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Quince iniciativas estructurantes para una cultura de paz

actividad permanente y práctica a la que se debe vincular a los padres, a los maestros y, sobre todo, a los adultos, quienes son los responsables de sembrar valores en los niños desde su primera infancia.

Con la prolongación del conflicto se han pervertido valores que tuvimos, otros han sido sustituidos por nuevos “falsos valores” que nos llevan a conductas de tolerancia con la ilicitud, como la apatía frente a lo que ocurre a nuestro alrededor, e incluso la empatía con la violencia como respuesta frente a otras formas de violencia o como reacción frente a la desatención institucional del Estado.

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Está visto que todo lo aprendido se puede desaprender. De eso se ocupa la cultura de paz, de desmontar estructuras culturales que estimulan la violencia, para generar nuevas o fortalecer las estructuras que hagan posible la paz, la convivencia pacífica, el valor de los derechos humanos y la vida en condiciones de respeto a los derechos y a la dignidad humana de personas y comunidades.

Los medios de comunicación cumplen un papel fundamental en el desarrollo de la cultura de paz, porque pueden llegar a los más diversos lugares y a la totalidad de la población de manera rápida e inmediata. Sin embargo, es necesario advertir que los medios de comunicación públicos y privados deben disponerse a desarrollar no solo metodologías mediante campañas, sino también que en sus contenidos y en la divulgación de los mismos se proscriba el culto a la violencia, porque se trata de desaprenderla. Está visto, como ya lo hemos dicho, que el ser humano no nace violento, sino que esa propensión a la violencia es adquirida, es aprendida, es un fenómeno cultural, y de la misma manera como se aprende la violencia o a actuar con violencia, se la puede y se la debe desaprender.

También está visto que la cultura de paz se desarrolla de manera principal por medio de metodologías pedagógicas, es decir, debemos construir un discurso pedagógico de la no violencia para incorporarlo en la educación formal y no formal, en todos los niveles, con el propósito de que podamos sembrar valores y conocimientos, promover virtudes y saberes que se transformen en conductas y actitudes pacíficas, y, sobre todo, para el trámite no violento de las contradicciones y de los conflictos sociales.

Quince iniciativas estructurantes para una cultura de paz

A continuación, proponemos una lista básica de actividades y decisiones que pueden ser asumidas y tomadas por la institucionalidad y la sociedad, las cuales estimamos útiles para estructurar una estrategia permanente de cultura de paz:

1. Crear la Universidad de la Paz, con sedes en los territorios del conflicto, con pertinencia y vocación territorial.

2. Incorporar la Cátedra de la Paz a los pénsums académicos de la educación primaria, secundaria y universitaria (esta es la iniciativa para generar ambientes más pacíficos desde las aulas de Colombia. Se establece la Cátedra de la Paz como de obligatorio cumplimiento en todas las instituciones educativas del país, según el Decreto 1038, que reglamenta la Ley 1732:

“todas las instituciones educativas deberán incluir en sus planes de estudio la materia de Cátedra de La Paz antes del 31 de diciembre de 2015”).

3. Incorporar la educación en valores a la educación formal en todos los niveles.

4. Divulgar el Informe Final de la Comisión de la Verdad en ámbitos educativos, asociativos y comunitarios.

5. Ofrecer educación formal y no formal, con gratuidad, en resolución pacífica de conflictos, derechos humanos, derecho internacional humanitario, democracia, paces y no violencia.

6. Reformar la ley de medios para introducir mayores controles a la divulgación de contenidos audiovisuales violentos.

7. Divulgar y ejercer acción pedagógica sobre el Acuerdo del Teatro Colón y las paces en la historia colombiana.

8. Crear la cátedra “Historia de las paces en Colombia”, para la educación secundaria y universitaria.

9. Divulgar la política pública y los desarrollos de la Paz Total.

10. Generar espacios de encuentro y reconciliación de excombatientes con víctimas y comunidades impactadas por las violencias.

11. Estudiar y divulgar experiencias internacionales de reconciliación y cultura de paz.

12. Crear casas de paz y reconciliación en las cabeceras municipales de los territorios del conflicto.

13. Construir casas y museos de la memoria y reivindicación de las víctimas.

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