3 minute read

Carretera y manta Roberto Jifer

CARRETERA Y MANTA

¿Alguna vez te has preguntado cómo es un día en la gira de una compañía de teatro amateur? 6:00 de la mañana, suena el despertador, ¡¡Rápido hay que levantarse, hoy toca función!! Pongo en marcha la cafetera. Mientras, me visto con ropa de faena, revisión de maquillaje y vestuario. Suelto la taza todavía humeante en el recibidor, bufanda, abrigo y marcho a toda prisa. Llego a la nave, lugar de encuentro donde veo a mis compañeros frotándose las manos de frio y con rostros visibles de estar aún con Morfeo. Regiduría en mano y cargamos el furgón: ¿Caja de herramientas? –Preparada- ¿Estructuras metálicas?, -Preparadas- ¿Programas de mano?, - Preparados- ¡¡Todo listo y preparado!! Subimos al furgón, nuestro fiel aliado y testigo de nuestros avatares. Dos, tres, cuatro, cinco horas de camino mientras repasamos texto, trazamos un plan de trabajo para rentabilizar nuestro tiempo (que siempre nos persigue) nada más llegar a nuestro destino. Antes de la llegada, un alto en el camino: -¡Qué lugar más pintoresco!-" Gasolina en el depósito, tanque de café y vuelta a la carretera. ¡¡Por fin llegamos!! Ahora toca el momento de descargar escenografía y pisar las tablas que serán testigo de nuestro éxito (o no). Clavos, tornillos, listones de madera, velcro, moqueta, planos de iluminación... todo revuelto en un escenario esperando a tomar forma y llenar de color un espacio negro. La escenografía se va levantando, las varas de iluminación comienzan a bajar. - ¡Nos faltan focos.... necesito un alicate… tráeme la escalera!- La actividad no cesa, aún queda mucho trabajo por delante. -¡¡Son las dos de la tarde, nos cierran el teatro!!- Comemos organizando el trabajo de la tarde, intentando no hacer caso a ese dolor de espalda y cansancio que ya comienza su carrera, y sin postre ni café, volvemos a la faena. Prueba de sonido, dirigir focos, retocar y reforzar escenografía... -¡Queda una hora para dar comienzo la función, rápido, ensayo técnico!- Momento en el que nuestro compañero, mago de las luces y el sonido, necesita concentración, solo dispone de treinta minutos para realizar su ensayo: - ¡Alarga este audio más tiempo…, apaga más tarde este

Advertisement

foco!- Siempre intentamos pulir y mejorar. -"Gracias chicos, hemos terminado el ensayo, bajamos telón y comenzad con maquillaje y vestuario" nos dice nuestro técnico desde su cabina deseándonos -"mucha mierda”. Corremos a camerinos, allí nos espera un momento litúrgico, en el que, frente al espejo, gracias al silencio, el estrés, vestuario y maquillaje comienza a crearse una atmósfera maravillosa que solo es capaz de entender quien en piel de personajes alguna vez se ha metido. Intentamos estar sentados el menor tiempo posible para evitar enfriarnos. Suena el timbre, señal de que quedan cinco minutos para comenzar la función. Un abrazo de grupo. -¡Vamos chicos, esto empieza!- Directos al escenario escuchamos a los espectadores ocupando sus butacas. Ahora hay más nervios. Un audio avisa a los espectadores, y a nosotros, que la función va a comenzar. Un trago de agua, respiración profunda y comienza la representación. Una hora y media después, los aplausos venden el final de la obra, -Qué maravilla estar aquí, actuando ante todos ellos- Llega el momento de los aplausos acompañado de nuestro respeto a cada uno de los espectadores que nos acompañan. Se cierra el telón, un abrazo de grupo y sin perder tiempo nos quitamos vestuario, maquillaje y recogemos decorado. El cansancio va pesando, la rapidez de la mañana ya no es la misma. Volvemos a cargar el furgón: ¿Caja de herramientas? –Preparada- ¿Estructuras metálicas?, -Preparadas- ¿Programas de mano?, -Preparados- ¡¡Todo listo y preparado!! y de nuevo, sin descanso, dos, tres, cuatro, cinco horas de viaje. En el trayecto no se escucha el mismo entusiasmo que en la mañana, solo pensamos en cenar y llegar a casa, no sin antes parar en la nave a descargar escenografía y demás bártulos que nos acompañan. -¿Qué hora es?- las 03:30 de la mañana"¡¡Qué maravilla!! ¡Esto es el teatro!! Quién lo probó lo sabe. Un veneno maravilloso que no quiero dejar de beber.

Roberto Jifer Actor e integrante de Paraskenia Teatro

This article is from: