Estrella Roja Prensa Nacional 2

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año 1 | número 2 | agosto 2014

EstRELLA ROJA

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2|ESTRELLA ROJA|AGOSTO DE 2014

nacIonaLes editorial

Por la madriguera del conejo Dos elementos sobresalen del actual cuadro de deterioro económico. La necesidad de conseguir divisas embarcó al gobierno en una carrera contrarreloj por regularizar las relaciones del país con todos sus acreedores con el objetivo de negociar nuevos créditos, empresa que hoy lo encuentra protagonizando un sobreactuado litigio con los llamados “fondos buitres”. Al mismo tiempo, se descarga un fuerte ajuste sobre los trabajadores, que se verifica ya no sólo en la pronunciada caída del poder adquisitivo del salario sino también en una sucesión de despidos y suspensiones masivas, con epicentro en la industria automotriz. En este contexto, tiene lugar una incipiente organización de los trabajadores contra el ajuste, que es respondida por el gobierno con represión en las calles y una campaña macartista en los medios.

Todos los caminos conducen al ajuste Un primer elemento que salta a la vista de la situación económica actual es la merma en la afluencia de divisas al país y su contraparte, una constante fuga de divisas que drenan hacia el exterior, ambas reflejadas en una sostenida caída de las reservas del banco central. Nuestro país carga con el lastre de una industria capitalista deficitaria que, además de basar sus ganancias en salarios miserables, se nutre de una parte de las divisas obtenidas por la venta de granos en el mercado mundial a través de diversos instrumentos de política económica. Cuando estas divisas no alcanzan para cubrir las necesidades de la acumulación (esto es, del robo descarado a la clase obrera argentina), la opción recurrente ha sido la emisión de bonos de deuda y el pedido de créditos internacionales. De esta manera, se relegan las turbulencias hacia adelante al costo de intensificarlas. Si llega una “buena lluvia” y los precios en el mercado mundial ayudan, la afluencia de divisas le da nuevos bríos al nacionalismo populista que se viste de “soberanía” para dejar de contraer deuda y comenzar a pagarla. De este modo, la propia acumulación de capital en nuestro país impone la necesidad de que se alternen ciclos de endeudamiento externo salvaje, con ciclos de pago de deuda tanto o más salvaje debido a las tasas de interés deformadas a que se toman o se renegocian las deudas. El resultado de estos ciclos es la carga de una deuda inmensa, fraudulenta y usurera, que se multiplicó al ritmo de la estatización de deuda privada y la acumulación de intereses leoninos, y comporta una estafa histórica para la clase obrera de nuestro país. Tras una década de meticuloso pago de deuda, realizado sobre la base del auge del precio de los granos en el mercado mundial y de la liquidación de los fondos de jubilación del ANSES, reaparece hoy -como cada vez que urgió la necesidad de divisas- la opción del endeudamiento externo. A esta necesidad obedece la carrera contrarreloj

emprendida por el gobierno para regularizar al detalle las relaciones de la Argentina con todos sus acreedores [1]. Carrera que, pese a la disciplina servilista mostrada por el gobierno kirchnerista, encontró un nuevo escollo en el fallo de la justicia norteamericana a favor de uno de los fondos que no había ingresado en la reestructuración de deuda, disponiendo el pago de la totalidad del valor de sus títulos más intereses y moratorias. El litigio con los “fondos buitre” nos fue entonces presentado como una “causa nacional” encabezada por el gobierno. No es, sin embargo, sino una etapa particular de aquel proceso de regularización: se trata de una negociación que tiene como primer objetivo garantizar el normal pago de la deuda para iniciar un nuevo ciclo de endeudamiento externo. Bajo esta bandera, convertida en “causa nacional”, se encolumnan hoy el conjunto de las clases dominantes y la totalidad del partido del orden, tanto “oficialistas” como “opositores”. En el mismo cuadro de deterioro económico se distingue un segundo elemento: el creciente lugar de los despidos y las suspensiones en el marco del ajuste descargado sobre los trabajadores. Si bien no se trata de un fenómeno generalizado, es sí una situación novedosa y una tendencia que revela signos de criticidad en algunos sectores, como pusieron en evidencia los conflictos recientes en Gestamp, Lear y ahora Donnelley. Se estima que en un año se perdieron alrededor de 190 mil puestos de trabajo en todo el país. [2] Las suspensiones, por su parte, suman al menos 12 mil solamente en la industria automotriz [3], con recortes que se ubican entre el 25 y hasta el 50% del salario de los trabajadores, alertando sobre un problema que podría agudizarse de sostenerse o acentuarse la caída de la actividad en la rama. Despidos y suspensiones vienen así a completar un camino de ajuste que degrada diariamente las condiciones de vida de la clase obrera. En este derrotero habían confluido ya, devaluación mediante, el cierre de paritarias por debajo de la inflación y licuadas por efecto del impuesto al salario y el tope a las asignaciones familiares, las miserables jubilaciones y planes sociales actualizados por decreto, y, finalmente, la consolidación de un extenso sector en negro y precarizado del que forman parte alrededor de un tercio de los trabajadores del país, sin representación alguna en las instancias de negociación salarial.

«El ajuste encuentra alineados detrás suyo al conjunto de las clases dominantes y el partido del orden. Todos comparten la determinación de cargar sobre las espaldas de los trabajadores el precio de sostener, en esta etapa, las mismas ganancias extraordinarias que pretenden seguir llevándose los capitales industriales concentrados, que, pese al discurso desarrollista del gobierno, no son más que una máquina de devorar divisas.»

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[1] En este proceso se inscribieron el pago de las deudas a las empresas que habían iniciado juicios en el CIADI y la indemnización a Repsol, así como la sanción de las leyes antiterroristas a pedido del GAFI, la aceptación de jurisdicciones extranjeras para dirimir las disputas en torno a la deuda y la disposición de dependencias estatales bajo el control del FMI. [2] Proyección en base a datos del INDEC. “En un año, se

También el ajuste encuentra alineados detrás suyo al conjunto de las clases dominantes y el partido del orden. Todos comparten la determinación de cargar sobre las espaldas de los trabajadores el precio de sostener, en esta etapa, las mismas ganancias extraordinarias que pretenden seguir llevándose los capitales industriales concentrados que, pese al discurso desarrollista del gobierno, no son más que una máquina de devorar divisas.

«El litigio con los “fondos buitre” no es sino una etapa particular de aquel proceso de regularización: se trata de una negociación que tiene como primer objetivo garantizar el normal pago de la deuda para iniciar un nuevo ciclo de endeudamiento externo. Bajo esta bandera, convertida en “causa nacional”, se encolumnan hoy el conjunto de las clases dominantes y la totalidad del partido del orden»

La organización de los trabajadores frente al ajuste: de la defensa del salario a la defensa del puesto de trabajo En este contexto de ajuste tiene lugar un marcado aumento de la conflictividad social [4]. La creciente incidencia de despidos y suspensiones se imprime también en el carácter de estos conflictos, superponiendo la necesidad de seguir luchando contra el ataque al salario con la de dar nuevas luchas para defender los puestos de trabajo hoy amenazados. Así, al lado de los reclamos de reapertura de paritarias o de eliminación del

perdieron 190.000 puestos de trabajo en todo el país”, en Clarín, 20 de agosto de 2014 [3] Según cálculos de SMATA para mayo de 2014 [4] Según el Informe de Coyuntura del Observatorio de Derecho Social de la CTA correspondiente al segundo trimestre de 2014 la conflictividad laboral registra un crecimiento interanual de un 37%.

impuesto al salario, comenzaron a imponerse reclamos por la reincorporación de trabajadores despedidos y suspendidos [5]. Pero´, si bien el deterioro de las condiciones económicas ha impulsado el desarrollo de este tipo de luchas defensivas, se trata aún de experiencias relativamente dispersas y limitadas, a pesar de los incipientes intentos de articulación. [6]

[5] Según el informe mencionado los conflictos por condiciones salariales (apertura de paritarias y eliminación del impuesto al salario, entre otros) tienen una incidencia del 35,56% en el sector privado y un 47,96% en el sector público, mientras que los conflictos por medidas de crisis (despidos, suspensiones, etc.) ascienden a un 40,74% en el sector privado y un 35,71% en el sector público.

[6] En el mismo informe se constatan dos hechos que dan cuenta de tal dispersión: el crecimiento de la conflictividad laboral se explica en el sector privado exclusivamente por conflictos desarrollados “a nivel de empresa”, esto es, dentro de un mismo lugar de trabajo; mientras que tanto en el sector público como en el privado los sindicatos de base aparecen como el principal sujeto de los conflictos.


ESTRELLA ROJA|AGOSTO DE 2014|NACIONALES|3 «La burocracia sindical ejerce su función de disciplinamiento de la clase obrera sólo a condición de funcionar como su representación. El contexto de ajuste agudiza la tensión siempre existente entre estos dos aspectos.» En este marco vuelve a ponerse de manifiesto el papel de la burocracia sindical, la cual ejerce su función de disciplinamiento de la clase obrera sólo a condición de funcionar como su representación. El contexto de ajuste agudiza la tensión siempre existente entre estos dos aspectos, como ya se había visto con la ruptura de una parte de ella con el kirchnerismo. Es entonces que, tras más de cuatro meses de idas y vueltas, los dirigentes de las centrales sindicales opositoras (Moyano, Barrionuevo y Micheli) y algunos sindicatos distanciados del oficialismo (ferroviarios y bancarios) anuncian el postergadísimo tercer paro nacional de la década. En los últimos meses, la burocracia sindical también ha desempeñado un papel central a la hora de buscar sofocar ciertos conflictos. Ejemplos de su accionar concertado con las empresas y el gobierno

Impulsar todas las instancias democráticas y participativas hacia el paro del 28/8 son los casos de Gestamp y Lear, en los que trabajó mancomunadamente con el Ministerio de Trabajo y las fuerzas de seguridad para boicotear la organización de los trabajadores. En el caso de Gestamp, la conducción del gremio, SMATA, con Pignanelli a la cabeza, denunciaba y amedrentaba a los trabajadores, mientras el Ministerio de Trabajo dictaba una conciliación obligatoria que les exigía levantar toda medida de fuerza, pero que la empresa incumplía al tiempo que la planta era militarizada. En Lear, Pignanelli organizaba una asamblea fraudulenta para revocar los mandatos de los delegados de la comisión interna, llevando a votar a los trabajadores bajo amenaza de despido, mientras, la empresa dictaba un “lock out” patronal de quince días buscando diluir el conflicto, y la policía y la gendarmería repartían palos y balas de goma en la Panamericana.

«La lucha contra el ajuste plantea así un desafío que debe afrontarse en el marco de una correlación de fuerzas ciertamente desfavorable, que nos enfrenta no sólo a las patronales, al gobierno y a la burocracia sino también a la propia debilidad de la organización clasista y de la izquierda. La oportunidad de superarlo está solo en la participación directa en la lucha de clases y en la búsqueda activa de las posibilidades que ésta presenta.» Criminalizar y reprimir para sostener el ajuste La intervención del gobierno en los conflictos recientes da por tierra con la pretendida “neutralidad” del Estado, poniendo todos sus recursos comunicacionales, jurídicos y represivos al servicio de las empresas. Por un lado, el gobierno desplegó una intensa campaña mediática con el objetivo de demonizar a los trabajadores que se organizan y luchan contra el ajuste. Esta campaña, de la que participó activamente la burocracia sindical, tomó un carácter marcadamente macartista, llegando al absurdo de responsabilizar a las organizaciones de izquierda por los despidos, las suspensiones o hasta la declaración de quiebra de una empresa. Por otro lado, esta escalada discursiva se correspondió con un significativo

ascenso de la represión de la protesta, como se vio en los cortes de ruta y demás medidas impulsadas por los trabajadores, en la militarización de plantas industriales, o en el creciente protagonismo de Berni, a cargo de los operativos y del parte diario frente a los medios. La lucha contra el ajuste plantea así un desafío que debe afrontarse en el marco de una correlación de fuerzas ciertamente desfavorable, que nos enfrenta no sólo a las patronales, al gobierno y a la burocracia sino también a la propia debilidad de la organización clasista y de la izquierda. La oportunidad de superarlo está solo en la participación directa en la lucha de clases y en la búsqueda activa de las posibilidades que ésta presenta.

«La intervención del gobierno en los conflictos recientes da por tierra con la pretendida “neutralidad” del Estado, poniendo todos sus recursos comunicacionales, jurídicos y represivos al servicio de las empresas.»

1 ) L a C G T d e M o ya n o y Barrionuevo y la CTA de Micheli llaman al segundo paro del año para el 28 de agosto. Desde aquel que data del 10 de abril, a éste pasaron más de 4 meses en los que los trabajadores vieron empeorar su situación: el trabajo no registrado se mantuvo en un tercio del total de los asalariados, más de 2/3 de los jubilados viven en la miseria con una jubilación mínima, la desocupación comienza a aumentar y los gremios cerraron paritarias por debajo del casi 40% de la inflación interanual de julio. En estos meses también asistimos a las reestructuraciones de las empresas que llevaron a suspensiones y despidos, y en algunos casos -como D o n e l l y - a l c i e r re . L a s m á s i m p o r ta nte s a u to m o t r i c e s y autopartistas, que se llenaron de dinero en el momento alcista del ciclo, fueron la avanzada en despidos y suspensiones, con el acompañamiento de la persecución al activismo de izquierda. 2) En el marco de una debilidad general de la organización obrera clasista, las diversas fracciones de la burocracias llevan adelante el boicot de todos los planes de lucha que se libran como resistencia en los conflictos por despidos y suspensiones; al mismo tiempo que se desarrolla una feroz represión instrumentada por el régimen y una activa propaganda anti-izquierda de parte de todo el arco burgués y la burocracia sindical. Si bien el empeoramiento de la situación económica ha generado el desarrollo de luchas defensivas aún nos encontramos en una correlación de fuerzas desfavorable en la que los trabajadores no se han volcado masivamente a la lucha y la coordinación de la resistencia aun es incipiente. 3) El paro del 28 de agosto, llamado desde las alturas, sin discusión de los trabajadores, sin llamados a asambleas de base ni movilizaciones unitarias, es una convocatoria en el marco de la hegemonía de las direcciones burocráticas del sindicalismo argentino, pero que aun así es la forma de lucha posible que se nos presenta en este momento. El kirchnerismo dirá que le hacemos el juego a la burocracia en momentos en donde “le tenemos que poner el pecho” a una situación difícil para la “nación argentina” que lleva adelante su lucha contra los fondos buitres. Nosotros le decimos que no confundimos los intereses de los empresarios, con los nuestros. Lo que se está discutiendo con los fondos buitres es el reparto de ganancias producidas por los trabajadores entre inversores capitalistas.

4) El kirchnerismo insistirá en que en momentos decisivos hay “que poner el hombro”, nosotros le responderemos que desde los orígenes de la Argentina los trabajadores ponemos el hombro, pero también somos los que padecemos las ansias de ganancias de los capitalistas, que cada vez que su economía entra en una fase recesiva somos los trabajadores los que tenemos que padecer la caída del salario, la desocupación y la miseria. Otro argumento caro a la propaganda oficialista es que el impuesto a las ganancias que se aplican a los trabajadores es esencial para brindar asistencia a los más pobres. Nosotros decimos que los trabajadores no tenemos ganancias, tenemos salarios, que es único medio para acceder a una canasta de bienes para poder vivir. El recorte de los salarios con el impuesto a las ganancias, lejos de afectar a una minoría, incluye cada vez a más trabajadores y actúa empujando toda la escala salarial hacia abajo. Los paliativos a la pobreza que el mismo capitalismo genera debe salir de la riqueza que se apropian los capitalistas. Por eso, aunque rechacemos y enfrentemos a las direcciones de las centrales de trabajadores que llaman al paro, entendemos que el triunfo de las reivindicaciones planteadas beneficiará al conjunto de la clase trabajadora. 5) Por todo esto creemos conveniente que las fuerzas de izquierda y la militancia obrera y antiburocrática llamemos a parar por el fin del impuesto a las ganancias, la reapertura de paritarias, por el 82% para los jubilados, contra el trabajo no formal, contra los despidos y suspensiones, y contra la criminalización de la protesta social. 6) Sabemos que donde la burocracia tiene una actitud de lealtad al gobierno es difícil que se logre parar. En esos casos, aunque no se logre el objetivo, explicar la importancia de adherir y participar de la protesta con una perspectiva clasista. Aumentando, así, la posibilidad de que en las próximas luchas se pueda romper el cerco burocrático. 7) Nuestro posicionamiento a favor de la huelga no se basa en una cuestión general de principios, sino en la táctica elemental de unidad de acción que es propia a una situación defensiva y en explorar activamente la posibilidad de que la propia medida, así como las movilizaciones convocadas para el día 27, puedan servir para avanzar en la organización de base de los trabajadores.

DONDE EMPEZAR – ORGANIZACIÓN POLÍTICA ESTRELLA ROJA – BATALLA MARXISTA – SOCIALISMO REVOLUCIONARIO – CÍRCULO SOCIALISTA

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4|ESTRELLA ROJA|AGOSTO DE 2014|NACIONALES

Vivir de prestado «La plata no vale nada, hay que pedirla prestada, si tenerla guardada no sé... no se pue» Alfredo Zitarrosa Cuando observamos las reservas del BCRA vemos que las mismas crecen casi ininterrumpidamente desde el 2003 al 2007. A partir del 2008 se estancan y se alternan subidas y caídas hasta el 2012 siendo estas últimas más pronunciadas. A fines del 2012 la caída toma mayor velocidad y durante el 2013 las reservas caen en picada de 43232 millones de dólares a principios de enero a 30599 en diciembre. En las vísperas de la devaluación de enero del 2014, habían caído a 28872 millones: de enero del 2013 a enero del 2014 hubo una caída del 34% en las reservas del BCRA. Finalmente, luego de la

La negociación con los fondos buitre es la última barrera que debe superar el gobierno para acceder sin restricciones a las principales plazas financieras del mundo, lo que se le presenta como una necesidad urgente desde fines del 2013. En aquel momento el gobierno emprendió la carrera de postas para regularizar las relaciones con todos y cada uno de los acreedores de la deuda pública y con todas las empresas que mantenían litigios con el Estado. El disparador inmediato de aquella carrera fue el derrumbe de las reservas del BCRA que hoy se muestran nuevamente en rojo, y la urgencia por créditos internacionales no es sino la necesidad de cubrir las reservas con deuda. devaluación de fines de enero las reservas se estabilizan y oscilan subidas y bajadas durante los dos primeros trimestres hasta que comienzan nuevamente a caer, encontrándose a mediados de agosto en 28953 millones de dólares: un nivel apenas superior al que tenían al momento de la devaluación de enero [1]. Es esta brutal caída la que puso en primer plano la necesidad de financiamiento externo. Así, el capitalismo a la argentina muestra una vez mas ser una máquina predadora de reservas, un animal que deglute divisas. Pero, ¿Por qué?

Sobrevaluación Sabido es que al interior de cada país circulan billetes: signos de valor de curso forzoso arrojados a la circulación por el Estado. Estos billetes tienen una cierta capacidad de representar valor que no es constante, sino que está sometida a oscilaciones de diversa intensidad y guarda una relación estrecha con la riqueza social apropiada por el país (y por tanto, con la productividad del trabajo de la sociedad en cuestión) lo que se manifiesta en la reservas de las que dispone la autoridad monetaria. Dejando las demás condiciones constantes, dicha capacidad de representar valor depende de la cantidad de signos de valor en circulación [2]. Por otra parte, la capacidad de representar valor la moneda la tiene hacia adentro de la economía y hacia afuera, en el mercado mundial. La primera se expresa en la relación de valor de las mercancías internas con la moneda nacional y la segunda en la relación de valor entre la moneda nacional y la divisa internacional, el dólar. ¿Cuándo decimos que la moneda nacional está sobrevaluada? Cuando su capacidad de representar valor es mayor hacia afuera que hacia adentro, es decir,

cuando tiene mayor poder de compra externamente que al interior del país. ¿Y cómo puede suceder semejante cosa? En principio, por una evolución desigual de la productividad del trabajo en cada uno de los países en cuestión [3], pero también mediante la fijación de la relación nominal de la moneda nacional con el dólar o mediante un alza general de los precios internos manteniendo fija o a una menor velocidad de crecimiento la relación de cambio con el dólar. Por supuesto que, para mantener la moneda sobrevaluada es necesario contar con un nivel de reservas que la sostenga y resista las corridas en su contra. Supongamos una economía nacional en la cual con 10 pesos compramos una mercancía X. Por otra parte, en otras sociedades, esa mercancía tiene un precio de 1 dólar. Supongamos que al interior de la economía en cuestión existe un tipo de cambio de 10 pesos = 1 Dólar. En tal situación existe una relación de paridad: la moneda nacional tiene la misma capacidad de representar valor hacia dentro y hacia afuera: con 10 pesos compro la mercancía en el mercado interno, o compro el dólar con el que puedo comprar la mercancía

«Del 2007/8 en adelante se observa que la moneda nacional pasa a estar abiertamente sobrevaluada, el acumulado en el incremento de la relación nominal peso-dólar es apenas superior al 100% frente al (como mínimo) 165% del alza general de precios internos: en una aproximación gruesa, podemos decir que en ese período la moneda nacional se sobrevaluo un 65%-70%»

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en otro país. Supongamos que luego de un año, bajo las demás condiciones contantes, en esta economía los precios internos se incrementan un 35%. La mercancía que salía $10 ahora sale $13,5. Pero, a lo largo de ese año, la relación peso-dólar solamente se incrementó un 20%, es decir, 12 pesos = 1 dólar. Ahora voy a necesitar 13,5 pesos para comprar la mercancía internamente pero solo 12 pesos para comprar el dólar con el que puedo comprar la misma mercancía externamente. Tenemos entonces que la moneda nacional se ha sobrevaluado un 15%. La conclusión es sencilla: en tal situación, quien compra dólares o importa mercancías con la moneda nacional sobrevaluada se apropia un valor adicional gratuitamente. Pero ese valor lo tiene que estar perdiendo alguien: el que exporta. Éste produjo una mercancía con los costos internos que implica la moneda sobrevaluada, pero que al pasar por la mediación cambiaria se le reconoce un valor menor. Supongamos que exporta aquella misma mercancía que tiene el valor de un dólar en el mercado mundial pero de 13,5 en el mercado interno. Los costos fueron a los precios internos sobrevaluados pero vendiendo la mercancía en el mercado mundial, en la mediación cambiaria el dólar en cuestión se transforma en 12 pesos, y no en los 13,5 correspondientes al costo de producción. De aquí surgen algunas evidencias: en primer lugar, es evidente que el valor ganado por el que importa es el perdido por el que

exporta. Por otro lado, es evidente que esa sobrevaluación se va a manifestar en una demanda creciente de dólares y de mercancías externas para lo que tienen que existir reservas suficientes, y en una traba para exportar mercancías en general. Esto último a excepción de que se trate de mercancías que en su precio, además de entrar los costos y la ganancia media del capital esté incluida la renta terrateniente. Es decir, excepto que se trate de los llamados “bienes primarios”. En tal caso, el costo de exportar con moneda sobrevaluada puede ser absorbido por la porción del precio correspondiente a la renta, ya que de afectar la parte correspondiente a la ganancia del capital este no se mantendría en producción. Es evidente entonces, por último, que la porción de valor que va a quedar pendiente de apropiación al momento de la exportación y que será realizada por quienes importan o compran dólares (u otros mecanismos que aparecerán luego) corresponde a la renta de la tierra. Si sobre esas importaciones o divisas se aplican impuestos, entonces el valor que escapa a la exportación pasa a manos del Estado para ser volcado luego a otros sujetos sociales a través de las finanzas públicas. No hay que ser un gran observador para darse cuenta que esta situación es la que se viene desarrollando en Argentina en los últimos años. Miremos esto un poco más de cerca.

La plata no vale nada (evidencias de la sobrevaluación y sus desequilibrios) En lo que hace a la capacidad diferencial de la moneda para representar valor, según las series de datos elaboradas por JIC, entre el 2005 y el 2006 la relación cambiaria del peso con el dólar osciló entorno al nivel de paridad [4], es decir, tenía la misma capacidad de representar valor al interior de la economía argentina y en el mercado mundial. A partir de este momento dicha capacidad comienza a diferenciarse [5]. Del 2007/8 en adelante se observa que la moneda nacional pasa a estar abiertamente sobrevaluada, en un escalada que se acelera constantemente: mientras que la tasa de inflación anual oscila en un 20% 30% entre los años de 2007 2013, alcanzando en ese período, según los datos del INDEC San Luis, un incremento acumulado de aproximadamente un 165% [6], el tipo de cambio nominal respecto al dólar se mantuvo prácticamente fijo hasta el 2011 pasando de 3,00 a 4,00, para comenzar a trepar a comienzos del 2012 incrementándose de 4,2 a 6,4 a finales del 2013, hasta desembocar en la devaluación de enero de 2014 en valor actual de 8 [7]. Así, del

2007 a 2013 el acumulado en el incremento de la relación nominal peso-dólar es apenas superior al 100% frente al (como mínimo) 165% del alza general de precios internos: en una aproximación gruesa, podemos decir que en ese período la moneda nacional se sobrevaluo un 65%-70% [8]. La devaluación de enero mitigó la sobrevaluación cambiaria desaforada. La misma fue de un 23%. En términos formales podríamos decir que a febrero del 2014 la sobrevaluación cambiaria era de aproximadamente el 45%. Sin embargo, de enero a julio del 2014 los datos oficiales del INDEC registran una inflación acumulada del 16,7% [9]. Con lo cual, aún tomando los bastardeados índices del INDEC, la sobrevaluación ya se encuentra, al día de hoy, arriba del 60% acercándose a los niveles que tenía al momento de la devaluación de enero. ¿Cómo se provoca un alza general de precios? Dijimos que dejando las demás condiciones constantes, la capacidad de representar valor de la moneda depende de la cantidad de signos de valor (de billetes) en circulación.


ESTRELLA ROJA|AGOSTO DE 2014|NACIONALES|5 «Del 2007 al 2014 la circulación monetaria se ha quintuplicad. El crecimiento acumulado del PBI del 2007 al 2013 es de un 27%. Lejos de las 5 argentinas “monetarias”, apenas hay al día de hoy, en términos físicos, 1 y ¼ de la que había en 2007. En lo que hace a la evolución del valor producido por la economía Argentina, se observa que del 2003 al 2007 crece aunque a un ritmo menor que el PBI físico. En el 2008 se estanca y a partir del 2011 comienza a retroceder.Es evidente entonces que la circulación monetaria ha aumentado exponencialmente independientemente de la masa de valores de uso y de valor producida por la sociedad Argentina.» Ahora bien, si la productividad del trabajo aumenta, disminuye el valor de cada unidad producida en la misma proporción que aumenta la cantidad de mercancías producidas. Si aumenta la producción sin aumento de la productividad, el valor unitario se mantiene constante. De todos modos, en ambos casos, si la cantidad de billetes en circulación se mantiene fija, los precios bajan en proporción al aumento de la producción. Si la circulación monetaria se limita a crecer en la misma proporción que la producción, los precios se mantienen relativamente estables. Si la circulación monetaria crece por encima del aumento de la producción, se manifestará en un incremento de los precios. [10] Según los datos del BCRA, del 2007 al 2014 la circulación monetaria se ha quintuplicado: pasó de 59291 a 300504 millones de pesos [11]. Esto es, si suponemos que la emisión monetaria se ha limitado a corresponderse con la del aumento de la productividad del trabajo o de la magnitud de riqueza social producida, para mantener constante el nivel de precios, tendríamos que del 2007 al día de hoy debería haberse quintuplicado la riqueza material de la Argentina. Hoy habría, en términos de riqueza material, cinco argentinas de las que había en 2007. Según los nuevos datos del INDEC, el crecimiento acumulado

del PBI (que precisamente es un indicador de la riqueza material de la sociedad, del volumen físico de mercancías producidas, aunque no de la productividad) del 2007 al 2013 es de un 27% [12]. Lejos de las 5 argentinas, apenas hay al día de hoy 1 y ¼ de la que había en 2007. Si acotamos el rango de medición, tenemos que desde el 2012 al 2014 la circulación monetaria se duplicó [11]: hoy habría en términos de riqueza material 2 argentinas de las que había en 2012. Sin embargo, el PBI durante 2012 y 2013 se mantuvo prácticamente estancado creciendo en el acumulado de ambos años apenas un 5% y durante el 2014 ya entró en retroceso [12]. Pero la riqueza social tiene una forma doble: por un lado es una masa de valores de uso y por otro lado es una masa de valor [13]. Para decirlo de una forma sencilla, lo que importa no es cuantas mercancías se produjeron, sino cuantos dólares (en moneda de poder adquisitivo constante) representan esas mercancías. En lo que hace a la evolución del valor producido por la economía Argentina, se observa que del 2003 al 2007 crece aunque a un ritmo menor que el PBI físico. En el 2008 se estanca y a partir del 2011 comienza a retroceder [14].

Es evidente entonces que la circulación monetaria ha aumentado exponencialmente independientemente de la masa de valores de uso y de valor producida por la sociedad Argentina. ¿A qué obedece este fenómeno? De manera inmediata, a la necesidad de cubrir el déficit fiscal, pero su determinación esencial es la necesidad de sobrevaluación del peso. Pero ésta no es su única potencialidad. La cobertura del déficit fiscal con emisión monetaria, al desatar una escalada inflacionaria transforma las tasas de interés reales en negativas: si la tasa de inflación es aproximadamente del 25% anual (como lo fue los últimos 7 años) y las tasas de interés nominal de los créditos al sector privado oscilan entre un 10% y un 20% anual, los capitales que toman créditos reciben un valor mayor que el que finalmente devuelven. Pero, ¿de dónde sale el dinero para estos créditos?

En el caso de los créditos otorgados por el Estado, del endeudamiento con el ANSES [15] (es decir, de la licuación de los fondos jubilatorios de la clase obrera para regalarle dinero a sus explotadores) y el BCRA y de la propia emisión monetaria que cubre el déficit fiscal. En el caso de los créditos de entidades privadas, de los colocadores de dinero a préstamo. Así el financiamiento del déficit público con emisión monetaria se convierte en otro vehículo que transfiere valor hacia el capital industrial vía tasas de interés reales negativas. Si para muestra basta un botón, el aumento del gasto público fue generalizado durante el primer semestre del 2014, pero la parte mayoritaria del déficit fiscal se explica por las transferencias al sector privado que crecieron un 63,1% en el acumulado del año [16].

Si tenerla guardada no se puede Haciendo un repaso rápido, a partir del 2007/8 la emisión superiores a las que obtienen vendiendo en el mercado Ahora bien, la sobrevaluación del tipo de cambio necesita monetaria comienza a expandirse desmesuradamente, la mundial. sostenerse para mantener en actividad al capital industrial local moneda nacional se sobrevalua en relación al dólar, las tasas de Esto solo se explica por existir un flujo de riqueza social no e internacional que opera para la pequeña escala del mercado interés reales se tornan negativas y las reservas del BCRA producida en el país que arriba a la economía nacional bajo la interno. La tasa de ganancia de estos capitales se sostiene en el comienzan a caer. Todos estos derroteros se intensifican forma de renta de la tierra por la exportación de mercancías pago de la fuerza de trabajo por debajo de su valor y en los vertiginosamente a partir del 2012, año en que el PBI (volumen agrarias. Flujo que sin embargo no es íntegramente apropiado mecanismos de apropiación de valor que la sobrevaluación físico de mercancías producidas) se estanca y la producción de por los parásitos terratenientes, ya que buena parte del mismo hace posible: sea a través de importaciones abaratadas, valor entra en retroceso. Es en este último tramo que se registra es apropiado por los capitales industriales a través de la remisión de divisas a sus casas matrices en concepto de la caída del 34% en las reservas, mediación directa o indirecta del Estado. Siendo esquemáticos, utilidades y dividendos, créditos a tasas reales negativas, Parecería sencillo responder al porque de la fuga de divisas a través de retenciones o sobrevaluación cambiaria. Según JIC, abaratamiento de la fuerza de trabajo y un largo etc. Pero a su (que tiene como contrapartida la caída de las reservas del “La apropiación de la renta diferencial de la tierra por el capital vez, todos estos mecanismos implican una dilapidación de las BCRA): al existir una moneda sobrevaluada, el gran negocio es industrial ha seguido distintos caminos. Algunos de ellos la divisas disponibles. la compra de dólares o la importación. Frente al hormigueo del hacen pasar primero por las manos del estado nacional vía Cuando la acumulación de capital avanza hacia el hombre de a pie que atesora dólares o compra artículos impuestos especiales a las exportaciones agrarias, precios estancamiento, o directamente retrocede la producción de importados, se alzan las dimensiones olímpicas del drenaje regulados o el monopolio del comercio exterior. De allí siguen su valor, el drenaje de divisas no encuentra contrapartida en el provocado por los capitales industriales que remiten divisas curso a los bolsillos de los capitales industriales bajo la forma de ingreso de las mismas por comercio exterior y menos aún por en concepto de utilidades y dividendos e importan subsidios, las compras realizadas por el estado y sus empleados, recaudación impositiva, la cual es prácticamente inexistente y maquinaria y medios de producción: son capitales que etc. En otros casos, el estado puede regir este curso de solo recae sobre la clase obrera. De este modo, el drenaje de venden en el mercado interno, solo a condición de comprar apropiación de manera indirecta. Por ejemplo, mediante la divisas toma la forma de una violenta caída de las reservas. Sin sus medios de producción en el mercado mundial, y sabido es generación de déficit público cubierto con emisión monetaria reservas suficientes la sobrevaluación no puede sostenerse y que mientras en el mercado interno se vende en pesos, en el que convierte a la tasa de interés real en fuertemente negativa, hasta la más mínima “corrida” la hace tambalear. Llega mercado mundial se compra en dólares. Las respuestas para siendo los terratenientes colocadores netos de capital a entonces el momento de las pequeñas devaluaciones. Sin tratar de tapar estos agujeros son las conocidas por todos: cepo préstamo. O mediante la sobrevaluación de la moneda nacional embargo, éstas no tienen por objetivo llevar el tipo de cambio al y cupos, que por lo demás tienen nula o escasa aplicación que implica la importación abaratada de insumos industriales y nivel de paridad: tal cosa carecería de necesidad alguna cuando se trata de las operaciones de los capitales la multiplicación cambiaria de las ganancias remitidas al mientras pueda mantenerse la sobrevaluación sobre otras internacionales más concentrados que aquí operan en exterior” [17]. fuentes. Su objetivo es otro: “normalizar” aunque más no sea pequeña escala, y que explican por lejos el drenaje mayoritario. por algunos meses las turbulencias de la sobrevaluación y hacer Precisamente, del 2002 al 2004/5 la moneda se encontraba Al mismo tiempo, la merma en las exportaciones también subvaluada, y durante el 2005/6 osciló entorno al nivel de caer aun más el salario de la clase obrera por debajo de su valor, obedece al fenómeno de la sobrevaluación, ya que como vimos paridad. La forma sobresaliente en que se realizaba el traspaso para sostener la tasa de ganancia del capital en general. los costos de producción son al valor de la moneda de renta de la tierra hacia los capitales industriales hasta el Sucedida la devaluación, al cabo de algunos meses todas las sobrevaluada pero al pasar por la mediación cambiara se vende 2007 fueron las retenciones a la exportación. A partir de “variables” se encuentran en el nivel que tenían previo a la al precio de producción determinado por los costos vigentes en entonces y durante los últimos 7 años esta necesidad paso a ser misma excepto el salario que perdió significativamente su el mercado mundial. realizada crecientemente por la sobrevaluación de la moneda poder adquisitivo, y es entonces que ya se escuchan las Entonces, se presentan dos preguntas: ¿Cuál es la nacional. De este modo, las explosiones de los precios de las trompetas de una nueva devaluación. Con estas devaluaciones necesidad de la sobrevaluación del tipo de cambio? ¿Por qué en mercancías agrarias en el mercado mundial en 2003 y 2007 y el capital solo gana baratura en la fuerza de trabajo y algo de los últimos 40 años no se registran plazos prolongados de por lo tanto, la expansión de la renta de la tierra agraria, es la tiempo paridad cambiaria? Pero tal oscilación no puede sostenerse en el tiempo: si por base sobre la que se expandió la producción industrial en la Como hemos señalado en otras oportunidades, en nuestro última década mediada por las retenciones primero y por la una parte las pequeñas devaluaciones no revierten la fuga de divisas y la consecuente caída de reservas, por otra parte en país la acumulación de capital muestra una característica sobrevaluación después. base a ellas la reproducción de la clase inentendible a primera vista: los capitales obrera en activo empieza a peligrar y la más concentrados del mundo que desde sus «La tasa de ganancia de estos capitales se sostiene en el pago de la fuerza de conflictividad desatada lleva a casas matrices producen para el mercado trabajo por debajo de su valor y en los mecanismos de apropiación de valor que la interrupciones periódicas del proceso de mundial, desembarcan en Argentina produciendo para la pequeña escala de su sobrevaluación hace posible: sea a través de importaciones abaratadas, remisión de acumulación: es la hora de los paros generales convocados por los mismos mercado interno, con una productividad del trabajo radicalmente más baja y por lo tanto, divisas a sus casas matrices en concepto de utilidades y dividendos, créditos a tasas sindicatos que otrora eran la “columna con costos más elevados. Sin embargo, reales negativas, abaratamiento de la fuerza de trabajo y un largo etc. Pero a su vez, vertebral” del “modelo”. ¿Y entonces? obtienen tasas de ganancia iguales o

todos estos mecanismos implican una dilapidación de las divisas disponibles»

[sigue en pág. 6]

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6|ESTRELLA ROJA|AGOSTO DE 2014 Hay que pedirla prestada Cuando las divisas que aporta el comercio exterior no alcanzan para frenar el drenaje y las pequeñas devaluaciones agotan su potencialidad, la sagrada deuda externa es el único faro que alumbra la noche del capitalismo argentino. Rápidamente, la opción de la deuda se convierte en “causa nacional”. Si en el tramo de vacas gordas del ciclo era un acto de soberanía pagar meticulosamente la deuda, ahora es un acto de soberanía acrecentarla: Kicillof, Scioli, Massa, Macri y cuanto personero del capital se enfrenta a una cámara, nos explica las bondades de los créditos externos. Pero, son los créditos externos los que no parecen creer en las bondades de la economía Argentina, y mediante la telenovela de los fondos buitres le hacen saber al insolvente Kicillof que el financiamiento le va a salir caro. El sobreactuado conflicto con los buitres puede tener mil finales distintos, pero en todos ellos la moraleja es la misma y está escrita con letras claras: tasas de interés titánicas para todos y todas, lo que ya adelanta una venidera etapa de pagos desmesurados. Es así que la misma forma adoptada por la acumulación de capital en nuestro país impone la necesidad de que se alternen feroces ciclos de endeudamiento externo con ciclos de pago de deuda tan o más feroces que los anteriores [18]. Cuando las divisas merman la deuda acude en su auxilio para que las mismas puedan continuar fugándose, hasta que, tras una buena lluvia, afluyan las divisas por comercio exterior a una breve estadía veraniega en el tesoro, para luego seguir su curso hacia las manos de los acreedores externos de la deuda pública.

[viene de pág. 5] Es casi una certeza que, tiempo más tiempo menos, en un plazo breve la deuda externa vendrá a nutrir de divisas las raquíticas reservas del “modelo” para que las ficciones generales de la economía argentina continúen a flote. La plétora de divisas que afluirá hacia las reservas del BCRA por los créditos externos tiene así por objetivo inmediato sostener la sobrevaluación. Pero la misma sobrevaluación es la que empuja el drenaje de divisas hacia el exterior por parte de las empresas. De este modo, si el Estado logra engordar las reservas por medio de la deuda externa, los capitales comenzarán a drenar esas mismas divisas hacia el exterior renovando la necesidad de incrementar el endeudamiento para mantener la sobrevaluación cambiaria. De pronto, nos encontraremos nuevamente - tal cual sucedía hace tan solo dos décadas- con que, ante una producción de valor estancada, la reproducción de la economía argentina está atada a la ficción de la capacidad de pago de la deuda [19]. Pero si algo enseñó el 2001 es que todas las ficciones llegan, antes o después, a su final abrupto. De continuar por estos carriles, la clase obrera Argentina no tiene más opción que se la coman los buitres. Las organizaciones de izquierda solemos quedar entrampadas en los aparentes dilemas que presentan las fases de la economía Argentina, y nuestras consignas toman la forma de consejos sobre qué hacer con ella: sea el “no pago” la “no devaluación” y otras tantas. Lo que a nosotros nos concierne es luchar por las reivindicaciones inmediatas de la clase obrera y por sus intereses históricos, que dicho sea de paso, son los únicos que pueden modificar el rumbo: la única salida de esta rueda descarrillada que cae por una pendiente, es mediante la acción política consiente de la clase obrera.

«Cuando las divisas que aporta el comercio exterior no alcanzan para frenar el drenaje y las pequeñas devaluaciones agotan su potencialidad, la sagrada deuda externa es el único faro que alumbra la noche del capitalismo argentino. Rápidamente, la opción de la deuda se convierte en “causa nacional”. Si en el tramo de vacas gordas del ciclo era un acto de soberanía pagar meticulosamente la deuda, ahora es un acto de soberanía acrecentarla» [1] “Reservas Internacionales del B.C.R.A. excluidas asignaciones DEGs 2009 (en millones de dólares - cifras provisorias sujetas a cambio de valuación)” en http://www.bcra.gov.ar/ [2] Karl Marx, El Capital. Tomo I, cap 3. [3] Véase nota 5 y 9 [4] Iñigo Carrera, Juan, “Gráficos sobre la economía argentina (actualización a 2011/2012)", disponible en http://www.catedras.fsoc.uba.ar/inigo/biblio.html [5] Los precios de las mercancías producidas interna y externamente están determinados por la productividad del trabajo que las produce aunque sobre ellos influye también la propia valuación de la moneda. De este modo, el avance desigual en las productividades relativas de Argentina y EEUU juega un rol importante en la determinación de la sobrevaluación de la moneda nacional respecto al dólar. Dado la complejidad para medir la relación entre ambas productividades del trabajo, en esta nota la supondremos constante. Para una metodología que mide estas determinaciones véase JIC. [ 6 ] Í n d i c e d e P r e c i o s a l C o n s u m i d o r, e n http://www.estadistica.sanluis.gov.ar/ [7] “Tipo de cambio de referencia (pesos por dólar estadounidense)” en http://www.bcra.gov.ar/ [8] Para estimar la sobrevaluación en los últimos 7 años nos basamos aquí simplemente en las apariencias que brotan de los cambios nominales, siendo esta una aproximación bastante gruesa e imprecisa. La metodología rigurosa para medir este fenómeno se encuentra en Iñigo Carrera, Juan “La formación económica de la sociedad argentina. Volumen 1. Renta agraria, ganancia industrial y deuda externa 1882-2004, Imago Mundi. Sin embargo, los resultados obtenidos para este período siguiendo esta metodología u observando los cambios nominales no difieren significativamente. [9] http://www.indec.mecon.gov.ar/ [10] Es importante tener presente que si bien los precios nominales se mueven en la misa dirección tratándose de un aumento de producción o de un aumento de productividad, no sucede lo mismo con el valor que se expresa en esos precios. De este modo, si en una sociedad crece la productividad y en otra la producción y en ambas la circulación monetaria acompaña

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esos crecimientos, la relación nominal de los precios vigentes en cada sociedad expresados en sus respectivas monedas se mantendrá constante, aunque cada una esté expresando una magnitud de valor distinta y por lo tanto una se esté sobrevaluando respecto de la otra. [11] “Circulación monetaria” en http://www.bcra.gov.ar/ [12] http://www.indec.mecon.gov.ar/ [13] La medida de la masa física de mercancías producidas por una economía se obtiene con el PBI a precios constantes de un año base. La del valor producido, siguiendo la metodología desarrollada por JIC, se obtiene midiendo el PBI a los precios efectivamente vigentes en el mercado expresados en moneda de poder adquisitivo constante en base al índice de precios al consumidor. Véase Iñigo Carrera, Juan, “Estancamiento, crisis y deuda externa: Evidencias de la especificidad de la acumulación de capital en la Argentina” [14] Iñigo Carrera, Juan, “Gráficos sobre la economía argentina (actualización a 2011/2012)", disponible en http://www.catedras.fsoc.uba.ar/inigo/biblio.html [ 1 5 ] “ F i n a n z a s p ú b l i c a s ” e n http://www.mecon.gov.ar/peconomica/basehome/info eco.html. Por otra parte, también tras la ficción del “desendeudamiento” se esconde el endeudamiento con el ANSES y el BCRA. Así, es nuevamente la clase obrera la que paga la deuda y se convierte sin saberlo en acreedora involuntaria de una deuda pública interna mas que incobrable por mediación del fondo de jubilación, gracias al Estado nacional y popular. [16] Resultado fiscal julio 2014 en http://www.mecon.gov.ar/ [17] Juan Iñigo Carrera, “La crisis de la representación política como forma concreta de reproducirse la base específica de la acumulación de capital en Argentina”, pag 5. [18] Incluso, la deuda externa puede acrecentarse sin recibir dólar alguno, por la estatización de deudas privadas o por la emisión de bonos de deuda con tasas de interés de otro planeta, en concepto de indemnizaciones a empresas que el Estado primero regala a los privados y luego se las “quita”. [19] Véase Iñigo Carrera, Juan, “Estancamiento, crisis y deuda externa: Evidencias de la especificidad de la acumulación de capital en la Argentina”

reGionaLes Misiones

Inundaciones: otro crimen

social contra los trabajadores Nuevamente la naturaleza nos ha mostrado toda su furia, esta vez en Misiones y provincias vecinas como Corrientes, Chaco y Formosa. En todas partes, los causantes de los desastres son los mismos: los megaemprendimientos hidroeléctricos ubicados sobre los ríos que atraviesan Brasil y Argentina y el modelo productivo extractivista y de reforestación que se ha instalado en la región, de los cuales son cómplices directos los gobiernos burgueses que los alimentan y sostienen. Crónica de una “tragedia” anunciada En la provincia de Misiones la crecida del río Uruguay afectó a ocho municipios, entre los que se encuentran Panambi, San Javier y El Soberbio- que sufrieron los peores daños- donde el agua llegó a alcanzar los 24mts, dejando más de 7350 personas evacuadas en toda la provincia, alrededor de 827 viviendas inundadas y cerca de mil millones de pesos en gastos materiales. Una vez más el gobierno caratuló el desastre como una tragedia inevitable -producto de las fuertes lluvias que se mantuvieron en la región por más de una semana-, desligando así de responsabilidad a las centrales hidroeléctricas instaladas en Brasil: la represa de Foz de Chapecó que “…al no poder contener el flujo y ante una inminente rotura, abrió sus compuertas, liberando de golpe caudales que impactaron de lleno en los pueblos misioneros afectados…” [1] y la rotura de la represa Ponte Serrada que agudizó aún más la situación en ambos países. Por su parte, la extensión imparable del modelo productivo de desmonte y reforestación en la cuenca de los ríos, que ha remplazado al bosque por cultivos de soja, pinos y eucaliptus agrava aún más la situación, ya que el agua de lluvia, que debiera ser absorbida, es arrastrada hacia los ríos y arroyos y junto a ella la tierra fértil, provocando crecientes en pocas horas. ¿Y el gobierno… qué? El gobierno - frente a un panorama donde el agua dejaba al desnudo la situación de pobreza en la que viven miles de trabajadores y sus familias- aprovechó la situación para comenzar su campaña electoral en vistas al 2015, ofreciendo paliativos que no están ni siquiera cerca de mejorar la situación. Desde el gobierno nacional se anunciaron “beneficios para las poblaciones afectadas por inundaciones” [2], a través de pagos excepcionales a jubilados y duplicación de asignaciones por tres meses para las Provincias de Chaco, Formosa, [1] “Represas e inundaciones: culpables”. Puede v e r s e e n http://revistasuperficie.com.ar/index.php?option=c om_content&view=article&id=828:represas-einundaciones-culpables&catid=1:cultura&Itemid=15 [2] Clarín, 1ero de julio de 2014

Corrientes y Misiones. Por su parte, desde el gobierno provincial se realizaron actos y jornadas solidarias en los principales municipios afectados, encabezados por el Gobernador Maurice Closs. Una vez más, a través de las campañas solidarias, el gobierno intentó solapar su responsabilidad y lo logró. [3] Prevenir inundaciones no es rentable para la burguesía, por ello no existen políticas para mejorar la situación de las miles de familias de trabajadores que han sido afectadas por las crecidas. Sumado al lamentable escenario, funcionarios del poder político enviaron una patota para atacar y amedrentar a un periodista que cubría la situación de las familias afectadas en Andresito. Frente a esto ¿qué hacer? No es necesario entrar en detalles para explicitar cuales son las condiciones materiales que atraviesan hoy las familias afectadas, tanto en Misiones como en otras provincias, pero sí es preciso afirmar que el proceso encabezado por el gobierno provincial para convertir a la región en productora de energía bajo la promesa de un mayor crecimiento económico no hizo más que generar y profundizar los problemas en las últimas décadas: los conflictos financieros con las entidades hidroeléctricas, los retrasos en los procesos de relocalización -como aún ocurre en Posadas y Encarnación con la EBY, el aumento de la desocupación, las migraciones cada vez mayores h a c i a b a r r i o s p e r i fé r i c o s , l a desnutrición, el empobrecimiento, la exclusión social y los problemas ambientales como consecuencia de la construcción de represas (inundaciones, pérdida del bosque nativo, desaparición de la flora y fauna y recurrentes enfermedades). Nuestra tarea desde la izquierda es emprender una campaña política que ponga al descubierto quienes son nuestros enemigos, en unidad con los trabajadores para hacer frente al gobierno y a las empresas capitalistas que explotan y saquean a los trabajadores y a nuestros suelos. [3] " la respuesta oficial consistió en exprimir mediáticamente la solidaridad individual desviando la atención sobre las responsabilidades políticas previas y eludiendo las más inmediatas (logística, provisión de mercadería, insumos de limpieza e higiene, colchones, etc.)” Ver declaración “Ante las Inundaciones” en: www.opestrellaroja.com.ar


ESTRELLA ROJA|AGOSTO DE 2014|7

InteRnacIonaLes

Genocidio en Gaza Poco importa al ocupante tener un motivo “legítimo” para aumentar la opresión. Esta vez, el Estado de Israel fundó su nueva excusa para intensificar la violencia que ejerce cotidianamente sobre el territorio palestino a partir de la muerte de tres jóvenes israelíes en Cisjordania y las protestas suscitadas por el secuestro y asesinato de un joven palestino que fue quemado vivo en Jerusalén en represalia. Rápidamente, nuevos bombardeos sobre la Franja de Gaza se sumaban a la cuenta de las miles de infamias cotidianas practicadas contra el pueblo palestino, ante las cuales no hay “alto al fuego” que valga. Tras una nueva tregua “definitiva” (con términos similares a los acordados en 2012) cincuenta días de bombardeos intermitentes han dejado un saldo de más de dos mil muertos, once mil heridos, decenas de miles de hogares destruidos o dañados, al igual que miles de escuelas y mezquitas, y casi medio millón de desplazados. La aplastante mayoría de víctimas fatales, un 75%, son civiles palestinos y, entre ellos, alrededor de un 30% niños: “daños colaterales” en las cuentas del ejército israelí. A continuación reproducimos algunas líneas que publicamos en ocasión de una andanada anterior y que, con su plena vigencia, dan cuenta de la postergada deuda que el mundo tiene con Palestina. “Una tierra sin pueblo para un pueblo sin tierra”. Tal fue el lema que dio origen al movimiento sionista, entre fines del siglo XIX y principios de siglo XX. Sin embargo, a los poderosos magnates que encabezaban la aventura nacionalista de colonización del Medio Oriente, se les escapaba una verdad incuestionable: esas tierras sin pueblo eran el territorio de una población con identidad nacional propia, aunque sometida al Imperio Otomano y luego al británico: eran las tierras del pueblo Palestino. Es así que la historia del movimiento sionista y de su Estado (el Estado de Israel), es la historia de la negación y el exterminio del pueblo Palestino. Lejos de una guerra santa, el conflicto en el corazón de Medio Oriente es una lucha terriblemente desigual entre dos pueblos nacionales, originada por el proyecto de conquista y c o l o n i za c i ó n d e l te r r i to r i o palestino por parte del sionismo, movimiento nacionalista del pueblo judío. Desde ese momento en adelante el movimiento sionista (en alianza permanente con el imperialismo de turno) ha cometido una cadena de crímenes innumerables, hasta desembocar en el terrorismo estatal abierto y directo sobre la población palestina con la creación efectiva del Estado de Israel. Los Palestinos que fueron expulsados de sus tierras llevan ya más de 60 años en la diáspora, muchos aún en campamentos de refugiados, y quienes lograron resistir y defender los territorios de Gaza y Cisjordania de los sucesivos ataques, viven en exasperantes condiciones infrahumanas provocadas por el bloqueo y el asedio militarista a los que los somete el Estado de Israel.

Mientras tanto, el Sionismo continúa su proyecto de conquista total del territorio palestino, inundando Gaza y Cisjordania con asentamientos de colonos Israelíes protegidos por comandos del ejército, que disparan indiscriminadamente a todo lo que se mueva más allá del alambrado. Y si algún palestino se atreve a lanzar una piedra o empuñar un arma, se desata la furia bélica del Estado de Israel con su tormenta de misiles invocando la “legítima defensa”. El lema que el sionismo más recalcitrante -que por otra parte no es unánime ni siquiera en el propio Estado de Israel- hoy susurra en voz baja (y no tanto) es “un pueblo exterminado para apropiarnos de sus tierras”. En estas vísperas un nuevo capítulo en la historia de opresión

del pueblo palestino por parte del Estado de Israel se está llevando a cabo. El disparo de misiles y los brutales ataques aéreos de la maquinaria de guerra sionista (los asesinatos “selectivos” de líderes políticos, que “colateralmente” destrozan edificios y matan mujeres y niños) se suman al bloqueo comercial, a la obstrucción de recursos básicos (agua, alimentos, medicamentos), al asedio militar cotidiano (con muros y “check points”) y al aislamiento político al que Israel somete, junto a sus aliados en la región y el mundo, al pueblo palestino. Por su parte, las diferentes organizaciones de la sociedad civil palestina, resisten activamente y de forma beligerante otra andanada de atropellos, ya sea mediante

«El disparo de misiles y los brutales ataques aéreos de la maquinaria de guerra sionista se suman al bloqueo comercial, a la obstrucción de recursos básicos (agua, alimentos, medicamentos), al asedio militar cotidiano (con muros y “check points”) y al aislamiento político al que Israel somete, junto a sus aliados en la región y el mundo, al pueblo palestino »

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atentados o ataques con cohetes lanzados por Hamas desde la Franja de Gaza. Con respecto a los métodos, hemos de decir: terrorismo es la opresión cotidiana a la que está sometida la población palestina, no sólo cuando, como en este caso, estalla el polvorín; la masacre de civiles es una constante en la Franja de Gaza, incluso en tiempos de relativa calma. No es argumento entonces la “legítima defensa” por parte del opresor. El ejército israelí está armado hasta los dientes y financiado por el imperialismo norteamericano, la Franja de Gaza es un territorio asediado y sometido constantemente a una presión bélica irracional, y por ello, a lo largo de su pequeño territorio, donde se pone el dedo sale pus: el pueblo palestino resiste con los medios que tiene a su alcance: piedras, balas, inmolaciones y atentados. La solidaridad internacional-la de los pueblos en primer términocomo siempre en estos casos, se ubica junto Palestina. Existen inclusive amplios agrupamientos de ciudadanos judíos anti-sionistas. A la solidaridad de los pueblos se oponen, sistemáticamente, la anuencia y el aplauso del imperialismo estadounidense para con las bestialidades del sionismo, y el silencio cómplice de la ONU y los organismos internacionales de DD.HH. Desde Estrella Roja defendemos y apoyamos la causa Palestina, y reivindicamos el derecho de su pueblo a la autodeterminación. Pongámosle fin al Nakba diario que sufren los palestinos, no seamos cómplices de esta masacre. ¡Basta de genocidio en la Franja de Gaza! ¡Fuera el Estado sionista de Israel! Palestina Resiste

«La historia del movimiento sionista y de su Estado (el Estado de Israel), es la historia de la negación y el exterminio del pueblo Palestino. El conflicto en el corazón de Medio Oriente es una lucha terriblemente desigual entre dos pueblos nacionales, originada por el proyecto de conquista y colonización del territorio palestino por parte del sionismo.»

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8|ESTRELLA ROJA|AGOSTO DE 2014|INTERNACIONALES

A 100 años de la Gran Guera un recorrido por el conflicto Por Mariano Millán[1] Hoy se cumplen 100 años del comienzo de la Primera Guerra Mundial (19141918), una conflagración de tal magnitud que sus contemporáneos la bautizaron como La Gran Guerra. Ésta fue al mismo tiempo uno y múltiples conflictos, que remodelaron el mapa europeo y global. Se hundieron tres de los imperios multinacionales más poderosos (Ruso, Austrohúngaro y Otomano), salieron maltrechos otros más importantes (Gran Bretaña y Francia), los Estados Unidos emergieron como gran potencia, en casi todos los países se implementaron por primera vez profundas regulaciones estatales de la economía, surgieron nuevos Estados, las primeras revoluciones proletarias exitosas pusieron de pie Estados socialistas y, poco después de la contienda, cobró fuerza una forma particular de respuesta burguesa frente al desafío revolucionario: el fascismo.

-IBuena parte de los historiadores fecharon el comienzo del “corto” siglo XX en 1914, localizando su conclusión hacia los '90, con la caída del socialismo real en Europa Oriental. El 28 de junio Gavrilo Princip, un nacionalista serbo-bosnio integrante de la organización Mano Negra, segó con un certero disparo, en un confuso episodio, la vida del próximo monarca del Imperio Austrohúngaro, el archiduque Francisco Fernando. El Imperio Austrohúngaro declaró la guerra a Serbia. La autocracia de Rusia, “defensora del paneslavismo”, enfrentó a la monarquía vienesa. El Imperio Otomano ingresó a la guerra frente al zarismo y sus ambiciones balcánicas y en el Mar Negro. Alemania, que también era un Imperio y calculaba su expansión hacia el Este, se unió a la cruzada contra Rusia y Serbia. Pronto los franceses, que recordaban la derrota de la guerra con P r u s i a d e u n a s d é c a d a s a t rá s , encontraron la posibilidad de terminar definitivamente con la amenaza alemana, para lo cual convocaron a los británicos, quienes se unieron tras repetidas reyertas con los germanos en Asia y África durante los años inmediatamente anteriores. En pocas semanas, y a propósito de un incidente en la periferia de uno de estos imperios, todas las potencias europeas estaban frente a frente en los campos de batalla.

- II El comienzo de la guerra catalizó una explosión de patrioterismo en Europa. Surgieron slogans nacionalistas: los franceses e ingleses hablaban de una cruzada contra el “autoritarismo alemán”, haciendo omisión de la autocracia zarista. Los alemanes arengaban sobre la amenaza francesa y el atraso ruso, dejando en las sombras su propia beligerancia y el carácter retrógrado del Imperio Otomano. Aparecieron voces a favor de la guerra que resaltaban su carácter heroico, el lugar de lo bélico en la masculinidad y la importancia de esta aventura para las jóvenes generaciones, ya muy “blandas de espíritu” a causa de la bonanza y el confort de la Europa de la “belle epoque”. En las academias militares europeas solía considerarse que, dados los avances en el poder de destrucción material, la posición defensiva no tenía nada que ofrecer a los combatientes. Las guerras del futuro, decía la burguesía europea, serían dominadas por la posición del atacante, contradiciendo así la teoría clásica

asentada en Clausewitz. Era tan importante la carrera militarista-armamentista de las potencias, que el estallido de la guerra fue un acontecimiento largamente esperado. Los estados mayores suponían una guerra dura que se resolvería antes de la navidad. A esa hipótesis se adecuaba la campaña política y la logística. Pronto la realidad impuso otras necesidades y problemas. Llegado diciembre la guerra se encontraba muy lejos de estar finalizada y en amplias extensiones de occidente los ejércitos se habían enterrado en intrincados sistemas de trincheras. Para analizar una guerra es fundamental evaluar los objetivos políticos de los contendientes, las formas de lucha y las pasiones en apoyo del esfuerzo bélico. Comprendidos estos elementos, se podrán distinguir los distintos frentes y sus realidades. Para los Estados de Europa la Primera Guerra Mundial comenzó como una

«Esta guerra, pensada como una oportunidad para mostrar los “progresos” y la modernidad de los ejércitos de las potencias, se convirtió en la mayor matanza hasta ese momento, contando aproximadamente 20 millones de muertes en tan sólo cuatro años (poco más de la mitad eran soldados).»

- Iv -

- Iii El movimiento socialista nucleado en la II Internacional debatía, desde fines del siglo XIX, las formas que venía adoptando el capitalismo. Para un economicista la discusión era sobre el rol de los monopolios y la concentración de capitales, para un marxista las controversias giraban en torno al carácter de la lucha de clases. ¿Las mutaciones del capitalismo sentaban condiciones para un desarrollo pacífico y la conquista de derechos mediante reformas paulatinas o, por el contrario, las contradicciones del capitalismo sólo podía desembocar, en el mediano plazo, en una conflagración mundial entre las potencias? Los partidos socialistas se dividieron por esta divergencia en reformistas y revolucionarios. Los diferentes diagnósticos implicaban posturas teóricas contradictorias: ¿podía cambiarse el mundo paulatinamente? ¿O la humanidad se encaminaba a la barbarie y el socialismo sería la única esperanza para defender las conquistas de la civilización y ampliarlas luego de la catástrofe de la guerra? Naturalmente, el segundo diagnóstico abría las puertas a una

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oportunidad de apropiarse de los territorios y recursos de sus vecinos, incluidas las colonias. Eran objetivos políticos notoriamente altos que determinaban un significativo esfuerzo bélico, encaminando a las potencias a una guerra total. Las fuerzas armadas veían la ocasión de probar sus nuevas armas y técnicas frente a enemigos mucho mejor entrenados y preparados que los nativos de Asia y África, a quienes habían doblegado en las últimas décadas. La mayoría de los pueblos vio una posibilidad de reafirmación nacional. Esta guerra, pensada como una oportunidad para mostrar los “progresos” y la modernidad de los ejércitos de las potencias, se convirtió en la mayor matanza hasta ese momento, contando aproximadamente 20 millones de muertes en tan sólo cuatro años (poco más de la mitad eran soldados). La magnitud de estos daños fue una sorpresa para la civilización burguesa, no así para los socialistas.

política radicalmente diferente que el primero: no existía demasiado espacio para reformas, se acercaban tiempos de guerra entre las burguesías europeas y era necesario convertir esos conflictos en revoluciones sociales. Había que actuar políticamente para que esos proletarios, armados materialmente por su propia burguesía, cambiaran el fusil de hombro y, en lugar de disparar contra los trabajadores de otros países, lo hicieran contra quiénes los mandaban a la guerra: los políticos y los capitalistas. Cuando llegó 1914 casi todos los socialistas europeos fueron detrás de sus gobiernos y apoyaron el esfuerzo de guerra. Sólo una minoría, dentro de la minoría que eran los revolucionarios en 1914, sostuvo que la guerra sería una carnicería, donde los trabajadores pondrían el cuerpo para defender los intereses de sus explotadores, que la contienda sólo traería barbarie y que había que luchar contra ella, por el derrotismo del propio país. Lenin y los bolcheviques rusos fueron un ejemplo, Rosa Luxemburgo y Karl Liebknecht en Alemania también. Pero, como dijese el máximo dirigente proletario ruso: “en

1914 todos los internacionalistas del mundo cabíamos en cuatro coches.” No obstante esta situación inicial, conforme avanzaba la guerra este aislamiento fue quebrándose. Primero se volvió más relativo y luego inexistente. Los ingentes horrores de la conflagración pusieron en crisis la conciencia nacional de las masas europeas y también de los soldados. La segunda mitad de La Gran Guerra y su final fueron el escenario de un ascenso revolucionario sin precedentes. Los hechos de Febrero y Octubre de 1917 en Rusia y la fundación de la URSS, las revoluciones en Hungría y Alemania entre 1918 y 1919 o el bienio rojo italiano de 1919-1920, son algunos ejemplos de cómo la crisis política en los Estados derrotados en la guerra se puede convertir en una situación revolucionaria. Claro está que estos procesos son incomprensibles sin conocer los padecimientos de amplias capas de la población como producto del esfuerzo de guerra. Por este motivo nos vamos a adentrar en los frentes de batalla y reconocer brevemente la lógica del ejercicio de la violencia y sus resultados.

Siendo esquemáticos podemos decir que hubo cuatro frentes en la Primera Guerra Mundial. Si bien en todos los casos se observa una intensidad hasta el momento desconocida, cada uno de estos teatros de operaciones presentaron lógicas relativamente diferentes. El primero, aunque menor en importancia, fue el marítimo. Alemania se preparó durante casi dos décadas para luchar contra el Reino Unido. Los británicos tenían la mejor flota del mundo, con una diferencia inestimable sobre cualquier adversario. Frente a ello el imperio del káiser realizó el siguiente cálculo: había que causar toda la destrucción posible en el mar, obstaculizar el comercio y poner en crisis a la marina real. Sabían que no vencerían en las aguas, no obstante, lo que allí ocurriera permitiría entorpecer el esfuerzo bélico de la Entente. Así lo hicieron con sus modernas y

«Los ingentes horrores de la conflagración pusieron en crisis la conciencia nacional de las masas europeas y también de los soldados. La segunda mitad de La Gran Guerra y su final fueron el escenario de un ascenso revolucionario sin precedentes.»


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artilladas embarcaciones, entre las que incluían una potente y entrenada flota de submarinos. El aumento de las hostilidades en el Atlántico Norte permitió que, tras un incidente, el Presidente norteamericano Wilson tuviera una excusa válida para convencer al Congreso de ingresar a la guerra europea, cosa que los EEUU hicieron recién en 1917. Éstos realizaron una interesante colaboración con su marina y tuvieron un mediocre desempeño con su infantería, absolutamente mal preparada, desde el punto de vista de su adiestramiento, para las batallas contra los soldados de los imperios centrales. El segundo frente era la periferia europea: el norte de África y Medio Oriente. Allí el Imperio Británico tuvo que vérselas con numerosas dificultades para conservar su poder. Inclusive sufrió derrotas severas, como la de Gallipoli contra los turcos en 1915. Las ambiciones locales de sus aliados y sus enemigos, junto al desconocimiento de varios tramos del territorio y a la incapacidad de hacer frente a ciertas amenazas mayores de lo esperado, terminaron por construir un escenario bélico lleno de fricción y muy costoso. No obstante aquello, el Reino Unido amplió su influencia en la región. El tercer frente es el Oriental. Allí chocaban Alemania, Austria-Hungría y los otomanos contra Rusia y Serbia. Este teatro abarcaba desde las gélidas aguas del Báltico hasta las cálidas islas griegas. El centro y el este del continente estaban en disputa, una amplia extensión en la cual batallaban tres de los imperios que no resistieron la guerra. En el enorme frente oriental primó la movilidad, los cambios continuos en las relaciones de fuerzas y el usual trueque de las distintas zonas en disputa. En Oriente, como vemos, los Estados tenían una capacidad política, y por ello militar, mucho menor que en Occidente, por eso esta movilidad: nadie podía sostener una resistencia tenaz como Francia o Alemania. Al principio buena parte de Polonia fue bien defendida por los rusos, que incluso avanzaron hasta la Prusia oriental. Sin embargo, la tendencia de largo plazo fue de un avance alemán hacia el Este, terminando por doblegar a la infantería rusa. En este punto conviene hacer una aclaración: la evidencia hoy disponible no permite afirmar que las fuerzas armadas de la autocracia zarista fueran débiles desde el punto de vista militar. Contaban con numerosos inconvenientes logísticos, problemas que se hicieron evidentes para el conjunto de los contendientes conforme se desarrollaba un conflicto que asumió características nunca vistas. El mayor problema ruso era la heterogeneidad de su Estado mayor, dividido entre una casta tradicionalista refractaria a cualquier innovación, y una amplia generación

de jóvenes oficiales, de sólida formación, muchos de los cuales se unieron a los bolcheviques durante la guerra civil posterior a Octubre. Estas debilidades no se comparaban con las del Imperio Austro-Húngaro, que prácticamente no tuvo ningún éxito en los campos de batalla, por no hablar del Imperio Otomano, que sólo contaba con un puñado de oficiales capaces desde el punto de vista castrense, quienes fundaron la República a principios de los '20. Por su parte los alemanes también albergaban numerosas vulnerabilidades. La mayor y más peligrosa era la división en su Estado mayor acerca de cuál era considerado como el frente principal. Falkenhayn, máximo responsable militar germano durante la primera parte de la contienda, sostenía que había que privilegiar el frente occidental. Hindenburg y Luddendorf tenían la idea de que el frente principal se encontraba al este del río Elba. No resultaba descabellado, puesto que las primeras semanas habían sido sumamente complejas en oriente. Buena parte de nuestras imágenes mentales sobre la Primera Guerra provienen del frente principal aunque no único: Europa occidental. Del Mar del Norte hasta casi el Mediterráneo se extendió un frente sobre territorio francés y belga. Alemania avanzó por la débil Bélgica, siempre suave con los europeos y sanguinaria con los africanos, y se adentró en Francia. Durante los días inaugurales los germanos mostraron una enorme destreza bélica. Sus infantes estaban muy bien entrenados y vencieron en las primeras batallas. Los galos, primero bastante desorganizadamente y luego con gran seriedad, lograron imponer su resistencia. Estaban frente a frente dos de las mejores infanterías del mundo, que contaban además con una excelente artillería. El resultado fue una tendencia al estancamiento. Pronto, en las primeras semanas, llegaron las débiles tropas británicas. Acostumbradas a pelear contra enemigos pobres y mal armados, que sólo tenían amparo en la fricción de territorios inhóspitos, los ingleses no estaban preparados para luchar contra Alemania. A su vez, su exigua cantidad hizo que, en los primeros meses, Francia resistiera en soledad el embate germano. El final de 1914 y el comienzo del siguiente año dejaron una certeza: se estaba ante una nueva guerra, mucho más intensa, extensa y cruda que lo que se podía imaginar. Pronto todos los Estados tuvieron que reorganizar su actividad económica: las cantidades de municiones, ropa, alimentos, medicamentos y demás rubros quedaron cortos en comparación con la escala del conflicto. A su vez, esta situación no calculada reclamó la emergencia de nuevas tácticas de combate.

Frente al estancamiento basado en la relativa paridad y la creciente voracidad de la artillería, que literalmente producía una carnicería ante cada carga de infantería, los ejércitos se enterraron en trincheras. La trinchera no fue buscada, fue producto de la sangrienta simetría entre los contendientes. Los fusiles y el nuevo invento de las ametralladoras, cada día más precisos y en mayor cantidad, convirtieron a la guerra sobre el plano en un fenómeno más brutal. Las trincheras tampoco debutaron en este conflicto, aunque fue novedoso que prácticamente todo el oriente de Francia estaba atrincherado para comienzos de 1915, convirtiendo la ofensiva en suicidio y ralentizando el ritmo del conflicto. La guerra de trincheras motivó numerosas innovaciones, algunas que ya se habían probado, sobre todo en África contra la población nativa. Una de esas invenciones fueron los gases venenosos. Otra el uso de la aviación, primero para observar posiciones enemigas, luego para coordinar el uso de la artillería, posteriormente también para arrojar bombas y finalmente con el fin de luchar frente a los aviones del a n ta g o n i s ta . L a a r t i l l e r í a s e perfeccionó en su precisión y magnitud. También apareció un primitivo vehículo blindado: el tanque. Pasados sus primeros y

estrepitosos fracasos, los tanques comenzaron a contribuir en los campos de batalla a medida que se fue aprendiendo a combinarlos con otras armas. Lo más novedoso de los primeros años de la guerra fue la táctica de “morder para no soltar”, empleada con el fin de abrir brechas en las líneas enemigas. Desde 1915 se intentó producir cortinas de fuego m á s l a r ga s e i n t e n s a s , q u e iluminaban los cielos nocturnos, para luego avanzar con miles y miles de soldados. El resultado no podía ser otro que un baño de sangre más caudaloso. En Verdún, por ejemplo, perdieron la vida más de 250.000 combatientes, quedando heridos alrededor de 500.000; en el Somme, donde tuvieron lugar enfrentamientos a lo largo de una línea de 40 km, perecieron más de 300.000 soldados; en la ofensiva final, hacia 1918, se registraron más de 2.000.000 de bajas, entre las cuales hay casi 1.000.000 de muertos en poco más que tres meses. Semejantes condiciones distaban enormemente de las características que presentaban las guerras hasta aquel momento, como de las ideas previas con que se había cimentado el apoyo a las iniciativas bélicas. Comenzaba una crisis en la conciencia de amplias capas de la población.

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- vi Surgieron numerosas manifestaciones de un conflicto entre los hechos del presente y las formas de la conciencia de los sujetos para articularlos. Una de esas expresiones fueron las neurosis de guerra, de las que tanto habló Freud. También emergió un enorme descontento entre las tropas por la continuidad de la guerra, con la extensión indefinida de los padecimientos y sacrificios y con las órdenes de los Estados mayores que contaban a los soldados como mera carne de cañón. El lamentable estado sanitario de las trincheras y la pésima alimentación e indumentaria militar completaban un cuadro difícil de soportar para los combatientes. Desde 1916 hubo motines y revueltas en distintos puntos del frente occidental. Algunos de ellos con un ideario socialista. Con posterioridad a la Revolución Rusa este tipo de fenómenos ganó en intensidad y extensión, sobre todo en el frente oriental. Al mismo tiempo, la Gran Guerra cambió las representaciones acerca de la guerra. Esta dejó de ser considerada como parte del proceso de subjetivación masculina y de hidalguía. Fue constituyéndose un héroe anónimo, el soldado desconocido y lo bélico pasó a ser sinónimo, cada vez más ampliamente, de una carnicería.

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Las razones de la victoria de la Entente Cordiale son múltiples. En primer lugar por las condiciones de los aliados de cada bando. Los integrantes de la coalición comandada por el káiser se hundieron: el Imperio Austrohúngaro y el Imperio Otomano. Si bien ocurrió lo mismo con la autocracia rusa, el impacto de su colapso fue diferente. En primer lugar porque desde el punto de vista militar no significó un alivio instantáneo para los alemanes. El control del territorio conquistado en el Este resultaba un desafío que insumía ingentes esfuerzos. En segundo, y mucho más importante, porque el descontento en las tropas y en el país se identificó con la Revolución Rusa, aumentando la desobediencia y la insubordinación en el frente y la conflictividad social interna. En segundo lugar algo que no por evidente sea menos cierto: Alemania se agotó. Gran Bretaña y Francia contaban

con extensos imperios de ultramar de l o s c u a l e s l l e ga b a n c re c i e nte s cantidades de insumos y seres humanos listos para entrar en combate. En cuanto a los factores militares se puede ver que durante el conflicto se aceleró el desenvolvimiento de una carrera armamentista y el desarrollo de la táctica y de cuestiones tales como el reclutamiento y entrenamiento. En esta carrera los vencedores fueron las potencias de la Entente. Estas fuerzas abandonaron la noción de “morder para no soltar” por una idea mucho más completa de la ofensiva táctica: menos hombres pero mejor armados. Así, se combinaban los esfuerzos de la artillería, que hacia el final del conflicto trabajaba en base a oleadas y posiciones de diferente profundidad: los tanques, la aviación, la artillería móvil y la infantería, que avanzaba ya en pequeñas filas de no más

de diez miembros a las que llamaban “orugas”. La simple fuerza bruta de Verdún o el Somme, en tres años era una potencia mucho más precisa, detallada y multiforme. Las líneas alemanas comenzaron a quebrarse en buena medida por los factores antes descriptos, y en otra a causa de la carencia de adaptación a estas novedades, estando a la vanguardia en 1914 y siendo los más retrasados en 1917 1918. Sin embargo, el final de la Gran Guerra no fue el comienzo de una época de paz. Los desequilibrios políticos y sociales de Europa hicieron aflorar conflictos en muchos países, hasta que, en 1939 comenzó la Segunda Guerra Mundial. Hay quienes llamaron a toda esta era guerra civil europea, y la verdad que no estarán tan errados. [1] Doctor en Ciencias Sociales. Docente de Sociología de la Guerra y Teorías del Conflicto Social en FCS-UBA y UNLP.

«El final de la Gran Guerra no fue el comienzo de una época de paz. Los desequilibrios políticos y sociales de Europa hicieron aflorar conflictos en muchos países, hasta que, en 1939 comenzó la Segunda Guerra Mundial. Hay quienes llamaron a toda esta era guerra civil europea.»

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SInDIcaL Mecanicos y autopartistas [1]

“Seduciendo al capital” La clase trabajadora de la industria automotriz es uno de los sectores fuertemente afectados por el ajuste de los empresarios y el gobierno nacional. La rama alcanzó en el 2013 una cifra histórica en la venta de automóviles (960.000). Y este año, bajo la premisa de seguir maximizando sus ganancias, enmarcada en la caída de la demanda por parte de Brasil y del consumo interno (en abril la venta cayó un 35% respecto del mismo período del año anterior), los despidos y las suspensiones son los primeros elementos que asoman de una fórmula harto conocida. En el mes de febrero Héctor Méndez ya auguraba el fatum de los capitales nacionalmente localizados “Deseo que no tengamos que despedir gente, pero suspensiones, etcétera, ya van a llegar"[2]. La planta Volkswagen de General Pacheco suspendía en aquel momento a 4000 operarios, mientras se sucedían despidos y suspensiones en Kromberg, Schubert y Valeo Córdoba. Según SMATA, en el mes de mayo las suspensiones trepaban a 12 mil. Peugeot-Citroën, en la planta de Villa Bosch, suspendía a 1000 obreros por tiempo indeterminado pagándoles sólo el 65% de sus salarios. Por su parte Iveco Córdoba suspendía también a casi la totalidad de los 600 obreros empleados. Gestamp, en su planta de Escobar suspendía a 62 trabajadores y despedía a 63, incluidos delegados de la comisión interna. Lear suspendía a 330 y despedía alrededor de 100 dando inicio a uno de los conflictos más fuertes del sector, aún vigente. Renault suspendía a 1800 trabajadores, Honda a 800, General Motors a 2700, Fiat a 1600, Espasa a 95, Montich a 490 y despedía 35, Weatherford acumulaba 65 despidos y Volkswagen despedía a 320 obreros a través de jubilaciones anticipadas. [3]

«En los últimos meses la burocracia sindical ha desempeñado un lugar central para la dispersión de estos conflictos obrando en conjunto con el Ministerio de Trabajo y las fuerzas represivas del gobierno nacional y los gobiernos provinciales.»

La Santísima Trinidad: empresas, gobierno y burocracia La burocracia sindical es la columna vertebral del PJ y, por supuesto, de este gobierno. Cumple con las condiciones fundamentales para la tan mentada “conciliación” de clases, actuando como adoctrinadora y disciplinadora de los trabajadores a partir de la posibilidad de funcionar como su representante. Lo cierto es que en un contexto de agudización de síntomas de crisis económica y por lo tanto de acentuación de un período de ajuste, aquellos elementos comienzan a tensionarse y a entrar en contradicción. La burocracia sindical debe defender los intereses de los capitalistas al mismo tiempo que intenta perder la menor legitimidad posible frente a la clase trabajadora. En los últimos meses, producto de un mayor aumento de la conflictividad social (si bien esta continúa desarrollándose de forma aislada y corporativa), sobre todo en el sector autopartista, la burocracia sindical ha desempeñado un lugar central para la dispersión de estos conflictos obrando en conjunto con el Ministerio de Trabajo y las fuerzas represivas del gobierno nacional y los gobiernos provinciales. Durante el mes de mayo se desarrolló uno de los conflictos más visibles y relevantes del sector automotor en una de las plantas de Gestamp, ubicada en la zona norte de la provincia de Buenos Aires. Tras la suspensión de 62 trabajadores y el despido de 63, incluidos delegados de la comisión interna, la fábrica fue tomada por los obreros despedidos para obtener la reincorporación. Pignanelli, secretario g e n e r a l d e S M ATA ( s i n d i c a t o metalmecánico) denunció públicamente la lucha que estaban llevando adelante los

Estigmatización de la izquierda “Que no me van a escuchar decir discursos con olor a naftalina, discursos de la izquierda, la derecha, qué izquierda ni derecha. Además, para los que me quieran correr por izquierda, les notifico que a mi izquierda, ¿saben qué hay? La pared nada más, viste. A mí que no me vengan a correr por ahí” [10] El gobierno nacional, desde la presidente hasta los funcionarios, se ocupó sistemáticamente de estigmatizar a la izquierda a través de discursos públicos y medios de comunicación. En el afán de p e r p et u a r e l “o rd e n ” y q u i ta rs e responsabilidad sobre los conflictos

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vigentes (elemento común y constante durante la era kirchnerista) hizo cargo a las organizaciones de izquierda de los despidos, de las suspensiones y hasta de la declaración de quiebra de la imprenta Donnelley: "Reclamaban la reincorporación de determinados trabajadores; no solamente no se ha logrado eso, sino que encima la fábrica ahora también puede cerrar. Ya no se pierden 50 o 60 puestos de trabajo, se pierden 400” [11] ¡Ni despidos ni suspensiones! ¡Basta de represión! El gobierno y los empresarios son responsables

compañeros (toma de la fábrica, acampe y cortes de ruta) y organizó contra-piquetes además de amedrantar a los trabajadores (rasgo que va a tomar mayor dimensión en el conflicto de Lear) Por su parte, el Ministerio de Trabajo bonaerense dicta la conciliación obligatoria que ordena la reincorporación de la totalidad de los trabajadores, por lo tanto, la toma es suspendida y tres días después, luego de maniobras dilatorias de la empresa, el gobierno provincial (generando un antecedente histórico en materia de hundimiento de los derechos laborales) revoca la conciliación dejando a los 63 trabajadores en la calle, sin la posibilidad de retomar la medida de fuerza y con la planta militarizada. En cuanto a las fuerzas de seguridad (patronal) la presidente refiriéndose al conflicto en Gestamp estableció claramente cuáles son las condiciones de contratación: “Ustedes saben que nuestro Gobierno no es un Gobierno de represión de la protesta social, que nunca creímos que los palos y seguimos creyendo que los palos no son la solución para nada. Pero lo que sí hacemos, es hacernos cargo y ahí va Berni y busca fiscales, jueces que vayan y le den la orden y actúan y él actúa”. [4] “Asamblea sin debate” [5] Lear, autopartista trasnacional ubicada en el KM 31 de la Panamericana, a pesar de declamar no haber tenido problemas en la producción [6] suspendió a más de 300 trabajadores y despidió alrededor de 100, incluida toda la comisión interna que había sido elegida por un considerable porcentaje de votos meses atrás. Luego de varios cortes de ruta, piquetes y distintas medidas de fuerza llevadas adelante por los

trabajadores en lucha, SMATA organiza una asamblea fraudulenta [7] para revocar a los delegados obligando a los trabajadores (los cuales fueron trasladados en micros bajo amenaza de despido) a votar una nueva comisión: “Voy a pedirle a esta asamblea que los que estén de acuerdo con revocar a los delegados (…) sírvanse en levantar la mano”. [8] La autopartista cerró sus puertas por 15 días bajo el reclamo de que se diluya por completo el conflicto: un castigo ejemplificador para el conjunto de la clase trabajadora. Por su parte, Capitanich le garantizó al gerente general de la empresa, Antonio Marín, las condiciones necesarias de “seguridad” para el normal funcionamiento de la planta. [9] Y así fue: ésta se encuentra totalmente militarizada, los delegados de la comisión interna que lograron reingresar tras una decena de fallos judiciales, fueron maltratados y hostigados por la lista verde de SMATA, la que nuevamente organizó una asamblea trucha con veedores del Ministerio de Trabajo para revocar a los delegados. En los últimos meses, la represión de la protesta social se ha profundizado vertiginosamente pero con una continuidad insoslayable. Con una fuerte presencia de la Gendarmería Nacional, la policía bonaerense y la federal, los distintos cortes de ruta de la Panamericana han sido desalojados violentamente con palos, balas de goma y camiones hidrantes. Por caso, en una de las últimas manifestaciones (consistía en una caravana de autos) la Gendarmería sacó por la fuerza a cuatro activistas de sus vehículos llevándolos detenidos.

«La represión de la protesta social se ha profundizado vertiginosamente pero con una continuidad insoslayable. Con una fuerte presencia de la Gendarmería Nacional, la policía bonaerense y la federal, los distintos cortes de ruta de la Panamericana han sido desalojados violentamente con palos, balas de goma y camiones hidrantes.» [1] "Nosotros necesitamos que se sigan abriendo persianas de fábricas, no que se cierren; esto es 'seduciendo al capital', no es 'combatiendo al capital'", dijo Scioli. Télam, 12 de agosto de 2014. [2] Infobae, 23 de febrero de 2014 [3] Datos extraídos de distintas notas de diarios y del informe trimestral del Observatorio del Derecho Social de la CTA. [4]Discurso de la presidenta en el Acto de firma de convenios de obras públicas en Santa Cruz. [5] Palabras de apertura de Pignanelli de la asamblea fraudulenta. Plaza de Mayo, 18 de julio de 2014. [6] “El directivo resaltó que "no fuimos afectados por esta crisis: tenemos trabajo, podríamos producir más si las condiciones de seguridad nos son garantizadas. Lo que está en juego son los puestos de trabajo de argentinos, no que Lear venda o no venda"”. Conciliación obligatoria, 15 de agosto de 2014.

[7] Hay doce fallos judiciales que dictan la reincorporación de los trabajadores y la anulación de la asamblea que revocó la comisión interna. [8] Manrique Secretario adjunto de SMATA. Plaza de Mayo, 18 de julio de 2014. [9] “El directivo reveló que el lunes pasado mantuvo una reunión en la Casa Rosada con funcionarios nacionales y bonaerenses, como los jefes de Gabinete Jorge Capitanich y Alberto Pérez, quienes le "ofrecieron un plan de ayuda basado en la seguridad". Conciliación obligatoria, 15 de agosto de 2014. [10] Saludo a los militantes en la Casa de Gobierno de la presidente Cristina Kirchner [11] Daniel Scioli, Télam, 12 de agosto de 2014.


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Graficos

Trabajadores de la energia

Todo el apoyo a los trabajadores de Donnelley

Basta de despidos y persecución en Redengas

En un contexto nacional signado por el despido de trabajadores de fábricas de diferentes sectores, el lunes 11 de agosto se produjo uno de los hechos más significativos: La empresa gráfica norteamericana Donelley cerró, de un día para otro, su planta en Garín dejando a 400 trabajadores en la calle.

Como en el resto del país, Entre Ríos y en este caso su capital Paraná, no escapa de la escalada de represión a los que luchan por sus puestos de trabajo ante la creciente generalización de las suspensiones y despidos que opera a lo largo y ancho del territorio nacional [1].

La decisión de la gráfica no fue sorpresiva para sus trabajadores, que hace meses venían denunciando las amenazas de la empresa. Ya desde principios de año, amparándose en la supuesta imposibilidad de cubrir parte de los costos, ésta amenazaba con el despido de trabajadores y la reducción de salarios. Así, por ejemplo, había presentado un “preventivo de crisis” al Ministerio de Trabajo con la pretensión de despedir 123 trabajadores. Esta vez, fue un poco más allá, resolviendo el cierre mediante una quiebra fraguada y fraudulenta. El lunes a primera hora de la mañana los trabajadores llegaron a su lugar de trabajo y se encontraron con una nota en la p u e r ta d e l a fá b r i c a q u e anunciaba la quiebra de la empresa y el cierre de la planta. Los trabajadores denunciaron esta situación ante el Ministerio de Trabajo, que dictó una conciliación obligatoria intimando a la empresa a retrotraer la situación y abrir la fábrica por 15 días mientras se desarrollan las negociaciones. El martes por la mañana la empresa no se presentó, y los trabajadores en asamblea (luego de que el ministerio constatara el incumplimiento) decidieron ingresar a la fábrica y comenzar a producir, hecho que demuestra nuevamente el poder material de los trabajadores quiénes no necesitan de patrones para continuar con la producción. Como en otros conflictos, el d ictad o d e la co n ciliació n obligatoria por parte del Estado tiene pocos efectos reales sobre la decisión de la empresa, para la cual además la justicia comercial ya aceptó la declaración de quiebra. Claro que otra es la re s p u e sta c u a n d o s o n l o s trabajadores los que incumplen una conciliación.

Rendengas S.A. es una empresa privada (su accionista mayoritario es Holding Intergas de capitales italianos) que es la subdistribuidora de gas natural en el tejido urbano de Paraná, luego de la privatización de este servicio durante el menemismo. Vale aclarar que, gran parte de las zonas aledañas a la capital entrerriana no tienen servicio de gas natural por red, sino que tienen que proveerse de Gas Envasado, siendo la construcción y extensiones de redes una de las funciones deficientemente cumplida por la empresa que deja sin ese derecho a cientos de familias, fundamentalmente aquellas que viven más lejos del centro de la ciudad. Esta Sociedad Anónima, desde hace años intenta criminalizar la protesta de sus trabajadores, a través de la elevación a tribunales de la “ilegalidad de la Huelga” y sancionando y despidiendo a los trabajadores que intentan ejercer su legítimo derecho. No se conforman con atender a 51.000 clientes con solo ¡30 empleados!, que tienen que hacer malabares sin recursos para cumplir con las demandas de sus empleadores y clientes; sino que van más allá al buscar la complicidad de las autoridades municipales.

En complicidad con el gobierno y las conducciones burocráticas de los gremios, las empresas cercenan constantemente los derechos de los trabajadores, ya sea violando abiertamente las leyes laborales como aplicándolas. La intervención del Estado, que pone todos sus recursos jurídicos, comunicacionales, represivos- al servicio de las empresas, da así por tierra con su pretendida “neutralidad”. En este caso, el gobierno puede dirigir toda su verborragia discursiva contra la empresa porque ésta ya armó las valijas, abandonando -por propia decisión- sus intereses en nuestro país. Esta tesitura le duró incluso muy poco ya que en seguida buscó matizarla y tranquilizar a los empresarios. Esta nueva maniobra se suma a las que ya venimos denunciando, con despidos en Lear, Gestamp y Honda en Buenos Aires, y en Rendengas y Baggio en Entre Ríos, y suspensiones en varias fábricas del sector automotor y m eta l m e cá n i co, co m o l a s recientes en Acindar y Paraná Metal. Desde Estrella Roja rechazamos de plano los d es p id o s y s u s p en s io n es . Apoyamos la recuperación de la fábrica Donnelley por parte de sus trabajadores y su puesta en funcionamiento bajo gestión obrera, retomando lo mejor de la experiencia de lucha de clases acumulada en la última década. Ningún despido ni suspensión más, basta de persecución sindical, de criminalizar la protesta y de reprimir a los trabajadores. ¡Por la reincorporación inmediata de todos los despedidos y el cierre de las causas a los luchadores!

2013: organización, lucha y reivindicaciones obtenidas El año pasado, luego de dos años sin aumentos salariales, cobrando en promedio unos escasos $4200 al mes (muy por debajo de la canasta básica y casi la mitad de lo que cobraban los trabajadores del mismo rubro tan solo cruzando el río en Santa Fe) y trabajando en pésimas condiciones laborales, los trabajadores de Redengas dijeron basta. En estado de asamblea permanente, reclamaron (entre otras mejoras laborales) una reactualización salarial del 25% frente al 8% unilateralmente resuelto por la empresa tras dos años de congelamiento salarial. La empresa, argumentando que no sabía con quien negociar [2], cortó las negociaciones y despidió a tres trabajadores. Frente a esta represalia, los trabajadores decidieron tomar medidas de fuerza. El conflicto, luego de que los trabajadores realizaran asambleas, paro de funciones, cortes de calle con quema de neumáticos y volanteadas (donde obtuvieron la solidaridad de otros sectores, como los docentes en lucha y organizaciones de izquierda) se resolvió en un triunfo para los trabajadores quiénes consiguieron el aumento del 25% (escalonado) y la reincorporación de los despedidos; aunque (como medida disciplinaria) la patronal se negó a pagar los 3 días que se tomaron medidas de fuerza. Sin embargo, estas conquistas parciales demostrarían ser sólo un triunfo aparente. Nuestra provincia, donde el [1] En Entre Ríos, además del caso de Redengas en Paraná, hay suspensiones y despidos entre los trabajadores frigoríficos como los de FEPASA en Concepción del Uruguay y los trabajadores de Baggio en Gualeguaychú, entre los casos que lograron romper el cerco mediático del urribarrismo.

kirchnerismo tiene a uno de sus más fieles caudillos regionales al mando, no sería la excepción en la política de criminalización y persecución de los trabajadores en defensa de los intereses económicos de las empresas. El conflicto continúa: la ofensiva patronal A pesar de las reivindicaciones arrancadas por medio de la lucha a la empresa, este año no fue distinto a otros para los compañeros de Redengas S.A. Parece ser que siempre es el mismo cuento, cuando los trabajadores plantean dialogar sobre cuestiones salariales o pertinentes a mejoras en las condiciones laborales, la empresa da vueltas, especula, ofrece (en este caso) y cuando debería concretarse el acuerdo se echa para atrás. Este es el caso actual. Todo empezó con un pedido salarial (entre otras demandas) que concluyó en una oferta por parte de Redengas, aceptada por los operarios; pero antes de que se firmara el acuerdo tomaron la medida de despedir a 6 compañeros y judicializar penalmente a 27 empleados. Este conflicto ya lleva dos meses y la empresa sigue sin sentarse a negociar a pesar de que se dictó la conciliación obligatoria y la Sala de Asuntos Constitucionales del Superior Tribunal de Justicia (STJ) de Entre Ríos desestimó la acción de amparo promovida por Redengas SA, ya que no resulta la vía procesal conforme a un planteo que buscó declarar ilegal la huelga iniciada por una parte de sus empleados. Si bien ya han prestado declaraciones todos los imputados, debido a la acusación penal de la empresa por entorpecimiento de la prestación de servicio público y extorsión, ésta sigue sosteniendo su postura arbitraria. Ahora ambas partes fueron citadas por El Ministerio de Trabajo Nacional, donde los trabajadores esperan que de una buena vez esta empresa se siente a negociar y deje de actuar con la impunidad y prepotencia (con la anuencia y complicidad del Estado) como viene haciéndolo hasta ahora. Desde Estrella Roja nos solidarizamos con la lucha llevada a cabo por los trabajadores de Redengas por la defensa de sus puestos laborales y denunciamos a la empresa y al Estado por la avanzada en la persecución y criminalización de aquellos que se organizan y luchan ante estos atropellos. Por más compañeros en lucha, ¡unifiquemos las luchas contra las patronales y el gobierno kirchnerista que las ampara! ¡Que se termine la persecución sindical y se deje criminalizar al que lucha! ¡Por reincorporación de los despedidos y suspendidos y abajo las causas contra los que ejercen legítimamente su derecho a huelga!

[2] Hasta el año 2013 los trabajadores de Redengas pertenecían al Sindicato de Empleados de Comercio, pero a raíz de un problema de representatividad gremial y luego de idas y vueltas pasaron a formar parte de la Asociación de Personal Jerárquico de la Industria del Gas Natural, Derivados y Afines (APJ Gas), nucleados en FeTeRA-CTA (Micheli)

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Docentes universitarios

Levantemos un solo puño

contra el ajuste

La lucha que llevaron adelante los docentes universitarios de todo el país, que involucró a 27 Universidades Nacionales y alrededor de 90.000 trabajadores, comenzó exigiendo un incremento salarial de emergencia del 40% para todas las categorías, dedicaciones y niveles retroactivo a enero de 2014, en camino a la media canasta familiar para el cargo testigo; la eliminación del impuesto a las ganancias sobre los salarios y de los topes a las asignaciones familiares; y la inmediata homologación del Convenio Colectivo de Trabajo con aplicación obligatoria en todas las UUNN. Las condiciones de trabajo de miles de docentes e investigadores son paupérrimas. Más del 70% de la planta de profesores se encuentra sin renta ni nombramiento, precarizados, con contratos de locación de servicios o ni siquiera eso. Ni hablar de los últimos sucesos que caracterizaron a la UBA: concursos armados a medida para expulsar docentes y en su lugar colocar a otra pieza del armado político de las gestiones de las facultades. El caso de Iñigo Carrera en Sociología es paradigmático y sienta un gravísimo precedente. La oferta que realizó el gobierno nacional a través del Ministerio de Educación fue provocativa y vergonzosa: aumento del 28,4% escalonado en tres cuotas acumulativas: 16,5% desde julio (a cobrar en agosto), 5% desde septiembre (a cobrar en octubre) y 5% desde noviembre (a cobrar en diciembre), no contemplaba el

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pedido de retroactividad a enero. Establecía un plazo prolongado a 12 meses para retomar la discusión paritaria desoyendo el pedido de los docentes que instaban a reabrir la discusión en febrero del 2015. Debido a que las burocracias sindicales de algunos gremios o f i c i a l i sta s a c e pta ro n e l acuerdo, el gobierno dio por solucionado el conflicto y sus maniobras fueron variando en las distintas universidades. Desde la extorsión a los gremios que se negaran a firmar el acta acuerdo (supeditó la remisión de fondos destinados a la capacitación de miles de docentes en distintas UUNN a la aceptación del ofrecimiento), la amenaza con descontar los días no trabajados (Universidad de San Juan), hasta el hostigamiento, aprietes y envío de patotas, como en el caso de la Universidad de Tucumán. En ésta última el jefe de seguridad encabezó una salvaje agresión en contra de los estudiantes

que se encontraban tomando el Rectorado en apoyo a la lucha que desarrollaron los docentes tucumanos y que sostuvieron por 89 días. El caso de la lucha en Tucumán es paradigmático: patotas del gobernador Alperovich actuaron por mandato de personal de seguridad que responde a la Rectora, quien además denunció a los estudiantes en un claro acto de criminalización y judicialización de la lucha, impulsado y sostenido por la ya c o n o c i d a t r i p l e a l i a n za : gobierno, patronal y burocracia sindical. En este contexto de ajuste los estudiantes de las universidades y escuelas preuniversitarias de todo el país debemos ponernos de pie junto a los docentes en defensa de la educación pública. El movimiento estudiantil debe volver a desarrollar planes de lucha y a ocupar las calles para enfrentar a la política educativa nacional que fomenta la mercantilización de la

educación con el desfinanciamiento de las universidades públicas, el subsidio a escuelas y universidades privadas y el arancelamiento de postgrados, hacerle frente al gobierno que pretende cargar el ajuste y la crisis de la educación pública sobre las espaldas de miles de trabajadores y estudiantes que sostienen las Universidades Nacionales. El movimiento estudiantil y docente debe pegar como un solo puño contra los impulsores y garantes del estado de la educación: cuadros técnicos, funcionarios y gestores aplican en cada facultad los lineamientos que el Ministerio de Educación y el Consejo Interuniversitario fijan, dando cauce al ajuste en su capítulo universitario. En las calles junto a los trabajadores de todos los sectores resistiremos dicho ajuste y potenciaremos al conjunto de las luchas que se desarrollan en nuestro país.


ESTRELLA ROJA|AGOSTO DE 2014|13

estudiantiL Jornadas de estudio y reflexión sobre el

estudiantil Vmovimiento argentino y latinoamericano

El 5, 6 y 7 de noviembre, tendrán lugar en Mar del Plata las V Jornadas de Estudio y Reflexión sobre el Movimiento Estudiantil Argentino y Latinoamericano, las cuales tienen por objetivo poner en debate la experiencia política y de las ciencias sociales y humanas acerca de los movimientos estudiantiles de nuestro país y nuestro continente. Este año hemos visto a los docentes de todos los niveles ponerse a la cabeza de la defensa de la educación pública. Luego de más de 10 años de política educativa kirchnerista, cotidianamente somos testigos de la situación paupérrima de las escuelas y universidades: mínimos salarios para los docentes (cuando tienen el privilegio de cobrar y no trabajar exclusivamente por el “honor”), programas de becas despreciables que de ningún modo garantizan el acceso, permanencia y egreso de los estudiantes, edificios que se caen a pedazos (tanto los “nuevos” como los viejos tienen enormes carencias de mantenimiento) y de boleto estudiantil ni se escucha mientras los tarifazos en el transporte tienen lugar cada dos meses. Mientras tanto, la autonomía universitaria es golpeada cada día más ya que la adaptación al mercado ha avanzado y se ha profundizado a partir de las reformas de planes de estudio y la creación de posgrados arancelados que responden al pie de la letra a los “mandatos” de la CONEAU y la Secretaría de Política Universitaria. Ante la situación actual, entendemos que es menester

contribuir a conformar espacios que nos permitan avanzar en los debates, realizar los balances de las luchas pasadas y coordinar acciones futuras para resistir a los ataques de la política educativa nacional en nuestras escuelas y facultades. La posibilidad de encarar un análisis sobre situaciones actuales y pasadas relevantes para la historia de la clase trabajadora, de los movimientos sociales en general, y del movimiento estudiantil, en particular, nos permite responder a la necesidad de actualizar el debate acerca de las tareas que tenemos como actores constitutivos del movimiento estudiantil. Entendemos a esta tarea como fundamental y prioritaria en tanto ninguna lucha comienza desde cero, debemos retomar y reflexionar sobre las experiencias pasadas y más recientes para ponerlas en perspectiva en el presente. Desde la Unión de Jóvenes Socialista en Cuba y su rol en la revolución y las tareas posteriores, pasando por el Cordobazo, y otros tantos más, son los ejemplos vivos de la necesidad de entendernos como un actor social que requiere de nuestra acción para la construcción revolucionaria.

Estas V Jornadas son el fruto de varios años de trabajo conjunto de docentes y estudiantes de distintas universidades, terciarios y secundarios de Argentina, Chile, Colombia, Perú y Venezuela; logrando juntar más de 100 trabajos sobre el tema, editando tres libros y poniendo estos y otros materiales a disposición de quién esté interesado. Las nuevas jornadas vienen a continuar la tarea organizativa ya realizada durante 2006 en Buenos Aires, en el transcurso de 2008 en Bahía Blanca, en 2010 en La Plata y en el 2012 en Luján; siendo siempre libres y gratuitas, contando en todos los casos con el apoyo de instituciones universitarias y de agrupaciones estudiantiles. Convocamos a todas las organizaciones, estudiantes y docentes, a que se sumen a la construcción de una herramienta que colabore en la conformación de un movimiento estudiantil crítico, combativo e independiente de todas las expresiones burguesas. ¡Inscribite y viajá con nosotros a Mar del Plata!

Jornadas De Movimiento Estudiantil

ADHIEREN Y CONVOCAN:

ORGANIZAN Departamento de Sociología de la Universidad Nacional de Mar del Plata (UNMdP) Investigadores Sobre Movimiento Estudiantil (ISME) Colectivo de Estudios e Investigadores Sociales (CEISO)

(UBA)

COORDINACIÓN GENERAL Pablo BONAVENA (UBA/UNLP), Fernando ROMERO WIMER (UNILA)

(UNaM)

Asamblea de Estudiantes de Sociología - Espacio de Construcción Asamblearia - Confluencia - La Unidad-CEPA - Tesis XI - Colectivo La Cigarra - Lista Debate y Praxis en Sociología - Nueva Opción (UNLu) Cauce (UBA/UNLP/UNC) - UJS-Partido Obrero - Frente de Estudiantes en Lucha (FEL)-Tendencia Piquetera Revolucionaria (TPR)

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Universidad de buenos aires

La lucha del por el ingreso directo

Por Guadalupe A. Seia [1] A partir de 1969 se inauguró una nueva etapa en las luchas sociales en Argentina expresada en el auge del activismo obrero y estudiantil. En el marco de este proceso, el movimiento estudiantil de la UBA llevó adelante una lucha contra el sistema de ingreso vigente por el ingreso directo a la universidad. Con la llegada al gobierno de Cámpora en 1973, las universidades nacionales fueron intervenidas y "puestas al servicio" del proyecto “nacional y popular”. Rodolfo Puiggrós fue nombrado Rector de la UBA. En las líneas que siguen [2] abordaremos la lucha del movimiento estudiantil entre aquellos años.

La Revolución Argentina en la universidad: intervención y represión El golpe de Estado de la denominada Revolución Argentina en junio de 1966 intentó, entre otros aspectos, poner coto a la etapa de transformación cultural y creciente movilización social de los años previos. Entre los objetivos de la denominada Revolución Argentina se encontraban la modernización del estado y el ordenamiento de la nación, particularmente de las universidades nacionales, consideradas como un reducto del protagonismo estudiantil, la izquierda marxista y la desintegración social. (Mignone, 1998). El ex funcionario de educación de ese gobierno sostuvo que el objetivo era organizar un sistema de educación superior acorde a los propósitos del régimen: el orden, la jerarquía, la planificación, la coordinación y la eficiencia, sin alterar la tradición liberal, autonomía académica, participación en el gobierno del cuerpo docente, la gratuidad, entre otros. Respecto de la intelectualidad y la Universidad, la Revolución Argentina tuvo una política de intervención y represión ya

que consideraba que eran ámbitos de infiltración comunista (Altamirano, 2001; Sarlo, 2001; Tcach, 2012; Terán, 1993). La lucha contra los principios de la Reforma Universitaria de 1918 estaba asociada a la lucha contra la izquierda y su influencia cultural. En materia educativa, las metas principales del gobierno de facto fueron despolitizar la actividad de todos los ámbitos universitarios y limitar la expansión de la matrícula universitaria. Como primera medida, el 29 de julio de 1966 tuvo lugar la intervención de las universidades nacionales. El decreto-ley 16.912 firmado por el presidente de facto J.C. Onganía dispuso que los rectores y decanos universitarios pasaran a ser designados por el Poder Ejecutivo en carácter de administradores. Así, se puso fin a su autonomía política y académica. Además, se disolvieron los centros de estudiantes, se clausuraron todos los mecanismos de participación estudiantil en el co-gobierno universitario. Sólo la UBA se

pronunció públicamente en contra: el Rector, los decanos, demás autoridades, los profesores, los graduados y los estudiantes defendían la autonomía universitaria y el Estatuto elegido por los tres claustros, pidiendo por el restablecimiento de la democracia (Califa, 2012). El Rector y la totalidad de los decanos renunciaron en desacuerdo con la disposición que los convertía en delegados del Ejecutivo. Fue designado como Rector el penalista Luis Botet, quien mantenía estrechos vínculos con la Marina. Al asumir, la situación de la universidad se caracterizaba por el éxodo docente, se estima que hubo 1.378 renunciantes. Mediante la Ley Orgánica de Universidades (17.245/67) se eliminó cualquier tipo de actividad política dentro de dichas casas de estudio. Los conflictos sociales y los problemas ideológicos únicamente podían ser objeto de estudio científico. Asimismo, clausuró todo tipo de participación estudiantil en las instancias de gobierno. El sistema de autogobierno

universitario se limitó al personal docente, jerarquizado y con primacía de los profesores de “mayor nivel académico”. Los estudiantes sólo podrían elegir a un delegado con voz en los Consejos Académicos de cada facultad. Entre otras reformas también se creó el Consejo de Rectores y se promovió la departamentalización y la reforma de los contenidos y estructuras de las carreras. Con la finalidad de limitar la expansión de la matrícula, se pusieron en marcha políticas nacionales como limitación efectiva del acceso directo a la Universidad, y políticas locales como la elevación de los costos o cierre de los comedores estudiantiles (Buchbinder, 2010). Además, el alumno que en el término de un año no aprobara por lo menos una materia, perdería su condición de regularidad. También se redujeron los cupos permitidos de estudiantes por carreras.

Los estudiantes e ingresantes y el movimiento estudiantil de la UBA El golpe de Estado significó un parte aguas en la vida universitaria y en las luchas del movimiento estudiantil. Frente a las nuevas autoridades nacionales, la situación del movimiento estudiantil radicalizado era sumamente delicada. Éste se identificaba con todos aquellos rasgos contestatarios que el nuevo gobierno proyectaba dar por tierra. El derrotero de activación política de los años previos, lapso en el que se levantó la consigna “más presupuesto universitario y menos presupuesto militar”, había definido el enemigo del joven reformismo. La UBA se convirtió en el centro de la lucha contra la intervención en el país. Las agrupaciones reformistas o de origen reformista fueron también quienes más activamente resistieron el embate. Luego de la “Noche de los Bastones Largos” se registraron protestas callejeras estudiantiles reprimidas por las fuerzas del orden. Los centros de estudiantes más activos, junto a la FUA y la Comisión Intercentros de la Capital Federal, fueron disueltos por ley. A pesar de que la dictadura procuró sujetar las universidades al poder político, constriñendo la libertad académica y limitando la autonomía, se vuelve evidente que no logró alcanzar dichos objetivo: fracasó en su intento de reconfigurar y normalizar la Universidad (Buchbinder, 2010). Como han descripto numerosos autores y como

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daremos cuenta a continuación, el régimen tampoco logró limitar la politización creciente de la vida académica, y la resistencia de los estudiantes aumentó p ro g res i va m ente. L o s e st u d i a ntes rechazaron la intervención, las leyes y estatutos nuevos, la presencia policial, las medidas “limitacionistas” y la reestructuración de las carreras, dando fuerte impulso la movilización. La Universidad fue atacada directamente desde el Estado y esto generó una respuesta contundente por parte de los estudiantes. De este modo, las organizaciones estudiantiles se fortalecieron en un marco de creciente politización. El compromiso político y la militancia se convirtieron en elementos distintivos de un importante sector del estudiantado universitario. Los estudiantes identificaron a sus adversarios políticos: la dictadura representada por las fuerzas del Estado, la policía y el ejército, y también, el imperialismo. El orden universitario pasó a

ser cuestionado por no ser el adecuado a las características del país y las necesidades de las clases populares, y no exclusivamente por sus falencias académicas. La Universidad era considerada funcional a los sectores dominantes (burguesía, monopolios, etc.). Así, se planteaba como imperioso transformarla de manera radical. En la caracterización de este clima de creciente movilización es importante considerar elementos de la propia vida universitaria. En ese sentido, es importante reconstruir las problemáticas derivadas de las consecuencias de la masificación de la enseñanza superior conjugada con la limitación presupuestaria. El aumento de la matrícula universitaria sin el proporcional incremento de las partidas presupuestaria, se tradujo en el deterioro de las condiciones materiales de cursada (comisiones de varios cientos de personas hacinadas en aulas pequeñas, falta de materiales de trabajo, etc.) y trabajo para docentes y no-docentes.

«Los estudiantes rechazaron la intervención, las leyes y estatutos nuevos, la presencia policial, las medidas “limitacionistas” y la reestructuración de las carreras, dando fuerte impulso la movilización. El orden universitario pasó a ser cuestionado por no ser el adecuado a las características del país y las necesidades de las clases populares. La Universidad era considerada funcional a los sectores dominantes. Así, se planteaba como imperioso transformarla de manera radical.»

La reivindicación por mayor presupuesto continuó siendo un factor central de la movilización estudiantil. Desde 1969, la movilización callejera de los estudiantes formaba parte de la vida cotidiana de Buenos Aires y las grandes capitales provinciales, muestras contundentes de esto fueron episodios como el Correntinazo y, posteriormente, el Rosariazo y el Cordobazo. Las movilizaciones estudiantiles y su participación activa junto con los obreros, no sólo manifestando su disconformidad con las políticas universitarias adoptadas, sino aunando y apoyando las luchas de todos los sectores que formaban parte del campo popular, dieron cuenta del fracaso de los planes de la denominada Revolución Argentina. A partir del establecimiento de los cursos y exámenes de ingreso a las universidades, los aspirantes de cada carrera se relacionaban entre sí durante el período de duración de dichos cursillos. En general, esto posibilitó la construcción de ciertos lazos entre ellos, y a la vez, obstaculizaba la vinculación directa con el resto de los estudiantes de la facultad, fragmentando a los universitarios. Observamos en las fuentes, la existencia de asambleas y cuerpos de delegados propios de los ingresantes que contaban con la participación de estudiantes y miembros de agrupaciones universitarias.


ESTRELLA ROJA|AGOSTO DE 2014|ESTUDIANTIL|15 La movilización estudiantil por el ingreso directo en la UBA entre 1969 y 1973 «La movilización de los estudiantes universitarios y los ingresantes contra la política “limitacionista” en materia educativa de la “Revolución Argentina” se constituyó como un elemento a considerar en la construcción de la historia social de la resistencia y lucha contra dicha dictadura... dicha reivindicación era relacionada directamente con la construcción de una universidad democrática, autónoma, liberada y del pueblo... la batalla contra el “limitacionismo” era una parte de una batalla más amplia contra la dictadura, el capitalismo, el imperialismo, por el socialismo.»

«Durante este período, los estudiantes desarrollaron un nivel creciente de movilización contra el “limitacionismo”, por la educación pública, autónoma, etc., constituyendo al movimiento estudiantil como una fuerza política protagónica en el período, a partir de una situación crítica en la que su derecho a acceder a la educación y la Universidad se veía directamente atacado.» Durante este período, los estudiantes desarrollaron un nivel creciente de movilización contra el “limitacionismo”, por la educación pública, autónoma, etc., constituyendo al movimiento estudiantil como una fuerza política protagónica en el período, a partir de una situación crítica en la que su derecho a acceder a la educación y la Universidad se veía directamente atacado. Observamos cómo a pesar de los cambios de autoridades universitarias y en el Ministerio de Educación, sus políticas “dialoguistas” y los proyectos de nueva r e g l a m e n t a c i ó n u n i v e rs i t a r i a , l o s estudiantes e ingresantes junto con docentes, auxiliares y padres pelearon constantemente contra el sistema de ingreso vigente en la etapa y por el acceso directo sin limitaciones a la Universidad. A pesar que las limitaciones en las fuentes disponibles nos impiden conocer con claridad el número de ingresantes que l o g ra b a n a c c e d e r a l o s e s t u d i o s universitarios a partir de la movilización estudiantil, entendemos sumamente importante destacar el tenor de la lucha por esta reivindicación puntual y contra el “limitacionismo” en general: su magnitud, su recurrencia a lo largo de los años trabajados y su vinculación con una movilización política más amplia. Uno de los factores que colaboró a la masificación del movimiento estudiantil durante la denominada “Revolución Argentina”, aún en el marco de un sostenido proceso de radicalización política, fue la demanda por la abolición a las restricciones del ingreso al sistema universitario impuestas por el gobierno nacional. El impulso que dieron muchas de las principales organizaciones estudiantiles a las luchas contra el llamado “limitacionismo” generó una sólida vinculación de los ingresantes con el conjunto del movimiento estudiantil favoreciendo, de este modo, su politización. La expansión o eliminación del cupo para ingresar a los niveles superiores de la

educación era una reivindicación de gran arraigo social que colisionaba con una política restrictiva de la dictadura, que d e s p e r ta b a m á s re s i s t e n c i a s q u e adhesiones. En 1969, las grandes movilizaciones populares en el interior del país contaron con una participación protagónica por parte de los estudiantes universitarios. Los estudiantes también desarrollaron luchas de carácter corporativo (repudio a la intervención universitaria, las reformas de los planes de estudios, los proyectos de departamentalización y las restricciones al ingreso a la Universidad). Éstas no eran presentadas por las agrupaciones reformistas y de izquierda como reivindicaciones aisladas de la realidad nacional, sino que las mismas eran orientadas al enfrentamiento del gobierno de Onganía, primero, y de sus sucesores luego. Todas las medidas planteadas por la denominada Revolución Argentina en materia educativa eran relacionadas directamente con las intenciones de los países imperialistas en el Tercer Mundo. En la UBA, la lucha por el ingreso directo durante este año presentó menor intensidad que en las universidades de Tucumán y Córdoba. La denuncia de la represión fue uno de los reclamos principales de los estudiantes en Buenos Aires. El enfrentamiento de las condiciones que restringían en acceso a las casas de altos estudios cobró gran relevancia a partir del año 1970, ya que en el inicio de dicho ciclo lectivo las autoridades de todas las facultades de la UBA comenzaron a acatar en mayor medida los lineamientos de la ley universitaria de 1967, aplicando cupos y exámenes de ingreso a las carreras. Frente a esto, observamos un amplio proceso de movilización. Comenzado 1971, el Consejo de Rectores de las Universidades Nacionales afirmó que las pruebas de ingreso no eran “limitacionistas”. El Poder Ejecutivo, por su parte, dispuso mantener el actual sistema de ingreso a las Universidades, cada una de ellas establecería sus modalidades. Así, la

[1] Licenciada en Sociología (UBA) y Becaria Doctoral CONICET con sede en el Instituto de Historia Argentina y Americana “Dr. Emilio Ravignani” (UBA-CONICET). Docente de la Carrera de Sociología (UBA). [2] El presente trabajo es el producto de nuestra primera experiencia en investigación. Una versión más extensa se puede consultar en Millán, M. (Comp.) (2014): Universidad, política y movimiento estudiantil en Argentina (entre la

reivindicación por el ingreso irrestricto se constituyó como uno de los ejes centrales de la movilización estudiantil también para los años 1971, 1972 y 1973. La resistencia contra la política universitaria del régimen fue uno de los puntos centrales a partir de los cuales los estudiantes enfrentaron a la denominada “Revolución Argentina” [3]. Es necesario complejizar el planteo de que el movimiento estudiantil de la segunda mitad de los sesenta afirma el carácter no específico de la cuestión universitaria (Sarlo, 2001). La participación estudiantil en las luchas sociales de la época no habría sido sólo producto de las tensiones del conjunto de la sociedad (Millán, 2011). Si bien entendemos no hay que desestimar las tensiones de la estructura social en su totalidad, tampoco se debe soslayar la importancia de las acciones y la experiencia de los estudiantes en sus propios contextos. De este modo, la movilización de los estudiantes universitarios y los ingresantes contra la política “limitacionista” en materia educativa de la “Revolución Argentina” se constituyó como un elemento a considerar en la construcción de la historia social de la resistencia y lucha contra dicha dictadura. Los estudiantes y las diferentes agrupaciones consideraban que enfrentar las restricciones al ingreso a la educación superior era constitutivo de la lucha contra el régimen y las clases sociales explotadoras que representaba. La lucha contra la limitación del ingreso a la UBA y por la expansión del sistema universitario fueron ejes centrales de la movilización estudiantil en un contexto de creciente movilización social y radicalización política de diversos sectores sociales contra el régimen militar, ante el aumento de la matrícula universitaria sin el aumento proporcional de recursos, la agudización de la “crisis universitaria” como lo planteaban las fuerzas políticas del movimiento estudiantil-. Cabe destacar que en varios casos, dicha reivindicación era relacionada directamente con la construcción de una Universidad democrática, autónoma,

liberada y del pueblo. Además, la batalla contra el “limitacionismo” era una parte de una batalla más amplia contra la dictadura, el capitalismo, el imperialismo, por el socialismo. La movilización contra el denominado “limitacionismo” no tenía que ver directamente con las implicancias que la formación universitaria tenía en la inserción al mercado laboral de los jóvenes (Portantiero, 1978), sino que además de ser una reivindicación corporativa estudiantil, se constituyó como una bandera contra el gobierno autoritario de la “Revolución Argentina” y de un modelo educativo al servicio del mercado capitalista. En un contexto de radicalización creciente y generalizada contra la “Revolución Argentina”, la lucha por el acceso a la educación superior y en contra de la política “limitacionista” adquirió un carácter político, en respuesta a la política deliberada de censura, despolitización y fragmentación del estudiantado como fuerza social a nivel nacional. Por último, debemos resaltar el surgimiento de nuevas modalidades de organización entre los estudiantes y la importancia que las mismas tuvieron para el desarrollo del movimiento estudiantil de la UBA, especialmente durante el año 1971. La conformación de cuerpos de delegados, mesas y comités de lucha potenció la masividad de la movilización y también plantearon ciertos debates acerca de la orientación de la misma. Fueron espacios que visibilizaron las demandas de los estudiantes y lograron considerable protagonismo en el interior de las facultades, llegando en el caso de Filosofía y Letras a asumir el poder junto con los docentes, desautorizando a cualquier autoridad dispuesta por el régimen. Podemos afirmar entonces que la experiencia estudiantil en la UBA en esta etapa contribuyó a transformar las formas de lucha, organización y las ideas sobre la política de los estudiantes.

«La conformación de cuerpos de delegados, mesas y comités de lucha potenció la masividad de la movilización y también plantearon ciertos debates acerca de la orientación de la misma. Fueron espacios que visibilizaron las demandas de los estudiantes y lograron considerable protagonismo en el interior de las facultades.» “Revolución Libertadora” y la democracia del '83). Buenos Aires: Final Abierto. [3] Cabe destacar que en la Universidad de Buenos Aires, a pesar de la movilización estudiantil, las pruebas de ingreso se realizaron todos los años en las fechas previstas. La asistencia era mayoritaria y las autoridades dividían a los ingresantes en numerosas sedes para evitar cualquier tipo de maniobra por parte de los estudiantes para interrumpirlo.

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Documentos

El movimiento socialista

frente a la Gran Guerra “Tesis sobre las tareas de la socialdemocracia internacional”

1- La guerra mundial ha aniquilado la obra de cuarenta años del socialismo europeo: destruyendo al proletariado revolucionario como fuerza política; destruyendo el prestigio moral del socialismo; dispersando la Internacional obrera; enemistando a las distintas secciones en la lucha fratricida; ligando las aspiraciones y esperanzas de las masas populares de los principales países c a p i ta l i sta s a l o s d e st i n o s d e l imperialismo. 2- Al votar a favor del presupuesto de guerra y proclamar la unidad nacional, las direcciones oficiales de los partidos socialistas de Alemania, Francia e Inglaterra (con excepción del Independent Labour Party) han fortalecido al imperialismo, inducido a las masas populares a resignarse a la miseria y horrores de la guerra, contribuido a desatar el frenesí imperialista sin límites, a la prolongación de la masacre y el aumento del número de víctimas, y asumido su parte de la responsabilidad por la guerra y sus consecuencias. 3- Esta táctica de las direcciones oficiales de los partidos en los países beligerantes, en primer término en Alemania, hasta hace poco cabeza de la Internacional, constituye una traición a los principios elementales del socialismo internacional, a los intereses vitales de la clase obrera, y a los intereses democráticos de todos los pueblos. Esto bastó para condenar a la política socialista a la impotencia inclusive en aquellos países donde los dirigentes han permanecido fieles a sus principios: Rusia, Servia, Italia -con algunas excepciones- Bulgaria. 4- Esto solo basta para afirmar que la socialdemocracia oficial de los países más importantes ha repudiado la lucha de clases en tiempo de guerra y la ha suspendido hasta el fin de la misma; le ha garantizado a la clase dominante de todos los países una demora que les permite fortalecer monstruosamente, a expensas del proletariado, sus posiciones económicas, políticas y morales. 5- La guerra mundial no sirve a los intereses políticos y económicos de las masas populares, cualesquiera que sean, ni a la defensa nacional. No es sino el producto de la rivalidad imperialista de las clases capitalistas de distintas naciones en pugna por la hegemonía mundial y por el monopolio de la explotación y opresión de las zonas que aún no se encuentran bajo el talón del capital. En esta era de imperialismo desatado, ya no puede haber guerras nacionales. Los intereses nacionales sólo sirven de pretexto para poner a las masas t ra b a j a d o ra s p o p u l a re s b a j o l a dominación de su enemigo mortal, el imperialismo. 6- La política de los estados imperialistas y la guerra imperialista no pueden otorgar la libertad e independencia a una sola nación oprimida. Las naciones pequeñas, cuyas clases dominantes son cómplices de sus socios mayores en los grandes estados, no son más que peones en el tablero imperialista de las grandes

potencias, quienes las utilizan, junto con sus masas trabajadoras en tiempos de guerra, como instrumentos para ser sacrificados a los intereses capitalistas después de la guerra. 7- Esta guerra mundial significa, sea en caso de “derrota”, o de “victoria”, una derrota para el socialismo y la democracia. Cualquiera que sea su resultado exceptuando la intervención revo l u c i o n a r i a d e l p ro l eta r i a d o incrementa y fortalece el militarismo, los antagonismos nacionales y las rivalidades económicas en el mercado mundial. Acentúa la explotación capitalista y la reacción en el terreno de la política interna, hace más precaria y formal la influencia de la opinión pública, y reduce a los parlamentos al estado de instrumentos más o menos dóciles del imperialismo. Esta guerra mundial lleva el germen de futuros conflictos. 8- No puede garantizarse la paz mundial con proyectos utópicos, en el fondo reaccionarios, tales como tribunales de arbitraje conducidos por diplomáticos capitalistas, congresos diplomáticos de “desarme”, “libertad en los mares”, abolición del derecho de arresto en el mar, “Estados Unidos de Europa”, una “unión aduanera para Europa central”, estados tapón y demás ilusiones. Jamás se podrá abolir ni paliar el militarismo, el imperialismo y la guerra mientras la clase capitalista ejerza su hegemonía de clase sin cuestionamientos. La única manera de resistir con éxito, la única manera de garantizar la paz mundial, está en la capacidad combativa y en la voluntad revolucionaria con que el proletariado internacional arroja su peso en la balanza. 9- El imperialismo, en tanto que última fase y punto culminante en la expansión de la hegemonía mundial del capital, es el enemigo mortal del proletariado de todos los países. Pero bajo su mando, al igual que en las etapas anteriores del capitalismo, las fuerzas de su enemigo mortal han crecido a la par de las suyas. Acelera la concentración de capital, la pauperización de las clases medias, el refuerzo numérico del proletariado, suscita una resistencia cada vez mayor entre las masas; intensifica, por tanto, la agudización de los antagonismos de clase. Tanto en la paz como en la guerra, la lucha del proletariado como clase debe dirigirse, en primer término, contra el imperialismo. Para el proletariado internacional, la lucha contra el imperialismo es, a la vez, la lucha por el poder, la rendición final de cuentas entre el capitalismo y el socialismo. El proletariado internacional realizará el objetivo último del socialismo solamente si se opone constantemente al imperialismo, si hace de la consigna “guerra a k guerra” el norte y guía de su política en la acción; y bajo la condición de desplegar todas sus fuerzas y mostrarse dispuesto, con su coraje y heroísmo, a realizarla. 10- En este marco, la tarea más importante del socialismo en la actualidad consiste en reagrupar al

proletariado de todos los países en una fuerza revolucionaria viva; convertirlo mediante una poderosa organización internacional, con una única concepción de sus tareas e intereses y una única táctica universal apta para la acción política, tanto en la paz como en la guerra, en el factor decisivo de la vida política: así podrá cumplir su misión histórica. 11- La guerra ha aplastado a la Segunda Internacional. Su ineficacia ha quedado demostrada con su incapacidad para impedir la segmentación de sus fuerzas tras las fronteras nacionales en época de guerra, y dirigir al proletariado de todos los países en una sola táctica y un solo accionar común. 12- En vista de que los representantes oficiales de los partidos socialistas de los principales países han traicionado los objetivos e intereses de la clase obrera; en vista de que se han pasado del campo de la Internacional obrera al campo político del imperialismo, constituye una necesidad vital para el socialismo crear una nueva Internacional obrera, que tome en sus manos la dirección y coordinación de la lucha revolucionaria de clases contra el imperialismo mundial. Para cumplir su misión histórica, el socialismo debe guiarse por los siguientes principios: 1- La lucha de clases contra las clases dominantes dentro de las fronteras de los estados burgueses, y la solidaridad internacional de los obreros de todos los países, son dos normas de vida, inherentes a la lucha de clase obrera, y de importancia histórica mundial para su emancipación. No hay socialismo sin solidaridad proletaria internacional, y no hay socialismo sin lucha de clases. El renunciamiento a la lucha de clases y a la solidaridad internacional por parte del proletariado socialista, tanto en la paz como en la guerra, equivale al suicidio. 2- La actividad del proletariado de todos los países, tanto en la paz como en la guerra, debe ponerse a la altura de su tarea suprema: la lucha contra el imperialismo y la guerra. La actividad parlamentaria y sindical, como cualquier otra del movimiento obrero, debe subordinarse a este fin, de modo que el proletariado de cada país se oponga de la

manera más tajante a su burguesía nacional, para que la oposición política y espiritual que los separa sea en todo momento el problema más importante, y se subraye y practique la solidaridad proletaria internacional. 3- El centro de gravedad de la organización del proletariado como clase es la Internacional. La Internacional decide en tiempo de paz la táctica que deben adoptar las secciones nacionales en cuestiones de militarismo, política colonial, política comercial y la celebración del Primero de Mayo y, por último, la táctica común a aplicar en caso de guerra. 4- Se debe dar prioridad a la obligación de llevar a cabo las decisiones de la Internacional. Las secciones nacionales que no se encuadren dentro de estos p r i n c i p i o s q u e d a n f u e ra d e l a Internacional. 5- La puesta en marcha de las filas del proletariado de todos los países es decisiva en las luchas contra el imperialismo y la guerra. Así, la táctica principal de las secciones nacionales apunta a capacitar a las masas para la acción política y la iniciativa resuelta para asegurar la cohesión internacional de las masas en la acción; construir las organizaciones políticas y sindicales de manera tal que, por su intermedio, se garantice en todo momento la colaboración rápida y efectiva de todas las secciones, y de modo que la voluntad de la Internacional se vea materializada en la acción por la mayoría de las masas obreras del mundo. 6- La misión inmediata del socialismo es la liberación espiritual del proletariado de la tutela de la burguesía, que se expresa a través de la influencia de la ideología nacionalista. Las secciones nacionales deben denunciar en la prensa y el parlamento que el palabrerío hueco del nacionalismo es un instrumento de la dominación burguesa. La única defensa de la verdadera independencia nacional es la lucha de clases revolucionaria contra el imperialismo. La patria obrera, a cuya defensa se subordina todo lo demás, es la Internacional Socialista.

Rosa Luxemburgo, Abril 1915


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