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Qué sabemos?

que caracterizó la confrontación entre el ELN y las fuerzas de la disidencia de las FARC-EP en Arauca. Hoy, el arreglo de convivencia entre el Frente 33 y el ELN en el Catatumbo tiene fisuras que pueden desembocar en un escenario sangriento1. Asimismo, el aviso de ingreso de la columna Jaime Martínez al Macizo colombiano anuncia un nuevo escenario de confrontación (Radio 104 AM, 2021).

El conocimiento detallado de las economías ilegales y sus poderosos portafolios, con sus fuertes impactos en las áreas locales, son indispensables para un eventual diálogo con los grupos armados que las controlan, con una priorización de los territorios como los sujetos principales de la paz.

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La economía ilegal de las drogas: relevos, recomposiciones y afianzamientos. ¿Qué sabemos?

El narcotráfico, sin la participación del Estado para dar protección y viabilizar su estructura productiva y de comercio no es factible ni sostenible. La corrupción en Colombia, que presenta un estancamiento en diferentes mediciones sobre su combate a escala mundial (La República, 2022), favorece ese papel y empodera a quienes ocupan lugares estratégicos en el Estado para hacer posible el circuito ilegal. Allí se incluye la compleja estructura de lavado de activos que afecta a diversos niveles socioeconómicos del país. El crecimiento de los mercados internacionales de cocaína ha recreado las estructuras del tráfico que operan por medio de complejas redes transnacionales de tránsito y consumo.

A causa de informaciones erráticas que se reiteran por diferentes medios, el narcotráfico es asociado con las estructuras armadas que también venden protección en diferentes partes de la cadena ilegal, incluida la regulación de mercados de PBC. Del mismo modo, las narrativas que se difunden hoy reducen el fenómeno a “estructuras mexicanas” que “reemplazaron a los colombianos”, generándose una desinformación que contribuye a invisibilizar a las organizaciones criollas y a desconocer el papel activo que tienen en el auge comercial de la cocaína. Todo este entramado organizativo, con un perfil bajo y un accionar silencioso, está por fuera de las cuentas de la Paz Total, y, a su vez, en condiciones de acomodarse a escenarios con bajos usos de la violencia, que es a lo máximo que podría aspirarse, por parte del Gobierno, para este nivel de la cadena de las drogas.

No obstante, existe un proceso complejo, luego del Acuerdo de Paz de La Habana, asociado con el lavado de activos, y se relaciona con el papel que desempeñan los grupos armados de la disidencia de las FARC-EP en zonas protegidas, parques y, en general, áreas ambientalmente estratégicas. Se tra-

ta de la instalación de fincas ganaderas como culminación de los procesos de deforestación y avance hacia la Amazonía. El gobierno Duque desarrolló un modelo represivo espurio (Operación Artemisa) que golpeó (detenciones, judicializaciones) a los jornaleros o a grupos contratados por actores invisibles asociados al narcotráfico para hacer las “tumbas” del bosque, pero que resultó incapaz de desvelar la estructura beneficiaria, o los determinadores de ese complejo proceso, que ha logrado acuerdos con actores armados para garantizar los fines propuestos. Dentro del Área de manejo especial de La Macarena y el Parque de Chiribiquete se presenta un proceso acelerado en esta época del posacuerdo, en la que el Estado ha carecido de herramientas contundentes para una caracterización acertada y el diseño de estrategias razonables y eficaces. En síntesis ¿qué sucede allí? Un investigador de la Amazonía nos precisa una nueva dinámica del conflicto que necesita ser aprehendida con rigor, mucho más cuando se pretende una paz completa:

[…] al igual que en la Reserva Forestal, el territorio ha sido “repartido” no solo entre colonos, campesinos sin tierra y población vulnerable. De hecho, es notoria la presencia de grandes fincas, mucho ganado, mafiosos locales, excombatientes de todo pelambre, ganaderos poderosos y la sombra de políticos regionales, así como el “combo” de los cocales, algunos con fincas afuera y cocal adentro. Entonces, la “repartición de la tierra” tiene otro tipo de socios, de fines y de orientación, que no coincide con la que pudo existir en algunas zonas de estos mismos parques hace treinta años.

El resultado: un proceso acelerado de deforestación, creación de nuevas fincas, carreteras, incremento del hato bovino, cocales, casas, corrales. El caso más importante de este fenómeno es el del Parque Tinigua, donde la concentración de la deforestación durante los últimos dos años ha sido de las más altas de toda la cuenca amazónica, y en 2020 (seguía) siendo de las más altas en la Amazonía colombiana. Grupos de familias de diferentes departamentos del país han llegado a la región y han recibido lotes de entre 80 y 100 hectáreas, ganado al aumento y, en ocasiones, facilidades para adquirir la semilla de coca. Claramente, no tienen los recursos económicos para este proceso, lo cual lleva a preguntarse ¿de dónde provienen? (Botero, 2021)

La regulación de todo este proceso corre por cuenta de las llamadas disidencias de las FARC-EP, que al ser simplificadas al extremo como “narcotraficantes” o simples “criminales”, se obvia el conocimiento de las dinámicas que se abrieron en la época del posacuerdo2. Estas informaciones y primeros análisis configuran una mirada más compleja de esta época y de los desafíos más entreverados y

difíciles para la construcción de una paz muy diferenciada de la época “clásica” de las guerrillas. En todo este proceso, el narcotráfico y las economías ilegales atraviesan no solo la caza de rentas, sino una serie de transformaciones que abarcan territorios complejos en sus nuevas configuraciones.

Es una realidad compleja y cambiante que evidencia cómo la idea reguladora de la Paz Total necesita alimentarse de una mirada mucho más exhaustiva de los nuevos fenómenos de la conflictividad y de uso de la violencia. Una realidad que señala límites a los alcances del importante Acuerdo con las FARC-EP.

De ahí que el tratamiento de los nuevos problemas que prolongan las violencias y los desarreglos represente un reto para innovar las estrategias de seguridad y crear una institucionalidad eficiente para la paz. Exige, asimismo, remover los lugares de confort de conceptos e instrumentos que, de alguna manera, sirvieron para tratar el desafío de las antiguas guerrillas. Tampoco se trata del uso cómodo de categorías binarias que todo lo reducían a ser políticos o ser criminales y actuar en consecuencia: estamos ante un nuevo contexto nacional, regional y local, con muchos matices que necesitan ser revelados

Referencias

Ayala-García, J., Bonet-Morón, J., Pérez-Valbuena, G. J., Heilbron-Fernández, E. J. y Suret-Leguizamón, J. D. (2022). La corrupción en Colombia: un análisis integral. Banco de la República. Economía Regional y Urbana (Documento de trabajo n.º 307). https://repositorio.banrep.gov.co/bitstream/handle/20.500.12134/10302/DTSERU_307.pdf

Botero, R. (2021). La deforestación reciente en la Amazonía colombiana: consideraciones para su análisis. Friedrich Ebert Stiftung.

International Crisis Group. (27 de septiembre de 2022). Atrapados en el conflicto: cómo reformar la estrategia militar para salvar vidas en Colombia. Preguntas frecuentes.

Kant, E. (1985). Crítica de la razón pura. Apéndice a la dialéctica trascendental. El uso regulador de las ideas de la Razón Pura (4ª ed). Alfaguara.

La República. (26 de enero de 2022). Colombia se vuelve a rajar en corrupción según Índice de Transparencia Internacional. https://www.larepublica. co/globoeconomia/colombia-se-vuelve-a-rajar-en-corrupcion-segun-indice-de-transparencia-internacional-3291811

Radio 104 AM. (18 de mayo de 2021). Columna Jaime Martínez con panfletos anunció que hace presencia en Rosas, Timbío y Sotará, Cauca. https://radio1040am.com/2021/05/18/columna-jaime-martinez-con-panfletos-anuncio-que-hace-presencia-en-rosas-timbio-y-sotara-cauca/

Romero Peñuela. N. (23 de septiembre de 2022). Pese a promesas de Petro, continúa erradicación forzada y uso de glifosato. El Espectador. https://www. elespectador.com/colombia-20/conflicto/glifosato-a-pesar-de-orden-de-petro-continuan-las-erradicaciones-forzadas/

Semana. (12 de septiembre de 2022). Una seria preocupación: Sergio Jaramillo advierte problemas en zonas territoriales y carácter político de los grupos criminales en la paz total. Semana. https://www.semana.com/nacion/ articulo/excomisionado-de-paz-sergio-jaramillo-expresa-sus-dudas-sobre-el-plan-de-paz-total-del-gobierno-petro/202254/

Vargas, R. (2022). El narcotráfico, un problema transversal que desafía la paz total. Construir la Paz y Cuidar la Vida. Recomendaciones para el Plan Nacional de Desarrollo 2022-2026. Proyecto Conflicto Violento y Paz. IEPRI-Universidad Nacional de Colombia.

Notas

* Este artículo fue primero publicado en Le Monde Diplomatique, en octubre del 2022, edición 226.

1 Agradezco a Wilfredo Cañizares, de la Fundación Progresar, esta referencia.

2 En esta simplificación extrema ha caído el antiguo Alto Comisionado Para la Paz, Sergio Jaramillo, al criticar los eventuales enfoques de tratamiento político para las disidencias en el marco de la Paz Total.

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