Sentinel

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Sentinel pablo otero poesía 2018

fotografía en portada de Felipe Zapico Alonso • • • •

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Sentinel del Norte es una isla aislada de la civilización donde Joh Chau fue muerto a flechazos dicen: “cuando pretendía predicar el cristianismo”

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mujer de interés variable que ves como el humo se te escapa entre los dedos -humo que vendes y alquilasel frio de tu cama te nombra cada noche ausente, tu voz encandila a los inertes y equivoca a los débiles mujer de interés voluble que dinamitas voluntades con la paradoja de las palabras cuya risa obnubila a la muchedumbre y cuyos gestos tras el púlpito arrastra a la idolatría mujer de interés variable que dominas como nadie la seducción y la autarquía.

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POÉTICA tête à tête contigo, intuyes íntimo imagina que te susurro al oído imagina suave te cuento, lento cierra los ojos imagina déjate llevar, te arrullo esto es poesía que dices, dicen invertebrada lo invisible los silencios que guían nada más fuera: espectáculo, comercio, esclavitud antagonismo poético prostitución lo visible, el grito, la apariencia la opulencia el descrédito tête à tête, te cuento esto imagina; la pertenencia es únicamente tuya y mía.

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ESPACIOS te regalos los espacios que me intuyen -todosno los quiero, no los deseo me aburren abominables asesinos de mi conciencia mensajeros eternos del hastío ¿para qué os quiero? me ancláis a complejos me supuráis de delirios te regalo los nombres que me intuyen -todosque me etiquetan insolvente de caudales flora intestinal de nauseas que me laceran cardinal y me automatizan sirviente.

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aúlla el lobo alerta la manada concilia la noche silencio y llanto fugaz, el destello de la virgen atrapa el canto del hombre viejo ya nada estremece a lo oscuro todo lo quebró el ancestro lo que no mutiló lo despedazó, hizo añicos lo que no quemo, violó o gaseó el hombre nuevo el hombre sutil se apoderó y lo hizo escarnio lo puso a la venta aúlla el lobo alerta a la manada pero el canto es viejo la noche vieja y el hombre un niñodios ardiente de miserias.

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oyendo al magistral poeta se colma la sala de silencios mientras admiro a la mujer de azul, que -dos filas, delante escorada a la derecha azul transparente, sujetador negro cabello corto y cuello de Ángelsuspira suelo ir a recitales académicos precisamente porque suelen ir mujeres de azul con sujetador negro y cuello de Ángel que suspiran mujeres sin nombre sin casa ni tiempo mujeres de azul transparente con lugar y hora de cierre con todos los mundos por descubrir carentes de importancia más allá de cualquier duda y sobre todo que suspiran.

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¿cómo me recordarán? en el umbral del sueño, entre palíndromos sensibles al oscuro y arañas de incipiente pelaje ácido de torturas y vuelos imposibles, dentro de minúsculas calaveras, donde el pensamiento es solo sexo inerte húmedo e inerte quebradizo de aplausos irascible de cantatas, donde los duendes se quejan de los miomas que los iluminan me recordarán, o no vacío, oculto, tendido y solo me recordarán, o no voluble, en las alcantarillas verdes de la nostalgia, donde los sueños son asesinados por la abulia y atenuado por los programas “late night” me recordarán, o no da igual.

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Sofía huele a niña de domingo, a comunión, a primeras reglas huele a zapatos de charol, leotardos y lazos rosas, azules y rojos, atrapando su pelo de trigo maduro Sofía huele de lejos huele Sofía a pechos recientes e incipiente pubis sigue oliendo Sofía -rondando los cincuenta- a niña de reclinatorio y comba, a manoplas y uniforme azul tableado, a niña con esencia de agua limpia, y a virginidad -rondando los cincuentade amores locos, insatisfechos y pueriles huele Sofía a golpes, a droga, a hijo descarriado y vuelto a la vida, a amores desgraciados, a más golpes, y a sal demasiada sal para Sofía en sus ojos de niña -rondando ya los cincuentamontañas de sal cubren su cama de hospital a pocos días de partir me llama y me dice que la escriba un poema de despedida y yo yo, que sigo oliendo su olor a niña Sofía y a su amor de virgen yo…

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recaigo una vez más. y es letargo cercenado golpe de voz de mirada no puedo contener el torrente cuando me apega su olor, su presencia es anestesia resiliencia de suicidios pasados recaigo en el pozo anegado de espíritus dolientes recaigo en los dedos que cubrieron mi piel como arañas recaigo en su insolencia en su desdén en su agonía, y no hay paz que la aleje, es viento frio que congela es rescoldo que se aviva con la silueta de sus pechos y el cruce de sus piernas, recaigo como muñeco de trapo sin ojos sin voz sin razón, sin voluntad.

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nos sobran besos. si no me mires así; nos sobran besos esos que el azar destierra por incompletos sí, esos esos dados en la avaricia o el respeto los calculados, hirientes para el que observa perplejo esos, esos que se detienen en la ignominia cuando el objetivo de la mirada son otros labios lejanos e insatisfechos ¿ves como sí? ¿ves cómo sobran? y se agrietan los labios cuando no los lubrica el deseo ni los enrojece el mordisco.

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NOTAS PARA UNA MELODÍA no quiero tu voz en este instante estás aquí, y es silencio la presencia que amo quiero tu boca muda y tus ojos distantes ya caló antes en mí toda tú ya fuiste, ya sembraste, me amaron tus palabras como amante, amigo, hermano ahora tu voz es tu silencio, la querencia de un pasado que mitiga lentamente, palabra a palabra verso a verso, imagen, tú ahora tu voz es tu silencio y hoy sí, hoy sí acepto esa melancolía que me renace hoy sí, hoy tú, hoy silencio no necesito palabras el silencio viene a hacerme el amor en los espacios invisibles -silencio nieveen cada uno de los recuerdos de mi memoria en ti. (a mi querida y admirada Lola López-Cozar)

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casi había terminado la fiesta del chivo cuando pasó por delante aireando el viento a su paso “el aire es lo que se respira” enfriando aún más el café y el hielo dejando un empalagoso olor a Chanel (dos gotas) por el contrario el maravilloso vestido de gasa dejaba ver en aquel trasluz un delicioso conjunto malva adivinar, en todo caso el minúsculo tanga y, lo que es mejor un jugoso melocotón como trasero inminente guapa (creo) con prisa (daba la impresión) y ciega (eso no lo dudo) dejando pasar al pokemon que habita en mí.

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yo que soy el otro al que nadie pregunta: quĂŠ tal le va en el amor -porque intuyeny si acaso tiene que callar, aunque ardan en su memoria los plazos, y aplazo lo oscuro y los silencios yo que vivo porque no vivo que duermo solo por las noches y peregrino solo por los dĂ­as inciertos -todosyo que no puedo cantar porque en mi garganta la llevo clavada como espina yo transpiro algas.

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quemaré mi casa cuando me vaya un segundo antes la quemaré dará tiempo a que salgan familia y amigos así será así lo dejaré dispuesto luego todo arderá todo en mi funeral todo habrá ardido ya. quedarán rescoldos mojados algún cimiento maestro humo una casa negra que fue también yo arderé, quisiera a la par, pero si no es posible serán las mismas llamas sin duda no salvéis nada que no se haya salvado ya por sí solo.

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salí a comprar pan y no había pan tan solo piedras comí piedras salí a por agua y regresé con acero en el estómago bebí guadañas regresé al campo buscando naranjos, manzanos, encinas encontré cardos, y comí cardos escarabajos y hormigas rojas recordé lejano hombres y mujeres celebrando y me arropé con mantel de lino de azules nieves hubo un tiempo pero quizás fue espejismo y me engañan mi vientre abultado y me pene seco.

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¡no hija, no no te molestes! en serio pino barnizado es suficiente en serio no te molestes no merece más la cosa haz caso a tu padre como mucho recita, antes de que sea fuego algún poema –cualquieray luego meteros un buen lechazo entre pecho y espalda -lo dejo pagadoy reíros contad chistes y alguna que otra anécdota graciosa y seguir riendo adentraros en la noche emborracharos si os place yo procuraré que os haga buen tiempo y que las estrellas os guíen sanos y salvos a casa.

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arropas a tus amantes con el pijama que olvidé reclamar te en invierno / tú / muy de pijamas / digo les enfun das mi piel a otros / tú / como ajuar propio para entrada en calor / tú no él, que ya… digo / desnudar le despacio / o no / con tus largas sesiones de sexo tú muy de pijamas.

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celos de él de ella de todo celos que asesinan la razón, que pudren el amor, que filo de navaja, lentamente arrancan todo celos que des poseen que des habitan que des cubren que des razonan celos enfrentan celos nutren celos que celos habitan lo recóndito lo recóndito que se nubla que se nubla en el odio que se nubla en la venganza que se venga amado que se ama en la locura y es locura indeseada el celo indeseado de indeseada culpa celos pasión pasión que no acata, que no ve, que no siente más que celos, que no habla, que no alcanza celos pasión que rasga inocencia que agosta, que saja, que punza que sangre que miedo que rabia.

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a esta edad mía de exilios la eternidad lo componen dos cuerpos y un descubrimiento iniciático más allá non plus ultra.

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la ciudad que lleva tu nombre se agosta todos los otoños caléndula y aguacate fingen que son niños en siembra la ciudad muere/muerde lentamente como cínife barruntando melodías de Trakl camino a casa hay unos árboles en un pequeño parque oscuro al final de la avenida, donde juegan a quererse los menores de edad la ciudad que lleva tu nombre sale siempre perdiendo llega diciembre y sales a mirar escaparates multicolores donde los payasos del circo hacen bromas pesadas y los niños, a tu lado, ríen a carcajadas en otros, niñas de cinco años en ropa interior seducen con su contoneo a ancianos de más de setenta la ciudad que lleva tu nombre lleva nombre de escarabajo pelotero a final de año el arsénico es tu único amigo, y a él confías tu destino tampoco era para tanto / tanto bombo / esta película.

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como en una novela de Emily Brontë soy el desterrado el desposeído el loco el atormentado que come la tierra negra de los muertos el que bebe todos los venenos por un amor maldito es la arrogante, la indecisa, la calavera ella la soga deshilachada que ahorca la romántica despechada la que ama extramuros, la que muerde las sabanas almidonadas con semen extraño locos de imposible encuentro encuentros de rabia silencios extremos con olor a guadaña dos parias dos nadas condenadas dos condenados a nada como en una novela de Emily siempre llueve, siempre tormenta siempre solos final desgarrado incondicional como un alud de insensateces.

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tened, si, miedo a la muerte porque no habréis vivido lo suficientemente lo deseado lo justo o lo preciso tenedle miedo, si, os lo arrebatará todo lo que tenéis, tuvisteis o quisieseis haber tenido no seguirán viviéndoos, pues más amaneces ni estaciones, ni fiestas que guardar se irán vuestros hijos, no los veréis más ni nietos, ni amigos acompañarán vuestros mejores días el verano se olvidará de vosotros de vuestros rostros y cuerpos de vuestras miradas no habrá ya melancolía con que soñar labios que ofrecer, ni cueros a los que amar los inviernos no os darán más calor de hogar ni conoceréis más gentes ni lugares que os aprendan temedlo, si no oiréis más trinos ni veréis más glaciares no daréis de comer a más ciervos ni la lluvia os empapara los huesos de la risa y el alma no volverán a caer sobre vosotros las hojas multicolores del otoño ni florecerá en vosotros más primaveras de asombro ciegos vuestros ojos a los arroyos vírgenes y a las madreselvas ciegos a la nieve y a los corzos a los tejos, a los colibrís y a los pubis ciegos los sentidos, los sabores serán de tierra negra y añorareis manjares nuevos olvidados en la niebla del desapego tampoco importa tanto ya lo habéis vivido todo y con calma ya habéis saboreado y exprimido bien está fugaz existencia ¿No?

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describí el lugar que me pintaste con versos arriesgados y sangrantes describí árboles rojos, manzanas violetas y prados negros describí hogares blancos, minimalistas, con olor a lejía calles transitadas por zombis camino a El Dorado chimeneas con humo de azufre, describí a los desiertos me los ofreciste sembrados de nieve. hermosas cataratas de bourbon ríos desérticos y cielos de lava al amor le aplicas azules nostálgicos o cárdenos septicémicos indistintamente en ello me convertiste manos ágiles al dictado fieros con ojos sembrados de oscuro dramáticos para un público sediento de caos amén.

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al seĂąorito, de caza, se le vuela el sombrero de fieltro verde suena un disparo el perro fiel le trae la cabeza de fieltro verde el seĂąorito no tiene dĂłnde ponerse el sombrero de fieltro verde.

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volver a casa y ver la puerta abierta que una vez fue cerrada entrar lentamente al final del pasillo los brazos abiertos los ojos sinceros madre, padre, hijo volver cansado -no triste, cansadoescuchar los olores de chico oler los sabores de infancia saborear los sonidos primeros en las paredes de un dormitorio anclado en el tiempo nos hicimos mayores lejos hogares en otros puentes íntimo sabíamos que La Casa seguía ahí / ahí al paso de los tiempos y las inclemencias de los demonios teníamos miedo, pero tuvimos suerte seguían ahí los buenos cimientos los abrazos y las miradas te dijeron gracias por tu vuelta en el silencio cómplice de lo humilde y lo bello.

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se nos olvida levantar la vista lloro de serpiente, canto de ángel rapaz estrangulando nos cometas, leucocitos blancos comiendo nos la nieve cae del árbol, preludio de avalancha la toga negra, el alma negra y su hoz de palabras azotando nos el graznido pidiendo más, más, más más rápido, más barato, más horas, más sudor más, más, más se nos olvida levantar la vista, y así nunca podremos levantar la voz.

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tiene rara la belleza grandes ojos verde oliva saltones labios frutales pecho generoso risa de buena sonrisa de mala, tiene rara la belleza, lleva la paz de los distintos y el negro heavy tatuado en el cuore bebe cerveza IPA, de noche, con gesto ausente en el antro de los reptiles sufraga asĂ­ los gestos pacientes que reparte entre sus hijos desafortunados tiene la belleza rara de los lĂŠmures.

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rezo hermafrodita que encoge las tripas es la culpa.

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DESHABITADOS maté a la perra con el último cartucho cavé mi propia tumba, entre las zarzas junto a la de Sabina y la de Sara y abandoné allí mismo la pala que me habría de cubrir me deshice de todos los recuerdos para que nadie, después, se los llevara no tuve suerte y me huyó la luna menguante el cazador de perros viejos sube ya, lentamente, la escalera ni siquiera una oración me será dicha Ainielle morirá, definitivamente conmigo. "La noche queda para quién es"

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huyo del optimista del pesimista y del cuerdo.

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me sentĂŠ a leer como quien se sienta a rezar las manos juntas, y dentro un avispero de dudas e intrigas. Nada.

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la gente que mรกs amo es la que menos palabras necesita.

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pareciese que el poeta debiera ser ĂŠxtasis permanente pudiera parecer que algunos asĂ­ se consignaran tambiĂŠn pudiera ser, de hecho todo lo contrario.

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puesto que no somos uno puesto que en cada uno hay cientos puesto que ninguno duerme nunca y permanecen todos alerta ¿dónde los secretos? ¿dónde los silencios? ¿dónde las verdades? puesto que no somos uno puesto que jamás fuimos uno.

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conjetura palidez de atmósfera equidistante arrabal de huesos carcomidos huyes en elástico desdén y vuelves y me asfixias vaso comunicante alisios abandonándome en tierra de Nod solo asustado y gris conjetura.

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la necesidad de ti hace mi vida ingobernable. la necesidad.

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pareciese que hubiesen nacido libres -y no es ciertopareciese. pareciera que hubiesen nacido juntas inseparables -y no es ciertouna sola puede incendiar el mundo solo una. pareciese, no obstante que juntas, así, en versos conformando un poema épico, pudieran desatar una guerra -tampoco es ciertoel hombre el hombre como imán las arrebata a su juicio, su desdén o su avaricia las arrebata. pareciera también que el amor fuese a veces, su único dueño -craso errorsolo adornan la quimera solo adornan la quimera parecieran manantial hoguera, viento, razón, juicio -mentira todo mentirapalabras audaces que buscan amistad en los infiernos sesgados mentideros donde duerme la reina blanca de la desmemoria cuantas no han herido cuantas no hieren cuantas adornan anaqueles adornan, -repitoanaqueles [no niego, sin embargo, que alguna no haya matado de amor en un descuido] pero cuantas, a la orden de ¡fuego! no han sesgado el mundo para siempre

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pareciese que hubiesen nacido libres y dĂłciles y humildes y vĂ­rgenes y frĂĄgiles las palabras.

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cómo insulta un poeta: ¡así te pudras en el infierno de la melancolía!

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si queréis conocerme, mirar lo que hago, y nunca lo que digo insensato arquitecto de catedrales de humo contradictorio arlequín de palabras rabiosas prepotente charlatán desde un púlpito de papel imberbe poeta, cínico barbero asustadizo plebeyo vuelvo la cabeza, y ni mi sombra me pertenece.

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Sylvia lee en el parque mientras los mocosos chillan, comen tierra o juegan con muñecas barbies Sylvia levanta de cuando en cuando la vista y mira curiosa a sus no hijos a los que no quiso traer a este mundo insensato ruin y cainita. Sylvia, la no madre la no esposa la no abuela la que da de comer a los pájaros huérfanos en la soledad de los desterrados sin nombre y sin día. Sylvia lee un poema de Sylvia Plath.

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ÚLTIMA TARDE CON TERESA le quedaba algo de vodka en la copa. tras largo silencio después de aquella última frase suya se levantó lentamente cogió el bolso y se marchó pausada sin una última vista atrás creo -porque yo solo miraba ese algo en la copa redonda como sus caderas como sus pechos como sus palabrascreo –digoque dio por finalizado lo nuestro de repente y créame, señor juez no fue mi intención primera, años después -muchos años después viejos ambosverla rodeada de nietos acercarme por detrás y susurrarla esa última frase nuestra como espina en la garganta anclada ¡ah, no, no me pregunte, señor juez! deje su señoría que siga ahí doliéndome sigue siendo tan hermosa la espina, no, señoría ella, Teresa.

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Oui Je t'aime como luciérnaga en lo profundo del más profundo de los acantilados oui con la fragancia, aún inerte, del perfume abandonado en el fondo del armario de los valsamos caducos oui con las manos llenas de soles extintos Je t'aime como la luz de los atardeceres como las sombras del alba como las noches sin velas oui tan distinto a otros a los que amaste tan sin aire tan sin agua tan sin nada tan desnudo como el vientre nonato oui Je t'aime, Je t'aime, Je t'aime en los ocasos en los manantiales secos en los sexos moribundos allí donde las lágrimas y los silencios más feroces allí donde habita la nostalgia más despreciable, allí allí te amo, allí te siento, allí me uno a tus entrañas.

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te traje patatas nuevas de un mundo nuevo y me devolviste flechas rojas y escapularios y zafiros de cristal te traje patatas nuevas para saciar el hambre de tus guerras mi hambre de dios comprรณ la arquitectura de tus manos de barro, e hiciste catedrales que resisten al tiempo a las ideas y a las revoluciones te traje patatas y me devolviste ignorancias y miedos.

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aquí la tenéis, a vuestra disposición que no mi rostro ni mis ojos que no mi boca ni mis oídos que no pero aquí la tenéis sesgada de mi indolente tronco de serpiente colgada os la ofrezco aún sangrante, como ofrenda de nimiedad y de apatía como ofrenda a los de vicios cometidos a los odios, la intransigencia y la cobardía que no exculpan lo mísero y lo engreído que soy humildemente os la ofrezco aquí, ahora en este tiempo de abominable belleza en este tiempo de egos y envidias aquí, ahora el ropaje, el envoltorio, la capsula de tan cotidiano comercio la guía, el selfie, la postura, el rostro aquello que os conmueve y que os precipita lo que os afianza, lo que os rechaza, lo que os envidia aquí lo tenéis aquí y ahora pueril intrascendente vacía sórdida y espeluznante cabeza de simio enésimo.

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establecieron el orden de las cosas con la cordura de los hombres no de los pĂĄjaros asĂ­ la tierra que pisaron fue referente aĂşn en el desprecio y las alturas, y la libertad una conquista futurible secundaria

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despojarme de lo crédulo desafiar al por mayor incubar metástasis de lo indefinible saciarme de la asfixia que deviene en clorofila avivar cerrojos al soborno puentes al inmenso abismo de seres inmutados arrancar de cuajo al hombre que me habita inútil así habito tras así habito des así habito loco paseo y es huella salada la que me sigue brevemente -si acelero el paso es apenas invisiblees un paseo medicinal este paseo reafirmante astringente decadente curioso no más aciago que la lluvia imprevista, no más clarificador, no más previsible el color en verano el negro en invierno la carne del verano la niebla del invierno trasciende al ánimo, doblega, acli/mata es por todo esto -y más que callodoblez usura este paseo habitable a ratos.

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donde la ausencia. el paisaje habla. dice: esto no te pertenece. una espiga dardo. un hombre mudo. un campo de trigo rojo. rojos los caminos y los zapatos. un niĂąo mira el paisaje. una espiga dardo. el niĂąo camina hacia el fondo del mar sin mirar atrĂĄs.

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el silencio como mejor arma frente a la ignorancia propia y ajena. (y ya estoy hablando demasiado)

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mi hogar son mis letras. mi casa; la soledad que me dicta las letras, las palabras, los versos las mentiras. el resto... pues mire "ustĂŠ" el resto, pues es eso restos.

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recién mandado a imprenta mi gran poemario de amores la encontré a ella; vivo reflejo de todas mis palabras la vida me volvía a decir: “chaval sigues llegando tarde a esta intrascendente posada de la poesía” ama y que los demás inventen.

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cuando muere una POETA mueren 1000 hombres (170 de los cuales, son poetas). mรกs o menos. a E. D. (Elvira Daudet)

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La poesĂ­a solo es concebible en estado de embriaguez.

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Celeste tiene la noche para sĂ­ sola en las noches limpias tiene Celeste caminos lĂĄcteos por donde sangra y en las turbias Celeste un lienzo donde escribe poemas de agua con sabor a lima tiene Celeste la noche para sĂ­ sola y un perro viejo dentro que le recita Bronco.

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una madre en la cuneta una madre sin llantos una madre garganta rajada una madre vientre sordo una madre muda y en los oscuros madre yerma madre pecadora madre infantil madre invocada madre ignorada madre oculta madre violentada ÂżquiĂŠn le cantarĂĄ madrigales a la mujer de fertilidad robada quiĂŠn a la madre repudiada?

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solo ella tiene la decencia de merodear en silencio de susurrar al oído el devenir futuro sincerarse ante la desnudez más absoluta siendo su elegía de los tiempos la más adusta siendo la única que acierta; de la diana su centro.

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llegarán los perros y tendrán tus mismos ojos tus mismas manos tu misma sangre y tu misma boca más no tu misma voz vendrán porque siempre vienen cuando huelen sangre porque siempre vienen cuando hay penurias porque siempre vienen cuando hay dolor vendrán los perros y llenarán las calles de banderas de odio teñirán los mares de sangre caliente y de mujeres rotas los cementerios, vendrán con crucifijos y mártires con caudillos y flechas vendrán para atravesarnos las gargantas con hogueras viejas los perros vendrán, llegarán con camisa azul y a pecho descubierto a salvarnos de anticristos con sotanas vendrán con capirotes vendrán con arcabuces y al amparo de las noches de lluvia ácida vendrán a hacernos comulgar con los estigmas de dios patria y rey vendrán, los perros, vendrán con los miedos de la justicia divina, vendrán armados con cruces de cuatro filos los perros y en sus dientes traerán carne de cuneta aún caliente y en sus ojos 61


de perro espinelas inyectadas de odio y resentimiento, vendrรกn y esconderemos el rostro y bajaremos la mirada y ocultaremos los libros en el temor y la queja de tiempos de rosas rojas amarillas y moradas vendrรกn los perros, vendrรกn, y no habrรก otra voz que mรกs gima y menos valga.

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LOS MISMOS esos mismos que te contaron que los hombres no lloran esos mismos que te mintieron al decirte que los hombres no se quejan que deben mantenerse siempre erguidos que no planchan que no cosen que no van de shopping sino como acompañantes esos mismos “obligados” a jugar la partida a emborracharse o ir de putas esos mismos con derecho a mantener la compostura y llevar a hombros el féretro en los funerales esos mismos que bajo ningún concepto pueden ser paño de lagrimas de mujer u hombre so pena de destierro y de vergüenza esos mismos que justifican una bofetada que jamás entenderán lo que es un no que nunca sabrán lo que es una violación conyugal esos mismos que ufanos, te detallarán como hacían bullying a los gordos y las gordas de su clase que te contarán con todo lujo de detalles como apedreaban a los perros en sus noches de hombres de machos 63


esos mismos que ahora te colocan burundanga en la copa y te anulan y te abusan y te roban y te violan y te matan esos mismos te hablarรกn de amor y te prometerรกn la luna.

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escondía en los arrabales de la memoria el orgullo bajo sus uñas patria y fortaleza; la patria de su mente la fortaleza de su rebeldía una sola bala en la recámara una ruleta rusa constante tantos pedazos de sien en las paredes blancas el día al límite al filo de cualquier destino que le hiciese estremecer al borde del abandono en el último instante llegaba la rabia y se lanzaba de nuevo a un vacío sin red “sentirse vivo” se decía “estúpidamente vivo” con cada ocaso y sin arrepentimiento.

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ya lo dijo Mel Broocks “la mentira es la honestidad de los pobres” una madrugada de solitud extrema en el Perito Moreno cuando la nieve tiñó a sus pies círculos concéntricos con los colores de los gays lo dijo Catulo la mañana de su décimo noveno cumpleaños mientras se aseaba los bajos después de teñir de blanco a una romana “mentira es lo que mentira parece” siendo la romana sabia como una perra vieja, le contesta “querido Catulo mentira es lo que mentira trasciende” también Marco Polo después del último viaje descasando en la litera de una choza en Yangzhou después de una abundante comida de corzo a la sal pensó para sí “todo es mentira, menos yo, en este mundo de mentira” Intuición anticipada y acertada que le besó la frente siendo tal su último pensamiento Sharon Olds también se refirió a la mentira durante un paseo a caballo a lomos de su fiel Furious y su imberbe amante de entonces, Paolo “querido -dijosi la mentira fuese el cauce, la verdad se ocultaría en la fosa fulgurante de tu boca” Paolo no la oyó pues cabalgaba absorto y con prisa pensando que llegaba tarde a su próxima cita la mentira -digo yo-, leyendo este poema ante esta academia de ilustres como agradecimiento a tan inmerecido premio internacional con estipendio desorbitante y fama a todas luces merecida la mentira -digoes la más infiel de las disculpas.

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a las puertas del infierno encontré a mis amigos poetas. estaban tranquilos -eso creopensaba: han preparado esto ya a conciencia lo tienes asumido están contentos de verse de nuevo tendrán tanto que contarse tantas risas tanto ego tanto alcohol que consumir tanto sexo a las puertas del infierno yo buscaba lápiz y papel; infiel notario pero en el infierno todo ardía demasiado aprisa.

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llegan constantes decisiones sin red presentimientos agĂłnicos miedos llegan constantes dilatamos los tiempos a sabiendas el momento nos hace rehenes del momento tiempos ya pasados y un futuro abismo de duda nos limita eternamente en ese instante preciso de desconocimiento la arrogancia sustituye a la audacia entonces lo perdemos todo y nadie gana.

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vivo en una modesta casa muy modesta una pensiĂłn un par de habitaciones una es el baĂąo una cama modesta una silla y una mesa modestas y un armario viejo y modesto ÂĄah! y una alfombra persa mi casero, un hombre nada modesto que se llama Modesto, recibe fielmente, los trescientos veinte euros acordados a principio de mes cantidad deshonesta, pero pago a tiempo no doy problemas y mis poemas apenas hace ruido.

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vendes tu intelecto por dinero al primero que pasa, y a veces, al mejor postor todo bien legislado con seguridad social y jubilación, sin pensar que te estás prostituyendo vendes tus manos por dinero al primero que pasa todo bien legislado con seguridad social y jubilación, sin pensar que te estás prostituyendo posas desnudas y vendes tu cuerpo por dinero y lo llamas arte todo bien legislado con seguridad social y jubilación, sin pensar que te estás prostituyendo eres el dueño de tu cuerpo la dueña de tu cuerpo todo bien legislado, eso sí con seguridad social y jubilación jamás lo dirás, pero te pasas el día prostituyéndote jamás lo dirás, porque tú sí eres el dueño la dueña de tu cuerpo -no como otros-. 70


asumo que no soy el francotirador ni el blanco asumo que no soy viento ni lluvia influyente ni bala ni cargador ni parte del escenario asumo solo soy quiĂŠn, desde lejos inventa una historia y mira desde la ventana el desenlace.

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la más bella de las mujeres tiene canela de nieto entre las uñas y arroz blanco, y leche, y azúcar, entre los dientes gastados tiene Incluso piel de limón entre los pechos -raspas dice raspasla más bella llega con su andador de mundos a la librería de siempre, buscando lo último de Irene X “lo último de Irene X” dice para su nieta, dice “para mi nieta” y duerme sola con los rituales propios de una maldita guerra y su cena de sopas con leche de guerra y lenguadinas de guerra y los domingos una pasta y un bombón -sin que nadie la veacuando ya todos se fueron y se queda sola por fin y llega a la galería -cuando queda solay se enciende un pitillo largo mientras la noche se apaga y ella, la mujer más hermosa amanece entonces y sonríe en su sillón de mimbre releyendo a Irene X.

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nunca llegó. pasaron ante mí cafés, cervezas y copas silencios y algarabías miradas inquietas del camarero y alguna que otra sospecha, pero ella nunca llegó hasta mí, en aquel bar desconocido de la gran vía mi viaje a Madrid duró lo que tenía previsto durar ya no recuerdo su nombre el de ella, sí, Odile Odile, la gran ausente que quiso un libro mío y de la cual jamás volví a saber Odile, ya su nombre me despertaba ansia deseo e inquietud al mismo tiempo estaba de paso, según me dijo, en la ciudad de los abrazos nunca llegó y nunca supe si su nombre traía vientos fríos o calenturas si su estatura traía refugios o presas si sus manos, las manos de Odile, acariciaban sobre arcilla o sobre ceniza se quedó para siempre en Madrid, tal vez atrapada, Odile en algún viejo metro y allá sigue, tal vez se perdió en las calles melancólicas de la plaza Santa Ana, quien sabe si no encontró a otro poeta más joven y con más labia y la llevó a París en una noche de concordia me dejó, eso sí, en ese día, en esas horas y en aquel bar miles de palabras y versos que transcribo qué otra cosa podía yo hacer, triste poeta advenedizo aventurado crédulo que emborronar cuartillas con su nombre Odile Odile Odile todo un libro de poemas a su nombre y su destemple.

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ese café frio ese no poder dejar de mirarla ese seguir hipnótico su disertación Freudiana “el caso Anna O” o como cuando el paciente puede entender los síntomas se liberan las emociones reprimidas daba lo mismo sus labios siguen haciendo música invisible, y eran sus movimientos los susurros de un violín hermoso que agitase sus cuerdas al compás de mis latidos sus ojos iban y venían, y a veces cuando convergían, imaginaba dos islas en busca de bajamar en un encuentro atropellado y fértil “el caso Anna O” o como, cuando el paciente puede entender los síntomas se liberan las emociones reprimidas.

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no te sientes cuando te digan que te sientes - ¡no, gracias, estoy mejor así! no te sientes también la altura es símbolo de poder. - ¡no, gracias, estoy bien así! las sillas acomodan, atan relajan y duermen - ¡no, gracias, estoy a gusto así! el poder mira desde arriba ¡atento! - ¡no, gracias, no dispongo de mucho tiempo! su silla será acolchada, cara ergonómica y de piel de obrero - ¡no, gracias! ¿si esto es todo? tengo una vida casi digna que vivir.

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“quizá en la memoria de un pez abisal” duerma la esencia, sin precintes, del hombre y la mujer primigenios quizá en la calma subterránea de un océano ignoto oscuro e inaccesible, permanezca a salvo la condición de humano allí donde la depredación es directa un “face to face” sin miramientos ni idolatrías donde el Diablo Negro recuerda a los dinosaurios en la nostalgia carnívora de los pensamientos simples y puros, allí donde un Cerato blanco rememorará a la primera amante la primera mirada incrédula ante la hoguera y los sílex de un inanimado cromañón indeciso quizá esa noche diese comienzo la extinción total de los dioses. (a Patricia)

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hay poesía que no debiera leerse en voz alta excepcionalmente a dos siempre y cuando el que lea sienta y el escuche sea el sentido solo así hay poesía que debiera leerse.

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si tienen ustedes un trapo por bandera si su patria lo representa mejor un equipo de futbol que un equipo de ciencias si tienen un himno por corazón y un territorio por hogar si sustituyeron a la madre Natura por dioses invisibles como religión si sus políticos mientes, medran y marean en vez de beberse con ustedes un café en cualquier bar de barrio están, compadres bien bien jodidos.

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VUELVEN LAS OSCURAS GOLONDRINAS aquellos que hibernaban expectantes consumidos por el odio y la venganza, aquellos escondidos en irreconocibles vergüenzas, aquellos murmurantes de corrillo, adeptos caudillos cabezas gachas sombras de noche mordaz, hoy festean sus banderas al unísono, voces que se alzan al amparo derrochan amenazas y contemplan un horizonte poderoso y alquimista, aquellos que hibernaban, hoy salen de la conjura, son los nuevos amos devolverán el esplendor aniquilado olvidarán la historia rejuvenecerán la patria volverán a sepultar en las cunetas a todos los infieles, rojos y pobres están ahí, ya llegan dales paso y calla te toca a ti, hibernar y lamentarte.

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nadie habla hoy de “la modistilla” tal vez porque se hizo mayor al cumplir los 60 y ahora es una más de las 20 que cosen en una nave industrial de una ciudad cualquiera de algún polígono industrial cualquiera pasada de peso al estar sentada diez horas al día cosiendo mangas y perneras de ropa deportiva para una multinacional cualquiera tal vez porque se hizo mayor al cumplir los 60 “la modistilla” y ahora al llegar a casa tiene que preparar la comida del día siguiente a sus dos hijos de 30 y a su marido en paro tal vez porque aún tiene una “montonera” de ropa por planchar tal vez porque después de la cena, viciosa aún, enhebra la aguja para remendar algún calcetín, algún pantalón, alguna colcha tal vez porque las seis de la mañana se llega pronto y deja a los suyos viendo Master Chef, mientras ella con el camisón de hace seis temporadas se acurruca en la cama y recuerda como un día, ella fue la modistilla de alguna canción o algún poema ya olvidado.

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soy un hombre viciado de prejuicios que levanta banderas en lo inhóspito de ideas viejas y mirada en el quizá del mañana soy de amores incontenible. un hombre de rasga que rompe vínculos con el presente y se obstina en nacer de lo discontinuo y lo imposible, soy fruto de generaciones pasadas y futuras, soy amenaza constante de derrumbe, haz de luz que se pierde y nunca fija soy al que le basta una palabra para alzarse y otra -la misma, ciertamentepara perderse, soy rumbo ácido mirada inconstante paladar viejo en osamenta nueva por mí pasa lo bello con afán de pesadumbre, con la presencia de lo fugaz y la determinación de la locura apenas el presente me roza, un dios noruego -digamos Balderse mira en el espejo y jura amor eterno soy un hombre viciado, exigüe e incapaz con estos tiempos no obstante he aprendido bastante bien el arte del disimulo y de tan pequeño tan molesto.

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¿dónde el ruido que se reclama propio? adscrito a columnas imperiosas, como una mousse de letargo, como baldosas de orín, trepanación neuronal alquitrán de mar ¿cómo se reclama para sí el tugurio donde habitan los gatos negros de la conciencia? ¿dónde los borrachos esculpen calaveras de ron al ritmo de Odín? partículas de espasmo brillan al sol tras la ventana perpendicular de la agonía ruido, ruido, ruido, ni siquiera el mejor músico pudiera adecentar, mínimamente, este ruido sordo y estridente ruido en bocas de pestilente desahucio, ruido en los órganos genitales de los todopoderosos, ruido en las cárceles de los juzgados, ruido en los trasnochados parlamentos, ruido en los púlpitos, ruido en las fronteras, ruido en los colegios en las cunetas, en los mausoleos, en la poesía ruido, ruido y más ruido ejecutando al humano indecente indeciso y vacío ¿dónde quedó el asceta contemplativo que adormecía en el letargo sopor de las musarañas?

82


ya lo sé, conciencia, ya lo sé ¿que esta droga me quita la vida para darme otra más efímera? lo sé ¿otra más solitario y más pueril? lo sé ¿y qué quieres que haga yo a estas alturas? ¿desintoxicarme en algún micro abierto? “hola, soy poeta, otro poeta, y vengo a ustedes a desnudar mi alma en público solícito a la aquiescencia de sus manos y sus labios con un poema recién escrito para ustedes mis perversos amigos”

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de cómo te han de amar has escrito todo un libro de poemas lo titulas: “alabanzas, las justas” lo divides en tres partes, como es menester de todo poemario que se precie a la primera la llamas “en la calle”, y dices, resumiendo: que jamás se les ocurra cederte el paso pagarte una cerveza o llevarte nunca, nunca, jamás de los jamases la contraria “en la casa” titulas la segunda y dejas bien claro que los platos los friegas tú los lunes, miércoles y viernes y tu pareja, el resto que los fines de semanas se come fuera o no se come por tanto fregadero impoluto dices también que cada uno tienes un cuarto cerrado bajo llave propio inescrutable e indivisible adviertes, que eres vegetariana vegana y disoluta, queriendo decir ni chuletones de buey ni huevos con chorizo ni celos con chorreras -lo dejas bien claro, siendo los poemas los más largos aburridos y penososal último apartado lo titulas “en la cama” y lo dices escueto en un solo poema de tres líneas: “la cama es para dormir únicamente; que para jugar ya están el ordenador, el parchís y los columpios del parque” editorial “la bruja de mi madre no muerde, te aguantas” editado un 23 de junio de un año impar

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“dos bolsas en una guardan tu cadáver, en la otra los enseres que dejaste al mundo y que van directos al contenedor” a eso queda reducida la vida, dicen solo a eso -posiblemente- pienso mientras entran apenas un par de rayos de sol por mi ventana sucia y me recuerdan que a las habitaciones oscuras les hace falta un mínimo haz de luz para que nos digan que fuera todo un universo se expande irremisible mientras nosotros permanecemos desterrados enterrados y proscritos en esta cueva de fingidores hablo del poeta, -naturalmenteel resto el resto de planeta conocido, anda comentando ajeno, -como debe sera estas menudencias el último gol del Madrid. (a Laura)

85


como cualquier refugio la poesía es tiniebla como cualquier refugio fuera está el peligro como cualquier refugio no salir de él es vivir en estado permanente de conformidad. al final, el refugio se convierte en la más feroz de las cárceles.

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no dejes suelta a la poesía ella no sabe valerse por sí sola incapaz, infructuosa, anémica en su condición de herida no la dejes suelta pues no sabe de caminos no acierta con los trenes, no domina las sendas no ve los barrancos ni las tumbas es ciego el verso, ciega la palabra sin manos la sílaba no la dejes suelta no sabe valerse por sí sola es, apenas alma en pena siempre alma en pena.

87


sobre este pentagrama de versos, sí aquí, puedo tocarte aquí puedo las manos, las orejas, los pechos aquí por encima de tus jeans puedo acariciar seguro tu sexo imaginado, puedo lamer tus dedos, arañar tu espalda aquí morder tus lóbulos paladear tu trasero, morderlo solo aquí recién conocida, mujer de apenas minutos, tengo toda una eternidad para amarte y desplegarte, aquí mujer desconocida sin cárceles aquí sin que puedas, mujer ruborizarte sin que puedas quejarte ni medirte sin que puedas fingir, ni desarmarme aquí disfrutarte disfrutarme y ser el animal que me carcome aquí en este exterminio de voces de oníricos sin pronombres, sin acentos y sin prisas solamente aquí puedo entre versos eternos disfrutarte puedo, mujer hembra romana sin tiempo ni tiempos, sin sorpresas ni duelos mis ansias y mis celos pasajeros aquí puedo domarlos desarmarte y desarmarme de pequeñas muertes sobre este pentagrama de versos, puedo frenético y solo solo y adultero adultero y triste amarte sin distancia y sin freno aquí puedo medirme y medirte sin temor al extravío aquí puedo ser el amante que jamás llegaré a ser 88


el galán, el rufián, el miserable puedo ser brasa o brisa huracán o reposo, azotador o azotado ser incluso la mujer de la no se atreven tus sueños la reverberación, el eco de cada gemido, la palidez de cada bocanada la queja, la cabalgadura, la pertenencia o la sordidez que más pueda apetecerte puedo, aquí, ser el amante, la doncella o el sextante el amigo, el compañero o la prostituta que no te atreves a llamar aquí en este negro de sílabas que me postula oculto, que me frunce en los detalles más nimios, más insolentes entre renglones interminables te confieso mis apetencias y mis vicios a ti, mujer de interminables accesos si volviesen a cruzarse nuestros iris, jamás jamás sabrás de mis pasiones y mis perversiones o sí tal vez ¿quién sabe?

89


sonaba a despedida ahora lo sé aquel acercamiento de “femme fatale” aquella pasión labios de portal, aquella sonrisa en ascenso, aquella oscuridad de pasillo y aquellas prisas por tumbarme en el lecho ardiente ahora lo sé olía y sabia tu cuero a despedida tuviste frio y te arropé con todo lo disponible tuviste sed y te di a beber el sudor de mi fiebre me fui como había llegado confuso y entre penumbras imagino quiero imaginar, que descansaste aquella noche por fin de mí, de lo nuestro, de lo poco y ya.

90


en esta tapia en este otoĂąo, y tras esa puerta azul, desvencijada se esconden los ojos que acechan el origen perdido de un futuro disfrazado de aĂąoranza y en la sombra.

91


esta artritis de ideas que me nublan. esta sensación de ahogo, la nieve que me entierra. los pies que me arden. el trabajo que me mata. los bosques que ya no me oxigenan. la arena que se olvidó de acariciarme los pies. la mar que ya no llega a mis lindes verdes. el humo de mis pulmones, el alcohol de mis venas. un venado corre libre tras las huellas de un mamut. el asfalto que me encuentra con indeseables. los terrones mudos. el vino que ya no sabe a vino. me recita un gramófono versos de Alberti que no oigo. la grafía ininteligible de un doctor me dice que mi colesterol anda en el límite y me pregunto: ¿qué es el colesterol? ¿cómo lo toco, lo manoseo, lo destrozo? esta artritis de ideas desbarata mis conceptos de las cosas: mi olfato dejó de olerlo todo hace ya tiempo. los abrazos doblan, cada vez más, mis costillas. sufro por los que no saben decirme lo que quieren decirme. un humo gris, demasiado gris, me impide acercarme a los besos de la mujer que amo y, sin embargo, todas las mujeres que una vez me amaron me besan en los lugares más insospechados, en las horas más insospechadas y en los tiempos más insospechados. me cazan los lobos a dentelladas sin percatarme. me sonroja mi desidia, mi apatía, mi desdén hacia los hombres y solo el verso me acerca a lo real. ¡no a lo real que añoro, no! a lo real que me crea cuando viajo en coche rompiendo el negro, hacia lo obsoleto de unas manos negras, a lo real que me mira tras las persianas ocultas de la noche, a lo real intangible de un firmamento tan sin mí, a lo real de los crepúsculos que se suceden sin permisos, a lo real de las voces que me hablan insensatas cuando quedo postrado e inerme, como muerto, en el colchón de la noche. esta artritis de sueños, esta artritis de velos que me lo oculta todo y no más vuestros nombres y apellidos se me clarifican no más, y eso y nada todo uno.

92


contra mi memoria se estrellaron todas las luciérnagas posibles y probables, contra mi natura, contra mi pellejo todas todas las memorias y todas las no memorias se estrellaron recipiente soy de los pecados adscritos a un planeta mudo y en mí, voraz cardumen de intenciones; lo baldío es germen de sosegada avaricia de ahí la no presencia a protocolos de ahí la no reserva a los oídos que se prestan de ahí el descreimiento a las palabras y los actos que no sean onanistas en origen y en silencios.

93


tengo un concierto con el diablo y con dios: mientras ellos dirimen mi pertenencia me dan carta blanca para escribir sin premisas puesto que a mí me es indiferente la propiedad de mis gusanos y mi única creencia la única es mi propia lucha escribo en mi contra la desesperación que me nutre y algo de amor de cuando en cuando.

94


nunca más fértil este desierto de palabras, nunca más arrogante y más acecho, nunca más triste, más lejano, más austero nunca más apátrida más esteta, más silencio este silencio lejanos espejismos de virtuosa audacia, virtuosa poesía de humo y vísceras con retrogusto a trashumancia.

95


fue consciente realmente de su soledad en el centro de aquel concierto de los Stones con ciento treinta y seis mil doscientas siete almas nadie pareció darse cuenta, y cuando tocó recoger la basura lo encontraron dijeron que un infarto con cuarenta y dos años en el día de su cumpleaños por primera y única vez fue él el protagonista al día siguiente más protagonista que los Stones.

96


cabalga la intuición a lomos de una cigarra de una cigarra vieja, de una cigarra indecisa, de una cigarra cabalga a lomos de semblanzas la intuición; pájaro viejo viejo y equivocado despierta, trota loca, sentimental y huye a la conciencia de cualquier rama huye y es enamoradiza de los tiempos inexactos, la intuición atrapada cabalga sorda, muda y acelerada a lomos de la salvaje concomitancia y salta bucle a bucle esperando ser acertada, y como es salvaje y austera no dice nada, la intuición voluta la intuición callada, y como es dócil y como es prima hermana de la esperanza como salvaje huye de banalidades que a nada alcanzan, y como es fuego y como es pavesa no dice nada, ¿para qué si a la postre se equivoca más que habla? la salvaje, la astuta la que cabalga a lomos de una cigarra como puta de invierno, como puta ensimismada se adentra en las pasiones al calor de la llama que jamás se apaga, la indecisa, la postrada la que con bálsamo de silencio se cura la malograda.

97


mi calle es un patio blanco de Sevilla dos naranjos y un limonero azahar y espliego un pozo señorial, ya sin agua y un cuaderno de caligrafía en cuyas carreteras trasiego tras la puerta, la calle tras la calle, la vida y en la vida el duelo vuelvo a mi patio a mis naranjos, al limonero a mi caligrafía y a mis sueños que la calle es oscura y es este patio el verbo.

98


antes de denunciar me pregunto Âżhago yo lo mismo? y entonces callo.

99


¿qué os hace pensar que Facebook es gratis? ¿qué os hace pensar que Twitter es gratis? ¿qué os hace pensar que Instagram es gratis? ¿qué os hace pensar que WhatsApp es gratis? ¿qué os hace pensar que algo es gratis? ¿qué os hace pensar que la vida es gratis? ¿qué os hace pensar?

100


las grandes palabras son alas todopoderosas para los pequeĂąos hombres.

101


la heroicidad tiene en el silencio todas las virtudes posibles.

102


la palabra “humilde� tiene en su sintaxis el mejor ejemplo.

103


un poema sin lucha es un pรกjaro bobo.

104


¿quién te dijo que esto iba a ser fácil? naciste llorando ¿quién te engaño vistiéndote de domingo para una misa de rebaños blancos? ¿quién te postuló a delegado de clase sin alma de guerrero? ¿quién te indujo a pensar que a esa Nanci rubia la interesaban tus penas de adolescente? ¿quién valoró tus noches de insomnio rodeado de oscuridad, café y libros justamente? ¿quién te dio jamás un trabajo digno un amor duradero, un amigo para siempre, una hostia bien dada que te espabilase por fin? ¿quién? ¿quién te recomendó casarte inexperto? ¿quién dijo que planchar a diario cocinar a diario limpiar los baños a diario hacer día a día las camas, o ir a comer los domingos con los suegros, sería la rutina deseada? ¿qué mandamiento católico apostólico y romano te habló de la obligatoriedad de traer hijos a un planeta extinto sucio egoísta e inhumano? ¿quién que debiese ser tu clon, tu algoritmo tu diseño, y tu albacea? ¿quién te mintió jurándote amor eterno? ¿eh? ¿quién? 105


¿quién sufrió por ti las ilusiones perdidas los trenes que se marcharon sin esperarte? ¿quién te ayudó con los números rojos te dio casa y comida sin preguntarte hasta cuándo? ¿quién te atusó el cabello cuando no viste salida te habló franco en las dudas, o te lo dio todo para quedarse sin nada? ¿quién te paseó cuando tus pies ya no te obedecían te dio la papilla, ya sin reconocerte o se durmió contigo el último día con las lágrimas en el corazón y no en los ojos? maldita sea ¿quien?

106


farsantes, nosotros que dilapidamos la vida en el solitario desvelo de hacer crucigramas absurdos con las sílabas, que vaciamos el estómago de prebendas, que creemos soliviantar las razones; perdidos somos en un estanque de miserias. razonando nos perdemos, abriendo la boca ahogamos lo poco cuerdo que nos hace místicos. no, no somos dueños sino de los arrebatos que nos hace visibles en el pecio de un libro, en la soledad más ruin y más postrera. no, no somos los héroes que os imagináis no os engañen el silencio que esconden nuestros versos ni os embrujen nuestras oraciones, pues somos detritus, falsos mitos, agua perdida en un desierto inaccesible.

107


hirientes los ojos que acechan los bilabiales sonidos que arañan ustedes los observan curiosos, escépticos, atrevidos, descarados” -alguno, tal vez en estado de éxtasis no precisamente Teresianoexpectantes esperan a que se rompa la voz que el micrófono muera mirarán la bragueta, si está bien cerrada si se transparenta algo del vaporoso vestido el foco mal orientado la pierna que no deja de temblar el folio que parece tener vida propia la mano que no acierta el lugar designado miran mientras tanto las vocales se van perdiendo en un etéreo devenir de susurros estériles y ya no digamos si el poema es monótono, lánguido o excesivamente metafórico hirientes los ojos de ustedes son hirientes ¿no se dan cuenta? apaguen las luces de sus ojos cierren las persianas cuando oigan poesía coño.

108


la belleza de lo sucio el sudor tras el orgasmo el barro de las botas tras visitar las encinas el cabello bajo la lluvia de agosto las manos tras la siembra el piso tras la juerga el mendigo, el pordiosero, la gitana que vende castañas con las manos rotas el que llora de nostalgias el que ríe como loco, insensato de amor el que sucumbe día tras día al fracaso el que dormita en el cajero el que borra del calendario el futuro el que busca comida en contenedores de basura al que lo abrasan a impuestos por el hecho infructuoso de vivir el que orina sangre la que limpia orines la que limpia culos el niño calvo la niña calva los padres de los niños calvos los ojos perdidos de los suicidas los hombres solitarios manchados de semen las mujeres solitarias manchadas de semen el semen incorrupto de los trajes de novia hierros, chapas, volantes rotos en la carretera arboles milenarios segados por la avaricia edificios mudos por la avaricia enseres en el barro de los edificios mudos la sangre en las manos por culpa de las concertinas la sangre en los pies y los vientres por culpa de las concertinas la concertina que llora en las manos del irlandés errante por “la voluntad” la voluntad por que todo siga igual que nada cambie 109


que nadie rompa el orden que establece Dios ese Dios sucio que mete mano a los niĂąos y a los pobres y a los menos pobres y alguna que otra vez, alguna a los pobres miserables de abultadas carteras la belleza de lo sucio que no es conciencia que no es maldad que no impudicia que solo es miedo miedo inabarcable a que llegue la noche y no nos encuentre inmaculados.

110


el vĂŠrtigo se haya escondido en la brizna de yerba -indecisa y salvajecomo el hombre se oculta en las palabras que aĂąora.

111


presentarme al mundo como un asno para después ser ignorado como voluta de humo que se pierde ante la indiferencia y el caos presentarme para morir en la nostalgia del verbo admirar cómo van pasando trenes quienes aceden a ellos el anden donde las prisas los rezos, los lloros y las soledades las maletas repletas de necesidades mochilas ligeras con un par de libros y un lápiz algún viajero desnudo solo y sin prisa con billete solo de ida el cambio de turno para el maquinista que se despide de la amante en el baño los novios en su viaje de bodas sin retorno el anciano sumido en el silencio del ayer y la expectativa aún del mañana el viejo poeta y su lluvia la maestra y su lápiz rojo de doble punta el ladrón con su botín de relojes escapando del recelo de todas las miradas 112


la banda de rock con su histeria y su historia el alcalde de vuelta de su visita con el ministro y su vacío existencial el cirujano estético con su maletín repleto de pechos del mercado negro la mujer con burka cuyos ojos son soles remendados al dios de la ignorancia templo donde reina el silencio cómplice de los exiliados que no puedo dejar escapar.

113


sudario y tierra encima al pie de cualquier árbol viejo y -si fuese posible- si fuese cualquier mar de fondo como banda sonora solo eso, sin más sin más no me importará entablar discusión con los gusanos -llegaremos a un acuerdoel sudario como último pago a mi vanidad los recuerdos, si se diese el caso escaparán a mi control y no serán sino agradecimiento postrero vivir está bien mientras se está vivo, luego me será todo tan indiferente.

114


indecente te pienso agostada en lecho de hojas caducas.

115


el poema limpio de paja y el amante limpio de miedos así el subjuntivo se piensa quimera tótem y ancestro nada es lo que parece y se desea una bóveda donde precipitarse un mastín que ladra a la luna un bisturí que saja las amenazas nada es lo que parece y se desea contemplar la belleza de los nudos el capricho de los dioses el espacio y su silencio contemplar para no molestar al pentagrama que llora y así fundirme en el ocaso como ceniza.

116


más allá de la historia la verdad silenciada la realidad de ojos mudos miembros rígidos y boca cosida por el hilo de la soberbia más allá, únicamente polvo camino y brota sangre del camino por el que camino y camino sobre sangre de odio, resignación millones de litros de sangre baldía camino y mis zapatos se hunden en el atroz fango del olvido más allá de la historia, está la historia veraz la jamás contada en tinta pues no hay palabras que ajusten pues no hay palabras que midan y comparen pues no hay palabras no hay palabras

y si no hay palabras no hay historia y si no hay historia no hay futuro.

117


romántica dices tú: “yo romántica”, tú de poderosos pechos de medio punto como infiel avanzadilla, tú dices cristiana pura, piedra sin pulir, tú de pilares altos sobre bóveda febril fachada monumental majestuosa arquitectura, tú de abocinada boca con labios de suntuosa efervescencia amplias caderas que engendran miedo fe y hombres con hachas tú dices romántica y perdura tu estructura a las inclemencias sobre los huracanes, tú románica romántica románica yo digo.

118


cansina la estrofa cuya música redobla impacta y adormece la razón agujerea el seso y el espíritu y cuyo baile loco desmiembra la poca cordura que al hombre le queda cansina duermevela que espanta al espíritu y alisa el cosmos tal mentira, así adiestrada ha de convertirse en Moisés sobre un púlpito de pus.

119


hablan los viejos poetas de naturaleza y silencio mientras los jรณvenes balbucean sobre amor, y sexo como si el destino los hubiera rociado de sepulturas confidentes todos de musas renegadas al dictado del tiempo, sus manos mustias conjugan las silabas como una comba infinita desamor y desapego.

120


escribir libros no deja de ser una patraña el poeta debiera recitar al oído cada verso a cada escuchante que así lo pidiese solo así.

121


bajo la tejavana teje su quejido el poeta quejica la queja entreteje tres ejes, a saber: la jauría de “jóvenes” de enjuta poesía que jalan conejos como Don Juan los jamelgos, ya cojos, que injurian resentidos, a los jóvenes sin juicio y que jocosos jalean a desvencijados maestros ya mustios y, por último, ellos mismos paradigma espejo de justa brújula sempiternos jóvenes de embrujado espíritu maestros en el arte del fingido juicio justo es, pues, que el juglar quejica muera solo y en su tumba el juez escriba la justa moraleja poeta extinto hombre extinto.

122


conciencia de poeto que arde en la soporífica banalidad habitable en las palabras de hombre incauto del desamor que se produce cuando se quiebra su germen y adultera el verbo a su albedrío y lo impera y lo contrasta y lo asevera y lo produce mastodónticamente para consumo de sumisos conciencia que supura vinagre rancio, que solivianta a las masas con esquejes de sueños, que encoje las tripas y hace nudos a lectores incipientes en el sentir y en la palabra. conciencia de abuso. corroborar como se adueña el tiempo del ser y las circunstancias cómo estrangula cualquier atisbo de sueño cómo se adentra en las parafilias y hace renacer al hombre nuevo: el poeto que relata en estampas de virgen la dermis, -únicamente la dermis-, del infantil que anhelamos como zombis vagan tropezando con más hombres ciegos, con hambres de gloria y atrofiado sentir. como zombis. poeto zombi, hombre zombi sin sangre y con un libro -cualquier libro- de Frida en la nevera para las noches de fracaso.

123


al hombre escribidor de versos Dios debiera -Dios del perpetuo descontentocastigar con toda su fiereza a hablar en verso de continuo, o al menos en exquisita prosa como castigo a su arrogancia y su desdén: atrevido y banal debiera, Dios omnipotente -Dios herido, fustigadortorcerle el gesto, hacerle feo, irrisorio tartamudo, y así, con estas taras hablase el poeta despacio, irredento, y sabio en su silencio al hombre escribidor de versos los Dioses debieran -olímpicos Dioseshacerle mudo, astringente, áspide manco y jorobado despojo, al fin, y así pudiera crear desde la dolencia la materia del escarnio, la belleza sublime el verso creíble, certero y arduo. con exactitud de relojero, así debiera, en este estado hacerse oír, llegar, contemplase el poeta en su armónico traje solo así el poema fuera canto estimado solo así el poema fuera redentor, solo así recibiría paga de rey foulard y sombrero de anciano respetable.

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HIJOS SIN NOMBRE treinta y tres céntimos de euro vale tu vida, pequeña no más suficiente para arrancar de cuajo todos los sueños que tienes has tenido o pudieses tener ¿entiendes? treinta y tres céntimos de euro no lo olvides si decides dejarme -el coste de una bala¿entiendes?

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en Valladolid a diecisiete de febrero del aĂąo dosmildiecinueve dedicado a mi padre, fallecido hace seis dĂ­as.

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