LECCIÓN 2
EL PLAN DE SALVACIÓN (Hechos 2:38) 1. ARREPENTIMIENTO
I de Juan 1:7-9 El diccionario define arrepentimiento como: "Pesarle a uno el haber hecho o no una cosa, apesadumbrarse por el pecado con el deseo de cambiar, tomar la decisión de cambiar nuestros caminos". El arrepentimiento es usado de dos maneras en el Nuevo Testamento: 1. Metamellomai: significa ser contristado, sentirse mal, apesadumbrarse. 2. Metaneo: significa pensar diferente, cambiar de mente, propósito u opinión. II de Corintios 7:8-10 usa ambos términos. Pablo aquí se esta refiriendo a una caita que escribió a los Corintios diciéndoles que él no había tenido un cambio de mente (metaneo), aunque después lamentó el hecho de tener que escribirla (metamellomai). Cuando el mundo se arrepiente, vemos, que sienten tristeza. Sólo contristarse por el pecado no es suficiente. Tenemos que apartarnos del pecado y cambiar nuestro estilo y modo de vida. Judas se arrepintió de haber traicionado a Jesús (Mateo 27:3), pero él solo sintió remordimiento, no tuvo un cambio de mente. En Génesis 6:6 Dios se arrepintió de haber hecho al hombre, sin embargo no cambió de mente. Cuando un niño es castigado, quizás los padres sientan tristeza de haber tenido que disciplinarlo, pero esa tristeza no les hace cambiar de mente. ¿QUE ES EL ARREPENTIMIENTO?
En Mateo 3:2-9 Juan el Bautista reconoce que los Fariseos eran seguidores de la Ley; pero el sólo tener una apariencia de Piedad no era suficiente. Ellos tenían que arrepentirse y apartarse del pecado. El arrepentimiento conlleva tres pasos: 1. Apartarse del pecado. Esta separación debe ser de corazón (emociones) y de mente (pensamientos). 2. Un espíritu que aborrece el pecado. Esto testifica de un deseo de apartarse del viejo hombre y vivir como una nueva criatura que odia el pecado, y tiene un deseo de vivir en santidad. 3. Un espíritu que honra a Dios. Dios le dijo a Abram: Yo soy el Dios Todopoderoso, camina ante mí y sé perfecto; y de nuevo él dice: Sed santos porque yo soy santo. ¡Recuerda, sólo Dios puede llamarnos al arrepentimiento! 1. Romanos 2:4 declara que la benignidad de Dios nos guía al arrepentimiento. 2. II de Corintios 7:10 declara que la tristeza que es según Dios, produce arrepentimiento para salvación. 3. Juan 6:44, 45, 65 dice, “ninguno puede venir a mí, si el Padre...no le trajere...todo aquel que oyó al Padre, y aprendió de el viene a mí…” 6