Orientación al cliente interno y externo Estar orientado al cliente es tener la capacidad de asociar el impacto de las acciones que llevamos a cabo, con el resultado en las relaciones con los clientes. Cuando se habla de clientes internos y externos se hace referencia a todas las personas que entran en contacto entre sí por razón de su trabajo, teniendo unas el producto o servicio que requieren las otras. Por ejemplo, si de mi información depende que se pueda hacer un despacho de mercancía, la persona que debe despachar es mi cliente y es mi responsabilidad satisfacer su necesidad, así como esa persona tiene la responsabilidad de satisfacer al cliente cumpliéndole con su pedido. El cliente interno es toda persona que trabaja dentro de la organización y quien solicita a sus compañeros elementos o información para el desarrollo de su trabajo. En cambio el cliente externo es quien no está vinculado laboralmente a la empresa pero solicita sus productos o servicios y paga por ellos. Al interior de la empresa, cada una de las áreas, secciones o departamentos, están formados por personas que por la definición misma de sus cargos siempre pueden ayudar a los demás, “áreas de soporte”, sin importar qué tipo de cargo ocupen o en qué nivel organizacional se encuentren y se genera así un ambiente de colaboración donde todas las personas sirven a los compañeros de trabajo que dependen directa o indirectamente de ellas y que por ende son sus clientes internos, para que a su vez estos ofrezcan al cliente externo la mejor atención posible. Uno de los componentes esenciales del sentido de la vida es el servicio. Poder ofrecer ayuda, apoyo, colaboración, es una oportunidad que nos da la vida, porque en el servicio mismo aprendemos, compartimos y disfrutamos la posibilidad de dar lo mejor de nosotros para servir a otros. Si establecemos una relación entre la "visión" y la "misión" que hemos definido como guía de nuestro trabajo diario, ella se expresa en el "servicio". Ya que lo que buscamos es satisfacer una necesidad que tienen otras personas y convertirnos en una excelente oportunidad para ellas y así todos ganamos. Estar orientado al cliente significa entonces estar orientado al servicio y ésta es una actitud que supone desarrollar la habilidad de ver con rapidez cuáles son las necesidades de los clientes internos o externos para atenderlas rápidamente, por ello es una competencia de gran importancia en el trabajo cotidiano. La clave para lograr un buen servicio a los clientes internos y externos es la actitud positiva que se expresa cuando actuamos, ya que cuando vemos en nuestras actividades una oportunidad para mejorar y fortalecernos como personas desarrollamos la empatía con nuestros clientes y compañeros.
1. Pensar en ganar-ganar: Relaciones ganar-ganar. Si bien muchas personas piensan que las negociaciones son una competencia en la que un lado gana y el otro pierde, en realidad, las negociaciones implican una mezcla más compleja de ganar y perder. El resultado de casi todas las negociaciones de las dos partes puede clasificarse como ganar-