Mi primer año usando software libre Por Pablo Vivar Colina
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uando estás por entrar a la universidad varias preguntas se hacen importantes al momento de comprar una computadora, por ejemplo, ¿puede ejecutar el programa que necesito sin errores y sin trabarse?, ¿va a durar toda la carrera?, ¿tiene Office completo?, etc. Son preguntas simples, que puedes resolver en Internet, pero la pregunta correcta sería, ¿en realidad necesitamos lo que la bandera de colores y la manzana nos venden?
Al pasar tiempo en la carrera, conocí a varias personas interesadas en la elaboración de proyectos, entre ellos estaba un gran amigo, Sebastian Aguilar, quién me habló sobre el software libre, sus ventajas, y porqué las personas deberíamos usarlo en lugar de programas privativos. Para que un software pueda ser llamado libre (y no privativo) debe seguir la filosofía sobre el Software Libre y las libertades que un programa debe tener para que éste pueda ser llamado así. Aunque había escuchado de las libertades del software libre, no las comprendí hasta que me fui adentrando un poco más en éste mundo (a lo largo de un año), ¿Pero cuáles son éstas? Se estarán preguntando, según la Free Software Fundation (Fundación del Software Libre) explica que son cuatro libertades fundamentales y son las siguientes: La primera es la libertad de usar el programa con cualquier propósito, la segunda es la libertad de estudiar cómo funciona el programa y así poder modificarlo, la tercera es la libertad de distribuir copias del programa y la última libertad es la de mejorar el programa y hacer públicas esas mejoras a los demás, de modo que toda la comunidad se beneficie.
Como muchos al entrar a la carrera tuve las mismas preguntas, y las respondí de la manera tradicional, busqué recomendaciones y compré una computadora que tenía todo lo que creía que necesitaba, y eso implicaba que pudiera correr AutoCAD. 12
NIGROMANTE
Cuando él me habló del tema, realmente yo aún no entendía muy bien estas libertades por lo que seguí utilizando el software como acostumbraba. Aún así, Sebastián me insistió en la gran importancia de usar otro tipo de herramientas y fue así como poco a poco me fui adentrando al mundo del software libre. Comencé instalando la distribución del siste-