El vuelo de la esfinge 02

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Filosofía para un mundo mejor

La televisión como herramienta de sometimiento

La humanidad del siglo XXI hemos asistido a la guerra y hemos presenciado catástrofes, suicidios, asesinatos y robos reales. Todo, gracias a la tele. Las imágenes de muerte, dolor y destrucción se han convertido en un espectáculo. Hoy la televisión, más allá de la utilidad para la que naciera como medio de información, es acusada de inspirar actos de violencia, de romper la comunicación familiar, de manipular la realidad y de corromper a la infancia. Con menos cargos, Platón pidió en su República la expulsión de los poetas. El lenguaje visual fabrica en la mente del espectador una imagen sesgada de la realidad y neutraliza en gran parte las respuestas racionales. El poder de la televisión reside en la simultaneidad de un mensaje en infinidad de cerebros. Eso se llama nivel de audiencia. Miles de millones de personas podemos ser "activadas" en un momento. La televisión constituye la principal fuente de socialización, y paralelamente, se va empobreciendo la capacidad de entender. Las imágenes televisadas se saltan los filtros intelectuales que puedan matizarlas o meditarlas. El individuo percibe pasivamente lo que se le ofrece con un alto grado de adhesión inconsciente. Las estrategias de la televisión orientan a la masa hacia un estilo de vida

consumista y materialista. Primero, crean una desilusión porque se carece de algo y, luego, lo resuelven vendiendo un objeto o una idea. El medio televisivo privilegia el impacto visual en detrimento del hecho en sí; si no hay filmación, no hay noticia, por importante que sea. Se puede mentir de muchas maneras, pero la fuerza de la imagen hace la mentira más eficaz y, por tanto, más peligrosa. La autoridad de la imagen convierte lo excepcional en normal, lo monstruoso, en cotidiano. El número de mensajes es tan elevado que el exceso de información produce una insensibilización general. Si la televisión es capaz de distorsionar el comportamiento de los adultos, ¿cómo no va a influir en los niños, que no poseen mecanismos de defensa? La actividad de tele-ver está

N.º 02

Editorial Los que nos sentimos filósofos, es decir buscadores de la verdad, de la belleza, de la justicia y el bien más allá de creencias, opiniones e intereses, entendemos que valen más unos pocos pasos en un camino constructivo de futuro que las continuas lamentaciones por un mundo que se deshace día a día. Vemos en la filosofía una poderosa herramienta de poder, del verdadero empoderamiento de uno mismo, que es fortalecer lo mejor de nuestro potencial humano, situándonos ante el mundo con la capacidad para transformarlo, empezando por crear un mundo mejor de nuestro pequeño mundo cercano.

acompañada por algo increíble en un niño: silencio e inmovilidad durante horas. Su aprendizaje natural, que es el conocer haciendo, se ve mermado. Al contrario de lo que ocurriría con otra ocupación, la exposición ante el televisor no produce fatiga, sino hábito y dependencia. El penoso resultado es que el niño se ha convertido en niñoacumulador de cosas y sensaciones innecesarias. Nuestros niños están expuestos a casi medio millón de anuncios televisivos antes de cumplir los dieciocho años. Este tele-niño, moldeado por el modelo comercial, acaba siendo el consumidor perfecto. Los valores que se intentan inculcar desde la familia o la escuela son pulverizados por el efecto apisonadora de los mensajes televisivos. La intromisión de este nuevo invitado ha contribuido a una grave distorsión en la comunicación en la familia, y a través de él, nos hemos acostumbrado a contemplar pasivamente cómo unas personas hieren o maltratan a otras. Los cuentos clásicos exponen conflictos


y soluciones representados con claridad. El niño sabe que le están contando algo que no es verdad: "érase una vez...". Héroes y heroínas ejemplarizan los valores e ideales que ayudan al niño en su formación. Al ofrecer modelos de comportamiento sin ambigüedades, el malo, en todo momento ejerce de malo. Así, al niño no le cabe duda de lo que está bien y lo que está mal. Por eso, no hay que temer que la madrastra de Blancanieves produzca miedo, porque al final cada cual tiene lo que se merece. El triunfo del bien y de la justicia no puede apreciarse si antes no hubo desolación ante la maldad y los peligros. Lo nocivo es la ausencia de criterios morales, fenómeno muy frecuente en los dibujos animados actuales. La televisión es un negocio gigantesco. Las cadenas de televisión mueven más dinero que numerosos departamentos de la Administración. Lo que estas cadenas buscan no es promover proyectos con fines sociales, sino mercantiles. Por ello, no ofrecen al espectador algo que le pueda resultar útil, bello o bueno, sino algo que pueda consumir el mayor número posible de espectadores, aunque sea inútil, feo y malo. Se impone una vuelta a la filosofía hoy más que nunca. Solo el afán de entendernos y entender el mundo puede proporcionarnos el discernimiento para reconocer los fines detrás de los medios, para descubrir a aquellos que no dudarán nunca en utilizar cualquier avance de la humanidad, sea social, científico o tecnológico, para ponerlo al servicio de sus manipuladores fines. Esmeralda Merino

Merece la pena A menudo nos preguntamos qué es lo que merece la pena vivirse, pues muchas veces tropezamos con la ya conocida expresión de «esto no merece la pena». Es como si la vida nos pusiera delante un surtido escaparate en el cual debemos elegir entre aquellas cosas que tienen interés para nosotros y las que importan poco y nada. Algo de eso hay. Y nos llama la atención el hecho de que, elijamos lo que elijamos, todo supone penas, esfuerzos, solo que algunas cosas lo merecen y otras no. ¿Qué es, pues, lo que hoy merece la pena? En primer lugar, se trata de resolver la situación humana aquí y ahora, en el sentido puramente material y confortable de la cuestión. A continuación, se trata de conseguir una vaguedad agradable en lo que a sentimientos e ideas se refiere; sentir o pensar en profundidad solo trae complicaciones que, por supuesto, no compensan nuestras penas. En general, interesa dejarse llevar por la corriente, adaptarse a las opiniones aceptadas, llenar de vacío las horas vacías, para que no se note que están vacías. Vocaciones, investigación, autoconocimiento, amor, amistad... eso ya «no se lleva», no merece la pena, no rinde nada en una sociedad que casi no valora esos productos. Pero, si reflexionamos un poco más, comprobaremos que hay cosas que siempre han merecido y siguen mereciendo la pena: son aquellas que perduran, las que no desaparecen rápidamente, las que son nuestras compañeras tanto hoy como mañana. Merece la pena el conocernos a nosotros mismos como seres humanos con conciencia, pues lo que en este sentido se aprende, con toda seguridad perdura, y nadie nos lo puede quitar. Cuanto más nos acercamos –por razón o por intuición– a las verdades importantes, en cuanto a ideas estables y de peso, más seguros estamos de nosotros mismos, y eso sí merece la pena. Cuanto más conocemos y comprendemos a la gente y sus problemas, más afectos y amistades tenemos en nuestro haber y, aunque no sean perdurables en todos los casos, también merece la pena. Dedicar la vida a una ocupación útil para uno mismo y para los demás es darle sentido a la existencia, y eso merece asimismo la pena, pues dura tanto como nuestros años sobre la Tierra. Todos estos y más son elementos perdurables que podemos encontrar en la tradición filosófica de todos los tiempos y lugares. Y esto es algo que sí merece la pena ser vivido: la filosofía entendida como una forma de vida. Delia Steinberg Guzmán

El vuelo de la esfinge Filosofía para un mundo mejor

EDITA: Esfinge: www.revista-esfinge.com

Nº. 2 - 2014

Los artículos firmados no expresan forzosamente la opinión de la Redacción de la revista, sino que comprometen exclusivamente a su autor.


Observatorio científico Los corazones de los componentes de un coro se sincronizan al cantar juntos Cuando los miembros de un coro cantan juntos, sus corazones se coordinan y comienzan a latir al unísono. El ritmo cardiaco aumenta o disminuye simultáneamente siguiendo la música. Esto es lo que han observado científicos de Suecia, cuyos hallazgos han aparecido detallados en un artículo de Frontiers of Neuroscience. El estudio forma parte del proyecto “Partitura del cuerpo”, que analiza cómo la música afecta al cuerpo y la salud en términos puramente biológicos, y cuyo objetivo es descubrir posibles aplicaciones de la música en medicina preventiva o rehabilitación. Investigaciones precedentes de la Universidad de Dinamarca así como del Instituto Max Planck de Alemania constataron también que la música sincroniza los cerebros de los músicos al interpretar piezas conjuntamente. La causa de esta sincronización radicaría en que la coordinación musical hace emerger pequeñas redes en los cerebros y entre los cerebros, que posibilitan la alineación temporal de acciones. Quizás sea necesario más música y menos política. O musicalizar la política en lugar de politizarlo todo.

Einstein: científico y filósofo Einstein decía de sí mismo que no era más que una de las manos serviciales que se esfuerzan con su trabajo para que la estatua del Conocimiento no quede oculta por la arena del desierto. Como científico y buscador de la verdad, llegó a reconocer que la razón no alcanza a explicar todo el orden que la vida, hasta en sus más mínimos detalles, delata. Reconoció los límites que nuestra mente tiene para comprender ese misterio, pero no tiene reparo en confesar la inmensa admiración que le produce la contemplación de la Naturaleza. Einstein reconoce que solo hay unas cuantas personas ilustradas con una mente lúcida y un buen estilo en cada siglo. Y por eso, lo que queda de su obra es uno de los tesoros más preciados de la humanidad, que a través de la educación en las enseñanzas, debemos poder transmitir de generación en generación. Sobre todo, el tesoro de la tradición. La solidaridad, la fraternidad, la responsabilidad, eran sentimientos en él tan naturales como respirar: “Uno existe para otras personas, a cuyos destinos estamos ligados por lazos de afinidad”. Nos dice: “Todos tenemos ciertos ideales que determinan la dirección de nuestros esfuerzos y nuestros juicios. Nunca he perseguido la comodidad de la felicidad como fin en sí misma; llamo a este planteamiento ético el ideal de la pocilga. Los ideales que han iluminado mi camino y me han proporcionado una y otra vez nuevo valor para afrontar la vida alegremente, han sido Belleza, Bondad y Verdad. Sin ellos la vida me habría parecido vacía. Los objetivos triviales de los esfuerzos humanos (posesiones, éxito, público, lujo), me han parecido despreciables”. El sentimiento religioso cósmico, como él le llama, que siente ante la observación de la vida, es la emoción fundamental del arte y la ciencia. “La experiencia más hermosa que tenemos a nuestro alcance es el misterio. El que no conozca y no pueda ya

admirarse, y no pueda ya asombrarse ni maravillarse, está como muerto y tiene los ojos nublados. La certeza de que existe algo que no podemos alcanzar, nuestra percepción de la razón más profunda y la belleza más deslumbradora, a la que nuestras mentes solo pueden acceder en sus formas más toscas... Son esa certeza y esa emoción las que constituyen la auténtica religiosidad. En este sentido y solo en este, soy un hombre profundamente religioso”. Considera que es justo que los más estimados sean aquellos que más han contribuido a elevar el género humano y la vida humana. Los deseos de comprender, el trabajo intelectual, creador o receptivo, son los que elevan al hombre. El valor de un hombre para su comunidad depende, en principio, de la medida en que dirija sus sentimientos, pensamientos y acciones a promover el bien de sus semejantes. Está seguro de que sin una cultura ética no hay salvación para la humanidad. Esta conducta ética debería basarse en la compasión, la educación y los lazos y necesidades sociales, así como en la fuerza interior del hombre. Einstein concibe el sentimiento religioso como la fuerza que le mantiene (al hombre) fiel a sus objetivos superiores, a pesar de los fracasos. La devoción infatigable es lo único que permite al hombre alcanzar sus triunfos mayores. Este sentimiento sublime le lleva a expresar: “La alegría de mirar y comprender es el don más hermoso de la Naturaleza. El individuo siente la inutilidad de los deseos y los objetivos humanos ante el orden sublime maravilloso que revela la Naturaleza y el mundo de las ideas”. La experiencia individual le parece una cárcel y desea experimentar el universo como un Todo único y significativo. Gracias a hombres como Einstein la humanidad camina y caminará siempre adelante, un poco más cerca de ese misterio que nos asombra, nos impulsa y nos atrae hacia su centro. -3-


El mito de la caverna Platón, además de un hito esencial dentro de la filosofía occidental, es un estupendo narrador de mitos, que no solo ocupan cierta extensión en su obra filosófica, sino que destacan en el conjunto de las páginas platónicas por su fuerza poética y plástica y su seducción intelectual. Imaginemos una caverna bajo tierra, en la que los espectadores están sentados de espaldas a la entrada y de cara a la pared. Estos espectadores están cautivos, atados con cadenas, de manera que solo pueden mirar hacia la pared del fondo. De la caverna sale un camino en pendiente, áspero, hacia el exterior. Para los espectadores es como si no existiera la luz natural, de ahí la necesidad de un fuego bien dispuesto. Hay una tapia entre el fuego y los espectadores, y entre ella y el fuego desfilan hombres portando objetos. Estos objetos proyectan sombras en la pared de la cueva, y esas sombras son lo único que ven los espectadores. Además la pared-pantalla tiene eco, y por eso para los cautivos parecen venir de ella las palabras que pronuncian los hombres que pasan detrás de la tapia. Los prisioneros solo ven sombras producidas no por el medio natural de la luz del sol sino por algo que es su remedo, el fuego (sombra del sol), y no oyen la voz humana, sino el eco (sombra de la voz). Viven entre sombras de sombras. No tienen conciencia ni de sí mismos ni de cuanto les rodea, y como están atados no pueden ver ni concebir otra realidad distinta, ni que exista otra vida diferente de la que ellos mismos llevan. Platón afirma que los prisioneros de la morada subterránea son iguales a nosotros, por extraño que a primera vista pueda parecer. El estado físico de estos trogloditas es en lo espiritual el estado general de la humanidad. Tenemos de nosotros mismos y de lo que nos rodea visiones deformadas por los prejuicios, pasiones, modas y distorsiones de toda índole que nos mantienen encorvados y fija la mirada en una sola dirección: los intereses de los amos de la caverna. -4-

Nos propone Platón que desatemos a uno de los prisioneros. Debido al tiempo que lleva en esa posición, tendrá los músculos entumecidos y le costará ponerse en pie y caminar, pero aunque resulte difícil, le obligaremos a subir por el sendero que conduce al exterior. Al acercarse a la boca de la caverna, quedará deslumbrado por la claridad solar, le dolerán los ojos, creerá haberse vuelto loco y querrá volver a la tranquilidad de la caverna donde todo era conocido. Para acostumbrarse, deberá empezar a observar de noche, con la luz de las estrellas y de la luna. Luego podrá ver de día las imágenes reflejadas en las aguas y las sombras; más tarde verá los árboles, los pájaros, las fuentes, podrá mirar las cosas en sí, y finalmente será capaz de ver el sol, y de darse cuenta de que gracias a él existe todo y que es la causa de la vida. Vamos a relacionar la caverna con la línea de conocimiento de Platón. Con esto pasamos ya del sentido literal a su sentido alegórico, simbólico, prolija y expresamente declarado por Platón mismo. La caverna corresponde al primer segmento, representando el mundo visible, sensible. El primer subsegmento es el de las imágenes proyectadas, las

cosas que no hemos experimentado, las que nos han dicho, nos han contado: la conjetura. El segundo corresponde a los objetos mismos, a los hombres que manejan estos objetos y engañan (los amos de la caverna). Representa la opinión, peligrosa, pues no es aún sabiduría, no es realidad. La caverna entera representa la ignorancia y la oscuridad. El segundo segmento es el mundo exterior al que llega el prisionero que puede evadirse del antro, y representa el mundo de los objetos inteligibles, el verdadero saber, la sabiduría. Los reflejos y sombras que el fugitivo se ve obligado a contemplar en los primeros momentos son las cosas que se pueden razonar y discurrir. Los objetos reales que podrá mirar al habituarse a la luz son las Ideas. Y la visión que al final será capaz de tener del sol cara a cara será la visión inteligible de la Idea del Bien (la máxima concepción platónica que une todos los aspectos de la virtud, lo bueno, lo bello, lo justo, lo verdadero). El Bien es la causa por la que todo es. Es el aspecto más luminoso del ser. Como el Sol, que es el que da vida a nuestra Tierra, el Bien da vida a las Ideas. Con su fina percepción de la naturaleza humana, no los representa Platón gimiendo y llorando, sino consagrados concienzudamente a una singular actividad, la única a su alcance: identificar con toda exactitud las sombras que desfilan y su orden de sucesión, a fin de poder predecir cuándo volverán a pasar estas o aquellas. De esta actividad hacen un certamen regular, y lo toman con tanto ardor, dice Platón, que se otorgan entre ellos premios, recompensas, honores, adjudicados a los más hábiles en este arte de identificación y predicción. La caverna entera funciona como una maquinaria manejada por sus amos, que se aprovechan de los deseos necesarios e innecesarios de los esclavos, conocen sus gustos, pasiones, debilidades y se aprovechan de ellos en beneficio propio. Cuando alguno de los presos rescatado del antro, que ha salido al exterior, se acuerda de sus antiguos compañeros de cautiverio y su lamentable estado, es


posible que decida volver. No porque le guste regresar a la oscuridad de la caverna, sino por solidaridad con sus compañeros, para contarles lo que ha visto. La mayoría de las veces, como llega cegado por la luz del sol, no ve las sombras y tropieza. Por eso, los cautivos se mofan de él y le dicen que se ha vuelto loco al salir de la caverna. Peor aún: si trata de hacerles ver lo lamentable de su situación, el resultado será que se enfurecerán contra él y que, si pudieran, le matarían. Palabras terribles que se han comprobado muchas veces en la Historia. Véase el caso del mismo Sócrates, la quema de Miguel Servet, Giordano Bruno y tantos otros. Esta es la explicación de por qué siempre, en todo lugar, hay una inquisición, cazadores de librepensadores que odian la libertad de pensamiento y el estudio comparado y queman en persona o en efigie, con propaganda destructiva y acusadora, a cuanto grupo, hombre o mujer, les impida seguir con su juego de proyectar y con su manejo de la caverna. El prisionero que asciende, sale de la cueva y contempla el mundo real, representa la ascensión del alma al mundo de las Ideas, el sendero del filósofo. Y cuando vuelve se convierte en el verdadero político platónico, que reúne todas las virtudes morales, desde la honradez a la justicia, del saber al saber hacer. Es el que, una vez conocido todo lo que es, vuelve a contar sus nuevas experiencias al aire y al sol y en la libertad, para ayudar a la liberación de las cadenas y así poder ascender al mundo inteligible. Así como a los cautivos no hay que darles la vista que ya tienen, sino hacerles volver sus ojos de las tinieblas a la luz, otro tanto habrá que hacer con el alma, ya que en ella existe la facultad de aprender y lo único que hace falta es orientarla en la dirección correcta. Y así como los forzados de la caverna no pueden ver la luz natural, tan lejana a ellos, con solo volver la cabeza, sino que han de hacerlo con todo el cuerpo, subiendo completamente el sendero, así también hay que proceder con el ojo del alma; se trata de la educación de todas las potencias del alma, y no solo de su potencia intelectual; es una operación que implica una vivencia (lo que pienso, lo que hago y lo que siento: mente, corazón y acción). La importancia de los mitos en diálogos de tanto calado filosófico como La República está en su honda poesía, en su belleza literaria, y en la guía que estos relatos nos dan para orientar nuestro entendimiento de la vida. Los mitos son ventanas luminosas que perduran en la memoria de todo lector de Platón. Sara Ortiz Rous

Valores que nos humanizan

Lo duradero Al comenzar a escribir sobre valores que nos humanizan, de valores universales que nos permitan reflexionar sobre lo verdaderamente importante, me he preguntado por cuál de ellos empezar, qué cualidad podría estar entre las primeras. Es difícil decidirse, pues cada valor tiene su importancia, así como la tiene el hecho de que no se den aislados sino reforzándose unos a otros. Pero de entre todos los valores que podemos reconocer como válidos para toda la vida y para todos los seres humanos, tal vez sea precisamente eso, lo perdurable, lo duradero, lo que no lleva la etiqueta de “usar y tirar” lo que necesitemos comenzar resaltando. Nuestro tiempo se caracteriza por todo lo contrario, por el cambio continuo, por la búsqueda de novedad, por la comida rápida, el amor rápido, los resultados rápidos… y por lo mismo, los fracasos rápidos. Basta con parecer (que es más rápido) en lugar de ser (que es más lento pero duradero). No se trata de una actitud de desapego que deja que las cosas fluyan, sino de un apego a lo cambiante, a lo superficial, que nos desarraiga de nuestro propio ser. Lejos estamos de aquella actitud de viejas civilizaciones, que buscaban en todo lo que hacían y construían su duración en el tiempo. Sin embargo, las cosas que realmente pueden cimentar la felicidad y realización humana tienen vocación de perdurabilidad: nobles ideas y sentimientos, buenas relaciones, valores edificantes… Se me ocurre que tal vez sea esta una buena forma de comenzar por cambiar las cosas, por enfrentarnos a un mundo que queremos hacer mejor: comencemos por revalorizar lo estable, lo duradero, lo que nos pueda servir para mucho tiempo. No se trata entonces de tener muchas cosas, de sumar viajes, personas en el correo electrónico o sentimientos, sino que sean de calidad, buenas y duraderas. Elegir al adquirir algo lo útil y duradero, buscar amistades duraderas, elegir palabras duraderas, soñar sueños duraderos, caminar senderos duraderos… Tal vez el espíritu humano busca reconocer su inmortalidad a través de lo que vence al tiempo. O, sencillamente, algo me dice que la calidad, lo válido, está aliado con lo duradero. En cualquier caso es una buena economía natural (muy válida en tiempos de crisis, por otro lado) que no vuelve insaciable al ser humano. No es una mala opción: reconocer lo que pasa, lo que se lleva el tiempo, sin más drama, para elegir y fortalecer lo perdurable. Miguel Ángel

www.eticauniversal.net -5-


Ética y Estética Con el paso del tiempo las palabras también se desgastan, perdiendo fuerza significante. Por este motivo se hace necesario recuperar y lustrar su esencia, aquello que la palabra encierra dentro de sí. Desde el punto de vista filosófico, la estética es el estudio y percepción de la belleza. Su raíz griega es aisthetike, relativo a la percepción y la sensibilidad. Por otro lado, la ética es el estudio de la naturaleza de lo bueno. Su raíz griega es ethos, que a su vez tiene dos significados; por una parte, “morada, residencia”, y por otra, “costumbre”, hábito. Hoy en día parece que ética y estética poco tienen en común. Nuestro arte, apoyo físico de la belleza, poco tiene de ético. El dinero y sus propias normas codiciosas y rastreras han asaltado las relaciones humanas y la percepción de la belleza. Es el afán de dinero y de saciar el propio ego lo que ahora mueve a los artistas, es la sed de poder la que rige parte de las relaciones humanas. ¿Podemos asegurar que hay relación entre ética y estética? Y, de ser así, ¿qué tienen en común? Si la estética tiene como objeto de estudio la Belleza y la ética tiene la Justicia, habrá que demostrar que Belleza y Justicia tienen algo en común. No hablamos de la belleza y la justicia empequeñecidas y advenedizas que hoy en día mendigan en nuestro mundo. Hablamos de una Belleza y una Justicia con mayúsculas, con altura de miras y aspiración de eternidad. Belleza y Justicia son Armonía. La Justicia propicia unas relaciones humanas bellas y la Belleza una experiencia estética justa. La exacerbada especialización actual de las disciplinas termina por sesgar la capacidad de razonamiento del ser humano. Al crear falsos compartimentos estancos, como si fuéramos caballos con las cabezadas puestas, limitamos nuestra mente y capacidad de comprensión. En el mundo clásico, ética y estética eran uno. Algo era considerado bello al adecuarse a su naturaleza o esencia. Una escultura no solo era bella por estar hecha de bronce pulido, ni

tampoco por representar fidedignamente un cuerpo humano. Una escultura era considerada bella en tanto que plasmaba en la materia un arquetipo. Del mismo modo, un escudo era considerado bello no cuando estaba laboriosamente trabajado, sino cuando se adecuaba a la propia función del escudo: parar golpes. Por otro lado, un combate singular en la batalla era considerado bello en tanto que los combatientes respetaban y no recurrían a artimañas rastreras para derrotar al otro. Tanto en la escultura como en el escudo o en el combate no era el resultado en sí lo que hacía bello o justo a un objeto o conducta, sino que era bello en tanto que manifestaba algo del arquetipo en el mundo material. Los griegos entendían este valor ético-estético como kalokagathía. Este concepto es un compuesto de las palabras kalos y agathos. Ambas pueden ser traducidas por “excelente, digno, bueno”. Pero si intentamos buscar la fina diferencia que separa ambas palabras veremos que kalos se refiere a la excelencia de algo a través de su apariencia, como si algo no pudiera ser hermoso sin ser ello mismo de manera excelente. Por otro lado, agathos se usa en referencia a comportamientos humanos. Alguien era señalado como agathos cuando era un buen ciudadano. De este modo, vemos que en la idea clásica de kalokagathía, ética y estética no se diferencian, sino que eran el modelo de conducta a seguir por los héroes, ciudadanos y artesanos. La ética y la estética son escaleras por las que podemos elevarnos y ver un poco más de cerca los ideales que han de renovar las sociedades. Ética y estética son dos hebras de un mismo hilo, ambas beben en última instancia del gran ideal del Bien. Son las herramientas que el ser humano tiene a su alcance para desplegar sus alas y volar alto, alejándose de la miseria moral que rige nuestro mundo. Jaume Gual Bennàssar Licenciado en Historia del Arte

Voluntad

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Cuerpo sano

Amor Vitalidad activa

Psique armonizada

Inteligencia

Mente ordenada

Una formación integral tendría que poder desarrollar en el ser humano nuestra naturaleza interna, en su triple aspecto: Voluntad, Amor e Inteligencia, canalizada a través de una mente ordenada, una psique armonizada, una vitalidad activa y un cuerpo sano


FILOSOFÍA CONTRA EL FANATISMO A lo largo de la historia, los grandes enemigos de la humanidad parecen reencarnarse en cada época, vestidos con distintos ropajes, hablando diferentes lenguas, pero siempre semejantes en sus devastadoras acciones. Uno de ellos es el fanatismo, especie de enfermedad mental colectiva, que arrastra en torbellinos fatales a grupos humanos y les conduce a las más vergonzosas y criminales acciones. Las páginas más tristes de la Historia son las que recogen los hechos marcados por los fanatismos, en todos los tiempos, en todos los pueblos. Las obras de los fanáticos son siempre destructoras, lo suyo es la coacción, la fuerza, la amenaza, el miedo, la vejación, la muerte. Los seguidores de esa corriente nefasta pueden reclutarse en ámbitos también variables: pueden encontrarse en grupos políticos, religiosos, pero también aparecen en otros ámbitos, como los profesionales, o los académicos. No toleran a nadie que se atreva a pensar de manera diferente, o que tenga otra visión del mundo, otras creencias, otra manera de ver la vida,

pues se creen en posesión de la verdad más absoluta y los demás son unos equivocados que no merecen más que la destrucción y el aniquilamiento. Si miramos, en cambio, a los que han profesado la filosofía a lo largo de la historia, no encontraremos fanáticos entre sus filas, más que en la biografía de alguna excepción que confirma la regla. Por el contrario, las más bellas palabras que engrandecen la naturaleza humana han sido las que encontraron los filósofos de todos los tiempos, de todas las tendencias. Recordemos el discurso sobre la dignidad del hombre, de Pico de la Mirándola, o la oración de Voltaire en su Tratado sobre la tolerancia, o las preciosas palabras de Ibn Al Arabi sobre la religión del amor. Este es un argumento más a favor de la conveniencia de promover la filosofía, como hace Nueva Acrópolis en su escuela, verdadero crisol de la libertad de pensamiento y la reflexión. M.ª Dolores F.-Fígares

Un movimiento filosófico a nivel mundial presente en más de 60 países Nueva Acrópolis es una organización internacional de carácter filosófico, cultural y social, que nacida a mediados del siglo XX, se proyecta en este nuevo milenio. Nueva Acrópolis promueve la Filosofía a la manera clásica como un conocimiento global que aúna Ciencia, Arte, Ética y Metafísica en un Ideal de realización humana, capaz de obrar en el Hombre una armonía entre la forma de pensar y la forma de vivir, una filosofía que reavive los altos ideales de Belleza, Bondad, Justicia y Concordia.

Principios y Finalidades 1- Fraternidad Promover un ideal de fraternidad universal, basado en el respeto por la dignidad humana, más allá de las diferencias raciales, de sexo, culturales, religiosas, sociales, etc. Es necesario promover el respeto por las diversas identidades y tradiciones, y a la vez fortalecer la unión más allá de las diferencias, armonizar personas, ideas y sentimientos en una convivencia enriquecedora y abierta. Este ideal de fraternidad halla su fuerza en lo que nos une más que en lo que nos separa. Se afirma en el reconocimiento de valores universales que, respetando la diversidad, trascienden los propios usos y costumbres locales y confluyen en unos principios éticos comunes, inherentes a la dignidad de todo ser humano. Este ideal promueve el respeto y fomento de los derechos humanos, así como el reconocimiento de unos principios de ética universal.

Propósitos y Principios

3- Desarrollo 2- Conocimiento Desarrollar lo mejor de nuestro I. Reunir a los Hombres y Mujeres de todas Fomentar el amor por la sabiduría potencial humano, promoviendo razas y condiciones socialeslaen q u e , a t r a v é s d e l e s t u d las i o creencias, como individuos y a un ideal plena de fraternidad universal. comparado de filosofías, religiones,tornorealización nuestra integración en la naturaleza ciencias y artes, promueva el y la sociedad. II. Despertar una visión global mediante el conocimiento del universo, la estudio comparado de las Filosofías, las naturaleza y el ser humano. El ser humano guarda aún enorme Ciencias, las Religiones y lasunArtes. potencial latente. Conocerlo y El amor a la verdad y el conocimiento desarrollarlo uno dedel los individuo pilares parte de la legítima aspiración por III. Desarrollar lassupone capacidades fundamentales de la propia vida y una y desarrollar el propio discernimientopara y que pueda integrarse en la Naturaleza fuente de satisfacción perdurable. El comprensión del mundo y de uno vivir logro segúndelas características de su propia la armonía entre pensamiento, mismo. Entendemos la filosofía como personalidad. sentimiento y acción es una meta para eje relacionador de las diferentes nosotros. Un desarrollo equilibrado y facetas y vertientes del conocimiento global de uno mismo, la realización de humano. las mejores cualidades y valores de nuestra naturaleza humana, son La filosofía puede unir las fuentes del probablemente la única garantía hacia pasado y el presente en una visión un mundo mejor. global, amplia e integradora, que la transforme en un verdadero motor del progreso que busque no solo indagar en los caminos de la vida, sino profundizar en sus finalidades, y que trate de aunar www.acropolis.org todos los aspectos del saber y de la experiencia. www.nueva-acropolis.es -7-


“Si quieres construir un barco, no empieces por buscar maderas, cortar tablas o distribuir el trabajo; evoca primero en los hombres y mujeres el anhelo del mar libre y ancho”. Saint-Exupéry

Taller de de Filosofía de Oriente y Occidente MÓDULO I El ser humano ante sí mismo_________________ El ser humano y su naturaleza - Microcosmos y Macrocosmos - Planos y dimensiones del Universo y del Ser Humano India milenaria - Poema místico-esotérico del Bhagavad Gita: Dharma y el Karma -Teoría de la reencarnación La sabiduría del Tíbet - Antiguos textos tibetanos: “La Voz del Silencio”, “El Libro de los preceptos de oro” Budismo - Vida y enseñanzas del Buda. El Dhammapada - El ser humano frente al sufrimiento y el dolor China - Confucio, vida y pensamiento - Ética y política, las cualidades del buen gobernante Egipto - Ciencia, Arte y Magia en Egipto - Textos y enseñanzas egipcios Aristóteles - La búsqueda de la Felicidad - La Areté: el desarrollo de las excelencias del Alma Los neoplatónicos - Las tres vías de acercamiento a la Sabiduría: la Belleza, la Música y la Filosofía. El Arte como camino de realización MÓDULO II La dimensión social del ser humano ________ El ser humano al encuentro de la convivencia - Los problemas del ser humano y el mundo actual. La deshumanización y pérdida de finalidades - Confucio y Platón: un mundo mejor sólo es posible con un hombre mejor La tradición platónica - El Ideal platónico del hombre y el mundo: lo Justo, lo Bueno, lo Bello y lo Verdadero - La educación y la formación integral humana - Simbolismo del Mito de la Caverna Roma y los ciudadanos del mundo - La Filosofía Estoica. El Valor y la Fortaleza frente a la adversidad MÓDULO III El ser humano ante la Historia ____________ - Filosofía y lógica de la historia. Sentido de la historia y la mitología - Teoría del eterno retorno y los ciclos históricos - La crisis de nuestro tiempo y su proyección en el futuro de nuevas formas civilizatorias

Para más información de convocatorias y horarios

ANEXO I Ciencias antiguas ____________________________ Astrología. Alquimia. Yoga -

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