El vuelo de la esfinge 05

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Filosofía para un mundo mejor

Comprometidos por un mundo mejor No es raro ver en cualquier época del año cómo desde diversas instituciones se promueven campañas, foros y actos de sensibilización en torno a la Paz y la concordia de los pueblos. Todos estos impulsos no solo son loables sino que se hacen imprescindibles en un mundo globalizado por la economía, pero no tanto por valores universales.

Es alentador ver una cada vez mayor sensibilidad al problema y observar cómo surgen por todos lados iniciativas y movimientos que tratan de promover la Paz, el único marco posible donde el hombre puede desplegar toda la riqueza de su condición humana. Se trata de iniciativas que quieren hallar puentes de comunicación cargados de cordura que se eleven sobre aquello que nos separa para encontrarse en lo universal y humano que nos une. Y la mayor parte de estas iniciativas llegan a la misma conclusión: que los tratados basados en intereses socioeconómicos, si no tienen un respaldo de verdadera formación y cultura humanista de las sociedades, en la fraternidad y unidad esencial de la humanidad, no funcionan, simplemente posponen los conflictos, mientras crece el resentimiento y el odio. El diálogo no se impone, sino que nace de la calidad humana, alejada de

los fundamenta-lismos, los egoísmos y los miedos. He reunido, a modo de notas, algunas ideas que me parecen muy interesantes a la hora de hablar de la necesidad de construir en el mundo una Paz sostenible, y que resumen, aunque no agotan, muchas de las propuestas que en torno a la Paz plantea la filosofía, en un intento de llevarnos a la raíz del problema. Si de concordia y diálogo hablamos, es necesario un reconocimiento de la dignidad de “el otro”, un verdadero amor y no solo respeto por la humanidad, reconociendo que más allá de mi postura y mi verdad, y de la verdad del otro y su postura, existe un punto armonizador superior que las contiene a ambas y las trasciende. A ello deberíamos aspirar superando nuestros prejuicios y apegos a costumbres y elementos que, aunque útiles en un momento dado, necesariamente son circunstanciales, epocales y sujetos al cambio. Se hace imprescindible distinguir lo temporal y secundario de lo atemporal y universal. A veces nos aferramos más a las formas que a los valores profundos. Para que haya Paz, es preciso restaurar la credibilidad en el hombre, en los líderes religiosos y políticos, en las sociedades, en los individuos. Para ello nada tan preciso como la autenticidad y la coherencia con uno mismo. Debemos reconocer de una vez por todas, el poder inductor de ideas, actitudes y comportamientos que tienen los medios masivos de comunicación, a escala planetaria. Si

N.º 5

Editorial Inmersos en los problemas cotidianos pocos se interesan por lo que, en apariencia, son rollos filosóficos de inconformistas. Sin embargo la reflexión humana es la mayor fuente de practicidad que el ser humano ha desarrollado para dar pasos sólidos en su progreso integral. El conocimiento de nuestra propia naturaleza humana y del universo del que formamos parte; el desarrollo del arte de la convivencia; el fortalecimiento de nuestra voluntad para poder afrontar las circunstancias de la vida, son fruto de un proceso de reflexión y desarrollo personal. La filosofía a la manera clásica ha ofrecido siempre una fuente inagotable de inspiración y ejemplo para quien se sueña mejor a sí mismo y al mundo.

somos capaces de legislar considerando que el ver el tabaco en los escaparates de un estanco promueve su consumo, ¿qué promueve lo que todos los días, en todas las casas de todos los lugares del mundo se ve en televisión?

Necesitamos recordar que el camino hacia la Paz y los verdaderos bienes para la humanidad están más vinculados al despertar del propio discernimiento y madurez interior que


a la obediencia ciega a unas leyes, sean civiles o religiosas. La bondad y la inteligencia, si no nacen de un manantial interior, no son reales. Es necesario la superación en gran parte de ese egoísmo que nos hace mirar para otro lado cuando se trata de perder algunas de nuestras comodidades o prerrogativas en aras del bienestar de todos. Sin un desarrollo económico sostenible básico, que erradique la pobreza del mundo, los hombres y pueblos que luchan por su supervivencia y no alcanzan un marco digno en el que desarrollarse como personas, no entienden más razones que las de su propia desesperación. Y ese compromiso ha de ser asumido por los dirigentes políticos de forma real y auténtica. No podemos pretender “diálogo por la Paz” con pueblos desesperados solo porque su desesperación pone en peligro nuestro bienestar. Es peligroso, en la búsqueda de consenso, caer en la comodidad de relativizarlo todo, actitud que no nos lleva a ningún compromiso en la vida. La Paz no es una actitud de derrota y abandono sino de la conquista sostenida de los valores que unen. Tal vez haya llegado el momento de que valoremos más los bienes que produce para la humanidad la concordia que el petróleo. Podríamos añadir más y más cosas, las mismas que al hilo de la reflexión se te han ido ocurriendo a ti, lector, pero lo cierto es que es hora de un verdadero compromiso individual con la Paz, porque la Paz ha de nacer primero, no de los pactos entre los hombres, sino de un pacto íntimo y personal, que se exprese en rectitud, generosidad, sabiduría y amor. Miguel Ángel Padilla

Cuando la educación despierta un discernimiento de lo justo, lo bello, lo verdadero y lo bueno en nosotros, ese sentido elevado se refleja en buenas costumbres que hacen innecesarias muchas de las leyes y restricciones del mañana.

Lo leí en... Las palabras que curan. de Álex Rovira A menudo escuchamos que los valientes, los que se arriesgan, los que se la juegan y apuestan por una vida distinta, por crear nuevas circunstancias cuya construcción se preve difícil, incluso imposible, son unos locos. Pero quizás el coraje no tenga nada que ver con la locura. Probablemente el coraje más que la ausencia de miedo es la conciencia de que hay algo por lo que merece la pena que nos arriesguemos. El coraje es fuerza al servicio del amor y de la consciencia. El coraje nos mueve porque creemos que aquello que queremos crear, cambiar, construir, tiene sentido. Tiene tanto sentido que nos puede llevar a superar nuestros miedos, a enfrentar dragones internos y externos y partir en un viaje del cual regresaremos completamente transformados. (...) Usted podrá tener siempre todo aquello que se puede comprar con dinero, pero estar condenado a ver cómo precisamente lo mejor, lo más bello, lo más apetecible no se puede comprar con dinero. Lo mejor, lo más bello, lo más apetecible del mundo sólo puede pagarse con la propia alma, lo mismo que el amor no puede comprarse, y si alguien posee un alma no pura, no capaz del bien o al menos de creer en el bien, tampoco poseerá sensibilidad suficiente para lo mejor y más noble, y tendrá que contemplarse para siempre en la imagen empequeñecida, ajada, borrosa, del mundo que sus pensamientos, para propia tortura, se ha forjado (Hermann Hesse).

Pensamiento platónico

El vuelo de la esfinge Filosofía para un mundo mejor

EDITA: Esfinge: www.revista-esfinge.com

Nº 5. mayo 2015

Los artículos firmados no expresan forzosamente la opinión de la Redacción de la revista, sino que comprometen exclusivamente a su autor.


Desafío al materialismo U n n u e v o paradigma se asoma en el nuevo milenio. Nuevas propuestas nos hacen cuestionar la validez del materialismo como explicación del mundo. Hemos sido testigos de la publicación de numerosos libros cuyo contenido era un alegato a favor de posiciones materialistas, bien escritos y con ánimo divulgativo. De esta forma, cualquier idea que no guardase relación con la postura por ellos defendida ha sido vilipendiada. Richard Dawkins, Daniel Dennet o Christopher Hitchens nos han ilustrado de la eficacia de sus razonamientos, apoyados supuestamente por argumentos científicos. El materialismo es una posición intelectual que ha sido el discurso dominante en los dos últimos siglos. Poco a poco se fue posicionando en universidades y medios de comunicación. Es lo normal, lo que todo el mundo formado cree. Cuando se utiliza el adjetivo científico, a veces no caemos en la cuenta de que la ideología materialista se ha ido camuflando tras la apariencia y el prestigio de la ciencia. Hablar de ciencia es hablar de racionalismo (la razón todopoderosa) y materialismo (todo es material). Esa extraña mezcla entre ciencia e ideología ha dado como resultado el cientifismo como paradigma explicativo dominante, pero que poco tiene que ver con la ciencia en sí. Pocos ponen de relieve que el potente método científico y sus sorprendentes aplicaciones tecnológicas se pusieron al servicio de una agenda oculta que nadie ha debatido ni contrastado.

experimentos y desafiando a todo aquel que quiera debatir. Devuelve preguntas inquietantes y espera que los científicos y filósofos que defienden el materialismo se atrevan a contestarlas con pruebas y no con descalificaciones, de las que nuestro autor menciona muchas de las que fue testigo y víctima. En cambio, Charles Tart hace un fino ejercicio de ironía al expresar la filosofía materialista como el Credo Occidental, como si de algo religioso se tratase. Y repasa experimentos exitosos de telepatía, precognición, telequinesia, experiencias cercanas a la muerte o estados alterados de conciencia. Nos ofrece una imagen de la parapsicología seria, arraigada en la más pura investigación científica. Materialismo, una cuestión de fe ¿Realmente tiene sentido hablar hoy de materia con lo que sabemos de física cuántica? ¿Podemos aceptar que la consciencia tiene un origen material con los últimos descubrimientos de neurología o de parapsicología? Poco a poco será tan evidente que dentro de unos años todos se preguntarán extrañados por qué las generaciones pasadas sostuvieron ideas tan extrañas como creer que la vida, la consciencia y el maravilloso universo en el que vivimos fueron fruto solo de la materia y el azar. Eso es lo que tienen los paradigmas, que cuando estás inmerso en uno de ellos, no lo cuestionas, y cuando cambian, todo se tambalea a tu alrededor. Lo interesante es tomar conciencia de que estamos siendo testigos de uno de esos cambios históricos. Sheldrake y Tart no son los únicos que dan fe de este profundo cambio. El cientifismo materialista ha agotado su protagonismo histórico y ya no es tan amenazador, aunque su último grito sea de estremecedora agonía. José Ruiz

Biología y parapsicología contra el materialismo Ha sido una feliz conjunción editorial, iniciativa de Kairós, que hayan aparecido dos libros que no te van a dejar indiferente, querido lector: ambos escritos por prestigiosos autores, el biólogo británico Rupert Sheldrake y el parapsicólogo americano Charles Tart. Son obras de síntesis, muy meditadas. Plantean la dificultad de sostener a la luz de los nuevos descubrimientos científicos una explicación materialista. Los dos autores definen los supuestos teóricos del materialismo, y plantean que dicho sistema es un mero sistema de creencias admitido pero apenas cuestionado. Te aviso que ambos volúmenes son gruesos, llenos de notas y de una extensa bibliografía. Te recomiendo que los leas pausadamente, con un cuaderno de notas a mano, porque están repletos de información sugerente y sorprendente a la vez. No serás el mismo cuando los termines. El trasfondo filosófico del materialismo es el racionalismo, confiado en una todopoderosa razón que logrará dar con la clave de todos los misterios y mejorará la humanidad, víctima de la ignorancia. Sheldrake desmenuza esta posición en diez aspectos a los que denomina dogmas de la ciencia moderna, criticándolos, ofreciendo alternativas, proponiendo -3-


Hablar de

reencarnación en el siglo XXI

La cuestión de la reencarnación ha sido objeto de los más variados planteamientos que oscilan desde las loas de sus acérrimos defensores hasta las críticas de sus acérrimos detractores.

para poder abordar algunas hipótesis que hicieron de la reencarnación un soporte de la evolución. UNA MIRADA A NATURALEZA

LA

La ley de los ciclos se manifiesta en todo lo que nos circunda. Nada más normal que el constante devenir de las estaciones con sus conocidos cambios y a nadie se le ocurriría definir el invierno como una muerte definitiva, sino apenas como un reposo antes del despertar de la primavera.

Lejos de las autoridades en la materia, hoy abundan sentimentales del esoterismo que ven en la reencarnación una forma de seguir viviendo, de volver una y otra vez a esta vida, o de algunas religiones que niegan la reencarnación sencillamente porque no se menciona en sus textos sagrados. Eso, sin contar con los inexpertos que adornan la polémica con unas gotas de morbo y mezclan la posibilidad de que un ser vuelva a encarnar en varias oportunidades en busca de experiencias, con la superposición de formas de vida; así, uno que hoy es hombre puede renacer mañana como vaca, renacuajo o lechuza. Es evidente que en esta línea de pensamiento, la reencarnación haya ido ocupando puestos cada vez más secundarios en los intereses de los auténticos pensadores e investigadores. Sin embargo, todos los pueblos de la Antigüedad conocieron esta doctrina y la vivieron con toda naturalidad, como parte integrante de sus creencias y de sus filosofías. Así, no hace falta ser un genio de la intuición ni un destacado racionalista -4-

Un árbol sin hojas no es un árbol muerto; está pasando por un ciclo y se abrirá paso a otro cuando vuelvan a renacer sus hojas, sus flores, sus frutos. El ciclo que va de la semilla a la planta en plenitud, de cuyos frutos vuelven a producirse semillas, nos habla claramente de una energía que circula bajo diferentes formas, pero sin destruirse. La arena que se vuelve piedra, o la piedra que se desmenuza en arena, es otro ejemplo que aceptamos sin más porque no contradice la razón, tal como el agua que se hace nube y la nube que se vuelve a transformar en agua. El día y la noche se suceden el uno al otro y no cabe en la mente pensar que la oscuridad de la noche será perpetua. Lo natural es que el Sol aparezca todas las mañanas o, desde otro punto de vista, que la Tierra siga girando sobre su eje y alrededor del Sol provocando así zonas de luz y de oscuridad, zonas de más calor o más frío. Pero lo que resulta lógico en la Naturaleza parece perder sentido cuando se aplica a los hombres y a la escala de vida más cercana, los animales. No es nuestra intención detenernos en esta oportunidad en los ciclos de los animales, que también los hay, sino centrarnos en los humanos por la cuenta que nos trae. EL HOMBRE Comúnmente se aceptan ciclos en el desarrollo del hombre que van desde el

nacimiento a la muerte, pasando por la niñez, la juventud, la madurez y la ancianidad. Pero es un ciclo abierto que deja sin despejar dos incógnitas: la del nacimiento y la de la muerte, es decir, de dónde venimos y hacia dó nde vamos. La vida humana es como un recorte de ciclo, un trozo de circunferencia que no se cierra sobre sí misma. Si el mar vuelve al mar a través de la lluvia de las nubes, el hombre no vuelve a la vida después de la muerte. ¿Por qué? Tal vez por ignorancia, tal vez por temor, tal vez por prejuicios, tal vez porque entonces la vida se volvería mucho más compleja... Lo cierto es que aun quienes conciben la inmortalidad del alma, no conciben en cambio que un alma inmortal pueda asumir varias formas externas, no aceptan que si una vez pudo tener un cuerpo, lo pueda tener muchas más veces. La existencia así planteada se convierte en un auténtico infierno, en una carrera contra el tiempo, en una perpetua queja contra el destino o la mala suerte, en una suma inexplicable de sufrimientos que parecen no tener sentido. Por razones desconocidas, unos viven más y otros menos, unos gozan de buena salud y otros padecen dolores y enfermedades, unos tienen ventajas y buenas oportunidades y otros fracasan en todo lo que intentan, unos tienen medios y fortuna y otros carecen de lo más indispensable. Para colmo, no siempre triunfan el bien y la justicia, ni siempre se puede otorgar decididamente la razón a unos sobre otros.


Si partimos de la base de que el ser humano es algo más que su cuerpo físico, ya damos un paso adelante en el asunto. Aunque hay quienes pretenden resumir los procesos humanos en el funcionamiento biológico y en los cambios físico-químicos, no todos los sentimientos o los pensamientos que tenemos se explican tan fácilmente. Para cualquiera es una evidencia que su psiquis y su mente se desenvuelven en otra dimensión, en otro plano distinto del meramente físico, al punto de que ideas y emociones pueden trastornar al cuerpo y el cuerpo, a su vez puede influir en ideas y emociones. ¿Por qué no pensar, pues, que la psiquis, la mente, y aun el alma o espíritu si se quiere apuntar a algo más sutil todavía, son como la raíz del árbol que permanece, a pesar de que las hojas caigan en invierno? El invierno de la existencia puede secar los cuerpos, pero queda una raíz latente que, pasado el ciclo de descanso, es capaz de florecer nuevamente cubriéndose con otra vestidura. Si así fuera, si cada uno de nosotros volviese de tanto en tanto a la vida, alternando estos ciclos con los otros que llamamos muerte, la existencia sería una escuela de formación. Las experiencias adquiridas facilitarían una evolución creciente y muchas de las «injusticias» y desigualdades que antes citábamos, podrían explicarse como desigualdades de desarrollo, como efectos de causas propias anteriores, y no como simples plumazos de buena o mala suerte. La muerte perdería su aspecto fatídico y sería en cambio un descanso lógico y necesario, tanto como lo es el dormir por las noches tras una jornada diaria de actividad. Vivir cansa, agota y el hombre interno que subyace tras las formas que se deterioran, ansía un poco de reposo. Vida y muerte, o existencia formal y existencia sin forma, se suceden según ritmos especiales. Delia Steinberg Guzmán

La mentira y la esperanza Vivimos rodeados de mentiras. Los políticos mienten en las campañas electorales y en los comunicados informativos. Los medios de comunicación tergiversan los hechos en función de los intereses mercantiles de sus propietarios. Los publicistas exageran las cualidades de los productos que las empresas necesitan vender. Y, a pesar de que podemos reconocer cuándo nos mienten y cuándo nos cuentan la verdad, seguimos creyendo que todas esas falsas promesas terminarán cumpliéndose. ¿Somos ingenuos o nos han narcotizado con tantas dosis de mentiras que ya no podemos vivir sin ellas? Hay quienes llegan a pensar que la verdad no existe. Analicemos la publicidad. Hay entidades bancarias que ofrecen tarjetas de crédito gratuitas, concesionarios de coches que prometen una familia feliz, refrescos que aseguran experiencias apasionantes, compañías aéreas con descuentos elefantinos que dejan el precio del billete en 5 o 10 euros, compañías de telefonía móvil que prometen ahorrar como nunca con la compra del nuevo terminal, detergentes que dejan la ropa impecable sin esfuerzo o lavavajillas que duran más que Matusalén. La lista de productos “milagrosos” es interminable. ¿Qué mecanismos psicológicos se ponen en marcha -o se adormecen en nosotros- para que terminemos comprando lo que ofertan sabiendo a ciencia cierta que es mentira? Pienso que ese mecanismo es la esperanza. Por muy mal que vayan las cosas siempre nos queda la esperanza de vivir mejor. Somos conscientes de la grave crisis que afecta a la política y, sin embargo, se sigue confiando en los políticos y se los mantiene al frente de los partidos. Somos conscientes del veneno que hay en los fármacos y se siguen tomando. Todos conocemos lo difícil que es ser el premiado en la lotería y seguimos participando. Si lo reflexionáramos con cierta objetividad caeríamos en la cuenta de lo absurdo de muchas de nuestras decisiones. Y es que la esperanza, cuando no está fundamentada en hechos, es irracionalmente absurda. Las cosas no se arreglan solo con esperanza. Es verdad que ayuda a mantener elevado el ánimo, pero no soluciona los problemas. Esta esperanza irracional, absurda, ciega, es la que nos lleva a seguir creyendo en la mentira. Y es que la verdad nos dice lo que tenemos que hacer, la esperanza lo que tenemos que creer. Es mucho más cómoda la segunda que la primera. Es preferible desarrollar una esperanza de diferente naturaleza, más racional, más realista, más convincente, es la esperanza en uno mismo, en nuestras propias fuerzas, en nuestros sueños por muy imposibles que parezcan, en nuestra capacidad de amar, en nuestra fuerza interior. Mantengamos la esperanza en la justicia y en la verdad, porque de lo contrario, la mentira y la injusticia arrasarán con todo lo bello y armonioso que queda todavía en cada uno de los seres humanos. Francisco Capacete -5-


la meditación al servicio del desarrollo personal Todos hemos oído hablar de los beneficios de la meditación para lograr una serenidad interior y una perspectiva que nos permita abordar las vicisitudes cotidianas con un mejor equilibrio psico-físico. La mayor parte de las técnicas de meditación que hoy en día se manejan en las diferentes escuelas tienen una raíz oriental, desde el mindfulness, la meditación zen o budista vipassana y algunos ejercicios de yoga. Sin embargo también la tradición filosófica y espiritual de Occidente desarrolló diferentes herramientas y ejercicios de meditación para llevarnos a una auténtica riqueza interior ayudándonos al conocimiento de nosotros mismos y al dominio de nuestros procesos emocionales y mentales, despertando potencialidades latentes en cada uno relacionadas con la imaginación, el discernimiento, el desapego, la sensibilidad estética, el amor o la voluntad frente a la adversidad. Recordemos la mayéutica socrática o los ejercicios de meditación de Marco Aurelio. La mayor parte de las veces relacionamos la meditación con una postura sobre un cojín, pero los ejercicios de meditación propuestos por las diferentes escuelas tanto de Oriente como de occidente, son mucho más que todo eso y no necesariamente están asociados a una postura estática. El dominio de la mente y las emociones, como parte de ese proceso que nos lleve a una serenidad de la conciencia (que no necesariamente de la psiquis), es mucho más que una relajación o tranquilidad puntual. Está emparentado con la capacidad de reflexión y de encuentro de nuestra identidad, con nuestros valores profundos y con las fortalezas para un desarrollo integral personal. Amplía tu mente y amplía tus experiencias en una dirección realmente enriquecedora. Practica la meditación filosófica. Escuela de meditación filosófica

La confianza en sí mismo surge: - Cuando se sabe que para lograr una cosa hacen falta muchos pasos encaminados con perseverancia en el mismo sentido. - Cuando se sabe que es necesario aclarar las propias ideas y sentimientos, aunque para ello haya que enfrentar el amargo trago de reconocerse a sí mismo tal y como se es en cada momento. - Cuando se sabe que no somos perfectos, pero somos capaces de concebir lo que es la perfección. - Cuando se sabe que los estados de ánimo son cambiantes, pero no afectan al verdadero Yo, que es la raíz de la confianza en sí mismo. - Cuando se sabe que el dolor es condimento necesario en la vida, indispensable para aprender, en la medida en que los dolores se convierten en experiencias. - Cuando se sabe que la acción es preferible a la inacción, y el compromiso con la vida es preferible a la indiferencia apática. - Cuando se sabe que todos disponemos de fuentes enormes de energía que no sabemos utilizar, bien porque las desconocemos, porque no creemos en ellas o porque no las sabemos utilizar. - Cuando se sabe que los fracasos son enseñanzas y los éxitos son pruebas felizmente superadas en el camino. - Cuando se sabe que siempre recibiremos críticas y alabanzas, pero ni unas ni otras valen lo que nuestra conciencia serena nos indica como positivo o negativo para nosotros mismos. - Cuando se sabe que nadie puede arrebatarnos nuestra esencia de seres humanos; y ésa es nuestra fuerza. - Cuando se sabe que la convivencia con los demás hombres es maravillosa, pero no debemos esperar que los otros lo hagan todo por nosotros, ni tampoco ser tan orgullosos como para no aceptar ninguna ayuda. - Cuando se sabe que si descubrimos hombres superiores a nosotros, debemos tomarlos como ejemplo y no como motivo de depresión; y si los encontramos inferiores, ver qué es lo que debemos evitar, sin vanagloriarnos ante ellos de lo que somos y poseemos. - Cuando se sabe que como seres humanos tenemos un punto de partida y un destino al que llegar, que nuestro quehacer actual tiene un porqué, una necesidad y una finalidad. - Cuando se sabe que no todo está escrito, y por lo mismo, nosotros podemos agregar unas palabras más en el libro de la Vida. Delia Steinberg Guzmán

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BENEFICIOS DE LA FILOSOFÍA A LA MANERA CLÁSICA La filosofía es...

Beneficios individuales

Amor a la sabiduría

Enseña a pensar y reflexionar.

Indagar más allá de lo que nos muestran los sentidos, querer entender el porqué de las cosas. Para el filósofo no basta con vivir, sino que quiere saber para qué se vive. Quiere comprender la naturaleza de valores tan elevados como la Justicia, la libertad, el Amor, La Belleza, el Bien...

Despierta el discernimiento. Nos enseña a conocernos a nosotros mismos y a ubicarnos en la vida.

El arte de vivir La filosofía nos acompaña en la vida enseñándonos a conocernos a nosotros mismos y a desarrollar nuestras mejores cualidades de discernimiento, amor y voluntad, para nuestra plena realización personal y mejora de nuestro mundo circundante. Nos acerca a las fuentes de la felicidad.

Ayuda en el dominio de nosotros mismos, en el autocontrol y armonía de los diferentes aspectos que conviven en nuestro interior.

Enseña a utilizar la mente, permite estructurar argumentos y ser coherente en las ideas.

Beneficios sociales Un camino a la fraternidad y la convivencia.

Otorga una visión global y permite relacionar las cosas.

Busca el bien común basado en la dignidad de las personas.

Ayuda a desarrollar las propias potencialidades.

Enseña con el ejemplo.

Desarrolla la serenidad y la confianza.

Educa sin manipular.

Abre las puertas de la imaginación.

Trabaja por la justicia social pero sobre la ética individual.

Nos enseña a soñar.

Enlaza el pasado con el mañana, recogiendo toda la experiencia humana.

Miguel Angel Padilla

Un movimiento filosófico a nivel mundial presente en más de 60 países Nueva Acrópolis es una organización internacional de carácter filosófico, cultural y social, que nacido a mediados del siglo XX, se proyecta en este nuevo milenio. Nueva Acrópolis promueve la Filosofía a la manera clásica como un conocimiento global que aúna Ciencia, Arte, Ética y Metafísica en un Ideal de realización humana, capaz de obrar en el Hombre una armonía entre la forma de pensar y la forma de vivir; que reavive los altos ideales de Belleza, Bondad, Justicia y Concordia.

Principios y Finalidades 1- Fraternidad Promover un ideal de fraternidad universal, basado en el respeto por la dignidad humana, más allá de las diferencias raciales, de sexo, culturales, religiosas, sociales, etc. Es necesario promover el respeto por las diversas identidades y tradiciones, y a la vez fortalecer la unión más allá de las diferencias, armonizar personas, ideas y sentimientos en una convivencia enriquecedora y abierta. Este ideal de fraternidad halla su fuerza en lo que nos une más que en lo que nos separa. Se afirma en el reconocimiento de valores universales que, respetando la diversidad, trascienden los propios usos y costumbres locales y confluyen en unos principios éticos comunes, inherentes a la dignidad de todo ser humano. Este ideal promueve el respeto y fomento de los derechos humanos, así como el reconocimiento de unos principios de ética universal.

Propósitos y Principios

3- Desarrollo 2- Conocimiento Desarrollar lo mejor de nuestro I. Reunir a los Hombres y Mujeres de todas Fomentar el amor por la sabiduría potencial humano, promoviendo razas y condiciones socialeslaen q u e , a t r a v é s d e l e s t u d las i o creencias, como individuos y a un ideal plena de fraternidad universal. comparado de filosofías, religiones,tornorealización nuestra integración en la naturaleza ciencias y artes, promueva el y la sociedad. II. Despertar una visión global mediante el conocimiento del universo, la estudio comparado de las Filosofías, las naturaleza y el ser humano. El ser humano guarda aún enorme Ciencias, las Religiones y lasunArtes. potencial latente. Conocerlo y El amor a la verdad y el conocimiento desarrollarlo uno dedel los individuo pilares parte de la legítima aspiración por III. Desarrollar lassupone capacidades fundamentales de la propia vida y una y desarrollar el propio discernimientopara y que pueda integrarse en la Naturaleza fuente de satisfacción perdurable. El comprensión del mundo y de uno vivir logro segúndelas características de su propia la armonía entre pensamiento, mismo. Entendemos la filosofía como personalidad. sentimiento y acción es una meta para eje relacionador de las diferentes todo ser humano. Un desarrollo facetas y vertientes del conocimiento equilibrado y global de uno mismo, la humano. realización de las mejores cualidades y valores de nuestra naturaleza humana, La filosofía puede unir las fuentes del son probablemente la única garantía pasado y el presente en esa visión hacia un mundo mejor. global, amplia e integradora, transformándola en un verdadero motor del progreso que busque no solo indagar en los caminos de la vida, sino profundizar en sus finalidades, y que www.acropolis.org trate de aunar todos los aspectos del saber y de la experiencia. www.nueva-acropolis.es -7-


Taller de Filosofía de Oriente y Occidente

Un viaje al corazón de la vida MÓDULO I El ser humano ante sí mismo_________________ El ser humano y su naturaleza - Microcosmos y macrocosmos - Planos y dimensiones del universo y del ser humano India milenaria - Poema místico-esotérico del Bhagavad Gita: Dharma y Karma -Teoría de la reencarnación La sabiduría del Tíbet - Antiguos textos tibetanos: “La Voz del Silencio”, “El Libro de los preceptos de oro” Budismo - Vida y enseñanzas del Buda. El Dhammapada - El ser humano frente al sufrimiento y el dolor China - Confucio, vida y pensamiento - Ética y política, las cualidades del buen gobernante Egipto - Ciencia, arte y magia en Egipto - Textos y enseñanzas egipcios Aristóteles - La búsqueda de la felicidad - La Areté: el desarrollo de las excelencias del alma Los neoplatónicos - Las tres vías de acercamiento a la sabiduría: la Belleza, la Música y la Filosofía. El Arte como camino de realización

Si tienes un alma inquieta y un corazón aventurero que no se resigna a vagar sin respuestas ni a confiar en aquello que no acepten tu corazón y tu mente... Si huyes de los fanatismos y los dogmas pero crees en la profundidad de la vida... Si intuyes que detrás de cada pueblo, de cada religión, de cada pensamiento hay un trozo del misterio del ser humano... Si sientes que la historia, la ciencia, la ética o el arte están unidos por los lazos invisibles que unen todas las cosas.... Entonces tú eres un filósofo, buscador incansable de lo verdadero, de lo justo y de lo bello.

Para más información de convocatorias y horarios

MÓDULO II La dimensión social del ser humano ________ El ser humano al encuentro de la convivencia - Los problemas del ser humano y el mundo actual. La deshumanización y pérdida de finalidades - Confucio y Platón: un mundo mejor solo es posible con un hombre mejor La tradición platónica - El ideal platónico del hombre y el mundo: lo Justo, lo Bueno, lo Bello y lo Verdadero - La educación y la formación integral humana - Simbolismo del Mito de la Caverna Roma y los ciudadanos del mundo - La filosofía estoica. El valor y la fortaleza frente a la adversidad MÓDULO III El ser humano ante la historia ____________ - Filosofía y lógica de la historia. Sentido de la historia y la mitología - Teoría del eterno retorno y los ciclos históricos - La crisis de nuestro tiempo y su proyección en el futuro de nuevas formas civilizatorias ANEXO I Ciencias antiguas ____________________________ Astrología. Alquimia. Yoga -

Consulta contenidos y más en: http://filosofia.nueva-acropolis.es


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