#1 Ocupación y toma

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7 - ENERO - 2014

EDITORIAL #1 Por Francisco Díaz

Hasta septiembre de 2011, cuando el movimiento Occupy Wall Street (OWS) la hiciera mundialmente famosa, la palabra “occupy” no era muy usada en el idioma inglés; de ser necesario, palabras como assault, storming, raid o take eran las utilizadas para referir a este tipo de maniobras. En Chile, por nuestra parte, usamos la palabra “ocupación” como genérico de “trabajo”, mientras que para referirnos a las ocupaciones espaciales (tipo OWS) usamos la palabra “toma”, pues denota con mayor precisión la ocupación violenta y desafiante de un espacio prohibido. De hecho, para simbolizar la violencia en la toma no autorizada de un espacio, los punks debieron cambiar la “c” por la “k”, reemplazando la palabra “ocupantes” por “okupas”. Este breve recuento semántico sirve para contextualizar lo que podemos encontrar en La Ocupación, ya que si bien su nombre hace una clara referencia a Occupy Wall Street se trata de un ejercicio completamente distinto. Que hayan carpas y que el espacio se abra de forma continua no implica que podamos encontrar en La Ocupación alguna crítica seria al sistema, ni menos que el espacio se haya ocupado de forma violenta. Las similitudes en la estética y en el nombre pueden ocultar las enormes distancias conceptuales entre ambas instancias: una subversiva y la otra planificada; una ilegal y la otra coordinada con los arrendatarios del espacio; una que resistió por dos meses hasta que fue desalojada por la fuerza, y la otra con fecha de término y fiesta de clausura. Sería injusto entonces pedir que La Ocupación tenga alguna semejanza con sus homónimas en inglés o con su hermana en español escrita con “k”. Más justo es entenderla como lo que realmente es: una suerte de Kidzania para arquitectos y artistas, o bien un Summer Camp para jóvenes de elite que pueden darse el lujo —no muy extendido en Chile— de destinar horas gratuitas a una experiencia colectiva que no tiene mas retribución que reactivar el capital social que ya poseían. De hecho, la metáfora del Summer Camp permite entender mejor la instalación de carpas o la exhaustiva programación de actividades. Los padres envían a sus hijos a un campamento de verano para que sociabilicen, hagan amigos, conozcan otros lugares y gasten energías; lo fundamental parece ser reducir el aburrimiento para que los niños o adolescentes—que tienen tiempo libre durante el verano—no molesten. Pues bien, en La Ocupación hay energía y sociabilidad de sobra; aunque también debe haber algo de aburrimiento, sino sería difícil entender que promisorios arquitectos y artistas chilenos tengan la necesidad de inventarse una “ocupación”. Esta necesidad de ocupar un tiempo y un espacio se desarrolla, tal vez inconscientemente, contra un telón de fondo no tan promisorio: la precarización laboral de las llamadas “industrias creativas” y la creciente des-ocupación de muchos jóvenes arquitectos y artistas. Esta es una pre-ocupación actual, ante la que esta actividad veraniega no debiera hacer la vista gorda. Por último, y ya que La Ocupación —organizada por el Grupo Toma— hace referencia directa a estas dos acciones —“ocupar” y “tomar” un espacio— hemos dedicado la primera entrega de este periódico a estos temas. La entrevista a Quilian Riano, participante de Occupy Wall Street y director de #whOWNSpace nos permitirá entender mejor las problemáticas tras el evento que en cierta forma inspira esta actividad. A su vez, los testimonios de pobladores recogidos del libro de Mario Garcés “Tomando su Sitio” (LOM, 2002), nos ayudarán a recordar con mayor precisión el contexto en el que surgieron las primeras tomas de terrenos en Chile (a mediados del siglo pasado), devolviéndonos la real perspectiva histórica y política en la que surge la noción de “toma”.

#1 OCUPACIÓN Y TOMA

QUILIAN RIANO: “ES FÁCIL HACER ACTIVISMO Y PENSAR EL FUTURO DENTRO LOS MUROS DE UN MUSEO” Quilian Riano es arquitecto y director de DSGN AGNC. Participó en Occupy Wall Street y actualmente dirige también el proyecto #whOWNSpace. Entrevista realizada por Francisco Díaz 4 de enero de 2014

¿Cómo partió Occupy Wall Street? ¿Cuál fue el grado de organización previa? Antes de nada me gustaría decir que aunque yo participé y apoyé a OWS en muchas formas, no organicé ninguna actividad oficial, así que respondo desde mi propio punto de vista. Dicho esto, creo que los principios de OWS se encuentran en la Primavera Árabe. Después de ver desde lejos como varios países y grupos se pararon contra poderes de opresión, la revista canadiense anti-consumo Adbusters puso un afiche para incitar la ocupación de espacios en Wall Street, comenzando el 17 de septiembre (de 2011). Como esta acción fue propuesta por una revista, era de esperar que muchas organizaciones se animaran a participar en la ocupación. Y eso fue exactamente lo que pasó: participaron muchos grupos con hartos integrantes y diversos objetivos.

¿Qué objetivos políticos perseguía la ocupación? La verdad es que cada grupo o persona que participó en OWS tendrá una respuesta distinta a esta pregunta. De hecho, la falta de un objetivo político claro fue la crítica mas común que se hizo a OWS. La ocupación fue un acto contra Wall Street, los bancos, y procesos económicos que llevaron a mucha gente en los Estados Unidos a la pobreza durante la crisis financiera de 2008. También es importante decir que una de las razones por la que tantos grupos distintos se juntaron fue porque OWS fue una “acción” —literalmente “ocupar” un espacio urbano de forma desafiante— y no una serie de demandas políticas que serían fácilmente ignorables.

¿Por qué se eligió Zucotti Park? Es importante entender que Zucotti Park es un espacio público que también es propiedad privada o, como se denomina oficialmente en inglés: Privately-Owned Public Space (POPS). Esto significa que los promotores inmobiliarios reciben un permiso para construir más espacio rentable si es que entregan un espacio urbano —como un parque o una plaza— accesible a todo el público. Estos espacios pueden ser problemáticos (como explora el proyecto #whOWNSpace), pero fue un resquicio en la Ley de los POPS el que ayudó a la ocupación de Zuccotti Park. De acuerdo a la ley en Nueva York, los POPS en espacio abierto (como las plazas públicas) tienen que estar abiertos 24 horas al día, mientras que los Parques Públicos administrados por la el Departamento de Parques de la ciudad de Nueva York, por ley tienen que cerrar durante la noche. La accesibilidad 24/7 de Zuccotti Park fue una de las razones claves por las que fue elegido para la ocupación. La otra razón fue que Zuccotti esta diseñado de forma tal que dejaba muchos espacios abiertos para congregaciones, etcétera.

¿Cómo te integraste a OWS? La integración a OWS fue fácil: fui al campamento y participe en la asamblea general y en grupos de acción enfocados en arquitectura/espacio y pedagogía universitaria.

¿Qué pueden hacer los arquitectos en una instancia de este tipo? Los arquitectos podemos hacer mucho en una acción colectiva como OWS. En los campamentos físicos pueden surgir necesidades en las que

los arquitectos podemos ayudar, como por ejemplo, en asuntos de higiene. Pero no solo eso; los arquitectos podemos hacer mucho mas en movimientos colectivos. Tenemos las herramientas analíticas y gráficas para hablar de procesos de diseño y construcción, y su papel en las economías políticas. Traemos un punto de vista que es un poco distinto y que se puede complementar muy bien con movimientos mas grandes para crear y empujar agendas de una ciudad más equitativa.

¿Qué problemas enfrentaron durante el período en que se mantuvo la ocupación? Cuando se junta tanta gente en un mismo espacio siempre van a surgir problemas, internos y externos. El problema externo más claro fue la interacción con la policía y los dueños de Zuccotti Park. Desde la primera noche el 17 de septiembre hasta la última noche el 15 de noviembre siempre existió la amenaza del desalojo. Internamente también hubo problemas, algo esperable cuando se juntan grupos tan distintos. Un problema pequeño, por ejemplo, fue cuando un grupo de tamboristas no paraba de tocar sus tambores hasta muy tarde en la noche. Esto comenzó a dañar las relaciones con los residentes alrededor de Zuccotti que hasta ese momento apoyaban la ocupación; este problema aparentemente fácil de resolver se convirtió en motivo de división cuando los tamboristas (que eran minoría), reclamaron que no querían ser silenciados por activistas blancos. Al final todos pudieron llegar a un acuerdo, pero este ejemplo muestra que a pesar de que es difícil, es muy importante organizar los activismos en torno a agendas mutuas pero siempre asegurando la diversidad de voces.

¿Qué ha pasado con el movimiento OWS tras el desalojo? ¿Ha continuado o se desintegró? OWS ha cambiado mucho desde el desalojo. Yo creo que muchos de los que participaron siguen trabajando en ideas que comenzaron en OWS. Más organizadamente hay dos proyectos interesantes. Uno es Occupy Sandy, una respuesta organizada al Huracán Sandy que golpeó las costas de Nueva York y Nueva Jersey el 2012. El grupo ha actuado como una organización comunitaria ayudando a reconstruir y actuando como proveedor de servicios públicos. El segundo proyecto es StrikeDebt!. Es un proyecto iniciado por veteranos de OWS que compra las deudas de muchas familias —como lo hacen los bancos— peo por mucho menos de lo que deben individuos. Hasta el momento han logrado saldar casi 15 millones de dólares de deudas. Estos proyectos muestran formas distintas de continuar el activismo. Eso si, un problema con el que debemos tener cuidado —especialmente en proyectos como Occupy Sandy— es el papel del activismo y su interacción con el estado. Es peligroso crear proyectos que reemplazan procesos públicos en vez de demandar que esos procesos públicos operen de formas más equitativas.

¿Qué es “#whOWNSpace”? ¿Qué actividades desarrollan? En su esencia, #whOWNSpace surge de las preguntas que el movimiento Occupy Wall Street abrió sobre la propiedad y el uso de espacio abierto en la ciudad de Nueva York y otras ciudades del mundo. El proyecto pretende dar a conocer y cuestionar las reglas —a menudo conflictivas— que rigen los espacios públicosprivados, para abogar por cambios cuando sea necesario, o bien para proponer políticas alternativas sobre usos y diseños que fomenten la vitalidad democrática. El grupo ya ha realizado varios proyectos. Hemos creado mapas que muestran toda la información disponible sobre las leyes y locación de los POPS. Otros proyectos

incluyen excursiones en las que buscamos democratizar la enseñanza del diseño y, junto a la comunidad, tener un mejor entendimiento de la esfera pública en diferentes comunidades. Junto con estos proyectos, el equipo jurídico de #whOWNSpace ha presionado a las autoridades de la ciudad para conseguir que los propietarios de Zuccotti cumplieran con las reglas y eliminaran las barreras que rodearon el parque durante casi dos meses. A través de una campaña de educación pública sobre los POPS y como encajan dentro de la estructura reglamentaria municipal, se presentaron más de 100 denuncias ante el Departamento de Edificación (DOB) del municipio de Nueva York. Luego la Unión de Libertades Civiles de Nueva York, la Asociación Nacional de Abogados y el Centro para los Derechos Constitucionales de Nueva York enviaron una carta al DOB e hicieron un comunicado de prensa, todo esto realizado en colaboración con el equipo de #whOWNSpace y aprovechando nuestra investigación. Un día después de enviada esa carta, las rejas fueron retiradas. Ahora nos estamos concentrando en la plaza pública delante del edificio en One Chase Manhattan Plaza (diseñado por SOM), que ha estado cerrada desde el 16 de septiembre de 2011. Esta plaza es una de las fuentes de inspiración para la legislación de los POPS. La innovación de SOM fue optar por utilizar 2 1/2 acres de valiosa superficie en un plaza abierta al público. La plaza se ha convertido en una parte tan integral de la estructura de Lower Manhattan que el 2009 fue reconocida como un hito de Nueva York. A través de estos proyectos hemos empezado a entender mejor el estado del espacio público en Nueva York y el confuso conjunto de reglas que lo rige. Sin embargo, muchas de las reglas que nos hemos encontrado a menudo dicen una cosa explícita: los POPS están destinados para usos “pasivos”, como comer un sándwich. Los usos activos —conversaciones, reuniones, o la organización de comunidades— no se contemplan. Sin embargo, estas actividades son muy necesarias en una sociedad democrática ya que ayudan a las personas se informen y participen en su sistema político.

¿Qué te parece la estetización de la ocupación que se ha dado tras el desalojo, ya sea con el MoMA comprando los pósters de OWS o haciendo instalaciones como la de A-77 en el PS1? Esta es una muy buena pregunta ya que es uno de los problemas más grandes con cualquier tipo de activismo. El problema es complicado ya que la estetización del activismo hecha por instituciones de arte lleva a la cooptación comercial. Al final del día esos tipos de proyectos apuntan a asuntos que el arte o el diseño debería considerar sin ninguna acción significativa. Por ejemplo, y ya que preguntas por el proyecto en el PS1, me parece raro crear una colonia homogénea para artistas pensando que es activismo ambiental real, ya que hay voces y procesos que no son incluidos. Esto es aun mas raro cuando uno piensa que el PS1 esta tan cerca de Greenpoint, Brooklyn, que sigue sufriendo los efectos de unos de los peores derrames de petróleo en la historia de Estados Unidos. El derrame fue culpa de Exxon-Mobil y ha hecho que los suelos y las napas de este vecindario sean unos de los más tóxicos del país. En este caso, como en tantos otros, no hay que ir muy lejos para encontrar una crisis ambiental. Al final del día, es fácil hacer “activismo” y pensar el futuro dentro los muros de un museo. Lo difícil es pensar que es lo que se puede hacer dentro de los complejos procesos existentes. ¿Cómo podría el arte ayudar a manejar los conflictos políticos y ambientales de Greenpoint y otros vecindarios alrededor de la institución de arte? Continúa en la página siguiente >>>>>>>>>


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