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ESTRUCTURA ARBÓREA VERSUS
Estructura arbórea versus arquitectura arbórea, un enfoque práctico en relación con la poda
David S. Restrepo / Arborista certificado por la ISA y tiene la calificación de evaluador de riesgos ligados a los árboles - TRAQ. Arborista-trepador certificado por el CFPPAH de Saint- Germain-en-Laye, Francia (1997-1998 y 2009). Estudió arquitectura arbórea con Jeanne Millet (Arquitectura y estrategias de desarrollo de los árboles) y el método de diagnostico arquitectural de la vitalidad de los arboles (ARCHI) con Christophe Drénou.
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Revisión: Jeanne Millet
El propósito de este artículo es aclarar la diferencia que existe entre la «arquitectura arbórea» y la «estructura arbórea».
La «arquitectura arbórea» es la ciencia y disciplina establecida por la línea de científicos Hallé, Oldeman y Édelin la cuál se originó a partir de 1970.
La «estructura arbórea», por otro lado, es una línea de investigación paralela, iniciada por Claud L. Brown, profesor de ciencias forestales y botánica de la universidad de Georgia, popularizada a través de la publicación «Trees: Structure and function» («Arboles: estructura y función») de Zimmerman y Brown en 1971, con sus términos ubicuos: «decurrente» y «excurrente». Promovidos aún más a raíz de la notoriedad de Richard W. Harris y su venerado libro: «Arboriculture: Integrated Management» («Arboricultura: Gestión integral»). Publicado en 4 ediciones (1983, 1992, 1998 y 2003).
En estos dos últimos libros residen las bases de la llamada «poda estructural». Una metodología que actualmente se ha impuesto como estándar en la industria, incluyendo el «ANSI A300 (Part 1): Tree Pruning» del American National Standards Institute y el «Best Management Practices: Tree Pruning» de la ISA.
A los términos «decurrente» y «excurrente» claramente les falta una comprensión moderna y de conocimiento de los árboles. Intentan describir una forma a través de una mera percepción de una silueta pero, desde luego, no describen la arquitectura de un árbol. Sus orígenes se pueden rastrear a partir de investigaciones efectuadas con habas. «La interpretación de la forma de la copa, en base a la dominancia apical, indudablemente se produjo tratando de trasladar el trabajo clásico de Thimann y Skoog (1933, 1934) con Vicia jaba L. a plantas leñosas, sin haber estudiado los patrones de inhibición de las yemas de las ramas individuales de los árboles.» - C. L. Brown (Zimmerman and Brown, 1971).
Para los cognoscenti de Hallé, Oldeman y Édelin, en términos de «arquitectura arbórea», una unidad arquitectural, desarrollándose a través de una estrategia de reiteración que conduce a un árbol reiterado, incluyendo la mayoría de las latifoliadas y algunas coníferas como los pinos, tiene mucho más sentido que el termino «decurrente»; y una unidad arquitectural, cuyo crecimiento es equivalente a si misma, desarrollándose a través de una estrategia de gigantismo, incluyendo la mayoría de las coníferas y algunas latifoliadas, tiene mucho más sentido que el término «excurrente».
A pesar de que los términos «excurrente» y «decurrente» han sido adoptados globalmente como estándares en arboricultura para describir la forma de los árboles, más que todo a través de la difusión masiva del programa de certificación de la ISA, donde estos términos realmente fallan es a partir de su concepción. Estos caracteres se atribuyen a las especies arbóreas de manera estática, sin tener en cuenta la dinámica de desarrollo del árbol. Los autores e investigadores que abusan de estos términos no reconocen que la forma puede ser asociada a un estadio de desarrollo solamente o una fase transitoria, como en el caso de horcaduras recurrentes que aún no han sido reabsorbidas. La visión estática del árbol limita considerablemente el análisis de los árboles. (Millet et al., 1998)
Los términos «excurrente» y «decurrente» de ninguna manera explican las estrategias de desarrollo que los árboles pueden experimentar a lo largo de sus vidas como lo hacen los modelos arquitecturales. Ni tampoco lo hace la línea de investigación derivada de «la estructura de los árboles», la cual se enfoca en forma y crecimiento en vez de arquitectura y desarrollo.
- Crecimiento y desarrollo. - Ramificación y reiteración. - Desarrollo por gigantismo y desarrollo por reiteración. - Forma y arquitectura.
La literatura acerca de la «estructura arbórea» y la «poda estructural» generada por la línea de investigación de Brown, Harris y Gilman carece de estas distinciones.
Además, nunca entra en la mecánica del desarrollo de la yema apícal a lo largo del tiempo como lo hace la «arquitectura arbórea». Y aún menos evocando la metamorfosis a través de una estrategia de reiteración secuencial en latifoliadas y pinos.
La «poda estructural» carece de investigación en el desarrollo del árbol y la metodología entera está basada en dar prioridad a la dominancia apícal, conduciendo a un tronco único con ramas laterales más delgadas, sin importar el estadío de desarrollo del árbol. Este enfoque omnipresente en la literatura de Gilman es el mismo especificado por Harris, el padre de la «poda estructural», en su venerado libro: «Uno de los objetivos de la poda estructural es de mantener el tamaño de las ramas laterales a no más de 3/4 del diámetro del tronco o la rama parental. Si la rama es codominante o tiene un tamaño equivalente o cercano al tronco o rama parental, se debe de efectuar un aclareo del 15% al 25%, en particular cerca de la guía. Aclarar menos la rama parental, si es que ha de hacerse, con el fin de mantenerla dominante.” (Harris, 1994).
Este enfoque puede ser apropiado en poda de formación, en lo que concierne a la unidad arquitectural (el árbol joven), siempre y cuando se consideren las horquillas recurrentes y se dejen intactas con el fin de que ellas mismas resuelvan naturalmente su dominancia apical, como en el modelo de Koriba donde uno de los elementos de la horquilla, de manera natural, retoma la dominancia apical del tronco. O como en el caso del modelo de Troll, que tiene un modo de ramificación donde se generan estructuras parecidas a las horquillas, pero el tronco se auto diferencia y un relevo toma la continuación del tronco. (Millet, 2012).
Normalmente las horquillas recurrentes se reabsorben en unas pocas temporadas de crecimiento, aunque en algunas ocaciones pueden adquirir una disposición permanente, como es el caso de las horquillas principales prematuras debido a una gran abundancia de recursos. En este caso, dependiendo de los objetivos de gestión, la supresión de uno de los elementos
de la horquilla puede ser apropiado, pero no más allá de la unidad arquitectural, donde el árbol establece una horquilla principal como resultado de la metamorfosis, a través de una estrategia de desarrollo de reiteración secuencial.
La «poda estructural» ignora el hecho de que la mayoría de las latifoliadas se desarrollan según una estrategia de reiteración, y da por hecho que todas las horquillas son defectos estructurales, así tengan corteza incluida o no, ignorando por completo el hecho de que existen 5 tipos de horcaduras diferentes, las cuales son anatómicamente y fisiológicamente distintas.
Horquillas endogenas: 1. Horquillas recurrentes, como una transición de la construcción del eje principal. 2. Horquillas principales, como resultado de la metamorfosis arquitectural.
Horquillas vinculadas al entorno: 3. Horquillas latentes, debidas a una escasez de recursos. 4. Horquillas principales prematuras, debido a una gran abundancia de recursos. 5. Horquillas accidentales, debidas a un traumatismo. (Drénou, 1996, 2000; Millet, 2003, 2012, 2015).
Ignorar el hecho de que una latifoliada, desarrollandose a través de una estrategia de reiteración pueda establecer una horquilla principal endógena y que las horquillas principales son mecánicamente solidas y estables, es asumir de que la naturaleza está equivocada y que el hombre puede corregirla.
Los adeptos a la metodología de la «poda estructural» persisten, con una aguda obstinación, en tratar de concebir lo que perciben como un árbol «perfecto», interfiriendo abruptamente con la secuencia de desarrollo de árboles reiterados con el fin de imponer una dominancia apical anormal.
«Las horquillas principales son mecánicamente solidas. Consisten en ejes que exploran el espacio sin competir entre ellos y el riesgo de corteza incluida es por lo tanto bajo». En contraste con horquillas accidentales perennes, las cuales «son puntos potencialmente débiles mecánicamente, porque los ejes que las constituyen tienen la misma dirección de crecimiento y compiten entre ellos.» (Drénou, 2001; citado por Restrepo, 2017).
Horcadura principal versus horcadura accidental, Drénou, 2001
contra el otro con sus anillos de crecimiento, fragilizando cada vez más la unión. En cambio en las hoquillas principales, los elementos de la horquilla son englobados por anillos de crecimiento en común haciendo la horcadura sólida y estable.
Las investigaciones de Duncan Slater revelan como las fibras entrelazadas en el interior de las horquillas constituyen una unión mecánica totalmente diferente, en contraste con el célebre punto de inserción de la rama revelado por Alex Shigo. El diagrama de Slater muestra una distinción evidente del grano entrelazado entre el punto de inserción de la rama y la unión de la horquilla, afirmando en sus investigaciones que: «cuando la corteza está incluida en la unión, este grano de madera entrelazado y tortuoso puede estar ausente, haciendo que dicha unión sea sustancialmente mas débil.» (Slater, 2016)
«Las horcaduras pueden ser muy solidas… … ¡ Como el titanio ! - Duncan Slater
Esta cita maravillosa de Duncan no debe ser entendida como algo que proviene directamente de sus investigaciones, sino más bien como una percepción de la solidez de la unión de las horquillas; la percepción de alguien que ha dedicado toda su carrera a la evaluación de las horcaduras. Viene de un video «cargado de humor e ironía» (en términos de Slater, comunicación personal) de su canal de difusión de YouTube, haciendo alusión a las horquillas. El vídeo se llama «Horquillas: el acero de la naturaleza» y la música que lo acompaña se titula «Titanio».
Aunque tal afirmación carece de rigor académico, hay evidencia sustancial a nuestro alrededor que demuestra la increíble resistencia de las horquillas. En Montreal, por ejemplo, podemos apreciar los omnipresentes arces plateados, Acer saccharinum, o los colosales Alamos deltoides, Populus deltoides, que reiteran su unidad arquitectural más allá de sus horquillas principales, soportando cargas gigantescas de madera. El riesgo de rotura a nivel de la horquilla principal, estadísticamente, es considerablemente bajo, a pesar de las fuertes tormentas de viento y de hielo en la región.
Las investigaciones de Duncan Slater demuestran también que las horquillas accidentales, con corteza incluida, son a menudo “cableadas de manera natural”.
Este es un concepto nuevo en biomecánica y evaluación del riesgo ligado a los árboles que anima a que los arboristas inspeccionen el árbol entero más allá de la horquilla evaluada, para poder apreciar posibles simbiosis de estructuras arbóreas que suceden a partir del «cableado natural».
El razonamiento de Slater contribuye a un análisis moderno, con un enfoque a evitar la poda sistemática de ramas que manifiesten «cableado natural» (frotándose o apoyándose entre sí o creando anastomosis según las especies) por encima de una horquilla con corteza incluida.
Suprimir este tipo de «cableado natural», formado por encima de la unión con corteza incluida, puede desencadenar su fallo; puesto que la unión no ha tenido que soportar las cargas de viento y la dinámica de movimiento necesario que le permite reforzarse y repararse (tigmomorfogénesis), haciéndola «debil y perezosa» en términos de Slater.
Retirar estas ramas, que se tocan o apoyan entre ellas, en árboles jóvenes mediante la poda de formación es aconsejable puesto que el árbol se adapta relativamente rápido, pero en arboles adultos y maduros esa adaptación es
mucho más lenta y puede resultar en consecuencias desastrosas. (Slater, 2017)
Las investigaciones en fallos mecánicos de horquillas escasamente han tenido en cuenta las horquillas principales. Casi todos los estudios han sido efectuados en otro tipo de horquilla, horquillas en árboles jóvenes sin alcanzar la madurez fisiológica de los meristemos apicales.
En un contexto urbano, árboles que se desarrollan de forma endógena a través de una estrategia de reiteración secuencial pueden necesitar poda de formación cuando aún son jóvenes (respecto al estado de las unidades arquitecturales) con el fin de corregir las horquillas accidentales (que a menudo presentan corteza incluida) y las horquillas prematuras, pero algo sí que es seguro, y es que no necesitan la metodología de la «poda estructural» con el fin de imponer la dominancia apical más allá de la metamorfosis del tronco.
Las ramas también pueden experimentar el proceso de metamorfosis y transformarse en reiterados totales, transformando la unidad arquitectural en un árbol reiterado. Los ejes secundarios (A2) se vuelven ejes primarios (A1) por reiteración adaptativa bajo el fenómeno de diferenciación (ejes plagiotropos que adquieren una disposición ortotropa, en contraste con la diferenciación - ejes ortotropos que adquieren una disposición plagiotropa). (Millet, 2012)
Estos reiterados pueden ser debilitados por aclareo o reducción, dependiendo de los objetivos de la gestión durante el estadio juvenil, pero ese tipo de intervención en árboles adultos o maduros para restablecer la dominancia apical inicial del tronco como lo preconiza la tal «poda estructural», solo confirma la falta de conocimiento y comprensión de los árboles.
Justificar ese tipo de intervención disfrazada de percepción de riesgo subjetivo, es altamente cuestionable.
La arquitectura arbórea se enfoca en la arquitectura y desarrollo de los árboles, en lugar de en la forma y crecimiento como lo hacen las investigaciones en «estructura arbórea».
«El crecimiento de los árboles corresponde a todos los procesos cuantitativos, contribuyendo a su aumento en peso y volumen.»
«El desarrollo, por otro lado, designa nuevos eventos cualitativos marcando la vida de un árbol.» (Drénou, 2016)
«El termino ‘arquitectura’ se refiere exclusivamente a la estructura de la planta como sistema ramificado y a la manera en cómo se construye a través del tiempo.» (Édelin, 1991)
La «arquitectura arbórea» describe los procesos morfológicos endógenos que atraviesan los árboles, considerando cada aspecto de su desarrollo e incluyendo su secuencia de desarrollo completa, sin importar cuán compleja sea su morfología.
«La arquitectura de una planta se basa en la naturaleza y la disposición relativa de cada una de sus partes.» (Édelin, 1984, citado por Millet, 2012). La forma, por otro lado, «corresponde a la apariencia general de la planta, su fisionomía, muy propicia al cambio que le inflige el entorno.» (Édelin, 1991)
La vasta obra generada por la arquitectura arbórea en las últimas 5 décadas ha sido publicada en su gran mayoría en francés, con una fracción disponible en inglés. Así que la barrera de la lengua no ha contribuido a difundir esta ciencia y disciplina insustituible a su pleno potencial. Afortunadamente la publicación de Jeanne Millet del 2012, «La arquitectura de los árboles de regiones templadas - su historia, sus conceptos y su aplicación», está siendo traducida al inglés.
La publicación de Jeanne Millet compila más de 40 años de investigación en arquitectura arbórea en la guía más comprensible y completa hasta la fecha sobre el tema. Se espera que la traducción en inglés esté disponible pronto para el porvenir de la gestión del patrimonio arbóreo.
Entre tanto, un buen lugar para iniciarse es la obra de investigación de Jeanne Millet y de Christophe Drénou y sus respectivos libros publicados o consultar el sitio web: arboritecture.org >>
REFERENCIAS CITADAS: - Drénou, Christophe, 1996. Les fourches : un problème de taille. - Drénou, Christophe, 2000. Pruning Trees: The Problem of Forks. - Drénou, Christophe, 2001. Détection visuelle des points de faiblesse mécanique - Diagnostique de l’état mécanique; Vitalité et solidité de l’arbre : choisir les méthodes de diagnostic, Arbre Actuel N.6, 2001, (pgs. 26, 27) - Drénou, Christophe, 2016. L’arbre - Au-delà des idées reçues. CNPF-IDF - Édelin, Claude, 1984. L’architecture monopodiale: l’exemple de quelques arbres d’Asie tropicale. Thèse Doctorale, Université Montpellier II. - Édelin, Claude, 1991. Données fondamentales sur l’architecture des arbres. - Gilman, Edward, 2012. An Illustrated Guide to Pruning (3d Edition). Cengage Learning US. - Harris Richard W., 1994. Arboriculture - Integrated Management (2nd Ed.). - Millet, Jeanne et al., 1998. Plant succession and tr ee architecture, Acta Biotheoretica. - Millet, Jeanne, 2003. Ar chitecture of silver maple and its response to pruning near the power distribution network. - Millet, Jeanne, 2012. L ’Architecture des arbres des régions tempérées, son histoire, ses concepts, ses usages. Multimondes, Québec, 397 p. - Millet, Jeanne, 2015. Le d éveloppement de l’arbre - Guide de diagnostique. Multimondes, Québec. - Restr epo, David S., 2017. Main fork vs accidental fork explained (Drénou) and the so called “structural pruning” and all forks regarded as defects (Harris) by Restrepo; LinkdIn - Slater , Duncan, 2016. Assessment of Tree Fork Workshops, https://www.trees.org.uk/News-Blog/BranchNews/Assessment-of-Tree-Fork-Workshops-announced - Slater, Duncan, 2017. Natural Bracing in Trees: Original Article (LinkdIn) - Thimann, K. V. and F. Skoog, 1933. Studies on the growth hormone of plants. III. The inhibiting action of the growth substance of bud development. Proc. Nat. Acad. Sci. 19: 714-716. - Thimann, K. V . and F. Skoog, 1934. On the inhibition of bud development and other functions of growth substances in Vicia jaba. Proc. Roy. Soc. London. B. 114: 317-339 - Zimmermann, Martin H. and Br own, Claud. L., 1971. Trees - Structure and Function. New York, USA, Springer-Verlag. Estoy extremadamente agradecido con Jeanne Millet por su apoyo continuo, su motivación y su amistad. Su rigor científico y su tenacidad refuerzan en mí una fascinación infinita por la arquitectura arbórea.