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Vida en otros planetas
from Espacio - Nigromante diciembre 2020
by Nigromante. Revista de la DCSyH, Facultad de Ingeniería, UNAM.
Vida en otros planetas
Por David Altamirano
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La posibilidad de encontrar vida en otros planetas ha sido la gran incógnita que la humanidad ha conservado desde que tuvo sus primeros avistamientos del espacio exterior. Con las apariciones de luces brillantes en el cielo, objetos no identificados e inexplicables fenómenos meteorológicos, nada ni nadie ha podido dar una respuesta concreta ante la cuestión de estar solos en el universo o no.
La Agencia Espacial Estadounidense (NASA), ha provocado que nuestra curiosidad se eleve aún más, pues estimó que hay al menos 50 mil millones de cuerpos en nuestra galaxia con al menos 500 millones de planetas con condiciones parecidas a la Tierra. Estos números aumentan con la estimación de que una de cada dos estrellas tienen planetas y, esas mismas, tienen planetas en zonas habitables.
La información arrojada por la Misión Kepler ha encontrado varios objetivos que pueden albergar vida, entre ellos, lo más destacado ha sido un sistema bautizado Kepler 11, por su semejanza a el planeta Tierra. Hecho que reformula las mismas preguntas: ¿Estamos solos en este Universo?, ¿Existe vida en otros planetas? La incógnita se encuentra en un sube y baja entre diferentes opiniones de investigadores que niegan o aprueban la cuestión, por ejemplo: Ellen Louise Shulman Baker, médica y astronauta, quien no descarta las grandes posibilidades de encontrar vida en otros planetas por lo poco que sabemos del espacio. Por otro lado, Avi Loeb, astrónomo de egresado de Harvard, señala que los extraterrestres ya están entre nosotros desde la prehistoria.
Según Ellen Stofan, jefa de ciencia de la NASA, en conferencia sobre los esfuerzos para avanzar en este campo.
Las nuevas tecnologías el enfoque vanguardista que los investigadores le han puesto a estas incógnitas los han orillado a nuevas alternativas para tratar de encontrar señales de vida fuera de nuestro planeta, tal es el caso de los astrobiólogos de la NASA que afirman que una de las razones por las que no hemos encontrado vida en otros planetas es que quizás la estemos buscando de manera equivocada. Stuart Bartlett, investigador de ciencias planetarias del Instituto Tecnológico de California, y Michael Wong, del laboratorio de exoplanetas de la NASA, creen que para encontrar esas respuestas quizás debemos comenzar por cambiar lo que consideramos “vida” por la palabra “vyda”, característica que hace alusión a las siguiente cuatro cualidades:
Disipación: capturar y procesar energía.
Autocatálisis: crecer o expandirse.
Homeostasis: mantener un equilibrio interno cuando las condiciones exteriores cambian.
Aprendizaje: almacenar y procesar información y utilizarla para aumentar sus posibilidades de supervivencia.
Bartlett acepta la teoría del Darwinismo pero la rechaza en este campo, pues no se trata de encontrar una forma de vida similar a la evolucionada en nuestro planeta, sino uno totalmente diferente y esperando a ser descubierta. En conclusión, “vyda” nos dice que quizás nuestra vida sea solo una en medio de un inmenso grupo de formas de “vydas” que ni siquiera imaginamos.
Dejando de lado las nuevas teorías y pasando al lado práctico, según un nuevo estudio publicado en Analytical Chemistry y realizado por investigadores del Laboratorio de Propulsión a Presión de la NASA, Pasadena, California, es un método químico simple de electroforesis capilar para separar una mezcla de moléculas orgánicas en sus componentes que podría mejorar su eficiencia hasta 10.000 veces más que los métodos actuales empleados por naves espaciales como el Rover Mars Curiosity de la NASA. Esta es la primera vez que se ha diseñado específicamente para detectar vida extraterrestre en un mundo oceánico, permitiéndonos detectar aminoácidos en concentraciones muy bajas, incluso en muestras muy saladas. Este proceso fue verificado en el lago más salado y desafiante para la vida, el Mono de California, con la finalidad de compararlo a las condiciones esperadas en Marte, los océanos de Saturno, Encelado, y la luna de Júpiter, Europa.
Por el contrario, las misiones para las exploraciones del hombre en otros planetas parecen estar muy lejanas ya que no se ha pisado la Luna desde 1972 y EE.UU. abandonó su programa de transbordadores espaciales tras los accidentes del Challenger (1986) y del Columbia (2003). También se tiene un gran obstáculo por el escaso financiamiento de las empresas privadas y casi nulo por parte de los gobiernos de distintos países.
Actualmente, la carrera por gobernar y descubrir más “vyda” está encabezada por el sector privado con empresas como SpaceX, Blue Origin y Virgin Galactic. La NASA, también ha estado trabajando en la creación de nuevos proyectos para la exploración de vida extraterrestre, como el proyecto Curiosity, el cual ha arrojado resultados nunca antes vistos. También se espera la confirmación de una misión a la luna de Júpiter, Europa, que se complementará con nuevas tecnologías como el telescopio espacial James Webb para averiguar las principales claves en el descubrimiento de mundos habitables por el ser humano.