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Vuelo 34

Por Marco Antonio Gómez Mondragón BE NTS

Un día en el aeropuerto de Jusco en el vuelo 32 de pronto se produjo una falla en el avión haciendo que los pasajeros fuesen transferidos al vuelo 34, pero el piloto no quería conducir ese avión por sucesos extraños que le había pasado ahí, además de que el intercomunicador estaba fallando, sin embargo el jefe del aeropuerto no le dio tanta importancia y mandó a otro piloto más eficiente, despidiendo así al otro. El nuevo piloto se llamaba Javier, sin embargo éste no sabía de los problemas del avión así que lo condujo como cualquier otro. Después de 20 minutos de volar, el avión empezaba a perder altura y el controlador del radar del aeropuerto le pregunta al piloto Javier qué estaba sucediendo con el avión. El piloto le contesta que el problema está en los controles pero no encontraba la caja de control y después se dio cuenta que estaba debajo de un asiento sucio y feo, pero cuando abrieron la caja se dieron cuenta que había un señor que antes manejaba el mantenimiento del avión.

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El piloto Javier le preguntó qué hacía ahí, y le contestó -soy el encargado de los vuelos de este avión y tiene muchas fallas y además problemas paranormales-. Así que les dijo que estaba reparando la luz, pero que tuvieran cuidado porque había un alma en pena, algo muy normal en este avión. El señor platicaba que pasaban cosas muy extrañas por el alma en pena que viaja en el avión. En esos momentos empezaron a escucharse ruidos muy extraños y mandaron a revisar hasta el último asiento del avión, pero no había nadie y de la nada salieron muchas hormigas de la caja de control de luz del avión en eso un

pasajero leyó que cuando hay muchas hormigas es que hay un alma en pena, todos se alteraron y empezaron a correr.

El piloto Javier trató de comunicarse con la torre de control, pero no pudo, así que intentó pedir ayuda y entre las nubes vio la silueta de una nave espacial. Trató de comunicarse con ella pero no pudo, pensó que estaban cerca de una central de naves y se le ocurrió al piloto aterrizar ahí, pero la central de naves estaba abandonada. El avión ya no tenía combustible y cayó en el mar, pero con la ayuda del alma en pena logró que el avión flotara. Los pasajeros no se dieron cuenta porque se durmieron y al despertar ya estaban en una playa con mucha vegetación mientras los demás buscaban comida. El piloto se desmayó y al despertar se dio cuenta que estaba en el aeropuerto Jusco.

Cuando el piloto Javier sale del aeropuerto y les dice a los policías todo lo que había sucedido, ellos no le creyeron y se lo llevaron a la cárcel porque los policías creyeron que les estaba mintiendo.

El piloto Javier en la cárcel escribe todo lo que había pasado en el avión pero uno de los policías le arrebata la libreta en donde narraba todo lo que había vivido. El policía decide llevarlo a una biblioteca creyendo que es un cuento que estaba ahí, la encargada de la biblioteca le dice al policía que ese cuento no existe.

El policía, tomando el asunto sin importancia alguna, le pide a la bibliotecaria que le ponga el título que quiera al escrito y después de leerlo la bibliotecaria decide llamarlo como “El Cuento Vuelo 34”.

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