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La Paz Total es como un árbol

y ellos, llevándoles lo mejor que tiene el país, a fin de derramar sus bondades en igualdad de condiciones para todos.

Se equivoca quien piense que la fortaleza de un Estado está en su aparato militar. Está en las garantías que la institucionalidad dé al cumplimiento de los deberes y de los derechos de todos los ciudadanos, sin exclusiones. En especial, a aquellos derechos humanos y civiles que también son conocidos como los derechos fundamentales, para hacer de la vida humana una vida con dignidad, sembrada de bienestar y signada por el buen vivir.

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Un Estado fuerte es el que está con el ciudadano y sus derechos; el que está pronto a proteger y posibilitar que acceda, cada vez más, a mayores niveles de bienestar; el que está en el territorio en las formas de educación, salud, vivienda y servicios básicos; el que posibilita que el ciudadano trabajador tenga empleo digno con paga justa; el que está junto al ciudadano para defenderlo frente a quien limita sus derechos, coarta sus libertades o constriñe su voluntad; el que está junto a la sociedad para defenderla de todo tipo de agresiones o de amenazas contra la seguridad y la vida. En fin, es el que está al servicio del ciudadano en todo tiempo y lugar, de manera integral.

La Paz Total es como un árbol

La metáfora del árbol es aplicable a la Paz Total, en la que las ramas podemos asemejarlas con los cinco componentes, como son los acuerdos de paz pactados con todas las partes del conflicto y actores de la violencia criminal organizada, con la implementación del Acuerdo Final de Paz con las FARC-EP y con los diálogos sociales territoriales vinculantes; el tronco lo equiparamos con el cumplimiento de las partes en todos los acuerdos, así como con la implementación, y las raíces las comparamos con la cultura de paz.

Al igual que el árbol, la parte más visible son las ramas. En la Paz Total lo más visible y publicitado son los procesos de negociación y los acuerdos de paz alcanzados; la robustez o delgadez del tronco nos dará una idea del cumplimiento y la implementación, mientras que las raíces que sostienen toda la estructura y el peso no son visibles, porque están bajo tierra, del mismo modo que la cultura de paz está sembrada en la sociedad como un intangible que se siente y se percibe, pero no se ve materialmente.

De este modo, sabemos que existen la cultura de paz y las raíces, que están allí cumpliendo su función, en ambos casos, sosteniendo erguidas y firmes la estructura visible: los acuerdos y la implementación.

EL ÁRBOL DE LA PAZ TOTAL

Dialogos judicial y social para el sometimiento de organizaciones criminales

Diálogos con disidencias y resurgencias para el reconocimiento de los acuerdos de paz y acatamiento de la ley

Diálogos de paz y acuerdo de fin del conflicto con ELN

Implementación del Acuerdo del Teatro Colón

Diálogos sociales territoriales vinculantes

Implementación Integral de todos los acuerdos

CULTURA DE PAZ

Fuente: elaboración propia.

Finalmente, el académico y fundador de la Escola de Cultura de Pau, de la Universitat Autónoma de Barcelona, Vicenç Fisas Armengol, en su libro Alternativas de defensa y cultura de paz, a manera de colofón plantea unas “rutas para una Cultura de Paz” en los siguientes términos:

El desarrollo de una cultura de paz que sustituya a la cultura de la violencia es un proceso que requerirá varias generaciones. Esa perspectiva a largo plazo, que inquieta y desanima a los más jóvenes y a quienes querrían ver resultados de un día para otro, es, sin embargo, consustancial e inevitable a cualquier cambio cultural, pues se necesita tiempo para conocer y respetar otras formas de pensar y de vivir, tolerar sociedades multiculturales, cambiar algunos hábitos individuales y alterar comportamientos políticos que hasta ahora han legitimado con facilidad el uso de la fuerza. Es esa búsqueda de valores compartidos y en esa práctica de la solidaridad, las rutas que hemos trazado de desarme, desmilitarización, educación y regulación de

los conflictos, desarrollo humano, ecología, mundialismo y derechos humanos, son caminos paralelos que nos conducirán a sociedades más justas y menos violentas, esto es, con más paz. Cuantas más personas anden por esas rutas, menos oportunidades daremos a las guerras. (Fisas, 1994)

Referencias

Jiménez, F. (2009). Saber pacífico: La paz neutra. Universidad Técnica Particular de Loja.

Fisas, V. (1994). Alternativas de defensa y cultura de paz. Fundamentos.

Ocampo, S. (10 octubre de 2022). Un quinto pilar para la paz total. El Espectador. https://www.elespectador.com/opinion/columnistas/sergio-ocampomadrid/un-quinto-pilar-para-la-paz-total/

Barbeito, C. (2014). Cultura de paz en el municipio. https://escolapau.uab.cat/ cultura-de-paz-en-el-municipio/

Publicaciones de Carlos Arturo Velandia Jagua

Felipe Torres: la palabra sin rejas, 2004; Costos y efectos de la guerra en Colombia, 2011; La paz es ahora, carajo, 2014; La paz posible entre la ilusión y la incertidumbre, 2020; Desatar un nudo ciego, 2020; La paz en un trino, 2021; Todas las paces, 2021; Mi contribución a la verdad del conflicto, 2021; El día que conocí a Fidel, 2022; El ELN desde mi ventana, 2022.

Estos libros son descargables gratuitamente en el siguiente enlace: https:// abcpaz.com/?page_id=526

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