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Capítulo 41 — Italia El salón de los Cullen estaba al completo, todos estábamos sentados alrededor de la gran mesa ovalada y Tonny dormía apaciblemente en mis brazos. Carlisle, como siempre, parecía tranquilo, pero no necesitaba tener el don de Jasper para sentir sus ondas de nerviosismo, que casi parecían crepitar sobre su piel. Estaba segura de que no tenía ni la más remota idea de lo que sucedía, pero que Edward y yo pidiésemos una reunión para votar sobre un tema importante lo inquietaba y mucho. Alice me observaba con el ceño fruncido, seguro que una de sus visiones habría visto lo que quería hacer, o al menos algún vestigio de ello, y al igual que Edward no estaba de acuerdo con mi viaje a Italia. —¿Qué sucede? —la voz contenida de Carlisle me puso nerviosa a mí y el modo en el que frunció los labios tras formular su pregunta no me gustó ni un poquito. Sabía de antemano que Edward era su ojito derecho, después de todo, él fue el primero de sus “hijos” y por mucho que pudiese querer a Esme, ella nunca podría ocupar ese lugar. También sabía que solía ser muy cabal, sin dejarse llevar por los sentimientos elegía la mejor opción por practicidad, no porque eso pudiese parecerle mejor o peor a cualquiera, solo buscaba lo mejor para la familia. Pero eso era en la otra realidad. Como había podido comprobar en mi propia piel, las cosas no eran del todo iguales ahora, por lo que la actitud de Carlisle para con los temas importantes podía haber cambiado también y eso que iba a proponer no era una tontería como discutir mi conversión de humana a vampiro, si viajaba a Italia y descubría que los Vulturi 2
tenían a Nessie como sospechaba, podía ser el inicio de una guerra de la que estaba segura no podríamos salir todos indemnes. —Esta mañana he llegado a una conclusión —Una conclusión estúpida, debo añadir —me interrumpió Edward, al que le dediqué una de mis mejores miradas de odio. —El caso es que —continué como si no le hubiese escuchado—, tras la visita de los rumanos y todo lo que nos han contado, creo que Renesmee está viva y la tienen los Vulturis en Italia. Un silencio tan denso que se podía cortar con un cuchillo se cernió sobre todos nosotros, todas las miradas estaban puestas en mí y en Tonny, que apenas se había movido desde que comencé a hablar. —¿Cómo has llegado a esa conclusión? —preguntó Jasper clavando sus ojos e Edward, por lo que deduje que le estaba pensando en algo para que solo él lo escuchase. Me puse en pie y dejé al niño en brazos de Edward, el pequeño se removió, pero no llegó a despertarse. —Cuando me atacaron los nómadas, los Vulturi estuvieron aquí, Aro pudo leer mis recuerdos y dijo que todo estaba saliendo según lo planeado —comencé a explicando con la atención de todos los presentes puesta en mí—, en ese momento no le di importancia y casi lo olvidé, pero después, si no hubiese sido por su ayuda, James se habría escapado. Escuché un rugido por parte de Emmett y lo silencié con una mirada, debía admitir que eso era verdad, le gustase o no. —Cuando los Rumanos vinieron hace unos meses, nos dijeron lo de la noche de las dos lunas y el viaje en el tiempo, algo que ellos recordaban —continué explicando—. Aro lo planeó y también lo recuerda, hasta yo logré protegerme en mayor parte gracias a mi escudo… por eso recuerdo todo, aunque hasta ahora haya pensado 3
que era solo un sueño. Por todo esto he pensado que es posible que a Nessie también la hayan protegido y esté con ellos allí. Rose y Esme se pusieron en pie y vinieron a mi lado a toda velocidad. —Explica eso —me exigió la rubia. —¿Por qué Aro querría conservar a la niña? —preguntó Jasper de nuevo. —¿Tiene algún otro don que no nos hayas contado? —en ese caso fue Carlisle el que preguntó. —Aro se quedó maravillado con ella cuando la conoció, sus palabras exactas fueron que sería un despilfarro acabar con su vida, que podríamos aprender mucho de ella. —Sin embargo —me interrumpió Edward viendo en mi mente ese recuerdo, cuando Aro decidió que iba a matarnos a todos para “protegernos” de Nessie—, eso lo dijo justo antes de dictar sentencia y querer acabar con nosotros. —Alice logró detener ese ataque y sus planes pudieron haber cambiado —refuté. —Nessie continuaría siendo mestiza, podría seguir siendo una amenaza para Aro, no encuentro ningún tipo de sentido en lo que estás diciendo —extrañamente esa frase fue de Emmett, todos lo miramos sorprendidos porque por un momento haya pensado y actuado con la madurez necesaria para la situación. —Pero intentad pensar como Aro por un momento —decidí que lo mejor para que me entendiesen era ponerse en la piel de un Vulturi —, has cruzado medio mundo para acabar con un clan y quedarte con los mejores dones de él, pero te ha salido mal… ¿te quedarías sin hacer nada?
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—Ha hecho algo, ha dado marcha atrás en el tiempo y pretende volver a atacarnos —me interrumpió Alice. —Edward tiene la teoría de que ellos sabrían que Tonny nacería y que por eso lo han hecho, para tener un don tan poderoso como en el suyo. —No es eso lo que te dije —negó con vehemencia—, dije que podía ser una posibilidad, si tienen un brujo que domina el tiempo, puede también saber cosas de un futuro incierto si se cambian cosas del pasado. —Ese brujo tendría unos dones extraordinarios —Carlisle parecía realmente asustado cuando pensaba en ese hombre. —Pensad que, si ellos conservasen a Nessie y después intentasen llevarse a Tonny, tendrían otro par de hermanos que harían su guardia mucho más invencible —Jasper llegó a la misma conclusión que yo y le sonreí para agradecérselo. —Esto es absurdo, lo que tenemos es que hacer es seguir practicando para luchar en cuanto lleguen, no darles tregua y matarlos en cuanto pongan un pie en nuestras tierras —la voz de Emmett me asustó un poco, estaba tan emocionado ante una posible batalla, que su entusiasmo era casi contagioso. —No vamos a comenzar una guerra —sentenció el cabeza de familia— y mucho menos una de la que estamos seguros que no vamos a ganar. —Los rumanos tienen un ejército —dijo Jasper en voz muy baja— y nosotros tenemos a Tonny. Los cuatro, Edward, Esme, Rose y yo siseamos ante la idea de poner a Tonny en el frente de batalla ante los Vulturis. —Eso no va a suceder nunca —aseguró Esme con voz dura.
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—Pero ¿qué es lo que estamos discutiendo aquí? —alzó la voz Rosalie por primera vez, todos nos quedamos en silencio escuchándola—. Los Vulturis van a venir y vamos a tener que luchar queramos o no, Tonny se quedará en La Push con los lobos, no podemos exponerle de ese modo y los demás iremos todos al campo de batalla a pelear. —Los lobos lucharan con nosotros —anunció Edward, lo que hizo que el miedo se me metiese más en el cuerpo. —Los mayores de La Push no están de acuerdo, pero los lobos son los que deciden —contestó Carlisle a una pregunta que nadie realizó. —Alice —la miré casi desesperada y muerta de miedo—, ¿sabes cuándo vendrán? Ella negó con la cabeza y suspiró. —Solo sé que lo harán, pero no sé cuándo. Eso me dejaba muy poco margen para viajar, pero tenía que ir a Volterra para asegurarme de que Nessie no estaba con los Vulturis. —No vas a ir Italia —sentenció Edward dejando a Tonny en brazos de Rosalie en esta ocasión—, me niego a que te expongas de ese modo. —¿A qué vas a Italia? —preguntó alguien, no recuerdo quien y me importaba más bien poco. —Necesito saber si tienen a Renesmee, solo eso. —¿Y si la tienen volverás a casa con tranquilidad y nos lo contarás? —me preguntó mi marido en tono condescendiente—. Sí, claro, nos lo vamos a creer todos. ¡Es un maldito suicidio! Peor que lo hice yo en tu sueño cuando te creía muerta, al menos yo tenía una razón para hacerlo, lo tuyo es solo una suposición. 6
—Es tu hija, ¡nuestra hija! —exclamé enfadada—. Voy a salvarla y a traerla de vuelta. —¿Crees que vas a poder tu sola con los Vulturis? —fue Emmett el que preguntó en esta ocasión—. Estamos hablando de que todos nosotros contra ellos sería un milagro que sobreviviésemos, ¿y pretendes viajar a Volterra tu sola y salir de allí con vida? —Pero es que… —me quedé sin voz, estaba segura de que de poder llorar lo estaría haciendo—. Es Renesmee… es mi Nessie… —No podemos permitir que vayas a Italia —fue Carlisle el que terminó la discusión con un tono del que no dejaba dular a dudas. Tragué el seco la cantidad de ponzoña que se me había acumulado en la boca y miré a todos los presentes esperando encontrar algún apoyo en ellos, pero todos me miraban del mismo modo, creyendo ciegamente que lo que había decretado Carlisle era lo correcto. Y no podía aceptarlo, no podía quedarme de brazos cruzados a esperar a que esos vampiros se decidiesen a venir para poner fin a toda esa agonía, mientras tenía la incertidumbre de que Ness pudiese estar con ellos y en peligro. Cerré los ojos y me esforcé en levantar las barreras de mi escudo, supe que lo había logrado cuando Edward gruñó a mi lado y trató de sujetarme la mano, pero no se lo permití. Abrí los ojos y mire a Rose, que sostenía a Tonny con tanto cariño como podría hacerlo yo, la miré a los ojos y ella hizo un casi imperceptible asentimiento de cabeza entendiendo al momento y en el mismo instante que yo misma lo que trataba de decirle. Estaba segura de que ella lo cuidaría muy bien y haría lo que fuese necesario para protegerle en caso de que me sucediese algo. —¡No! —chilló Alice poniéndose en pie de golpe. Pero antes de que nadie pudiese reaccionar a lo que ella había visto, yo ya había salido corriendo y me estaba internando en el bosque. 7
Y corrí con todas mis fuerzas, podía escuchar los pasos de Edward detrás de mí, iba a toda velocidad, pero yo era neófita, tenía más fuerza que él y acaba de alimentarme la tarde pasada, por lo que no podría alcanzarme por mucho que se esforzase. Al llegar al río que separaba el territorio de los Cullen del de la reserva, en lugar de seguir el camino correcto y desviarme en dirección hacia Port Angeles, seguí otra dirección y giré hacia Canadá. No tenía muy claro que era lo que pretendía hacer una vez lograse despistarlos, pero de lo que sí que estaba segura era de que no podría quedarme sentada a esperar a que los Vulturis tomasen la decisión de venir a por nosotros. A medida que estaba dejando los kilómetros atrás escuché dos pares de pisadas que corrían casi a la misma velocidad que yo, miré a mi derecha y un destello de pelaje de color rojizo perdiéndose entre unos arbustos me confirmó que se trataba de Jake, que me estaba siguiendo también, aunque esperaba que no supiese que era lo que pretendía hacer, ya que estaba segura de que también se negaría en rotundo a dejarme ir. Tal y como había hecho Edward. Giré en otra dirección tratando de deshacerme también de él, al llegar a un claro aceleré un poco más el ritmo y di un salto para subirme a los árboles para que así a Jake le fuese más difícil seguirme el rastro, pero con lo que no contaba era con chocarme con el cuerpo duro de otro vampiro que me hizo caer al suelo provocando un fuerte estruendo en el bosque. Rodé durante varios metros, tiré abajo un par árboles hasta que logré detenerme y, al alzar la mirada para saber quien de los Cullen había sido lo suficiente rápido y estratega para alcanzarme, me encontré con un par de ojos rojos que me congelaron la respiración. Los Vulturis ya estaban aquí. 8
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