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PERÚ Derrame de mercurio sigue matando a

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Choropampa. Negligencia y tragedia

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Derrame de mercurio sigue matando

a campesinos 20 años después

Cuando los habitantes del pueblo peruano de Choropampa vieron en el suelo una especie de plata líquida se apresuraron a recogerla y llevarla a sus casas. Algunos creyeron que ese raro metal tenía poderes curativos y otros pensaron que podrían extraer oro al calentarlo. Sin embargo, lejos de ser una bendición, el derrame de mercurio ocasionado por la empresa Ransa en el año 2000 ha sido una maldición para quienes se atrevieron a tomarlo con las manos y para los campesinos de la zona que, tras la tragedia, fueron engañados por la empresa y abandonados por el gobierno.

LEONARDO BOIX L ONDRES.- El 1 de junio de 2000 un camión cisterna de la empresa Ransa S.A., subcontratista de la multimillonaria Minera Yanacocha S.R.L., derramó al menos 151 kilos de mercurio en el pueblo peruano de Choropampa, a 61 kilómetros de Cajamarca, causando graves trastornos de salud en más de un millar de personas, la mayoría niños.

A 20 años de esa catástrofe ambiental, una de las peores en la historia de Perú, cientos de campesinos siguen padeciendo las consecuencias del accidente en su salud, de acuerdo con una investigación del diario británico The Guardian, dada a conocer el jueves 2.

El transporte comercial en cuestión viajaba hacia Lima desde la mina de oro de Yanacocha en Cajamarca, la más grande de América Latina.

El mercurio se extendió aproximadamente por 27 kilómetros de carretera, desde el distrito de San Juan, cruzando por el centro poblado menor de San Sebastián de Choropampa, con consecuencias de vastadoras para la población local, según el reporte del rotativo y de la Fundación Bill y Melinda Gates.

Una semana después del incidente, y ante los efectos nocivos del mercurio, centenares de personas empezaron a in gresar a diversos centros de salud de Cajamarca con síntomas similares: ronchas en la piel, malestar del cuerpo, náuseas, vómitos y diarreas.

Al menos 755 personas, incluidos ni ños y embarazadas, fueron atendidas por intoxicación, requiriéndose la hospitali zación de muchos de ellos por la manipulación o recolección del mercurio sin las condiciones de seguridad.

Esas personas tenían en su orina nive les de mercurio cinco veces superiores a los permitidos por la OMS.

Desde entonces, la población sigue re portando la existencia de temblor corporal, insomnio, irritabilidad del carácter, pérdi da de memoria, fuertes dolores articulares, sarpullido intermitente, epistaxis o hemorragia nasal, desmayos intempestivos, aparición de casos de ceguera e intensos dolores renales, detalla el diario.

Una de las afectadas fue Francis ca Guarniz Imelda, quien recogió con sus manos ese metal, creyendo que tenía po deres sanadores. La mujer llevó el mercurio en una botella plástica a su humilde casa de adobe en Choropampa, y lo dejó al lado de su cama. Con el calor, parte de ese metal tóxico se evaporó, contaminando las paredes y el techo de la vivienda.

“En un principio creíamos que ese metal tenía valor. El líquido brillaba y

El abandono a víctimas

los niños inmediatamente comenzaron a recogerlo con las manos”, contó Guar niz a The Guardian , al indicar que sólo cinco días después la empresa Minera Yanacocha S.R.L., les informó que el mercurio era tóxico y que debían desha cerse de él.

Desde entonces, Guarniz dice tener problemas para caminar, además de estar perdiendo la vista y sufrir problemas re nales. Otra campesina, Luisa Arribasplata Mestanza, terminó en estado de coma y está en un hospital de Lima.

Decenas de campesinos de la zona también sufrieron por el derrame de mer curio; esas personas, desde entonces, han tenido muchos inconvenientes para ven der sus cosechas debido al temor de los consumidores de que los granos estén envenenados.

Muchas familias decidieron abando nar Choropampa y los campesinos que permanecen en el lugar denuncian no ha ber recibido asistencia o compensación alguna del gobierno.

Negligencia

En los últimos meses al menos cinco personas murieron por complicaciones de salud relacionadas con el derrame de mercurio.

El alcalde de Choropampa, Ronald Men doza, dijo al medio británico que su poblado está muriendo por segunda vez. “Estamos enterrando a nuestros habitantes uno por uno. La pregunta es quién será el próximo”.

Lo cierto es que un reporte sobre el de rrame, elaborado por la Corporación Internacional de Finanzas del Banco Mundial (IFC), concluyó en 2000 que los contene dores que transportaban el mercurio no estaban asegurados correctamente al ca mión cisterna y que uno de ellos se ladeó, causando el derrame.

Pese a la evidente responsabilidad de Yanacocha, sólo se abrió un proceso penal por lesiones culposas contra el chofer de Ransa que transportaba el metal líquido y se le sentenció a dos años de prisión.

En el momento del derrame la IFC era dueña de 5% de la Minera Yanacocha, que a su vez es propiedad de la empresa esta dunidense Newmont Corporation, la peruana Buenaventura Mining Company y la japonesa Sumitomo Metal Mining Co. Ltd. La IFC vendió sus acciones en 2017.

La minera Yanacocha inició una cam paña para recuperar el metal, puso carteles donde ofrecía entre 100 y 300 nuevos soles por kilo de metal recuperado. De todos mo dos, y según un informe de la Defensoría del Pueblo de Perú publicado en 2000, só lo un tercio del mercurio fue recuperado.

Esa investigación también determinó que las botellas de mercurio que se envia ban de la mina no tenían rótulos que indicaran su contenido y la peligrosa índole de éste, y que la Newmont Mining Corpora tion, como principal accionista y casa matriz de la compañía, no aplicaba normas

globales al manejo y transporte de materiales peligrosos en su mina de Yanacocha.

Para entonces ya era demasiado tarde. Algunas personas habían calentado el mercurio, esperando poder extraer oro de él. Otras lo dejaron en contenedores abiertos, donde se evaporó a temperatura ambiente contaminando el interior de sus viviendas.

La exposición a largo plazo del mercurio no sólo causa problemas en el sistema nervioso central, sino también en el sistema digestivo, el sistema inmune y el sistema renal de las personas. El mercurio es, además, particularmente peligroso para embarazadas porque puede llegar a la placenta y afectar al feto.

Tanto minera Yanacocha como la compañía de transporte Ransa acordaron pagarle una compensación a los campesinos afectados, a cambio de que estos abandonaran las demandas judiciales en su contra. Dichos acuerdos insistían que las compañías no eran responsables por el derrame y pedían que no se hicieran demandas judiciales contra ellas.

Minera Yanacocha también acordó proveer a los campesinos con seguros de salud para enfermedades vinculadas al derrame de mercurio. La mayoría de los pobladores, de los cuales 87% era analfabeto, firmó ese documento; incluso algunos estamparon sus pulgares por no saber firmar.

No obstante, desde que ocurrió el derrame surgieron entre los pobladores otras enfermedades no cubiertas por el plan de salud acordado inicialmente, que dejaron a los afectados sin poder pagar por el tratamiento que necesitaban.

En marzo de 2008 el Ministerio de Salud de Perú confirmó en un informe que aún había mercurio en las viviendas de Choropampa y que, de un total de 18 casas evaluadas, siete resultaron contaminadas por mercurio elemental con valores mayores de los establecidos.

Ese informe señaló, además, que alrededor de mil 600 habitantes se expusieron al derrame de mercurio, indicando que sólo 49.1 kilos del metal fueron recuperados, 17.4 se perdieron en el suelo, 21.2 se evaporaron y 63.3 no fueron recobrados.

También concluyó que la asistencia médica que recibieron los pobladores de Choropampa fue “insuficiente” y que, por ende, debía ser mejorada; además recomendó investigar más sobre la amplitud y consecuencias de la contaminación. Sin embargo, no se ha realizado ninguna investigación.

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Gobierno mudo La esposa del alcalde Mendoza, Alicia Errera Asañero, tenía 14 años cuando ocurrió el derrame, regresaba del colegio cuando pasó el incidente. Ella recogió el mercurio en un contenedor abierto y lo llevó a su casa.

La mujer estuvo hospitalizada 15 días, periodo en que se le suministró penicilina como parte del tratamiento. Ahora Errera Asañero sufre problemas en los huesos, pérdida de memoria y tiene la enfermedad púrpura trombocitopénica inmunitaria, una condición que se caracteriza por la destrucción prematura de plaquetas.

Ella considera que sus problemas de salud se deben al mercurio que mantuvo en su habitación cinco días, aunque no tiene manera de comprobarlo.

Muchos pobladores de Choropampa se sienten atados de pies y manos porque consideran que fueron una trampa los contratos que les hicieron firmar.

La opción de demanda legal contra la minera es sólo posible ahora para unas 80 familias que no firmaron el contrato. En la actualidad hay unas 36 demandas penales en Perú contra la Minera Yanacocha.

En un comunicado oficial, la minera indicó que trabajó en conjunto con las autoridades peruanas para hacer frente al impacto por el derrame. Asegura que una investigación de riesgo medioambiental, que realizó dos años después del incidente, “mostró y confirmó que una vez que se hicieron los trabajos para remediar la situación en las zonas afectadas, no hubo peligro de contaminación para los habitantes o para el medio ambiente en las áreas donde tuvo lugar el accidente”.

La compañía asegura que está al tanto de la salud de la gente y de la protección del medio ambiente. “Es por ello que Yanacocha no escatimó esfuerzos o recursos para resolver los problemas causados por el accidente y prevenir que un hecho similar ocurra en el futuro”, continuó el documento.

La compañía detalló que destinó más de 15 millones de dólares en programas de monitoreo, cuidados médicos, recuperación de mercurio, protección medioambiental y limpieza, así como en programas de compensación para individuos y la comunidad.

Mirtha Vásquez, abogada y secretaria ejecutiva de Grufides, organismo que defiende los derechos de las poblaciones afectadas por las actividades mineras, asumió en enero último como legisladora por Cajamarca en el Congreso Nacional, trabaja ahora en una propuesta de ley que proteje a los afectados por la contaminación de metales tóxicos.

La jurista espera que finalmente exista en Perú una ley que ayude a las víctimas de derrames de metales tóxicos y que la Minera Yanacocha y Ransa paguen a los campesinos afectados la compensación que merecen.

Por su parte, un análisis que realizó el Instituto de Defensa Legal Justicia Viva, publicado el 25 de marzo de 2009, sostuvo que el Estado peruano no puede ser impasible.

“Hay una evidente violación al derecho a la salud. El derrame de mercurio ha ocasionado daños graves y permanentes, lo que exige un tratamiento costoso, en tanto que el monto de la indemnización (que otorgó Yanacocha) es irrisorio en comparación con el costo del daño ocasionado”, indicó el documento elaborado por las expertas Yastin Ramírez y July Zegarra que fue titulado Derrame de mercurio en Choropampa y sus consecuencias en el desarrollo de los conflictos socioambientales en el Perú .

“Las transacciones extrajudiciales firmadas entre la empresa Yanacocha y las poblaciones carecen de efectos legales por contravenir derechos fundamentales”, dice el documento.

Denuncia que el Estado peruano ha sido un actor, por lo menos, “mudo” al no haber participado activamente en la protección de los derechos de los afectados.

“(El gobierno) fue casi un aliado de la empresa, no inició, siquiera, acciones por delito ecológico, otorgando en bandeja de oro no sólo la concesión sino la salud de su población menos favorecida”, agrega. La investigación británica

https://www.pewresearch.org

El coronavirus: de la política antimigratoria de Trump la joya

RAFAEL FERNÁNDEZ DE CASTRO Y SAVITRI ARVEY

La pandemia del coronavirus ha sido la excusa perfecta del gobierno de Donald Trump para suspender el proceso de asilo a los migrantes que llegan a su frontera sur huyendo de violencia y persecución, la mayoría proveniente del Triángulo del Norte de Centroamérica (Honduras, El Salvador y Guatemala), así como de estados mexicanos como Guerrero y Michoacán.

El pasado 20 de marzo, cuando la Casa Blanca anunció el cierre de la frontera con México a “viajes no esenciales”, el secretario de Salud, Alex M. Azar II, dijo que los migrantes representaban un peligro para la salud de los patrulleros fronterizos y de los centros de detención. Lo que Azar se calló es que, justo ese día, Estados Unidos contaba con más 17 mil casos confirmados de coronavirus, mientras que en México y en el Triángulo del Norte de Centroamérica había sólo 201.

En la primera parte de este ensayo explicamos cómo el cierre parcial de la frontera por el coronavirus es la culminación de los esfuerzos incesantes del gobierno de Trump por frenar el derecho a la protección humanitaria para los migrantes que llegan a su frontera sur. En la segunda parte exponemos cómo Washington ha logrado exportar la responsabilidad de los migrantes que solicitan asilo a las ciudades mexicanas de la frontera y cuáles son las implicaciones sanitarias de esa población varada en México.

El muro de metal y el muro de cristal

El gobierno de Trump está edificando dos muros: la barda metálica que se refuerza en Tijuana y Tecate, o que incluso, en estos días de distanciamiento social, se sigue construyendo a marchas aceleradas en Arizona; y otro muro invisible, confeccionado por varios programas y políticas para impedir que los migrantes sigan llegando a la frontera sur a solicitar asilo.

La última medida –el cierre parcial de la frontera por el coronavirus– es la joya de la corona de su plan. Todos los migrantes que crucen a Estados Unidos sin documentos, incluso los que lo hacen para entregarse a la autoridad y pedir asilo, serán expulsados en caliente. El gobierno estadunidense ha instrumentado más de 10 acciones para impedir el acceso al asilo.

Destacamos tres por su mayor impacto: la separación de los niños de sus padres, el método de conteo para solicitantes de asilo y los protocolos de protección al migrante –programa Quédate en México o MPP, por sus siglas en inglés.

A mediados de 2018, segundo año de gobierno de Trump, el

ENSAYO

flujo migratorio que llegaba a la frontera México-Estados Unidos mostraba una composición singular: la mayoría eran familias o niños no acompañados provenientes del Triángulo del Norte de Centroamérica en busca de protección humanitaria. Tradicionalmente, el flujo migratorio había sido prácticamente de varones jóvenes. En 2012, por ejemplo, los adultos solteros representaron 90% del total de detenciones de la patrulla fronteriza.

Las familias significaron un reto especial para la Casa Blanca. La patrulla fronteriza sólo podía confinarlos durante 20 días en los centros de detención. La resolución de 1997 conocida como Flores prohibió que los niños permanecieran más tiempo en los centros de detención pues carecían de las condiciones adecuadas. Esto implicaba que, una vez que las familias iniciaban su proceso de asilo, fueran liberadas en territorio estadunidense con un rastreador para esperar su audiencia migratoria. Esta podría tardar hasta dos años. Los adultos, en cambio, esperaban todo el proceso dentro de los centros de detención.

El gobierno de Trump acusó a la resolución Flores de motivar a los polleros a traer migrantes centroamericanos con hijos. Después de arduas deliberaciones entre los departamentos federales de Seguridad Interior y Justicia, Jeff Sessions, el primer procurador general de Trump, anunció en abril de 2018 que habría cero tolerancia para quienes cruzaran la frontera sin documentos –incluso para los solicitantes de asilo– y que, además, enfrentarían consecuencias penales. Eso dio pie a que los niños empezaran a ser separados de sus padres y enviados a sedes habilitadas para ellos en distintas partes del territorio estadunidense. Los papás, finalmente adultos, permanecerían en los centros de detención durante todo el proceso de asilo.

Una tormenta mediática se le vino encima a la Casa Blanca. Se publicaron fotografías y grabaciones de niños desolados y cautivos en jaulas metálicas. El gobierno se vio orillado a cancelar el programa a las seis semanas. La medida no sólo era inhumana; se instrumentó tan mal que todavía hay cientos de niños perdidos, sin que exista un sistema para rastrearlos.

En el verano de 2018 se implementó el método de conteo –metering, en inglés– en todos los cruces de la frontera con México. La autoridad migratoria de Estados Unidos declaró “falta de capacidad” para procesar a todos los migrantes que llegaban a pedir asilo. De manera que cada día la agencia de Aduanas y Protección de la Frontera (CBP, por sus siglas en inglés) empezó a emitir el número de solicitantes que podían procesar.

El conteo provocó que se formaran largas filas en las ciudades mexicanas de la frontera, desde Tijuana hasta Matamoros. Nuestro centro de investigación, junto con el Strauss Center de la Universidad de Texas en Austin, ha documentado el volumen y la composición de las filas cada trimestre. En Tijuana, la lista más larga fue de 5 mil solicitantes de asilo en noviembre de 2018, justo después de que llegó la caravana de Honduras. En Ciudad Juárez, el número llegó a 6 mil en el verano de 2019, pero ha ido disminuyendo.

Aun así, los flujos compuestos por familias llegando a la frontera seguían aumentando. El pico se dio en mayo de 2019. La patrulla fronteriza detuvo a 144 mil personas, 69% era familias o niños. De seguir ese ritmo, se romperían todos los récords. Por supuesto, Trump montó en cólera y amenazó vía Twitter:

Estados Unidos impondrá un arancel de 5% a todas las mercancías de México a partir del 10 de junio si no colaboran para frenar a los migrantes ilegales que transitan por México. Los aranceles seguirán aumentando hasta que el problema de migración ilegal se resuelva . https://www.elsiglodetorreon.com.mx/

AMLO despachó a Washington al canciller Marcelo Ebrad, quien una semana después an unció un acuer do: México enviaría a la novel Guardia Nacional a las fronteras sur y norte para impedir el paso de centroamericanos. También reafirmó su compromiso de que los migrantes centroamericanos esperaran su proceso de asilo en México a través del programa MPP, al que había accedido a unos cuantos días de estrenarse como canciller.

A partir de junio de 2019 el programa MPP entró en vigor en toda la frontera, incluso en las ciudades más peligrosas de Tamaulipas, como Nuevo Laredo y Reynosa. Así, todo solicitante de asilo que hable español sería reenviado a las ciudades fronterizas mexicanas para esperar su proceso. En pocas semanas, el número aumentó de manera exponencial. En agosto de 2019 sumaban 38 mil devueltos a través del MPP y 26 mil estaban en las listas de espera del programa de conteo; es decir, un total de 64 mil solicitantes de asilo en las ciudades mexicanas fronterizas.

El equipo diplomático de Andrés Manuel López Obrador se había comprometido a dar resultados en 90 días. Cumplió. Para agosto de 2019 la patrulla fronteriza estadunidense sólo hizo 63 mil detenciones; es decir, casi una tercera parte del pico de mayo de ese mismo año.

Desde finales de 2019 los flujos de centroamericanos han disminuido por tres motivos. Primero, sus posibilidades de obtener asilo son muy bajas. Según el análisis de la Universidad de Syracuse, sólo 0.01% (481 de 43 mil 65) solicitudes de asilo proceden. A los indocumentados les es muy difícil conseguir abogados y sin éstos es prácticamente imposible lograrlo. Segundo, les es costoso, peligroso y muy largo permanecer en las ciudades mexicanas. Y tercero, por la disuasión que ejerce la autoridad mexicana a los migrantes en tránsito por México.

A raíz de la pandemia del coronavirus la mínima posibilidad de obtener asilo ha desaparecido. A partir del 20 de marzo

AP photo /Marco Ugarte

ENSAYO

pasado, todo migrante que ingrese sin documentos, así sea para entregarse a la autoridad, es expulsado en caliente a su país de origen. Las cortes migratorias permanecen cerradas desde entonces.

En conclusión, la crisis del coronavirus a Trump sí le vino como anillo al dedo: es la excusa perfecta para blindar su frontera. Los impactos en nuestras ciudades de la frontera Las políticas del gobierno de Trump han trasladado la responsabilidad de encargarse de los solicitantes de asilo a las ciudades mexicanas de la frontera. Los varados y los retornados significan un sinfín de retos y ajustes tanto para autoridades como para organizaciones de la sociedad civil y religiosas que protegen a los migrantes.

Decenas de miles de ellos, la mayoría con familias, tienen que esperar un largo proceso de asilo en condiciones inhóspitas que, con las cortes migratorias abiertas, rondaba los 10 meses. Durante la espera, los migrantes requieren todo tipo de servicios: alojamiento y alimentación, así como apoyo para la salud, trabajo, educación y seguridad.

El bienestar de los migrantes que esperan –tanto por el programa MPP, como por el conteo– varía mucho según la ciudad fronteriza en que se encuentren. En Tijuana, por ejemplo, existe una red de más de 15 albergues, así como centros para proporcionar trabajo, sobre todo en el sector de la construcción y en maquiladoras. Con el aumento de familias llegando a esa ciudad, la Casa del Migrante –el primer albergue no sólo local sino de todo México– tuvo que cambiar su tradición de recibir sólo a varones y atender a familias completas para evitar que se quedaran a la intemperie. En el otro extremo de la frontera, en Matamoros, se habilitó un campamento informal en el que conviven más de 2 mil personas sin servicios, como agua y luz.

Pero no sólo hay que atender las condiciones en las que esperan. De hecho, la violencia se ha agudizado en estas ciudades. La organización Human Rights First ha documentado más de mil casos de abuso, secuestro, tortura, violación o asesinato de los migrantes varados en México bajo el programa MPP. En Nuevo Laredo, las condiciones son más precarias y el crimen organizado encontró un nuevo nicho para secuestrar y delinquir, por lo que muchos retornados se han trasladado a Monterrey, donde esperan sus audiencias.

Como si lo anterior fuera poco, ahora llegó la pandemia. A Estados Unidos primero y a México unas semanas después. Habría que reflexionar entonces sobre cuáles serán las consecuencias inmediatas y a mediano plazo del cierre parcial de la frontera y de la crisis del coronavirus, en particular para los migrantes varados en las ciudades fronterizas.

La primera consecuencia es la de un marcado descenso en la actividad económica. En la frontera la pandemia pega doble. Por un lado, la política de distanciamiento social ha hecho que, al igual que en todo México, algunos negocios cierren y crezca el desempleo. Por otro, la vibrante economía transfronteriza esta apabullada. Los flujos fronterizos regulares disminuyeron en forma drástica. Por ejemplo, en la garita más importante de toda la frontera, San Ysidro –uno de los tres cruces entre Tijuana y San Diego, por donde transitan a diario en ambas direcciones 300 mil personas–, observan una reducción de 85%.

México sufre estos días y los más vulnerables –los migrantes– la pasarán peor. No sólo falta trabajo, sino que menguan las donaciones en especie y el flujo de voluntarios que a diario llegaban de Estados Unidos a los albergues y otros centros de ayuda a migrantes a lo largo de la línea fronteriza. En Tijuana, nos dice Claudia Toran, directora del Desayunador del Padre Chava, los californianos no pueden cruzar para dejar las típicas generosas despensas.

La segunda consecuencia es el temible potencial de contagio entre la comunidad migrante en la frontera mexicana e incluso de la población de esas ciudades. Es posible un escenario en que la frontera entre México y Estados Unidos permanezca cerrada de forma indefinida. La pandemia que apenas está por llegar a su pico en las demarcaciones del sur de Estados Unidos, muy probablemente se propagará del otro lado de la frontera. Por geografía, son las ciudades del lado mexicano las más expuestas al covid-19.

De propagarse el virus en el norte de México, la Casa Blanca ya no tendrá sólo una excusa para cerrar la frontera como lo hizo el pasado 20 de marzo. Donald Trump contará con dos poderosos motivos: la salud y la seguridad de los estadunidenses. No es descabellado vislumbrar un escenario de Trump en campaña para la elección del próximo 3 de noviembre presumiendo a sus bases –¡Gracias a mis dos muros en la frontera he logrado cero migraciones de México y Centroamérica¡ * Rafael Fernández de Castro M. es director del Centro de Estudios México-Estados Unidos de la Universidad de California en San Diego (UCSD); Savitri Arvey es investigadora principal de migración del mismo centro. Guardia Nacional. Freno a migrantes

Occidente, obligado a repensarse en el mundo

CULTURA CULTURA

La conquista de México –hace 500 años– inaugura la época moderna, la occidentalización y luego la globalización del mundo. Este es el punto de arranque de los autores de un proyecto editorial mexicano que pospuso el covid-19, centrado en el fenómeno de la colonización; desde ahí, una veintena de escritores, intelectuales e historiadores de varios países fueron invitados a reflexionar cómo la llegada de los españoles a Mesoamérica determinó, en buena medida, la organización político-económico-social del planeta, hoy en el más severo cuestionamiento de su viabilidad.

JUDITH AMADOR TELLO C uando la Cámara de Representantes de Estados Unidos aprobó 2 billones de dólares para el rescate de industrias, pequeñas empresas y pagos directos a sus ciudadanos, la economía más grande del mundo, origen del paradigma liberal, asumió que había de ser salvada por el Estado ante la pandemia.

Así lo destaca Carlos González Manterola, editor de GM Espejo Imagen, quien junto con el historiador Miguel García Audelo prepara un proyecto para evaluar el impacto que, después de 1521, ha tenido el encuentro de Moctezuma y Cortés en la “occidentalización” del mundo y la construcción de la llamada modernidad.

La publicación del libro –postergada por la pandemia– no busca ser otra historia sobre el encuentro de Europa y América de hace 500 años, sino sacar de la discusión de la confrontación entre mexicanos y españoles, de la demanda de disculpa al rey de España que hizo el presidente Andrés Manuel López Obrador el año pasado, y los prejuicios de siempre que hablan de una falta de aceptación de los mexicanos de su propio mestizaje.

En una conversación conjunta vía telefónica por WhatsApp , ambos adelantan a Proceso algunos detalles de la propuesta, que mantiene vigente su propósito de revisar el hecho histórico a la luz de las reflexiones de diversos académicos, no sólo mexicanos y españoles, sino de diversos países del mundo que vivieron su propia colonización.

Entre los intelectuales convocados se encuentran Serge Gruzinski (Francia), David Brading (Inglaterra), Jacques Lafaye (Francia), Eduardo Matos Moctezuma (México), Ascensión Hernández Triviño (México), Salman Rushdie (India), Luis Millones (Perú), Amin Maalouf (Líbano), Gao Xingjian (China), Jean Marie Le Clézio (Francia), Svitlana Maksymenko (Rusia), Suzanne Tanella Boni (Costa de Marfil), Mia Couto (Mozambique), Tahar ben Jelloun (Marruecos), John Maxwell Coetzee (Sudáfrica), Kenzaburo Oe (Japón) y Maruan Soto Antaki (México-Siria).

García Audelo explica que la Nueva España se fundó no sólo en términos del imperio español, sino de la expansión de una nueva forma de entender el mundo y la creación de nuevas entidades políticas que contribuyeron a la occidentalización:

“Consideramos que, después de 1521, la mayoría de los procesos históricos alrededor del planeta tuvieron que ver con México. Y reflexionamos sobre todo lo que había significado: expansión de las rutas marítimas, establecimiento de las factorías comerciales en lugares tan alejados como el sureste de Asia por parte de los españoles y por parte de los portugueses en Sudamérica, no solamente en la zona de Brasil, y alrededor de África, también la parte que les correspondió con la Corona española y el Papa con acuerdos sobre el puerto de Argel. El proyecto habla entonces de la capitalización del mundo a través de la Nueva España y posteriormente México.”

A decir de González Manterola, la conquista de México inaugura la época moderna, la occidentalización y luego la globalización del mundo, y por eso es indispensable que los autores conozcan ese proceso, pero también hablen de su propia experiencia al ser colonizados en diferentes épocas y diferentes maneras, y plasmar cómo la llegada de los españoles a Mesoamérica determina la organización políticosocial del planeta, cosa que no sucede con los hindúes, africanos, chinos o japoneses.

“Al final podremos llegar a una conclusión de cuál es la situación que guarda el planeta al ser determinado por una sola cultura y manera de ver las cosas en todos los ámbitos, en lo económico, la belleza, lo que se te ocurra. Occidente realmente logró tener una intromisión, una influencia a nivel planetario como nunca lo habíamos visto en la historia de la humanidad, ni siquiera los griegos o los ro

manos lo hicieron. Y esta influencia se distinguiría por el paradigma del liberalismo occidental.”

Añade que, en la actualidad, ese paradigma occidental se encuentra en una situación “bastante delicada”, aunque opina que una de las características notables de Occidente, “su mayor invento”, es “el humanismo por antonomasia y su capacidad para autocriticarse y reconstituirse a sí mismo para que sus valores, como el individo y el pacto social derivados en el mercado y la democracia, sobrevivan.

Egresado del ITAM (Instituto Tecnológico Autónomo de México), González Manterola lamenta que no estemos más al pendiente de cómo se reinventa Occidente, si bien existen autores como el economista francés Thomas Piketty, autor de El Capital en el siglo XXI, que cuestionan la viabilidad del capitalismo si sigue ahondándose la brecha entre los muy ricos y los muy pobres.

Otros autores afirman que hay políticas de Estado que pueden mantener el mercado libre sin necesariamente acentuar la desigualdad, entre ellas las regulatorias, que podrían hacer mas justa ciertas áreas de la economía. Y, de hecho, recuerda el caso de Estados Unidos, que invirtió 2 billones de dólares para rescatar su economía:

“Ahorita, el mandamás de la economía en el mundo es el Estado, en Estados Unidos, en Italia, Francia, España y México. Sin el Estado norteamericano dando dos millones de millones de dólares, reventaría la economía de Estados Unidos, así que no me sorprenderá que le metan otros mil millones si hacen falta.”

Quizá, añade, una vez que el espíritu norteamericano, que sí es muy robusto, regrese a sus orígenes y esté echada a andar la economía, el Estado vuelva a replegarse para permitir a la iniciativa privada y la economía individual volver a hacer sus funciones sin la necesidad de recursos estatales. Y, en el contexto de la eva-

Germán Canseco

González Manterola. Proyecto en pie

luación de Occidente que se propone el libro, sería una muestra de cómo ese nue vo paradigma del mercado abierto, la democracia, los valores del liberalismo se reinventan frente a los grandes proble mas actuales, como la “aterradora desigualdad económica”, el cambio climático y las grandes emigraciones.

Coinciden los autores del proyecto en que el pacto social liberal, que tiene más de 200 años de haberse establecido, está ahora en sus peores momentos en térmi nos políticos y económicos, y tendrá que redefinirse, si bien es parte de los grandes ciclos históricos que “estamos acostum brados a ver”.

Y lo que se puede aprender de todos estos procesos, porque “para eso es la his toria de la conquista de México y sus secuelas –no sirve para ese lugar común de ‘si sabes historia, no cometes el mis mo error’–, para ver qué políticas públicas realizarán quienes deban tomar las deci siones, y tener más opciones de elección, desde lo individual hasta el gobierno”.

Porque si tienen cabal conocimien to –enfatiza– “se les pueden ocurrir otras soluciones ante los eventos que estamos viviendo”. historia. De ahí que el libro proponga visiones distintas a las que ya se habían popularizado a mediados del siglo pasa do en voz de filósofos e historiadores, cuyos espacios se fueron reduciendo para ceder ante las historias nacionales o re gionales. Cita el libro Pensar la historia globalmente , de Diego Olstein, editado por el Fondo de Cultura Económica, en el cual se hace un llamado a realizar un recuen to historiográfico que refleje “el carácter universal integrado en el mundo del si glo XXI”:

“Le da un aire fresco al estudio de la historia y nos aporta conocimientos al darnos cuenta de visiones que tenemos ignoradas, porque podría decirse que los mexicanos tenemos una especie de ten dencia a hacer historia mirándonos el ombligo y a estar siempre quejándonos del pasado. Entonces, es la oportunidad de darle un giro no solamente global, sino universal a nuestra historia, porque curio samente somos uno de los cinco focos originales de la cultura en el planeta.”

Y justo ahora, añade, es necesario re pensar la historia en esos términos. En ese sentido González Manterola recuer da que la historia siempre fue un referente fundamental tanto para los individuos como para los gobernantes. Los asesores y la gente a la cual consultaban presiden tes y jefes de Estado eran historiadores y humanistas. Pone como ejemplo el caso del presidente francés Charles de Gaulle (1944-1946), con el escritor André Malraux (que llegó a ser ministro de Cultura), o del norteamericano Harry S. Truman, quien para elaborar el Plan Marshall para el res cate de Europa después de la Segunda Guerra Mundial, se asesoró con historia dores, filósofos y otros humanistas.

Menciona, asimismo, el Manifiesto por la historia , de Jo Guldi y David Armitage, en el cual hablan de lo que en francés deno minan “la longue durée” (el largo aliento o la larga dirección), para criticar las visio nes históricas “cortoplacistas”. No se puede hacer historia si no se remonta a un pasado de entre 250 y 500 años atrás:

“Todos los desafíos que vivimos son de largo plazo, hace falta entonces cono cimiento de largo plazo hacia atrás, para soluciones de largo plazo. Pero, ¿quién sustituyó a estos personajes humanistas? Entraron los economistas a ser los aseso res y hacedores de las políticas públicas y desplazaron a los historiadores y a los humanistas.

“Estos autores convocan al historia dor a regresar a su compromiso social de tener visiones de largo plazo y recuperar su lugar en lo social. Eso quiere decir que el historiador tenga el encanto, la versa tilidad y el ingenio para enseñar la histo

ria, para comunicarla y ser partícipes más comprometidos desde su campo de cono cimiento con lo que está pasando ahorita, que sus propuestas vean hacia adelante y no estar metidos nada más en la déca da de 1920 a 1930 cuando se establecieron los nuevos gobiernos revolucionarios, por ejemplo. Es legítimo el conocimiento histórico de esa época, pero no nos va a cambiar la visión que tenemos ahorita de México.”

El proyecto se propone analizar tam bién cómo la antigüedad clásica y la Edad Media situaron al hombre y a Europa en la cosmovisión cristiana, y cómo el “reino cristiano perfecto” y esa cultura y no otra estableció su autoridad en América y ade más llegó “hasta los confines más apartados de la Tierra”. Y continuó así hasta el siglo XIX “en medio de una lucha encar nizada emprendida por los imperios que iniciaron una carrera por conseguir la su premacía sobre el otro”.

Aclara González Manterola que no se trata de demonizar Occidente. Para él, como todas las culturas, tuvo gran des aportaciones, y en el caso de México se debe considerar que un ejemplo posi tivo de la “occidentalización” es el llamado Milagro Mexicano, la idea de difundir la cultura, hacer museos, la pintura, la medi cina, los medios de comunicación… Todo ello “es resultado definitivo del desarrollo del conocimiento científico occidental... y de una participación muy significativa del Estado que permitió a México dar un brin co enorme. Después de la Unión Soviética no hay otro país que lo hubiera dado como el nuestro”.

Pero reconoce que ha habido abusos y “lamentablemente de los ochenta la des igualdad se volvió el rumbo”, y en algunos lugares del país que prácticamente no habían alcanzado los mismos niveles de desarrollo, se pretendió pasar de una so ciedad casi colonial e incluso prehispánica a la “modernidad”:

“No hay que estigmatizar a Occidente. Creó que el modelo se desvirtuó, pasó de ser un pacto social entre individuos que establecieron un Estado de Derecho a un capitalismo salvaje, porque si piensas en el origen de este liberalismo, que son las Trece Colonias Inglesas, todos eran igua les y realmente se vivían la justicia y la democracia. El desarrollo del capitalismo acabó con todos esos valores fundaciona les de América.

“Pero no significa que Occidente es el diablo, porque también se dio la Revo lución Francesa y muchas cosas que son fundamentales para pensarnos hoy por hoy.”

El libro se llamará La supremacía de Oc cidente. Hacia la descolonización . O

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