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Humanización y desescalamiento

to” o “sometimiento” a la justicia, a cambio de lo que podríamos denominar un “tratamiento penal benigno”, incluida la posibilidad de la no extradición; 5) poner la estrategia del diálogo como central en el manejo y la resolución de la conflictividad social, y 6) una nueva política internacional de relaciones amistosas con todos los países, en especial con los de la región latinoamericana.

Un proceder que implica, además, una articulación de la Paz Total con la Política de Seguridad y Defensa, basada ahora en el concepto de Seguridad Humana, que significa poner en el centro de la administración nacional la garantía de la vida de los seres humanos y el goce pleno de sus derechos, e implementa, para que así sea, políticas sociales que apunten a disminuir los graves desequilibrios sociales.

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Humanización y desescalamiento

El abandono de los Acuerdos de Paz de La Habana por parte del gobierno anterior tuvo un impacto sensible en la seguridad y, en algunas zonas, el vacío de poder que dejó la exguerrilla de las FARC-EP significó un recrudecimiento de la violencia. El número de masacres se disparó entre el 2018 y el 2020 en un 175 %, de acuerdo con un informe multipartidista que un grupo de senadores presentó al Congreso en el 2021.

En determinados departamentos, como Antioquia, Cauca, Nariño, Valle del Cauca y cerca de la frontera con Venezuela, en la zona del Catatumbo, las cifras de violencia son alarmantes. En marzo del 2022, la representante de la alta comisionada para los derechos humanos, Juliette de Riveros, advirtió que el país había vuelto a las cifras del 2014, es decir, a la situación anterior a la firma del Acuerdo Final de Paz.

La situación de violencia requiere cuanto antes, mientras se logre un acuerdo definitivo de desmovilización o sometimiento a la justicia, reducir la violencia y proteger a la población civil, lo que demanda la aplicación inmediata del derecho internacional humanitario, al compás de los compromisos que se ratificaron a mediados de los noventa, relativos a los Convenios de Ginebra y el Protocolo Adicional de 1977 para conflictos armados no internacionales, sobre la protección de civiles.

En paralelo, urgen medidas para proteger a la población, reducir el fenómeno del desplazamiento y atajar el recrudecimiento de la violencia, de acuerdo con parámetros humanitarios. Un caso emblemático que contribuye a este propósito son las mesas humanitarias implementadas en los últimos años en estos

Fotografía por: Víctor de Currea-Lugo

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