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OBESIDAD Y ESTRÉS: Un monstruo que lleva a la muerte
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ESTE ARTÍCULO busca que el lector se dé cuenta que la obesidad y el estrés no son una moda, sino un problema que nos atañe a toda la sociedad, sin importar edad, género, raza, religión, educación, etcétera.
Todos podemos padecer este binomio pero, ¿qué es la obesidad? Para eso hay que definirla. La Organización Mundial de la Salud la describe como:
Una acumulación anormal o excesiva de grasa que puede ser perjudicial para la salud. Una forma simple de medir la obesidad es el índice de masa corporal (IMC), esto es el peso de una persona en kilogramos dividido por el cuadrado de la talla en metros. Una persona con un IMC igual o superior a 30 es considerada obesa y con un IMC igual o superior a 25 es considerada con sobrepeso.
El sobrepeso y la obesidad son factores de riesgo para numerosas enfermedades crónicas, por lo que es importante que se atiendan por un equipo multidisciplinario compuesto por médicos, nutriólogos, psicólogos, trabajadores sociales, sociólogos, antropólogos, profesores y padres de familia para que sea abordado desde todos los ámbitos.
La obesidad te puede llevar a la muerte desencadenando enfermedades físicas, tales como: la hipertensión arterial, la diabetes, el hígado graso, el síndrome metabólico, eventos cardiovasculares, incluso cáncer. Hay que tomarlo en serio y dejar de pensar: qué tanto es tantito. El que hoy sea un kilo de más y dentro de una semana dos y al mes cinco y así progresivamente hasta darnos cuenta
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Cuando la obesidad y el estrés se juntan, ¡cuidado!, es el binomio perfecto entre el quiero bajar pero no puedo, y entonces lleva a la persona a la destrucción.
que estamos presentando obesidad no es un chiste sino un problema serio. Actualmente, de acuerdo a las estadísticas nacionales y estatales, Veracruz cuenta con el primer lugar en obesidad infantil, y desafortunadamente, también entre los adultos. Si a esto le añadimos otros factores que deben tomarse en cuenta como los aspectos psicológicos a los que no prestamos atención, será difícil que podamos erradicar o minimizar este fenómeno en nuestro país y estado. Sabemos que existen factores como la inseguridad que evitan que la población pueda realizar ejercicio al aire libre. La situación económica genera que los pacientes abandonen la dieta e incluso la apatía o el aburrimiento de comer siempre lo mismo. Aún más, hay que luchar contra los medios de comunicación que venden a la ciudadanía productos con efectos milagrosos de resultados en tres días. Fármacos y dietas nocivas que no generan un hábito saludable y pueden acabar en una enfermedad e incluso en la muerte, generado una descompensación en el organismo.
Estrés
Entre otros factores: uno de los más preocupantes es el estrés que como su nombre lo dice está formado por tres aspectos: ansiedad, angustia y depresión.
Cuando la obesidad y el estrés se juntan, ¡cuidado!, es el binomio perfecto entre el quiero bajar pero no puedo y entonces lleva a la persona a la destrucción generando frustración, rabia, agresión a través de la comida por no lograr sus objetivos, sintiéndose avergonzado: culpa, baja autoestima, deterioro del auto concepto, por lo que es mejor desde el pensamiento del paciente dejar la dieta: esto no es para mí. También tenemos que tomar en cuenta las creencias que se han inculcado de generaciones atrás tales como el gordito es el más sanito, dejar la comida es pecado: hay gente que no tiene en el mundo qué comer y tú sí, dejar la comida es de mala educación, etcétera. Y entonces no importa que las personas se sientan satisfechas, tienen que cumplir con estas creencias arraigadas, por la familia, la cultura y la sociedad; eso no ayuda
Entre otros factores, uno de los más preocupantes es el estrés que está formado por tres aspectos: ansiedad, angustia y depresión.
para el trabajo multidisciplinario: la obesidad y el estrés siguen a la alza. ¿Pero cómo trabajar con el estrés? Esto es tarea de los psicólogos. Hay que tener presente que el estrés, entre sus componentes que ya mencionamos, está la ansiedad, la cual se define de esta manera: estado mental que se caracteriza por una gran inquietud, una intensa excitación y una extrema inseguridad. Y si aparte llegamos al punto de una compulsión, se vuelve una obsesión. Entonces por más que se quiera dejar de comer en exceso no hay límites. La persona no puede ya que la compulsión le arrebata y le sobrepasa. La compulsión es una idea fijatoria, que se repite constantemente en el individuo y que lo lleva a comer. Es básico que el nutriólogo, médico y psicólogo, trabajen de la mano. Ansiedad no es ociosidad. Es necesario indagar sobre el tema a través de la terapia con una evaluación apropiada. ¿Cuáles son los aspectos que se esconden en ese estrés que manifiesta el paciente y teniendo claro cuál es el origen del problema poder realizar el abordaje pertinente. Sólo entonces se verán mejores resultados en el paciente de manera integral. No olvidemos: mente sana en cuerpo sano y lo que el cuerpo calla es lo que el alma grita. Cuando se identifica qué es lo que se tiene que trabajar el peso emocional, físico y psíquico desaparecen. Entoces la persona logra su estabilidad y equilibrio. Cuando hemos vencido al monstruo, no hay rebotes. Se han generado hábitos saludables, la muerte se aleja para darle paso a una verdadera calidad de vida. ☻
Gabriela Magallanes Psicóloga clínica
Es psicóloga clínica con un master en psicoterapia Gestalt para adultos y adolescentes. Cuenta con una especialidad en educación sexual; ha trabajado como psicóloga perito para la PGR. Durante su formación ha cursado diversos diplomados en tanatología, logoterapia, terapia breve de pareja, transtornos de la conducta alimenticia, bioenergética y procesos corporales, aromaterapia y masaje holístico.