Gabo y cine, confinados
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LA VERDAD DEL PUEBLO Fundado en 1957. Edición 3023 - Semana del 8 al 14 de abril de 2020 - Circula los miércoles - $2.200
Avanza la conspiración contra Venezuela Tres días después de proponer una hipócrita “transición democrática”, Estados Unidos utiliza la excusa del narcotráfico para justificar su intento de invasión. Fuerzas democráticas de todo el continente se unen para exigir el fin de las hostilidades contra la patria de Bolívar.
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Las naves de guerra USS Gridley, de alta capacidad de combate, se movilizan hacia las costas de Venezuela.
¿La bolsa o la vida?
Presidente de la República, Iván Duque. Foto Presidencia.
La crisis del coronavirus ha develado las profundas contradicciones de la economía colombiana. Mientras los empresarios transan para salvar sus negocios, millones de personas sufren los rigores del aislamiento. Que la clase trabajadora no pague la crisis.
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La paz simulada El Gobierno nacional persiste en un enfoque antidrogas obsoleto y contrario a los Acuerdos de La Habana. Organizaciones campesinas denuncian la estrategia militar de erradicación forzada.
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Visión
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Periodismo y realismo mágico
Sobredosis de Gabo para la cuarentena En este aislamiento preventivo sentarse a leer es la oportunidad perfecta para encontrar, en medio de la crisis, los privilegios escondidos de la simpleza
biano. Cada capítulo del compilado es un viaje a la Europa del Este de los cincuenta, donde el disparate de la guerra fría configuró una utopía con disfraz de realidad, con más obstáculos que aciertos en la cotidianidad de la gente. Clandestino en Chile Dieciocho horas de grabación magnetofónica fueron suficientes para que la pluma de Gabo retratara la aventura humana del cineasta chileno Miguel Littín, quien a principios de 1985 se involucró en la extraordinaria tarea de registrar desde el cine la realidad del régimen dictatorial de Augusto Pinochet. Littín, quien figuraba en una lista de cinco mil exiliados, logró entrar a principios de 1985 a Chile de manera clandestina y filmar siete mil metros de negativo en todo el territorio nacional. Gabo, fascinado con la historia, decidió escribir un reportaje dentro de la película Las aventuras de Miguel Littín clandestino en Chile. Son diez capítulos y 150 páginas de una verdadera joya periodística, que aún hoy cautiva por su poder emocional en búsqueda de la dignidad.
H Simón Palacio @Simonhablando
“
Cartas
Cuando José Arcadio Buendía se dio cuenta de que la peste había invadido el pueblo, reunió a los jefes de familia para explicarles lo que sabía de la enfermedad del insomnio, y se acordaron medidas para impedir que el flagelo se propagara a otras poblaciones de la ciénaga (…) Tan eficaz fue la cuarentena, que llegó el día en que la situación de emergencia se tuvo por cosa natural, y se organizó la vida de tal modo que el trabajo recobró su ritmo y nadie volvió a preocuparse por la inútil costumbre de dormir”. En el anterior fragmento de la genial novela de Gabriel García Márquez, Cien años de soledad, el escritor colombiano describe desde el realismo mágico la peste de insomnio que invadió a Macondo ante la llegada de Rebeca Montiel. Al leerlo en algún rincón del mundo, cualquier persona se transporta a los acontecimientos que se desarrollan en la actualidad en medio de la pandemia del Covid-19. La humanidad, como si fuera Macondo, se encuentra en cuarentena. En este aislamiento extendido,VOZ quiere recomendar una serie de textos periodísticos del escritor cataquero, no sin antes sugerir la lectura de la obra maestra del Nobel anteriormente citada. Sentarse a
Vivir para contarla
Gabriel García Márquez.
leer a Gabo en medio de la cuarentena, es la oportunidad perfecta para encontrar en medio de la crisis los privilegios de la simpleza. De viaje por los países socialistas De junio a septiembre de 1957, Gabriel García Márquez, realizó un viaje por los países de la extinta “cortina de hierro” y escribió todas sus experiencias en el “paraíso” del socialismo real en una serie de crónicas publicadas en la revista Cromos, de Colombia y Momento, de Venezuela. A lo largo de estas piezas periodísticas se capta la genialidad y el calor humano del escritor colom-
Desde Berlín Queridos compañeras y compañeros. Mi nombre es Alexandra Jaspers. En la Universidad Humboldt de Berlín estoy estudiando periodismo y ciencia de los medios de comunicación con un enfoque en el periodismo. Desde mi infancia también he estado involucrada en varios grupos revolucionarios por la causa de la clase obrera. En este momento estoy investigando para mi tesis de maestría sobre “La prensa comunista en el siglo XXI”. Debido a la crisis de coronavirus, no hay actividad universitaria en este momento. Esto me da tiempo para ocuparme intensamente de mi trabajo. He elegido este tema porque creo que incluso en la era de Internet es sumamente importante que todos los sectores de la población (incluidos los que no están conectados a la red) puedan informarse sobre la lucha revolucionaria. Pero esta no es la única razón. Mi padre, que murió hace dos años, también era periodista y también un comunista apasionado. También veo mi trabajo como una reminiscencia de mi padre, que me enseñó desde muy temprano a distinguir el bien del mal. Por cierto, el foco principal de mi trabajo es la prensa comunista de América Central y del Sur. En este momento estoy recopilando una selección de diferentes ejemplos sobre este tema. Por lo tanto, me gustaría preguntarle si podría enviarme
una copia de su periódico VOZ por correo a Berlín. Por cierto, ya que el diseño y el papel de la publicación también está en juego, los archivos PDF no me ayudan. ¡En nuestra universidad, por desgracia, sólo se permiten los originales para una tesis de maestría! Estaría muy feliz si pudiera ayudarme (incluso en estos tiempos difíciles) con los preparativos de mi tesis. Atentamente Alexandra Jaspers, vía email. VOZ: Querida Alexandra. Con mucho gusto, después que pase la crisis derivada del Covid 19 en el mundo entero, el semanario VOZ hará todo lo posible por enviarte materiales impresos de nuestro periódico y así poder ayudarte en la tesis sobre periodismo comunista en América Latina que estás adelantando. Al Alba Cuando apenas padecía un día de esta cuarentena, en un inevitable arrebato de nostalgia “cineclubística” publiqué acá en Facebook, una de las canciones que más me recordaba mi época de orgulloso integrante del movimiento cineclubista, esa época en la que paseaba mis ganas de cine y trago barato por la ciudad de las murallas, presentando películas en la universidad de Cartagena y la Alianza Francesa, junto a aquellos amigos que comenzaban a ser
“La vida no es la que uno vivió, sino la que uno recuerda y cómo la recuerda para contarla”, son las palabras con las que Gabriel García Márquez inicia su autobiografía titulada Vivir para contarla. El inicio de esta crónica por los momentos trascendentales del Nobel colombiano arranca con el viaje que su madre, Luisa Santiaga, y Gabo harían a Aracataca comenzando la década de los cincuenta al devastado Caribe colombiano; desplazamiento que cambiaría su vida para siempre y que determinaría su prolija carrera literaria. Lo curioso de todo es que un viaje anónimo por el tren de las bananeras entre Ciénaga y Aracataca sería determinante en toda la literatura colombiana del siglo XX. Así es la historia, construida a partir de pequeñas piezas de grandeza. H
familia. La canción era “Las cuatro y las diez” de Luis Eduardo Aute. Esa primera estrofa “Fue en ese cine, ¿te acuerdas? en una mañana al este de Edén. James Dean tiraba piedras a una casa blanca, entonces te besé” no dejaba de dispararme flashbacks de aquel tiempo en el que mi felicidad brincaba de mis manos a las manos de mis amigos. Aute, Silvio, Fito, Godard, Subiela, Hitchcock y muchos más, sin tener idea de nuestra existencia, le pertenecían a un grupo de “vales”, que, en esa suerte de microcosmos caribe, intentaba pasarla bien en medio de las carencias económicas y unas inagotables ganas de trascender. Para ser más exacto, el mundo nos pertenecía, o por lo menos ese pedacito de mundo al que veíamos infinito. Hoy cuando este “maldito baile de muertos” se lleva Luis Eduardo Aute, la canción que no deja de golpear mi cabeza es “Al alba”, ese himno contra la ignominia franquista; un canto de despedida que quedará para siempre inmortalizado, como un hermoso homenaje a los fusilados el 27 de septiembre del 75, últimas ejecuciones del franquismo. En este momento, cuando medio mundo “teme a la madrugada” ante la incertidumbre de lo que viene, no dejo de pensar en Cartagena y en esas manos donde bailó mi felicidad. Atentamente Gabriel Ramón Pérez. H
DIRECTORA: Claudia Flórez Sepúlveda. CONSEJO DE REDACCIÓN: Álvaro Vásquez - José R. Llanos - Arlés Herrera - Alberto Acevedo - Juan Carlos Hurtado Fonseca - Hernán Camacho - Ana Elsa Rojas - Carolina Tejada - Óscar Sotelo - Renata Cabrales - Iván Posada P. COLABORADORES: Libardo Muñoz - Hernán Durango - DIAGRAMACIÓN: Rafael Carrascal V. CARICATURA: Calarcá. GERENTE: Édgar Rey Montañez. Oficinas: Carrera 13A Nº 38 - 32 Tels. (57-1) 232 14 61 - 320 20 35 Fax: 232 82 29, Bogotá (Colombia). Servicios Informativos: Prela, ALAI, Prensa Rural. E-Mail: semanariovoz@outlook.es Página WEB: www.semanariovoz.com - Año LXII.
www.semanariovoz.com Desde hace muchos años, Estados Unidos viene dirigiendo diversos planes de agresión política, económica, financiera, diplomática y militar contra Venezuela, hasta ahora todos fracasados
Tema de la semana
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Trump pone en marcha cerco naval contra Venezuela
La conspiración avanza
H Alberto Acevedo
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omo en la época de los vaqueros caza recompensas del Lejano Oeste norteamericano, la administración de Donald Trump ha ofrecido 15 millones de dólares por la cabeza del presidente constitucional de la República Bolivariana de Venezuela, y posteriormente ha dispuesto el más grande despliegue naval sobre el Pacífico caribeño y las costas de Venezuela, tras el manido argumento de enfrentar la lucha contra el narcotráfico. El aspecto más criminal y oprobioso de la medida, que ejecuta el Pentágono norteamericano, es que se da en momentos en que el mundo entero, y Venezuela con una dosis de mayor heroísmo, por las precarias condiciones del cerco económico que se le impone, trata de emplear todos sus recursos y atención a la lucha por contener la pandemia del coronavirus. La administración norteamericana ha tomado el pretexto del incremento descomunal del narcotráfico, que atribuye a una supuesta comercialización desde territorio venezolano, para tender un cerco naval sin precedentes al país latinoamericano, y en realidad ponerse en disposición de una intervención militar. Cifras irrelevantes Trump asegura que el mayor volumen de comercialización de cocaína que ingresa a los consumidores norteamericanos, proviene de Venezuela. Nada más mentiroso. En el último informe, de 2019, de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito, Venezuela ni siquiera figura en el resumen ejecutivo de los países con tráfico de droga. Los niveles de tráfico que se presentan en el país suramericano no son relevantes, para tenerlos en cuenta siquiera para una estadística. Además, porque el gobierno Bolivariano de ese país, se destaca entre los que con mayor ahínco persiguen ese delito. En cambio, en el registro de la agencia de la ONU sí se anota que el primer lugar en el mundo, por el trá-
La nave de guerra USS Gridley, de alta capacidad de combate, es una de las que se moviliza sobre las costas de Venezuela.
fico y consumo de estupefacientes, lo ocupa Estados Unidos y, en el otro extremo de la cadena, el país que siembra y fabrica drogas, es Colombia. La economía norteamericana, en buena medida se sostiene con el negocio de la droga. Pero lejos están los informes de inteligencia militar de calificar a Estados Unidos como un narcoestado. O a Colombia que es el mayor productor en el mundo, y además el más corrupto. No. El narcoestado es Venezuela. Lo que en realidad está en marcha, y así lo reconocen las fuerzas democráticas y progresistas del continente, no es un operativo contra el tráfico de drogas, sino una conspiración para atacar militarmente a Venezuela y destruir el proceso bolivariano en ese país. Fuego en la frontera El 23 de febrero de 2018 el entonces jefe del Comando Sur de los Estados Unidos, almirante Kurt Tidd, suscribió el documento titulado “Plan maestro para derrocar a la dictadura venezolana”, que en su momento VOZ denunció y comentó. Allí se proponía “intensificar la denuncia contra el ré-
gimen de Maduro (..) calificándolo de criminal, ilegítimo, ladrón de la riqueza del pueblo venezolano y saqueador del tesoro nacional”. El documento plantea: “Continuar el fuego en la frontera con Colombia, multiplicar el tráfico de combustible y otros bienes, el movimiento de paramilitares, incursiones armadas y tráfico de drogas, provocando incidentes armados con las Fuerzas de Seguridad de la frontera (…) reclutar paramilitares mayormente de los campos de refugiados en Cúcuta, La Guajira y Norte de Santander”. En una confesión realizada ante un grupo de estudiantes de la Universidad de Texas, el 15 de abril de 2019, el hoy Secretario de Estado de los Estados Unidos, Mike Pompeo dijo: “Yo era el director de la CIA. Mentimos, engañamos, robamos. Es como si tuviéramos cursos de entrenamiento completos”. William Barr, el actual Fiscal General de la Nación, también tomó cursos de entrenamiento para engañar, mentir y robar, cuando se desempeñó como funcionario de la CIA, entre1973 y 1977. El problema no es la democracia Y son precisamente, el Secretario de Estado y el Fiscal General quienes anuncia adelantarán el proceso de juzgamiento por narcotráfico al presidente venezolano, mientras el Comando Sur despliega naves de guerra sobre las costas del país suramericano. La realidad es que, desde hace muchos años, Estados Unidos viene dirigiendo diversos planes de agresión política, económica, financiera, diplomática y militar contra Venezuela, hasta ahora todos fracasados. A la Casa Blanca no le interesa el nivel de comercialización de drogas ilícitas que pueda darse desde territorio venezolano. Ni siquiera el nivel de democracia en la patria de Bolívar. Va es detrás de los inmensos recursos minero energéticos de ese país. “El asunto no era Chávez, ni hoy es Maduro, ni mucho menos la democracia, el objetivo es eliminar la Revolución Bolivariana que llevó a los
venezolanos a lograr la independencia y soberanía de Venezuela, recuperar las riquezas de su país y construir un modelo político, económico y social incluyente para su pueblo y no, que Estados Unidos y las elites corruptas venezolanas, los exploten y el pueblo vuelva a la miseria y pobreza de la época de los gobiernos, que surgieron del vergonzoso pacto de Punto Fijo y no plegarse al modelo neoliberal, que con esta crisis de salud, muestra no solo su desnaturalización humana, sino también su absoluto fracaso”, escribe el analista Tony López. Ley del embudo Dentro del juego a distintas bandas para buscar acorralar al gobierno chavista, Washington ha diseñado también la posibilidad de un ‘gobierno de transición’, bajo la fórmula de integrar un Consejo de Estado en el que no participan ni Maduro ni Guaidó. El organismo de gobierno provisional estaría diseñado por las fuerzas de Guaidó y ante unas futuras elecciones, éste participaría y Maduro no.Y pretenden que las fuerzas bolivarianas acepten semejante coctel. ¡Ingenuos! El gobierno de Maduro ha rechazado todos los planes que impliquen intervención de potencias extranjeras. Ha recordado que estaba en marcha un diálogo con sectores de la oposición, al que la administración norteamericana se ha encargado de boicotear. Maduro ha enviado una carta personal a los jefes de Estado y de gobierno del mundo, denunciando el plan de agresión norteamericana que se ha puesto en marcha. Al mismo tiempo anunció el despliegue de un operativo militar denominado Escudo Bolivariano 2020, que implica “la movilización de piezas de artillería para estar preparado para el combate por la paz, el alto al fuego y un acuerdo humanitario”. “Estados Unidos conduce a un peligroso momento en el continente”, advirtió Maduro, y dejó claro que los planes imperiales de nuevo serán derrotados. H
Opinión
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Palabra itinerante
Caballería ligera
Pa’ qué zapatos
El imperiovirusa genocida
H Jaime Cedano Roldán
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n estos días de pandemia y de sustos vale la pena acordarse de una frase cargada de amarga filosofía callejera que le escuchamos hace veintitantos años a uno de los actores de La vendedora de rosas, aquella exitosa película de Víctor Gaviria: “Para qué zapatos si no hay casa”. Y la frase salta cuando alguien habla o hace algún comentario, en medio de la pandemia, sobre determinadas ambiciones de cara a las próximas elecciones. Que fulanito quiere ser candidato presidencial y fulanita aspira al senado, y a la cámara perengano. También surge la mentada frase cuando con el tiempo libre del confinamiento se oye de otros o de uno mismo planes de negocios, viajes, publicar un libro, comprar una vaca lechera, en fin. Quizás el tic tac del contador de muertos que en España cada día ha estado por el millar, nos vuelve pesimistas infinitos, y como quien vive una pesadilla de medianoche de esas de las que Becker no quería o no podía al otro día recordar, solo anhelamos que llegue el alba, la de Aute, para volver a pensar en un mañana. Y la pregunta vital es sobre el tipo de sentido común que prevalecerá y de qué manera va a influir todo en esta dolorosa etapa en la conciencia de los pueblos. Es incierto el mundo pos-coronavirus. Por eso es acertado posponer eventos como el congreso del PCC, no solo porque saldremos bastante maltrechos económicamente de este trance, sino ante todo porque es difícil definir una estrategia certera para un escenario desconocido. Claro, es cierto, existen principios y valores que serán identidad comunista en cualquier escenario y bajo cualquier circunstancia, pero ese no es el debate. La cuestión es la táctica a
H José Ramón Llanos seguir y las prioridades del discurso, el programa, las alianzas.Y todo esto teniendo en cuenta el sentir de las grandes mayorías y no solo la opinión de iluminados, de visionarios o de caudillos de verdades eternas e incuestionables. Si la era pos-coronavirus nos acerca un poco a la humildad colectiva, habrá mejores posibilidades de salir adelante. En medio de la crisis hay continuidad de los debates fundamentales entre la izquierda y la derecha. Para unos lo prioritario es la economía y para otros la gente, y especialmente la gente más desprotegida. Y también están los del medio, los tibios. Hemos visto que ante la hecatombe han corrido al paraguas estatal hasta los más radicales antiestatistas, pero pronto lo olvidarán. También olvidarán que la civilización estuvo al borde del colapso, estuvo digo, si en el caso de Colombia la avaricia rentista llamada inteligente no nos conduce a abismos insondables. O a una guerra fratricida resultado de la pandemia mental que estremece a un Donald Trump enceguecido, que arrastra en su locura a un improvisado Iván Duque, testaferro de oscuros intereses. En España la derecha se ha desbocado a una guerra de bulos y blasfemias con oscuras intenciones, intentando sacar réditos electorales de una tragedia que no tuvo la ocurrencia de anunciarse. Quien nos iba a imaginar recordando en estos duros momentos a Álvaro Gómez llamando a algo que igual podrá cada uno acomodar a sus intereses, personales, partidistas o de clase, llamando a un acuerdo sobre lo fundamental. Y lo fundamental ahora es derrotar a la pandemia y sobrevivirla. Y lo principal, la gente. H @cedano85
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l imperiovirusa se incubó en las entrañas de su madre, “La pérfida Albión”, se expandió hacia Norteamérica, en los primeros años todavía dependía del Imperio Británico, hasta que en el último tercio del siglo XVIII logró vida autónoma y pocos años después delimitó el espacio en que decidió desarrollarse.Ya floreciente asumió la forma de Estados Unidos de América, en su cerebro tenía grabada la consigna que el presidente Thomas Jefferson había planteado: “Absorber las colonias españolas pedazo a pedazo”. Si se suman los asesinatos y destrucción causados con sus invasiones en América Latina, África, Asia, son millones de muertes y destrucción de viviendas, escuelas y colegios y envenenamiento de acueductos, como hicieron en Vietnam. Ocho años después de promulgada la Doctrina Monroe, en 1831 empezaron sus fechorías en América Latina, la primera fue en Argentina, este país ha sido agredido dos veces más, incluidas las ejecutorias del Plan Cóndor y el Golpe Militar de 1976, auspiciado por los Estados Unidos. A México lo agredieron en 1846, le quitaron territorios que hoy constituyen los estados de Nevada, Utah, Nuevo México, Arizona, Kansas, California y Colorado. Los Estados Unidos a partir de 1831 han invadido a la mayor parte de los países latinoamericanos: Argentina, Cuba, Chile, Granada, Guatemala, Haití, Honduras, México, Nicaragua, Paraguay, Panamá, Puerto Rico, República Dominicana y Uruguay. La invasión a Panamá de 1989, resultó una de las más destructivas en términos de vidas humanas en nuestros lares; según los datos más optimistas se afirma que murieron siete mil panameños y la destrucción total de barrio El Chorrillo.
Pero hay que destacar un hecho que demuestra la vesania de los militares y el presidente de los Estados Unidos: los bombardeos se hicieron en la madrugada y sobre la población civil, por esa razón los estragos fueron mayores y produjeron graves consecuencias psicológicas sobre la comunidad panameña. Se cumplen treinta y un años de ese ataque. ¿Por qué es oportuno y necesario recordar esa fecha aciaga? Porque el imperiovirusa, especialmente su aparato de inteligencia quiere reeditar ese genocidio en Venezuela. La celada es la misma: acusaron al presidente Noriega de narcotraficante, ese cargo inventado lo convirtieron en justificación del bombardeo, capturar al mandatario, convertido en delincuente. En Venezuela ya agotaron la primera parte: urdieron los cargos contra el presidente Maduro y su gabinete, ya desplegaron las tropas de asalto en las cercanías del país Bolivariano. Solo que aquí en Venezuela el filibustero Trump, puede salir con las barbas achicharradas, aquí como en Vietnam habita un pueblo valiente que defiende ferozmente su revolución. Por otra parte, el presidente Iván Duque, convertido en cómplice tonto y gratuito de ese posible genocidio, puede pasar un abundante trago amargo, si las milicias Bolivarianas se convirtieran en una fuerza guerrillera que hiciera una alianza con el ELN y los guerrilleros farianos que, por el incumplimiento de los Acuerdos de Paz de La Habana, retornaron al monte. Debo recordar a todos los líderes sindicales, a los militantes y a las direcciones de los partidos políticos de izquierda, especialmente a los comunistas, que es la hora de convertir las declaraciones de apoyo, en la más activa y contundente solidaridad. La defensa de Venezuela es un compromiso de honor y dignidad de los pueblos latinoamericanos. ¡Que hablen las acciones! H
Columnista Invitado
El poder en tiempos del coronavirus
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os Estados Unidos son el país con mayor número de afectados por el coronavirus, alrededor de 300 mil, de los cuales han muerto, hasta cuando escribo esto, unas 8.000 personas. Algo así como el 2,6 de los infectados han sido víctimas fatales, en un país que tiene más de 320 millones de habitantes. Fácilmente podría concluirse que el problema no tiene las dimensiones que nos quieren presentar, y de hecho son muchos los comentaristas que aducen que la mayor epidemia que estamos sufriendo es la del pánico. Para volver al caso de USA, podríamos redondear que una de cada 100 personas se ha enfermado de coronavirus. Una gripa corriente enferma más. Nos explican, sin embargo, que este razonamiento es irresponsable por cuanto no tiene en cuenta la extraordinaria capacidad de multiplicación del
H Gabriel Ángel virus. Ya oímos que un enfermo puede contagiar a tres y que, si cada uno contagia otros tres, habrá casi 60 mil contagiados tras la transmisión sucesiva de diez contagios.Vistas así las cosas el problema se vuelve muy serio. Basta con imaginar a cuánto ascendería la cifra si cada uno de esos 60 mil transmitiera a tres más su mal. De ahí que resulta completamente comprensible el escándalo mundial. Sobre todo, cuando volvemos los ojos a la capacidad clínica u hospitalaria para tratar los casos más graves. Aunque sean muy pocos vistos en conjunto, está claro que sobrepasan de lejos las posibilidades de atención. De allí que terminemos aterrados con los pacientes en Guayaquil, quienes, al no ser admitidos por falta de cupo en hospitales y clínicas, deben ir a morir en sus casas, sin que tampoco haya luego la capacidad administrativa
para recoger los cadáveres, que literalmente se pudren en sus viviendas o son sacados a la calle donde finalmente les prenden fuego. Fácil sería aducir que se trata de un país del tercer mundo. Pero en Italia y España, en Europa, viven dramas comparables. Incluso en los propios Estados Unidos. La deducción más obvia es que no hay país en el que los sistemas sanitarios estén diseñados para una eventualidad como la del coronavirus. Por tanto, lo más acertado es evitar el contagio. Y dado que este se transmite en la vida social normal, pues esta tiene que ser seriamente restringida. Quédate en casa se convirtió en la fórmula universal para contrarrestar la expansión de la enfermedad, lo cual ha puesto de presente las dificultades de supervivencia que brotan de las desigualdades económicas imperantes. ¿Qué comerán los pobres?
¿Existe un país que pueda soportar por tres o más meses una cuarentena, donde nadie, salvo en los servicios más elementales, vaya a sus trabajos? Como es obvio que sólo un reducido porcentaje de sus ciudadanos tendría cómo sostenerse, habría que pensar en el sostenimiento de la mayoría. ¿Cuántos Estados pueden garantizar eso? ¿Sus gobiernos estarían dispuestos a hacerlo? ¿A costa de su sistema bancario y financiero? No hay duda de que algo está muy mal organizado en el mundo actual. Es lo que vino a poner en evidencia el Covid-19. Quizás haya algún potentado filántropo que se apiade y acceda a cambiar. Difícil. Solo los pueblos tienen la palabra para transformar las cosas. El problema está en que el poder no lo tienen ellos. Está en las manos de los agiotistas, con su prensa, sus leyes, sus ejércitos. H
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EDITORIAL
Nuestras pandemias antidemo cráticas
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a pandemia generada por el Covid-19 crece con intensidad y saca a la superficie otras pandemias sociales que aquejan a la humanidad, y de manera particular, a nuestra nación. Este fenómeno ha evidenciado la precariedad de los sistemas sanitarios privatizados ligados al capital financiero. En nuestro caso, las deudas de las EPS con hospitales y clínicas son cercanas a los 9 billones de pesos, a lo que se suman los bajos salarios del personal sanitario, la desprotección de las poblaciones rurales y de los pobres de las ciudades, por falta de infraestructura, tecnología y recursos humanos sanitarios, que cuando existen, se destinan a las personas de mayores ingresos. Este modelo discriminador atenta contra el derecho a la salud de las y los colombianos, creando la necesidad de nacionalizar el sistema de salud, para sacarlo definitivamente de la órbita del mercado y corregir las falencias señaladas. Lamentablemente, a pesar de los anuncios, el presidente Duque reconoció que apenas esta semana girarán los recursos al sistema, quedando nuevamente en manos de las EPS. Por otro lado, las limitaciones y dependencias productivas, evidentes hace varios años, como el déficit en la balanza de cuenta corriente, la poca creación de riqueza, el aumento del desempleo y el creciente servicio de la deuda, han demostrado nuestra dependencia externa, a tal punto que debemos importar las mascarillas, medicamentos y equipamiento médico que, con una sana protección arancelaria y promoción real de la investigación y desarrollo, podríamos producir en nuestro país. A lo anterior se suma que nos han convertido en importadores netos de fer-
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opinión
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tilizantes y semillas para producir alimenA su vez, el gobierno entrega el tetos. Todo ello es producto de la apuesta rritorio nacional para las maniobras de neoliberal de hace 30 años que nos hizo provocación del presidente Trump condependientes de las exportaciones mine- tra el pueblo de Venezuela y el legítimo ro–energéticas y destruyó el agro y la in- gobierno de Nicolás Maduro. Los ejerdustria nacional. Es imperativo recuperar cicios militares a lo largo de la frontera la seguridad y soberanía sobre sectores colombiana y el apoyo en las operaciones estratégicos, como el alimentario, el sani- militares encubiertas por exmilitares vetario y de comercio exterior. nezolanos, dirigidas por el títere Guaidó Relacionado con la dependencia y las y asesores militares norteamericanos, son limitaciones productivas, está el creciente medidas intervencionistas e inconstitudesempleo que afecta aproximadamente cionales ya que no cuentan con la aproa 3,045 millones de colombianos y la alta bación previa del Congreso, como lo esinformalidad, que se acerca a 10 millones tipula la Constitución colombiana. de compatriotas (DANE, feb. 2020). El Evitar la intervención militar en Venemodelo ha hecho que la falta de ingresos, zuela es una de las tareas unitarias de las el rebusque y la vida precaria sean la co- fuerzas progresistas y revolucionarias en tidianidad de la mitad de nuestra fuerza nuestro país. Las pandemias sociales que laboral. aquejan al conjunto de la nación deben Esta precariedad llevarnos a redode la vida de 13 miblar nuestro trabajo, llones de colombiapara que muchos Evitar la intervención nos debe cambiar más construyamos mediante apoyos militar en Venezuela es una una organizada, monetarios directos de las tareas unitarias de consciente y podea los más necesitarosa fuerza popular, dos, la creación de las fuerzas progresistas y que permita transfuentes de empleo revolucionarias en nuestro formar y poner al formal, un plan de servicio del puerecuperación de la país. Las pandemias sociales blo, los sistemas de salud como dere- que aquejan al conjunto de salud y educación cho para todos los la nación deben llevarnos públicos de calidad, colombianos, el y una política que cumplimiento del a redoblar nuestro trabajo, permita un míniAcuerdo de Paz, para que muchos más mo vital de agua especialmente, el construyamos una organizada, potable, energía y punto uno, sobre comunicaciones. Reforma Rural In- consciente y poderosa Esta fuerza debe, tegral. Las medidas fuerza popular, que permita además luchar por deben destinarse al transformar y poner al servicio la implementación apoyo a la mayoría del Acuerdo de La de los colombianos, del pueblo, los sistemas de Habana, para lograr no para concentrar salud y educación públicos de la paz nacional y su aún más el capital consolidación reinicalidad financiero y para ciando la negociadevolver multiplición con el ELN. cados los aportes a la campaña electoral de También debe ser objeto prioritario Iván Duque y sus conmilitones. de la movilización popular el relevo de El Gobierno nacional aprovecha la la clase burguesa que entregó la soberaemergencia sanitaria para fortalecer su nía nacional a los Estados Unidos y no autoritarismo, y llevar a la parálisis al sis- fue capaz de construir un gobierno detema de justicia y al Congreso; además, mocrático, soberano, garante de la incluasume toda la gestión y control del po- sión social y de los derechos igualitarios der público, sin control del parlamento, y del hombre y la mujer. ¡Hagamos de las aprovecha esta omnipotencia para entre- calles y plazas de Colombia, los espacios garle al capital financiero los recursos de donde empiece la conquista de la demolos territorios. cracia real! H
Laboral
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Reunión de trabajadores de minas de carbón en el departamento del Cesar. Foto archivo.
Sector minero-energético
Despidos sin control Las consecuencias económicas del confinamiento han sido descargadas sobre los hombros de los trabajadores y los menos favorecidos. Despidos, suspensión de contratos y vacaciones anticipadas son algunas de las medidas tomadas por empresarios H Juan
Carlos Hurtado Fonseca
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ntre ocho y diez mil trabajadores que a través de empresas tercerizadoras laboraban para la estatal petrolera Ecopetrol, han sido despedidos desde que se inició en confinamiento en el ámbito nacional, como medida para detener la expansión del coronavirus. Así lo han hecho saber estos obreros y la Unión Sindical Obrera, USO, que a través de su presidente, Edwin Palma, ha emprendido medidas legales contra estas firmas contratistas. Según el dirigente sindical, solamente en la refinería de Barrancabermeja los despidos son alrededor de 1.500, en los campos de producción aledaños al complejo petrolero, otros dos mil y el resto en otras partes del país. Aunque estos trabajadores desempeñan labores misionales de la industria petrolera, pues ejercen en actividades como producción y mantenimiento, entre otras, sus contratos no son directos como lo ordena la ley, sino que su vínculo laboral es a través de otras empresas. “Para proceder de esta manera, los empleadores se aprovechan de la ineficacia de los medios de control, tanto administrativos como judiciales para proceder, ganan tiempo mientras que sale una decisión, y esta sale cuando ya ha pasado todo”, argumenta Edwin Palma al preguntársele acerca de la prohibición de despedir trabajadores en tiempos de confinamiento. Mínimo rendimiento No obstante, no es la única prohibición, sentencias de la Corte Constitucional han dejado claro en varias oportunidades que los trabajadores para labores misionales de las empresas deben ser contratados directamente, lo que es incumplido en la estatal petrolera.
En ese debate entre Ecopetrol y la USO, la empresa argumenta tener autorización, y para el sindicato, es una discusión que va más allá de lo jurídico, pasa el ámbito político: “Mientras no tengamos un gobierno que trabaje en la reducción o eliminación de los fenómenos de tercerización laboral, no se va a avanzar en ese sentido”, explica el presidente de la USO. Por otra parte, algunos de quienes están vinculados de manera directa continúan en los puestos de trabajo porque le empresa mantiene sus actividades, pero con todas las protecciones exigidas de acuerdo con sus labores. Ecopetrol trabaja al mínimo de su rendimiento, por lo que a muchos los confinó en sus casas con teletrabajo y a algunos otros les dio la posibilidad de adelantar vacaciones. La crisis como pretexto El sindicato se ha reunido con las empresas y entidades de control del Estado, pero las medidas no tienen reversa, por lo tanto, adelanta acciones legales. Las empresas tercerizadoras basan sus acciones en la crisis. Por su parte, la USO cree que la industria minera, tanto del sector privado como público, cuenta con los suficientes recursos para proteger a los trabajadores en crisis como la actual, por lo que han reclamado una renta básica para los obreros y no su despido. Por otra parte, varias organizaciones sindicales del sector minero de los departamentos del Magdalena y Cesar emitieron una comunicación en la que describen el actuar de las compañías que explotan carbón, luego de las medidas dictadas por el Gobierno para enfrentar la crisis. Según estas organizaciones, durante los primeros días de la emergencia sanitaria las multinacionales mineras intentaron mantener la operación normal de las minas, sin atender las recomendaciones de las autoridades sanitarias que señalaban la necesidad de
distanciamiento social para prevenir el contagio del virus, exponiendo la salud de más de 30 mil trabajadores y sus familias. Sin embargo: “Desde el 22 de marzo, ante la disminución de las ventas de carbón a nivel internacional y la presión de las comunidades, estas mismas empresas decidieron detener la producción, y han desencadenado una violación sistemática a los derechos laborales de miles de trabajadores en toda la región”, dicen las organizaciones sindicales de los mineros. Para ellos, la peor parte la están llevando los más de 20 mil trabajadores ilegalmente tercerizados, víctimas de varias estrategias, todas ellas en contravía del Código Sustantivo del Trabajo, CST, como lo son: 1. Vacaciones colectivas y vacaciones anticipadas argumentando fuerza mayor y sin consensuar con los trabajadores, contrario a lo establecido en el artículo 187 del CST, que exige notificar esta medida con por lo menos 15 días de anticipación. Empresas como Dimantec, Relianz, Maxo, Compass, Group, Eproq, Mecánica, Transcolba, y Asecolba notificaron a sus trabajadores esta medida de manera unilateral antes de que fuera promulgado el decreto 488 de 2020. 2. Suspensión y terminación de contratos, argumentando razones de fuerza mayor, sin autorización del Ministerio del Trabajo. 3. Licencias no remuneradas, también diciendo que la emergencia sanitaria constituye fuerza mayor, en varias empresas como Masa. 4. Varias empresas están presionando a los trabajadores para firmar “Acuerdos entre las partes” y justificar vacaciones, reducción de salarios, suspensión de contratos o incluso proponiendo a los trabajadores firmar cartas de renuncia voluntaria prometiendo volver a contratarlos cuando termine la emergencia. 5. Es muy posible que la emergencia se extienda por más de 60 días y en ese caso los trabajadores que han sido “obligados” a disfrutar sus periodos de vacaciones serán notificados de suspensiones o terminaciones de contrato, o en el mejor de los casos quedarán “endeudados” con las empresas. Para los trabajadores del Carbón, las multimillonarias riquezas que han acumulado multinacionales como Drum-
mond, Prodeco y Cerrejón han sido posibles solo por la sistemática explotación de la mano de obra de miles de trabajadores de la región, por lo que, lo mínimo que podría esperarse es que cumplan con la responsabilidad social. Los sindicatos denunciaron la situación antiobrera y antisolidaria por parte de las mencionadas y otras empresas del sector que tercerizan actividades misionales, y trasladan a los trabajadores y a sus familias los costos de la emergencia, a pesar de que durante varias décadas han obtenido millonarias ganancias gracias a la explotación de los recursos naturales y a la explotación de la mano de obra en la región. Exigencias de la CUT Por otra parte, desde el pasado 20 de marzo y previendo la situación que se presentaría en la que las empresas descargarían los efectos de la crisis sobre sus trabajadores, la Central Unitaria de Trabajadores, CUT, hizo varias propuestas de medidas laborales urgentes frente al Covid-19, y solicitó al Ministro del Trabajo, convocar a la Comisión Permanente de Concertación de Políticas Salariales y Laborales, para evaluar la situación laboral que se está presentando durante la emergencia, discutir las medidas adoptadas y las siguientes propuestas: - Prohibir a todas las entidades públicas del orden nacional o territorial, centralizadas o descentralizadas por servicios, la suspensión o terminación de contratos de prestación de servicios temporales durante el tiempo que dure el estado de emergencia, así como investigar y sancionar a aquellas que han adoptado estas medidas y reversarlas. - Reducir o flexibilizar jornadas laborales para trabajadoras del sector privado o público, que tengan responsabilidades familiares de cuidado de niños, niñas, adolescentes, personas enfermas o adultas mayores. - Generar campañas para que en los hogares se recurra a acciones concretas de redistribución de tareas del cuidado y de prevención de violencia intrafamiliar. Para las trabajadoras domésticas remuneradas, adoptar una legislación excepcional (con base en el estado de emergencia) que garantice su salario
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Bajo los invernaderos de flores
Las espinas del Covid-19 Las mujeres que trabajan el sector de la floricultura también han sido víctimas de medidas gubernamentales y empresariales que no las protegen H Redacción
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a Organización Nacional de los Trabajadores Obreros de la Floricultura Colombiana, ONOF, dio un informe sobre las consecuencias laborales del coronavirus en fincas de Cundinamarca. Según la organización sindical, integrada mayoritariamente por mujeres, la empresa Jardines de Los Andes ha generado a sus trabajadoras una carta de autorización del trabajo presencial y de movilidad desde las 6:00 de la mañana hasta las 6:00 de la tarde. Además, una cláusula adicional al contrato que dice que a partir del 1 de abril la trabajadora dejará de desempañarse en una jornada laboral de 47.5 horas semanales y pasará a desarrollar una jornada laboral por horas laboradas. Como consecuencia del cambio de jornada laboral, dejará de recibir su salario base y pasará a devengar un salario por horas que efectivamente sean laboradas. Igualmente, algunas trabajadoras se atreven a denunciar que al personal de administración les está bajando sus salarios y trabajando más de las ocho horas y sábados y domingos. Sin dotación Por otra parte, la finca Colibrí Flowers, está discriminando a los sindicalizados. El pacto colectivo de esta empresa señala que el tiempo de vacaciones es de 21 días, pero ahora llamaron a los sindicalizados y les dijeron que solo les darían los 15 días de ley, que no tienen derecho a más, aunque la medida vaya contra la ley. Frente al tema de bioseguridad por el Covid-19: En la poscosecha pusieron una máquina nebulizadora y los trabajadores antes de entrar deben pa-
sar por ahí, tapabocas no suministraron. ONOF denuncia incumplimiento en entrega de dotación en la empresa Tone Flowers, en donde entregan guantes de carnaza, a las trabajadoras no les dan guantes de caucho para oficios varios. “A primera hora dan orden para fumigar los bloques y a las 3 o 4 horas hacen entrar a los trabajadores a cortar y hacer labores exponiéndolos directamente a enfermedades (esto está prohibido)”. A sus trabajadores no les dan dotación cada 90 días como lo señala la ley, en ocasiones les suministran una por año y además incompleta, si les dan pantalón y camisa no les dan zapatos ni botas. Tampoco les pagan horas extras: “Estas se las van acumulando y se las devuelven cuando los trabajadores necesiten un permiso o cuando la empresa lo considere, incumpliendo con la normatividad laboral abiertamente. Y como si fuera poco por el Covid-19 despidieron trabajadores, pero ahora decidió llamarlos por días, es decir, a “destajo” dos o tres días de trabajo y sin garantías laborales. En Inverpalmas, inicialmente a los trabajadores con restricciones médicas los enviaron de vacaciones, la empresa también decidió poner a sus trabajadores de manera intermitente a trabajar días por medio, aunque desistieron rápidamente de esta iniciativa, y como los despachos aumentaron, volvieron a llamar al personal que habían enviado inicialmente a vacaciones.
Trabajadora de flores en finca de Cundinamarca. Foto archivo.
Por la expansión del virus, la finca Mercedes S.A. empezó a sacar al personal principalmente de la poscosecha, pero a la semana siguiente tuvieron que volverlos recibir y pagarles la quincena de manera normal.
Ante la situación del coronavirus la empresa Mountain Roses, tomó varias decisiones. inicialmente se laboró día de por medio, pero por las quejas y resultar muy pesado este horario, decidieron implementar tres turnos. Los mayores de 50 años y aquellos con problemas respiratorios salieron a vacaciones, algunos con licencias remuneradas. La empresa Flexport de Colombia, aprovechando la pandemia decidió despedir prácticamente a la mitad de las trabajadoras, de casi 700 quedaron alrededor de 300 -suministradas por
la temporal Employment-. Los directos por la empresa que ya iban a cumplir el año también fueron despedidos. Así pues, quienes quedaron están siendo sobreexplotados, pues tienen que realizar las labores de los que sacaron, algunos laborando más de 12 horas al día, igualmente sacaron trabajadores a vacaciones, y a otros los sacaron con licencias no remuneradas, explicó la ONOF. El contrato de trabajo dice que tienen 30 minutos de almuerzo, aunque en estos días solo les dan 20 minutos. H
-No podrán terminar ni suspender ningún contrato laboral, independiente de su plazo o modalidad. -Deberán aplicar como primera opción el teletrabajo. -Como segunda opción considerar la aplicación del artículo 140 del Código Sustantivo del Trabajo (salario sin prestación del servicio). -Concertar jornadas flexibles o turnos de trabajo.
-En aplicación del principio de protección del trabajado y diálogo social, Gobierno y empresarios deberán discutir la adopción de estas medidas con las organizaciones representativas de trabajadores y no con los trabajadores individualmente (irrenunciabilidad de derechos). Al momento de cierre de esta edición, el presidente de la CUT, Diógenes Orjuela, le dijo a VOZ que la reunión
se realizaría el 7 de abril con la presencia del Ministerio de Salud. Esta se llevaría a cabo en medio de la discusión nacional sobre la propuesta del presidente de la República, Iván Duque, de declarar un “aislamiento inteligente” en el que se tendrían condiciones particulares para que trabajadores pudieran volver a sus puestos, o continuar en confinamiento luego del 12 de abril. H
Jornadas de doce horas
DViene página 6 sin prestación de servicio, durante las medidas de emergencia del coronavirus. - Para los trabajadores dependientes, en aplicación de los principios de estabilidad laboral, continuidad en el ingreso e irrenunciabilidad de derechos, adoptar normatividad especial y excepcional, que implique que los empleadores:
Por los bajos precios del carbón y la presión de las comunidades y los trabajadores por el coronavirus, las empresas decidieron detener la producción. Foto archivo.
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Se extiende la cuarentena hasta el 27 de abril
Intereses del capital vs. salud pública
Alocución presidencial de Iván Duque donde extiende la cuarentena nacional hasta el próximo 26 de abril. Foto Presidencia.
Levantar el aislamiento obligatorio requiere de consideraciones objetivas con respaldo científico, pero Colombia no tiene cifras reales sobre el contagio de sus ciudadanos H Redacción política
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a mayoría de los países en el mundo optaron por la estrategia de confinamiento como primera muralla contra la pandemia del Covid-19. El aislamiento social trae como consecuencia el freno de la economía. La fase de mitigación de la crisis pone a prueba la capacidad gubernamental para proteger a sus ciudadanos, fortalecer los sistemas médicos, comida para la gente y servicios públicos básicos garantizados. El aislamiento aplica para las personas que han resultado positivos, en casos sospechosos o en gente que ha tenido un contacto estrecho con enfermos del Covid y que tendrían una alta probabilidad de contagio, explican expertos. El aislamiento es para evitar el contacto físico de personas enfermas y sanas, y se hace dentro de un hospital. En cambio, la cuarentena es la forma de limitar el movimiento de personas sanas que pudieran haber estado expuestas al virus y no lo saben. La cuarentena dura 14 días y la debe hacer toda persona proveniente de algún lugar ya afectado por el Covid-19. Ampliación de la cuarentena China puso en cuarentena a la ciudad foco de la enfermedad, Wuhan, desde la tercera semana de enero, pero el virus ya había emigrado. En febrero, Colombia empezó a escuchar del virus por cuenta de los compatriotas instalados en el centro de la epidemia. Dos meses después, el país experimenta una cuarentena, que significa encierro
obligatorio y nacional; al respecto, el presidente Iván Duque dijo: “teniendo en cuenta el comportamiento del virus e información de salud pública analizada, hemos tomado la decisión de mantener el Aislamiento Preventivo Obligatorio”. Italia y España han sido noticia en el mundo por el creciente número de contagios y fallecimientos, como de los esfuerzos del personal médico para salvar vidas. La epidemia rebasó la capacidad de los sistemas de salud de Europa. #QuédateEnCasa ha sido la tendencia mundial en redes sociales, mientras el mundo veía de manera dramática como camiones militares convertidos en carros fúnebres trasladaban cadáveres a incinerar. La OMS recomendó a los estados preparar sus sistemas médicos, y en especial a los profesionales de enfermería, considerados columna vertebral de cualquier sistema de salud.“Muchos de ellos se encuentran en primera línea en la batalla contra la Covid-19», pero en Colombia a los trabajadores de la salud se les desprecia, multa o golpea. El fracaso de la propuesta holandesa La cuarentena tiene una segunda finalidad, darles tiempo a los Estados para enfrentar una crisis hospitalaria que requiere de Unidades de Cuidados Intensivos, médicos, enfermeros y bioseguridad, que sean colocados en primera línea. Las calles vacías y la reducción en la producción traen como consecuencia un freno de la economía que tiende a agudizar la crisis social, siendo el Gobierno nacional el llamado a solucionarla. El trino presidencial le dio la razón a los que reclamaban mayor cuarentena privilegiando la vida, en contravía de los gremios económicos afiliados al Consejo Gremial Nacional, que preferían un “aislamiento inteligente” siendo flexibles las condiciones del encierro. ** La asociación de los gremios económicos la preside Sandra Ortiz, quien en entrevista para Caracol Radio dijo
respaldar la decisión y anunció que los gremios le preparan ofertas al presidente para flexibilizar algunas actividades que permita reactivar su economía, evadiendo la restricción que va hasta el 26 de abril. “Estamos trabajando protocolos para entregarle al Presidente Duque”, dijo Ortiz.
ayuda en la frontera, dicen autoridades en Cúcuta. El riesgo epidemiológico en Norte de Santander y el resto de frontera binacional se incrementa por el retorno de población venezolana migrante.
Aplanar artificialmente la curva
La siguiente fase, el gobierno la denomina de mitigación y se hace con el sector salud, hoy en manos de privados. Por ello la oposición ha señalado la inconveniencia de permitir que las EPS sean las conductoras de la estrategia contra la pandemia. “Al dejar las pruebas de Covid-19 a las EPS para aquellas personas que se sienten ya enfermas se pierde completamente la posibilidad de encapsular socialmente el virus. Se destruye así la principal estrategia de lucha que podríamos tener”, señala el senador Gustavo Petro. Los giros en medio de la declaración de estado de emergencia por parte del presidente Duque han sido de 2,71 billones de pesos directamente a las EPS e IPS públicas y privadas. El asunto es que no se cuenta con una auditoria real por parte de la entidad que gira el dinero, la Administradora de los Recursos del Sistema General de Seguridad Social en Salud, Adres, y no hay evidencia del uso de esos dineros. “El riesgo está en que las EPS estén usando el dinero para edificios y gastos suntuosos como los salarios de sus juntas directivas, pero no para contener la epidemia y curar a los contagiados”, aseguró la senadora Aída Avella en un debate de control político a las EPS. El Gobierno no ha estimado cumplir la deuda pública que tienen las EPS con los hospitales públicos, y a las IPS que prestaron servicios. La deuda tiene un considerable pasivo laboral con los médicos y en general con los trabajadores de la salud. La ley de punto final debe adelantarse para darle capacidad a los hospitales para atender pacientes y lograr aplanar la curva de la pandemia, que solo el 6 de abril dejó en Colombia 11 muertos. H
Mientras los gremios priorizan la economía los médicos piden recursos directos para los hospitales públicos, instrumentos médicos y de bioseguridad, y que les paguen sus salarios, mientras la Procuraduría General de la Nación pone en duda los reportes de contagiados en Colombia. “Es doloroso decirlo, pero las cifras que conocemos hoy de infectados por #Covid_19 no son reales. Hay que trabajar en las pruebas para tener un escenario muy claro de la población que está infectada y poder tomar decisiones certeras”, dijo por twitter el procurador Fernando Carrillo. El ministerio público advierte que cualquier decisión sobre la cuarentena debe tomarse con las cifras completas. Colombia solo tiene una máquina de análisis para el Covid-19. El Gobierno aún no amplía sus laboratorios para garantizar que se estudie un número considerable de pruebas. La queja del Procurador General se conoció cuando se dañó la máquina que estudia molecularmente las muestras. Por eso Venezuela le donó a Colombia dos máquinas de origen chino con capacidad de estudiar 100 mil pruebas al día. Duque rechazó la donación por venir del gobierno bolivariano que preside Nicolás Maduro. Los gremios cerraron filas y el partido de gobierno y la derecha en general, aplaudieron la decisión de no recibir la donación. Por su parte los gobiernos locales, especialmente los que comparten frontera con Venezuela, buscan canales de comunicación con el vecino país para recibir la donación como gobierno local. Una de esas máquinas que dona el gobierno bolivariano sería de gran
Las EPS no pueden asumir la crisis
www.semanariovoz.com En entrevista con VOZ, Jorge Virviescas, asesor de la Unidad de Apoyo Normativo, UAN, de la concejala Heidy Sánchez de Colombia HumanaUP, analiza la respuesta de la Alcaldía frente a la crisis sanitaria y social y el panorama de la capital ante el reto de la pandemia
Política
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Coronavirus en Bogotá
“Hace falta más voluntad política”
Jorge Virviescas. Cuarentena en Bogotá. Foto Alcaldía Mayor de Bogotá.
H Roberto Amorebieta
@amorebieta7
–¿Cómo ha estado trabajando el Concejo de Bogotá durante el confinamiento? –El Concejo ha hecho un seguimiento sistemático al accionar de la administración a través de un foro virtual permanente donde se han convocado sesiones de control político y se han citado a funcionarios para discutir temas relacionados con la crisis. Allí han participado funcionarios de la Alcaldía y expertos invitados. Por ejemplo, nosotros invitamos a los médicos Román Vega y Juan Simbaqueba, expertos en salud pública y miembros del Partido Comunista. De estos foros han surgido recomendaciones sobre salud pública, epidemiología, integración social, seguridad, gobierno y desarrollo económico. Uno de estos foros coincidió con un debate sobre salud pública previamente convocado por la bancada de Colombia Humana-UP y liderado por nuestra concejala Heidy Sánchez. En ese debate, Heidy hizo un balance del sistema de salud pública en Bogotá y puso en evidencia el desmonte de la política de territorialización de la salud, es decir, la disminución de la capacidad operativa de las entidades de salud pública en los barrios y localidades. –¿Puede explicarlo mejor? –Peñalosa desmontó los centros de salud en los barrios y centralizó toda la atención en solo cuatro hospitales, acabó con los equipos de búsqueda activa que antes iban a los barrios a hacer diagnósticos, despidió a más de 6.000 contratistas de la salud como personal médico y de enfermería, destinó recursos a subsidiar al sector privado y concentrando la capacidad en la red pública y privada en los sectores más pudientes, dejó desprovistos de atención a los más vulnerables. Todo ello ha llevado a que en los territorios haya hoy más capacidades de reacción que de prevención, es decir,
no hay un enfoque de salud preventiva y si bien se cuenta con una capacidad hospitalaria que hoy parece suficiente, el problema está en que no hay cómo identificar a los contagiados antes que presenten síntomas. El otro problema muy importante es qué hacer con las personas más vulnerables durante el confinamiento. La Secretaría de Integración Social y el Instituto para la Economía Social, IPES, han tenido reducciones de presupuesto que han limitado su capacidad para atender las necesidades económicas más urgentes. Peñalosa desmontó la atención social, la focalizó en algunas localidades y tercerizó la prestación de muchos servicios que corresponden a la Secretaría. –¿Entonces, qué se ha hecho? –Hoy se ha tenido que hacer una reingeniería a toda marcha, devolverse a la territorialización y crear equipos de búsqueda de población vulnerable. Podemos decir que se ha avanzado en una identificación de las necesidades en barrios de estrato 1, 2 y 3, pero en localidades de clase media no hay herramientas para detectar, por ejemplo, casos de pobreza oculta. La Secretaría ha tenido que reinventarse rápidamente con la consecuencia previsible de que haya mucha lentitud en las respuestas. Desde la bancada hemos insistido en la necesidad de atender con más rapidez a poblaciones que no tienen ninguna cobertura, como habitantes de calle, trabajadores informales y trabajadoras sexuales.Vemos además indefinición frente a los migrantes venezolanos. ¿La Alcaldía asumirá su cuidado o debe hacerlo Migración Colombia? Eso nos preocupa. Bomba de tiempo –¿Cómo ven a la Alcaldía frente a la crisis? –Vemos que no hay respuesta clara en el ámbito local. La urgencia manifiesta ha permitido tomar decisiones,
pero estas no han sido consultadas con los ediles. Continúa el proceso de selección de los alcaldes locales y eso retrasa las acciones, pero en cualquier caso los recursos de las localidades no son suficientes porque solo tienen hasta el 10% del presupuesto distrital. No vemos propuestas en desarrollo económico estructural, no solo de atención a la población más vulnerable, la cual tampoco es suficiente. El IPES está actualizando el censo de trabajadores informales, pero ¿y los comerciantes?, ¿y los pequeños negocios? –¿Y qué pasa con los sectores más vulnerables? –En el tema de la salud pública tampoco se han tomado decisiones de fondo, solo ampliar la capacidad hospitalaria. La presencia territorial avanza lentamente (solo hay 100 equipos territoriales cuando debería haber al menos 1.000), no se ha querido asumir el control de la red privada, la localidad de Mártires, por ejemplo, es una bomba de tiempo. Es el corazón de la crisis, allí se juntan las poblaciones más vulnerables y no vemos una respuesta de fondo. ¿Y los pagadiarios? ¿Y la salubridad en los inquilinatos? En fin, son medidas que van en la dirección correcta, pero nos parecen insuficientes. Heidy tomó la iniciativa de crear un sistema de denuncias ciudadanas que nosotros tramitamos ante las autoridades distritales. Hemos recogido denuncias de todo tipo: call centers que obligan a sus trabajadores a asistir, falta de atención en las localidades, demora en las respuestas. Se hizo una sesión para presentar las denuncias y descubrimos que además hay dificultades en la seguridad. En un foro sobre seguridad hubo un debate porque la derecha pedía la militarización de la ciudad ante el poco acatamiento del aislamiento. Ellos reconocen que ocurre por la necesidad de muchos de buscarse la subsistencia, pero con todo, reiteraron la propuesta de la militarización. –¿Hay respaldo del Concejo a la Alcaldía?
–Reconocemos que muchas de esas dificultades se dan por el desmonte del sistema distrital de salud pública que hizo Peñalosa. Acompañamos a la Alcaldía, pero consideramos que su acción puede ser más audaz. Hay que tener en cuenta la corresponsabilidad del gobierno nacional en todo esto, pero aun así se puede hacer más. En general, hacemos una evaluación positiva, pero pensamos que sigue siendo insuficiente. En general hay un consenso a favor de lo que está haciendo la Alcaldía, pero en lo concreto sí tenemos diferencias. Todos estamos de acuerdo en fortalecer lo territorial, proteger a los trabajadores de la salud y extender el aislamiento, pero no hay acuerdos, por ejemplo, sobre el Hospital San Juan de Dios o la propuesta de militarización. Nos preocupa, eso sí, que las pruebas de diagnóstico van muy lentas. No es solo que los síntomas aparecen a las dos semanas, sino que la única máquina de diagnóstico se dañó por unos días. –¿Hay plata para todo esto? Financieramente, ¿es posible garantizar el aislamiento por dos meses o más? –Depende de la voluntad política de la Alcaldía. Hace falta más contundencia. La emergencia ha permitido hacer traslados presupuestales y con eso se ha trabajado, pero por ejemplo no se han tocado los contratos con los operadores de Transmilenio, a quienes la Alcaldía sigue manteniendo la tasa de ganancia, es decir, a pesar de la disminución de la demanda ellos siguen recibiendo el mismo dinero. Transmilenio es un sifón para los recursos públicos. La Alcaldía puede renegociar contratos y no se ha atrevido. No puede ser que se recorten programas sociales y no se toquen las finanzas de los que tienen más ingresos. Están muy bien las donaciones, pero eso no tiene nada que ver con poner a tributar a los ricos. H
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Tres producciones cinematográficas disponibles en internet, nos acercan a la realidad del país que hace 72 años experimentó la mayor tormenta política y social de su historia H Óscar Sotelo Ortiz @oscarsopos
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e conmemoran 72 años de los acontecimientos del 9 de abril de 1948 en Colombia. Desde la promulgación de la Ley 1448 de 2011, esta fecha se ha convertido en el Día Nacional de las Víctimas, y con ello, en el espacio para reivindicar el sinnúmero de historias emblemáticas y anónimas que ha dejado el dramático conflicto armado en el país. Con las disposiciones de las autoridades derivadas de la pandemia del Covid-19, los movimientos y organizaciones de víctimas en Colombia han organizado una velatón nacional por la vida de las lideresas y líderes sociales en los territorios. El semanario VOZ acompaña esta convocatoria, que se realizará el jueves 9 de abril a las ocho de la noche. La acción es sencilla: encender una vela en memoria de quienes nunca regresaron a casa. De igual forma, el periódico quiere recomendar tres producciones cinematográficas, disponibles en internet, que nos acercan a la realidad social y política de los sucesos que hoy cumplen siete décadas de historia. Las lecciones de la historia “Los acontecimientos de abril de 1948 significaron un cambio tan profundo, una ruptura con el pasado (…) que desataron la tormenta política y social más formidable en nuestra historia”, señaló en su momento Gilberto Vieira a propósito de la revuelta popular desencadenada ante la muerte de Jorge Eliécer Gaitán. Es transcendental ubicar el contexto y las dinámicas que se desataron para darle al 9 de abril la importancia que tiene en la memoria de Colombia. Existía un contexto internacional fundamental. Con el fin de la segunda guerra mundial y la perspectiva de
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Fotograma de Un 9 de abril… Foto Retina Latina.
Para entender el 9 de abril desde la casa
El Bogotazo en pantalla chica confrontación económica e ideológica entre los Estados Unidos y la Unión Soviética, fenómeno que se conoció como la Guerra Fría, Latinoamérica se convirtió en una prioridad para la política exterior norteamericana. La IX Conferencia Panamericana, convocada en Bogotá para los primeros días de abril, tenía como propósito fortalecer los intereses de los Estados Unidos alrededor de su política anticomunista, mientras que los Estados del hemisferio tenían la expectativa de consolidar una especie de “Plan Marshall” para América Latina. De este proceso nació la Organización de Estados Americanos, OEA. País político y país nacional En el plano doméstico, Colombia vivía una efímera, pero importante bonanza cafetera, que, junto al proceso lento de industrialización, determinaban el lugar económico del país en el periodo post-guerra, es decir, periférico y dependiente. Con un país de composición mayoritariamente agraria, pero con una emergente clase obrera asentada en ciudades, el país experimentaba el retorno del Partido Conservador en cabeza de Mariano Ospina Pérez. Por su parte, Jorge Eliécer Gaitán, promisorio y rebelde líder liberal, caracterizaba el momento a partir de la confrontación entre un país político, representado por élites privilegiadas, y un país nacional de muchedumbres olvidadas. Precisamente Gaitán, de extracción popular y de un exponencial carisma, simbolizaba y lideraba las aspiraciones inmediatas alrededor de una solución pacífica, legal y a corto plazo de las angustias y sufrimientos de una mayoría social que padecía el rigor de la exclusión. Este proyecto político se vio truncado con el asesinato del caudillo y la subsiguiente revuelta espontánea conocida como “El Bogotazo”. Con este ignominioso acto y sus conse-
cuencias posteriores, la historia de Colombia cambió para siempre. Un 9 de abril Bajo la dirección del profesor Edgar Humberto Álvarez, conocido en redes sociales por su trabajo “Se lo explico con plastilina”, se estrenó en el 2016 un cortometraje-documental de animación sobre los acontecimientos que se desataron con el asesinato de Gaitán. Un 9 de abril… es un viaje animado a través de imágenes representativas de “El Bogotazo”, interpretadas por un sublime montaje en plastilina, con el propósito de exorcizar los fantasmas de un país que olvida con facilidad. Utilizando símbolos y apelando directamente a las emociones, la pieza cinematográfica reta al espectador a un ejercicio automático de memoria. La muerte como partera particular de los sucesos, la euforia espontánea de las masas enardecidas, la incertidumbre ante el caudillo inmolado y la perspectiva desoladora de las víctimas después del caos, hacen que Un 9 abril… sea el material perfecto para entender la ruptura sociopolítica que significó “El Bogotazo”. La película está disponible en la plataforma www.retinalatina.org Cóndores no entierran todos los días En 1983 se estrenó el largometraje Cóndores no entierran todos los días, de Francisco Norden y basada en el libro homónimo de Gustavo Álvarez Gardeazabal sobre la vida de León María Lozano “El Cóndor”, uno de los más representativos exponentes de las policías paramilitares en el periodo de La Violencia. Hijo del excontador de los Ferrocarriles Nacionales, mensajero adolescente, dueño de un puesto de quesos, padre de dos hijas, católico hasta el tuétano y sanguinario asesino de liberales, “El Cóndor” se convirtió, comenzando la década de los cincuenta en el amo y
señor, no solo de Tuluá sino de todo el Valle del Cauca. Su poder lo adquirió, cuando en la noche del 9 de abril, con tres hombres armados y un taco de dinamita logró detener la revuelta popular en un pueblo mayoritariamente liberal. Protagonizada por el inolvidable Frank Ramírez, el film construye un retrato de las regiones en la década de los cuarenta en Colombia, así como la extracción popular del movimiento gaitanista, la estructura de una sociedad dividida por colores en medio de la pobreza, la violencia irracional partidaria con complicidad del Partido Conservador y la Iglesia Católica. Restaurada para formatos digitales, se encuentra disponible en la plataforma www.retinalatina.org. El doctor Mata Famoso fue en la década de los cuarenta el nombre de Nepomuceno Matallana, personaje que pasó de ser un prestigioso abogado y un portaestandarte de las buenas costumbres de la élite bogotana, a un condenado asesino y embaucador profesional. En 2014 esta enigmática historia, fue llevada a la televisión por el director Sergio Cabrera en una de las mejores miniseries en la industria nacional de entretenimiento. Con la magistral actuación de Enrique Carriazo, El doctor Mata desde el género policiaco y periodístico retrata el caso que llevó al opulento tinterillo a la cárcel. También dibuja a fondo las profundas diferencias de clase entre la élite bogotana y la muchedumbre popular, el proyecto gaitanista y su esperanza de cambio en las barriadas de la capital, y el papel del periodismo de investigación en contra del poder. Sin embargo, lo más fascinante de la producción es la recreación cinematográfica del 9 de abril que, en la narrativa de la serie, no solo cambiará la historia de Colombia, sino también el particular caso del doctor Matallana. Disponible en YouTube. H
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El despiste de la política antidrogas (II)
Estrategia militar y simulación de paz “Pareciera que desde el Ministerio de Defensa se estuviera aprovechando la coyuntura de la pandemia para vulnerar derechos humanos y violar el acuerdo de paz, sobre todo, en materia de erradicaciones forzadas de cultivos”: Juan Carlos Quintero H Carolina Tejada
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l compromiso del Gobierno nacional con la sustitución de los cultivos de uso ilícito, en el marco de punto cuatro del acuerdo de paz con las FARC, se recoge en el Programa Nacional Integral de Sustitución de Cultivos de Uso Ilícito, PNIS. Dicha sustitución debe ser voluntaria y concertada en los Planes Integrales Municipales, en el contexto de la Reforma Rural Integral, RRI, y deberá contar con las comunidades. Sin embargo, Juan Ramiro Atehortúa, presidente de la Fundación por la Defensa de los Derechos Humanos, el D.I.H. y la Defensa del Medio Ambiente de la Amazonia, Dhrimaa, comenta que el acuerdo no se cumplió a pesar de que desde sus inicios el gobierno de Iván Duque se había comprometido con las 130 mil familias, que firmaron para la sustitución voluntaria de cultivos. Entonces, esta se hace por medio de la violencia, aun cuando las familias empobrecidas que viven de este tipo de siembra no tienen alternativas económicas. Erradicaciones y violaciones a los DD.HH. Para Atehortúa, lo que viene haciendo el Gobierno es una “violación a los derechos humanos, e igualmente, hay una desmoralización de los campesinos por sus proyectos, porque tenían una idea clara de lo que podía llegar a ser, pero que no fue, por culpa de un gobierno mentiroso”. Según relata el líder, esperaban que las violaciones a los DD.HH. por parte del Gobierno, pararan luego del acuerdo de paz, pero “el Ejército sigue atropellando al campesino, haciendo falsos positivos judiciales, equiparando el actuar de la comunidad con el de los grupos al margen de la ley. Lo que están haciendo es provocando un desplazamiento forzado por parte del mismo Estado”. Uno de los líderes afro de la Red de Derechos Humanos del Pacífico Nariñense, Redphana, también le señaló a VOZ: “Lo que sucede con el PNIS es que todo se paró. A algunos consejos comunitarios de Tumaco se les hicieron unos desembolsos y nunca más apareció el Gobierno. A los demás consejos no los tuvieron en cuenta. A las comunidades las han venido erradicando de manera forzada, y en una de esas erradicaciones asesinaron a un campesino sin que se sepa aún si fue el Ejército o el Esmad”.
Las comunidades campesinas sobreviven a pesar dde la pobreza y la persecución.
Este mismo panorama se vive en el Catatumbo, otra de las zonas con extensos cultivos de uso ilícito y en donde también se firmaron compromisos para la erradicación concertada. En esta región VOZ dialogó con Juan Carlos Quintero, integrante de la Asociación Campesina del Catatumbo, Ascamcat, quien explicó que para los campesinos de la región “existen fuerzas oscuras que vienen incrementando su accionar desde que llegó la crisis del Covid-19, eso está demostrado en el asesinato de líderes sociales y de exguerrilleros de las FARC, en varias partes del país”. Reflexiona que, en medio de la pandemia, asesinatos como los que ocurrieron en el Putumayo, representan esa intencionalidad y que son casos que se relacionan con las zonas en donde existe una disputa por el cumplimiento de los acuerdos de paz y de la sustitución de cultivos. “Hay un caso que fue muy relevante y es el del líder Marco Rivadeneira, en Putumayo. El análisis que uno puede hacer es que pareciera que desde el Ministerio de Defensa se estuviera aprovechando la coyuntura de la pandemia para vulnerar derechos humanos y violar el acuerdo de paz, sobre todo, en materia de erradicaciones forzadas de cultivos, es lo que hemos visto de manera simultánea”. El caso de Marco Rivadeneira fue muy conocido en el ámbito nacional, pues era un líder destacado en todo el país. Fue asesinado el 19 de marzo, en el municipio de Puerto Asís. Era promotor de los acuerdos de paz y defensor de la sustitución de cultivos. Igualmente, está el asesinato del joven campesino Alejandro Carvajal, por parte del Ejército Nacional en el marco de la movilización contra las erradicaciones violentas, el 26 de marzo en Sardinata, Norte de Santander. En el caso del PNIS, “estamos siendo invitados al funeral del pro-
grama. Las instancias creadas por el acuerdo de paz para este punto no se volvieron a convocar ni el consejo permanente de dirección del PNIS, ni la junta estratégica de dirección, ni las instancias locales están vinculando a más familias a la cobertura que tenía el programa. Prácticamente su acción administrativa es paquidérmica en los territorios. En el caso del Catatumbo, de 14 municipios con cultivos ilícitos el Gobierno solamente avanzó en la vinculación de dos, Sardinata y Tibú. En un balance insuficiente y contrario el acuerdo, mantienen la postura de no involucrar nuevos municipios”, comenta Quintero. Zonas Futuro: Estrategia militar Los líderes de estas regiones coinciden en que se está viviendo una estrategia militar “diseñada por el Comando Sur de los Estados Unidos, liderada por Rafael Guarín, consejero para la Seguridad del gobierno de Duque y que tiene varios fines. Uno de ellos, simular el cumplimiento del acuerdo de paz y que a su vez lo desnaturaliza desde el punto de vista de dos herramientas sociales que tienen los territorios”, argumenta Quintero. El dirigente agrario habla del decreto que reglamenta las Zonas Futuro, el decreto 2278 de 2019, en el que, según el Gobierno, se destinarán recursos para acelerar el desarrollo en las zonas consideradas como las más afectadas por el conflicto. Y en donde el Gobierno concentrará esfuerzos para resolver los denominados desafíos sociales y de seguridad en Colombia. Estas zonas son Catatumbo, Pacífico nariñense, Bajo Cauca, sur de Córdoba, Arauca, Chiribiquete y parques nacionales naturales aledaños. Según Quintero, “bajo esta estrategia se estimula el incumplimiento del
acuerdo de paz, se desnaturaliza el Plan de Desarrollo y se hace todo el esfuerzo posible para regresar a una vieja política de guerra contra el narcotráfico, que ha fracasado. Su principal piloto es la zona del Catatumbo, es lo que el gobierno de Duque a través de José Emilio Archila Peñalosa ha llamado ‘Catatumbo sostenible’, que también les ha servido para generar las condiciones que permitan el financiamiento de economías como el carbón, petróleo y la palma, que en nada benefician a las comunidades”. Esta lectura la comparten las comunidades de la costa pacífica nariñense: “Las zonas futuro, no son más que la militarización que ya venía haciendo el gobierno de Uribe, con el que controlaba los territorios para debilitar a los líderes y los procesos de las comunidades. Llegan y sin ninguna planificación o participación de la comunidad, hacen una escuela, sin profesores ni garantías para las comunidades y ahí dejan el elefante blanco”, menciona el líder. En términos generales, en las zonas en las que los programas de sustitución de cultivos debieron haber avanzado y consolidado los proyectos productivos de las comunidades, estos no se han dado. Por el contrario, esas mismas zonas que creyeron en los acuerdos firmados en La Habana, hoy se encuentran, como los mismos líderes lo indican, sin la protección del Estado, en medio de quienes ejercen la violencia por el control del territorio y de los cultivos. Y, peor aún, en medio de una estrategia militar llevada a cabo por el Gobierno a través de sus Fuerzas Militares que no actúan como garantía de derechos, sino como la pandemia a la que la mayoría de la población de estas zonas le quieren huir por temor a perder lo que les queda: su integridad y su vida. H
Economía
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Gremios y empresarios
¿Qué la paguen ellos! El gran empresariado colombiano está en la obligación ética y moral de aportar de sus recursos para contribuir a superar la gravísima calamidad sanitaria por la que se atraviesa. Los gremios económicos en conjunto tienen una deuda social con el país. Es el momento de la solidaridad y de aportar, no de limosnas H Alberto Maldonado C.
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os recursos para atender la pandemia y sus efectos económicos están en manos de las 1.000 empresas más grandes del país y de los bancos, en la masa enorme de capital dinero acumulado en distintos activos financieros, tanto en Colombia como en el exterior1. El país tiene dinero suficiente para satisfacer las necesidades de todos los trabajadores, pero está monopolizado por los capitalistas más ricos. La pandemia del Covid-19 ocurre en sociedades con una estructura económica específica, una sociedad capitalista que se caracteriza por: 1) Un grupo de trabajadores asalariados contratados en condiciones precarias con ingresos mínimos; 2) Otro grupo de trabajadores por cuenta propia que vive del rebusque en actividades del día con ingresos insuficientes; 3) desempleados e informales que conforman el llamado ejército industrial de reserva, para cuando los necesite el capital; 4) un grupo menor de trabajadores que obtiene ingresos superiores al mínimo; 5) un pequeño grupo de capitalistas, que son los únicos que tienen reservas suficientes para vivir holgadamente por el resto de su vida. Clasificación artificiosa Los últimos gobiernos se jactan de los maravillosos resultados en materia de disminución de la pobreza en el país, destacando cómo se sacó de la pobreza
a millones de personas y se fortaleció la clase media. El Departamento Nacional de Planeación (DNP)2, con base en lineamientos del Banco Mundial clasifica a la población en cuatro “clases sociales”3 según su ingreso monetario: pobres, vulnerables, media, y alta4. De acuerdo a la tabla anexa, (ver tabla), la clase pobre entre 2002 y 2017 pasó de 45,4% a 24,2 porciento, o sea, una reducción de 21 puntos porcentuales; la clase vulnerable aumentó 3 puntos, de 31,1 a 35,7 por ciento; al mismo tiempo la clase media aumentó de 20,6 a 37,2 por ciento, un incremento de 17 puntos y la clase alta pasó de 1,9 a 2,8 por ciento. Agrupando pobres y vulnerables vemos que la clase baja pasó de 77,5% a 59,9% una disminución de 17,5 que corresponde al aumento de la clase media. La clase media Sin entrar a examinar en qué forma se logró dicha disminución de la “clase” pobre, estos datos muestran que en 2017 el 60% de la población del país, 30 millones de personas pobres y vulnerables tenía ingresos inferiores a $900.000 por persona, suma que no alcanza a cubrir la canasta básica familiar ($1.029.732 para cuatro personas. DANE 2018). Al analizar la citada tabla, se puede afirmar que Colombia es un país de clase baja (pobres y vulnerables), don-
TABLA. Evolución de las clases sociales7 según cabeceras
de el sector vulnerable está ligeramente por encima de los pobres, pero en riesgo constante de caer en la pobreza. Esta es la sociedad colombiana que, ante la paralización de la actividad económica derivada de la actual pandemia, la gran mayoría de la población quedaría avocada a una hambruna. Este es el país normal al cual regresaremos tan pronto termine la pandemia. La clase media se encuentra entre el amplio rango de ingresos entre $900.000 y $4.500.000, no obstante, el DNP no precisa donde se concentra la mayoría de esta, pero probablemente está más cerca al rango inferior. En esta capa se incluyen pequeños y medianos empresarios, profesionales independientes, funcionarios públicos y privados en las escalas medias. La clase alta según esta clasificación son aquellas familias con ingresos superiores a $4,5 millones mensuales por persona; esta categoría incluye desde un funcionario con este salario hasta los ricos extremos como Luis Carlos Sarmiento y Carlos Ardilla Lulle. Esta clase representa apenas el 2,9 por ciento de la población e incluye los capitalistas que concentran el ingreso; según las propias cifras oficiales, el 1% (500.000 personas) concentra el 20% de los ingresos y 40% de la riqueza. La clase trabajadora total (pobres, vulnerables y media) entrega anualmente la mitad del valor agregado a sus patronos. Las 1.000 empresas más grandes del país obtuvieron en 2018 ganancias por $69 billones y el sector financiero $24 billones, un total de $93 billones; en 2019 seguramente fue una cifra superior. La concentración de riqueza monetaria en CDT, títulos de deuda, inversiones en el exterior es astronómica. Deuda social
Fuente: DNP, 2018, pag.78.79.
Frente a la tragedia humanitaria de millones de trabajadores y población en general, los capitalistas ofrecen limosnas. Por ejemplo el grupo AVAL ofreció una donación de $80.000 millones5, cifra que parece enorme, pero en 2019 Corficolombiana, una sola de las fuentes de ingresos de Luis Carlos Sarmiento, obtuvo utilidades por $1,5 billones6, es decir, solo está contribuyendo con el 5,3 por ciento de sus utilidades.
La clase capitalista colombiana no tiene reparo alguno en mantener a la población en la desnutrición, el hambre o la mala alimentación, a millones de personas viviendo en lugares deplorables sometidos a toda suerte de maltratos y humillaciones, en permanente zozobra, con el miedo del desempleo y la pérdida de los ingresos, etc. Estos millones de informales, desempleados y degradados logran medianamente sobrevivir, pero ante una crisis de la magnitud de la actual calamidad sanitaria, pueden caer rápidamente en la miseria. No es cierto pues, que no existan los recursos para superar la actual crisis, lo que ocurre es que están concentrados en pocos propietarios que deben destinarlos a cubrir los costos de la epidemia. Ante la propuesta de una medida obligatoria de aislamiento de varios meses, ya el presidente Duque, el grupo Aval y Fedesarrollo han señalado que el lujo de salvar las vidas de los trabajadores solamente se lo puede dar China. H 1 https://www.elespectador.com/colombia2020/opinion/no-es-un-asunto-de-limosnas-columna-910983 2 DNP, Pobreza monetaria y multidimensional, Análisis 2010-2017, julio de 2018, documento en formato PDF, 79 páginas, disponible en https:// colaboracion.dnp.gov.co/CDT/Desarrollo%20 Social/Pobreza%20Monetaria%20y%20Multidimensional%20en%20Colombia%2020102017.pdf 3 La clase social se refiere a la división de la población según el lugar que ocupa en la estructura económica. El uso que le da DNP con base en magnitud monetaria de los ingresos es indebido y no tiene otro propósito que ocultar la verdadera división en clases dentro de nuestra sociedad. 4 https://www.pulzo.com/economia/ cuanto-gana-persona-clase-media-colombiaPP638773. Los datos son aproximados con base en una tasa de cambio en ese momento cercana a $3.000 por dólar y son por persona. 5 https://www.eltiempo.com/economia/ empresas/luis-carlos-sarmiento-angulo-dona80-mil-millones-para-enfrentar-crisis-de-coronavirus-478896 6 https://forbes.co/2020/03/19/negocios/ corficolombiana-reporto-utilidades-netas-de153-billones-en-2019/ 7 La tradicional clase baja fue suprimida y dividida en dos grupos, los pobres y los vulnerables. La clase baja es aquella que obtiene menos de 4 dólares al día por persona (menos de $360.000), la clase vulnerable entre 4 y 10 dólares (Entre $360.000 y $900.000), la clase media entre 10 y 50 (entre $900.000 y $4.500.000) dólares y la clase alta más de 50 dólares (más de $4.500,000), según datos del director del DANE en febrero de 2019.
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Mujeres
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Mujeres y el trabajo del cuidado. https://idehpucp.pucp.edu.pe/notas-informativas/tiempos-de-crisis-las-mujeres-el-estado-y-la-carga-del-cuidado/
Economía del cuidado en tiempos del Covid-19
La carga laboral de las cuidadoras La cuarentena por la pandemia del coronavirus ha incrementado la carga laboral y de trabajo del cuidado de las mujeres, en Colombia y América Latina. Muchas son mayores de 60 años y hacen parte de la población con más riesgo de contagiarse H Renata Cabrales
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xiste la idea conservadora de la familia tradicional biparental, conformada exclusivamente por la madre, el padre, los hijos y las hijas, donde es de suponer que el padre y la madre comparten el cuidado de los hijos e hijas. Pero, se desconoce entonces, otro tipo de vínculos familiares en los que se incluye a los adultos mayores en hogares monoparentales, donde la carga del cuidado se deja en manos de una sola persona, por lo general, una mujer, al ser las mujeres las que cubren la demanda de cuidados en la sociedad, sobre todo, en América Latina. Pero, en tiempos de la pandemia del coronavirus, son las mujeres de la tercera edad, a quienes se les ha aumentado el trabajo del cuidado, pues no solo deben hacerse cargo de sus parejas, por lo general de edad más avanzada, sino además de los nietos y nietas, lo que, a su vez, hace que
aumente el riesgo de contagio pues hacen parte de la población más vulnerable y, además, los niños y las niñas pueden ser portadores de la enfermedad, aunque no desarrollen los síntomas. Sin embargo, los gobiernos hacen un llamado superficial al aislamiento necesario de las personas de la tercera edad, sin tener en cuenta que en una gran mayoría pertenecen a familias de escasos recursos, sin ningún tipo de ayuda social, y que son las mujeres que hacen parte de esta población, las encargadas del cuidado dentro de las familias. De esta forma, las medidas de confinamiento social propuestas por los diferentes gobiernos, son solo paños de agua tibia si no se tiene en cuenta que de puertas para adentro son las mujeres, y peor aún, mujeres mayores de 60 años, quienes por diferentes motivos deben asumir la doble carga que conlleva la cuarentena cuando del cuidado de los familiares se trata. La economía feminista Mucho se dice que la pandemia ha sacado lo mejor y lo peor del ser humano, pero lo que sí es cierto es que ha mostrado el lado más oscuro de esa economía patriarcal que ha conseguido aumentar la desigualdad (de manera exponencial como el virus) en los hogares al delegar a las mujeres al cuidado de las niñas, niños, personas mayores o enfermos dependientes, trabajo que como es de saber, no es remunerado. No importa entonces, que los cuerpos cansados de las mujeres desfallezcan por el exceso de trabajo, haciendo que bajen sus defensas y corran mayor riesgo de contagio, aumentando
así la posibilidad del colapso del sistema de salud. La economía feminista es una corriente de pensamiento que visibiliza las dimensiones de género de la dinámica económica y sus consecuencias en la vida de las mujeres. Su concepto de “economía del cuidado” ha servido de base para actualizar el debate feminista sobre las formas de organización de la reproducción social y su impacto en la reproducción de la desigualdad. Uno de sus objetivos, es entonces, contribuir al estudio de las raíces económicas de la desigualdad de género. Uno de los aspectos más importantes de la denuncia de las desigualdades de género gira alrededor de la economía del cuidado, y se basa en la división sexual del trabajo que tradicionalmente ha delegado a las mujeres el trabajo doméstico, los cuidados y el trabajo no remunerado. De acuerdo a un estudio publicado por la revista Portafolio en marzo de 2019, Economía del cuidado: desafío para la igualdad entre hombres y mujeres, el género femenino se sigue haciendo cargo 2,6 veces más del cuidado de personas no remunerado y del trabajo doméstico que el masculino. Trabajo no remunerado “Uno de los principales aportes de la economía feminista fue la recuperación de un debate de larga data dentro del feminismo: aquel conocido como ‘debate del trabajo doméstico’ que, tempranamente y en diálogo con la teoría marxista, argumentó sobre la necesidad de visibilizar el rol del trabajo doméstico no remunerado en el proceso de acumulación
capitalista, y las implicancias en términos de explotación de las mujeres, tanto por parte de los capitalistas como de ‘los maridos’”, (Nueva Sociedad, marzo-abril de 2015)1. Si el trabajo de cuidados fuera remunerado, representaría el 9% del PIB mundial, lo que equivale a 9 billones de dólares, de acuerdo a las cifras de la OIT. Según las Naciones Unidas, esta división sexual del trabajo hace que el 75% de las personas que trabajan en la primera línea de asistencia sanitaria sean mujeres. “La primera línea de respuesta” frente a la epidemia de coronavirus “siguen siendo las mujeres”, tanto “las profesionales de medicina como las limpiadoras de los hospitales, por ejemplo”, destaca la representante de ONU Mujeres. Esta etapa de cuarentena va a “sobrecargar de cuidado físico, emocional y económico” a las mujeres, (France24. com, marzo 2020)2 La extensión de la pandemia agrava una situación que ya existía, y es que las mujeres son mayoría entre las personas cuidadoras; son quienes realizan las tareas domésticas y sostienen la reproducción de la vida en las familias. ★ 1 Corina Rodríguez Enríquez. Economía feminista y economía del cuidado. Aportes conceptuales para el estudio de la desigualdad (NUSO Nº 256 / marzoabril 2015). Recuperado de: https:// nuso.org/articulo/economia-feminista-y-economia-del-cuidado-aportes-conceptuales-para-el-estudio-dela-desigualdad/ 2 La pandemia de coronavirus golpea con fuerza a las mujeres de América Latina, https://www.france24.com/ es/20200324-coronavirus-mujereslatinas-violencia-trabajo-informal
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Covid-19 y educación
Crisis educativa es crisis extructural La calidad de la enseñanza y en general de la educación se han visto afectadas por las medidas para contener el Covid-19. La precaria financiación y las falencias en los métodos de enseñanza, hacen imposible la adaptación a los cambios en la educación promovidos por el Gobierno
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n ediciones anteriores se ha referenciado ampliamente la situación del sistema educativo colombiano y el papel del movimiento estudiantil en medio de ella; sin embargo, es necesario ver que los alcances de la situación producida por el Covid-19, la caída de los precios del petróleo y la crisis financiera global, también ayudan a develar las profundas debilidades y carencias del sistema educativo, que de manera loable para detener la propagación de la pandemia ha suspendido las clases presenciales, pero ha abierto nuevos inconvenientes, relacionados fundamentalmente con la continuación y finalización adecuada de los procesos educativos. Estos elementos de la crisis del sistema educativo van más allá de los que el movimiento universitario ya había revelado, pero están claramente relacionados, pues se ha demostrado que la precaria financiación, así como las falencias en los métodos de enseñanza y los contenidos curriculares, conllevan una incapacidad del sistema para adaptarse a un cambio abrupto como el que vivimos hoy, producto de las medidas tomadas en las diferentes universidades e instituciones de educación superior. La profundidad de la enseñanza y en general la calidad de la educación se han visto afectadas. Lo que desde ya se puede asegurar es que se presentarán nuevos incumplimientos del acuerdo firmado en el 2018 entre el Gobierno nacional y el movimiento universitario, además de recortes para las próximas vigencias en materia de educación superior. Causa curiosidad que el Sistema Universitario Estatal, SUE, no haya solicitado nuevos recursos para atender la crisis producto de la eventual deserción de estudiantes, tal y como lo ubican las universidades privadas que a través de un comunicado solicitan al gobierno inyectar recursos para atender esta crisis, solicitud a la que se unió la red de Instituciones Técnicas y Tecnológicas, ITTU.
HAsociación Colombiana de Estudiantes Universitarios – ACEU
Precarización laboral docente Otra arista de esta crisis de financiamiento que hoy se acentúa es la relacionada con el modelo de contratación laboral de profesores. Como es sabido, los profesores ocasionales y de hora cátedra no tienen una estabilidad salarial ni contractual. El mantenimiento de las clases por una vía virtual ha garantizado que estos puedan seguir ejerciendo su labor y por lo tanto percibiendo un pago, pero esto no ocurre con la totalidad de maestros. Muchos de ellos, cuya labor está directamente relacionada con materias prácticas, laboratorios, etc., han visto suspendidos sus contratos. Atención integral en la actual crisis
La virtualidad como medida contingente El método principal que se ha propuesto y viene ejecutándose con muchas dificultades ha sido el de la virtualización de las clases. Lo primero que se debe señalar es la diferencia que existe entre la virtualización como un elemento integrante de la propuesta de tercerización de la educación o “modernización” de la misma, y la virtualidad como medida contingente ante la situación generada por el coronavirus. La primera es parte de los debates que debe asumir el movimiento en el próximo periodo; la segunda es la que debe ocupar la atención en este momento. El principal inconveniente que se demuestra es la precariedad en las formas metodológicas y pedagógicas empleadas en las “clases” virtuales, esto deriva, como ya se había dicho, en una reducción de la calidad que estas deben tener y que tendrían en las clases presenciales. En segundo lugar, y talvez
cambio contingente en el método de acceso a la educación, también se ven en el bienestar universitario, que hoy es más necesario que nunca. En múltiples universidades, los de por sí ya frágiles servicios de salud, alimentación universitaria y residencias, han sido suspendidos de manera indefinida, dejando sin el acceso a estos derechos fundamentales a miles de estudiantes, muchos de los cuales dependen exclusivamente de ellos para afrontar estas medidas y en no pocos casos para sobrevivir.
Movilización juvenil el pasado 31 de enero en Bogotá. Foto Sophia Martínez.
de mayor relevancia por las circunstancias actuales, las garantías y condiciones que tienen para poder desarrollar este tipo de metodologías; por un lado, los precarios servidores que tienen las universidades para poder optar por plataformas propias de las instituciones y, por otro lado, el acceso que las y los estudiantes tienen a equipos de cómputo e internet para poder estar en dichas clases. Sin lugar a dudas es una medida que atiende a la crisis sanitaria y ayuda
con la no propagación del virus, pero también es un hecho que los procesos de profesionalización del estudiantado se ven profundamente afectados. Bienestar universitario para la crisis Los problemas generados por la precaria financiación de la educación superior, así como su progresiva privatización, no solo se hacen evidentes en la falta de infraestructura, software y capacitación necesaria para afrontar un
Hay que hacer un llamado al Gobierno a suspender todos los pagos de mensualidades de todo tipo de crédito, y en el caso particular de estudiantes, las cuotas e interés de usuarios del Icetex a aquellos jóvenes que tuvieron que endeudarse para poder acceder a la educación superior, incluidos los estudiantes que fueron inscritos en el programa Ser Pilo Paga. La crisis debe ser atendida de manera integral, salvaguardar la vida también es dar todas las condiciones a las familias más pobres para atender las medidas de aislamiento preventivo. La virtualidad en la enseñanza como medida contingente, no puede reemplazar los ciclos educativos, pueden ser utilizados como una medida para dictar cursos y/o temáticas complementarias en la idea de mantener el vínculo laboral de todo el personal docente y estos no se vean afectados. Esta propuesta está sustentada en el artículo 15 del decreto 491 del 2020, donde se expresa que la declaración del Estado de Emergencia no puede ser causa del no pago de honorarios o salarios a los servidores públicos, incluidos los profesores ocasionales o de hora cátedra; además en su parágrafo expresa que, si por algún motivo no se puede llevar a cabo la modalidad de trabajo desde casa, estas serán reemplazadas con actividades similares. La crisis educativa ocasionada por el Covid-19 hace parte de una crisis de carácter estructural; por lo tanto, atender la primera no debe desviar la atención de la segunda, pues el develamiento de las contradicciones del modelo educativo será de vital importancia para seguir en la lucha por una mejor educación en Colombia. H
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Ambiental
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Canales de Venecia, Italia, completamente renovados ante la ausencia de turistas. Foto Getty Images.
El capitalismo, la verdadera pandemia
El planeta respira, pero… El confinamiento masivo le está dando un respiro a la naturaleza. Sin embargo, no todo es color de rosa H*Violeta Forero @Violeta_Forero
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as medidas adoptadas por los respectivos mandatarios a nivel mundial para evitar la propagación del coronavirus, han permitido que la flora y la fauna tengan un protagonismo casi inmediato. En Barcelona, por ejemplo, las diferentes cámaras de seguridad y de alguno que otro transeúnte han captado a jabalíes recorriendo las calles sin problema alguno. En Chile el 24 de marzo fue reportado un puma caminando tranquilamente por las avenidas y en Colombia, después de varios años, se detectaron zorros y osos que vagaban en zonas residenciales en el altiplano cundiboyacense. Los animales han aprovechado la soledad de las calles para transitar sin ningún tipo de miedo ni peligro de ser maltratados ni espantados por la bulla o amenaza que constantemente transmite el ser humano. En medio de la felicidad que transmite el respiro que los seres humanos le están dando al planeta, se debe tener en cuenta que la calidad del aire es muy susceptible, eso es algo bueno porque se mejora en poco tiempo, pero cuando se acabe la cuarentena, las fábricas van a volver a producir y las máquinas a funcionar y en poco tiempo el aire y la capa de ozono probablemente alcanzarán de nuevo los mismos
niveles de contaminación que antes o incluso peores. La calidad del aire “Muchas veces creemos que el problema de la contaminación es por el número de personas que habitamos el mundo, pero esto no es tan cierto, es más por la relación que nosotros tenemos con el medio ambiente, con la naturaleza; por ejemplo, en Bogotá la calidad del aire en esta cuarentena ha mejorado mucho, pero aún se están dando incendios forestales que no han dejado que el aire se limpie del todo”, le dijo al semanario VOZ Simón Ramírez, estudiante de biología de la Universidad Javeriana. Dichos incendios tienen dos causas principales, la primera es el mal manejo de los suelos, es decir, la plantación inconsciente, la mezcla de especies no aptas para el lugar e incluso la explotación de la naturaleza. Por ejemplo, en 2019 el Distrito aseguró que había plantado más de 16 mil árboles en siete días, pero una gran cantidad no eran nativos, lo que quiere decir que no tienen cierto grado de congeneidad con el suelo, haciendo que no sean aptas para su plantación, obteniendo como consecuencia principal que los suelos se vuelvan porosos y se concentre el calor haciendo que el agua se seque muy rápido y se incendie fácil. Y la segunda son los incendios provocados por los seres humanos. Por ejemplo, a finales de febrero de este año, la Serranía de La Macarena se prendió en llamas en una conflictividad social compleja que oscila entre fenómenos de deforestación dirigidos por grandes latifundistas, política contrainsurgente contra comunidades campesinas y co-
lonos, y agudización del conflicto armado. Esta trágica escena, que parece de una película de terror es más normal de lo que parece. 30 años atrás A finales del año pasado hubo un paro nacional acompañado de varias marchas cuyas consignas principales eran pedir salud y educación. Hoy en día, sin saber lo que pasaría, el mundo entero ha adoptado esas consignas como suyas, dándose cuenta de que esos dos derechos deberían ser eso, un derecho y no un beneficio. “En cuanto a la responsabilidad social de las empresas, es muy importante hacer investigación científica aplicada para reducir los costos ambientales y llegar a un mismo resultado sin tener que realizar procesos contaminantes, por ejemplo, para la realización de los cueros que se hacen con hongos no se tiene que matar animales y además se juega como una alternativa para descontaminar un poco el planeta, disminuyendo los gases de metano que son en su mayoría producidos por las vacas”, aseguró Simón Ramírez. Varias ciudades que han pasado por procesos de aislamiento y confinamiento por el coronavirus dejaron de reciclar, pues las cifras han denotado que la contaminación ambiental y el daño de la capa de ozono ha disminuido alrededor de 30 años en estos días. Contaminación sanitaria Ahora bien, después de toda esta pandemia, de los fuertes reclamos que se están escuchando y sintiendo por parte de la naturaleza, llega otra etapa a la que, sin duda, va a estar enfrentado el mundo entero. Si bien el uso del ta-
pabocas y los guantes ha sido solicitado por las diferentes unidades de salud, los utensilios que se están usando en este momento son desechables, lo que conlleva un peligro tanto medioambiental como sanitario. Los tapabocas y los guantes que se están usando en este momento son desechables, eso implica un peligro tanto medioambiental como sanitario. Se recomienda que el tapabocas que se utilice sea hecho a base de algodón, pues es más fácil mojarlos y que se descompongan sin causar mayor peligro para el medio ambiente. Pero el resto de los tapabocas representan un peligro pues, usualmente los utensilios que se usan en los laboratorios y centros médicos, no se pueden botar en las canecas normales, todo debe tener su espacio. Hay algunos materiales que se deben quemar, otros enterrar y otros se pueden reutilizar. Por otro lado, los tapabocas sintéticos pueden causar problemas de contaminación extrema. En cuanto a problemas sanitarios, en los utensilios que se utilizan quedan atrapadas bacterias, hongos y virus que pueden llegar a mutar, contaminando fuentes de agua, suelos. Lo ideal entonces es utilizar tapabocas que se puedan lavar, preferiblemente con agua caliente y volver a utilizar. Si no se tiene acceso a este método, lo ideal entonces es dejarlos todos en un lugar seguro, en una bolsa, preferiblemente roja y aislada de los espacios que más higiene deben tener como la cocina y las habitaciones, para después sacarlos. Lo ideal es llevarlos a lugares especializados donde les dan un tratamiento adecuado o por lo menos marcar las bolsas para que los responsables de recoger los desechos sepan que se trata de materiales infectados. H
internacional
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América Latina
Fuga de capitales y pobreza El Instituto de Finanzas Internacionales considera que la economía continental caerá 2,7 por ciento frente a los pronósticos optimistas que se conocían hace cinco meses H José
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Familia argentina desahuciada.
Ramón Llanos
l coronavirus, la caída del precio del petróleo y la subsecuente caída de las bolsas de todo el mundo, han causado la deplorable situación social económica que vive América Latina. Ni siquiera la década perdida que condujo a la situación de impagabilidad de la deuda externa de América Latina produjo una incertidumbre como la de hoy El Covid-19, y la caída de los precios del petróleo han causado una incertidumbre de tal tipo que el capital extranjero ha huido, en tal forma que ya salieron ochenta y tres mil millones de dólares del continente. Brasil el país más grande ha sufrido la fuga mayor, doce mil millones de dólares. Simultáneamente, con esta pérdida ha sido afectado por la caída de los precios de la soya, en el momento en que obtiene la mayor cosecha del mundo, debido a la reducción del crecimiento económico de China el mayor comprador de este producto Un factor político ha influido también en la pérdida de confianza de los inversionistas, las decisiones erráticas y contradictorias del presidente Jair Bolsonaro quien, por una decisión autoritaria sobre la valoración de la necesidad de la cuarentena, entró en contradicción con los gobernantes regionales, lo que a su vez le restó influencia sobre el estamento militar, sostén fundamental de su gobierno. Esta fuga de capitales que afecta las
principales economías de la región, excepto Chile, sumado a la propagación de Covid-19 ha creado tal incertidumbre y tiene un efecto sobre el nivel del desempleo, que la Cepal considera que va a haber un incremento de la pobreza extrema del orden de veintidós millones de personas. Este impacto será de tal envergadura, que un escenario optimista el 5,7 por ciento de la población, o en un escenario pesimista sería del 11,9 por ciento será afectada. El impacto sobre el crecimiento El Instituto de Finanzas Internacional considera que la economía continental caerá 2,7 por ciento frente a los pronósticos que se conocían desde hace cinco meses de una expansión de 1,2. Las cinco principales economías regionales serán afectadas así: Argentina decrecerá 3,1 por ciento, Chile menos 2,3, Colombia cuyo pronóstico gubernamental era de un crecimiento entre 3,5 o 3,7, decrecerá a 0,4 por ciento, México menos 2,8% y Brasil menos 1,8 por ciento La cuarentena y el cierre de los países a la comunicación aérea han afectado gravemente a las principales aerolíneas de la región, y la brusca caída de los precios del petróleo tiene al borde del colapso a las petroleras regionales. Chile sufre las consecuencias de la caída del precio del cobre que representa el 50 por ciento del total de sus expor-
taciones. Como se ve es un panorama nada halagüeño. Argentina padece las secuelas del macrismo El incumplimiento del pago de la deuda externa, el incremento de la pobreza y las dificultades para afrontar el Covid-19, son las secuelas del macrismo. Es útil destacar algunos datos de la geografía argentina, para comprender la actual situación económica social del país austral. El país tiene una superficie de 2.780.400 kilómetros cuadrados y una población de 45 millones de habitantes. A este país le dejó el expresidente Macri una deuda de 311.000 millones de dólares, cada argentino debe aproximadamente unos 8.492 euros. La deuda representa el 90 por ciento del Producto Interno Bruto, PIB. El presidente Alberto Fernández debería pagar 9.800 millones de dólares, correspondientes a pagos vencidos el año pasado. Dada la emergencia de la pandemia del coronavirus y sus efectos degradantes sobre la economía del país, el Gobierno le planteó al Fondo Monetario Internacional, FMI, la necesidad de que le apoyara para tratar de conseguir una rebaja de la deuda y una reprogramación del pago de su deuda. Se debe manifestar que la deuda de Argentina con este organismo es de 44.000 millones de dólares. Aprovechando la situación calamitosa a nivel mundial y una especie de actitud realista del capital financiero, el ministro de Economía, Martín Guzmán, ha anunciado la decisión de aplazar para el año próximo los dineros que debe pagar este año. La responsabilidad del FMI
La población tratando de protegerse del Covid-19.
El Fondo Monetario Internacional es altamente culpable del alto endeudamiento de Argentina, para crear condiciones electoralmente favorables para Mauricio Macri. En su condición de candidato a la reelec-
ción a la presidencia de la República, le concedió un crédito rescate de 56.000 millones de dólares. Mauricio Macri ejecutó una política favorable a los especuladores y al capital financiero y por tanto la banca privada se enriqueció y el Banco Central tuvo escases de reservas y por tanto no tuvo como evitar la devaluación de la moneda nacional. Otra consecuencia de la pésima política económica de Macri fue una inflación del 56 por ciento, y el incremento de la pobreza y la indigencia La actual directora del FMI adoptó una posición favorable a la petición argentina de lograr una rebaja de la deuda con los acreedores extranjeros, ella considera que para estabilizar financieramente al país se requiere una rebaja de la deuda de un mínimo de 55.000 y 85.000 millones de dólares, vista la cifra parece difícil pero si se tiene en cuenta que en los mercados internacionales los bonos argentinos se están negociando hasta por el 30 por ciento de su valor nominal, la propuesta parece factible. La situación social La precaria situación financiera se refleja en el estado deplorable en que vive la población argentina, según el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos, Indec, los índices de pobreza e indigencia se incrementaron, ya que de 34 por ciento y 4 por ciento de fines del año 2019, este año pasaron a 37,9 y 8,4 por ciento. Se entiende mejor lo que significa ser pobre en el país de Maradona, al leer estos datos; el costo de la canasta básica es de 36.575 pesos y los ingresos de los hogares pobres son apenas 22.023 pesos. Ni hablar de los ingresos de los indigentes. La herencia de Mauricio Macri: 17 millones de pobres y 3, 8 millones de indigentes. Amén de la impagable deuda externa. Para colmo de males, aparte del Covid-19, se derrumbaron el precio del petróleo y los productos agrícolas de exportación. Estas circunstancias no son tenidas en cuenta por el capital financiero y los propietarios de los bancos no están aplicando las determinaciones gubernamentales sobre la reducción de la tasa de interés y la necesidad de flexibilizar las condiciones de cobro de los créditos, el 34 por ciento de las pymes no han podido conseguir que atiendan los bancos sus peticiones, según informa el diario Página 12. H
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Tras las críticas a su gestión, Bolsonaro ha tenido que modificar su discurso frente a la crisis sanitaria.
Fuerzas populares piden destitución
“Brasil no puede ser destruido por Bolsonaro” Organizaciones sociales y personalidades que suscribieron un manifiesto, plantearon acciones que sobrepasen la crisis del coronavirus, y exigieron medidas para disminuir los impactos de la actual crisis económica y sanitaria H Ricardo Arenales
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n medio de la exigencia general de sectores de izquierda, de trabajadores, campesinos, de la intelectualidad, de oficiales militares y de, incluso, miembros de su gabinete ministerial, que le han dado la espalda, el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, comenzó esta semana uno de los períodos de mayor aislamiento político desde que asumió el poder. El mandatario ha conseguido reunir un rechazo generalizado debido a una torpe política en el manejo de la epidemia del coronavirus, contrariando no solo las orientaciones de su ministro de Salud, Luiz Henrique Mandetta, sino de la Organización Mundial de la Salud, que recomendaron establecer medidas de cuarentena para doblegar la curva de expansión de la pandemia. Bajo el título “Brasil no puede ser destruido por Bolsonaro”, al menos cinco partidos políticos, entre los que se cuentan el Partido Comunista do Brasil, el Partido Comunista Brasileño y el Partido de los Trabajadores, PT, el actual gobernador del Estado de Maranhao, excandidatos presidenciales de distintas tendencias, exgobernadores y personalidades de la política y la cultura, suscribieron un Manifiesto en el que solicitan al mandatario dar un paso al costado. Miente y fomenta el caos “Bolsonaro -dice el Manifiesto- no está en condiciones de seguir gobernando Brasil y de enfrentar esta crisis, que compromete la salud y la economía. Comete crímenes, defrauda información, miente y fomenta el caos,
aprovechándose de la desesperación de la población más vulnerable. Necesitamos unidad y comprensión para enfrentar la pandemia, no un presidente que va en contra de las autoridades de salud pública y somete la vida de todos a sus intereses políticos autoritarios. ¡Basta! Bolsonaro es más que un problema político, se ha convertido en un problema de salud pública. Bolsonaro carece de grandeza. Debería renunciar para permitir una salida democrática del país”. De otra parte, el Frente Brasil Popular y el Frente Pueblo sin Miedo, lanzaron el 31 de marzo la Plataforma de Emergencia para Enfrentar la Pandemia del Coronavirus y la Crisis Brasileña, que reúne un paquete de sesenta propuestas para salir de la crisis. El lanzamiento programático se hizo en un canal de televisión del movimiento sindical, en presencia de Carmen del Foro, de la Central Única de Trabajadores, CUT, Guilherme Boalos, del Movimiento de los Trabajadores sin Techo, Joao Pedro Stedile, del Movimiento de los Trabajadores sin Tierra y de voceros del movimiento estudiantil.
sectores de las fuerzas armadas con el gobernante. Para los militares lo más peligroso es que Bolsonaro niega la peligrosidad de la pandemia y alienta a sus seguidores a romper la cuarentena. En las últimas semanas se han producido reuniones entre el alto mando para examinar la situación. En ellas se ha discutido un eventual escenario de destitución del gobernante o presionarlo a la renuncia. Hombres del Ejército, la Aviación y la Armada temen que el discurso de Bolsonaro contra los efectos del coronavirus termine por hundir su imagen y su gobierno. Puntos de quiebre Entre las cartas que juegan los militares, están de un lado, según afirma El País de Brasil, el ofrecimiento al vicepresidente Hamilton Mourao, de respaldo a un gobierno suyo. Esta
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propuesta, la habrían discutido inclusive con aliados del presidente. La otra salida es la del impeachment, por vía parlamentaria. El manejo de la pandemia no es el único punto de quiebre con el gobierno. Desde hace rato, un influyente sector de la cúpula militar discrepa de la idea de involucrarse en una aventura intervencionista contra el gobierno constitucional de Nicolás Maduro, en Venezuela, como es el deseo de Bolsonaro, alineado con la ultraderecha continental. Por otro lado, en sectores tradicionalmente independientes del estamento militar, cayó muy mal el acuerdo de cooperación suscrito entre el presidente y el gobierno de los Estados Unidos, que pone en riesgo información privilegiada de la industria militar brasileña, que ahora sería usufructuada por el Pentágono. Más allá de los cálculos militares, las organizaciones sociales y las personalidades que suscribieron el Manifiesto, plantean acciones que sobrepasen la crisis de la pandemia, y exigen medidas para disminuir los impactos de la actual crisis económica y sanitaria. Desigualdad social “Nos orientamos por la defensa de la vida, por la confianza en el movimiento científico y con la conciencia de que el egoísmo y el individualismo de nada sirven para enfrentar esta crisis. Todas las salidas pasan por someter los intereses privados a los de toda la sociedad, con acción colectiva, unión y solidaridad”, dice el documento. “Nuestra economía está controlada por el capital financiero y las corporaciones transnacionales que, antes incluso de la llegada del coronavirus, ya imponían las peores condiciones de vida a nuestro pueblo. El virus llegó a Brasil en un momento de estancamiento económico, desmantelamiento de los servicios públicos, incremento de la pobreza y de la desigualdad social. El mercado laboral está severamente precarizado, con una alta tasa de desempleo y la mayor parte de los trabajadores en empleos informales, sin protección social”. A Bolsonaro le queda el apoyo de un reducido núcleo político integrado por radicales de extrema derecha, sin mayor peso político y, desde luego, del sector más conservador y proimperialista de las Fuerzas Armadas. Este cuadro de la situación llevó al conocido economista y fundador del MST, Joao Pedro Stedile, a afirmar: “Después de derrotar al virus, vamos a derrotar al gobierno”. H
Distanciamiento con militares Los dos bloques sociales coinciden en señalar que Bolsonaro es reticente a presentar medidas oficiales contra la propagación del coronavirus, convirtiéndose en la principal amenaza para la seguridad y el bienestar de la población. Entre tanto, militares de diverso rango, algunos de ellos incrustados en la cúpula de gobierno, comienzan a pensar en la destitución del mandatario, lo que insinuaría al menos un distanciamiento y un malestar entre
Caricatura de Iñaki y Frenchy, en Rebelión.
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Praxis
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Por un nuevo sentido común
Gramsci en tiempos de coronavirus
Hoy más que nunca es preciso postular la necesidad de cambios radicales. La ilusión principal no es creer que las cosas puedan continuar de la misma manera, sino que puedan continuar, una vez que se lleven a cabo los “ajustes necesarios”. Esta es la tentación a la que hay que resistir HMarlon
Javier López
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mediados del siglo pasado, hablar de crisis significaba hacer referencia a una situación contingente, pasajera, no previsible y, desde luego, no insoluble. Hoy en día, el término ha perdido sentido. La “crisis” ha dejado de ser la excepción y se ha vuelto la norma. Unos meses atrás, la crisis era política, económica, ecológica pero también cultural. No era solo que extremistas, como Trump, paulatinamente ganaran terreno hasta posicionarse como claros referentes de una nueva forma de hacer política; la propia oposición entre democracia y mercado, entre solidaridad y egoísmo se ponía encima de la mesa, mientras organismos supraestatales como el FMI anunciaban una crisis económica sin precedente en décadas. Hoy la crisis es también y, sobre todo, al menos de momento, sanitaria. Aun así, no deja de ser curiosa la reticencia con la cual nos negamos a aceptar el hecho de que resulta imposible conservar el estilo de vida, tal como hasta ahora lo hemos desarrollado. No porque sea cómodo para la mayoría, sino más bien porque implicaría transitar hacia la incertidumbre, si bien, previsiblemente, hacia un destino difícilmente peor del que ahora mismo enfrentamos. Vida vs. Economía Antonio Gramsci llamó la atención, hace tiempo, sobre la importancia de la lucha cultural en la política. Resumiendo, la lucha cultural es una batalla por lo que él denominó sentido común. Este constituye un terreno siempre en disputa, atravesado por viejos escombros de sistemas filosóficos anticuados, pero también por tendencias avanzadas. Se trata del espacio público desde el cual es posible reorganizar las energías de la ciudadanía en torno a actos de afirmación, resistencia y lucha. Una acción política transformadora debe
potenciar las tendencias más avanzadas instaladas en el sentido común para, a partir de ahí, establecer una nueva hegemonía favorable al cambio social. La crisis del coronavirus que afecta hoy por hoy el mundo entero, ha desmantelado las más diversas tendencias ideológicas en el seno de la sociedad civil. Desde los extremismos de derecha que sostienen que, dado que muchas personas inevitablemente morirán, lo más conveniente es salvar la economía, hasta las posiciones más moderadas de aquellos que creen, en algunos casos con honestidad, que puede reestablecerse un equilibrio que aminore los efectos económicos de la pandemia, al tiempo que se salven tantas vidas como sea posible. Pero también ha logrado que muchas personas vean con claridad que la vida humana está por encima de todo, incluso de los beneficios de las grandes corporaciones. La necesidad de defender a los más vulnerables, de proteger la vida antes que a la economía, es una idea fecunda que se está revelando no como ideología, sino como simple sentido común. La pandemia además ha mostrado, con total evidencia que quienes están cuidando nuestra vida, son precisamente los trabajadores públicos, muchos de ellos precarizados: los enfermeros, los médicos, el personal de los supermercados, los transportistas, las fuerzas de seguridad del Estado, etc. En resumen, el relato liberal, según el cual la acción de agentes económicos que actúan con independencia y voluntad propia es capaz de resolver todos los problemas de nuestras vidas, ha sido fulminado. No obstante, como en toda crisis, el peligro es enorme. Una vez que pase la tormenta, la derecha se apoyará en ella para desmontar las pocas esferas públicas democráticas que aún persisten, toda vez que haya que pagar las colosales cifras de dinero adquiridas para sortear la pandemia mediante la deuda. Adicionalmente a ello se presenta otro riesgo. La negativa a cuestionar el carácter fortuito de la situación.
Estamos tan acostumbrados a vivir las conmociones, políticas, económicas y, más recientemente ecológicas, que nos hemos habituado a buscarle a cada una de ellas una respuesta particular: la crisis ecológica se resuelve con energías renovables; la crisis económica suprimiendo la conducta irresponsable de banqueros ambiciosos y especuladores corrompidos; la crisis política con mayor democracia y acabando con el sistema de partidos, pero ¿y si todo ello no constituye un aspecto fortuito sino sustancial de todo el funcionamiento del modo de producción capitalista en el cual vivimos? Reestructurar los niveles de vida Tomemos como ejemplo la especulación financiera. Tras la crisis del año 2008, numerosos sectores de la izquierda no dudaron en señalar al sistema bancario, por haber llevado su ambición desmedida hasta el extremo, como el responsable de la debacle económica. La ilusión subyacente es la de un capitalismo sano, liberado de las fricciones que le impone el juego monetario. Tal perspectiva olvida el hecho de que el capital no es una sustancia, sino un movimiento, su propia circulación. Un círculo que solo puede existir expandiéndose, comprometiéndose con su propio futuro. Un futuro que es indefinido y que se amplía mediante la renegociación permanente de la deuda. El capital no solo presupone su propio exceso, sino que, justamente, se apoya en esta estabilidad, convirtiéndola en su propia fuerza. Lejos de representar una distorsión fortuita, la crisis es la condición de posibilidad para que el capital logre campar a sus anchas por el mundo. Quizá esto sea suficiente para explicar el profundo pánico que se apodera de la élite gobernante ante la perspectiva de que la actividad económica se detenga, aunque solo sea por unas semanas. Dicho esto ¿cuál es la novedad de la crisis que enfrentamos? A decir verdad, ninguna, como no sea el hecho de que
el coronavirus ha penetrado hasta el corazón mismo del sistema. Desde las ciudades más importantes del planeta, hasta las más humildes, nadie se encuentra seguro frente a esta amenaza. Resulta sencillo ignorar una guerra en Oriente Medio o un crack económico que desmantele los servicios públicos, pero las cosas cambian cuando la amenaza se alza a tal punto que atenta contra los sectores medios y altos de los países privilegiados. Por eso, esta crisis cobra una importancia mayor, en la medida en la que no solamente permite abrir el debate sobre la urgente necesidad de reestructurar completamente nuestro estilo de vida, sino que más bien nos obliga a ello. Cambios radicales Volviendo a Gramsci, el momento debe aprovecharse para insistir en esta necesidad, una vez que se presenta con mayor evidencia que nunca. Si como he mencionado, es ilusorio siquiera pensar en la posibilidad de un “capitalismo sin fricciones” lo que hay que tener claro es que la nueva era será así: asediada por la emergencia de enemigos invisibles e incontrolables. No solo virus; la amenaza ecológica lleva años advirtiéndonos de lo que puede suceder. La gran lección de Lenin fue precisamente poner de manifiesto que no existe un momento adecuado para la revolución, como si hubiese una especie de gran otro simbólico que la legitimara. La revolución es el acto radical que viene legitimado por sí mismo. Hoy más que nunca es preciso postular la necesidad de cambios radicales. Si en el siglo XIX la ilusión consistía en creer, de la mano de las perturbaciones económicas del capitalismo, en un socialismo que vendría por sí mismo, hoy la ilusión principal no es creer que las cosas puedan continuar de la misma manera, sino que puedan continuar, una vez que se lleven a cabo los “ajustes necesarios”. Esta es la tentación a la que hay que resistir. H
www.semanariovoz.com Carlos Alberto Libânio Christo, conocido como Frei Betto, es un fraile dominico conocido internacionalmente como teólogo de la liberación. En este escrito, comparte su experiencia en las cárceles de la dictadura brasileña convirtiéndola en consejos para estas épocas de confinamiento HFrei
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Un largo viaje dentro de la casa
Diez consejos para enfrentar la reclusión
Betto
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stuve detenido bajo la dictadura militar. En los cuatro años de prisión me encerraron en celdas en aislamiento en los DOPS[1] de Porto Alegre y de la capital paulista (São Paulo), y también en el estado de São Paulo, en el cuartel general de la PM, en el Batallón de la ROTA[2], en la Penitenciaría del Estado, tanto en Carandirú como en la de Presidente Venceslau. Comparto, por lo tanto, diez consejos para poder soportar mejor este período de reclusión forzada por la pandemia: 1. Mantenga cuerpo y cabeza juntos. Estar con el cuerpo confinado en casa y la mente enfocada allá fuera, puede causar depresión. 2. Cree rutina. No se quede en pijama todo el día, como si estuviera enfermo. Impóngase una agenda de actividades: ejercicios físicos, especialmente aeróbicos (para estimular el aparato respiratorio), lecturas, acomodar armarios, limpieza de la casa, cocinar, investigar en internet, etc. 3. No se quede todo el día en la televisión o en la computadora. Diversifique sus ocupaciones. No banque al
H Silvio
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Rodríguez
ierto, como dijo Luis Eduardo Aute, que “el pensamiento no puede tomar asiento”. Por eso siempre doy la bienvenida a la inconformidad, que es una puerta hacia el aprendizaje. Aunque me reservo, como derecho humano particular, el principio de ser crítico incluso con ideas aceptadas comúnmente como “buenas”. Por eso disculpen si no me fío de voces que aparentan rebeldía, porque me parece que también expresan la enajenación que provoca lo inédito de esta situación que, para salvarnos, nos limita. El coronavirus empezó como un pegador insólitamente fuerte. Por eso ante su violencia el instinto fue cubrirse, sin chistar. Ahora, tras varias semanas de confinamiento, empiezan a aparecer voces que cuestionan la precaución, incluso vinculando la cautela con retrocesos en conquistas sociales como la libertad. Como si el principal inconveniente de la pandemia fueran las medidas de los gobiernos para mantener a la gente en sus casas. Como si un virus tiránico se hubiera adueñado de las voluntades dirigentes de todo el mundo. A esta tendencia del pensamiento ac-
pasajero que se queda todo el día en la estación sin tener ni la menor idea el horario del tren. 4. Use el teléfono para llamar a parientes y amigos, sobre todo a los más viejos, los vulnerables y los que viven solos. Entreténgalos, les hará bien a ellos como a usted. 5. Dedíquese a un trabajo manual: reparar artefactos, armar rompecabezas, coser, cocinar etc. 6. Entreténgase con juegos. Si está en compañía de otras personas, establezcan un momento del día para jugar ajedrez, damas, naipes, etc. 7. Escriba un diario de la cuarentena. Por más que sea sin ninguna intención de que otros lean, hágalo para usted mismo. Colocar en el papel o en
la computadora ideas y sentimientos es profundamente terapéutico. 8. Si hay niños u otros adultos en casa, reparta con ellos las tareas domésticas. Establezca un programa de actividades, con momentos comunes y momentos de tiempo libre para cada uno. 9. Medite. Por más que usted no sea religioso, aprenda a meditar, pues eso limpia la mente, retiene la imaginación, evita la ansiedad y alivia tensiones. Dedique al menos 30 minutos del día a la meditación. 10. No se convenza de que la pandemia cesará rápido o durará tantos meses. Actúe como si el período de reclusión fuese a durar mucho tiempo. En prisión, no hay nada peor que el abogado que garantiza al cliente que
Los ricos soportan menos el confinamiento
él recuperará la libertad dentro de dos o tres meses. Eso desencadena una expectativa desgastante. Así, prepárese para un largo viaje dentro de su propia casa. H Notas: [1] Departamento de Ordem Política e Social (DOPS), órgano policial que entre otras funciones tenía el servicio de inteligencia policial. Actuó durante la dictadura además con arrestos ilegales, represión, tortura y exterminio de personas. [2] Rondas Ostensivas Tobias de Aguiar (ROTA) es una tropa de elite y de choque del Comando General de la Policía Militar (PM) del Estado de São Paulo. En tiempos de la dictadura conformó los Escuadrones de la Muerte.
tual no sé si llamarle épica, temeraria o delirante. Señalan mucho de donde vino el virus, y con él las medidas de enclaustramiento para combatirlo, medidas que vulneran una suerte de “sentido de libertad occidental”. Y el virus, aunque aún no está claro su verdadero origen, casualmente vino del país al que los más ricos del mundo declararon una guerra comercial no hace mucho. Los ricos son los que menos soportan el confinamiento, porque son los que más tienen que perder. Los pobres ahora mismo están dando guerra para no carecer de lo poco que tenían. Por eso no puedo evitar conectar las aparentemente elevadas ideas sobre las libertades que ahora surgen con el deseo de los ricos. Y como los ricos saben bien el beneficio que les espera si se cuidan, dudo mucho que ahora mismo se atrevan a ejercer esa libertad que lloran. Dios (la sensatez, el espíritu de supervivencia o lo que sea) nos libre de ideas que inciten a la especie –no la plaga– a un suicidio masivo. Los que no seamos imprescindibles afuera, sigamos en casa. Y que vivan los médicos, el personal de la salud, y todos los que trabajan ahora mismo para sostener la vida. H
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Cultural
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Exposición fotográfica del juglar del Río Sinú
Máximo Jiménez y su acordeón rebelde El pasado 1 de abril, el acordeonero y cantante cumplió 71 años y los celebró en casa con su familia en Montería. Su vida es un retrato de Colombia, golpeado por la violencia política y social, pero altiva, rebelde y alegre ★ Jairo Rojas
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u voz fue la de los sectores agrarios organizados en la región Caribe colombiana en los años setenta y ochenta; Máximo Jiménez tradujo las luchas sociales de su pueblo y las hizo música de acordeón. Fue amigo cercano del académico barranquillero Orlando Fals Borda colaborando con su trabajo, así como con el escritor David Sánchez Juliao y el pintor Ulianov Chalarka, entre otros académicos y artistas que fueron vanguardia en su momento. El diario Vallenato reseñó en junio de 1987 la presentación de Máximo Jiménez en la tarima de la Plaza Alfonso López de Valledupar, tomada durante cinco días por miles de campesinos de toda la región. A Esto se le conoció como el Paro del nororiente y es emblemático de las luchas campesinas, Fotos 1 y 2). “El Gallinazo es un tema que describe la manera como practican la política los líderes de los partidos tradicionales en Colombia, fue la primera canción que interpretó. Al terminó de cada canción arrancó efusivos aplausos”, reseñaba la publicación periodística a propósito de la recordada presentación en medio de la manifestación popular.
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Poco tiempo después de este concierto, Máximo tuvo que exiliarse para proteger su vida. Ya había sido víctima de amenazas e incluso atentados contra su humanidad. Había sido señalado de pertenecer al Ejército Popular de Liberación, EPL, y encarcelado en dos oportunidades, pero vuelto a poner en libertad, ya que nunca le comprobaron nada. La foto(3) fue tomada el 21 de septiembre de 1995, cumpleaños catorce de Máximo Jiménez hijo y junto a él, Catalina y Máximo, sus padres. Ella, destacada lideresa agraria de la Asociación Nacional de Usuarios Campesi-
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nos, Anuc, en Sucre. En 1989 se vio obligada a viajar primero e ir abriendo camino en Europa, meses mas tarde llegaría Máximo. En la foto(4) se ve a Máximo pensativo de espaldas a una máquina de escribir eléctrica, mirando para arriba, como quien se esfuerza en recordar; corren principios de los años noventa, en algún lugar de Viena, Austria, donde vivió, junto con Catalina Pérez, su compañera y un hijo, más de 20 años en el exilio. Está escrito detrás de la foto: “Aquí pensando cómo será de nuevo el encuentro con ustedes ¿Será que me siguen queriendo? Pues yo sigo siendo el mismo amigo como Dios sincero te aprecio.” Máximo es también preso de la nostalgia por el destierro. Largos años de ausencia y distancia del río Sinú, su gente y su cultura.
En medio del drama del exilio, Máximo no abandonó la alegría ni su activismo político y en Europa participó de diversos encuentros de exiliados colombianos y de otros países del mundo. En la foto(5) se ve con una amplia sonrisa y detrás con su puño y letra escribió: “Yo mismo, Máximo Jiménez, Fernando Murcia, Magali, una amiga cantante de Chile y Avadio, indio Cuna de mi país”.
En el año 2012 volvió al país animado por los diálogos que abría el gobierno de Juan Manuel Santos con las FARC-EP, la esperanza de la solución política al conflicto armado que lo había sacado corriendo dos décadas atrás. A su regreso al país, Máximo rápidamente se conecta con el movimiento agrario del caribe y asiste a numerosos encuentros. En estas fotos(6 y 7) lo podemos ver en uno celebrado en Sabanalarga, Atlántico. En el año de 2019 se realiza un documental sobre su vida. En esta foto, detrás de cámaras del rodaje de Los Pueblos cuentan conmigo, Máximo está con su acordeón sobre un planchón en el Río Sinú en Montería (foto 8). Aparece acompañado de izquierda a derecha por su otro hijo, Máximo Jiménez Paternina, Gloria y Hugo Paternina, admiradores, luego Josefa y María Jiménez, sus hermanas y, por último, Miriam Grau, ex representante y amiga. En tiempos de cuarentena por el coronavirus, algunos amigos, músicos y seguidores grabaron desde sus casas fragmentos de sus canciones y se las mandaron en un video para homenajearlo. Máximo, visiblemente contento, cantó y llamó a seguir firmes en la lucha. Para ver el homenaje a Máximo Jiménez Hernández: h t t p s : / / w w w. yo u t u b e . c o m / watch?v=Hf5ueRRzJ38 H