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TEMA DE LA SEMANA: Iglesias y OBF comprometidas en asistencia humanitaria ante pandemia
1. Presentación Campaña #CuentaConmigo Iglesias Comprometidas con la protección de las familias en tiempos de CO
VID-19 Chile. World Vision Chile, le invita a la presentación de la Campaña #CuentaConmigo, iniciativa en alianza con Acción Social de la Iglesia de Dios, ADRA Chile, Asociación Paz y Esperanza Chile, el Ejercito de Salvación, el Grupo Bíblico Universitario de Chile, el Ministerio Infantil y Adolescente de la Iglesia Pentecostal de Chile (RM), Sociedad Bíblica Chilena, la Comisión de Niñez y Adolescencia de la Unión de las Iglesias Bautistas de Chile entre otras Iglesias y Organizaciones de todo Chile. La Presentación de la Campaña se realizará el día Miércoles 6 de Mayo, a las 18:00 hasta las 19:00 Horas, y está dirigida para las Iglesias y Organizaciones Socias de World Vision, voluntarios, talleristas, y personas interesadas en colaborar. La Campaña #CUENTACONMIGO tiene como objetivo: Movilizar a las Iglesias y organizaciones basadas en la fe a través de redes solidarias para la protección de las familias en tiempos de pandemia, promoviendo un testimonio de fe, de solidaridad, compasión y misericordia; facilitando recursos en salud, nutrición espiritual, recreación y educación. También se busca acompañar a las Iglesias en la ayuda de las familias en crisis, entregando capacidades técnicas y monitoreando los procesos y fortaleciendo el apoyo entre Iglesias y organizaciones basadas en la fe, generando un diagnostico participativo y en la creación de redes solidarias locales. Aportando en los contextos de mayor necesidad. El Lanzamiento oficial de la campaña está previsto para la quincena de Mayo. (alc-noticias.net) 04/05/2020
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2. El amor cristiano como ideal y acción en favor de la vida del otro Hace tiempo leía un libro de André Comte-Sponville [1] en el que, partiendo de la afirmación de que el amor es una virtud y no un deber, y que, por tanto, el amor no se podía ordenar, se preguntaba el sentido del mandamiento evangélico de amar al prójimo como a uno mismo «¿Por qué extraña aberración los Evangelios pueden ordenarnos algo, como el amor, que no se puede ordenar?». Continuaba su reflexión diciendo que el deber es como una coacción, mientras que la virtud, una libertad. Según Comte-Sponville no se puede ordenar amar, pero sí se puede ordenar actuar. Sólo en este sentido es el amor el que ordena. Así, «el amor constituye un ideal, más que una exigencia». Éste será el espíritu de los Evangelios. Por lo tanto, El amor o la santidad no son más que ideales. Lo que Jesús exige es, para Comte-Sponville, actuar: por amor, cuando amamos, o como si amáramos, cuando falta el amor. Algo tiene de cierto esta concepción del amor: que es un ideal en el cual debemos trabajar día a día para hacerlo realidad. Parafraseando a san Pablo podría decir que querer amar lo tengo a mi alcance, mas no el realizarlo, puesto que no amo como quiero, pues obro el mal que no quiero. Y, si no amo como quiero, no soy yo quien no ama, sino el pecado que habita en mí y no me deja amar (cf. Rm 7, 18-20). En este sentido, amar -ideal- es estar en Dios y no amar -ni como ideal- es pecar. Y ya todos sabemos que estar con Dios es vivir. Por eso para Timothy Radcliffe [2] «amar significa estar plenamente vivo… participar en la vida eterna de Dios. Si amamos, la vida eterna ya ha comenzado para nosotros». Esto lo atestigua la primera carta de Juan cuando dice «A nosotros nos consta que hemos pasado de la muerte a la vida porque amamos a los hermanos. Quien no ama permanece en la muerte» (1 Jn 3,14). Entonces, el amor es un ideal que significa estar plenamente vivo y que se actúa en dos direcciones: de Dios hacia nosotros, primero, y de nosotros hacia Dios, después. Pero si agregamos el dato dado por la primera carta de Juan hay que decir que ese amor se manifiesta en nuestro actuar con los otros. Por supuesto que el amor cristiano no es sólo altruismo, porque, como bien lo ha señalado Timothy Radcliffe, si el amor fuera «puramente altruista también aniquilaría al otro. Sería como decir: “Te amo, aunque no encuentro placer alguno contigo. No te amo porque goce de ti, sino porque soy cristiano. Te amo porque debo amarte”». Tampoco para este fraile dominico el amor -cristianoes un «deber» sin más, sino que amar al otro -como cristiano- es «afirmar la vida del otro, de deleitarse en su ser» en «todo sentido». Es así como aquella dupla griega-cristiana, la de eros (amor griego interpretado como simple inclinación hacia el sexo) y el ágape (el amor bíblicamente hablando), «son dos caras de la misma moneda» [3].
En este sentido el mismo Timothy Radcliffe dice que «si quieren ser realmente humanos, el eros y el ágape se necesitan mutuamente. Y solo si son humanos pueden llegar a ser divinos, es decir, la encarnación de aquel que es el mismo Amor». No hay que olvidar que el ser humano no está hecho para vivir en la soledad. Ahí solo encontraría no la humanización, sino la «des-humanización». Sólo nos podemos «hacer humanos» en la medida en que nos relacionamos con los otros. En este sentido, la pareja humana es privilegiada, pues en ella se puede descubrir un amor tan profundo y puro, que se expresa, desde el cuerpo humano, como un lenguaje a través del cual la pareja expresa su emotividad, intelecto, espiritualidad y vida de relación [4]. Por último, para la primera carta de Juan el ideal del amor accionado se expresa «con obras y en verdad» (3,18). Amar al otro significa también amar al otro en verdad y la verdad del otro, es decir, amarlo completamente, con sus altas y bajas, triunfos y fracasos, errores y aciertos, etc., sólo de esta manera encontraremos una descripción mas adecuada al amor-ágape-eros cristiano: un ideal que se actúa como vida en favor de los otros en la verdad y desde su verdad, participando, así, del Amor del Otro. Reflexión dedicada a quienes han sido los primeros en enseñarme el gran valor del amor puro y real: mis padres, David Ruiz y Angélica Armenta, con motivo de su 28º aniversario de bodas. Fraternalmente Iván Ruiz Armenta
Notas:
1] André Comte-Sponville, Ni el sexo ni la muerte. Tres ensayos sobre el amor y la sexualidad, Paidós, Barcelona 2012, 14-16 [formato epub]. [2] Timothy Radcliffe, «Vivos en el amor», en Ser cristianos en el siglo XXI, Sal Terrae, Santander 2011, 53- 63. [3] Cf. Benedicto XVI, Carta encíclica Deus caritas est, nn. 3-8 [4] Cfr. Ksawery Knotz, Sexo como Dios manda, Lumen, Buenos Aires 22010, 21. (reflexionandonuestrafe.blogspot.com) 02/05/2020
3. Iglesia actualiza protocolo de atención a fieles ante Covid-19 Ciudad de México. La Iglesia católica actualizó su protocolo de atención espiritual a los fieles durante la emergencia sanitaria por Covid-19. Pidió a los sacerdotes no detener su acción pastoral ante los enfermos, difuntos y sus familias pero ajustarse a los lineamientos sanitarios. Recomendó que de ser posible se instale a nivel diocesano un servicio telefónico, o de presencia virtual, disponible las 24 horas del día mientras continúe la jornada de sana distancia y se limite el tránsito de personas. En el documento, señaló que es fundamental generar para todos los trabajadores de la salud y los fieles relacionados con este oficio, una línea telefónica o reuniones virtuales para apoyarlos en sus dudas éticas, morales y espirituales ante dicho acontecimiento. Detalló que cuando el apoyo a los enfermos y sus familias pueda ofrecerse sólo de manera remota, por medio de tecnologías digitales, se haga “con profundo esmero y con la confianza puesta en Dios”. Así mismo, se guíe a “un examen de conciencia profundo que permita un acto de contrición perfecto y explique la indulgencia plenaria especial otorgada por la Santa Sede en este tiempo”. En el documento difundido por la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), señaló que cuando fuera posible y permitida por las autoridades sanitarias, la visita de un sacerdote para administrar los sacramentos a enfermos graves, deberán seguirse estrictamente los protocolos de cada centro hospitalario, y el ministro deberá responsablemente realizar acciones como lavarse o desinfectarse las manos con agua tibia y jabón, llevar y usar el equipo de protección personal como guantes, mascarilla quirúrgica o respirador n-95 y delantal impermeable de manga larga. Pidió evitar todo contacto físico y guardar sana distancia, que la unción se haga con un hisopo con punta de algodón o una bola de algodón, que se quemará sin excepciones después de su uso, y si se da la Comunión, se distribuirá en la mano. La CEM indicó que la asistencia pastoral a enfermos no graves durante la contingencia, es prudente realizarla sólo a través de medios como el internet y la televisión, teléfono o videollamada, para evitar riesgos de contagio. También, recomendó que cuando sea posible la asistencia a enfermos confirmados de Covid-19, las diócesis integren un equipo de sacerdotes capellanes para esta tarea, considerando vivir en un lugar aislado, simplemente para movilizarse del hospital encomendado a ese lugar, estar en un solo nosocomio, “ya que generar más movilidad y entrar a varios centros hospitalarios aumenta los riesgos” de contagio, y tener un turno fijo de 6 horas de estancia. De igual manera, sugirieron a las diócesis abrir un portal digital para la atención a los familiares de enfermos y difuntos por causa del Covid-19, donde se reciban in-
tenciones para ofrecerlas en las misas diarias, de un grupo de parroquias o sacerdotes. En caso de fallecimiento, la CEM pidió a los sacerdotes esmerarse creativamente en el acompañamiento, cercanía y consolación a los familiares que han experimentado la pérdida de un ser querido, debido a que no se recomiendan velorios y embalsamientos. “En este tiempo de pandemia, es necesario celebrar la Eucaristía por los difuntos y pidiendo también por los deudos, pero a distancia, virtualmente, sin presencia física de fieles, de manera que los familiares encuentren en ello consuelo y fortaleza. Facilitando un número telefónico o una plataforma virtual a los feligreses”, señaló. (jornada.com.mx) 04/05/2020
4. Iglesia evangélica entrega alimentos a desempleados por COVID -19 en Tamaulipas La actividad continuará durante la contingencia por coronavirus, informó el pastor Luis Armando González Isás Ciudad Victoria. Fieles de la iglesia cristiana Luz para las Naciones entregaron de manera gratuita este lunes 150 platillos a personas desempleadas como parte del programa alimentario denominado “Sembrando Esperanza”. El pastor Luis Armando González Isás indicó que continuarán con la actividad durante el tiempo de la contingencia por COVID-19, ya que no se pueden decir cristianos si no apoyan al prójimo. “Estamos entregando entre 150 y 170 platillos los días en que nos instalamos y hacemos un llamado a toda la gente que está pasando por una situación difícil, crisis económica o que están pasando por desempleo que vengan para que reciban alimento de manera gratuita”. Explicó que es a partir del mediodía cuando la iglesia hace la entrega de los platillos y no se pide nada a cambio, ni cumplir algún requisito a quienes se acercan a solicitar el apoyo alimenticio. “Se les da prioridad a los adultos mayores en la fila, es a los que atendemos primero, es lo único y bueno invitamos a toda la gente a hacer algo por aquellos que pasan por un momento de desempleo”. González Isás dijo no tener cifras, sin embargo, ha constatado que muchos ciudadanos han quedado desempleados a raíz de la contingencia por COVID-19 y el paro de actividades en empresas consideradas no esenciales. Por ello, el pastor insistió en que es importante ayudar a las familias que requieren de apoyo en estos momentos difíciles que se viven en Ciudad Victoria, Tamaulipas, donde se encuentra la iglesia que él pastorea. “Unos dicen que en Victoria no hay necesidad y claro que sí la hay y a lo mejor no podemos darles a todos, pero ponemos nuestro granito de arena”. (evangelicodigital.com) 21/04/2020
5. Parroquias abren comedores comunitarios ante emergencia sanitaria Ciudad de México. Ante la crisis económica generada por el COVID-19, parroquias de la Arquidiócesis Primada de México abrieron comedores comunitarios. En una tarjeta informativa la demarcación religiosa informó que “derivado de la necesidad que enfrentan las personas en situación de calle y de diversos grupos vulnerables que se han visto afectados económicamente por la pandemia de COVID-19, las parroquias de San Sebastián Mártir y del Santo Cristo de la Agonía abrieron dos comedores comunitarios para apoyar con alimentos a esos sectores de la población”. La arquidiócesis, a cargo del Cardenal Carlos Aguiar Retes detalló que estos proyectos, coordinados por la Organización Saciando al Pobre, que encabeza el sacerdote Benito Torres, párroco de la Parroquia de la Santa Cruz y de Nuestra Señora de la Soledad, buscan ofrecer alimentos inicialmente a aproximadamente 200 personas ubicadas en las zonas donde están ambos templos. El comedor de San Sebastián Mártir, ubicado en la esquina de las calles Rodríguez Puebla y Bolivia, en la colonia Centro, abrió el pasado martes 5 de mayo; y el del Santo Cristo de la Agonía, ubicado en Sándalo 111, en Santa María Insurgentes, lo hará este sábado 9 de mayo a las 13 horas. La iniciativa de abrir estos dos comedores comunitarios se debe al éxito que ha tenido el instalado en la Parroquia de la Santa Cruz y de Nuestra Señora de la Soledad, en el que diariamente se proporcionan desayunos y comidas para aproximadamente mil 100 personas que llegan de diversos puntos de la Ciudad de México para poder recibir alimentos gratuitos. El arranque de ambos proyectos tiene como objetivo desahogar la demanda que se tiene en el de La Soledad, así como evitar que haya grandes aglomeraciones en estos momentos en que se enfrenta la pandemia del coronavirus. Con los tres comedores comunitarios, la iniciativa busca proporcionar diariamente alimentos a aproximadamente mil 300 personas en situación de calle y de los grupos vulnerables afectados por la crisis económica ocasionada por la pandemia.
Los horarios de atención de los comedores son: Parroquia de la Santa Cruz y de Nuestra Señora de La Soledad, de las 6 a las 16 horas; Parroquia de San Sebastián Mártir, de 9 a 1 1 horas; y Parroquia del Santo Cristo de la Agonía, de las 13 a las 14 horas. (jornada.com.mx) 08/05/2020
6. Comunión Anglicana de las Américas ante la pandemia: Arturo Carrasco Ante la crisis de salud por la Covid19, además de múltiples servicios religiosos en las redes sociodigitales, la Comunión Anglicana realiza diferentes actividades para el bienestar comunitario; en el caso específico de América Latina articula con los sectores público, privado y social, para implementar acciones que respondan a las necesidades humanas. En la República de Ecuador la situación ha hecho que el clero cargue con el costo emocional, debido a que el sistema nacional de salud ha colapsado. La Diócesis del Norte de la Iglesia Anglicana de México (IAM), articula con el sector público facilitando y atendiendo albergues, que el gobierno local acondicionó para migrantes en Ciudad Juárez, ubicada en la frontera con Estados Unidos (https://diario.mx/juarez/conviertenalber-gues-en-filtros-para-migrantes-20200415- 1652479.html). Por su parte, la Diócesis del Occidente de la IAM, articula con el Hospital General de Occidente para albergar a pacientes, en caso de ser necesario, específicamente en la Catedral de San Pablo; así mismo, con apoyo del voluntariado, acopia y distribuye despensas a la población en necesidad, en los Mochis, Sinaloa. A su vez, José Molina, médico encargado del dispensario de la Sagrada Familia, quien se desempeña como hematólogo en el hospital Juárez de la Cd. de México, promueve la donación altruista de sangre, debido a la escases (https://www.elsoldemexico.com.mx/mexico/sociedad/b ancos-de-sangre-te-necesitan-ante-baja-de-donadores-en-mexico-por-covid-19-5082757.html) Con el apoyo parroquial se sensibiliza a actores ecuménicos desde la misma sede donde continúa el acompañamiento a familiares en búsqueda de víctimas de desaparición forzada. En Argentina, específicamente en la zona Wichi al norte del país, se articula con la iniciativa privada para fortalecer los servicios que la Misión Anglicana II provee a la comunidad (https://www.eleconomista.com.ar/2020-04- em-presas-donan-para-luchar-contra-co-vid-19/). En el caso de Colombia, la Iglesia Episcopal Anglicana distribuye alimentos desde diferentes parroquias, dando prioridad a las personas mayores de setenta años y a las migrantes. A su vez, la Iglesia Episcopal Anglicana de Venezuela reporta una deficiente conexión a internet, lo que limita la comunicación en el distanciamiento por salud. La Iglesia Episcopal Anglicana de El Salvador enfrenta la violación de los derechos humanos, debido a las estrictas medidas impuestas por el gobierno, las cuales son calificadas por diferentes organizaciones como abuso de poder. Por otra parte, miembros del clero Anglicano de la región, han recomendado el indulto para evitar el contagio de quienes están en prisión, especialmente en Chile, donde el Revdmo Alfred Cooper ha impulsado la iniciativa (https://www.elmostrador.cl/dia/2020/04/04/religiososinter-ponen-recurso-de-amparo-en-fa-vor-de-losinternos-de-punta-peuco/). En este contexto, la invitación a “tener gestos de ese amor que es compasivo y servicial”, fue el llamado que Daniel Genovesi, Obispo Anglicano del Uruguay, hizo al pueblo de esta nación en un acto interreligioso (https://www.youtube.com/watch?v=z6uoWzQU7_0&feature=emb_title). El análisis episcopal del Anglicanismo en la región prevé como retos mediatos el desempleo, la escasez de alimentos y nuevas emergencias de salud (https://www.episcopalnewsservice.org/2020/05/01/latin-americasepiscopal-anglican-chur-ches-provide-spiritualaccompani-ment-amid-covid-19-pandemic/), por lo que explora respuestas alternativas ante la necesidad. Vale recordar que previo a la pandemia, la Organización Mundial de la Salud decretó 2020 como el año internacional de la enfermería y la partería (https://www.redaccionmedica.com/secciones/enfermeri a/-la-oms-designa-el-2020-como-el-ano-de-lasenferme-ras–5684), con motivo del natalicio de Florence Nightingale, precursora de la enfermería moderna (https://www.bbc.com/mundo/noticias/2015/05/150427_f lorence_nightingale_matematicas_fin-de_dv), quien dedicó su vida al servicio de la salud. (Tomado de: Boletín de actualidad sociopolíticoreiligiosa. Suplemento especial de la revista Religiones Latinoamericanas que edita ALER. (Asociación Latinoamericana de Estudios de las Religiones) (elindependiente.sv) 08/05/2020
7. De una iglesia sacramentalista a una iglesia evangelizadora: Víctor Codina Unas de las consecuencias de la pandemia ha sido el cierre de todos los lugares de culto, de todas las iglesias y templos. También las bendiciones Urbi et Orbi de
Francisco fueron ante una Plaza y una basílica de San Pedro vacías. Muchos auguraban una cuaresma y una Semana Santa muy pobre, sin celebraciones litúrgicas, sin Via crucis, ni pasos de procesiones. Y, sin embargo, ha sido una Semana Santa sumamente profunda y rica, no solo por participar mediáticamente de las ceremonias, sino por algo más hondo: vivir de cerca la pasión del Señor en la pasión y el sufrimiento de los enfermos, lectura del evangelio y oración en familia, experimentar la ayuda a gente mayor solitaria y la colaboración a vecinos, aplausos a médicos, sanitarios, transportistas, trabajadores de farmacias y supermercados, a voluntarios que reparten comidas, etc. Los protagonistas de esta Semana Santa no han sido los curas, ni siquiera sus trasmisiones mediáticas, sino las familias, laicos y laicas, los y las jóvenes. Se ha promovido una Iglesia doméstica, en la que los laicos son protagonistas, donde han sido siempre los papás, no el párroco, quienes han enseñado a rezar a sus niños antes de ir a dormir. Donde hay dos o tres reunidos en nombre del Señor, Él está en medio de ellos. Quizás muchos crean que este cierre de las iglesias ha sido solo un paréntesis pastoral y que pronto se volverá a la situación de antes. Otros, como el sociólogo y teólogo Tomás Halik, de Praga, afirman claramente que este es un tiempo favorable y de gracia, un kairós, un signo de los tiempos, Dios nos quiere revelar algo. ¿Qué quiere decirnos Dios? Cada uno puede dar una respuesta personal, pero a nivel eclesial quizás podemos pensar que el Espíritu nos invita a pasar de una Iglesia sacramentalista y clerical a una Iglesia evangelizadora. Iglesia sacramentalista sería la que se identifica tanto con los siete sacramentos que tiene el riesgo de considerar al clero como el protagonista de la Iglesia y al templo como su centro autorrefencial o propio, mientras margina a los laicos, descuida la evangelización, el anuncio la Palabra, la iniciación a la fe, la oración, la formación cristiana, sin formar una comunidad cris
tiana, ni un laicado de ciudadanos responsables y
solidarios con los pobres y marginados. Muchos párrocos se angustian al ver que los sacramentos rápidamente disminuyen y sus fieles envejecen. Iglesia evangelizadora es la que hace lo que hizo Jesús: anunciar la buena nueva del Reino de Dios,
predicar, curar enfermos, comer con pecadores, dar de comer a hambrientos, liberar de toda opresión y esclavitud. Este era el programa de Jesús en la sinagoga de Nazaret: dar vista a los ciegos, liberar a los cautivos, evangelizar a los pobres, anunciar la gracia y la misericordia de Dios.
En la última cena Jesús instituyó la eucaristía, pero el evangelio de Juan situó en la última cena el lavatorio de los pies y el mandamiento nuevo del amor fraterno, completando la dimensión litúrgica con la más existencial y evitar así que la eucaristía se convirtiese en un mero rito vacío. No se trata de olvidar los sacramentos, sino de valorarlos como “signos sensibles y eficaces de la gracia”, pero siempre a la luz de la fe y de la Palabra, para que no se conviertan en magia y pasividad. Por esto, toda celebración sacramental viene precedida por la celebración de la Palabra; el Concilio Vaticano II afirma que la misión primera de los obispos y presbíteros consiste en anunciar la Palabra de Dios. Ciertamente “la eucaristía hace la Iglesia”, sin eucaristía no hay Iglesia plenamente constituida, pero esta frase debe completarse con su contraparte: “la Iglesia hace la eucaristía”, es toda la comunidad, presidida por sus pastores, la que celebra la eucaristía, sin el tejido de una comunidad eclesial no habría eucaristía. El Cardenal Jorge Bergoglio, en el cónclave de su elección como obispo de Roma, ofreció una original interpretación del texto de Apocalipsis 3,20, en el que el Señor llama a la puerta para que le abramos. Ordinariamente se entiende que el Señor quiere que le abramos la puerta para entrar en nuestra casa, pero Bergoglio dijo que lo que el Señor nos pide ahora es que le abramos la puerta y le dejemos salir a la calle. Por esto Francisco habla de “una Iglesia en salida”, hacia las fronteras, hospital de campaña, que huela a oveja, que encuentre a Cristo en las heridas del pueblo y de la Iglesia, cuide nuestra casa común, callejee la fe, como María que fue a toda prisa a visitar a su prima Isabel. No se trata de convertir a la Iglesia en una ONG, pues la eucaristía, memorial de la muerte y resurrección de Jesús, es la cumbre de la vida cristiana, pero solo se va a esta cumbre por el camino de fe y del seguimiento de Jesús. A veces los poetas son quienes entienden mejor los misterios de la fe. Las reflexiones del poeta catalán Joan Maragall ante una iglesia quemada durante la Semana Trágica de Barcelona, el año 1909, pueden ser actuales. Cuando Maragall, acudió el domingo a una iglesia que había sido incendiada la semana anterior, escribió: «Yo nunca había oído una Misa como aquella. La bóveda de la iglesia descalabrada, las paredes ahumadas y desconchadas, los altares destruidos, ausentes, sobre todo aquel gran vacío negro donde estuvo el altar mayor, el suelo invisible bajo el polvo de los escombros, ningún banco para sentarse, y todo el mundo de pie o arrodillado ante una mesa de madera con un crucifijo encima, y un torrente de sol entrando por el boquete de la bóveda, con una multitud de moscas bailando a la luz
cruda que iluminaba toda la iglesia y hacía parecer que oíamos la Misa en plena calle…». A Maragall, aquella misa, después de la violencia anticlerical de la Semana Trágica le pareció nueva, un rincón de las catacumbas de los primeros cristianos. Pensaba que la misa siempre debería ser así: una puerta abierta a los pobres, a los oprimidos, a los desesperados, para quienes fue fundada la Iglesia, y no cerrada ni enriquecida “amparada por los ricos y poderosos que vienen a adormecer su corazón en la paz de las tinieblas”. No hay que reedificar la iglesia quemada, ni ponerle puertas. No puede establecerse un paralelismo fácil entre la Semana Trágica y la actual pandemia, pero es válida la intuición del poeta: no volvamos a edificar la iglesia de antes. Cuando acabe la pandemia, no volvamos a restaurar la Iglesia sacramentalista del pasado, salgamos a la calle a evangelizar, sin proselitismos, para anunciar con alegría la buena noticia de Jesús a quienes no entran en el templo. Así tendrá sentido pleno celebrar en la comunidad cristiana la fracción del pan y los demás sacramentos. (blog.cristianismeijusticia.net) 05/05/2020
8. Villas de Buenos Aires: Entrevista al padre Pepe Di Paola, coordinador de los curas villeros Argentina. Las villas y los barrios populares de la ciudad de Buenos Aires y Gran Buenos Aires se preparan para lo peor: según las cifras oficiales del gobierno porteño, actualizadas este martes, 5 de mayo, ya hay 249 casos confirmados de COVID-19 y seis personas fallecieron a causa del coronavirus. En declaraciones exclusivas a la agencia zenit, el padre José María (Pepe) Di Paola, coordinador del equipo de “curas villeros”, explica con detalle como se han preparado para la llegada del virus en estos asentamientos, donde se estima que vive el 5,7% de los habitantes de la ciudad. En este contexto, el próximo 11 de mayo se celebrará el 46º aniversario del asesinato y martirio del padre Carlos Mugica, símbolo del compromiso de la Iglesia Católica con los sectores populares de Argentina. Ante el significativo aumento del contagio del coronavirus en los barrios populares, donde el padre Mugica desarrolló su misión, el Equipo de Sacerdotes de Villas y Barrios Populares de Capital y Gran Buenos Aires ha orado hoy, 5 de mayo de 2020, delante su tumba y han leído la declaración conjunta.
Declaración de los curas villeros
“Hacemos un pedido a los distintos estamentos del Estado para que ajusten mucho y en concreto su presencia en nuestros barrios”, explican los “curas villeros”, como son conocidos coloquialmente.
“Este tiempo es extraordinario para la humanidad y el mundo y, por supuesto, para nuestra gente en nuestros barrios también. Nosotros, como Iglesia que vive y acompaña en el territorio, también hemos tomado decisiones y actitudes extraordinarias”, explican desde el Equipo de Sacerdotes de Villas y Barrios Populares de Capital y Gran Buenos Aires. Y agregan: “Estos son tiempos para hablar con hechos. Ausentarnos de los barrios populares sería colaborar para que crezca la injusticia existente. En nuestros barrios no cerramos las Capillas. Todas las actividades habituales se reconfiguran en función de lo que vamos viendo que necesita la comunidad”.
Plan de emergencia
Desde las diferentes parroquias de las villas: Parroquia Virgen de los Milagros Caacupé, Cristo Obrero–Retiro, Virgen Inmaculada de Villa Soldatis o María Madre de la Esperanza de la Villa 20, se pusieron en marcha con mucha previsión para desarrollar un plan de emergencia frente a la llegada de la pandemia.
“Hoy todas las parroquias de las villas en vez de tener pupitres tienen camas, en vez de tener un campamento tienen ollas populares, les dan de comer a miles de personas… El cambio es total. Es gente que la comunidad que trabaja y que están haciendo distintas tareas”, narra Di Paola.
“Los curas villeros también cambiamos nuestra labor: Celebramos la Misa de manera virtual, la celebración de la Palabra, el Rosario, lo que estamos ahora viendo es que también nuestra tarea como curas dentro de la misma parroquia ha cambiado”.
“Quédate en casa. Quédate en el barrio”
“Aquí la realidad es que la gente vive de „changas‟ (trabajo ocasional), no se puede llevar el trabajo a casa y además en la casa son muchos los que viven”, describe el cura villero. Por este motivo, el pasado 25 de marzo, los sacerdotes de las villas y barrios populares propusieron su campaña de emergencia al presidente Alberto Fernández en la casa del Olivo. Los curas pusieron sus parroquias y comunidades a disposición para colaborar en el combate para frenar la pandemia.
“El presidente lo entendió y nos hizo firmar un spot con esta frase „Quédate en casa. Quédate en el barrio‟. Aquí la gente toma mate, se sienta a charlar con el vecino, la vereda siempre es una prolongación”. En este sentido, en las villas, los sacerdotes y equipos pastorales también han preparado “casas de aislamien-
to”. Estas casas son necesarias porque a lo mejor los que se aíslan son el resto de la familia, o gente que tiene otras enfermedades y que no pueden acudir al hospital. Estas casas seguramente se van a llenar, vamos a ver cual va a ser la orientación en cada lugar.
Pedagogía de la presencia
La “pedagogía de la presencia” es uno de los pilares de la Pastoral Villera. Por ello, el padre Pepe es muy apreciado entre sus habitantes, porque está con ellos: “La presencia es lo más importante, acompañar a la gente en todos sus momentos: momentos de paz y alegría, momentos de tristeza o de prueba”. Así, el cura argentino opina que la presencia de capillas en las villas “es muy importante”. “Que haya una capilla, un sacerdote o una religiosa es lo que hace que una persona tenga en cualquier momento la posibilidad de volverse a Dios y de poder superar las dificultades que tiene”.
El problema de la droga
Designado por el entonces cardenal Jorge Bergoglio como coordinador de la Comisión Nacional de Drogadependencia del Episcopado Argentino en 1997, el padre Pepe Di Paola continúa luchando contra el flagelo de las drogas en los sectores más vulnerables de la sociedad y colaborando para que las familias puedan salir de la pobreza. En el documento redactado por los sacerdotes villeros de 2019 ya señalaron que el narcotráfico y la circulación de droga en los barrios populares es “uno de los problema grandes”, y detallaron que “no son originados en la villa, vienen de afuera”, señala Jose María Di Paola. “Nosotros en general trabajamos de una manera propositiva, no buscamos la denuncia. La denuncia la tienen que hacer esferas de otro tipo más altas. Nosotros tenemos que trabajar con la población. Para ello, lo importante es quedarnos en ese lugar”.
Las „tres C‟: Capilla, club, colegio
De esta manera, trabajan en dos aspectos: la prevención y la recuperación. “La prevención la hacemos a través de esas „tres C‟ que llamamos: capilla, club, colegio. Lo que queremos es que quede como firme en cada lugar, así la institución se hace fuerte y se genera como una posibilidad para el barrio”. De este modo, “los chicos van a poder criarse en la parroquia, van a poder jugar al fútbol, estudiar, van a poderse sentir identificados con la parroquia. Por otro lado, el trabajo de la recuperación, bajo el lema “La vida como viene”, lo llevan adelante con el proyecto “Hogares de Cristo”.
El padre Pepe Di Paola indica que es un proyecto “muy concreto, muy práctico” donde los chicos de un barrio “tienen lugar en su comunidad para poder realizarse y dentro de esa realización significa también superar su adicción a la droga”. (es.zenit.org) 05/05/2020
9. ONG cristianas luchan contra la Covid19 en el campo de refugiados de Lesbos Aunque aún no hay casos diagnosticados de Covid-19 en Moria, los daños colaterales de la crisis sanitaria han impactado muy negativamente las ya deplorables condiciones de vida de los solicitantes de asilo
Grecia. El miedo a que el coronavirus haga acto de presencia en el campo de refugiados de Moria de Lesbos (Grecia) ha impulsado a determinadas organizaciones cristianas a tomar medidas para proteger a las casi 20.000 personas que se hacinan dentro del campamento. Según un informe publicado por Human Rights Watch el pasado 20 de abril, los campos de refugiados de las islas griegas, en especial el de Moria, “no están preparados para la Covid-19” y asegura que todos los entrevistados para el informe describieron una “aglomeración extrema”, así como unas “condiciones de agua y saneamiento extremadamente pobres”. Estas condiciones, en algunas zonas del campo de refugiados, se verían reducidas a un grifo por cada 1.300 personas, un aseo por cada 167 y una ducha por cada 200, según apuntó Médicos Sin Fronteras a distintos medios de comunicación. En el campo de refugiados de Moria están operando organizaciones cristianas como Christian Refugee Relief, REMAR, EuroRelief o Global Aid Network (GAiN). En el caso de las dos últimas (EuroRelief y GAiN), que trabajan en colaboración, han decidido iniciar una misión de emergencia para luchar contra los efectos de la Covid-19 dentro del campo de refugiados. Aunque aún no hay casos diagnosticados de Covid-19 en Moria, los daños colaterales de la crisis sanitaria han impactado muy negativamente las ya deplorables condiciones de vida de los solicitantes de asilo. Gran parte de la ayuda recibida por EuroRelief, encargada de gestionar la distribución de las personas refugiadas en el campo y de proveer recursos de primera necesidad, dejó de llegar por las limitaciones actuales, así como por la falta de personal en la isla. Estos envíos de ayuda humanitaria, además, llevaban más tiempo de retrasos debido a los brotes de violencia ocurridos a primeros de marzo. Ante la evidente necesidad de ayuda externa y por petición de EuroRelief, GAiN ha iniciado una campaña de
recaudación de fondos con el objetivo de habilitar un espacio adecuado de cuarentena para posibles casos de contagio y permitir la llegada y la distribución de ayuda humanitaria. Desde mediados de abril hay un equipo de GAiN en la isla que, tras un período de cuarentena preventiva, iniciaron sus actividades el pasado lunes 28 de abril. Un segundo grupo sale este domingo, 3 de mayo, hacia Lesbos, entre él dos españoles. “En estos tiempos sentimos que la esperanza que hemos encontrado en Jesús es más trascendental que nunca”, afirma Miqueas Forster, director de GAiN España. “Esa esperanza para nosotros se expresa en actos de amor y sacrificio por personas en situación de extrema vulnerabilidad como las que habitan Moria, y Dios nos llama a llevarla, de una forma relevante, ahí donde reina la oscuridad y el sufrimiento. Nos sentimos afortunados de poder hacerlo con lo que está en nuestras manos”, añade. (protestantedigital.com) 03/05/2020
10.„Caritas Internationalis‟ reclama acciones valientes contra efectos de coronavirus Roma. Caritas Internationalis manifiesta, a través de un comunicado publicado ayer, 6 de mayo de 2020, su preocupación por la gran crisis humanitaria a la que se dirige la pos pandemia e insta a la comunidad internacional a tomar medidas valientes e inmediatas. Efectivamente, la confederación señala que en los últimos cuatro meses la atención política y mediática internacional se ha centrado en la propagación del virus, pero “las secuelas de la pandemia se anuncian aún más complicadas y más mortíferas que el impacto del propio virus, especialmente para las comunidades más vulnerables de los países más pobres”.
Países donantes, afectados por el virus
En este sentido, el comunicado indica que el bloqueo en Europa, Estados Unidos, China y Japón ha paralizado la economía mundial y los intercambios económicos están “en su punto más bajo”. Además, el Programa Mundial de Alimentos de las Naciones Unidas, proyecta en todo el mundo que el número de personas al borde de la inanición se duplicará como resultado de la COVID-19 y podría llegar a 230 millones de personas. “Somos conscientes de que nos enfrentamos a una emergencia atípica en la que los países que normalmente figuran entre los principales donantes son también los más afectados por el virus”, afirma en la citada nota el secretario general de Caritas Internationalis, Aloysius John, “pero debemos ser conscientes de que el uso de la ayuda internacional para responder a las necesidades nacionales no representa la solución correcta”.
Grupos más vulnerables
La organización informa que África es el continente más afectado, pues debido al bloqueo experimenta escasez de alimentos, “así como una diversidad de catástrofes como inundaciones, sequía, invasión de langostas, malas cosechas”. Muchos países de Oriente Medio, América Latina y Asia, por su parte, “ya están al borde de una grave crisis alimentaria que provoca la malnutrición infantil y la inanición de los adultos”. Por otro lado, el de los migrantes es uno de los grupos más vulnerables, los desplazados internos y los repatriados también “se ven gravemente afectados por la crisis alimentaria y la falta de condiciones de vida seguras” y “muchos de los que regresan a Venezuela pueden enfrentar la inanición o un hambre grave”. Los migrantes indocumentados, constituyen otra comunidad que será la más afectada porque “no entran en ninguna de las categorías que pueden recibir ayuda pública”. Ante ello, Caritas Internationalis considera que “las autoridades locales deberían garantizarles el acceso a servicios esenciales y asequibles, y en particular a la atención de la salud”.
Medidas urgentes
Frente a este panorama, la organización caritativa de la Iglesia urge a “la suspensión de las sanciones económicas contra Libia, Irán, Venezuela y Siria para permitir la importación de medicinas, equipo médico y artículos de primera necesidad para la población”. También llama a “proporcionar a las organizaciones de inspiración religiosa los medios necesarios para responder a las necesidades urgentes causadas por la pandemia, poniendo en marcha programas de microdesarrollo capaces de garantizar la seguridad alimentaria de las comunidades más pobres, así como asistencia humanitaria, sanitaria y en efectivo”.
Y, finalmente, insta a “asignar fondos adicionales para apoyar a las comunidades más vulnerables para que sobrevivan durante este período de confinamiento” y a “garantizar el acceso a los servicios esenciales para los desplazados internos y los refugiados, incluido el acceso a los campamentos de refugiados”. De este modo, Caritas Internationalis se une al llamamiento del Papa Francisco para promover una “solidaridad mundial creativa” y mirar “más allá de la respuesta a la COVID-19 para evitar otra gran tragedia humanitaria”, añade el secretario internacional de la organización.
(es.zenit.org) 07/05/2020
11.Pronunciamiento “A 50 días de la emergencia por COVID 19: Por un estado garante de derechos” Perú. El Nodo Perú de la Red Latinoamericana Iglesias y Minería, transcurridos los 50 días de aislamiento obligatorio decretados por el gobierno peruano frente a la pandemia del COVID 19, saluda los esfuerzos del gobierno peruano por afrontar la crisis y tratar de contener el contagio para evitar una mayor propagación, y así ganar tiempo para mejorar la respuesta de nuestro débil sistema de salud. La crisis continúa y se acentúa, sufriendo las mayores consecuencias las y los más pobres, olvidados y desplazados, en quienes no podemos dejar de ver al mismo Jesucristo encarnado: “En verdad les digo que, cuando lo hicieron con alguno de los más pequeños de éstos mis hermanos, me lo hicieron a mi” (Mt. 25, 40). Elevamos una oración a Jesucristo, Señor de la Vida y de la Historia, para que nos ilumine y nos de la tranquilidad, paciencia, y en especial la confianza de superar juntos este momento difícil para la humanidad con la pandemia del COVID 19. 1. Sin embargo, el hecho de mantenernos unidos en ésta lucha, nos obliga también como Iglesias “a escuchar el clamor de la gente que sufre” [1], y expresar públicamente los sentires y demandas de aquellas hermanas y hermanos más afectados y golpeados por la crisis: Si bien el gobierno, en general, viene desarrollando una gestión adecuada de la emergencia, consideramos que no ha asumido aún el rol garante de derechos como le corresponde, tomando decisiones en muchos casos desde una perspectiva tecnócrata. Por ello, las medidas que se vienen adoptando no corresponden al marco de los cambios estructurales que son necesarios en éste momento, con perspectiva social. 2. Si bien hay avances, aún no hay medidas suficientes y adecuadas para la mejora de la situación de hacinamiento de los internos/as en los penales, la atención de salud de las personas en los nosocomios estatales que sigue siendo deficiente y los servidores de salud no tienen condiciones para ejercerla adecuadamente, las decisiones privilegian el apoyo a las empresas por encima de los derechos de los trabajadores y de los pueblos indígenas u originarios en los territorios donde realizan sus operaciones con riesgo para su salud y vida, y en esas circunstancias iniciamos hoy la “reactivación económica”, en condiciones que pueden agudizar la afectación de derechos fundamentales y las brechas sociales. 3. La crisis ha evidenciado lo que ya conocíamos, y nos ha develado un sistema económico que se sostiene “en el principio de que toda
actividad humana no tiene otra finalidad que la de producir y consumir, fijar un precio y obtener beneficios monetarios; desplazando a un segundo plano el derecho de toda persona a una vida digna basada en la justa distribución de los bienes, materiales y espirituales” [2]. Eso implica que si bien hemos ahorrado recursos como país ha sido sólo para acumularlos, pero no se ha priorizado el cumplimiento de derechos como la mejora de la calidad y acceso a la salud integral, que considere como población vulnerable a las/os afectadas/os por metales tóxicos por actividades extractivas (como minería e hidrocarburos) y a los pueblos indígenas y originarios, y una educación con equidad y, enfoque intercultural. La crisis actual nos exige una política integral de la salud desde la atención primaria, como lo ha expresado el presidente Vizcarra y esperamos que desde el gobiermo cumpla con su ofrecimiento, y a partir de ahora realizar el gasto necesario para brindar a la población lo necesario en todos los ámbitos de sus necesidades, para que puedan vivir dignamente 4. La agricultura, que abastece el 70% de la canasta familiar a nivel nacional, y a la que se dedican las Comunidades Campesinas y Nativas, ha sido seriamente afectada por la crisis. El anunciado bono rural y el ahora llamado “universal” debe llegar a toda la población que lo requiere. El argumento de que muchos ciudadanos y ciudadanas no cuentan con cuentas bancarias constituye un obstáculo para recibir este beneficio es ofensivo, pues las poblaciones no tienen los recursos para adquirirlo y mantenerlo. Consideramos que el Estado debe brindar los medios para facilitar el cobro de dicho bono, considerando la realidad de los beneficiarios. 5. Respecto de la agricultura familiar debe haber una política de sostenimiento no sólo paliativa, que brinde seguridad jurídica a los territorios de nuestras comunidades y facilite su actividad económica hoy para facilitar y agilizar las cosechas, no solo con créditos para mayor endeudamiento, pues se corre el riesgo de afectar la cadena de alimentación, lo que agudizaría la crisis de salud como consecuencia. Se debe pensar en nuevas perspectivas económicas que prioricen actividades sostenibles para nuestra economía como la agricultura, que den empleo y que favorezcan la seguridad alimentaria, y evitar riesgos ambientales y sociales con otras actividades que las puedan poner en peligro como la minera. 6. Las medidas económicas de uso de los fondos de AFP, CTS, hacen que las/os peruanos que tiene empleo formal hagan uso de sus ahorros para mantenerse y mantener la economía, y no tengan como hacer frente a un posible desempleo, facilitado por la aprobación de
la aplicación de la suspensión perfecta de labores por las empresas, ello sumado al descontento social por la falta de apoyo sostenido a las poblaciones sin empleo formal y en pobreza extrema, que en muchos casos no han recibido bonos o canastas, genera un descontento que ya han generado protestas, y puede implicar estallidos sociales. 7. Las facilidades otorgadas a la gran minería para realizar algunas operaciones durante la emergencia como “actividad esencial” ha generado el contagio de 226 trabajadores de 9 unidades mineras por COVID 19 según el MINEM, y el cierre de operaciones de empresas como Antamina ante ésta situación. Pese a ello el gobierno ha dictado un protocolo, que no considera la exigencia de muestreos de COVID 19 para los trabajadores, para que todas las empresas de gran minería inicien hoy sus operaciones, sin que haya una supervisión adecuada, para lo que no está preparada la OEFA ni SUNAFIL. Se suma a ésta situación el impulso que busca dar el gobierno a la minería con la flexibilización del reglamento ambiental para la exploración minera que prepara el Ministerio de Energía y Minas, y cuyas actividades se iniciarían en junio según el cronograma de “reactivación económica”. 8. Valoramos el rol de las fuerzas armadas y policiales en el control del orden durante la emergencia actual, y esperamos se respete el derecho a la salud de sus efectivos, sin embargo, seguimos con preocupación las normas dictadas durante la pandemia para facilitar el uso de la fuerza con impunidad, para la represión de parte de las fuerzas policiales y armadas, que ya han generado acciones que han afectado derechos, en especial contra defensores de derechos humanos, y que ya hemos alertado pueden ser una herramienta para la criminalización de la protesta, pensando no solo en estallidos sociales por el descontento durante la crisis, sino también frente al rechazo de la población respecto de la imposición de la actividad minera, que al parecer se agudizará pues el gobierno ha decidido siga siendo la principal actividad para lograr la “reactivación económica”. 9. Las poblaciones que se trasladan a nivel nacional en un “éxodo” migratorio de retorno a sus lugares de origen por la falta de empleo y oportunidades que tenían en el empleo informal y que la han perdido durante la emergencia, no han tenido de parte del gobierno central, y en particular de los gobiernos regionales y locales una acción inmediata de apoyo, similar a la que hubo con la repatriación de nuestros connacionales que residen en el extranjero, pese a que los gobiernos sub nacionales tienen los recursos para realizar dicha acción. Éstas personas no fueron favorecidas con los bonos otorgados, y han “visibili
zado” la situación de marginación y exclusión en la que han vivido en este tiempo quienes migran y viven del trabajo informal. 10. Se suma ésta situación la demora en el gasto de los recursos transferidos a los gobiernos regionales y locales para brindar canastas y recursos a las poblaciones vulnerables y las denuncias de corrupción en la compra de productos que se han hecho públicas y que incluye al gobierno nacional también. Por eso la importancia de facilitar e impulsar la participación de la población organizada en la vigilancia de los recursos que les corresponden, para que estos lleguen a las familias que los necesitan, y la activa participación de la Contraloría y la Defensoría del Pueblo que sea conjunta con la población, en la vigilancia que evite la corrupción en este momento de emergencia en particular. 11. Hoy más que nunca se necesita la palabra de nuestros obispos, pastores, sacerdotes, religiosos/as, consagrados/as frente a la crisis que ocurre en el país, a fin de mantener la esperanza en éste momento difícil y convocar a la solidaridad, pero también para asumir su rol profético de denunciar aquello que es necesario visibilizar y exigir una acción inmediata en la defensa de los derechos de las personas y que se brinden las necesidades básicas a la población y comunidades para que tengan una vida digna. 12. Es un momento de solidaridad al que todas y todos estamos llamados, en especial quienes más riqueza han acumulado, para compartirla con quienes menos tienen a través de mayores tributos, contribuciones o acciones solidarias en la búsqueda de un país más justo y equitativo en adelante. Lo que antes debió ser algo común, debe ser expresado hoy en acciones concretas que permitan visibilizar que otro mundo es posible. 13. Nos queda la esperanza de ver como las Comunidades y Rondas Campesinas se organizan para cuidar sus territorios comunales frente a un posible contagio que aún no los afecta, como los comedores, organizaciones de mujeres y organizaciones populares se organizan de forma solidaria permitiendo que puedan apoyarse mutuamente en tiempo de crisis. Nuestro pueblo cuenta con muchas redes de solidaridad que nos dan esperanza en un mundo diferente, basado en el vivir en comunidad, como nuestras primeras comunidades cristianas: “Todos los que habían creído vivían unidos; compartían todo cuanto tenían” (Hch. 2, 44), como nuestras poblaciones ancestrales y originarias, y su amor por la naturaleza y la búsqueda del bien común y el buen vivir. El individualismo, el antropocentrismo, deben ser desterrados para evitar que la crisis del COVID 19 y otras que persisten como el cambio climático, la pobreza extrema, el consumismo desmedido acaben con los seres
humanos y con nuestra naturaleza, porque debemos entender que nosotros necesitamos de la naturaleza, pero ella tiene todo el derecho de defenderse de quien la ataca y busca acabar con ella. Como seres humanos debemos asumirnos parte de la naturaleza, Dios tuvo “una mirada integral e integradora de todos los aspectos” [3] de la creación, somos todas y todos parte de ella, por eso nuestro interés debe cambiar, y no continuar “aprovechándola” y “poniéndola en valor”, sino protegerla para que podamos seguir sintiéndonos maravillados por ella, como Dios al contemplar su creación, que vio “que todo cuanto había hecho era bueno” (Gen. 1, 31). Lima, 04 de mayo de 2020. NODO PERÚ –RED LATINOAMERICANA IGLESIAS Y MINERÍA Comisión Episcopal de Acción Social (CEAS) / RED MUQUI Perú / Instituto Bartolomé de las Casas (IBC) / Red Uniendo Manos Perú / Iglesia Presbiteriana de los Estados Unidos (PCUSA) / Derechos Humanos y Medio Ambiente (DHUMA Puno) / Asociación Marianista de Acción Social (AMAS Otuzco) / Parroquia de San Mateo (Diócesis de Chosica) / Derechos Humanos sin Fronteras (DHSF Cusco) / Grupo de Formación e Intervención para el Desarrollo Sostenible (GRUFIDES Cajamarca) / Proyecto Amigo (Huamachuco) / Pastoral Social –Vicariato Apostólico San Francisco Javier (Jaén) / Campaña Evangélica Renovemos Nuestro Mundo / Comisión DDHH y JPIC –Conferencia de Religiosas y Religiosos del Perú (CONFER) / Asociación de Grupos Evangélicos Universitarios del Perú (AGEUP) / Iglesia Evangélica Pentecostal / Hermanas de la Caridad del Verbo Encarnado / Escuela de Teología de la Pontificia Universidad Católica del Perú / Federazione Organismi Cristtani Servizio Internazionale Volontario (FOCSIV).
Notas:
[1] Alianza Mundial de Iglesias Reformadas (WARC). La Confesión de Accra. El Pacto por la Justicia en la Economía y en la Tierra. Accra, Ghana 2004. [2] Consejo Episcopal Latinoamericano –CELAM. Carta Pastoral del Consejo Episcopal Latinoamericano: Discípulos misioneros custodios de la casa común. Discernimiento a la luz de la Encíclica Laudato Sí (DMCCC). Bogotá, Enero 2018. N° 29.
[3] Carta Encíclica “Laudato Sí, sobre el cuidado de la Casa Común” (LS). Papa Francisco. Vaticano, Mayo 2015. N° 141. (ceas.org.pe) 07/05/2020
12.Conferencia en línea llama a una economía de la vida en tiempos de pandemia de la COVID-19
Ginebra. La iniciativa de dos sesiones de conferencias electrónicas, celebradas el 17 y el 24 de abril, reunió a unos 25 participantes para reflexionar sobre los efectos socioeconómicos y ecológicos de la crisis de la COVID-19 y sobre la manera en que esta ofrece al mundo la oportunidad de replantearse y reformar los sistemas financieros y económicos para que den realmente prioridad a garantizar la salud y el bienestar de las comunidades y el planeta, e invertir en los mismos. Fue promovida conjuntamente por el Consejo Mundial de Iglesias (CMI), la Federación Luterana Mundial, la Comunión Mundial de Iglesias Reformadas y el Consejo de Misión Mundial. “Ante la cruda realidad de la COVID-19, vemos más claramente la gran desigualdad de ingresos y riqueza. Vemos las enormes desigualdades de género y las disparidades generacionales en nuestras economías”, afirmó la Prof.ª Dra. Isabel Apawo Phiri, secretaria general adjunta del CMI. “Nuestras respuestas a la pandemia podrían muy bien reestructurar el mundo para hacerlo mejor, y transformar fundamentalmente la forma en que vivimos, lo que comemos y compramos, lo que producimos, cómo distribuimos los bienes y dónde invertimos”, añadió. “Nuestros sistemas económicos deben dar prioridad a las personas y no a los beneficios que se pueden obtener. No debemos olvidarnos de proteger los medios de subsistencia y las necesidades básicas de las personas”, subrayó el Rev. Dr. Martin Junge, secretario general de la Federación Luterana Mundial. “La COVID-19 nos llama además a una renovación teológica y ética en la que abordemos la desigualdad, la pobreza y las políticas públicas para garantizar recursos suficientes y un acceso igualitario a los servicios de salud. Ahora es el momento de revitalizar este debate”, añadió M. Junge. Las sesiones de la conferencia electrónica “Economía de la vida en tiempos de pandemia” formaron parte y fueron promovidas por una iniciativa de las cuatro organizaciones en el contexto de la denominada “Nueva Arquitectura Financiera y Económica Internacional (NIFEA, por su sigla en inglés)” que trata de promover un sistema financiero alternativo que surja de la imaginación de las personas de los márgenes, de aquellos que han quedado al margen de la toma de decisiones socioeconómicas y políticas. El Rev. Dr. Chris Ferguson, secretario general de la Comunión Mundial de Iglesias Reformadas, subrayó que el actual escenario mundial nos llama a “poner sobre la mesa y llevar adelante las visiones y los temas centrales de la NIFEA y a que estos sean necesariamente transformadores”.