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Amor a los hijos peregrinos Madres a distancia

Jorge Castel

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Vivir lejos de los hijos aflora emociones diferentes. No importa la edad de ellos o cuál sea la situación que enfrentan en la vida, las madres siempre pensarán y rezarán por los hijos peregrinos, que algún día volverán. A poco del Día de la Madre, ellas los recuerdan con nostalgia y alegría.

LEJANÍA POR EL TRABAJO

Rosario Carpio tiene a Andrés Monge, uno de sus hijos, muy lejos. Por ser un excelente profesional, fue elegido por una empresa para radicar en Panamá desde hace varios años.

“Siempre extraño a Andresito, es mi hijo menor y pensé que me iba a acompañar mucho tiempo, pero fue el primero que se fue lejos, a Panamá. Ahora que se acerca el Día de la Madre me pondré penosa por él”, cuenta Carpio.

Sin embargo, ella tiene como un medio de consuelo a las redes sociales, así que de esa forma estará frente a la pantalla: verá a su hijo. “Yo siempre me comunico con él, lo recuerdo todo el tiempo, se me caen unas lágrimas a veces. Queremos tenerlos, pero hay que hacerlos volar. Lo extraño”, comenta.

Carpio recuerda a su hijo como un niño y joven travieso, pero ante todo como un “regalo del cielo”. “De niño era un “caballerito, muy bueno, lindo niño. De jovencito se salía a veces sin permiso y pensaba que no me daba cuenta. Yo lo esperaba luego de sus actuaciones, era una angustia saber si llegaba, para así no tener problemas con su papá. De todas formas hoy le digo: ¡Te amo, hijo!”.

SEPARACIÓN A TEMPRANA EDAD

María Eugenia Criales es boliviana, pero radica en España. Su hijo es Paolo Ramírez. Recuerda que por el trabajo, y para darle mejores oportunidades, tuvo que alejarse de él cuando

Carlos Ariñez y su mamá, Tereza Ariñez, pasearon juntos en Costa Rica, donde él radica desde hace algunos años.

era muy pequeño. “Cuando una mamá está lejos de su hijo siente mucho dolor por no poder tenerlo al lado, más aún al saber que nos necesitamos tanto”, asegura.

Criales afirma que para aliviar ese dolor y acortar las distancias llama a Paolo, quien radica en Suecia, todos los fines de semana. En alguna oportunidad también ambos se visitan. “Pero ahora con la pandemia que vivimos no hemos podido encontrarnos hace tiempo”, detalla.

“El consejo que les doy a las mamás es que no dejemos a nuestros niños, tal vez era muy joven y en ese momento no pensé en ese lazo tan lindo que perdíamos”, expresó Criales.

HIJOS QUE SE REALIZAN EN OTROS PAÍSES

Teresa Ariñez es una madre bendecida, tuvo seis hijos con su esposo, Fernando Ariñez: Miriam, Roberto, Fernando, Carlos y Jorge. Los dos últimos se encuentran fuera de las fronteras, uno en España y otro en Costa Rica. Confiesa que siente una inmensa nostalgia por la distancia, pero también alegría porque cumplen sus sueños profesionales.

“Estar lejos de mis hijos es triste, al menos en estos momentos que tenemos este problema del virus, pero el amor y el cariño siempre es el mismo, incluso es más fuerte”, expresa la mamá, que está en La Paz.

Consultada sobre la comunicación con ellos, afirma que para aliviar la distancia tienen días fijos para llamarse por WhatsApp. “Nos comunicamos los sábados y domingos, generalmente a mediodía. De Carlos extraño el trato que nos tiene

1. Paolo Ramírez y su mamá, María Eugenia Criales, en su último encuentro en España. Fue en agosto de 2019.

Rosario Carpio es la mamá de Andrés Monge. Su hijo trabaja en Panamá, pero ese no fue un obstáculo para encontrarse con él y su nieto en las vacaciones del año pasado.

a ambos, de Jorge el cariño con el que se expresa. Y cuando llegan es una sensación indescriptible”, enfatiza Ariñez .

Desde Costa Rica, Carlos Ariñez afirma que estar lejos del país y de la familia es muy duro: “Siempre hemos celebrado el Día de la Madre de una manera alegre, cobijándonos en ese nido que se llama familia. Es un día especial para todos. Los que estamos fuera sentimos un vacío muy grande, porque nos hace falta la presencia familiar y materna que nos gustaría tener cerca”.

Carlos afirma que gracias a la tecnología aún pueden saludarse y darse un cariño, “pero esta distancia siempre es impersonal, no se expresa el amor o el cariño completo. La relación, cuando eres adulto, va mejorando y la madre se vuelve una amiga. Mi madre me ayudó, apoyó y me guía hasta el momento en mis decisiones. Agradezco ese cariño leal”.

LA CASA SE PONE DE CABEZA

Brenda Zúñiga no deja de comunicarse con su mamá, Miriam Cartajena, quien partió hace 10 años hacia Carolina del Norte (EEUU) por motivos laborales.

Zúñiga afirma que tener a su madre lejos influye en el hogar y simplifica esa explicación que “cuando no está la jefa de la casa, todo se viene para abajo”.

“Ella se fue hace 10 años, pero nos llamamos todos los días al grupo de WhatsApp de la familia. Nos olvidamos de la distancia cuando cocinamos y nos mandamos los platitos. Cuando llega, cocina con amor y todo es diferente”, recuerda Zúñiga.

Miriam cuenta que regresó en 2018 y hace el esfuerzo de llegar en el cumpleaños de Brenda para compartir con ella. “Si tengo suerte, llegará en octubre. Este Día de la Madre le digo que la amo mucho y que estoy agradecida con Dios por ser su hija, que espero que se sienta orgullosa de mí y que todo lo que soy es gracias a las motivaciones que me dio en la vida”, afirma.

2. Miriam Cartajena y su hija Brenda Zúñiga. El reencuentro fue en 2018: decidieron dar un paseo por Cochabamba y degustar de la gastronomía. Tienen la promesa de volver a encontrarse.

Fotos: RRSS

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