Horizontes | Alejo Carpentier
Morelia, Mich. | Enero-Febrero | AĂąo 2015 | NĂşm. 1
Los días inciertos ¿Qué se puede esperar de un mundo donde los humanos han dejado de pensar por sí mismos y delegan todas las decisiones de sus vidas a una maquina? (Decisiones menos humanas) ¿Personas volcadas en un egoísmo exacerbado? Donde poco importa que el resto de la población este muriendo de hambre, sed o de enfermedades incurables producidas por toda aquella tecnología que ha generado el ser humano y disfrutado sólo una parte de la población, generando miseria a los que no la poseen. No se puede esperar nada, más que la destrucción total de ella. Pero no debe haber preocupación, no está en el destino vivir esa tragedia. Por ello se invita a disfrutar de esta revista que abre las puertas al mundo de la literatura, las bellas artes, la filosofía y la historia. Habrá relatos que atraparan las mentes, poesía que teñirá sentimientos, imágenes difíciles de no apreciar y críticas que expandirán horizontes. Querido lector, Seis mil 83 permitirá mostrarte un lado de la realidad en donde el ser humano ha demostrado valer por el conocimiento, déjanos transportarte a una realidad que desde hace siglos es latente pero que desean que ignoremos. Quizá para el año 6083 este mundo ni si quiera será un recuerdo de la humanidad que algún día poseímos.
Consejo editorial: Director: Edgar Ruiz Coordinadora: Irlanda Gallegos Diseño: Carlos E. Juárez (nefelibata gris)
Contenido: Semblanza______________________ Pág. 1
Narrativa_______________________ Pág. 3
Poesía_________________________ Pág.15
Artes Visuales___________________ Pág.23
Filosofía________________________ Pág.29
Música_________________________ Pág.41
Semblanza Alejo Carpentier y Valmont (La Habana, Cuba, 26 de diciembre de 1904 - París, 25 de abril de 1980). Escritor cubano. Hijo de un arquitecto francés y una profesora rusa, inicia estudios de arquitectura en 1921, que abandona dos años más tarde, pasando a ejercer como periodista en la revistas Hispania, Social y Carteles, destacando también como musicólogo. En 1924 es nombrado redactor jefe de la revistaCarteles. Encarcelado en 1927 por su actividad política de oposición al dictador Machado, en 1928 abandona Cuba para establecerse en París. Allí se dedica a actividades relacionadas con la música, siendo corresponsal de diversas revistas culturales cubanas. Entra en contacto con la vanguardia, especialmente con el surrealismo, y colabora en la revista Révolution Surréaliste de André Breton. En 1933 pública en Madrid su primera novela ¡Ecué-Yamba-Ó!, aunque la que marca su madurez literaria es El reino de este mundo. En España entabla amistad con los poetas de la Generación del 27 Pedro Salinas, Rafael Alberti y Federico García Lorca. En 1937 participa en el II Congreso por la Defensa de la Cultura y tras dos años en Europa regresa a Cuba. Continúa su labor periodística en la radio y en revistas como Tiempo Nuevo y Orígenes. Entre 1945 y 1959 vive en Venezuela, para volver a instalarse en Cuba tras la victoria de Fidel Castro. Desempeña las responsabilidades de director de la Editora Nacional y de vicepresidente del Consejo Nacional de Cultura, siendo además consejero cultural en las Embajadas de Cuba en diversas capitales iberoamericanas y del este de Europa. Sus últimos años los pasa en Francia como alto funcionario diplomático en la embajada de París.
1
BIBLIOGRAFÍA
¡Ecué-Yamba-Ó! (1933) El reino de este mundo (1949) Los pasos perdidos (1953) Guerra del tiempo (1958) El siglo de las luces (1962) Concierto Barroco (1974) El recurso del método (1974) La consagración de la primavera (1978)
PREMIOS
Premio Internacional Alfonso Reyes en Ciencias y Literatura, 1975 Condecorado con la orden José Joaquín Palma por la Unión de Periodistas de Cuba (UPEC), por sus cincuenta y tres años de trabajo ininterrumpido como periodista. Premio Mundial Cino del Duca, 1975 Título de HonoraryFellow, por Consejo Directivo de la Sociedad de Estudios Españoles e Hispanoamericanos de la Universidad de Kansas, Estados Unidos 1976 Premio Miguel de Cervantes 1978 Premio Medicis Extranjero 1979
2
Narrativa
3
Retorno Cinthia Citlali Gaspar Ruiz (C.C) Facultad de Letras (UMSNH) Ocupación: Estudiante
Hoy amaneció frío el ambiente. Durante el trayecto hacia la oficina pude ver como se empañaban mis lentes con el vapor de mi respiración. Es diciembre y por estas fechas llueve a cántaros y hace un frío como de loco. Apenas aguanto con semejante chamarra de cuero – por aquello de que llueva en la tarde, cuando salga de mi trabajo –, una bufanda con el logotipo del Barcelona – enviada por mi hermana desde España – y unos guantes negros como el café que acostumbro por las mañanas. Creo que uno tiene la oportunidad de pensar algunas cosas mientras se desplaza; y eso es lo que hago: pensar. A veces funciona, en otras... me la paso bobeando con una canción que tengo en mente o viendo como la gente se lleva chascos por subestimar las cosas – como el perro que tumbó a su dueño porque le soltó la correa... por andar ligando a una chava. Su expresión fue un poema; no esperaba que sucediera eso porque se veía confiado hasta ese entonces–. Recuerdo que esto de pensar lo reforzó mi mamá con aquella frase de <<no pierdas tiempo>>. Y era cierto. Más que pensar para ser una eminencia, era pensar cómo hacerle para cumplir los encargos que pedía en el tiempo requerido o mejor aún, tratar de cumplir los que había pedido cuando surgían otros más y se olvidaba de los anteriores. Mis buenos golpes me costaron aprender la técnica. Otra cosa que aprendí de mi mamá es la discreción. Cada vez que se me soltaba la lengua – aunque fuera una tontería que no afectara a nadie –, ya sabía que nos veríamos al rato. También sabía que me ganaría uno que otro golpe en la espalda – para que no fuera visible de primera intención– y pobre de mí si me quejaba: me iba peor. Con mi mamá no había contemplaciones: o hacía las cosas bien o las hacía bien; y para ella, hacer las cosas bien era que salieran tal y como las había pensado. Nada de idear otra forma de resolverlas o de saltar pasos. Eso no cabía en su planificación perfecta. No reniego de lo que ocurrió porque aunque hubiera sido mi destino vivirlo, permitió que enfocara desde una óptica diferente. Hay ocasiones en las que suele pensar en la infancia como una etapa de felicidad, como una etapa libre de preocupaciones y yo evoco la mía como una en la que tenía que cuidar el mínimo detalle en todo; una en la que siempre había trabajo y la diversión quedaba en segundo plano o en ninguno. Fue así que empecé a separar lo que mi mamá esperaba de mí de lo que yo quería ser. Era muy claro que nunca aprobaría lo que yo traía en mente, por más que quisiera convencerme con sus intentos de regaño disfrazados de comprensión; y si era comprensión, realmente no me lo parecía. 4
Mi mamá siempre esperó algo concreto de nosotros y quizá de ahí venga mi odio por eso de lo <<esperado>>. Por ejemplo, ella tenía la ilusión de me dedicara a litigar o a trabajar en algún puesto en administración y ella se dedicaba a enseñarme sus conocimientos en contabilidad y una que otra maña que pudiera ayudarme en eso. Nunca prestó atención en que mis ojos se enfocaban en el viejo piano de mi padre o en la foto donde mi abuelo salía tocando el clarinete. Tampoco imaginó que la persona que se devoraba las novelas de misterio y que leía uno que otro poema olvidado de mi papá era yo. He de admitir que tengo un gusto prohibido por lo secreto y tanto la literatura como el piano estaban cerrados bajo llave. Sólo en contadas ocasiones se abría ese cuarto, que estaba al fondo la casa, para la limpieza y yo aprovechaba ese momento para leer al máximo. Crecí y mi madre me fue apuntando en las escuelas que consideró convenientes. Llegué a destacar pero no me sentía feliz porque comenzaban las comparaciones con la prima por el promedio. Mi tía era mucho de <<mi hija tuvo el mayor promedio de la generación>> y a mi mamá le incomodaba. Por mi parte, siempre fue de << Chido por ella>>. Realmente, no era algo que me quitara el sueño; salvo que el sueño fuera quitar la cara de frustración de mi progenitora. Me gradué de la preparatoria y tocaba estudiar la profesional. Termine escogiendo Derecho por darle gusto a mamá, aunque no me gustaba en lo más mínimo. Mi prima estudió arquitectura y mientras su madre creaba una atmósfera que permitiera lucir los conocimientos de su hija, yo me sentaba en el sofá a un lado de Aquiles, el gato de mi hermano. Con Aquiles solía pasar las navidades mientras todos hablaban de sepa diablos qué. Luego me invitaban a platicar o se acercaban para ver que decía y yo sólo respondía lo necesario para que no hubiera problemas. Así de simple. Cuando estaba en Derecho casi no asistía a clases o asistía a las muy necesarias para presentar exámenes y pasar el año. Solían decirme que era como el apocalipsis, porque cuando llegaba, el final estaba cerca. Esa época fue productiva en el plano laboral. Conseguí trabajo montando equipos de sonido y un ingreso adicional por contestar uno que otro examen en la facultad. Lo segundo no me importaba demasiado, aunque procuraba despistar entre cada examen que contestaba para que no me pudieran rastrear. A mamá no le gustaba eso. Yo me escudaba conque hacía lo que me había marcado, pero eso no la convencía. Por primera vez veía su lado humano y dejaba de lado la obligación y la reputación: La estaba destrozando. Decidí charlar con mi papá, situación que sólo ocurría cada venida de obispo. Por alguna razón, estaba al margen de la casa desde hace muchos años. Parecía un tiliche viejo que brillaba cuando alguien recordaba su existencia. – La verdad de las cosas es que su madre siempre pensó en lo que ella quería que hicieran ustedes y no en lo que tenían planeado ustedes – me dijo tosiendo – y eso no hace feliz a ninguna de las dos partes. – Sabes que no me hace feliz lo que estudio. 5
– Si y nadie te obligó a estudiar como tal. Al menos, no de la forma convencional. Las mujeres tienen una forma de proceder muy particular; deberías de comprenderlo a la perfección. – Eso no me consuela. – No te estoy consolando. Yo sé que no soy bueno para eso. Sólo pienso que no vas tan mal como para que no te guste. – ¿Cómo debería tomar eso? – pregunte entre escepticismo y molestia. – Como quieras. El único consejo que pudo darte es que si no te gusta y tienes la obligación de terminarla, termínala. Eso sí, busca otras cosas que te llenen para que no sea pesada la travesía. – ¡Eso sí me consuela! – Me alegro, aunque ya había mencionado que no soy bueno para consolar- agregó mientras acariciaba mi cabeza. – Muchas gracias, papá. – De nada. Sólo no olvides buscar un equilibrio. Te quiero. En ese instante caí en la cuenta de cuán olvidado teníamos a mi papá. Mi papá fue un fracaso a comparación de mi mamá porque nunca terminó una licenciatura; sin embargo, era muy ingenioso en los trabajos manuales y le gustaba tocar el piano o componer poesía. Aparte, creo que de él salieron más <<te quiero>> que de mi mamá. La conversación con papá hizo que cambiara mi postura y expandió mi mente. Simplemente tenía que regresar un poco a mi práctica de la infancia – tratar de complacer a mi mamá y hacer algo que quisiera– y modificarla en algunos puntos. En lo que había vivido nunca viví por mí y eso era lo que necesitaba incluir. Me gradué de la facultad y decidí mudarme a la capital. Quizá lo bueno del cambio es que no está tan lejos de casa – dos horas en auto– y si me dan ganas de ver a mis papás, puedo ir cuando lo desee. En la actualidad me dedico al proceso editorial. No es algo que me encante pero no me desagrada del todo. La paga es buena y me permite costear otros vicios como mi guitarra o simplemente, descubrir nuevos talentos literarios. Lo anterior es lo que en realmente me llena de alegría; el dinero es necesario, pero es secundario.
– Christian – dice el editor en jefe – llegas cinco minutos tarde. ¿Otra vez caminaste de tu casa a la oficina? – Caminar es relajante. Debería intentarlo en Enero. Quizá podría bajar los kilos ganados por la comida del año anterior. – Las mujeres siempre llegan tarde, no se me hace raro- arremetió conmigo- Aunque tú no eres una mujer convencional. Debería darles las gracias a tus padres. – ¿Me está halagando señor Negrete? 6
– No en sí. Sólo digo que nadie creería que una mujer viniera trabajar con un pantalón de mezclilla, botas de obrero, chamarra de cuero y una bufanda de su equipo favorito. Eres la antítesis en toda su expresión. – ¿Es otro halago? – Mejor ponte a trabajar y luego hablamos de halagos. Por lo mientras, quisiera que enseñaras a mi hija a tocar el piano. Le haría muy bien que alguien de confianza lo hiciera. – Si le parece bien yo no veo el problema... – Me parece más que bien. Pásate media hora antes de terminar la jornada para afinar detalles. Y por este tipo de cuestiones uno puede darse cuenta de la vida no es para nada lineal...
7
María Larissa Rocha Facultad de Derecho y Ciencias Sociales (UMSNH) “Éramos más que sueños agonizantes y delirios de fiebre. Fui su noche y su equipaje, soy de lo que ya no habla y por lo que antes lloraba. No había primavera sin flores y yo era invierno con temores, moriría lento en su rencor, pero sus pasiones siempre pudieron más que cualquier tentación”. I Pude notar su tristeza al momento en el que se dejó caer al sofá, balbuceaba algo sobre un sueño, pero lo deje pasar. Pregunte nuevamente como se sentía, me miro a los ojos un segundo y clavó la mirada en el cuadro de flores que adornaba la pared naranja. —Soy yo, lo he sido toda la vida… —detuvo sus palabras. — ¿Qué es lo que has sido? —pregunto tomando un sorbo a mi café que comenzaba a enfriarse. —Soy yo, quien antes era primavera y que ahora no conoce más que el invierno —dijo en susurros. Sus mejillas tomaron un leve rubor. Por un momento pensé que era la reacción de vergüenza, pero al percatarme de sus manos hechas puños supuse que era enojo lo que enrojecía sus mejillas. Me levante de la silla donde estaba —Ya es tarde, intenta dormir un poco, María. Ella asintió sin voltearme a ver y se acomodó en posición fetal sobre el sofá. María difícilmente cerraba los ojos para dormir.
II Sabía que no había noche en la que María no llorara, al principio de su llegada yo caminaba de un lado a otro en la habitación con ganas de ir a consolarla. Más de una noche lo hice, pero nunca tuve logro alguno. Ella se encontraba tan sumida en su implacable ira que quedaba mejor acompañada de su soledad que de mí. Por las noches ponía algo de Chopin para que el sonido de sus sollozos tuviera ritmo.
III María tenía la rutina de tomar una ducha rápida antes del desayuno. Solía prepararle un jugo de naranja, y después, mientras ella lo sorbía plácidamente le cepillaba el cabello aún mojado. — ¿Quieres hablar de lo que te ha hecho llorar anoche? —su espalda se tensó al escuchar mi pregunta y dejo escapar un poco de jugo de la comisura de su labio. —Todos hemos perdido a alguien alguna vez, María, y ¿sabes? La vida sigue para bien o para mal. — ¿Cómo sigo una vida si me perdí yo misma? 8
IV Veía mi alma salir del cuerpo, estaba dentro de un sueño, pero sabía que tan real podía llegar a ser el riesgo de que me quedara en medio de un infinito tiempo, perdida en la distancia de un sueño astral y un cuerpo humano asignado. A menudo perdía la noción de cuanto era lo que dormía, sólo me desplazaba de un lugar a otro, siendo espectadora de vidas ajenas, la única testigo de quienes deciden callar sus propias tragedias. Cuando el sueño terminaba y mi cuerpo se desparalizaba, llegaba a la conclusión de que odiaba cerrar mis ojos y llevar a cabo el acto de lo que otros humanos denominaban dormir y que para mí era caer en el infierno. Me gustaba la primavera, era el tiempo en el que los hechizos en los que había caído daban fruto. Mi cuerpo se colocaba en cuatro patas, mi nariz se volvía húmeda, mis orejas se alargaban y mis ojos se volvían aptos para la oscuridad; me trasformaba en un lobo.
V Era difícil descubrir los pensamientos de María, ella solía quedarse mirando la ventana durante horas, quejándose por el continuo frio que sentía. Yo intentaba de todo para que su cuerpo tomara calor; le preparaba bebidas calientes, encendía la calefacción, la envolvía en cobijas y ella seguía sintiendo frío. María decía que era porque su cuerpo se había estacionado en el invierno, aseguraba que la mitad de su alma había sido robada en medio de la nieve.
VI Se escuchaba el sonido de mis pies que se hundían en la nieve, mi respiración era agitada, el sudor resbalaba de mis sienes, mi boca se encontraba seca y esto me ayudaba para ahogar mis constantes ganas de gritar, estaba acabada. Los caminos se hacían uno y las estrellas se alineaban. La luna se encontraba sobre mí, esperando el momento adecuado para bajar a la Tierra. Seguí corriendo y en cada palpitar de mi corazón aparecía una imagen de mi existencia, era como si los años que había permanecido viva se trasformara en fotografías tomadas por mis ojos y proyectadas en mi cabeza; y que ahora el álbum estuviera siendo expuesto rápidamente; pero me fue inevitable no quedarme prendida de una en especial, una que me traía el recuerdo de mi infancia humana, de mis pies descalzos y mis grandes dudas en poca edad. Era hija de la Luna y quien ahora pagaba mis errores en el infierno que se me había condenado era la Tierra. Hace treinta y dos años se me sentencio a pasar mi pena en la Tierra, el lugar más temido por los seres que habitan la Luna. Mi condena consistía en ayudar a los seres desgraciados que habitaban este planeta brindándoles soluciones e indicándoles el camino correcto, por medio de los sueños; cada que cerraba los ojos y 9
entraba a uno de estos, automáticamente aparecía en la vida de un conflicto humano. Yo formaba parte de la audiencia, pero a diferencia de los violentados y los que violentaban, era yo la encargada de intervenir en el caos, entrando sigilosamente en sus pensamientos e intentando aplacar la ira de aquellos que quebrantaban la paz.
VII La primera vez que vi a María fue a finales de Febrero, la nieve comenzaba a derretirse en el bosque y esa tarde era perfecta para recoger leña; su cuerpo se encontraba entre matorrales, tenía los ojos abiertos y su cuerpo temblaba por el frío. La llevé a casa, le di cuidados durante semanas, ella no puedo decir ninguna palabra hasta finales del segundo mes. María hablaba poco de su pasado, pero siempre contaba el tiempo, se perdía en el reloj, el día y la noche, y un calendario.
VIII Toda traición traía consigo consecuencias, y la mía debía pagarla con creces; era hija de la Luna y esclava de la Tierra. Mientras corría, suplicaba y en pensamientos me disculpaba por cada una de las desgracias ocasionadas; paré la huida en el momento que todo oscureció, ya era tarde, el sol no llegaría. La Luna bajo, se colocó frente a mi ojos, su brillante luz me envolvía en su misticismo, me despojó de lo que había de ella en mí. La Luna había bajado a mi encuentro para arrancarme un pedazo de mi espíritu, para evitar próximas conexiones con ella y de esta manera convertirme en un humano por completo. No había alcanzado los méritos suficientes para llegar a la primavera; estación en que mi cuerpo toma forma de un lobo gris, sin sueños astrales ni preocupaciones humanas; conectado entre cada aullido nocturno a la Luna, liberando mis soledad y melancolía; pero ahora se me extraería la única parte de mí que se conectaba con mi antiguo hogar.
IX Reconocía mi nuevo nombre, me llamaban María, sabia la denominación de los instrumentos humanos, conocía sus virtudes y sus defectos, la facilidad que era quitarles la vida , los conocía bien, conocía lo que les rodeaba y cómo funcionaba su planeta; y a pesar de los años no podía llamarle hogar ni sentirme acogida por su naturaleza. El minutero caminaba, las estaciones pasaban, los años me envejecían y yo seguía parada en la misma agonía. De noche mis ojos se oscurecía, veía poco, algunas veces destellos de estrellas, pero ya no a la Luna, había sido borrada de mis vista. Fui su guerrera en batallas y ahora me había dejado semiciega para su presencia. Cada día rogaba su perdón, sabía que aún me escuchaba. 10
X Recuerdo esa noche, María se levantó del sillón, tenía la mirada perdida y caminaba hacia la puerta. Cuando salió de la casa y se arrodillo entre la nieve, corrí atrás de ella, el frio era glacial como para que se expusiera de esa manera. La luna en su máxima esplendor ilumino cada espacio eliminando por completo la oscuridad, sentía que me quedaba ciega. Cuando el resplandor desapareció se llevó a María con ella, sobre la nieve sólo se encontraba su ropa. Desde entonces no la he vuelto a ver.
11
El Jaibo Lucina Ortega Iñiguez
O’ra sí ya me apañaron. Sentí cómo me aventó el cuico contra el suelo. Estoy esperando a que venga y me ponga las esposas; pero no se va a ir limpio, le espera una sorpresita. Tengo el cuchillo que le robé al herrero. En cuanto llegue, me daré la vuelta y se lo clavaré entre las tripas. No pienso dejarme agarrar así nomás. Al reformatorio no regreso. Algo raro está pasando, ya me cansé de estar bocabajiado y el cuico no llega, con cuidadito me voltiaré, al cabo está oscuro y ni cuenta se va a dar. Me cuesta trabajo hacerlo, porque me empujó bien fuerte y el dolor en la espalda no me deja. Por fin lo consigo, la vista se me nubla y todo me da vueltas. Busco entre mi ropa el cuchillo… entonces recuerdo: se lo dejé en la panza al chivato de Juan. Y yo que pensé que era mi amigo. Ni modo; ese, ya no podrá hablar. Tengo frio, no se oye ningún ruido, abro los ojos y lo primero que veo es al perro que siempre me ha seguido. No trata de atacarme, al contrario, parece que me está esperando. ¿A dónde iremos?, si ni siquiera me puedo poner de pie. Nuestras miradas se cruzan y ocurre… Vamos caminando, siento que estoy dentro de él. Dejamos la ciudad a toda prisa, los caminos me resultan extraños, hasta que comienzo a recordar… Escucho el rumor de las olas, el olor a marismas llena mis pulmones, ya no tengo dolor; entonces la veo, es ella, mi madre. Corre y me abraza con fuerza, como si nunca quisiera soltarme. En eso llega mi padrastro; le grita que no quiere verme por ahí y le da un bofetón. Antes de caer sobre la arena, me mira entre lágrimas, con ternura infinita y grita: “¡Corre, corre, que no te alcance!” Mis pequeñas piernas se hunden en la arena, pienso que me atrapará y me escondo detrás de unas redes, desde donde veo lo que sucede. “El Jaibo” regresa, levanta a mi madre por los cabellos, la golpea una y otra vez hasta que ya no se mueve y la deja. Espero que pase un buen rato porque tengo miedo de que vuelva, pero no regresa; entonces me acerco con cautela. Mi madre yace sin vida en un charco de sangre. El temor a que me suceda lo mismo me impulsa a escapar de aquel lugar. Al llegar a la carretera, pido aventón al primer camión que pasa. Un chofer se detiene y me dice que va para la Ciudad de México, sin dejar de llorar le digo que está bien y subo. El hombre pregunta: “¿por qué lloras?” No le respondo. Enciende la radio y se pone a cantar. Entre canción y canción me da consejos: Dice que me porte bien, porque la ciudad es muy peligrosa, que tenga cuidado. Él no sabe que he decidido hacerme malo, tan malo como mi padrastro. Cuando el chofer me deja en la Central de Abastos de la ciudad de México, me pregunta cuál es mi nombre, y le respondo: “El Jaibo”.
12
Dámaso Dublín Dámaso miró hacia el cielo y se arrojó a la caldera de azúcar caliente; horas antes había salido corriendo de las plantaciones de azúcar para llegar al molino. Juvencio, el capataz de la plantación llevaba horas buscando al chino Dámaso, a cada paso que daba lo maldecía, no era para menos, pues a medida que avanzaba entre las plantas de azúcar, éstas cortaban alguna parte de su cuerpo y eso era algo que Juvencio detestaba, pensó que ya era tarde y si no encontraba al chino antes del anochecer éste se escaparía y saldría con la suya. Se decía para sus adentros: “¡Ese chino vil y miserable me ha timado!” pero ¿qué se podía esperar de esa raza taimada y perezosa? No tenía de otra, haría pagar con sudor y sangre la bajeza de sus actos. — ¡No, a Juvencio nadie le ve la cara de idiota y mucho menos un come arroz repulsivo! Sabía que lo encontraría y azotaría por robar su caballo, le mostraría a él y a toda su raza asquerosa cómo debían ser tratados. Al poco rato de andar en busca de Dámaso, se escuchó a lo lejos un silbido, era Jerónimo. Jerónimo era el ayudante de confianza de Juvencio desde hacía ya algún tiempo (desde que habían ahorcado al negro Vicente por rebelársele al patrón), al escuchar el silbido, Juvencio le respondió de igual modo encontrándose rápidamente. Jerónimo le comunicó que debía regresar rápido a donde la molienda porque el chino Dámaso estaba en lo alto de la caldera exigiendo verle. Rápidamente montó el caballo de Jerónimo. Al llegar a las calderas vio que todos los trabajadores estaban detenidos, atónitos; el molino se había quedado sin caña y los bueyes dejado de andar. La causa era Dámaso en lo alto de la caldera esperando a que llegara Juvencio. Al verlo, éste bajó del caballo y le gritó: — ¡A ti te quería encontrar chino jijo de tu “celeste imperio”! Te espera el cepo por varios días y tendrás que reponerme las horas de trabajo perdido, ahora baja rápidamente y anda a trabajar. — ¡Cálese! —Contestó Dámaso—. No bajalé, me tiene sin cuidado sus leglas, no comelé más esos plátanos lancios, ni ese alóz cludo, puede hacel con su tlabajo lo que mejol le palezca. Pelo tengo un legalo pala usted. Dámaso miró hacia el cielo y se arrojó a la caldera de azúcar hirviendo. El azúcar de color amarillo miel, comenzó a teñirse de rojo poco a poco, como aquel atardecer, y el olor dulce comenzó a mezclarse con el del cuerpo quemado del chino. Juvencio gritó a los trabajadores que detuvieran el proceso, no podía creerlo, la producción de toda la semana se había perdido.
13
Sin previo aviso Edgar Fernández
Lo último que quedaba del sol era su contorno naranja sobre las montañas estériles. El atardecer se tornaba frío y el fuerte aire movía de un lado a otro las hojas muertas que los arboles desechaban. En las faldas de las montañas se encontraba una carretera estrecha, en el otro extremo había un campo abierto donde se sembraba, pero era invierno y estaba seco. Un auto negro avanzaba veloz, sorteaba a los demás pasando de un carril a otro sin aparente preocupación por el riesgo latente de tener un percance. Era conducido por un hombre que no sobrepasaba los treinta años. Sus ojos estaban perdidos en el horizonte, pareciera como si quisiera atravesarlo de un salto, pero su única opción era rodear las montañas y en eso se llevaría más tiempo del que probablemente tenía. Veinte minutos antes había recibido una llamada de su esposa. Casi no entendió lo que dijo pero alcanzó a escuchar que se quejaba de un dolor en la cabeza. Una palabra de auxilio, otra de despedida y todo se quedó en silencio. Su casa estaba fuera de la ciudad, en cuanto colgó el teléfono salió corriendo del trabajo sin avisar. Llegaría en cinco minutos, el hombre esforzaba el motor al máximo. En vano había intentado llamar por teléfono a su esposa, iba a hacerlo de nuevo cuando el celular resbaló de su mano, bajó la mirada dos segundos y esa distracción fue suficiente para impactarse de frente con otro auto. Fue un choque duro, por fortuna para él, la bolsa de aire le salvó la vida. Sólo tenía un dolor en el cuello y otro en el brazo. Salió con esfuerzo del auto y vio la destrucción que acababa de causar. Se acercó al coche comprimido, adentro una mujer se quejaba con nulas fuerzas, estaba entre los asientos delanteros, tenía la cara llena de sangre, una pierna desmembrada y la otra incrustada entre los metales que la habían atravesado como si fuera de papel. El hombre era el culpable y lo sabía, se quedó mirando al suelo un momento. Entre sus pensamientos pidió perdón a su esposa y se dispuso a ayudar a la mujer herida.
14
Poesía
15
Horizonte… hieres, hablas, huyes, hora a hora hurtas, hechizas; heredas historias, haces héroes honorables, hambrientos habituados a tu hermosura. Las nocturnas siluetas, expresan amor con romántica luna. Despertar colorido; linda mañana reflejada en tus ojos. María de los Ángeles León Valero
Bosco bosque Eres raíz desempolvada hecha agua en luna de leche te acuestas y gestas, la palabra cadabra pronunciada de tus labios, hecho niño/hombre apellido de bosque verde olor a otoño vida cobijado en besos, sueltos hecho palabra. En estrofa guardas; al compás de orientación del viento mientras la luna se cobija en mi vientre, para amanecer despierta en bosque.
Colores fríos Amantes son nuestras bocas, bocas que se devoran como lobos. Lobos que comen e inyectan veneno de fantasmas del PASADO. Figuras repetidas de ayeres, cargamos 16
en el DESNUDO, nos despojamos en anclas de olvidos. Olvidos devoran nuestros intestinos, intestinos que forman un nuevo SER. SER que somos porque respiramos futuro segmentado en nosotros.
Náyade Cuerpo de cielo, carne y sol. Oleajes fálicos, cobijos de piel en piel. Alma y alma resguardo, sexo adherido a mí como miel. Ese chivo y la ninfa desnuda, lobo feroz de este cuerpo terso y jugoso. Dame té de sal. Mariana Solís Ávila Facultad de Letras UMSNH Marianasolav@hotmail.com
Me ardes en el alma como el crepúsculo finito como la soledad tajante.
17
Me dueles en la vida como el sueño inalcanzable lleno de ausencias irracionales. Te sufro en la muerte de infinitos desdenes, desengaños y soles deslumbrados. Me hieres la existencia empapada de llanto de lúgubres desencantos. Me hablas de desolación a media melancolía, llena del desconsuelo de tu esencia. Me hablas de elegía cuando tu agonía esta en la resurrección de tu poesía…
Esta es la melodía más triste que he tocado en mucho tiempo. El encierro de mi alma la prisión de mis lágrimas sin ninguna esperanza de volver a soñar. Extrañar en mi vida la razón de sus letras las palabras tan grandes en aquel corazón. La añoranza perdida de volver a escribirle de tenerla otra vez en la fantasía de abrazarla. Y querer de su existencia las experiencias ganadas su cariño tan inmenso que me niega la distancia. En un rincón sollozar en silencio escondido la amistad que tan grande arrebata el olvido. 18
Guardar entre los recuerdos, aquellos secretos que escribió a mi mente. Y de ahora en adelante nunca decir adiós sino hasta siempre… Tailen Correa Facultad de Letras (UMSNH)
El apando En claustrofóbica espera impacientes aguardan por la efímera libertad desesperados, grises… El tiempo se agranda, se mofa, mientras la crueldad e intriga conspiran. En erotismo grotesco se unen violencia y poesía. Oscuridad que transparenta, brutalidad en rojo, geometría cruel, segmentos perpendiculares, y un estupor… Lucina Ortega Iñiguez
Nocturnos y alboradas Catalejo de voces, y el arrebol del día, buscan lejanas luces quizá en el mediodía. La rosa de los vientos orienta las miradas, palabras, sentimientos e ilusiones rosadas. Un faro a la distancia es trigonometría, 19
y con cierta prestancia la rectitud porfía. Se observan las veletas entre vientos alisios: nubes de amor repletas. Llueven los contralisios, tropiezan al dar vuelta. ¡Se beben vientos frescos! en espacio ruleta de ambientes pintorescos. Como el sol besa al mar; voces besan las almas: la tierra en el girar su abanico de palmas. Un óptico horizonte entre haz de geometría, sostiene ya anhelante palabras en el día. El cielo y la tierra de miradas enamoradas, en el espacio encierran nocturnos y alboradas. Confín astronómico disminuye querellas en el vuelo cósmico para alcanzar estrellas. Amparo González Aguilar Profesora de literatura y letras hispánicas
Esporas celestes Nos encontramos en medio de la nada. La energía fluye, se concentra, crepita, se extiende y se disuelve en la vacuidad. Estrella negra, reina de los misterios y del abismo. 20
Su profundidad es sublime. Nos elevamos majestuosamente como esporas de fuego. Inmensa luz color esmeralda que nos cubre todo el cuerpo. Nos a traviesa dulcemente mientras nos fundimos en ella. Y ella se vuelve un reflejo de nosotros, somos uno y a la vez nada. Somos un punto en la oscuridad de la noche infinita. Nuestros espíritus rugen contra la adversidad de la nada. Fervientemente luchamos con eternos fantasmas, y sombras que vienen y van. La muerte y el delirio se vuelven nuestros amantes. Bailemos en espiral hasta gastar el cuerpo y disolvámonos en la boca voraz de nuestra gran señora. Sin tan sólo nos volviéramos esporas de luz y brilláramos con toda intensidad. Arrojémonos al fuego para ascender al cielo. Volvámonos una estrella negra en el firmamento, invoquemos a la dulce vida. Que nos petrifique de un sólo beso mientras nuestros corazones gimen de intenso placer. Que nuestro ser se deleite con los manjares de la vida. Mi alma, se encuentra en movimiento. Escucho el crujir de mi seca piel agrietada, pequeños copos de luz se esparcen y dispersan. Fecundemos a la esperanza. Para que nos convierta en la semilla de la belleza. Mons 21
Horizontal horizonte, roba mis ojos, deslizando sus pupilas en el reflejo de las nubes, sobre un lago. Lienzo oscilante prueba los tintes del cielo, seductores de miradas. Nefelibata Gris
22
Artes visuales
23
Les rencontres d´après minuit (You and the night) Alberto Bautista Facultad de letras (UMSNH)
Les rencontres d´après minuit o conocida también como You and the night, es el primer largometraje del realizador Yann Gonzalez, y que formó parte de la semana de la crítica de Cannes en 2013. Éste trata sobre los acontecimientos en una orgía organizada por Ali, Matthias y su sirviente transexual Udo. Ellos se reúnen con otras cuatro personas, quienes responden a través de un seudónimo, la puta, el semental, el adolescente y la estrella. Poco a poco los integrantes llegan al lugar acordado para sumergirse en un encuentro onírico entre el deseo carnal y el enfrentamiento emocional de cada personaje.
Yann Gonzalez presenta en este filme, algo extraño e hipnótico. Lo que inicia a algo similar a una película erótica se convierte en una fantasía con tintes emocionales, los diálogos parecen algo absurdos y cómicos en el primer acto, sin embargo, mientras se desarrolla la trama esto cambia con diálogos centrados a la filosofía de vida de cada personaje, el desarrollo de estos, se basa en las historias personales de cada uno, las cuales resultan un poco fantasiosas y extrañas, siempre relacionando raras fascinaciones sexuales y sus miedos más profundos.
Todo en una puesta en escena estructurada de forma no convencional, en escenarios teatrales y personajes extraños desarrollados bajo el marco musical de M83, si bien el argumento es sencillo, la estructura del filme de Yann Gonzalez es la que termina por envolver al espectador entre el amor y la soledad de los protagonistas.
24
25
Por: Memo Equihua
26
"Estrellas en el bosque" Técnica: Acrílico Por: Nefelibata Gris
Por: Alberto Bautista 27
Por: Erik ArĂŠvalo
28
FilosofĂa
29
Breve introducción a la relación que existe entre el Inconsciente y el Lenguaje 1 Blanca De Aldecoa Castillo En tanto que hablamos, somos medidos como hombres; porque deseamos, hablamos; y en tanto sujetos deseantes, estamos insatisfechos
Mientras mejor explicado y bien narrado pudiera ser, mejor se comprendería la relación aquí introducida; lamentablemente, como diría Jacques Lacan en las Formaciones del Inconsciente, su 5° seminario, es lamentable que se siga este camino de investigación por las simples alusiones.
Al considerar la lectura de los autores aquí citados, se busca dar al lector un camino seguro y relativamente corto, llano, por el cual andar, para que pueda verificar la legitimidad de esta relación natural e inherente al ser humano por el simple hecho de que habla; sólo por mencionar algunos de los fenómenos en los que dicha relación es realmente patente, se desglosan los siguientes: los sueños, actos fallidos (o logrados, diría Lacan) de la palabra, lapsus, olvidos de nombres, el chiste, el síntoma, la poesía. Fenómenos del lenguaje que se identifican por llevarse a cabo en la dimensión inconsciente 2 y tener efecto, voz, a partir de la articulación oral o el monólogo interior. Veamos al hombre 3 en busca de respuestas encaminadas a la resolución de algo, en la insistente tendencia de cuestionamientos que parecen tener efecto y lugar en lo material, cotidiano, de nuestra experiencia diaria; lo rudimentario, todo aquello que nos envuelve entre las paredes que nos enclaustran y remontan al diario vivir. Esta búsqueda permanente de respuestas, nos remite de inmediato a la dimensión de lo esencial 4, la función de cada sujeto, en particular. Platón en su Cratilo o del Lenguaje argumenta que el Nombre Propio tiene relación directa con las funciones elementales de cada cosa. No se le llama caballo al león; ni a la ventana se le denomina sillón, etc. Si la cosa es Nombrada, es porque tiene una función particular; la Ley inconsciente, la intervención del significante, otorgando a cada cosa su valor exacto, lleno de orden. El significado sería en cada caso, la historia, lo que a través de ella se modifica de la lengua.
1
Es la tesis inaugural del psicoanálisis lacaniano, considerado como el análisis lingüístico del psiquismo. Por inconsciente entenderemos, a partir de Jacques Lacan, el lugar privilegiado del lenguaje, donde se lleva a cabo la selección, combinación, sustitución, significante. El lugar de la Ley, la consecuencia de la “división del Sujeto” (consciente-inconsciente). Siguiendo a San Agustín, que también es pilar de esta relación de conceptos, el inconsciente sería el lugar, sí de los significantes, el lugar de la palabra, pero más allá aún, el alma. 2 “La otra escena psíquica” dice S. Freud “Ése significante en acción”, dice J. Lacan. 3 Dentro de este escrito, el término hombre designa al género humano, es decir, varón y mujer; con el afán de no desgastar las palabras tratando de dejar conforme a alguno. 4 La palabra <esencial> hace alusión a la capa más profunda de sentido dentro de la acepción de lo que se dice. También, en ocasiones, para acentuar lo referente al ser o la función de cada cosa. 30
A partir de la vía significante 5que es la que nos dirige, vislúmbrese cada etapa del desarrollo del hombre y divídase en lo cotidiano y lo esencial, lo elemental permea a lo cotidiano de sentido 6. Cuando se habla, el mensaje se dirige al Otro 7 y no es precisamente al otro 8 que se tiene enfrente, aun cuando sea el remitente del mensaje. El arte de hablar le compete al hombre, es muy natural que sea toda una cadena la que ordena la palabra articulada, que sea la misma cadena significante que mueva el discurso corriente que reproducimos entre iguales y, por ejemplo, que no tenga ninguna finalidad, lo que se dice, más que causar gracia o sorpresa para ocasionar una risotada. En este ejemplo se expresa la relación del inconsciente con el lenguaje en tanto que para causar sorpresa se requiere de una máscara en las palabras, lo que remite al “doble sentido” de las frases. Que el análisis lingüístico o Psicoanálisis se concentre en lo que se dice y la intención de lo que se dice como algo separado, tiene su especial interés porque es por la vía del significante como se accede al sentido pleno de todo aquello que tiene traducción, como es la palabra. Se dice de la palabra que es el instrumento del habla que impregna de realismo nuestro deseo, cristaliza el deseo, para darlo a conocer. “Deseo se define por una separación esencial con respecto a lo que corresponde pura y simplemente a la dirección imaginaria de la necesidad, necesidad que la demanda introduce en un orden distinto, el orden simbólico, con todas las perturbaciones que éste puede traer aquí” (Lacan, 1958).
San Agustín de Hipona, con mayor énfasis en sus Confesiones, dice que el deseo de alguna forma debe articularse, pues busca ser satisfecho. Pone a prueba al niño recién nacido que patalea y manotea con tanta desesperación e impotencia, exigiendo con cierto gemido, que le sea dado su alimento. Por medio de esta vía, el hombre ingresa al orden de la demanda, que por cierto, debe ser articulada, pues es en este registro donde el sujeto tiene acceso a escucharse y reconocerse. San Agustín considera que este es el esfuerzo del hombre por expresarse, lo que le impulsa a hablar. Jacques Lacan asiente frente a la teoría agustiniana.
Para el analista su principal foco de atención es la palabra, hablada o escrita, con especial hincapié en esta última, que revela más de lo que quiere decir.
Entonces, retomando el tema, si el hombre es impulsado a hablar por medio de una necesidad que debe 5
Según Ferdinand de Saussure, es la imagen acústica, formada por los miembros más pequeños que otorgan el sentido, los semas, posteriormente, los fonemas. Siempre apuntando al sentido puro. 6 El sentido se da a partir del significante más la demanda, deseo (Lacan, 1958). 7 Lugar del Inconsciente, un Otro, designa el lugar donde se produce la palabra. Cuando se habla del Otro, con mayúscula, se hace alusión inmediata a la función paterna pero son conceptos que podrán manejarse con posterioridad. Por el momento, léase al Otro como el lugar de la Ley, que acompaña a cada sujeto y domina cada frase expresada, sobre todo las que mueven las fibras delicadas como “la muerte, la vida, el nacimiento, la guerra”. 8 Con minúscula (autre) designa simplemente al semejante, al prójimo, como tú y como yo. Refiere al “próximo” con el que se articula un discurso común. Tal vez, en ocasiones, al semejante al que le diriges la palabra para no decirle nada. 31
convertirse en demanda para poder ser dicha y elaborada como un discurso dirigido al Otro, del que proviene mi satisfacción, entonces se le debe demandar a ese Otro por medio de su código propio, engañarle, para que parezca una petición más suave, porque la necesidad originaria siempre será insatisfecha; esa es la vía del deseo en relación al significante (por medio del que se expresa), su insolubilidad, por eso la insaciabilidad. “En una obra, como en toda producción a base de palabras, hay dos planos. Está, por una parte, lo que dice, lo que formula en su discurso, lo que quiere decir, en tanto que su sentido, separando el quiere y el decir. […] En esto consiste incluso, habitualmente, nuestro pensamiento –captar lo que se dice, más allá de lo que se quiere decir.” (Lacan, 1958).
32
Antecedentes para la imaginación poética Edel Zavala Regalado
Todo aquel que incursiona en el universo de la poesía se topa irremediablemente con Gastón Bachellard. Quien designa a lo superracional como "el compromiso inconsciente con el objeto de su crítica." 9 De donde deriva su obra, títulos como El aire y los sueños, 1958, La poética del espacio, 1965, La poética de la ensoñación, 1982, La intuición del instante, 1987. Todos incontinentes a la hora de abordarlos, a la hora en que el sueño penetra en los aposentos de cada individuo del espíritu. Textos donde el psiquismo interpreta la noche y el día desde la imaginación poética. En conclusión la libertad. Para comprender la experiencia racional que Gastón Bachellard postula por nueva ciencia, hay que aprehender lo que la imagen literaria tiene de imaginación poética ¿Qué hay en esa poética? Ni más ni menos que la evolución de nuestras partes corporales a la revolución toda del alma. Desate de la virtud a la literatura, de la moral a la poesía, de la razón a la superrazón. Del canon de la división del cuerpo y de la infinitud del alma. A la meditación que lo sustancio en la red extensa. Tránsito de la Edad Media al inicio de la Modernidad. Son los antecedentes de esta poética que Gastón Bachellard adscribe. Comenzando el ser, la empírea se propone extensa. Si bien es cierto que el psiquismo sea potestad de la imaginación, también son confusos los tópicos a donde llega uno ¿Cuál sea el métodopotencial e indicado de la sustancia pensante? Deseoso de escribir, la abducción poetiza. De los temas de mayor atención son los poemas que ensueñan la caída y el volar en el aire. Imposible al hombre, posible al tacto del poeta. Para realizar este tipo de genealogía habría que tener en cuenta que la razón ha sido hecha superracional. El comienzo del ser se vuelve súper:
9
Gastón Bachellard, El compromiso racionalista, 8ª. Edición 2001, Siglo XXI, sinóptico.
33
"Tangere enim et tangi nisi corpus nulla potest res" 10 Pues se sigue, de la naturaleza de la extensión, que sus partes, consideradas en mutua relación, deben tocarse 11. Renouvier usa ante el sistema del cuerpo y el alma, el escepticismo. La temática de Gastón Bachellard toma por vehículo tal escepticismo, movilizando la imagen literaria. En la controversia de Renouvier a las Meditaciones Metafísicas de Rene Descartes, la adición de Renouvier considera que los extremos se juntan y conjuntan mientras Descartes llega a la infinitud e inmortalidad del alma por la meditación que suma el filósofo en relación a la eternidad y Dios. Si es válido que sea el cuerpo divisible, es verdadero que en esa división sea infinita el alma, opinaría Renouvier. ¿Cómo se llega a ello? Analizando la sagrada entidad. A la indivisibilidad del Alma, la divisibilidad de la Materia y el Cuerpo en la Res Extensa, propondrá la predicación del Movimiento, si todo se mueve, el cuerpo se moverá punto a punto a el alma, en algún punto de la extensión. "Entendemos por movimiento el traslado de una parte de la materia o de un cuerpo de la proximidad de otros que le tocan inmediatamente, y que considera como en reposo en la proximidad de algunos otros." 12 Lo anterior normaliza la imaginación dinámica del libro, El aire y los sueños, 1958. Es allí donde la imaginación inconsciente en su análisis usa de la desmaterialización que no es más que el traslado de los entes en el psiquismo de la imagen literaria. Por ello la substancia extensa y sus axiomas en relación a la Filosofía Física y La Materia son necesarios al Superracionalismo de Gastón Bachellard. El racionalismo
polémico
de
Renouvier
dirá:
10
Charles Renouvier, Descartes, Colección Austral, Ed. España- Calpe, Argentina, Buenos Aires 1950, página 99. 11 Ob. Cit. P 99. 12
Idem. P 101.
34
"Existe una substancia extensa, con figura, móvil, que es objeto de la sensación y de la imaginación." 13 No es más la suma e infinita perfección de Dios lo que es en realidad si no la imaginación del aire y el sueño en su poesía. Es pues que el cogito ergo sum sea cogito ergo sueño, lo racional superracional, súper, caída y ascenso. Filosofía y poesía. En torno al cotejo de la razón y sus límites. Habría que comentar que la razón en sus paradigmas científicos, revoluciona, de allí la poesía que contenida en imagen poética en la obra de Gastón Bachellard, en la cual hallamos que la imaginación reproduce también otra libertad: la imaginación poética en libertad.
13
Ib Idem P 95.
35
Pasos perdidos, abrir horizontes, crear diá-Logos Antonio H. Vargas Faculta de Filosofía “Dr. Samuel Ramos Magaña” de La UMSNH
“Nada hay por ver más allá de nuestros horizontes, Sino otros paisajes y otros horizontes” Merleua-Ponty Cuando andamos nuestros pasos nos llevan a distintas partes, incluso los pasos perdidos ya que dice el poeta, “caminante no hay camino, se hace camino al andar”, ese camino lo podemos definir como el horizonte, entendiendo éste en el más amplio de todos los significados. De antemano sabemos que el horizonte es un punto cardinal que se encuentra al este de planeta, es por donde le sol renace victorioso después de luchar contra los dioses nocturnos; en filosofía horizonte se entiende como una forma de ver el mundo, de abordar el mundo, valla, una forma de comprender el mundo. Puedo seguir enumerando los distintos significados de esta palabra pero me detendré aquí ya que quiero dedicar este artículo a las diferentes formas de abordar el mundo. Y hablar de los muchos horizontes que ha abierto Alejo Carpentier, específicamente con su libro Los Pasos perdidos Ver el mundo desde América, específicamente de Latinoamérica, una mirada general nos dice que somos la mezcla rara de dos mundos, ello abre un abanico infinito de posibilidades ya que culturalmente oscilamos entre muchas culturas: a)primeramente la herencia europea y las influencias que ésta tuvo de los países de oriente, b) los muchos usos y costumbres que los pueblos autóctonos de América desarrollaron antes de la brutal conquista en 1521 y como esos Usos y Costumbres devinieron, y c) la consolidación de una cultura específica en cada país latinoamericano que es atravesado por las ideas neo-políticas y la asfixiante idea de la modernización. Y es que sí la modernización es una forma de hacer y habitar el mundo también es una forma de neocolonización de Europa y ahora EEUU nos someten con sus forma de ver el mundo, un mundo acelerado, en donde el tiempo vale, el tiempo como un valor que se valoriza “el tiempo es oro”. Me pregunto ¿Es necesario que los latinoamericanos veamos el mundo como lo ve Europa? ¿Necesitamos imitar su forma y ritmo de vida?¿O será sólo uno pretexto para seguir con la colonización? Alejo Carpentier en el libro antes citado trata estos temas del mito moderno: recordemos “En la mayoría de los casos, no basta conocer el mito de origen, hay que recitarlo; se proclama de alguna manera su conocimiento, se muestra” 14, además “La primera misión del héroe es la de retirarse de la escena del mundo de
14
ELIADE Mircea, Mito y Realidad, Ed. Labor S.A, España, 1992, pp. 228
36
los efectos secundarios, a aquellas zonas causales de la psique en donde residen las verdaderas dificultades y allí aclarar dichas dificultades” 15
El héroe de la novela, es llamado a realizar un viaje en busca en unos instrumentos musicales “Todo me había venido al encuentro, y yo no era responsable de una exagerada valoración de mis capacidades… este viaje estaba escrito en la pared, me dijo Mouche” 16, El nombre del personaje no aparece y es común pensar que A. Carpentier lo deja innombrado por la razón de que puede ser cualquier persona cansada de la sociedad occidentalizada de América. Su condición de ser un individuo casado con un actriz y su modo de vida lo lleva a aceptar la encomienda: “Ante las conocidas imágenes me preguntaba si, en épocas pasadas, como yo, en esta mañana de estío, añoraba −como por haberlos conocido− ciertos modos de vivir que el hombre había perdido para siempre.” 17
A manera de diario el personaje va fechando los acontecimientos de su misión. El cruce del primer umbral ocurre entre el 7-9 de junio con la llegada del avión a la Ciudad y estallido de guerra civil. Narra además los hechos incomodos por tales circunstancias en el hotel y la vacuidad que flota entre las conversaciones superfluas entre su esposa Mouche y la pintora canadiense. La muerte asecha al personaje y a sus cercanos: “el riesgo se repartía entre varios y el retroceder no dependía de uno. Aquí, en cambio, la muerte había estado a punto de darme la zancadilla por mi propia culpa.” 18El personaje logra vencer a la muerte, el proceso de iniciación se da.
En esta segunda parte donde inicia la búsqueda que comprende las fechas del 10-27 de junio (última fecha antes del retorno al civilización), la pruebas comienzan con la llegada a los Altos en donde la actitud de su mujer le comienza desagradar, se adentran en la selva en los pasajes inhóspitos y al mismo tiempo va adentrándose en sus pensamientos, un viaje a su interior, a sus deseos y bajas pasiones, el tema de la9º sinfonía de Beethoven, es recurrente ya que ello nos da muestra de que es el símbolo de la fraternidad occidental en un ambiente tan selvático, tan silvestre, tan inexplorado como la conciencia misma, la forma de aborda el mundo por él comienzan a cambiar , y aparece Rosario, una mujer mestiza que lo cautiva, surge pues una pasión por ella, que es la misma personificación de la naturaleza, magia y misterio al cual el personaje desea acceder:“convivir másestrechamente con esas mujeres sólidas y resueltas, haciéndoles contar sus historias.
15
CAMPBELL, Joseph,El héroe de las mil caras. Sicoanálisis del mito, FCE, México, 1959, pp. 24 CARPENTER, Alejo, Los Pasos Perdidos, ed. Andrés Bello, Santiago, Chile, 1997. pp. 39 17 Ibíd., pp. 41 18 Ibíd., pp. 68. 16
37
Pero, sobre todo, hubiera querido acercarme más libremente a Rosario, cuya entidad profunda escapa a mis medios de indagación aguzados.” 19
En su camino el personaje llega a la Tierras del Caballo, donde “parecía que el hombre fuera más hombre. Volvía a ser dueño de técnicas milenarias que ponían sus manos en trato directo con el hierro y el pellejo.” 20Es pues la salida de las tinieblas del mundo, Y en las Tierras del Perro hay pues un acercamiento a la religiosidad, conoce a Fray Pedro de Henestrosa con quien logrará tener reflexiones acerca de asuntos religiosos, además el padre de Rosario fallece y el protagonista tiene un encuentro sexual con ésta; “no existe ninguna mitología que no haya asociado al perro con la muerte, los infiernos, el mundo de abajo… se conoce la significación oculta, hembra, a la vez vegetativa, sexual, adivinatoria, fundamental tanto para el inconsciente como para el subconsciente.” 21En esta parte se afirma lo ultraterreno, lo mágico, las fuerzas del cosmos, ocurre también la lluvia de mariposas en donde hay una muerte y un renacer del personaje.
Su esposa enfermado por lo tanto tiene que abandonar el camino que le da al héroe cierta libertad de actuar conforme a los acontecimientos de su viaje Las pruebas que el personaje tiene que superar para lograr su misión son tres, desde mi punto de vista: a) la embarcación que los llevará a Santa Mónica de los Venados, en el lunes 18 de junio la naturaleza y especialmente los insectos cobra una apariencia terrorífica “Nada me amenazaba. Todos parecían tranquilos en torno mío; pero un miedo indefinible, sacado de los trasmundos del instinto, me hacía respirar a lo hondo, sin hallar nunca el aire suficiente…se trata del enfrentamiento con la tierra inculta y bravía, con esa realidad maravillosa de este mundo hispanoamericano” 22 se trata de vencer los miedos a la ambiente al exterior; b) martes 19 de junio en la misma embarcación una lluvia los azota sumiéndolos en una situación desoladora, en donde el personaje busca unirse a la madre tierra, representada por Rosario “Perdida toda Razón, incapaz de sobreponerme al miedo, me abrazo a Rosario, buscando el calor de su cuerpo, no ya con gesto de amante sino de niño que se cuelga del cuello de su madre”. 23Estas pruebas son pues la asimilación de la naturaleza exterior e interior, es una lucha incesante del exterior con el interior. Más adelante hablaré de la prueba c)
Ocurre una pausa y el personaje llega a Santa Mónica de los Venados donde encuentra los instrumentos por los cuales fue enviado, ahí se da cuenta de la confluencia entre la raza Latinoamericana y los instrumentos, Fray Pedro oficia una misa, y en ella el personaje tiene una visión de todos los tiempos que confluyen en ésta, 19
Ibíd., pp. 92. Ibíd., pp. 103 21 Ibíd., pp.103 22 Ibíd., pp. 98 23 Ibíd., pp.104 20
38
es decir desde el tiempo dorado de las culturas autóctonas de estas tierras, la conquista, y el paleolítico que es el tiempo que vive:“Los conocía a través del barniz de las pinacotecas, como testimonio de un pasado muerto, sin recuperación posible. Y he aquí que ese pasado, de súbito, se hace presente. Que lo palpo y lo aspiro. Que vislumbro ahora la estupefaciente posibilidad de viajar en el tiempo, como otros viajan en el espacio.” 24
En el capítulo 3, el protagonista reconoce el secreto que ha sido revelado por el “Adelantado” (personaje místico que conocí en la Tierras del Perro):el génesis, la creación de la madre tierra y el encuentro con ella. Rosario, que ya antes habíamos dicho que correspondía a la confluencia de los aspectos míticos y naturales de lo real maravilloso americano, ahora es percibida por él de forma más íntima: “Esto es Dios. Más que Dios: es la Madre de Dios. Es la Madre, primordial de todas las religiones. El principio Hembra, genésico, matriz, situado en el secreto prólogo de todas las teogonías.” 25 Mediante esta revelación el personaje asiste al nacimiento de la música, este es el secreto que como héroe debe saber para luego compartir.
La perdida de los miedos que cargaba el personaje se da en la parte XXIX del capítulo 3 cuando vislumbra la creación de una obra musical con características monumentales, en la que se conjugan todas las técnicas musicales que han existido en la cultura occidental: “Así pensaba yo lograr una coexistencia de la escritura polifónica y la de tipo armónico, concertadas, machihembradas, según las leyes más auténticas de la obra” 26. Será el vestigio de su aventura mítica, mística que debe compartir a con su comunidad.
Ya para finalizar la narración el héroe al conocer todo aquello que vio en la selva y de una manera un tanto estúpida sale dejando los apuntes de Treno a Rosario, surge pues la prueba c) (arriba esbozada): vencerse a sí mismo, resistir el llamado de la civilización, la de eternizarse por medio de su arte. En esta última falla: “Esta calle me ha devuelto al mundo del Apocalipsis, en que todos parecen esperar la apertura del sexto sello.” 27El relato toma un matiz trágico, se anula un futuro glorioso por un pasado “El viajero busca la edad de oro primigenia, pero ésta ya rememora su propia edad de oro perdida. Y sin embargo, esta anulación del tiempo por el tiempo es repetible porque es mítica y es mítica porque es ejemplar, porque es eminentemente presentable.” 28 Se despliega el sentido del texto: la problemática espacio−temporal que el hombre desconoce y por la cual está condenado. Pierde todo el personaje, todo se queda sin valor, su regreso es más que amargo, él intenta volver al lugar sagrado pero el lugar ya no se lo permite, el tiempo vuelve a cambiar. 24
Ibíd., pp.119 Ibíd., pp.121 26 Ibíd., pp.177 27 Ibíd., pp.222 28 Ibíd., pp.262 25
39
Como puede verse la obra es una obra trágica que está influida por la mitos y tragedias griegas y latinoamericanas, tenemos un tiempo propio y una cultura vasta, pero también somos herederos de los tradiciones occidentales de la cual no podemos ni debemos desprendernos pero tendremos que ser críticos, parafraseando a Octavio Paz: hacer ruptura con las tradiciones, es decir abrir horizontes, crear diálogos, no solo colonización o monopolios.
40
Música
41
Sentidos y sonidos Iris A. Baltazar
Sonidos y texturas son base fundamental de una melodía óptica, solo que necesitas un instrumento para ponerlo al oído humano. Es así como se define a fines prácticos un concierto donde no sólo escuchas instrumentos como el piano, el violín, los timbales, las percusiones africanas, sino también las nuevas composiciones, los futuros compositores del siglo XXI nos muestran videos y texturas de la forma en que ellos ven el mundo, de la forma en que lo interpretan y en cómo quieren darlo a conocer. Y es esta forma que se plasma desde épocas antiguas, motivo por el que muchos autores han plasmado en sus novelas las formas en las que muchos escribían, teniendo como cumbre de estas novelas el trabajo del maestro Carpentier con "Concierto Barroco", donde habla de la creación de las obras de Vivaldi, de las cuales más de una son demasiado conocidas por el público en general, y unas cuantas tuve el placer de escucharlas en los conciertos a los cuales asistí en el Conservatorio de las Rosas. Diversas piezas se interpretaron, desde pequeños estudios hasta música moderna, desde John Dowland hasta Coldplay, pasando por Granada, Inglaterra, Sevilla, Japón, el México de los 90´s hasta África Occidental. Todos dependiendo del gusto del intérprete y de sus mismas capacidades. Hay que tener en cuenta que no todos los estudiantes tienen las mismas capacidades y el mismo tiempo interpretando obras como para decir que todos son completamente hábiles, el ser músico en formación es trascendental en su vida de artistas, por lo que no soy capaz de atreverme a dar un juicio de valor de meros estudiantes, pero si puedo confirmar que van por buen camino, pues errores leves los comete cualquiera, pero la capacidad para interpretar el arte sólo muy pocos la tienen, y aún menos, los que pueden darle el verdadero significado a cada una de las piezas artísticas de las que son público. Incluso así podemos apreciar el esfuerzo de los músicos, pues demuestran con sus piezas los más complejos sentimientos y el grado de dificultad de cada una de sus obras. Es una textura parte fundamental de una obra, de un contexto social y de un contexto espiritual, es este sencillo manejo de las cosas lo que convierte aquello que vive en el corazón de los artistas en algo tangible y es ese algo del cual muchos se encuentran para dar a conocer su pensamiento a la sociedad. Siendo así una forma estrechamente ligada al corazón y a la armonía, pues de sobra es conocido que cada una de las composiciones que escuchamos tanto en general como en esta sala de conciertos esta semana se rige no solo por el sentir, sino por lo que pasa alrededor del autor de dicha obra, de sus conocimientos acerca del mundo y de la forma en la que se plasma.
42
“El ocaso del horizonte, es la fizura en la que se pierden las nubes, el sol y surgen los sueños” - Nefelibata Gris
Facebook.com/Revista Seis Mil 83 http://revistaseismil83.wordpress.com/ Morelia, Michoacán 2015