Guardaespaldas 22

Page 1

Guardaespaldas

Naobi Chan

1


Guardaespaldas

Naobi Chan

Guardaespaldas Naobi Chan

2


Guardaespaldas

Naobi Chan

Epílogo —Mara James, prometo amarte cada día de mi vida hasta que la muerte nos separe. Las palabras sonaban con fuerza y resonaban en las paredes de la catedral de Saint Matthew en Phoenix. Los presentes tenían una sonrisa asomando en sus labios y algunas lágrimas de emoción recorrían las mejillas de las mujeres emocionadas. Mara sintió una opresión dulce en el pecho, cuando sintió el frío metal de su anillo de boda deslizándose por su dedo. Pero eso se sintió bien. —Christian William Kane, prometo amarte cada día de mi vida hasta que la muerte nos separe —dijo Mara con voz trémula. El hombre de tez rojiza y cabellos negros como el tizón frente a ella, sonrió ampliamente mostrando su perfecta dentadura blanca, y las asistentes 3


Guardaespaldas

Naobi Chan

femeninas situadas en las primeras filas, ahogaron un suspiro. ... Mara suspiró cuando ese recuerdo acudió a su mente, respiró hondo para armarse de valor y caminar hacia su destino. Ese que tenía que alcanzar antes de continuar su vida con la difícil decisión que había tomado. ... —¡Ya estoy en casa! —gritó Christian cuando entraba por la puerta del apartamento que compartía con Mara, su mujer desde hacía solo dos meses. —¡Oh! Lo siento cariño... no he podido hacer la cena, he estado liada con estos expedientes que Harry me pidió que revisase —se disculpó con una mirada avergonzada. —No te preocupes, he traído unas pizzas, de peperoni, como más te gusta —dijo Christian dejando las pizzas sobre la mesa centro de la sala y besando la cabezad e Mara que estaba sentada en el sofá.

4


Guardaespaldas

Naobi Chan

—¿Pizza otra vez? —se quejó ella—. Ayer fue comida china, el otro italiana... ¿cuándo tendremos tiempo para nosotros? —No te preocupes —dijo Christian saliendo de la cocina con dos refrescos en las manos—, cuando sea el director general tendremos tanto tiempo libre, que tú misma podrás prepararme la cena cuando se te antoje. —¿Director general? —preguntó sugerentemente— ¿Tendrás uniforme?

Mara

—¿Ahora te ponen los uniformes? —preguntó Chris alzando una ceja—. Creía que eras más tradicional con tus preferencias. —¡No seas idiota! —gritó ella golpeando su pecho juguetonamente—, Es solo que probar cosas nuevas nunca está de más... —En eso tienes razón... ¿hemos estrenado ya este sofá? —Chris sonrió y le guiñó un ojo juguetón antes de acercarse lentamente a ella y... ... Mara desechó ese recuerdo en cuanto acudió a su mente, ya tenía las mejillas ligeramente sonrojadas y un sudor frío recorría su espalda. Lo que estaba a punto de hacer no había podido hacerlo en los 5


Guardaespaldas

Naobi Chan

últimos dos años, desde que vio el cuerpo sin vida del que fue su marido entre sus brazos. Nunca se había liberado de la carga de ser la viuda de... ahora eso estaba a punto de cambiar. Dio el último paso que separaba el pasado de su presente y sintió un nudo en la garganta. El blanco mármol de la tumba de Christian brillaba bajo el sol y ella avanzó hasta quedar frene a frente con lo poco que quedaba e Christian Kane. Suspiró y deslizó lentamente la mano por las letras doradas que formaban su nombre, una lágrima descendió por su mejilla y la secó con el dorso de la mano. —Los hombres cobardes ven la muerte muchas veces, los hombres valientes sólo una —leyó su epitafio en voz alta. Estaba allí, frente él, para despedirse, para dejar atrás ese pasado en el que había sido tan feliz, pero en el que también había sufrido tanto, y todo por un engaño. Se sentó al lado de la piedra de mármol y apoyó su espalda en ella, se imaginó espada con espalda, como tantas veces había dormido con él, en su cama... cerró los ojos con fuerza y dejó vagar sus recuerdos por última vez, a ese último día... cuando 6


Guardaespaldas

Naobi Chan

su mundo se rompió en pedazos y nunca más volvió a ser la misma persona. ... Las sirenas de los coches de policía rompían el silencio de la noche de Scottsdale en el noreste de Phoenix. El aire cálido chocaba contra las mejillas de Mara resecando su piel, sentía el sudor perlando su frente, ella, junto a otro agente, esperaban a que Danilo Bertoni saliese del edificio de oficinas donde estaba reunido con un topo para detenerlo. Danilo salió de aquel edificio escoltado por cuatro hombres armados, dos coches de policía que estaban escondidos les cortaron el paso y poco después comenzó una lluvia de disparos. Mara, acompañada del otro agente que estaba con ella avanzaron hacia la línea de fuego y comenzaron también a disparar. Varios hombres salieron del edificio y también comenzaron a vaciar los cargadores de sus armas con los agentes que estaban intentando detenerlos. Ella sentía la adrenalina fluyendo por sus venas, el olor de la sangre estaba en el ambiente, había heridos, pero no sabía de qué bando eran. Mara sintió una presión en su cintura durante unos segundos y desvió la vista lo suficiente para ver a 7


Guardaespaldas

Naobi Chan

Chris a su lado, apuntando su arma y disparando a diestro y siniestro. —¿Mañana vamos al cine? —preguntó Chris sin mirarla. Mara parpadeó sorprendida, pero sonrió, le gustaba que Chris nunca se tomase nada en serio, eso le quitaba hierro al asunto y la ayudaba a no preocuparse en exceso por todo lo que pasaba a su alrededor. —¿Qué película quieres ver? —preguntó de vuelta. —Esa sobre vampiros que te gustaba tanto —esa sonrisa que hacía que el corazón de Mara se parase, se asomó a sus labios y no pudo evitar devolvérsela. —De acuerdo, pero tú compras las palomitas — contestó ella divertida. —¡Cuidado! ¡Viene otro por la izquierda! —escuchó la voz de alguien, pero apenas prestó atención, solo salió corriendo detrás de la persona que había comenzado a alejarse calle abajo. Segundos después vio como Chris se desplomaba en el suelo, como sus ojos se cerraban y como sus músculos se relajaban. El tiempo pareció detenerse en ese momento, Mara se quedó paralizada, viendo como su marido a pocos metros de ella, yacía inmóvil. 8


Guardaespaldas

Naobi Chan

Se levantó por instinto y avanzó a toda velocidad hasta parase junto a él, se arrodilló en el suelo a su lado y taponó la herida sangrante de su pecho... ¿por qué demonios no tenía el chaleco antibalas reglamentario? ¿Es que Chris estaba demente? Mara sentía la angustia, la pesadez de sus músculos entumecidos, las lágrimas ardiendo por sus mejillas, el escozor de su garganta cansada de gritar. Pero lo que dejó muerta en vida fue sentir el último latido de su corazón, el último resquicio de vida abandonar su cuerpo y quedar frente a ella solo un frasco vacío. Sus brazos perdieron toda su fuerza y cayó pesadamente sobre el cuerpo de Chris, sintiendo como poco a poco perdía la temperatura, como sus lágrimas empapaban más su camiseta manchada de sangre. Después no recordaba nada... todo fue vacío, no recordaba su entierro, no recordaba las noches en vela llorando desconsolada entre los brazos de Luca, que también lloraba con ella. Hasta que unos días después reaccionó cuando Harry le pidió que entregase su arma y su placa como sospechosa de la muerte de su propio marido. ...

9


Guardaespaldas

Naobi Chan

Mara abrió los ojos en el presente, estaba anocheciendo y el calor secó e irritante de Phoenix secaba las lágrimas derramadas en sus mejillas. Dejó la rosa blanca que sujetaba en una de sus manos sobre la verde hierba que cubría la tierra y suspiró. —Adiós Chris... —susurró con el corazón en un puño. A varios metros de allí Evan la observaba atentamente. Había accedido a viajar con ella hasta Phoenix para cerrar ese capítulo de su vida que había resultado tan doloroso. Había decido acompañarla dejando atrás sus miedos, su miedo al amor, su miedo a perderla a causa de su trabajo. Habían pasado un par de meses desde que su tío Carlo le había disparado y había sentido la angustia de estar a punto de perderla. Durante todo ese tiempo había rehusado anpensar en lo que podría pasar referente a eso, solo se había preocupado de estar a su lado, apoyándola, ayudándola en lo que necesitase, disfrutando del día a día y de cada momento a su lado. Por eso cuando ella le pidió que la acompañase en ese viaje no dudó en aceptar. Desde el accidente de Mara, había relegado muchas de sus responsabilidades en la empresa. Contra todo 10


Guardaespaldas

Naobi Chan

pronóstico, Marco Martinelli, hermano de Carlo, había tomado las riendas de la vicepresidencia de Turner Co. y estaba haciendo un grandioso trabajo, dejando a Evan libre para tranquilizarse y compartir con Mara todo el tiempo que pudiese. —¿Nos vamos ya? —preguntó Mara en un susurro deteniéndose frente a él. Evan parpadeó para volver al presente y la miró sorprendido, había estado tan absorto recordando que no se había percatado de que ya estaba de vuelta a su lado. —¿Ya estás lista? —preguntó. Mara asintió con una sonrisa triste y Evan la envolvió en sus brazos para consolarla. —Me siento mucho mejor... —dijo ella con voz ahogada—. Ahora solo necesito un par de días para concienciarme de lo que he hecho. —Lo entiendo —susurró contra su pelo y besó su cabeza. Segundos después comenzaron a caminar hacia el estacionamiento, donde Evan había dejado aparcado el coche alquilado. Al llegar allí abrió la puerta del acompañante para ella y esperó pacientemente a que entrase, pero antes de hacerlo 11


Guardaespaldas

Naobi Chan

se detuvo frente a él y se puso de puntillas para besar sus labios. —Acabo de tomar una decisión —dijo mirándolo a los ojos. Evan la observó con atención esperando que continuase hablando, pero como no lo hizo la instó a hacerlo. —-¿Sobre qué? —Cuando recuerdo lo que sufrí por Chris, lo mal que lo pasé tras su muerte, siento un agujero enorme en el pecho —comenzó a explicar—, no deseo que nadie tenga que pasar por eso, es lo peor que puede pasarle a una persona. Mi trabajo es arriesgado, cada vez que tengo una misión estoy arriesgando mi vida. —Lo sé —dijo Evan con los dientes apretados. —Por eso he decidido dejarlo... Evan la miró con el ceño fruncido, sabía que Mara adoraba su trabajo, no entendía como de un momento a otro decidía abandonarlo. —Pero... ¿por qué? —preguntó confundido. -Soy feliz a tu lado. Estas semanas que hemos pasado juntos... nunca me había sentido tan tranquila, tan bien... Evan yo, no quiero arriesgarme a alejarme de 12


Guardaespaldas

Naobi Chan

ti, quiero disfrutar de nuestro día a día, esperando tu regreso estando de una sola pieza y sin el riesgo de una amenaza de muerte nunca más. —¿Estás segura de lo que estás diciendo? — preguntó Evan tentativamente. —Por su puesto... te quiero —que fácil y sencillo le resultaba pronunciar esas dos palabras ahora, era tan natural como respirar, como abrir los ojos cada mañana al despertarse. Evan sonrió y la envolvió entre sus brazos besándola apasionadamente, demostrándole en ese beso todo lo que él la amaba también y lo feliz y tranquilo que le dejaba su nueva decisión.

13


Guardaespaldas

Naobi Chan

Si estás leyendo este archivo, puedes encontrar más como él en www.NaobiChan.com o buscar alguno de mis trabajos autopublicados en Amazon. Si quieres ponerte en contacto conmigo, tan solo tienes que enviar un mensaje a Naobi21@gmail.com prometo contestar, aunque tarde un poco en hacerlo. Muchas gracias por tu tiempo, espero que te haya gustado y que dejes un comentario en mi blog para expresar tu opinión y si me dejas una dirección de correo electrónico te contestaré personalmente para agradecer tus palabras. También podrás encontrar la ficha de esta historia en Goodreads, y podrás dejar allí tu opinión sobre ella. Así como adquirir la historia en preventa en Amazon por un módico precio. Un besote y muchas gracias ♥

14


Guardaespaldas

Naobi Chan

Naobi.

15


Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.