Mario Pérez. Nuevas claves para lo real maravilloso.

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Mario PĂŠrez

nuevas claves para lo real maravilloso


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La Familia del Topo Aldero carb贸n sobre tela, 170 x 150 cm, 1993 4


Indice 5 MARIO PÉREZ, nuevas claves para lo real maravilloso Prof. Virginia Agote

Directora Museo Provincial de Bellas Artes Franklin Rawson

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Lo espiritual en la pintura de Mario Pérez

Eduardo Peñafort

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Mario Pérez: un puro de corazón

Rafael Squirru

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Ensayos para una imagen latinoamericana

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Construyendo relatos de identidad

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Reconfigurando el espacio

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Créditos Agradecimientos

* Los textos tienen copyright de los autores. Ninguna parte de los textos puede ser reproducido en ningún medio sin la autorización del Museo Provincial de Bellas Artes Franklin Rawson o los autores. 3


Aquellos A帽os de Rosa Bombom 贸leo sobre lienzo, 120 x 150 cm, 1992 4


MARIO PÉREZ nuevas claves para lo real maravilloso “¿Pero qué es la historia de América toda sino una crónica de lo real-maravilloso?” Alejo Carpentier, prólogo a El reino de este mundo (1949)

Cuando Alejo Carpentier escribía sobre lo real maravilloso de nuestra América, mencionaba que la magia de nuestras tierras sólo podrían trasladarse al campo del arte a condición de que el artista creyera firmemente en que la realidad está cruzada por el mito, la extrañeza frente a lo normal, la relación fluida con lo sobrenatural, el tiempo cíclico y los espacios irreales como parte nuestra experiencia cotidiana. El desarrollo de este camino que mixtura la maravilla presentida y la realidad percibida no fue una tarea fácil ni breve. Desde sus épocas de estudiante sin embargo, es posible encontrar en las búsquedas del artista una constante preocupación por la expresividad emocional no sólo de las figuras y personajes, sino del espacio que los contiene. Esta cualidad expresiva del espacio irá ganando terreno en la medida en que los personajes tienden a empequeñecer o confundirse con su entorno, al punto de alcanzar en determinados momentos una única calidad textural y pictórica que los funde en la misma luz, la misma atmósfera, la misma idea. La construcción del espacio también es laboriosa, y se puede constatar en algunos trabajos tempranos exhibidos acá, la exploración en esquemas compositivos que abrevan en ciertas determinaciones cubistas, sin perder de vista algunas citas a expresionistas históricos. Las paletas superan esa etapa experimental, para adquirir tonalidades que a veces citan o sugieren

el paisaje local, pero que se van modulando hasta convertirse en el principal sustento de la imagen: tono y figura terminan por fundirse, y el dibujo establece una frontera leve entre atmósferas abstractas y sus habitantes. Lentamente, Mario Pérez ha logrado materializar las imágenes y el oficio que persigue desde su infancia. Su reconocimiento local, regional e internacional así lo confirman. Visiones, memorias, grupos de familia que permanecen inmunes encerrados en su tiempo cíclico, trenes que atraviesan el azul de un recuerdo apenas perdido, distancias entre el paisaje y nuestra mirada como sólo pueden construirse en Latinoamérica, mitos contados en voz baja alrededor de una fogata que ilumina ancestralmente. Nuestro Museo continúa consolidando las relaciones posibles entre los artistas de San Juan y de otras regiones del país y del mundo. En ese sentido, esta exposición, su montaje y decisiones curatoriales intentan acentuar en la compleja trama del arte contemporáneo, las interpretaciones e indagaciones de un público cada vez más participativo, reflexivo y exigente.

Prof. Virginia Agote Directora Museo Provincial de Bellas Artes Franklin Rawson

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Lo espiritual en la pintura de Mario Pérez “… hay un nuevo cambio que primero se produjo en mí, cambió mi forma de mirar, de sentir de tomar conciencia de lo finito, de lo rápido del existir, de lo vulnerable, entré en temas más espirituales obras más minimalistas, espaciales …” Mario Pérez

A través de las palabras del epígrafe, Mario Pérez invita a mirar el minimalismo y la espacialidad en sus últimas obras, puesto que los considera como signos de la radicalización en su estilo de la espiritualidad. Una categoría tan densa y ambigua como la mencionada requiere de una definición operativa; con Susan Sontag se entiende por espiritualidad al conjunto de conductas encaminadas a resolver las contradicciones estructurales inherentes a la situación humana, a la consumación de la conciencia humana, a la trascendencia. En las obras permanecen incólumes tanto el trabajo de la mano -la textura como efecto de vibraciones infinitesimales que provocan pequeñas e inestables percepciones-, como el saber del ojo -un mundo cifrado por el punto de vista muy alto, las visiones panorámicas, las figuras humanas como seres de acción y pasión, la historia inmersa en paisajes gigantescos, la transparencia en la proximidad y lejanía (la luz del viento Zonda), las estrellas (enumeración certera realizada por Nanu Zalazar a propósito de la muestra en la Cripta de la Catedral de La Plata)-. Por ello corresponde encontrar las claves de la espiritualidad en la organización de la obra. La antigua Retórica distinguía la materia oratoria -en la obra de Pérez nos encontramos con los problemas suscitados por el absoluto-, de la organización del discurso -y entendemos que una pintura es un tipo singular del mismo-. La operación mencionada en último término se denominaba inventio, cuya función consiste en extraer elementos de la interioridad del artista -el magma de ideas, emociones, visiones y recuerdos-, mediante evocaciones y rechazos, para construir un cosmos que finalmente provoca el efecto de referencia de las figuras, alegorías y relatos. Considerar la invención, permite realizar un giro dentro del dilema acerca de la manualidad o visualidad de la pintura. En las narraciones de Pérez prosigue la revelación del San Juan vivido, la rémora de la infancia, los episodios de los márgenes subsumidos en una totalidad y la homogeneidad de la textura; sin embargo las telas se despojan de personajes. Las ausencias de figuras humanas permite reconocer y aprender algo sobre la historia del artista, en la medida que los relatos se vuelven indeterminados

y abandonan la escena, queda al desnudo la subjetividad azorada en el momento de constituirse frente a lo absoluto. Las últimas obras no arrojan al vacío, la fluencia de indicios interpela al autor desde un lugar en el que la identidad se entrama con los otros y lo Otro. Los significantes de Pérez se remiten a asuntos de la vida cotidiana -la denominada pintura de género- cuya genealogía hunde las raíces en la pintura egipcia del Antiguo Imperio y en la inscripción de la Providencia que se advierte en los temas triviales que se descubren en los libros miniados. La ternura, el humor, la alegría, la decepción son comprendidas desde una totalidad en la que el azar y los conjuros se confrontan en una justa interminable. A diferencia de la tradición secular posterior a la pintura holandesa del siglo XVI, las escenas de Mario Pérez acontecen en un cosmos en el que se distribuyen espacios de vivos, muertos, seres corpóreos e incorpóreos, el movimiento celeste y la geografía. En las últimas obras, las obras develan las fuerzas que mantienen inmóviles a las escenas, antes que la experiencia vivida del movimiento. El océano real o imaginado (deseado/temido) es más que un recuerdo -es el origen-, las constelaciones están habitadas, la curvatura de cielo y la tierra prefiguran la eternidad. La ausencia de personajes extraña los parajes y crea nuevos objetos, es relato pero se distancia de lo inmediato. Los fondos, las bases no poseen equivalencia ontológica con la vida reflejada. La función referencial no desaparece, pero permite encontrar el sentido en otro plano: la autonomía del atisbo del infinito. Kant propuso utilizar la categoría de lo sublime para la experiencia de lo infinito, mucho más próximo a nosotros Deleuze -un autor que ha estado muy presente en esta lectura- plantea la función del abismo en el arte: “De cierta manera, una pintura que no comprende su propio abismo, que no comprende un Abismo, que no pasa por un abismo, que no instaura sobre la tela un abismo, no es una pintura”. En esta muestra, Mario Pérez testimonia como se aproxima a los abismos del absoluto, posición que arroja luces sobre sus búsquedas anteriores, el lenguaje alcanzado y la pintura deseada. Eduardo Peñafort

Personaje I óleo sobre lienzo, 150 x 180 cm, 1994

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Mario Pérez

un puro de corazón

Considero una gentileza de Ignacio Gutiérrez Zaldívar pedirme que añada unas palabras al prestigio universal del que goza Mario Pérez. No es casual que en plena madurez Mario nos brinde recuerdos de nuestra propia inocencia: Al menos que nos volvamos como niños, no entraremos en el reino de los cielos. Una suerte de baño termal, capaz de curar cualquier dolor de la índole que fuese, el contemplar la obra de este artista. Dice Edgar Lee Masters: la inmortalidad no es un don; es un logro, y solamente aquellos que se esfuerzan la poseerán. Inmortalidad en el más allá y, lo que me nace afirmar, también en el más acá.

Rafael Squirru

Sin Título óleo sobre madera, 47 x 35 cm 9


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Ensayos para una imagen

latinoamericana

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Carrera de bici 贸leo sobre tela, 150 x 180 cm, 1993 16

La Batalla

carb贸n sobre tela, 170 x 150 cm, 1994


Construyendo relatos de identidad

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Carrera de pollos 贸leo sobre tela, 150 x 180 cm, 1994 18


Las ocurrencias de Do帽a Pola (de la serie Las Orantes) 贸leo sobre tela, 150 x 170 cm, 1993 19


Milenium 20

carb贸n sobre tela, 190 x 170 cm, 1999


Fin de Vendimia carb贸n sobre tela, 170 x 150 cm, 1993

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Las Orantes 贸leo sobre tela, 180 x 160 cm, 1992 22


La Toti 贸leo sobre tela, 120 x 150 cm, 1993

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Todo barro 贸leo sobre tela, 190 x 160 cm, 1993 24


Fin de Vendimia 贸leo sobre tela, 170 x 150 cm, 1993

De la serie de los Orantes 贸leo sobre tela, 120 x 150 cm, 1992 25


Sin Título acuarela sobre papel, 50 x 70 cm, 1992

Estudio / Boceto para pintura lápìz sobre madera, 35 x 47 cm 26


Sin TĂ­tulo acuarela sobre papel, 64 x 48 cm, 1992

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Viejas 贸leo sobre tela, 150 x 180 cm, 1996 28

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Con p谩jaros en la cabeza 贸leo sobre tela, 180 x 150 cm, 1996


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Esperando un sue帽o 贸leo sobre tela, 133 x 150 cm, 2008 30

Inmigrantes 贸leo sobre tela, 150 x 120 cm, 2013


Reconfigurando el espacio

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Serie Interiores I 贸leo sobre tela, 151 x 121 cm, 2011 32

Fogata de San Juan

贸leo sobre tela, 180 x 150 cm, 2007


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Arca 贸leo sobre tela, 122 x 100 cm, 2004 34


Sin T铆tulo 贸leo sobre tela, 180 x 150 cm 35


Gom贸n 贸leo sobre tela, 150 x 100 cm, 2011 36


Esperando un sue単o oleo sobre tela, 200 x 200 cm, 2013 37


MARIO PÉREZ Biografía Cronológica

Autorretrato óleo sobre madera, 50 x 40 cm, 1976

1960 Nace el 14 de agosto en San Juan. Su padre, pintor de “brocha gorda” quería que Mario fuese ingeniero. Pero finalmente prevaleció su verdadera vocación y realizó el Profesorado de Artes Plásticas en la Universidad Nacional de San Juan.

1988 Comienza con sus exposiciones en San Juan, Buenos Aires y otras provincias.

1992 Recibe premios en los salones de La Plata, Santa Fe, Jujuy, Mendoza y Córdoba.

1993 Recibe el Primer Premio en el XXXIII Salón de Tucumán y Mención de Honor en el Salón de Arte Sacro, Tandil.

1996 Realiza su primera exposición individual en New York y una importante retrospectiva en el Palais de Glace, de Buenos Aires. Se desempeña como Jefe de Sección Restauración de Monumentos Históricos en su provincia natal. 38


1999 Recibe el Primer Premio en el LXXXVIII Salón Nacional de Pintura, Buenos Aires y en el LXXVII Salón Nacional de Santa Fe.

2000 Muestra consagratoria en el Museo Nacional de Bellas Artes, Buenos Aires.

2001 Participa en la exposición “Painted Worlds: Argentina” en el Museo de Arte Latinoamericano, Long Beach, California, y el año siguiente en el Museo de Arte de North Dakota.

2003 Recibe la Beca Fundación Pollock – Krasner, Estados Unidos.

2004 Expone en forma individual en las Salas Nacionales de Cultura, Palais de Glace, Buenos Aires.

2008 Realiza su primera muestra individual en Zurbarán, Buenos Aires, en el mes de septiembre.

2010 Exposición individual en Zurbarán, Buenos Aires, en el mes de abril.

2011 Retrospectiva en Fundación Catedral de La Plata, Provincia de Buenos Aires, julio - septiembre. Exposición “Coincidencias”, junto con Claudio Gallina, en Zurbarán, en el mes de noviembre.

2012 Exposición individual en Zurbarán, Buenos Aires, septiembre - octubre.

2013 Exposición individual en el Museo Provincial de Bellas Artes Franklin Rawson, septiembre - octubre. 39


Créditos Exposición Curaduría Virginia Agote Coordinación de producción Berny Garay Pringles Diseño de montaje Virginia Agote Berny Garay Pringles

Catálogo Diseño Gráfico Ana Giménez Producción de Contenido Virginia Agote Eduardo Peñafort Rafael Squirru Créditos fotográficos Ina Estévez Impresión Imprenta 2.0

Agradecimientos Eduardo Peñafort, Ignacio Gutierrez Zaldívar, Analia Quevedo Mendoza, Escribanía Fagale, Del Bono Park Hotel.

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