5. A las Normas de Santidad de la Palabra de Dios Salmo 96:9 “Adorad a Jehová en la hermosura de la santidad; Temed delante de él toda la tierra.” I de Pedro 1:15 “...sino, como aquel que os llamó es santo, sed también vosotros santos en toda vuestra manera de vivir;”
Fieles Aun Cuando Las Cosas Estén Difíciles En nuestro texto, (Hechos 9:1-9) vemos a Saulo de Tarso (después llamado Pablo) camino a Damasco persiguiendo a los Cristianos. El había estado haciendo esto por algún tiempo. El también estuvo allí cuando Esteban fue apedreado. ¡Se convirtió milagrosamente! ¡Gloria a Dios! ¡Todos nos hemos convertido milagrosamente! Nota lo que hizo Pablo después de su conversión. Gálatas 1:13-18 “Porque ya habéis oído acerca de mi conducta en otro tiempo en el judaísmo, que perseguía sobremanera a la iglesia de Dios, y la asolaba; y en el judaísmo aventajaba a muchos de mis contemporáneos en mi nación, siendo mucho más celoso de las tradiciones de mis padres. Pero cuando agradó a Dios, que me apartó desde el vientre de mi madre, y me llamó por su gracia, revelar a su Hijo en mí, para que yo le predicase entre los gentiles, no consulté en seguida con carne y sangre, ni subí a Jerusalén a los que eran apóstoles antes que yo; sino que fui a Arabia, y volví de nuevo a Damasco. Después, pasados tres años, subí a Jerusalén para ver a Pedro, y permanecí con él quince días.” Este hombre pasó tres años en Arabia aprendiendo de Dios. Después fue y pasó 15 días con Pedro en Jerusalén. Pablo fue fiel a su visión celestial. Hechos 26:19 “Por lo cual, oh rey Agripa, no fui rebelde a la visión celestial.” Lee Hechos 26:13-19 y II de Corintios 11:23-28. El punto que queremos enfatizar aquí es que Pablo fue Fiel. No importaba como se sintiera, si pasó hambres, si estaba libre o preso, sin importar las circunstancias. El sabía que Jesús lo había llamado y él iba a servirlo. ¡Pablo amaba a Jesús! ¡Él estaba persuadido que nada podría separarlo del amor de Dios y por esa causa él fue fiel en todo! Romanos 8:38-39 “Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir, ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro.” 3. MILICIA ESPIRITUAL
II de Corintios 10:3-5 “Pues, aunque andamos en la carne, no militamos según la carne; porque las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas, derribando argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo.”
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