está á beira dun camiño real. CH. - Situada na chada dun outeiro. Tódalas medidas que se citan están expresadas en metros.
46
o megalitismo nas terras de Vilalba CONX.
M.N.
alto
diám.
funil
vex. ae.
d.!.
d.a
AbeásRoupar
1,40
24
Non
T. TL.
50
BaxínRoupar
1,30 1,50
24,2 31
0,9 x 0,3 7xO,4
T,P.TL T.MR
1,30
23
2 x 0,5
T.
1,70 1,80 1,60 1,4(1
13,9 14 13,8 11
In. In. Non Non
T. TL T. TL T. TL T, P, Si, S,C. TL
1,60
16
In.
T, P, Si, S,C. TL
1,60 1,80 1,60
30 28,8 26,2
In. 1,2x 0,5 Non
T. TL T.MR T,P.MR
O 100 100
400 250 50
2,20
24,5
Verobs.
T, E.MR
200
250
1,5
12,5
Verobs.
T,E.MR
200
250
3
Lousada
1 2 3
Corno
Desfeita cara o Oeste.
:00
100 500
200
500
O O O O
500 500 500
C.R. No funil vese un chanto de cuarcita. Hai canteiras a 700 m ó oeste. C.R. No funil vense 2 chantos de cuarcita. Canteiras a 700 m Ó este. C.R. C.R. C.R. C.R. Polo O. foi cortada pola estrada C-640. Non hai restos de estructuras. A terra é ocreavermellada e arxilosa. C.R. ID. anterior. C.R.
O
200
200
0,40 2,10
22
Non Verobs.
T.MR. T,E.MR.
200 350
250 300
8
9
1,50 1,80
16 26
2 x 0,8 Verobs.
T.E.MR T.E.MR
300 300
200 200
10
1,60
11
Verobs.
T.E.MR
300
150
11
1,40
18
Verobs ..
T.MR
300
150
10
1 xO,6
T.MR
300
150
13 14
1,1 1,3
16,8 6
Non Non
T, P.MR T.MR
100 100
100 150
15 16
1,3 1,5
20,3 10,6
Non Verobs.
T,E.MR T,E.MR
100 200
150 250
17
1,6
12
In.
T.MR
250
300
T. E. T. E.
100 200
100 300
1 a 11
r. arq.-obser.
100
6 7
12
(Lugo)
C.R. C.R. No seu cume hai unha explanada de 9 m diám. C.R. Ver Lám. 1. Foi excavada por BaUZA BREY et al. (1973) onde figura como M-1I1. C.R. Ten a cámara ó descuberto (Lám. 1-2). Descoñecemos se se atopou algo. C.R. C.R. Excavada por BaUZA BREY et al. (1973) onde figura como M-II (Lám. 11-1). C.R. C.R. Excavada por BaUZA BREY et al. (1973) onde figura como M-1. Tiña corredor e 7 chantos dos que só se conservan 3, e a erosión case os tapa. (Lám. 11·2). C.R. Foi excavada e ten a cámara ó descuberto (Lám. 111-1). Atopamos un anaco de folla en cristal de rocha. Descoñecemos se se atoparon máis obx. C.R. Totalmente violada polo E. Os chantos están espallados polo arredor, e son de cuarcita que puido vir de 250 m Ó Oeste. C.R. Vense os restos dos chantos rotos. Son de cuarcita (Id. anterior). C.R. C.R. Dá idea de estar moi desfeita. Medfmola polo S-S.E. C.R. C.R. En superficie atopouse un trapecio de sflex. (Lám. 11, Fig. 16-L-l). C.R. C.R. O conxunto formábano 11 medoñas que desapar~ceron hai 30 anos ó explotarse unha mina de ferro.
47
XOSE A. POMBO MOSQUERA e M.· LUISA REGO ÁLVAREZ
CONX.
M.N.
Ramos-Vilapedre
Igrexa-Vilapedre
alto
2,10
diám.
25
funil
2,5 x 0.4
1 a3
vex. ae.
T. E.
TL
d.!.
r. arq.-obser.
d.a
700
150
Afloran 3 chantos de cuarcita que dan idea de cámara poligona!. Canteiras a 700 m ó N.
O
150
Desapareceron ó faceren un pasteiro hai 15 anos. CH. CH. CH.
Bouza-Vilapedre
1,90 1,60 2,10
32 23 31
7 xO,5 In. In.
T,P.MR T,P.MR T, P. MR
300 300 300
400 400 400
Limpadoiro
2,90
19
3 x 1,20
T, E
800
1000
1,80 1,60
17 15
In. In.
T,X. T, E.
500 500
700 700
O
200 300
Desaparecidas aló por 19361938 ó poñeren a labradío as terras onde se asentaban.
T, E
700
100
Publicada polos LEISNER (1956) a cámara consérvase igual, se ben o corredor estaba máis despexado (Lám IV-1!. Apareceron 4 prismas de cristal de rocha afumados.
400
300
O
50
En 1935 apareceron 12 prismas de cristal de rocha afumado. Practica mente desaparecida.
100
Cortada por unha estrada local á metade (Lám. IV-2)
2 3 PudeS. Simón
1 a5
TL
Salgueiriño-S. SimÓf1
25
Verobs.
1,40
19,5
Non
T, E
ValcarizaSamarugo
0,40
10
Non
TL
RibeiraSamarugo
1,60
20,5
Non
T,P.TL
2,40
25,8
4,5x 0,3
C,S,A, T. TL
O
150
1,20 1,50
10,5 14,8
1 x 0,3 1 x 0,25
T. TL T. TL
O O
200 200
1,60
14
In.
T. TL
O
200
100
200
Vilacide
Rocellas
1 a3
Ladrela
3 4 5 6 Moreda
4
48
A metade está nun pasteiro e a outra metade está a toxos.
Desapareceron ó explota-lo monte onde estaban como mina de arxila.
1,40 1,10
27,5 22,5
Non Non
T.MR T.MR
3)() 3)()
400 300
0,50 0,70 0,60 0,70
14,5 15,5 16 14
Non Non Non Non
T.MR MR T.MR T.MR
200 200 200 250
200 200 200 100
O
600
Desapareceron hai 25 anos ó rotura-las terras onde estaban. C.R. CH. Tamén chamada m. de castelo. Ten a cámara ó descuberto (Lám. V-1!. Atopouse un trapecio de sílex claro. C.R. CH. Tamén chamada m. do Millo. C.R. CH. C.R. CH.
1 a3
Pena GrandeRamallo
Atopouse un anaco de folla de sílex ILám. 11, Fig. 1-L1M-1!. C.R. CH. C.R. C.R.
TL .
1,80 2,20
24,2 25,5
In. Verobs.
T,E.MR T,E.MR
300 400
600 500
1,70
26.4
In.
T,E.MR
600
200
2.30
34.4
In.
T,E:MR
1000
100
Fáltalle a metade do o-s.a. A terra é arxilosa, sen pedras, e de color avermellada.
o megalitismo CONX.
d.a
T,P.MR T,P.MR
1200 1400
650 800
T,P.MR
1400
900
T,P.MR
1400
900
T,P.MR
1400
900
diám.
funil
1,30 1,90
26,1 29,5
In. 1,5x 0,3
1,50
14,5
Moi irreguiar.
1,50
22
2,5x 1
1,80
17,2
2x 0,7
1,80
18,8
0,8x 0,2
T.TL TL
12
Non
TL.
1,2
21,5
lxO,4
T, P. TL
100
1,30 1,40 1,10 1,10
27 26,5 14,5 12,8
In. In. 0,9 x 0,4 Non
T, T, T. T,
P. TL P. TL TL P. TL
100 100 200 150
1,30
26,2
Non
T, P. TL
10
10 11 12 13
1,10 1,90 1 0,60
9,8 17,8 11,6 12
Non In. 1,2x 0,4 Non
T. P. TL T.MR T. TL TL.
14 15
1,20 1,30
9,8 18,2
Non Verobs.
T. TL TL
350 350
16
0,60
12
Non
TL
350
17
1,70
12,5
Verobs.
T.TL
300
18 19
1,70 0,9
25,6 17,2
1,5x 0,8 In.
T, P. TL T, P. TL
200 200
1 2 3 4 5
1,10 1,30 1,10 1,10 2,20
14,2 15,8 14,8 12,8 21,2
l,8x 0,3 Non 4x 0,3 1,3x 0,3 2,1 x 1
T, E. T,E. T,E. T, E. T, E.
Pena GrandeRamallo
O Carrizo
5 6 7 8
PedrónCoto
d. 1.
vex. ac.
alto
M.N.
100 400
100
200 O O
200 300 300 300
350 350 300 300
350 3l)() 300 300
400
600
nas terras de Vilalba (Lugo)
r. arq.-obser.
C.R. CH. Polo lado sur hai claros sinais de que foi saqueada. C.R. Moi desfeita pola violación ou violacións a que foi sometida. C.R. Non se aprecian sinais de chantos da cámara. C.R. ID. anterior. CR. C.R. Foi arrasada ó explanar diante dunha casa. Daquela atopouse unha aixola (Lám. 8, Fig. 2-CA1). C.R. Aquí foi atopada a aixola 3-CA1 (Lám. 9). Está moi destruida porque polo N-N.O. pasa un camif'o. C.R. Foi arrasada con posteriorídade á toma das medidas igual cás dúas que seguen. C.R. Ver obs. anterior. C.R. ID. C.R. C.R. Aflora un chanto de cuarcita, pena que hai a 700 m. Ten 1,2 de longo, 0,2 de ancho e 0,1 de alto. C.R. Aflora un chanto de cuarcita, pena que hai a 750 m. Ten por medidas á vista: 0,8 de longo, O,25deancho, O,4dealto. C.R. C.R. C.R. C.R. Moi destruida ó N. pola estrada C-641 que a corta e polos labores da terra. C.R. C.R. A metade está destruida porque se nívelou co resto da leira. Aterra é bermella, en oposíción á do entorno que é moura. Non hai sinais de chantos. C.R. Case destruida polo laboreo. Ano tras ano vai desaparecendo. C.R. Tamén chamada m. de Ramos. Ten a cámara ó descuberto (Lám. V-2). No ano 1967 fíxose un ha cata nela que xa tiña a cámara descuberta, e obtivéronse probas de que fora violada a lo menos tres veces en 27 anos. Atopáronse oito anacos de campaniforme, unha folliña de sílex e tres prismas de cristal de rocha ó pé dun chanto. C. R. C.R. C.R. CH. CH. CH. CH. Tan só conserva un chan roto de cuarcita, tipo de pena que hai a escasos ms. da medoña. CH.
XOSÉ A. POMBO MOSQUERA e M. a LUISA REGO ÁLVAREZ
funil
vex. ae.
d.!.
d.a
100
1000
O
400
r. arq.-obser.
alto
diám.
Cubreiro
1,60
24,5
Non
MR
Trastoi
1,20
17,5
Non
T,P. TL
1,40 1,70
18,5 19,5
Non Non
T, P,C. TL T, P C. TL
1 1
~,5
31,5
0,8 x 0,3 Non
T, P. TL T.TL
O O
250 200
1,30 0,60
35,5 20,5
6,5x 0,7 Non
T,P.TL T, P. TL
O 50
500 400
A Revolta
1,70
27
3,5xO,4
T, P. TL
250
300
Afloran lixeiramente catro chantos que dan idea de cámara poligonal. Son de pedra de gran, que hai a 400 m.
Chao da Lebre
1,70 1,80
18 16
Non Non
T, E, P. T, E, P.
400 400
600 600
CH. CH.
Cubillón
1,80
30
In.
T, P. TL.
200
A uns 200 ms estaba a «Cista do Cubillón» (RAMIL SONEIRA, VÁZQUEZ VARELA, 1979), C.R.
CONX.
Ribado
M.N.
1 2
Carballido
Currás
Mollafariña
1 a 5
500 400
Dá idea de estar moi arrasada.
T. TL
0100
400500
Unha delas foi citada polo Lic. Vázquez de Orjás por ser violada tendo el o privilexio no s-XVII. Estaba en pé hai uns 15 anos. Ver MARTiNEZ SALAZAR, 1909. C. R. Dúas en CH.
1,30 1,20 1,50
16,4 18,8 16,8
Non Non Non
T,E.MR T,E.MR T,E.MR
100 100 100
25 50 25
C.R. C.R. Ten un furado de violación polo Oeste. C.R.
2,20
20,6
Verobs.
T,E.
~
600
1,90 1,20 1,40
18,4 15,5 14,8
2,5x 0,5 Non Non
T, E. T, E. T, E.
~
500 500 500
Polo N-NE. entróuselle cunha excavadora. Afnda se poden ver dous chantos e a metade de outre, de cuarcita. Pena que hai a 100 m. Aparece cribada e é de color avermellada. Aquí apareceron un machado e un coitelo de sílex. (Láms. 8 e 11, Figs. 1-SA-l e 1-S-2). C.R. CH. C.R. CH. C.R. CH. C.R. CH.
1,70 1,60
18,5 21,5
Non Non
T.MR T.TL
100
O
200 100
C.R. CH. C.R. CH.
1,50 1,10
24,4 14,6
Non Non
T.MR T.MR
200 3JO
600 500
CH. CH.
0,90 1,80
18,8 21,4
1,2xO,2 1,5xO,4
T, E. T,E.
600
700
500
600
CH. CH.
Lagas
2,10
24
Non
T, E.
~
750
A Desa
1,60 1,50
21 16
Non Non
T.MR T,P.MR
50 50
600 600
Uceira (Cazás)
1 2 3
Sapo
2 3 4 Pígara
Capeirón
A Silvela
50
1 2
~
200
CH':" Atravesada pola metade por un valo. Líxeíramente destruida por unha corredoira. CH.
o megalitismo CONX.
Saneirós
M.N.
1 2 3
alto
diám.
1,80 1,70 1,50
32 33,5 17
funil
2 x 0,3 Non Non
Seivane
d.a
300
550
250
600 600
200
Desaparecida hai uns 10 anos Ó mellora-Ias terras.
500
Aflora lixeiramente un chanto de pedra de gran que se puido traer de 300 ms C.R. C.R. C.R. C.R. Entráronlle polo S.E. ata chegar ó lugar da cámara. Non vi· mos restos dela. C.R. Hai un val o que a divide á metade. C.R.
26
1 x 0,4
T.MR
:lJO
2 3 4 5
1,90 1,70 0,90 1
19,8 23,2 15,8 16,2
0,8 x 0,3 Non Non Verobs.
T,MR T,MR T,MR T,P.MR
3J0
500
300 200 200
450 350 400
6
1,70
23,8
Non
P.MR
200
400
20
Verobs.
T.MR
400
200
2,10 1,80
22 20
1,3xO,4
T,X.MR T.MR
400
In.
.t)()
200 200
1,80
24
Verobs.
T.MR
450
250
1,60
22
Non
T.MR
500
200
Quintá
TL
Rioaveso
Ramallal
1 2 3 4 5
200
r. arq.-obser.
900
2,20
As Moas
Fontela
T, E. T, E. T, E.
d. 1.
TL
Moscarán
Padronelo
vex. ac.
nas terras de Vilalba (Lugo)
Ten a cámara ó descuberto ILám, VI- 1l. Os chantos son de pedra de gran, que puido vir de 300 m ó sur. C.R. CH. C.R. CH. Aflora un chanto de pedra de gran, que hai a 350 m. Ha; indicios de que lIe entraron polo E-S.E. C.R. CH. Ten a cámara ó descuberto (Lám. VI-2l. Un dos chantos sobrepasa o túmulo en 0,9 m, polo que de estar «in situ» acadaría unha altura total de 2,70 metros a lo menos. Os chantos son de pedra de gran, que pui· do vir de 3J0 m ó S. C.R. CH. C.R. CH.
50
Foi arrasada para facer un pasteiro. Apareceron tégulas e imbrices en gran cantidade, cerámica de paredes moi finas unha chave de ferro e posiblemente unha ara. Por isto parece que esta «Medorra» nada ten que ver co mundo megalítico.
700
Aló por 1963 tiña a cámara totalmente ó descuberto e mesmo a tapa, permitindo a cabida de dúas persoas dentro. A erosión foina cubrindo ata deixala como se describe na Lám. VII-1. C.R. C.R. C.R.
2,30
29,5
Verobs.
T,E.MR
1,50 1,40
19 17,5
Non Non
T,P.TL T,P. TL
500 600
1,70
28,2
1,2x 0,4
T, P. TL
250
Tamén chamada «Modia do Ramallal». C.R.
1,70 1,70 0,60 0,50 1,80
23,2 24,2 10,8 7,6 23
Non Non Non Non 1,5x 0,3
T, P. TL T.MR T.MR T.MR T,E.MR
400 350 350 :'00 350
C.R. C.R. C.R. C.R. Polo E-S.E. está destruida por unha corredoira. C. R.
1,50
15
Non
T,P.TL
100 100 100 100
200
12W
51
XOSÉ A. POMBO MOSQUERA e M.· LUISA REGO ÁLVAREZ
vex. ac.
alto
diám.
funil
Camposas
2,20
29,2
Verobs.
T,C. TL
Roza das
1,90
24
Verobs.
T,P.MR
0,50
20
Non
1,10 1,70 1,80 1
25 18,5 21,5 30
1,60 1,30
23 18
CONX.
M.N.
d.!.
d.a
r. arq.-obser.
1900
Ten a cámara ó descuberto. Ver Lám. VII-2.
150
300
T,E.MR
200
300
Non Non Non Non
T,E.MR T.TL T.n T,E.MR
200 O O 200
300 200 200 350
Este conxunto foi estudiado e publicado por RAMIL et al. (1976). Esta medoña ten 4 dos seus chantos grabados con liñas ondulantes. Para o plano remitimonos á mencionada publicación. Sinalada como «B» no citado artigo. Sinalada como «C»).
Non Non
T,P.MR T,P.MR
lOO lOO
150 150
O
1000
200
900
O
800
200 200 200
650 650 650
Modias
3 4 5 6
Atadoiro
TL
Costa da Peteira 2
MR n
4 5 6
1,60 0,80 0,70
19,5 14 12
Non Non Non
T,E.MR T,E.MR T,E.MR
1,70 1,80
26
22
Verobs. Non
T, P.TL T,P. TL TL
0,70 1,90
14 23,5
Non 2,5x 0,4
TL T,P.TL
0,80
17,80
Non
2 3 4 5
0,90 1,20 2,20 0,90
19,5 21 20 27,2
1 2 3 4 5 6
1,50 1,50 1,30 2,30 1,20 1,50
7 8 9 10
1,80 1,80 0,50 1,20
Legua Dereita
4 5
As Lagas
Fontefría
52
200 100 350 O O
250 300
T,E.MR
400
600
Non 1,5x 0,4 Non 1,2x 0,2
T,E.MR T,E.MR T,E.MR T,E.MR
400 400 300 300
600 600
13 21 23,8 27 25,2 21,8
1 x 0,35 Non 2 x 0,45 2 x 0,95 5xO,4 Non
T,E.MR T,E.MR T,P. TL T,P. TL T,P. TL T,P. TL
lOO lOO O O O O
900 900 1000 1000 1000 1100
21 24 9
2,5x 0,6 3 xO,6 1 x 0,4 2 xO,5
T,P.TL T,P.TL T, P. TL T.TL
O O O O
800 800 800
20
450
500
900
Moi desfeita polos labores de roza.
Desapareceu 6 transforma-lo labradfo. C. R. Desaparecida ó facerse un establo onde se asentaba. C.R. Desaparecida ó rotura-la terra onde se asentaba. C.R. C.R. C.R. C.R. Desfeita polo N.O. C.R. C.R. Desfeita ó facerse un pasteiro. C.R. C.R. Sabemos que a súa cámara foi excavada hai 30 anos e que se atoparon algúns prismas de cristal de rocha. C. R. Foi atopada en superficie un anaco de folla de sflex (Lám. 11, Fig. l·AL·l). C.R. C.R. C.R. C.R. C.R. C.R. C.R. C.R. C.R. C.R. Desfeita polo S. E. polas obras da estrada que pasa a seu pé. C.R. C.R. C.R. C.R. C.R.
o megalitismo nas terras de Vilalba
(Lugo)
BIBLIOGRAFíA
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Brigantium. Bo/. Museo Arqu. Hist. Coruña. 1989-1990. vol. 6 pp. 55-64
APLICACiÓN DE UN MODELO PARA EL ESTUDIO ECONÓMICO Y SOCIAL DEL MEGALlTISMO EN EL NO PENINSULAR. EL CONJUNTO MEGALíTICO DE SAN ANDRÉS DE LOUSADA (LUGO)
MANUEL CORRAL
el Melil/a, n. o5, 3. Madrid
oc
Resumen. En este trabajo se estudia la relación entre el análisis territorial (posibilidades económicas que ofrece el territorio) y las implicaciones sociales de los trabajos de construcción de megalitos. El trabajo representa un ejercicio preliminar en la construcción de hipótesis para el grupo megalítico de Lousada (Lugo). Abstract. App/ieation of a Mode/ to corregy out a soeio-ecomomie study of megalithism in the Northwestern area of the Peninsula. In this paper we study the relation between the territorial analysis (economical posibilities of territory) and the social implications of the building work in megaliths. The paper represents a preliminary exercise in hypotheses building for the megalithical group of Lousada (Lugo).
El presente trabajo quiere ofrecer una posibilidad para completar los hasta ahora realizados en orden a la lectura social y económica del megalitismo del N. O., a partir de los trabajos de investigadores de esa zona desde líneas que se inician ahora en nuestro país. Estos estudios han abordado el tema desde distintos puntos de vista: la relación entre la distribución de las mámoas y megalitos y el medio físico (BELLO Y otros, 1982, b, 109-118; CRIADO Y RODRíGUEZ CASAL, 1983,61-84; paMBa, 1983, 87-93), análisis de microdesgaste en útiles de sílex (CRIADO, 1980, 197205) Y las estructuras económicas y sociales que pueden derivarse de la situación y construcción de los enterramientos (BELLO y otros, 1982, a, 33-39 y 1984, 31-57). De los primeros se deriva el estudio de las características y posibilidades de utilización de las áreas donde se asientan los procesos de aprovisionamiento de materias primas. Los análisis de microdesgastes permiten conocer la funcionalidad de determinados útiles y, en definitiva, incidir en las «dedicaciones económicas» de distintas comunidades. Los dos últimos completan el panorama estudiando las formas de organización social y económica de las sociedades constructoras, en función de sus posibilidades (recursos) y las condiciones de trabajo «mínimas» requeridas en los procesos de construcción de los mismos megalitos. El trabajo que se presenta ofrece la posibilidad de completar el panorama, estudiando la organización de las necrópolis en función de su repartición sobre suelos de distintas posibilidades (disponibilidades) de aprovechamiento y la distribución de los materiales, de donde puede seguirse el reconocimiento de formas jerarquizadas de organización social, en la línea de los estudios realizados para el SE peninsular (CHAPMAN, 1981,387-411; MOÑITA y otros, 1986, 139-156). 55
MANUEL CORRAL
Vamos a tomar los túmulos dolménicos de San Andrés de Lousada en Lugo (BOUZA BREY, 1973,41-45) (Fig. 1). El conjunto lo forman dieciséis túmulos (BOUZA BREY, 1973, Fig. 1), de los que se excavaron tres, doce entre los arroyos Carballeira y das Pedras y el río Trimaz, uno al sur de éste, dos al oeste del arroyo Carballeira y otro entre el das Pedras y el Millaramos. Según Pamba, sin embargo, habría veinte túmulos, de los que ocho tienen las lajas al descubierto (POMBO, 1983,87), no se sabe si por haber aparecido más o porque no fueron señalados todos por Bauza Brey en su publicación (?).
ORGANIZACiÓN DEL TERRITORIO Los túmulos se localizan en torno a los 500 m de altitud (POMBO, 1983,87). Siguiendo el mapa de Bauza Brey (1973, Fig. 1), el túmulo 111 y tres más se localizan por encima de esta altitud y los ocho restantes un poco más bajos, de los doce que denominamos «interiores». El terreno es pedregoso, «... capa superficial de piedras rodadas y tierra, a cuya mezcla los campesinos llaman 'grisao' ... » (BOUZA BREY, 1973,42), apto, según Pamba (1983, 87), para cultivo de roza. Tomando los datos del Mapa de Clases Agrológicas (escala 1:50.000) correspondiente a Pontes de García Rodríguez, se advierte en el área ocupada por este conjunto la presencia de las clases 11, 111, IV Y VI (ver Fig. 2), las dos primeras de laboreo sistemático, la tercera de laboreo ocasional con praderas en rotaciones amplias con cereal y la última no apta para el cultivo. Todos los terrenos en general en este área son de bastante profundidad (Mapa, 17-19), incluso los de la clave VI, que son de profundidad media (Mapa, 20). De las clases citadas, la de más «calidad» (clase 11) es la única que no se localiza al este del arroyo Carballeira, ya que ocupa la orilla derecha de éste. Sin embargo está apenas a unos metros del centro del conjunto megalítico, donde se localizan la mayor parte de los enterramientos y en concreto los túmulos I y II de los excavados. Además, no se ha señalado la aparición de otros túmulos (BOUZA BREY, 1973, Fig. 1) en este tipo de suelos hasta los que se han localizado en las proximidades de Roupar, de los cuales hablaremos más adelante. De los dieciséis túmulos señalados por Bauza Brey, dos se localizan sobre suelos de clase 11, siete sobre suelos de clase 111, cinco sobre los de clase IV y dos sobre terrenos señalados como de clase VI. En las tierras aptas para el cultivo y con mejores posibilidades (clases 11 y 111) situadas entre el río Trimaz y el arroyo Carballeira no se ha localizado ningún túmulo. Sin embargo, los terrenos de las clases 111 y IV situados en el Trimaz y los arroyos Carballeira y das Pedras concentra el mayor número. Si trazamos un círculo de 1 Km de radio a partir del núcleo de la necrópolis, quedarían como indicadores extremos de la misma los túmulos situados en el camino de Roupar, muy próximos a esta localidad, y los señalados en la zona sudoccidental del valle del Trimaz, próximo a la línea de altitud de los 600 m y nororiefltal, cerca del arroyo de Millaramos y de altitud semejante (BOUZA BREY, 1973, Fig. 1). 56
Aplicaci贸n de un modelo para el estudio econ贸mico y social del megalitismo en el NO peninsular
Figura 1.
Figura 2.
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MANUEL CORRAL
La función como indicador territorial de los megalitos se ha señalado ya (BELLO Y otros, 1982, 117; RENFREW, 1984,75), lo que explicaría su propia morfología y situación, destacándose del entorno (CRIADO Y GRAJAL, 1981, 24). Asímismo se ha hecho hincapié en este aspecto para otras áreas, por ejemplo el SE peninsular, en relación con el control visual del territorio y de las vías de comunicación (CARA y otro, 1984, 53-76). Relación esta última también apuntada para el NO (BELLO y otros, 1982, b, 117). En el caso estudiado aquí parece adecuado suponer el carácter de los hitos territoriales para los túmulos situados en el exterior de la necrópolis, como símbolos de la «apropiación» del territorio, a partir del núcleo del conjunto que ocupa las zonas interiores, donde se localizan las mejores tierras de cultivo (clases 11 y 111). Esto explicaría la situación de los más próximos a la aldea de Roupar, en el camino marcado por el río Trimaz, como expresión de su dominio sobre la parte ocupada de las ricas tierras del valle, básicamente frente a otras poblaciones con las que pudieran surgir problemas de competencia, siendo, además, el valle un buen camino de comunicación por el que penetraran gentes en busca de terrenos de asentamiento.
MEGALITOS: SU CONSTRUCCiÓN Las lajas de los tres túmulos excavados son de cuarcita, abundante en toda la zona nunca a más de 200-500 m de los dólmenes (paMBa, 1983,87), lo quefacilitaría las labores de transporte de las mismas. Para calcular la fuerza de trabajo y en relación a ella el número de población requerida, vamos a tomar los sistemas propuestos por BELLO y otros (1984, 31-57), con algunas modificaciones. Para hallar el volumen del túmulo ellos tomaban como referencia la figura de un tronco de cono (BELLO y otros, 1984, 35-36): 3,1416 x radi02 x altura
2 multiplicando, posteriormente, los resultados por rendimiento (hora/hombre) calculado: 0,3 m2/hora hombre (BELLO y otros, 1984,35), El volumen de las losas se ha calculado a partir de la forma cuadrangular (altura x anchura x profundidad), ya que son, en el mejor de los casos, los datos disponibles, por lo que los resultados deben entenderse como máximos y no como mínimos. Para obtener el peso de cada losa hemos tenido que tomar sus resultados sobre masa: entre 2,5 y 2,8 gr/cm3 (BELLO y otros, 1984,41), aplicando un intermedio de 2,6 gr/cm3. En los resultados finales, número de hombres para el transporte, hemos redondeado por defecto, eliminando los decimales. Deben, en consecuencia, tomarse estos resultados como aproximados, indicativos en comparación y no como exactos, haciendo mías las palabras de BELLO Y otros (1984, 42-42) «... como meramente indicativos de un determinado rango de magnitudes ... »
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Aplicación de un modelo para el estudio económico y social del megalitismo en el NO peninsular
TÚMULO 1 Del túmulo 1 no conocemos la altura, sólo el diámetro: 22 m (BOUZA BREY,
1973, 48). De las lajas del megalito sólo sabemos dos medidas, falta la profundidad (BOUZA BREY, 1973,48). Ante ello decidimos no calcular volúmenes-horas de trabajo, ni cantidad mínima de hombres necesaria para el transporte de las lajas.
TÚMULO 2 Del túmulo sabemos que medía 19 m de diámetro y 3 m de alto (BOUZA BREY, 1973, 48). El volumen resultante es 660,5214 m3, lo que multiplicado por el rendimiento antes indicado (0,3 m3/hora hombre) permite calcular 1.981 horas hombre necesarias para su construcción. También sabemos las tres medidas máximas de cada laja (BOUZA BREY, 1973, 48), en función de las cuales se obtienen los siguientes volúmenes y pesos (en Tm): cubierta: losa 1: losa 2: losa 3: losa 4: losa 5: losa 6:
2,438 1,431 3,705 2,205 6,356 5,76 1,747
cc cc cc cc cc cc cc
y
y y y y y y
6,3 3,7 9,6 5,7 16,5 14,9 4,5
Tm Tm Tm Tm Tm Tm Tm
TÚMULO 3 Con el túmulo 1, sólo sabemos su diámetro: 28 m, pero no su altura (BOUZA BREY, 1973, 49). Sí son conocidas, sin embargo, las tres medidas máximas de sus lajas (BOUZA BREY, 1973, 49), de las que resultan los siguientes volúmenes y pesos: cubierta: losa 1: losa 2: losa 3: losa 4: losa 5: losa 6: losa 7:
3,237 3,51 3,064 4,016 6,296 4,458 1,5 3,75
cc cc cc cc cc cc cc cc
y 8,4 Tm y 14,3 Tm y 7,9 Tm y 10,4 Tm y 16,3 Tm y 11,5 T m y 3,9 Tm y 9,7 Tm
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MANUEL CORRAL
El número mínimo de hombres necesarios para el transporte de las losas de los túmulos, a partir de los estudios recogidos por BELLO y otros (1984,41), son los siguientes:
Transporte por elevación
Transporte por arrastre sin rodillos
Cubierta Losa 1
110
100
37
64
22
Losa 2 Losa 3
168
59 153 91 297
34 99 27
Transparte por arrastre con rodillos
TÚMULO 1
Losa 4 Losa 5
99 288 260
Losa 6
78
268 72
Cubierta Losa 1
147 250
134 257
Losa Losa Losa Losa
2 3 4 5
138' 182 285 201
126 187 293 207
Losa 6 Losa 7
68 169
62 155
57
87
TÚMULO 2
50 85 47 62
fJ7 69 23
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Aceptando, como creo adecuado, el transporte por arrastre sin rodillos como el lógico de una sociedad de las características y capacidades de organización del trabajo común supuestas para la megalítica del NO (BELLO y otros, 1984, 55) Y teneiendo en cuenta que sólo los hombres adultos trabajarían ,en la construcción de los megalitos (BELLO y otros, 1984, 55), podríamos calcular para el túmulo 2, 297 hombres y 1336 el total de la población y para el 3, 293 Y 1318 respectivamente. Como acertadamente opinan BELLO y otros (1984, 55), a mi entender, una cifra excesiva para suponer que habitara en un solo núcleo de población. Más tarde volveremos sobre este hechq.
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Aplicación de un modelo para el estudio 'económico y social del megalitismo en el NO peninsular
MEGALITOS: SUS AJUARES Vamos a recoger ahora los ajuares de cada túmulo: Túmulo 1:
del corredor proceden: un hacha de esquisto, una lámina pulida perforada, un disco de pizarra perforado, dos vasos lisos y un vaso con decoración campaniforme; sin identificación de localización: una lasca de sílex y cuatro piezas de cuarzo.
Túmulo 2:
un ídolo betilo (?), dos puntas de flecha, dos cristales de roca y bastantes piezas de cuarzo, sin localizar dentro del enterramiento.
Túmulo 3:
de la cámara un hacha de basalto y un vaso liso y del corredor dos vasos con decoración campaniforme; también y de lugar no determinado, dos fragmentos de hacha, un vaso cerámico liso y varios fragmentos de cuarzo y cristal de roca.
Siguiendo las observaciones de CHAPMAN (1981, 387, 411) para el SE, sólo dos tipos de materiales podrían considerarse «especiales»: los vasos campaniformes y el posible ídolo betilo. De ello resulta que cada monumento excavado presenta alguno, el túmulo 1 un vaso campaniforme, el 2 un ídolo betilo (?) y el 3 dos vasos campaniformes. Los restantes aparecen ampliamente representados en los diversos conjuntos megalíticos del NO peninsular y no permiten suponer, ni por la procedencia de su material, ni por sus características formales, una identificación con grupos sociales significativos. Al no conocer los ajuares de los otros enterramientos no podemos concluir la «jerarquización» de éstos, pero, por los tres excavados, no se advierten diferencias sensibles de riqueza en los ajuares depositados. No se dispone de información suficientemente amplia sobre la «dispersión» de los diferentes materiales en cada uno de los túmulos. Esto hace imposible realizar una lectura diacrónica y sincrónica de tipo social de los 'diferentes materiales, «normales» y «especiales», presentes en ellos. Tampoco sabemos el número de enterramientos practicados en cada uno, ni se ha indicado la posibilidad de ~elacionar alguno con determinados materiales. Los dos primeros enterramientos ocupan una posición central dentro del grupo, pero el último, el comparativamente más rico, es el más alejado y en altitud más elevada de todos, en relación al núcleo de la necrópolis. Sobre la necrología, tradicionalmente se venía sosteniendo la «modernidad» de los campaniformes de los dólmenes 1 y 111 Y la «antigüedad» del posible betilo del dolmen 11 (BaUZA BREY, 1973,55), Criado y Vázquez (1982,56) advierten, sin embargo, que «, .. conviene no dar excesiva importancia a este hecho .. ,». Sea cual sea la cronología aceptada, habría que suponer que la «riqueza relativa» de la comunidad no ha cambiado de forma sustancial durante su existencia, aunque contemos con sólo tres cuyos ajuares conocemos, y todos localizados en el área interior de la necrópolis, No cabe, en principio, suponer la existencia de sistemas sociales claramente jerarquizados, al menos en función de lo que se advierte a partir de la existencia de materiales con diferente consideración. Tampoco es posible suponer un 61
MANUEL CORRAL
aumento o disminución significativo en la riqueza de los integrantes de la comunidad en relación con la cronología atribuida a aquellos materiales considerados «especiales».
CONCLUSIONES No conocemos los posibles lugares de habitación del grupo constructor de estos megalitos y, por tanto, tampoco su organización espacial, distribución de las actividades, etc. Carecemos también de información suficiente sobre los enterramientos. A pesar de ello, intentaré proponer algunas hipótesis. Me parece adecuado recordar las conclusiones de RENFREW (1984, 70-94) para el fenómeno megalítico británico. El investigador inglés postula la existencia de grupos de veinte a cien individuos en áreas de unos 10 Km2, a partir de la necesidad de terrenos de cultivo de entre 10 y 50 Has por persona para el sostenimiento de cada uno (RENFREW, 1984, 75), BELLO y otros (1982, a, 34-35) y en relación al NO peninsular establecen un máximo de 200 o 250 individuos en cada comunidad y recuerdan la existencia de algunas poblaciones con menos de 100 integrantes en áreas de cultivo de roza, como el postulado para este área. Si se repara en las cifras de hombres necesarios para el transporte por elevación y/o por arrastre (trabajo aplicado de una sola vez), en los túmulos 11 y 111 serían 288-297 y 285-293 respectivamente y, aunque consideremos que las medidas utilizadas en los cálculos de volúmenes y masas son las máximas, difícilmente se pueden casar estas cifras con las propuestas en líneas más arriba. Máxime si multiplicamos esta «población laboral» por el coeficiente de «población total», que incluye mujeres, ancianos y niños. Incluso aunque se redujera a la mitad habría que aceptar entre 500 y 600 «habitantes», todos ellos radicados, en uno o varios núcleos, dentro del área señalada por la necrópolis, en un radio de 1, Km. Si es cierto que en nada se parecen estos «modestos» monumentos con los que estudia RENFREW (1984, 73-75) en la zona meridional de Inglaterra y que este hecho esté en consonancia con la potencia demográfica y económica de las comunidades del NO (CRIADO y RODRíGUEZ CASAL, 1983,80), es indiscutible la necesidad de, al menos, la población mínima (cuyo trabajo se aplica a la vez) antes señalada. Además, al hablar de la escasa «potencia» económica de estas comunidades y en lo que se refiere al grupo de Lousada aquí estudiado, se olvida que éste incluye terrenos de muy buenas posibilidades (clases 11 y 111), por lo que se admite implícitamente cuando BELLO y otros (1984,50) dicen «Una economía rudimentaria, basada en un pastoreo intermitente, con una importancia de la caza relativamente grande y casi sin agricultura, no parece ser capaz de aglutinar a cantidades de personas del rango de las citadas». Carecemos de información que nos permita confirmar la preferente dedicación agrícola de las poblaciones megalíticas del NO peninsular pero la situación, a mi entender no casual, de los túmulos en el caso concreto estudiado puede permitirnos sugerir esta hipótesis. Asímismo y sólo en sentido amplio podría aceptarse la idea de un cultivo de roza, ya que no puede suponerse el constante 62
Aplicación de un modelo para el estudio económico y social del megalitismo en el NO peninsular
desplazamiento de la población o al menos no fuera de los límites señalados por la propia necrópolis, si tenemos en cuenta el carácter de indicador territorial que muchos investigadores coinciden en atribuir a los megalitos. La ausencia de objetos megalíticos en las tres tumbas excavadas, bastante repetida en el megalitismo del NO, puede estar en relación con la carencia de criaderos de minerales utilizables y sirve como indicador de la inexistencia de trabajos especializados que escapan del marco productivo subsistencial y de contactos significativos con otras comunidades, con las que hubieran podido producirse intercambios. Sólo si se aceptara que en la construcción de los megalitos de un conjunto como éste participaran miembros de otras comunidades más alejadas, sería posible suponer una densidad menor y ello entraría, a mi entender, en contradicción con todas las explicaciones actuales que fundamentan su propia construcción en un acto simbólico de unidad y de permanencia del propio territorio de cada comunidad (RENFREW, 1984, 75), sobre todo si, como dice Renfrew (1984, 74), comunidades tan reducidas no necesitarían tumbas tan monumentales. No sería, sin embargo, necesario entender la existencia de sistemas fuertemente estratificados (BELLO Y otros, 1982, a, 38), ya que sólo requerirían de la organización mínima que supone su construcción. Las comunidades constructoras de megalitos en el NO peninsular no requerirían de la existencia de estructuras jerarquizadas, ya que, por el momento, las únicas actividades que parecen superar el marco familiar amplio son las que se relacionan con la construcción de los enterramientos. Estos trabajos requieren una organización mínima implícita en la propia estructura familiar amplia. A nivel de hipótesis, podemos suponer la existencia de una sociedad en función de estructuras de parentesco, quizás patriarcales, sin que se haya producido todavía la aparición de jefaturas tendentes al abandono del marco de referencia comunitario, como se advierte en otras áreas, por ejemplo el SE (CORR.A..L, 1986, 219-233). De hecho, no aparece ningún elemento que nos indique la presencia de «especialistas» (metal, etc.) y menos aún a tiempo total, por lo que puede hablarse, probablemente, de un nivel de cooperación simple. Asímismo la ausencia, hasta el momento, de poblados que se puedan ,asociar en estos momentos y que, a mi entender, se debe a la utilización de estructuras simples de materiales perecederos, demostraría que el único «ámbito» en el que no supera el modesto doméstico es precisamente el colectivo-no utilitario (enterramientos), cuya función está en el orden simbólico (psico-espiritual) y no funcional-productivo. Esto es, los megalitos servirían para marcar (delimitar) territorios y homogeneizar, unir entre sí a los antepasados y a la tierra, a las comunidades.
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MANUEL CORRAL
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Brigantium. Bol. Museo Arqu. Hist. Coruña. 1989-1990. vol. 6 pp. 65-76
ANÁLISiS ARQUEOGRÁFICO E INTERPRETACiÓN HISTÓRICA DE UNA CABAÑA CASTREÑA
ELíAS CARROCERA FERNÁNDEZ MARCO DE LA RASILLA VIVES
Departamento de Prehistoria y Arqueología Universidad de Oviedo
Resumen: Se presenta un análisi.s micro-€spacial de una cabaña castreña en un intento por reconstruir su proceso histórico. Es decir, mediante una minuciosa excavación, se trata de determinar, entre otros, sus momentos y formas de ocupación, su técnica constructiva, la disposición del contexto inmediato y comparar estructuras de cabañas de similar tipo y cronología entre diferentes yacimientos del mismo contexto geográfico-cultural. Asimismo, se explicita un experimento realizado durante el transcurso de la excavación mediante un diseño de una Unidad de Flotación Autónoma, con objeto de analizar sus posibilidades en cuanto a la, recuperación de elementos para estudios carpológicos, microfauna, etc. ABSTRACT: Arachaeographical analysis and hitorical interpretation of a ((castreña)) hut. It's presented a micro-spatial analysis of a hut «castreña» trying to reconstruct it's historical process. With a precise excavation, we try to determine the moments and forms of occupation, the constructive technique, the disposition of the nearest context; and to compare structures of similar type and cronology between different sites of the same cultural-geographical enviran ment. Likewise, we explain an experiment made during the excavation. It is a design of an Autonomous Flotation Unit whose object is to analyse it's possibilities relating the recuperation of microfauna, carpologic, etc., remains.
Dentro del Proyecto de 1nvestigación sobre los poblados fortificados del río Navia (Asturias) (1), uno de los objetivos consistió en tratar de reconstruir una cabaña con el fin de establecer criterios técnicos de construcción. A la vez, intentamos recuperar acumulaciones cotidianas tanto visibles como invisibles para determinar las distintas transformaciones que hubiere en la mencionada estructura, teniendo siempre en cuenta espacios interiores y exteriores. Para ello elegimos furidamentalmente el yacimiento de La Escrita (Concejo de Boal), ya conocido y catalogado desde antiguo (ACEVEDO, 1898:42; FERNÁNDEZ BUELTA, 1949; GONZÁLEZ, 1978, por su hipotética condición de castro pre-romano (MAYA, 1983 y 1983/1984: 179-180) y por su ubicación geográfica dentro de la cuenca del Navia. Por su parte, la cabaña se elige porque al dejar al aire varias estructuras el desmonte para la saca de madera, la posición y orientación en el recinto de una de éstas nos hizo suponer que su derrumbe se encontraba in situ no habiendo sufrido deslizamiento alguno (2). Además, porque al ser romano el tipo de aparejo posibilitaba la hipotética existencia de una potente estratigrafía que corroborara o no la citada condición pre-romana del castro. Particularizando, la excavación de esta cabaña pretendía determinar el tipo y técnica de construcción ya que se encuentra en una zona de contacto entre dos (1)
Tema que constituye la Tesis doctoral de uno de nosotros E. C. F.
(2)
Caso similar ocurre en el Castro de Moh'léIs, donde el derrumbe quedó encaja.do en una calle.
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litologías diferentes (plutón V pizarra), conocer el segmento temporal de la estructura excavada, reconstrucción de la estructura mediante el análisis del proceso de derrumbe, determinación de su función mediante el control de las acumulaciones cotidianas (vestigios visibles e invisibles) V, en lo posible, la «condición social» del grupo ocupante.
EXCAVACiÓN En un pequeño replano de la ladera noroeste del poblado se efectuó, en la campaña arqueológica de 1985, una cata estratigráfica con el fin de excavar la estructura arquitectónica antes mencionada. En un principio se decidió realizar una cata longitudinal norte-sur de 4 x 2 m, para levantar la capa húmica hasta la aparición de los primeros indicios de derrumbe. El aspecto que el sondeo presentaba a los 20 cm de profundidad era el sigu iente (Fig. 1). El espacio previamente delimitado quedaba dividido, por lo que visto en un plano horizontal serían las hiladas de dos muros entrelazados formando un ángulo recto. Dentro de la cuadrícula el muro delimitaba dos áreas claras, una dentro de él donde el aparejo estaba perfectamente encajado dando una visión uniforme, V otra externa donde el relleno se agrupaba informente. Esta situación nos hizo reconsiderar el espacio delimitado ampliándolo por el lado oeste, a fin de controlar los sedimentos que quedasen retenidos V adosados al muro por su cara exterior oeste orientada a la cima del poblado. Así aumentaban las posibilidades de establecer una cronología con hallazgos fecha bies, a la vez que ampliábamos el control del espacio externo del edificio (Fig. 2). Con este planteamiento, se comenzó a bajar horizontalmente observando que en la zona interior de la cabaña el derrumbe se mostraba compacto V cementado por la propia argamasa de la construcción. La disposición del derrumbe indicaba, en principio, que primero se desplomó la techumbre arrastrando las primeras hiladas del muro (por su disposición horizontal en la estratigrafía) para, posteriormente, desplomarse completas las paredes. De acuerdo con la disposición del derrumbe en los cortes correspondientes cabe incluso pensar que la pared oeste se desplomó primero para, a continuación desplomarse la cara sur: En el exterior por el contrario los restos aparecen dispersos V disociados de la argamasa, lo que interpretamos como aportes alóctonos a la estructura objeto de análisis. Asociado al derrumbe considerado como del sistema de cubierta, aparecieron clavos de hierro V restos de tegula, lo cual refuerza la idea propuesta (3). En el interior de la cabaña, por debajo del derrumbe V previo al suelo de ocupación - piso de la cabaña -, se descubrió un banco corrido (4) adosado a la pared. El suelo de ocupación fue realizado a base de tierra pisada (5), para lo cual se (3)
Asímismo, durante el proceso de excavación se intentaron buscar restos de materiales perecederos, improntas, modificaciones en la' coloración del sedimento por aportaciones de elementos orgánicos (mantillo vegetal ... ), o cualquier otro indicio que permitiera conocer cual era el sistema de cubierta.
(4)
Frecuentes en los castros del NO tanto en construcciones redondas como de otro tipo (Briteiros, Coaña, Ancora ... ).
(5)
En este momento se están analizando muestras del piso para determinar su composición y procedencia.
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Análisis arqueográfico e interpretación histórica de una cabaña castreña
eliminaron las aristas del sustrato. Hecho claramente visible por las huellas de percusión existentes. En el exterior, en el corte del lado sur se observa: en primer lugar, la inexistencia de cualquier tipo de derrumbe, en segundo lugar, la separación entre la cara vista y la enterrada de la cabaña está marcada por una pestaña y, en tercer lugar, en una franja de 1,50 m desde la pared de la cabaña se observa que a la altura de la citada pestaña se pavimentó el terreno sin gran uniformidad. Respecto aliado oeste se pueden hacer las mismas observaciones que para el sur, excepto en el punto tercero ya que a unos 40 cm de la pared oeste aparece el muro de otra construcción y entre ambas existía un relleno de tierra que nivelaba la pendiente propia del castro. Asimismo, la ausencia de derrumbe, tanto en la franja de terreno como en el corte norte, da pie a pensar que la construcción anexa a la cabaña en estudio no influyó en el derrumbe de esta última. Por tanto, los materiales de la construcción anexa tuvieron que caer también en su propio interior.
TECNICA CONSTRUCTIVA
-
Cimentación
En el exterior del muro se cimenta directamente sobre el sustrato mediante la superposición de hiladas irregulares y de bloques de pizarra informes, hasta un punto en el que coincidiendo con una pestaña comienza la cara vista de la pared. Esta cimentación se ajusta a los desniveles del terreno siendo la pared este más profunda que la oeste, para conseguir un plano horizontal sobre el que asentar el resto de la estructura. En el interior, lo más destacable es que el banco corrido, a la vez que sirve de elemento funcional, cumple las veces de contrafuerte dando solidez al edificio. Está hecho mediante la colocación de cascotes -buscando la cara «buena» para colocarla al exterior- trabados con argamasa y cubiertos por losas de pizarra.
-
Muros
Los materiales de construcción (6) están dispuestos de diferente manera, en el exterior son más altos y de trabazón poco uniforme, en el interior son más pianos y de trabazón más cuidada. En ambos casos la disposición de los bloques se efectúa colocando un bloque encima de la unión de los dos inferiores, aunque no siempre de forma regular. Las hiladas se unen entre sí a base de argamasa y cascotes. La esquina entre los muros oeste y sur es redondeada en la cara externa y en ángulo recto en la interna.
(6)
La pizarra de los bloques es de la clase «mosqueada», cuya característica es que exfolia peor que las pizarras de Luarca, por lo que es más difícil la regularización de éstos dando como resultado final unos bloques gruesos.
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Sistema de cubrimiento
La presencia de tejas y clavos en el primer nivel de derrumbe muestra que la techumbre se confeccionó con un material de más elaborada manufactura, en detrimento de las pizarras del sustrato que, por su estructura interna, son muy difíciles de manipular con la eficacia necesaria para conseguir la homogeneidad requerida al efecto. La presencia de clavos indica que al menos parte de la estructura de la techumbre estaría trabada con elementos que permitirían el uso de materiales más sólidos, dando a su vez una techumbre más consistente. Otros elementos indirectos, tales como el grosor de las paredes (0,80 m aproximadamente) y el hecho de que éstas se derrumbasen hacia el interior implican también un sistema de cubrición determinado.
1. Dadas las características que hemos deducido para la techumbre era necesario que ésta descansase sobre una base sólida para soportar los empujes laterales y verticales de la cubierta. . 2. El hecho de que el derrumbe se encuentre en el interior implica, entre otras cosas, la potencia del entramado interno de la cubierta que en su caída arrastró parte de las paredes. FUNCiÓN En lo que se refiere a la función de la cabaña no disponemos de datos tales como elementos de la cultura material, ni análisis químicos de suelos (tanto en el interior como en el exterior de la cabaña), ni los resultados que se derivan de haber sometido unas muestras a un proceso de fiotación (7). Estos resultados podrían permitir aproximarnos de manera más fiable al conocimiento de la función de esta cabaña. No obstante, otros elementos permiten -pensamos- efectuar esa aproximación. En efecto, como ya hemos mencionado ut supra, la configuración interior de las paredes puede implicar varias cuestione,s: - Impedir fugas de calor manteniendo una adecuada temperatura ambiente. - Proteger el interior de la humedad habitual en esta zona geográfica (las precipitaciones medias anuales en Boal ascienden a 1.600 mm aproximadamente, y el índice de humedad-aridez de De Martonne se sitúa en torno a los 70,0). - Sumándose a lo anterior puede interpretarse desde un punto de vista intencionadamente estético, corroborado porque a pesar de la mala calidad de la materia prima, ésta tiene una factura y acabado esmerados. La presencia de un banco adosado permite en principio descartar la utilización de la cabaña como lugar de almacenamiento o estabulación. Las características del suelo de la cabaña, pisado, compacto y nivelado, implican una ocupación cotidiana.
(7)
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Estos análisis se están efectuando en la actualidad y estamos a la espera de los resultados.
Análisis arqueográfico e interpretación histórica de una cabaña castreña
Determinados restos ceramo/ógicos aparecieron en el exterior inmediato de la cabaña, lo que puede interpretarse también como desechos de una actividad cotidiana. Por todo ello, consideramos a título de hipótesis que la función de esta cabaña pudo ser de habitación o de reunión. Es evidente que los datos que de momento faltan permitirán establecer con mayor rigor esta cuestión, dado que la presencia de determinados elementos químicos (fósforo, nitrógeno, calcio ... ), carpológicos ... en el suelo sería garantía de unas actividades más cercanas a la habitación que a la reunión. OCUPACiÓN La información disponible basada en el estudio ergológico sitúa cronológicamente esta construcción en el siglo I d. C. en un contexto claramente romano, correspondiendo a un solo nivel de ocupación que fue paulatinamente abandonado sin ningún factor exógeno que precipitase su desocupación. Sin embargo, la cronología del yacimiento abarca un segmento temporal más amplio, ya que determinadas zonas del mismo fueron reutilizadas en el Bajo Imperio.
INTERPRETACiÓN HISTÓRICA El actual desconocimiento de la organización espacial pre-romana impide, hasta cierto punto, tener una perspectiva amplia. No obstante, parece claro que la llegada romana, con su sistema de estado, a los sectores auríferos del Noroeste obedece a la presencia del mineral citado. Las necesidades económicas que propiciaron la explotación del oro generaron, a su vez, una reorganización del espacio (8) con una mentalidad fundamentalmente militar, e incluso la llegada a determinadas zonas de gentes procedentes de otros lugares de ocupación más o menos próximos. En el valle del Navia concretamente está clara la interrelación de los poblados romano-castreños, y puede intuirse de momento una relativa especialización de los mismos vinculada, en la mayoría de los casos, a la minería del oro. Por su parte, el asentamiento de La Escrita no presenta las características de castro minero, sino que se organiza como parte de la infraestructura relacionada con esa actividad. Este castro es de fundación romana equiparable a Coaña (mismo momento cronológico y similares obras de infraestructura -fosos ... -, con diferencias de paisaje interior debido al sustrato litológico). Los nuevos datos arqueológicos invalidan la posibilidad de que La Escrita se fundara en momentos anteriores; por lo que cuestionamos la procedencia de las fíbulas de bucle tradicionalmente asignadas a este castro (9) o, en el caso de que perteneciesen a él, estarían descontextualizadas. (8)
Reorganización que conoceremos en su justa medida cuando poseamos suficientes datos del mundo pre-romano.
(9)
MAYA (1983: 19 y nota 31) analizó estos materiales, matizando que «... parecen proceder del Castro de la Escrita. Esta es al menos la procedencia mencionada en el rótulo de la vitrina del Museo Arq. de Oviedo ... Desconocemos las circunstancias del hallazgo».
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UNIDAD DE FLOTACiÓN AUTÓNOMA (Fig. 3 Y 4) A partir de los años setenta se comenzaron a utilizar aparatos de este tipo en determinadas excavaciones, dentro de la corriente de investigación paleoeconómica (APARICIO, 1975; FRENCH, 1971; JARMAN et al., 1972; JONES, 1981; WEAVER, 1971; WILLlAMS, 1973). HARRISON (1984: 291, 292 Y 310) hace referencia a estas máquinas y a las aplicaciones efectuadas, pero manifiesta que «... La mayoría de estas máquinas han sufrido modificaciones desde 1970 y a pesar del interés en ellas en los últimos quince años, es sorprendente que todavía nadie h'aya hecho pruebas sistemáticas para calibrar su eficacia relativa y las óptimas condiciones operativas». Parece evidente además (HARRISON, 1984: 292) que el sistema de agua a presión es más eficaz que el de aire comprimido; ya que ~n este último las tierras completamente impregnadas de agua no son tratadas adecuadamente. El modelo por nosotros diseñado es de agua a presión, y tiene la peculiaridad de que es autónomo y barato (40.000 pts. aprox.). Es decir, no es necesario que la toma de agua provenga de un caudal constante, y la misma carga de agua puede ser utilizada durante bastante tiempo. .
Materiales - Dos bidones metálicos (tipo a los empleados para contener el aceite, como los de CEPSA o CS, de unos 200-250 1). - Una motobomba (en nuestro caso se utilizó una Hispano-Motor de 2 C.V.). - Un tubo metálico terminado en una parrilla agujereada por donde sale el agua a presión. - Dos cribas del diámetro del bidón de distintos grosores. - Dos cribas de diámetros muy pequeños para recbger las muestras. - Bidones de plástico para transporte de agua (en nuestro caso de 50 1). - Embudo del mismo diámetro en la boca que el de las cribas pequeñas, y en la parte inferior del mismo diámetro que el tubo de goma empleado. - Tubo de goma (en nuestro caso 8 m de 25 x 35). - Abrazaderas, llaves de T, entronques dobles, llave de esfera.
Diseño De acuerdo con el código incluido en la figura 3, expondremos el diseño: Bidón (A) que contiene una mezcla de agua y gasoil (10). De este bidón parte una goma (B) provista de un filtro (C) que va directamente al motor (D) -previo paso por otro filtro (E) a la entrada del mismo-.
(10)
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Se utiliza una pequeña proporción del gasoil para permitir una mejor flotación de las muestras.
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Plantas y secciones de los bidones utilizados en la Unidad citada.
Análisis arqueográfico e interpretación histórica de una cabaña castreña
Del motor, mediante una T (F), salen dos conductos: uno (G) va al otro bidón y otro (H) regulable mediante una llave de esfera (1) puede ir bien al bidón (A) o bien a las cribas del bidón (J). El conducto (G) llega a un tubo metálico (K) -sujeto al bidón mediante una abrazadera (L) - terminado en una parrilla agujereada (M), que va dentro del bidón (J). Al bidón (J) ha de practicársele en un borde una canaleta de salida (N), al final de la cual se colocan las cribas pequeñas (O). A cada lado. de la canaleta (N) se coloca una tijera metálica (P) de la que parten dos cables (Q): uno sujeta un soporte circular donde se colocan las cribas pequeñas (R), y otro sujeta un embudo (S) que conduce el agua, mediante una goma (T), al bidón (A). Las cribas grandes (U) se colocan eocima del bidón (A) y son las recipendiarias de la tierra objeto de muestreo.
Funcionamiento Cargados ambos bidones con la mezcla de agua y gasoil (11) se arranca el motor (12) y se regula la fuerza del agua con un acelerador del motor, y/o con la llave de esfera (1) (13). El agua que se dirige al bidón (J) pasa a través del tubo metálico (K) y la parrilla (M) para salir a presión por los agujeros practicados en ella. Una vez regulado el funcionamiento, se echa la muestra en las cribas grandes (U). El agua llega a presión, va descomponiendo la tierra, los restos objeto de muestreo quedan flotando y van depositándose a través de la canaleta (N) en las cribas pequeñas (O). El agua que cae por la canaleta se recoge a través del embudo (S) y retorna al bidón (A) (14), completando el ciclo. Cuando se trabaja en circuito cerrado (15) el sedimento que se deposita en el bidón (J) puede extraerse mediante la colocación previa de un saco de los tejidos en plástico, que dejan pasar el agua y retienen dicho sedimento. En el caso de circuito abierto se vacía el bidón cuando sea necesario. Finalmente, es interesante tener en cuenta el volumen de tierra muestreadas junto con los tiempos empleados. Además, resultaría conveniente que las muestras se humedeciesen previo su paso por la Unidad de Flotación con objeto de evitar cambios bruscos de temperatura y humedad que alteren o deshagan los elementos de muestreo (16). Junio 1986 (11) (12) (13)
Esta mezcla conviene vertirla sobre la criba de grosor más pequeño para eliminar cualquier resto de dicha mezcla. Utilizamos un motor de la citada potencia a fin de que pueda ser usado en otras actividades (bombear agua, cribar, etc.l, es decir que sea versátil. Esta llave permite, aparte de aliviar la presión del conducto principal retornando al bidón (A), llevar el agua a las cribas grandes cuando se considere necesario.
(14)
Este bidón tiene un filtro en el tercio inferior que impide el paso de cualquier impureza. Es conveniente situarlo no muy próximo a la base para evitar el contacto con presumibles sedimentos.
(15)
Cuando se disponga de agua corriente no es necesaria la utilización del bidón (A) y, si la fuerza del agua es suficiente incluso se pu~de prescindir del motor. Los dibujos fuerort realizadd's por Vicente Rodríguez Otero. Por otra parte, este trabajo inicialmente iba destinado al Coloquio que, sobre microespacio, se celebró el pasado septiembre en Teruel. Por razones ajenas a nuestra voluntad no llegó en los plazos estipulados.
(16)
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BIBLIOGRAFíA
ACEVEDO, B., 1989. Boal V su concejo. Oviedo. APARICIO PÉREZ, J., 1975. La flora pre-romana valenciana. Nuevos métodos para su investigación. Actas de las I Jornadas de Metodología Aplicada de las Ciencias Históricas. Vol. I Prehistoria o Historia Antigua. Santiago de Compostela. FERNÁNDEZ BUELTA, J. M., 1949. Castro de La Escrita o de Riu de Castro - Boal. Boletín del/. D. E. A., n.o 8, páginas 121-127. FRENCH, D. H., 1971. An experiment on water-sieving. Anatian Studies 21, pp. 59-64. GONZÁLEZ y FERNÁNDEZ-VALLES, J. M., 1978. Historia de Asturias. Asturias Protohistórica. Ed. Ayala, Oviedo. HARRISON, R. J., 1984. Nuevas bases para el estudio de la paleoeconomía de la Edad del Bronce en el Norte de España. En FORTEA, J. led.) Scripta Praehistorica, Francisco Jordá-Oblata, Salamanca, pp. 287-315. JARMAN, H.; LEGGE, A. J., Y CHARLES, J. A., 1972. The retrieval of plant remains. En HIGGS (ed.) Papers in Economic Prehistory, pp. 38-49. JONES, G., 1981. The carbonised plant remains. En ORME, B. J. et al.; (eds.l Meare Village West 1979. Somerset Levels Papers 7, pp. 33-35. MAYA, J. L., 1983. La cultura castreña asturiana (de los orígenes a la romanización). Indigenismo V Romanización en el Con ven tus Asturum. Ministerio de Cultura. Madrid. pp. 11-44. MAYA, J. L., 1983/1984. Hábitat y cronología de la cultura castreña en Asturias. Portugalia, nova serie, vol. IV/V, páginas 175-198. WEAVER, M. E., 1971. A new water-separation process for soil from archaeological excavations. Anatolian Studies 21, pp. 65-68. WILLlAMS, D., 1973. Flotation at Siraf. Antiquitv 47, pp. 288-292.
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Brigantium. Bol. Museo Arqu. Hist. Coruña. 1989-1990. vol. 6 pp. 77-00
LA REUTILIZACiÓN DE PIEZAS ROMANAS Y MEDIEVALES EN GALlCIA
MANUEL ANTONIO CASTIÑEIRAS GONZÁLEZ
Calle del Orzán, 172, 2. A Coruña
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Resumen. Reutilizar en arte significa utilizar los restos procedentes de un edificio diferente o anterior y empotrarlos en un nuevo muro; o piezas que tenían una función diversa, reemplearlas con otra. En Galicia existe una reutilización progresiva, un aprovechamiento de piezas motivado por una sucesiva reestructuración de edificios. Hemos centrado nuestro estudio en dos épocas: el Prerrománico y el Barroco. En el Prerrománico se liga al fenómeno de la repoblación y al hecho de la continuidad entre santuarios romanos y oratorios cristianos, surgiendo una ideología de la reutilización. En el Barroco, con toda la reestructuración urbanística centrada en Santiago, se propician una serie de obras en edificios medievales que dará lugar a que muchas piezas se revaloricen o cambien de sitio. En muchos de estos casos hemos de pensar en la idea del enraizamiento de la estética románica popular en la tradición artística gallega, con especial énfasis en el mundo rural.
Abstract. The re-use of Roman and Medieval pieces in Galicia. Re-Use in Art means to use the remains of a different or previous building that had been destroyed, inserting them in a new wall; or pieces that had a different function and now were remployed wiht an other. In Galicia there is, as it were, what we can call a progressive re-use, i. e., a continous use of pieces due to a following rebuilding. We want to centre our study in two periods: PreRomanesque Art and Baroque Art. In Preromanesque Art it's linked to the repopulation and the continuity between Roman sanctuaries and Christian churches. In this period an ideology of the Re-Use arises. In the Baroque period with the new urbanistic programme in Santiago, there is a reconstruction and demolition of several Medieval buildings, an a lot of their pieces change place and are revalued. In these cases, we must think of the idea of the survival of the Romanesque popular aesthetic in the Galician artistic tradition, especially in the countryside.
Sobre el tema de las reutilizaciones poco se habría hecho hasta hace algunos años. El caso más interesante y mejor estudiado lo constituye la reutilización de sarcófagos romanos en el Medievo que ofrece un campo idón~o para determinar las relaciones entre Antigüedad y Edad Media. Primero, es necesario definir lo que entendemos por reutilización (1). Se trata del uso de los llamados spolia, es decir, de restos procedentes de un edificio diferente o anterior que se embeben en un nuevo muro, o de piezas que tenían una función diferente y que son reempleadas en otra. Es sin duda un fenómeno que hemos observado repetidas veces al visitar una iglesia rural, y que posee una razón y una función. La tipología de la reutilización es rica y multiforme, las piezas aprovechadas pueden usarse de muy diversas formas: como materiales de construcción (reutilización destructiva) o valorándolas en su nuevo contexto (es lo que se llama reutilización conservadora, valga de ejemplo el uso de un antiguo sarcófago como dintelo pieza decorativa). * El presente trabajo ha sido posible gracias a una Beca de Intercambio del Ministerio de Asuntos Exteriores Italiana para realizar estudios en la Scuola Normale Superiore (Pisa) bajo la dirección de Salvatore Settis.
(1)
Para la definición y típología de la reutilización consultar los trabajos de SETTIS (1983) y SETTIS (1985).
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En Galicia, este fenómeno es bastante común y con unos rasgos bastante definidos. En primer lugar se da principalmente una reutilización progresiva, es decir, un aprovechamiento continuado de piezas motivado por una sucesiva restructuración de los edificios desde un origen pasando por prerrománico, románico y demás periodos artísticos. En segundo lugar, la poca riqueza de piezas romanas debido a la pobreza de nuestro pasado romano, ya la poca conciencia política y estética que generaron si se exceptúan algunos casos. Al centrar el fenómeno de la reutilización en el hecho de la reconstrucción de edificios podemos fijar nuestro análisis en dos periodos: el Prerrománico y el Barroco. En el Prerrománico se liga al fenómeno de la «Repoblación» y al hecho de la continuidad entre santuarios romanos y oratorios cristianos. En esta etapa surge una «ideología» de la reutilización con el llamado Renacimiento Isidoriano que quiso recuperar la antigua imagen de Roma, y el posterior Neovisigotismo artístico y político comenzado por la monarquía asturiana, encarnado en la figura de Alfonso 111, y continuado en el «siglo de la repoblación» (s. X) donde se producen los casos más espectaculares. La reutilización abarca desde sillares y aparejo para la construcción, a capiteles, losas decoradas y excepcionalmente sarcófagos. En el Barroco, con toda la estructuración urbanística centrada en Santiago, se propician obras en edificios medievales que dará lugar a que muchas piezas sean revalorizadas y cambiadas de sitio. El hecho de que no se destruyan obedece a motivaciones de carácter mítico, es decir, leyendas creadas en torno a piezas que remontan su antigüedad a la época del descubrimiento del sepulcro del apóstol, o simplemente a razones estéticas. Esto último es necesario recalcarlo sobre todo en el medio rural. Debemos pensar en lo que tantas veces se ha dicho sobre el enraizamiento de la estética románica popular en la tradición artística gallega continuada en el Gótico, Edad Moderna, y con especial énfasis en el Barroco.
PERIODO PRERROMÁNICO
Epoca sueva-visigoda Tenemos que fijarnos en dos hechos que van muy unidos: el fenómeno de la evangelización con el consiguiente establecimiento de oratorios y eremitorios, y la continuidad entre asentamientos de culto pagano y centros cristianos (NÚÑ EZ RODRíGUEZ, 1978,68-69) a este respecto ha llamado la atención sobre la situación de las iglesias de Mixós, Bande y Santa Eufemia de Ambía. Santa Eufemia de Ambía (Ourense) se encuentra cerca de la mansión romana Salientibus donde quedan restos de baños y un ara dedicada a las ninfas. En la capilla se reutiliza un ara como base de altar cuya explicación puede ser la de mero aprovechamiento, o interpretada como continuidad de un pasado, de una conciencia de lugar sagrado. Mixós (Orense) se sitúa en la antiqua vía Aquae Flaviae-Salientibus Dactionium. En la iglesia tenemos dos aras, una de ellas dedicada a Bandua, deidad termal, que puede ser muestra de una posible pervivencia de cultos paganos (2). De hecho, Martiño de Braga en estos tiempos (2)
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LORENZO Y BaUZA BREY, 1968. Suscripciones votivas 11. Provincia de Orense. 1. R. G. - IV. CSIC. Santiago. Bande n.o 76 y 143; Mixós n.o 88 y 110.
La reutilización de las piezas romanas y medievales en Galicia
lanzaba diatribas contra la creencia en deidades protectoras de fuentes yaguas en el mundo rural (otro caso ilustrativo es la conocida Santa Mariña de Aguas Santas, situada sobre un antiguo centro termal romano). En Bande la tradición romana es también fuerte. Aquí se ha hablado del núcleo urbano de Aquis Ouaerquernis de las mansiones de la vía XVIII del Itinerario Antonino. Un resto que nos confirma esa pervivencia es el uso de un capitel tardorromano en el arco triunfal de entrada al ábside, que sirve de modelo al resto de los capiteles. Por último, NÚÑEZ RODRíGUEZ (1978,85) señala en San Adrián de Amiadoso (Allariz, Orense) la existencia de una pilastra tallada en mármol, resto de un mausoleo del s. IV, con temática báquica: una vid que surge de un cantharus que ha sido reinterpretada por el cristianismo. La valoración de estas citas romanas nos pone en relación con dos ideas subyacentes en la época. Por un lado, las violentas críticas de MARTIÑO de BRAGA contra las pervivencias priscilianistas en el ámbito rural en su De correctione rusticorum (3) que se explican por esta continuidad pagano-cristiana de lugares sacros, y el uso de aras consagradas a dioses de las aguas cuyo culto arraigó tan profundamente en Galicia. Por otro lado, asistimos en esta época al sentimiento político de la unidad visigoda y al Renacimiento Isidoriano que pretenden una valoración del pasado romano, teniendo su reflejo en arquitectura y escultura, y que se ha definido como una verdadera renovatio. Época asturiana y el siglo de la Repoblación Un hito en la valoración de restos tardorromano en Galicia es el proceso repoblador iniciado por el obispo Odoario (747-760) en la zona lucense. Es el momento en que se restaura y se convierte en iglesia de culto cristiano el supuesto ninfea pagano del s. IV-V de Santa Eulalia de Bóveda (NÚÑEZ RODRíGUEZ, 1978,99-100), y se realiza también la restauración de la paleocristiana Santa María de Lugo. Ambas obras, como señala NÚÑ EZ RODRíGUEZ, sirven de modelo a la arquitectura de Alfonso 11 en Oviedo, con todo lo que de vaforación constructiva romana tiene la arquitectura asturiana. Además de este foco lucense tenemos la zona orensana. En la ciudad de Ourense se aprovecha el antiguo n.úcleo paleocristiano de Santa María y San Mariño en el siglo IX como demuestra la convivencia en la actual Santa María la Madre de capiteles tardorromanos del s. IV con capiteles del s. IX (NÚÑEZ RODRíGUEZ, 1978,166-167). Sin embargo es en el siglo X, donde vemos como la ideología neovisigótica se aplica plenamente en el arte. Asistimos a una continua reestructuración de centros visigodos abandonados con la invasión musulmana, y que ahora son repoblados. Un ejemplo ilustrativo es Bande iglesia restaurada en el 872 por Odoarius. En este proceso destaca el papel jugado por los ascendientes de San Rosendo, familia emparentada con la casa real asturiana, en el caso de Mixós (donde observamos el reaprovechamiento del antiguo sillar visigodo al que se añade el
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De correctione rusticorum, 1: «pro costigatione rusticorum qui adhuc pristina paganorum superstitione degentes cultum venerationes plus daemoniis quam deo persolvunt, aliqua de origine idolorum et sceleribus ipsorum vel pauca de multis ad te scripta dirigerem».
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Fotografía 1.
San Martín de Mondoñedo (Lugo). Muro sur. Restos de arco del siglo X.
Fotografía 2.
San Martín de Mondoñedo. Muro sur.
aparejo mozárabe) así como la interesante figura de San Rosendo con el que se relaciona San Martín de Mondoñedo en cuyo muro sur encontramos aparejo del siglo X, arcos de herradura y un capitel de mármol de época visigoda (NÚÑ El, 1978,69) (Fotografía 1 y 2). En otra iglesia ligada a San Rosendo, San Martín de Pazó, encontramos otra vez esa alternancia entre sillar visigodo y aparejo mozárabe. Finalmente, ya entrados en el x. XI, el caso de la iglesia de San Antolín de Toques, una de las primeras muestras del románico rural gallego, donde vemos restos del siglo X en los arcos. Bande, Mondoñedo y Pazó son testigos de esa política de repoblación que reaprovecha los restos de un pasado visigodo con el que se requiere identificar la monarquía asturiana, ideología acentuada bajo el rey Alfonso 111. Un caso que merece toda nuestra atención es el sarcófago do Conde Santo en Vilanova de Lourenzá (4). Osario Gutiérrez, primo del rey Ordoño, funda este monasterio en el 969 continuando la labar repobladora de San Rosendo. Al enviudar profesa como fraile aquí, y para su enterramiento elige un sarcófago paleocristiano del s. IV de fábrica aquitana. En la elección de objeto antiguo se unen razones de carácter suntuario (valor estético y simbólico) con la fama de santidad del destinatario. Se dice que el mismo conde trajo el sarcófago par mar
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El único estudio hecho a propósito de la reutilización de piezas romanas en la España Medieval es el de MORALEJa ÁLVAREZ (1983), de donde están tomados los datos referentes al sarcófago del Conde Santo. Existe también el estudio de MAYER, ALVAREZ y RODA (1987).
La reutilización de las piezas romanas y medievales en Galicia
desde Jerusalén. La calidad del material, sus dimensiones y decoración lo hicieron digno de ser el relicario de un «corpo santo». ,Es curioso observar el paralelismo de esta actitud en I'a Italia del s. IX, así, en Santa Eufemia a Rovigno (Istria) y San Giuliano a Forli (Rímini) encontramos la misma historia del enterramiento de santos en sarcófagos tardorromanos que llegan milagrosamente por mar desde Tierra Santa. Se produce una valoración del objeto reutilizado como antigüedad prestigiosa y sagrada, un verdadero relicario. El ambiente que se vive en el reino asturiano-leonés explica mejor el hecho. También ligado a la idea neovisigótica, de recuperación de un pasado frente al invasor musulmán tenemos el caso de la reutilización de un sarcófago del s. V llamado de Ithacius en el Panteón de los reyes asturianos; y el muy significativo sepulcro de Alfonso 111 -el rey-imperator que mejor encarnó la idea neovisigótica-, un sarcófago paleocristiano constantiniano del 310 conocido como sarcófago de Astorga (MORALEJO ÁLVAREZ, 1983,188).
REUTILIZACiÓN DE PIEZAS ROMÁNICAS La gran época de las reutilizaciones románicas se produce en el Barroco cuando se decide aplicar un plan urbanístico a la ciudad de Santiago, así como, la reestructuración de la catedral que se disfraza con un gran forro barroco. EI12 de Marzo de 1750 se hace el proyecto para substituir las fachadas del crucero. El proyecto no se trata hasta 1757 con Ferro Caaveiro. Las razones para substituir la Portada Norte de la catedral son «su notoria deformidad (... ) porque su antigua construcción y la diferente arquitectura, de la de su antiguo y primitivo origen a la que oi no se usa» (MORALEJO ÁLVAREZ, 1969,1624). Se destruye así la antigua portada norte y muchos de sus restos han podido identificarse gracias al estudio de MORALEJO ÁLVAREZ (1969) siguiendo las noticias de Aymerico en el Libro V del Codex Calistinus. Los restos no se reaprovechaban de inmediato, ya que el proyecto era destruir las dos puertas, pero por falta de dinero se reutilizan en la actual Portada de Platerías ..'Podemos buscar la explicación de este aprovechamiento de una valoración de las piezas por su carácter mítico, ya que desde el s. XVII se recoge la idea de que son restos de las basílicas de Alfonso 11 y 111, son consideradas como reliquias coetáneas al descubrimiento de la tumba del apóstol (MORALEJO ÁLVAREZ, 1969,627), A ello se suma la tipología de la reutilización, Platerías no puede reestructurarse pero en su reutilización caótica existe una idea ba rroca . Otro caso significativo de la reutilización barroca de piezas medievales, y la valoración de las mismas, se da en la actual Puerta Santa. Las piezas proceden del antiguo coro del Maestro Mateo y del círculo de discípulos relacionados con su escuela, es decir, de fir:les del s. XII o principios del s. XIII. De estas piezas se produce una primera reutilización hacia 1611 con Jácome Fernández cuando se deshace el antiguo coro de la catedral. De esta primitiva reestructuración conservamos un dibujo de Vega y Verdugo (1623-1696) que nos muestra una puerta con tan sólo doce figuras reutilizadas en casetones (Fig. 1). La puerta debió de parecer demasiado pobre de manera que el Cabildo entre 1660 y 1694 la rehace y completa con venticuatro esculturas (Fotografía 3). Tenemos noticia del pago al 81
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Figura. 1.. Dibujo de Vega y Verdugo (1623-1696). Primitiva Puerta de los Perdones.
Fotografía 3.
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Actual Puerta Santa: piezas medievales y .piezas rehechas en el siglo XVII y XIX.
La reutilización de las piezas romanas y medievales en Galicia
Fotografía 4.
Puerta Santa. Figura procedente del antiguo coro de Mateo.
Fotografía 6.
Fotografía 5.
Puerta Santa. Cabeza hecha «ex novo» y cuerpo medieval retocado.
Puerta Santa. Detalle de cabeza he-· cha con una técnica muy popular para restaurar la pieza medieval.
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escultor Bias do Pereiro de quinientos once reás por los florones de piedra que hiciera para la Puerta de los Perdones (Puerta Santa) y la Corticela datado hacia 1662. Entre las esculturas de la catedral puerta podemos distinguir entre originales (Fotografía 4) y restauraciones que las hacen ex novo o substituyen las cabezas (Fotografía 5 y 6). Ello nos prueba la apreciación estética de la pieza medieval, y entra dentro de la consideración que el arte mateano tuvo en el gusto popular incluso en el Barroco. La Puerta no sólo es testigo de la apreciación del Barroco, ya que en el s. XIX muchas de éstas esculturas son reconstruidas como consta en las cuentas de fábrica de la catedral donde se pagan seis reales por la realización de cinco cabezas para la Puerta Santa. El siglo de los historicismos y romanticismos se preocupó por su pasado. Muchos ejemplos de este fenómeno los encontramos en el mundo rural. Como ejemplo nos sirve la iglesia de Santiago do Burgo que es un modelo-tipo de reutilización en iglesias rurales. Se trata de un centro románico del s. XII que se reestructura en el barroco (s. XVIII). La reestructuración respeta los ábsides románicos y reaprovecha en la nueva fachada el tímpano románico con la representación del Agnus Dei. Es una muestra más de la pervivencia de ese gusto popular hacia las formas románicas, unido a un respeto al propio pasado parroquial. En Santa María de Cambre (1150 - principios del s. XIII) nos hallamos ante un caso singular en un conjunto ya de por sí original. Además de la Hydria de Caná o Iherusalem que VILA DA VILA (1986,112) sitúa dentro del románico de Tierra Santa como pieza traída en peregrinación por Petrus Ean Miles Dei y exhibida como Trofeo de gracia y testimonio de su viaje, tenemos el resto del tímpano del cordero de la primitiva puerta sur de la iglesia. El resto fue descubierto entre
Fotografía 7.
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San Pedro de Dozón (Pontevedra). Resto de arco románico empotrado en un muro.
La reutilización de las piezas romanas y medievales en Galicia
Fotografía 8.
Facultad de Filología. Tímpano gótico reaprovechado.
1916-18 en unas excavaciones, por lo que había sido reutilizado como mero elemento constructivo (valoración destructiva). Hoy está reutilizado como base de altar pero al revés. Otro ejemplo de reutilización destructiva podemos observarlo en San Pedro de Dozón (Pontevedra), iglesia de finales del s. XIII, donde en una casa cercana al monasterio se han reempleado restos de arcos románicos como elementos de construcción de un muro (Fotografía 7). El número de reutilizaciones rurales es infinito. Un caso notable es el de los canecillos de la iglesia de San Pedro de Ansemil, en la capilla de los Daza. La capilla data del siglo XIV pero los canecillos son reutilizados de la iglesia románica que data de finales del s. XII. No nos extraña una valoración de ellos, ya que presentan una notable calidad y variedad de formas, destacándose el que representa un Espinarío (MORALEJO ÁLVAREZ, 1981,355),
REUTILIZACiÓN DE PIEZAS GÓTICAS De nuevo es necesario centrarse en el caso compostelano donde observaremos el papel del Barroco como aglutinante de los fenómenos de reutilización. El primer caso es el tímpano gótico actualmente empotrado en la parte trasera de la Facultad de Filología (Fotografía 8). El tímpano se fecha por la inscripción a finales del siglo XIV, lo que hace pensar que perteneció al antiguo convento de Santa María Nova fundado en 1390 (CAAMAÑO MARTiNEZ, 1958,336-337). Representa un tema típico en la iconografía gótica gallega, la Adoración de los Magos con donante y ángeles turiferarios (paralelos en Santiago los tenemos en San Fiz de Solovio y la Virgen pinjante de Sta. Salomé). Pertenece a una vena 85
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popular derivada del gótico orensano que pervive hasta el s. XVI. Lo curioso es que la pieza se emplea en el edificio barroco haciendo una total valoración de la misma, ya que se rodea con motivos arquitectónicos de la época que la enmarcan y resaltan, prueba de la importancia del gusto popular en la estética del barroco compostelano. Igualmente significativo es el caso del Antiguo Hospital de la Azabachería. Según la Historia Compostelana fue fundado por Gelmírez para dar cobijo a los peregrinos en los terrenos del actual San Martín Pinario. Hacia 1490 se incendia, reedifica y amplía. Ante su inutilidad tras la construcción del Hospital Real, Alonso 111 de Fonseca lo convierte en 1521 en Colegio, Facultad de Artes. En 1651 en plena época barroca, ante la obra de San Martín Pinario, es trasladado al Obradoiro donde se conoce como edificio del Rectorado. Nos encontramos ante un interesante caso de reutiliz3ción que es posible reconstruir gracias al estudio de OTERO TUÑ El (5). En esta reutilización podemos distinguir varios niveles y tipología. Los restos del antiguo edificio románico del siglo XII son empleados destructivamente como material de relleno del muro-base del actual edificio de San Martín Pinario (Fotografía 9), y en el muro oeste del edificio de los Jerónimos (patio del Rectorado) (Fotografía 10). Las piezas son trozos de arcos, dovelas, modillones. En 1651 el edificio se traslada al Obradoiro donde se reutiliza la portada gótica y las ménsulas de los balcones. Salta a la vista la contradicción estética en el ensamblaje de tímpano-arquivoltas (Fotografía 11), jambas cortadas y piezas movidas de su primitivo eje. Su traslado y conservación vienen a corroborar un respeto y una valoración del pasado, un sentido estético que lo permite integrarse en una plaza que ya de por sí supone la convivencia de diversos estilos. Para completar esta visión de la reutilización en Galicia me gustaría remitirme a tres casos coruñeses. El primero es el relieve' empotrado en el Convento de las Bárbaras, supuesto sepulcro gótico del s. XIV que representa la escena de la pesa de las almas, psicostasis, el Padre entronizado que sostiene a Cristo crucificado enmarcados por el sol y la luna, y los santos mediadores de los testamentos bajomedievales: Santiago, San Francisco y Santo Domingo, y el donante (Fotografía 12). La puerta según la inscripción data de 1613. 'La pieza ha sido reutilizada dentro de esa valoración de la estética popular en el Barroco, enriqueciéndose por el hecho de que el objeto cambia de función. En el interior de este convento de Clarisas se conserva otro relieve figurado empotrado sobre una puerta que corroboran un mismo caso (Fotografía 13). Por último, en el número 4 de la Calle de la Reja Dorada, otro relieve gótico que por su temática podría haber formado parte de un conjunto funerario -donantes, María, Cristo, Juan e instrumentos de la pasión (Fotografía 14)- que se reutiliza como pieza decorativa sobre el dintel de una puerta. Los ejemplos que he elegido han querido mostrar las diferentes actitudes hacia la reutilización a través de diversas épocas, y como su estudio nos puede aclarar un poco más las ideas estéticas del pasado hacia monumentos antiguos. Enseñar a distinguir las diferentes tipologías y valoraciones de este fenómeno, en un afán de desentrañar un poco un hecho tan rico y multiforme. (5)
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La Portada de San Jerónimo y la suerte de las piezas del antiguo Hospital de la Azabachería han sido estudiadas . por OTERO TÚÑEZ (1985).
La reutilización de las piezas romanas y medievales en Galicia
Fotografía 9.
San Martín Pinario. Restos del antiguo Hospital de la Azabachería.
Fotografía 10.
Edíficio del Rectorado. Restos medievales reutílizados.
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Fotografía 11.
Fotografía 12.
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Puerta de San Jerónimo.
Plaza de las Bárbaras (La Coruña). Sarcófago gótico reutilizado.
La reutilización de las piezas romanas y medievales en Galicia
Fotografía 13.
Fotografía 14.
Patio del convento de las Bárbaras.
Calle de la Reja Dorada (La Coruña). Relieve gótico.
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BIBLIOGRAFíA
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Brigantium. Bol. Museo Arqu. Hist. Coruña. 1989-1990. vol. 6 pp. 93-99
SOBRE LA FUNCiÓN SIMBÓLICA DEL ADORNO
LADISLAO CASTRO PÉREZ
Colexio Universitario de Ourense Progreso, 35 - Ourense (32003)
Resumen. En este artículo se esbozan los rasgos más destacados de la función simbólica del adorno desde el punto de vista teórico. En particular su empleo para designar e identificar a las sociedades e individuos y su significación en los sistemas de clasificaciones sociales. Abstract. Abouth the symbolic function of ornamento In this paper we deal with the most important features of the symbolic function of ornament from a theoretical point of view. Particulary with its use to design and identify society and individual and its meaning in the society and individual c1asification systems.
Necesitamos indagar en diversas facetas de las sociedades para arrojar luz suficiente con la que contemplar, al menos, algunos perfiles de la significación del adorno; esta tarea exige trazar un recorrido repleto de encrucijadas. Cada nivel de la realidad social se manifiesta como un complemento indispensable para comprender los otros niveles (RADCLlFFE-BROWN, 1975), Las costumbres nos remiten a las creencias, y éstas nos remiten a las técnicas; los adornos reflejan esta situación, el contenido y la forma son tan inextricables como ellos no sugieren. Sin embargo, es preciso marcar un punto de partida que sea generalizable, y en este sentido cabe decir que los individuos en la sociedad tratan esencialmente de definirse (LEVI-STRAUSS, 1981, 349), o son obligados a definirse de acuerdo con puntos de referencia más o menos duraderos. La segmentación social, según diversos criterios, es una de las motivaciones del uso de ornamentos, que pueden ser signos o símbolos en el seno de una ~omunidad. Esta capacidad de significar y simbolizar afecta particularmente al tema que estamos tratando. Decía Mallarmé que todo el mundo material no es más que apariencia y símbolo. En rigor, solamente el hombre posee la facultad de simbolización; más aún, el símbolo es el «instrumento principal del pensamiento y la válvula reguladora de la experiencia» (DOUGLAS, 1978,57), para comunicarnos y para expresar valores necesitamos símbolos que tienen que estructurarse. La experiencia de una sociedad y la de cada individuo se ordenan en símbolos, verbales o no; se constituyen sistemas de clasificación, categorías lógicas y sociales donde el individuo y la sociedad se integran, se configuran y limitan. Lo que podríamos llamar «pensamiento simbólico» (ELlADE, 1981, 455) posibilita al hombre la circulación a través de todos los niveles de la realidad, porque el símbolo unifica planos heterogéneos y fenómenos aparentemente desconectados, a la vez que ayuda a identificar los diferentes planos de lo pensable o constatable. Una de las grandes preocupaciones de la antropología es el paso de la naturaleza a la cultura, tránsito que ya J. J. Rousseau concebía fundado en la aparición de una lógica operante por medio de oposiciones binarias y que coincide con las primeras manifestaciones 93
LADISLAO CASTRO PÉREZ
del simbolismo (ROUSSEAU, 1980, cap. 1-IV; LEVI-STRAUSS, 1980, 147). En el grupo zoológico humano, la etnia sustituye a la especie, todo lo que supone la especificidad de un grupo se opone a la de los grupos extraños, como cada grupo zoológico se distingue de los demás. Las prácticas étnicas son, de este modo, fuente de oposición y, al mismo tiempo, de unión e identificación entre individuo que comparten un origen común. En cualquier sociedad, a partir de cierto nivel de complejidad funcional, existe un sistema de referencias que asegura la cohesión de los miembros del grupo (LEROI-GOURHAN, 1983,28 y 161), sistema de referencias que asegura la cohesión y que no sólo conocen las sociedades humanas sino también otros animales. Las instituciones sociales se manifiestan en la conducta visible, son una forma de comportamiento tan evidente como puedan serlo los códigos y los símbolos. A menudo observamos la existencia de reglas de conducta prescritas, más o menos estrictas, y entre estas formas de revelar de manera inconsciente algo institucional podemos incluir el empleo de adornos o 'de emblemas. Es razonable suponer que la homología de las marcas distintivas de las divisiones sociales, en el interior de una tribu, muestra que su uso se originó en una tendencia a la cla~ifi cación. Una sociedad puede expresar, a través de sus manifestaciones, cómo concibe la relación entre los humanos y las demás especies naturales. En el dominio figurativo, los grupos sociales se identifican por medio de símbolos, emblemas e insignias que ayudan al individuo a integrarse en el grupo asumiendo la uniformidad de gestos, fórmulas y vestimentas que posibilitan la «asimilación de su naturaleza a una determinada cultura» (LEROI-GOURHAN, 1983, 125-6). También hay que considerar, en el complejo entramado de la cultura, «la fe en el poder real de las manifestaciones rituales, el motivo de la sexualidad y su simbolismo, el impulso de expresión artística y toda el ansia de escapar a la esclavitud de los fines» (ADORNO, 1973, 49). Probablemente no es accidental que el significado original de la palabra persona sea máscara. Más bien evoca nuestra condición en la vida, venimos al mundo i como individuos, adquirimos ,un carácter y nos convertimos en personas (GOFFMAN, 1981, 31); así pues, cada uno de nosotros, conscientemente o no, des'empeña un papel, adopta un'a personalidad. En estos papeles nos conocemos mutuamente y a nosotros mismos, nos identificamos. Podemos hablar de «identidad social», referida a las grandes categorías sociales a las que puede pertenecer un individuo: grupo de edad, sexo, clase ... ; y de «identidad personal», referida a las señas distintivas individuales: nombre, aspecto, atributos sociales ... (GOFFMAN, 1979, 195). Todos formamos parte de algún equipo y por eso, en cierto sentido, somos conspiradores, pues, en nuestro empeño de mantener la estabilidad de nuestro grupo, debemos ocultar o disimular algunos hechos y, a veces, exagerar otros. La cohesión se fortalece con los signos, que son datos acerca de la.s personas y los grupos a través de los que nos relacionamos y vinculamos. Una fachada social, que puede manifestarse por medio de los adornos, la apariencia, los modales ... , tiende a institucionalizarse en función de las expectativas estereotipadas abstractas a las cuales da origen (GOFFMAN, 1981, 39), Y se convierte, al tiempo, en una representación colectiva yen urla realidad empírica. En cuanto a la fachada personal, podemos decir que se edifica con las insignias del rango ó cargo, el vestido, el sexo, la .edad, raza, tamaño, porte, pautas de 94
Sobre la función simbólica del adorno
lenguaje, gestos ... , características más o menos mutables o permanentes por medio de las cuales transmitimos signos, datos, información. El estudio de los objetos materiales ilustra ciertos aspectos de las culturas, de algún modo las herramientas e instrumentos vienen a ser signos externos de las ideas particulares que una sociedad comparte. En muchas de sus facetas los pueblos son profundamente figurativos, la estética social tiende a encarnarse bajo la figuración y en ella se muestra, por ejemplo, la especificidad étnica (LEROI.'GOURHAN, 1983, 170; ARNHEIM, 1979, 173); de la misma manera, todos los objetos son producto del comportamiento figurativo. Cada objeto pretende a su modo la funcionalidad, incluso piezas suntuarias y de adorno como los torques, porque están fabricados en función de alguna necesidad o aspiración humana; son funcionales en cuanto se adaptan a un orden o a un sistema, en cuanto se integran en un conjunto (BAUDRILLARD, 1975, 71); pero, además, muchos objetos rebasan esta primera función y se convierten en elementos activos en los cálculos y combinaciones de un sistema universal de signos. Son objetos simbólicos, entonces. En mayor o menor medida, la imagen de un objeto es una forma de control de la realidad, como también lo son las imágenes «abstractas» pues a través de su concreción en una imagen sirven para imaginar cierta forma de lo abstracto. Es cierto que la forma de determinados objetos caracteriza a toda una sociedad, por ejemplo el torques de los celtas, por lo que cuenta no es sólo la significación original de un determinado objeto ritual. .. , sino también la utilización social que de él se hace y cómo se va diversificando y transformando a medida que se diversifican y transforman las estructuras sociales; a la vez, la individualización de cada pueblo se define en su cultura material como resultado del conjunto de los contactos tipológicos. Para esto los torques son una buena muestra. Es particularmente notable la presencia de ciertas formas religiosas con un contenido «imperialista» (ELlADE, 1981, 165-6), vehículos de propaganda que procuran asimilar los signos, caracteres y atributos de otras formas religiosas o simbólicas a veces muy distintas. Tal apropiación no tiene por qué ser deliberada; en algunos torques se manifiesta una adscripción que parece conectar con formas religiosas diversas, en algunos vemos representaciones de triángulos grabados, en otros trisqueles y svásticas, en otros nudos hercúleos, etc., y todo ello en una misma región, documentando una estratificación de los signos y símbolos que, no obstante, respetan y potencian el símbolo que pretenden asimilar, en este caso el torques. La articulación de las formas entre sí oculta siempre un discurso indirecto (BAUDRILLARD, 1975,68). La forma de un encendedor es relativa a la forma de la mano, la de un torques a la del cuello; las formas acaban por sugerir elementos naturales en conexión con el cuerpo, los vegetales, los animales, etc. En cierto modo, la forma no está fuera sino dentro y es imposible disociarla del contenido. Hoy en día los envases de los artículos de'consumo buscan sugerir las implicaciones sociales deseadas. Se espera que los adquiramos «como una expresión y una exhibición de la manera de vernos a nosotros mismos» (GOMBRICH, 1980,288); ésta es la función de los signos, que han de ser claros y conspicuos, y que buscan contextualizarse en el producto, unir unos signos a la mercancía que ha de consumirse. También se establece una interacción entre los signos y los diseños, la heráldica es quizás el ejemplo más apropiado: en unos cuantos signos, que son 95
LADISLAO CASTRO PÉREZ
verdaderos símbolos, se encierran los títulos, privilegios e historia de una familia. Cada elemento del diseño es un signo; sin embargo, a veces encontramos diseños de los escudos heráldicos con una explicación puramente ornamental, fuera de contexto, como sucediera con el empleo de jeroglíficos egipcios como diseños ornamentales antes de que esta escritura hubiese sido descifrada, se usaben porque sugerían un mundo ignoto y misterioso. En estos casos el diseño triunfa sobre el signo. Los ornamentos corporales pueden ser signos y símbolos que buscan manipular la apariencia. Tal vez las fórmulas más antiguas sean el tatuaje y la pintura corporal, ambas se realizan siempre con absoluta dependencia de la parte del cuerpo que se va a decorar, el dibujo es inseparable del marco, del objeto. Se establece una dualidad, que es al mismo tiempo una correlación, entre la expresión plástica del cuerpo y la expresión gráfica del diseño. Estas artes del adorno estuvieron muy desarrolladas, por ejemplo, entre los maoris y los guaicurús, entre quienes el decorado se concibe para el rostro, pero el rostro mismo no existe sino por el decorado, sólo a través del decorado el rostro adquiere dignidad social y significación mística; dualidad que nos sugiere la noción de máscara (LEVISTRAUSS, 1973, 236-7), que comprende al individuo y su papel. Los adornos nos ayudan a encontrar nuestro papel en la sociedad, pero, junto a motivaciones de orden y clasificación, en el ornamento hay un componente irracional que ha tentado a muchos a buscar un origen simbólico; un ejemplo de esta oposición la tenemos en la rúbrica (GOMBRICH, 1980, 304), donde el signo y el diseño son una misma cosa y es imposible diferenciar separadamente los niveles que expresa. Todo objeto tiene dos funciones: la de ser utilizado y la de ser poseído. En la relación entre la persona y la cosa, la propiedad llega a considerarse como una parte de la personalidad. Cuando uno crea una obra o artefacto tiene derecho a impedir que nadie la toque, derechos de autor, y cuando alguien posee algún objeto puede dictar la misma prohibición; en ambos casos, aunque en grado diferente, el objeto se considera impregnado de la personalidad de su dueño (ADAM, 1947, 61). A cada clase de personas se le otorga un prestigio que está en consonancia con lo que posee, sean objetos, méritos, poder, etc. Por lo común, el rango, el status y el sexo de un individuo determinan con exactitud el espacio que debe ocupar en las ceremonias, rituales, lugar de residencia ... ; parece como si hubiera una profunda necesidad psicológica que obliga a buscar la seguridad que produce saber dónde se está (REDFIELD, 1963,24; LEACH, 1978, 72), tanto en el territorio como en la sociedad. Ciertamente hay elementos psicológicos también en el empleo de adornos personales, en general no contribuyen de un modo directo a la supervivencia biológica de los individuos que los exhiben. Es más, incluso pueden perjudicar las oportunidades de supervivencia de las personas, que a cambio obtienen poco más que la satisfacción de verse admiradas; hay mujeres africanas que todavía llevan 10 Kg de alambre de bronce en los tobillos, que les suponen un sobregasto de energía en todas sus tareas, las desventajas prácticas o físicas de muchos adornos son a veces enormes. Hasta hace poco tiempo una de las causas de mayor mortandad entre ciertas tribus de Melanesia (UNTON, 1972, 296-7) era la práctica de ercarificaciones, que en muchos casos originaban infecciones de fatal desenlace. Por todas 'partes vemos el poder de los factores 96
Sobre la función simbólica del adorno
psicológicos y su gran arraigo en las culturas. Los fines sociales de la ostentación acostumbran a ser inconscientes, los sujetos los ponen en práctica, a veces, sin saberlo, aunque ciertos signos de vanidad, competencia y prestigio son expresados deliberadamente. La distinción y la apariencia son tan importantes que con frecuencia vemos que las gentes que se encuentran justo por encima de la mera subsistencia no utilizan, ni hoy ni en épocas anteriores, para fines primarios y útiles (ADORNO, 1973, 49) el excedente que la sociedad les concede. Desde épocas muy remotas el comercio de materiales suntuarios (ámbar, conchas, oro ... ) subraya el hecho de que el consumo de bienes no está simplemente al servicio de la satisfacción de necesidades primarias, sino que sirve, además, para mantener o aumentar el prestigio social, el status. Por eso, en la cultura, la propaganda y la exhibición de poder están omnipresentes. La sobrecarga de signos posesivos en las sociedades más diversas manifiesta la intención no sólo de poseer, sino de mostrar que se posee; es un comportamiento simbólico que la estratificación social tiende a estimular. Bajo el principio de la competencia, el deseo de impresionar exhibiendo y ostentando procura una satisfacción que parece tener como final el reconocimiento de la sociedad. Los adornos personales suelen ser objeto con cierto carácter de superfluidad, de inutilidad, y es gracias a estas connotaciones que sirven para significar prestigio, no designan el mundo como lo hacen las herramientas o los utensilios, sino el ser y el rango del poseedor (BAUDRILLARD, 1971,40). Los objetos remiten a una lógica social, a través de ellos cada individuo busca su lugar en un orden e intenta transformarlo; además de la técnica, los objetos nos informan de la movilidad y conservación, de aculturación y enculturación, de estratificación y de clasificación social. Son elementos de un lenguaje que, cuando su valor es sobre todo ornamental, poseen un campo semántico rico en valores de representación, son objetos que no están para «hacer» sino para «representar» (MOLES, 1971, 33). Los adornos, además, forman parte del orden del signo y del ritual, y, en la medida en que sirve para la seducción, representan el dominio del universo simbólico. Cada ambiente social impone sus propios límites a las formas de expresión, pero, en general, el hombre ha bus.cado siempre sobreañadirse algún objeto bello para estar en sociedad, así, la noción de adorno está relacionada con la búsqueda de la belleza artificial y llena de símbolos (DOUGLAS, 1978, 14; MAUSS, 1974, 161 ss.). Por otra parte, entre los miembros de un grupo o tribu, el círculo de riquezas prolonga las relaciones económicas, religiosas y jurídicas, se impone la necesidad de conservar los blasones, tótems, máscaras, ritos, insignias y adornos de grupo, en definitiva la riqueza y los poderes adscrito a la comunidad. El hombre es personal en la medida en que vive en sociedad y comparte los símbolos representativos de su razón de ser. Los cuerpos desnudos carecen de referencias sociales, carecen del soporte del sistema simbólicamente humano. Los pueblos se identificar) y distinguen en el folklore, en los adornos, en sus manifestaciones estéticas y en todo lo que producen. Las prendas de adorno o vestido fuera de contexto no tienen significado, son simples objetos que no indican nada, pero si se agrupan en conjuntos para formar un uniforme se convierten en distintivos de roles sociales específicos que señalan las diferencias de sexo, edad, oficio, etc.; también el cambio de status se verifica a través de cambios en el atuendo (LEACH; 1978,75), Para que la vestimenta sirvf.l para transmitir infor97
LADISLAO CASTRO PEREZ
mación significativa debe ser fácilmente reconocible o muy'standarizada; gracias a esto cualquier parte característica del uniforme puede emplearse como signo metonímico del rito o del cargo que expresa. La corona representa al rey, la mitra al obispo ... Los objetos con los que se engalana un rey no suelen ser casuales sino el producto de tradiciones profundamente arraigadas, tienen que ser objetos reconocibles y asimilables con la dignidad real, de modo que muchas veces se designa la parte por el todo, tal como sucede todavía hoy cuando para referirnos a un rey utilizamos las palabras «cetro» o «corona». Las joyas, vestidos o peinados tienen un contenido social y también étnico, además están determinados por la moda, el rango, el clan, la familia, la edad yel status. Determinados símbolos y formas poseen diferentes valores semánticos que evidencian realidades de tipo racial, cultural o social. La división social y los cambios de status que genera casi siempre se expresan por medio de signos externos que bien pueden reducirse a simples cambios en la indumentaria o bien indicarse a través de mutilaciones corporales (circuncisión, c1icteroctomía, rapado del cabello, extracción de dientes, tatuaje, escarificación, perforación de oreja o labio, etc.). El carácter de ciertos materiales, su rareza, su aspecto o composición, los convierte en privilegiados, y la sociedad, en tanto se organiza y jerarquiza, los utiliza para marcar las distancias. No todos los individuos poseen el derecho de llevar determinadas decoraciones o blasones, ya sea porque está prescrito ya sea porque son caros e inaccesibles. Hasta hace poco tiempo, en Galicia, los hidalgos o señoritos vestían trajes confeccionados con telas y materiales importados, mientras que los campesinos, el pueblo, vestían trajes sencillos hechos en la aldea o bien en la propia casa y con los materiales autóctonos disponibles.
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Sobre la función simbólica del adorno
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GRAFITO DE UN BOTE DE REMOS EN LA IGLESIA DE SANTIAGO (A CORUÑA): PARALELOS PORTUGUESES Y MEDITERRÁNEOS
FERNANDO ALONSO RQfv1ERO
Facultad de Filología Universidad de Santiago
Resumen. Se estudia el grabado de un bote de remos en una jamba de una de las ventanas de la iglesia de Santiago (La Coruña). Se trata de una embarcación del tipo portugués barco da neta. Sus antecedentes más inmediatos se encuentran en Italia. Abstract. An engraving of a rowing boat in the Church of Santiago (La Coruña): Mediterranean and Portuguese parallel cases. This paper studies a boat graffiti on a window jamb of the aisle in the Church of Santiago (La Coruña). It is a rowing boat of the Portuguese barco da neta type. It has an enlarged prow with a sharp end. The author has attempted to identify this rowing boat as an Italian type, conceived as a close ancestor of the barco da neta.
El estudio de los orígenes de las embarcaciones tradicionales portuguesas, magistralmente efectuado por el Profesor Lixa Filgueiras (1963,1970,1974,1981, 1982, 1983), nos permite hoy disponer de una fuente de información para intentar ver la procedencia de la embarcación representada en un grafito de la iglesia de Santiago en La Coruña (Fig. 1). La reproducción que aquí ofrecemos es copia de un calco en yeso realizado por Santiago González, cuyo interés por estas, hasta ahora desconocidas pesquisas en la arqueología gallega, ya ha dado otros interesantes frutos (ALONSO ROMERO, 1983, 11-15). Este grafito se encuentra en el interior de la iglesia, grabado en una de las ventanas del muro lateral izquierdo de la nave. Se trata de un pequeño grafito que representa un bote con una proa extraordinariamente arrufada, que termina en punta, y de popa truncada. La estampa de popa es vertical, y las dimensiones reales del bote no debían de ser muy grandes a juzgar por la figura de un solo remero que aparece a popa manejando dos remos (Fig. 2). El análisis de los viejos grafitos en monumentos religiosos nunca es fácil a primera vista, pues suelen ser rudimentarios esbozos de embarcaciones desaparecidas, sobre las que no siempre existe documentación o diseños de otras épocas que nos ofrezcan algún punto de referencia para averiguar su procedencia o sus orígenes. Mucho más difícil todavía es contar con testimonios arqueológicos, pues no hay en el Noroeste de España ningún Museo Marítimo que conserve restos de embarcaciones antiguas, ni tampoco éstas han aparecido todavía por esas latitudes. Pero en cambio sí existe, como ya señaló Lixa Filgueiras, un extraordinario museo de embarcacion~s tradicionales, que áun están en uso, y que conservan características de modelos muy anteriores a los actuales. Con su análisis detenido se pueden rastrear sus orígenes y su evolución; tal es el caso, por ejemplo, de los barcos de Nazaré y concretamente, para el estudio que aquí nos interesa, de los que se utilizan en esa localidad portuguesa para arrastrar las redes 101
FERNANDO ALONSO ROMERO
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Figura 1.
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Plano de la iglesia de Santiago (A Coruña). La flecha señala el lugar donde se encuentra el grafito (En Arquitectura románica de La Coruña. /. Faro. Mariñas-Eume. Departamento de Historia de la Arquitectura de la ETSA de A Coruña. 1983).
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Figura 2.
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Grafito de un bote de remos (Iglesia de Santiago-A Coruña). (Grabado del autor según el calco efectuado por Santiago González directamente sobre el grafito.)
Grafito de un bote de remos en la Iglesia de Santiago (A Coruña)
hacia tierra: los llamados barcos das netas, que llevan el nombre del tipo de red que emplean, «neta da arte xávega o simplemente neta» (UXA FILGUEIRAS; 1981, 11). La característica principal del barco da neta es su larga proa curvada hacia lo alto que termina en punta, es una embarcación de fondo plano y sin quilla. La popa es truncada con el codaste ligeramente curvado hacia el fondo (Fig. 3). Lixa Filgueiras clasifica al barco da neta dentro del grupo genérico de las canoas de tablas conjuntamente con la familia de las embarcaciones a las que pertenece el saveiro (el barco do mar o xavega) pero «constituindo um sub-grupo diferenciado» (UXA FILGUEIRAS, 1981, 13), pues dentro del concepto genérico de canoas de tábuas se pueden advertir influencias de más de una cultura. Para conocer los orígenes de las embarcaciones tradicionales portuguesas de dos proas terminadas en punta, habría que retroceder hasta el tercer milenio antes de Cristo, fecha a la que pertenece un modelo en barro de una embarcación de Ur que procede de la civilización de EI-Obeid (3500 a. de C.). al año 2500/2700 a. de C. pertenece el modelo de plata de Ur, que representa también una embarcación de dos proas de punta (UXA FILGUEIRAS, 1977,84) (Fig. 4). Posteriormente las embarcaciones mesopotámicas fueron tomadas también como modelo en la construcción naval egipcia. Y la influencia de las embarcaciones egipcias en las técnicas de construcción naval de otros pueblos del Mediterráneo se puede atestiguar gráficamente por lo menos desde el año 1500 a. de C. gracias al descubrimiento de las pinturas de Thera, realizado en 1972 por Spyridon Marinatos. En estas pinturas se ven varias embarcaciones de elevadas proas y popas, e impulsadas por canaletes al estilo egipcio. Y se gobernaban con espadillas. Los diseños de algunas recuerdan igualmente a ciertos tipos de embarcaciones de los grabados de Nubia (UONEL CASSON, 1975,3-10), Las remotas influencias mesopotámicas en la construcción naval llegaron también a Italia, reflejándose en embarcaciones como la góndola o la rascona (UXA FILGUEIRAS, 1981, 15). Igualmente se advierten influencias en embarcaciones árabes y turcas (UXA FILGUEIRAS, 1981, 36). Pero, mientras que las embarcaciones de doble propa de origen mesopotámico son relativamente fáciles de investigar partiendo de sus orígenes y de modelos posteriores, hasta llegar a los ejemplares de embarcaciones tradicionales actuales, los barcos da neta, por el contrario, no ofrecen la misma facilidad de análisis debido a que no existen testimonios iconográficos suficientemente convincentes como para poder aclarar cómo llegaron y quién los trajo. Esta es la opinión expresada por UXA FILGUEIRAS en su estudio sobre Os barcos de Nazaré (1981,36), Esta embarcación tipo barco da neta, grabada en el interior de una iglesia de La Coruña de la segunda mitad del siglo XII, plantea una serie de interrogantes. En primer lugar vamos a analizar la fecha del grafito. Por encontrarse éste en una piedra del interior del monumento, debemos pensar, en principio, que se trata de una obra posterior a la fecha de construcción de la iglesia. También podría pensarse que se aprovechó para el edificio una piedra ya grabada con dicho grafito, en cuyo caso tendríamos que retrasar a una fecha indeterminada la realización de este curioso grabado. Pero esto no es nada probable que ocurriera por las razones que veremos. Es más acertado pensar que el bote se grabó en la piedra en fecha posterior a la construcción de la iglesia. Recordemos que la práctica de representar embarcaciones en los edificios religiosos, a modo de ofrendas o exvotos, era una costumbre de amplia difusión en todo el área marítima europea. Este 103
FERNANDO ALONSO ROMERO
Figura 3.
Figura 4.
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Fotografía de un barco da neta y plano de su perfil. (Fotografía de O. Lixa Filgueiras en Os barcos de Nazaré. Plano realizado por L. A. Marques. En Os barcos de Nazaré, fig. 10).
Modelo de una embarcación de Ur (arriba) y la silueta del saveiro portugués. (En O. Lixa Filgueiras, The Xavega Boat. A. Case Study in the Integration of Archaeological and Ethnological Data. Fig. 9 Y 7).
Grafito de un bote de remos en la Iglesia de Santiago (A Coruña)
Figura 5.
Bote de remos representado en un mosaico romano de la Piazza Armerina en Sicilia. En Fishery Products, editado por Rudolf Kreuzer. F. A. O. Fishing News (Books), Ltd. Fig. 11.
tipo de grafitos se caracteriza por la simpleza y el esquematismo de sus líneas, que con frecuencia dan muy poca información sobre los aspectos generales de las embarcaciones. Otro medio para poder identificarlas es el estudio comparativo con otros diseños de barcos (NIELSKNUD LlEBGOTT, 1973, 148). El estudio de la información iconográfica sobre embarcaciones medievales en Galicia todavía no se ha realizado, y lo mismo ocurre en la mayoría de los países europeos (A. W. FARREL, 1979,227-246), por esta razón es importante prestarle atención a este tipo de grafitos, sobre todo porque es fácil que se borren con las obras de limpieza de los monumentos o con los trabajos de las restauraciones (ALONSO ROMERO, 1982, 250). Para poder fechar este grafito de la iglesia de Santiago no tenemos más remedio que recurrir a la iconografía. El antecedente más antiguo que encontramos para este bote tipo neta es de origen romano, dejamos naturalmente al margen los orígenes remotos del barco da neta ya analizados por LlXA FILGUEIRAS (1981). En un mosaico romano de la Piazza Armerina en Sicilia, podemos ver un posible antepasado de este bote de la iglesia de Santiago (Fig. 5). Se trata de un bote también de proa afilada y popa truncada aunque redonda, lo que hace sospechar que el fondo no fuera plano como en el barco da neta, aunque sus líneas generales recuerdan mucho las del grafito coruñés. De todos modos, es en una época muy posterior a la del imperio romano donde debemos encontrar los paralelos de este bote. Una embarcación muy parecida a la del mosaico de la Piazza Armerina es la pintada·por Gentile da Fabriano en el año 1425 en el cuadro «San Nicolás salva una nav'e del naufragio» (Fig. 6). Es un pequeño bote también de 105
FERNANDO ALONSO ROMERO
proa afilada y popa truncada que parece ser de fondo redondeado y con quilla. Tanto en esta representación como en la anterior, interesa resaltar el detalle de que ambos botes tengan la proa afilada, apuntada hacia lo alto, y la popa truncada aunque de estampa curvada. Podría tratarse de un tipo de bote que aparece con más detalle entre las embarcaciones del puerto de Venecia en una miniatura del siglo XV. Me refiero al bote manejado por un solo remero que se ve bajo un puente (Fig. 7 Y8). Evidentemente es un bote de construcción a tope, cuya popa de estampa recta se observa también en otra embarcación a su derecha (Fig. 7). Pero lo interesante es ver que la proa es muy arrufada y terminada en pico, como la de los ejemplares mencionados anteriormente. En la figura 9, y señalado con una flecha en primer plano, distinguimos otro pequeño bote de estampa recta y proa en ángulo (ampliado en la Fig. 10), navegando entre otras embarcaciones del puerto de Venecia. Sin embargo, la representación más clara de este bote tipo neta aparece en una miniatura del siglo XV, en un manuscrito de los Voyages
Figura 6.
Gentile da Fabriano, «San Nicolás salva una nave del naufragio» (aro 1425). Obsérvese el bote auxiliar a popa de la nave (en Museos del Vaticano. Edt. Salvat, 1966, p. 139).
de Mare PoI, que se conserva en la Biblioteca de l'Arsenal de Paris (Fig. 11). La miniatura muestra una visión parcial, probablemente imaginada, del puerto de Venecia. Pero el dibujo del pequeño bote que se ve en primer plano ofrece muy pocas dudas con respecto a su parecido con el bote de la iglesia de Santiago. También hay representada una figura humana, que nos permite deducir el tamaño real de este bote veneciano, al igual que el de La Coruña. Ambas embarcaciones no debían de sobrepasar los cinco metros de eslora, e irían provistas de uno o dos pares de remos. Este mismo bote lo vemos también en el Retablo de Santa Ursula (Fig. 12), donde aparece pintado al lado de una nave redonda del siglo XIV. Como se observa, se trata de un tipo de embarcación utilizado como bote auxiliar (Fig. 13). 106
Grafito de un bote de remos en la Iglesia de Santiago (A Coru帽a)
Figura 7.
An贸nimo. Vista de Venecia en el Libro de Marco Polo (Principios del siglo XV. En la Bodleyan Library de Oxford, Ms. Bodley 264. Fotocopia de la obra Venise, Edt. A. Skira, 1956, p. 17).
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Figura 8.
Fotografía muy aumentada de la embarcación que aparece bajo el puente en la Fig. 7.
Con los testimonios iconográficos sobre estas embarcaciones tipo neta podemos deducir las siguientes conclusiones con respecto a la fecha y origen del grafito de la iglesia de Santiago: 1. - Conocemos una fecha, los siglos XIV y XV durante los cuales se utilizaron en Italia botes muy parecidos al del grafito coruñés. 2. - En estos testimonios iconográficos creemos ver u'n antecedente inmediato del barco da neta de Nazaré (Portugal). 3. - Durante el siglo XIV el puerto de La Coruña era muy frecuentado por naves genovesas y venecianas, incluso en cierta ocasión llegó a entablarse una batalla en pleno puerto de La Coruña entre una carraca genovesa y otra veneciana (FERREIRA PRIEGUE, 1982, 226). 4. - La situación del grafito en la jamba de una ventana y la forma en que se realizó el grabado del bote son dos datos dignos de tener en cuenta para su análisis. En primer lugar, se eligió para su ejecución un lugar iluminado donde pudiera verse bien el bote. Las ventanas románicas de la iglesia permiten pasar muy poca"'1uz, de ahí que el mejor lugar para ver el grafito fuera una de sus jambas, preferentemente la que miraba hacia el altar mayor. Esto nos hace sospechar que el grafito es posterior a la fecha de construcción de la iglesia. Pero hay otra pista más que refuerza esta suposición, y es el hecho de que se grabó muy cercano a la arista de la piedra, por ello los remos no pudieron ser representados con toda su longitud; lo cual hace sospechar además que su artífice no era muy hábil cal108
Grafito de un bote de remos en la Iglesia de Santiago (A Coruña)
Figura 9.
Vista de Venecia. En el libro de Bernhard van Breydenbach, Opusculum Sanctarum Peregrinationum in Terram Sanctam (año 1486). En la Biblioteca Nazionale Marciana, Inc. 382. Según la obra de André Chastel, El Renacimiento Meridional. Aguilar, 1965, p. 114),
Figura 10.
Ampliación del bote señalado con una flecha en la figura 9.
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FERNANDO ALONSO ROMERO
Figura 11.
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Vista de Venecia en una miniatura del manuscrito Voyages de Marc PoI (Siglo XV). Observese el bote con la figura humana a bordo y compรกrese con el grafito de la Fig. 2. (En Paul Lacroix, Moerus, usags et costumes au Moyen Age. Paris, 1872, Fig. 191).
Figura 12.
Retablo de Santa Ursula. (Museo de Palma de Mallorca). En El Buque en la Armada Espa単ola. Edt. Silex. Madrid, 1981, p. 48).
Figura 13.
Detalle del bote auxiliar que aparece en el Retablo de Santa Ursula. Fig. 12.
FERNANDO ALONSO ROMERO
culando las proporciones, ni tampoco como artista, pues las líneas de la regala de la banda de estribor se trazaron antes que los remos, lo cual hizo que el remo de la izquierda se viera atravesado por la línea de la regala. Obsérvese la Figura 2. Quizás el artífice fuera el propio navegante que cumplía así algún voto u ofrenda. 5. - Cuando murió el rey Pedro 1, Galicia se declaró a favor de Fernando I de Portugal y le ofreció la corona del territorio español. Esto motivó que viniera a Galicia para reclamar sus derechos, cosa que hizo en el año 1369, siendo recibido triunfalmente en La Coruña donde vivió dos años. Fruto de la estancia de los portugueses en esta ciudad fue la acuñación de monedas que llevaban por el anverso las armas de Portugal y por el reverso las de La Coruña, representadas con la Torre de Hércules (Enciclopedia Gallega, v. «La Coruña»). Si nos fijamos en que este episodio sucedió también en el siglo XIV, podemos pensar en la posibilidad de que fuera algún autor portugués el que grabara este grafito en la iglesia de Santiago. Hay que tener en cuenta también que a finales del siglo XIV Galicia mantenía un importante comercio con Portugal relacionado con la sal, sobre todo con los puertos de Aveiro y Setúbal (E. M. FERREIRA PRIEGUE, 1987, 13). Por lo que podría ser que el bote del grafito representara el tipo de embarcación auxiliar que utilizaba algún mercader para el desembarco de la sal en el puerto de La Coruña. Esta suposición nos llevaría a admitir su relación con el barco da neta, suponiendo naturalmente que este tipo de bote italiano del grafito de la iglesia de Santiago fuera un antecedente inmediato del barco da neta, como así creemos.
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Grafito de un bote de remos en la Iglesia de Santiago (A Coruña)
BIBLIOGRAFíA
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113
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RESTOS DE UN «CRUCEIRO MEDIEVAL», DE SINGULAR IMPORTANCIJ\, EN TORRE DE LAMA (MAÑÓN - A CORUÑA)
JAIME DELGADO GÓMEZ Asesor Cultural da Comisión Territorial do Patrimonio Histórico-Artlstico de Lugo
Resumen. Este trabajo tiene dos partes muy bien diferenciadas. En una se estudia (da iconografía de las cruces medievales)). Estudio necesario para poder fácilmente reflejar la cronología de este ((cruceiro medieva/). Hay aquí tres apartados. Se tocan primeramente los distintos estilos del ((Cristo-Crucificado» y de su ((cruz» anteriores al año mil. Luego se precisa eso mismo, desde el año mil hasta el final de la Edad Media. Y el tercero apartado estudia la iconografía de los ((anversos y reversos» de las cruces. La segunda parte está dedicada a esos restos de nuestro ((cruceiro medieva/). Se describe y estudia su iconografía del ((anverso y reverso», contrastándola con la estudiada en la primera parte. Se hace su datación y se habla de su posible función. Concluye el trabajo resaltando el mérito de ser seguramente el ((cruceiro» más antiguo de Galicia y el de la singularidad de su iconografía. Abstract. Remains of a Medieval wayside cross of exceptional importance located in Torre de Lama (Mañón-A Coruña). This paper has two very different parts. In one of them we study the (o'conography of medieval crosses». This study is necessary se that you can show c1early the chronology of this ((medieval cross». (cruceiro). There are there sections. Firstly we refer to the different styles of the ((CrucJfied ChriSf) and his ((CroSS» befare the year one thousand. Then we study the same thing, from the year one thousand to the end of the Middle Ages. In the third section we study the iconography of the (wbverses and reverses» of the crosses. The second part is dedicated to those remains of our medieval cross (cruceiro). We describe and study the iconography of its (wbverse and reverse)), contrasting it with the crosses studied in the first parto We date it and we talk about its possible function. We finish the paper emphasizing that perhaps it has the merit of being the most antique cross (cruceiro) in Galicia and the singularity of its iconography.
Al arquitecto Antonio Meirás Barreiro, buen amigo y compañero en la Comisión del Patrimonio Histórico-Artístico de Lugo, se debe el que yo haya hecho este, para mí, tan gratificante trabajo. Girando visita algunos miembros de la dicha Comisión al ((Patrimonio Vivariense)), él fue quien nos mostró, como un apéndice de la visita, este idílico paraíso de camelias, en que se encuentra nuestro monumento ahora en estudio. De su técnica y artística mano son también algunas de las fotografías que publico y el diseño del ((cruceiro)) con las medidas. Por este doble motivo quiero dejar aquí expresado mi gran agradecimiento al amigo Arquitecto. Este lugar y antigua ((casa señoriah), ((Torre de Lama)), pertenece a la aldea de Sanfiz de la parroquia de Ribera de Sor, del ayuntamiento de Mañón (La Coruña). Es su propietario el culto y emprendedor D. José Diego Maciñeira Lage. El hizo de sus tierras que circundan la casona, un ((Vivero-jardín-bosque)) de camelias, a gran nivel industrial. Y también convirtió la por él habitada casona ((Torre de Lama)), y su entorno inmediato, en un pequeño museo. 115
JAIME DELGADO GOMEZ
En ese entorno destacan especialmente estas tres cosas: - La capilla exenta, en cuyo interior se halla un artístico mobiliario y el panteón del propietario.
- Una especie de ((retablo pétreo» de estilo renacentista-plateresco, que se eleva también exento y al aire libre, junto a la capilla; retablo que él supo aprovechar y reconstruir de ruinas desplomadas.
- y un ((CRUCEIRO» elaborado con diversos elementos pétreos, todos ellos de épocas distintas. Sobre un monolito, o gran dedestal, se levanta un fuste cilíndrico al que corona, a modo de capitel, una piedra de un ((molino romano». Sobre el capitel está otra piedra cúbica, con alguna sencilla moldura. Y sobre este cubo descansa la ((cruz», con su medieval iconografía. Singularísima ((cruz» que va a ser el objeto y punto focal de todo este estudio. Según el señor Maciñeiras esta cruz fue hallada en un camino, cerca de Ortigueira, por su padre, que la recogió y trajo aquí.
1.
LA ICONOGRAFíA DE LAS CRUCES MEDIEVALES
Es un punto esencial en toda investigación iconográfica llegar a la fecha en que se hizo el monumento. Sólo así será mejor comprendido todo su lenguaje, tanto iconográfico como iconológico. Para poder dar la fecha de esta ((cruz» de Torre de Lama, lo más aproximada posible y lo más científicamente segura, es necesario un estudio estilístico-comparativo de ella con sus paralelos ya bien estudiados y datados. Esto va a ser, pues, el objeto del presente capítulo.
A.
ESTILOS DEL CRISTO CRUCIFICADO Y DE SU CRUZ ANTES DEL AI\lO MIL
En una reciente publicación iconográfica, he estudiado con bastante amplitud la iconografía de la ((escena del Calvario» en general, y concretamente la de la ((crucifixión» esculpida en una piedra recién descubierta en ((O Incio» (DELGADO GÓMEZ, 1987). En este estudio quedaron tratados los diversos estilos de las muchas representaciones de ((Cristo en cruz» realizados en el primer milenio. Igualmente se trató el tema de los ((personajes ¡;Jcompañantes» de Cristo en la escena de crucifixión de todo este tiempo medieval. No nos interesa ahora el tema de los ((acompañantes», por no encontrarlos en nuestra cruz en estudio. De este primer milenio tan solo expondré sintéticamente lo que se refiere a la figura de Cristo, y algo al tema de la cruz.
116
Restos de un «Cruceiro medieval», de singular importancia, en Torre de Lama
1.
La figura de Cristo crucificado a)
Su hieratismo mayestático
Es generalmente una figura ((hierático-mayestática)). El ((hieratismo)) se acentúa más en el mundo cristiano oriental, tendiendo en la parte occidental a un mayor humanismo. Se refleja éste en una cierta ((morbidez)) del cuerpo, aunque " siempre dentro del hieratismo. En este hieratismo su cuerpo, recto verticalmente y con los brazos abiertos en rectilínea horizontalidad, forma una perfecta cruz latina. Está absolutamente ausente de él todo rasgo que signifique dolor, sufrimiento o violentación corporal. Más aún, el cuerpo aquí es de total (dngravidez)). Y así el natural peso del cuerpo, como si éste fuese sólo la (dorma del espíritw) que habita en él, no incide para nada en sus tres supuestos puntos de apoyo, con que se adhiere a la cruz. Esto es, en los dos puntos de las manos clavadas y en el de los pies puestos juntos a la par sobre el «suppedáneo». Cristo está sobre el leño, no con la enervante rigidez de un cuerpo fuertemente así violentado, sino con la suave rectitud mayestática de un cuerpo ingrávido que se mantiene por sí mismo unido a la cruz. O sea, unido a la cruz como lo haría un ((cuerpo divinizado)), libre de toda ley natural de gravedad. En el mundo cristiano occidental, como se dijo arriba, generalmente el cuerpo se hace más humano, y así algo menos mayestático, aunque siempre dentro del hieratismo. Es, pues, un ((Cristo glorioso)), no un ((Cristo paciente)). Responde así perfectamente al pensamiento pagano-cristiano en el que no cabe la idea de un ((Dios humillado)), y como un vil malhechor crucificado. He de recordar aquí que en la iconografía cristiana las representaciones de Cristo crucificado aparecen públicamente, sólo a partir de la mitad del siglo V, más o menos. E, incluso, esto se hace inicialmente de modo muy camuflado. Las razones de tan tardía aparición de un tema que debiera ser focal, las explicaba en el citado estudio iconográfico. Arrancan éstas, fundamentalmente, de ese dicho pensamiento del mundo cristiano antiguo. No sólo a los cristianos salidos del paganismo les resultaba difícilmente aceptable, por inconcebible, la idea de un ((Dios crucificado)), sino que también lo consideraban como repelente e inaceptable para el mundo pagano que intentaban convertir al cristianismo. b)
Diversos modos de cubrir la desnudez de Cristo
He aquí otro punto enormemente curioso. En unas pocas representaciones conservadas y que son anteriores al siglo V, Cristo aparece íntegramente desnudo (cf. DELGADO GÓMEZ, J. 1987, Figs. 7, 8,9). Responde así a la realidad histórica, no cuestionándose en esos primerísimos ensayos la desnudez de Cristo. Pero hemos de advertir dos importantes puntualizaciones. Tales representaciones, o crucifijos, son de ((Uso y culto totalmente privado)). Esto lo prueba es117
JAIME DELGADO GÓMEZ
pecialmente el hecho de estar grabados en pequeñitas ((piedras preciosas)), de exclusivo adorno personal. y tal desnudez es tan elegante y sutilmente expresada, que es incapaz de herir la más pudorosa sensibilidad del alma cristiana. Cuando se inician las representaciones de ((Cristo crucificado)) para el (ruso y culto público)) (siglos V-VI), los pudorosos artistas, interpretando sin duda la sensibilidad religiosa del pueblo, cubrieron la desnudez de Cristo. Pero lo hacen con sólo una estrecha cinta envuelta a la cintura y un poco prolongada verticalmente hacia abajo por delante. Esta cinta cubría tan solo lo estrictamente indispensable (DELGADO GÓMEZ, 1987, Figs. 12 y 13). Yen un segundo momento inmediato al anterior, y ya algo contemporáneo a él, se le vistió un largo ((faldón)), que le llegaba desde la cintura hasta los pies. Debieron ser pocos los ejemplares de Cristo así vestido (DELGADO GÓMEZ, 1987, Fig. 10). Y ya enseguida se le viste una túnica. Al principio prevalece la ((túnica de mangas cortas)), y sólo alargada hasta las rodillas. Pero alternando con ésta y prevaleciendo en los siglos siguientes hasta el año mil, tope de este capítulo, suele ser ya casi siempre una túnica de mangas largas y alargada hasta los pies. Ambas son la vestimenta llamada ((colobium)) (DELGADO GÓMEZ, 1987, Figs. 14, 16, 18, 20, 21, 22, 24 Y 25 de mangas cortas y 17, 19 Y 23 de mangas largas). Estas son las normativas tipológicas en general. Bien es verdad que debemos aceptar algunas lógicas peculiaridades de los artistas que se salen algo de estos esquemas. c)
Cristo, único portador de nimbo crucífero
Un elemento madrugador en la iconografía de Cristo-crucificado es el de su nimbo crucífero. No es el nimbo un invento de los cristianos. Ellos lo tomaron del mundo pagano, haciéndolo un atributo de santidad. Por tanto el ((halo)), o círculo en torno a la cabeza, es como una imagen del cielo y un reflejo de la ((gloria celeste)). No es éste el momento para hablar del origen y del uso del nimbo a través del tiempo (MARTIGNY, 1894, pp. 529-532); (DACL, 1904-1936, palabra «Nimbo», vol. XII, 1. 1935). Tanto MARTIGNY como el DACL hablan de algunas representaciones de Cristo nimbado, ya realizadas en el siglo 111; pero tales fechas no parecen muy aceptables. Sin embargo en la segunda mitad del siglo IV, tenemos magníficos ejemplares de él en las pinturas catacumbales de Roma. El ejemplo más extraordinario y que, incluso, ayudó a fijar el tradicional rostro de Cristo, lo tenemos en la catacumba de ((Commodilla)). Se trata del busto de Cristo pintado en el techo de un cubículo hacia la mitad del siglo IV. El nimbo aún no parece ser crucífero, pero ya va entre las letras ((alfa y omega)) (GRABAR, André, 1967, Fig. 237). Otro buen ejemplar de finales del siglo IV lo encontramos en la catacumba de los Santos Pedro y Marcelino. Allí se halla Cristo sentado en medio de los Após118
Restos de un «Cruceiro medieval», de singular importancia, en Torre de Lama
toles, Pedro y Pablo. Cristo lleva nimbo crucífero, también puesto entre el «alfa y omega» (GRABAR, 1967, Figs. 233 y 234). Recordemos que una vez extendido el uso cristiano del nimbo a las distintas categorías de personas, fue necesario precisar su forma, lo que se hizo desde principios de la Edad Media. Así el nimbo crucífero, con o sin alfa y omega, se reservó exclusivamente para Cristo, o para sus símbolos animados, como es el del cordero. El nimbo sencillo fue para toda clase de ángeles, apóstoles, santos, etc., extendiéndolo, incluso, a personas célebres civiles. Y se inventó un nimbo cuadrangular para ponérselo a los personajes aún vivos entonces, pero que ya formaban parte de alguna escena, unidos así a santos y ángeles en torno a Cristo o a su Madre, Esto último sucedía generalmente cuando ese personaje era el patrocinador de aquella obra. Como queda dicho, pues, el «nimbo crucífero)) es un distintivo exclusivo de Cristo. No lo lleva el Cristo de todas las primerísimas representaciones de la crucifixión, porque todavía se está ensayando esta escena. Pero entra ya en casi todas las del siglo V-VI. Desde entonces se va haciendo norma en toda la iconografía de Cristo. Las excepciones de esta norma, unas son fácilmente explicables por dificultades de espacio. Otras parecen deberse más bien al ejecutor de la obra, quizás por desconocimiento de la norma, como tal, o por despiste. Debe resaltarse bien aquí la ausencia total de la «corona de espinas)). Sólo en la iconografía paleocristiana aparece alguna vez un soldado sosteniendo sobre la cabeza de Cristo la «corona de espinas)). Pero esto se hace de un modo tan singular que más parece la «láurea corona)) del glorioso vencedor, que la «dolorosa y humillante corona de espinas)) que Cristo hubo de soportar en su pasión (cf. GRABAR, André, 1967, Fig. 295). Lógicamente la corona de espinas no cuadraba en absoluto con aquel «hieratismo)) arriba expuesto y surgido del pensamiento cristiano de entonces. Ni tampoco cuadraba con ese mismo pensamiento de un Cristo glorioso, no doliente.
2.
El tema de la Cruz
También este tema de la cruz y sus diversas clases y formas, desde su aparición iconográfica hasta el año mil, ha sido tratado con suficiente amplitud en mi obra citada (DELGADO GÓMEZ, 1987). Por tanto a dicha monografía remito a quienes les interese el tema. a)
Su camuflaje inicial l.
Sin embargo quiero recordar de allí, aunque sea muy sintéticamente, el apartado en que se habla de su «camuflaje total o parcia!;). Efectivamente en algunas de ellas no aparece, ni asoma por ningún lado, la cruz. Tan solo se insinúa con la misma figura de Cristo-crucificado. Otras veces se dejan ver únicamente sus extremos. O se reduce toda ella a unas simbólicas líneas, etc. . 119
JAIME DELGADO GÓMEZ
Como claramente se puede deducir, este ((camuflaje)) total o parcial, es un sutil detalle que está en perfecta consonancia con el ya sintéticamente expuesto pensamiento primitivo cristiano. Este vivencial pensamiento cristiano, como atrás dijimos, sólo exalta y representa la figura de un ((Cristo glorioso y victoriosO)). No la de un ((Cristo humillado y doliente)). b)
Diversas formas
Lo que afecta a las formas en este primer milenio, no interesa aquí. Nuestra cruz en estudio es muy posterior a tales tiempos. También remito al tantas veces citado estudio monográfico, a quienes les interese conocer este tema.
B.
ESTILOS DEL CRISTO-CRUCIFICADO Y DE SU CRUZ DESDE EL AÑO MIL HASTA EL FINAL DE LA EDAD MEDIA
Iniciaré este apartado recordando que la iconografía de este tema, en estos tiempos, es abundantísima, tanto en pintura como en escultura. Por tanto, para comodidad del lector, tan sólo reseñaré la que se publica en el tema VI del gran ((corpus)) ((Ars Hispaniae)) (ARS HISPANIAE, T. VI, 1980). Aquí está recogido lo que hasta entonces se conocía en España. O que, al menos, era conocido a nivel nacional. Para cuantas matizaciones hagamos en este estudio, allí hallaremos paralelos que el lector podrá fácilmente consultar. Y estos paralelos, en Ars Hispaniae datados con más o menos precisión, en su conjunto son suficientes para ir situando cronológicamente los distintos estilos. Y también lo son para poder centrarnos en la fecha aproximada de nuestra cruz en estudio.
1.
La figura de Cristo crucificado a)
Del ((hieratismo ideab), a la crudeza de la ((realidad histórica))
En esta larga etapa de cinco siglos, la figura de Cristo pasa por tres momentos estilísticos bastante bien definidos. El primero es una continuación de aquel pose ((hierático-mayestático)) anterior. A medida que se avanza en el tiempo, pero dentro del ((hieratismO)), se inicia un cierto movimiento en la figura. Se localiza éste en la cabeza que empieza a inclinarse un poco hacia la derecha. También los brazos van adquiriendo un cierto relajamiento; relajamiento que igualmente se insinúa en el cuerpo (1). El segundo momento está ya muy manifiesto en la segunda mitad del siglo XII, más o menos, y se alarga hasta el s. XIII inclusive. (1)
120
De Ars Hispaniae, T. VI, 1980, véanse las figuras 51,324,328,334,337,338,341,343,344,347,350,357,384, 413, 415, 430, 431, 447, 449, 468...
Restos de un «Cruceiro medieval», de singular importancia, en Torre de Lama
Aquel movimiento de la figura, ya antes recordado, cada vez es más sensible. y así el cuerpo va reflejando un mayor humanismo en el que ya aparecen algo los efectos de la (dey de gravedad)), y los de la violentación que produce el dolor. Es decir, se va olvidando aquel místico hieratismo idealizado, y se va dejando entrever la ((humanidad)) de Cristo, en la que se realiza material y mortalmente la pasión (2). Por último los artistas se liberan de aquel ((tabú)) multisecular que les había hecho ((subliman) en lo divino, lo humano de Jesús. De este,.modo los efectos dolorosos y violentadores, propios de un cuerpo crucificado, no aparecían en sus representaciones. Desde ya la mitad del siglo XIII, hasta el final de la Edad Media, fecha tope que aquí nos interesa, se va imponiendo el ((realismo)) de aquella humanidad crucificada. Es decir, en las iconografías del cuerpo de Cristo crucificado, se van expresando todos aquellos efectos que cada artista descubre como reales y propios de un ser humano cuando es crucificado. Eso sí, de un ser humano perfectísimo en todo ese ser, en el que no caben ciertos aspectos o formas degradantes . . De ahí que el cuerpo cuelgue violentamente de los brazos, cuyas manos están clavadas más juntas que en los hieráticos. Y por esto mismo los brazos de Cristo dejan de estar paralelos a los brazos de la cruz, para colgar también de ella. De ahí que la cabeza trate de encontrar cierto reposo, descansando sobre el hombro derecho generalmente. De ahí que con la caída del cuerpo estén fuertemente flexionadas las rodillas, y que el mismo cuerpo se flexione en la cintura. y de ahí que, tal vez reproduciendo la veracidad histórica, los pies estén superpuestos para ser traspasados con un mismo clavo. Se produce de este modo una obligada mayor violentación de todo el cuerpo, y así más torturante aún (3).
b)
De ((nimbo crucífero» a ((corona real», y de ((corona rea/J) a ((corona de espinas»
Este original epígrafe sintetiza el contenido de todo el apartado. Cristo crucificado siguió llevando el (mimbo crucífero)), como distintivo singular de su divina persona (4). Pero desde el siglo XII yen el XIII,-,no pocas veces, este nimbo es sustituido por una ((corona rea/)). Dos son fundamentalmente las razones de este cambio. Es la primera, como base de la segunda, toda aquella larguísima tradición ((hierática)). En ella se ve siempre en Cristo: - al gran triunfador de la muerte, por ser el «victorioso resucitado de ella»; - al «maestro-filósofa-doctor y legislador supremo»; (2)
De Ars Hispaniae, T. VI, 1980, véanse las figuras 107, 145, 167, 199,336,351,352,355,356,358,378,391, 39~~,~~m,~,W,M~~,~~4~~~~,_.
(3)
De Ars Hispaniae, T. VI, 1980, véanse las figuras 220, 223, 224, 227, 229, 234, 245, 278, 279, 289, 294, 299,
354,376. (4)
.
De Ars Hispaniae, T. VI, 1980, véanse las figuras 107, 145, 176,220,223,227,229,234,245,278,279,289, 290, 294, 334, 338, etc.
121
JAIME DELGADO GOMEZ
- al «Rey de reyes y Señor de los señores», como dice el Apocalipsis (XIX, 16); figura ésta interpretada en la Baja Edad Media, como ((Pantocrátof)) (Señor y Juez Supremo). De ahí que los artistas, ya desde el Bajo Imperio Romano, para representar la ((divina figura de Cristo)), se valiesen siempre de la vestimenta y de los atributos de todas aquellas dichas figuras, usando principalmente las imperiales. Todo cuanto existía en la tierra, lógicamente, era todavía poco para equipararló a su divina figura. Pero todo esto no era más que el ((abono)), o ((preparacióm) del terreno para que inmediatamente germinase la ((segunda razón)), que es la esencial. Segunda razón. En este inicio de la Baja Edad Media se da la gran explosión de las ((realezas)) occidentales. Poco a poco van éstas sacudiendo las antiguas dependencias feudales, y aumentando cada vez más su ((autonomía)), hasta llegar a un total ((absolutismo)) en los siglos venideros. y entre el gran boato de la ((corte)) que a su ((rey)) rinde homenaje y vasallaje, sobresale eminentemente la figura ((regia)). Este está sentado en rico y elevado trono; va impresionantemente cubierto con el manto real, e impone su regia autoridad teniendo en la mano derecha el ((cetro)), y sobre su cabeza la ((gemada corona)). Desde entonces tres de estos atributos de la ((realezaw el ((trono)), el ((manto)) y la ((corona)), serán también distintivos de Cristo ((Rey de reyes y Señor de los señores)), en las más diversas representaciones artísticas. No lo será, en cambio, el ((cetro)), o simbólico ((bastón de mando)), originado ya en los tiempos prehistóricos. La ((prepotencia)) que simboliza el ((cetro)), la cambiarán los artistas medievales por el gesto de la ((mano alzada)), como bendiciendo. O gesto llamado ((de la palabra)). ¡Todo un símbolo es éste de la realeza de Cristo! El no necesita de la ((amenaza del palo)), sino que arrastra a seguirle con la ((Palabra)), también simbolizada en el (dibro abierto)) que suele tener en su mano izquierda. De ahí que la ((corona rea/)) se introduzca en la misma figura de Cristo crucificado. Entonces era éste todavía aquel ya conocido ((Cristo hierático)), el gran triunfador de la muerte, el victorioso sobre la cruz. Y así ((el que reinaba mayestático desde aquel trono, o maderO)) (5). Metidos de lleno en la Baja Edad Media, el mustisecular ((tabú)) del ((mayestático hieratismo)) del Cristo en cruz, va desapareciendo. Ahora se va introduciendo el ((humanismo realista)). Y así, como ya hemos expuesto atrás, en las representaciones de Cristo crucificado, cual si de cualquier cuerpo humano se tratara, se van expresando y plasmando las realidades de lacruentísima crucifixión. Por tanto, es lógico que al iniciarse esta nueva modalidad, la ((corona rea/)), tan ajena a la escena del Calvario, sea sustituida por la ((corona de espinas)). Esta sí reproducía una realidad histórica. Desde entonces, pues, hasta ahora jamás se interrumpirá en la iconografía de Cristo cucificado (6).
(5)
De Ars Hispaniae, T. VI, 1980, véanse las figuras 336, 341, 344, 356, 358, 378, 430, 431, 449, 456...
(6)
De Ars Hispaniae, T. VI, 1980, véanse las figuras 354,413,468.
122
Restos de un «Cruceiro medieval», de singular importancia, en Torre de Lama
Como detalle curioso diré que, en este entretiempo, algunas veces aparece Cristo con una especie de capacete, o gorro ceñido a la cabeza. Tal gorro está ya muy lejos de parecer una ((corona rea/)). Sin embargo tampoco es una ((Verdadera corona de espinas)). Es más bien la expresión de un tibubeo. Acusa certeramente un titubeo ante aquel cambio de mentalidad. Mentalidad que todavía no tiene la fuerza suficiente para atreverse a la (fÍnnovación)) de la corona de espinas. y esto aun cuando ya probablemente lo exigían los más avanzados vanguardistas de la realidad histórica. c)
Del ((colobium)) a una especie de ((faldón)), y de éste al ('(perizoma))
También este epígrafe sintetiza un poco estos tres pasos evolutivos en el modo de cubrir los artistas, durante los cinco últimos siglos de la Edad Media, la desnudez de Cristo en cruz. La forma ordinaria hasta el año mil, era la del ((colobium)), o larga túnica, de mangas también largas generalmente. Pero aún después del año mil se sigue viendo este modelo. Y algunas escuelas y artistas todavía se lo vestirán al inicio de la Baja Edad Media (7). El segundo paso es una especie de faldón. O quizás mejor, una rica tela envuelta a la cintura y ceñida a ella mediante un cinturón sobre el que se voltea la tela para ocultarlo todo, o parte. Generalmente esta especie de faldón suele llegarle tan sólo hasta las rodillas, sobrepasándolas un poco muy raras veces (8). También hay que decir que suele adoptar una ((caída norma/)), sin esas grandes ampulosidades y violentaciones de los lazos, que se acusarán en las etapas sucesivas, sobre todo durante la del baraca (9). He de resaltar aquí, una vez más, que nuestro Cristo en estudio viste todavía esa especie de faldón, aunque ya aparece bastante ampuloso.
2.
Las cruces
También es interesante ver plasmadas unas ciertas tendencias en las formas de las cruces. A tres podemos reducirlas. Y las tres van un tanto paralelas, sobre todo a los tres estilos de las figuras de Cristo. En los Cristos «hierático-mayestáticos» se observa la tendencia a hacer en las cruces un alarde de decoración. Consiste ésta, principalmente, en adornarlas con recuadros de mayor anchura que los palos, o con discos; o grabar, o pintar, dentro de ambas figuras geométricas, figuras humanas, como las de la Virgen y San Juan, los cuatro Evangelistas, o símbolos evangélicos, el Cordero divino, o también las figuras del Sol y de la Luna, etc.
(7)
De Ars Hispaniae, T. VI, 1980, véanse las figuras 51,341,343,344,347.
(8)
De Ars Hispaniae, T. VI, 1980, véanse las figuras 107, 145, 167, 176, 199, 220, 324, 328, 334, 336, 337, 338, 350,351,352,354,355,356,367,357,358,376,378,384,391,399,413,415,430,431,432,433,434,437,446, 447, 448, 449, 460, 467, 468, 469.
(9)
De Ars Hispaniae, T. VI, 1980, véanse las figuras 223, 227, 229, 234, 245, 278, 279, 289, 290, 294, 404.
123
JAIME DELGADO GÓMEZ
Otras veces estas cruces están adornadas con figuras geométrico-vegetales y aún animalísticas (10). En la etapa siguiente se tiende a la seriedad de las líneas rectas contínuas. Esto es, son unas cruces hechas con dos tablones lisos y bien escuadrados (11). Por último, es muy propio de los Cristos de formas muy violentadas el ir clavados a unas cruces de tablones delgados y lisos; y más aún a unas cruces hechas de «palos lisos)), generalmente delgados, y de «palos muy enramapos)). En este último caso se nota muy bien en ellos el arranque de las ramas, tanto si están cortadas a ras del palo, como si sobresalen un poco (12).
C)
LA ICONOGRAFíA DE LOS «REVERSOS» DE LAS CRUCES
1.
La «Agia Teotokos»
Dos temas son los que suelen ocupar el «reverso)) de las cruces. Uno, el principal y el que se halla en la mayor parte de las cruces iconografiadas, es el de «María)). Pero se debe resaltar inmediatamente que aquí no es la «Dolorosa del Calvario)), sino la «AGIA TEOTOKOS)), o «Santa Madre de Dios)). Pudiera servir de ejemplo la célebre «Cruz Vaticana)), perteneciente al Alto Medioevo (DACL, Vol. 111, 2, 1914, Fig. 3384). Con este título griego (Agia Teotokos) allí escrito aparece algunas veces, como en la Cruz Vaticana. Y en no pocas representaciones se le ve teniendo en los brazos al Niño-Dios, por el que mereció tan elevado título. No es raro tampoco verla rodeada del «Tetramorfos)), o cuatro símbolos evangélicos, que resaltan aún más ese rango divino. Es lógico que tenga este matiz glorioso, pues debía ser algo paralelo al «hieratismO)) del Cristo del anverso. Hasta después de la Edad Media tal matiz glorioso de María, no será sustituido por el doloroso del Calvario, el típico después del Medioevo.
2.
El Cordero Divino
El segundo tema es el del «Cordero Divino)). Generalmente va dentro de un «clípeo)). Y suele sostener sobre la «mano-pezuña)) (vuelta hacia arriba) de una de las patas delanteras, una cruz procesional. No es raro que le acompañe también el «tetramorfos)), u otros personajes celestes. Su aparición es muy madrugadora. Así lo vemos, aunque no en el «reverso)), sino en el «anverso)) en una columna del famoso ciborio de San Marcos de Vene(10)
De Ars Hispaniae, T. VI, 1980, véanse las figuras 51, 176,324,336,337,344,347,352,355,357,384,391.
(11)
De Ars Hispaniae, 1. VI, 1980, véanse las figuras 145, 167, 199,223,234,245,278,279,294,328,334,338, 341,343,350,351,358,397,404,413,415,433,434,437,446,448,449,467,468,469.
(12)
De Ars Hispaniae, T. VI, 1980, véanse las figuras 220,227,229,289,290,354,355,356,430,431,432,456, 460.
124
Restos de un «Cruceiro medieval», de singular importancia, en Torre de Lama
cia, obra del siglo VI. Aquí sobre el cordero aparecen los bustos del Sol y de la Luna; y abajo está la Virgen y San Juan (DACL, Vol. 1,1, 1907, Fig. 210). Del mismo siglo VI es la llamada ((Cruz de Justiniano)) (Museo Vaticano), en la que el Cordero Divino también hace de ((anverso)) (DACL, T. 111,2, 1914 (Crux et Crucifix), Fig. 3411]. Sigue el Cordero también en el románico, como puede verse en el ((CrucifIjo de don Fernando y doña Sancha)), del año 1063 (cf. Ars Hispaniae, T. VI, 1980, Figs. 324, 325), Y en otros ... Su representación no se interrumpió en los siglos que siguieron a la Edad Media. Evidentemente se trata de representar por medio de él, la misma escena redentora del ((Crucifijo)), pero bajo el rico simbolismo del ((Divino Cordero Inmolado)). Símbolo de profundo significado sacrificial y que ya hundía sus raíces mesiánicas en el Antiguo Testamento (DELGADO GÓMEZ, 1984-1985).
11.
LA ICONOGRAFíA DE ESTA CRUZ DE «TORRE DE LAMA», Y SU DATACiÓN Y FUNCiÓN
A.
LA ICONOGRAFIA DE LA CRUZ
1.
La iconografía del anverso a)
Descripción del crucifijo allí esculpido
Diré en primer lugar que la cruz está muy deteriorada en el brazo superior yen uno de los laterales. Es una cruz de tipo latino, hecha de un solo bloque granítico. Sus medidas se hallan expresadas en centímetros en el dibujo de la figura 5. En su anverso va esculpido un tosco ((crucifijo)). La cruz representa estar hecha de dos delgados tablones escuadrados. La efigie de Cristo aparece toscamente esculturada. De la cabeza, dada esa tosquedad de la labra y el desgaste, tan sólo nos queda su silueta. Sin embargo parece distinguirse un nimbo cru~ífero. Las manos están clavadas una muy cerca de la otra. Por lo tanto los brazos cuelgan totalmente de la cruz, arrastrados hacia abajo por el peso del cl:lerpo. Este peso del cuerpo hace flexionar fuertemente las piernas por las rodillas, dándole así al cuerpo una forma angular también en la Cintura. Los pies superpuestos, están clavados con un solo clavo. Con esta forzada postura de las piernas, se aumenta aún más la violentación corporal. Viste una especie de faldón que le llega desde la cintura a las rodillas. No se ciñe éste al ser del cuerpo, sino que aparece bastante ampuloso. b)
Aproximación cronológica
Toda la figura, como puede observarse, acusa unas formas violentadas, muy lejanas del hieratismo bizantino altomedieval y prolongado largamente en las escuelas románicas. Más aún, esa violentación está también lejos de las tormas 125
JAIME DELGADO GGMEZ
más mórbidas y relajadas, y así ya no tan rígidas, y que encontramos en las primeras etapas del Bajo Medioevo. Todos los detalles de este crucifijo, por tanto, traducidos en cifras cronológicas, diría que se encuadran con bastante seguridad entre los de los crucifijos de finales del siglo XIII y principios del XIV.
2.
La iconografía del reverso a)
Descripción del ((PantocrátorJJ alli esculpido
En el reverso de esta cruz nos encontramos con la figura de ((Cristo PantocrátOf». Pero se halla muy elementalmente esculpido. Está sentado en un invisible trono, no asomando los pies debajo de su larga y lisa túnica. De su rostro, también toscamente labrado y ahora muy erosionado, tan sólo se nota la silueta. En cambio aparece muy claro su nimbo crucífero. Hace el gesto de la palabra con la mano derecha abierta en alto, mientras que en su izquierda sostiene lo que ciertamente es un libro abierto. Toda la figura estaba envuelta en un ((halo» tetralobulado, correspondiéndose cada uno de los cuatro lóbulos con cada uno de los cuatro brazos de la cruz. Ahora de él tan sólo se conservan los lóbulos del brazo derecho y del inferior. Los otros dos han desaparecido juntamente con la mayor parte de los correspondientes brazos de la cruz. Debajo del lóbulo inferior está esculpida una especie de corona. O quizás más bien, dado que no parece estar totalmente cerrada, lo que debe ser un ((creciente lunar». También arriba, encima del libro, pero dentro del desaparecido lóbulo superior del ((halo», parece adivinarse la presencia de una cosa abultada y redonda, pero muy erosionada. Presumo que sean los restos de una ((estrella», o símbolo solar. Mientras que el aro de abajo debería ser el de la Luna. A dar esta interpretación me fuerza la constante presencia de estos astros, no sólo en la escena de la ((crucifixión», sino también algunas veces en ésta del «Pantocrátor», como veremos. Tenemos aquí, pues, un tema iconográfico de grandísima difusión en todo el Bajo Medioevo. Tema éste que ocupará pictóricamente la parte central y focal de gran número de semicúpulas absidales. Asimismo será también esculturado muchísimas veces en el punto focal de los tímpanos de las majestuosas puertas de las catedrales y de grandes iglesias. E, incluso, será un tema favorito para pintarlo o esculpirlo en los frontales, o frentes de altar. En cambio he de reconocer que en toda mi larga experiencia en estudios iconográficos, tanto del mundo paleocristiano, como del medieval, jamás me he encontrado con la representación de un ((pantocrátof», tanto en el anverso como en el reverso de una cruz. Esto, por tanto, en mi apreciación, añade a este monumento un peculiar valor. Peculiar valor que se suma al no ya pequeño que por sí sola tendría la originaIísima cruz por el crucifijo que en su anverso se esculpe. 126
Restos de un «Cruceiro medieval», de singular importancia, en Torre de Lama
Figura 1.
Figura 2.
Vista del «cruceiro» y de la capilla.
«Reverso» de la cruz con el Pantocrátul.
Figura 3.
Retablo pétreo renacentista.
127
JAIME DELGADO GÓMEZ
b)
Un paralelo medieval de este ((PantocrátoT))
De esta figura pantocrática tenemos un paralelo muy interesante en la iglesia de Santa Cruz de Retorta (Guntín-Lugo). Es éste un ((Pantocrátof)) que dentro de un ((halo)) trilobulado y rodeado de un cielo lleno de estrellas, con también el Sol y la Luna, ocupa el tímpano de la puerta principal, o de poniente, de esta iglesia. A tan interesante iglesia he dedicado cinco artículos en «EL PROGRESO», diario de Lugo, en los días 22, 23, 24, 25 Y27 de noviembre de 1984. El que estudia la iconografía del tímpano principal es el del día veinticinco. Toda esta iconografía es también el objeto de un serio y amplio estudio, a nivel científico y con todo el aparato crítico. Tal estudio constituye la FICHA N. o 9 de mi serie (da Biblia en la iconografía pétrea lucense)), que se publica en el Boletín do Museo Provincial de Lugo. El trabajo lleva el título de ((E! Pantocrátor de Santa Cruz de Retorta y su significativo entorno)). Se halla ya en imprenta y formará parte del volumen IV de dicho Boletín. Es éste un magnífico paralelo de unas grandísimas coincidencias. Se asemejan ambas figuras. Del Pantocrátor de Santa Cruz, decía en el citado trabajo, que era una tosca figura falta de técnica, más bien grabada que esculpida. Tosquedad y falta de técnica escultórica que bien se observan, tanto en la cabeza como en el resto del cuerpo, absolutamente elementales ambos. Véanse sino su rostro, los brazos y manos tan desproporcionados, etc . . Se asemejan los halos. El de Santa Cruz es sólo ((trilobulado)), mientras que el de esta cruz en estudio es ((tetralobulado)). Pero es lógico que así sean. Los cuatro brazos de la cruz los sugieren y les proporcionan el lugar adecuado para los cuatro lóbulos. Por el contrario en el tímpano de Santa Cruz no es practicable el cuarto lóbulo por la misma estructura o forma del tímpano. Ambas formas, trilobulada y tetralobqlada, son muy atípicas en toda la Edad Media. Los ((halos)) que envuelven al ((Pantocrátof)), o la ((Teotokos)), son circulares algunos, almendrados los más y algo intermedio entre estos dos modos, también algunos. Por tanto tales formas tan atípicas les dan a estos ejemplares un valor singular (13). Se asemejan por el tema del Sol y de la Luna. La tercera semejanza está en la presencia del Sol y de la Luna en ambas escenas. En Santa Cruz de Retorta se hallan rodeados de estrellas, porque así lo permitía el amplio espacio del tímpano. De ese modo forman todos juntos en ese lugar ((semicirculaf)), un cielo estrellado. En nuestra cruz sólo se halla el Sol, astro rey del día, y el astro rey de la noche la Luna. Si es que mi interpretación es correcta, como así creo. Y es que en esta cruz no hay espacio para estrellas. Incluso el Sol y la Luna están colocados en los únicos sitios disponibles.
(13)
128
Además de lo que se dice del ((halo)) en el estudio del tímpano de Santa Cruz de Retorta, tal tema está tratado con mucha amplitud en la FICHA N. o 11 de la citada serie ((La Biblia en la iconografía pétrea, lucense)). En esta FICHA N. o 11 se estudia el Pantocrátor de San Nicolás de Portomarín, que se halla envuelto en la ((almendra mística)). Saldrá publicado en el volumen 5 del Boletin do Museo Provincial de Lugo.
Restos de un «Cruceiro medieval)), de singular importancia, en Torre de Lama
Figura 4,
Vista del «cruceiro» y del gran bosque,
El origen y profundo significado de estos elementos han sido ampliamente estudiados en la citada FICHA N. o 9. Igualmente se recorrió en este estudio todo el proceso evolutivo de tales elementos. No cabe duda de que ambos astros, con o sin estrellas, están evocando la idea del ((Cielo Empíreo», cuyo centro es ocupado por el Divino Pantocrátor. Es interesante reseñar, para un mejor realce de esta semejanza, el que el Sol y la Luna se hallan en el reverso de la cruz, acompañando al Pantocrátor, y no en el anverso acompañando a Cristo crucificado.
129
JAIME DELGADO GÓMEZ
La presencia del Sol y de la Luna en la escena de la ((crucifixión)) es casi tan antigua como la misma representación iconográfica de tal escena. Y desde entonces ya no desaparecieron de ella, aunque muchas veces no se representen. En cambio tal presencia junto al Pantocrátor de los tímpanos, y más aún en esta cruz, es una reminiscencia arcaizante. Efectivamente tal presencia era más bien propia de cuando el Cristo altomedieval (que después se convirtió en Pantocrátor), ocupaba el punto céntrico de las semicúpulas absidales. Lugar éste que por su misma forma evocaba y representaba el firmamento como símbolo del ((Cielo Empíreo)). c)
Aproximación cronológica
Una serie de detalles nos hacen pensar en una data anterior a la que probablemente tiene. Sobre la~fecha del Patocrátor de Santa Cruz de Retorta, tan semejante a éste, escribía: ((Precoz Pantocrátor que debió hacerse en la segunda mitad del siglo XI». Es evidente que a tal fecha no sólo me conducía el minucioso estudio de ese tímpano, sino también el de otros elementos de la iglesia. El mismo hecho del ((halo tetralobulado)) aquí, parece indicarnos que el poner al Pantocrátor dentro de la ((almendra mística)), como aparecerá siempre en el románico avanzado y en el gótico, no era aún una norma fija e inquebrantable. Al menos no lo era para este nuestro ((artesano-artista)) que hizo este ((cruceiro)) de Torre de Lama. Este ((halo tetralobulado)) parece más bien un elemento arcaizante)) que no un precoz anticipo de aquellos ((arcos lobulados)) propios del gótico muy avanzado. La presencia del Sol y de la Luna (expresión reducida del Cielo Empíreo) en una escena pantocrática, también sugiere la data de un primer románico. Tal persistencia simbólica parece querer empalmar aquella tradicional iconografía de las semicúpulas absidales y bóvedas de la Alta Edad Media, con las representaciones pantocráticas del románico avanzado y del gótico, en los que ya no suele aparecer este cielo estrellado. La sugerente fecha de un inicio del siglo XII, a que parece querer llevarnos esta iconografía, contrasta con la del anverso de la cruz. Esta nos arrastra a un siglo XIII, y éste ya muy avanzado. Incluso no estaría aún fuera de tiempo en el siglo XIV. Tal contraste puede deberse al ((artesano-artista)) para quien debía ser más conocido y familiar el estilo de los crucifijos de entonces, que el del Pantocrátor. Figura esta menos común para estos artesanos alejados, o desligados, de los grandes centros o talleres de los buenos escultores. Por tanto es posible y muy lógico que, quizás sin conexión alguna con esos grandes maestros y sus escuelas, su formación artesanal lo indujese a una elemental imitación de alguna figura pantocrática conocida. En este caso su (dibre)) sensibilidad artística, no ligada a ninguna escuela, crearía el ((halo tetralobulado)) que la misma cruz le sugiere, colocando al Sol y a la Luna en los lugares que le quedaban libres.
130
Restos de un «Cruceiro medieval», de singular importancia, en Torre de Lama
B)
DATACiÓN DE ESTE MONUMENTO
En ambos apartados ((aproximación cronológica)) he expuesto las razones de la diversa datación de cada una de las dos iconografías, crucifijo y Pantocrátor. Pero la lógica nos obliga a datarlas en la misma fecha. Por tanto es necesario conjugar las razones de ambas y llegar a una fecha única. Creo que aquí deben prevalecer las razones de la datación del ((crucifijo)) sobre las del ((Pantocrátof)). El por qué de esta prevalencia ya la indicaba al hablar de la cronología del Pantocrátor. Este, con toda probabilidad, era un te! la menos conocido y familiar a un artesano del pueblo, aunque éste fuese muy cualificado como tal. Por el contrario, el lema del ((cruc,lijo)) le era muy conocido y familiar por su muchísima mayor abundancia. Por tanto es lógico que fuera conocedor del estilo entonces reinante.
Figura 5.
El cruceiro y sus medidas en centímetros:
131
JAIME DELGADO GÓMEZ
Esto me obliga a datar el monumento en el entorno del ano 1300. Esto es, en la segunda mitad del siglo XIII, o en las primeras décadas del siglo XIV. También en el apartado sobre la cronología del Pantocrátor, exponía las posibles razones que explicarían esa falsa precocidad en su datación.
C.
FUNCiÓN DE ESTA CRUZ
No pocas veces es muy difícil concretar la función específica de un monumento. Y lo es mucho más cuando se trata de un objeto aislado, sin paralelos contemporáneos con función ya bien definida. Nuestra cruz, al estar esculturada con figuras diversas por ambas caras, nos hace excluir ya toda función que requiera su ((adosamiento)) a una pared. Su naturaleza nos obliga a ubicarla en un ambiente en el que esté totalmente exenta. Por tanto en un ambiente en el que pudiera ser contemplada y venerada por ambas caras. O mejor aún, en todo su alrededor. Todas estas razones y su difícil encuadramiento en un local sagrado, o iglesia, al que la tradición litúrgica no le encuentra paralelos, por cuanto yo sé, nos hace creer firmemente que su ubicación tuvo que ser al aire libre. Dada la subsiguiente proliferación y riqueza de tales cruces al aire libre, a las que llamamos vulgarmente ((cruceiros)), en esta catalogación pienso que debemos incluirla. Cuál sería su función específica como tal ((cruceiro)) no me atrevo a conjeturar/a todavía. Es este un tema muy poco conocido aún en su origen. Y todavía lo es menos cuando se trata de un ((cruceiro)) que se pierde en la lejanía de unos tiempos de los que apenas nos quedan monumentos de esa clase.
IV.
CONCLUSIONES
Doy fin al estudio resaltando la singular importancia de esta ((cruz-cruceiro)), que ya recordaba el título de este estudio. Y se base esta singular importancia principalmente en dos razones. PRIMERA: LA DE SU SINGULAR ANTIGÜEDAD. Para calibrar con precisión lo que afirmamos en el anunciado, es importante leer el conocido y sintético estudio que José Carlos Valle Pérez hace sobre los ((CRUCEIROS)) (cf. VALLE PÉREZ, J. C., 1974). Allí nos dice literalmente: «Los cruceiros más antiguos llegados hasta nosotros no son anteriores al siglo XIV». Y nos presenta como el más antiguo de Galicia ((el cruceiro de Melide (s. XIV))). Realmente también es éste de Melide un cruceiro singular que bien se merece otro estudio monográfico. Una serie de razones, que se verían más claras después del dicho estudio monográfico sobre el de Melide, nos obligan a situar éste que ahora hemos estudiado, en una data anterior al de Melide. 132
Restos de un «Cruceiro medieval», de singular importancia, en Torre de Lama
Por tanto debemos considerarlo el más antiguo de Galicia, entre todos los hasta ahora conocidos. SEGUNDA: LA DE SU SINGULAR ICONOGRAFíA. También la lectura atenta del dicho estudio de J. C. Valle Pérez, confrontada con la de éste, pone bien de manifiesto la afirmación del anunciado. Efectivamente es ésta una iconografía tan singular que en casi nada coincide con la tradicional de los ((cruceiros)). Así en el anverso, o cara principal, no aparece aún la efigie de Cristo clavado a la gran cruz. En su lugar se reproduce un ((crucifijo)). Tal representación, ya a primera vista, choca estridentemente por ser casi una ((reiteración)) de una misma escena. Esto nos indica que el ((cruceiro)), como tal monumento con identidad propia, estaba entonces aún en su primerísima fase de creación. Ese ((crucifijo)), por tanto, es algo así como un ((primer ensayo)) de la iconografía que el ((cruceiro)) podría llevar en su anverso. Lógicamente tal iconografía no cuajó. Y esto fue sin duda por esa especie de incongruente reiteración de una misma temática. El Pantocrátor del reverso de nuestro cruceiro en estudio, también es un tema totalmente atípico en los ((cruceiros)). Y así es éste otro claro ejemplo del dicho ensayo temático. Tampoco este tema cuajará en el reverso de las cruces de los ((cruceiros)). Esta parte de la cruz, como muy bien especifica J. C. Valle Pérez, está especialmente reservada para una iconografía mariana muy concreta. De ella no falta aquí en los reversos la propia del ((ciclo gozOSO)): La Virgen con el Niño, la Inmaculada ... , etc. Pero la iconografía que prevalece con mucha más abundancia, es la del ((ciclo doloroso)): La Dolorosa y la Virgen de las Angustias con las siete espadas, y sobre todo la Piedad. Ahora bien, es de advertir que toda esta temática tendrá su desarrollo a partir del Renacimiento, como nos está recordando la ((Piedad)), o tema que se inmortalizó con el gran Miguel Angel. He aquí, pues, la singularidad de la iconografía de nuestro ((cruceiro)). Por sí misma, al encontrarse en un ((cruceiro)) ya revela la grandísima antigüedad de éste. Más aún, nos está testimoniando el origen entonces de estos ahora tan abundantes y típicos monumentos de nuestra Galicia. Y nos confirma, a la vez, que antes de fijarse su iconografía característica, hubo unos ((previos ensayos iconográficos)) que no cuajaron, sino que evolucionaron hacia otros modelos que se fijaron definitivamente.
133
JAIME DELGADO GÓMEZ
BIBLIOGRAFíA ARS HISPANIAE, t. VI, 1980. Arquitectura y Escultura románicas, por GUDIEL RICART, J. y GAYA NUÑO, J. A. Madrid (2. a Edición). DACL 1907-1936. Dictionaire D'Archéologie Chrétienne et de Liturgie, dirigido por CABROL, F. y LECRECG, M., París; Vol. 1,1,1907, Fig. 210; Vol. 111,2,1914, Figs. 3384 y 3311 (Crux et crucifix) y Vol. XII, 1, 1935, Nimbe. DELGADO GÓMEZ, J., 1984-85, El Cordero Místico del tímpano de Santa María de Cambre, La Coruña, en Brigantium, Vol. 5, pp. 125-148. DELGADO GÓMEZ, J., 1987. La Crucifixión de la iglesia de Hospital de Incio. Una muestra de arte indígena paleocristiana de Galieia Edic. «La Voz de Galicia, S. A.», La Coruña. GRABAR, A., 1987. El Primer Arte Cristiano Edic. Aguilar, Madrid, p. 265, Fig. 295. MARTIGNY, M., 1894, Diccionario de Antigüedades Cristianas, Madrid, pp. 529-532. VALLE PÉREZ, J. C., 1974. Cruceiros, en Gran Enciclopedia Gallega, T. 8, pp. 49-50, Santiago-Gijón.
134
Brigantium. Bol. Museo Arqu. Hist. Coruña. 1989-1990. vol. 6 pp. 135-147
o MILAGRE DA LACTACiÓN DE SAN
BERNARDO NUN CRUCEIRO DO SÉCULO XVI
CLODIO GONZÁLEZ P-ÉREZ Museo do Pobo Galego Santiago de Compostela
Resume. Estúdo dun cruceiro na encrucillada do camiño que leva ó mosteiro de San Xusto de Toxosoutos, A Coruña. Faise unha descripción xeral e unha análise iconográfica, así como unha pescuda sobre o seu autor. Conclúese que se trata dun dos poucos renacentistas en Galicia, feito quizás por un autor dun obradoiro de Compostela, e nel represéntase o milagre da lactación de San Bernardo, tema que o fai case excepcional en Galicia. Abstraet. The Miracle of the lactation of Saint Bernard as depicted on a 16 th Century Wayside Cross. A study of the wayside cross situated at the crossroads leading to the Monastery of San Xusto de Toxosoutos (Noia). A general description and an iconographic analysis as well as research on who the craftsman might have been. We conclude that this is one of the few Renaissance wayside croses in existence in Galicia. The cross was possibly the work of a craftsman from Santiago de Compostela. It represents the lactation of Saint Bernardo, a subject that makes it exeeptional in Galicia.
Os haxiógrafos do santo de Clairvaux non teñen chegado a un acordo verbo da xénese deste lendario milagre que, segundo parece, non conta con máis sostén que o da piadosa tradición, xurdida posiblemente nas terras do antigo reino catalanoaragonés pois é nelas onde se conservan as representacións plásticas máis vellas, xa que as estranxeiras non pasan de mediados do século XV: a da táboa da escola holandesa do Museo Real de Bruselas, a do «Meister des Marienlebens» do de K61n (Colonia), a do diocesano de Luik (Lieja), etc. O P. Rafael M. Durán, que estudou a iconografía española deste fundador monástico (DURÁN, 1953), di que a lenda carece de fundamento histórico, pois non a refiren os primeiros biógrafos, sendo o seu espallamento literario serodio, dende o século XV. Aínda que non deixa de ser unha hipótese, persoalmente coidamos que a orixe poidera estar no mesmo milagre que lIe sucedeu a un monxe branco com'estes da Espynna, é dicir, coma os do mosteiro cisterciense de La Espina (Castromonte, provincia de Valladolid), que resucitou ó darlle a Virxe do seu leite. Así é como conta o suceso o rei Sabio (1221-1284) nas Cantigas de Santa María (L1V do códice rico de El Escorial):
Toda saude da santa Reynna uen, ca ela é nossa meezynna. Tergeu-ll'as chagas ond'el era cheo; et pois tirou a ssa teta do seo santa, con que criou aquel que ueo por nos filIar nossa carne mesqueninna. 135
CLODIO GONZÁLEZ PEREZ
Toda saude da santa Reynna... E deitou-lIe na boca et na cara do seu /eite, et tornou-/I'a tan erara, que seme//aua que todo mudara como muda penas a andorynna.
o
tema non era orixinal, xa que fora tratado pouco antes polos franceses Gautier de Coincy (1177-1236): Du maine que Nostre Dame guarí de son let e Comment Notre Dame guarí un elere de son let... (núms. XXXIII e X do Códice de Soissons); e Vincent de Beauvais (c. 1190-1264): De clerieo eui Virgo lae infundens linguam restauravit rSpeeulum historiale, lib. VIII, cap. LXXXIV, segundo a edición de 1473). Non sería raro que o monxe de hábito branco rematase por ser identificado co fundador, anque non fose para curalo de ningunha enfermidade. Os artistas difi- . ren do momento en que se produciu o feito sobrenatural, pois mentres uns representan á Virxe sentada co Neno Xesús no colo, outros póñena a ela soa e de pé sobre unha nube rodeada de anxiños. Xa se dixo que as primeiras citas literarias son tardías, pero moi diferente é o que atinxe ó eido das artes plásticas, tanto da pintura como da escultura. Tense por primeira representación a do retábulo de San Bernardo, de autor anónimo (<<Mestre de Palma») de contra 1290, que actualmente é propiedade da Sociedade Arqueolóxica Luliana de Palma de Mallorca. Dende esa data vaise facendo máis popular, tanto na pintura catalanoaragonesa (en particular do século XV), como na posterior do resto da Península: Juan Rodríguez del Solís, Juan Correa de Vivar, Alonso Sánchez Coello, Juan de Roelas, Murillo, Pedro A. Bocanegra, Vicente Cieza, Claudio Coello, Vicente Verdusán ... No eido da escultura, unha das máis antigas é a do retábulo gótico qa igrexa de Santa María de Montblanch (Tarragona), de mediados do XIV (c. 1348). Síguenlle a do retábulo de alabastro, de autor anónimo, da catedral de Palencia (c. 1530), a da fachada da igrexa das bernardas de Salamanca (c. 1552), a da seo de Zaragoza (1555) ... , e a nosa do cruceiro de Toxosoutos (1563). Cómpre dicir que este milagre non é exclusivo de San Bernardo, pois atribúeno tamén a San Agostiño, Santa Catarina de Ricci, San Caetano de Thiene, Santo Domingo de Guzmán, etc.
(1)
A cantiga XCIII tamén se refire a outro milagre da Virxe obrado por medio do seu leite. Neste caso cura a un filio d'un burgés que era gafo (leproso): Quando Itest' ouue dit', a teta descobriu et do seu santo leite o corpo 11' ongiu; et tan tost' a gafeen logo d'el se partiu, assi que o coiro ouue tod'a mudar,
136
o milagre da lactación de San Bernardo nun cruceiro do século XVI
Figura 1.
MESTRE DE PALMA: Lactatio de San Bernardo, c. 1290, unha das representacións pictóricas máis antigas de cantas se coñecen deste milagre (Palma de Mallorca, Sociedad Arqueológica Luliana!.
137
CLODIO GONZÁLEZ PEREZ
Figura 2.
138
Cruceiro de San Xusto de Toxosoutos (Lousame).
o
milagre da lactación de San Bernardo nun cruceiro do século XVI
SAN XUSTO DE TOXOSOUTOS A fundación deste cenobio benedictino (do que hoxe pouco máis queda que a igrexa), adóitase situar no século XII, entre os anos 1129 e 1132 (YEPES, 1613, IV, f. 4OO-v). No mesmo lugar contan que había unha pequena ermida adicada ós santos Xusto e Pastor, e por iso seguiu conservando deica hoxe a advocación do primeiro. Non sempre se denominou igual, Tribulis Altis ou Tojis Altis que rematou en Toxosoutos, senón que primeiramente foi coñecido Rpr Sancti Justi de Avellaneto -así no privilexio de Afonso VII expedido o 9 de maio de 1138-, polas moitas abelairas que había daquela nas orelas do río que baixa en fervenza por detrás da igrexa. O emperador Afonso VII concedeulle privilexios e donacións, e o mesmo fixeron varios reis portugueses (Afonso Enríquez, Sancho I e Sancho 11). Non estivo clara a data do seu paso á orde do Cister, pois veuse contado entre os que o fixeron ó longo dos séculos XII e XIII. Agora sábese que non foi así, que se incorporou en 1475, cando o papa Sixto IV o anexionou ó de Sobrado dos Monxes (SÁ BRAVO, 1972, 1, 134; VALLE PÉREZ, 1982, 1,25 e 65). En 1495, xunto co anterior, pasou a formar parte da Congregación cisterciense de Castilla. Dende 1504 quedou como priorato, perdendo a antiga importancia sobre todo económica que viña disfroitando dende séculos. O seu derradeiro abade foi Fr. Xoán Pardo. Así perviviu deica a exclaustración, quedando dende entón como igrexa parroquial. Durante os cento cincuenta anos que nos separan do seu peche como casa monástica desapareceu todo canto aH había de valor, sendo o último o claustro románico, vendido (ou doado) pola mitra compostelana ó vizconde de San Alberto, que o levou para o seu pazo da Pena de Ouro, pretiño de Noia, onde aínda se pode admirar (TORRES BALBAS, 1920, 261-63) (2). O pouco que resta deste cenobio non amosa o que posuíse durante séculos amplos dominios, tantos que a comezos do XVII escribía o P. Yepes: Con la fama de la santidad de los primeros fundadores no se puede dezir lo que en poco tiempo se acrecentó el Monasterio de San Justo y Pastor: solo digo, que ningún Monasterio ay en Galiza, por grande, y gruesso que sea, cuya hazienda sea mayor, o mas calificada, que la de San Justo (YEPES, 1613, IV, 401).
O CRUCEIRO Como é tradicional nos máis destes monumentos, áchase nunha encrucillada que fai a antiga «calzada» -así é como lIe chaman os veciños- de Santiago a Noia, e a congostra empedrada que vai ata o mosteiro. Este camiño foi cortado a finais do século pasado pola nova estrada perdendo entón parte do empinado, pois case en liña recta baixaba dende onde está o cruceiro deica o fondo e estreito emprazamento do cenobio. Xesucristo dá á «calzada», mentres que o milagre de San Bernardo cara á casa monástica.
(2)
Non se sabe cómo nin cál1do chegou 6 Archivo Histórico Nacional de Madrid o Tumbo de Toxosoutos (sig. 1.302), feito 1"10 scriptorium deste mosteiro a finais do século XIII. Conta con oito fermosas miniaturas, cf. Angel SICART: Pin(ura medieval: la miniatura, Arte Galega Sánchez Cantón, Santiago de Compostela, 1981, páx. 109 e ss.
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Escribe Hipólito de Sá Bravo (aínda que non cita a fonte de que se valeu, non poñemos en dúbida as súas verbas): En su origen (é dicir, onde empeza a baixada ó mosteiro) un curioso crucero gótico con la inscripción del año 1563 construi-
do por orden de uno de los visitadores generales de la Congregación reformada del Císter de Castilla, que estuvo hacia el año 1562 en Toxos-Outos, después de haber hecho la visita canónica en el Monasterio de Sobrado de quien dependía el entonces priorato de Toxos-Outos (SÁ BRAVO, 1972, 1,387), Daquela era abade de Sobrado Fr. Miguel Buiza, por falecemento en 1562 de Fr. Alonso de Córdoba, que lIe correspondía o trienio 1560-63 (CARBAJO, 536-v).
Figura 3.
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Anverso: Cristo, 1563.
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Descripción
O cruceiro de San Xusto é unha peza única entre tódolos demáis, pois non garda semellanza nin cos góticos da veciña vila de Noia, que sería o normal dada a proximidade, nin tampouco cos de «capela», que eran os que estaban de moda por aqueles anos nas terras lindeiras tanto de Lousame, como de Rianxo, Rois, Boiro, etc. Tampouco temos constancia de que ningún artista coetáneo nin posterior se parase a imitalo, podéndose considerar como exemplar illado, único, que debeu ser obra de alguén pertencente ó círculo artístico compostelano.
Figura 4.
Reverso: A lactación de San Bernardo.
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o pedestal está formado par tres gradas (catro pala parte de abaixo que dá cara ó mosteiro, para compensa-lo desnivel do terreo). Da superior -non canta con basa - sae o fuste prismático-octogonal. No comezo, no medio de catro lados (que corresponderían ós chanfráns dun varal de sección cadrangular), hai unha pequena prominencia oval moi erosionada, que poidera ser indicio de que foi acurtado e que nun principio era no arranque cadrangular. O sinxelo capitel forma parte do mesmo bloque pétreo que a vara, senda ademáis case de igual grosor. Como único motivo decorativo canta cunha moldura superior, e cun pequeno rebaixe nos ángulos inferiores. As caras son lisas, agás a do Cristo que é ande está gravada a data en grandes caracteres: 1563. Na xunta da unión coa cruz aínda quedan restos de chumbo. A cruz ten igual ancho que o varal, pero non o mesmo groso, pois na base está rebaixada polo anverso e reverso, o que fai que resulte esvelta e voluminosa se a comparamos ca resto do monumento. É de sección cadrangular, coas arestas chanfradas, polo que se pode considerar case octogonal, o mesmo que o fuste, a non ser nos cabos en que os pétalos das flores dos cantos sobresaen un pouco. Os flaróns están ben acadados, con moitos pétalos e o botón central destacado. A parte superior, o cruceiro propiamente dito, está labrada en pedra de gra máis miúda que a do o varal. Contando as catro gradas do basamento, mide 4,10 m de alto. Antigamente debeu estar policromado. 2.
Anverso
A parte iconográfica é de escaso bulto, tanto o Cristo coma o grupo do miragre de San Bernardo. Os rasgos do rostro do Crucificado faron casi borrados pala acción dos axentes atmosféricos, pero non os do carpo no que se aprecia perfectamente a anatomía dos brazos, en particular os biceps, e no tronco os pectorais. A cabeza caille cara á dereita, sobre a que se nota a coroa de espiñas, chegándolle o cabelo ó ombreiro. O pano de pureza, moi ben acadado e con abundantes pregos, está atado con un grande nó á esquerda. Non canta con ningunha parte do carpo exenta, senda amáis sobresaínte os xionllos anque unidos á cruz. Suxéitase con tres cravos, ca pé dereito sobre o esquerdo. Por detrás da cabeza ten o nimbo circular e sobre el a grande (comparada ca resto do conxunto) cartela do INRI, en forma de «S». A talla é de boa factura -aínda que hoxe se ache desfigurada -, polo que coidamos que sexa obra dun artista que dominaba a labra da pedra e que gustaba de ter en canta o canon da figura humana, pois as proporcións das extremidades (tanto superiores como inferiores) correspóndense bastante ben coas da cabeza e tronco.
3.
Reverso
É aquí ande se atopa a representación que nos interesa neste intre, tanto pala súa orixinalidade, como por se-la única que coñecemos nos cruceiros galegos. 142
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Figura 5.
Pormenor do reverso.
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centro da cruz -a unión dos brazos- está ocupado por un medallón coa Virxe sedente cos pes apoiados sobre o marco do círculo. O Neno Xesús, sentado no colo, mira á destra. O artista santeiro destacou a cabeza e aman dereita da Nai, a primeira por estar ollando a San Bernardo, e a segunda por ser coa que preme un dos peitos (o esquerdo). Aínda que os rasgos das figuras están moi borrosos por mor da pouca consistencia da pedra, sobre a cabeza da Virxe apréciase a coroa sen baluartes, e o cabelo ou cicáis o veo que lIe cai por detrás dos ombreiros. Olla cara abaixo, para onde se atopa o santo. San Bernardo axiónllase sobre unha pequena peaña semicónica. Debido á erosión non se lIe notan os rasgos faciais, unicamente por detrás a tonsura. Entre el e a cruz áchase o báculo abacial que vai dende case o capitel ata o medallón. O santo está extasiado, coas mans xuntas cara arriba, o que fai que queden espidos parte dos antebrazos. Como é normal entre os cistercienses, viste hábito folgado con abundantes pregos, que lIe chega deica ós pes que quedan por fóra da peaña. No lombo destaca a capucha. De acordo coa clasificación que fixo o P. Rafael Durán (DURÁN, 1953, 49), segundo a posición da Virxe a Lactatio de Toxosoutos pertence ó primeiro grupo, que é o máis tradicional: sedente co Neno Xesús no colo. Ó segundo corresponden aquelas en que se atopa soa e de pé sobre unha nube. Non negamos a posibilidade de que en vez da Lactatio sexa outra das aparicións da Virxe a San Bernardo, pero o feito de que a primeira teña aman dereita sobre o peito esquerdo, lévanos a seguir defendendo que se trata en particular do milagre do leite (3). Tamén haberá quen pense que é un orante. Poidera, pero a súa pose non é a propia dunha persoa que mandase ergue-Io cruceiro, senón de alguén que está participando no suceso extraordinario alí representado.
4.
Autor
Temos por certo que o cruceiro de Toxosoutos é obra dun artista que estaba ó tanto do que se viña facendo por estes anos en Santiago de Compostela: retábulo da capela catedralicia do Salvador (1532), colexio de Fonseca (1532-44), fachada exterior do claustro das Praterías ... Por suposto que dispoñería de gravados ou pinturas onde se representaba de xeito xa clásico o milagre, o mesmo que contaría coa axuda dos monxes para unha interpretación plástica máis ortodoxa. Ata cicáis non fose galego e chegase a nosa Terra na compaña de Juan de Álava ou de Rodrigo Gil de Hontañón, cando ergueron o claustro e a fachada do mesmo que dá ás Praterías. O segundo fíxose cárrego das obras en 1537, sendo a súa derradeira visita a Compostela en 1569. A Hontañón e a Martín Navarro débense as trazas da igrexa das bernardas de Salamanca, que contrataron en 1552.
(3)
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Non estamos de acordo con J. M. Laredo (<<Cruceiros: Toxosoutos», La Voz de Galicia, 8-XII-1984l, para quen o persoaxe do medallón é masculino, San Xosé ou San Francisco, e San Bernardo un orante franciscano. Primeiro porque está ben claro que é a Virxe co Neno, e segundo porque o hábito é diferente ó dos franciscanos. Tampouco nos explicamos o de afirmar que Hipólito de Sá (SÁ BRAVO, 1972, 1,387) fala dun cruceiro románico, cando el di gótico, ou de non le-la data que figura' no capitel.
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Na fornela central da súa fachada está representada escultoricamente a Lactatio, coa Virxe de pé co Neno Xesús a súa dereita, e premendo o peito esquerdo coa man esquerda. O santo áchase axionllado á dereita. Cabe a posibilidade de que o «santeiro» de Toxosoutos coñecese esta obra, e que fose un dos viscaíños ou da meirindade de Trasmiera (Cantabria) que anduveron de canteiros por toda a península durante os séculos XVI e XVII (4). Tampouco se pode negar que se trate de alguén do taller que por entón (arredor de 1560) traballaba no claustro das procesións de Sobrado, tendo en conta que dende 1504 Toxosoutos era un dos seus prioratos.
CONCLUSIÓNS Despóis de todo canto acabamos de dicir, chegamos ás seguintes: a) O cruceiro de San Xusto de Toxosoutos é un dos poucos renacentistas que hai en Galicia, anque por estes mesmos anos se erguesen varios, na súa zona sobre todo de «capela». b) No reverso está representado o milagre da lactación de San Bernardo. c) Aínda que a súa filiación é complexa, coidamos que o autor debeu pertencer a algún dos obradoiros que por aqueles anos había en Compostela, e en particular ó de Rodrigo Gil de Hontañón. d) Trátase dunha obra, tanto pola súa factura como polo tema relixioso, allea a Galicia, pois non se coñecen paralelismos contemporáneos, nin imitacións posteriores.
É de supoñer, e con isto rematamos, que en Galicia existen máis representacións deste milagre, tanto escultóricas como pictóricas, pois raro era o mosteiro cisterciense que non contaba con algunha. Pero coa exclaustración desapareceron case todas, e mesmo nas igrexas monacais que seguiron tendo culto, xa que o tema non era moi do gusto do clero secular que o consideraba pouco axeitado para estar exposto ás olladas do público en xeral.
ADDENDA.-Xa listo para sair do prelo o presente traballo, Yolanda Barriocanal López e Francisco Fariña Busto publicaron El antiguo Museo de pinturas de Ourense (1845-1852), (anexo 13, Boletín Auriense, 1989), onde recollen diferente documentación sobre as obras pictóricas que había nos mosteiros e conventos da provincia, e que co gallo da Desamortización e Exclaustración relixiosa pasaron a formar este museo. Actualmente, dos 128 cadros só se coñece o paradeiro duns trinta, entre os que hai un procedente do mosteiro (4)
Cf. Pablo Pérez Costanti: Diccionario de artistas que florecieron en Galicia durante los siglos XVI y XVII, Santiago de Compostela, 1930. Tamén Clodio González Pérez: «O verbo dos arxinas (La jerga de los canteros de Galicia»>, Actes du colloque international de Glytographie de Saragosse, Centre International de Recherches Glytographiques, Zaragoza, 1983. páxs. 207 e ss.
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de San Clodio, agora no Museo Provincial de Ourense, que leva por título «Aparición de Cristo e a Virxe a San Bernardo». O santo está no medio dos dous termando dunha cruz, chegándolle a súa boca pala esquerda o leite da Virxe e pala dereita o sangue de Cristo. Había máis representacións da Lacta tia , agora perdidas ou en paradeiro descoñecido, segundo se pode comprobar polos inventarios que se fixeron: Montederramo, Otro cuadro con las imágenes de Ntra. Sra. y S. Bernardo; Xunqueira de Espadanedo, Un cuadro pequeño y de poco valor de la Virgen y San Bernardo. Otro mayor y de algún mérito, titulado de la Leche; San Clodio, Cuatro cuadros que representa el Milagro de la Leche de San Bernardo y tienen vara y media de alto cada uno. Un era do pintor galego Xoaán Antonio Amoedo, pero non é o que actualmente se conserva no museo provincial.
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BIBLIOGRAFíA CARBAJO, M. (antes de 1775, (¡jata do falecemento do autor), Cronicón de Santa María de Sobrado, copia de Benigno Cortés García, párrocq de Razo (Carballol, 1900-1904, Universidade de Santiago, M-587, f. 536. DURÁN, R. M., 1953. Iconografía española de San Bernardo, Monasterio de Poblet. LAREDO, J. M., 1984. Cruceiros: Toxosoutos, La Voz de Galicia, A Coruña, 8-XII. SÁ BRAVO, H., 1972. El mona&{Jto en Galicia. Ed. Librigal, A Coruña, t. 1, páxs. 134 e 387. TORRES BALBAS, L., 1920. Monumentos que desaparecen: el claustro de Tojosoutos, Arquitectura, t. 111, Madrid, páxinas 261-63. VAAMONDE LORES, F., 1910-13. Santa Marina de Gomariz, Boletín de la Comisián de Monumentos de Orense, Tomo IV. VALLE PÉREZ, C., 1982. La arquitectura cisterciense en Galicia, Fundación «Pedro Barrié de la Maza, Conde de Fenosa», t. 1, páxs. 25 e 65. YEPES, A., 1613. Coránica General de la Orden de San Benito, Valladolid, t. IV, fs. 400-401.
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Brigantium. Bol. Museo Arqu. Hist. Coruña. 1989-1990. vol. 6 pp. 151-173
LA LABOR ARTíSTICA CISTERCIENSE GALLEGA DESDE LOS FONDOS DOCUMENTALES DEL ARCHIVO DEL REINO DE GALlCIA (1498-1836)
PABLO GONZÁLEZ LQ.PEZ
cl Francisco Añón, 32-3. A Coruña 15010
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Resumen. El Archivo del Reino de Galicia conserva un estimable conjunto documental referido a los monasterios cistercienses gallegos. De esta documentación analizamos la relativa a su actividad artística durante la Edad Moderna y presentamos dos índices: onomástico de artífices y de obras realizadas. Abstract. Galician Cistercian Artistic Work based on documents found in the Archives of the Kingdom of Galicia (1498-1836). The Archives of the Kingdom of Galicia contain an excellent collection of documents on Galician Cistercian Monasteries. In this articie we analyze data related to their artistic activity during the Modern Age. Indexes are presented including a list of the names of the crafstmen and works accomplished.
La necesidad de apoyar el estudio de la Historia del Arte de Galicia en una sólida base documental y no sólo en hipótesis y análisis estilísticos más o menos coherentes, ha chocado siempre con el grave problema de la dispersión de las fuentes. Un primer intento sistematizador fue el llevado a cabo en la década de los treinta por PÉREZ CONSTANTI (1930) y COUSELO BOUZAS (1932), y que aún hoy son punto de partida inexcusable. Ahora se ha iniciado desde el Departamento del Arte de la Universidad de Santiago, un programa sistemático de búsqueda de los archivos gallegos, en ese plan se inserta la tesis de licenciatura de la que se extrae el presente artículo (GONZÁLEZ LÓPEZ, 1986). El objeto de nuestro estudio es la documentación artística del Archivo del Reino de Galicia (ARG) en relación con los monasterios cistercienses. La elección de los monasterios del Císter no vino determinada exclusivamente por el volumen documental de archivo, sino también porque ofrecía la posibilidad de estudiar un conjunto perfectamente delimitado tanto en lo espacial - Galicia - como en lo cronológico dado que corresponde a un período de la Historia del Císter muy homogéneo, el vinculado a la Congregación de Castilla. Aunque la Congregación nació en 1425, el límite que imponemos a nuestro trabajo viene dado porque el primer monasterio gallego en incorporarse a ella fue el de Sobrado de los Monjes en 1498. El límite de 1836 corresponde al momento en que se concluyen los expedientes de las comisiones de desamortización (1). El ARG como heredero directo del Archivo de la Real Audiencia del Reino de Galicia conserva en sus fondos los pleitos incoados por los monasterios cistercienses. Pero además, a fines del siglo XIX, se incorporó a los fondos de ARG la documentación procedente de la Antigua Hacienda; referidos al proceso desamortizador recoge, junto a los inventarios de bienes monásticos realizados por la
(1)
Un primer acercamiento a la historia de la Congregación de Castilla puede verse en MARTIN (19531.
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Fotografía 2.
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Iglesia de Sobrado (1675-1710). Pedro Monteagudo. «Maestro Monteagudo: dieronsele mil y cien reales, que es el salario legítimo que se le acostumbra a dar ... » (A. R. G., séc. XII, L. 68, f. 49 d.
Claustro reglar (1732-17431. «Las basas en donde se fundó el segundo cuerpo del claustro se ajustaron en un tanto que importó 975 reales» (A. R. G., séc. XII, L. 68, f. 200 v).
La labor artística cisterciense gallega desde los fondos documentales del archivo del Reino de Galicia
Fotografía 3.
Claustro reglar (1732-1743). «En proseguir y hacer seis boredas de dicho claustro, en lossar los dos lienzos grandes, vaciar la cornisa del claustro de la lección a la similitud de los otros tres ... » (A. R. G., séc. XII, L . 68, f. 202 d.
Comisión de Arbitrios de Amortización, algunos restos de los antiguos archivos monasteriales de Sobrado y Monfero. El conjunto de los fondos estudiados se desglosa de la siguiente manera: Sobrado de los Monjes: 748 pleitos, 103 ejecutorias, 195 pergaminos, 219 libros y 70 legajos. Penamaior: 133 pleitos y 10 ejecutorias. Monfero: 236 pleitos, 26 ejecutorias, 149 pergaminos, 59 libros y 38 legajos. 153
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Melón: 304 pleitos y 26 ejecutorias. Meira: 262 pleitos, 22 ejecutorias y 1 pergamino. Montederramo: 226 pleitos y 27 ejecutorias. Acibeiro: 238 pleitos, 10 ejecutorias, 1 pergamino y algunos expedientes. A Franqueira: 73 pleitos y 3 ejecutorias. San Clodio: 345 pleitos, 32 ejecutorias y 2 pergaminos. Armenteira: 226 pleitos, 34 ejecutorias y 1 legajo. Oseira: 550 pleitos, 48 ejecutorias, 8 pergaminos y algunos expedientes. Xunqueira de Espadañedo: 79 pleitos y 5 ejecutorias. Oia: 168 pleitos y 10 ejecutorias. Ferreira de Pantón: 1 pleito.
Como es obvio a la multiplicidad de origen de la documentación corresponde también una multiplicidad de tipologías documentales: 1. - Los pleitos y ejecutorias versan sobre bienes, rentas, denuncias de obras y contratos ... Su valor estriba tanto en las referencias directas a obras, como en los contratos, peritajes y testimonios que se solían aportar como pruebas. 2. - Los inventarios: tanto los realizados por los propios monasterios como los llevados a cabo por la Comisión de Arbitrios hacen referencia a multitud de obras, pero presentan el inconveniente de no dar referencias concretas sobre ellas. 3. - Los Libros de Cuentas: ofrecen un gran número de noticias artísticas. Sin embargo, muestran un gran problema: al ser su principal interés económico, los otros datos (autor, obra) muy frecuentemente se obvian. Sólo un tipo de libro de cuentas facilita datos totalmente concretos. Los libros de Obras, en los que sí aparecen detallados autor, obra, fecha y precio. Puesto que en el ARG sólo se conservan dos libros de obras pertenecientes ambos al-monasterio de Sobrado de los Monjes es de éste de quien ofrecemos mayor número de datos. INDICES Con estos índices pretendemos presentar el conjunto de artífices y obras que aparecen relacionados con los monasterios cistercienses en la documentación estudiada. El objetivo es establecer un esquema útil que permita a los investigadores estudiar contactos y relaciones entre diversos artistas. Para su más fácil manejo los índices se distribuyen de la siguiente manera: íNDICE DE ARTISTAS
l.
Arquitectura
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Maestros de Obras. Maestros de Carpintería. Oficiales, Peones y Aprendices de Cantería y Carpintería.
La labor artística cisterciense gallega desde los fondos documentales del archivo del Reino de Galicia
Fotografía 4.
Iglesia de San Pedro da Porta (1786-1787). «... motivo por el que el padre abad y comunidad de Sobrado se vio en la precision de hacer, inmediata a la vieja, otra nueva iglesia». (A. R. G., séc. XII, legajo 746-11, f. 1 r).
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Cruceiro de la vía sacra (1692-1693). «en desbastar la cruz y las dos imágenes y ponerlas en estado para que el Maestro las labrase se gastaron quince jornales a dos reales y medio ... » (A. R. G., séc. XII, L. 68, f. 250 v. 251 r).
La labor artística cisterciense gallega desde los fondos documentales del archivo del Reino de Galicia
11.
Escultura - Talla. - Maestros de Escultura. - Oficiales de Escultura. - Policromía.
111.
Pintura
IV.
Orfebrería
íNDICE DE OBRAS 1. 11. 111. IV. V.
Arquitectura. Escultura. Pintura. Orfebrería. Artes Menores.
De cada artífice ofrecemos su oficio, obra u obras en que interviene y fechas en que trabaja. Como todo ejercicio de sistematización de fuentes, éste no carece de simplificaciones abusivas: la diferenciación entre maestros y oficiales no está generalmente clara en la documentación o, sobre todo en las obras de menor envergadura, simplemente no aparece. Así mismo la diferenciación entre Talla y Policromía tampoco es nítida, yen buen número de casos bajo el epígrafe de Talla parece esconderse también Policromía. Respecto a la Cronología, salvo en los casos de una fecha concreta, optamos por ofrecer las fechas extremas, pero teniendo en consideración que, como en la documentación monástica los balances se realizaban cada año a mediados de Abril en este sentido se han de entender las fechas. Todo trabajo de esta índole ha de tomar como punto de referencia las obras de Pérez Constanti y Couselo Bauzas, por lo que junto a aquellos artífices que también se citan en sus trabajos aparecen las siglas PC y CB respectivamente. En cuanto al índice de obras, dentro de cada uno de los cinco apartados señalados distribuimos la documentación de la siguiente manera: en primer lugar, en función del comitente, luego según la localización de la obra y finalmente por orden cronológico. Del análisis de la documentación, que fundamentalmente se relaciona con el monasterio de Sobrado, cabe destacar los siguientes datos: Se aclara definitivamente la autoría de la Capilla del Rosario del monasterio de Sobrado: las trazas se debieron a Domingo Monteagudo, mientras que fue Pedro Monteagudo quien corrió con la ejecución. También se aclaró la autoría de la iglesia de Sobrado, que se debe en su casi totalidad a Pedro Monteagudo, sustituido a su muerte en 1700 por Domingo de Andrade; además se ha podido constatar que el periodo de duración de las obras fue de 1675 a 1710. 157
PABLO GONZÁLEZ LOPEZ
Con respecto a los claustros de Sobrado, de tan complejas fases constructivas, sólo hemos podido establecer que fue el Maestro Filgueira quien remató sucesivamente los claustros Reglar y Grande. Por último, señalar como, junto a las grandes empresas y al conjunto de pequeñas obras llevadas a cabo en los monasterios, aparece un conjunto numeroso de obras en prioratos e iglesiarios dependientes de las que las ya señaladas carencias de la documentación nos impide dar datos muy precisos.
íNDICE DE ARTISTAS ARQUITECTURA
MAESTROS DE OBRAS
Artífice
Obra
Fecha
Andrade, Domingo Antonio (PC) Caramés, Antonio Caravelos, Antonio de Castro y Vallejo, José de (CB) Ferro Caaveiro, Lucas Antonio (CB) Filgueira
Iglesia del monasterio de Sobrado Peritaje sobre denuncia de obra en Verín Testigo en pleitos por casas (Pontevedral Cuerpo de la Igl. de S. Xusto de Toxos Outos Tasación de casas en el Toral (Santiago) Claustro Grande de Sobrado Claustro Reglar de Sobrado Casas en la Rúa de Ferreiros de Pontevedra Casas en la Rúa dos Ferreiros de Pontevedra Tasación de casas en el Toral (Santiago) Trazas de la Capilla del Rosario (Sobrado) Capilla del Rosario (Sobradol Iglesia del monasterio de Sobrado Tasación de casas en Pontevedra Tasación de casas en Pontevedra Pago del salario a su viuda en Sobrado Tasación de casas en Pontevedra
1703-1707 26-11-1795 1692 1812-1815 4-IV-1753 1736-1737 1740-1742 1688-1692 1688-1692 4-IV-1753 1672-1674 1672-1675 1675-1700 9-V-1692 29-XI-1692 1611-1614 9-V-1692
González, Domingo Malbar, Tomé Mártires, F. Manuel de los (CB) Monteagudo, Domingo (PC) Monteagudo, Pedro (PC) Otero, Ignacio Romay, Diego (PC) Sierra, Juan de la (PC) Zendón, Esteban
MAESTROS DE CARPINTERíA
Artífice
Obra
Fecha
García, Simón González, Felipe Guintela
Puertas del Coro Bajo de la Igl. (Sobrado) Reparación de la Cap. del Priorato de Gomariz Celda Abacial del monasterio de Sobrado
1697-1698 1657-1658 1725-1726
OFICIALES, PEONES Y APRENDICES DE CANTERíA Y CARPINTERíA
Artífice
Oficio
Obra
Fecha
Adán, José de Albariz, Bias de Alende, Gregorio Alende, Antonio de Álvarez, Andrés
O. O. O. O. O.
Claustro Grande de Sobrado Iglesia del monasterio de Sobrado Claustro Reglar de Sobrado Capilla Mayor de la Iglesia de Gestoso Claustro Reglar de Sobrado
1736-1737 1691-1692 1731-1733 1814 1731-1733 1740-1742
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Cantería Cantería Cantería Cantería Cantería
La labor artística cisterciense gallega desde los fondos documentales del archivo del Reino de Galicia
Artífice
Oficio
Obra
Fecha
Álvarez, Clemente Ansón, Lorenzo Antúnez, Francisco Ares, Pascual
O. O. O. O.
Claustro Reglar de Sobrado Iglesia del monasterio de Sobrado Iglesia del monasterio de Sobrado Claustro Reglar de Sobrado
Armentón, Francisco Armida, Andrés ('¡alado, Andrés
O. Cantería O. Cantería O. Cantería
1731-1732 1703-1704 1707-1708 1731-1733 1740-1742 1744-1745 1677-1699 1731-1732 1745-1749 1731-1742 1745-1746 1744-1745 1745-1746 1740-1741 1740-1741 1725-1726 1738-1740 1731-1732 1704-1707 1740-1741 1677-1683 1736-1737 1740-1741 1740-1742 1727-1728 1636-1637 1706-1707 1707-1708 1736-1737 1740-1742 1731-1733 1738-1741 1738-1741 1674-1677 1707-1708 1738-1741 1740-1741 1689-1690 1731-1732 1705-1707 1674-1708 1690-1700 1674-1708 1725-1726 1738-1741 1740-1741 1707-1708 1707-1708 1736-1737 1738-1740 1738-1741 1740-1741 1738-1740 1731-1733 1738-1742 1736-1737 1734-1735 1738-1740 1732-1733 1683-1698
Cantería Cantería Cantería Cantería
Casa del Estanque (Sobrado) Iglesia del monasterio de Sobrado Claustro Reglar de Sobrado Reparaciones en el monast. de Sobrado Claustro Reglar de Sobrado Casa del Estanque (Sobrado) Casa de la Audiencia (Sobrado) Claustro Reglar de Sobrado Claustro Reglar de Sobrado Celda Abacial de Sobrado Claustro Reglar de Sobrado Claustro Reglar de Sobrado Iglesia del monasterio de Sobrado Claustro Reglar de Sobrado Iglesia del monasterio de Sobrado Claustro Grande de Sobrado Claustro Reglar de Sobrado Claustro Reglar de Sobrado Capilla de San Ciprián Priorato y Erm. de S. Pedro de Solme Iglesia del monasterio de Sobrado Iglesia del monasterio de Sobrado Claustro Grande de Sobrado Claustro Reglar de Sobrado Claustro Reglar de Sobrado
Balí ro, Francisco Baliro, Juan Baltasar Baro, Domingo de Barreiro, Antonio Barros, Antonio de Barros, Ignacio de Barros, Juan de Barros, Pablo
O. O. O. O. O. O. O. O. O.
Cantería Cantería Cantería Cantería Cantería Cantería Cantería Cantería Cantería
Barros, Pedro de Beldo, Juan Benito Bernardo, Manuel Bieitez, Manuel Blanco, Alonso
O. O. O. O. O. O.
Cantería Cantería Cantería Cantería Carpintería Cantería
Blanco, Francisco
O. Cantería
Blanco, Pablo Boal, Juan de Bois, Pedro de Bodel, Bonifacio Bouzas, Alberto de Bouzas, Estevo «Bromas» Bugallo, Antonio Bugallo, Domingo Bugallo, Estevo Bugallo, Juan Bugallo, Juan
O. O. O. O. O. O. O. O. O. O. O. O.
Cantería Cantería Cantería Cantería Cantería Cantería Carpintería Cantería Cantería Cantería Cantería' Cantería
Cabreira, Jacobo de Calvo, Isidro Camilo, Francisco de Camino, Esteban do Campo, Francisco Campo, José Campo, Manuel Campo, Martón Campo, Pedro de
O. O. O. O. O. O. O. O. O.
Carpintería Carpintería Cantería Cantería Cantería Cantería Cantería Cantería Cantería
Claustro Reglar de Sobrado Iglesia del monasterio de Sobrado Iglesia del monasterio de Sobrado Claustro Reglar de Sobrado Claustro Reglar de Sobrado Iglesia del monasterio de Sobrado Claustro Reglar de Sobrado Iglesia del monasterio de Sobrado Iglesia del monasterio de Sobrado Iglesia del monasterio de Sobrado Iglesia del monasterio de Sobrado Celda Abacial de Sobrado Claustro Reglar de Sobrado Claustro Reglar de Sobrado Iglesia del monasterio de Sobrado Iglesia del monasterio de Sobrado Claustro Grande de Sobrado Claustro Reglar de Sobrado Claustro Reglar de Sobrado Claustro Reglar de Sobrado Claustro Reglar de Sobrado Claustro Reglar de Sobrado
Campos, Domingo de los Canedo, Alexo Canedo, Estevo Canedo, Fernando
O. O. O. O.
Carpintería Cantería Cantería Cantería
Claustro Grande de Sobrado Reparación de la Panera de Sobrado Claustro Reglar de Sobrado Claustro Reglar de Sobrado Iglesia del monasterio de Sobrado
159
PABLO GONZALEZ LGPEZ
Artífice
Oficio
Obra
Fecha
Canedo, Juan de Canedo, Pedro Carballo, Agustín Carcelero
O. O. O. P.
Cantería Cantería Cantería Cantería
Ca rijo Carral, Isidro Casal Castro, Alberto Castro, Andrés Castro, Domingo de
O. O. O. O. O. O.
Cantería Carpintería Cantería Cantería Cantería Cantería
1740-1741 1707-1708 1740-1741 1744-1745 1744-1745 1746-1747 1734-1735 1745-1746
Castro, Esteva de Castro, Francisco Castro, Pablo de Castro, Patricio Cavas, Domingo «Conveniencias» Costa, Francisco da Chouceiro
O. O. O. O. O. P. O. P.
Cantería Cantería Cantería Cantería Cantería Cantería Cantería Cantería
Darca, Cristóbal Diaz, José Dionisia «Epidemia»
O. O. O. P.
Cantería Cantería Cantería Cantería
Escudero, Domingo Escudero, Francisco Estévez, Ignacio FandiFo, Antonio FandiFo, Antonio
O. O. O. P. O.
Cantería Cantería Cantería Cantería Carpintería
Faran, Amaro de Fariña, Ambrosio Fernández, Agustín Fernández, Alejandro Fernández, Andrés Fernández, Antonio
O. O. O. O. P. O.
Cantería Cantería Cantería Cantería Cantería Carpintería
Claustro Reglar de Sobrado Iglesia del monasterio de Sobrado Claustro Reglar de Sobrado Casa del Estanque (Sobrado) Tejado del Capítulo Alto de Sobrado Reparaciones en el monast. de Sobrado Reparación de la Panera de Sobrado Reparaciones de la Iglesia de Sobrado Claustro Reglar de Sobrado Iglesia del Monasterio de Sobrado Iglesia del Monasterio de Sobrado Claustro Reglar de Sobrado Iglesia del Monasterio de Sobrado Claustro Reglar de Sobrado Claustro Reglar de Sobrado Claustro Reglar de Sobrado Claustro Reglar de Sobrado Reparación de la Panera de Sobrado Claustro Reglar de Sobrado Reparación de la Panera de Sobrado Casa del Estanque (Sobrado) Claustro Grande de Sobrado Reparación Erm. de San José Iglesia del monasterio de Sobrado Reparación de la Panera de Sobrado Casa del Estanque (Sobrado) Iglesia del monasterio de Sobrado Iglesia del monasterio de Sobrado Iglesia del monasterio de Sobrado Claustro Grande de Sobrado Reparación de la Panera de Sobrado Tejado del Capítulo Alto de Sobrado Casa de la Audiencia (Sobrado) Iglesia del monasterio de Sobrado Claustro Grande de Sobrado Claustro Reglar de Sobrado Claustro Reglar de Sobrado Claustro Grande de Sobrado Claustro Reglar de Sobrado
Fernández, Fernández, Fernández, Fernández, Fernández, Fernández, Fernández, Fernández,
P. O. O. O. O. O. O. O.
Cantería Cantería Cantería Cantería Cantería Cantería Cantería Cantería
O. O. O. O. O.
Cantería Cantería Cantería Cantería Cantería
Cayetano Gregario Jacinto Juan Mateo Patricio Pedro Pedro
Ferreiro, Alejo Ferreiro, Domingo Ferreiro, Juan Ferrín, Hilario Ferro, Pascual
Ferro, Tomé Ferrol, Fructuoso
160
O. Cantería O. Cantería
Claustro Grande de Sobrado Claustro Grande de Sobrado Reparación de la Erm. de S. Ciprián Claustro Reglar de Sobrado Claustro Grande de Sobrado Celda Abacial de Sobrado Iglesia del monasterio de Sobrado Enlosado de la Capilla Mayor de la Iglesia de Monfero Claustro Reglar de Sobrado Claustro Reglar de Sobrado Claustro Reglar de Sobrado Claustro Grande de Sobrado Claustro Reglar de Sobrado Casa de la Audiencia (Sobrado) Claustro Grande de Sobrado Casa del Estanque (Sobrado) Tejado del Capítulo Alto de Sobrado Claustro Reglar de Sobrado Iglesia del monasterio de Sobrado
1740~1742
1696-1698 1689-1600 1738-1742 1689-1600 1738-1742 1738-1740 1738-1740 1738-1742 1734-1735 1738-1740 1734-1735 1744-1745 1736-1737 727-1728 1686-1689 1734-1735 1744-1745 1689-1693 1674-1680 1704-1708 1736-1737 1734-1735 1744-1745 1745-1746 1674-1701 1736-1737 1738-1740 1740-1741 1736-1737 1731-1733 1738-1741 1736-1737 1740-1741 1727-1728 1740-1741 1736-1737 1727-1728 1707-1708 -1608 1740-1741 1738-1740 1740-1741 1736-1737 1731-1733 1740-1741 1745-1746 1736-1737 1744-1745 1744-1745 1732-1733 1689-1600
La labor artística cisterciense gallega desde los fondos documentales del archivo del Reino de Galicia
Artífice
Oficio
Obra
Fecha
Ferrol, Matías
O. Cantería
Iglesia del monasterio de Sobrado
García, Daniel García, Domingo García, Esteva
O. Cantería A. Cantería O. Cantería
García, Francisco
O. Cantería
García, Gregario
O. Cantería
García, Ignacio García, Jacinto
O. Carpintería A. Cantería
Iglesia del monasterio de Sobrado Iglesia del monasterio de Sobrado Claustro Reglar de Sobrado Reparación de la Panera de Sobrado Iglesia del monasterio de Sobrado Claustro Reglar de Sobrado Claustro Grande de Sobrado Claustro Reglar de Sobrado Iglesia del monasterio de Sobrado Iglesia del monasterio de Sobrado
García, García, García, García,
O. O. O. O.
Cantería Cantería Cantería Carpintería
García, Manuel García, Nicolás García, Pedro García, Sebastián García de Montes, Juan
O. O. O. O. O.
Cantería Cantería Cantería Cantería Cantería
Claustro Reglar de Sobrado Claustro Reglar de Sobrado Priorato y Erm. de S. Pedro de Salme Claustro Grande de Sobrado Casa del Estanque (Sobrado) Tejado del Capítulo Alto de Sobrado Casa de la Audiencia (Sobrado) Reparaciones de la Iglesia de Sobrado Iglesia del monasterio de Sobrado Claustro Reglar de Sobrado Claustro Reglar de Sobrado Claustro Reglar de Sobrado Iglesia del monasterio de Sobrado
Garnelos, Bernardo Gesteira, Bernardo Gesteira, Domingo Ginarte, Patricío Ginarte, Pedro Gómez, Clemente Gómez, Esteban Gómez, Gregario Gómez, Juan
O. O. O. O. O. O. O. O. O.
Cantería Cantería Cantería Cantería Cantería Cantería Cantería Cantería Cantería
Celda Abacial de Sobrado Claustro Reglar de Sobrado Iglesia del monasterio de Sobrado Claustro Grande de Sobrado Claustro Grande de Sobrado Claustro Grande de Sobrado Claustro Reglar de Sobrado Iglesia del monasterio de Sobrado Iglesia del monasterio de Sobrado
Gómez, Luca s Gómez, Miguel Gómez, Silvestre González, Andrés González, Benito González, Juan Golmar, Andrés de Grandioso, Andrés Grelle, Pedro Henebra, Domingo de Iglesia, Antonio de Iglesia, José da
O. O. O. O. O. O. O. P. O. A. O. O.
Cantería Cantería Cantería Cantería Cantería Cantería Cantería Cantería Cantería Cantería Cantería Cantería
Iglesia Nova, Antonio
O. Cantería
Infante, Martiño Irago, Domingo Jorge
O. Cantería O. Cantería O. Cantería
Claustro Reglar de Sobrado Iglesia del Monasterio de Sobrado Claustro Reglar de Sobrado Claustro Reglar de Sobrado Iglesia del monasterio de Sobrado Iglesia del monasterio de Sobrado Iglesia del monasterio de Sobrado Claustro Grande de Sobrado Claustro Grande de Sobrado Iglesia del monasterio de Sobrado Iglesia del monasterio de Sobrado Claustro Reglar de Sobrado Casa del Estanque (Sobrado) Tejado del Capítulo Alto de Sobrado Casa de la Audiencia (Sobrado) Reparación de la Iglesia de Sobrado Celda Abacial de Sobrado Claustro Reglar de Sobrado Iglesia del monasterio de Sobrado Iglesia del monasterio de Sobrado Reparación de la Erm. de S. Ciprián
1677-1683 1689-1690 1704-1707 1677-1680 1731-1733 1734-1735 1707-1708 1734-1735 1736-1737 1738-1740 1707-1708 1677-1685 1689-1692 1695-1696 1705-1707 1738-1741 1636-1637 1736-1737 1744-1745 1744-1745 1745-1746 1745-1747 1705-1706 1738-1741 1736-1737 1734-1735 1674-1680 1689-1692 1697-1698 1704-1707 1725-1726 1731-1732 1706-1708 1736-1737 1736-1737 1736-1737 1734-1735 1674-1680 1674-1693 1696-1697 1738-1741 1704-1708 1731-1733 1731-1733 1677-1689 1691-1692 1707-1708 1736-1737 1731-1733 1677-1680 1674-1696 1731-1733 1744- 1745 1744- 1745 1745-1746 1745- 1747 1725-1726 1731-1732 1674-1707 1680-1685 1727-1728
Jorge José Juan Luis
161
PABLO GONZALEZ LÓPEZ
Artífice
Oficio
Obra
Fecha
Lago, Ciprián de Lago, Francisco
O. Cantería O. Carpintería
Landeira, Andrés Landós, Juan Lares, Pascual Latricio Lavandeira, Domingo Lois, Domingo López, Antonio López, Domingo López, Domingo
O. O. O. O. O. O. O. O. O.
1686-1700 1733-1734 1734-1735 1707-1708 1633 1736-1737 1738-1740 1736-1737 1690-1691 1707-1708 1674-1683
López, Ignacio
O. Cantería
Iglesia del monasterio de Sobrado Claustro Reglar de Sobrado Reparación de la Panera de Sobrado Iglesia del monasterio de Sobrado Reparación de la Cap. Mayor de Luaña Claustro Grande de Sobrado Claustro Reglar de Sobrado Claustro Grande de Sobrado Iglesia del monasterio de Sobrado Iglesia del monasterio de Sobrado Iglesia del monasterio de Sobrado Enlosado de la Capilla Mayor de la Iglesia de Monfero Iglesia del monasterio de Sobrado
López, Ignacio
O. Cantería
Claustro Reglar de Sobrado
López, José López, Lorenzo López, Lorenzo Lorenzo Lorenzo, Antonio
A. O. O. O. O.
Loseira, Domingo
O. Cantería
Claustro Grande de Sobrado Iglesia del monasterio de Sobrado Iglesia del monasterio de Sobrado Claustro Reglar de Sobrado Iglesia del monasterio de Sobrado Casa del Estanque (Sobrado) Tejado del Capítulo Alto de Sobrado Iglesia del monasterio de Sobrado
Loseira, Francisco Loseira, Juan
O. Cantería O. Cantería
Iglesia del monasterio de Sobrado Iglesia del monasterio de Sobrado
Lourés, Tomás
O. Carpintería
Mantelle, Jacinto
O. Cantería
Claustro Grande de Sobrado Claustro Reglar de Sobrado Iglesia del monasterio de Sobrado
Maqueira, Patricio Mariño, Domingo Martínez, Francisco
O. Cantería O. Cantería O. Cantería
Claustro Grande de Sobrado Iglesia del monasterio de Sobrado Iglesia del monasterio de Sobrado
Martínez, Vitorio Mazeira, Alberte da Mazeira, Sebastián da Mella, Mateo de Méndez, Fernán
O. O. A. O. O.
Merendas, Antón
O. Carpintería
Claustro Grande de Sobrado Iglesia del monasterio de Sobrado Iglesia del monasterio de Sobrado Iglesia del monasterio de Sobrado Enlosado de la Capilla Mayor de la Iglesia de Monfero Claustro Reglar de Sobrado
Míguez, Domingo Míguez, Pedro Monteagudo, Alonso Monteagudo, Andrés Monteagudo, Domingo
O. O. O. O. O.
Iglesia del monasterio de Sobrado Iglesia del monasterio de Sobrado Claustro Grande de Sobrado Claustro Grande de Sobrado Iglesia del monasterio de Sobrado
Monteagudo, Gregorio
O. Cantería
Monteagudo, Juan Monteagudo, Lorenzo
O. Carpintería O. Cantería
162
Cantería Cantería Cantería Cantería Cantería Cantería Cantería Cantería Cantería
Cantería Carpintería Cantería Cantería Carpintería
Cantería Cantería Cantería Cantería Cantería
Cantería Cantería Carpintería Carpintería Cantería
Celda Abacial de Sobrado Claustro Reglar de Sobrado Claustro Grande de Sobrado Iglesia del monasterio de Sobrado Celda Abacial de Sobrado Claustro Reglar de Sobrado
1608 1677-1683 1689-1690 1692-1693 1732-1733 1738-1742 1736-1737 1677-1683 1689-1690 1731-1732 1674-1677 1744-1745 1744-1745 1674-1692 1697-1708 1677-1699 1674-1692 1697-1708 1725-1726 1731-1733 1698-1701 1705-1708 1736-1737 1689-1690 1691-1692 1707-1708 1736-1737 1674-1683 1677-1683 1674-1680 1608 1731-1732 1738-1740 1677-1683 1689-1690 1736-1737 1736-1737 1704-1705 1707-1708 1725-1726 1738-1740 1736-1737 1704-1708 1725-1726 1731-1733 1738-1742 1745-1746
La labor artística cisterciense gallega desde los fondos documentales del archivo del Reino de Galicia
Artífice
Oficio
Obra
Fecha
Casa del Estanque (Sobrado) Tejado del Capítulo Alto de Sobrado Casa de la Audiencia (Sobrado) Reparaciones del monast. de Sobrado Iglesia del monasterio de Sobrado Iglesia del monasterio de Sobrado Iglesia del monasterio de Sobrado Enlosado de la Capilla Mayor de la Iglesia de Monfero Claustro Grande de Sobrado Iglesia del monasterio de Sobrado Iglesia del monasterio de Sobrado Claustro Reglar de Sobrado Claustro Reglar de Sobrado
1744-1745 1744-1745 1745-1746 1745-1747 1707-1708 1707-1708 1704-1708
Monterroso, Gregorio Morantes, Domínguez Moreiras, Pedro Muñoz, Juan
O. O. O. O.
Carpintería cantería Cantería Cantería
Nartalio, Pedro Neto, Antonio Neira, Antonio de Nodán, Antonio de Núñez, Antonio
O. O. O. O. O.
Cantería Cantería Cantería Cantería Cantería
Núñez, Bernardo
O. Cantería
Claustro Reglar de Sobrado
Núñez, Francisco Núñez, Gerónimo Núñez, Juan Núñez, Pedro Otero, Juan de Otero, Juan de Pajares, Santiago Parada, Plácido Parada, Roque
Aparejador O. Cantería O. Cantería O. Cantería O. Cantería O. Carpintería O. Cantería O. Cantería O. Cantería
Paredes, Bastián dos Paredes, José Paredes, Nicolás Pardo, Domingo
O. O. O. O.
Claustro Reglar de Sobrado Iglesia del monasterio de Sobrado Claustro Reglar de Sobrado Claustro Reglar de Sobrado Iglesia del monasterio de Sobrado Tejado del Capítulo Alto de Sobrado Reparación de la Panera de Sobrado Claustro Grande de Sobrado Claustro Reglar de Sobrado Claustro Grande de Sobrado Priorato y Erm. de S. Pedro de Solme Claustro Grande de Sobrado Iglesia del monasterio de Sobrado Celda Abacial de Sobrado Claustro Reglar de Sobrado
Cantería Cantería Cantería carpintería
Claustro Grande de Sobrado
Paxarelo Paxarelo, Isidro Pazo, Manuel Pazos, Jacob Pazos, Santiago Pedrido Pérez, Cosme Pérez, Francisco Pérez, Julián Pérez, Simón
O. O. O. O. O. O. O. O. O. O.
Pesco Picón, Pedro
O. Cantería O. Carpintería
Piñeiro, Andrés
Carpintería Carpintería Cantería Carpintería Carpintería Cantería Cantería Cantería Carpintería Cantería
. O. Cantería
Reparación de la Panera de Sobrado Tejado sel Capítulo Alto de Sobrado Claustro Reglar de Sobrado Claustro Reglar de Sobrado Claustro Reglar de Sobrado Iglesia del monasterio de Sobrado Claustro Reglar de Sobrado Corredor Abacial de Sobrado Iglesia del monasterio de Sobrado Iglesia del monasterio de Sobrado Reparación de la Panera de Sobrado Celda Abacial de Sobrado Claustro Grande de Sobrado Celda Abacial de Sobrado Tejado del Capítulo Alto de Sobrado Casa de la Audiencia (Sobrado) Reparaciones del monast. de Sobrado Iglesia del monasterio de Sobrado
Piñeiro, Anselmo
O. Cantería
Claustro Reglar de Sobrado
Piñeiro, Dionisio Piñeiro, Domingo
O. Cantería O. Cantería
Piñeiro, Francisco Piñeiro, Gregorio
O. Cantería O. Cantería
Iglesia del monasterio d~ Sobrado Celda Abacial de Sobrado Claustro Reglar de Sobrado Iglesia del monasterio de Sobrado Iglesia del monasterio dé Sobrado
1608 1736-1737 1683-1685 1707-1708 1740-1741 1731-1733 1740-1741 1731-1733 1740-1741 1740-1741 1674-1680 1740-1742 1738-1740 1667-1673 1744-1745 1734-1735 1736-1737 1731-1733 1736-1737 1636-1637 1736-1737 1705-1707 1725-1726 1731-1734 1738-1740 1727-1728 1736-1737 1734-1735 1744-1745 1738-1740 1738-1740 1740-1741 1707-1708 1731-1732 1746-1747 1674-1683 1674-1708 1734-1735 1725-1726 1736-1737 1725-1726 1744-1745 1745-1746 1745-1746 1674-1680 1704-1708 1731-1732 1738-1740 1706-1708 1725-1726 1732-1733 1706-1708 1677-1683
163
PABLO GONZÁLEZ LÓPEZ
Artífice
Oficio
Obra
Fecha
Piñeiro, José Piñeiro, Juan Piñeiro, Manuel Piñeiro, Pablo Piñeiro, Simón Piñor, Francisco Platas, Juan Présares, Pedro
O. O. O. O. O. O. O. O.
Cantería Cantería Cantería Cantería Cantería Cantería Carpintería Cantería
Iglesia del monasterio de Sobrado Iglesia del monasterio de Sobrado Claustro Grande de Sobrado Iglesia del monasterio de Sobrado Iglesia del monasterio de Sobrado Claustro Reglar de Sobrado Iglsia del monasterio de Sobrado Iglesia del monasterio de Sobrado
Preto, Benito Prieto, Benito Pulga Guinteiro, Domingo Guinteiro, Francisco Guintela, Raimundo
O. O. O. O. O. O.
Carpintería Cantería Carpintería Cantería Cantería Cantería
Ramos, Antonio
O. Cantería
Reparación de la Panera de Sobrado Claustro Grande de Sobrado Reparaciones del monast. de Sobrado Claustro Reglar de Sobrado Celda Abacial de Sobrado Celda Abacial de Sobrado Claustro Reglar de Sobrado Iglesia del monasterio de Sobrado
Rañaceiro, Juan Redondo, Martín
O. Cantería O. Cantería
Claustro Reglar de Sobrado Claustro Reglar de Sobrado
Redondo, Miguel
O. Cantería
Claustro Grande de Sobrado Claustro Reglar de Sobrado
Rego, Francisco Remaner, Juan de Remeseiro, Juan de Riba, Roque de la Ricoy, Bias de Rincón, Pedro Rigla, Estevo Rodríguez, Amaro Rodríguez, Antonio Rodríguez, Bartolomé Rodríguez, Marcelo Rodríguez Rancha, Juan
O. O. O. O. O. O. O. O. O. O. O. O.
Cantería Cantería Cantería Cantería Cantería Carpintería Carpintería Cantería Cantería Cantería Carpintería Cantería
Roibal, José Salvador Sánchez, Domingo Sánchez, Juan Sánchez, Pedro Santiago, Antonio de Seoane, Gregorio Serol, Matías Servia, José de
O. O. O. P. O. O. P. O. O.
Cantería Cantería Carpintería Cantería Cantería Cantería Cantería Canteía Carpintería
Sierra, Rosendo de Silbela, José Silva, Fructuoso da
O. Cantería O. Cantería O. Cante~ía
Claustro Reglar de Sobrado Iglesia del monasterio de Sobrado Celda Abacial de Sobrado Claustro Grande de Sobrado Iglesia del monasterio de Sobrado Iglesia del monasterio de Sobrado Claustro Grande de Sobrado Iglesia del monasterio de Sobrado Claustro Reglar de Sobrado Reparación de la Panera de Sobrado Iglesia del monasterio de Sobrado Claustro Reglar de Sobrado Claustro Reglar de Sobrado
Silva, José da Silva, Pablo da Silva, Vicente da Simal, Gregorio Soeiro, Domingo
O. O. O. O. O.
Claustro Reglar de Sobrado Claustro Reglar de Sobrado Claustro Reglar de Sobrado Iglesia del monasterio de Sobrado Celda Abacial de Sobrado
1706-1708 1677-1600 1736-1737 1677-1683 1674-1683 1731-1732 1705-1708 1690-1696 1704-1707 1734-1735 1736-1737 1745-1747 1740-1741 1725-1726 1725-1726 1731-1732 1674-1600 1699-1700 1741 1731-1733 1740-1741 1736-1737 1731-1733 1740-1742 1736-1737 1690-1692 1740-1741 1738-1742 1689-1692 1731-1732 1734-1735 1744-1745 1731-1733 1690-1693 1738-1741 1734-1735 1725-1726 1734-1735 1736-1737 1731-1732 1738-1741 1745-1746 1740-1741 1674-1685 1725-1726 1736-1737 1680-1685 1697-1698 1736-1737 1674-1677 1733-1734 1734-1735 1689-1690 1741-1742 1731-1732 1738-1740 1740-1741 1731-1733 1740-1741 1674-1677 1725-1726
164
Cantería Cantería Cantería Cantería Cantería
Claustro Grande de Sobrado Iglesia del monasterio de Sobrado Claustro Reglar de Sobrado Claustro Reglar de Sobrado Iglesia del monasterio de Sobrado Claustro Reglar de Sobrado Reparación de la Panera de Sobrado Tejado del Capítulo Alto de Sobrado Claustro Reglar de Sobrado Iglesia del monasterio de Sobrado Claustro Reglar de Sobrado Reparación de la Panera de Sobrado Celda Abacial de Sobrado Reparación de la Panera de Sobrado Claustro Grande de Sobrado Claustro Reglar de Sobrado
La labor artística cisterciense gallega desde los fondos documentales del archivo del Reino de Galicia
Artífice
Oficio
Obra
Fecha
Soeiro, Francisco Soto, Fernando de
O. Cantería O. Cantería
Celda Abacial de Sobrado Claustro Reglar de Sobrado
Soto, Lorenzo de Soto, Paolo de Tobán, Julián
O. Cantería O. Cantería O. Cantería
Claustro Reglar de Sobrado Claustro Reglar de Sobrado Claustro Reglar de Sobrado
Tomé Touriñó, Amaro
O. Cantería O. Cantería
Touriño, Tomás Trapa, Francisco da Trigo, Juan Vahamonde; Martín Val, Gregorio de Val, Juan de Valas, Andrés Vallas (los) Varela, Andrés Varela, Baltasar
O. O. O. O. O. O. O. O. O. O.
Cantería Cantería Cantería Cantería Cantería Cantería Cantería Cantería Cantería Cantería
Varela, Carlos Varela, Joaquín Varela, Juan Varela, Pedro Varral, Antonio Vázquez, Bartolomé Vázquez, Bernardo
O. P. O. O. A. O. O.
Carpintería Cantería Carpintería Cantería Cantería Cantería Carpintería
Vázquez, Juan Vázquez, Juan Vázquez, Vitorio Veiga, Antonio
O. A. O. O. O.
Cantería Cantería Cantería Cantería Cantería
Veiga
P. Cantería
Veiga, Bernardo Ventureira, Antonio Vidal, Beníto Vidal, Juan Vila, Juan da Vilar, Andrés Vi lar, Pedro Villa Nova, Joaquín da Viso, Lorenzo Vivero, Antonio Xii, Francisco Zebreira, Jacobo de la
O. O. O. O. O. O. O. O. O. O. O. O.
Zerbiño
O. Cantería
Iglesia del monasterio de Sobrado Claustro Grande de Sobrado Claustro Reglar de Sobrado Iglesia del monasterio de Sobrado Claustro Grande de Sobrado Claustro Reglar de Sobrado Iglesia del monasterio de Sobrado Iglesia del monasterio de Sobrado Iglesia del monasterio de Sobrado Claustro Grande de Sobrado Reparación de la Ermita de S. Ciprián Claustro Reglar de Sobrado Iglesia del monasterio de Sobrado Celda Abacial de Sobrado Claustro Grande de Sobrado Tejado del Capítulo Alto de Sobrado Claustro Grande de Sobrado Ermita de S. Nicolás de Carantoña Iglesia del monasterio de Sobrado Iglesia del monasterio de Sobrado Iglesia del monasterio de Sobrado Claustro Reglar de Sobrado Claustro Grande de Sobrado Ermita de S. Nicolás de Carantoña Iglesia del monasterio de Sobrado Iglesia del monasterio de Sobrado Iglesia del monasterio de Sobrado Iglesia del monasterio de Sobrado Celda Abacial de Sobrado Reparación de la Panera de Sobrado Casa del Estanque (Sobrado) Casa de la Audiencia (Sobrado) Reparaciones del monast. de Sobrado Iglesia del monasterio de Sobrado Iglesia del monasterio de Sobrado Iglesia del monasterio de Sobrado Iglesia del monasterio de Sobrado Claustro Reglar de Sobrado Tejado del Capítulo Alto de Sobrado Iglesia del monasterio de Sobrado Reparación de la Panera de Sobrado Priorato y Erm. de S. Pedro de Solme Iglesia del monasterio de Sobrado Iglesia del monasterio de Sobrado Reparación de la Panera de Sobrado Claustro Grande de Sobrado Iglesia del monasterio de Sobrado
1725-1726 1731-1733 1741 1741-1742 1731-1733 1731-1732 1740-1741 1674-1680 1736-1737 1738-1741 1707-1708 1736-1737 1738-1741 1689-1691 1674-1680 1674-1680 1736-1737 1727-1728 1741-1742 1704-1708 1725-1726 1736-1737 1744-1745 1736-1737 1615 1707-1708 1677-1683 1683-1696 1733-1734 1736-1737 1615 1677-1685 1706-1708 1707-1708 1699-1708 1725-1726 1734-1735 1744-1745 1745-1746 1745-1746 1680-1685 1689-1690 1690-1692 1689-1690 1732-1733 1744-1745 1690-1691 1734-1735 1636-1637 1674-1677 1677-1680 1734-1735 1736-1737 1704-1708
Cantería Carpintería Cantería Cantería Carpintería Carpintería Cantería Carpintería Carpintería Carpintería Cantería Carpintería
165
PABLO GONZÁLEZ LOPEZ
ESCULTURA TALLA MAESTROS
Artífice
Obra
Fecha
Fabián García de Seara, Bernabé (PC) González, Alonso (PC)
Retablos Colaterales (Sobrado) Sillería de Coro de Sobrado Retablo de S. José (Sobrado) Mudanza del Retablo Mayor (Sobrado) Varias Imágenes (San Xusto de Toxos Outos) Ret. Mayor de la Cap. del Rosario (Sobrado) Sillería de Coro de Sobrado
1740-1741 1695-1698 1666-1667 1698-1699 -1640 1672-1674 1697-1698
Prado, Mateo de (PC) Romay, Miguel de (CB)
OFICIALES
Artífice
Obra
Fecha
Alonso, Francisco Alvarez, Agustín Brouzas, Francisco de Brouzas, Gabriel de Bustelo Canedo, Pedro Castro, Bernardo Corneiro, Francisco Cornide, Julián de Duro, Domingo Francés (Un) García, Bernardo
Sillería de Coro de Sobrado Custodia (Sobrado) Sillería de Coro de Sobrado Sillería de Coro de Sobrado Sillería de Coro de Sobrado Mudanza del Retablo Mayor (Sobrado) Retablo de la Iglesia de Gomariz Retablos Colaterales (Sobrado) Retablos Colaterales (Sobrado) Sillería de Coro de Sobrado Sillería de Coro de Sobrado Retablos Colaterales (Sobrado) Custodia (Sobrado) Retablos Colaterales (Sobrado) Custodia (Sobrado) Custodia (Sobrado) Sillería de Coro de Sobrado Mudanza del Retablo Mayor (Sobrado) Custodia (Sobrado) Marcos de Altares (Sobrado) Custodia (Sobrado) Retablo de la Capilla de Gomariz Retablos Colaterales (Sobrado) Custodia (Sobrado) Retablos Colaterales (Sobrado) Mudanza del Retablo Mayor (Sobrado) Custodia (Sobrado) Sillería de Coro de Sobrado Retablos Colaterales (Sobrado) Sillería de Coro de Sobrado Retablos Colaterales (Sobrado) Custodia (Sobrado) Retablos Colaterales (Sobrado) Custodia (Sobrado) Sillería de Coro de Sobrádo Retablos Colaterales (Sobrado) Retablos Colaterales (Sobrado) Retablos Colaterales (Sobrado) Retablos Colaterales (Sobrado) Retablos Colaterales (Sobrado) Custodia (Sobrado)
1697-1698 1746-1747 1692-1698 1692-1698 1693-1698 1698-1699 1671 1740-1741 1740-1741 1696-1698 1695-1696 1740-1741 1746-1747 1740-1741 1746-1747 1746-1747 1696-1697 1698-1699 1746-1747 1698-1699 1746-1747 1671 1740-1741 1746-1747 1740-1741 1698-1699 1746-1747 1696-1698 1740-1741 1696-1698 1740-1741 1746-1747 1740-1741 1746-1747 1696-1687 1740-1741 1740-1741 1740-1741 1740-1741 1740-1741 1746-1747
García, Domingo García, Sebastián Gómez, Andrés de Gómez, Francisco González, Antonio González, Antonio González, Felipe Lois, Felipe de San López, Francisco Montenegro, José Mosquera, Roque Mosquera, Roque Nevas, Jacobo de Nogueira, Alexandro Núñez, Melchor Otero, Pedro Panero, Benito Pardo, Antonio Patiño, José Pazo, Gerónimo de Puente, José do Río, Jacobo do Rodríguez, Manuel
166
La labor artística cisterciense gallega desde los fondos documentales del archivo del Reino de Galicia
Artífice
Obra
Fecha
Rodíguez, Salvador
Retablos Colaterales (Sobrado) Custodia (Sobrado) Retablos Colaterales (Sobrado) Custodia (Sobrado) Custodia (Sobrado) Sillería de Coro de Sobrado Retablo Mayor de Sobrado
1740-1741 1747 1740-1741 1747 1746-1747 1697-1698 1707-1708
Romero, Manuel Romero, Pedro Salgueiro, Julián Sánchez, Antonio Senra, Bernardo de
POLlCROMIA
Artífice
Obra
Fecha
Caamaño Fandiño, José
Retablo de la Capilla de las Cascas Estofado de las Imágenes del Retablo de Nuestra Señora la Antigua (Sobrado) Pintura del Altar de S. José (Sobrado) Estofado de varias esculturas (Toxos Outos)
1618-1619
Gómez, Darr.ián Rodríguez, José
1698-1699 1699 -1640
PINTURA Artífice
Obra
Mallorquín (el) Míguez, Alfonso
Once cuadros para Sobrado Aforo de una viña en Frade (Betanzos a Sobrado
Fecha 1666-1667 17-1-1523
ORFEBRERíA Artífice
Obra
Alcalde, Felipe Arauje:> , Manuel Gante, Guillermo de (PC) Morales Ocon., Juan Antonio de Serrano, Cristóbal
Aforo de una casa en Betanzos a Monfero Cruz de plata del monasterio de Oseira Cruz de plata del monasterio de Oseira Reparación de un hostiar de plata de Sobrado Cruz de plata del monasterio de Oseira Cruz de plata del monasterio de Oseira
Fecha 23-IV-1617 1564-1565 1564-1565 1725-1726 1564-1565 1564-1565
167
PABLO GONZÁLEZ LOPEZ
INDICE DE OBRAS ARQUITECTURA
Monasterio
Lugar
Obra
Acebeiro Armenteira A Franqueira Meira
Monast. de Acebeiro Pontevedra Erm. Ntra. S. a Castelanes Erm. S. Julián del Hiermo
Nuevo Dormitorio y Refectorio Casas en la Rúa dos Ferreiros Reconstrucción de la Ermita Reparación de la Ermita
Monfero
Monast. de Monfero Erm. S. Julián de Darca Igl. S. Jorge de Torres Igl. S. Nicolás de Carantoña Igl. Sta. M.a de Gestoso
Igl. Sta. M. a de La Labrada Montederramo
Sobrado
168
Erm. S. Roque (Castroderrey) Igl. S. Facundo de Rivas de Miño Monast. de Sobrado
Reedificación de la Ermita Enlosado Cap. M. Igl. S. Félix Rep. Seminario, Celdas y Sacristia Reparación de la Ermita Reparación de la Iglesia Reparación de la Iglesia Alargamiento de la Cap. Mayor Reparaciones de la Cap. Mayor
Reedificación de la Cap. Mayor Reparación de la Cap. Mayor Reparación de la Ermita Escalera del Coro Capilla de San Juan Capilla del Rosario Igl. de Sta. María de Sobrado Claustro Grande (Ala Sur) Celda Abacial Claustro de la Hospedería Claustro Grande (Ala Sur) Claustro de la Hospedería Celda Abacial Reformas Sacristía Alta Escalera del Lavatorio Casa de la Audiencia Oratorio Claustro Reglar Casa del Médico Panera Claustro Grande (Ala Sur) Casa del Mesón Bodega Escalera Principal Reparación del Capítulo Alto Casa del Estanque Casa de la Audiencia Reparaciones en la Iglesia Celda Abacial Arrieria Claustro Grande (Alas Sur y Norte) Claustro de la Hospedería Reforma de la Cillerería Vieja Celda Abacia I Refectorio
Fecha 1763-1802 1688-1692 -1778 1706-1707 1720-1721 1725-1728 1746-1747 1752-1753 -1668 -1789 -1661 -1796 -1615 1706-1709 1723-1724 -1750 1776-1777 1813-1814 1702-1704 1817-1818 1701-1704 1701-1704 1612-1614 1672-1675 1675-1710 1713-1718 1714-1718 1723-1724 1723-1729 1724-1727 1724-1728 1725-1726 1724-1725 1727-1728 1731-1732 1731-1746 1732-1733 1734-1735 1735-1741 1738-1739 1742-1743 1742-1743 1744-1745 1744-1745 1745-1747 1745-1747 1746-1747 1746-1747 1749-1750 1756-1758 1776-1777 1776-1778 1782-1783
La labor artística cistérciense gallega desde los fondos documentales del archivo del Reino de Galicia
Monasterio
Lugar
Obra
Sobrado
Monast. de Sobrado
Botica Reparación del Claustro Grande Reparación de la Linterna Reformas en la Sacristía Alta Reparaciones en la Iglesia
Capilla de S. Ciprián
Ermita de S. Gregorio Ermita de S. Martín de Rates Igl. de Augas Santas Igl. de la Ciudadela Igl. de Folgoso Iglesia de Luaña Iglesia de Trasmonte Igl. S. Cristóbal de Arzón Igl. S. Martín de Cabruí
Igl. S. Martín de Hermedelo Igl. S. Paio de Aranga Igl. S. Pedro da Porta Igl. Sta. M. a de Sojao Monast. S. Xusto de Toxos O.
Priorato de Almerezo
Priorato de Gomariz
Priorato de Las Cascas
Priorato de S. Martín do Porto
Priorato S. Bernardo da Graña Priorato de Solme-Carballar
Reparaciones Claustro Hospedería Reparaciones en la Capilla
Demolición de la Capilla Reedificación de la Capilla Reparación de la Capilla Declaración de profana Nueva Capilla Mayor Reparaciones de la Iglesia Reparación de la Capilla Mayor Reparación del Coro Arreglo del Coro y Capilla Mayor Arreglo de la Capilla Mayor Arreglo de la Capilla Mayor Reedificación de la Capilla Mayor Arreglo del Coro Reconstrucción de la Capilla Mayor Reparación de la Capilla Mayor Reparación de la Iglesia Reparación de la Iglesia Construcción de la Iglesia Nueva Capilla Mayor Construcción de la nueva Iglesia Construcción de la Iglesia Reparaciones de la Iglesia Espadaña y Torre de la Iglesia Reparac. de dos lienzos del Claustro Reparación de la Celda Abacial Nueva Cap. M. y Sacristía Nuevo Cuerpo de la Iglesia Portadas del Cuerpo de Hospedería Obra de la Capilla de Almerezo Reedificación de la Cap. igl. S. Vicente de la Graña Construcción de un Hórreo Reedificación del Priorato Reedificación del Priorato Rep. Igl. S. Vicente de la Graña Capilla-Oratorio Reparación Cap. M. de Moldes Reparación de la Iglesia de Moldes Arreglo de la Capilla Arreglo del Priorato Fachada del Priorato Capilla para el Priorato Construcción de la Casa Reformas en la Casa del Priorato Construcción de la Capilla Reedificación Igl. S. Pedro Construcción del Priorato Cap. S. Bartolomé (Igl. de Solme)
Fecha 1783-1784 1795-1797 1799-1802 1801-1802 1809-1810 1812-1815 1824-1825 1724-1725 1727-1728 1733-1734 1800-1801 1830-1831 1752-1753 1636-1637 2Q-XII-1799 1726-1727 1725-1726 1746-1747 1810-1811 1830-1831 -1633 1714-1715 1722-1723 1729-1730 1700-1701 1741-1742 1797-1798 1831-1832 -1640 -1744 1773-1775 1711-1712 1730-1734 1716-1719 1734-1735 1742-1743 1742-1743 -1800 1812-1815 1818-1819 1696-1697 1725-1726 1732-1733 1760-1761 1779-1817 1816-1817 1655-1656 1655-1656 1780-1783 1605-1606 1718-1721 1766-1767 1649-1650 1661-1662 1713-1714 . 1734-1735 1661-1662 1635-1636 1636-1637 1688-1689
169
PABLO GONZÁLEZ LOPEZ
Monasterio Sobrado
Lugar
Obra
Priorato de Solme-Carballar
Reformas en el Priorato Cap. M. Igl. de Aranga Arreglo del Altar Mayor Reparación de la Iglesia Reedificación de la Iglesia Reedificación Cap. S. Lorenzo
Priorato de Tibianes
Fecha 1760-1761 1772-1773 1774-1775 1659-1660 1697-1698 1751-1752
-1683
ESCULTURA Meira
Monast. de Meira
Erm. S. Julián del Hierro Monfero Montederramo
Erm. S. Nicolás de Carantoña 1. S. Facundo de Rivas de Miño
Sobrado
Monast. de Sobrado
Igl. S. Cristóbal de Arzón Igl. S. Martín de Cabruí Igl. S. Martín de Rates Casa de Noia M. S. Xusto de Toxos Outos
Priorato de Gomariz Priorato de Las Cascas Priorato S. Martín do Porto Priorato S. Bernardo da Graña Priorato de Tibianes
170
Retablo de S. Esteban Retablo de Santiago Retablo de Nuestra Señora Retablo de S. Julián Imagen de S. Julián Retablo con tres Imágenes Dos Retablos Colaterales Imágenes de Nuestra Señora Retablo Capilla de S. José Seis Monjes y una Concepción para la Sacristía Dorado del Retablo de la Sacristía Retablo de la Capilla del Rosario Sillería de Coro Cruceiro de la Vía Sacra Mudanza del Retablo de Ntra. S.· Retablo de S. Antonio Retablo del Sto. Cristo Cruceiro de Juan Sánchez Cruceiro de S. Lorenzo Cruceiro del Camino de Romada Dos Retablos Colaterales Retablo del Sto. Crísto Imag. Asunción con dos Angeles Custodia Retablo Capilla del Noviciado Imagen de San Cristóbal Retablo del Altar Mayor Retablo Imágenes de los Stos. Justo, Pastor Benito y Bernardo Un Santo Cristo y un San Bernardo Retablo Arreglo de dos Retablos Colaterales Stos. Justo y Pastor del Ret. M. Cambios de cabeza y manos a un San Bernardo Virgen del Altar Mayor Reparación de un S. Bernardo Reparación de la cabeza de la Virgen Retablo de la Capilla Retablo de la Capilla Dorado del Retablo Un Cristo Imágenes de Nuestra Señora, San Benito y San Bernardo Dorado del Retablo de la Capilla Cristo para el Retablo de la Capilla
1658-1659 1658-1659 1658-1659 1658-1659 -1744 1613-1615 1701-1704 1701-1704 1666-1667 1666-1667 1666-1667 1672-1674 1692-1698 1692-1693 1698-1699 1712-1713 1712-1713 1732-1733 1732-1733 1732-1733 1740-1741 1741-1742 1746-1747 1746-1747 1800-1801 1722-1723 1741-1742 1792-1793 1640-1641
-1640 1658-1659 1716-1717 1730-1731 1752-1753 1796-1797 1799-1800 1830-1831 1670-1671 1611-1612 1618-1619
-1650 1ffi5-1656 1009-1670 1731-1732
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PINTURA Monasterio
Lugar
Obra
Sobrado
Monast. de Sobrado
Veinte cuadros para la Sala Abacial Varios cuadros en la Escalera Cuadro de San Bernardo Cuadro de la Maristela (Dormitorio) Limpieza del Cuadro de la Soledad Cuadros de Stos. Benito y 'Bernardo Pared del Testero de la Cap. M.
M. S. Xusto de Toxos Outos Priorato de S. Martín do Porto
Fecha 1666-1667 1679-1680 1709-1710 1796-1797 1733-1734 1733-1734 1779-1780
ORFEBRERíA
Monfero
M onast. de Monfero Igl. Sta. M. a de Gestoso
Oseira Sobrado
Monast. de Oseira Monast. de Sobrado
Igl. S. Cristóbal de Arzón
Igl. S. Pedro da Porta M. S. Xusto de Toxos Outos
Priorato Priorato Priorato Priorato Sobrado
de de S. S.
Gomariz Las Cascas Bernardo da Graña Martín do Porto
Priorato de Solme-carballar Priorato de Tibianes
Cáliz para la Sacristía Custodia de plata Dorado de la Custodia Custodia de plata Cáliz y Cruz de plata Cruz de Plata Joyas de plata para la Virgen Cruz de plata Dorado de la Custodia Seis candeleros de plata regalo del Obispo de Oren se Frontal de plata Tres Arañas y dos lámparas de plata Dorado de la Custodia Dorado del Copón Custodia del Altar Mayor Dorado de un Copón Vinajeras, laureolas y Cristo (plata) Corona de plata para la Virgen Laureolas de plata para dos Santos Un Copón Dorado de dos Cálices, dos Cristos y un Viril Vinajeras de plata Cáliz para la Cap. de las Salinas Cáliz con su Patena Vinajeras de plata Cáliz dorado Cáliz de plata Custodia para la Iglesia Caja del Viático y Crismeras (plata) Copón de plata
1689-1692 1742-1743 1750-1754 -1782 -1803 1564-1565 1691-1692 1704-1705 1728-1729 1729-1730 1746-1747 1770-1771 1749-1750 1778-1779 1831-1832 1828-1829 1778-1779 1778-1786 1786-1787 1789-1790 1793-1794 1815-1816 1696-1697 1668-1669 1660-1661 1713-1714 1739-1740 1661-1662 -1696 1731-1732 1811-1812
171
PABLO GONZALEZ LĂ&#x201C;PEZ
ARTES MENORES Monasterio
Lugar
Obra
Sobrado
Monast. de Sobrado
Rejas para las ventanas Rejas de la Nave de S. Pedro Reja del Claustro Reglar Reja de la Iglesia Monumento de Semana Santa Pila Bautismal en jaspe Reja de la Capilla del Rosario Reja de la Iglesia Mesa de Altar (Sala Abacial) Pila Bautismal
Priorato de Tibianes
Bufete y PĂşlpito
172
Fecha 1690-1691 1691-1692 1692-1693 1700-1701 1710-1711 1732-1733 1735-1736 1737-1738 1800-1801 -1696 1731-1732 1788-1789
La labor artística cisterciense gallega desde los fondos documentales del archivo del Reino de Galicia
BIBLIOGRAFíA COUSELO BOUZAS, J., 1932. Galicia artística en el siglo XVIII y primer tercio del XIX, Imprenta del Seminario, Santiago, pp. 731. GONZÁLEZ LÓPEZ, P., 1986. Valoración del fondo documental del Archivo del Reino de Galicia relativo a la actividad artística de los monasterios cisterciense 1498-1836. (Tesis de licenciatura presentada en la Facultad de Geografía e Historia de Santiago, inédita), pp. 704. MARTíN, E., 1953, Los Bernardos Españoles, Palencia, pp. 130. PEREZ CONSTANTI, P., 1930. Diccionario de Artistas que florecieron en Galicia durante los siglos XVI y XVII, Imprenta del Seminario, Santiago, pp. 609.
173
Brigantium. Bol. Museo Arqu. Hist. Coruña. 1989-1990. vol. 6 pp. 175-182
LA AUTORíA DEL RETABLO DE MONTEDERRAMO: BERNARDO CABRERA Y SU HIJO JUAN DE CABRERA, RETABLlSTAS DEL ESCULTOR MATEO DE PRADO
LEOPOLDO FERNANDEZ GASALLA
Fernández Latorre, 53-2. 15(X)6. A Coruña
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Resumen. El escultor Mateo de Prado y el ensamblador Bernardo Cabrera fueron los máximos representantes de sus especialidades en el segundo tercio del XVII en Compostela. De su colaboración, analizada en este artículo, fue fruto una larga serie de obras, entre las cuales creemos que debe incluirse desde ahora el retablo mayor del monasterio de Montederramo. A partir de un poder notarial hecho por Bernardo Cabrera a Juan de Cabrera aclaramos la autoría de esta obra y la relación padre-hijo entre ellos. Abstract: The Craftsmen who built the altarpiece at Montederramo, Bernardo Cabrera and his son Juan de Cabrera of the school of Mateo de Prado. The sculptor Mateo de Prado and the joiner Bernardo Cabrera were known as the best craftsmen of their trade in the second third of the 18th Century in Santiago de Compostela. This article analyzes their coliaboration which produced a great number of works of art, among which we believe the main altarpiece at the Monastery of Montederramo should be included. Based on a power of attorney made out by Barnardo Cabrera to Juan de Cabrera, we were able to identify the craftsmen responsible for this work of art and to verify the fatherson relationship.
EL MONASTERIO DE MONTEDERRAMO El monasterio de Montederramo se encuentra emplazado en las estribaciones de la orensana sierra de San Mamede, en el extremo sur de una altiplanicie elevada 920 metros sobre el nivel del mar. Junto a él discurre el río Mao, recorriendo su camino al encuentro del Sil, del cual es afluente. Se halla pues en el área de la llamada «Ribeira Sacra», sin estar estrictamente a sus orillas. A mediados del siglo XII, el cenobio benedictino de Seoane Vello trasladó su asentamiento unos seis kilómetros hacia el sur, al lugar que hoy conocemos como Montederramo. También por" esta época, en 1153, se efectuó su unión en el Císter acabándose diez años más tarde las obras del nuevo monasterio. Dando un salto en el tiempo hasta las proximidades del siglo XVII, - momento en que se realizará el retablo que ha de ocuparnos-, destaquemos que en 1582, el convento fue instituido como casa central de estudios de la orden cisterciense (CI D RUMBAO, 1974). Desde estos últimos años del XVI hasta el siglo XVIII, el conjunto monacal de Santa María de Montederramo transformará totalmente su fábrica medieval en otra más acorde con los nuevos gustos.' Sus principales periodos constructivos serán «... os derradeiros anos do XVI, cando se fan os claustros, a segunda metade do XVII, e outra volta a do XVIII, ainda que se pode decir que os monasterios estaban sempre en obras» (SAAVEDRA, 1980, 11,22-23)' Esto, que es aplicado aquí a todos los conventos de Galicia, coincide perfectamente con nuestro caso. 175
LEOPOLDO FERNÁNDEZ GASALLA
De 1577 a 1595, Juan de la Sierra erigió la sala capitular, el locutorio y tres celdas del monasterio, siendo su hermano Pedro quien, entre 1598 y 1607 levante, siguiendo las trazas del hermano jesuita Juan de Tolosa, un nuevo templo conventual al tiempo que va derribando el antiguo (BONET CORREA, 1966). La segunda mitad del siglo XVII, por su parte, verá recibir a la iglesia los retablos destinados a ornarla, coincidiendo con un tiempo de prosperidad económica en lo que a Galicia atañe. Dentro de la precaria situación que atraviesan la práctica totalidad de los reinos peninsulares durante el segundo tercio del XVII, destaca Galicia como una de las excepciones. En 1630, un ciclo económico parece haber concluido (GELABERT, 1980). Entre 1641 y 1691 desaparecen casi por completo las epidemias y hambres que afectan, en cambio, al resto de España (SAAVEDRA, 1980). Ello vino determinado por la introducción del cultivo del maíz con sus altos rendimientos que favoreció el crecimiento demográfico y económico. Desde los años 30, comenzando escalonadamente de la costa hacia el interior, se vive una fase de clara euforia (GELABERT, 1980). Principales beneficiarios de esta mejora de la agricultura fueron los monasterios, poseedores de grandes extensiones de tierra como es bien sabido. Gracias a todo ello se decidieron, sin duda, los monjes de Montederramo a concertar con el maestro de arquitectura Bernardo Cabrera, en el año 1650, los retablos para la iglesia monacal, excepción hecha del de la capilla mayor (FERRO COUSELO, 1971).
LA COLABORACiÓN ENTRE MATEO DE PRADO Y BERNARDO CABRERA Esta empresa fue acometida por Cabrera con la participación de su, ya por aquel entonces, habitual colaborador el escultor Mateo de Prado (FERRO COUSELO, 1971). La unión de entalladores y escultores para confeccionar un retablo, así como su especialización en sus respectivos cometidos, venía dándose en Galicia desde comienzos de ese siglo (CHAMOSO LAMAS, 1956). Aunque el trabajo de Cabrera y Prado en asociación es conocido desde antiguo (PEREZ COSTANTI, 1930) ha sido, en nuestra opinión, insuficientemente resaltado en si mismo, a pesar de la cuantía e importancia de las obras en que fructificó. Habremos de remontarnos hasta el verano de 1639 para encontrar el primer contacto documentado entre quienes serían rectores de los talleres de escultura y ensamblaje, respectivamente, más importantes del segundo tercio del XVII en Santiago. Recién llegado Prado a Compostela, con el encargo de ejecutar la talla del coro bajo de la sillería de San Martín Pinario, se le encomienda a Bernardo Cabrera y al maestro de obras de la catedral, Francisco de Antas Franco la tarea de reconocer la obra de una vez acabada. Dos años más tarde, en 1641, las relaciones entre ambos maestros se habían consolidado lo suficiente como para que el escultor salga fiador de su colega en el concierto del retablo mayor del convento de San Francisco de La Coruña. De todas formas, la primera obra en la que ambos trabajan, es el retablo de las Reliquias de la Catedral de Santiago, para cuya fábrica Cabrera había hecho contrato con el cabildo en 1625. En él, se especificaba que las cuatro columnas 176
La autoría del retablo de Montederramo
principales habían de ser «aculebradas y entorchadas». Suponía esto que tan solo un año después de ser empleadas por Bernini en el baldaquino del Vaticano, iban a convertirse en las primeras columnas salomónicas de España (OTERO TÚÑ El, 1955) Y un elemento característico del hacer de este entallador de ahora en adelante. Por su parte, en 1643. Prado recibió el pago por varias esculturas que de sus manos habían salido con destino a este retablo. Al año siguiente, 1644, colaborarán en el retablo de Vistalegre de Vilagarcía de Arousa, al que seguirán durante la década de los 50 los que a continuación detallamos. De 1650 datan, como hemos dicho ya, los retablos de Montederramo. Destinadas al retablo de la capilla mayor del convento de Santo Domingo de La Coruña, que Cabrera había concertado en el mismo año de 1653, salieron del taller de Prado cinco imágenes que han sido identificadas por el Profesor OTERO TÚÑEZ (1980,151) y que se creían perdidas (1). En el 1657, Bernardo Cabrera hará el retablo mayor de la capilla del Hospital Real de Santiago, que completará Prado al año siguiente con tres esculturas. A todos estos datos, extraídos del Diccionario de PEREZ COSTANTI (1930), excepto los señalados expresamente, han de añadirse los concernientes al retablo del Deán Armada en la Girola de la Catedral de Ourense. La autoría de éste, había sido atribuida con exclusividad a Mateo de Prado por CHAMOSO LAMAS (1956), pero está fijada hoy además en lo tocante a su arquitectura como fruto de la actividad de Cabrera (HERVELLA VÁZQUEZ, memoria de licenciatura inédita). Con ello quedaría completa la serie documentada de las obras conjuntamente elaboradas por estos dos maestros del barroco gallego de los años centrales del XVII. El profesor GARCíA IGLESIAS (2) (obra inédita, 89-90), les atribuye también, a ellos o a su círculo, los retablos de la capilla del Santo Cristo de Burgos, en la Catedral de Santiago. Debido a la fecha de construcción de la dicha capilla, 1662, fija como momento de su realización los años siguientes, es decir 1663 o 1664. De ser así, supondrían las últimas realizaciones' de manos de Bernardo Cabrera, puesto que el artista morirá a fines de 1663. Es posible que, después de su fallecimiento, fueran acabados en su taller por sus colaboradores. Desgraciadamente para nosotros, de las realizaciones que hemos citado la mayoría no han resistido los avatares del tiempo. Nos podemos aún acercar, para el estudio de nuestro maestro de arquitectura, como el gustaba titularse, al retablo del Deán Armada, a los ya citados del Cristo de Burgos, a los secundarios de Montederramo y también a los restos del de las Reliquias.
LA AUTORIA DEL RETABLO MAYOR DE MONTEDERRAMO Yendo por fin, al motivo central de nuestro artículo, digamos que del retablo mayor de este monasterio, sabíamos como en 1664 fue asentado y acabado de pintar en 1666. También era ya conocido, a través del libro de cuentas de estos (1)
Aunque en el contrato que Prado hace no figura el destino de las imágenes éste nos parece claro, entre otras cosas porque el concierto de ambas obras fue hecho el 11 de Junio de 1653 ante el mismo notario. A. H. U. S. PROT.o 2041-bis-1.
(2)
Agradezco al profesor García Iglesias el haberme brindado la posibilidad de consultar su trabajo.
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años que los relieves habían salido del taller de Mateo Prado (FERRO COUSELO, 1971). FERRO COUSELO (1971,23) -basándose en un párrafo de este libro-, dedujo que la arquitectura del retablo se debía al oficio del entallador Juan de Cabrera. Decía esa parte lo siguiente: «Hase hecho un retablo para el altar mayor de gran primor y hermosura como se puede ver. Costó la escultura, que la hizo Mateo de Prado, vecino de Santiago veinticuatro mil reales. Por ensamblaje, Juan de Cabrera, vecino de dicha ciudad concertóse en treinta y tres mil reales». Visto este fragmento la atribución del retablo era casi incuestionable: «Juan de Cabrera, a quien fundadamente podemos suponer, muy próximo allegado, tal vez hijo de Bernardo Cabrera, y de quien apenas se conocía obra alguna se acredita en este retablo como digno continuador de su pariente y maestro, y quien vemos le dio aquí magnífica alternativa aliado de un excepcional escultor, que al aceptarlo, reconoce así su maestría». Sin embargo, apesar de las evidencias, hoy podemos afirmar que el retablo mayor de Montederramo se debe sólo en lo secundario a la tarea del más joven de los Cabrera. En uno de los libros de protocolos notariales conservados en el Archivo Histórico de la Universidad de Santiago, se halla un poder hecho por Bernardo a Juan de Cabrera para que concierte con el abad y los monjes de Montederramo la fábrica del gran retablo mayor. Nos aclara además definitivamente la relación de parentesco entre ambos Cabrera, ya que el propio encabezamiento señala a Bernardo como padre de Juan. Llegados a este punto hemos de preguntarnos, ¿hay quizás una contradicción entre el documento notarial y el libro de cuentas del monasterio, que cita exclusivamente a Juan como responsable de la fábrica del retablo? La confusión, a nuestro entender, parte de haber supuesto que Cabrera hijo era el creador de la obra porque la había concertado y corrido con su ensamblaje. Efectivamente hizo ambas cosas, pero como la escritura notarial expresa, la traza fue solicitada a Bernardo Cabrera por el padre abad de Montederramo, yes por tanto a él a quien corresponde el talento demostrado en la concepción de esta fábrica retabilística. Además, las piezas de talla que acabarían por conformar el retablo fueron hechas probablemente en el taller de Santiago, bajo la dirección de Bernardo y transportadas después en carros hasta el monasterio, como había ocurrido con los demás retablos de esta iglesia. Unos meses después de hecho el concierto, en 1663, falleció el maestro ensamblador en su casa compostelana del barrio de las Huertas, cuando debía frisar los setenta años (3). De ahí en adelante, por espacio de un año, poco más o menos, hasta 1664, -fecha en que, como hemos indicado, quedó asentado el retablo-, Juan de Cabrera debió asumir la finalización del encargo. Dicho ésto, nos vemos en la necesidad de insistir en que, todo el enorme conjunto del retablo fue fruto del a'rte de Bernardo Cabrera, en lo que a arquitectura respecta, siendo su sucesor relegable a tareas puramente mecánicas, o como mucho de interpretación de trazas.
(3)
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Bernardo Cabrera aparece por primera vez en activo en 1619, por lo que calculamos que debió nacer hacia 1595.
La autoría del retablo de Montederramo
En realidad Juan de Cabrera, con posterioridad a la muerte de su padre no se sabe que recibiese encargos significativos, exceptuando el de un retablo, en 1679, destinado a la capilla de Ánimas de la iglesia de San Francisco de Santiago. Pero es que, incluso para él, se le fija un modelo al que atenerse: el de los retablos de la capilla del Santo Cristo de Burgos, inclusa en la Catedral de Santiago (PÉREZ COSTANTI, 1930, 78). Ello refuerza la opinión del profesor GARCIA IGLESIAS (obra inedita), cuando atribuye estos al círculo de Cabrera. Dieciséis años después de la muerte de su padre seguía supeditado a sus modelos artísticos. Tampoco deja de ser definitorio de las capacidades del joven Cabrera el que nunca aprendiese a escribir (4), no ya por el hecho del analfabetismo en sí, sino más bien por la limitación que le hubo de suponer a la hora de asimilar nuevas ideas. Abundando en la idea digamos que es sintomático, que en la documentación sea siempre llamado ensamblador, en contraste con su padre para el que predomina el apelativo de maestro de arquitectura. Mientras que a este segundo término va asociada una capacidad creativa -fundamentalmente la de dar trazas-, el de ensamblador posee connotaciones mucho más mecánicas. En nuestra opinión, esto lo tenía muy presente el mayor de los Cabrera cuando usaba el título referido. Volviendo a nuestro retablo, pensamos que debemos destacar la importancia que adquiere para el estudio del perfil artístico de su creador, habida cuenta de que el resto de sus obras conservadas, a la par que escasas, carecen de la magnitud que esta tiene. Por desgracia, el pésimo estado a que lo redujo la humedad provocó que fuera desmontado para evitar su desmoronamiento. Así hoy, treinta años después, duerme aun el sueño de los justos, haciéndose difícil su análisis estilístico, ya que las fotografías que hemos podido manejar para conocer su estado original son de una calidad muy limitada. A pesar de ello, si es posible hacer algunas consideraciones de tipo más o menos general. No nos pararemos a comentar los relieves de Mateo de Prado, por no ser este el objeto del presente artículo. Digamos solamente que, en ellos, el escultor sigue claramente modelos dados por Gregario Fernández treinta o cuarente años atrás. En algunas tablas, como la del Bautismo de Cristo - obra sin duda de taller por la baja calidad de las anatomías-, la emulación ronda más bien el plagio. Los temas recogidos son bastante frecuentes en los monasterios del Císter: motivos marianos en la calle central y de la vida de Jesús en los laterales. Por dar un ejemplo qu~ confirme lo dicho, recordemos el retablo del convento de Las Huelgas de Valladolid, que coincide en la distribución de los temas por calles, si bien hay variantes y su tamaño es más reducido. Teniendo en cuenta que este retablo, en el que interviene Gregario Fernández (MARTíN GONZÁLEZ, 1984, 69-70), maestro de juventud de Prado, data de 1613, creemos que la tradición en la que encardina el de Montederramo debe llevarse bien atrás.
(4)
Sorprende que Bernardo Cabrera en cuya firma se aprecia soltura no enseñase a leer a su hijo, que declara no saber firmar en documento incluso en A. H. U. S. PROT. o 2227 f. s/n.
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No fueron mucho más recientes los modelos en los que se fijó Cabrera para desempeñar su cometido. La estirpe manierista es también en ellos bastante evidente. Carece la obra del maestro Cabrera para Montederramo de movimiento en planta, estando concebida sobre un plano prácticamente único y no en profundidad, como en principio corespondería a este momento artístico. Las diversas partes se nos presentan con una distribución en cuadrícula, es decir, con una estructura coordinada, lo que constituye un rasgo retardatario, puesto que lo propio del período barroco sería el empleo de la subordinación de las partes secundarias a las principales. Por otra parte, hay varios elementos individuales que pueden ser fácilmente localizables en retablos del período artístico anterior en Galicia. Tomemos, por ejemplo, los atlantes que se acomodan en los extremos del primer cuerpo: no es preciso reflexionar demasiado para ver en ellos un detalle de ascendencia manierista. Acudiendo a la comparación con un caso concreto tomemos el también orensano retablo de Xunqueira de Espadañedo. Atribuido por la profesora VILA JATO (1983, 70-72) al maestro Angés, lo fecha hacia 1594-95. Pues bien, tenemos aquí ya el empleo de las volutas como extremo de frontón, o los frontones cuyo ángulo superior se incurva hacia dentro, que emplea Cabrera. ¿ Dónde reside entonces el indudable sentido barroco y creativo de este maestro, artífice después de todo de las primeras columnas salomónicas de España? Precisamente en la originalidad de los soportes cuyo tratamiento decorativo invade también a los demás elementos de construcción. Se emplearon en la fábrica en total veinte columnas, todas ellas con un canon de 1/6, en la relación capitel-fuste. De ellas, las cuatro que flanqueaban el sagrario eran de tipo salomónico, estando provistas de una clara significación eucarística a causa de su decoración de vides y racimos ascendiendo a lo largo de sus cuerpos helicoidales. En ellas, así como en sus compañeras, el capitel era de U!1 tipo derivado del compuesto. Los fustes de las columnas del ático, así como los de las del segundo y tercer cuerpo nos mostraban el notable ingenio del maestro a la hora de componer ornamentaciones. Los soportes del segundo de los cuerpos eran todos tripartitos en tramos de igual longitud, repitiendo el segmento inferior la decoración vegetal de los capiteles. La parte intermedia de estos se cubría con un tipo de guirnaldas, que ya habían sido empleado en las columnas del coro del propio monasterio en el siglo anterior. Por último, el espacio superior de los fustes variaba de unas columnas a otras, entre una ornamentación a base de estrías helicoidales y otra que recordaría a la de pencas. Reseñables son, asímismo"los fustes del ático recorridos completamente por un entorchado, que alternaba las estrías con lengüetas con otras que contenían ovas y tarjas. Como colofón obligado, transcribiremos el texto del poder notarial que hemos venido refiriéndonos, en su parte significativa.
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La autoría del retablo de Montederramo
«Poder de Juan Cabrera que le dio Bernardo Cabrera a su padre» «En el barrio de San Roque, feligresía de San Miguel dos Agros, fuera y estramuros de la ciudad de Santiago a doze días del mes de septiembre de mil y seiscientos y sesenta y dos años, ante mi scribano y testigos parec;:io pressente Bernardo Cabrera, maestro de arquitectura vezino de dicha c;:iudad e dixo que daba y otorgaba todo su poder cumplido, el que de derecho en tal caso se requiera y sea nec;:esario, es a saber a Juan de Cabrera su hijo, vezino de dicha c;:iu'aad de Santiago, espec;:ialmente para que en su nombre pueda ir al convento de Montederramo, orden de San Bernardo a enseñar al padre abad, monxes y convento del una trac;:a firmada del otorgante, que hic;:o en virtus de carta del padre abad que al presente es de dicho convento: para la muestra y hechura de un retablo que pretenden hacer para el altar mayor de dicho convento; y hecho lo susodicho, viniendo de dicho convento en que el otorgante haga dicho retablo en conformidad de la trac;:a referida, que ha de llevar para el efeto referido dicho Juan de Cabrera aunque sea quitando u añadiendo; si fuere nec;:esario alguna cossa mas de lo que contiene pueda hacer y haga con dicho padre abad, monxes y convento el conc;:ierto que le pareciere y bien visto le fuere; en orden al prec;:io princ;:ipal de la hechura de dicho retablo, ajustando el tiempo en que haya de dar hecho yasentado y los plac;:os en que se haya de pagar el prec;:io y conc;:ierto que ansi hic;:ieren y ajustaren; otorgando para ello en rac;:on de dicho otorgante con dicho padre abad, monxes y convento qualesquiera scrituras, contratos y obligac;:iones y mas que sean nec;:esarias [, .. ]»,
Este documento se haya en el A. H. U. S., Protocolo 2269 f. 36, del año 1662.
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BIBLIOGRAFíA BONET CORREA, A., 1966. La arquitectura en Galicia durante el siglo XVII. C. S. 1. C. Madrid, pp. 189-193. CID RUMBAO, A., 1974. Crónica y Guía del Monasterio de Montederramo. Orense, pp. 5-6 Y 51-53. CHAMOSO LAMAS, M., 1943-4. El retablo de la Capilla de Armada de la Catedral de Orense. B. C. M. O. vol. XIV. Orense, pp. 295-297. CHAMOSO LAMAS, M., 1956. El escultor Mateo de Prado. C. E. G., vol. XI, pp. 423-448. FERRO COUSELO, J., 1971. Las obras del Convento de Montederramo en los siglos XVI y XVII. B. A. 1. Orense, páginas 22-23. GARCiA IGLESIAS, J. M., (inédita). La catedral de Santiago y el barroco. Valoración histórico-artística, 1667-1751. f.f. 88-90. GELABERT GONZÁLEZ, J. E., 1980. Galicia Eterna, vol. 1. Ediciones Nauta. Barcelona, pp. 153-217. HERVELLA VÁZQUEZ, J. (memoria de licenciatura inédita) La escultura en el deambulatorio de la Catedral de Orense, f.f. 146-152. MARTíN GONZÁLEZ, J. J., 1986. La escultura y la arquitectura española del siglo XVII, SUMMA ARTIS, vol. XXVI. Espasa-Calpe, pp. 69-70. . OTERO TÚf'JEZ, R., 1955. Las primeras columnas salomónicas de España. B. U. C., n.o 63, pp. 337-345. OTERO TÚf'JEZ, R., 1980. El barroco y el rococó. Escultura, Historia del Arte Hispánico. Editorial Alhambra. Madrid, p. 151. PÉREZ COSTANTI, P., 1930. Diccionario de artistas que florecieron en Galicia en los siglos XVI y XVII. Santiago, páginas 73-78 y 452-456. SAAVEDRA FERNÁNDEZ, P., 1980. Historia de Galicia, vol. 11. Cupsa-Planeta. Madrid-Barcelona, pp. 6-97. VILA JATO, D., 1984. Escultura Manierista en Galicia. Caixa Ourense. Santiago, páginas 70-72.
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Brigantium. Bol. Museo Arqu. Hist. Coruña. 1989-1990. vol. 6 pp. 185-189
NOTA SOBRE EL ESTUDIO PALlNOLÓGICO PRELIMINAR REALIZADO EN EL YACIMIENTO DE BARXES (OURENSE, ESPAÑA)
M. J. AIRA RODRiGUEZ* F. GUITIÁN OJEA ** ** Departamento de Edafoloxía e Química Agrícola * Departamento de Bioloxía Vexetal
Facultad de Farmacia Universidad de Santigo
Resumen. Se realiza el estudio palinológico de siete muestras recogidas en el Yacimiento de Barxés (Ourense). La comparación de los resultados obtenidos, con la datación arqueológica, permite deducir una cronología reciente (SubboreaI/Subatlántico) para el sedimento, caracterizado por la presencia de numerosos indicadores de actividad humana.
Abstraet. Notes on the Preliminary Palinological Study carried out at the deposit in Barxes rOurenseJ Spain. A palynological study on seven samples from the settlement at Barxés (Ourense) is carried out. A recent chronology (Subboreal/Subatlántico) for the sediment may be deducted by comparing the results and the archaeological dating. This chronology would be characterized by the presence of many plants indicating human activity.
INTRODUCCiÓN Aunque la mayoría de los análisis polínicos realizados en Galicia, han sido efectuados en suelos naturales, en los últimos años es cada vez más frecuente la aplicación de las técnicas palinológicas en entornos humanizados, yen concreto, en suelos o sedimentos de yacimientos arqueológicos (LÓPEZ, 1984; SAA, 1985; CRIÁDO et al., 1986), ya que aún teniendo en cuenta las propias limitaciones de la técnica empleada, los resultados obtenidos de este tipo de análisis, ofrecen al arqueólogo la posibilidad de encajar sus hallazgos e investigaciones en un marco ecológico y cronológico determinado. En este sentido el presente análisis, pese al carácter preliminar de sus resultados, es importante en cuanto que permite conocer la flora existente en los momentos de ocupación del Yacimiento, al mismo tiempo que aporta una serie de datos valiosos para el conocimiento de esta zona del país, en dicho aspecto. El yacimiento de Barxés, se encuentra situado al borde del embalse de As Conchas, próximo a Bande (Ourense) en el valle del Limia, en el lugar conocido como lila de Barxés. En época de lluvias parte de él queda cubierto por el nivel de agua del embalse y cuando baja se deposita en el borde, una fina capa arenosa, tapizando el estrato arqueológicamente fértil. Se encuentra situado sobre una elevación con límites topográficos definidos, pero sin delimitar aún arqueológicamente, ya que todavía no ha sido excavado, sin embargo la abundante cerámica encontrada, se dató como perteneciente al Bronce final. 185
M. J. AIRA RODRíGUEZ Y F. GUITIÁN OJEA
Para la toma de muestras se han realizado dos catas (Fig. 1). 1) En el mismo borde del embalse, zona afectada por la subida de las aguas, se han tomado cinco muestras de forma secuencial, de las cuales, la más profunda no presenta polen suficiente para realizar el recuento polínico. 11) Unos metros hacia dentro del yacimiento, donde no llegan las aguas ni la deposición arenosa, correspondiendo los primeros centímetros a un horizonte orgánico sobre el que se desarrollan tojos y brezal, se han tomado tres muestras de forma puntual.
Para la extracción del polen del suelo se han utilizado las técnicas habituales en Palinología (GUILLET et PLANCHAIS, 1962; AIRA, 1986) y el resultado del recuento se ha expresado en diagramas convencionales, utilizando líneas de puntos para se~alar la posibilidad de un registro discontinuo.
RESULTADOS En ambos diagramas el estrato no arbóreo predomina a lo largo del perfil, ya que los porcentajes máximos son del 18 % de P. A. (polen arbóreo) frente al 82 % (polen no arbóreo). El diagrama de la Cata 1 (Fig. 2), presenta muy pocas oscilaciones en cuanto a las especies arbóreas, manifestando su dominio el género A/nus en todos los niveles, salvo en el superficial, donde Pinus pinaster Aiton (identificado por biometría, según el método utilizado por TORRAS, 1982), es sumamente abundante. En las especies no arbóreas se observa el desarrollo del brezal hacia la parte superior, que coincide con una disminución de los porcentajes de las Gramíneas, parte de las cuales se han identificado como Cerea/es, acompañadas de otras plantas que manifiestan actividad humana, entre las que destacan las Euphorbiaceae. El diagrama de la Cata 11 (Fig. 2), muestra una proporción de polen arbóreo ligeramente mayor que el anterior, dominando géneros como Quercus y A/nus, y al igual que en el de la Cata 1, se hayan también presentes, aunque en escasa proporción Myrica y Cory/us con otros táxones de forma esporádica. En cuanto a las especies no arbóreas, en este caso el desarrollo del brezal es menor, mientras que Gramíneae manifiestan mayor representación. Están presentes los Cerea/es en los dos niveles más superficiales, así como una amplia variedad de otras herbáceas, aunque todas en escasa proporción.
CONCLUSIONES La escasez arbórea manifestada en ambos diagramas, coincide con lo que ya resulta una constante en los contextos arqueológicos, donde la vegetación representa fundamentalmente un entorno humanizado. Esto supone una gran limitación a efectos de poder situar cronológicamente estos análisis, por lo que recurrimos a otra medida cronológica, que en este caso dada la inexistencia de dataciones de absolutas, es de tipo arqueológico.
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M. J. AIRA RODRíGUEZ Y F. GUITIÁN OJEA
La presencia de cerámica, perteneciente a la Edad del Bronce limita la fecha de los niveles más profundos de ambos diagramas por ser éstos los arqueológicamente fértiles en este tipo de hallazgos, por lo cual y mientras no podamos realizar un estudio más completo con otro tipo de dataciones, podemos deducir una cronología de finales del Subboreal/principios del Subatlántico para la base de los citados diagramas. Esta datación coincide perfectamente con las especies presentes en ambos análisis e incluso explicaría en parte, el escaso desarrollo arbóreo, que no tiene porque ser una consecuencia exclusiva de la acción deforestadora ejercida por el hombre. Por otra parte, se observa una serie de especies de índole esencialmente local, tales como Myrica, común en zonas pantanosas. Los porcentajes de Cereal -aunque escasos en todo el diagrama- son sin duda significativos ya que determinan el carácter agrícola de los pobladores del Yacimiento. Destacan los valores de Euporbiaceae, probablemente tipo Euporhia helioscopia (LOPEZ y DIAZ, 1986), aunque su abundancia también podría ser debida a una contaminación por superrepresentación (DIMBLEBY, 1957; FAEGRI and IVERSEN, 1966).
AGRADECIMIENTOS Al Prof. D. J. C. Sierra, por la recogida de las muestras que han sido utilizadas en este estudio y por la información arqueológica.
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Fig. 2.
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Nota sobre el estudio palinológico preliminar realizado en el yacimiento de Barxes (Ourense)
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189
Brigantium. Bol. Museo Arqu. Hist. Coruña. 1989-1990. vol. 6 pp. 191-197
HABITABILIDAD CAVERNíCOLA: ELECCiÓN DE ASENTAMIENTOS
EDUARDO RAMIL REGO
C/Gral. Franco, 13 Villalba fLugo)
Resumen: La elección de una cavidad para habitar no era accidental, el troglodita buscaba la que le ofreciera más ventajas. Partiendo de esto y analizando las características que producen condiciones favorables para la hat.;¡ación podemos llegar a distinguir entre cavidades idóneas de las que no lo son. Abstract: Quality of Cave-dwellings: Choice of Settlements. The election of a cave-dwelling was not accidental, the troglodyte sought a cavity which would offer him more living advantages. Starting from this and analysing the features which produce favourable conditions for cave-dwelling we may distinguish between the suitable and the unsuitable cavities.
O.
PLANTEAMIENTO
El hombre de las cavernas no elegía de forma aleatoria su asentamiento, ni lo hacía de acorde con planteamientos freudianos de regresar al seno de la madre (COON, 1967). La elección de un lugar estaba supeditada a sus ventajas ofrecidas para paliar la crudeza de un medio hostil al hombre, no todas las oquedades de la corteza terrestre ,favorecen un asentamiento, por ello el cavernícola se asentaba en las que le ofrecieran más ventajas (MALUQUER DE MOTES, 1958). El mundo troglodita es poco conocido en Galicia desde una perspectiva prehistórica, así como son también escasos los datos meramente espeleológicos publicados si se tiene en cuenta la existencia de alrededor de doscientas cavidades, y que la zona de afloramientos calios en Galicia abarca cerca de un décimo de su superficie total (PLANA PANYART, 1979). A este respecto es de obligado cumplimiento elogiar la tarea que está realizando la Federación Galega de Espeleoloxía por terminar y publicar el Catastro Espeleolóxico Galego, que sin duda nos revelará más de un dato de interés. A lo largo del trabajo no emplearemos el término cueva por traer implícito un desarrollo en horizontal determinado que pudiera excluir a un buen número de cavidades susceptibles de ser habitadas. El centrarse en cavidades kársticas no supone, en ningún momento, la imposibilidad de extensión da otros tipos de, formaciones litológicas. Si bien existe una limitación debida a la poca consistencia de algunos materiales como la arcilla, para poder ser extensible a todos los materiales, pero sí tendrían cabida las cavidades naturales en granito, yeso, rocas volcánicas y otras. Por lo que se refiere a las graníticas, VIDAL ROMANí (1980) ha dejado constancia de su existencia en Galicia así como de su formación y evolución, planteando además la posibilidad de que hayan sido habitadas durante la prehistoria. 191
EDUARDO RAMIL REGO
Partiendo de la máxima de Sir Mortimer Wheeler (WHEELER, 1961): «No hay una forma correcta de excavar, pero sí muchas erróneas», diremos que tampouca hay una teoría buena, pero sí muchas malas; y cuando no se puede rebatir corre el riesgo de convertirse en dogma, o por el contrario en ley. Los planteamientos teóricos manejados se basan en las características de las cavidades que conocemos como habituadas. Como quiera que todas las teorías presentan limitaciones y esta no es una excepción nos encontramos ante una fundamental e insalvable; no todas las propicias han sido habitadas y algunas hostiles lo han podido ser en algún momento. Se debe ésto a la imprevisibilidad del comportamiento humano, no siempre nos regimos por los dictámenes del instinto o del raciocinio, y en tiempos prehistóricos es muy posible que ocurriera así. Para el estudio se parte de dos niveles de registro espacial: uno macro y el otro semimicro (CLARKE, 19n). El nivel macro espacial contempla las relaciones entre el asentamiento y el medio que lo rodea, el nivel semimicro analiza los aspectos propios de la cavidad. El ideal de habitabilidad viene dado por la conjunción de todos los atributos propicios (JORDA CERDA, 1981). La posibilidad de encontrar una cavidad ideal es mínima, pero sí es factible la existencia de lugares, donde se agrupen ciertos atributos favorables, que podremos llamar habitables. Llegado a este punto cabe constatar la dificultad entrañada por establecer una berrera entre lo favorable y lo hostil, pero sí es sencillo determinar cuales son los lugares más idóneos. Este planteamiento parte de las cavidades actuales considerando que el cambio sufrido ha sido poco importante, el hombre ha podido variar algunos de los atributos estudiados para acomodar su morada, esta alteración es difícil de determinar pero sí lo hacemos es un rasgo indudable de habitación. Los datos estudiados son aplicados a cavidades utilizadas como vivienda, siendo otros los que supeditan la elección de una caverna como lugar de culto, enterramiento o para la realización de manifestaciones artísticas. Con los datos ofrecidos por el estudio no podremos realizar una distinción entre tipos de asentamientos humanos «estacionales», «duraderos» o «estacionalmente duraderos» (RODRíGUEZ ASENSIO, 1983), como tampoco concretar los sistemas de «depredación», las formas de aprovechamiento (QUEROL, 1981), ni las áreas de actividad. Por el contrario sí es posible llegar a estas matizaciones partiendo, en un principio, de las cavidades que se encuentran sobre mínimos de habitabilidad, y de manera mucho más fiable con la comprobación mediante prospecciones sistemáticas basadas en los supuestos teóricos.
1.
NIVEL MACROESPACIAL
Atiende a aspectos generales de habitabilidad relacionando la cavidad con el entorno circundante. El medio condiciona en gran medida cualquier asentamiento, según las necesidades que se planteen se busca el asentamiento que las soluciones más satisfactoriamente. Es obvia la importancia del entorno físico como lo es mayor la población vegetal y animal de las que vive más directamente el troglodita. Como los datos del entorno paleobiológico no son visibles en su mayoría, nos centramos en los rasgos físicos del paisaje, quienes inciden claramente en los biológicos. 192
Habitabilidad cavernícola: elección de asentamientos
1.1. La proximidad a un curso de agua para el abastecimiento propio de agua y como fuente de materias primas procedentes del material arrastrado por el curso de agua. Otro factor que entraña es el contacto con los animales, pues éstos se acercan al agua para beber. El curso de agua le proporciona, como vemos, materias primas minerales para la fabricación de sus utensilios, la posibilidad de caza y el abastecimiento de agua (JORDA CERDA, 1981). 1.2. De la accesibilidad a los recursos depende la vida en nuestros días, y aún más en épocas anteriores. A la hora de elegir un asentamiento, el grupo humano lo hacía en función de los recursos de los que dependía, yen base a un orden de prioridades. Dependiendo de la abundancia de unos u otros recursos las prioridades variaban. Así tenemos que en Palestina sólo una vez a lo largo de la historia se ha cambiado la preferencia de agua ante los recursos minerales (GONZÁLEZ ECHEGARAY, 1986), por el contrario para Galicia la abundancia de cursos de agua no determina tanto los asentamientos como en zonas más áridas, siendo para nuestra región de mayor importancia los recursos minerales yanimales. A medida que variara la forma de vida y el tipo de asentamiento, también lo hacía la distancia a los recursos. Por ejemplo si nos encontramos ante un grupo humano nómada en función a grupos de animales, tendríamos que los materiales para la elaboración de la industria lítica pueden estar distantes en ciertas épocas del año a un asentamiento estacional, mientras que en otras estarán muy próximas. 1.3. Los asentamientos suelen realizarse en la proximidad de una vía naturalo incluidas en la misma. Las preferencias eran sobre las proporcionadas por valles pequeños al ser éstos susceptibles a favorecer actividades cinegéticas de todo tipo. 1.4. El mantenimiento de una buena visibilidad sobre el área inmediata de actuación ofrece el control sobre los grupos animales para favorecer un seguimiento y caza, y sobre otros grupós humanos y animales para facilitar su propia seguridad. La visibilidad decrece en zonas próximas a los cursos de agua por las abundantes nieblas, yen zonas de tupida vegetación, por estos motivos la localización a media ladera es muy frecuente, ya que en las cumbres se pierde el contacto con los animales. Además las cavidades bajas aunque hoy no sean activas hidrológicamente hablando, es muy posible que lo hayan sido en un pasado no muy lejano; ofrecerán entonces más ventajas las situadas a un nivel vadoso que las que están o estuvieron a uno freático. 1.5. La accesabilidad; los accesos a la vivienda es un aspecto nada desdeñable, una cavidad con accesos difíciles sería claramente desechada. Las c~ali dades defensivas se encuentran en estrecha relación con este factor, no son interesantes lugares con una sola entrada y muy pequeña que haga imposible la huida ante un eventual ataque. La suavidad de inclinación de la ladera además de incidir en la accesabilidad dificulta la erosión y hace que los restos arqueológicos estén menos derivados, pero también favorece la extensión del asentamiento. 193
EDUARDO RAMIL REGO
1.6. Una buena orientación del emplazamiento (JORDA CERDA, 1981) ofrecerá cobijo a los vientos y precipitaciones, como también la exposición a los rayos solares. La relación idónea será establecida en cada zona, si bien la inclinación de los rayos solares varía con la latitud y con la época del año, los vientos y lluvias dominantes están sujetos a las particularidades climáticas del entorno físico (STRAHLER, 1984). La importancia de una buena orientación puede verse en el ejemplo que sigue: En el valle del Dronne Duchadeau-Kervazo (DUCHADEAU-KERVAZO, 1986) aprecia un día de enero a las 11.30 h. una diferencia de veinticinco grados centígrados, mientras que la vertiente norte está a O oC la sur está a 25 oC. 1.7. La elevada altitud incide negativamente en el poblamiento humano al escasear sus recursos. En Asturias (JORDA CERDA, 1981) no se conocen yacimientos en cavidades que sobrepasen los doscientos metros de altitud. Estos valores son tan bajos por tratarse de cavidades cercanas al mar, pero no se cumple en zonas montañosas viéndose entonces la necesidad de marcar una cota superior, y' por citar sólo dos ejemplos tenemos la Cueva de Prelétang a mil doscientos metros de altitud (LEQUARE, 1966) yen España un asentamiento del paleolítico superior, la Cueva de los Ojos, que se sitúa por encima de los setecientos metros (TORO MOYANO y ALMOHALLA GALLEGO, 1985). Si en Asturias se encuentran todos los yacimientos cavernícolas a menos de cuarenta quilómetros del mar es debido más a la falta de prospecciones sistemáticas en el interior que a la inexistencia de los mismos (RODRíGUEZ ASENSIO, 1983).
2.
NIVEL SEMIMICROESPACIAL
Viene definido por las condiciones propias de la cavidad, tanto las interiores como las inmediatamente exteriores a la boca de entrada. Es verdaderamente importante la observación de las características morfogenéticas de la cavidad por poder apuntar datos para concretar la forma del conducto de entrada aunque hoy presente abundante sedimentación. Los rasgos estudiados son los actuales, sin embargo son capaces de desvelar las condiciones anteriores. Como quiera que son de difícil interpretación, agravada por los cambios antrópicos posiblemente sufridos, el acercamiento a la identificación de los lugares habitados aunque difícil es de realización factible. 2.1. La existencia de atalaya, su orientación y medidas son datos muy importantes por facilitar ésta una gran actividad humana, además de contribuir a la vigilancia y accesabilidad. A medida que la oquedad sea más reducida la importancia de la atalaya será mayor. Puede ocurrir que la atalaya esté al amparo de un abrigo, entonces la importancia de la cavidad es sobrepasada por ella. Así mismo cuanto más claro sea el color de la roca sobre la que se abra más calor conservará de los rayos solares. BERGOUNIOUX (1966) llevando al extremo su funcionalidad manifiesta: «Puede que durmieran en el interior, pero vivían «en el umbral de la puerta» y allí charlaban, allí tallaban sus herramientas, allí despedazaban la caza ... ». Es posible 194
Habitabilidad cavernícola: elección de asentamientos
que hicieran todas esas actividades fuera, pero también las hicieran en el interior, lo que sí debemos dejar claro es la importancia de la zona del «umbral de la puerta» y la inmediatamente exterior a la hora de realizar las actividades propias de estos grupos humanos. 2.2. La orientación de la boca de entrada puede ser clasificada en los niveles macro y semimicro al incidir en: la luminosidad, el abrigo de vientos y lluvias, la accesabilidad ... La orientación beneficiosa en mayor cuantía habrá que fijarla para cada caso. 2.3. Dimensiones y forma de la boca de entrada. Las dimensiones son más importantes en anchura que en altura. Morfológicamente favorecerán la habitabilidad cuanto mayor sean sus dimensiones. Ciertas bocas (JASINSKI, 1984) del tipo gatera o laminador dificultan la penetración de luz, la defensa, etc., del mismo modo la roca desnuda en el suelo y altamente erosionada indica una emisión hídrica importante y que nos encontramos ante una boca emisiva abandonada, esta particularidad sería altamente incómoda. 2.4. Adjudicamos el término vestíbulo al conducto inmediatamente interior a la boca. En el lugar idóneo para albergar a un grupo humano (GARCíA GUINEA, 1968). Desechamos los términos sala o galería por traer una diferenciación morfogenética cuya matización no interesa realizar en est~ estudio. El vestíbulo puede estar formado indistintamente por una galería o por una sala, y muy difícilmente por corredores abiertos mediante una conducción «forzada» o «a presión», aunque sí es más factible en sus fases evolucionadas como conductos con sección en forma de «asa de cesta» y «ojo de cerradura» (GEZE, 1968). 2.5. Los conductos interiores serán interesantes mientras no sean de reducidas dimensiones, la forma e inclinación ha de tenerse en cuenta al hablar de la termoventilación. Es obvio que los conductos interiores y obscuros no fueron habitados por las deficiencias que comportan, pero sí han podido ser utilizados para actividades esporádicas que no tienen demasiada relación con la habitabilidad. BELTRÁN MARTíNEZ (1949) llega a afirmar que el interior era utilizado como centro de reur:lión de los iniciados en prácticas mágicas. Lo que sí es cierto es que estos conductos eran usados para realizar manifestaciones artísticas, pero en pocos casos habitados, y cuando lo sean es a modo de extensión del habitáculo hacia el interior, por ello la existencia y dimensiones de estos conductos no intervienen con demasiada fuerza en la elección de un asentamiento. 2.6. La luminosidad determina toda actividad humana, aún con la existencia de luz artificial la natural es buscada. La importancia de la luz natural en las cavidades no es sólo desde el punto de vista lumínico; las cualidades caloríficas de la luz solar son beneficiosas. La penetración de luz en la cavidad viene condicionada por la orientación y dimensiones de la boca así como por la presencia de obstáculos exteriores e interiores. Diferenciamos dos tipos de luminosidad (MÁRQUEZ ROMERO y MORALES MELERO, 1986): directa e indirecta. En la indirecta el grado calorífico es mínimo, mientras en la directa ocurre lo contrario. A medida que decrece la directa desa195
EDUARDO RAMIL REGO
parecen determinados especímenes florales, pudiendo de esta manera determinar su penetracíón. La confortabilidad viene dada por la mayor presencia de luminosidad en el habitáculo. 2.7. Espeleoclimatología; los datos climatológicos representativos para este estudio son la humedad y la temperatura. En cuanto al grado higrométrico cabe decir que es inversamente proporcional a la habitabilidad, suele rondar los cien grados en el interior, pero disminuye ostensiblemente en la cercanía de la boca por fenómenos de aireación y por la entrada de irradiaciones solares. Las variaciones entre la temperatura, humedad y presión del aire interior yexterior desencadenan movimientos de aire por los conductos subterráneos, movimientos que pueden resultar muy incómodos por las altas velocidades registradas en algunos casos (ANDRIEUX, 1981). El fenómeno de termocirculación en saco de aire tiene lugar en todas las cavidades con una sola entrada, y es más evidente cuanto mayor sea la caverna. El aire se renueva debido a la diferencia de densidades entre el aire exterior e interior. Los cambios de temperatura permiten observar los distintos ciclos de aireación (DEMATIEIS, 1975), ciclos que son diferentes en cada tipo de cavidad, ya sea ascendente, ascendente en forma de «A», horizontal, descedente simple y descendente en forma de «V». Las cavidades descedentes (ERASMO ROMERO, 1981) son llamadas «calientes», en invierno su temperatura es más alta que la exterior, el aire está menos denso que el de afuera y por tanto permanece ocluido en el interior ofreciendo grandes ventajas para ser habitadas. En las descendentes al aire ocluido es frío, mientras que en las horizontales se muestra un punto intermedio entre las dos anteriores.
196
Habitabilidad cavernícola: elección de asentamiento s
BIBLlOGRAFIA
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197
Brigantium. Bol. Museo Arqu. Hist. Coruña. 1989-1990. vol. 6 pp. 199-200
NOVO CONXUNTO MEGAlÍTICO NA SERRA DA CAPELADA: AS MÁMOAS DE VlxíA HERBEIRA
EMILIO RAMIL GONZÁ'i..EZ
Zumalacárregui, 28-3. Cedeira (A Coruña)
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Resumen. O motivo destas liñas é dar a coñecer o achádego de dous túmulos megalíticos na serra da Capelada. Abstraet. The reason for writing these lines is to publish the finding of two megalitic barrows in «Serra da Capelada».
As dúas mámoas atopadas (1) veñen a aportar datos sobor do estudo megalítico da zona, pola súa situación topográfica e xeográfica, no tercio nororiental da Capelada (Fig. 1).
LOCALIZACiÓN O campo de mámoas perteñece ao concello de Cariño, provincia da Coruña. O seu emprazamento topográfico é na ladeira norte do macizo Herbeira (Fig. 2). A mámoa n. o 1 está situada a 10 m do cantil, cunha altitude de 570 m (Fig. 3) sobor do nivel do mar. A mámoa n. o 2 está aproximadamente a 400 m da anterior en dirección N-NL. Dista 90 m do cantil, cunha altitude de 540 m sobor do nivel do mar. Coordenadas xeográficas Mámoa n. o 1: 43 0 43' 40" latitude Norte 4 o 15' lonxitude Oeste Mámoa n. o 2: 43 0 43' 40" lonxitude Oeste 4 o 14' 40" lonxitude Oeste (Folla n. o 1 do Mapa Topográfico Nacional a 1/50.000). A vexetación é de monte baixo, destacando Erica mackaiana e Daboecia cantábrica. (1)
Debo agradecerlle a Rafael López, veci ño de Cedeira, a súa axuda que fixo posíbel a localización do conxunto megalítico.
199
EMILIO RAMIL GONZÁLEZ
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Para acceder ás mámoas colleráse a estrada Cedeira-Cariño pola serra da Capelada. Ao pasar Vixía Herbeira, despois duns 100 m subiráse en dirección ao cantil, e denantes chegar, atópanse os dous túmulos (2).
CONTEXTO ARQUEOLÓXICO Federico MACII\JEIRA (1942), nunha grande laboura de prospección, cata 10góu 44 mámoas na Capelada (Fig. 1) situadas nos concellos de Cedeira e Ortigueira. As máis próximas son as perteñecentes aos conxuntos de As Lamas, e ao de Pedra Chantadd, ambolosdous en Sta. María de Régoa (Cedeira), situadas a 4 km 300 m e 4 km 600 m respectivamente, das atopadas en Vixía Herbeira. Outro resto arqueolóxico, situado a 4 km 700 m é o castro de Penido do Medio, probablemente un dos de cronoloxía mais anterga no concello de Ortigueira. Hai noticias fiables da existencia doutros tres xacementos arqueolóxicos na Capelada, pero non se atopan catalogados nestos momentos.
DESCRIPCiÓN
Mapa n. o 1 (Fig. 4) Cámara megalítica que presenta un cono de violación pouco profundo. Conserva a coraza e dous ortostatos en posición horizontal e superpostos, desplazados no momento da destrucción do túmulo. A pedra utilizada para a súa construcción e rocha ultrabásica serpentinizada. A superficie aparece limpa, debido a súa situación á beira do cantil. E unha mámoa de reducidas dimensións. Eixes: M-S 13 m. L-O 12 m. A outura do túmulo é de 50 cm. Diámetro de violación: N-S 3,5 m. L-O 4 m.
Mámoa n.o 2 (Fig. 5) Presenta a cámara megalítica unha superficie mais arrasada ca da n. o 1. O cono de violación non é profundo. Conserva a coraza, e restos dun ortostato en posición vertical posibelmente ubicado no lugar orixinal.
(2)
202
O meu agradecemento a D. Enrique Iglesias pola súa axuda para situar as mámoas.
Novo conxunto megalítico na Serra da Capelada: as mámoas de Vixía Herbeira
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Figura 3.
Perfil do terreo ande se ubican os dous túmulos.
203
EMILIO RAMIL GONZÁLEZ
+
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N-S
+ E-O
Figura 4.
Perfís da mámoa n. o 1.
+
+ N-S
+
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+
Figura 5.
204
Perfís da mámoa n. o 2.
Novo conxunto megalítico na Serra da Capelada: as mámoas de Vixía Herbeira
A pedra usada para a construcción é a mesma ca utilizada no túmulo n. o 1. A superficie está cuberta de matorral. Eixes: N-S 11 m. L-O 13,5 m. A outura do túmulo é de 30 cm. Diámetro de violación: N-S 2,5 m. L-O 4,5 m.
CONSI DERACIÓNS BELLO DIÉGUEZ, CRIADO BOADO e VÁZQUEZ VARELA (1987), no seu estudo sobor das relacións entre cultura megalítica e o marco natural recordan o que xa Federico Maciñeira señalara respecto á distribución das mámoas na Capelada, a inexistencia de túmulos no tercio nororiental onde se sitúa o mazizo de Herbeira. Baséanse os autores na relación megalítico-sustrato xeolóxico-edafoloxíatopografía. As zonas onde predominan as rocas metabásicas en facies granulítica e os gnéis de duas micas, son precisamente os lugares de ubicación das mámoas, que non aparecen en sustratos de eclogitas e rocas ultrabásicas serpentinizadas, rocas de gran dureza e mala foliación (BELLO et al, 1987,40-41). O achádego do conxunto megalítico de Vixía Herbeira, unha zona onde predominan as rocas serpentinizadas (MACIAS et al, 1987), así coma os novos achádegos de túmulos megalíticos nas Pontes de García Rodríguez, recórdannos a necesidade dunha revisión e estudo en detalle da obra de MACIÑEIRA (1944 e 1947), tanto do seu traballo de campo coma da súa obra bibliográfica. Ista revisión, con toda probabilidade sería do gosto do autor, sempre preocupado pola investigación na comarca do Ortegal, e cuia obra é o máis importante ata agora feito nesta zona. . Nestas liñas só se pretende informar do achádego de dúas novas mámoas na serra da Capelada, nembargantes estáse preparando un estudo en profundidade dos restos arqueolóxicos da zona que intentará crarexar a súa problemática.
205
EMILIO RAMIL GONZÁLEZ
BIBLIOGRAFíA BELLO DIÉGUEZ, J. M., CRIADO BOADO, F., VÁZQUEZ VARELA, J. M., 1987. La Cultura Megalítica de la Provincia de La Coruña y sus relaciones con el marco natural: Implicaciones socio-económicas. Excma. Diputación Provincial de La Coruña / Publicaciones, La Coruña, P. P. 163. MACiAS VÁZQUEZ, F. et al., 1987. A Capelada. Una alternativa para el uso y conservación de sus recursos naturales. Excma. Diputación Provincial de La Coruña / Publicaciones, La Coruña, P. P. 129. MAClfilEIRA y PARDO DE LAMA, F., 1941. El Vaso Campaniforme y condiciones de sus intactos yacimientos tumulares en la estación de Puentes, del cabo Ortega!. Atlantis. Actas y Memorias de la Sociedad Española de Antropología, Etnografía y Prehistoria, Tomo XVI, Cuadernos 111 y IV, pp. 356-369. MAClfilEIRA y PARDO DE LAMA, F., 1942. Túmulos Prehistóricos, Inventario descriptivo de los doscientos ochenta y seis túmulos prehistóricos hasta ahora descubiertos en la avanzada comarca del cabo Ortega!. Boletín de la Real Academia Gallega, pp. 124-134, 178-186. MAClfilEIRA y PARDO DE LAMA, F., 1947. Bares, Puerto Hispánico de la Primitiva Navegación Occidental. Consejo Superior de Investigaciones Científicas, Instituto Padre Sarmiento de Estudios Gallegos, Santiago de Compostela, pp. 425.
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Brigantium. Bol. Museo Arqu. Hist. Coruña. 1989-1990. vol. 6 pp. 207-215
GRAVADOS RUPESTRES DE AGÜEIROS (CESPÓN, BOl RO)
CARLOS GARCíA PERMUY R. NORBERTO PIJUAN Edificio Barraña, 1 Boiro (A Coruña)
Resume: O presente traballo pretende dar a coñecer o recente achádego de varios petroglifos realizados ao ar libre, atopados na parroquia de Cespón (Boiro-A Coruña). A importancia desta área reside, por unha banda na súa grande dimensión (as insculturas aparecen espalladas nunha superficie aproximada duns 25.000 metros cuadrados, moitas veces tapadas por musgo, maleza ou terra, polo que se impón seguir traballando); por outra banda na localización de múltiples motivos entre os que chama poderosamente a atención un antropomorfo que representa unha escea de caza.
Abstract: Rupestrian engravings in Agüeiros. The purpose of thia paper is to reveal the recen! discovery of oeveral outdor rupestrian engravings, in the parish of Cespón (Boiro-A Coruña). The importan ce of this area resodes both in the extraordinary dimensions of the engravings (they are spread out over a surface of approximately 25.000 oquare meters, often covered with moses, brush or soil), and in the location of a variety of themen, one of the most compelIing of which is a human figure representing a hunting scene.
Atópase este xacemento na parroquia de Cespón, Concello de Boiro (A Coruña). Á esquerda da carretera que vai ao Cemiterio Municipal de Boiro, e a 200 m do mesmo, sobe unha pista que recorremos xusto durante 1 Km; unha vez ali e un pouquiño antes dun cruce de camiños, torceremos á dereita por un camiño de carro que nos conducirá aos motivos rupestres devanditos (ver croquis). Este grande conxunto de insculturas recientemente descuberto, está integrado por varias laxes de granito no que atopamos gravados de amplia tipoloxía: combinacións circulares, cazoletas, figuras laberintoides, cruces e outros motivos moi erosionados, de por sí difíciles de localizar, existindo ademais unha escena de monta que coidamos de grande importancia polo que de novedoso supón esta figura no N.O. peninsular. . Oespois de percorrer en varias ocasións a zona, en compaña de lugareños que a coñecían con exactitude, poidemos localizar varias laxas con motivos circulares aillados, prácticamente «borrados» pala erosión, e desgraciadamente, algunhas destas insculturas, incluso das ben conservadas, atopámolas formando parte dos valados aH construidos polos paisanos. Referirémonos aquí a dúas grandes laxas que acollen á práctica totalidade dos gravados e dende logo, os mais interesantes. PEORA PRIMEIRA. -Sobre unha laxe combada de granito fino, atópanse diversos petroglifos que se reparten, por unha banda nunha figura laberíntica disposta de N-S, que consta de seis cazoletas centrais, unidas entre sí por combinacións circulares (a maior delas fendida para facer un valado nas proximidades); por outra banda, podemos apreciar outras combinacións circulares con cazoleta central e varios círculos sinxelos. Referíndose a estas últimas, diremos que catro teñen sulco radial, que curiosamente está orientado sempre no mesmo sentido: 207
CARLOS GARCiA PERMUY
Figura 1.
208
Localizaci贸n dos gravados.
Gravados rupestres de Agüeiros (Cespón, Boira)
o o
o
o
o o
Figura 2.
Pedra primeira.
cara ao Sur. Ao longo de toda a superficie desta laxe, abondan as cazoletiñas ailladas, sen círculos, así como tamén varias cazoletas grandes e relativamente profundas (posiblemente algunha delas feita pola erosión ou desfigurada pola mesma). Do conxunto destes gravados, e ademais do laberinto xa comentado, merece especial atención unha combinación de círculos concéntricos, cun sulco cara ao exterior, orientado ao Sur -como xa dixéramos-, e con mais de 20 cazoletiñas no seu interior. Unha inscultura análoga a esta, atópase noutro conxunto rupestre existente na parroquia de Loxo de AbaixQ, tamén neste Concello, a pouca distancia entre sí, o que nos leva a pensar que ambas combinacións circulares poideran estar feitas pola mesma man, ou ben, que fora unha delas tomada como modelo para realizar a segunda, constituindo loxicamente para o seu autor ou autores os mesmos simbolismos. Somos conscientes da dificultade científica de establecer unha relación precisa entre ambolosdous motivos, xa que sería necesario elaborar a correspondiente cronoloxía, para cada estación, pero pensamos que a idea apontada pode ter certa base. PEORA SEGUNDA (Pedra do xinete) (1).-Sobre unha laxe de boas dimensións de granito de grau fino, na súa meirande parte coa superficie combada, ainda que no seu extremo Sur é prácticamente chan, podemos variar figuras que abranguen a maior parte.da súa superficie (en partes moi erosionada). A figura que inmediatamente nos chama a atención, e que podemos apreciar con relativa nitidez debido a parciais incisións profundas, é un antropomorfo montado nun cabalo e portando o que sería un escudo no brazo dereito -círculo con cazoleti-
(1)
A pedra segunda, atópase situada a uns 500 m cara ao Sur, con respecto á primeira.
209
CARLOS GARCiA PERMUY
ñas-, e unha especie de lanza, no esquerdo. Cabe destacar igualmente a forma semicircular ou millor oval, da cabeza, cunha fendedura central que, quizais poidera ser un casco; destaca tamén a grande lonxitude do corpo, trazado cunha soia liña (non nos atrevimos a marcar algúns presuntos trazos que poideran representar a outra perna, por mor da erosión e por non seguir o esquematismo Iiñal do primeiro membro, este sí ben visible). O cabalo, soio representado pola cabeza e parte do tronco, está formado por liñas parellas, dándolle maior volumen á figura e tamén mais forma, si ben hai desproporción entre o xinete e o animal. Esta representación, que seguramente sería de caza ou quizais guerreira dados os artefactos que o xinete porta, pensamos que ten grande importancia, por ser pouco frecuente na tipoloxía dos motivos rupestres do NW, de feito non coñecemos ningunha outra destas características. Nesta mesma pedra, atopámonos cunha combinación de círculos concéntricos, con cazoleta e sulco radial orientado, ao igual que os existentes na Pedra Primeira, cara ao S. Outras insculturas que se poden apreciar son varias cruces que ás veces parecen prolongarse con outras incisións e símbolos existentes, todos eles pouco nítidos pola erosión polo que as marcas- realizadas resultan atípicas e practicamente imposibles de compor (quizás tamén poidera falarse dunha segunda figura antropomorfa, situada na parte E. da laxa, posto que aparece un círculo unido a unha liña descendente en vertical, conexionado con varias liñas entrecruzadas que poideran semellar a figura dun animal -cabalo?-, pero tal gravado resulta moi difícil de precisar pala erosión). Por último, tamén na cara E. da rocha aparece ante nós unha figura curiosa, que nos atreveríamos a calificar de idoliforme por apreciarse claramente unha cabeza circular unida ao corpo rectangular sin liñas quebradas, é dicir, toda a figura realizada sin aristas. Este gra1----------::=::---·-----------------
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______J Figura 3.
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Pedra segunda.
Gravados rupestres de Agüeiros (Cespón, Boiro)
Fotografía 1.
Fotografía 2.
Laberinto pedra primeira (Carlos G. Permuy, 1988).
Laberinto pedra primeira. (Carlos G, Permuy, 1988).
Fotografía 3.
Laberinto pedra primeira. (Carlos G, Permuy, 1~88).
211
CARLOS GARCiA PERMUY
Fotografía 4.
Combinacións circulares. Na parte inferior similar ao de Loxo. Pedra primeira (Carlos G. Permuy, 1988).
Fotografía 5.
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Pedra primeira. Combinación circular (Carlos García Permuy, 1988).
Gravados rupestres de Agüeiros (Cespón, Boiro)
Fotografía 6.
Fotograffa 7.
Pedra primeira. Antropomorfo (Carlos G. Permuy, 1988).
Pedra segunda. Antropomorfo (detalle) (Carlos G. Permuy, 1988).
213
CARLOS GARCiA PERMUY
Fotografía 8.
Pedra segunda. Posible idoliforme (Carlos G. Permuy, 1988).
vado está orientado cara ao W. Senda conscientes da problemática interpretación a nivel iconográfico destas figuras, queremos, cando menos, deixar constancia da súa existencia como tal. Insistindo no xa apuntado anteriormente, e dadas as escasas investigacións realizadas sobre a Edade do Bronce e a povoación pre-céltica, resulta moi aventurado interpretar cada gravado ou establecer unha relación clara entre os artífices destas estacións rupestres (Laxo de Abaixo, e Agüeiros, na que habería que incluir a Pedra das Cabras de Ferreiros, moi pertiño desta zona). ¿Foron cecais os moradores do Castro de Neixón, situado nesta mesma zona e considerado como un dos máis antigos de Galicia os gravadores destas laxes? ¿Non nos leva a análise do contexto arqueolóxico devandito ao Bronce Final, emparellando estas estacións coa de Campo Lameiro coa que se ven semellanzas (círculos concéntricos, esceas de caza, etc.)? Como conclusión diremos que os petroglifos de Agüeiros, atópanse espallados por un recinto aproximado de 25.000 metros cuadrados, en ocasións ocultos polo musgo, silvas, toxos, etc. Posiblemente haxa moitos máis gravados tapados pala maleza que habería que inspeccionar e recuperar, xunto coa debida protección, señalización e completa catalogación, de cara a irmos recuperando todo o naso patrimonio histórico-artístico, servindo así de estudio especialmente aos nasos escolares, o que lIes permitirá familiarizarnos ca naso pasado histórico, actividade fundamental para construir o naso futuro. 214
Gravados rupestres de Agüeiros (Cespón, Boiro)
Para rematar, diremos que dada a variedade de formas gravadas existentes nestas estacións rupestres, e tamén a súa cantidade, atopámonos sin dúbida ante o Concello que máis importancia adquire neste tipo de xacementos arqueolóxicos en toda a provincia.
AGRADECEMENTOS Queremos amosar o noso agradecemento a todos cantos fixeron posible este traballo, en especial aos viciños de Ferreiros, a Moncho Ares, X. Estraviz, M. BelIón e a M. Valencia.
215
Brigantium. Bol. Museo Arqu. Hist. Coruña. 1989-1990. vol. 6 pp. 217-224
APORTACIONES AL CUADRIFAZ ENCONTRADO EN PONTEDEUME
SUSANA DE LORENZO GONZÁLEZ
Plaza Castillo de Dlite, 3-1. A Coruña
o
Resumen. Se ha pretendido elaborar una hipótesis acerca de un cuadrifaz encontrado en Pontedeume, pieza ciertamente original y que nos lleva a pensar en raíces totalmente populares. Abstract. Contributions to forfaces founded in Pontedeume. We were pretended to realize a theory of forfaces founded in Pontedeume (A Coruña), piece certainly original and for it we can think in popular roots.
En 1924 tuvo lugar el encuentro de un cuadrifaz en la finca de La Magdalena, en Pontedeume. En 1962 fue depositado en el Museo Provincial de Bellas Artes de A Coruña y trasladado al Museo Arqueolóxico de dicha ciudad en 1968, donación realizada por Don Antonio Tenreiro Rodríguez. Podemos observar esta escultura en una vitrina girando constantemente, iluminada por un foco, conformando un bello espectáculo. La pieza se halla en un buen estado de conservación, en especial uno de los relieves, mientras que los restantes reflejan más la erosión del tiempo (Fig. 1, 2, 3, 4, respectivamente). La escultura, realizada en granito, forma un tronco piramidal cuya altura máxima es de 24 cm. La parte superior de la cabeza 14 cm y la inferior 10,5 cm. Li3s caras están dispuestas paralelas. Es de señalar cómo hay dos más pequeñas y de menor perfección técnica (Fig. 3 y 4) que contrastan con las otras más elaboradas (Fig. 1,2) -obsérvense los pómulos-. Posiblemente la razón esté en la diversidad de autores (LUENGO MARTíNEZ, 1967). No deja, sin embargo, de ser un detalle curioso de no clara explicación. La pieza se caracteriza por su aspecto rudo: reducción de los rasgos secundarios, no presenta ni cabellos ni orejas (difíciles de representar dada la tangencia de las caras); geometrización de los rasgos· fisonómicos, órbitas oculares pronunciadas (no creo haya habido intencionalidad de ojos cerrados), boca elementalmente trazada: los relieves más pequeños muestran una cierta sonrisa frente a los otros dos de actitud más seria. Una escultura, en suma, sencilla, mas no exenta de expresividad y simbolismo. No se debe olvidar que el granito no permite grandes habilidades. Con esta pieza se plantea el problema de clasificación, es un ejemplo curioso, apenas irrepetible, difícil de encuadrar. Por ello intentaremos mencionar algunas posibilidades, sin pronunciarnos, por prudencia, por ninguna de ellas. Intentaremos, asímismo, contrastarlo, más que compararlo, con algún otro ejemplo significativo. 217
SUSANA DE LORENZO GONZÁLEZ
Figura 1.
Cuadrifaz de Pontedeume.
Se ha pensado en la posibilidad de que fuese celta. Como ya es bien conocido, en el arte celta la representación de la cabeza humana, y mejor si son dos, provoca la idea de divinidad. Pero no menos conocidas son las «cabezas-trofeo». Así TARACENA AGUIRRE (1943) menciona algunos autores clásicos que recogen esta idea: Diodoro (V,29, 5) (1), Estrabón -«barbara et inhumana mos»Livio (X,26; XXIII,24); Silio Itálico (Púnicas XIII); Herodio (IV,64). La explicación podría' bien ser, como su denominación indica, el exponente del orgullo del vencedor, y, como ya apuntó WERNET (1936), quizá haya nacido de la antropofagia ritual, un modo de absorber la fuerza física y psíquica del muerto (fenómeno universal en culturas inferiores). De lo que no hay duda es de su carácter bélico y conmemorativo.
(1)
218
«Cortan la cabeza a los enemigos caídos y la sujetan al cuello de sus caballos. Los despojos manchados de sangre los entregan a sus escuderos, que los llevan como botín, ejecutando una marcha triunfal y cantando un himno de victoria, y los clavan en sus casas como se hace con ciertos animales muertos en cacería. Las cabezas de los más ilustres las embalsaman cuidadosamente con aceite de cedro y las conservan en una caja. Las enseñan a los extranjeros, gloriándose de que su padre u otro de sus antepasados no ha querido vender tal cabeza, aunque le han ofreCido grandes sumas. Hay que vanagloriarse de no haber querido ceder una cabeza por su peso en oro, mostrando con ello un orgullo de salvajes».
Aportaciones al cuadrifaz encontrado en Pontedeume
Figura 2.
Cuadrifaz de Pontedeume.
219
SUSANA DE LORENZO GONZÁLEZ
Figura 3.
Figura 4.
220
Cabeza de Narla.
Busto del Castro del Río.
Aportaciones al cuadrifaz encontrado en Pontedeume
Ejemplos de cabezas celtas podemos apreciarlos en la cabeza de un castro de Narla - Lámina V-en la que se han omitido los rasgos secundarios, y cuya función probable es la de un alto pilar o la de estar situada en el nicho de un muro (BLANCO FREIJEIRO, 1956). Otro ejemplo es un cabeza, en granito, empotrada por la parte inferior del cuello en el muro de una casa de la escalinata de Santo Domingo. Esta sí que presenta cabellos peinados hacia atrás, cejas y en el ojo derecho se aprecia la pupila (ojos diferenciados aparecen en las Cabezas de Yecla). Contrástese, asímismo, con una tabla descubierta en Entremont; cuatro cabezas geminadas, pero cuya funcionalidad es distinta a nuestra pieza. Por último tenemos un busto céltico, perteneciente al Castro del Río, base de una columna. La cara, exenta de facciones, pero especial atención a las orejas, al torques y el casco: es la representación de un héroe caudillo - Lámina VI(CONDE VALVís, 1959). Nuestra pieza comparte con este arte celta la sencillez técnica, pero a la vez cargada de simbolismo. Y esto ha llevado a LUENGO MARTíNEZ, 1967) a afir~ mar: «la técnica es indudable que corresponde a la usada en las esculturas de la cultura céltica de los castros y hermana con muchas cabezas de ellos descubiertas». Cabezas que, como ya hemos referido, suelen representar o bien cabezastrofeo (con ojos cerrados) o efigies de divinidades (con ojos abiertos), y así se ve claro paralelismo entre éstas y la de Pontedeume. Sin embargo, (LUENGO MARTíNEZ, 1967) asegura que un fuerte influjo helenístico es notorio; ya que la pieza representa un Hermes, un «Hermes celta». Esta consideración está llena de fundamento: hermes es un dios multiforme, su figura es por tanto poliédrica. Es amigo del viandante (2), del mercader, del tráfico, del comercio. Es un dios móvil t\Jo{n 00 , ü'f:n 00 , ~YE.\J.Ó\! L 00 por lo que carece de templos. Es el dios de la ganancia xÉpóoo Y en consecuencia de los ladrones, del engaño ÓÓf.-OO • Asímismo es un dios oracular, mensajero de los dioses x rÍpv~ . Es una divinidad de ultratumba, compañero de la muerte lIJa L nOTLOfl nóa Dios de la fecundidad animal" humana y vegetal (naturaleza fálica). Su representación es diversa, desde barbado o muy bien peinado, hasta imberbe, como pastor xp L ocpop óa más veces vestido que desnudo. En Galicia destaca su función de <v.o L xonofl nóa relacionada altamente con la encrucijada y su aspecto funerario (3) (punto donde convergen las almas que no están integradas en el mundo de los muertos) demoníaco (matiz sexual y de salud infantil), mágico brujeril y valor social (punto de encuentro y despedida de los viandantes). Relacionado asímismo con los «hermata», pequeños montecilios que posteriormente se cristianizaron en cruceiros. Es aceptable la influencia de los «Lares Viales», dioses del hogar y a la vez protectores de los caminos, encrucijadas y viajes. Ciertamente abundantes en la Gallaecia, fuertemente enraizados como.divinidades de poblaciones campesinas.
(2)
La mitología mesopotámica posee a Makim como vigilante del transeúnte.
(3)
Teoría de TABOADA CHIVITE (1975, 1976) Y recogida por BERMEJO (1978).
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SUSANA DE LORENZO GONZÁLEZ
Fotografías 1, 2, 3, 4.
222
Cuadrifaz de Pontedeume.
Aportaciones al cuadrifaz encontrado en Pontedeume
Descartada la posibilidad de que sea un Mercurio (nada tiene que ver con las esculturas que se saben representan a dicho dios) y dudando siempre de la fecha de elaboración, podríamos considerar este cuadrifaz como un numen autóctono empapado de mitología griega y técnica celta. Una creación que responde al espíritu de encrucijada importante desde siempre en Galicia; una escultura, en suma, que sincretiza caracteres del «Lar Vial» y de los «numina loci».
223
SUSANA DE LORENZO GONZÁLEZ
BIBLIOGRAFíA
BERMEJO BARRERA, J. C., 1978. La Sociedad en la Galicia Castreña. Follas Novas, Santiago, pp. 119. BLANCO FREIJEIRO, A., 1956. Cabeza de un castro de Narla. C. E. G., XI, pp. 159-180. CONDE-VALViS, F., 1959. Un busto céltico. Vigo, pp. 11. LUENGO MARTiNEZ, J., 1967. Piezas del Museo Arqueológico de La Coruña. El Hermes celta de Pontedeume y supervivencias de su culto. Revista del Instituto de José Cornide de Estudios Coruñeses, 111, pp. 177-185. TABOADA CHIVITE, J., 1956. Escultura celta-romana. Cuadernos de Arte Gallego, 3, pp. 1-46. TABOADA CHIVITE, J., 1975. La encrucijada en el folklore de Galicia. Boletín Auriense, V, pp. 101-112. TABOADA CHIVITE, J., 1976. Nuevos testimonios del culto a los Lares Viales en el Gallaecia. Gallaecia, 2, páginas 193-200. TARACENA AGUIRRE, B., 1943. Cabezas-Trofeo en la España Céltica Archivo Español de Arqueología, XVI, páginas 157-171. WERNET, P., 1936. L'anthropopaghie ritual et las chasse aux tetes aux époques actualles et Paleolithique. L 'Anthropologie, 46, pp. 243-261.
224
Brigantium. Bol. Museo Arqu. Hist. Coruña. 1989-1990. vol. 6 pp. 225-229
EL COLMILLO DEL JABAlÍ: ORIGEN y SIGNIFICADO DE UN AMULETO GALLEGO
FERNANDO ALONSO ROMERO
Departamento de Inglés Facultad de Filología Universidad de Santiago
Resumen. Análisis de las creencias populares relacionadas con el colmillo de jabalí. Para comprender su significado hay que buscar sus orígenes en las creencias de los celtas. Este tipo de amuleto se utilizó también en otros países europeos, y es un testimonio más de nuestros vínculos con antiguas culturas. Abstract. The Boar Tusk: Origin and Meaning of a Galician Amulet. Analysis of the folk beliefs related to the boar tusk. We can only understand the magical propierties attributed to the boar tusk when we relate them to Celtic beliefs. This type of amulet was used in other European countries. It is therefore another testimony of the link of our roots to ancient cultures.
En las aldeas costeras situadas entre la ría de Muros y el cabo Finisterre es frecuente todavía, como en otros muchos lugares de Galicia, el empleo de divarsos tipos de amuletos, a los que los vecinos atribuyen propiedades mágicas contra el mal en general, pero sobre todo, dicen que son muy eficaces contra las brujas y las enfermedades (VICENTE RISCO, 1979, 473-476). Las autoridades eclesiásticas se opusieron siempre en Galicia, aunque con muy poco éxito, al empleo de amuletos, cuyo uso ya había condenado a finales del siglo VI Martín de Braga (1). Estos amuletos con virtudes apotropaicas se s~elen llevar encima, casi siempre escondidos entre las ropas, o se cuelgan en las cabeceras de las camas, de las Ventanas o de cualquier otro lugar de la vivienda. También se suelen poner en las cuadras, ocultos en alguna grieta de las paredes, para que protejan del mal a los animales. Los más,comunes son los cuernos de cabra o de buey. En general, se dice que son muy eficaces contra las brujas. Estos cuernos se colocaban también hasta hace unos treinta años en las proas de algunas embarcaciones de pesca tradicionales. En la actualidad es ya muy raro ver a un pescador portando en su embarcación un cuerno de cabra o de buey, aunque en Portugal todavía se mantiene esta antigua práctica entre algunas de sus interesantes comunidades pesqueras (LlXA FILGUEIRAS, 1978, 37, Figs. 49, 52, 55, 56). Hasta hace pocos años, algunos campesinos gallegos solían llevar en sus bolsillos un colmillo de jabalí p de cerdo, como taslismán contra el «mal de ojo» (E. RODRíGUEZ GONZÁLEZ, 1958, v. «corno»). Esta misma práctica era seguida en Portugal, según nos cuenta LEITE DE VASCONCELLOS en su monumental obra (1982, 411-412). En este artículo nos vamos a referir solamente al colmillo de ja(1)
Ver la obra Concilios Visigóticos e Hispano-Romanos lEdo J. Vives. Madrid, 1963. 11,25). Y, sobre todo, Martini Episcopi Bracarensis, Opera Omnia (ed. C. W. BARLOW. New Haven, 19&0, p. 138).
225
FERNANDO ALONSO ROMERO
balí utilizado como amuleto, ya que un estudio de todos los tipos de cuernos desbordaría las pretensiones de esta pu blicación. «Antiguamente era costumbre entre los campesinos lucenses atar a las muñecas de los niños los colmillos de jabalí, por sus propiedades contra el mal de ojo. Asimismo en algunos lugares se considera al polvo del colmillo de jabalí como afrodisíaco» (ENCICLOPEDIA GALLEGA, v. «parco bravo»). Y en Asturias tradicionalmente se cree que favorece el parto el poner al cuello de la parturienta un diente de cerdo o de jabalí (JUNCEDA AVELLO, 1980, 176. MARIÑO FERRO, 1985, 256). ~n Cal<:debarcos, una pequeña aldea de pescadores no lejos de Muros (Galicia), se solían poner colmillos de jabalí en los arcones donde se guardaba la ropa. En 1984 tuve ocasión de ver personalmente dos de estos colmillos en el arcón de un amigo del lugar (2). Al preguntarle cuál era la razón de esa práctica, me respondió que «eso eran cosas de los viejos de antes» y que los colmillos estaban allí porque los había puesto su padre contra las «meigas». En sus años mozos todavía se podían ver jabalíes por los montes de los alrededores, muy cercanos al macizo del Pindo, un lugar de gran belleza paisajística yen torno al cual se conservan aún varias leyendas y creencias, algunas relacionadas con viejos mitos que estudié en otro trabajo (ALONSO ROMERO, 1983, 227-267). Aunque otros tipos de cornamentas también se utilizan como amuletos no sólo en Galicia, sino también en otros países europeos, es sin embargo el colmillo de jabalí el más representativo de un área cultural que se puede delimitar con bastante precisión, gracias a los datos que nos ofrecen principalmente los hallazgos de colmillos de jabalí en enterramientos de los celtas y de los germanos. En Inglaterra se han encontrado también en tumbas anglo-sajonas; algunos estaban perforados probablemente para llevarlos colgados del cuello, como talismanes o amuletos (AUDREY L. MEANEY, 1981, 132-133). En enterramientos germanos localizados en Alemania se han encontrado colmillos de jabalí que parece ser que utilizaban como colgantes o pendientes (L1NDENSCHMIT, 1848, 20), y también han aparecido en Inglaterra en tumbas de germanos mercenarios (HAWKES y DUNNING, 1961, 1-70. EVISON, 1965). Tacita relata que la tribu de los aestii, que procedían del Báltico pero profesaban la misma religión que los suevos, «utilizaban máscaras de jabalí como emblemas de la Diosa Madre a la que rendían culto» (3). Es interesante resaltar que los dioses germánicos Frey y Freya están también relacionados con el jabalí, uno de sus fabulosos tesares es el jabalí de oro, llamado Gullinbursti o Hildisvín. A Freya se la denomina también Syr (cerda) y está relacionada con la fecundidad (BRANSTON, B., 1980, 132). Su hermano Frey aparece también en la mitología nórdica montado en un jabalí, repartiendo la luz del sol y la fertilidad (MOGK, E., 1953, 139). En el Noroeste de la Península Ibérica se han encontrado numerosas esculturas llamadas «verracos» que representan cerdos o jabalíes, y que se han relacionado con la cultura castreña (POWELL, T. G. E., 1985, 175). Hay diversas opi-
(2)
Mi agradecimiento a Francisco Lado Piñeiro (Caldebarcos. Camota) por la información suministrada.
(3)
Ver la obra de Tacitus, The Agricola and the Germania (traducción de Mattingly, H. Penguin Classics. London, 1981, 139. Germania, 45).
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El colmillo del jabalí: origen y significado de un amuleto gallego
niones sobre el significado de los «verracos»; unos los consideran representaciones de carácter zoolátrico o mágico encargadas de la protección y multiplicación del ganado; también se piensa que pudieron haber sido monumentos funerarios, tesis defendida principalmente por Hübner, Le.ite de Vasconcelos y Gómez Moreno (BLÁZQUEZ, 1983,255). Blázquez piensa que el carácter funerario del jabalí en el Noroeste de la Península está atestiguado por el culto al dios Endovellico, divinidad de ultratumba (BLÁZQUEZ, J. M., 1983, 190). Camón Aznar opina que el cerdo era un animal destinado a los sacrificios telúricos, y su sangre se derramaba para propiciar a las divinidades, o se ofrecían como exvotos a los dioses, «sus representaciones se erguían en pleno campo o en lugares cercanos a los castros, como un eterno ofrecimiento del animal grato a las divinidades ctónicas» (BLÁZQUEZ, J. M., 1983,257). En la Galia se rindió también culto a un dios identificado con Mercurio, cuyo nombre era Moccus, forma antigua del bretón moc'h, que significa cerdo. Y en sepulturas galas de la Edad del Hierro han aparecido también dientes de jabalí (BLÁZQUEZ, J. M., 1983, 257). Este animal aparece representado en diversos objetos de la civilización céltica: en monedas encontradas en Bretaña, en el caldero de Gundestrup, así como con escudos y en figurillas de bronce (GREEN, M., 1986, 180-181). Besson considera que los nombres de algunas tribus galas, como, por ejemplo, la de los Eburones (los del jabalí), son supervivencias de un totemismo atávico (BLÁZQUEZ, J. M., 1983, 257). Por último, hay que mencionar que en diversos hallazgos arqueológicos aparecen escenas de caza en las que la figura principal es el jabalí, y no olvidarse tampoco del carácter funerario que se le atribuye a estas escenas. En este aspecto hay que recordar también que en la Antigüedad era frecuente el confundir a las «divinidades de la fertilidad telúrico-vegetal con divinidades funerarias» (BLÁZQUEZ, J. M., 1977, 354-356). Aspecto que se comprende muy bien en el caso del jabalí, al poseer este animal dos características que lo hacen especialmente apropiado para que se le rindiera cuIta: su fertilidad y su peligrosa ferocidad (MEANEY, A. L., 1981, 134). Para Anne Ross la frecuencia con que aparce el jabalí en el folklore yen la iconografía celta, hace pensar en la posibilidad de que la caza de este animal se debiera a un ritual religioso en el que "el jabalí se tomaba como símbolo de la fertilidad y de la guerra; en él estaban plasmadas todas las pasiones de los celtas: la caza, los festines, "las luchas y la procreación (ROSS, A., 1968,321). Es muy probable que este viejo espíritu de raigambre celta influyera en la literatura caballeresca de la Edad Media y en las leyendas del ciclo bretón, lo cual nos permitiría ver con otros ojos el significado de los relieves del túmulo de Fernán Pérez de Andrade (iglesia de San Francisco, Betanzos) más cercano quizás a esas creencias que a las simples aficiones medievales por la montería. En la literatura céltica irlandesa se la atribuye al cerdo un alto valor como representante importante en el menú de los banquetes de los nobles guerreros (RHYS, J., 1980,501 y ss.). Pero también aparece como el manjar preferido en los banquetes del Otro Mundo; incluso se utilizaba como ofrenda en las tumbas de los nobles para que fuera consumido como alimento en el Más Allá (O'RAHILLY, T. F., 1976, 122-123). Por todo ello, observamos que era un animal considerado en alta estima, y muy apreciado tanto en el mundo de los vivos como en el de los muertos. En el folclore inglés hay varios ejemplos que atestiguan la pervivencia de estas viejas creencias. A finales del siglo pasado todavía se 227
FERNANDO ALONSO ROMERO
efectuaban en Oxford y en Hornchurch (Essex) cenas tradicionales de Navidad en las que el plato principal era la cabeza de un jabalí, que se presentaba adornada conramas de acebo (planta de gran significado simbólico en esa fecha). Durante la cena se solían cantar villancicos en honor del jabalí (GELLlNG, P., 1977, 165-166). El jabalí aparece con frecuencia descrito en la literatura celta de las Islas Británicas como una presa peligrosa que logra matar al cazador la mayoría de las veces. También se le atribuyen poderes sobrenaturales y la facultad de transformarse en otros seres. Esta importancia que se le da al jabalí en la mitología céltica está relacionada con el hecho -de sobra atestiguado por la arqueología y la literatura- del valor que daban los celtas al cerdo como manjar del mundo de los vivos y del Más Allá. En los banquetes del mundo de los muertos, aunque el cerdo se presenta muerto y cocinado, tiene la facultad de revivir al día siguiente (MACCANA, P., 1970,53). También en la literatura céltica irlandesa se atribuye valor mágico al cerdo, que se considera que llegó a las Islas Británicas procedente del Mundo de los Muertos. Lo cual coincide con la tradición irlandesa que atribuye a los dioses la aparición de los cerdos en Irlanda (ROSS, A., 1968,316). Anne Ross realza el hecho de que, tanto en la iconografía, como en los objetos de metal encontrados en la Galia, así como en las tradiciones literarias de todo el mundo celta, aparezca el cerdo o el jabalí relacionado con divinidades o con el Otro Mundo (ROSS, A., 1968, 320). Quizás sea la vinculación del cerdo o del jabalí con el mundo de ultratumba la razón por la cual la palabra pig (cerdo) es tabú a bordo de las embarcaciones irlandesas (EVANS, E., 1979,303) y escocesas (RAMSAY, D., 1912,59. RADFORD, M. A., 1978, 89). Cuando algún pescador menciona por descuido el vocablo pig, se produce una reacción de temor, que en algunos casos obliga al patrón a ordenar el regreso de la embarcación a tierra, porque la tripulación cree que le va a ocurrir algún daño. Tal es la fuerza de las connotaciones maléficas de esta palabra, que solamente se comprende relacionándola con viejas creencias del pasado, que los pescadores ya han olvidado, pero de las cuales pervive solamente una especie de temor supersticioso que continúa condicionando su comportamiento. Algo parecido ha ocurrido con las connotaciones beneficiosas atribuidas al colmillo del jabalí, probablemente debidas a una antigua relación con la fecundidad de este animal y, por lo tanto, con la divinidad céltica correspondiente con la que se relacionaba. Recordemos que al principio de este trabajo mencionábamos las propiedades afrodisíacas atribuidas al polvo del colmillo de jabalí, así como sus virtudes para favorecer el parto. Lo difícil es saber si en el Noroeste de la Península Ibérica todas esas virtudes que se le achacan a los colmillos fueron condicionadas por las creencias de los celtas o las de los suevos, pues ambos ocuparon también esta zona y dejaron huellas de su paso. De lo único que podemos estar seguros es de que este tipo de amuletos no fue un fenómeno exclusivo del Noroeste, sino que hay que contemplarlo como una muestra más de esas raíces que nos unen a otros tiempos, y que continúa vivo porque para muchos de los males que nos afectan no hemos encontrado aún antídotos más eficaces.
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El colmillo del jabalí: origen y significado de un amuleto gallego
BIBLIOGRAFíA
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Brigantium. Bol. Museo Arqu. Hist. Coruña. 1989-1990. vol. 6 pp. 231-237
EL RETABLO MAYOR DE LA V. O. T. DE FERROL
PEDRO JAVIER GONZÁLEZ RODRíGUEZ Galiano, 28-2. Ferrol
o
Resumen. En el artículo se esutudia desde el punto de vista estilístico y documental el retablo de la capilla de la V. O. T. de Ferrol. Abstract. The altarpiece of the V. O. T. in Ferrol. The altarpiece of chapel of the V. O. T. in Ferrol is studied in this article from a documentary and stylistic point of view.
La capilla de la V. O. T. de Ferrol, construida entre los años 1763 y 1766, conserva un interesante retablo clasicista que seguidamente trataremos de estudiar. Hay que esperar hasta 1782 para que la Junta de la Orden Tercera acuerde la construción de dicho retablo. Tal demora se debe a las dificultades económicas por las que siempre atravesó la congregación ferrolana, ya que sus ingresos provenían tan sólo de donativos particulares, o de la cobranza de los estipendios. Veamos el documento que nos da cuenta de lo acordado y que dice así: Dentro de la Sala Capitular de la V. O. T. de Penitencia de N. P. S. Francisco de esta Villa, a veinte y dos dias del mes de Diciembre año mH setecientos ochenta y dos el R. P. visitador, Señor Hermano Ministro y mas Hermanos de quienes se compone la Junta, acordaron la Constitucion del Altar mayor de dicha capilla, con arreglo al plano echo para dicho fin, y determinaron se saque a publica subasta, y remate en el mejor postor, disputando para su ajuste al Hermano Don Domingo Antonio Vazquez ya Don Jase de Soto Ministro el escultor del Rey en este Departamento, quienes deven dar qüenta a la Junta para su aprovacion; de todo lo qual yo secretario doy fee (1) (siguen firmas)
El día 7 de enero de 1783, haciendo la inspección habitual, el padre visitador Sebastián de la Calle exhorta a que... ((hagan por lIebar al debido efecto lo acordado el 22 de Diciembre del año proximo pasado del 82, por ser obra de mui de el servicio de Dios como tan devida al culto, y sagrado honor de su sacramento exista... (2).
(1)
Libro de Acuerdos o Actas de la V. O. T. del Ferrol. De 13 Enero 1772 a 29 de Agosto 1871, f. 5r. En adelante citaremos siempre L. A. V. O. T.
(2)
L. A. V. O. T., f. 5v.
231
PEDRO JAVIER GONZร LEZ RODRiGUEZ
Lรกmina l.
Por el acta del 28 de marzo de 1784 sabemos que el artista encargado de realizar la obra fue Carlos do Porto (3). Poco mรกs que eso se colige del texto, dado el aclaramiento sufrido por la tinta. La junta habida el 11 de septiembre de 1785 acuerda ... que el Ministro Dominguez haga รณ forme un Plano manifestando la llamada de lo alto del Altar acia fuera, y hecho se consulte con el Hermano Dn Cipriano Vimercati, y aprobado
(3')
232
L. A. V. O. T., f. 6v.
El Retablo Mayor de la V. O. T. de Ferrol
Lรกmina 11.
Lรกmina 111.
233
PEDRO JAVIER GONZÁLEZ RODRíGUEZ
por este, se procedera al ajuste en Maestro de satisfaccion; para cuyo efecto se le dá comision al Hermano Dn. Domingo Vazquez... (4). Finalmente, el4 de agosto de 1786 se acomete el pintado, que se adjudica a Juan Calvelo .
... Acordaron respecto esta en actitud de pintarse el Altar de dicha V. O. T. y para ello tener executado algunos Hermanos con algunos pintores de la mayor idoneidad y formando las condiciones que deben absorberse, y allandose en esta plaza el interes~do el maestro Pintor Dn. Juan Calvelo vecino de la ciudad de Santiago, sugeto de probidad... conferir facultades amplias... para que cierren con este facultatibo el ajuste, vajo las condiciones mencionadas, y solepnicen la competente escritura de remate... (5). Sin embargo, la pintura que hoy tiene el retablo no es la original. En,efecto, el 14 de marzo de 1863 se acordaba lo que sigue: ... Tambien se determino que en atencion a estar las pinturas del retablo mayor a causa del tiempo y del polbo bastante bajas se procediese a su limpieza en debida forma y barnizado todo lo mismo que el dorado, y pinturas de los bastidores, cuia ejecucion fue contratada con el hermano carpintero D. Juan Jase Cortes en la cantidad de mil reales siendo de su cuenta todo lo necesario al efecto en estados pinturas y barnices... (6). Mencionemos, a este respecto, como la humedad fue siempre un problema presente en la capilla (7), lo que ocasionó un sinnúmero de obras. El retablo mayor de la V. O. T. (Lámina 1) se conserva completo. Sin embargo, sabemos que antes, en una'escalinata que subía de la mesa del altar al camarín de la Virgen, estaban colocadas las imágenes de los santos patronos, San Luis y Santa Isabel, sobre unas peanas que al efecto había hecho Juan José Cortes (8). Acomodado a la cabecera de la capilla de fondo plano, presenta, no obstante, una ligera concavidad en toda su factura (recordemos como la fachada del edificio tiene la calle central con una suave convexidad (VIGO TRASANCOS, 1985, 226). El retablo consta de banco, un cuerpo principal y ático. El banco mide seis metros de ancho. El cuerpo principal es exástilo, con columnas exentas de fuste liso y rematadas por capitel jónico que lleva un motivo de lacería de voluta a voluta. Tanto las basas como los capiteles y lacería están dorados. La parte central del retablo tiene un arco de medio punto que deja paso al camarín de la Virgen de la Soledad. Imagen (Lámina 11) sin documentar, de la que
(4)
L. A. V. O. T., f. 10r.
(5)
L. A. V. O. T., f. 11r. Archivo Histórico de Protocolos. Prot. Domingo Antonio Vázquez. 1786, fs. 90 y91.
(6)
L. A. V. O. T., f.126v.
(7)
L. A. V. O. T., passim.
(8)
La realización de estas peanas fue en conmutación de la hechura de un nuevo púlpito Que se le había encargado, ya que el artista ... perdia mucho en dicha obra por haber calculado mallos muchos jornales que se invertian en la talla de que abundaban y supliendo (sic) a la junta se le rebajara la hechura del nuevo pulpito aunque se comutara en alguna otra obra de menos coste... (Acta del 12-3-1864, L. A. V. O. T., f. 129v.).
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El Retablo Mayor de la V. O. T. de Ferrol
Lรกmina IV.
Lรกmina V.
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PEDRO JAVIER GONZÁLEZ RODRíGUEZ
tan sólo sabemos que fue donada a la V. O. T. por el matrimonio compuesto por D. José Benavides y Francisca Vayolo (9). Se trata de una imagen de vestir que revela una gran maestría en su ejecución. Talla patética y elegante. Sus manos se entrecruzan con fuerza. El rostro es de por sí revelador; parece como si María se «tragase las lágrimas» en su hondura patética. El movimiento que ladea la cabeza es una nueva nota de expresividad elegante. Esta imagen ya fue considerada, a mediados del siglo pasado, como la de más mérito que existía en los templos de la ciudad (MONTERO ARÓSTEGUI, 1858, 264). Debe ser una talla de mediados del siglo XVIII. Encima de las columnas corre el entablamento -formado por arquitrabe, friso y cornisa-. Los dentículos están pintados de blanco y la cornisa se halla dorada. Por último, remata el conjunto, en la parte central, el ático en forma de peineta (Lámina 111). En el medio de éste aparece en un relieve el Corazón de Maria, rodeado de llamas, llevando en su parte inferior diversos instrumentos relacionados con la pasión, tales como: pico, escala, lanza, clavos, hisopo con esponja, columna, tenazas y corona de espinas. Todos estos motivos simbólicos están dorados, al igual que el corazón y las llamas que lo circundan. Este cuerpo se remata con dos volutas en cuyo centro se colocan dos rosas doradas, símbolo mariano por excelencia (10). Desde las volutas cuelga un motivo dorado a base de guirnaldas. Corona todo este cuerpo un golpe de hojarasca, igualmente dorado, que lleva en su interior el escudo franciscano. Sobre el ático flanquean esta peineta dos figuras de ángeles (Lámina IV), talladas en pleno bulto, en actitud de adoratio, y dos jarrones. Todas estas figuras están doradas. Pegados al testero del templo cuelgan unos espléndidos cortinajes (Lámina V), bellísimamente policromados con motivos florales finamente pintados, que nos traen unas indudables resonancias barrocas. Todo el conjunto del retablo está pintado en color madera. Por lo que se refiere al tabernáculo-expositor creo que no corresponde al primitivo conjunto. Hasta ahora se desconocía que Carlos Porto hubiese construido este retablo. De este artista, discípulo de Carlos Antelo, sabíamos que había realizado en 1784 el monumento de Semana Santa para la iglesia de San Julián; en 1790 el retablo de la capilla de los Dolores y en 1772 corría con el retablo de San Julián de Cumbrados (COUSELO BaUZAS, 1933, 539; MONTERO ARÓSTEGUI, 1858, 245 Y 260). Así pues, de las tres obras existentes en Ferrol de este escultor sólo este retablo neoclasicista de la V. O. Tercera es el que perdura.
(9) (10)
236
L. A. v. O. T., f. 13r. Precisamente en atención a esta cederá sepultura en la capilla.
y otras donaciones, en fecha de 14-1-1787, se les con-
Recordemos la ((Rosa mística» de la Letanía de Nuestra Señora. La rosa !'!S también en la iconografía cristiana, bien la copa que recoge la sangre de Cristo, bien la transfiguración de las gotas de esta sangre, o bien el símbolo de las llagas de Cristo (Cf. CHEVALlER, 1986,892)'
El Retablo Mayor de la V. O. T. de Ferrol
BIBLIOGRAFíA
COUSELO BaUZAS, J., 1933. Galicia artística en el siglo XVIII y primer tercio del siglo XIX. Imp. del Seminario. Santiago de Compostela. CHEVALlER, J., 1986. Diccionario de los símbolos. Herder. Barcelona. MONTERO ARÓSTEGUI, J., 1858. (cit. ed. 1972). Historia y descripción de El Ferro/. Gersan. El Ferro!.
FUENTES DOCUMENTALES Libro de Acuerdos o Actas de la V. O. T. del Ferro!. 13 Enero 1772 a 29 de Agosto 1871. Protocolos Notariales de Domingo Antonio Vázquez, 1786.
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Brigantium. Bol. Museo Arqu. Hist. Coruña. 1989-1990. vol. 6 pp. 239-251
NOTICIA DE FLORENCIO GAMBINO, ESCULTOR
PEDRO JAVIER GONZÁLEZ RODRíGUEZ (*)
Galiano, 28-2. o 15402 FERROL
Resumen. El estudio de una imagen documentada de Eeee Horno, de la V. O. T. de Ferrol, nos ha descubierto a un desconocido escultor: Florencio Gambino. Hijo del gran maestro rococó gallego José Gambino, Florencio seguirá los pasos de su padre al ocuparse del arte escultórico, pero ya por los derroteros del neoclasicismo. Su maestro en este nuevo estilo será José Ferreiro. Abstract. Notiee about the seulptor Florencia Gambino. The study of a documented image of an Eeee Horno of the V. O. T. in Ferrol, revealed the existence of an unknown sculptor, Florencio Gambino, son of the great Galician rococo master José Gambino. Florencio will follow in his father's footsteps devoting himself to sculpture, but adopting the course of neoclassicism. His master in this new style was José Ferreiro.
La figura de José Gambino (1719-1n5), el gran representante de la escultura rococó en Galicia, nos es bien conocida (1). No sólo sabemos de sus múltiples obras sino que somos conocedores de la incipiente escuela (OTERO TÚI\JEZ, 1953, 54) que en su taller de Santiago nuestro artista formó, y entre cuyos discípulos destacaron: el gran José Ferreiro -sin el cual no hubiese conseguido ser el iniciador de la fecunda imaginería compostelana de la segunda mitad del siglo (OTERO TÚI\lEZ, 1953,54)-, Luis de la Puente, y su propio hijo Tomás Gambino, entre otros. Hasta ahora sólo se tenía noticia de su hijo Tomás (COUSELO BaUZAS, 1933, 369-371; GENDE FRANQUEIRA, 1976, 101-105; OTERO TÚI\IEZ, 1974, 109), como el único de los ocho (COUSELO BaUZAS, 1933,362) que había continuado el quehacer de su padre. En este artículo damos a conocer a otro de sus vástagos, Florencia Gambino, que, como veremos, también siguió los pasos artísticos de su progenitor. Si la Guerra de Sucesión cambió el rostro político de España (KAMEN, 1984, 426), sus consecuencias dieron origen al Ferrol actual. Razones de orden militar y defensivo, económico y productivo y, por fin, la capacidad aglutinadora que la ría de Ferrol ejercía sobre el poblamiento costero comarcal, fueron las que llevaron al rey Felipe V ya su ministro Patiño, en 1726, a declarar a Ferrol capital del Departamento Marítimo del Norte. Así, esta villa pasará de una población de 315 vecinos en 1717, a otra de 1.208 en 1752 (CUBILLAS, 1984, 34). Parejo al desarrollo urbano será la construcción de nuevas iglesias y capillas que satisfagan las
(*)
(1)
Expreso mi agradecimiento a D. Alfredo Martfn Lorenzo, que me dio todo tipo de facilidades para desarrollar mi estudio en la V. O. T. Igual gratitud debo al Académico D. José Leyra Domlnguez, que me facilitó el acceso a su biblioteca. Solamente remito a la bibliografía que juzgo más interesante: COUSELO BOUZAS (1933, 359-368); MURGUiA (1884); OTERO TÚf:JEZ (1951,35-46), (1953, 52-62), (1958, 95-111), (1974, 106-109), (1980,226 Y 227).
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PEDRO JAVIER GONZALEZ RODRiGUEZ
necesidades religiosas de la creciente población (2). Fruto de esto será la creación de la capilla de la Venerable Orden Tercera, iniciada en 1763 (VIGO TRASANCOS, 1985,224) Yfinalizada en 1766 (MONTERO AROSTEGUI, 1858,264), cuyas trazas se deben al arquitecto Pedro Lizardi (VIGO TRASANCOS, 1985, 224). Tras un paréntesis de unos dieciséis años se acomete la tarea de levantar el altar mayor de dicha capilla (3). Más tarde, en 1790, la Junta de la V. O. T. encargará una imagen de Ecce Horno, destinada a salir en procesión el Domingo de Ramos. Según parece, la tradición procesional ferrolana tiene sus orígenes en el lógico desarrollo de la Villa, a mediados del siglo XVIII (4). A continuación transcribimos (5) la fuente de información que acredita a Florencia Gambino como escultor (6). Dentro de la Sala Capitular de la V. O. T. de Nuestro Padre San Francisco de esta Villa del Ferrol, a veinte y dos dias del mes de Agosto, año de mil setecientos y noventa: Estando en ella el Reverendisimo Padre Predicador Fr. Juan de Soto Visitador, Dn Geronimo José Reguera, Ministro, y demas Vocales, de que se compone la Junta de dicha V. O. T. para tratar y conferir asuntos peculiares, y del servicio de esta; Fue acordado, que res-
(2)
Aparte de la capilla de la V. O. T. se construirán: la iglesia conventual de San Francisco, 1751 o 1757-1791 circa; la iglesia parroquial de San Julián, 1765-1772; capilla de Nuestra Señora del Socorro, 1767... ; capilla de Nuestra Señora de los Dolores, 1771...; capilla de Nuestra Señora de las Angustias, 1780-1788; iglesia castrense de San Fernando, 1755. Para estas cronologías hemos seguido a VIGO TRASANCOS (1985, 191-235); MONTERO ARÓSTEGUI (1858, 239-276).
(3)
En 1782 se acuerda la construcción del Altar Mayo'r de dicha Capilla. «Libro de Acuerdos o Actas de la V. O. T. del Ferrol. De 13 Enero 1772 a 29 de Agosto 1871», f. 5r. (en adelante, al hacer referencia a este Libro de Actas citaremos siempre L. A. V. O. T.). Por fechas más adelante, 28-3-1784, sabemos que su autor fue Carlos do Porto (L. A. V. O. T., f. 6v).
(4)
Por un contencioso que la V. O. T. de Ferrol mantiene con el ((Señor Governador Eclesiastico de la Diocesis)), en fecha de 19-2-1896, por problemas habidos al intentar reanudar la V. O. T. la tradición procesional del Domingo de Ramos, sabemos que al menos desde 1743 tenia lugar en ese dia una procesión.
la costumbre inmemorial en que estaba esta orden Tercera de hacer su procesion por buena de la yglesia con el Pasó del Ecce-Homo en el Domingo de Ramos, y que si algunos años la había omitido habia sido por las estraordinarias y Calamitosas Circunstancias de tiempos contrarios, pero que aora se hallava resuelta aseguir con dicha procesion... (L. A. V. O. T., f. 111r.). (B) ... No obstante para, para mas vien evitar toda disension y controversia sobre el particular de nuebo lo elevar al conocimiento de Vs. participandole, que ademas de estar esta tercera orden en posesion inmemorial de hacer la enunciada Procesion la celebra tambien por instinto particular de ella misma, como se puede ver en el libro de Actas y Constituciones que en el año de 1743 hizo para su govierno y entre otras ordenaciones dice ala !etra en el artIculo cuarenta y tres: Se ordena que el Domingo de Ramos tenga obligacion esta tercera orden de salir en Procesion con la ymagen del Ecce Homo por las calles saliendo en orden desde este convento con velas encendidas..., (L. A. V. O. T., f. 111r.J.
(A) ...
Sabemos que antes de la construcción de su Capilla, la Junta de la V. O. T. de San Francisco existía dentro del Convento que los franciscanos poseían en Ferrol. Este Convento se reformará en el siglo XVIII (vid. supra n. 2), construyéndose a su lado la capilla de la V. O. T. La alusión a la (rymagen del Ecce Homo)) hace referencia, sin duda, a la talla que se conserva en la actual Iglesia Castrense de San Francisco. En la vecina villa de La Graña, primitivo asentamiento naval, también encontramos datos que confirman nuestro aserto. En el «Libró de Acuerdos de la V. O. T. de la Villa de la Graña. Año de 1747 a 28 Diciembre 1758 inclusive», f. 23r., puede leerse:
En la Capilla de la V. O. T. de la villa de la Graña en dia diez y seis de febrero de mil setecientos quarenta y nueve... (C) 3... Que el Domingo de Ramos salga esta V. O. en procesion por las calles llevando el paso de cruz aques, tas, y que de los hermanos el que gustase traiga zera para alumbrar. (D) 4.: . Que el viernes Santo en la noche salga esta V. O. en procesion llevando una efigie de Maria Santisima en su soledad, y que los hermanos el que gustase traiga zera para alumbrar... (5)
Hacemos la transcripción respetando la ortografía original.
(6)
L. A. V. O. T., f. 14r. y v.
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Noticia de Florencia Gambino, escultor
pecto él Maestro Estatutario Florencia Gambino, concluyó y presentó la ymagen que se le havia encargado para Ecce Hamo por la que le están librados, y satisfechos nuevecientos rs. de vellon, en que estava ajustado; y que atento la hizo con su cruz á cuestas: que esta por el mucho buelo, y largo, ofrece sus dudas, para que salga en las Procesiones de Ramos, se le saque dicha Cruz, y pinte la referida ymagen sin ella enmendando el referido Estatuario como ofrece la pierna que tenia hacia atras en forma de cruz a cuestas trayendosela mas adelante, para que quede perfecta, sin la demostracíon de cruz a cuestas. Que dicho Hermano Ministro se encargue de comprar y hacer se execute la Tunica para la referida ymagen, eliFendo aquel genero, que sea mas propio, de dura, y aproposito para dicho Paso, con su soga correspondiente. Que igualmente se pinte el Cancél, y coro de dicha capilla, para lo que, y referida pintura de la ymagen confiere la Junta sus vezes al citado Hermano Ministro, y Secretario para que traten con el Maestro que deva hacerlo, ajustando el precio de cada cosa, con la economia, y perfeccion que corresponde. Asi lo acordaron y firman de que yo el infraescrito secretario certifico. Fr. Juan de Soto visitador (siguen diez firmas)
Sin duda, este Florencio Gambino es el hijo del gran maestro rococó José Gambino. Viendo el árbol genealógico de la familia observamos como Florencio realiza la obra con casi treinta y cinco años, pues conocemos que nace en 1755. También sabemos que Florencio Severo Gambino Lens fue bautizado en la parroquia de San Juan Apóstol de Santiago, el 8 de noviembre de 1755, actuando de padrinos sus abuelos maternos. GAM81NO
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2·9-41 MARIA OE LEN S
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MARIA MANUELA 1728
NICOLAS 1721
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MANUEl -"CENTE
MARIA NlCOLASA
PLACIOO BENITO
JUANA BENITA
FLORENCIO SEVERO
1744..
1746...
1151...
1763...
1756..
JOSE MANUEL 1758..
TOMAS 1746-51181
(7)
De 1710 data el documento que atestigua su presencia en Santiago. En concreto, se trata de un contrato notarial realizado con Bartholomé. Piombino, también genovés, en la villa de Padrón. vid COUSELO BOUZAS (1933, 360, n. 1.).
(8)
En el caso de Tomás, Couselo Bauzas, a quien seguimos, solamente encontró la partida de casamiento. Este autor duda en colocarle como primogénito, o entre los hermanos María y Plácido. Nacería, pues, antes de 1742, como primogénito, o entre los años 1746 al 1751. vid. COUSELO BOUZAS (1933, 361, n. 1 y 369). En el primer caso apuntado por Couselo, y toda vez que José Gambino contrae nupcias con María de Lens el 28 de septiembre de 1741, vid. OTERO TlJÑEZ (1974, 106), estaríamos ante una de las escasas concepciones prenupciales (entre 5 y 9 por 100) que ten'léIn lugar en Galicia por esa época. vid. PÉREZ GARCiA (1980, 167). Más lógico resulta pensar que nacería entre los años 1746 y 51, como también apunta Couselo, ya que los hijos de Gambino se solían llevar unos a otros dos años.
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PEDRO JAVIER GONZÁLEZ RODRiGUEZ
Antes de pasar al análisis estilístico de la imagen, iremos glosando los distintos puntos de interés que refleja el Libro de Actas. En primer lugar nos asalta la duda sobre la cotización del ((Maestro Estatuario Florencia Gambino)). Según hemos leído, por el Ecce Horno se le abonaron 900 reales; montante digno y a la altura de las circunstancias si pensamos que a su hermano Tomás le pagan por tres imágenes (Apóstol Santiago, San Antonio y San Roque) del retablo mayor de la parroquia de Fiopáns, en 1n7, 1.200 reales; yen 1793, por las imágenes de San Roque, San Joaquín y San José, para la Cofradía de los Desamparados de Santa María de Abades (Trasdeza), 1.850 reales (COUSELO BOUZAS, 1933, 370). Su padre había contratado, cuarenta años antes, 35 imágenes para los tres altares de la Capilla del Pazo de Oca, en 2.675 reales, yen 1758 se le habían abonado 811 reales por la Santa Catalina de San Martín Pinario (COUSELO BOUZAS, 1933, 367 Y363). Como vemos, pues, la cotización de Florencio Gambino era la normal en un escultor considerado como de buen oficio. y se nos presenta ya, el que podemos denominar problema iconográfico. En efecto ...
Florencia Gambino, concluyó y presentó la ymagen que se le havia encargado para Ecce Hamo... y que atento la hizo con su cruz á cuestas; que esta por el mucho buelo, y largo, ofrece sus dudad, para que salga en las Procesiones de Ramos... Ante este problema nos sería de sumo interés conocer el contrato de encargo, para comprobar si allí se explicitaba el tipo de imagen que se le encargaba, aunque el texto de la Junta parece claro: ... la ymagen que se le havia encargado para Ecce Horno... Intentaremos, seguidamente, formular algunas hipótesis de trabajo sobre este curioso problema. Una explicación podría consistir en que acaso Florencio Gambino fuese conocedor de la imagen que la V. O. T. de la vecina villa de La Graña sacaba en procesión. Dado que el Domingo de Ramos salía de su templo el paso de cruz aquestas (9), quizás Gambino pensase que el templo homónimo de Ferrol, toda vez que. pretendía sacar la imagen procesionalmente en igual día de la Semana Santa, precisase también de una talla de similares características. Enlazaría, de esta manera, con la tradición de dicha villa. Además, entre los objeciones que se hacen a la imagen ninguna conlleva un ataque frontal al tipo iconográfico ...
y que atento la hizo con su cruz á cuestas; que esta por el mucho buelo, y largo, ofrece sus dudas, para que salga en las Procesiones de Ramos... Son inconvenientes ligados a su fin procesional. Abundando en este aspecto podemos imaginar como, acaso fuese ya habitual el llevar las imágenes balan-
(9)
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vid. supra, n. 4 C.
Noticia de Florencio Gambino, escultor
ceándolas (10), con lo cual el riesgo para una escultura de estas características sería mayor. Otra inconveniencia para una figura de este tipo era su difícil ubicación en un retablo. Una nueva hipótesis sería que Florencio Gambino hubiese pensado en la posibilidad de que la imagen tuviese una doble significación iconográfica. Al hacerla con brazos articulados, y una vez retirada la cruz, podría servir también de Ecce Horno (11). Pero la Junta de la V. O. T. no se identificó con tal posibilidad, pese a reconocer ... atento la hizo ... , y por ello mandó quitar la cruz y traer la pierna más adelante. Son hipótesis; pareciéndonos, con todo, la más lógica esta última. Después de indicarse el deseo de que se cambie la disposición de una pierna (ver más adelante), se encarga una túnica y una soga (12) para completar el tipo iconográfico deseado (13). Por el Libro de Actas sabemos que Florencio Gambino no pintó la imagen. En ninguna de las Actas de las Juntas posteriores aparece consignado el nombre del pintor. Cuatro años antes había sido Juan Calvelo el maestro que pintó el retablo mayor de la capilla (14); por lo que, acaso podamos pensar en él como el pintor de la talla. El Ecce Horno, con gran devoción en el medio local (15), se halla situado en la actualidad en un pequeño retablo clasicista (16), del lado del Evangelio, en la mencionada capilla de la V. O. T. del Ferrol. La imagen (Lámina 1), que va sobre una pequeña peana de aspecto terroso, mide 1,60 metros. Sabemos que en las estatuas antiguas y en los hombres perfectamente proporcionados, el ombligo divide su altura según la sección áurea (GHYKA, 1983, 24-40). Hechas las medidas oportunas, y siguiendo a Zeysing (GHYKA, 1983, 38), que encuentra que las proporciones del cuerpo masculino oscilan en torno a la razón media hin = 13/8 = 1,625 (representando h la altura total y n la distancia vertical entre el ombligo y la planta de los pies), observamos que el número de oro de nuestra imagen se aproxima mucho al ideal. Concretamente da el siguiente cociente: 160/96 = 1,666; por lo que, según vemos, su proporción es casi perfecta.
(10)
A este respecto podemos recordar como para explicar la moda blanqueadora en la arquitectura dieciochesca ferrolana, Vigo Trasancos se interroga si ésta podría provenir de contactos con el área andaluza, y más concretamente con la gaditana; también distrito departamental, vid. VIGO TRASANCOS (1985, 242), Nosotros creemos que no sería del todo ilógico pensar que prácticas andaluzas tan arraigadas en su Semana Santa como el «baile» de sus tronos, su lujosa decoración, uso de toldos, etc. presentes también en la Semana Santa ferrolana, puedan deberse a un influjo de los marinos cartageneros o gaditanos aquí destinados. Sería conveniente, en este punto, estudiar con detenimiento los libros de las cofradías e investigar la presencia y posible influencia de estas personas.
(11)
No olvidemos que desde 1743 existen datos relativos a una procesión que con un Ecce Horno recorría las calles ferrolanas. vid supra, n. 4 B.
(12)
La soga, aunque no viene citada en los Evangelios, sí aparece en diversas fuentes literarias posteriores. ((Atáronle a una coluna. .. en ella estava un anillo de hierro donde tuvieron presa la soga con que estava por el cuello atado... vid. PERANZA (1604, 199). En 1809 tenemos noticias de que se habían reunido ((para una capa, o Púrp'lfa del Ecce Horno)) 560 reales de vellón. (L. A. V. O. T., f. 42v.).
(13) (14)
L. A. V. O. T., f. llr.
(15)
L. A. V. O. T., passim.
(16)
El 20 de diciembre de 1791, la Junta de la V. O. T. acuerda, en su cuarto punto ... ((Que se haga una Caja para él Ecce-Homo, afin de custodiarle del polbo ... (L. A. V. O. T., f. 16r.l. Sin embargo, el retablo en el que se encuentra actualmente es el que hizo Juan José Cortes, en 1864 (L. A. V. O. T., f. 129 v.l.
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PEDRO JAVIER GONZÁLEZ RODRíGUEZ
Lámina 1.
La escultura está labrada en pleno bulto y pintada por detrás. La cabeza (Lámina 11) es, sin duda, la parte más expresiva de la talla, mostrándonos el pathos que nos habla de la próxima derrota física. Cabellera postiza, que va ceñida por una corona de espinas en madera. Ojos de cristal, dramáticamente fijos en un punto. Los párpados llevan las pestañas pintadas. Arcos superciliares que aparecen con la lógica crispación del dolor y que dibujan sendos ángulos rectos. La nariz presenta un acusado perfil clásico. Pómulos salientes. La boca aparece entreabierta, acusando el jadeo ocasionado por el tormento. Barba ordenada, perfectamente simétrica, en dos puntas. Cabeza ligeramente ladeada hacia la derecha. Rostro que, pese a reflejar un patético dramatismo, apenas posee sangre, lo que nos habla de su innecesaria presencia para expresar toda la fuerza trágica que el artista ha logrado en esta magistral cabeza. El torso (Lámina 111) aparece con satisfacción en el estudio anatómico. Se acusa bastante el arco que forma el costillaje; débito que nuestro artista toma de José Ferreiro (17), y que quizá éste, (17)
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Para conocer las características estilísticas de José Ferreiro en el tema pasional, que como veremos influirán en Florencia Gambino, remito a: LÚPEZ VÁZQUEZ (1974, 1331; OTERO TUÑEZ (1951,42), (1953, 591.
Noticia de Florencio Gambino, escultor
a su vez, hubiese copiado de algún desconocido crucifijo de José Gambino (OTERO TÚÑ EZ, 1953, 59). Desde la punta del esternón la curva epigástrica (Lámina IV) dibuja una acusada concavidad, contrastando con la parte baja del vientre, que es convexa, dándonos una gran apariencia de morbidez; característica esta última típica de los crucificados de Ferreiro (OTERO TÚÑ El, 1953, 59). El torso presenta pocos regueros de sangre. Los brazos son movibles; tienen dos articulaciones: una entre brazo y antebrazo, y otra en la unión del brazo con el hombro. No hemos de olvidar que, en principio, la imagen estaba destinada a cargar la cruz. Las manos (Lám. V), que actualmente han perdido su policromía original, están espléndidamente talladas; fruto de un atento estudio anatómico, poseen un evidente carácter discursivo. Manos que acusan, al igual que el resto del cuerpo, un estado de padecimiento. Manos elegantes, nobles, que resaltan las venas y muestran los nudillos, pero sin caer en ningún caso en el detallismo. Los dedos son largos y no llevan uñas postizas. El paño de pureza (Lámina VI) es de suma importancia para abundar en la vinculación de nuestro artista con los recursos estilísticos de José Ferreiro. Paño tallado, que se ajusta a la pelvis, sin nu-
Lámina 11.
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Lámina 111.
do en la cadera, presentando pliegues linealmente tallados. Sabemos que era algo característico de Ferreiro el colocar una doblez en el centro de los paños de pureza (18), doblez conspicua que posee la imagen que venimos analizando y que habla bien a las claras de su deuda con José Ferreiro. Las piernas (Láminas VII y VIII), que se hallan ligeramente flexionadas, esbozan un tímido contrapposto. A la altura de la rodilla derecha (Lámina VIII) puede apreciarse como el artista operó una reforma. Recordemos que la Junta le había encargado ... enmendando el referido Estatuario como ofrece la pierna que tenia hacia atras en forma de cruz a cuestas trayendosela mas adelante, para que quede perfecta... Esto fue lo que hizo, seccionando la pierna a la altura de la rodilla, encajándole una cuña triangu-
(18)
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Incluso OTERO (1951, 42) habla de tal doblez como «un acierto definitivo». vid. LÓPEZ VÁZQUEZ (1974, 133). Para una reproducción fotográfica en la que se aprecie claramente dicha doblez, remito a: OTERO TUÑEZ (1951, Lámina 11) y LÓPEZ VÁZQUEZ (1974, 133), en ambas láminas se reproduce el Cristo del desenclavo de Santo Domingo, Santiago de Compostela. Otra imagen en la que es muy visible el pliegue es el Cristo de la Buena Muerte, colocado en el segundo altar colateral del Evangelio, de San Francisco, en Santiago de Compostela.
Lรกmina IV.
Lรกmina V.
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Lรกmina VI.
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Lรกmina VII.
Noticia de Florencio Gambino, escultor
Lรกmina VIII.
Lรกmina IX.
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lar para traerla a la verticalidad deseada, y ajustándola con dos clavos, aún hoy perceptibles. Los pies (Lámina IX) son otra de las partes de la anatomía magistralmente conseguida; sus venas nos hablan de un cuerpo en tensión. Los dedos son largos, con las uñas talladas e incrustadas en ellos. El dedo gordo está separado de los restantes al estilo de Ferreiro (OTERO TÚÑEZ, 1953,59; LÓPEZ VÁZQUEZ, 1974, 133). Además, todos los dedos acusan bastante las articulaciones de sus falanges, pero especialmente los gordos, que marcan mucho la unión de la segunda falange con el metatarsiano (BARCSAY, 1982, 104, 107). La encarnación dada a la imagen es mate. El estado de conservacón es aceptable, aunque ciertas partes de las rodillas y del muslo de la pierna derecha (Láminas VII y VIII) tienen la carnación saltada. La talla desde su realización no nos consta que se halla repintado. Del análisis estilístico precedente se desprende una clara influencia de José Ferreiro en nuestro artista, ello parece lógico. En efecto, José Gambino muere en 1775 (COUSELO BOUZAS, 1933, 368), cuando Florencia contaba veinte años, con lo que bien poco habría podido aprender de él. Sin embargo, sabemos que a la muerte de José Gambino, Ferreiro, casado con una hija de éste, es dueño del taller de su suegro y goza ya de fama indiscutible (OTERO TÚÑ EZ, 1951, 36). Ferreiro, dieciséis años mayor que Florencia, habría sido -como lo fue para tantos otros escultores del primer tercio del siglo XIX - el maestro del cual nuestro artista aprendió su oficio. De Ferreiro tomará ese nuevo espíritu neoclásico que vemos presente en el gusto por la perfección anatómica. Así pues, en el último tercio del siglo XVIII coincidirá en Ferrol una pléyade de artistas - no en vano alguien ha escrito que ... «la excelente escultura revela el estado de las artes en Ferrol en el último tercio del siglo» ... (MONTERO ARÓSTEGUI, 1858,245)- tales como José de Soto, escultor del rey (19); José Ferreiro, que trabajará en el retablo ·de San Francisco (20); Tomás Gambino, que es maestro escultor del arsenal (COUSELO BOUZAS, 1933,370); Carlos Porto, que hará diversos retablos (21); y por último Florencia Gambino. Enigmática figura ésta, de la que hasta el momento lo desconocemos casi todo, pero que bien merece que tratemos de investigar más sobre él y su obra.
(19)
Aparece citado en 1782 (L. A. V. O. T., f. 5r.).
(20)
En 1790 se compromete a hacerlo con el escultor Juan Antonio Domínguez de Estiveda. vid. OTERO TÚ(\JEZ (1951,37) Y COUSELO BOUZAS (1933,278).
(21)
vid. supra, n. 3; yel de la capilla de los Dolores, vid. COUSELO BOUZAS (1933, 539).
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Noticia de Florencio Gambino, escultor
BIBLIOGRAFíA
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FUENTES DOCUMENTALES Libro de Acuerdos o Actas de la V. O. T. del Ferrol. De 13 Enero 1772 a 29 de Agosto 1871. Libro de los Acuerdos De La V. O. T. de la Vi/la de la Graña. Año de 1747 a 28 Diciembre 1758 inclusive.
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Brigantium. Bol. Museo Arqu. Hist. Coruña. 1989-1990. vol. 6 pp. 253-270
UN REXIDOR DE SANTIAGO DO SÉCULO XV
ANSELMO LOPEZ CARREIRA l. B. Maria Soliña Cangas (PontevedraJ
Resume. A mediados do século XV localizamos na cidade de Ourense ao mercader compostelán Afonso Rodeiro, realizando algunhas operación s comerciais. Pero o interés que desperta en nós débese ademais á sua pertenencia ao patriciado urbán de Santiago de Compostela e á relación que mantivo cos acontecementos políticos do momento. Daquela van ser tres os aspectos nos que se centre o traballo que sigue: En primeiro lugar o estrictamente económico, procurando analisar os negocios que Afonso Rodeiro fai en Ourense. En segundo término o político, descobrindo o papel que desenrolou na Revolución Irmandiña, pois naqueles momentos el era rexidor de Santiago. E por último o ideolóxico, esforzándonos por comprender os motivos que o levaron a facer entrega dos seus bens materiais á Igrexa, a cambio de honras nobiliares e compensacións espirituais. Abstract. A Governor of Santiago in the 15th Century. We found evidence that Afonso Rodeiro, the merchant from Santiago de Compostela, was in Ourense carrying out business transactions in the mid 15th Century. Our interest in this man lies in the fact that he belonged to the urban patriciate of Santiago de Compostela and in his involvement in the political events of his time. This article focuses on three aspects: First, we look at the striclty economical aspect with an analysis of Afonso Rodeiro's business dealings in Ourense. Secondly, we study the political aspect, focusing on the role he played in the Irmandiña Revolution. At the time he was governor of Santiago. And lastly, we analyze his ideology, in an effort to understand his reasons for leaving his worldly possessions to the Church in exchange for nobiliary services and spiritual compensation.
1.
O PERSONAXE E O SEU RASTRO
A escuridade da vella torre románica que alberga o Arquivo da Catedral de Ourense (ACO) mantivo no repouso -acaso pretendida mente eterno- algunhas das pegadas que un home deixou no seu camiñar entre Santiago e Ourense, hai máis de quinientos ·anos. De entre os milleiros de testemuñas e centos de vidas que ali se gardan, sacamos nós hoxe á luz unha pequena colección de apenas dez documentos, a partir dos cales queremo-nos aventurar a reconstruir unha modesta pero significativa porción dos pasos que deu. Entramos na sua biografia e ousamos levantar o pó do pasado, ca licéncia que dá o convencimento de que moito do que entón se fixo ten preséncia en nós e ca certeza de que sabe-lo ilumina o noso vieira. Tamén porque supoñemos que o que o noso home, Afonso Rodeiro, viviu, non deberan ser actos individL!ais illados, senon partícipes de comportamentos colectivos, históricos xa que logo. E contamos -creo- ca garantia de que o tempo que hai por médio (que tamén se encargou de limitar as nosas fontes) vai-nos permitir ponderar con maior obxetividade actuacións que iban, desde logo, dirixidas cara a metas ben distintas das que hoxe aqui lIes marcamos. 253
ANSELMO LÓPEZ CARREIRA
Frente a nós teremos, sinxelamente, a un home do seu tempo, que se comportaria, no esencial, segun as coordenadas que a sua situación social e a sua Terra lIe sinalaban como válidas. Por eso a sua biografia é tamén História. E a História xuzga por si sola ... O pequeno corpo documental sobre o que construimos este estúdio abarca un dilatado periodo de uns trinta anos, que non se trata, por certo, de unha época calquera (se é que as hai), pois considerando que a primeira cita é de 1447 e a derradeira de 1478, axiña caemos na conta de que nos movemos entre a pre-e a post-revolución irmandiña, quedando esta xustamente no centro. As referéncias a este acontecemento han ser obrigadas. Entramos en contacto co personaxe o 16 de decembro de 1447, en efecto, por médio de un documento de traspaso de unha renda, feito en Ourense (ref., ACO, Escr. XIII, 56), que nos di que Afonso Rodeiro é un «mercader vesinno e morador enna <;idade de Santiago». Adentrámo-nos, entón, no interesante sector da burguesia mercantil baixo-medieval, chamado a desempeñar tan importante papel na futura história de Europa e que precisamente por esa época encóntra-se nunha encrucillada decisiva. E o seu marco físico primordial tiña que ser, no noso país, a cidade compostelá, cabeza de Galícia. Outros dous documentos posteriores, unha venda e máis un foro feitos igualmente en Ourense con datas do 20 de decembro de 1447 (ACO, Escr. XIII,1) e 9 de setembro de 1451 (ACO, Escr. XVI,46), non amplian a nosa información encol do home. De todas formas xa nos preguntamos, que fai o santiagués na cidade das Burgas? Negócios, desde logo. Pero non atopamos dato algun que nos poda confirmar nunha especial ligazón con esa cidade ou ca sua comarca prósima. Quizais fora de tipo familiar (por parte sua ou da sua muller, Costan<;a Gar<;ia), e ata seria ben lícito pensar nunha non lonxana migración de zonas rurais cercanas a Ourense cara a Santiago. Mais non hai maneira de confirmar tal posibilidade, pois respeito á zona orixinária dos Rodeiro só fala unha cláusula contida no testamento de Costan<;a, po-la que manda enterrar o seu corpo «enna quintan de paa<;os enno moymento que esta a <;erqa do dito meu marido». Ambos van ir acabar ao dito de «paa<;os». Pero, cal dos Pazos pode ser? Tal vez o de Arenteiro, no Ribeiro. Tal vez. En calquer caso as relacións que mantén con personaxes ourensáns son, como veremos, estreitas. Inoramos se irian máis alá do aspecto económico baixo o que se nos presentan, pero limitándo-nos a esta perspectiva dá-nos a impresión de que as cousas non lIe iban mal nesta cidade, na que adequire rendas e propiedades inmobiliárias entre 1447 e 1451 -periodo en xeral dificultoso e de forte conflictividade social-. En Santiago debemos pensar que ocuparia, tamén, unha posición destacada. Hai nas nosas fontes unha lagoa considerable ata 1469, ano no que precisamente testa a sua muller, por un documento feito nesa cidade o 10 de agosto (ACO, Escr. XIII, 2), estando xa «doente en cama». Quedaria daquela viudo, pero en cámbio vémo-Io por primeira vez citado como «regedor da <;:idade de Santiago». Agosto de 1469! Esta data presenta alguns problemas que de momento non podemos resolver con plenas garantias, e a causa de eles unha cara fundamental da
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Un rexidor de Santiago do século XV
personalidade de Afonso Rodeiro vai permanecer dentro de unha dúbida razonable. En efecto, sabemos que desde antes da primavera de 1469 o arcebispo Fonseca e Xohán Pimentel teñen sometida a cerco a Compostela irmandiña e o asalto se intensificaria no mes de maio. Algo despois tivo lugar a batalla da Almáciga e un par de meses despois foi, por fin, tomada. A dúbida é razonable e ademais «pro reo»; pero non total. lnclinámonos a pensar (non sen fundamentos) que no mes de agosto xa a cidade caera en poder do arcebispo. Nada nos asegura que fora precisamente entón -e como consecuéncia de unha actitude colaboracionista- cando Afonso Rodeiro entra no goberno municipal; podia ser rexidor xa antes, cando os lrmandiños mandaban. A pregunta pode ser, formaba parte do Concello que entregou a cidade ou integrouse no que se forma co gallo de ese feito? Tanto nun caso coma noutro trataria-se dunha persoa o suficientemente moderada e partícipe do sistema como para ocupar un cargo precisamente entón e, o que é máis sintomático, permanecer longo tempo nel, xa que ahi o encontramos no último documento a que asiste, a redacción do seu própio testamento, feito en Santiago o 12 de febreiro de 1474 (ACO, Escr. 11,34) e asi é citado, xa a título póstumo, no derradeiro da nosa série, que recolle unha «clausula contiuda en no testamento do dito afonso rodeiro rejedor e vesinno da dita c;;idade de santiago defunto», dado en Ourense en 1478 (ACO, Escr. 11, 34). As própias relacións que mantén con membros do clero oriéntan-nos por este camiño, na suposición de un home económicamente ben situado, con seguridade pertencente ao patriciado compostelán e que, como tal, sosteria diferéncias co sistema feudal, pero non ata o punto de quere-lo ver sucumbir ante unha revolución popular, pois, ao cabo, nel vivia e prosperaba. Esta interpretación encaixa cas disensións que no seo da lrmandade se producirian entre os sectores radicais (pequenos artesáns, campesinos e proletariado) e os moderados (patriciado e baixa nobleza), tendentes estes ao entendemento cos señores. E coincide tamén cas testemuñas que falan de un acordo entre a lrmandade compostelá e o arcebispo para a entrega da cidade, que contaria co impulso de este sector e que daria como resultado o pacto po-lo que se respetaban os «usos e costumes» de Santiago. En eséncia estes «usos e costumes» significaban o mantenimento do status pre-revolucionário, ou sexa, favorable aos grandes comerciantes e sectores afins por un lado, e ao señorio arcebispal po-lo outro. Neste contexto podemos comprender perfectamente que Afonso Rodeiro -a quen de ningunha maneira estamos en condicións de ubicar no bando señorial- poidera ser rexidor en agosto de 1469 e segui-Io sendo deica a sua morte, entre 1474 e 1478. E asi é precisamente como mellor podemos esplicar que no seu círculo se movesen a un tempo -axiña teremos ocasión de comprobá-Iohomes destacados na Irmandade e outros xustamente relevantes ao lado do arcebispo. Porque xunto ao seu rastro, imprimiu-se tamén o de outros que imos denominar compañeiros sócio-políticos. Un poidera ser Gomes Peres, o mercador de Allariz (o seu pai tamén xa o fora) co que se cerra un negócio o 20 de decembro de 1446. Outros, os rexidores de Ourense, Loys Gonc;;alves das Tendas e Gomes Peres de Chantada, que aparecen, con algun artesán, o 20 e 21 de decembro de 1447. 255
ANSELMO LÓPEZ CARREIRA
Pero moito máis cerca de el en todos os aspectos se moverian, claro está, os que asisten de testigos aos documentos redactados en Santiago, burgueses como os prateiros Fernán Rodrigues, Johán Afonso e Martin Ares, o xastre Afonso Fandinno, o mercador Jácome Vinagre (1469,08,10 e 1474,02,12), ou ben, como el mesmo, homes introducidos no goberno municipal compostelán, entre os que vemos tamén ao própio Fernán Rodrigues e a Johán Domingues de Linares (1474,01,1-7). Son estes, datos que poden aportar o seu gran de area cara a un futuro melIor conecemento da estructura sócio-económica de Santiago e da organización política do seu Concello. E, en xeral, das cidades e vilas galegas baixo-medievais. Pero da man de alguns de estes homes xa citados podemos ir ainda bastante máis alá, pois por outros camiños recebimos informes que amplian enormemente os nosos horizontes. Os ditos Fernán Rodrigues e Johán Domingues de Liñares, que segun vimos coinciden como testigos ao lado de Afonso Rodeiro, ofrecen-nos un espectáculo realmente interesante, pois a ambos os atopamos profusamente citados no Pleito Tabera-Fonseca (seguimos a edición de RODRIGUEZ GONZALEZ, 1984), resultando que mentres Johán Domingues é sinalado como un dos principais dirixentes da Irmandade compostelá, en cámbio Fernán Rodrigues será home de confianza do arcebispo Fonseca, que o nomea da fortaleza do Pico Sagro tras a Revolución. Tamén de un enorme interés é Jácome Vinagre, testigo no testamento de Afonso Rodeiro, e do que conseguimos información a través de FERREIRA PRIEGUE, 1984, p. 26), quen nos di que este veciño de Santiago estaria comenzando a sua carreira en 1459, ano en que o localiza participando no flete de unha nave que comércia con Valéncia desde Noia. En 1485 xa é armador de outro navio que transporta viño a Southampton. O seu posiciona mento político inorámo-lo, pero guiándo-nos po-lo seu apelido, que, sendo pouco comun, difícilmente caeria fora da família, relacionámo-Io co diputado da Irmandade Johán Vinagre, tamén citado no Pleito. E ainda (certamente aventurándo-nos agora un pouco de máis, porque de todas maneiras os lazos familiares non implican comunión de ideas) podemos facer algunha conxetura para intentar aprosimar-nos outro pouco ao noso home. De el directamente non temos dato ningun que nos permita ubica-lo en un bando concreto, o repetimos, pero si que sabemos de un tal Fernán Rodeiro, boticário citado no Pleito, que ben poidera ser un parente, e que tamén figura entre os dirixentes irmandiños. Mais en vista de todo esto case nos atrevemos a supoñer que o sector social a que Afonso Rodeiro pertenceu, soupo en conxunto e mediante filiacións políticas oportunas, maniobrar convenientemente para non se sentir nunca inmediatamente perxudicado.
2.
NEGÓCIOS ESPECULATIVOS EN OURENSE
Sexan cales sexan as razóns que Afonso Rodeiro tivera para escoller Ourense como lugar de inversión, o caso é que nesa cidade desenrolou a actividade que deu lugar a esta série documental. Vexamos agora que negócios fixo e cómo. 256
Un rexidor de Santiago do século XV
Do que é o aspecto puramente crematístico do asunto nos dan conta tres documentos, que constituen en conxunto os pasos sucesivos de unha operación especulativa. O primeiro, do 16 de decembro de 1447 (época, po-lo tanto, na que ainda non seria rexidor de Santiago) é en si unha simple compra da renda posta sobre unhas casas. É dicir, que Afonso Rodeiro adequire o domínio directo sobre os bens en calidade de forista. A renda de que asi se fai propietário ascende a 50 maravedis anuais e as casas, ubicadas na Praza do Pescado, foran aforadas ao notário de Ourense Nuno Gon<;alves da Pra<;a, que xa por ese entón non vivia. Pagáron-se 550 mrs., efectivos «en boos floriins douro». Non podemos valorar, por carecer de elementos suficientes de comparación, o negócio que poido representar a mera compra da renda. Digamos, como referéncia, que en outra operación semellante que se fai o 20 de abril de 1456 (ACO, Escr. VI, 23), pagan-se 1300 mrs. por unha de 60. De maneira que no caso que a nós nos ocupa é de creer que o précio iba afinado. Veremos que o que ocurre é que ambos contratantes eran profesionais e sabian o que se traian entre manso Cousa tamén observable no feito de que o pago sexa, non xa contante e sonante, senon en ouro, a proba de calquer eventual oscilación monetária. En efecto, se Afonso Rodeiro é mercader santiagues, o vendedor, se ben de unha praza moito máis modesta, tamén é de ofício. E claro que sabian o que facian, pois de seguido imos ver que o que semellaba eso, unha simple compravenda, resulta que compra-venda era, pero nada simple por certo. En primeiro lugar: o mercader alaricano recibia esa renda de 50 mrs. anuais como herdeiro do seu pai (tamén mercader), que o 4 de setembro de 1437 (ACO, Escr. XIII, 55) lIa comprara ao escudeiro MenSuares Galiñato, quen a ten que vender para compriro testamento de outro escudeiro, Gomes Gon<;alves da Sarreira. É máis que posible que o primeiro de estes fidalgos se vira obligado case a malvender para afrontar os gastos ocasionados po-las mandas testamentárias do segundo, pois eran moitos os que por eses tempos acababan os seus dias con déficits sensibles, tanto a causa das débedas como das honras fúnebres e esmolas que encargaban -tal vez como elemento compensador da sua decadéncia- . Mortos os seus pais (primeiros comparadores da renda) o dito mercador de Allariz, Gomes Peres, cando pasaron nove anos (20 de decembro de 1446) e, polo tanto, cerca de ser amortizado o précio que pagaran, decide desfacer-se da propiedade e po-la mesma cantidade de 550 mrs. vénde-IIe a Afonso Rodeiro, aproveitando a ocasión da morte recente do foreiro sen sucesión (<<voz»), o que dará pé a unha operación de maior calibre. Sen, de todas formas o caso non ofrece ata aqui gran complicación. Ocurre que, quizais por impedimentos de desplazamento ou sabe Deus porqué, non fai esta compra Afonso Rodeiro en persona, senon por médio do bachiller Afonso Gon<;alves das Castiñeiras, coengo de Ourense e Santiago. E pode que mesmo viaxar de Ourense a Allariz (lugar onde se realiza a operación) fose tamén moi incómodo, cando menos para don Afonso Gon<;alves, asi que no seu nome fai-na un prelado da vila, Nuno Gon<;alves: este compra po-lo outro, quen á sua vez, un ano despois (16, dec., 1447), realiza un traspaso en favor de Afonso Rodeiro, que por esta carambola chega ao domínio directo das casas e á percepción da renda que conleva. 257
ANSELMO LÓPEZ CARREIRA
Pero, qué papel ten entón o bachiller e canónigo en todo esto? Ocasión teremos de ve-lo máis adiante. Agora ben, o porqué o fai, eso non o sabemos. Quizais se nos escape aqui algun lazo familiar; ou tamén pode ser que o desenlace final dos negócios fora xa evidente desde o princípio ... Antes de entrar en estas cuestións, que son toda outra história, imos ver cales foron os seguintes pasos de Afonso Rodeiro. O inmediato só está separado do anterior por catro días e de feito forma unha unidade con el. O 20 de decembro de 1447 os compridores do testamento do notário Nuno Gonc;:alves da Prac;:a (foreiro), vénden-lIe o domínio útil de duas casas, unha de elas aquela da que xa ten o señorio ou domínio directo; a cantidade a satisfacer por ambas foron 3.230 mrs., igualmente pagos en boa moeda de ouro. Imos supoñer que por esta casa que a nós nos interesa tivera pagado a mitade de esa cantidade (uns 1.600 mrs., por exemplo). Pois ben, sumándo-lIe o que lIe costara a compra da renda (550 mrs.), temos que interviu, para facer-se plenamente con ela, un total de aprosimadamente 2.150 mrs. Máis ou menos. E, para qué? Ah!, para bastantes cousas, todas importantes segun a óptica do momento ... sen dúbida que algunhas serian hoxe en dia postas en cuestión, pero non ocurria asi daquela. En primeiro lugar e correspondendo á cara estrictamente capitalista de Afonso Rodeiro, para asegurar-se unha renda relativamente elevada e controlada. Elevada porque por esas casas que antes producian, cando as tiña Nuno Gonc;:alves da Prac;:a, 50 mrs. ao ano, cárgan-se no aforamento feito ao xastre Alvaro de Sindrán o 9 de setembro de 1451 (documento que porcerto se redacta na casa do bachiller Afonso Gonc;:alves, que é tamén un dos testigos do contrato) nin máis nin menos que 180 mrs.: máis do triple! 8en, é certo, cabe pensar na inflación. De todas maneiras sinalemos que difícilmente atopamos unha renda tan alta por bens semellantes en todos os aforamentos realizados durante esa centúria en Ourense. Aportemos como dato comparativo que por 200 mrs. se afora o 1 de abril de 1477 (ACO, Escr. XVIII,54) todo un couto (con casais, muiño, xurisdición e a mitade do benefício de unha igrexa). Mais hai ainda, dentro de este aspecto, outro detalle a ter en conta, cal é a corta duración do foro, que se establece por unha «voz» (unha xeneración despois do contratante), en marcado contraste co usual entre as institucións señoriais (bispo, cabido e nobleza). Engadamos a esto que os novos foreiros ocupaban xa as casas, supoñemos que desde o ano 1447 (pois non iban estar improductivas entre ese ano e o de 1451 en que se aforan), e supoñemos tamén que baixo a forma de un arrendamento, ainda que non hai constáncia de esto. O que non podía calcular Afonso Rodeiro con esactitude era o tempo que o iba disfroitar. O 12 de febreiro de 1474 fai testamento (e desde logo en 1478 como máis tardar xa morrera; pero de seguro que a outra data se aprosima moito máis á realidade). Asi que, en vista de que non temos nin idea do que poido ter percibido por ese suposto tempo de arrendamento (1447-1451) e que só recibiu a renda completa entre 1451 e 1469 (pois nese ano a sua muller lega a sua mitade ao Cabido de Ourense), resulta que a cantidade total de que se beneficiou entre 1451 e 1474 foron 3.690 mrs., do que se deduce que neses 23 anos logrou amortizar a inversión, pero só ganou uns 1.500 mrs. netos. A eséncia do asunto non va258
Un rexidor de Santiago do século XV
riaria sustancialmente ainda que poidesemos tomar en consideración as cantidades en concepto de arrendamento. Visto está que a inversión inmobiliária -que aseguraría, eso si, rendas permanentes (ou duradeiras) - non parece poder xustificar a movilización de un capital cara a unha acumulación que en realidade non se xenera. Chegados a este punto temos a impresión de estar ante o absurdo: vintetantos anos hai que se comenzou o «negócio» e esto é o que deu de si! ... o que deu de si no aspecto material, aclaremos! Pois efectivamente, o absurdo non debe esistir, e os documentos subseguintes van-nos dar a clave: como unha novela policiaca aparecen as evidéncias que Ile dan sentido á trama e que descubren as relacións de personaxes misteriosos. Pero os mistérios que a natureza dos asuntos que agora nos van ocupar son un tema máis sotil que o anteriormente tratado e require ir de vagar.
3.
O PESO DA IDEOLOXIA: A INVERSiÓN DEFINITIVA
Entrando neste terreo imos ter ocasión de observar un curioso movimento de fluxo e refluxo que afecta a importantes propiedades. Imos tamén desentrañar, por fin, o papel que xoga o canónigo e bachiller Afonso Gonc;alves; non asi os seus lazos con Afonso Rodeiro, que seguirán a ser unha incógnita. As fontes que nos suministran a información son uns documentos redactados en «última instáncia»: tres testamentos e unha donación (con seguridade feita «in extremis», pois dáta-se mes e pico antes do testamento do donante). Sen embargo, a pesar da trascendéncia do momento, non teñen estes de sublime máis que os primeiros párrafos. Póde-se asegurar, po-lo contrário, que por médio deles realízan-se nesa época boa parte dos máis sustanciosos negócios terrenais. E dado que este tipo de comportamento, que se apoia en certa medida (xa que non totalmente!) en motivacións ideolóxico-relixiosas, é própio do sistema feudal, non nos pode estrañar que sexa a Igrexa a institución asoballadoramente máis beneficiada. De todas formas a primeira maniobra vai obrar en favor do capitalista Afonso Rodeiro, cara ao que se van drenar cuantiosos bens procedentes do clero. Efectivamente, antes do 10 de agosto de 1469 morrera o coengo Afonso Gonc;alves (asi consta no documento de esa data) e no seu testamento (do que coñecemos un par de cláusulas contidas en outro documento de 1478) deixa a aquel por compridor e herdeiro universal. Non sabemos esactamente o que eso supón, pero unha parte que se menciona consiste en várias fincas rústicas e unha casa, todo elo en Ourense, e dixa-se ver que, cando menos, algo habia tamén en Santiago. E falamos hai un pouco de «maniobra», porque ninguén nos pode quitar da cabeza a idea de que as reviravoltas de que somos testigos tiñan (consciente ou inconscientemente) un fin de algunha maneira previsto. Axiña se torce o rumbo de uns acontecementos que se nos presentaban como favorables á clase que durante a Baixa Edade Média es~á en alza, a burguesia (especialmente a mercantil). Non é o caso facer moito fincapé na cronoloxia esacta en que se desemolan os feitos concretos que estudamos. Non podemos xeralizar as conclusións, é verdade. Pero tampouco deixen"los de reparar en que 259
ANSELMO LÓPEZ CARREIRA
esta inflexión se produce, no caso que nos ocupa, xustamente a partir de 1469, ano da derrota irmandiña. O 10 de agosto de ese ano (ACO, Escr. XIII, 2) inicia-se o cámbio de dirección que van seguir as propiedades, cando Constan9a Gar9ia (muller de Afonso Rodeiro) lega en testamento ao Cabido da Catedral de Ourense (institución á que pertencera o bachiller Afonso Gon9alves!) a sua mitade das famosas casas da Praza do Pescado, con tanto traballo e intermediários adquiridas. Este comportamento tiña un por qué, evidentemente (ou máis ben vários); logo falaremos de eso. E certo que entre as mulleres do tempo eran relativamente comuns as donacións a institucións relixiosas, pero ocurre que a outra mitade encárga-se o própio A. Rodeiro de donar-lIa aos mesmos por un documento do 1-7 de xaneiro de 1474 (ACO, Escr. XIII, 2). Asi que agora, moi pouco antes da sua morte e cando as casas empezaban a render algun beneficio, despréndese do que lIe quedaba de elas. Agardará algo a cámbio? Finalmente, todas aquelas propiedades en Santiago, Ourense, etc. de que fora afortunado herdeiro, mánda-lIas á sua vez no seu testamento, do 12 de febreiro de 1474 (ACO, Escr. 11,34), a unha tal Esmeralda Afonso, á sazón casada con un membro da pequena nobleza (un escudeiro) ... e que ven resultar ser sobriña do canónigo Afonso Gon9alves! Levou o seu tempo, pero a operación saiu redonda! Logo todo ficou na casa: no ano 1478 (parte do documento cuxa transcripción non incluimos) Esmeralda Afonso vende parte de eses bens a Johan de De9a, arcediano na Catedral ourensá. Os motivos que subxacen tras todo o tinglado ata aqui esposto son máis fáceis de comprender que a forma en que se realizan. Imos apontar duas causas, unha de elas económica e aparentemente coxuntural (ainda que por desgrácia vai-se convertir en condicionante do futuro do país) e a outra ideolóxica, consustancial ao feudalismo europeo e, xa que logo, permanentemente actuante dende habia séculos. No primeiro apartado referímo-nos ao peche das posibilidades de inversión capitalista ante o que se van estrellar os burgueses galegos de aquel momento. Que a situación non era óptima desde habia tempo é cousa sabida, pero esto non contradi que a derrota irmandiña poda ser tomada como ponto definitivo de unha inflexión sen retorno, conclusión traumática para a burguesia de Galícia do intento de inclinar ao seu favor o desenlace da crise comenzada o século XIV. Unha vez que estes circuitos de inversión deixan de funcionar é natural que tamén se frustre o proceso de maduración de esta clase, que abandonará, por inviables, as actividades económicas que lIe son própias, para intentar adaptar o seu modo de vida ao que a partir de entón triunfa e se reforza, o señorial. Amáis alta capa da burguesia, o patriciado urbano mercantil, aprosimará-se xa de feito aos pequenos latifundistas da baixa nobleza, formando ese sector coñecido como fidalguia; a partir de fins do século XV esta cobra maior releváncia na nosa sociedade, ao lograr establecer o seu cómodo lugar de supervivéncia mediante a xeralización do subforo, que lIe permite participar no reparto do escedente que os campesinos xeneran. Esto implica a sua dedicación a unha economia agrária e 260
Un rexidor de Santiago do século XV
rendista e o seu afastamento das actividades capitalistas - por outra parte inesistentes - . Pero non só se deben plegar ao modo de vida feudal, senon, paralelamente, a actitudes mentais que non serian as suas própias. Esto é de unha grande importáncia e constitue ademáis a cara da moeda que precisamente nos mostra a documentación que temos dediante. A ideoloxia dominante orixinaba uns comportamentos sociais dos que a burguesia, mimética con respecto á clase hexemónica, queria ser partícipe. Esta actitude, tan normal ao longo da história, non era en absoluto novedosa; o que neste momento debe chamar-nos a atención é o seu reforza mento precisamente cando a esas alturas en outros lugares de Europa, contestados po-lo Humanismo primeiro e po-la Reforma despois, os seus contidos empezaban a ser postos seriamente en dúbida xustamente por estes mesmos sectores que aqui manteñen os ollos fixos en eles. Non é cousa de criticar eticamente o fenómeno -que se produce por razóns determinantes-, senon simplemente de constatá-Io. Afonso Rodeiro e a sua muller quéren-se equiparar á nobleza. E a morte é unha boa ocasión para intentá-Io. Como consta no testamento de ela, ambos dispoñen para seren enterrados, non de unha tumba en consonáncia co estamento popular en que están encadrados, senon de un «moymento» respectivo, máis própio das famílias privilexiadas. E a cámbio da donación que fai asegúra-se un aniversário a perpetuidade ... e outro para a omnipresente bachiller e canónigo Afonso Gonc;:alves das Castiñeiras, quen, como ben sabemos, xa tivera arte no negócio das casas susoditas e de esta forma léva-se a parte. En canto a Afonso Rodeiro, na sua donación, deixa máis claras ainda as contrapartidas que espera (e que convirten a aparente donación nunha auténtica operación mercantil): ante todo o descargo da sua «anima e conc;:ienc;:ia», pero ademais unhas honras fúnebres de categoria, con «vesperas cantadas solepnemente con suas candeas e Loo) huna missa cantada con sua proc;:esion fazendo tanger os signos da iglesia mayor»; e esto cada ano para sempre! ... Ah!, e tamén novas atencións para Afonso Gonc;:alves! Resumindo, que se a vida a levaran desafogadamente, con riquezas e poder (municipal), tras a morte, ademáis de pasar con ventaxa ao Alen, conseguian o soño dourado de uns festexos perpétuos que os integraban eternamente no estamento privilexiado. Como desconocemos as demais cláusulas do testamento, non sabemos tampouco que porcentaxe das suas riquezas se dedicaron a este apartado. Foron, en todo caso, novas propiedades que se sumaron ás moitas que a Igrexa galega tiña xa e seguirá a acumular despois, facendo de ela a gran beneficiaria terrenal de unha ideoloxia de que é dona e artífice. Pero non é menos certo que, en función das compensacións espirituais que Afonso Rodeiro agardaba, a sua inversión definitiva paréce-nos en verdade a máis rentable da sua vida.
261
ANSELMO LÓPEZ CARREIRA
4.
COLECCiÓN DOCUMENTAL (*)
-1-
1437, setembro, 4 IACO, Escr. XIII,55)
Meen Suares Galinnato, veciño de Ourense, como compridor do testamento de Gomes Gon<;:alves da Barreira, veciño que fora tamén da mesma cidade, vende a Afonso Gomes de Allariz e á sua muller, Maria Gan;:ia, 50 maravedis anuais de renda sobre unhas casas sitas na «rua da pra9a do pescado» de Ourense, que ten aforadas o notário Nuno da Pra9a, por 550 mrs.
-21446, decembro, 20
1447, decembro, 16 IACO, Escr. XIII,56)
Gomes Peres, mercador de Allariz, herdeiro de Maria Gar9ia, muller que f<>i do tamén mercador Afonso Gomes de Allaris, vende ao bachiller e coengo de Ourense Afonso Gon9alves e a Nuno Gon9alves no seu nome, 50 mrs. de renda sobre as casas da Praza do Pescado de Ourense, por 550 mrs. O coengo Afonso Gon9alves traspasa en Afonso Rodeiro a dita renda de 5OA11Fs.
Anno de nagemento do noso sennor ihesu cristo de mili e ertiatr0gentos et qoreenta e sete annos dez e seys dias do mes de desembro enna 9ibdade dourense edna pla9a do pescado da dita 9ibdade en pregencia de min notario et test. de juso escriptos estando y presente enno dito lugar o bachiller afonso gon<;:alves coengo enna iglesia dourense et outrosy presente antel afonso rodeiro mercador vesinno e morador enna 9idade de santiago logo o dito afonso gon9alves coengo diso que por rason que gomes peres mercador vesinno e morador enna vila de allaris lIe vendera 9inqoeenta mrs. de moeda vella que avia ennas casas que nuno gon9alves da pra9a tiinna enna pla9a do pescado da dita 9idade asy commo herdeiro de sua madre maria gasea et a nuno gon<;:alves reytor da iglesia de santiago da dita vila en seu nome por vertude de huna carta de venda que logo enno dito lugar presentou signada de escrivano publico da qual dita carta de venda o tenor he este que sigue. sabean quantos esta carta viren commo eu gomes peres mercador vesinno et morador enna vila de allaris filio legitimo herdeiro que soon de minna madre maria gasea moller que fuy de afonso gomes de allaris mercador que fuy desta dita vila de allaris non costrengido por via de for9a nen por outro enganno algun indusido mays de meu plaser et de minna propia libre voontade vendo firmemente e logo por esta presente carta entrego o vos o bacheller afonso gon9alves coengo da eglesia dourense e a todas voses para todo sempre et a vos nuno gon<;:alves prelado da eglesia de santiago da dita vila que presente estades en su nome e para el conven a saber que vos vendo os 9inqoenta mrs. de moeda vella contando blanca en tres dinneiros et foro e dereito que o dito afonso gomes et minna madre avia ennas casas da rua da pra9a do pescado que tiinna e posuya nuno da pra9a notario vesinno que foy da dita 9idade e segundo que parte de huna das partes con outras casas que foron de tareija alvares moller que fuy de afonso vees et segundo que parten con outras casas e tenda que ten vasco afonso bufon as quaes teen as portas enna dita rua publica os quaes ditos 9inqoenta mrs. vos vendo todo diseno a deus por contia de quinentos et 9inqoeenta mrs. da dita moeda os quaes me logo destes e pagastes en
(*)
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Inclúe-se a transcripción completa dos documentos directamente relacionados con Afonso Rodeiro, mentras que só figuran en estracto aqueles que se refiren ao tema xeral obxeto do noso estúdio.
Un rexidor de Santiago do século XV
presen<;ia do notario et testigos de justo escriptos en boos floriins douro que valian ben a dita contia de que me dou e outorgo por entrego e ben pago e renunc;:io sobrelo a ley a exc;:epc;:ion de innuunmerata pecunia et logo todo jur sennorio dereito posison et propiedade voz e abc;:on que eu ajo en nos ditos c;:inqoeenta mrs. todo o ende tiro e min e rasamente o ponno e traspaso e traslado en vos o dito afonso gonc;:alves bacheller et nuno gonc;:alves en voso nome et en todas vosas vozes para todo senpre et obrigo todos meus beens mobeles e reyses avidos e por aver para vos fazer saao e de paz a dita venda segundo dito he et prometo e outorgo de non yr nen pasar contra esa dita venda so penna do doblo do prec;:io sobre dito sobre lo qual renunc;:io e parto de min todas e quaes quer leys et dereitos degredos et partidas et foros et ordenamentos et a ley do velilianno e justiniano qua fala en rason da synpresa et a todas outras et quaes quer leys et dereitos es'criptos e non escriptos canonicos e c;:eviis e foro e ferias uso e costume demanda en escripto traslado desta carta plaso davogado et de consello et a todas las outras boas rasoes e exc;:epc;:oes que eu ou outro por min en contrario desto que dito he podera diser et alegar que me non valla nen seja sobrelo oydo nen rec;:ebido por min nen por outro en juizo nen fora del feyta a carta enna dita vila de allaris viinte dias do mes de desembro anno do nac;:emento do noso sennor ihesu cristo de mili e quatroc;:entos et qorenta e seys annos test. que foron presentes juan de pescoso escudeiro e afonso novo criado do dito nuno gonc;:alves e ares fernandes mercador e visinno da dita vila e outros et eu gil pineira escrivano do noso sennor el rey e seu notario publico enna sua corte et en todos los seus reynos e sennorios a esto que sobre dito he en huun con os ditos testigos presente foy e esta carta escrivy et meu signo fis atai. a qual dita carta de venda asy presentada et Iiuda logo o dito afonso gonc;:alves diso que por rason que el mercara e o dito nuno gonc;:alves en seu nome do dito gomes peres filio legitimo herdeyro da dita maria gasea os ditos c;:inqoeenta mrs. e foro e dereito que a dita sua madre e o dito afonso gomes seu marido avian ennas ditas casas da dita rua da plac;:a do pescado da dita c;:ibdade que foran do dito nuno da plac;:a notario segundo que mays largamente por la dita carta de venda paresc;:ia et diso que por quanto os ditos c;:inqoentas mrs. e foro e dereito el mercara e o dito nuno gonc;:alves en seu nome foran e eran conprados para o dito afonso rodeiro singularmente por ende que el c;:ertifficado e aperc;:ebido de todo seu dereito e non costrengido por via de forc;:a nen por outra premia alguna indusido mays de seu plaser et de sua propia et livre voontade de paynna e poso et traspasou os ditos c;:inqoeenta mrs. e foro e dereito que avia ennas ditas casas enno dito afonso rodeiro e en todos seus erdeyros para todo senpre segundo que a el foran vendidos para o quallle logo entregou a sobre dita carta de venda en presenc;:ia de min notario et renun<;iou que nunca desto que dito he nen de parte delo disese o contrario por sy nen por outro en algun tenpo nen por alguna maneira en juiso nen fora del et se o disese que lIe non valeuese posto que dereito fose sobre lo qual renunc;:iou e partio de sy e de seu ajudoyro a todas e a quaes quer leys e dereitos hordenamentos de que sobre esta rason se entendese de aproveytar que lIe non valuese en juiso nen fora del. et logo o dito afonso rodeiro que presente estava diso que asy rec;:ebia en si e para si e para os ditos seus herdeiros os ditos c;:inqoenta mrs. e foro e dereito que asy por el e en seu nome mercara ennas ditas casas et que de todo segundo e enna maneira que pasava que pedia e pedio a min notario que 110 dese asy signado para guarda de seu dereito test. que foron presentes afonso de san fiins et lourenc;:o do rio moradores enna aldea de pinnor et fernando alves visinno da dita c;:ibdade e outros Et eu iohan paas notario pubico da dita c;:idade dourense por lo obispo et por la iglesia dese lugar a esto que dito he con as ditas test. presente foy e o escrivy et aquí meu nome e signal fis en testemonyo de verdade que tal he (sinatura)
-31447, decembro, 20 (ACO, Escr. XIII, 1)
Loys Gonc;:alves das Tendas, rexidor de Ourense, e Afonso Yanes, veciño de esta cidade, como compridores do testamento de Nuno Gonc;:alves da Prac;:a, notário, venden a Afonso Rodeiro duas casas na «rua da prac;:a», por 3230 mrs.
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ANSELMO LĂ&#x201C;PEZ CARREIRA
Sabean quantos esta carta de venc;:on viren commo nos loys gonc;:alves das tendas rejedor da <;ibdade dourense et afonso yanes outrosy moradr enna dita <;ibdade et asy commo conpridores do testamento et beens que foron et ficaron de nuno gon<;alves da pra<;a notario cuja anima deus aja outorgamos et connos<;emos que para conprir as onrras et pyas cabasas do dito defunto que vendemos et fazemos pura venc;:ion a vos afonso rodeiro mercador eso mismo vezinno da <;ibdade de santiago conven a saber que vos vendemos para todo senpre o foro dereito vos et ab<;on que tynna posuya o dito nuno gonc;:alves notario en duas casas que estan enna rua da pra<;a yndo para a crus dos <;enteos das quaes huna delas que parte por parede con casas de vaasco afonso et he de foro e sennorio de vos o dito afonso rodeiro en que disestes que aviades <;inqoenta mrs. que ouvestes et conprastes de gomes peres filio de maria gazea vezinno da vila de allaris et de afonso gon<;alves bachiller que as conprou en voso nome et mays vos vendemos outra casa que esta junto con esta et se parte por estrema con esta dita vosa casa et da outra parte con casa que agora posee juan estevees clerido et teen as portas enna dita rua publica a qual dita casa vos vendemos de disemo a deus ygual que a posya o dito nuno gon<;alves notario et segundo que a ouvo et conprou de tereija alvares de padron muller que foy de afonso vees sen outro trebuto alguun as quaes ditas casas et foro commo dito he vos vendemos por pre<;io et quantia de tres mili et duzentos et triinta mrs. de moeda vella forros et quitos de alcavalas et vendas os quaes ditos tres mili et duzentos et triinta mrs. connos<;emos nos os ditos loys gon<;alves et afonso yanes aver res<;ebido de vos o dito afonso rodeiro en <;ertas dobras de ouro que valian ben a dita quantia en presenc;:a de min dito notario et testigos de juso escriptos et renun<;iamos que nunca digamos o contrario et prometemos et outorgamos de vos faser saan et de pas a dita casa que foy da dita tereija alvarares a todo tenpoo sub obliga<;on de todos nosos beens para senpre para o qual vos damos et traspasamos a vos o dito afonso rodeiro o sennorio et posyson et propiedade das ditas casas et a toda vosa para senpre et nos as ditas partes renun<;iamos todas las leys et dereitos que en contrario desto falan et en espe<;ial a ley que dis que jeneral renun<;ia<;on non valla de comprir et agoardar a dita venda sub penna que a parte que o non quiser conprir et agoardar que peite aa outra parte agoardante a dita quantia dobrada et a dita venda fique firme et valla para senpre en testemonyo do qual outorgamos esta carta de venda con sello de leterados que se poda enmendar non mudando sustan<;ia do feito que foy feita et outorgada enna <;cibdade dourense a viinte dias andados do mes de dezenbro anno do nas<;emento do noso sennor ihesu cristo de mili e quatro<;entos et quarenta et sete annos test. que foron presentes gomes peres de chantada rejedor da dita <;ibdade dourense et diego das seixas sobrinno do dito loys gonc;:alves et afonso fernandes alfayate vesinno da dita <;ibdade et eu diego gon<;alves da valboa notario publico da <;ibdade dourense por lo obispo et por la iglesia dese lugar a todo esto que sobre dito he con as ditas testimoyas presente foy et ho escripvy et aqui meu nome et signo fis en testimoyo de verdade que he tal (sinatura)
-4144, decembro, 21 (ACO, Escr. XIII,1)
Vasco Gomes, xuez de Ourense, da poseslon a A fonso Rodeiro das casas recen compradas na rua da Praza.
Enna <;ibdade dourense viinte e un dias do mes de dezembro anno do nasl(8mento do noso salvador ihesu cristo de mili e quatro<;entos e qoreenta e septe annos enna rua da prac;:a da dita <;ibdade ante as portas das cassas que foron de nuno gonc;:alves da pra<;a notario que foy vezinno da dita c;:ibdade estando y presente afonso rodeiro mercador vezinno da <;ibdade de santiago en presenc;:a de min o notario e testimunyas de juso escriptas logo o dito afonso rodeiro presentou ante o dito juiz esta sobre dita carta de venda e por min o dito notario fezo leer a qualliiuda o dito afonso rodeyro diso que por razon que el tinna conpradas anbas las ditas casas segundo que se continna enna sobre dita carta que pedia ao dito juyz que o posese e apoderase enna treen<;a e posison corporal danbas las dita casas et logo o dito vaasco gomes juyz diso que el vista a dita carta de venda que os ditos loys gon<;alves e afonso yanes venderan ao dito afonso rodeiro por ende que el por vertude dela que puynna e poso logo enna teenc;:a e posison corporal rayal autual das ditas casas anbas ao dito afonso ro-
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deiro et meteoo dentro en anbas las ditas cassas et tomou as chaves delas de anbas las portas da rua das ditas cassas e yerrou as e entregouas ao dito afonso rodeiro et asi diso que o puynna enna dita posison das ditas cassas anbas para que des aqui endeante fezese delas commo de sua cousa propia et que defendia e mandava que des aqui endeante non fose persona algua que o tirase nen desapoderase da dita posison de anbas las ditas cassas so pena de caer por elo en aquelas pennas en que caen todos aqueles que toman e foryan o alleo contra voontade do seu dono et desto segundo que pasou o dito afonso rodeiro pedeu a min o dito notario que 110 dese signado para garda de seu dereyto. testimuyas que foron presentes afonso gonyalves bachiller canoigo enna dita iglesia dourense gomez perez rejedor da dita yibdade e pedro de pynnor e joan garyia omme do dito juiz. Et logo en este dito dia e ora por estas testimunyas o dito afonso rodeiro entrego as chaves das ditas -casas aldonya de cornozes e aldonya afonso e elas asy as reyeberon del e ficaron delas dar cada e quando que el quisese. Et eu alvaro afonso escripvano de noso sennor el rey et seu notario publico enna sua corte e en todos los seus reynos et notario publico da dita yidade dourense por lo bispo e por la iglesia dese lugar a esto que sobre dito he en hun con as ditas test. presente foy e o fis escripvyr et aqui meu nome e sinal fis en test. de verdade que tal he (sinatura)
-51451, setembro, 9 (ACa, Escr. XVI, 46)
Afonso Rodeiro afora a Alvaro de Sindrán e á sua muller e a unha «voz» as suas casas da «rua da playa do pescado», en que eles xa moran, por 180 mrs.
Sabeam quantos esta carta de afora mento viren commo eu afonso rodeiro mercador vesinno e morador enna yibdade de Santiago dou e outorgo a foro a vos alvaro de sindran alfayate que estades presente et a vosa moller aldonya gonyales absente vesinnos e moradores enna yibdade dourense en vossas vidas de anbos e dous e dé huna voz despois do pustrimeiro de vos qual o pustrimeiro de vos nomear atenpo de seu fignamento et non seendo nomeada que seja voz aquel ou aquela que de dereito erdar os bees do pustrimeiro de vos Conven a saber que vos aforo as minnas casas da rua da playa do pescado da dita yidade en que vos agora morades segundo que parten de huna parte con casas de vaasco afonso bufon e da outra parten con casas de juan esteves clerigo de san lourenyo da penna et en yima commo topan detras en casa do dito iohan esteves e commo teen as portas enna dita rua publica da playa aforovos as ditas casas de juso demarcadas do yeo aa terra con todas suas entradas e seydas e con todos seus dereitos e perteenyas por onde quer que as ajan e devan aver de dereito por tal condiyon que as apostedes e reparedes de todo aquelo que lIes conplir en tal maneira que non desfalescan por mingoa de lavor e de boo paramento Et deades ende de foro en cadauun anno a min e a meus herdeiros durante as ditas vosas vidas e vos yento e oyteenta mrs. de moeda vella contando blanca en tres dinneiros ou sua estimayon non enbargante outro qual quer caso fortuyto pagos a meatade deles por cada dia de natal e a outra metade por cada dia de pascoa en cadauun dos ditos annos e en fin do dito tenpo que me fiquen a min ou a meus herdeiros as ditas casas livres e desenbargadas con todos boos paramentos en elas feitos Et do al que as ajades de disemo a deus libres e quites de todo outro trebuto e encargo algun et se vos ou a dita vosa moller e voz quiserdes vender deytar supinnorar aforar traspasar ou permutar as ditas casas que primeiramente frontedes con elas a min ou a meus herdeiros e nos las deades porlo junto preyio que vos outro por elas der segundo que o dereito en tal caso require Et fasendo vos o contrario que peryades por ende o dito foro e que eu ou meus herdeiros que posamos reyeber o dito foro sen voso enbargo nen da dita vosa moller e voz por nosa propia autoridade Et non nos querendo nos por lo dito justo preyio reyeber que entonye as vendades deytedes supinoredes traspasedes permutedes a atal persona que seja semellavel de vos anbos que aposte e repare as ditas casas e nos page o dito foro en cadauun anno segundo dito he e cunpra e agarde as condiyoes desta carta e cada huna delas. Et vos todo esto conprindo obligo todos meus bees mobles e rayses avidos e por aver para vos faser saao e de pas o dito afora mento e vos defender con el a dereito Et eu o dito alvaro de sindran que soon presente por mine por la dita minna moller que non he presente e por ela dita nosa voz asi outorgo e reyebo en min as ditas casas aforadas de vos o
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dito afonso rodeiro por la maneira e condi<;:oes que ditas son et para as apostar e reparar de todo aquelo que lIes conprir e vos pagar en cadauun anno os ditos <;:ento e oyteenta mrs. da dita moeda aos ditos plasos de justo declarados e conprir e agardar as condi<;:oes desta carta e cada huna delas obligado a elo todos meus bees mobles e rayses avidos e por aver Et he posto he outorgado penna entre nos as ditas partes que qual quer de nos que contra esto for ou pasar e o non conpra e agarde que peyte aa outra parte que o conpri e agardar quiser por nome de penna pustura mili mrs. da dita penna pagada ou non esta carta e aforamento sobre dito e as cousas en el contiudas fiquen firmes e vallan enno dito tenpo feita a carta enna dita <;:idade dourense dentro ennas casas de afonso gon<;:alves bacheller coengo enna iglesia dourense nove dias do mes de setenbro anno do na<;:emento do noso sennor Ihesu cristo de mili e quatro<;:entos e <;:inqoenta e huun annos test. que foron presentes iohan de de<;:a ar<;:ediano de baron<;:elle enna dita iglesia e o dito afonso gon<;:alves bacheller e jacome yanes coengo enna dita eglesia e alvaro gon<;:alves notario e pedro yanes clerigo de beyro. Et eu iohan paas notario publico da dita <;:ibdade ourense por lo obispo e porla eglesia dese lugar a esto que dito he con as ditas testemuyas presente foy e o escrivy e aqui meu nome e signal fis en testemoyo de verdade que tal he. Et non enpescJ onde vay raydo con silva ontre oyteenta mrs. que foy error de mindito notario (sinatura)
-6(1478) (ACO, Escr. 11,34)
Traslado de duas cláusulas do testamento do bachiller Afonso Gon<;:alves das Castiñeiras, na primeira das cales nomea-se a Afonso Rodeiro herdeiro universal.
(... ) clausula contiuda et declarada enno testamento et postrumeyra voontade do dito bachiller a qual diz asy leixo por herdeiro universal. en meus beens a afonso rodeyro mercador rejedor et vezinno da <;:ibdade de santiago et outrosy esta (... ) code<;:ilo que diz asy que mandava porlas su as casas en que vebia enna <;:ibdade dourense para un aniversario ao cabidoo da iglesia dourense sesenta mrs. en cada hun anno et que lIe digan o dito aniversario por dia de santo leixo ou de santa catalina as quaes ditas c1asulas estan ennos registros que ficaron de gomez yanes notario que foy desta dita <;:ibdade et eu fran<;:isco lopez infran escripto notario dou delas fe (... ).
-71469, agosto, 10 (ACO, Escr. XIII,2)
Cláusulas do testamento de Costan<;:a Gar<;:ia, muller de Afonso Rodeiro, deixándo-lIe ao Cabido de Ourense a mitade de unha casa na rua da Praza do Pescado.
In dei nomine amen sabean todos quantos esta carta de testamento viren commo eu costan<;:a gar<;:ia moller de afonso rodeiro regedor da <;:idade de santiago jazendo doente en cama de doen<;:a qual deus tevo por ben de me dar con todo meu siso e entendemento fa<;:o e ordeno esta minna manda e testamento e postromeira voontade por que despois de minna morte meus beens fiquen ordenadamente primeiramente mando a minna alma ao meu sennor ihesu cristo que a conprou e redemeu porlo seu santo sangre pre<;:ioso et rogo e pe<;:o a la benaventurada virgen santa maria que seja minna avogada a ora de minna morte erogue ao seu filio bendito que re<;:iba a minna alma para a sua santa gloria. Iten mando enterrar o meu corpo enna quintaan de paa<;:os enno moymento que esta a <;:erqa do dito meu marido. Et entre las outras c1ausolas enna dita manda contiudas se continnan estas que
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se siguen. Iten mando ao cabildo de san martinno da r;:idade de ourense a minna meedade da casa que meu marido e eu conpramos enna dita r;:idade de ourense e por elo me digan un aniversario cada anno en dia santeylo afonso ou en outro dia non avendo en aqueles outro aniversario e se o ouver que se diga en outro dia lir;:ito para elo et vaan con o responso sobre la sepultura de afonso gonr;:alves de castineiras canonigo que foy de ourense defunto cuja alma deus aja feyta e outorgada enna r;:idade de santiago a dez dias do mes de agosto anno do nasr;:emento do noso sennor ihesu cristo de mili e quatror;:entos e sesenta e nove anos presentes a e/o por test. o dito afonso rodeiro regedor seu marido que consenteu enna dita manda e juan ramos c1erigo do benefir;:io de santo estevoo de largatoons e feman rodrigues plateiro e afonso fandinno xastre e juan afonso plateiro vizinnos da dita r;:idade e outros. Eu alvaro de casteenda notario publico jurado de santiago porla iglesia de santiago esta sobre dita clausula saquey da manda e testamento da dita costanr;:a garvia que pasou por ante min o dito notario e aqui fis escripvir e meu nome e signo puje que tal he em testemuyo (sinatural
-81474, xaneiro, 1-7 (ACO, Escr. XIII,2l
Afonso Rodeiro dona ao Cabido de Ourense a mitade de unhas casas na rua da Praza do Pescado, de Ourense; a outra mitade xa lIa donara a sua difunta esposa. O Cabido toma posesiĂłn das casas.
In dei nomine amen anno do nasr;:emento de noso sennor ihesu cristo de mili e quatror;:entos e setenta e quatro annos o primeiro dia de janeyro sabean quantos este publico instromento viren commo eu afonso rodeiro regedor da r;:idade de santiago considerando en commo minna moller costan9ĂŠl garr;:ia defunta cuja anima deus aja por servir;:io de nro. sennor ouvo dado e dou ao cabildo da iglesia de san martinno da r;:idade de ourense a meedade de hunas casas que agora son sitas e edificadas enna rua da prar;:a da dita r;:idade de que a outra meedade son de min o dito afonso rodeiro e ela e eu ouvemos de conpra e gananr;:ia de lois gonr;:alves das ten das a qual dita meedade das ditas casas a dita minna moller lIes dou con cargo de hun aniversario en cada hun anno por dia de santeylo afonso segund enna clausola de sua manda e testamento se conten e mais complidamente pasou por ante o notario infra escripto et por que nro. sennor seja mellor servido e o culto divino acresr;:entado e por descargo de minna anima e conr;:ienr;:ia e de aqueles a quen eu e a dita minna moller somos sobligados outorgo e conosco que de meu propio motu sen premia nen outro constrengemento algun conformandome con a disposir;:ion e voontade da dita minna moller por min e por todos meus herdeiros asi generaes commo particulares doje este dia endiante para todo senpre dou e outorgo en pura non revocable donar;:ion aos venerables sennores viario e cabildo da dita iglesia de ourense e a vos os honrrados alvaro gonr;:alves de torrezela canonigo e vicario do dean annos abtos capitulares do cabildo da dita iglesia e roy garvia despinosa thesoureiro e rodrigo de meyjon frio e gonr;:al de der;:a canonigos da dita iglesia dourense que presentes sodes et rer;:ebentes por e en nome do dito cabildo da dita iglesia de ourense e para el conben a saber a outra meedade das ditas minnas casas con seus sotoons e sobrados et segund que a min pertesr;:en con todas suas rentas e dereyturas entradas e saydas asi de feito commo de dereito ou en outra qual quer maneira as quaes ditas meedade das ditas casas dou e outorgo commo dito he ao dito cabildo con esta condir;:ion e non sen ela que doje este dia endiante para todo senpre o dito cabildo dignidades canonigos e benefir;:iados da dita iglesia que agora son e seus sur;:esores sejan obligados de dizer digan e r;:elebren en cada hun anno porla minna anima e da dita minna moller perpetuamente para senpre enna vispera do dita do sennor san marquo vesperas cantadas solepnemente con suas candeas e enno seu dia huna missa cantada con sua proesion fazendo tanger lo signos da iglesia mayor segundo costuman dizer en festa solepne con o dito aniversario da dita mina moller yendo todos con agoa bendita sobre la sepultura de afonso gonr;:alves das catineiras bachiller canonigo que foi da dita iglesia de ourense que deus aja e asi en cada hun anno segund costuman dizer r;:elebrar e qantar por los outros defuntos enna dita iglesia e por limosna e
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satisga<;:ion do qual Iles dou e outorgo as ditas casas e poder e facultad que por sua propia abtoridad luego posan entrar e tomar la posision delas ditas rentas e dereytos do foro e pension que agora e de aqui endiante deve e es obligado afonso de sindran o mo<;:o e a sua moller porlo foro que das ditas casas ten durante o tenpo de suas vidas para que lIes rendan con eles segund a min eran obligados por razon do dito foro et despois de ser conprido o dito foro que posan fazer e fa<;:an das ditas casas posison e propiedat delas sen meu enbargo e dos ditos meus herdeiros todo o que quiseren elles aprouver asy commo de sua cousa propia libre quita e desenbargada et todo o jur dominio sennorio propiedad voz e au<;:ion utile e dereito que a elo me con pete de min e de meus herdeiros e su<;:esores o tiro quito e tollo et enno dito cabildo e ponno <;:edo e traspaso con o dito cargo de missas responso e adniversario e condi9Qons suso ditas et tendo e comprindo o dito cabildo esto que dito he e cada cousa delo prometo e me obligo por min e por meus beens de non yr nen pasar contra esta dona<;:ion que asi fa<;:o nen fazer nen procurar ser feito por min nen por outros en meu nome acto nen abtos en contrario en juizio nen fora del porlodesfazer nen retrabtar et de fazer saao e de paz a dita meedade das ditas casas a todo tenpo ao dito cabildo por min e por meus beens que para elo obligo et nos os ditos alvaro gon<;:alves canonigo e vicario e roy gar<;:ia despinosa thesoureiro et roy de meijon frio e gon<;:al de de<;:a canonigos en nome do dito cabildo dourense e para el asi o re<;:ebemos e outorgamos con o cargo sobre dito et obligamos os beens da mesa capitular que eles por si e seus su<;:esores ajan por firme e o outorguen todo segund e por las maneiras condi9Qons e cargos suso ditas e su a pena e obliga<;:ion en este contrabto contiudas a<;:erqua do qual nos as ditas partes outorgamos segund e enna meneira suso dita et queremos que qual quer das partes contra el for ou pasar e o non tever conprir e gardar que peite aa parte que o agardar por pene e nome de interese <;:en doblas douro da vanda et a pena pagada ou non todavía esto valla e seja de conprir para todo senpre. feito foi e outorgado enna <;:cidade de santiago anno dia e mes suso ditos presentes a elo por testigos juan domingues de linares e feman rodrigues regedores da dita <;:idade e feman alvares de monterroso canonigo de lugo e gon<;:alvo de vaamonde e gon<;:alvo calvo vezinos da <;:idade de ourense e outros. Eu alvaro de casteenda notario publico jurado de santiago porla iglesia de santiago a esto que dito he em huun con os ditos testigos presente fuy e fis escripvir e aqui meu nome e signo puje tal he em testimuyo de verdade (sinatura)
A sete dias do mes de janeirodo anno. de mili e quatro<;:entos et setenta et quatro annos foy tornada a posesion desta casa en esta carta contyuda porlo vicario del cabildo e porlo porcurador en persona de afonso de sindran que a ten aforada do dito afonso rodeiro et foylle mandado porlos sobreditos que recudise con o foro da dita casa ao dito cabildo e non a outra persona sub penna de a perder o qual diso que era contento e que asy lIe plasia test. que eran presentes al,varo gon<;:alves de torresela vicario do dean e gomes alvares e oabade de canba canonigos et joan praser e ares bronllo familiares de min notario e outros A. cantor notario (sinatura)
-91474, febreiro, 12 (ACO, Escr. 11, 34)
Cláusula do testamento de Afonso Rodeiro, po-la que deixa a Esmeralda Afonso, sobriña do bachiller Afonso Gon<;:alves, todos os bens que este lIe legar a el.
(oo.) clausula contiuda enno testamento do dito afonso rodeiro rejedor e vezinno da <;:ibdade de santiago defunto que deus aja et herdeiro et conpridor que foy da afonso gon<;:alves bachiller defunto da quel sua tenor he esta que se sigue. Iten mando a esmeralda sobrinna de afonso gon<;:alvez bachiller das castineiras todos los beens rayzes que foron et ficaron do dito afonso gon<;:alvez bachiller así dos de ourense commo de santiago e os outros quaes quer beens rayzes que del ficasen que foy feita
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Un rexidor de Santiago do século XV
e outergada esta dita manda perlo dito afonso rodeiro regedor da dita <;:ibdade dentro das casas do dito afonos rodeyro a doze dias do mes de fevereiro do anno do nas<;:emento do noso sennor ihesu cristo de mili et quatro<;:entos et setenta et quatro annos estando presentes por testigos chamados e rogados martin ares prateiro et jacome vinagre mercader et iohan de saa c1erigo do coro et capelan de san iohan bautista e iohan de narla capelan da capela de san froytoso c1erigo do coro e iohan de vigo freire et vicario do mosteiro de sant fran<;:isco doutor que he a par da vila sobre dita a qual era signada de pero migueles de linares notario publico da iglesia de santiago segundo por ela mays largo pares<;:ia da qual clausula asi meesmo eu o dito fran<;:isco lopez notario dou fe que a vy et ley et trasladey en meu libro de notas propio original (. .. )
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1478 (ACO, Escr. 11, 34)
Esmeralda Afonso, muller de escudeiro Gon<;:alvo Afonso da Portela, vende a Johan de De <;:a , arcediano de Búbal na Catedral de Ourense, diversos bens herdados de Afonso Rodeeiro e que feran do bachiller Afonso Gon<;:alves, a saber, unha casa na rua de Cima de Vila, un pedazo de monte, un «piteiro» de viña e mais unha «chousa», por 21,000 pares de brancas. Anselmo López Carreira (Hannover)
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ANSELMO LOPEZ CARREIRA
CITAS BIBLIOGRÁFICAS
FERREIRA PRIEGUE, E. M., 1984. Fuentes para la exportación gallega de la segunda mitad del siglo XV: el peatge de mar de Valencia. Univ. de Santiago de Compostela. RODRíGUEZ GONZALEZ, A., 1984. Las fortalezas de la mitra compostelana y los (rirmandiños)). Fundación «Barrié de la Maza».
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Brigantium. Bol. Museo Arqu. Hist. Coruña. 1989-1990. vol. 6 pp. 271-286
HERÁLDICA DE BERGANTIÑOS: A PENELA, CEREIXO E CARANTOÑA
XOSÉ ANTÓN GARCíA LEDO Trav. Cardenal Cisneros, 4-9. A Coruña
o
Izq.
Resume: Documentos en col da Torre da Penela e xenealoxía dos señores das casas solarengas de Cereixo e Carantoña. Transcrición da documentación e reprodución dos escudos. Abstract. Heraldry from Bergantiños fA Penela, Cereixo and Carantoña). Documents on Torre da Penela and genealogy of the noble families of the manor houses of Cereixo and Carantoña. Transcription of documents and reproduction of the coats of arms.
Testamento de Carlos Bermúdez de Riobóo (*) (Varias cláusulas) 5 de Xaneiro do ano 1486
«Eno nome de Deus Padre et filio et Spíritu Santo, tres personas en una esencia devina porque natural cousa hes que todo ome en este mundo vibe, aya de pasar porlo o estreito da Morte, por ende eu Calrros Vermúdez de Riobóo, postrado e bencido de enfermedad ,qual proujo? nuestro señor de madar estando en meu siso e entendemento cumprido qual me lo Dios do, acatando con deliberada miña final bootad qrendo como qreo en la Santa fee católica de nuestro Señor Jesu Christo faso, ordeno e estableso miña manda y testamento por última et prostimeira mia vootade en que ordeno de mis vienes e cousass para que despóis do meu fallescemento queden ordenadas e depertidas para sempre jamáis a servicio de Dios e ben da miña Alma: Primeiramente mando e encomendo a miña Alma ao meu Señor dono, e pido e rrogo por merced á bendita miña señora Virgen María que la teña por ven de ser miña abogado e á ora da miña morte e ao dia do grande Juhicio, e queira rrogar por mi ao seu bendito filio, nuestro Señor Jesu christo que el tan cara morte pasou e redemeu porlo seu santo sangre justo e pricioso, no queira entrar en grave estreito Juhicio a la miña Alma e que porlos meritos da súa santísima e sagrada pasión aja misericordia e piedad da miña Alma e me la libre e defenda de poderio de diabro e la lIebe a súa santa groria de Paraiso, remitiendo e perdonando todos los meus pecados que en este mundo fise e dise contra a súa bootade: Mando enterrar o meu corpo despóis da miña Alma saída das carnes, dentro do Convento de San Francisco de Santiago»,
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Documento facilitado a D. Anxel del Castillo por D. Xavier azores. Copia deste que obra no noso arquivo.
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«Vtem mando maiss ao dito Roy Soneira para sempre jamáis a miña casa de Riobóo e da Pene/a, coas rentas e basallos que eu teño e me pertenecen escepto os casares que eu mando en outra parte lo qual lIe mando con condición que se baa morar á dita casa onde debe estar cinco ou seis anos». «E cumpridas miñas mandas e legatos que eu por este meu testamento mando, e no remanescente de meus bes faso elijo? e constituyo por meu herdeiro unibersal en todos los outros meus bes mobles e rraizes, señorio e vasallos e outros eredaments e patronazgos (ilexible) de presentar e juzgado e servicios e outras quasquier rentas e foros que a mi pertenece e pertenecer devan en cualquier rrasón e por qualquier maneira en qalesquer partes e lugares e debedas que me deveren, ao dito Roy Soneira meu primo, para que os aja e leve para todo sempre jamáis así os que en este meu testamento ban nombrados e a el mandado, como os que quedaren nos ditos legatorios a quen por vida hey mandado como todos los outros que a mi pertenezcan (roto). O dito Roy Soneira encargo a súa concencia para que rrogue a Dios por mi e por todos aqueles a que so obligado y lIe encomendo que sempre mire por Juan Soneira e por meus criados, e faso complidor de esta mia dita manda e testamento ao dito Ruy Soneira, e esta he mia manda e testamento e miña última e postrimeira bontade, e si outra manda e testamento antes de esta fize, por esta a rreboco e dou por ninguna para que no aja efecto sinó que mando que baila esta que agora fago por ante Escrivano e lugartheniente de merino, la qual quero que baila por maneira de codecillo, e de última e postrimeira voontade e por ela aparto e arredo a todos los outros meus parentes e primos asi propincuos como no propincuos e ninguno que lo sea, que no aja ni ereden ni aya en meus bes en qalquer damia para cousa estraña que contra esta dita mia manda fore ou pasare por la embargar ou contradecin mia boz, lIe tollo e aja a maldison de Dios, e por ello pague a noso Rey e ao meu herdeiro dous mil frorís doutoe a pena pagada ou non pagada todavía mando que esta miña manda e testamento e todo lo en ela contenido se garde e cumpla e fique firme para sempre, la qual para máis balidación logo fise ler e pubricar en miña presencia ao dito Escrivano para que os testigos de yuso escritos que foy faz e otorgada esta manda y testamento polo dito Calrros Vermúdez, e no lugar de Outeiro, fegresía de San Pedro de Jallas, donde o dito Calrros Vermúdez jacia dono, a cinco dias do mes de Janeiro ano do nascemento do noso señor Jesuchristo de mil quatrocentos oytenta e seis anos, testigos que estavan presentes e chamados e rrogados por parte de dito Calrros Vermúdez para esta súa manda, García da Rama Juan das Pereiras, Cregos, e Favian Diaz e Fernan de Castro, e outros, e eu Juan' Yañez notario público, Jurado por los Señores Reys e na súa corte e 'en todos os seus reynos e señorios, e seu notario público en toda terra de Bergantiños e Seaya e villa de Malpica, esta carta de manda qual se pasou por Fernán Mariño, Escrivano meu escusador, por fee me delo dou a quien esta folla de papel prego enteiro con esta plana en que bay nome e signo posto, fisce escribir e aqui pose meu nome e signo que he». ,
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Heráldica de Bergantiños: A Penela, Cereixo e Carantoña
Figura 1.
Pedra armeira que campa na torre da Penela. No seu campo as armas dos Bermúdez Leis, Castro e Riobóo. Coartelada coa cruz da Orden de Santiago.
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Eirexa de Santiago. A Cruña. Ano de 1644. Libro de casados, fol., 79., V. D. Carlos Bermúdez de Riobóo con D. a Andrea Becerra (ao marxen).
En beinte y dos de Maio de seiscientos y quarenta y quatro, yo el Licenciado Juan de Castro Verde, Rector de la parroquial de Santiago desta Ciudad de La Coruña, desposé por palabras de presente, que hacen berdadero matrimonio a doña Andrea Becerra, ija del Secretario Juan Becerra y de doña Antonia, su muger, mis feligreses, con Don Carlos Bermúdez Riobóo, Señor de /a Pene/a, aviendo precedido las amonestaciones conforme al santo Concilio de Trento, en cada sus parroquias, no aviendo impedimento, siendo testigos el Don Diego ... oydor desta real Audiencia y Diego del Rio y Diego Sánchez receptor, vecinos desta Ciudad, y lo firmo. Juan de Castro Verde
Eirexa de Santiago. A Cruña. Ano de 1695. Libro de Difuntos, fol., 109. D. Carlos Vermúdez de Castro (ao marxen).
En siete de henero de Mil seiscientos nobenta y cinco, se truxo a esta Ciudad el cuerpo de Don Carlos Vermúdez de Castro, Señor de /a Pene/a, aviendo muerto en Anseis, enterrose en San Francisco en la Capilla maior en sepultura propia, y lo firmo. Rodrigo de Reymondez y Calo
Eirexa de Santiago. A Cruña Ano de 1702. Libro de difuntos, fol., 124. D. Andres Vermúdez de Castro (ao marxen).
En veinte y seis de septiembre de Mil sietecientos y dos, murió Don Andrés Vermúdez de Castro, Señor de /a Pene/a, y Contador de las cosas de la guerra, aviendo recivido los Santos Sacramentos, hizo testamento por ante Jacob Fernández de Andrade, Rector, mandase enterrar en San Francisco, sepultura propia, dexó herederos y dos mil .Missas. Cruzada y Captibos y mas mandas a dos Reales. Y lo firmo. Rodrigo de Reymondez y Calo
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Figura 2.
Lauda sepulcral de Lorenzo Bermúdez de Castro no Chan da Capela Maior da eirexa parroquial de San Martiño de Riobóo. No escudo, con seis particións, figuran as armas dos Bermúdez, Castro, Moscoso, Riobóo, Leis e Villardefrancos. Século XVII.
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Eirexa de Santiago. A Coruña Ano de 1735. Libro de difuntos, fol., 23. El Señor Don Joseph Bermúdez (ao marxen).
En treinta de Noviembre de este presente año de mil setezientos y treinta y cinco, murió de un repentino acerdiente apopletico, el Señor Don Joseph Bermúdez de Castro, Señor de /a Pene/a, y solo se le pudo aver aplicado el santísimo Sacramento de la extrema unción, no hizo por la misma causa testamento, ni se le halló hecho entre sus papeles recuerdo ni memoria alguna, diosele sepultura en el Convento de nuestro Señor San Francisco a donde tiene sus sepulturas dotadas, y para que conste lo firmo. Joachín Varela Reymondez
Xenealoxía de Cereixo e Carantoña (*) (Documentos do arquivo de D. Xoaquín Tenreiro Montenegro, primeiro Conde de Vigo)
«Razón de la Ascendencia de Don Vicentte Caamaño, Capitán de Navio de la Real Armada, Señor de Romella, sacada de un tantto que su administrador don Jospeh Mesura tenia. Para hacer ver el derecho de sucesión a los maiorazgos fundados por Ruy da Costa y Jorge da Costa su hermano, vacantes por muerte de don Gonzalo Manuel de León, Conde de Maceda, acaecida en 19 de octubre de 1785». «Rui Pérez de Carantoña, Señor de las Casas y Cotos de Carantoña, Cereijo, Tines y otras muchas Tierras, casó con Elvira Sanches de Caamaño y Moscoso y tubieron por hijo a: Juan de Caamaño Carantoña. Fernando Albarez de Carantoña, casó con Costanza Sanjurjo Montenegro, y tubieron por hijo a: Ruy Pérez de Carantoña. Fernando Alvarez de Carantoña el galán. Sancho López de Carantoña, Caballero del Avito de Alcantara. Ruy Pérez de Carantoña, casó con Theresa Fernández Calo, Señora del mismo Solar, según consta del testamento de dicho Ruy, otorgado en 26 de Diziembre del año de 1496 por ante Alvaro de Caamaño, notario, y tubieron por hijos a: Pedro de Calo Carantoña. Costanza Albarez de Carantoña. Theresa Albarez de Calo.
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Arquivo Municipal de Betan9Qs.
Heráldica de Bergantiños: A Penela, Cereixo e Carantoña
Figura 3.
Concello de Vimianzo. Armas dos Carantoña cas dos Bermúdez, Montenegro e Figueroa, timbradas co lobo dos Moscoso, no casal do lugar da Eirexa na parroquia de San Martiño de Carantoña.
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Figura 4.
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Brasón coas testas e as mans dos Carantoña tamén no Lugar da Eirexa.
Heráldica de Bergantiños: A Penela, Cereixo e Carantoña
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Figura 5.
Noia (A Coruña). Eirexa de San Francisco. Sartego de Francisco Bermúdez de Castro. Escudo coas armas dos Bermúdez, Castro, Carantoña, Dacosta, Montenegro, Figueroa, Mendoza e Soutomaior. Seculo XVI.
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Pedro de Calo Carantoña, casó en Noya con Elvira Oanes da Costa, según consta del testamento de dicho Pedro, otorgando en 28 de Nobiembre del año de 1540 por ante Juan Najera, Receptor de la Real Audiencia. Nota: la sitada Elvira Oanes da Costa, fué hija de Basca da Costa y María Siso; Nieta de Gómez da Costa, Señor del Solar da Costa y pazo de Orellán, en la felegresía de San Pedro de Baroña, y de Mayor Paz de Lamas, de la casa de Zas, según consta del testamento de sitado Gómez, que otorgó en el año de 1453 por el que mejoró al espresado Basca con su pazo de Orellán; del testamento de la Mayor Paz, que otorgó por ante Fernán Afonso de Betanzos, escribano, vezino de Noya, en 14 de Julio del año de 1501, los quales se allan compulsados en el Archibo de Goyanes. Los ya citados Pedro de Calo Carantoña y Elvira Oanes da Costa, tubieron por hijos a: Ruy Pérez da Costa. Mayor Paz, que casó con Antonio Paz, Regidor de Noya. y Theresa Fernández. Ruy Pérez de Carantoña y da Costa, Capitán que ha sido de la almiranta de España, Señor de Carantoña, Sereijo y de Orellán, casó con Doña Ynes de Mendaza Vermúdez de Castro, hija de Francisco Vermúdez de Castro, Señor de Nogueira y Doña Maria de Caamaño y Mendoza y hermana de García Rodriguez de Caamaño, Señor de Villagarcía y Rubianes, y tubieron por hijos a: Ruy Pérez da Costa. Jorge Basques. Francisco Bermúdez, Caballero de la Religión de Malta (Fig. 5). Nota: Consta de testamento del citado Ruy Pérez da Costa Carantoña, padre de los arriba expresado, que otorgó en Noia por ante García Vázquez, Notario, en 13 de Junio de 1550, y de su codicilio que hizo en Zereijo, en donde se alla sepultado (*), en 12 de Julio de 1553, por ante Pedro Varela, escribano, por cuios ynstrumentos dejó a su hijo Jorje todos los vienes que tenia en el Alfós de Muros, el coto da Riva¡ todo lo de Baleyrón, Padrón, Noya, y de allí para la Puebla y Cavo de Corrubedo/ conforme a la escritura que tenía de sus tios y con las mismas cláusulas. y a Rodrigo Pérez da Costa, también su hijo, todo lo que tenía desde Puente Olveira hasta la Puente do Sesso y otros vienes que por menor expressa, y dize es su boluntad que si hubiere dos hijos suios, el uno lleve lo de Noya y el otro lo de Zereijo, Tines y lo mas: Al Don Francisco le apartó con 10 ducados. La Doña Ygnés de Mendoza por su testamento que otorgó por ante Francisco Rodriguez, escribano de Número de la Villa de Noya, en el año de 1569, dize que media los vienes que su marido dejó a su hijo Rodrigo Pérez, es mayor parte que la que dejó a Jorge Vázquez, también su hijo, porque sacada la hazienda que fincó de sus tios, y está avinculada, es poca y está muy exparcida la restante, y como dicho Jorge ha de pagar a su hermano Francisco la metad de los 10 ducados que le dejó su Padre, le mejora en el 3. o y 5. o de todos sus vienes, y nombró por voz de el Coto de Carnes (que es del dominio de San Martín, de quien obtubo nuebo Título), al citado Rodrigo Pérez, en el qual quiere recaiga la citada mejora, a falta de descendencia lexítima de el Jorge. (*)
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Na eirexa de Santiago de Cereixo non fica ren deste enterramento.
Heráldica de Bergantiños: A Penela, Cereixo e Carantoña
Figura 6.
Concello de Vimianzo. Brasón dos Condes de Maceda e Taboada na fachada principal das Torres de Cereixo, parroquia de Santiago, timbrado de coroa e orlado de Bandeiras. No seu campo figuran as armas dos Bermúdez, Castro, Sotomaior, Mendoza ou Vega. Figueroa e Andrade e outras.
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Jorge Vázquez casó con Doña Aldonza Figueroa Villamarín, hija mayor de la Casa de Figueroa, y tubieron por hijo a Don Juan da Costa, que casó con Doña Ygnés Villamarín, y estos tubieron por hija a Doña Aldonza da Costa Villamarín, que casó con Rodrigo da Costa Vermúdez, su primo, hijo de Rodrigo Pérez y Doña Maria Rodrigues de Guisamonde, Señora del Solar de el mismo nombre, por cuio casamiento se unieron los vienes de los dos hermanos, y recayeron en los descendientes de Rodrigo, de que se dará rrazón. El citado Jorge además de dicho Juan, también tubo por hija lexitima a Doña Ygnés de Mendoza, que casó de Primero matrimonio con Juan López Vaamonde, de quien no tubo sucesión, y de 2. o con García de Caamaño, Señor de Nebra y Caamaño, y de esta desciende Doña Aldonza Caamaño Sotomayor, que casó con Don Jorge Varela, Señor de Goyanes, y Doña María de Caamaño, que casó con el Señor de Viduedo en Orense. El referido Jorge Vázquez otorgó su testamento ante Juan Núñez, escribano, vezino de Noya, en el año de 1601. Ruy Pérez da Costa, hermano de el Jorge, Señor de Cereijo, Carantoña, Cavo de las Villas de Noya y Rianjo, casó con Doña María Rodriguez de Guisamonde y Castro, Señora de el Solar de los Gusamondez, hija de Francisco Gómez de Guisamonde y Castro y de María Afonso de Caamaño, nieta de el Regidor Anttonio Gomez de Guisamonde y Maria Oanes Prego, visnieta de Gómez Arias de Guisamonde, Señor de el mismo Solar, fundador de el Hospital de Santispíritus de la Villa de Noya, y tubieron los citados Ruy Pérez y Doña María Rodríguez por hijos a: Don Francisco Gómez de Guisamonde y Castro, cura de la Parroquial de Taragoña. Don Anttonio de'Ca~tro, cura de Zereijo. Don Rodrig()..da CO?!,@¡'VerrHúdez. Don Fernando Vermúdez.de Castro, casó con Doña Maria de Castro, su sobrina, hija de Don Rodrigo. Doña Ynés de Mendoz8, casada con Don Juan Varela Mariño, Señor de Goyanes. Doña Juana de Mendoza. Doña María de Guisamonde. Doña Maior de Castro Montenegro. Doña Theresa de Castro y Lamas (todas quatro hermanas murieron monjas). Don Juan de Mendoza Sotomayor don Doña Mayor Noguerol. Nota: De el Don Juan, el último, dizen vienen los Aldaos y Mendozas de Ponttevedra. El expresado Ruy Pérez da Costa, padre de los arriva expresados, por escritura de que ha dado fee Pedro Mariño de Romay, escribano de N. o de la Villa y jurisdicción de Noya, en 8 de Julio de 1610, hizo mejora de todos sus vienes con grabamen de vínculo a favor de su hijo Roy Pérez da Costa, señalada en sus casas y Torres de Cereijo, Carantoña y Coto de Tines, yen lo mejor y mas vien parado de sus vienes. Y por su testamento, que otorgó en 14 de Enero de 1613, por ante Juan Martinez, escribano de N. o de Noya, confirmó la citada escritura de mejora de 3. o y 5. o, y llama por sucessor en ella a todos sus hijos varones subcesivamente unos en pos de otros, y a falta de hijos legítimos de ellos, a su nieto Don Jorje Varela, hijo de su hija Doña Ygnés de Mendoza, que estaba casada con don Juan Varela, Señor de Goyanes. 282
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Figura 7.
Figura 8.
Pedra armeira nun muro lateral das Torres de Cereixo. Coartelado en cruz coas armas dos Carantoña, Riobóo, Caamaño? e Montenegro.
Armas dos Moscoso e Carantoña na torre da esquerda en Cereixo.
Figura 9.
Os mesmos embremas que na figura 7, pero inadvertidos, na torre da dereita.
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Figura 10.
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L
Figura 11.
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Escudo co lobo dos Moscoso no Pazo de Romelle.
Concello de Zas. Armas dos Caama単o e Ribadeneira no Pazo de Romelle, parroquia de Santiago de Loro単o.
Heráldica de Bergantiños: A Penela, Cereixo e Carantoña
El citado Don Rodrigo da Costa Bermúdez el mozo, hijo de Rodrigo Pérez da Costa y Doña María Rodríguez de Guisamonde, casó con su prima Doña Aldonza da Costa Villamarín, nieta de Jorge Vázquez, por cuyo casamiento se unieron todos los vienes de Ruy Pérez el mayor, hijo de Pedro de Calo, y tubieron por hija a Doña María de Castro, que casó con su thio Don Fernando Bermúdez de Castro, y estos tubieron por hija a: Doña Aldonza de Castro. Doña Aldonza de Castro, Señora de Cereijo, Carantoña, Orellan, Guisamonde, recayó en todos estos vienes a falta de Subcesión de los mas hermanos que ha tenido, y casó con Don Juan Taboada, Conde de Taboada, y tubieron por hija
a: Doña María Theresa Taboada. Doña María Theresa Taboada casó con Don Joseph Benito Lazós, Conde de Mazeda, Brigadier de los exercitos de S.M., quien obtubo la Grandeza, y tubieron por hijos a: Don Anttonio Lanzós. Don Balthasar Lanzós. Don Francisco Xavier Lanzós. Doña María Ygnacia Lanzós. Doña María Ygnacia casó con Don Manuel Fernández de Córdoba, Conde de Fuente Sauco, de cuio matrimonio tubieron a Don Gonzalo de Córdoba, que murió sin sucesión. Don Anttonio Lanzós heredó la Casa de sus padres, y por alta de sucesión recayeron en su hermano Don Francisco Xavier, y por muerte de este sin sucesión, en el Don Gonzalo, también sin sucesión, que murió en 19 de Octubre de 1785. Nota: Haviendose muerto sin sucesión el Conde de Mazeda, Don Gonzalo, no teniendole Don Juan Mendoza, casado con Doña Mayor Noguerol, corresponde (según parece) a Don Vizente Caamaño, las Casas de Cereijo, Carantoña, Orellán, Guisamonte, Cotos de Carnes y da Riva, por derivación de 4. a Abuela Doña Ygnés de Mendoza, muger que ha sido de Don Juan Varela Mariño, Señor de Goyanes, hija de Don Rodrigo Pérez da Costa y de Doña María Rodríguez de Guisamonde, Señora de Guisamonde, y así mesmo por derivación de Doña AIdanza de Caamaño, muger que ha sido de Don Jorge Varela Mariño, Señor de Goyanes, nieta de Don Jorge Váiquez da Costa, 3. a abuela de el Don Vizente, según papeles que hay en el Archivo de Mazeda».
NOTA. - A torre da Penela, erguida sobor dos cumios das terras Bergantiñáns, atópase na freguesía de San Pedro de Silvarredonda, concello de Cabana e partido xudicial de Carballo (A Coruña), A súa antiga xurisdicción, comprendida dentro da chamada provincia de Santiago, as parroquias de San Pedro de Corcoesto, San Xulián de Longueirón, San Martiño de Riobóo e a devandita de Silvarredonda.
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BIBLIOGRAFíA E DOCUMENTACiÓN
CRESPO POZO, P. José Santiago, O. de M., 1957, 1962, 1965. Blasones y linajes de Galicia (3 Tomos). Santiago. MARTiNEZ-BARBEITO, C., 1978. Torres, pazos y linajes de la provincia de La Coruña.. Arquivo da eirexa parroquial de Santiago da Coruña. Arquivo do autor. Arquivo Municipal de Betanzos.
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NORMAS PARA A REDACCION DE ORIXINAIS NORMAS XERAIS
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