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GÉNERO Y ECUMENISMO
del coronavirus (COVID-19) afecta a la población de diversas maneras. Muchas personas tienen miedo de contraer el virus; han visto familiares, amigos y seres queridos infectados que han sucumbido a la enfermedad. Lo que más necesitamos es la oración permanente para que el Espíritu Santo nos ampare y no nos sobrevenga ningún mal en nuestras moradas. Oramos a un Dios bondadoso y amoroso, que nos protege de una forma única. Confiamos en que, en estos tiempos, nos dará refugio bajo sus alas. Esta es una oración que se puede ofrecer independientemente de nuestra comunión o tradición religiosa. Es una oración ecuménica para todos nosotros que abrazamos las promesas y exigencias de Cristo. (oikoumene.org) 23/04/2020
57.La violencia de género, con y sin pandemia En plena epidemia, cuando la vida cotidiana de millones de personas se ve prácticamente circunscrita sólo al ámbito familiar, la violencia en contra de las mujeres, lejos de disminuir, se ha intensificado en los días que van de confinamiento por el coronavirus. Bien mirado el dato, no resulta tan sorprendente si se toma en cuenta que una de las manifestaciones más comunes de la violencia de género tiene lugar precisamente dentro de la familia. En ese núcleo se juntan los factores sicológicos, siquiátricos, sociales y culturales que detonan el comportamiento agresivo que deriva en lesiones de todo tipo, y en casos extremos culmina con la muerte de las víctimas. Extremos, pero no por ello inusuales: el hecho de que en los tres primeros meses del año, incluido el periodo de emergencia sanitaria, se hayan registrado en el país casi mil asesinatos de mujeres (la cifra más alta desde 2015, cuando se empezaron a elaborar estadísticas sobre el tema) indica que la curva de esta forma de violencia mantiene su alarmante tendencia a crecer. Desde hace al menos un decenio casi no hay día en que los medios no informen de abusos y agresiones cometidas contra mujeres, ya sea en sus entornos familiares o en otros escenarios. En este periodo, algunos expertos en ciencias del comportamiento han llegado a conclusiones tales como que la violencia de género en el hogar no se puede atribuir a desórdenes síquicos ni patologías individuales de los agresores, ni tampoco a factores derivados del medio externo o de la estructura socioeconómica, dado que –dicen–las agresiones se producen en todos los estratos sociales. Acerca de este punto, sin embargo, no hay coincidencias. Algunos funcionarios han declarado recientemente que el confinamiento obligado por el Covid-19 favorece, con sus tensiones, la violencia intrafamiliar, basándose en que desde que inició la cuarentena los porcentajes de denuncias por agresión y maltrato se han incrementado, alcanzando otro indeseable récord desde que se contabilizan dichas denuncias. Además, ni siquiera se dispone de datos confiables sobre el número real de mujeres agredidas: una agencia de investigaciones y estadísticas sostiene que la cantidad de denunciantes de hechos violentos sólo representan 11 por ciento del universo de afectadas. Estos números fortalecerían la hipótesis de que el aumento de la violencia de género se debe, por lo menos en parte, a la situación de estrés e incertidumbre que provoca el aislamiento familiar debido a la emergencia sanitaria. Pero tampoco sobre esto hay opiniones coincidentes. Hay diferencia entre las llamadas por violencia y las denuncias ante el Ministerio Público, y como estas últimas no se han incrementado de manera tan dramática como aquéllas no es fácil tener un dato numéricamente confiable de cuántas son las mujeres víctimas de violencia. Como sea, la información disponible indica que el número de víctimas es inadmisible, incluso cuando una sola constituiría una tragedia. Si se suman la figura de los homicidios dolosos y la de feminicidio, y se le agrega la enorme cantidad de casos en que las mujeres agredidas no pierden la vida, pero sufren distintos grados de lesiones, en su casa o fuera de ella, con o sin confinamiento, continúa siendo acuciante la necesidad de combatir con mayor eficacia el terrible problema que parece haber echado sus malas raíces en nuestra sociedad. (jornada.com.mx) 26/04/2020
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58.Nueva comisión para estudiar el diaconado femenino: un paréntesis al coronavirus https://www.vidanuevadigital.com/blog/nueva-comisionpara-estudiar-el-diaconado-femenino-un-parentesis-alcoronavirus-isabelcorpas/?fbclid=IwAR0DKfomMDMaFJtRTtgRrAwR6o1LS8 CpLZA4yeaf7HGLSXxe8Foc2kFKRC4 (vidanuevadigital.com) 22/04/2020
59.Fuerza feminista: Dawn Marie Paley* Son tiempos agitados en América Latina. Eso ya era verdad antes de la emergencia de la pandemia global. En octubre, un levantamiento de 11 días paralizó a Ecuador y una protesta estudiantil se convirtió en un estallido social prolongando en Chile. En noviembre la derecha tomó el poder en Bolivia, en diciembre Argentina volvió a ser gobernado por el kirchnerismo. Este año ya, asumieron nuevos presidentes en Guatemala y Uruguay. Y luego, vino la pandemia. Pero en todo el continente, mientras cambiaban las caras de los gobernantes, ha habido una constante: las mujeres han tomado y han vuelto a tomar las calles de forma masiva, repudiando la deuda, el capital y la violencia. El 8-9 de marzo las mujeres mostraron que tienen una capacidad inmensa de lucha y despliegue de múltiples estrategias feministas en todo el continente. En México, desde Ciudad Juárez hasta Tapachula, fuimos nosotras las que, de forma masiva, rechazamos la violencia y desafiamos el gobierno de la Cuarta Transformación. En Santiago de Chile, salieron dos millones de mujeres y hombres a las calles el 8 de marzo en una huelga general, en apoyo a un programa feminista. En Montevideo, fueron 350 mil mujeres en la calle, casi la mitad de las que viven en la capital uruguaya. Miles también tomaron las vías en la ciudad de Guatemala, denunciando el machismo, rememorando las víctimas de violencia, y clamando contra políticas de despojo. El 9 de marzo, las mujeres armaron un paro en toda Argentina, con medio millón tan sólo en Buenos Aires. ―La deuda es con nosotras y con nosotres, ni con el FMI ni con las iglesias‖. Ese fue el lema bajo el cual cientos de miles mujeres se movilizaron allá. Fue el cuarto año de huelga feminista, un día de rebelión en medio de un año repleto de encuentros, asambleas y articulaciones entre mujeres. En las ciudades más grandes de Bolivia, miles de mujeres se manifestaron el 8 de marzo, a pesar de una coyuntura polarizada y violenta. En Cochabamba, las mujeres salieron a las calles con el eslogan no tenemos miedo, tenemos fuego. A pocas semanas de las masivas concentraciones, marchas y juntas del 8-9 de marzo, vino lo que ahora vivimos: órdenes de cuarentena, toques de queda, distanciamiento social y estados de emergencia, a raíz de la llegada al continente de un nuevo virus sumamente contagioso y con efectos complicados y a veces letales en el cuerpo humano. Las contradicciones, las tensiones y las injusticias se han ahondado en tiempos de pandemia. Hoy día, los temas al centro de la revolución feminista nunca han sido más relevantes. Nosotras en general con el movimiento feminista y el movimiento social dijimos no al pago de la deuda directamente, por ser deuda ilegítima por que la toma de deuda no pasó por el parlamento cuando es un requirimiento constitucional, me dijo Verónica Gago en una entrevista por Zoom desde Buenos Aires. La mayor parte de la deuda fue tomada por Maurico Macri durante los pasados cuatro años. Al escala global ahora hay una posibilidad de suspender la deuda, y además hay una necesidad acá de derivar fondos para el gasto social y público que hace actualmente imposible pensar a los términos de negociación anterior a la pandemia dijo Gago, miembro del colectivo Ni Una Menos y autora del libro La potencia feminista. Mientras que cuerpos envueltos en plástico se pudren en las calles de Guayaquil y los barrios marginados se militarizan, las redes de mujeres en Ecuador se siguen organizando. El Parlamento Plurinacional y Popular de Mujeres y Organizaciones Feministas ha surgido como resultado de la revuelta de octubre y ahora es un nodo para coordinar mujeres en todo el país. Las ollas populares, forma de protesta pública que a la vez es estrategia alimenticia, han vuelto a ser parte de la cotidianidad en Argentina y Uruguay, debido a la profunda crisis alimentaria actual. A principios de la llegada de la pandemia, el gobierno de Luis Lacalle Pou decretó alzas en las tarifas de luz, agua y telefonía. Después de 15 años de progresismo, regresaron las ollas en 15 días, me comentó Mariana Menendez, feminista uruguaya e integrante del colectivo Minervas en la ciudad de Montevideo. En Chile, el movimiento feminista ha sido central en el sostenimiento del estallido social. Lo que abre la revuelta en Chile desde el 18 de octubre, marca de manera muy radical una idea, que es que la vida en su conjunto es la que estaba en cuestión, la forma en la que se organizaba la vida en Chile me co-
mentó Javiera Manzi de la Coordinadora Feminista 8m desde Santiago. Y eso es precisamente lo que nosotras veníamos hablando cuando nos referíamos a la reorganización de la vida. No queda duda que las ideas sobre el cuidado y la reproducción de la vida se han vuelto todavía más centrales con la pandemia. La historia de la lucha abierta en América Latina durante los pasados años nos deja en claro que serán las mujeres, algunas feministas pero todas movilizadas, las que marquen el paso y las formas de seguir transformando la sociedad y la economía. *Periodista canadiense y autora de Capitalismo antidrogas: Una guerra contra el pueblo (Libertad Bajo Palabra, 2018). (jornada.com.mx) 26/04/2020
60.Organizaciones mundiales basadas en la fe reclaman conjuntamente justicia de género en medio de la respuesta COVID19 Ginebra. En una declaración publicada el 23 de abril, el grupo "Fe en Beijing", un colectivo de actores religiosos y redes basadas en la fe, pidió al mundo que abogue por los gobiernos y la sociedad civil por respuestas urgentes relacionadas con COVID-19 que protejan los derechos de las mujeres y logren igualdad de género. "Una declaración conjunta: Género, fe y COVID-19" describe por qué los impactos de COVID-19 son los que más sienten las mujeres y las niñas. El Consejo Mundial de Iglesias (CMI) se encuentra entre las organizaciones firmantes del mensaje. "A medida que se desarrolla la pandemia, hemos sido testigos de un aumento en la violencia de pareja y otras formas de violencia doméstica", se lee en el comunicado. "En algunas comunidades de todo el mundo, la violencia contra las mujeres durante la pandemia ha sido provocada por las agencias de seguridad que han aplicado el bloqueo, a veces utilizando fuerza indebida". Como se detiene la actividad comercial habitual, tenemos la oportunidad de reflexionar sobre la fragilidad de nuestro mundo y nuestro sistema económico, según el comunicado. "En estos espacios, podemos comenzar a imaginar un mundo enraizado en la igualdad y la justicia para todos", dice el texto. "La pandemia de COVID-19 ha revelado cuán interconectados estamos globalmente y cómo la injusticia de género se revela en un individuo y en un colectivo nivel." Las instituciones religiosas pueden desempeñar un papel vital en la distribución de información precisa de salud pública a sus comunidades, señaló la Dra. Isabel Apawo Phiri, subsecretaria general del CMI. "Los líderes religiosos pueden y están jugando un papel positivo en la promoción de mensajes de justicia de género y un estigma desafiante", dijo Phiri. "Más que nunca, necesitamos liderar una respuesta que esté enfocada e impulsada por los valores de amor, dignidad y justicia". (oikoumene.org) 24/04/2020
61.Con el confinamiento, crece violencia de género Durante el inicio del confinamiento doméstico por la pandemia de Covid-19, los servicios de emergencia del país recibieron, en marzo 26, mil 171 llamadas relacionadas con violencia contra la mujer, el número más alto desde el inicio de este mecanismo de apoyo, en 2016. Mientras en 2019 el récord mensual fue de 21 mil 678 pedidos de auxilio, durante el inicio de la pandemia la cifra se disparó, según los registros de los sistemas estatales 911 compilados por el Sistema Nacional de Seguridad Pública (SNSP). El recuento de estas llamadas (67 mil 81 entre enero y marzo) refiere incidentes, no denuncias ante el Ministerio Público, y tres entidades concentran la mayoría: Estado de México, Chihuahua y la capital del país, con poco más de 10 mil cada una. En México, el primer caso de coronavirus se confirmó el 28 de febrero y, de manera voluntaria, miles de personas decidieron permanecer en sus hogares; el 23 de marzo se inició la Jornada Nacional de Sana Distancia con medidas para disminuir la movilidad y las actividades sociales y familiares y, días después, la fase 2 de la emergencia sanitaria. Funcionarias del gobierno federal alertaron del incremento de peticiones de auxilio procedentes de los hogares, que significaba un ambiente más deteriorado y violento en perjuicio de las mujeres, niños y adultos mayores. Pidieron incluso que se clasificara dentro de las actividades esenciales a los refugios para mujeres violentadas. No había mucha claridad de la magnitud del disparo de la violencia, hasta ayer con el reporte del SNSP, que emite elementos que dimensionan la situación. Las llamadas de violencia contra la mujer pasaron de 19 mil 183 en enero de este año, a 21 mil 727 en febrero y 26 mil 171 en marzo; no bajó el pico en denuncias de abuso sexual (en marzo hay sólo tres menos que el récord de agosto de 2019) y también hay cifra roja en incidentes de acoso y hostigamiento sexual, con mil 17 llamadas de emergencia, el doble que en enero.
Aunque las autoridades reconocen la problemática, no tienen datos del número de episodios que se quedan en la sombra del ámbito doméstico. Grupos civiles han hecho aproximaciones. Según la empresa encuestadora Enkoll, por ejemplo, dijo que en pleno periodo de confinamiento, sólo 11 por ciento de las mujeres agredidas acudió ante algún tipo de autoridad. (jornada.com.mx) 2/2020
62.Embajadores de los Jueves de negro: “debemos facilitar y promover espacios seguros para todos y todas” Ginebra. Los embajadores del Consejo Mundial de Iglesias (CMI) para la campaña de los Jueves de Negro apoyan una declaración conjunta que exhorta tanto a la sensibilización como a la protección, ante la ‗doble pandemia‘ de COVID-19 y de violencia de género. ―Desde que los países han impuesto las necesarias restricciones al movimiento y a las actividades en respuesta a la COVID-19, hay más personas que recurren a las líneas de atención telefónica para la violencia doméstica y que piden ayuda por otros medios‖, dice la declaración. ―Los efectos del confinamiento, la pérdida de empleos, y la absoluta vulnerabilidad de las personas que ya se encontraban en los márgenes de la sociedad son verdaderamente preocupantes‖. Los embajadores de los Jueves de negro, una campaña mundial por un mundo libre de violaciones y de violencia, también aparecen en un video que acompaña a la declaración, en el que hablan emotivamente sobre la mayor incidencia de casos de violencia registrada durante las cuarentenas mundiales. ―Los conflictos y las crisis casi siempre acarrean consecuencias vinculadas a la condición de género, que pueden combinarse con otros factores, como la raza, la etnia, las capacidades o la situación financiera‖, afirma el comunicado. ―Instamos a todas las personas a cuidar de quienes viven en sus hogares, de sus allegados; y, a quienes aún prestan un servicio público, a cuidar de sus compañeros de trabajo‖. Entre los trece embajadores firmantes se encuentra la moderadora del CMI, la Dra. Agnès Abuom, quien firmó la declaración instando a un cambio tanto a nivel comunitario como en las instancias de poder. ―Animamos a las iglesias a participar en la creación de espacios seguros, físicos y virtuales, para quienes no están seguros en sus hogares‖, prosigue la declaración. ―Pueden
apoyar a los profesionales y asistentes locales especializados en el ámbito de la violencia sexual y de género a través de la oración, y ofreciéndoles instalaciones, material y dinero‖. ―Si bien debemos prevenir la propagación de la COVID19, no debemos victimizar o estigmatizar a las personas en el proceso. También debemos mirar más allá de la actual crisis y renovar nuestra determinación de eliminar las causas profundas de la violencia sexual y de género, que se ven intensificadas durante los conflictos y las crisis‖, advierte la declaración. ―En calidad de embajadores de los Jueves de negro, oramos para que las personas de fe se unan a nosotros para construir un mundo de justicia y paz, en estos tiempos difíciles‖. (oikoumene.org) 23/04/2020
63.El CMI recuerda la vida y la sabiduría del
Rev. Jacques Maury El Rev. Jacques Maury, un destacado protestante francés que presidió la Iglesia Reformada de Francia y, posteriormente, la Federación Protestante de Francia, ha fallecido a los 99 años. El presidente de la Federación Protestante de Francia, el Rev. François Clavairoly, rindió homenaje a su predecesor, y recordó su compromiso con el ecumenismo, los vínculos que forjó con las iglesias miembros del Consejo Mundial de Iglesias (CMI), su interés por los jóvenes y los estudiantes, y su apoyo a los migrantes y extranjeros de Francia. ―En lo que al ecumenismo se refiere, Maury vivió todas las estaciones: desde la primavera que brotó a raíz del Concilio Vaticano II, hasta las estaciones más inciertas de los tiempos recientes‖, afirma Clavairoly. ―Sin duda, ayudó a los demás a entender el significado de la paciencia, la perseverancia y la sabiduría en este contexto‖. En enero, recuerda Clavairoly, Maury se sentó en la primera fila durante la reunión de Año Nuevo de la federación con dirigentes políticos. ―Seguía los debates políticos actuales, y estaba más preocupado que nunca por el futuro de la democracia, y por la fidelidad y la vitalidad de su iglesia‖. Otro de los sucesores de Maury, el Rev. Jean Arnold de Clermont, habló de su ―profundo reconocimiento por el camino que trazó en la historia de nuestra iglesia reformada, en el protestantismo francés y muchos otros ámbitos‖. Maury fue miembro de los comités Central y Ejecutivo del CMI y comoderador del Grupo Mixto de Trabajo del CMI y de la Iglesia Católica Romana, entre 1981 y 1990.
El secretario general interino del CMI, el Rev. Dr. Ioan Sauca, agradeció la labor de Maury en el movimiento
ecuménico.
―Maury ofreció un apoyo incondicional al movimiento ecuménico, en épocas felices y en épocas de gran dificultad, y nos enseñó a todos el valor de la persistencia‖, afirma Sauca. ―Su respuesta cristiana combinó siempre la sabiduría y la compasión con una profunda necesidad de cuidar de todos nosotros‖. El Dr. Dwain Epps, antiguo director de la Comisión de las Iglesias para Asuntos Internacionales, escribió: ―Añoraré que me llame tarde en la noche para ponerse al día de los últimos acontecimientos en el CMI o para consultarme sobre algo que había oído‖. El Dr. Tarek Mitri, antiguo profesional del ámbito de las relaciones interreligiosas, añade: ―Jacques es inolvidable. Ha sido una presencia muy sensible. Lo recordaré siempre con reverencia. Dios ha resucitado‖. Georges Lemopoulos, antiguo secretario general adjunto, dijo: ―Aprendí mucho de Jacques cuando fui nombrado secretario adjunto del Grupo Mixto de Trabajo. Recuerdo con gratitud sus consejos, basados siempre en su auténtica experiencia personal en la iglesia y en el ecumenismo. Visitaba el Consejo con mucha frecuencia y quería que tanto los recién llegados como los veteranos se lo contaran todo‖. Maury nació el 10 de noviembre de 1920 en Clamart, cerca de París. Su padre, Pierre Maury, fue un pionero del movimiento ecuménico único de la posguerra en la Federación Universal de Movimientos Estudiantiles Cristianos (FUMEC), junto a Willem Visser 't Hooft, quien luego sería el primer secretario general del CMI. El hermano de Jacques Maury, Philippe Maury, dirigió el departamento de comunicación del CMI entre 1957 y 1967. Empezó a estudiar filosofía antes de la Segunda Guerra Mundial, y posteriormente, en 1940, retomó los estudios en la rama de teología, en la facultad protestante de Montpellier. En 1957, fue nombrado secretario general de la filial francesa de la FUMEC, cargo que ocupó hasta 1962, cuando se hizo pastor en Poitiers. Durante esa etapa de su vida, Maury también se convirtió en un símbolo de superación y esperanza para las personas con discapacidad, tras perder una pierna debido a las secuelas de un accidente ferroviario. También será recordado con gratitud por todos los participantes en el movimiento ―Foyers Mixtes‖ (matrimonios mixtos). Fue uno de los fundadores del movimiento, desde 1963, y acompañó a las parejas mixtas con la misma pasión y entusiasmo durante muchos años. Fue presidente del Consejo Nacional de la Iglesia Reformada de Francia entre 1968 y 1977, y luego de la Federación Protestante de Francia, entre 1977 y 1987. Entre 1989 y 1995, fue presidente de la CIMADE, originalmente una organización protestante francesa que trabajaba con migrantes, refugiados y solicitantes de asilo, y defendía sus derechos. Tras su jubilación, visitaba con asiduidad las oficinas del CMI en Ginebra. (oikoumene.org) 22/04/2020
64.Mensaje del día de la Tierra a las Naciones Unidas: la recuperación de la COVID-19 debe abordar la emergencia climática Ginebra. Un mensaje interreligioso emitido con ocasión del Día de la Tierra, el 22 de abril, insta a la adopción de medidas ambiciosas y urgentes para hacer frente a la emergencia climática, y exhorta a que los esfuerzos de reconstrucción de las economías pongan la salud de las personas por delante de las ganancias‖. El mensaje reconoce y lamenta el trauma, la ansiedad, la vulnerabilidad y la pérdida de vidas en todo el mundo a causa de la pandemia de COVID-19, especialmente entre las comunidades que ya eran vulnerables. ―Estamos horrorizados ante el aumento de violaciones de los derechos humanos, y en particular el racismo, la vigilancia extrema, la xenofobia, el abuso de los poderes otorgados a raíz de la emergencia y la violencia doméstica‖, dice el mensaje. Pero su mensaje es, principalmente, un mensaje de esperanza. ―También hemos tenido más tiempo para la reflexión‖, añade la declaración. ―Anunciamos alto y claro que ya vivíamos en un estado de emergencia antes de la COVID-19‖. El mensaje defiende una recuperación justa para construir un futuro más sano, en que la familia humana viva de forma respetuosa con el medio ambiente y con la Madre Tierra, de la que todos dependemos. ―Las decisiones que tomemos ahora conformarán nuestra sociedad durante años, y es esencial que los esfuerzos para recuperar las economías pongan la salud de las personas por delante de las ganancias‖, advierte el mensaje. ―Los gobiernos han prometido extraordinarias sumas de dinero para prevenir los desastres financieros derivados de esta pandemia, pero ese dinero no debe usarse para financiar una futura degradación medioambiental‖. La declaración insta a no reiniciar las subvenciones a los combustibles fósiles, y a no retomar los patrones de consumo malsanos. ―Los planes para una recuperación justa de la crisis de la COVID-19 deben incluir las nece-
sarias medidas para hacer frente al cambio climático mediante un enfoque bien gestionado, planificado y justo. ―Pedimos una reconstrucción que defienda los derechos humanos, la salud y el bienestar de los ciudadanos como elementos fundamentales para la estabilidad y la seguridad de todas las naciones‖. En otras palabras, la declaración insta a mirar más allá de este momento de miedo con valentía moral: ―Este es el momento de crear juntos una sociedad más sana y más resiliente‖. La Dra. Isabel Apawo Phiri, secretaria general adjunta del Consejo Mundial de Iglesias, manifestó su apoyo a la declaración, y añadió que la recuperación de la crisis sanitaria deberá emprenderse teniendo presente que Dios ha confiado a los seres humanos la misión de ser guardianes de la Tierra. ―Ahora que hemos demostrado nuestra capacidad para actuar al unísono en solidaridad con nuestra única familia humana, es el momento oportuno de introducir cambios fundamentales en nuestros sistemas financieros y sociales, a fin de preservar la creación de Dios y el futuro de nuestros hijos y nietos‖, declaró Phiri. ―No habrá una verdadera recuperación sin justicia socioeconómica‖. El mensaje interreligioso será enviado a la secretaría de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático a través del Comité de Enlace Interreligioso de esa convención. (oikoumene.org) 22/04/2020
65.El secretario general interino del CMI reflexiona sobre la carta abierta de Kairos Europa acerca del Llamado de Wuppertal sobre la transformación socioecológica Ginebra. A continuación figura la respuesta del secretario general interino del Consejo Mundial de Iglesias (CMI), Rev. Prof. Dr. Ioan Sauca, a la carta abierta a la comunidad ecuménica mundial sobre el ―Llamado de Wuppertal‖, que es el mensaje publicado en junio de 2019 de la conferencia en la que representantes de numerosos países y diferentes tradiciones religiosas y denominacionales se reunieron en Wuppertal (Alemania) para hablar de la profunda crisis ecológica mundial.
¿Cuál fue la reacción general cuando el CMI, al igual que muchos otros en el movimiento ecuménico, recibió esta carta?
Rev. Dr. Sauca: El CMI es una comunidad de iglesias en la que todas las formas de diálogo son bien recibidas. El CMI considera que el Llamado de Wuppertal es un mensaje importante de una conferencia. Es el resultado de una iniciativa encabezada por una iglesia miembro del CMI y un asociado ecuménico de Alemania en junio de 2019, con una amplia representación después de una conferencia ecuménica internacional que se centró en temas de ecoteología, la ética de la sostenibilidad y las iglesias respetuosas con el medio ambiente. El CMI fue uno de los coorganizadores de la reunión y estuvo representado en el encuentro. Aunque el Llamado no vincula explícitamente la crisis climática con la codicia humana, expresando con mayor claridad el papel clave del orden económico mundial quebrado al producir y agravar la crisis ecológica, sigue siendo una voz poderosa para la acción mundial con sugerencias específicas a las que se puede dar seguimiento y en las que es posible profundizar. Como principal expresión del movimiento ecuménico mundial, el CMI opera en una amplia variedad de contextos marcados por la diversidad de identidades, prioridades y puntos de vista. Lo que mantiene unido al CMI en el plano institucional, y también en términos de lo que la comunidad declara públicamente, es la voz común que nace de nuestros órganos rectores, la cual representa y encauza de muchas maneras esa diversidad y busca constantemente llegar al consenso de forma constructiva y profética. En este sentido, es importante destacar que el Comité Central, el Comité Ejecutivo y la Secretaría General del CMI han afirmado constantemente que la justicia económica y la ecológica nunca pueden ser separadas.
¿Cómo reaccionó usted a las críticas al Llamado de Wuppertal en la carta?
Rev. Dr. Sauca: La carta abierta no es una crítica al CMI, sino una mirada crítica al Llamado de Wuppertal. Es una crítica constructiva del Llamado de Wuppertal y esperamos que propicie discusiones y análisis más profundos. Siempre acogemos con satisfacción el diálogo y una reflexión más profunda.
¿Cómo responderá el CMI a la carta abierta?
Rev. Dr. Sauca: Dado que la carta no iba dirigida en particular al CMI, no vemos necesario responder con otra carta. Consideramos que nuestro papel es convocar y reunir a personas con diferentes opiniones y perspectivas en torno a la mesa para que dialoguen. Como uno de los coorganizadores de la conferencia de Wuppertal, nos gustaría reiterar las afirmaciones antes mencionadas y compartir declaraciones claves del CMI que cuestionan la falsa dicotomía entre la economía y
la ecología y mantienen unidas a la justicia y la sostenibilidad (ya que una no puede conseguirse sin la otra). Tanto el Llamado de Wuppertal como la carta abierta son aportaciones valiosas y muy relevantes para el movimiento ecuménico para garantizar que la justicia ecológica se abordará de manera holística, en el contexto de la justicia económica. Consideramos que una de las funciones del CMI en este escenario es convocar el diálogo. Solo trabajando juntos podemos garantizar conjuntamente que el movimiento ecuménico se beneficiará de respuestas unidas y holísticas a los desafíos existenciales que la humanidad y la creación afrontan hoy. Mientras la comunidad del CMI se prepara para la 11ª Asamblea del CMI, que se celebrará en Karlsruhe en septiembre de 2021, esperamos con ilusión debatir estos temas y analizarlos más a fondo en las conversaciones ecuménicas que tengan lugar en la Asamblea. (oikoumene.org) 30/04/2020
66.El CMI se solidariza con quienes oran por los arzobispos de Alepo Ginebra. El secretario general interino del Consejo Mundial de Iglesias, Rev. Prof. Dr. Ioan Sauca, manifestó su solidaridad con quienes oran por la liberación de los dos metropolitanos de Alepo, Su Eminencia Boulos (Yazigi) del Patriarcado Ortodoxo Griego de Antioquía y todo Oriente, y Su Eminencia Mor Youhanna Gregorios (Ibrahim) del Patriarcado Ortodoxo Sirio de Antioquía y todo Oriente. Los arzobispos fueron secuestrados el 22 de abril de 2013, y muchas personas del mundo entero están conmemorando el séptimo aniversario del trágico suceso con oraciones. ―Permanecemos en comunión de oración con sus iglesias, e imploramos a Dios su regreso‖, dijo Sauca. ―En solidaridad con sus familias, expresamos asimismo nuestro profundo pesar por su dolor y angustia al extrañar a sus seres queridos durante un período de tiempo tan largo‖. (oikoumene.org) 23/04/2020
67.Las iglesias ortodoxas honran la profunda tradición de la Pascua, incluso en tiempos difíciles Suiza. Los 300 millones de cristianos ortodoxos del mundo celebraron la Pascua el pasado 19 de abril, llevando a cabo tradiciones afianzadas en el tiempo incluso en tiempos difíciles como estos. Entrelazando tradiciones, creencias y un profundo espíritu comunitario, de Jerusalén a Rumanía, de Grecia a Rusia, de Turquía a Georgia, y en muchos otros lugares del mundo, las iglesias ortodoxas respetaron sus tradiciones y, a su vez, las normas gubernamentales establecidas para detener la propagación de la COVID-19. El Patriarca Daniel de Rumanía describió, en su Mensaje de Pascua, la forma en que se celebró la ―fiesta de las fiestas‖ este año en Rumanía, así como en la mayoría de las iglesias ortodoxas: ―Este año celebramos la Santa Pascua en momentos de tristeza, durante una pandemia que induce al miedo, al temor a la enfermedad y a la muerte, al tiempo que las autoridades estatales deben tomar medidas para detener la propagación de la enfermedad. En este contexto, la Iglesia está sufriendo, ya que sus siervos y los fieles no pueden orar juntos en la misma iglesia, en el mismo lugar de culto. Desde este punto de vista, los hogares de los fieles de cada parroquia se convierten en capillas familiares unidas en oración con sus iglesias parroquiales, profesando su fe común en Cristo crucificado y resucitado‖.
Difundiendo la Luz de la Resurrección
El arzobispo Anastasios de Albania recordó a los fieles ortodoxos que, este año, compartir la Luz de la Resurrección, una de las tradiciones litúrgicas más significativas, tendría un carácter diferente: ―Este año no podremos transmitir la Luz de la Resurrección de un candelabro a otro. ¡Transmitamos de un corazón a otro la luz de la esperanza y la valentía que Cristo nos da! ¡Cristo ha resucitado!‖. En Rumanía, personas voluntarias con guantes y mascarillas pudieron llevar la luz a las parroquias, como lo habrían hecho otros años, para que la gente pudiera celebrar la Pascua. Después, en cada hogar se reflexionó sobre la Pascua y, a pesar de que la mayoría de la gente no pudo asistir a los servicios religiosos de la iglesia, se aprovechó esta oportunidad para comprender sus valores, honrar la tradición y estar juntos, unidos por la tradición incluso en esta situación. El sentimiento de conexión también se hizo evidente en Grecia, a pesar de que la nación permanecía en confinamiento, en el momento en que los ortodoxos griegos vieron la retransmisión en directo de las oraciones del Viernes Santo y los servicios de Pascua. El sábado a medianoche, cuando el clero proclamó la Resurrección del Señor en las iglesias a puerta cerrada, la gente aunó sus voces desde sus balcones, con sus velas encendidas, para entonar: ―¡Cristo ha resucitado!‖. Muchas familias expresaron que, este año, añoraban los viajes tradicionales a las aldeas ancestrales, una