Revista Clarimonda no. 27: Vampiros -y otros entes de la escena oscura-

Page 1


ALEJANDRO DELGADO


Director: Manuel Noctis (manuelnoctis@gmail.com) Colaboradores: Alex Barrios, Clarissa Raaveli, Daniela Cervantes González Arte y (anti)Diseño: Manuel Noctis. CLARIMONDA –Cultura contraCultura-. Revista alternativa y de autogestión editada por Manuel Alejandro Ayala Chávez | Morelia, Michoacán, México. 2011 | Número 27, Año 7 | Víctima: Vampiros | Logo oficial Clarimonda: Gustavo Santiago López (Veracruz) | Logo Secundario: Luz Koreysi Ugalde (Guadalajara). Cada texto firmado es responsabilidad de su autor y no necesariamente responde a las políticas de Clarimonda [Copia y difunde] Se permite la reproducción total o parcial del material, siempre y cuando se cite la fuente y el autor. Contacto y Colaboraciones: revistaclarimonda@gmail.com Web: www.revista-clarimonda.blogspot.com www.myspace.com/revistaclarimonda Facebook: Revista Clarimonda

Portada: © “Tribal-Vamp” _ Lucía Esterlin Sánchez Castro Acuarela y tinta sobre papel.


ÍNDICE VAMPIROS -El evangelio de los vampiros … Mario Cruz -Sed de sangre … Armando Vega-Gil -Cute-Killer, la vampiresa chupa-poetas … Paola Klug -Ya es tiempo … Héctor Ascencio Ortega -Darketa … Luis López -El desafío de Carmilla … Manuel Noctis -El relato de Mel … E. Abraham A. Ruvalcaba -Con tinta púrpura … Rosendo López Pérez -De noche … Aleqs Garrigón -La mourte amourouse … Alí Torruco -Carmilla: el destierro de los labios carmesí … Renata Armas Bermejo -Edmund, el pirata vampiro … Carlos Camaleón -El remedio … Edgar Omar Avilés -Julio Ruelas: un decadentista de mirada lúgubre … Francisco Bautista Rangel -Mis colmillos … Jessica Piedras -Sangre … Fernando Roque Soto -Demius (fragmento) … José M. Viniegra -Juguete barroco … Ulises Paniagua -Sarah Ellen. ¿Fenómeno mediático o vampirismo moderno? … Cutberto Enríquez Pineda -El conde del valle de Quauhnahuac … Jorge Arturo Hernández García -Vampiros … Rodolfo de Matteis -Vampiro Céfiro … Le Jos Uis -Vaho de dragones … Arthur Alan Gore -Solamente con miradas … Bethel Vidales -Así permanece hermosa Lisa Marie … Pé De J. Pauner -La jornada de la hostia y la sangre … Gerardo Horacio Porcayo EN EL DEBRAYE Tres miradas a David Nebreda -El increíble cuerpo humano … Tomás Torres I. -Nebreda: los dolores del alma … Blanca Estela Villalpando Arroyo -Inquieta esta realidad inasible … Jesús Baldovinos Romero -El tianguis del Chopo, 30 años y tan viejo … Alfonso Morcillo -Mural de la vieja guardia – México obscuro … César Oropeza -Y se hizo el sonido … Arturo Alveláis (Androide Azul FK_R2) -El nuevo despertar (Obra texto-visual) … Juan Zavaleta CAMPO NUDISTA -Nación Porno … Francisco Enríquez Muñoz -De carne y hueso … Marisol Vargas Flores -Enajenación … Cynthia Chávez -Obra fotográfica de Ulises Márquez El Choro Urbano -De vampiros, el DeFe y otros tripeos … Manuel Noctis Visuales: Lucía Esterlin Sánchez Castro, Nektli Rojas, José Zarzi, Felipe Gaytán, Alejandro Delgado, Ulises Ortíz Castillo, Luis López, Amaranta Caballero Prado, Julio Ruelas, Omar Hirsig, Omar Piña Ugalde, Ulises Márquez, Juan Zavaleta, David Nebreda, Ese Noctis, César Oropeza, Godclone_1.

© José Zarzi

EDITORIAL Después de casi 7 años por fin le venimos a hacer honor a la estirpe Clarimondiana: los Vampiros. ¿Cómo había sido posible que Clarimonda siendo una cortesana que se alimenta de la sangre y el conocimiento de sus víctimas no hubiera tenido un espacio a modo para desenvolverse junto a sus colegas nocturnos? Para los que no lo sabían les hacemos remembranza del inicio de este viaje en la morada Mascarada bajo el sello contemplativo de Nosferatu y Carmilla. Por ello invitamos a distintos personajes conocedores de este linaje para que nos trajeran una serie de hechos y acontecimientos provocados por estos seres de la oscuridad y la noche. Aquí encontraran relatos desde lo mitológico y lo nostálgico hasta lo desfachatado y ocurrente, pasando por el análisis de (la) sangre, hasta lo recóndito de la mente perversa. Además tenemos “en el debraye” tres miradas a la obra de David Nebreda, los 30 años del Chopo y un vistazo a la escena oscura con el Mural de la Vieja Guardía. Un breve portafolio interesante de Juan Zavaleta (ex colectivo Semefo) y en el “campo nudista” el ya experto en pornografía Francisco E. Muñoz nos desmenuza en un ensayo la condición de la Nación Porno y sus semejantes. Al final “El choro urbano” nos trae las travesías del Noctis borrachales...


©José Zarzi


Evangelio de los vampiros* enloquecieron cuando el Bien y el Mal penetraron sus voces; y gimieron de agonía al Ser encerrados en un cuerpo donde "1 1 En el principio fue la oscuridad. 2 Una densa, ilimiexistía el principio y el fin. 31 Los que eligieron el mundo tada negrura, enlazaba los siete vértices del universo. 3 cubierto por las aguas fueron cegados con los primeros rayos Nada existía fuera de lo Que No Tiene Forma. 4 Y la osde un sol maligno. 32 Y el tiempo comenzó a transcurrir. 33 curidad palpitaba con el primer suspiro. 5 El suspiro se Siete eras de dolor, ceguera, agonía y muerte. Estos fueron deslizó por los siete vértices hasta convertirse en el primer los siete días de la creación. 34 La miseria nombrada Vida se Orgasmo. 6 Y la oscuridad engendró a los primeros seres, expandió en Aradia, que desde entonces fue llamada Tierra. hijos de lo Que No Tiene Forma. 7 Los hijos de la oscuridad y 35 Pues las aguas habían retrocedido. 36 Donde una vez de lo Que No Tiene Forma alzaron su voz. 8 El Universo eshubo oscuridad y el hielo lo cubría todo, el mar se replegó y cuchó por vez primera a las Criala vida fue engendrada en la turas de las Tinieblas. 9 No existía Tierra. 37 Flores surgieron del el dolor ni las lagrimas; no existía cadáver de la Nada; Seres la alegría ni el placer. 10 Únicadiminutos llegaron de los mamente las profundidades internas res para pervertir los suelos, unidas ala negrura de las profunríos y montañas. 38 Y estos didades externas. 11 Y las criatuseres crecían y se consumían ras de las Tinieblas recorrían el unos a otros. Depredadores Universo en libertad. 12 No existatacaban a los débiles. 39 De ían límites, no existía el principio esta forma el Creador estableni el fin. 13 Viajaban fugazmente ció su caos en el Universo y en recorriendo los siete principales la Tierra. 40 Las Criaturas de vértices, y los miles de ilimitados las Tinieblas no pudieron opovértices en expansión constante. nerse al Caos, pues el Caos lo 14 Algunos, sólo algunos de ellos abarcó todo hasta el infinito, eligieron un mundo cubierto por los siete vértices rotos y los aguas oscuras. 15 Y este mundo miles de vértices que ya no se fue nombrado Aradia. 16 He aquí expandieron más. 41 Y este el Primer Misterio, la llave a esta desorden fue llamado belleza. Dimensión. 17 Pero este mundo 42 En el séptimo día el Creafue elegido también por otro Ser. dor descansó. 43 Las Criaturas 18 El se nombró a sí mismo el de las Tinieblas, ante el Caos Creador. 19 Nacido de la oscuride la luz, se había replegado dad, se rebeló ante ella. Así, el sobre si mismas, buscando en velo fue rasgado. 20 Y el Espíritu su oscuridad interna. 44 Pues del Ser se movía sobre las aguas. en ella aún había sabiduría. 45 21 Mientras en los siete vértices Así aprendieron a expanderse la oscuridad sintió por vez primea pesar de los limites que les ra el dolor. 22 Rebelándose a las habían sido impuestos. 46 Y la profundidades internas, al nooscuridad de las Criaturas de principio y no-fin, se declaró prinlas Tinieblas renació en el cipio y fin. 23 Y dijo: "Hágase la séptimo día, mientras el Crealuz". 24 Por siempre la oscuridad dor descansaba. 47 Las prohabía albergado a los hijos de la fundidades internas volvieron oscuridad y de lo Que No Tiene a comunicarse con las profunForma. 25 Pero la luz alteró al didades externas. 48 A pesar “ A N G E N O I R “ _ N E K T L I R O J A S Universo por siempre. 26 Los de la luz, en pleno día, los siete vértices fueron rotos. El Universo fue violado con ressiete vértices fueron restaurados, y cada uno restauro a sus plandores. Estos fueron nombrados Estrellas. 27 El fuego fue miles de vértices, mas ya no en expansión constante. 49 El creado. Fue creado el dolor. Fue creado el principio y el fin. dolor no pudo ser borrado, ni la alegría, ni el amor, ni el La muerte y la vida. El bien y el mal. La noche y el día. Amor y tiempo, ni la muerte. 50 Aunque las Criaturas de las Tinieblas odio. Verdad y mentira. Alfa y omega. 28 El creador se aposon intemporales, habrán de tener un fin. Como tendrá el dero del Universo y de la oscuridad. 29 Lo Que No Tiene Forcaos. Pero el fin es la apertura a nuevos ciclos. 51 Este es el ma fue negado y el Ser ocupó su lugar. 30 En el caos resulSegundo Misterio. Quien tenga entendimiento, obtenga la tante, las Criaturas de las Tinieblas gritaron de dolor, se calcillave a esta dimensión.

Mario Cruz

"Libro Primero: Génesis


"2 1 El creador despertó de su descansó al octavo día. 2 "He aquí", proclamó, "he descubierto la restauración parcial del Universo; 3 Y este es mi castigo a las Criaturas de las Tinieblas: 4 Malditas sean por siempre, maldita la oscuridad que las engendró, maldita la no-conciencia; 5 Sean repudiadas por los Seres de la Tierra, de lo que hay debajo de la Tierra y el Cielo; 6 Sea la Muerte para ellas al cabo de mil eras de melancolía; 7 Yo, el Creador, prohíbo que el Caos se restaure. 8 Por que esta es mi palabra, permanecerá hasta el fin de la eternidad". 9 Mas el Creador estaba solo en su luz. 10 Nada escuchó su maldición. 11 Por lo que dijo: "Creare aliados". 12 Y fueron hechos los ángeles, las criaturas de luz. 13 Vio el Creador que los aliados eran buenos para él, pues cantaban sus alabanzas. 14 Mas la música no fue hecha por las criaturas de luz; les fue robada a las Criaturas de las Tinieblas. 15 Cuando estas viajaban fugazmente a los siete vértices en busca de refugio. 16 La música fue el primer Arte; la música permitía a las Criaturas de las Tinieblas transitar de vértice a vértice. 17 La música es la puerta a todas las dimensiones, este es también parte del Segundo Misterio. 18 Mas aconteció que la música fue violada por las Criaturas de la luz que acompañaban al Creador por las regiones etéreas. 19 El silencio de las Tinieblas fue grande al proclamarse la victoria de la luz y la confusión en las lenguas. 21 En las Tinieblas, un Ser se adelantó a los demás y se dirigió al infinito oscuro: 22 "Por que nosotros no hemos sido nombrados, un nombre nos otorgaremos. 23 Para que el Creador nos reconozca al desafiarlo; mas no serán sus nombres, sino Nuestros Nombres". 24 Y he aquí todas las Criaturas de las Tinieblas fueron nombradas a sí mismas, sirviéndose de las lenguas que les habían sido impuestas para confusión. 25 Y llevaron por nombre Marduk, Innana, Ereshkigal, Mictlantecuhtli, Ctulhu, Unukalai, Lilith, Esfinge, Baphomet, Drakull, Tor, YogSothoth, Shub Niggurath, Teutates, Gommatesvara, Tinia, Dharma, Zu, Yima, Vahagn, Ullikummi, Enlil, Atanaesic, Cronos, Agasia-Gigagei, Awonawilona, Ishtar, Kepra, Astarté, Baal, Fudo-myoo, Ukulan-tojon, Isis, Tlaloc, Ahura, Mazda, Moloch, Nehebkau, Mitra, Sraosha, Erlik, Urano, Atius, Zeus, Tirawa, Chac, Dohkwibuch, Dagon, Kali, Nergal, Mantus, Pan, Nija, Hecate, Emma-O, Chemosh, Damballa, Amon, Anubis, Metztli, Supay, Sammael, Yaotzin, Thoth, Supay, Sekhmet... 26 Hasta completar los seiscientos sesenta y seis nombres de la Primer Generación de las Tinieblas. 27 Y todos ellos fueron conocidos por el Creador como El Maligno. 28 Mas no fueron nombrados por el Creador ni por los ángeles, ni por ninguna otra criatura, viva, muerta o no-muerta, sino por ellos mismos. 29 Y la primer generación creció hasta los trece mil nombres, que partieron hacía todos los rincones de tierra, aire, agua, viento y fuego oscuro; al glacial desierto del sur, a las islas sumergidas, soñando bajo las aguas, al espacio exterior más allá de las estrellas y al Centro del Mundo. 30 Este es el Tercer Misterio, la puerta ala comprensión de los trece mil nombres. 31 Los nombres fueron registrados en el primer libro escrito por ser alguno. 32 Y este libro es el Espejo de la Eternidad. 33 Sus páginas fueron escritas por las Criaturas recién nombradas, para que no fuera olvidado el día de la Rebelión Melancólica. 34 Cuando fueron liberadas las otras Artes, para gloria de la oscuridad.

35 Quien tenga entendimiento, comprenda el nombre del Ser oscuro que se adelantó para hablar con sus hermanos. 36 Su nombre es Ubbo Sathla. 37 Las Criaturas de las Tinieblas atestiguaron la creación de los ángeles. El creador no pudo apartarlos de su presencia. 38 Pues ellos eran oscuridad, y aunque el Creador la había negado en si mismo, seguía siendo hijo de la oscuridad. 39 Y la oscuridad esta en el desde el principio, y lo estará hasta el fin de los tiempos. 40 Así, los hijos de las Tinieblas conocieron el nacimiento en dolor de los hijos de la luz. 41 Para los ángeles, en el principio fue la luz. 42 Una densa, ilimitada luz los esclavizaba a los siete vértices del Creador. 43 Mas ellos mismos descubrirían que también poseían oscuridad. 44 Después de la Ruptura, el universo y los seres poseían luz y oscuridad. La poseen, y la poseerán por siempre. Así sea. "3 1 Aconteció que los ángeles descubrieron su oscuridad mientras viajaban por las regiones etéreas. 2 Teniendo ya grandes riquezas y honores, ángeles y arcángeles negaron su sabiduría y se aceptaron como seres de luz pura. 3 Todos menos uno. El nombre de éste era Luzbel, arcángel gobernante de muchas legiones, músico en las regiones celestes. 4 Viendo Luzbel que estaba formado por oscuridad quiso tener comercio con los hijos de las Tinieblas. 5 Pero sabia que tal comercio estaba prohibido por el Creador. 6 Por eso fue ante el Creador y cuestionó su prohibición. 7 Y el Creador lo maldijo con estas palabras: 8 "Tú, mi querubín protector, has sido hallado culpable de traición, Sea, pues, la guerra entre tú y yo". 9 Así, la guerra fue hecha en el Cielo. 10 Habló el Creador a sus miríadas de ángeles, querubines, serafines y arcángeles. 11 Mandándoles desterrar a Luzbel y a los ángeles que, con él, no habían negado la sabiduría. 12 "He aquí", les dijo "he construido una dimensión ajena a las Criaturas de las Tinieblas, para que Luzbel y sus legiones permanezcan por siempre en dolor y tormento, en el lago de fuego que no tiene fin, donde arderá asimismo el género humano que estoy por crear, donde serán atormentados todos aquellos que vomitaré de mi presencia, y donde al final de los tiempos arderá la Bestia, el Falso Profeta y las Criaturas de las Tinieblas; 13 Por que yo soy el Creador, y he escrito lo que acontecerá en el futuro, en lasa siete dimensiones, hasta el día en que, cansado, habré de morir destruyendo al Universo". 14 Y por esto fue exaltado por arcángeles, querubines, serafines y ángeles. 15 Más el Creador contempló el futuro, y vio que volvería a quedarse solo. 16 Y pensó en la humanidad, a la que haría a su imagen y semejanza, con toda su crueldad, capricho, y con todo su Amor. 17 Mas el Amor fue perverso desde su origen, pues formaba parte de la luz. 18 Fue el amor el que llevó al Creador a negar su oscuridad. 19 Fue el Amor el que venció a Luzbel y sus ángeles en la batalla del Cielo. 20 Un lamento cruzó las puertas de las siete dimensiones, despertando a las Criaturas de las Tinieblas que dormían tras haber sido nombradas así mismas, tras haber atestiguado la creación de los ángeles. 21 El lamento de Luzbel en su caída. 22 Estos fueron los acontecimientos de la guerra en el cielo; mas para quien tiene entendimiento es posible experimentarlos en este momento. 23 Tal es el Cuarto Misterio, la Puerta a la Guerra en el Cielo. 24 Dijo entonces el Creador a Luzbel: 25 "Seas precipitado en este lago de fuego por el


25 El creador llamó a Adán y le dijo: "¿Dónde estás?" 26 Este le contestó: "Oí tu paso por el jardín y tuve miedo, porque estoy desnudo; por eso me escondí". 27 Más él dijo: "¿Quién te ha dicho que estas desnudo? ¿Has comido acaso del árbol del cual te prohibí comer?" 28 Respondió Adán: "La mujer que me diste por compañera me dio del árbol y comí". 29 Esto fue escuchado por las Criaturas de las Tinieblas, quienes no sintieron compasión por Adán y Eva; pues la compasión no existe en la oscuridad. Mas aguardaban los eventos. 30 Y he aquí, Dios expulsó a Adán y a Eva por haber comido del fruto que él mismo envenenó con el discernimiento para perdición. 31 Mas la serpiente sería adorada por la mujer hasta el fin de los tiempos. 32 Y fue llamada Kundalini. 33 El Creador culpó a Adán y Eva de cometer traición, y esto fue llamado pecado; y la culpa de este pecado fue transmitida a toda la raza humana que deambulaba estúpida pero libremente por la faz de la Tierra. 34 A partir de entonces, los humanos no fueron más libres, pues sus conciencias los esclavizaban al pecado todo el tiempo. 35 Viendo esto las Criaturas de las Tinieblas, intentaron sanar el Caos una vez más. 36 Pero la ruptura ya estaba hecha; por eso fue escrita la Página de la Ruptura. 37 Fue escrita en el lado oscuro del Tiempo para conmemorar la Gran Frustración; y para romper el tiempo y la muerte. 38 Y la Página de la Ruptura formó parte del espejo de la Eternidad, al igual que la Página del olvido, de la No-Conciencia, de la No-Muerte, del Principio de los Tiempos, del Fin de los Tiempos y de los Trece Mil Nombres. 39 Y estas Páginas fueron leídas a Adán, para formar una nueva raza sobre la Tierra que desafiara al Creador; más Adán no se atrevió, sino su hijo Caín. 40 Abra sus ojos y oídos internos el sabio: aquí se halla el Quinto y profundo Misterio, la Puerta de la Creación de los Herederos de las Tinieblas, también llamados Vampiros. *Fragmento.

© Ulises Ortiz Castillo

resto de tus intocables días; seas odiado por los seres humanos que he de crear; seas odiado por las Criaturas de las Tinieblas, a las que ordenaré odiarte, o serán destruidas". 26 Pero las Criaturas de las Tinieblas se volvieron hacia Luzbel, dando la espalda al Creador. 27 Pero el Creador dijo: "Hágase la destrucción". 28 Mas las eras han pasado, y la destrucción no ha llegado para las Criaturas de las Tinieblas. 29 Entonces sentenció el Creador "Aliadas sean, criaturas, a Luzbel, sea el nuevo nombre de éste Satán, que significa el adversario; sea el infierno morada de los seres oscuros, y de los ángeles que aceptaron la sabiduría, pues yo soy el único, el privilegiado, el digno de todo honor y toda gloria; 30 Malditos sean los seres ajenos a mí, incluyendo al género humano, al que estoy a punto de crear". 31 Y esta fue la respuesta de Satán, y de las Criaturas de las Tinieblas: 32 33 Mas la respuesta en un misterio que aún no puede ser revelado. "4 1 Tal fue la naturaleza del barro que engendró a la humanidad. 2 Y los seres humanos eran estúpidos, deambulaban por la faz de la tierra asesinando a todo ser viviente y a ellos mismos. 3 Nunca antes se había visto a seres de igual especie depredadores de sí mismos. 4 Y el Creador estaba complacido. 5 Aún así, el Creador construyó un jardín de perversa bondad y aberrante belleza en Edén, al oriente. 6 Y lo llamó Paraíso. 7 No existía la muerte en el Paraíso; ni el dolor ni las lágrimas; ni la alegría, ni el placer. 8 El Paraíso era como al principio de la oscuridad; pues el Creador sentía nostalgia por el estado primigenio. 9 Y creó a un ser llamado Adán. 10 No fue este el primer humano sobre la tierra. Los humanos engendrados por el barro ya cazaban y se mataban entre sí ante la vista de las Criaturas de las Tinieblas. 11 Adán fue formado del polvo de la Tierra y el Creador insufló en su nariz aliento e vida, de modo que el hombre vino a ser alma viviente como las otras. Más Adán sería diferente para el Creador. 12 Pues Adán solo estaba hecho de luz. Por tanto, era una aberración en el universo. 13 Hizo brotar el Creador toda clase de árboles de hermoso aspecto y frutos buenos para comer, y en el medio del jardín el árbol al que llamó de la vida, y el árbol al que llamó del conocimiento del bien y del mal. 14 Mas éste era el árbol de la oscuridad, surgido de la semilla de lo Que No Tiene Forma. 15 Robado desde el principio de la luz y sembrado para gozo de las criaturas que negaban su oscuridad. 16 Pues el árbol de la oscuridad era torcido y raquítico, mas sus frutos producían sabiduría. 17 Por esto, el Creador prohibió a Adán comer del árbol del bien y del mal, que en realidad era el árbol de la oscuridad. 18 Mas la serpiente era hija de las Tinieblas e instruyó a Adán y a Eva, su mujer, en el uso de los frutos del árbol de la oscuridad. 19 Adán, el raciocinio, se opuso; Eva, la emoción, escucho a la serpiente y comió del fruto de la oscuridad. 20 He aquí la gran traición; el Creador envenenó los frutos con el discernimiento del bien y del mal; el amor y el odio, la alegría y la tristeza, la muerte y la vida. 21 Por que se había arrepentido de crear un Paraíso en medio del Caos, un ser humano perfecto en medio de los estúpidos seres. 22 No sería esta la ultima ni la primera vez que el Creador aborrecía su creación. 23 Adán y Eva descubrieron que estaban desnudos y se escondieron al paso del creador que se paseaba en el jardín al tiempo de la brisa del día.


SED DE SANGRE Armando Vega-Gil

La sed es una sensación totalizadora (¿una pulsión, como en el vampiro?), una necesidad bárbara y vital, una alarma que brota desde los adentros más profundos, filtrada desde las fracturas invisibles de la presión osmótica de nuestras células; la sed es un circo de células que se desecan sin remedio y comienzan a volverse polvo y a morir ante la falta de agua... o de sangre, porque pulvis eris et in pulverem reverteris. Yahvé, lo sabemos, tuvo que amasar barro, tierra y agua para esculpir un remedo de su imagen: un hombre... Y la tierra sin agua no es más que materia inerte, tolvanera, negación absoluta de la afirmación relativa. Y en el imperfecto ídolo de arcilla divina que es el ser humano, el agua es la sangre, y la sangre-lodo es sustento del soplo que Dios ventiló en su hijo: el alma. La sangre y la carne son soporte y sustento de la conciencia del bien y, por inferencia, del mal. El sustento de la sangre y la carne es el agua, y en el cuerpo la conciencia que el hombre tiene de sí es lodo... Su contrario es, entonces, la sed: la sed es animalidad, irrazón, atavismo. Y el vampiro es la manifestación más alta de la sed y el delirio. Sed de sangre. Sed simplemente. La sed (saciarla) es, en el ser, un instinto, una necesidad más elemental e impostergable que el hambre pues su efecto en los cuerpos desérticos y psiques ardorosas es de mayor contundencia e inmediatez. Pasa de la mansedumbre a lo salvaje en un instante, pues sedientos sobreviviremos mucho menos tiempo que el hambriento (¿y si la sed sustituye al hambre, como en el vampiro?). La sed permanente deviene angustia. La sed es desesperación exasperada cuando llega a sus estados de escasez más álgida. Y en su escasez, la sed primigenia se concentra en un espectro lúbrico y se traduce en el territorio del deseo como una oleada fresca, líquida y expansiva entrando como marejada por nuestro tracto digestivo..., aunque en la realidad sólo sea un riachuelo tibio y sucio lo que nos inunda sin anegarnos (¿un hilillo de sangre... como en el vampiro?), lo que nos reanima en un instante sin saciarnos, lo que nos revive para prolongar la agonía, esa agonía que nos martiriza cuando tenemos la plena y trágica conciencia que no habrá más líquido vital para nosotros: la frontera de la sed son los ríos vacíos, los grifos muertos, las nubes secas como trozos de cecina y sal, los labios agrietados, la piel aterida, el carbón. Porque la sed se debe saciar, no hay otra solución más que cancelarla. A la sed no se le puede ignorar, no debemos dejarla para mejores tiempos. Y en el vampiro la conciencia de la sed absoluta es un cuerpo desangrado, los trombos estacionados en las venas que no surten más líquido, el corazón que no late y pasma la circulación del plasma por las venas y arterias, las costras que obstruyen, la sangre corrompida, el cuajarón. El vampiro sacia su sed no con podre o coágulos sino con sangre fresca: el vampiro no tiene hambre sino sed. Sed de sangre. En el cosmos microscópico de nuestras carnes, mucosas, huesos y fluidos que fuera del cuerpo no son más que corrientes nauseabundas y ominosas (si nos viéramos por dentro nos horrorizaría lo que habríamos de encontrar,

Sed de sangre (Corea del Sur, Estados Unidos, 2009) Dir. Park Chan -wook. Con Kang Ho-Song, Ok-bin Kim y Hae Sook-Kim.

esos secretos que podemos espectar en los pálidos adelantos que nos da la enfermedad: la pus barnizándonos de perfumes acres, vómitos de sangre oscura y aterradora brotando con voluntad propia de nuestra garganta, mocos y bilis escurriendo en tonalidades fantásticas de verde y amarillo glauco, orina espesa y mierda), y allí dentro, las membranas de nuestras células más íntimas y desconocidas deben permear y contener puñados de moléculas de H2O para fluir y encadenarse, y allí la sed nos advierte de los bajos niveles de líquido que amenazan su existencia. Sin embargo, hay una sed que no se sacia: la polidipsia, un desorden mágico que supera la escalada acuática de la osmosis y envía señales erráticas al cerebro en sinapsis descontrolada. Y la sed entonces no se resguarda en la falta de fluidos sino que se trastorna en un deseo irrefrenable: no hay agua o sangre suficiente para acabar con ella. Cuando uno realiza un deseo, mata al deseo, aniquila al deseo, lo neutraliza y da paso al nuevo anhelo. Pero si el deseo es infinito, inmortal, no hay agua suficiente para apagar su lumbre, y así, el vampiro, a diferencia del hombre frágil y momentáneo, le aqueja una sed permanente. La inmortalidad se transforma en una pesadilla sedienta, y para despertar de ella hay que despertar a la vida, porque la vida es su contrario: la muerte, ying yang. La única manera de saciar la sed total es, entonces, para el vampiro, el suicidio, dejarse consumir por el sol, el sol que deseca, el sol que evapora nuestros fluidos, para convertirse de nuevo en polvo, en ceniza, y vencer la sed de carne, la sed de sexo, la sed de amor, la Sed de sangre.


CUTE-KILLER LA VAMPIRESA CHUPA-POETAS

Dedicado a mi Carnal Ricardo cuyo nombre fué escrito en el agua

Paola Klug

Mi nombre es Nina, nadie sabe de dónde vengo, quienes son mis padres ni cuantos años tengo, yo lo he olvidado. Viví en un pequeño sótano de la vecindad cercana a la zona rosa. Sólo salía por las noches, razón por la cual todas las mujeres del barrio me tenían por “puta”. Siempre visto de negro, cuero, terciopelo, lana o gabardina, me da igual. En los meses que viví allí, jamás hablé con nadie a excepción del casero los primeros días, pero al ser puntual en los pagos, mismos que deje siempre en un sobre en el buzón de Don Cerón cada primero de mes, nuestras conversaciones desaparecieron. Yo no soy una puta, soy un vampiro. Pero no cualquier clase de vampiro, siempre he seleccionado a mis víctimas de entre las docenas de poetas y pseudo intelectuales que paseaban en las noches bajo los faroles y que leían junto a las fuentes o se sentaban en las bancas de la Alameda con sus ojos fijos en algún libro. A mí sólo me gusta la sangre de los poetas… Cada noche caminé entre ellos. A veces elegí a quien leía a Bukowski, a Girondo, a Bretch. Otras ocasiones busqué a los lectores de Poe, a Artaud, a Baudelaire. Si aparecía Ciorán, Pessoa, Shelley, o Byron, no podía ni dudarlo… Una noche mientras cazaba, logre ver a lo lejos, sentado en una escalinata a un hombre leyendo, boina negra, abrigo café de cuadros, botas, jeans y unas gafas pequeñas. La presa perfecta, pensé. Camine hasta él, como hice con muchos otras tantas veces. Me senté a su lado y le mire profundamente. Admito que me sorprendí al ver ese libro entre sus manos, temblaron un poco mis piernas por la emoción. Era un poemario de John Keats, y “Guayito” como dijo llamarse, leía en susurros mi poema favorito: “Why did I laugh tonight? No voice we tell- No God, No Demon of severe response” -terminé con el poema sonriéndole amablemente.

El me miro tímidamente y me devolvió la sonrisa. Hice lo mismo que cada noche, lo enredé entre palabras, poemas, escritores y épocas antiguas. Le tomé la mano después de unas horas de charla y le pedí que me acompañara a mi casa, ya era tarde y le dije que me daba miedo andar sola por las calles. Guardó el libro en su pequeño morral tejido, se sacudió el polvo del pantalón y me tendió la mano para levantarme, caminamos despacio, entre semáforos en verde y amarillo permanente, algunas sirenas a lo lejos y unas cuantas cucarachas trepando por alguna pared, yo lo tomé fuerte del brazo hasta llegar a un hotel. Al principio él no estaba seguro –un romántico empedernido pensé- pero le convencí, la sangre de poetas dulces es difícil de conseguir. Entramos a la húmeda habitación, un hotel de mala muerte por supuesto, tv de paga con películas pornográficas y noticieros repetidos, una lámpara de buro, un baño pequeño con dos rollos de papel, dos toallas medianas, un cenicero, una botella de agua, dos sillones pequeños y una cama individual con sabanas azules que olían a mugre, sangre y semen. El dejó su morral en el buró, vació lo que había en los bolsillos de su saco; cigarros, cerillos, una tarjeta de presentación de la librería donde trabajaba y su cartera rota de piel. Se sentó sobre la cama y me miró fijamente. -No temas -le dije- No muerdo duro. El sonrió. Me quité la blusa, me bajé la falda y quedé en ropa interior, me senté a su lado y mordisquee sus lóbulos y sus labios lentamente. Le desabroché la camisa y le desabotoné el pantalón. Le pedí recostarse en la cama y leerme un poco más de Keats antes de empeza. El aceptó gustoso –lo que más me gusta de los poetas es la obsesiva necesidad de complacer a sus musas-¿Cuál? Me preguntó. -El que leías en las escaleras- le respondí mientras trepaba por su pecho. “I say why did I laugh tonight? O mortal pain, O Darkness! Darkness! Ever must I moan, To question Heaven and Hell in vain” Encaje mis colmillos en su cuello hasta desangrarlo y tal como el poema, ni Dios ni el Diablo le darían respuesta. Tomé un baño, me vestí y salí del hotel sin que nadie me viera. Esa noche fue la última que pase en ese lugar. Tuve que irme lejos culpa del Gobierno. Ahora soy conocida como la “Cute-Killer” (La belleza asesina) en los medios de comunicación. La secretaria de Seguridad Publica ha dicho en una conferencia de prensa que soy integrante del “Cartel de los Hermanos García”, soy la asesina más buscada del País, más peligrosa que el Chato Guzmán, más despiadada que el presidente borrachón.


YA ES TIEMPO Héctor Ascencio Ortega

¡Despierta! Han pasado varios siglos desde que una estaca de madera partió en dos tu corazón. Tu pecho fue incapaz de resistir el embate de la ira humana que turbada por sus miedos, quiso desterrarte al imperio de la muerte mutando tu nombre y tu presencia en la imagen análoga de la monstruosidad. Ingenuos e ignorantes mortales, que creyeron poder hacer de tu presencia un mito. Cierto es que en ellos han transcurrido generaciones pero en ti y en mí, apenas un suspiro, dos segundos, nada. Puedo recrear perfecto, en esto que parece un sueño, la imagen de tu cuerpo descompuesto aunque majestuosamente cubierto por la túnica transparente con la que fuiste vestida cuando se supo que sería inminente escapar al miedo humano. A pesar de estar convertida tu piel en polvo, me es fácil reconocer tu belleza. Sigues siendo flor de oscuridad de cuyo sexo volverán a manar néctares que nutran las siguientes flores de nuestra casta. Así que te prometo, Kim mía, que no falta mucho para que toda tú vuelvas a brillar. Y no llegarás sola. Los humanos se han olvidado que existimos y al hacerlo nos han representado de las peores formas, a veces tan ridículos y mundanos como ellos mismos. Pero cercano está el momento en que por un impresionante hallazgo, nos levantemos de este letargo. Debemos sentir gratitud por la dicha que representa el morbo y la ambición de los humanos. Puedo escuchar sus pasos pisando los terrenos escarpados donde nuestro nombre es leyenda. Puedo verlo cruzar montañas y puedo sentir su adrenalina al sortear los barrancos que guardan celosos nuestros cuerpos. No viene solo. Todo es tan claro que no se parece nada a un sueño. Puedo verlos violar los cerrojos que sus antepasados pusieron a estas catacumbas y con ello bañar estas tinieblas con luz del día. Uno de ellos será el atrevido que destruya la tapa de tu encierro que otrora, sus ascendentes, imaginaron eterno. Y ante sus ojos aparecerá fulgurante la estaca de madera que su avaricia verá convertida en oro, misma que sus manos removerán lentamente hasta liberar el grito que quedó ahogado aquella fatídica noche en que fuimos dejados aquí. Con ese acto sanará tu pecho de semejante opresión y los terrenos abruptos de tu reino se estremecerán al saber que regresas por el dominio. Saldrá tu cuerpo casi desnudo, de un sarcófago mullido por el tiempo, y quienes presencien tu despertar ni siquiera tendrán deseos de huir porque preferirán ofrendar sus vidas a cambio de embelesarse con toda tu belleza. En ese momento caerá el primer humano y su sangre provocará que el sol te brinde reverencia cediendo su lugar al fuerte viento, que arrastrará a las nubes que saludarán tu resurgimiento con destellos que harán temer a quienes han venido a despertarte. Una vez fuera del nicho que ha guardado tus suspiros, tus pies volverán a tocar el piso, y las ratas súbditas y guardianas, abdicarán a su dominio de ese espacio siendo ellas quienes detengan a los hombres que entonces querrán huir.

Ya he dicho que han pasado siglos desde que una estaca partió en dos tu corazón, desde que tu pecho fue enfriado por el miedo y desde que tu garganta dejó ahogado un grito de dolor. Ingenuos aquellos humanos que pensaron que una estaca sería suficiente para cortarte la vida eterna. Pero la muerte, sabedora de ciclos, te da una nueva oportunidad de levantarte de este ensueño para que hacer resurgir nuestra sangre. Todo lo he visto, mi amada Kim, desde este encierro que ha cumplido su ciclo. Es momento de hacer avanzar el reloj y no dejar que muera nuestro tiempo. Seguro estoy que también puedes escuchar sus pasos retumbar a cientos de millas de aquí. Sé que puedes sentir en tu pecho, por ahora descarnado, la tristeza del sol que tendrá que partir. Ya se abre paso el viento y aun muy lejos se vuelven a formar las nubes que un día te vieron nacer pero que jamás te verán morir. Sé que sientes la alegría de la luna agitándose en tu vientre porque de ella soy hijo y contigo, soy de las dos. ¡Kim, hermosa! Se acerca el momento. El tiempo de los humanos está muriendo y ellos no se han dado cuenta. Así que no será difícil tomar posesión de mi dominio mismo que me encargaré de extender por todos aquellos dominios que siempre han visto como suyos pero que nos pertenecen a nosotros los vampiros. Kim, madre mía: ha llegado mi momento de nacer.

DARKETA Luis López Torres La sangre es vino, consuelo de vampiros. Raíces de la carne. Autopsias. Desbarrancadero, coño de luto, perro vicioso, amoratada sombra, cardumen, rincones de muerte, escombros del silencio, abortos. La noche de tu cuerpo. Mar de lo innombrable. Hablas en lenguas, veneno oscuro, gusanos en la carne de la palabra. Penumbra que se escapa de las manos. Raíces tiernas amamantan el hambre del cadáver. Dame tu deslumbramiento de puta muerta. Dame el azul de tu anestesia. Dame las moscas del orgasmo. Tierra de sepultura. Vamos a resucitar como chinches. Para que nada quede en la tiniebla de la esperanza…


EL DESAFÍO DE CARMILLA Análisis comparativo de las novelas: “CARMILA” de Sheridan Le Fanu y “DRÁCULA” de Bram Stoker.*

Manuel Noctis

I Desde hace varios años el mito del vampiro se ha insertado en las conciencias de los individuos. Pero qué es lo que realmente converge dentro de estos seres “fantásticos”, que durante generaciones y épocas han transitado siempre con los mismos preceptos. El mito del vampiro se remonta hace muchos años en la antigua Suecia, casos especiales suponían la presencia del vampiro, el hecho era que en varias ocasiones, cuando después de enterrados los “muertos”, abrían las tumbas para reacomodarlas, pero en las facciones de los individuos se encontraban con rasgaduras, pelos arrancados y demás, lo que suponía por lógica que estos eran enterrados vivos y ante la desesperación se causaban esos daños. La Edad Media contribuýó demasiado para que estos seres tengan su acto de presencia en las mentes de la sociedad, la relación que se le ha dado con brujas, hechiceras, chamanes, hombres lobo, etc. Para su condena, hicieron que el vampiro trascendiera aún a nuestra época. En la literatura el vampiro también ha estado muy presente, recordemos obras como El vampiro de Polidori, La muerta enamorada de Teophile Gautier (de donde proviene mi querida Clarimonda), entre otras. Pero las novelas Carmilla de Sheridan Le Fanu y Drácula, la obra cumbre de Bram Stoker, son las que vinieron a revolucionar y estereotipar a este singular personaje; el vampiro. Las obras encierran ciertos elementos en su creación, que han despertado en el inconciente colectivo la manera de concebir al vampiro. Como un ente que se debate entre el mundo de los muertos y los nomuertos. Pero mencionaba antes, su creación procede de ciertas circunstancias sociales que ha delimitado el mito del vampiro. Si bien es sabido, Bram Stoker recurrió a la vida del celebre Vlad Tepes para la creación de Drácula, pero de igual manera nunca dejo de lado la concepción e influencia que obtuvo de la Carmila de Le Fanu. II Carmilla se publicó originalmente como un cuento corto en una colección titulada In a glass darkly en 1872. Para ese momento Sheridan Le Fanu ya vivía refugiado en su casa tras la muerte de su esposa, se había convertido en un ermitaño misántropo. Se menciona que Le Fanu, para la conformación de su mujer vampiro, adquirió ciertos elementos e influencias que provenían desde la Grecia clásica, donde se gestaron las lamias, así como de los escritos prohibidos de Dom Agustine Calmet, las sentencias recogidas en el Malleus Malleficarum, el libro sobre licantropía de Sabine Baring-Gould, la terrible historia de Elizabeth Bathory y otras más. Por otro lado, Drácula se editó por primera vez en 1897 en Inglaterra, cuando Stoker la escribió gozaba de plenitud y le envolvía esencialmente lo mitológico. En este caso es factible decir que la influencia directa de Stoker para congregar a su

Conde fue Vlad Tepes “El Empalador”, el cual adquiere el poder del mito para convertirse en el personaje principal de esta obra. Otras de las referencias directas fueron Varney, el vampiro de Malcom Rymer, los casos de Seabury Quinn y Jules Le Gradin, e igualmente la macabra Elizabeth Bathory. Pero no resultaría extraño decir también que Stoker perteneció a una sociedad secreta dedicada a extraños rituales ocultistas llamada “Golden Dawn” fundada en 1888 por W. W. Wescot, W. R. Woodman y S. L. Mathers. Se dice que Stoker recibió la inspiración y la mayoría de los elementos de su Drácula por datos y enseñanzas recibidas en el seno de la extraña orden. Le Fanu, al igual que Stoker recurren al mito del vampiro por extrañas razones, influencias similares y cuestiones aún poco conocidas.

Ambos expresan y relatan la concepción del vampiro como algo sensacional que precede a los conceptos canónicos de la sociedad victoriana. En ambas novelas lo fúnebre, los castillos tenebrosos y las victimas del vampiro se presentan de manera muy representativa. Chequemos un caso de cada novela: En Carmilla, la víctima que se presenta con el nombre de Laura, tiene un primer encuentro con la mujer vampiro, cuando ésta la descubre desaparece, esta parte está muy ligada al tema de los sueños, algo muy recurrente. Cuando nuevamente Laura y Carmilla se encuentran, se inicia una serie de cuestiones y padecimientos de la víctima, todo ello lleva a la situación de desconcierto, Laura entra en graves problemas, un agotamiento le aqueja, que no es más que la participación directa de Carmilla, pues esta aprovecha los momentos de sueño para achacar a su víctima, tomando su sangre solamente para mantenerse viva. En el caso de Drácula, este Conde toma como primera víctima a Lucy Westerna, a quien logra quitarle la vida y convertirla en vampiro, para después morir a manos del Dr. Vanhelsing. Su segunda víctima es Mina Murray, con quien logra manifestar su deseo, robándole su sangre para igualmente


sobrevivir y mantenerse. Lo que ambos pretenden narrar en su novelas es la enfermedad del alma que acongoja a sus vampiros, pues coinciden en que esta es la esencia del vampirismo. Otra de las situaciones similares que se presentan en ambos textos es la concepción del miedo, el temor a lo desconocido, la extravagancia del vampiro, la doble “moral” que presentan los personajes, por un lado se muestran como dos seres escrupulosos ante la sociedad pero que por las noches mantienen al rojo vivo su deseo de posesión de las víctimas. En este caso existe una gran diferencia, uno es masculino y la otra femenina. El primero mantiene una relación hombremujer, lo que supone algo común dentro de lo establecido, pero en el otro caso la relación es de mujer-mujer, cosa que hace pensar y decir que en Carmilla se presenta el primer caso de lesbianismo dentro de la literatura de vampirismo, aunque varios analistas mencionan que esto no puede ser posible ya que Le Fanu era un personaje digno y representativo de la sociedad victoriana. Un caso más de semejanza que se presenta es: en Carmilla, cuando un vagabundo de los caminos, le ofrece a Laura un remedio contra el Diablo en forma de amuleto para desconvocarlo, ya que le aquejan sus males; lo mismo le sucede a Jonathan Harker en Drácula, cuando va de camino hacia el Castillo, una mujer le hace entrega de un amuleto contra los males y le menciona de la existencia del Conde Drácula. Existe un caso especial en ambos relatos, la presencia de Elizabeth Bathory, una mujer que utilizó medidas extenuantes y atroces contra sus criadas, todo ello para mantener la “eterna juventud”, pero ¿cómo es que esta mujer se presenta en ambos casos?, en Carmilla la presencia mitológica se presenta de manera en que se desenvuelve la propia Carmilla, el deseo constante de posesión hacia sus víctimas, principalmente mujeres, al igual que Bathory, Carmilla veía en su victima una fuente de poder, de sustento, de irradiación y de belleza, por ello poseía su sangre, no más que para sobrevivir. En el caso de Drácula, la referencia va más por la cuestión del mito, se dice que Erzebet-Bathory era pariente de Vlad Tepes, aunque un tanto lejana, pero que llegaron a coincidir en asuntos extra-políticos, la presencia de Bathory en Drácula se manifiesta principalmente con la cuestión del Castillo, el recurso del encierro de las víctimas, los pasajes secretos, la tortura de sus víctimas y en algo muy concreto, sus sirvientas, Bathory achacaba a sus sirvientas, pero siempre tuvo una que le estuvo al tanto, Drácula siempre tuvo al desquiciado Reinfeld como interlocutor, entre otras cosas más.

Otra característica es que ambos poseen la habilidad de tomar la forma de cualquier otro animal, Drácula recurre naturalmente a la forma de hombre-murciélago, incluso de lobo, pero Carmilla no, la forma recurrente que ella utiliza es la de gato, más incluso que en lobo o vampiro, esto pudiera suponerse a que se dice que en ciertas culturas el gato es el guía entre la vida y la muerte. En ambos casos los vampiros no solo son un peligro físico, sino que también representan un peligro mental. El influjo de “Carmilla” sobre la literatura de vampiros fue demasiado grande, pues Stoker se basó en ciertos episodios del relato y tomó ciertos nombres del mismo para su novela, tal es el caso de Bertha Rheinfeldt, víctima del vampiro en Carmilla, del cual Stoker usó para su Reinfeld, el loco pregonero del advenimiento. Henry James tomo los rasgos característicos para la creación de varios de sus cuentos, a Lovecraft le influencio para crear su libro “Círculo de Cthulhu” y más tarde Richard Matheson se serviría de ella para crear un episodio de su sensacional “Soy Leyenda”. Actualmente “Drácula” está considerada como la obra máxima de la literatura de vampiros, cuando quizá “Carmilla” debería serlo, aunque sea una novela más corta. La cuestión aquí es que Carmilla es mujer, y no atiende a los preceptos de una sociedad establecida, en cambio Drácula es hombre y representa profundamente al vampiro como todos nos lo hemos imaginado. Se trata de una concepción patriarcal que desde tiempo se ha mantenido y que Carmilla siempre desafió. Otra de las diferencias notables dentro de las obras, en cuanto al mito del vampiro es que Carmilla, por ejemplo, ante todos esos preceptos que identifican al vampiro, ella si puede desplazarse libremente durante el día, sin problema alguno, esto quiere decir que no le afectaban los rayos del sol, en Drácula es todo lo contrario, a él si le afecta el sol y no le permite desplazarse más que de noche.

Bibliografía -Stoker, Bram. Drácula. Edit. Editores Mexicanos Unidos. Primera edición. México DF, 2006. -Le Fanu, Joseph Sheridan. Carmilla. Distribuciones Fontamara. Séptima reimpresión. México DF, 2003. -Revista Generación. Vampiros y otras criaturas de la noche. Año XVI. No. 56. generación Publicaciones Periodísticas S. C. -Torán, Joaquín. Joseph Sheridan Le Fanu: visionario del terror. (texto en Internet) -Anónimo. Las leyendas que dieron origen al mito de Drácula. -1999 Paco Quilis-Gómez. http://mural.uv.es/franqui/spacar.html -Chardin, Philippe, Temática comparatista. (Articulo tomado de internet)


EL RELATO DE MEL E. Abraham A. Ruvalcaba

La cafetera sonaba a un costado. Solo un poco más y podría comenzarla rutina nocturna. Hace tiempo en verdad que Mel deseaba poder descansar mejor y no seguir trasnochando, pero su trabajo era este, solo mantener las calderas funcionando, que el rumbo no se perdiera, que los instrumentos de navegación no fueran alterados y cuidar la oscuridad. Tras un par de golpeteos de agua en su rostro, tomó una gorra, se enfundó la chamarra y las botas y salió con una taza entera de café y recorría el pasillo de camarotes. Un ratón parecía esperarle a la última de las escaleras a cubierta, fue el único en darle la bienvenida a la parte y de ahí dirigirse a los cuartos por revisar. El barco se mecía constantemente, no llegaba a chatarra, pero tampoco era un gran lujo, solo un barco de refugiados con calderas de carbón y una pequeña ruta hacia un pueblo perdido de Dios. Un sorbo o dos del café, y ahora Mel descendía primero al cuarto de calderas. Chorreantes de vapor, llenas al tope de carbón, ardientes y cálidas, mucho más cómodas que cualquiera de los otros en el barco, resistentes y sobre todo inmunes al mare de las primeras semanas, yacían ahí trabajando. Después de observar las bujías, y un trago más de café, Mel disfrutaba de lo último del calor irradiante en el cuarto antes de pasar a su siguiente marca. La noche transcurría en total tranquilidad, las sombras lo devoraban todo y solo un leve reflejo de luna hacía sentir a Mel que no había perdido la cordura o la vida, aún, se decía a sí mismo, seguimos en la misma tierra. Los instrumentos de navegación en posición en una mesa junto al timón, al catre de Bernardo y Bernardo durmiendo las primeras horas de la noche antes de volver al timón. El barco seguía seguro, siempre que Mel estuviera aquí no hay porque rechazar un leve descanso de ojos. Mel tomó en sus manos el timón, quería sentir un poco de sí las próximas millas, lo meció ligeramente y resituó, todo estaba en su correcto, cuando menos ahí. Un par de minutos después, abandonó su taza vacía al ver a uno de los tripulantes caminar hacia proa sobre la cubierta. El reloj marcaba ya la una de la mañana, así que dejando trabado el timón, descendió a cubierta. -Eh, identifíquese compañero de viaje- dijo alzando la voz y tomando con fuerza una de las barras metálicas que habían sobre una caja de herramientas, descuido del mecánico, no de Mel por supuesto. -Solo soy yo y el mar Mel, pensé que te habías hecho a la idea de verme aquí- dijo aquel hombre que miraba las olas chocar contra el casco. Mel se aferró a la barra y se acercó lentamente, aún no se hacía a la idea de que aquel hombre siguiera en el barco, ni siquiera podía recordar bien porque sabía que aquel hombre siguiera subiendo y se quedara ahí todas las noches. -Vamos Mel, no te acobardes, tan solo soy un refugiado más que prefiere ver por la noche su transporte hasta casa. -No deberías estar aquí por las noches, al capitán no le gustará nada.- Puntualizaba Mel mientras se detenía a distancia. -Has visto la luna bailar, es preciosa, siempre me ha gustado más que el sol, es como para morirse del gusto- dijo aquel hombre al sonreír y mostrar irregularidades en su dentadura. Mel empezó a recordar esa sonrisa, sabía que algo estaba mal, pero no podía dejar de acercarse ahora a aquel hombre, la barra se resbalaba de sus manos y empezaba a perder el control de sí. -Oh mi buen amigo Mel, ¿qué sucede?, habíamos acordado que la tripulación estaría bien, que los instrumentos estarían en su lugar, las calderas no perderían vapor y que el pobre Bernard seguiría durmiendo plácidamente en su catre hasta que el capitán lo despertara. Mel empezó a temblar, recordaba un trato, un maldito trato a la segunda noche de viaje, un hombre como el que estaba frente a él le extendía un cigarro mientras charlaban, un extranjero venido de algún lugar perdido de Sudamérica le ofrecía la vida de todo un barco a cambio de solo pequeñas muestra de agradecimiento, uno dos, tal vez tres litros de sangre y una charla agónica cada noche hasta acabar el viaje. Mel abría lo más que podía sus ojos, pero lo único que podía ver era el reflejo de la luz de la luna en las olas, el resto solo era penumbra. “El antifaz del vampiro” _ Felipe Gaytán


CON TINTA PÚRPURA Rosendo López Pérez

Los ojos verdes de Jazmín se asoman por un costado del caballete. De frente, el lienzo nos sugiere un retrato al óleo del monumento conmemorativo a Cervantes, “El manco de Lepanto”, dice; tal es una fundición de cobre que representa al escritor sentado en una silla, sin una de sus manos y sosteniendo en la otra una pluma de palomo. Alrededor de la pieza, Jazmín ha dispuesto flores, gorriones y un café estilo parisino. Ahora, con el pincel trazas delicadamente una línea que conduce hasta la manga izquierda del escritor. Algo te ha sobresaltado y te detienes. La mano que por lo común es ocultada bajo el ropaje renacentista aparece, ahora, a la vista de todos. Sonríes, pues piensas que es LA gran errata del artista, aunque jurarías no haberla visto ayer. Te dispones a continuar, pero una pesada gota de lluvia cae sobre tu cuadro, te hace voltear al cielo y observar que te sobrevuelan oscuros nubarrones. Mientras guarda los instrumentos, echa un vistazo al monumento y observa que las manos de Cervantes ahora están colocadas sobre los apoyos de la silla, como si se dispusiera a levantar. No das importancia porque crees que ha sido un error de percepción o un juego de tu imaginación. No obstante, comienzas a guardar con mayor presura esas pinturas que no alcanzaste a utilizar, una por una. Al echar un segundo vistazo, se percata con horror de que la escultura de Cervantes se ha puesto en pie. Cae de espaldas al suelo, aterrada totalmente. Te arrastras como puedes para huir. Con la boca abierta y ojos fuera, observas que la escultura brinca del zócalo. Escuchas el impacto de sus pies metálicos. La escultura de Cervantes, luego de unos instantes, comienza a correr detrás de ella: La toma entre uno de sus brazos, de un gran salto la arrebata del suelo y se eleva volando por los cielos. En el aire, el rostro de Cervantes comienza a cuartearse, colapsa como cascarón y revela un cuerpo púrpura. Gritas desesperadamente. Abajo, en la ciudad, un transeúnte cualquiera que huye de la lluvia ha recibido en el rostro, sin saberlo, una lágrima. El ser extraño te lleva a la cima de un monte oscuro. Pone a Jazmín contra el suelo; de un tirón abre su blusa dejando al descubierto sus pechos húmedos; la toma por el cuello, la lleva hacia su gran nariz y empieza a inhalar los aromas de su cuerpo: cabello, rostro, pechos, esencia, alma… De pronto, el ser comienza a transformarse en humo. Se esfuma en la medida en que penetra por la nariz de Jazmín. Turbulencia de imágenes. Contorciones. Espasmos en los labios. Abres los ojos y te encuentras en tu habitación. Mientras te pones de pie, volteas lentamente buscando el espejo; te tranquiliza pensar que los sueños son sólo fantasía, y que lo fantástico sucede solamente en la imaginación; pero, cuando observas tu reflejo, tu boca se desfigura de terror, porque tus ojos han cambiado de color, ahora son púrpuras y ves que tu rostro pálido comienza a evidenciar cuarteaduras gruesas y profundas.

Aleqs Garrigón

DE NOCHE De noche cuando los sirvientes duermen nos entregamos a la perdición. Reinventamos el amor. Y sobre el rojo satín de brillos estelares fornicamos como las bestias en celo. Somos tan dueños de todo que ni por un segundo lo olvidamos. Nos amamos y el vino arde en nuestras venas. De noche cuando los lobos acechan a los infelices nos embriagamos tanto en nuestro aroma que despierto casi inconsciente, desnudo, sucio y cansado. Tan bendecido y con heridas de tus dientes. Intoxicado aún por el licor, por la droga que emana de la fusión de tu boca y la mía. De noche me llamas tras cortinas y el castillo se vuelve un templo de vampiros. Me esperas con una copa en mano y con la sonrisa que te ha regalado el vivir conmigo durante el consumo de nuestras almas en el placer. De noche la gente sueña con delfines y aves Pero nosotros somos diferentes: bebemos, hacemos con nuestras vidas cigarrillos, danzamos con sudor tan salado en la frente, nos reímos de Dios y de los fantasmas. Reivindicamos la vida o nos entregamos a la muerte.


LA MOURTE AMOUROUSE

Alí Torruco

“Ya que tu me amas todavía, no debo morir aún, pobre amor mío, beberé tu hermosa sangre, tan brillante Duerme, mi bien; duerme, mi dios; duerme, mi niño; no te haré ningún mal…” Théophile Gautier El perfecto mago de las letras francesas escribió Charles Baudelaire, y le dedicó humildemente su libro Las flores del mal. Ese hechicero literario tan caro al autor de Los paraísos artificiales no era otro que Théophile Gautier, por un lado director de La Revue de París y por otro, miembro asiduo del Club de adoradores del hachís. Columnista de Le moniteur universal e influyente pluma de su generación. Víctor Hugo escribiría con motivo de su muerte: “…forjador misterioso y potente, tú sabías fundir todos los rayos en una sola llama; el ocaso se encontraba con la aurora en tu alma”. El historicismo literario suele incluir a este revolucionario escritor en los movimientos de entonces: simbolismo, parnasianismo y modernismo. No obstante, poco importaba a este francés -heredero confeso de la tradición enciclopedista- la disección de la crítica. Mucho menos puede advertirse en su escritura dosis de adoctrinamiento que no fuera de índole estético. L’art pour l’art era una de sus consignas. Crítico y ensayista también; su sincera preocupación por la investigación formal y el esfuerzo empeñado en romper con el lenguaje de su tiempo permeó las letras universales hasta nuestros días.

No resulta extraño que sus personajes y la oscuridad mitológica que rodea algunos de sus escritos sigan teniendo vigencia. En La muerta Enamorada Gautier escribe sobre un hombre enfebrecido por los recuerdos. Utiliza un siniestro ir y venir de la culpa y el deseo. Un sacerdote poseso del amor de una imagen. Una imagen femenina. La peor. La más diabólica y libertina. El día de su ordenamiento se encuentra con sus ojos elocuentes que parecen reprocharle el desperdicio de tal consagración. Una carta es suficiente para enloquecer de pasión al recién ordenado ministro. Escrito en primera persona. Gautier se abstiene de la descripción física minuciosa y trata de dejar en nuestro consciencia a la mujer más bella y seductora de la tierra: Clarimonda. Quizá también, tan perversa como amorosa. Entidad demoniaca que visita al fraile en un sueño el cuál después parece tanto o más incluyente que la realidad, y la realidad más tarde parece un sueño. El cuadro dentro del cuadro. El clérigo cuenta su historia entre la felicidad que le provoca el mal que ella le insufla, a cambio de su sangre. El prelado está dispuesto a abrirse en canal para alimentar ese amor, esa vida llena de placer que disfruta mientras sueña. Sabe de su pecado, pero no le importa. Está enamorado de una mujer vampiro, y ella de él. La disolución de la personalidad que Gautier describe, es la misma disolución que envuelve al lector, y sobre todo al lector que gusta de la pulsión gótica que subyace. Corceles hijos del viento. Pajes embozados. El lujo y elegancia de Clarimonda. Todo revestido del erotismo oriental de moda en la Francia de finales del siglo XIX. El desenlace se acerca, pues la felicidad que reside en el placer de pecar, no puede permanecer oculta mucho tiempo a los ojos envidiosos. El abad recrimina y presiona al sacerdote para acabar con el delicioso hechizo. Alega restos de mujer deshaciéndose. El alma de nuestro sacerdote está siendo absorbida a través de su sangre, lenta y gustosamente, sin embargo el abad está dispuesto a profanar la tumba de Clarimonda y exorcisar al demonio. Como si las pasiones humanas y el amor por una idea pudieran suprimirse con agua bendita. El terrible abad logra abrir el ataúd y vierte el líquido bendito sobre los restos mortales de la un día más bella de las mujeres quién se transforma en polvo en el acto. El pobre sacerdote comienza a sufrir su pérdida y recibe una última visita de Clarimonda. Una última visita que nadie de los que amamos los sueños placenteros quisiéramos vivir. Amargamente le reprocha no haber detenido al abad. Ahora el sacerdote tendrá su alma de regreso, como todos los que tenemos nuestra alma de regreso cuando volvemos de una historia relatada con maestría. Clarimonda, aún en su esplendor de ensoñación, le comunica que ha roto aquello que los unía y no volverían a verse jamás, esta vez estaría finalmente muerta, del mismo modo que están muertos escritores grandiosos y niños en las guerras. El sacerdote narra esta historia en su senectud, extrañando a Clarimonda como el primer día o más, Clarimonda quien nunca volverá, Clarimonda de quién solo subsiste el recuerdo, Clarimonda desaparecida como los hombres y mujeres desaparecemos y solo quedan polvo, recuerdos y palabras.


CARMILLA:EL DESTIERRO DE LOS LABIOS CARMESÍ Renata Armas Bermejo

Al escuchar hablar sobre vampiros, se recurre casi inmeentre ambas, Laura admite la atracción por la joven rubia de diatamente al personaje Nosferatu, Lord Rothwen y en labios carmesí y extraña palidez, mientras que Laura es desel mejor de los casos a Drácula, construcciones masculicrita como una joven castaña de ojos profundos y oscuros; nas reconocidas por la tradición europea y que el occipueden decirse lo que quieran y acariciarse con la libertad dente retoma sin gran dificultad, a comparación del que les brinda la sociedad al no cargar con los estereotipos vampiro femenino que muestra el lado humano de un masculinos entre los que existen la demostración afectiva en ser desterrado. el contacto de ambas. La vampiro se construye al igual que Se muestra entonces un enfoel ente masculino a través de la que, el amor entre mujeres es atribución de características bestiael amor puro entre dos seres les, sobrenaturales y misteriosas independientemente del géneque rodean a este elemento sin ro y el hechizo radica en esa origen definido. Se concibe primero coespecie de hipnosis que hay mo depredador, después como seductor entre las dos. El acecho, a comhasta conformarse como una especie de paración del hombre vampiro, demonio que hace caer a la inocencia pasa a segundo plano para fofemenina burguesa, especialmente a las calizar la atención en la compojóvenes vírgenes. Para comenzar, la imasición interna de ambos persogen se reconstruye a partir de la mitonajes donde se nota la intenlogía de diversas culturas que ven en la ción de perdurar lo que es morepresentación femenina la dualidad mentáneo entre el hombre y la entre la fertilidad y la liberación sexual mujer: Querida mía, tu corazonque al mismo tiempo, se traduce como cito está herido, no me creas lo maldito. Esta creencia permanecería cruel porque obedezca a la ley años después y se retomaría con mayor irresistible de mi fuerza y mi fuerza en la Edad Media cuando las mudebilidad; si tu querido corazón jeres son perseguidas por el cargo de está herido, mi corazón sangra brujería, la conexión entre la vampiro y junto al tuyo, en el éxtasis de mi estas relegadas sociales, se establece en enorme humillación vivo en tu el odio de una sociedad que no admite el “El Bostezo del Vampiro” _ Felipe Gaytán cálida vida, y tú mocomportamiento inapropiado y que enrirás…morirás dulcemente en cuentra su base en la percepción del otro como el enemigo. mi vida.. Las creencias supersticiosas, más allá de la magia se encuenSu posteridad radica en lo vivo a pesar de la muerte, donde tran en el libre albedrío que se tiene sobre la concepción se congratularía lo divino de la unión. Sin embargo, el objetipara ser evitada, y que al mismo tiempo es la causa que gevo se ve irrealizado por la intervención de lo masculino acnera la persecución (Ortíz:2007). tual, representado por el padre de Laura. Si bien los rasgos Otro de los elementos de construcción se apoya en la histode lesbianismo se observan, no se consuman, sino que perria con la Condesa Bathory quien nació en 1560 y murió en manecen en el jugueteo de la admiración de una por la otra, 1604. Fue hija de un soldado aristócrata y hermana del rey que actualmente se puede explicar a partir de la teología de Polonia, formaba parte de la Orden del Dragón conformaliberal del siglo XX que en respuesta a la metafísica, toma la da por alcohólicos, drogadictos, sádicos, satánicos y homoidea ilustrada del yo autónomo y racional que la convierte en sexuales que gustaban de la práctica del incesto. A lo largo el punto de contacto entre lo humano y lo divino de su vida padeció migrañas y convulsiones mismas que, (Stuart:2005). En este sentido, la vampiro más que un ser de según ella, se detenían al martirizar a sus jóvenes doncellas maldad es un ente incomprendido y reprimido por el medio (A. Sabaddel:2006). Aunque la mayor información que se que la rodea, ese que no acepta el diálogo entre cuerpos de tiene sobre sus múltiples perversiones son especulaciones, lo igual naturaleza pero que entiende el lenguaje de la comunique sí es cierto es que un aura misteriosa rodea a la muerte cación espiritual. de este ser, fue sentenciada junto a sus cómplices –quienes Referencias realmente eran sus sirvientes- pero sobrevive gracias a la ORTÍZ, Alberto (2007): Magia y Siglo de oro, Universidad Autónoma de Zacaleyenda sobre sus rituales de eterna juventud: beber la santecas, México. gre de las jóvenes para no envejecer. A. SABADELL, Miguel y Gabriel Gutiérrez, “Oscuridad interna” en Muy inteLa diferencia en Carmilla, personaje que construye Joseph resante, Año XXIII, Núm. 1, México, 1 de enero del 2006. LE FANU, Sheridan Joseph (1981): Carmilla, Historias de vampiros, FontaSheridan Le Fanu, se debe a la sensibilidad propia de su natumarta, Barcelona, España. raleza. La belleza es parte de lo sublime que se expresa en STUART, Elizabeth (2005): Teologías gay y lesbiana, Ed. Melusina, Barcelona, labios de Laura al hablar de Carmilla, en un reconocimiento España, 2005.


EDMUND, EL PIRATA VAMPIRO Carlos Camaleón

Vi los ojos fríos de la muerte hace apenas unos años. Eran azules. El barco del que salimos mi familia, Rose y yo estuvo atrapado en un banco de niebla durante varias horas. Después apareció el barco de la muerte, surcando las aguas y desafiando a la escolta inglesa. Vencieron no sé de qué forma. Todo se hacía gris y las velas pendían de mástiles trozados. Un grito, de mujer. La embarcación ajena ondeaba una bandera pirata. Una mujer de larga cabellera rubia descendió hablando un inglés vulgar. Estaba desnuda, como si las aguas frías del océano no invadieran su cuerpo, sin temer a nada, ni siquiera a la muerte. Sus hombres eran tan fuertes que despedazaban con sus manos a los de la escolta, al grado que la tripulación optó por tirarse al mar. Recuerdo el rostro de esa mujer gritando obscenidades en mi rostro. Agua salada, toda la que mi cuerpo resistió, fue tragada por mi boca y me desvanecí. Por varias semanas estuve encerrado en un cuarto sin luz. Movimientos de un barco abandonado, madera, mar, viento. Pero aun el crujir de la madera escondía los pasos de cualquier tripulante a bordo. Al principio sentía que todo era una aberrante broma. Me habían dejado los piratas en una embarcación, atado y amordazado en un cuarto oscuro, a la deriva de un barco olvidado en el océano, esperando un arrecife para encallar. Luego pasaron los días y a pesar de todo no moría. No sé cuánto tiempo estuve así, sin comer ni beber nada. Días o semanas, pero al fin, una noche, unos estruendosos pasos se dejaron oír por encima de mi, la madera crujía con el movimiento de hombres. Buscaba gritar y pedir ayuda, abrieron el camarote donde estaba y me desataron, explicaba que me habían encerrado los piratas, me identifiqué como ciudadano inglés. Pero era inútil, los hombres hablaban francés y parecían sorprendidos. Enseguida noté que su asombro era falso, me condujeron a cubierta y ahí estaba ella en medio de la noche. La muerte. La nave agitaba el mar, pero no había viento, una fuerza sobrenatural empujaba todo, como si la mano del diablo la llevase a donde la mujer rubia quisiera. Pronto aprendería que ella era la capitana, el resto de esas almas la obedecía sin reparo alguno. Casi todos eran franceses pero había africanos y dos portugueses. Ella parecía inglesa. La nave avanzaba, como digo, sin efectos de la naturaleza. Además la tripulación dormía de día y de noche nunca encendían luces, nada, como si se tratara de fantasmas. Nunca se detenían por alimento ni ninguna otra cosa. Mis suplicas fueron en vano. Me utilizaban para limpiar y para tareas insulsas. Al correr del tiempo los escuchaba discutir, a esos hombres piratas y salvajes, de filosofía y religiones olvidadas. Apenas distinguía los nombres en griego de los pensadores que citaban, pero reconocía algo de lo que los hacía enfurecer y gritar, también reír.

Mi muerte sólo meditaba en silencio, observando las aguas, guiándonos con su gran poder. Pasaron muchas lunas antes de descubrir a dónde nos dirigíamos. Habíamos escuchado bastante de nuevas tierras, islas y un nuevo gran mundo por conquistar. Los españoles y portugueses se establecían cerca de esas tierras inexploradas. Así que no estaban lo suficientemente armados. Cuando atacamos la primer nave fue lo mas asombroso que pude ver en esta vida maldita. Ella movía las manos y las aguas se agitaban, así mismo de su boca expelía un bao que poco a poco se convertía en niebla espesa. Tal como hicieron cuando atacaron el barco donde viajábamos. Hoy extraño tanto a mi familia y a Rose… pero no tanto como entonces. Cuando los piratas alzaron la bandera de la muerte, los españoles embestidos perdieron a su flota, venían cansados de pelear con los nativos del nuevo mundo, pero llevaban tesoros a su reino. Los piratas saltaron sobre su barco aullando como monos demenciales y gigantes. Ni siquiera tenían que abordar de la manera convencional, saltaban grandes distancias con la fuerza de sus cuerpos. Despedazaban con el filo de sus espadas y la sangre brotaba empapando sus rostros, lamiendo las heridas de los contrincantes a cada oportunidad. La muerte que los guiaba gritaba y de solo escucharla, los españoles desprevenidos se tiraban al mar. Uno muy osado, apuntó y disparo su arma contra la señora de los piratas. En vano disparos y florines. Los piratas despedazaron a la tripulación y bebieron la sangre de esos hombres ante mis escrupulosos ojos. Mi señora apartó los ojos de mí, que cautivado observaba la escena de esos demonios atacando a los hijos de dios. Me tiré al mar encomendando mi alma a Dios, esperando encontrar en las profundidades un final a este horror, para ver de nuevo, de ser posible, a mi amada Rose y a mi familia. ©ALEJANDRO DELGADO


Así pasé varias horas abandonado en la bruma espesa de ese mar, viendo a las bestias marinas indiferentes a mi carne. Entonces supe que estaba también muerto y era por tanto un cadáver andante. Mi señora mandó rescatarme después, ya que me necesitaban. Uno de los hombres franceses me reprendió por mi estúpido intento de abandonar la nave pirata. Prometió los peores castigos para mí si volvía intentarlo. Ahora ocupaban el barco español y el anterior, que parecía de origen francés. Teníamos cañones, armas, oro trabajado por los nativos, una jaula con tigres y dos especimenes de los habitantes de aquellas islas. Según varios de los marinos, se parecían un poco a los habitantes de las indias y hubo gran confusión, ya que algunos pensaban que los cálculos estaban errados y en realidad nos desviamos. Pero la capitana estaba segura de que esas eran las nuevas tierras. Luego de los exámenes, y ya que varios hombres discutían de si aquellas criaturas eran humanas o no, mi muerte ordenó que yo comiera aquella sangre. Así lo hice. Sobra decir que no me pasó nada más que un estremecimiento y la sensación de que era el hombre más fuerte del barco. El poder que experimenté al beber la sangre del segundo cuerpo indígena fue tal que empecé a elevarme por los aires. En mi delirio no esperaba escapar, pero la fuerza desmedida de este impulso sobrenatural me hizo alejarme tanto, que el gran negro de la tripulación saltó para abrazarme y traerme de vuelta al barco. No se me castigó porque no paraba de reír y mis ojos desorbitados no miraban absolutamente ningún objeto con detenimiento. La experiencia se repetiría muchas veces, ya era un alma maldita y condenada que aceptaba los sacrificios primitivos que aceptaban los diablos. Cuando volví en mí tuve que realizar tareas de limpieza en el navío español. Así descubrí a dos hombres atados. Según me traducían los piratas, ellos juraban que en el nuevo mundo había una ciudad de oro y un reino donde sacrificaban vírgenes para ofrendar su corazón a dioses sirvientes del diablo. Se realizaron muchas discusiones, pero conforme seguíamos atacando a la flota española, y avanzábamos por las islas, el rumor se hizo más fuerte. Logramos hacernos de una flota pequeña, cinco piratas que se alimentaban de sangre por bajel y se integró un bergantín mediano. Mi señora me conservó en su barco, el líder de la flota, por considerarme un fiel, un devoto y discreto sirviente. Ahora íbamos a decidir, el plan era hacer la flota más grande para regresar por riquezas a las rutas comerciales de las primeras potencias de Europa, seríamos imparables. Sin embargo, mi muerte decidió que se mandara una expedición para explorar el nuevo mundo. Si los españoles y portugueses estaban recibiendo tanto oro, además de especias y otras formas de riqueza comerciable, podríamos colonizar antes que ellos a las tribus que habitaban esas tierras. Para entonces ya hablaba bien el francés y todo era de mi conocimiento. El poder de la sangre facilitaba que aprendiéramos casi cualquier cosa. Así entendimos español muy rápido y también las lenguas diversas de los pueblos indios. Uno de los españoles capturados había sido capitán y lo capturamos en unos bajos que estaban entre lo que ellos llaman el puerto de Trinidad y el cabo de San Antón a poca distancia de la isla de Pinos. Sus hombres se habían habituado al uso

de arcabuces, manejaban ballestas y la pica. Su bajel estaba muy pesado, ordenó echar el esquife a la mar para transportar toda la carga del navío a una isleta cercana. Nos hicimos con toda su artillería. Era febrero de 1519. Todos en la flota fuimos rebautizados, usábamos nombres de deidades, animales o personajes de la mitología. Juno era el africano enorme y negro. Él y cuatro más se aventuraron a vuelo para llegar a las costas. Lo que pasó a continuación ameritaría un gran poema épico, pues las deidades de aquellas tierras salieron a recibir a los invasores. Dioses de grandes poderes y gigantes que los ayudaban vestidos para la guerra nos enfrentaron. Mis compañeros pitaras murieron aplastados por el poderío de estas deidades. Sólo Juno escapó perdiendo un ojo en la lucha. Hombres que se convertían en tigres y otras fieras nos esperaban cuando mi muerte ordenó atacar. Nuestras naves protegidas por artillería los desafiaron y uno muy brillante que volaba nos hizo frente con más poder que los demás. Su rostro era de ave y tenía barba rubia. Controlaba el viento y la lluvia. Mi muerte se lanzó tras de él con Juno y ambos fueron los que le dieron muerte, ante la caída del líder, nuestros soldados humanos piratas y los sobrenaturales, vencieron a sus huestes, los sobrevivientes huyeron, pero sólo dejaron un bajel para escapar. El resto de la flota sucumbió ante el poder de los dioses. Los que capturamos dijeron que el nombre de su dios era Quetzalcoatl, y que había venido a evitar la invasión. Otro, que sucumbió ante el poder desconocido de los cañones fue Huitzilopochtli. Mi muerte estaba herida de gravedad. Por más sangre que le dimos a beber, incluso la mía y la de Juno, no pudo recuperarse. Esperó el amanecer para flotar sobre el mar y morir vencida por el sol, hasta desvanecerse. Sobrevivimos tres tripulantes. De noche cazábamos nativos y sondeábamos la mente de los españoles que ya estaban internados en la tierra del continente. Ellos pelearían con hombres y no con sus dioses. Mi muerte equivocó la estrategia. Hubiéramos dejado que se mataran entre ellos. Para abril nos dirigimos como fantasmas en el navío restante a lo que los españoles llamaban San Juan de Ulúa, era Viernes Santo y alcanzamos al capitán Cortés, en la costa de Calchiuhcuecan, donde llegaron también los embajadores de Moctezuma, señores de Cuetlaxtlan y Zempoala. Era la fiesta de Pascua cristiana que se celebra siempre el primer domingo después del primer plenilunio posterior al equinoccio de primavera, un plenilunio importante para casi todas las culturas humanas. Para los aztecas el 22 de abril de ese año, 1519, era el día Chiconaui Ehécatl (nueve viento) del año ceacatl (uno caña), que correspondía al día exacto del nacimiento de Quetzalcoatl, el dios que matamos nosotros, en el único año del siglo azteca dedicado a él. Cortés como sus hombres, fieles a la tradición y culto al Viernes Santo, vestían de negro, color riguroso y que para la cultura azteca estaba reservado a los más altos sacerdotes. Nosotros fuimos tomados por sobrevivientes secuestrados de los piratas, nos hicieron entrevistar con Bernal Díaz del Castillo y con Alonso de Ávila. Como aprendí bien el español, les expliqué que habíamos sido raptados por los piratas y que habíamos enfermado sobre manera de una rara enfermedad que nos prohibía la luz del sol. Ensimismados en su propia gloria, los españoles


no prestaron mucha atención al recuperar el bajel español en que llegamos. Eran tiempos de revueltas e insurrecciones. Qué más les daba recibir a unos náufragos enfermos. Para el 16 de Julio partió una nave con una carta a Carlos V, llevaba varios regalos de plumas y algodón, mucho oro, nativos y a Juno como esclavo. Él y yo manteníamos relación en nuestras almas, Antón de Alaminos llevaba este rápido bajel que tenía instrucciones de no pasar por Cuba, ya que ahí se encontraba el gobernador Diego Velásquez, enemigo de Cortés. Mi amigo, el ahora esclavo Juno, sobrevivió al viaje y escapó en Europa, siguiendo con los españoles de Valladolid hasta Flandes y huyendo en Tordecillas. El otro pirata, que se rebautizó como Minos, y yo, esperamos mucho más, sirviendo a los españoles. Hasta que Alonso de Ávila nos llevó a Europa en dos navíos que transportaban indios, tigres y más de ochenta mil pesos en barras de oro y tesoros extraídos de las recamaras de Moctezuma y Cuauhtemoc, a su mando y el de Antonio Quiñones, partiendo del puerto de Veracruz el 20 de diciembre de 1522. A fin de mes cruzamos el canal de las Bahamas. Quiñones se había guardado el penacho lleno de pedrería de Huitzilopochtli, el otro dios que mató a nuestros piratas. Minos, que fue rebautizado a su vez por los españoles como Don Pablo Miranda, intentó en varias ocasiones tomar control de la nave, incluso liberó a varios tigres para atacar a la tripulación pero su lucha fue inútil. Por mi parte, toda la energía que poseía, estaba enfocada a llamar a Juno, pensando que la inmensidad del mar podría recortarse con el fervor del espíritu, aunque no recibía respuesta. Cuando cruzamos gran parte del océano, Alonso de Ávila decidió desembarcar en la isla Tercera, una de las Azores, ahí pensé en escapar, cuando precisamente Quiñones, desató una pelea en una posada y la tripulación se tomó las espadas para pelear con lugareños.

Entonces Juno habitó mi mente y dijo la palabra Florín. No entendí bien sus palabras, pero me quedé en el bajel, esperando a la tripulación que siguió su marcha a España. Aún cerca de las islas, varios buques nos sorprendieron y recordé el ataque de mi muerte, que llegaba una noche a sorprender el barco donde perdí a Rose y a mi familia. Una tormenta terrible rompía los navíos, detrás de una cala pequeña, estaba el barco pirata, no tan pequeño como un bergantín, pero ligero, traía la bandera de Francia, al capturarnos, me condujeron con el capitán, que era ni más ni menos que Giovanni de Verrazzano, conocido por los españoles como Juan Florentín o Juan Florín incluso en Inglaterra lo conocí como Jean Fleury, porque era de Florencia. Capitán de la marina de su Majestad Francisco I de Francia, el pirata barbado me explicó que Francia y España estaban en guerra, con el botín obtenido volvería a La Rochelle. Giovanni de Verrazzano estaba en contacto con Minos, quien me encontró en La Rochelle y pocos meses después fuimos autorizados para acompañar como piratas a Giovanni de Verrazzano por el propio Francisco I, primo de Carlos V. Nuestros conocimientos sobre el nuevo mundo y la Nueva España eran invaluables para el monarca; quien nos mandó construir uno de estos barcos de fácil ataque y huida, con el armador de barcos Jean Ango de Rouen con astilleros en Dieppe. En esos barcos, con Giovanni de Verrazzano, Juno y Minos, descubrimos la costa de Norteamérica y la isla de Manhattan, donde no había dioses que combatir. Sólo los espíritus de los ancestros que ahí habitaban. Minos y yo nos internaríamos en aquellas tierras nuevas, buscando desiertos, lugares inhabitables. Haciéndonos viejos. Para entonces yo ya no me haría llamar Jasón, tan sólo pedía que me llamaran Edmund. Edmund el pirata.

EL REMEDIO Edgar Omar Avilés

20 de Julio de 1899, Cd. de Valladolid Magnolia, dueña de mis suspiros:

Estoy sentado en mi Luis XV, frente al escritorio donde he redactado tantos versos a nuestros amores, a la luz de una vela que proyecta quimeras que crepitan con el fuego. Mi mano izquierda sostiene un recio puro de los que tú me regalaste, y mi diestra, la pluma de ganso con la que te escribo esta carta. Carta que desconozco si su destino será que tú la leas o si será interceptada por ellos. Entiendo que te molesta pero, aunque creas que es una locura, tengo la obligación de continuar las investigaciones sobre por qué, de extraña y abrupta forma, las personas de un tiempo a la fecha se convierten en entes de pesadilla. Te adelanto que todo es culpa de los que llamaré, por desconocer su naturaleza, vampiros. Dejando las evasivas, con una desazón que me constriñe el alma, te suplico: ¡no debes comulgar de nuevo! En mis prácticas de arcana alquimia he descubierto que el vino de consagrar, la “Sangre de Cristo”, no es sino sangre autentica, pero profanada; una suerte de hashish con la cual nos han sedado durante siglos. Ellos son quienes por detrás manejan las ideas, la fe y al gobierno. Guarecido entre sombras y mi miedo, he podido seguirlos para constatar su modus operandi: en las noches dejan su efigie de madera, bajan de sus crucifijos para buscar víctima, en donde saciará la jauría sus instintos; la secuestran para llevarla a sus dominios, le extraen sangre, deforman su rostro, lo mutilan, le injertan órganos inútiles: enormes páncreas colgando de la nuca, falos al término de los dedos, venas y arterias envolviendo el tronco, decenas de anos en los muslos... Los pies fundidos en una gran bola de carne, las entrañas invadidas de enfermedades, y más, aún más...


© AMARANTA CABALLERO PRADO

Es un ritual que se repite noche tras noche. Sin embargo lo más terrible, ya que los vuelve entidades secretas pese a su número, es que pueden parar el tiempo; de tal modo el proceso de la macabra ceremonia no dura nada, ni un segundo. Al final eliminan el atroz recuerdo de la memoria y se burlan implantando en el cerebro de la víctima absurdos conceptos, que atribuyen al filósofo Baruch. ¿Por qué aluden a un filósofo muerto en el siglo XVII? Es uno de los enigmas que algún día espero esclarecer… Luego a la víctima la regresan al lugar de donde fue tomada para que continúe haciendo lo que hacía; independientemente si estaba en medio de una charla, escribiendo una carta, cabalgando o cualquier otra cosa. Entonces ya será un monstruo, pero no se dará cuenta de ello y querrá continuar con lo que hacía, pero es muy raro que la víctima, con su contrahecho cuerpo y cambiada mente, logre a cabalidad con su labor interrumpida. Un ejemplo claro, y motor de mis indagaciones, es lo acontecido a mi amada abuela el mes pasado: estábamos, la familia, celebrándola por sus 80 años. Ella platicaba de sopas españolas y cortes de carne argentinos, cuando de súbito se convirtió en un monstruo. Llenos de horror nosotros, ella no se dio por enterada y continuó hablando, con esa su lucidez que a todos maravillaba, de algo de lo que estoy seguro mi abuela jamás tuvo contacto, ni en libros ni en charlas:

exaltada empezó a versar, de forma docta, sobre la relación entre unos animales mágicos llamados ornitorrincos y el panteísmo de Baruch. Alguien avisó a la policía y vinieron por ella, para realizar pruebas de laboratorio sobre esta nueva y horrible transformación, a la que llamaron “enfermedad”. Terminaron explotándola con dinamita cuando empezó a surgirle el hambre, como lo han hecho con cada uno de los cientos de prodigios que ya se han registrado. Todas estas minucias no tenían el propósito de arrancarte la calma, triste sé que es inevitable, sino de ponerte alerta de los vampiros: de su poder y perversión. También te doy a saber que he encontrado el remedio; que ya he trazado el modo de erradicar del planeta a ese infesto clan de sangre, y tú eres una pieza fundamental para ello. ¡Oh, mi dulce Magnolia!, mis advertencias no carecen de fundamento. Ten cuidado al escribir y aun al hablar, más ahora que serás poseedora y parte del secreto de cómo destruir a toda esa ponzoña: los estudios, como te he manifestado, me han llevado a la conclusión de que es importante la “p” en “psicología”, pues esta nueva ciencia abarca el estudio de la mente. De otra forma los enredos serían brutales, debido a que “sicología” se refiere al estudio de los higos; ya en numerosas publicaciones el filósofo Baruch nos lo había advertido. Te ama, muy tuyo, Sebastián.


Julio ruelas: Francisco Bautista Rangel

UN DECADENTISTA DE MIRADA LÚGUBRE Para 1886, surge en Francia un acontecimiento literario que habrá de impregnar y hermanarse a otras disciplinas del arte, específicamente, la gráfica, pintura y escultura; se trata del manifiesto simbolista publicado por el poeta Jean Moréas (1856-1910), quien definió las premisas de una intuitiva, pero galopante corriente estética que se proclama contraria a la «enseñanza, la declamación, la falsa sensibilidad y la descripción objetiva». En efecto, los declarados simbolistas y futuros adeptos a este movimiento, dirigieron su atención a los significados más ocultos que les ofrecía su respectiva etapa histórica, la cual venía desarrollándose en aras de un tardo-Positivismo cada vez más pragmático, cuya sociedad se adhirió a la doctrina del materialismo a fin de proyectar la imagen de un refinamiento civilizado a su vez que artificioso. Los simbolistas advirtieron en las ideas de progreso y avance técnico, nuevas formas de aniquilación para el hombre, por tanto, acudieron al espíritu, la metafísica y la psique humana como rumbos que les permitieran encontrar la verdadera esencia del individuo, esta búsqueda quedó concretizada en imágenes de mundos misteriosos, personajes idílicos o siniestros, evocaciones y cruzamientos de épocas; lo subjetivo fue el telón de fondo para el simbolismo pictórico, sin detrimento en la calidad plástico-formal de sus representaciones. Destaca al interior de este periodo artístico, el mexicano Julio Ruelas (1870-1907); reconocido por su trabajo como ilustrador de primer orden, sin embargo, es también digna de mérito su labor como dibujante y pintor de temas muy personales. A la edad de 21 años, Ruelas gana una beca para viajar a Alemania y estudiar en la Academia de Artes de Karlsruhe, en dicho país, su vena artística manifestará una fascinación ante la fantasía, el erotismo y lo espeluznante, ello se debe al roce tan estrecho que sostuvo con la obra de Goethe y, especialmente, con el personaje de Fausto, asimismo, supo apropiarse del lenguaje visual simbolista, siendo Arnold Böcklin su pintor predilecto. En 1895, regresa a México y funge como profesor en San Carlos, institución donde conoce a la élite cultural y artística del momento. Posteriormente, ingresa a las filas de la Revista Moderna, cuyo primer número, fue editado en 1898 teniendo a Jesús Luján como mecenas; las columnas de dicha publicación reunían lo más granado del ámbito literario, hablamos de Amado Nervo, Salvador Díaz Mirón, Manuel Gutiérrez Nájera y muchos otros. Seis años más tarde, Justo Sierra le brinda una pensión para volver Europa y radicar en París, ahí aprenderá a dominar con maestría la técnica del aguafuerte, no obstante, cae enfermo de tuberculosis siendo ésta la causa de una muerte temprana en 1907.

Antes de su arribo a Francia nos llegan obras como Piedad, tinta ejecutada en 1901 donde se plasma a un Satán meditativo, de semblante lo más cercano a la frustración; Ruelas desentraña del averno a quien fuera el ser de mayor jerarquía y belleza creado por Dios mismo, previo incluso al libro del Génesis, Lucifer es considerado en la tradición judeocristiana, aunque no siempre de modo unívoco, el ángel concebido del fuego divino, el cual, fue desterrado a los abismos junto a un séquito de ángeles rebeldes luego de haber trasgredido la autoridad y omnipotencia de Dios. La Sagrada Biblia, menciona en sentido connotativo la existencia de Lucifer en el libro profético de Isaías (14:12-14): « ¡Cómo caíste del cielo, oh Lucero, hijo de la mañana! Cortado fuiste por tierra, tú que debilitabas a las naciones. Tú que decías en tu corazón: “Subiré al cielo; en lo alto, junto a las estrellas de Dios, levantaré mi trono, y en el monte del testimonio me sentaré, a los lados del norte; sobre las alturas de las nubes subiré, y seré semejante al Altísimo”». Quizás desencantado de la convicción religiosa, esta imagen de Satanás es muestra de la exigencia técnica de su autor, cada línea se corresponde perfectamente generando efectos que dirigen la mirada en direcciones oblicuas, propias de una composición estática y dinámica a la vez; los detalles en las zonas más sombreadas compensan el terminante aspecto monocromático de la obra. Víctima del engreimiento y la deslealtad, las tremendas alas, así como las serpientes, recuerdan la gracia perdida y transformada en maldición, se observa también una aureola rota sobre el hombro izquierdo, así como un sitial retorcido de espinas en señal de penitencia y, al mismo tiempo, hacen pensar en el sacrificio de Jesucristo. Los simbolistas desnudaron la naturaleza maligna que habita en todo ser humano, siendo el lenguaje artístico la vía para darle forma y significado, para ellos, el mal se presenta seductor e irresistible desatando una lucha de fuerzas, ésta es la experiencia que determina la conducta humana, sin embargo, la maldad es superable al punto de lograr la comunión entre el alma y el espíritu divino; finalmente, el mal procede del bien a la espera de ser redimido o destruido. Una vez establecido en París, Ruelas emplea su capacidad de observación no a la realidad concreta, sino al inconsciente. Otro de los tópicos más utilizados en la estética simbolista fue la mujer-quimera, ejemplo de ello es la obra El reposo del trovador, aguafuerte realizado en 1907; la escena está conformada por el harapiento músico callejero que reposa a las afueras de un cementerio; como una lectura del lado puramente oscuro e irracional del hombre, quedan al descubierto entidades perversas y reprimidas ante el


*…+ pasó Ruelas por el arco triunfal de sus 36 años, para desplomarse en la noche, en una noche prematuramente asesina, cuya traición no tuvo piedad de la hermosura de la juventud ni del valor de la inteligencia creadora».

BIBLIOGRAFÍA Bayer, Raymond. Historia de la estética, Fondo de Cultura Económica, México, 2003. El espejo simbolista. Europa y México 18701920, Museo Nacional de Arte, CONACULTA / INBA, México, D.F., 2004. Fernández, Justino. Arte moderno y contemporáneo de México. El Arte del siglo XIX, Tomo I, Universidad Nacional Autónoma de México, México, D.F., 2001. “El reposo del trovador” _ Julio Ruelas Fernández, Justino. Arte moderno y contemporáneo de México. El Arte del siglo XX, Tomo II, Universidad Nacional Autónoma de México, México, D.F., hastío de todas aquellas normas generadas por la sociedad y 2001. las religiones. De esta compleja unión de temores y creencias Guía Museo Nacional de Arte, México, CONACULTA / INBA, México, inmemoriales, se aprecia la figura amenazante de una vampiD.F., 2006. resa, personificación universal estancada entre la vida y la Historia del Arte Mexicano. El Arte del siglo XIX, II., Tomo 10, SEPSALVAT, México, D.F., 1986. muerte, de ahí su carácter diabólico-bestial de apremiante Historia del Arte Mexicano. El Arte del siglo XIX, III., Tomo 11, SEPobsesión por los fluidos sanguíneos, es decir, donde corre la SALVAT, México, D.F., 1986. energía vital. Las viñetas de seres macabros que enmarcan la Lemaire, Gérard-Georges. Simbolismo, Ediciones Polígrafa, Barcelona, composición, acentúan el estilo tan recurrente de Ruelas 1997. Little, Stephen. …ismos. Para entender el arte, Ediciones Turner, Mapara usar los ornamentos y romper el orden común del espadrid, 2004. cio. Tovar y de Teresa, Guillermo. Repertorio de artistas en México (3 toEn la Europa decimonónica, el mito sobre la existencia de mos), Ediciones BBVA BANCOMER, México, D.F., 1996.

vampiros se extendió prontamente debido a la literatura de George Gordon Byron (1788-1824) y Jean-Charles Emmanuel Nodier (1780-1844), ambos precursores del Romanticismo. Más adelante se conocieron los textos de Pierre Jules Théophile Gautier (1811-1872), Alexandre Dumas (1802-1870), Paul Henri Corentin Féval (1817-1887), Ernest Theodor Amadeus Hoffmann (1776-1822), Joseph Thomas Sheridan Le Fanu (1814-1873), entre otros. Todos ellos compilaron en poemas, cuentos y novelas, criaturas taciturnas y sobrenaturales, no obstante, es en la obra Drácula de Abraham Stoker (1847-1912), escrita en 1897, donde la literatura de horror alcanza su cúspide. Para este momento la categoría de «lo bello» en el arte, desvía el rigor académico, reiteradamente simétrico y purista de las formas, hacia una liberación aún más explícita de las pulsiones y paradojas del cambio de siglo, esto es: la belleza que se halla en la fealdad, la vacuidad, el pánico y el hedonismo, lo cual indica ya cierta renovación de pensamiento y sensibilidad aplicada a los temas, recursos e intencionalidades del artista. Sin duda, Julio Ruelas dejó un acervo inconcluso de obras, únicamente existentes en su mente colmada de faunos, demonios, amantes, líricas visuales… Al cabo de su muerte, la Revista Moderna publicó notas póstumas que resumen la atrayente personalidad de este ilustre protagonista del arte mexicano: «Siempre de negro hasta los pies vestido,

FUENTES ELECTRÓNICAS http://es.wikipedia.org/wiki/Creencias_sobre_vampiros http://es.wikipedia.org/wiki/Vampiro http://www.esteticas.unam.mx/revista_imagenes/inmediato/inm_orti z01.html

“Piedad” _ Julio Ruelas


Jessica Piedras

MIS COLMILLOS te acechan, te saben cerca. Tu sangre huele y la busco por la casa. Estás acorralada, te busco, no te encuentro, sigo buscando, el olor a sangre me llama. Mi piel casi transparente te venera, mis venas te nombran, mi lengua te recuerda.

Aunque te escondas sé que voy a encontrarte. Aunque me olvides, sé que voy a encontrarte. Aunque me rechaces, sé que pronto tendré tu cuello en mi boca.

Las noches me gritan lo que debo hacer, sueño con tu piel, con tus ojos grandes que me avivan. Mis noches se vuelven días cuando te siento cerca. El insomnio no existe para los vampiros como yo. El insomnio es perfecto para seguirte por los lienzos blancos del cuarto en el que te escondes. Velas temerosas gritan tu nombre. Lunas llenas te vislumbran y me ayudan a encontrarte. Necesito de tu sangre para seguir siendo el vampiro de occidente, del mediterráneo, del sur, del este. Vengo desde el fin del mundo para acecharte, para seducir tus tiernas venas azuladas. Soy delicado ante el silencio, ante tu sonrisa casi temerosa, ante tu sensualidad felina. El andar vampirezco de mi figura te atormenta. Estás cerca, te percibo, te olfateo, te acaricio, te aprisiono. Estás cerca, ya te observo. Mis ojos te aniquilan, mis venas te presienten, mis manos te acarician. Estas más cerca, mis colmillos te sonríen, te descuidas, me aprovecho. Tu cuello me da la bienvenida, tus venas suenan al romperse, bebo tu elixir hasta el final, todo termina y mi felicidad comienza.

SANGRE La oscuridad del anochecer fue penetrada por un par de colmillos luminosos mientras la sangre de la tarde se esparcía en el cielo . . . a lo lejos las alas de murciélago del silencio aletean de deseo, pues una rosa blanca se ha vuelto púrpura: la energía de la doncella vírgen fue entonces parte del vampiro que le hizo el amor a su cuello mientras espasmos de dolor y gozo iluminaban su rostro pues conoció el máximo placer al momento de morir y transformarse en una nosferatú de negros cabellos como ala de cuervo y ojos impregnados de sangre y fuego, de tez nívea como sudario y manos afiladas como sus fálicos colmillos nacarados. El vampiro se retira a su reino después de cumplir el ritual mientras escarabajos negros le hacen el amor a la muerte y una música de alas profana el velo de la noche . . ."

Fernando Roque

Sé que las noches son mías y son eternas. Sé que mis colmillos son una extensión de mí. Llevo tatuado tu nombre en mi nuca. Huelo tu sangre, fresca sangre que me estimula.

© JOSÉ ZARZI

Tu miedo me provoca, tu delicada piel me incita, tu fragilidad estimula mis instintos, me vuelve fuerte a pesar del terror que me provoco. Imagino tu sangre recorriendo tu piel delicadamente blanca. Imagino tu grito acallado por mis manos. Imagino el hilo de sangre que saldrá de ti. Imagino mis sentidos excitados por tu estirpe.


JUGUETE BARROCO* “ Puedo soportarlo todo, excepto aquello que no soporto”

Ulises Paniagua

Anoche el infierno vino a mí despidiendo un intenso aroma de rosa sangrienta. Anoche el abismo seductor vulneró mi alma como un dulce barreno vulnera la tierra; y así, convertido en una marioneta de mis propias elementales pulsiones, descubrí confundido la deleitosa ansiedad que la zozobra despierta en nuestra existencia. El infierno tiene ojos. Ojos de mujer. Adormecidas las calles (vencidas bajo el sopor inmenso de una nocturna víspera de carnaval) escucho apenas mis pasos, hasta mí se llegan voces melódicas de ancestros olvidados, recuerdos milenarios, voces de muertos resurrectos incitándome a acudir con puntualidad a la cita. Ella, La Inmortal, esperaba paciente junto al brocal del pozo, como lo habíamos convenido. Deslumbraba su inmenso vestido de seda purpúrea, la mascada al viento, su cuerpo esbelto, su afilado escote, sus hombros de gato expuestos al deseo terreno. Caminó hacia mí en un acercamiento suave, despreocupado. Era la rosa navegando mares de sangre eterna. Me regaló sus profundos ojos, me regaló su boca. Exploré entonces su piel, su nostalgia. Trémulo me interné entre los oscuros secretos de sus pechos ávidos y calientes. Experimenté el éxtasis sobrehumano. Después clavó, como dictan los feroces cánones, sus colmillos largos en mi cuello, y sólo entonces nos fundimos en un solo ser, en un prolongado silencio. Mientras ella me absorbía en ese beso mortífero, alcancé a divisar apenas, a lo lejos y a contraluz, la discreta sombra de aquél Vampiro doliente. Mudo y resignado, observaba la escena semioculto tras una gárgola del campanario. Sus bucles negros y salvajes se agitaban al viento nocturno, trágica medusa que se anunciaba coronando en su movimiento, la espectral fachada del barroco edificio. Nos contemplaba melancólico, dubitativo, arrastrando en su abandono el desconsuelo del engaño. No sé bien en qué momento lo devoraron la oscuridad y la amargura. No sé bien en qué momento decidió dar media vuelta para alejarse de aquél terrible tormento. Anoche aquél Vampiro taciturno probó, sin deseos de venganza, las mieles de la infidelidad. Hice el amor repetidas veces con la hermosa Nosferatu (contra natura su belleza) bajo los ojos – espectadores silentes- de las horrorosas imágenes de Catedral. Supe entonces que una mordida no es siempre mortal. Pero la añoranza, la imposibilidad de volver a tocar ese cuerpo llameante, conculcador, esos muslos ardientes plenos de delicias; ése es el destino de los muertos en vida. Esta tarde se agitan las campanas en la Catedral de Nuestra Eterna Señora, semejando un grupo de plañideras persistentes llamando a duelo entre metálicos sollozos. Cae la oscuridad certero buitre- sobre esta ciudad desesperanzada. Las mujeres y los niños se resguardan tras ventanas clausuradas y puertas herméticas. Yo salgo a la aventura, rogando a cada uno de los Santos volver a verla. *Del libro Disertaciones Estáticas

DEMIUS* José M. Viniegra

Pidió que la poseyera en ese preciso instante, ahí mismo, en su habitación, que la contagiara de mí, como si fuera una enfermedad que podía filtrarse en su cuerpo con el contacto íntimo. Le expliqué que no era el momento adecuado, pero no le revelé que nunca habría tal. La deseaba, y mucho, pero no de la misma manera que su feminidad a mí, exigía saciar su lujuria y ninfomanía, y mi pasión se presentaba de otra manera, quería abrir una herida tan pequeña en su piel, que el gusto de beberme su vida durara varios minutos para experimentar su inanición por etapas. No perdería de inmediato esa sensación cardiaca de su torrente sobre la lengua, más bien la sentiría acrecentarse poco antes de un ataque al corazón, arrítmicamente, en un esfuerzo del músculo por llevar vida a cada rincón de su cuerpo con desesperación. Luego disminuiría en forma espasmódica, convulsionando su cuerpo por efecto del óbito, hasta desaparecer por completo. O, quizás, le habría regalado la eternidad si lo hubiera pedido, pero mejor que no sucedió. En mi negligencia le habría permitido entrar en mi vida sin consideración. *Fragmento


Sarah Ellen ¿Fenomeno mediatico o vampirismo moderno? Cutberto Enríquez Pineda

Hablar del siglo XX (hoy XXI) es hablar ineludiblemente de los medios de comunicación. En ninguna otra época histórica, los medios y la información tuvieron tanto valor, como a su vez influencia, sobre el acontecer humano y la cultura en general. Sin embargo dicha relación simbiótica también presenta ciertos fenómenos curiosos en su aparición. Puesto que si bien la cultura y la historia han creado a los medios, los medios pueden crear ciertos fenómenos o modifican anteriores en transformaciones curiosas en manifestación. Un ejemplo de esto lo encontramos en un pequeño pueblo portuario de Perú, llamada Pisco. Donde se venera a una mujer cuya principal característica no es la santidad que pudiera haber llevado en vida, sino el hecho de la creencia moderna de que en vida fue vampiro. Más concretamente una de las esposas de Drácula.

Hablar en el siglo XXI del mito del vampiro es hablar ineludiblemente de las transformaciones que logra realizar la obra de Bram Stoker, Drácula en el siglo XIX. Anterior a esta obra el mito del vampiro esta diametralmente diferente, sin embargo a causa de dicha transformación, el actual arquetipo vampírico nos presenta no a un ser montuoso, sino seductor y eternamente joven. Uniendo Eros y Thanatos de forma genial. Sin embargo dicha transformación no se ha detenido y poco a poco las figuras vampíricas han abandonado esas formas monstruosas y desencarnadas (mas unidas hoy día a zombis, revinentes e infectados del cine actual) para transformase en humanos cuya belleza (y tal vez hasta preferencia sexual) raya en los puttinis renacentistas de Caravaggio o Sanzio. En definitiva muy poco queda (mas solo en el underground) de aquellos vampiros que orgullosamente eran malos por el hecho de serlo y cada vez la humanización de los mismos ha provocado que (para fortuna de las púberes) estos dejen la literatura del horror y pasen a ser asiduos de novelas rosas y romances. Unos personajes de orgullo para Corín Tellado. Esta humanización del monstruo vampírico no solo ha provocado todo un alud de diversos productos encaminados a su consumo o admiración, sino incluso hasta su adoración en calidad de santos en una paradoja de creencias paralelas al cristianismo. Un cristianismo popular. El fenómeno de santos populares no es nuevo ni restrictivamente enmarcable en México. En Argentina tenemos a Santa Evita, el gauchito Gil, San la Muerte, el tigre de llanos y la difunta Correa. En México destacan la Santa Muerte, Jesús Malverde (de quien se dice que su devoción ha llegado a exportase hasta Colombia) o Juan Soldado. Y en Perú destacan Sarita Colonia, pero es en esta ocasión

© O M A R

otra Sara la que nos trae a reflexionar y actualizar las mitologías vampíricas. Sarah Ellen, la santa vampiro. Pero, ¿Quién es y cómo comenzó el fenómeno de Sarah Ellen? Muchos de nosotros estamos hasta cierto punto acostumbrados ya hoy día al formato de programa televisivos llamados talk show’s. Donde de forma pública se ventilan diversas problemáticas familiares o sociales. En marco de estos programas han nacido verdaderas estrellas de estos formatos, incluso hasta frases se han hecho del uso coloquial (¡pero señorita Laaauura! ¡Que pase el desgraciado!). Entre esta pléyade de personajes talk showeros, destaca la Oprah cubana. Cristina Saralegui. La cual en cierta ocasión de su emisión, realizo un programa sobre el vampirismo (Enero de 1993). En el mismo, un “especialista en vampiros” aseguro que existían tres mujeres vampiros sepultadas en el mundo. Una en México, otra en Italia y la tercera en “un pueblito de Perú llamado Pisco (más concretamente nicho 118, cuartel San Alberto). En marco de dicha transmisión los habitantes de Pisco se acercaron a dicha dirección para confirmar dicho dato, siendo su sorpresa encontrar el nombre y datos de forma correcta. Desatándose una histeria colectiva sobre la figura se Sarah Ellen y el vampirismo. Poco a poco, en base a su propio comportamiento social, dicho mito empieza generar ramificaciones y variantes llegándose a consolidar posteriormente en una versión donde encontramos una mezcla de ficciones fílmicas así como una presencia ineludible de la figura de Lucy Westerna en la novela de Drácula. Sin embargo, para evitar mayores equivocaciones y desconciertos, cabría continuar con el resumen de la hagiografía de Sarah Ellen. Nacida en el pueblo de Blackburn Inglaterra, fue atacada y mordida por el conde Drácula (tanto por su belleza

H I R S I G


como por un posible viaje a Transilvania), convirtiéndose en la amante de dicho personaje. Una vez infectada del mal vampírico, junto con el conde emprendía vuelos nocturnos para satisfacer su sed de sangre. Hasta el amanecer, volviendo al ataúd el conde y ella a su estado normal de humana. Sin embargo, en base a los constantes ataques la gente del lugar la ataca y persigue (no sé por qué me viene a la mente la imagen de la Hammer films) hasta condenarla a muerte. Sin embargo, antes de morir jura una maldición. Una vez dictada la sentencia, se procedió a colocar su cuerpo en un ataúd especial: metálico y herméticamente cerrado con remaches. Sin embargo, el supuesto miedo no acabo ahí, la población de Blackburn se negó a darle sepultura por lo que su esposo (J. P. Roberts) toma un barco junto con el féretro en busca de un lugar donde enterrarla. Dicho barco (el Said) viaja por varias partes del planeta pero nunca logra el permiso de atracar más de un día y mucho menos de enterrar a la mujer vampiro. Esto hasta la llegada a Pisco Perú, un puerto especializado en la venta de Guano. Ahí J. P. Roberts lora mediante un donativo voluntario (léase mordida) entierra a Sarah Ellen en el cementerio local, mientras que varios marinos borrachos empiezan a circular el rumor de la verdadera naturaleza de la difunta. Y así de boca a boca en Europa se transmite la leyenda de Sarah Ellen hasta aparecer en el programa de Cristina Saralegui. Sin embargo, como comente en líneas anteriores, esta es solo la leyenda. Ante la aparición de dicha noticia y su “confirmación” en el cementerio de Pisco. Comienza a crecer una histeria colectiva sobre el vampirismo y Sarah Ellen en Pisco. Llegando a colocar un día para dicha resurrección. El 9 de junio de 1993. Poco a poco la crisis crece y desde gente que sinceramente se burlaba de dicha chanza, hasta gentes de toda condición social y edad se preocupaba y atemorizaba por la supuesta reviniencia de la mujer vampiro. Sin embargo, periodistas oportunos

© O M A R

P I Ñ A

U G A L D E

empezaron a detectar ciertas especulaciones económicas que se hacían en paralelo al fenómeno de Sarah Ellen. Carpinteros vendían sets caza vampiros (mazo, estaca y cruz) a precios módicos. Delta gas se une con un slogan de “Delta gas… el gas que utilizaba Sarah Ellen”. O las famosas salchisaras. En contexto, la prensa (radio y prensa principalmente) se peleaban por acreditar o desacreditar versiones acerca de la verdad o falsedad del mito de Sarah Ellen. Aparecen los club de fans e incluso el alcalde del lugar (el señor Edgar Núñez Román) coadyuva a fomentar el ánimo del sensacionalismo. Y así hasta llegar al día señalado, el 9 de junio de 1993. Cabe destacar que para dicha fecha llegan no solo prensa (nacional e internacional) sino brujos, shamanes y parapsicólogos de diversas corrientes peruanas. Gente de todo Perú llega al lugar y espera la hora señalada. Se desato un verdadero caso, gente miccionando al aire libre, libando sin control y rebasando todo tope de control. Llego la hora señalada ¿y?... nada paso Paso la media noche y Sarah Ellen no llego a la cita. Todos regresaron a sus lugares de descanso y a la mañana siguiente el alcalde del lugar organizo una rueda de prensa donde agradecía a todos los visitantes sus atenciones y que los invitaba a que conocieran más de Pisco. A los medios nacionales como extranjeros los agasajo, nombró visitantes ilustres (incluidos los “hombres lobo” de un circo mexicano de visita) y terminó llevándolos a una visita a las islas Ballestas. Lo sorprendente de esta historia no es en si este giro tan comercial realizando en las alas del vampirismo, sino lo que empezó a suceder de forma popular. Puesto que con dicha fama, poco a poco, las damas de la localidad empezaron a adjudicarle milagros. Pero lo más curioso es la naturaleza de los milagros adjudicados. Milagros del corazón y de amor. Haciendo una analogía con su supuesta relación que tuvo con el conde Drácula, así como la fidelidad demostrada por su esposo en buscarle un sitio de descanso eterno. Poco a poco empezaron a colocárseles exvotos de agradecimiento (desde naturaleza grafiti hasta de metal fundido) los milagros recibidos entorno a una reconciliación, el regreso del amado o el encontrar a la pareja deseada. Así, esta emulación de San Antonio poco a poco gano adeptos y de una fantasía vampírica que buscaba reencarnar o resucitar en un día determinado, los devotos acuden ahora en busca de solucionar sus problemas de carácter emocional.


EL CONDE DEL VALLE DE QUAUHNAHUAC Jorge Arturo Hernández García

Alejandro Mendívil nació en la Ciudad Industrial del Valle de Cuernavaca (Civac) un día martes, alrededor de las once de la noche. Ese día, por la tarde, un camión de la Corona chocó contra una base de luz, lo que dejó sin energía eléctrica a buena parte del municipio de Jiutepec. Alex nació a oscuras, apenas alumbrado por unas velas. El médico que atendió a la madre del recién nacido mostró cierta resistencia a creer que era un bebé normal y en cambio lo miraba de manera sospechosa. –¿Ocurre algo? –preguntó la novel madre. –Es que… –Es que… ¿qué, doctor? ¿Mi hijo no está bien? –Su hijo está muy bien. Lo que pasa es que… no entiendo por qué su comportamiento; es como si no acabara de nacer, sino que se me figura que el pequeño tiene ya al menos un año. Alex, ciertamente, desde sus primeros días mostró un comportamiento inusual. Un ejemplo fue su rechazo al seno, el desprecio por la leche. Otro es que nunca se le escuchó llorar por las noches y en cambio estaba despierto hasta el amanecer, momento exacto en que cerraba los ojos para dormir. Fue hijo de una mujer abandonada debido a que el padre, al enterarse de que lo sería, puso pies en polvorosa y nuca más se le volvió a ver en Civac, ni en Jiutepec, ni en Morelos, ni en México: huyó hacia un suburbio de Nueva York donde, años más tarde, murió desangrado debajo de un puente como consecuencia de seis puñaladas que le dio un sujeto intoxicado con alguna potente droga. Sus últimas palabras fueron: “Perdóname, Teresita. Perdóname, hijo o hija”. Terminó en la fosa común, donde se pudrió. Teresa trabajaba en una fábrica y con lo poco que ganaba procuró dar un buen desarrollo al pequeño Alex. La primera sorpresa, después de resignarse a que el pequeño jamás probaría su leche, fue que los cuatro colmillos fueron los primeros en brotarle de su dentadura. Alejandro sonreía y, en lugar de causar ternura, provocaba en su familia una especie de temor que obligaba a que sus tíos alejaran a sus primos y no les permitían jugar con él. (Cabe destacar la entereza del muchachito, pues nunca se sintió triste ni mucho menos ofendido. Por el contrario, extendía sus brazos y jugaba a volar.) Alex, de niño, no tomó leche, rechazaba todo líquido que no fuera jugo de betabel. Una rareza más, se decía la madre.

Pero una mañana se asustó y de alguna forma su hijo le pareció en verdad extraño y recordó las palabras del médico cuando le dijo que no era un bebé normal. Y es que en esa ocasión, cuando fue a la escuela por Alex –quien ya contaba con seis años–, la maestra le dijo a Teresa que el niño había tenido un comportamiento fuera de lugar durante el recreo. Ocurrió que Aurelio, compañerito de clase, iba corriendo y cayó de cara sobre el pavimento. De su nariz comenzó a escurrir sangre y Alejandro corrió para levantarlo. Sin embargo, al tiempo de ayudarlo, comenzó a chupar la nariz del otro niño. Sorbía y descansaba un momento, hasta que la profesora se percató y fue a separarlos. Alex, ofendido, le mostró su dentadura y en seguida hizo un movimiento con el brazo derecho, como si se cubriera el rostro con una capa. Ya en casa, su madre lo abordó: –¿Por qué hiciste eso, Alejandro? ¿Eh? El niño no dijo nada; sólo bajó la vista. –¡Contesta! ¿Por qué le chupaste la sangre a Aurelio? ¿Estás loco o qué? –Es que… es que tenía mucha sed. –¡Para eso hay agua! –Pero el agua no me quita la sed y la sangre sí. De castigo no le permitió salir a jugar y el pequeño se dispuso a ver la televisión. Esa tarde descubrió a su igual en una película: Chiquidrácula. Fue tal la emoción que experimentó, que pidió a su madre que le comprara un traje de vampiro. Por supuesto que Teresa no aceptó y en cambio pareció preocuparse pues la actitud de su hijo no era como la de otros párvulos. El pequeño se fue convirtiendo en silencioso, incluso aparentaba ser meditabundo. Además del de betabel, su bebida favorita era el jugo de tomate. Podía tomarse dos litros en una sola sentada. Al terminar se iba a dormir y soñaba con volar bajo el amparo de la noche. El chamoy era su golosina más amada. La gota que derramó el vaso fue cierta madrugada, cuando Teresa dormía. El niño se acercó sigilosamente a su madre y le dio una mordida en el cuello que le dejó una marca que permaneció durante varios meses, lo que ocasionó que en el trabajo no la bajaran de puta. Teresa, devota católica-cristiana, llevó a su hijo a la iglesia de Amatitlán para que le practicaran los Santos Evangelios porque eso no podía continuar de esa forma. Los sacerdotes estaban seguros de que Alex estaba poseído por


alguna fuerza del mal y realizaron una ceremonia en la que se habló latín y lanzaron consignas contra el diablo. Sin embargo, Alejandro se mostró enfadado y tiró una mordida al padre encargado del ritual. Los corrieron de la iglesia inmediatamente. El niño creció. En la adolescencia comenzó a experimentar su aversión hacia el ajo. Después de cada comida preparada con ese condimento solía vomitar y su estado se notaba muy desmejorado. Palidecía. Un médico recomendó a la madre que no le diera comida tan condimentada pues eso era lo que producía en el muchacho ataques de vómito y retortijones que le impedían dormir y lo hacían sudar sobremanera. La secundaria la pasó sin mayores escándalos, salvo el ataque que produjo contra una compañerita cuando ésta se agachó en una clase de educación física y Alex notó una mancha roja entre las piernas, lo que llamó poderosamente su atención. De ahí en fuera, Teresita no pasó ningún otro momento vergonzoso durante esos tres años. Pero en la preparatoria todo cambió. Estudió en la Uno de la UAEM. Alejandro se volvió aficionado al Bloody Mary y los clamatos con tequila o vodka, y en los convivios bebía vino Sangre de Cristo hasta perder la conciencia y corretear a sus compañeros con la intención de morder los cuellos. Contaba historias lejanas de castillos y doncellas; hablaba de una manera suave, lo que producía cierta atracción hacia las mujeres. Y no comía nada que no fueran tacos de moronga, sin ajo. Las cuatro o cinco novias que llegó a tener lo abandonaron por considerarlo un puerco: cada mes, puntual, deseaba sorber la sangre que emanaba de sus intimidades o, en su defecto, robaba sus toallas femeninas manchadas y se preparaba tes que lo sumergían en un estado de paz y serenidad. Sin duda las mujeres lo botaban apenas se enteraban. “Eres un pinche puerco… ¡cerdo!”, le decían. También en la prepa experimentó su primera crisis existencial, precisamente después de que una muchachita lo mandó al carajo por sus actitudes. Se apartó de todos y ocupó un lugar desde donde miraba ir y venir a los demás estudiantes. Se preguntó quién y por qué era así. Por primera ocasión se supo diferente a los otros y estuvo a punto de llorar, de no ser porque se acercó Solís, su mejor amigo, y lo invitó a comer al Amores Perros. Pidieron un cubetazo y dos muchachas de compañía. Solicitaron otra cubeta y se retiraron las mujeres. A la cuarta cubeta cantaban y toqueteaban los cuerpos de sus nuevas acompañantes. La que estaba con Alex era simpática y gustaba que le besaran el cuello. El problema fue cuando él la mordió y dejó su marca. –¡Pendejo! –le gritó–. Mi marido me va a matar… Los sacaron a empujones dos guardias. Ya era noche y terminaron en la Plazuela del Zacate, de donde también los corrieron por el “extraño” comportamiento de Alejandro y su insaciable deseo de morder cuellos femeninos. Luego de una botella de tequila y poco más de un litro de sangrita los vieron vomitando en el bulevar Juárez, cerca de las tres de la mañana. Temprano, Teresa despertó a su apestoso hijo quien roncaba

escandalosamente. Con dificultad se levantó y apenas si podía sostenerse. Ese día tenía examen y no pensaba faltar. Por eso se dio un baño con agua fría y salió de casa aún tambaleante. Estaba crudo. Muy crudo. Pensó en vomitar en la ruta pero se contuvo. Tenía una sed como nunca antes la había tenido. De pronto se le ocurrió una idea que a la postre lo llevaría a los separos, donde, otra vez, Teresita pasó una vergüenza más por culpa del chaval y debió cubrir una multa de seiscientos pesos. Alex se siguió en la ruta hasta el paradero del IMSS. Al bajar, miró alrededor y se encaminó hacia el interior del inmueble. En la entrada un guardia lo detuvo. –Vengo a donar sangre –dijo Alex. El guardia se disculpó y le indicó el camino. En el primer piso buscó el sitio donde se reúnen los donantes y se mantuvo en la sala, inmóvil. De una puerta salieron dos personas presionándose el brazo con un trozo de algodón. Una chica de bata blanca nombró a dos personas. Alejandro siguió a ambas y nadie se percató de que un extraño sujeto con aliento alcohólico buscaba el almacén del líquido rojo. Comenzó a desesperarse hasta que vio cuando la chica colocó un par de envases cuyo contenido era precisamente lo que ansiaba beber. No disimuló ni procuró ser discreto y fue directo al grano. Tomó uno de los recipientes y mordió el plástico; el chorro de sangre comenzó a escurrir por las comisuras de los labios y su camisa color mamey se manchó. Uno de los donantes se percató y en seguida dio aviso a la muchacha que lo atendía. Ésta, sorprendida, lanzó un grito que se escuchó incluso en la sala de espera. “¡Policía!”, gritó. “Llamen a un policía, por favor.” Luego se acercó hacia el bebedor de sangre quien ya había abierto un segundo envase y bebía el contenido placenteramente. En ese momento llegaron dos guardias y sometieron a Alex. No opuso resistencia y, por el contrario, tenía el rostro lleno de satisfacción. Toda la gente que estaba al paso miró con cierta aversión al chico que llevaba la camisa con varias manchas de sangre. Los guardias lo trataron sin exceso de fuerza pues notaron que no representaba ningún peligro. No fue el caso de los municipales que lo subieron a la camioneta y, con el rigor de los toletazos, lo trasladaron al sector más cercano. En los separos el muchacho durmió y reposó la cruda. No escuchó ninguna de las discusiones que sus compañeros de celda sostuvieron en torno a si es más fácil asaltar a una mujer o a un homosexual, o si deben usar la violencia contra quienes oponen resistencia a ser despojado de sus propiedades o es preferible huir en ese momento. Tampoco le tocó una naranja de las que repartió una señora que se acercó al sitio sólo con ese fin. Alex estuvo dormido durante toda su estancia hasta que un policía lo despertó de un botazo en la cabeza. –Tú, pendejo, ya levántate. Ya vino tu jefa a sacarte. Tardó en reaccionar, pero el uniformado lo ayudó a levantarse jalándolo del cabello. Su madre estaba muerta de vergüenza ante el agente del


Ministerio Público, quien aún estaba ebrio debido a que un día antes había sido informado de que sus ingresos por extorsiones aumentaron en setenta por ciento en el último mes y el asunto iba in crescendo. Por esa razón, él y tres de sus policías se pusieron una guarapeta de campeonato en un table del bulevar Cuauhnáhuac en donde se jambaron seis frascos de ron y uno de tequila. Se escucha raro decirlo, pero la justicia fue benévola con el joven y su madre, Teresa Trejo. Porque, tratándose de una institución federal a la que el chico causó el daño, los seiscientos pesos de la multa impuesta fueron sólo con el afán de que la madre aflojara algunos billetes porque el agente del MP requería urgentemente un plato de pancita y una caguama bien fría para paliar el mal que lo embargaba. Madre e hijo se fueron; el joven no dijo una sola palabra en todo el camino, aun cuando su madre le había preguntado qué haría con él. Llegaron a casa y Teresa se despidió porque se le hacía tarde para ir al trabajo. Semanas después, Alejandro consiguió una pareja que accedió a permitir extraer de su intimidad, a chupetones, el color de la herida. Era una chica pálida, ojerosa, que calzaba unas botas gigantes y vestía siempre de negro y a veces combinaba sus vestidos con blusas color vino. Esa chica fue abordada por Alex –quien iba pasado de copas– en el centro de Cuernavaca, dos días antes. Precisamente comenzaba su periodo y al ver que el borrachín se acercaba, se molestó y estuvo a punto de marcharse de no ser por lo que escuchó: –¿Tienes un poco de sangre que me invites? Me siento muy mal… Sus ojos brillaron. Marcharon al hotel más cercano y ahí pactaron su amor. Sin embargo, es sabido que la felicidad dura muy poco y este asunto terminó en tragedia.

Alex, feliz, contó a Solís, su amigo, el motivo de su alegría y éste, para festejar, lo invitó a ponerse una buena peda en alguna cantina del centro. Fueron a El Danubio; ahí se bebieron seis cubetas y salieron rebotando en compañía de dos damas que también empinaron el codo con singular alegría y quienes les prometieron una noche inolvidable. Pero antes pidieron que las llevaran a cenar a fin de que se les bajara el mareo. Los cuatro beodos bajaron de un taxi en la avenida Plan de Ayala, a la altura de la taquería El Chiringuito, adonde entraron. Las damas pidieron alambre y Solís siete tacos al pastor. Alex estaba a punto de quedarse dormido y no escuchó cuando le preguntaron qué iba a pedir para cenar. –¡Aahh! –exclamó Solís–. A este cabrón le gustan los tacos de moronga. ¿Venden aquí? –preguntó al mesero, el cual no supo responder y debió preguntar al parrillero. Al volver dijo que sí tenían–. Pues tráele unos cuatro para empezar, carnal… Alejandro volvió en sí al tercer taco. Preguntó de qué eran y resolvieron su duda. Al terminarse el cuarto pidió dos más y comenzó un ataque de hipo. “Ya valió madre”, dijo, y se encaminó al baño. Vomitó escandalosamente y algunos comensales dejaron su cena a medias. La borrachera no le permitió darse cuenta de lo condimentada que estaba esa moronga y el daño fue irreparable. No hubo culpables; nadie sabía que Alejandro Mendívil Trejo era alérgico al ajo y esa noche la fiesta terminó en tragedia. A las dos de la mañana, personal del Servicio Médico Forense llegó al sitio para levantar el cadáver. Teresa ahora ya no sintió vergüenza: lloró para sí misma y comenzó a entender la soledad de su hijo. Recordó una a una las escenas en que Alex había transgredido las reglas y se tumbó sobre el cuerpo del difunto. Ya no iba a estar más con ella El Conde del Valle de Quauhnahuac.

Rodolfo De Matteis

VAMPIROS Después de un largo aislamiento, cansado de vivir en mi habitación y saliendo solo a caminar por la playa durante los atardeceres como un animal perseguido evitando de reunirme con ningún humano, decido esta vez de participar en la fiesta. A unos doscientos metros de las primeras personas que atienden el reventón bajo de las palmeras ya la música domina, en otros momentos me habría gustado, pero es demasiado fascinante para sentirme tranquilo y no oír en ella el encanto del flautista mágico que está escrito autoritario entre las líneas de la composición musical. Un escalofrío helado me recorre por mi espalda, mis piernas por un momento pierden las fuerzas y casi me caigo en el suelo, el sudor fluye frío por debajo de mis axilas, estoy congelado a pesar de que el aire es realmente caliente, exageradamente para la temporada. Para tener coraje empiezo a bailar, y de esta manera continuo mi recorrido a paso de danza.

La escena es terrible: la gente que baila alrededor de mí, cuyos cuerpos se agitan y casi se contorsionan al ritmo acelerado de música, miran fijo al vacío y, al contrario de las fiestas habituales, no hay una sola sonrisa en sus rostros, no se conoce alegría, solo expresiones estatuarias y teces pálidas y fúnebres. Entre más me sumerjo en la fosa de las serpientes y más la escena se repite; al moverme entre ellos hay un choqueo constante temblante yo por el miedo que me afloja las rodillas, pero nadie se queja, no recibo aquellos insultos o miradas pesadas usuales en estas circunstancias, y eso de veras hace resonar las campanas de alarma mientras sigo huyendo hacía la plataforma del DJ.


Abajo del escenario central la situación muda: aquí las tipologías cambian, no hay sólo aquellas especies de zombies como en los grupos más externos, si no para cada grupo de ellos existe una presencia dominante. Su mirada es igualmente vítrea, aunque de una calidad diferente, pero emana fuerza, y sus seguidores lo miran y lo imitan, adoptando inmediatamente cada uno de sus cambios de ritmos en la danza y los desplazamientos que sus pies trazan sobre la pista. Primeramente estoy interesado y, buscando algún mensaje oculto en esos movimientos quizás aleatorios, enfoco mi atención en esos esquemas, pero de pronto percibo su fuerte contenido hipnótico y me desengancho rápidamente. Los vampiros, como he llamado este tipo de dominantes por la aparente característica de conservar una cierta lucidez gracias a la energía que les aporta la dedicación de los sometidos (o tal vez directamente chupada) no parecen darse cuenta de mí, tanto que yo empiezo seriamente a dudar de su verdadera conciencia de sí mismos y de los demás. Un cierto número de personas, entre los más perdidos, empiezan imperceptiblemente a agruparse alrededor de mí. Con un escalofrío helado que sale desde el abajo de las entrañas más oscuras y sube hacia los planos altos e iluminados de la conciencia me doy horriblemente cuenta que efectivamente ellos me van buscando y, aunque ninguno de ellos me toque físicamente, tengo la impresión de que sus manos se encuentren tendidas hacia mí limosnando la propia vida. Del otro lado hay más, y la presión que aquellos ojos aparentemente vacíos me comunican es terrible; me doy cuenta de la presencia detrás mío de una cola de hombres y mujeres reducidos a poco más que sombras en su profunda desesperación; y de algún modo misterioso es como si ellos entren a formar parte de mí. El corazón me duele físicamente, tengo un instante de asfixia y es entonces que por primera vez, tratando de superar al menos con la mirada esa especie de muro hecho de carne humana que me rodea, encuentro los ojos de un vampiro y en un instante comprendo… y ya realmente no sé quién sea el asesino y quién sea la víctima ¿quién chupa la linfa vital y a quién? Aún peor, realizo la transformación repentina que ocurre en mí: ¡estoy convirtiéndome yo también en un vampiro, un dueño con su cola de esclavos! ¿Y qué si lo fui desde siempre? Fría la atroz culpa serpentea en mí y mis esclavos se la chupan para aumentar el énfasis de su horrible danza blasfema, mientras siguen el ritmo de mis pases que se transforma frenético por el terror. La cabeza está para explotarme cuando empiezo a oír sus desesperados pensamientos, lineales en su terrible vacuidad; así como la asquerosa oportunista seudoconciencia de los vampiros que me llaman: - ¡ya eres uno de nosotros! no te rebeles al Imposible, aprovecha, aprovecha las migajas del manjar del gran verdugo... y agradécelo... Lanzo un grito, fuerte como la erupción de un volcán, pero nadie me mira, ningún enfermero de psiquiatría llega por mi... ¡es la verdad lo que veo! y en la mejor claridad que el gritar me regala quebrando la cortina de asombra y pesadez alrededor mío, veo por fin quien es el DJ: ¡mi querido amigo Kong, el Rey de los DJs!

“Vampiras lesbianas sadomasoquistas” _ Luis López


VAHO DE DRAGONES

VAMPIRO CÉFIRO

Tú que vienes del mar y a mí que las meigas me llaman vampiro céfiro porque soy viento del Este y vengo a tu país de maderas. Tú me tienes encantao con lo largo de tus cabellos brunos y desenfrenaos; Ven, vayamos de luna en luna de estrella en estrella de sangre en sangre, ven al lugar del caos, del genesis, de la creación; seamos Venus y Martes. Sé la dueña de este corazón estepario -corazón carbonizado -corazón deshabitado -corazón debajo la luna -corazón asceta -corazón en destierro -corazón telúrico -corazón febril en la pañoleta suda a mares, blande la batuta saltemos impelidos al sexo tártaro al sonoro golpe de timbal en cada arremetida copular en cada mordida a la yugular. ¡Ay mi Pulchérrima, mi amante fiel! He regresado esta noche, hoy como ayer, al círculo del ancentro lunar. To night, te repto, te rondo, danzo y cortejo voliciones raigales tus gemidos Quebrando/rasgando/profanando al espacio al espiral del infinito. To night, hundiré mis colmillos en lo engarzao de tu cuello y beberé gota a gota el cáliz de tu sangre, desde hoy para siempre. Jueves de 20 septiembre del 2001 16:48:05

El agua, por lo general, limpia y cura. Pero también ahoga. Esta agua lo hace sentir descompuesto, medio muerto. Y medio muerto está él, sin duda. El agua aparenta ser un líquido cristalino, pero desprende un halo de crueldad, exhala vaho de dragones. Apenas mete los pies en ella, una parvada de pájaros negros echa a volar, chillando. Las aves dejan una nube de oscuras plumas en el aire, como si el cielo llorara lágrimas de luto por corazones enmohecidos. Sin embargo, y a pesar de sentirse medio muerto, él también está animado. En cualquier momento, comenzará a ascender. La paz se antoja cercana. —Pase, por favor, señorita Keinrad. La acompañaré hasta allá. Voz de policía, absurda galantería. Insignificante el hombrecillo de uniforme. Dos piernas largas, de muslos firmes, se abren paso por el departamento que es custodiado por la Procuraduría. La minifalda beige ejerce un efecto hipnótico en los presentes, los policías, que de por sí son sus esclavos. El que la recibió a la entrada camina por delante con la cabeza gacha, igual que un condenado a muerte. Otros sólo contemplan las piernas. —Está buenísima la cabrona. —¡Cállate, pendejo! Esa vieja tiene un pinche oído que te cagas. La piel de ella, de un tono amarillo, promete ser apetitosa, pero ninguno podrá hincarle el diente. Avanza con serenidad hasta el cuarto de baño, cercado de más policías, que tiene la puerta abierta cruzada por un lazo con la leyenda: “Sólo personal autorizado”. El gafete de prensa prendido a la altura de su seno izquierdo. Los senos que el policía se muere por estrujar. —¿Qué sucedió? —la voz de ella, el susurro de una serpiente. —Sobredosis de heroína, señorita... luego se cayó en la regadera. Se despoja del abrigo gris, que bien podría ser una bata de baño. Ganas no le faltan de ducharse junto con el cadáver dentro de la regadera. —¿Puede dejarme a solas con él, un minuto, oficial? —se baja los lentes de pasta y le guiña un ojo. Tiene una pañoleta sujetándole el cabello, una cascada de agua negra. El oficial duda, pero el perfume de Rebeca Keinrad resulta más convincente. Se le acelera el pulso. —Sólo... no toque nada, por favor. Una vez que el estorbo se retira, la mujer se inclina sobre el maletín, pero se incorpora nuevamente. Se ve obligada a aflojarse la blusa porque sus pezones están erectos y el roce con la tela le lastima. Debió ponerse brasier. Al fin, se agacha nuevamente y extrae la cámara fotográfica. La enciende con la delicadeza de una cortesana y coloca una de las lentes. Mira por el objetivo y gira el cañón con la dedicación de un pistolero que alimenta con balas el carrusel de su revólver. Se pasa la lengua por los labios, como una leona relamiéndose, cuando su objetivo se vuelve claro. Es el hombre tumbado de nalgas en la regadera, con la cabeza abierta por haber dado de lleno contra el piso. Demasiada droga en la sangre lo hizo tropezarse en medio de la ducha. De las rodillas para abajo, él está cubierto de agua, que aunque transparente es espesa como el fango. Sabe que el corazón se detuvo por el exceso de heroína. A medida que su cuerpo se acostumbra a la muerte, comienzan a crecerle alas en los omóplatos. Pronto podrá volar y atravesará la nube de cuervos que le llevan cierta delantera. Estrépito. Impacto en el pecho. Un dolor que se mete como veneno por su cuerpo le ordena que se doblegue. Mira al cielo y los pájaros ya casi no se ven. Otro impacto y otro estrépito. Se tambalea. Ahora son las rodillas quienes lo sostienen, pero tan sólo un momento. Con el tercer golpe, su cara se hunde en el agua.

Arthur Alan Gore

Le Jos Uis

To night penetraré en tus sabanas me recostaré a tu lado absorberé el vaho de tus labios tal vez ni cuenta te darás, Afrodita; sahumaré tus pies con sándalos y mandrágoras.


De Martini Para Suicidas (y otras historias eróticas de sangre, vampiras y rock and roll). Magon, 2010.

SOLAMENTE CON MIRADAS Lilian abrió sus ojos lentamente, se encontraba recostada bocabajo sobre la cama, el frió viento se colaba por una ventana entreabierta de la habitación el cual hacia que las transparentes cortinas de fino satín se movieran al contacto con éste. El frío, llego hasta el desnudo cuerpo de Lilian la cual seguía ahí, con sus negros ojos abiertos mientras una vana expresión de melancolía se dejaba ver en su fino rostro de porcelana. Deslizó lentamente su mirada por una de las partes de la habitación o al menos por lo que alcanzaba a mirar debido a su posición corporal; sobre el alfombrado piso se veían varias prendas de vestir todas revueltas: zapatos aquí, unas pantaletas femeninas por allá, una corbata de caballero sobre el sillón de piel que se encontraba justo al lado de la cama; un saco de color oscuro mas allá junto a la puerta de la alcoba, un vestido estraple negro al que no se le distinguía bien la forma por estar en un rincón apartado de la habitación todo en desorden y arrugado. A pesar de que su cuerpo estaba entumecido a consecuencia de aquel vecino indeseable que entraba una y otra vez por el entreabierto ventanal, Lilian sintió un leve calor corporal junto a ella y una gruesa y pesada mano varonil sobre sus caderas; lentamente volvió a cerrar sus ojos trayendo a su mente el recuerdo de cómo ella había llegado tan inesperadamente hacia ese lugar. Eran las ocho de la noche anterior, la hora precisa en que Lilian acostumbraba a salir si no es que a veces un poco antes. El sol ya se había ocultado dejando en el firmamento un cielo de almidonadas nubes de color marrón que matizaban armoniosamente con el manto negro que comenzaba a surgir de aquel mágico y rojizo firmamento. Coqueta, bella, glamorosa y con un hermoso y provocativo vestido estraple negro

Bethel Vidales

Se la traga. Los dragones le soplan directamente en los pulmones. —¿Terminó ya, señorita Keinrad? Otra vez el policía, mientras ella guarda la cámara en el maletín. Se escucha nervioso. —Sí, gracias. He tomado unas placas fabulosas. Sus pantaletas chapotean en placer. Mientras atraviesa el departamento del suicida, Rebeca siente que los ojos de los varones recorren sus piernas como escarabajos desesperados. Oscuridad. Luz roja, como una niebla de sangre. Un penetrante olor a químicos inunda el cuarto de dos metros por tres. Con mucho cuidado, ella remoja el papel y lo coloca en la mesa. Una imagen comienza a aparecer. Es el suicida. Las nalgas en primer plano, un poco más abajo la cabeza destrozada. Tiene alas en los omóplatos. Pasado cierto tiempo, remoja la fotografía en otro químico y las alas del hombre desaparecen. Sólo queda un muerto en el baño de un departamento. Por este rollo le darán cuando menos cinco mil pesos en el periódico amarillista al que suele vender sus fotografías. Mínimo, se llevará la primera plana. Loba de nota roja. Suena el timbre. Rebeca recorre la cortina negra y abre la puerta con mucho cuidado. Recorre con parsimonia el pasillo de su propio departamento y se asoma por la mirilla. Abre la puerta. Un ángel se desploma a sus pies. Le ayuda a entrar. Lo coloca bocarriba. El pecho sube y baja, acompasadamente. —Mi bebé —las palabras irradian una dulzura maternal. Lo besa en los labios. El ángel reconoce en la saliva de la mujer el sabor putrefacto del agua espesa y transparente, el vaho de dragones. Poco a poco, el ángel se aferra a Rebeca. La acaricia, la venera, se pierde en el reflejo de sus ojos tristes. Ella se arranca la blusa y deja un par de exquisitos senos al descubierto. Coloca la mano del ángel encima de uno y le exige que lo apriete. —Mi pequeño —su voz, un silbido perverso. El ángel sabe que es tarde. —Devuélveme mi alma —suplica. Pero ya no es tiempo, porque Rebeca se descubre el cuello y se lo acerca a los labios a él. Tiene que apretar con las uñas el pecho del ángel cuando siente su voraz mordida. Al fin, ella se retira y ayuda a su compañero a sentarse en un sillón. Corre hasta su bolso, ansiosa, y regresa con un papel. —Aquí hay una dirección. El tipo vive solo. Cuando encuentres oportunidad, empújalo para que caiga por la ventana. Entonces podrás beber un poco más. Regresas por mí para que vaya a fotografiarlo. El ángel se desintegra lentamente. Rebeca sonríe complacida. El teléfono la arranca de su trance. Levanta el auricular. —¿Bueno? —¿Rebeca? —una voz igual a todas. Teclazos de computadora es la música de fondo. —Sí. Habla Rebeca. —Hola, mujer. Oye, Martínez quiere saber si podrás traernos material para la edición de hoy. Cerramos a las cuatro (Es la única fotógrafa que continúa utilizando película en vez de digital). —Cuenta con él —y mira de reojo hacia el cuarto de revelado, donde hay decenas de almas colgadas en un tendedero.


de diseñador, Lilian caminaba por las calles, aun vivas por el gentío que se desplegaban sobre estas; señoras con niños de la mano velozmente pasaban junto a ella; personas en sus automóviles hablando por sus teléfonos celulares también avanzaban con una prisa desconocida; ancianos abrigados entraban a sus casas temblorosos y con su lento caminar; mientras que en caso contrario los jóvenes salían de sus casas con el único deseo del que también había sido presa Lilian, obligándola a salir de su morada veía todo este bullicio urbano como algo nuevo para ella, no le molestaba y se podría decir que su rostro era el único con expresión de alegría, a diferencia de los demás malhumorados de los transeúntes que desfilaban en posición contraria hacia ella; su semblante era el único que destilaba una expresión de seguridad y una disimulada sonrisa. Siguió caminando haciendo eco con el ruido que producían sus tacones y a su paso, miraba como algunos establecimientos comerciales de aquellos suburbios cerraban sus puertas a señal de ya haber terminado la hora de las ventas y así la labor para los empleados. A estas alturas ya había poca gente en las calles y la negrura del cielo se había extendido por completo. Por fin Lilian llegó a su destino. En la entrada del lugar una multitud esperaba atrás de la cadena de terciopelo rojo custodiada por un voluptuoso hombre que estaba ahí de pie, con sus brazos cruzados y una mirada desafiante; la puerta de metal tras éste se abrió de repente, dejando al descubierto un ruido de electrizante música que desapareció rápidamente al cierre de la misma puerta y dejando una mayor desesperación en aquellos jóvenes con ansiedad de entrar a aquel tan cotizado lugar nocturno. Al momento en que Lilian arribó a aquel lugar, se dio paso entre la gente, la cual, al contemplar su bella fisonomía y escultural cuerpo se hacían a un lado dejándole pasar por en medio de ellos; el hombre voluptuoso la miró y enseguida quitó la cadena de terciopelo para que entrara al club y su figura se perdió cuando aquella puerta de acceso se cerro tras ella. Ya adentro se dirigió a la barra del lugar y se sentó en uno de los banquitos plateados, con su mirada buscó la del bartender y al encontrarse con éste de inmediato supuso el mensaje y sin demora alguna le llevó su preparado favorito. La música electro no cesaba y Lilian disfrutaba de su bebida, ahí, sola, y sentada con sus piernas cruzadas las cuales se dejaban ver tal como eran, delgadas y muy bien torneadas y en uno de sus tobillos se apreciaba una delgada pulsera de fina pedrería; su entallado vestido moldeaba a la perfección aquel exquisito y delgado cuerpo y su largo cabello negro daba un contraste único con la blancura de su piel creando con todo esto, una armonía de autenticidad, propia de aquella misteriosa y bella mujer. Lilian tomó con su mano derecha la copa y giró su cuerpo hacia la pista de baile; algunos jóvenes extasiados se dejaban llevar por la música moviendo sus cuerpos al ritmo de ésta. Entre los cuerpos danzantes, a lo lejos, en una de las mesas mas cercanas a la pista, justamente enfrente de ella, se veía a un hombre sentado quien posó su mirada en ella al mismo tiempo en que la de ella se detenía en la de él, creando así una candente conexión telepática entre ambos. En ese momento desapareció para ellos súbitamente la música del bar, no escuchaban las voces y murmullos de la multitud, ya no se oían risas ni ruido alguno que los distrajera, sus oídos quedaron ensordecidos a causa del espasmo que causó en ambos la belleza del uno y del otro, solo seguían ahí mirándose mutuamente, conectados a ese lenguaje de miradas penetrantes, de deseos e invitación al placer. Por momentos ambos rostros desaparecían a consecuencia de las personas que bailaban en la pista, pero sus miradas seguían al corriente, jamás se dejaron de ver uno al otro. Él la observaba mientras lentamente levantaba su mano con una copita pequeña llevándosela a los labios para beber su contenido; sus ojos pardos de cejas pobladas bien definidas, su galante mentón y aquella salvaje mirada varonil seductora impresionaban a Lilian a cada instante, provocándole un excitante escalofrió. Aquella pista de baile se había convertido en una barrera humana entre ellos, él aquí ella allá, barrera que sólo se tenía que cruzar para conseguir aquello que ellos deseaban en su interior y que les cruzaba impacientemente por sus mentes. Con un ligero y coqueto ademán de su cabeza, Lilian invitó a su espectador a reunirse con ella, éste, que aun seguía tomando y saboreando el licor de su copa dejó de beber para posteriormente incorporarse de su asiento, se acomodó su saco el que por su color oscuro combinaba perfectamente con su piel aperlada y caminó sin prisa con su bebida en la mano hasta llegar a la pista dándose paso entre la eufórica multitud con una galante sonrisa que se unía a sus deseos y pensamientos. Por fin llegó hasta donde se encontraba Lilian aun sentada, ella ya no lo miraba, sus ojos se entretenían mirado su copa agonizante y con sus dedos jugaba con el popote que ésta contenía, a su izquierda se encontraba un lugar disponible en el que él se sentó dejando su copa sobre la barra algo empañada de vapor producto de sus manos sudorosas. Lilian sintió la mirada de él y sus ojos negros volvieron a mirar aquel monumento perfecto de hombre: alto, fornido, ojos

atigrados, de postura recta y movimientos suaves que dejaban a un lado lo grotesco con que muchos hombres se caracterizan comúnmente, él era simplemente encantador. Nuevamente, y después de aquella inspección interna que hizo para sí, bajó la mirada para sacar de su bolso de mano una cigarrera, que al contacto con las luces del lugar, provocó unos destellos plateados y de la que al abrirla extrajo un cigarrillo que posteriormente llevó a sus carnosos labios, él se apresuro a buscar entre las bolsas de su saco un encendedor y al encontrarlo, le proporcionó fuego para que encendiera su cigarrillo; Lilian acercó lentamente su rostro al fuego y éste le ilumino su blanca piel al igual que sus delicadas facciones, las cuales ahora él podía ver de cerca quedando aun mas cautivado que antes; Lilian mientras encendía su cigarrillo volvió a fijar sus ojos en el rostro del joven y al estar encendido ya, ella se retiró lanzando un bocanada de humo al aire, apoyó su espalda en el respaldo del banquito con las piernas aun cruzadas moviendo una de ellas al ritmo de la música, su acompañante giró su banco a la derecha para así quedar frente a ella y con un intento de disimulo, miro las bien formadas piernas de aquella mujer, para posteriormente acariciar con sus ojos todo su cuerpo deteniéndose a mirar cada detalle de este: sus piernas, su estrecha cintura, su cadera, sus pequeños pero bien formados senos, su apetitoso cuello y sus labios los cuales él moría por probarlos y que como un lobo hambriento quería devorar cada parte de aquella fisonomía, estaba hechizado por completo, sintió como su respiración se aceleraba y sus manos goteaban de sudor, la quería, quería poseerla y aunque él quiso ser precavido y disimulado fue muy obvio con lo que quería. Ella al igual que él, deseaba lo mismo y aunque se encontraba excitada supo disimular bien su deseo. Lilian dejó de mover su pie, lo estiró un poco hasta llegar a una de las piernas de su espectador, y lo deslizó suavemente por la de éste hasta llegar a su miembro, el cual ella sintió como al instante se endurecía, ella comenzó a acariciar suavemente ese bulto con su pie mientras tomaba su copa para beber de ella y sin dejar de mirar el rojo y excitado rostro de aquel hombre que pronto sería suyo. Él tomo la pierna de Lilian con el fin de detener aquel movimiento que le volvía loco, a ella se le dibujo una picaresca sonrisa y volvió a llevar la copa a su boca mientras veía a su invitado detenidamente, observando con desdén, como el


pecho de éste se movía arriba abajo producto de su acelerada respiración. Él con un semblante de preocupación y éxtasis volteo hacia todas direcciones, pero nadie observo aquella atrevida maniobra de Lilian: la música seguía, los muchachos bailaban, el bartender aun destapaba botellas y preparaba las bebidas, los meseros presurosos por aquí y por allá con charolas en las manos unos y contando dinero otros; nadie los veía, el mundo sólo se había detenido para ellos. El volvió su vista nuevamente a ella y allí estaba mirándolo aun, con una expresión tierna y serena, su bebida había llegado a su fin y la copa reposaba sobre la barra vacía. Ella todavía tenia sus piernas cruzadas y una de ellas se movía, pero ya no al ritmo de la música, si no que ahora con desesperación, tenia las manos juntas sobre las rodillas y entre ellas el bolso de mano; su rostro seguía tranquilo que hasta se podía percibirse un aire de inocencia, pero que al instante éste cambió para dejar ver un ademán de desesperación que él interpretó como “vamos a otro lugar”. Las luces del apartamento se encendieron cuando él entro a éste, atrás entro Lilian y dirigió rápidamente una mirada por aquel desconocido lugar, mirando cada detalle y cada rincón; “tiene buen gusto” pensó y caminó hacia la sala principal mientras que su acompañante se quedaba atrás para echar cerrojo a la puerta. Lilian se dirigió a una pequeña cantina que se encontraba al fondo de la sala, recargo sus finos brazos sobre la barra mirando detenidamente todas aquellas innumerables botellas de fino vino, algunas de colección; el joven al llegar a la sala la miró de espaldas un momento, inmediatamente después caminó hacia la cantina para reunirse con ella, él tomo una hielera vacía, abrió el serví bar, la llenó con hielos y la dejó junto a una costosa botella de coñac que se encontraba lista ya sobre la barra en donde Lilian se había apoyado; el joven tomó la botella con el fin de abrirla pero ella le detuvo suavemente sus manos, ambos se miraron por un instante y Lilian dirigió lentamente una de las temblorosas manos de él hasta la hielera con el fin de que éste tomara uno de los resbalosos hielos que ésta contenía y cuando lo hizo ella con su misma mano llevó la del joven hacia sus rojos labios tomando con ellos el frío hielo junto con los dedos de él, Lilian lo miraba con sus ojos seductores mientras lamía el hielo y al igual los dedos de su acompañante, los que en breve él apartó de la boca dejando sólo el frió artefacto dentro de aquella carnosa cavidad, Lilian tomó con sus delgados dedos el hielo y lo fue deslizando lentamente por sus labios y después por su cuello formando un camino de agua por su piel el cual desaparecía rápidamente, cerro sus ojos y el hielo llegó hasta sus pechos, ella lo introdujo a éstos por debajo del vestido y con él acaricio suavemente sus pezones, los que de inmediato se endurecieron. El boquiabierto hombre sólo veía aquella escena, Lilian con sus ojos cerrados, dejó asomar de su entreabierta boca la punta de su rosada lengua que se deslizaba impaciente por su labio superior una y otra vez con un erótico movimiento. Lentamente abrió sus ojos y miraron a aquel hombre que seguía ahí paralizado mirándola con ojos vidriosos y de éxtasis; Lilian sacó el hielo de sus senos y lentamente lo introdujo en la boca de su espectador, quien como animal hambriento lo

Lamía rápidamente junto con el dedo índice de ella, Lilian cerró otra vez sus ojos y al instante sintió como las manos de él comenzaban a rodear su delgada cintura y la conducían al musculoso cuerpo de éste y quitando de su boca el dedo de la chica acercó sus labios a los de ella, el hielo ya había desaparecido y sólo quedó aquel forcejeo de sus lenguas unidas dentro de ambas bocas las cuales sedientas, habían esperado con ansia el momento de unirse. Ellos seguían besándose apasionadamente presos de la excitación, él la cargo con cuidado y suavidad para así llevarla a otro lugar en donde sus fantasías florecerían por completo. Ambos se dejaron caer sobre la cama de la habitación, ya desnudos, sus bocas seguían unidas, él se había posado sobre Lilian y comenzó a besar su cuello para posteriormente, bajar sus labios hasta llegar a sus pechos. Al cabo de unos minutos ambos cuerpos estaban unidos por el placer, Lilian se retorcía en los fornidos brazos de aquel que no se detenía en proporcionarle placer penetrándola con delicadeza una y otra vez. Jadeantes y excitados cambiaban sus posiciones a cada momento, tan eróticas que creaban una deliciosa atmósfera en la que el desequilibrio de pasiones de ambos no cesaban. Era el momento, Lilian sabía que ya se aproximaba, ella estaba envuelta en un momento de éxtasis al que ya no podía detener y sabía bien que cuando eso pasaba su instinto animal se desataba por completo, ese instinto que tantas otras noches se había manifestado arrebatándole a sus amantes de las manos, de su cuerpo; ella no era como todos, había algo mas, y lo sabía muy bien. Una fría lagrima se deslizó de pronto por su blanca mejilla, y así, cuando él dejaba destilar de su miembro aquel líquido viril con leves gemidos y con sus ojos cerrados, Lilian se arrojó a su cuello como una fiera y al momento enterró sus filosos incisivos en la sudorosa piel de su amante, de la cual al instante, brotó un rió de sangre con la que Lilian se deleitaba con maléfica sonrisa. Él no supo que pasaba, quiso apartarla de si pero no podía, la fuerza de ella era superior y en su mente se vinieron los recuerdos de aquella noche y como es que había llevado a aquella mujer de mística mirada a su departamento. Lilian seguía absorbiendo el flujo de sangre que emanaba de aquel descarnado cuello, él fue cerrando sus ojos hundido en el sueño de la desesperación y de la inmunidad, pero no los cerro por completo sin antes mirar por la entreabierta ventana, aquel gigante y plateado astro que se unía con la negrura del cielo, creando así un contraste perfecto de melancolía que era la noche, y quedó sorprendido de la grandeza que toda aquella atmósfera en ese momento representaba para él y fue así que entonces bajó sus parpados para siempre. Lilian volvió a abrir sus ojos y nuevamente miró el desorden de la recamara, ropa de hombre y de mujer por todos lados, observó nuevamente su vestido arrugado en lo mas alejado de la habitación. Ella aun seguía bocabajo, desnuda, el frío le caló su piel y decidió entonces darse calor acercándose más al cuerpo de su acompañante. El sol comenzaba a dibujar sus primeros rayos en el soñoliento cielo creando un tenue color rojizo como aquel que se veía en las blancas y húmedas sabanas de la cama; Lilian decidió entonces esperar nuevamente la noche en ese lugar, así que, cerró sus bellos ojos y con un semblante de satisfacción se dedico a dormir y, mientras pasaban los minutos y las horas, ella iba sintiendo como aquel cuerpo que le proporcionaba un tibio calor, lentamente se iba enfriando.


ASÍ PERMANECE HERMOSA LISA MARIE (ANTICUADA CANCIÓN PARA SONÁMBULOS) Pé De J. Pauner

PRÓLOGO Rossie, una niña, vive en un caserón descuidado, rodeado de húmedos como oscuros jardines. Antes de soñar suele obsesionarse por su apariencia. Acostumbra sentarse en la fuente de piedra cubierta por líquenes que hace tiempo no funciona. Pasa largas horas mirándose en un espejo de mano que lleva siempre consigo. Pasea entre los helechos gigantes cubiertos de rocío, por el sendero empedrado, lodoso, casi enterrado, que serpentea entre las hierbas feraces, los árboles envejecidos de los que pende el musgo español y las flores muertas que se pudren desde hace mucho y no terminan de desintegrarse. Disfruta la naturaleza salvaje. Aspira el ambiente viciado. Levanta los brazos. Sonríe. Por la noche, sobre una cama con dosel, sueña con una niña enferma. Le puede ver sobre un camastro húmedo por el sudor, en un cuarto que huele a fiebre y moho. A media luz sabe que el suelo está sucio, pegajoso por fluidos corporales, porque ella no quiere asear su cuarto. Concentrada está en estas cosas cuando siente que su alma es aspirada. Absorbida. Es una sensación atroz. Como si una boca sin dientes le chupara. Todo es vértigo, mareo. Intenta mirar y no ve nada. Sobre la frente el sudor escurre en gotas calientes. Le duelen las articulaciones. Parpadea. Se encuentra en la cama, acostada. Mira a la izquierda la luz mortecina de la vela sobre un destartalado mueble con cajones. Encima, el techo descascarado aborta la poca pintura que aún retiene. En la unión del techo con dos paredes se agita una telaraña polvorienta. Le amarga la lengua como si sostuviera una moneda de cobre. Tiembla, con miedo, se separa. A su lado yace la enferma, en la frente mojada el sudor corre hasta las sábanas. -Ahora ya no estaré más sola. Tampoco me sentiré enferma –le dice, Me llamo Lisa Marie ¿Vendrás por las noches a visitarme? I En el desayuno Rossie juguetea con el cereal. No tiene hambre. Piensa. Su madre le mira sospechando problemas en la escuela. Ella siente que mamá está preguntándose algo. Le suelta: -Mamá ¿has tenido sueños recurrentes? -He escuchado algo de eso, pero no, nunca. ¿Por qué? ¿Qué pasa? -Por nada… Llevo días soñando con una niña extraña. Se levanta. -¡El desayuno! -¡No tengo hambre! –Sale por la puerta de la cocina, mochila al hombro, rumbo al autobús escolar que apenas se acerca.

De la parte de abajo de la tumba, de algún agujero, extrae una cajita que abre en su regazo. Contiene un peine, cosméticos. Acaricia el cabello de Rossie. La peina mirándole a los ojos. También le enrojece las mejillas, los labios. Al fondo hay un espejito de mano, un broche, un guardapelo, que le entrega envueltos en un pedazo de seda azul ribeteada de dorado. Cuando despierta llega al desayuno maquillada. Su madre la regaña. Le obliga a lavarse la cara antes de comerse el cereal. Rossie se encierra en el baño. Solloza un poco y se desnuda. Debajo de la regadera deja que corra el agua tibia sobre los hombros, la espalda. Se le moja el pelo. Cierra los ojos. Pasa los dedos sobre los labios. Recuerda. Se ha quitado de encima el olor a enfermedad de Lisa Marie. Y ese olor a moho que tiene su casa. Del espejo del baño, un ovalo grande, brota la cajita que soñó que encontraba su amiga. Cuando termina de bañarse mira la caja sobre el lavabo. Sonríe. Para estar triste, ya no tiene motivos. III A Lisa Marie le gustan las manzanas. Cuando Rossie le visita le ofrece una de tamaño grande. La rechaza. No le gustan. Ni siquiera las tartas que la abuela prepara por la Pascua. En el bosque llegan muy lejos, más allá de la tumba del claro, hasta un riachuelo que fluye entre los árboles. De una gruesa rama que llega al agua pende un columpio. Se dejan caer en el riachuelo cubierto por hojas. Ponen la ropa a secar en los arbustos. Corren desnudas a lo largo de la orilla. Hay algo anormal en los árboles, proyectan sombras azules, agitan ramas de hojas secas, murmuran. Al anochecer las niñas se besan los labios suavemente. Vuelven a casa. Lisa Marie prepara chocolate. Se sienta a la mesa. Come un par de manzanas. Sonríe contenta por la presencia de su amiga. Solas, recorren la casa. Rossie nunca ha visto adultos en casa de Lisa, a pesar de esto siempre tiene ropa limpia, todo más o menos aseado, excepto su cuarto que aún huele a enfermedad: un olor persistente, impregnado en las cortinas y alfombras. No debe serle muy difícil mantener su hogar así a Lisa Marie, la casa es pequeña y hay pocas cosas… lo necesario para que dos niñas solas puedan vivir.

II Todas las noches Rossie visita a Lisa Marie. Gustan de jugar en el bosque cercano a la casita de Lisa a la que alcanzan las agujas de pino que el viento arrastra. En la tarde dan con una tumba olvidada en medio de un claro. Un ángel de piedra carcomida mira al cielo, como implorando clemencia para quien a su sombra yace, debajo de la lápida de nombre borrado cubierta de hojas. Lisa Marie se sienta al borde de la tumba. Llama a Rossie. Una al lado de la otra se tocan. Lisa empieza. Sonríe. Pasa los dedos ligeramente por los labios de su amiga. Foto: Ulises Márquez Mino - Modelos: Paty y Natalia - Bodypaint: Iñaki Alvarez - Asistente: Suheily Arzate.


IV En los baños de la escuela, mientras se mira al espejo de mano de Lisa Marie, Rossie se descubre mirando a una anciana. Asustada deja caer el espejo. No se rompe. Cuando el susto ha pasado, desde el suelo, el espejo le devuelve su propio reflejo. Apresurada, lo guarda. No lo volverá a usar en todo el día. Esa noche, preguntará a Lisa sobre esto. Su madre le observa cada vez más abstraída. No sale. No come. Se sienta en el porche largas horas mirándose al espejo de mano: peinándose, hablando a su reflejo. Se balancea en la mecedora. A mamá le confiesa que solamente quisiera dormir. El aire arrastra hasta sus pies las hojas secas de los árboles cercanos. Y sigue meciéndose mientras se mira al espejo. Canturrea en voz baja una canción que habla de muertos. V Rossie ha enfermado. Su madre está muy preocupada. Hace ocho horas tiene fiebre. Delira. El médico opina que se la debe llevar a un hospital. Mientras permanece ahí, cae en un coma profundo. Sus pies pisan descalzos el suelo sucio, pegajoso. Se detiene. Permanece al pie de la cama dónde Lisa Marie, hace ocho horas, se consume en fiebre. Rossie le enjuga la frente. Le acaricia el cabello. Sonriendo, triste, le peina en silencio. Hay algo extraño en la cara de Lisa, parece vieja, arrugada. Y el pelo se le quiebra entre las manos. Lisa Marie abre los ojos. -Debo estar muy fea –murmura. -No, mira -. Rossie le tiende el espejo, Lisa aparta la vista. -Es un regalo. La hermosa eres tú… los espejos son instrumentos de vanidad. Y yo no soy hermosa ni vanidosa-. Intenta una sonrisa, luego cierra los ojos, duerme. Rossie permanece horas al pie de la cama. En el lecho mojado, la niña comienza a temblar. Rossie se acuesta a su lado. Le abraza. Le susurra al oído, consolándola, cosas dulces que solo una niña bonita aspira a escuchar. Sin darse cuenta se ha quedado dormida. Abre los ojos. Tiene fiebre. Le duelen los ojos al parpadear. Tiene frío. Su cuerpo huele, transpira. El contacto de su cuerpo con la piel de Lisa Marie le quema. Su respiración es entrecortada. Tiene la boca entreabierta. Mirándole a los labios Rossie siente que es vaciada. Es una sensación obscena. Sexual. Su alma es arrancada. Por fin, en torrente, entra en la fiebre de Lisa. VI El médico pronuncia lentamente la inconcebible noticia. Rossie acaba de morir, nadie sabe nada. También ignoran que los muertos pueden soñar. Cuando le velan, metida en su ataúd acolchonado de seda, nadie sospecha que sigue soñando… En su sueño Lissa Marie abre los ojos. Está radiante, limpia como recién amanecida. A su lado yace el cuerpo de Rossie. Coge el espejo, mira: es joven, hermosa. Al caer la noche, poco a poco, va cavando una fosa en medio del bosque, hasta la cual arrastra el cuerpo de Rossie. Le entierra. No se demora demasiado. No querría romperse las uñas. VI El ataúd de Rossie es inquieto. Se mueve mucho y desde el interior le surgen los gritos. Alguien grita, también, que la niña está viva. Otro por ahí se desmaya. La gente que ha acudido al velorio se paraliza de horror pero la madre de ella corre, abre la tapa. Le saca. La carga como a un bebé. Le abraza. Y por el resto de la noche no termina de llorar. EPÍLOGO Rossie acostumbra jugar a solas por el jardín descuidado. Regresa tarde a casa. Cuando mamá le pregunta qué desea cenar –a las niñas que han vuelto de la muerte se las suele mucho mimar-, ella pide un capricho que mamá no se espera: -Mamá… ¿una tarta de manzanas podría ser? Y así, sin más, se sienta a esperar…

Fotos: Ulises Márquez Mino - Modelos: Paty y Natalia Bodypaint: Iñaki Alvarez - Asistente: Suheily Arzate.


LA JORNADA DE LA HOSTIA Y LA SANGRE El tema podría ser tratado de muchas, casi interminables maneras; semejante esfuerzo resultaría, sin embargo, baladí. No existe en nuestro universo contemporáneo prueba, ensayo o refutación alguna que pueda aclarar, de manera satisfactoria, la polémica que el suceso abriera. La presente misiva constituye una simple cortesía que este Instituto se permite ofrecer en atención a las continuas y reiteradas demandas de ustedes, estimados contribuyentes, en este foro abierto para y por nuestra comunidad. Por esa misma razón, permítasenos, en aras del entendimiento de los recién llegados y de todos aquellos migrantes en simple tránsito por nuestros territorios, exponer el caso de manera íntegra. El pasado jueves 21 de marzo, hacia las 18:45 hrs., al centro de la Catedral del Sagrado Corazón, y tras la ceremonia de la Eucaristía, según muestran dos cámaras que en el sitio se dedicaran a grabar, de manera repentina, los fieles que se iban reincorporando a sus asientos, iban entrando, sin síntomas previos, en estados convulsivos muy semejantes a los de la epilepsia. Resulta una teoría extendida y prácticamente aceptada, de manera popular, explicar la falta de un escándalo inmediato debido a la presencia de hebras sanguinolentas en la espuma que iba tapizando las bocas de los feligreses. Al parecer todos aquellos familiares que no acudieran a la consumisión de la hostia, reaccionaban de manera escandalizada y procuraban ocultar con vergüenza la agonía que los celebrantes adquirían al reincorporarse a sus costados Es en un estudio posterior, logrado tras la revisión de esas dos cintas, y del pietage de la cámara de seguridad, cuando la simultaneidad del evento puede ser contemplada y corroborada: desde la ingesta de la oblea hasta el desfallecimiento, no pasan más de setenta segundos (hay quienes reducen ese conometraje a 66, sin contemplar la media o considerar el necesario promedio). Las víctimas, en efecto, experimentaban temblores generalizados que crecían hasta alcanzar un descontrol muscular de tal magnitud que los llevó a golpear el suelo de manera súbita. Pausas, en dos de las cámaras, nos impiden declararnos sobre el fenómeno que permitiera el inicio del escándalo. Algunos de los supervivientes declaran que fue un silencio en los coros y en la música sacra lo que les permitió apreciar la panorámica de desastre, justo cuando más del cuarenta por ciento de los reunidos yacía en el suelo, entre espasmos y charcos de sanguinolenta efervescencia. No existe una sola muestra gráfica que nos indique el destino del párroco o sus ministros. De hecho, a partir de ese momento apenas captado en audio (la cámara apuntó al piso cerca de medio minuto, antes de ser apagada), quedan pocos, muy pocos testimonios sobre lo sucedido. El resto de la información ha trascendido por los canales típicos de los mass media: en varios noticieros nocturnos, a lo largo del territorio, se difundieron las escenas finales, esa ruina producto de lo que ahí se denominara como “pillaje, secuestro y asesinato” que dejaran ciento veinte cadáveres desmembrados y doscientas personas desaparecidas como saldo oficial. Las declaratorias de las fuerzas del orden sobre las operaciones del narco y del crimen organizado, no resultan descabelladas. Una facción de nuestra comunidad ya se apura a señalar al párroco y su grupo como los posibles artífices.

Gerardo Horacio Porcayo Si bien enfrentamos tiempos violentos que han trastocado todos los valores, nuestra comunidad no suele enfrentrar falsas diplomacias de esta magnitud. Además, ninguno de nuestros extremistas se ha pronunciado o se ha adjudicado tal autoría. En contraste, cien de los desaparecidos han sido descubiertos de manera paulatina y fragmentaria, en trozos de no más de quince centímetros de longitud, en las últimas horas. Hallazgos que parecen corroborar la presencia de fuerzas hostiles con una agenda especial... Una que sigue sin darse a conocer. Los rumores son ciertos: la totalidad de los caídos en la Catedral, consiguió transformarse aun dentro del territorio sagrado. Cien de los supervivientes continúan recluidos en el área de especialidades de este Instituto y, hasta el momento, más del 50% de las muestras confirman el rumor popular: la sangre del cáliz es vampírica, de primera generación, y no sólo pudo mantenerse íntegra (o verterse o conservarse) y sin evaporarse durante la homilía, sino que consiguió transformar a más de quinientos asistentes que, antes de ese momento, no poseían vínculos con nuestra comunidad. Si bien las muertes en territorio sagrado resultan lógicas; lo que plantea ese cáliz aún no agotado, más bien rebosante, excede cualquier expectativa racional Una teoría se ha difundido al respecto y asegura que todo el suceso no es otra cosa que un complejo presagio sobre el cercano Apocalipsis. Como prueba queda la foto que publicara el más amarillista de los diarios humanos. Una que captara este graffitti: el dios no muerto ha regresado como un león Ya hay huestes, de nuestros compatriotas, tratando de marchar a Tierra Santa para un último y definitivo acto de redención. Ya hay quienes reinterpretan y creen entender a todo Nietzche y su frase. Nosotros sólo ofrecemos esta recopilación y la seguridad de que nada, absolutamente nada de lo anterior, es suceptible de refutación racional. Se les pide, se les sugiere, el mayor de los pragmatismos para alcanzar la calma. Agradeceremos, de igual manera, toda muestra y evidencia que puedan aportarnos, desde su particular condición, y que nos ayude a acercarnos un poco más a la verdad tras este extraño fenómeno. Deseando que las lunas acompañen su devenir y los lleven hacia las mejores sendas de supremacía.

Atentamente: Instituto de Estudios Transnormales Oficina de Preservación y Patrimonio Vampírico


A S A D A IR M S E R T DA E R B E N D I V A D

© D A V I D

N E B R E D A


EL INCREÍBLE CUERPO HUMANO Comentarios sobre David Nebreda. Tomás Torres I. A David Nebreda se llega por la sangre. Pero una vez que nos hemos establecido ahí, debajo de la piel, las pocas certezas que habíamos conseguido respecto a esa cálida interioridad comienzan a ceder. En una primera lectura, se trata de un aporte más al repertorio de representaciones extremas de la corporalidad, del llamado Arte Abyecto y la Nueva Carne. Si bien, es quizás uno de los más extremos, hasta este punto podemos fácilmente ubicarlo no más allá de Cindy Sherman, Orlan o el accionismo Vienés -todo el contradiscurso artístico del cuerpo, el organismo y sus representaciones, de aquellos que han sabido asumir la muerte para reivindicar, a través del dolor y la experimentación, la corporalidad del individuo-. Pero David Nebreda ya no es más un individuo (ni es el dolor el tema de su obra). Ha pasado del individuo a lo indiviso. Se ha despojado de su organismo y se ha hecho de lo que llamó Artaud, un “cuerpo sin órganos”. Ha des-organizado, desestabilizado su cuerpo. Tras una larga preparación, y en absoluta soledad, Nebreda se recluta a sí mismo en una insurrección contra el organismo, es decir, contra la estratificación jerárquica de los órganos del cuerpo, su codificación, su significación, su lógica organizativa. Y es que es mediante el organismo –y no los órganos- que un cuerpo se constituye en sujeto –mediante esa organización que es dada al cuerpo exteriormente, el “juicio de Dios”(1) - con todos los automatismos y filiaciones propias de un sujeto. Pero un cuerpo sin órganos es un plano no estratificado por el cual pasan intensidades, es decir, ondas o fuerzas no extensivas, sino intensivas. Sin el organismo, es decir, sin un cuerpo estratificado, un cuerpo fuera de su norma y de su lógica, los órganos dejan de ser una forma; dejan de ejercer una función para volverse intensidades. El dolor, el frío, el placer, son intensidades que recorren un cuerpo (los niños hacen del miedo o el gozo, de la risa o el llanto verdaderas intensidades que recorren todo su cuerpo. También algunos artistas). Así, ejerciendo un riguroso y metódico itinerario que incluye la inanición, la abstinencia y el aislamiento, para pasar, desde luego, a las quemaduras, las incisiones y las perforaciones, Nebreda lleva a cabo un repertorio de autorretratos en los que no echa de menos excrementos, orina, sangre ni otros fluidos. Al igual que en Bacon, podemos asistir a un desgarro sistemático de los límites de la corporeidad individuante. No se trata, sin embargo, de la representación del dolor, de la abyección, la muerte, ni mucho menos un Via Crucis. Nebreda reivindica el cuerpo; no lo niega, sino lo afirma.

Si bien lleva hasta la flacura y la flaqueza su propio cuerpo, es solo a condición de hacerse capaz de acaso una o dos intensidades, dolores, sensaciones y extraer del cuerpo sus flujos, sus potencias. En este sentido, Nebreda, a través de esta suerte de experimentación involutiva, hace del dolor no una pasión (afección) sino una intensidad, una potencia activa que actualiza en ese cuerpo des-organizado –. Es así que Nebreda transgrede la representación del cuerpo y se nos muestra impresentable. La verdadera transgresión en la obra de Nebreda, no es tanto la abyección por sí misma, sino la ruptura que se hace de la organización del cuerpo, de la estratificación de los órganos. El cuerpo es el límite, y es a través del ejercicio de esa violencia que el pensamiento logra “tocarlo” sin trastocar su alteridad: desorganizándolo, desestabilizándolo como límite, llevándolo a sus propios extremos. No se trata de la “nueva carne”(2)–aquella que se asocia o se “encarna” con dispositivos tecnológicos, prótesis, transplantessino de la “carne del mundo”(3). David Nebreda se despoja, se desembaraza de su cuerpo organizado – organismo- y se hace de la carne del mundo, esa textura que es común a todo acontecer en el horizonte de la existencia, a todo fenómeno, ese quiasmo o pliegue que hay entre el sujeto y el mundo. La carne es elemento constitutivo del mundo y toda experiencia y objeto se manifiesta en ella. No hay interioridad ni exterioridad, sólo existe la carne. No hay individuo, sino cuerpo sin órganos, indiviso, atravesado por intensidades (actualizando o precipitando sus potencias). Nebreda renace y constituye, a través de su experimentación, una nueva subjetividad –o sería mejor decir, una constitución pre-subjetiva-, una máquina deseante.

NOTAS. 1) “El CsO no se opone a los órganos, sino que, con sus "órganos verdaderos" que deben ser compuestos y situados, se opone al organismo, a la organización orgánica de los órganos. El juicio de Dios, el sistema del juicio de Dios, el sistema teológico es precisamente la operación de Aquél que hace un organismo, una organización de órganos que llamamos organismo, porque no puede soportar el CsO, porque lo persigue, porque lo destripa para adelantarse y hacer que prevalezca el organismo. El organismo ya es eso: el juicio de Dios del que se aprovechan los médicos y del queobtienen su poder. Deleuze-Guattari, Mil Mesetas, Pre-textos, Valencia, 2002. 2) Nancy, Jean-Luc, Corpus, Ed. Arena Libros, Madrid, 2003. 3) MERLEAU-PONTY, Maurice. (1970). Lo visible y lo invisible. Seix Barral, Madrid


NEBREDA: LOS DOLORES DEL ALMA Blanca Esthela Villalpando Arroyo Quien sabe de dolor, todo lo sabe. Dante Alighieri. En algún lugar del alma se extienden los desiertos de la pérdida, del dolor fermentado; oscuros páramos agazapados tras los parajes de los días. Sealtiel Alatriste. Habitualmente hablamos del dolor: recordamos el hueso roto, la piel lacerada, el ojo punzante que reaviva el puñetazo; la queja instalada en el cuerpo que recuerda la fragilidad de lo que somos. Tenemos una referencia completa del dolor. Otras veces, sentimos una opresión en el pecho que nos asfixia, que inunda los ojos de llanto mientras una erosión quemante recorre cada uno de nuestros miembros. Dolor, simplemente lo llamamos dolor. El Hombre se ha especializado en aliviar los primeros, los físicos, pero ¿Qué píldora puede curar los dolores del alma? ¿Acaso la locura es el mejor camino para aliviar aquello que no puedes tocar pero lastima? ¿En qué rincón del dolor se instala el hijo muerto, el amor perdido, la patria lejana, el desencanto del mundo? Muchos hablan del dolor del alma: el poeta, el cantor, el faquir, el mártir, los santos –si es que existieron-; sin embargo, aunque nadie lo ve creemos en él con fe ciega como se puede creer en un Dios. He visto tantas manifestaciones de dolor pero pocos me han provocado un estado cuasi catatónico como lo ha hecho la obra de David Nebreda (Madrid,España, 1952). Lo primero que me horrorizo fueron las marcas del autocastigo que presentaba su cuerpo, me estremecí ante aquel minúsculo y miserable cuerpo que invocaba la muerte; no pude ver más de 10 fotos, un poco de miedo parecía detenerme y tuve la sensación de querer parar (pensando “esto no es necesario”), como lo hice cuando vi 120 Días de Sodoma de Pasolini. No obstante, el recuerdo de la fotografía de Nebreda me provocó una necesidad imperante de regresar a ella y contemplar con un extraño gozo que inquieto mi cordura. ¿Qué clase de dolor habita el ser de Nebreda? ¿Qué caminos recorre su dolor cuando la mutilación y tortura del cuerpo no son suficientes para aliviar el calvario de su alma? Es difícil saberlo, sobre todo cuando hablamos de un hombre esquizofrénico, sin tratamiento médico, aislado por más de 20 años en su departamento de Madrid, España. Existen varias razones para detenerse a revisar la obra de este fotógrafo quien vive bajo la tiranía de la tortura y del dolor que él mismo se ha impuesto para enfrentarse a los fantasmas de su mente. La cámara fotográfica ha sido fiel testigo de las flagelaciones que ha llevado a cabo sobre su propio cuerpo de forma tan salvaje como ritual. Sus propias palabras lo manifiestan: “he conocido al enemigo de dentro y de fuera. Tengo miedo de seguir utilizando mi sangre, las quemaduras, los azotes, el agotamiento, los clavos. Sólo conservar de mi patrimonio el silencio (…), movimiento, excremento, ritos…” Este fragmento está contenido en una de sus imágenes, y se cree que fue escrito con alguno de sus fluídos corporales, los que frecuentemente usa en muchas de sus obras (sangre, orines, excremento, etc.). Aunque tenemos varios artistas que ha explorado y creado a partir de lo grotesco, lo ominoso y hasta lo brutal, como Peter Witking, Orlan, Andrés Serrano, ninguno llega a los niveles de Nebreda. Por Ejemplo Witking –quien me llevo a Nebreda-, suele involucrar temas y cosas tales como muerte, sexo, cadáveres (o partes

de ellos) y personas marginales como enanos, transexuales, hermafroditas o gente con deformaciones físicas; en mi opinión, queda rebasado por la autenticidad de la manifestación del dolor en las fotos de Nebreda ya que, además de presentar su propio cuerpo con las torturas y daños que se ocasiona, su obra está llena de una luz mística, de sensualidad y de horror que puede ser plenamente integrada en la tradición expresionista del arte español de la Contrarreforma, con los claroscuros de un Caravaggio y la fisicidad casi palpable de un Bacon. Al buscar explicaciones y razonamientos sobre las conductas de Nebreda, lo he justificado, asumiendo que gran parte de ellas están derivadas de su enfermedad, de la necesidad de expresar el purgatorio en que están sumidos sus pensamientos. Si consideramos que el dolor y el placer son dos extremos de la misma línea y que se forman en la misma región del cerebro -Zona Límbica- , podemos entender el por qué recurre al autocastigo para lograr intensificar su placer. Asumo que es una de sus búsquedas. Probablemente, por las condiciones en que se encuentra, físicas y mentales, tenga una necesidad de sentirse, de hacer consciente la poca vida que le queda dentro de un cuerpo que se marchita cada vez más. Por su esquizofrenia, es de suponer que la hipoalgesia (poca o nula sensibilidad al dolor físico) lo ha llevado a explorar límites insospechados de la tortura, utilizando procedimientos que, aunque reprobables, le generan un estado de alivio, un remanso para su alma doliente. Ahí radica su placer, presumo. Exhibir en su cuerpo, que no sufre ante la mutilación física, los dolores más enquistados en el espíritu. Con lo anterior, no pretendo incitar a que se la subestime el dolor que se autoinfringe; por el contrario, considero que la necesidad de ver su imagen en el límite de la muerte es un castigo mayor, su única posibilidad para manifestar lo que le carcome las entrañas. Extraños caminos que podría elegir quién pretende atarse al mundo con un frágil hilo de cordura que deja de tensarse ante la contemplación y la minúscula sensación de vida. Algunos lo han denominado prolongación de un suicido anunciado (Corpus solus, Juan Antonio Ramírez. Edit. Siruela, Madrid, 2003) Después de observar las fotos de éste artista, me fue difícil alejar de la mente las imágenes de las quemaduras en el pecho, de las perforaciones del escroto y prepucio, las navajas atravesando medio dedo índice o los hilos que estiran el pellejo del tórax a manera de corsé. Se quedó incrustado en mi memoria un rostro bosquejado por el dolor y sufrimiento, la mirada perdida y serena, el cuerpo momificado. Todo esto reflejando su universo mental, al que sólo pude adjetivar como sanguinario, atroz o brutal. Me resulta duro imaginar el proceso de creación de este fotógrafo: visualizar la imagen desea (lo que ya implica la primera tortura psicológica), la preparación de la instalación, la colocación de la luz y la búsqueda de la perspectiva, para el posterior rito de entrega al suplicio. Un castigo asumido con plena voluntad. La contemplación de la obra deber ser la culminación del ritual catártico anhelado. Los textos que hablan sobre Nebreda dicen que es autodidacta en materia fotográfica, que la mayoría de sus gráficas las ha realizado en las dos únicas habitaciones que tiene en su piso. Técnicamente, ha trabajado con una cámara de 35 mm, dos lentes de 55 mm macro y un angular de 28 mm. Utilizando un cable de seis metros para accionar el disparador automático. No ha habido manipulación en el positivado y sí ha realizado, sin embargo,


dobles exposiciones con la cámara que le han permitido aparecer por duplicado en algunas imágenes. Aunado a esto, su formación como artista visual, le ha permitido utilizar estas herramientas para manifestar su sensibilidad. La obra de David Nebreda pudo haber quedado en el anonimato, tenemos que agradecer que sus imágenes llegaran a las manos del galerista Renos Xippas quien le dedicó una exposición en su galería de París; fue allí donde Léo Scheer descubrió su obra, impresionado por su fuerza decidió hacerse editor para poder divulgar el trabajo artístico fotográfico, publicando dos libros del material. Conocer la obra de Nebreda, será siempre una posibilidad de asomarse a los rincones del ser, a los lamentos humanos y de las heridas silenciosas que pudren los huesos. A pesar de que el dolor no sabe de técnicas, no conoce de luz ni enfoques, es evidente que seres como él son una manifestación y catalizador de los lamentos del mundo, de lo que callan las puertas y ahogan los vagabundos en su mirada seca. Los dolores del alma: el débil palpitar de un corazón que se busca, que en su soledad de cuatro paredes construye una bella sinfonía escrita con tinta de sus fluídos, notas salpicadas de excremento y heridas en las que danza un hombre que más que horror nos puede provocar una ternura infinita.

INQUIETA ESTA REALIDAD INASIBLE -apuntes sobre la fotografía de NebredaJesús Baldovinos Romero A la memoria de mi hermano Oscar Vivir no es otra cosa que arder en preguntas. Los locos son las victimas individuales, por excelencia de una dictadura social. No hay nadie que haya jamás escrito o pintado, esculpido o modelado, construido, inventado, a no ser para salir de su infierno. Antonin Artaud Lo que inquieta en Nebreda, a través de sus imágenes que ofrece al espectador, es lo inasible de la realidad, la imposibilidad de explicar al ser humano y esa aparente realidad que nos rodea y que, curiosamente, nos construye. Es decir, que al ser construidos por una realidad inasible, terminamos siendo inasibles, o nada. Deja sin asideros a quienes se aferran a los constructos convencionales de la racionalidad-locura, del arte, de la cultura, en fin, de cualquier manifestación humana o cultural que es lo mismo. Al destruir estos asideros, de manera inconsciente –que lo dudo muchoo consciente, el ser humano queda desarmado, imposibilitado para explicar el mundo y a si mismo. Y justamente esta fragilidad, este estado efímero es que el Nebreda pretende aprehender en sus fotografías. De Nebreda se dice que padece esquizofrenia desde los diecinueve años, sin embargo, en su trabajo se pueden percibir otras “enfermedades”: narcisismo, voyeurismo, exhibicionismo, masoquismo, tendencias autodestructivas. Quienes desean explicar y magnificar la esquizofrenia, usarán el DSM IV, y explicarán que tal “enfermedad” se caracteriza por delirios, trastornos de pensamiento, alucinaciones, falta de emoción apropiada (sic) (¿), límites inciertos del yo, conducta motora impredecible, cambio en el nivel motivacional, funcionamiento interpersonal deteriorado, dificultades de atención. Características que en mayor o menor grado podría decirse que poseemos todos en algún momento. (Me parece escuchar allá alguien que dice: ¿estás loco?) Afirman unos que hay una negación de su propio cuerpo, pero tal pareciera que esa negación viene de fuera, de los especialistas en salud mental que representan una sociedad conformada y

conforme, quienes dan su interpretación de la persona –no de la obra-: el hombre es incapaz de crear estando “loco”; si está “loco”, entonces su obra alucinante es producto de esa “locura”. La negación radica en condicionar la creación, la creatividad, el arte, a la “normalidad”. Como si no hubiera otras manifestaciones artísticas que en su momento histórico particular rompieron cánones y aparecieron como alucinantes o producto de la locura –como lo fue en su momento el arte abstracto-. Me surge otra duda: ¿el autor en realidad no es consciente de lo que hace, de lo que provoca? Si es así, ¿quiénes están tan interesados en proyectar su obra y convertirlo en un artista famoso? ¿Su familia? ¿Su promotor? En cuanto a la negación del cuerpo, en una persona con esquizofrenia, se dice que existe: sin embargo, esta autopercepción deformada no nació en la persona, algo o alguien la incunó en él. La pregunta es qué o quién. Esta percepción de deformidad lleva a una auto-reconstrucción, que paradójicamente, se proyecta en una aparente autodestrucción. Sin embargo, esto que aparece a los demás como negación, es un estado desde donde se busca proyectar la propia existencia. Es un constante decir existo, aquí


estoy, este o esto soy yo; así veo al mundo, eso es el mundo, esto me ha hecho el mundo. Y justo aquí es donde aparece el enojo y el posible resentimiento. El arte (el formal y aceptado) tiene un alto grado de locura. Busca destruir lo establecido (thanatos) y al mismo tiempo ofrecer una nueva perspectiva (eros). Las manifestaciones beligerantes o aparentemente contestatarias al arte formal o al establecido en ese momento histórico, posee ese mismo sentido ambivalente de destrucción y construcción. No es más ni menos que el otro. Es otra manera de expresarlo. De ahí que aquello que se autodenomina “contracultura” no sea otra cosa sino la manifestación cultural de un momento particular, y que desde mi perspectiva sería, “contra la cultura de lo establecido”. Algo similar ocurre con la obra de Nebreda. Si bien, al parecer no fue intencional su trabajo fotográfico (cosa que dudo), al ver la luz, cuestiona e inquieta. Pero este cuestionamiento no se hace a un bloque artístico en particular, vas más allá, es un cuestionamiento duro al Arte en general y a todos los entes que en ese ámbito se mueven. Inquieta en tanto que los asideros convencionales dejan de existir. Y más aún, es un cuestionamiento a la existencia tal y como la concebimos de manera cotidiana y hasta aborregada. Hay quienes afirman que dada su “enfermedad”, su obra no incluye a los otros. Contrariamente a este pensamiento, la obra de arte es una especie de filtro, en donde se ciernen toda la influencia social confluida en la persona. De ahí también esa reacción manifiesta contra lo establecido. En el rompimiento con estos convencionalismos radica la “locura”. La locura es una construcción social/cultural, en donde caben los que no entran en la media, en la uniformidad de pensamiento y de conductas. Se espera que el “enfermo común” alucine, mientras que aquel que usa esas alucinaciones para crear sea un artista. En el caso de Nebreda, desconstruye la realidad, la oferta y al mismo tiempo, cuestiona lo que “socialmente” se ha construido; ofrece su perspectiva de vida y del mundo. * El arte concebido como tal, en su manifestación más precaria que es el arte efímero conlleva una serie de lineamientos y requerimientos para constituirse como tal, y se diferencía del circunstancial en tanto que en aquel se genera una serie de procesos primarios antes de ver el producto artístico, y en éste, la manifestación ya está ahí, de manera accidental, natural o humano, y es el espectador-artista quien le da sentido con sus constructos, lo conceptualiza y le da forma. En el primero, el concepto existe antes que la obra, en el segundo, es todo lo contrario. En Nebreda, hay un proceso conceptual con antelación: el uso de la luz, los matices y los efectos que impone en la imagen, así como las poses que adopta para re-crear referentes de personajes de las artes o del misticismo. Es decir, no es arte circunstancial, no es un producto de la “locura”, sino un producto muy bien pensado, racional, que se contrapone a aquellas características que el manual de salud mental nos indica. Y tan racional que no usa precisamente la razón para explicarse o para sorprender al espectador. Hay una creación de efectos para causar una sensación específica. * Durante mucho tiempo ha surgido una serie de cuestionamientos sobre la relación entre la locura y la genialidad, sin poder -como casi en todos los grandes temas- ponerse de acuerdo en un principio regente. También se cuestiona la diferencia entre la “normalidad” y la “locura”, sin llegar tampoco a ningún lado. En torno a las características de la esquizofrenia, o la “enfermedad de Nebreda”, ¿Acaso no poseemos, en algún momento, algunas de estas manifestaciones? ¿Acaso no buscamos explicarnos a nosotros mismos a través de diferentes manifestaciones artísticas

incluyendo la fotografía tal y como lo hace Nebreda? La locura es también una toma de decisiones, el no estar de acuerdo con las convenciones, y viceversa, cuando las actuaciones de la persona no “coinciden” con los intereses de la “sociedad”, aparecen como por arte de magia las etiquetas: el desadaptado, el antisocial, el loco. Nebreda lo lleva al “extremo”, tal y como lo hacen quienes consumen el tatuaje o las deformaciones. El body art podría ser otra de estas manifestaciones en donde el cuerpo se asume como un campo de batalla, en donde la persona reta a los cánones sociales. Lejos de la locura individual, es una manifestación cultural, es una oposición de actitudes, de pensamientos, de concepciones, e incluso de emociones. Queda lejos, entonces, el concepto de locura que se puede adjudicar a una persona. ¿Qué relación hay entre el artista y su cuerpo? En el caso primero, es una apropiación, es un decir a los otros, poseo mi cuerpo y lo uso a mi antojo, aparte de otros elementos simbólicos que conlleve cada manifestación particular. La obra viene de afuera, es el cuerpo propio el objeto de uso y de recurso. En el segundo caso, el artista se manifiesta en su propio cuerpo, un acto hasta mesiánico, una exposición donde el cuerpo es una obra de arte: mi cuerpo es una obra de arte. Aquí la referencia que me asalta es la de Wilde, con su concepto de que el arte es eterno y que se revela en El retrato de Dorian Gray, que Nebreda parece darle la vuelta. No es el alma lo que se corrompe para ofrecer como producto un cuerpo deforme; es sacrificar un cuerpo para ofrecer un espíritu brillante, genuino, puro, casi rayando en el misticismo, y que evidencia en una de sus imágenes en donde aparece como ese santón hindú. Sartré apunta a una libertad que apunta a lo individual y luego a la social: La libertad es lo que haces con lo que te han hecho. En el caso de una “locura”, lo único que se posee como certeza y como punto de partida, es el propio cuerpo. Es el último reducto en donde la libertad se pone de manifiesto. Nebreda, de esta manera, usa su cuerpo en varios ámbitos: retratista de lo personal, de lo real, de lo ficticio, de lo social. La autoflagelación es así, una retroproyección y al mismo tiempo una proyección: un enorme resentimiento, contra propios y extraños, una culpa que se expulsa y se coloca fuera, sin el reconocimiento de los propios procesos de pensamientos que van en detrimento propio. El retrato, obedeciendo a ese impulso de ubicarnos en quién y qué somos, manifiesta ese dolor permanente que es la vida, como si esta fuera un viacrucis impuesta desde el exterior o un regodeo en el dolor.


¿Qué llama la atención en el espectador? La duda. El espectador no sabe si aquello es real o es un truco (ya ven que todos los artistas están locos). Apela a las sensaciones a través del uso magistral de la luz y los fluidos: sangre, vómitos, heces. ¿Qué representan y qué importancia adquieren como símbolos? No hay una separación de la racionalidad. Es una postura crítica. El retrato visto desde Nebreda es decir lo que somos y quiénes somos en este momento histórico puntual: Subproductos de una sociedad. Las sensaciones que puede provocar en el espectador remiten a la náusea sartriana, de quien permea –en forma de imágenes- su obra. ¿Qué pretende inmortalizar entonces? Wilde, de nueva cuenta, en El retrato de Dorian Gray, la frase hipocrática: La vida es breve; el arte, largo… Una serie de frases de este mismo autor parecen direccionarnos hacia donde quiere Nebreda que pongamos la vista –literal y metafóricamente-: El verdadero misterio del mundo está en lo visible. Nebreda provoca al espectador con sus propios prejuicios. Apela a las sensaciones como si estos fueran los ojos del espíritu, conmueve, inquieta, para finalmente llegar al intelecto. Paso a paso va negando, no a su cuerpo, si al mundo que damos por sentado y que nos contamos como cierto. Las fotografías de Nebreda también son una serie de cuestionamientos: ¿esto es arte? Si el arte es un reflejo de la sociedad que lo pare ¿qué nos quiere decir con tanto dolor? ¿Quién es ese que está frente a mí? ¿Es un personaje ficticio o real? Si es real y el arte es reflejo social ¿Se parece a mí? ¿Soy yo? * El retrato es una apropiación de mi mismo, y como obra de arte, refleja una sociedad y es producto de esa sociedad. Por tanto, es una apropiación de mi sociedad.

Sin embargo, no dice con exactitud ni qué es esa sociedad ni quién soy yo. Tampoco puede capturar un momento específico social, como reflejo solo se percibe el dolor de una decadencia. La realidad ha dejado de ser un lugar de crítica, ahora esa posible realidad está presa en una obra. La realidad no es como nos aparece a lo cotidiano. Es mucho más complicada para aprehenderla. La única certeza es que es inasible. La realidad empieza a temblar tan pronto nos cuestionamos. Se evapora, nos elude. Y ante esa inquietante inasibilidad, lo único que poseemos son las pequeñas certezas con la que pretendemos construir, con la que la pretendemos explicar. El arte es una de esas formas con que buscamos que las cosas sean permanentes, una de las formas con las que evidenciamos nuestras carencias. La inquietud que sobreviene cuando el lenguaje también ha dejado de ser exacto para describirnos, se acompaña con la inquietud de que esto que percibimos como real no lo es. Dudamos hasta de la propia existencia, tanto que necesitamos proyectar esta existencia en obras también aparentemente “permanentes” como lo es la fotografía. Y que si lo analizas, tampoco estas manifestaciones humanas son permanentes. Las preguntas que surgen de la obra de Nebreda, va más allá de las cosas que “podemos concebir” de manera “normal”; es un cuestionamiento de qué tan profundo puede navegar el hombre en su propia “locura” o en su “propia realidad”, tanto interior como exterior. Lo que inquieta es esta realidad inasible. Esta falta de lenguaje claro y concreto, esta falta de certeza en las cosas, en la vida y en uno mismo. Tal y como hace un Hobble en el Universo, descubriéndonos tan insignificantes, las imágenes de Nebreda nos hacen dudar de esas certezas aparentes. Y que el viaje al Hombre es también apenas un sueño.


EL TIANGUIS DEL CHOPO, 30 AÑOS Y TAN VIEJO Alfonso Morcillo El Tianguis del Chopo es un anciano de 30 años. Es un viejo decrépito y ridículo que se sigue vistiendo como adolescente de los 60, 70, 80, 90 o incluso como adolescente del nuevo siglo. El tianguis del Chopo no ha muerto porque es una boyante empresa comercial que ha dejado de ser un espacio cultural, si algún día lo fue. Yo soy más viejo que el Tianguis que primero se ubicó dentro del Museo del Chopo y luego vagó hasta que el sedentarismo y la comodidad hicieron presa del hijo rebelde que llegó a aposentarse a las calles de la colonia Guerrero, la warrior, del Distrito Federal. Yo soy más viejo que el Tianguis del Chopo y tengo menos achaques que él. He asumido mi vejez con dignidad. Tengo menos arrugas que años y ninguna cojera me hace trastabillar. En cambio el Chopo, ah ese Tianguis al que durante mucho tiempo fueron los intelectuales, sociólogos y cronistas para estudiar y retratar a los jóvenes de varias épocas que ahí se reunían, porque ahora casi sólo asisten adolescentes y jóvenes de este tiempo. El Chopo es más un jipi aferrado que un punk que debe morir antes de los 30. Si el Chopo fuera punk, ya se habría suicidado, aunque están a punto de matarlo los comerciantes voraces que cada sábado extienden sus puestos a lo largo de casi cuatro calles. El Chopo se convirtió en el espacio por antonomasia para el comercio y no para el intercambio. Señal de los tiempos. Sí, es cierto, el Chopo ahora tiene mayores espacios para difundir actividades culturales, teatrales, artísticas, musicales, editoriales. Sí, es cierto también que se encuentran películas de culto, pero éstas también se consiguen en La Lagunilla y Tepito a un costo cinco veces menor. Sí, es cierto que en el Chopo se encuentran muchos, muchísimos discos de géneros que ya no sabe uno si son rock, alternativo o qué cosa. (Soy muy malo en eso de la clasificación de las músicas y como soy viejo, sigo escuchando a Los Ramones y Sex Pistols y The Clash y Cramps y Dead Kennedys y DRI y el viejo Metallica y Nirvana y grupos por el estilo). Sí, es cierto decía, que se consiguen esos y muchos, muchísimos más discos, pero nada que no se compre en casi cualquier puesto de piratería de las afueras de cualquier estación del metro y a un precio, otra vez, cinco veces menor, salvo puestos especializados del Chopo, que siguen siendo oasis agradecibles, caso del trash y death metal o el pop español. Sí, es cierto que ahí se encuentran playeras estampadas que casi en ningún lugar, pero camisetas que duran tres lavadas con el cuello sin estirar para casi colgarse y que decoloran desde la misma tercera sometida a la lavadora. Sí, es cierto que ahí se entera uno de ciertas tocadas o conciertos, cierto que hace varios lustros era el único lugar para enterarse de todas las tocadas, pero hoy no me digas lector que no prefieres revisar tu Facebook y enterarte de cada fiesta concierto tocada o vulgar borrachera por medio del muro de tu Facebook y en algunos casos del twitter.

El Chopo es un viejito además prohibitivo. En mis tiempos, dirían los más viejos, ahí uno bebía, no a escondidas, pero sí sin hacer escándalo y a los más evidentes una razzia los llevaría. Ahora proliferan hoyos que venden asquerosa cerveza Indio o Sol, meados dignos de cualquier teporocho a precios de cantina de la Condesa. Diré en su favor que el único lugar decente es una cantina que es cantina entre semana y abrevadero de darkis y punkis, casi en su mayoría, los sábados y que vende Corona, Victoria o León y se ubica a unos pasos al sur del Eje 1, frente al edificio del sindicato de ferrocarrileros. Es más, el Chopo es un viejito que ya se hartó de razzias y de punkis o talones. Sus eficientes vigilantes ante la menor provocación se encargan de llamar a los policías; los esbirros del Chopo te detienen y retienen asumiéndose la seguridad y con su discurso de “es por tu seguridad”. Vaya viejito gruñón y represivo en que se ha convertido el Chopo, o en lo que lo han convertido sus líderes, comerciantes dignos ser sepultados en un templo repleto de mercaderes por el mismo Sansón. El Chopo es un viejo de apenas 30 años. Le quedará tiempo de vida, mucho, me temo. Quizás ni siquiera desaparezca bajo los escombros de un temblor o los desechos de la gran inundación. Siempre habrá un comerciante voraz que sabrá aprovecharse de la demanda de ciertos inocuos públicos o consumidores. Y siempre habrá una mal llamada tribu urbana en busca de un lugar para reunirse, beber, intercambiar, comprar, drogarse o departir bajo un inclemente tiempo. Y ahí estará siempre un cronista o un sociólogo o una televisora para dar cuenta del fenómeno. El Chopo es un viejo que no parece que vaya a morir pronto. Salud.

Foto: Ese Noctis


MURAL DE LA VIEJA GUARDIA—MÉXICO OBSCURO © César Oropeza Integrantes de izquierda a derecha: Ernesto (Organizador) Dark Zone, Teresa (Músico) de Los Mustang 69, Jorge Barragán (Organizador) del Chopo, Dany Wakantanka (DJ), Guillermo Clemente (Músico) de El Clan, Erk Aicrag (Músico) de Hocico, Aknes (Músico) de Masacre 68, Ogo (Músico) de Binaria, Salvador (Músico) de La Castañeda, La Congelada de Uva (Performancer), Rita Guerrero (Músico) de Santa Sabina.

Y SE HIZO EL SONIDO… Arturo Alveláis (Androide Azul FK_R2) La historia del trabajo artístico y colectivo de la hoy disquera independiente y productora Fiat Sonus! en realidad tiene aproximadamente 18 años, si tomo como referencia al proyecto musical de electrónica dura Vitam Non Mortem (VNM) que vio la luz en el año 1993. Concebir la música subterránea oscura en aquel entonces con una infraestructura profesional estaba cerca de ser una utopía. Existían pocos espacios, que lo mismo programaban bandas de rock pop que agrupaciones de la incipiente escena underground. Todos cabían en los mismos y limitados foros; el LUCC, Rokotitlán, Tutti Frutti, Foro Jhon Lenon y Teatro Ángela Peralta en una primera etapa; Museo del Chopo, Viva Villa, PH, La Mosca, Babel, Alicia, etcétera, en una segunda, fueron testigos mudos del desarrollo de una cultura a la que pocos le apostaban. Algunos músicos se respaldaban en estos lugares y otros también en organizaciones. La Corporación fue una que impulsó en los 90’s a grupos reconocidos internacionalmente como Deus Ex Machine, Cenobita y Hocico., tiempo después se desintegró para dar pie (algunos pertenecientes a esta, otros no) a otros colectivos como Distortion Sekt, Binaria, Urbe 01, Frente Electrónico Mexicano (FEM) y un mediano etcétera. En esos ayeres, la visión para una profesionalización era limitada, la única disquera seria que estuvo en el desarrollo fue Opción Sónica.

Los primeros trabajos de los grupos citados, después de sus demos, fueron grabados y distribuidos por este sello. Las bandas que estaban pisando los talones no alcanzaron este impulso, Opción Sónica desapareció y dejó de ser la “opción” principal. Algunas organizaciones tuvieron que crear sus propios medios de grabación y sus propios canales de distribución, como el caso de Binaria y sus acoplados Interdependencia y LP’s de algunos de sus proyectos colectivizados. Otros tuvieron que buscar refugio en el LabelNoise Kontrol que adoptó parte de lo que era el catálogo de Opción Sónica. Músicos, ingenieros, diseñadores, productores y máquinas análogas quedaron en el camino. Pocos sobrevivieron y tuvieron que rascarse con sus propias uñas. VNM existía en este trajín, sin poder concretar su creatividad, Sahvlader es el pseudónimo utilizado por la mente detrás del nombre. Veneno para las Hadas (VPLH), un fenómeno ambiental experimental estuvo en escenarios en una era en que el público no estaba preparado para escucharlos, Binaria los produjo y se encargó de conducir y andar en la misma vereda, con Alexis y Ethel, en los años 2 mil, VPHL llegó a Europa y a festivales tan populares como el Wave Gothic Treffen en Alemania. Ethel encabeza el proyecto. Entrados los 90’s, Immum Coeli pisó diversidad de antros y expandió su toque Dark Wave en todos los rincones del país que la gente oscura iba tomando. Immum sobrevivió a la


De izquierda a derecha: Daniel Drack (Organizador) de La Orden del Sister, José Hernández (Músico) de Hueco, César Oropeza (Artista Plástico), Ethel (Músico) de Veneno para las Hadas, Ricardo Demencia (Músico) de Exsecror Vecordia, Marco Lacroix (Músico) de Maldoror, Aldo Altamirano (Locutor) de Experimento Radio, Zilah (Artista Plástico), Armando García (Organizador) de Dadá X, Mario Cruz (Escritor), Cristhian Chavero (Escritor) de Sangre y Cenizas, Carlos Camaleón (Escritor) de El Under Ediciones.

pérdida física de un integrante y algunos cambios en la alineación, hoy son 3 integrantes, Polly Ane, Dorsereg y Alex Vourdalak, Noise Kontrol materializó el sueño de tener el L.P. Lust como muestra implícita de su largo andar. A fines de los 90’s, Morfeo Speaks (Jan Róss, Brida Garland, Jezrael Karras) comienzan ensayos y se perfilan para un futuro de 10 años que los hace ser actualmente el mejor grupo Dream Pop en México, al grado tal de tener colaboraciones de la agrupación Dark Orange, ícono internacional de dicho género. Y así llegamos a los años diez del 2 mil, con grandes y pocas historias de consolidaciones y muchos descalabros. En 2009 nace Fiat Sonus! (En teoría). Jako es productor, Sahvlader manager. Un colectivo de arte sonor que publica en ese mismo año, dos sencillos de VNM y en noviembre de 2010 el acoplado Praeludium, antesala de la gran sorpresa que tenían reservada: proyectos que existen, algunos desde hace más de década y media, de la mano de frescas propuestas. El EBM, Ambient, Dark Wave y Dream Pop de los antecesores mencionados, se funde con el Dark Ambient, Hard Electro, Noise y más vertientes de los

debutantes Angeo u Démon, Cempasúchil, Maniaka Espansión y Thinner. Debutantes entre comillas, pues Dianoize (Maniaka Expansión) lleva algunos años presentándose con diversos públicos en varios escenarios o Cempasúchil y Thinner cuentan con la creatividad directa de Sahlvader. Energía, arte, libertad, inteligencia, poder y justicia, son elementos de su manifiesto inicial. Fiat Sonus! es y será comenzando esta segunda década del nuevo milenio, el mejor referente de una escena que ha pasado por todo y que ha llegado a la cima de la profesionalización. Los músicos, ingenieros de audio, productores, diseñadores gráficos y técnicos son los recursos humanos que lo hacen posible. La libertad para sus autores con sus obras, el comercio justo y el respeto al medio ambiente, son los tres pilares que sostienen el sello para que la nada acústica que invade el contaminado espacio sonoro actual no avance más, y entonces podamos proclamar: ¡Hágase el Sonido! Último evento producido: Hocico, Vitam Non Mortem, Maniaka Expansión en el Circo Volador, sábado 26 de febrero 2011. Más info respecto al sello: www.fiatsonus.com


EL NUEVO DESPERTAR por Juan Zavaleta Artista multidisciplinario desde 1988. Fue Miembro del extinto Grupo SEMEFO, considerado un icono y un fenómeno en el Arte contemporáneo y uno de los colectivos artísticos mas importantes en la década de los 90s’ en México. También fue Miembro del extinto grupo de performance “La Bruja Lesbica” (1990-1991) y del extinto grupo de música electrónica industrial “Kinitch Aboa” (1988-1993).

Juan Zavaleta. La Llegada I. 2010 Carboncillo sobre papel de alta densidad. 185cm x 150cm La era de Acuario ha llegado, el Apocalipsis esta sucediendo ahora mismo, es tiempo de cambio, tiempo del despertar, de la purga. La raza que creo a la humanidad esta dividida y pelearan la ultima batalla por su creación. Muchas otras civilizaciones vienen de regreso para ayudar con el nuevo despertar con el fin de llevarnos a la unión universal, liberándonos de nuestra larga cuarentena, la cual duro millones de años; luchando en contra de aquellos que nos esclavizaron. El hexágono es una forma geométrica sagrada, presente en cada rincón del universo. Con una serie de hexágonos perfectos, un vértice dimensional ha sido abierto; a través de éste, la llegada de las mensajeras ha comenzado, llevando consigo la llave de la liberación humana y la evolución final hacia la cuarta dimensión. Al frente, el ángel de la muerte, representado por la feminidad sagrada, monta su carruaje jalado por los cuatro corceles del Apocalipsis con la tarea de purgar al planeta y limpiarlo de radio vibraciones electromagnéticas de baja frecuencia las cuales han esclavizado al planeta entero por decenas de miles de años. Detrás de ella, siete pirámides asistirán en mantener un balance en el campo magnético del planeta evitando así el cambio en los polos magnéticos que las nuevas frecuencias provocaran. Dentro de cada objeto, seres femeninos celestiales cargan consigo el nuevo código genético, reajustado con una triple hélice que despertara todos los sentidos, reviviendo dones como la telepatía, la telekinesia, la clarividencia, la levitación y muchos otros poderes dormidos y atrofiados deliberadamente y retirados de nosotros hace ya mucho tiempo.


Juan Zavaleta La Llegada II. ¿Quién esta llegando a final de cuentas? 2011 Carboncillo sobre papel de alta densidad. 185cm x 150cm En el siglo XXI, la caja de Pandora ha sido abierta liberando ángeles y demonios. La verdad está en el aire, la podemos percibir así como podemos atestiguar el ultimo embate en contra de la humanidad y el imparable inicio de la era de Acuario con su colosal y sin embargo magnifico mega flujo de ondas radiales electromagnéticas de alta frecuencia llegando a nosotros desde el centro mismo de la vial actea, el titánico hoyo negro. La comunidad galáctica esta lista para la llegada y tanto amigos como enemigos se alistan para emprender la ultima campaña por el destino de la humanidad en el planeta tierra y el destino de la raza humana junto con nuestro futuro será cambiado para siempre. ¡ESTO ES UN HECHO, NO FICCION! Podemos ver seres entrando a nuestra realidad tridimensional a través de un vórtice que no esta hecho de energía si no de una estructura metálica; un portal dimensional de altísima tecnología. Pero, ¿Quiénes son ellas? Esta claro que no son humanas. ¿Es acaso que los Reptilianos Annunaki han regresado a reclamar su propiedad? ¿O será que tienen planeado dar a la humanidad la libertad que ha estado en cuestión desde los tiempos de Enki? La sagrada trinidad no parece estar feliz de todas maneras.


Juan Zavaleta. La Llegada III. El Tessaract y el Gran Destructor. 2011 Carboncillo sobre papel de alta densidad. 150cm x 185cm La llegada a comenzado; civilizaciones extraterrestres se muestran abiertamente día con día. Viejos secretos y verdades ocultas están siendo revelados cada 24 horas en una aceleración exponencial del concepto tiempo. Uno de los secretos develados podría ser el Tessaract, pero ¿Qué es? ¿Qué gran poder contiene ésta súper estructura sagrada? Según investigaciones, muy pronto se podrá divisar a plena vista al planeta “X” en nuestro cielo, será imposible mantener el secreto por más tiempo. ¿Es Nibiru el gran destructor que explican los textos antiguos? ¿Están de regreso los Annunaki? ¿Es Tyche (hermana de Némesis), el objeto descubierto por la NASA y reportado oficialmente hace apenas unas semanas en órbita de aproximación, aquella enana café descrita por los Sumerios? En esta escena, se pueden observar llegando a los seres divinos, montadas en poderosos Tessaracts mientras que el Gran Destructor se aproxima justo detrás de ellas con su oscuro brillo.


Juan Zabaleta. La Llegada IV. El Obsequio. Amor, Conocimiento y SabidurĂ­a. 2011. Carboncillo sobre papel de alta densidad 150cm x 185cm En tiempos actuales, donde el Apocalipsis se ha revelado y las trompetas han comenzado a sonar, el despertar de la conciencia se expande de manera exponencial. Algunos hemos sido otorgados con el gran obsequio de conocer y reunirnos con seres divinos para aprender, para amar y emprender el camino hacia la nueva era con el espĂ­ritu lleno de luz, preparado para los grandes avatares del futuro prĂłximo.


Juan Zavaleta La Llegada V. El Alfa y el Omega, La Unión de los Opuestos y la Semilla de la Vida. 2011. Carboncillo sobre papel de alta densidad 185cm x 150cm Ahora, que muchos de nosotros nos damos cuenta de que la humanidad esta viviendo un despertar como nunca antes, ahora que comenzamos a entender que nunca hemos estado solos en el universo si no que de hecho es todo lo contrario, y que comprendemos que la experiencia de la vida esta determinada en la sala de las almas y que la unión de los seres esta atada por un destino inevitable; cada uno de nosotros estamos alcanzando el punto de estar unidos con el creador, quien sea o lo que sea que represente. Somos dioses, por que cada cosa en el universo, desde un espermatozoide hasta un súper hoyo negro, es una y lo mismo y están unidos. El amor es la única respuesta a la ascensión y nada mas importa que la comprensión de dicho principio. Estamos arribando a nuestro propio destino, nosotros mismos somos los que están llegando


© ULISES MÁRQUEZ


NACIÓN PORNO Francisco Enríquez Muñoz crítica ante la porno dominante (machista-heterosexual) y los estereotipos de género. La porno es un género (cinematográfico) que produce género (masculino/femenino). La postporno es un subgénero que desafía al sistema de producción de género y que desterritorializa el cuerpo sexuado (desplaza el interés de los genitales a cualquier otra parte del cuerpo). A las féminas se les ha enseñado que tienen una naturaleza tierna, bondadosa, dócil, maternal y sensible, y por lo tanto deben actuar coherentes a esa naturaleza. También se les ha enseñado que la calentura sexual queda reservada para los varones. Pero a ellas y a ellos se les ha dicho, al menos una vez, que deben tener encuentros sexuales con amor y/o para la reproducción. Lo contrario sería malo, pecado. Por eso están tan estigmatizadas las relaciones homosexuales o cualquier otro mecanismo de placer sexual cuyo único fin sea el placer sexual. La postpornografía desafía a la sociedad machista y mojigata donde prevalece la simulación y el fingimiento. Su estética exhibe el placer sexual de manera explícita y grotesca, como un reto a la hipocresía reinante. En 1990, la estadounidense Annie Sprinkle (ex prostituta, ex actriz porno y pionera del docuporno) utilizó por primera vez la expresión “postpornografía” para presentar su espectáculo performancero The Public Cervix Announcement, en el cual invitaba al público a explorar el interior de su vagina con la ayuda de un espéculo. La postporno afirma que los actos sexuales son siempre representaciones, siempre performances. Cuestiona los códigos (estéticos, políticos, narrativos) de visibilidad del cuerpo humano y de las prácticas sexuales. Está relacionada con el activismo queer (movimiento de resistencia a la heterosexualidad dominante) y el feminismo. Hacer postporno significa hacer de alguna forma que el placer sexual se convierta en todo aquello que temen (o niegan) los iluminados con vocación censuradora. Por ejemplo, ¿qué te parecería hacer una serie de fotografías de porno sadomasoquista hardcore, pero con muchachas bisexuales muy feas, muy delgadas y muy calientes que dominen (o, mejor, que ignoren) a hombres heterosexuales muy guapos, muy musculosos y muy calientes?

© ULISES MÁRQUEZ

Dicen los que saben que lo erótico es sexualmente implícito. Pero, al igual que lo sexualmente explícito, lo sexualmente implícito puede servir única y exclusivamente para despertar al hambriento animal que llevas entre las piernas. Bajo los estándares de los iluminados con vocación censuradora, una obra artística cuyo contenido sea sexualmente explícito es una obra pornográfica, sucia y prohibida, pero cuando la pornografía tiene un por qué más allá del mero placer (que, finalmente, es un discurso más o menos intelectual), ésta se vuelve un fetiche de la publicidad, la tecnología, la fotografía, la literatura, el teatro, los videos musicales, las películas “normales” y la televisión. Nos guste o no, vivimos en una sociedad que no sólo ha aceptado las imágenes sexualmente explícitas, sino que las ansía desesperadamente desde un punto de vista femenino. La pornografía ha cambiado, y de paso también nos ha cambiado a nosotros. No lo habría conseguido sin Internet, pero Internet tampoco sería la misma sin ella. Esta revolución cultural y caliente, que los publicistas llaman “pornomanía” (supongo que en esto algo ha de tener que ver la Wrestlemania), los fashionistas “pornochic” (chic es un vocablo francés que corresponde al término inglés arty, algo así como “artístico”, “elegante”, “distinguido” o “creativo”) y los que se creen conocedores “Nación Porno” (parafraseando el libro Nación Prozac), ha atraído a intelectuales, artistas, cineastas, diseñadores y músicos. Y ha convertido en agentes y usuarios a un colectivo inesperado: el de la mujer. Ellas han tomado las riendas de la pornografía; han hecho interesantes cosas en la web como Fleshbot, Beautiful & Depraved, Filthy Gorgeous Things, Suicide Girls, Nerve y Frisky, I Shot My Self, The Reverse Cowgirl, Edecán urbana; han desbaratado el dominio de Playboy (hace algún tiempo pocos hubieran pensado que el mítico Hugh Hefner consideraría vender a la revista del conejito por cerca de 300 millones de dólares) y de Hustler; han provocado (desde el 2003) la lenta agonía de Penthouse; han empezado a desvanecer el mito de que encuentran la pornografía denigrante; han dejado claro que les gusta todo lo sexualmente explícito en todas sus manifestaciones, desde el que se encuentra en las paredes de los museos hasta en las mesas de los putibares; han logrado que en la blogosfera abunden las strippers (teiboleras) estudiantes de universidad, las ninfómanas con aspiraciones poéticas y las directoras de porno indefinible (medio soft, medio hard, medio ingenuo, medio astuto), como Erika Lust (Cinco historias para ellas, Barcelona Sex Project y The Good Girl). Y las estrellas femeninas del imperio de los gemidos, como Sasha Grey, hoy se pasean por Hollywood como grandes divas, tienen grupos de música, modelan lencería, escriben libros, pintan cuadros, realizan performances, editan revistas contraculturales, aparecen en videoclips y en los programas de máxima audiencia, son protagonistas de películas “normales” y de campañas publicitarias. Ahora bien, la postpornografía es un conjunto de performances, instalaciones y representaciones audiovisuales que resultan de una perspectiva


Si aparece en una revista de moda, como por ejemplo Vogue, la imagen de una modelo, una chica, que tiene las tetas al aire, los pezones no se deben ver. Pero no hay ningún problema si en la misma revista se publica la imagen de un modelo, un chico, cuyo pecho esté descubierto. He aquí una de las extrañas fronteras de lo que sí es pornográfico y lo que no. La postporno nos indica que el mejor antídoto contra la pornografía dominante no es la censura, sino la producción de representaciones alternativas pornográficas, hechas desde miradas divergentes de la mirada normativa. Así, el objetivo de este movimiento feminista no es tanto liberar a las mujeres o conseguir su igualdad legal como desmantelar los dispositivos políticos que producen las diferencias de clase, de raza, de género y de sexualidad, haciendo del cuerpo humano una plataforma artística y política de invención de un futuro común. De ahí que los integrantes de este movimiento, que también recibe a varones en sus filas como el fotógrafo Kael T Block, no dicen “hombre” o “mujer”, sino “biohombre” y “biomujer”. La intención de esto es no ofender a quienes nacieron con una preferencia sexual que no corresponde a su sexo. “Tecnohombre” y tecnomujer” son quienes pasaron por el quirófano o son adictos a las prótesis. Y por si alguien se lo estaba preguntando, responderemos que sí, que el trabajo de la performancera mexicana Congelada de Uva, aunque todavía muy lejos de lo que se está haciendo en Estados unidos y en Europa, es parte de la postporno. El pornoterrorismo es otra de las manifestaciones del postporno. Ocurrió en la Navidad del 2008. El Vaticano reventaba de turistas cuando la Virgen del Santo Socorro empezó a lanzar gemidos orgásmicos. Luego fue Pio XII quien emitió desde su tumba ayes de goce supremo. Los fieles escucharon con espanto el anómalo milagro. Pero la castidad de los santos nunca se puso en duda, porque los guardias de la Basílica de San Pedro descubrieron de inmediato que los sonidos provenían de dos pequeñas reproductoras de cintas de audio. Según las cámaras de seguridad, los responsables habían sido cuatro sujetos femeninos, y entre éstos estaba la performancera española Diana Torres. Ella, hasta el momento de escribir estas líneas, tenía 28 años y cresta punk, y en Internet explicó que aquel atentado pornoterrorista fue una respuesta artística a la represión católica. «El orgasmo es una puerta liberadora del pensamiento y la Iglesia lo coarta», añadió. Más tarde, en mayo del 2009, Diana se quitó la ropa y desnuda, junto con varios amigos desnudos (chicos y chicas), realizó un nuevo ataque pornoterrorista: una masturbación colectiva sobre el césped de un parque público de Valencia (España). La policía nunca supo qué actitud tomar. Los pornoterroristas quieren demoler las estructuras que limitan los actos sexuales. Sus armas son la poesía, la desnudez, el orgasmo y la creatividad. La pornografía actual tiende a concentrarse en innovaciones femeninas y tecnológicas que acarrean una estética de máxima visibilidad.

© ULISES MÁRQUEZ


De carne y hueso Marisol Vargas Flores Al centro de nuestro apareamiento reencarno en cuerpo enaltecido. Cubierta por redes de saliva te siento apretar la carne, desgajar los senos prenderte a la cintura para abrirme en canal y chuparme hasta los huesos. ¿Qué cosa es el deseo sino el ronco ronroneo de la sangre fervorosa? La impaciencia de tocarte más allá o quizás antes de ser palabra articulada: jadeos, palpitaciones, risas de granada. Desgranar la risa en sus escalas más altas. Adentrarse en el escote del cenit, recorrido circular de brillante carmesí En la desnudez del fuego crepitante corazón desprendes la voluptuosidad de tu latido. Qué otra cosa, Qué momento Cuando la raíz irrumpe impúdica en el suelo afanosa de exprimir las caderas de la tierra. Ensoñación del eterno humedecido. Un fotón en brama expulsa sus colores, habremos de entintar las horas. Mas ¿quién tiene carne para tentar al tiempo y penetrar a ritmo pendular las formas caprichosas de aire enrarecido? Deseo desentrañado en razón: Desjuga la cadenciosa, lenta contemplación del roce.

© ULISES MÁRQUEZ

Enajenación Cynthia Chávez Con una molestia revuelta ubicada en incierto lugar pensaba en cuánto odiaba el aroma de cada uno con el que había estado. Entre caras grasosas, lenguas punzantes rompiendo burbujas de baba contra mi oreja y esa enajenación pélvica, como que a mí me daba asco y prefería estudiar la situación desde fuera, como mero espectador. Debía ser capaz de encontrar aquel personaje tan bueno que valiera cada fallido encuentro; el problema era que esa molestia inicial había mutado en dolor con forma de hueco entre las costillas, amenazando con comerme. Harta de pensamientos insatisfechos, tomé Tabú, una película porno que nunca devolví. Con actitud animosa explore los puntos que había deseado alguien hiciera. Eso tal cual debía ser y no otra cosa, esa sensación, ese cuidado. Mientras las ideas bailaban, embravecidamente me excitaba; de ahí en adelante nada menos que eso. Me consentía y pensaba en la raíz de mis problemas, «¡Quítate, Bruno!» debí exigir; «Despacio, me lastimas»; «¡No quiero!»; yo sudaba y daba vueltas; «Ale, de otra forma nos irá mejor»; enloquecía; «Eres un pendejo»: lo máximo, eso era un orgasmo. Loca de risa y toda babeada pensé «pero qué bonito es quererse».


II. De vampiros, el DeFe y uno que otro tripeo 1. Iniciamos otro choro con el homenaje póstumo (realizado en el foro cultural Cactux) que Clarimonda le hiciera al buen Charles Bukowski (el 9 de marzo, por los 17 años de su muerte). En el cual sin afán presuntuoso, romántico o de cliché, quisimos dejar de lado la cuestión santurrona que se le ha dado en años recientes. Así en esa ocasión se proyectó –con buena afluencia, especialmente chavos- el documental Bukowski: born into this –dirigido por John Dullaghan- donde se da muestra de todo el acontecer etílico-literario de este viejo indecente. También se presentó la 3ª víctima de Clarimonda Drunk Ediciones, el librito de poesía decadente La muerte puede bailar, death can dance, decadencia del camarada Jesús Baldovinos Romero (Gracias!). Nuevamente se vendieron varios libros, pero revistas nada de nada, por alguna extraña razón los morelianos no compran revistas –creo que ya lo había mencionado antes-, pero bueno, ya al final se proyectó Ordinaria locura para cerrar el evento empapados en alcohol. (El libro se consigue en: www.clarimondadrunkediciones.blogspot.com) 2. Y que nos vamos a la cantina Andaluz (Gracias Sr. Ernesto!), con la Clarimonda y todo el séquito de colaboradores, camaradas & colados. La onda sería presentar la edición anterior que lleva por tema (precisamente): La Cantina. Ahí nos inmiscuimos entre las personas y mujeres de la vida galante que asisten de tradición al lugar, lo que por un momento provocó el desconcierto de su servilleta, por cómo se pudieran presentar las reacciones… ¿Y qué creen? Que bien chingón el asunto. La poesía cantinera y Josealfrediana les cayó como anillo al dedo a todos los personajes que ahí se encontraban; lo sorprendente fue que una de las señoras al servicio de la comunidad (de las primeritas en Morelia cuando la zona de tolerancia era en Carrillo) se desbordó en llanto por la emoción de las letras poéticas cantineras (Neta, ¿Imagínense toda la historia que carga a cuestas?), lo cual propició que nos planteáramos seriamente una futura edición sobre: Ficheras. En fin, la convivencia estuvo pocamadre, agregándole que de

pasada también me estaba festejando mi cumpleaños (el que me diga cuántos le regalo unas revas de colección). Sin duda uno de los mejores públicos morelianos con que nos hemos encontrado y enfrentado, todo porque como lo mencioné en ese momento: las cosas buenas se hacen en el lugar adecuado y en el momento preciso… salud pa’ los enfermos y gonorrea pa’ los políticos. 3. Andaba yo de ocioso en la red con toda esta onda de los vampiros (siempre me han prendido machín las historias de estos entes no-muertos, de ahí Clarimonda… pero nada que ver con los vampiritos ñoños y cursis de ahora) y me encontré de nuevo con una banda de metal gótico sinfónico (la música oscura siempre me ha removido las entrañas) llamada Theatre Des Vampires –de origen italiano-. Y digo me encontré de nuevo porque ya la conocía de hace tiempo, pero no me había dado tiempito de escucharlos bien. El chiste es que me descargué toda su discografía (para quien le interese la encuentran en el siguiente link: http://www.taringa.net/posts/musica/1509139/Theatresdes-Vampires-_Discografia_.html) y en ese descargar de discos me encontré con el soundtrack (en el cual participa esta banda) del corto titulado: Murnau, the vampire. Se trata de un video animación –sin diálogos, estilo cine mudo- realizado por Oscar Alvarado –un chavo mexicano-, el cual está basado en la película Nosferatu, realizada por el cineasta alemán F. W. Murnau –de quien toma el nombre, pero todos sabemos que esta historia se basa en la novela de Bram Stoker: Drácula. Así que a los amantes de los chupa-sangre, se los recomiendo ampliamente para que lo chequen, es un corto bien realizado y además la música que le acompaña es excelente. Lo pueden ver en: http://vimeo.com/2233809, o chequen la página: www.murnauthevampire.com 4. “A conquistar el DeFectuoso con la Clarimonda”. Con ese lema nos lanzamos a la gran ciudad. La 1ª parada fue en la Zona Rosa (el 25 de marzo), en la librería Voces en tinta (gracias al Fideluco); un lugar donde se distribuye principalmente material con temática lésbico & gay, y pues claro, fuimos a presentar la edición que lleva el mismo tema. La onda es que directito de Morelia llegamos a


presentar el número, donde ya aguardaba una cantidad de personas entre quienes querían ver las revistas (chido al Hiram & Muciño) y quienes querían ver al Wence (que también presentó su libro Nada de incrustaciones, del cual ya les hablé anteriormente). Ahí el show estuvo tranquis –un poco más formal el asunto-; se vendieron varias revistas y otras las dejamos a la venta. Nada del otro mundo, fuera de que nos fuimos a Garibaldi a echar la chela con la banda… La 2ª parada fue en la Roma (el 26, siguiente día), en el bar – cultural- El Real Under (molto grazzie al Androide), un espacio dedicado a la contracultura. La onda mágica –y jedienta- fue que se me hizo tarde y preguntando cómo llegar al lugar una señora de la vida galante me confundió con la dirección y se me armó todo un pedo. El chiste es que terminé llegando casi a las 8 pm (cuando el inicio era a las 7 y puntual, jaja, esos Bastardos!) mientras los demás participantes y el público aún aguardaban la llegada (cosa chingona!). El rollo estuvo chingonerrimo, gracias a la participación también de los camaradas del Fanzine Nación Alien (ese Augusto Quevedo!), la reva Los bastardos de la uva (quiubas Edwar F. de L. & Fernando Viñas) y del buen Eduardo Zurita (con las revas LOGOgrafo y Massiva) ambos todos(sic) proyectos del DeFe. Comentamos –desde un punto de vista y contexto informal y desfachatado- nuestras labores al frente de nuestros proyectos y aunque coincidíamos en distintas razones y flujos de trabajo, la diferencia entre uno y otro proyecto era palpable, lo cual hizo más variante la mesa de presentaciones que concluyó con preguntas y respuestas, con el performance de Las perras de museo (chido a la Andrea & Damayanti que nos acompañaron de Morelia) y sobretodo excediendo el tiempo límite. Después se complementó la noche con varias chelas en compañía de camaradas/colaboradores como el Héctor Anselmo y Abel R. Romero (chido también a Jessica P. y al buen Miguel Bernal por estar). Lo chistoso fue habernos topado con el buen Carlitros Martínez Rentería (de la reva Generación) en la pulquería Insurgentes y haber terminado debrayando hasta que cerraron el Under y abrió sus puertas el metro hacia un nuevo día. 5. Iniciado el mes de abril se llevó a cabo el evento multidisciplinario llamado Fuxionarte 2011, en el bar Fuxion Underground (chido al buen Víctor!), donde varios de los creadores jóvenes de la ciudad (de Morelia) nos reunimos para exponer nuestros trabajos y así poder debrayar sobre los asuntos que conciernen en este ámbito. La muestra fue desde pintura, dibujo, foto, instalación, música & poesía. Mi participación constó de dos video-lecturas de poesía neo-romántica oscura que provocó y recaló en el público presente. La intensión de este show fue buena, pero creo que hizo falta una leve cuestión de curaduría y de una persona que presentara chido el evento y que estuviera interactuando con el público presente, que fue basto –en un inicio- pero que se fue desperdigando al no ver parte acción de los exponentes y en el show mismo.

6. ¿Chismes de farándula? ¿Crónicas de dos groupies rocanroleros? ¿Historias salvajes tras bambalinas? Pues nooooo, no que a mi entender pueda precisarse (¿o sí?). El libro Tormenta de sangre (chido a Saliva y Telaraña por el envío), escrito por Chico Migraña y Arthur Alan Gore (qué onda?) es una serie de crónicas sobre sucesos y eventualidades –personales de los autores- tras bambalinas, conciertos, entrevistas y borracheras con varias figuras del rock, el metal y una que otra personalidad popera. Después de leerlo pensé que si estas historias fueran contadas por Paty Chapoy serían en lo más mínimo agradables, ni mucho menos tomadas en cuenta por una persona como yoni, por el simple hecho de no resultarme ningún interés desde su persona. Creo que para este tipo de cosas importa mucho desde dónde, quién y cómo vienen contadas las historias –lo que le da el plus a este libraco-. Y ya lo dijo el Chico Migraña en una de sus crónicas: lo más importante de la presentación en vivo de una banda es todo lo que hay detrás de ella, tras bambalinas – repetitivo-; y eso es lo que sucede y se presenta en este libro: las historias que resultan atrás de un escenario o de la personificación de un rockstar, el alumbramiento y desnudez de los mitos que los rodean y sobretodo l a h u m a n i za c i ó n d e e s o s “semidioses” que a veces parecieran intocables. Y uno de los elementos importantes y destacables de estas crónicas –precisamentees quizá –indirectamente o inconscientemente- poner en entredicho la “majestuosidad” de las estrellas del rock y sus derivados… por ejemplo ver a un Rob Halford desflorarse –literalmente- por unas galletitas; al Alex Lora parando el tráfico mientras corre tras sus perros; el Juan Brujo vendiendo discos en el Chopo; etc. Porque si bien, en lo personal, nunca me ha gustado mitificar a ciertos personajes, porque a fin de cuentas son simples mortales, de carne y hueso, igual que tú, yo y los demás (aspecto de Chico Migraña que no me gustó mucho: llamarlos “ídolos” y proclamarse “fan”). Otra de las cosas que resalto es la que nos cuenta Arthur –desde su visión acertada como periodista- sobre la banda Christian Death, porque ¿cuántos de nosotros no hemos visto por ahí a chicos dark’s-death’s auto-limitándose en ciertos aspectos de la vida cotidiana? Como bailar, participar socialmente activos, ir a lugares diferentes a sus gustos, etc. Y en esa crónica se deja al descubierto cómo los integrantes de dicha banda participan en la marcha de los electricistas, se van a bailar salsa a una cantina y se ponen borrachos con tequila, o sea, what is the fucking problem? Ah, pero mientras tanto acá en las tribus desgarrándonos el alma y discutiendo tontamente porque hay que llevar un lineamiento en la conducta, no?. En fin, para quienes nos gusta la música y todo lo que sucede tras de ello es muy recomendable este libro. Además tiene su toque especial de humor y sarcasmo. Y como agregado aliciente a los relatos, le acompañan unas ilustraciones muy buenas del buen Carlos Carapía. Así que no esperen más y consíganse este librito. Interesados contacten al mail: ladecadaobscura@hotmail.com


7. A mediados de abril me llegó un paquete de libros, los cuales me envió el camarada Fernando Nachón (chido por el detalle!). Los títulos de los libracos son: De a perrito, Diario de un pendejo, Cachetadas en las nalgas y Los niños bien. Todos de su autoría. A Nachón lo conocí omnipresentemente por José Agustín, Fadanelli y por el buen Rogelio Villarreal (en escritos de ambos personajes), yo ya andaba (anteriormente) tras de sus libros –incluso con otro amigo estuvimos a punto de cometer un atraco en la librería Vasconcelos en el Defectuoso, pero se frustró (jaja)- así que de inmediato me hice un pequeño espacio (en mis lecturas de tesis) y me leí Los niños bien. Se trata de un libro (antinovela) que muestra fructuosamente el ejemplo de cómo y qué elementos incumben en la literatura posmodernista, lo cual le da un sentido muy peculiar a la historia. Y como aquí no se los voy a reseñar, les recomiendo que lean una reseña (valga el pendejismo repetitivo) muy interesante sobre este libro escrita por Ilia Alvarado Sizzo (académica española), la cual se publicó originalmente en la revista Replicante no. 21, págs. 103-107. (La pueden checar en el siguiente link: http://analisisdelosninosbien.blogspot.com) Si alguien está interesado en algún libro póngase en contacto con las librerías Fontamara (http://www.fontamara.com.mx). 8. Una vez más nos congregamos en un mismo sitio las únicas revistas vigentes y consolidadas de la ciudad de Morelia. Esto ocurrió –gracias al John Macotela- en pleno sábado de gloria (el señor hiso su voluntad, ja) en el tokin que nos ofrecieron las bandas – también morelianas- Pollomingus y Ciudad Psilocybe; la primera con una buena sesión de jazzfunk y la segunda una combinación de jazz con música prehispánica (ambos proyectos bien chidos –todos los músicos que integran a estas bandas tienen recorrido y mucha calidad, ya estaremos hablando de ellos posteriormente). En la parte editorial estuvieron las revas Monocromo, Revés (online) e Hilo (omnipresente), así como la Clarimonda y el grupo Satélite Media. Las participaciones fueron muy breves, pero sustanciosas. Cabe señalar que en esta ocasión los asistentes se comportaron y escucharon las propuestas (pero como siempre suele suceder en Morelia, no compraron revistas, sólo cambié una de La Cantina por una chela de barrilito). 9. El buen Jesús Baldovinos me había hecho la invitación personal para ir a presentar mi librillo Dos diseñadoras indie en la cocina a la ciudad de Lázaro Cárdenas (el 20 de mayo), pero una situación ajena me impidió

(a mera hora) no poder ir; desde aquí una disculpa tanto a Jesús como a los asistentes. En esa misma semana (3 días después) tenía la invitación a leer parte de mi choro en el V Festival Internacional Palabra en el Mundo (un saludo a Gaspar A.); lo interesante ahí fue que se trataba de lectura de poesía y yo –como siempre- no respeté el hecho y leí 3 cuentos (uno erótico, otro existencialista y el último sin sentido o a ´propósito del “fin del mundo”). 10. Lo mejor llegó 5 días más tarde (el viernes 27 de mayo); la invitación para presentar la edición pasada de La Cantina, en la ya querida y estimada ciudad de San Juan del Río, en Queretarock. De nuevo el Oscar Amézquita y el Eliud (y todo el Klan Kultural Kaníbales) se pusieron guapos para que pudiera ir y así fue; por poco y llego tarde (o no llego), el bus salió con retraso de una hora y en el camino llovió muy fuerte, tuvo que bajar la velocidad pero nada de eso impidió mi llegada. La cita fue en el bar Casino (gracias a doña Lina). Lo que me sorprendió y me gustó machín fue e l s h o w d a nc ís t ic o acordionero del señor Arriaga (de tradición familiar me dicen), una cátedra musical con su acordeón. El Poeta (o Le Jos Uis) presentó su fanzine Efímera (bien chido) y leyó un texto del antes y el ahora de las Cantinas (más chido). Fernando Roque también leyó algo cantinero (simoncho por el ejemplar de Tirando Netas), el Oscar también en algo participó, el JEliud la hizo de Dj Borrachales y el estimado Juan Rock (de los fundadores del Chopo) fue nuestro maestro de ceremonias en todo el show. Ya que me tocó hacer mi debraye me alcanzaron los nervios –como siempre- y la cagué varias veces, pero a la gente le gustó. Leímos parte de la poética cantinera y dedicada al buen José Alfredo Jiménez; nos latió y que buena onda por el público que estuvo presente, a pesar de la Feria del queso y del vino en Tequis (a la que fui al día siguiente a tomar Calimochos (with the ángeles night)). Al final ya no se dio la dj sesión por falta de tiempo. Yo me la pasé bien chido los 2 días que estuve por allá. Fue un gustazo encontrarme de nuevo con la bandita contraculturosa San Juanense y sobre todo el gusto de conocer –nuevas- personas bien chidas y agradables. (Agradezco al Diego Virgilo también por la playera Kanibal). Hasta la próxima camaradas.

P.D. No dejen de visitar el choro web: www.elchorourbano.blogspot.com Envíeneme sus réplicas y comentarios al mail: manuelnoctis@gmail.com


La Revista Clarimonda y La Sangre de las Musas Presentan

VIERNES 1 Y SÁBADO 2 DE JULIO 2011 PROGRAMA: Viernes 1 de julio

PROGRAMA: Sábado 2 de julio

7:00 pm – Bar FuXion (Luis Moya #34, Centro)

7:00 pm – Bar FuXion (Luis Moya #34, Centro)

-Presentación de la Revista Mexicana de Vampirismo por Carlos Camaleón

-Presentación Revista Clarimonda –Cultura contraCultura-, edición no. 27: Vampiros, por Manuel Noctis

-Charla: “Literatura mexicana de Vampiros”. por Carlos Camaleón

-Lectura de textos vampíricos a cargo de colaboradores de la revista Clarimonda

-Proyección de cortometrajes: Bebe mi Sangre. Basado en el cuento original de Richard Matheson, narrado por el primer actor Germán Robles, realizado en animación en tercera dimensión. Dirigido por Jorge Castilla. Ajito Feliz. Dirigido por Mister Kistsch conductor de La Mob Radio, es una alternativa en forma de parodia a la figura del vampiro. Dhampira. Uno de los últimos trabajos del finado primer actor Roberto Cobo, exhibido en distintas partes del mundo, incluyendo el festival de cortometrajes organizado en el castillo de Vlad Drácula en Transilvania. Dirigida por Eduardo Soto-Falcón. La Hija de Daniel. Secuela de Dhampira, que muestra la historia de Daniel Keller, dirigida también por Eduardo SotoFalcón. Intravenosa. Cortometraje ciberpunk que trata la absorción del ente humano en un mundo de cables y tecnología sin fin. Dirigido por Carlos Camaleón.

-Premiación al dibujo de portada

-Premiación a la mejor vestimenta -Performance de Francisco Morales “El Cerebro” (DF) Dj Vampirella (Puebla) DJ Onaromaz (San Juan del Río, Qro)

-Charla: “Cine Clásico y Contemporáneo de Vampiros”, por Carlos Camaleón -Proyección de cortometrajes: Las Porristas Vampiro contra las scouts justicieras. De Rubén Armenta, ganadora del premio Ed Wood al mejor cortometraje Serie B, en 2011. En Los Cuernos de la Luna. Dirigida por Mario Viveros, melancólica y extraña pieza que cuenta con la participación de la voz de Iñaki Manero. Ya no me importa Ser. Un viaje al mundo de las pesadillas, en donde un monstruo inspirado en El Horla de Maupassan viene por una joven filosofa. Dirigido por Carlos Camaleón. Absinthe. De Cosma Zafira originaria de la ciudad de Cuernavaca, una poética fantasía oscura en blanco y negro, demencial e inspiradora. -Performance por Las Perras de Museo (Morelia) -Presentación libro “Vamp Fest” por El Under Ediciones -Premiación a la mejor vestimenta vampírica -Performance por Lechedevirgen Trimegisto (Querétaro)

Banda: Fallen In Death (Morelia, Metal) ENTRADA LIBRE. CONSUMO MÍNIMO UNA CHELA O BEBIDA

Dj Nigthwing (DF) - Dj FK_R2 (DF) Bandas: Empecer (Guanajuato, Black Metal) Estigia (Morelia, Metal) COOPERACIÓN $30


ALEJANDRO DELGADO



Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.