Patricio Reig Map faciem
De la serie Guardami II 2015. 250 x 200 cm. Serie: 3 + p/a. Fotografía con cámara de placa sobre papel Tintoretto Ceylón virado. Proceso manual.
Patricio Reig Map faciem
Patricio Reig, Buenos Aires, 2015.
Patricio Reig Map faciem
Autoridades Gobierno de San Juan
Gobierno de la Provincia de San Juan
Gobernador
Dr. Sergio Mauricio Uñac
Patricio Reig : Map faciem. - 1a ed . - San Juan : Gobierno de la
Provincia de San Juan. Museo Provincial de Bellas Artes Franklin Rawson, 2016.
64 p. ; 26 x 23 cm.
ISBN 978-987-4094-00-1
Lic. Claudia Grynszpan
1. Arte Contemporáneo. 2. Fotografía.
Sec. de Infraestructura y Patrimonio Turístico y Cultural
CDD 779
Vicegobernador
Dr. Marcelo Lima Ministro de Turismo y Cultura
D. Mario Zaguirre Secretaria de Cultura
Mg. Mariela Limerutti
Patricio Reig. Map faciem.
Dir. Museo Prov. de Bellas Artes Franklin Rawson
Dirección
Prof. Virginia Agote
Virginia Agote Producción Natalia Segurado Texto Virginia Agote Mercè Vila Patricio Reig Fotografías Patricio Reig Diseño Gráfico Ana Giménez Fotocromía e Impresión Imprenta 2.0
Los textos tienen copyright de los autores. Ninguna parte de los textos puede ser reproducido en ningún medio sin la autorización del Museo Provincial de Bellas Artes Franklin Rawson o los autores.
Índice
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La luz y la tortuga
Virginia Agote
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El Baile
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Sobre las fotos y sobre mí
Mercé Vila Patricio Reig
19 Obras 58
Cronología Patricio Reig
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Listado de obras
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Créditos y agradecimientos de la exposición
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La luz y la tortuga Nosotros (la indivisa divinidad que opera en nosotros) hemos soñado el mundo. Lo hemos soñado resistente, misterioso, visible, ubicuo en el espacio y firme en el tiempo; pero hemos consentido en su arquitectura tenues y eternos intersticios de sin razón para saber que es falso. Jorge Luis Borges, en Avatares de la Tortuga.
Cuando se reflexiona sobre la vida y obra de Patricio Reig, olvidamos, frente a su historia personal sobre los oficios (arquitectura, pintura, fotografía) que su actividad principal indaga en verdad sobre uno de los más frágiles soportes: la memoria visual. Basta leer algunos de sus textos para entender hasta qué punto la figura de su padre, las primeras búsquedas sobre el ejercicio de mirar y ser mirado, las primeras cámaras Diana con película de 120 mm, o el recuerdo perfumado de su infancia en San Juan fueron construyendo en parte su sensibilidad, su modo visual de entender al mundo. Dentro de ese modo ocupa un lugar importante su reflexión sobre la relación industria/fotografía. Patricio prefiere alejarse de la corriente que privilegia la novedad por la novedad misma, y elige entonces los mecanismos simples, las cámaras oscuras y estenopeicas entre otros. Los materiales alternativos junto a los tradicionales le permiten literalmente plegar y desplegar la superficie plana, uno de los primeros estatutos de la fotografía. En su serie de imágenes de manos sobre fondos sutilmente desplegados, el cuerpo recupera su capacidad de convertirse en lenguaje, en código de signos que no necesitan de la palabra. Papeles de Milano nos permite volver a pensar en las posibilidades clasificatorias de la fotografía, con su inquietante paralelismo entre los herbarios antiguos y la retratística. La melancolía aparece en las imágenes de zapatos y pequeñas fotografías, de la serie De la ausencia II, que aluden a cuerpos quizás ausentes, pero recuperados a partir de un instante frágil en una sutil puesta en escena. Es importante el formato, ya que normalmente asociamos las copias antiguas a cierto límite de tamaño, pero en esta exhibición se puede constatar hasta qué punto el uso de los grandes formatos asocia su producción a estéticas contemporáneas, actualizando de alguna manera aquel carácter de reliquia que imágenes similares pudieron tener. El artista nos recuerda en algunas de sus reflexiones cómo la historia de la fotografía se remonta a unos 177 años, lo que vive una tortuga, una curiosa y casi borgeana forma de cifrar lo que ocurrió desde que Louis Daguerre divulgara sus dioramas y primeros daguerrotipos. En ese tiempo que apenas supera el siglo de existencia, la fotografía pudo construir una historia no exenta de tensiones con otros campos del arte, una tensión que a Reig le gusta investigar y que puede rastrearse a lo largo de sus obras. En ese lento y breve siglo, algunos artistas vuelven la mirada sobre los pliegues de su obrar, de su oficio, construyendo imágenes que muestran hasta qué punto la dimensión técnica guarda la mirada de cada uno de nosotros. Virginia Agote Directora - Museo Provincial de Bellas Artes Franklin Rawson 7
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Barcelona, 2015. Ferrotipo.
El Baile Un día, una hora, un instante. Una ciudad, un edificio, un estudio. Una sociedad, personas, un rostro. El triángulo equilátero se forma para que alguien, escondido tras una cámara fotográfica, inmortalice una acumulación de casualidades. Cuando miramos una fotografía, somos conscientes, aunque solo sea tibiamente, de que el fotógrafo escogió este triángulo entre una infinidad de otros posibles. Cuando pensamos en ese detalle, nuestra mirada, empujada por una impaciencia casi instintiva, inunda la fotografía, penetra en todos sus espacios y es entonces cuando tomamos consciencia de la potencia de ese lenguaje, de su capacidad para captar instantes y de su idoneidad para ocultar secretos. Frente a la experiencia visual, la palabra queda recluida a un segundo término y la única expresión, a priori, puede ser el silencio. La atrevida écfrasis aparecerá más adelante, después de que la mirada haya paseado con tranquilidad y detenimiento por encima de la fotografía. Patricio Reig se convierte en trazador de triángulos que evocan aquello que fue y aquello que aún existe pero que está condenado a desaparecer. Presencia y ausencia se convierten en claras protagonistas de una función casi ceremonial. Las dos damas deambulan descalzas por encima de los papeles que el artista va extendiendo, incansable, como si se tratara de una alfombra sin estampar. Los papeles se despliegan delante de los pies de las damas para que los pisen y, de paso, plasmen encima su imagen. El objetivo del artista es velar porque las protagonistas puedan moverse y expresarse con libertad, eliminando todo lo que pueda entorpecer el baile que evoca una de las escenas de Café Müller[1], donde un hombre, en la sombra, se desvive apartando la acumulación de sillas que impiden los movimientos de las dos bailarinas, también descalzas. Cuando la presencia posa para el artista, esta se manifiesta joven y fugaz en rostros, en manos o en la mínima expresión de la naturaleza. Se sitúa con idiosincrasia ante la cámara dejando que la ausencia, anciana y cansada, espere dejándose mecer por un balancín. En ocasiones, cuando esta presencia adopta forma de joven rostro, emerge de la oscuridad en un tenebrismo casi pictórico, enmarcada en una mandorla oval. La mandorla, espacio de confluencia entre el mundo terrenal y el celestial, ha contenido históricamente personajes sagrados. Ahora contiene un rostro rígido y amable a la vez, con una mirada tan intensa que parece sacralizarse al instante. Reflejado en el iris de la modelo, se esconde el fotógrafo que procura captar, además de un rostro, un pensamiento que nunca se podrá traducir en palabras y que permanecerá oculto en el interior de la imagen, además de almacenado, por un tiempo, en la memoria caduca de la modelo.
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Estudio en San Telmo, Buenos Aires.
Cuando la presencia impregna unas manos, los puños se cierran, los dedos se tocan, un dedo roza un brazo y una mano se acerca a la otra sin llegar a tocarla. Cada movimiento fotografiado salta la barrera del gesto para acercarse a la categoría de caricia, un roce que nunca pertenecerá a las formas gestuales de la posesión o el dominio y que se situará entre la vulnerabilidad y la delicadeza. Las manos fotografiadas se desnudarán más allá de la piel en un ejercicio de fragilidad extrema para recordar al espectador que sigue vivo para ser acariciado. Pero llega un momento en que estas caricias no se sienten y, sin poder evitarlo, se intentan recordar. Es en este instante cuando la presencia abandona la escena para dar paso a la ausencia. Esta se levanta de la oscuridad y se acerca, despacio, después de una larga espera balanceada. La ausencia, aunque anciana y cansada, llegará impetuosa para no marcharse. La otra no volverá a situarse delante de la cámara y a partir de ahora solo podremos buscarla en los vacíos que habrá dejado. La desaparición se convertirá en la nueva musa de Patricio Reig. Se manifestará, transparente, tumbada en una cama de sábanas blancas donde esconderá en cada pliegue el recuerdo de la noche que fue. Entre las arrugas se conservará el reminiscencia de quien acaba de estar ahí, y estos detalles, fotografiados y magnificados, nos conducirán hacia una soledad que creeremos injusta. Pero esta huida escondida entre sábanas crecerá y no podremos detenerla. El recuerdo ya no será de la noche pasada, ni de las anteriores. El abandono imperará sin evocaciones próximas donde agarrarse y los detalles se desdibujarán. Ella se preguntará con desespero cuál era el calzado que dejó antes de ausentarse. El artista, silencioso, habrá dejado su foto en un par de zapatos para ayudarla, conocedor de esa memoria gastada, a reencontrar aquellos que la separaron del suelo, que la acompañaron a vivir y a pasearse, con elegancia, por una vida ahora convertida en arte.
[1] Pina Bausch. 1978
Mercè Vila Rigat Barcelona, abril de 2016 11
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Sobre las fotos y sobre mí Nací en San Juan, Argentina en los albores de los años sesenta. Mi padre se encontraba en ese tiempo haciendo estudios sobre el «comportamiento de las estructuras de hormigón durante el episodio sísmico». Estos estudios y trabajos le ocuparon nueve años de su vida que le dieron la oportunidad de conocer gente extraordinaria y hacer muchas cosas, entre ellas tener dos hijos. Aprendí pues a caminar en una de las veredas de la calle Del Bono, frente a la escuela y junto a las acequias que conducían el agua por todo el barrio. Aún recuerdo el sonido que producían y lo bien que nos la pasábamos con mi hermano y amigos jugando por ahí, en cualquier parte. Fueron unos años intensos e inolvidables que pronto quedarían atrás. Un día nos mudamos, mi padre terminó su contrato con la facultad de arquitectura y decidió instalarse en Bogotá, Colombia donde se vinculó en la Universidad Nacional en calidad de profesor. Allí comenzaríamos una vida muy diferente y no por ello menos interesante. Ligados a la cultura en cualquiera de sus manifestaciones, mis padres no escatimaron medios para inculcar a sus hijos esos buenos hábitos ni para patrocinar en nosotros cualquier iniciativa que tuviera que ver con el arte. La fotografía ocupaba un lugar especialmente relevante en nuestra familia. Acompañé de niño a mi padre cientos de veces a sus excursiones fotográficas por los barrios deprimidos y los tugurios de los alrededores de la ciudad en los que él registraba con prolija minuciosidad vida y costumbres de los habitantes de aquellas deprimidas áreas de Bogotá para ayudarles en la medida de sus posibilidades en el planeamiento y los programas de mejora de las condiciones de organización y desarrollo. Cuantas veces no cargué con alguna de sus «Pentax» o con los juegos de lentes...Creo que esa mirada, la primera, la de un mundo injusto a veces, cruel y hermoso al mismo tiempo, fue determinante. Otros niños como yo también soñaban y alimentaban fantasías aunque su realidad fuera bien diferente. Hace pocos meses, en Barcelona, ciudad en la que he vivido la mayor parte de mi vida, encontré tras la muerte de mi padre, varias maletas repletas de las diapositivas de San Juan, de la Bogotá de aquella época, hace ya 45 años. Y es extraño, pero parece como si el tiempo no hubiese pasado porque son y están impecables. Hoy, con el ojo del fotógrafo me parece que tienen más salud que nunca. Mi primera cámara fue una Diana de plástico que él me regaló para mi cumpleaños número 10 en 1969. Tengo almacenadas todavía algunas de las sensaciones de entonces y casi ningún negativo, ya casi no me acuerdo de qué fotografías salieron de aquel aparato. Lo que sí recuerdo milagrosamente con pasmosa exactitud, es el olor que salía de sus entrañas cuando quitaba la tapa posterior para sustituir el carrete de 120 mm. Ese olor se clavó en mi cerebro como una mancha de tinta negra. Muchos años más tarde volví a adquirir una Diana que se reeditó entre otros modelos vintage de la casa Lomo. Otra vez su olor, de nuevo el recuerdo de los años de Woodstock golpeando en mi puerta. No sé que le ha pasado a la fotografía en todo este tiempo; tal vez nada o poca cosa. Pero es evidente que este circo mediático no está dispuesto a detenerse y ya lo ha invadido todo: el mundo de la imagen se comió a la palabra, escrita o pronunciada. Estudié arquitectura aunque mi verdadera vocación fuese el arte, o las artes, sin distinción. Me fui a Cataluña, la tierra de mis abuelos y allí pude dedicarme a lo que de verdad se convertiría en una profesión en la verdadera extensión del término: El arte. Siempre he preferido no llamarme un artista, no creer que este oficio es de mi propiedad, simplemente ser una misma cosa, un ente indisoluble y natural. 13
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Estudio en Piramidรณn Centro de Arte Contemporรกneo, Barcelona 2015.
Comencé a pintar cuando se supone que debía aprender a calcular edificios y confundí el dibujo técnico con el otro, el más humano; por esta razón no fui un gran estudiante de arquitectura pero sí un gran curioso, un chaval muy motivado por la belleza y las consecuencias de intentar retenerla para enseñarla a los demás. Me pasé unos buenos años conociendo los materiales y aprendiendo a trabajar con lo impredecible, hacia los primeros 80´s comenzaría a exhibir sin mucho pudor mis pinturas. Desde entonces no he parado. Cuando solamente pintaba, todos me decían que mi trabajo era muy fotográfico; ahora, que mi fotografía es muy pictórica. En realidad yo me pregunto si esto tiene alguna importancia y si es relevante. Creo que en esencia lo que cuenta no es cómo cuentas tu discurso sino qué explicas en él. Me interesaba y me interesa establecer una reflexión en el espectador, hacer que la imagen sea capaz de mover lo esencial. Primero lo dije pintando y dibujando, más tarde a través de la fotografía y las palabras escritas. Pero siempre abogué por la independencia en el acto de crear, hacer que en cualquier momento desaparezca lo establecido o simplemente cambie. Las grandes casas fabricantes no paran de editar cámaras y equipos cada vez más sofisticados, sin embargo la fotografía les mira perpleja desde lejos con una cierta lástima y convencida de que ella, la gran fotografía, es algo mucho más sencillo y diametralmente más profundo que una industria. Hubo un tiempo en que no había fotografías y los pintores hacían de cronistas, contaban cómo eran las cosas, entonces había poco espacio y tiempo para la creación. Creo que desde 1839 cuando Daguerre inauguró oficialmente el invento de la fotografía, a ésta le toco asumir el duro papel de cronista dejando así a la pintura un poco de libertad. Tanto es así que los impresionistas y más particularmente Cezanne pusieron patas arriba muchos de los conceptos que hasta ese momento parecían inamovibles. Las manzanas también podían ser azules y las personas volar. Más tarde vino Picasso y ya sabemos, con su cubismo analítico abrió la gran puerta al arte contemporáneo. Pero, ¿qué fue de la fotografía? A ella no le fue tan bien, digamos que no pasó de ser la “hermana menor” del gran arte, una especie de prueba fehaciente de una realidad incuestionable. Poco más. Algún pintor se atrevió a utilizarla y fue tachado de impostor, tramposo o farsante. Usar fotografías con propósitos artísticos era poco menos que un delito capital. En tiempos pasados primero te desterraban y luego te preguntaban el nombre. Esto de ver en la actualidad exposiciones fotográficas de grandes formatos en los museos, en las bienales y en las grandes ferias si que es verdaderamente revolucionario. Un día, cansada de tanta injusticia la fotografía dijo ¡basta!. Y así fue. Lo cierto es que por muchos años y un poco apartada del mundo, la fotografía creativa (por distinguirla de alguna manera) permaneció estoicamente en silencio salvo en honrosas excepciones, llámese Man Ray, Diane Arbus, Alfred Stieglitz o Brassai entre muchos otros. Y ni siquiera estos nombres significaron revolución alguna ni abanderaron ningún movimiento universal que pudiera desbancar o simplemente codearse con la pintura, la escultura o la música de tú a tú. Cuando mi padre me regaló la Diana de plástico no creo que fuera muy consciente de ello, tampoco yo lo era. Pero en mí y en mucha otra gente estaba germinando sin saberlo la semilla que otros sembraron hace ya bastante tiempo. Esa semilla no es la fotografía sino la mirada en sí misma, una actitud ante la realidad que nos envuelve, algo fotografiable, grabable, escribible. Me he pasado unos buenos años conociendo este oficio para poder sacarle partido, para entrar de lleno en el mundo de los materiales que utilizo como el café, los fijadores, los ácidos y sus 15
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Estudio en San Telmo, Buenos Aires.
reacciones. Ensayo y error, búsqueda incansable de soluciones para que las imágenes se puedan transmitir adecuadamente, para que la obra en su conjunto destile la coherencia que yo le pido. Tan frágil como la luz es el paso del hombre por la vida, tan misterioso como un trozo de papel doblado es el sentido mismo de todo cuanto nos rodea. El acto de plegar y desplegar, lo que ocultas o muestras, lo que dices o callas. Tomo mis fotografías con cámaras simples, de placas o de medio formato. También con cámaras oscuras (principalmente las de la Naturaleza) y cámaras estenopeicas. Procuro dialogar con ellas y no caer en la trampa de la seducción de la máquina, pues el acto fotográfico es mucho más amplio y establece sus bases con mucha más profundidad. La industria de las cámaras actuales, las del mercado, seduce a sus clientes con múltiples estratagemas, pero no les invita a conocer el alma de la fotografía. Los resultados son evidentes, no es de su incumbencia reflejar nada más allá de sus propios límites técnicos. En las instrucciones de la cámara no hay un apartado que ponga «cómo sentir». Esto es un factor característico de los tiempos que vivimos. Aún así nos tocó una generación muy interesante, yo diría que apasionante en la que nada ni nadie están excluidos. Tremenda responsabilidad. Pero esta supuesta libertad se puede volver contra nosotros para exigirnos, al menos una respuesta adecuada aunque nadie nos pida cuentas del cómo ni del por qué de lo que hacemos. El arte no está para rendir cuentas sino para narrar como somos, que nos pasa, como fuimos, de que pasta estamos hechos y qué nos ha sucedido en este mundo desde que se nos puede fotografiar y podemos quedar registrados en una superficie plana. Las charlas con modelos, sus fotos, el laboratorio, el manejo del papel, el peligro en cada sesión, la pérdida, el logro... Todo lo que ha venido llegando y poco a poco se ha convertido en un universo es, sin duda mi razón de ser. En mis cotidianas “conversaciones con Daguerre” suelo cuestionarme aspectos técnicos y muchas veces conceptuales. Departo con él como si fuese mi tío y hasta he llegado a preguntarle cómo le parecen mis últimas imágenes. Toda una osadía de aficionado a aficionado. Nos separa un tiempo relativamente corto, 177 años, lo que vive una tortuga. En ésta cifra se encuentra contenida toda historia de la fotografía, pero ni siquiera una milésima parte de la historia de la humanidad. ¡Cuantas imágenes nos hemos perdido por el retraso de Daguerre! ¿Usted puede imaginar por un momento una ficha policial de Nerón, el retrato frontal de Alejandro Magno, la cara de Noé o las sandalias de Jesús? Todo lo que no ha sido fotografiado parece difícil de imaginar, yo mismo me cuestiono si las piezas de esta exhibición pudieron haber pertenecido a otra realidad...Pero lo que sí es claro es que no pudieron haber existido si no hubiese sido porque mi padre me enseñó las primeras nociones de este oficio y decidí un día convertirlo en mi modo de expresión y vida. Volver a San Juan, a mis orígenes después de haber recorrido tantos lugares, después de haber plantado la cámara frente a tantos ojos, es como llenarme de pura vida, como dar sentido al carácter cíclico de la existencia y volver a caminar junto a la acequia, frente a la escuela donde me enseñaron las letras para escribir dos palabras capitales: fotografía y gracias.
Patricio Reig Buenos Aires mayo de 2016 17
ÂŤA mis padresÂť
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Cronología Patricio Reig
Nace en San Juan, Argentina en 1959. Vive y trabaja entre Barcelona y Buenos Aires. Estudios ‘77/’83 Arquitectura UPC, Bogotá, Colombia. 1993 Establece su estudio en el Piramidón Centro de Arte Contemporáneo, Barcelona, España. 1986 Doctorado en Arquitectura. Universitat Politècnica de Catalunya. Barcelona, España. Pintor y fotógrafo autodidácta. Exhibiciones individuales 2016 Map faciem, 2016 «Encuentros abiertos»Festival de la Luz 2016, República Argentina, Museo Provincial de Bellas Artes Franklin Rawson, San Juan, Argentina. Patricio Reig INTRO, FoLa, Fototeca Latinoamericana Buenos Aires, Argentina. 2012 Eden. Juan Ruiz Gallery. Miami, Florida, Estados Unidos. 2011 Almbum di Famiglia. Aquila 51. Milano, Italia. 2010 Piramidón Centro de Arte Contemporáneo. Barcelona, España. 2009 Gallerie Fabrice Galvani. Toulouse, Francia. 2008 Galería Artur Ramon Contemporani. Barcelona, España. 2006 Galería Trama. Barcelona, España. Memories of you. Juan Ruiz Galería. Maracaibo, Venezuela. Piramidón Centro de Arte Contemporáneo. Barcelona, España. 2005 Galerie Baltazar. Brussels, Bélgica. Amelia Johnson Contemporary. Hong Kong, China. Galería Trama. Madrid, España. 2004 Out Loop 04 Barcelona Video Art Festival. Barcelona, España. Primavera Fotográfica 04. Galeria Segovia Isaacs. Barcelona, España. Instalación-Proyección. Nau Ivanow. Barcelona, España. 2003 Casas Riegner Gallery. Miami, Florida, Estados Unidos. Galería Emma Molina. Monterrey, México. Galería Landucci Arte. Mexico D.F, México. Galerie Baltazar. Brussels, Bélgica. 2002 Galería Segovia Isaacs. Barcelona, España. 58
2001 2000 1999 1998 1997 1996 1995 1994 1992 1991 1989
Edward Day Gallery. Toronto, Canadá. Galería Fernando Latorre. Zaragoza, España. Casas Riegner Gallery. Miami, Florida, Estados Unidos. Galerie Martini. Hong Kong, China. Galerie Ratz Studio. Budapest, Hungría. Vàrosi Muvèszeti Múzeum. Györ, Hungría. Galerie Baltazar. Brussels, Bélgica. Galería Diners. Bogotá, Colombia. Galerie Martini. Hong Kong, China. Galería Segovia Isaacs. Barcelona, España. Museo Juan Cabré. Calaceite, Teruel, España. Galería Fernando Latorre. Zaragoza, España. Museu Molí Paperer de Capellades. Barcelona, España. Galería Segovia Isaacs. Barcelona, España. Galería 22. Igualada, Barcelona, España. Àmbit Galeria d’Art. Barcelona, España. Galería Anna Benach. Barcelona, España. Galería Antonio de Barnola. Barcelona, España. Museo de Arte Moderno La Tertulia. Cali, Colombia. Galería Casa Negret. Bogota, Colombia. Galería Casa Negret. Bogota, Colombia.
Exhibiciones temáticas y de grupo 2016 2015 2014 2012 2011
L’espai invisible, Piramidón Centro de Arte Contemporáneo. Barcelona, España. ARCO, Feria Internacional de Arte Contemporáneo Madrid, Galería Jorge Mara Buenos Aires. El mundo tal cual es, Galería Jorge Mara, Buenos Aires, Arg. La màgia de la Reial, Funfació Setba. Barcelona, España. Art Cosmos: Luz ,Quo Artis, Art and science foundation. Centro de Arte Espronceda, Barcelona, España. Hace falta un aislador, Piramidón Centro de Arte Contemporá- neo. Barcelona, España. Art wynwood. Miami, Florida, Estados Unidos. Art Palm Beach. Palm Beach, Florida, Estados Unidos. XIX Iberoamerican Art Fair. Caracas, Venezuela. Art Miami. Miami, Florida, Estados Unidos.
XIX Iberoamerican Art Fair. Caracas, Venezuela. 2010 Art Miami. Miami, Florida, Estados Unidos. ArtBO. Bogotá, Colombia. XIX Iberoamerican Art Fair. Caracas, Venezuela. Arteamericas. Miami, Florida, Estados Unidos. 2009 Art Miami. Miami, Florida, Estados Unidos. Arteamericas. Miami, Florida, Estados Unidos. Circa. San Juan, Puerto Rico, Estados Unidos. Art Chicago. Chicago, Illinois, Estados Unidos. XVIII Iberoamerican Art Fair. Caracas, Venezuela. 2008 Arteamericas. Miami, Florida, Estados Unidos. XVII Iberoamerican Art Fair. Caracas, Venezuela. Art Miami. Miami, Florida, Estados Unidos. 2007 Art Miami. Miami, Florida, Estados Unidos. Arteamericas. Miami, Florida, Estados Unidos. Balelatina. Basel, Suiza. XVI Iberoamerican Art Fair. Caracas, Venezuela. 2006 Art Miami. Miami, Florida, Estados Unidos. Arteamericas. Miami, Florida, Estados Unidos. XV Iberoamerican Art Fair. Caracas, Venezuela. ArtBO. Bogotá, Colombia. Sofia Gaspar Galerie. Wear it or Display it. Hong Kong, China. 4th Biennial of Europe Architecture. School of Catalunya. Architects. Barcelona, España. 2005 Art Miami. Miami, Florida, Estados Unidos. Exposición Itinerante “Rostros”. El retrato en el umbral del siglo XXI (Traveling show "Faces". The portrait on the threshold of the 21st century). Centro Cultural Caixanova. Vigo, España. Church of Santiago de Compostela University. Santiago de Compostela, España. Room of Expositions Caixanova de Ourense. Ourense, España. Pabellón de mixto Ciudadela. Pamplona, España. Arteamericas. Miami, Florida, Estados Unidos. Chicago Contemporary & Classic. Chicago, Illinois, Estados Unidos. XIV Iberoamerican Art Fair. Caracas, Venezuela. AAF Contemporary Art Fair. New York, New York, Estados Unidos.
2004 Art Miami. Miami, Florida, Estados Unidos. Toronto International Art Fair. Toronto, Canadá. 2003 Art Miami. Miami, Florida, Estados Unidos. San Francisco International Art Fair. San Francisco, California, Estados Unidos. Art Chicago. Chicago, Illinois, Estados Unidos. 2002 Art Miami. Miami, Florida, Estados Unidos. Galería Diners. Bogotá, Colombia. IV Fundació Codespa Group Show. Galería Senda. Barcelona, España. “6” End of the Quarter Season. Galería Segovia Isaacs. Barcelona, España. Galerie Martini. Hong Kong, China. 2001 "Confluences" 10 years of the Gallery. Galería Fernando Latorre. Zaragoza, España. Toronto International Art Fair. Toronto, Canadá. 2000 “4” End of the Quarter Season. Galeria Segovia Isaacs. Barcelona, España. Art a L’Hotel Valencia. Galeria Fernando Latorre. Zaragoza, España. 1999 Galerie Martini. Hong Kong, China. 1998 Galería Fernando Latorre. Zaragoza, España. 1997 “1” End of the Quarter Season. Galeria Segovia Isaacs. Barcelona, España. 1996 Testimoni Collection. Fundación La Caixa. Palma de Mallorca, España. Kunstari Amsterdam. Center of Contemporary Art Piramidón. Barcelona, España. 1995 Prado. Gallery 7. Hong Kong, China. 10 anys. Àmbit Galeria d´Art. Barcelona, España. Sala Parés. Barcelona, España. 1993 Popayán Museum of Modern Art. Popayán, Colombia. Sala Parés. Barcelona, España. 1992 Arco. Galería Antonio de Barnola. Madrid, España. 1990 Cinc d’ara. Àmbit Galeria d’Art. Barcelona, España. 1988 Joves Conceptes Estètics. Galería Expoart. Girona, España. 1986 Galería Casa Negret. Bogotá, Colombia. 1984 Ein Hod. Artist Village. Israel. 1983 Fundación Alzate Avendaño. Bogotá, Colombia. 1980 Galería Casa Negret. Bogotá, Colombia. 59 Salón de Arte Piloto. UPC. Bogotá, Colombia.
Listado de obras
Pág. 20 a 22.
Pág. 32, 33.
De la serie Impronte
De la serie De la ausencia
2012 / 2016. 100 x 140 cm. Serie: 3 + p/a.
2015. 118 x 168 cm. Serie: 3 + p/a.
Fotografía con cámara de placa sobre papel Tintoretto Ceylón virado. Proceso manual.
Fotografía con cámara de placa sobre papel Tintoretto Ceylón virado. Proceso manual.
Pág. 24, 25.
Pág. 34, 35.
De la serie Album de Chiara
De la serie De la ausencia II
2013. 50x 70 cm. Serie: 3 + p/a. Vitrina.
2013. 100 x 70 cm. Serie: 3 + p/a.
Inyección sobre PVC y Metacril.
Fotografía a partir de ambrotipo. Inyección sobre papel Hahnemuhle fine art paper.
Pág. 26, 27. De la serie Papeles de Milano
Pág. 36, 37.
2014. 140 x 100cm. Serie: 3 + p/a.
De la serie Herbarius
Fotografía con cámara de placa y scanner, sobre papel Tintoretto Ceylón. Virado. Proceso manual.
2013. 70 x 100 cm. Serie: 3 + p/a.
Pág. 28, 29. De la serie En magia 2015. 140 x 100 cm. Serie: 3 + p/a. Fotografía con cámara de placa sobre papel Tintoretto Ceylón virado. Proceso manual. Pág. 30, 31. De la serie Impronte 2013. 100 x 75 cm. Serie: 3 + p/a. Fotografía a partir de placa seca y scanner. Inyección sobre papel Hahnemuhle Baryta paper.
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Fotografía a partir de placa seca y scanner. Inyección sobre papel Hahnemuhle fine art paper. Pág. 38, 39. De la serie En el espejo 2015. 195 x 138 cm. Serie: 3 + p/a. Fotografía con cámara oscura s/papel Tintoretto Ceylón virado. Proceso manual. Pág. 40, 41. De la serie Origami portraits 2015 / 2016. 140 x 100 cm. Serie: 3 + p/a. Fotografía con cámara de placa sobre papel Tintoretto Ceylón virado. Proceso manual.
Pág. 42, 43.
Pág. 50, 51.
De la serie Guardami
De la serie Guardami II
2012 / 2013. 140 x 100 cm. Serie: 3 + p/a.
2015. 250 x 200 cm. Serie: 3 + p/a.
Fotografía con cámara de placa sobre papel Tintoretto Ceylón virado. Proceso manual.
Fotografía con cámara de placa sobre papel Tintoretto Ceylón virado. Proceso manual.
Pág. 44, 45.
Pág. 52, 53.
De la serie Mercè i la llum
De la serie Piel de papel
2015. 140 x 100 cm. Serie: 3 + p/a.
2015. 140 x 158 cm. Serie: 3 + p/a.
Fotografía con cámara de placa sobre papel Tintoretto Ceylón virado. Proceso manual.
Técnica.: Fotografía con cámara de placa sobre papel Tintoretto Ceylón virado. Proceso manual.
Pág. 46, 47.
Pág. 54, 55.
De la serie Origami portraits
De la serie Retrato de Bautista
2015 / 2016. 140 x 100 cm. Serie: 3 + p/a.
2014 / 2015. 140 x 195 cm. Serie: 3 + p/a.
Fotografía con cámara de placa sobre papel Tintoretto Ceylón virado. Proceso manual.
Fotografía con cámara de placa sobre papel Tintoretto Ceylón virado. Proceso manual.
Pág. 48.
Pág. 56, 57.
De la serie Retrato cifrado
De la serie Map faciem
2016. 146 x 146 cm. Serie: 3 + p/a.
2015. 250 x 200cm. Serie: 3 + p/a.
Fotografía con cámara de placa sobre papel Tintoretto Ceylón virado. Proceso manual.
Fotografía con cámara de placa sobre papel Tintoretto Ceylón virado. Proceso manual.
Pág. 49. De la serie Origami portraits 2015 / 2016. 140 x 100 cm. Serie: 3 + p/a. Fotografía con cámara de placa sobre papel Tintoretto Ceylón virado. Proceso manual.
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Créditos y agradecimientos de la exposición
Patricio Reig. Map faciem. Exposición celebrada en el mes de julio de 2016, en el Museo Provincial de Bellas Artes Franklin Rawson. Agradecimientos
Related Group, Miami FoLa Fototeca latinoamericana, Buenos Aires Piramidon Centre D’Art contemporani de Barcelona Quo Artis, Art and Science Foundation, Barcelona Niki Bosch Jorge M.Perez Gaston Deleau Hernan Giagante Jorge Mara Lorenza Pambianco Merce Vila Abel Alexander Axel Alexander Oriol Llaurado
Museo Provincial de Bellas Artes Franklin Rawson Dirección Virginia Agote | Producción Natalia Segurado | Educación María Elena Mariel / Natalia Quiroga | Patrimonio e Investigación Emanuel Díaz Ruiz / Berny Garay Pringles | Registro y Comunicación Ina Estevez | Asistencia de dirección y Prensa Melisa Gil | Diseño Editorial y Gráfico Ana Giménez / Mercedes Cardozo | Administración Carmen Pereyra | Conservación Guillermo Guevara / Facundo González | Montaje Daniel Orellano / Ariel Aballay / Leonardo Arias / Néstor Sánchez | Biblioteca Cintia Fernández / Graciela Calvo | Tienda Daniel Corzo | Orientadores de sala y Guías oel Salinas / Gabriela Pinto / Romina Díaz / Belén Ramirez / Fernanda García / Alicia Deymie / Rodrigo Saá / Inés Sandez / Emilse Fernandez / Melisa Rojas / Florencia Suárez / Celia Araya / Carolina Illanes / Carlos González / Silvinas Rivas / Miriam Vega / Dina Pizzoglio / Melina Quiroga | Jefe de Mantenimiento Gerardo De los Ríos
MUSEO PROVINCIAL DE BELLAS ARTES FRANKLIN RAWSON Av. Libertador Gral. San Martín 862 oeste | San Juan | Argentina | +54 (264) 420 0598 | 420 0470 | contacto@museofranklinrawson.org | www.museofranklinrawson.org Museo Franklin Rawson museo_franklin_rawson 63