ISSN 1909-650X
Llegó la hora de estudiar portugués pág. 4 La investigación se queda en papeles pág. 7
El medio que nos queda
No es lo mismo exótico que afrodisíaco pág. 11 Periodismo deportivo del dato por el dato pág. 13
María Juliana Yepes Burgos
Facultad de Comunicación Social - Periodismo UPB - Medellín, diciembre de 2010, No. 26
¡Gracias! Margarita María Llano Gil
Al retirarme de la Dirección de la Facultad de Comunicación Social - Periodismo, quiero expresar mis agradecimientos sinceros a cada uno de los miembros de esta querida comunidad académica.
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Conté con un excelente grupo de trabajo. Docentes de alta solidez académica y de gran sentido humano, tal vez lo más valioso para el trabajo en equipo y para afrontar la responsabilidad de formar profesionales integrales para un mundo lleno de desafíos. El Comité de Currículo con sus ideas, entusiasmo y capacidad de trabajo. Un Consejo de Facultad que en honor a su nombre fue permanente guía y apoyo. Estudiantes creativos, inquietos, alegres, propositivos. Una Secretaria Académica eficiente y comprometida. Por esa confluencia de fortalezas, en estos tres años y unos meses más de permanencia, pudimos ver logros como la obtención de la Acreditación de Alta Calidad para el Programa. La aprobación de las maestrías en Comunicación Organizacional y en Comunicación Digital. Varios premios nacionales e internacionales para el Periódico Contexto y los programas de televisión “En Rojo y Negro” y “Para Vivir Mejor”. Clasificación en Colciencias, de los dos grupos de investigación, aumento de los trabajos interdisciplinarios, y de la movilidad estudiantil nacional e internacional. Fortalecimiento de los semilleros y nacimiento de grupos de estudio. La continuidad y también fortalecimiento de eventos de distinta índole con participación de docentes, estudiantes e invitados nacionales e internacionales. Actividades y estrechas relaciones con Afacom. Construcción, dotación e inauguración del tan ansiado nuevo CPA. Menciono los más destacados. De todos aprendí, con todos disfruté realizando las tareas de cada día. Pudimos construir un excelente ambiente de trabajo, el mayor de todos los logros. De nuevo gracias de corazón por el cariño y apoyo. Y porque siempre pude sentirme parte de la mejor casa. La que nunca se deja pues está integrada por la mejor familia, Ustedes. Un abrazo.
Adiós al “Mono” Con una misa celebrada por el Rector de la UPB, monseñor Luis Fernando Rodríguez y a la que asistieron autoridades de la Universidad, familiares, profesores, estudiantes, empleados y amigos, se rindió un homenaje de despedida a Jaime Salazar, el popular Mono, de la cafetería del Tac. Durante la Eucaristía, Monseñor expresó su solidaridad con su esposa Ruth, sus hijos, empleados y amigos, y destacó la vocación de servicio, la generosidad, la humildad y el compromiso de quien estuvo vinculado a la Universidad por más de 46 años. “Bolivariano no es sólo el egresado; sino quien le corre por las venas sangre institucional”, enfatizó la primera autoridad de la Universidad, haciendo referencia a quien con sus obras se convirtiera en un ícono de la Universidad por casi media centuria.
El Premio Nobel y el Escribidor Rosa María Pérez Rivas
Cuando me enteré que Mario Vargas Llosa había sido merecedor del Premio Nobel de Literatura 2010, imaginé cómo al día siguiente los stands de librerías y bibliotecas de la Ciudad y de otros países del mundo estarían ocupados con sus libros. Los medios de comunicación impresos, digitales y audiovisuales incluirían a Vargas Llosa en sus secciones; amigos, periodistas, escritores conocedores e incluso desconocedores de él y de su obra, ocuparían parte de su tiempo en escribir opiniones sobre su vida, sus virtudes, sus libros, y todo lo referente a la vida y obra del autor. He leído algunos ensayos de Vargas Llosa publicados en su columna de opinión Piedra de Toque. En ellos he podido descubrir cómo a partir de situaciones cotidianas este escritor nos devela la sociedad imperfecta que somos, las desigualdades que se anteponen al cumplimiento de los derechos humanos, la guerra de ambiciones y la necesidad de algunos por satisfacer un interés particular lesionando los intereses de quienes lo rodean. Puedo recordar su ira e indignación plasmada en la columna Lula y los Castro, publicada en marzo de este año. Con la seguridad que le daba a cada palabra, Vargas Llosa criticaba el cinismo del presidente Lula Da Silva y de Fidel Castro cuando posaban felices y abrazados para una fotografía, mientras que Orlando Zapata Tamayo, opositor y pacifista, sometido por el régimen cubano a 35 años de prisión, fallecía tras 85 días de huelga de hambre. O la historia de Owen, el hipopótamo huérfano, que tras la pérdida de su madre escogió a una tortuga que la sustituyera y, a partir del momento y de manera inseparable, comían y dormían juntos. A través de la conmovedora historia Vargas Llosa nos demuestra cómo estos dos animales, pertenecientes a especies distintas, lograron lo que no han podido los humanos: vivir y convivir respetando sus diferencias. Esta labor que ha forjado con su columna de opinión trasciende la crítica. Es la expresión libre de un hombre independiente de cualquier poder público, que abre un camino a toda tentativa de reflexión, que no sólo cuestiona, sino que escudriña en lo más íntimo del hombre, exaltando su parte más bella y también la más monstruosa. No hay duda en las palabras pronunciadas por Peter Englund, secretario de la Academia Sueca, cuando desde la sede académica dijo: “el Premio Nobel ha sido otorgado al escritor peruano Mario Vargas Llosa por su cartografía de las estructuras del poder y sus imágenes de la resistencia, rebelión y derrota del individuo”. Sus ensayos, más que un punto de vista político, cultural, exagerado, crítico, optimista y pesimista son –como sugirió alguna vez Kafka que debía cumplirse al leer un libro- “como un pico de hielo que rompe el mar que tenemos dentro”. No esperemos que sea un premio o un reconocimiento lo que nos impulse a indagar en las obras de ciertos autores. En acuerdo o desacuerdo con los escritos del nobel, hay que considerarlo un gran merecedor del premio. Y vale la pena acercarnos a sus posturas.
Editorial
La minería en Antioquia: otros socavones
En los meses de septiembre y octubre, la prensa abundó en noticias acerca de los mineros chilenos. Gracias a los medios conocimos sus asuntos más íntimos, que en otra situación quizá no hubieran tenido la menor importancia. Pero las tragedias venden mucho en los medios y de eso pudimos darnos cuenta a lo largo de estos días en que los mineros ya parecían parte de nuestra cotidianidad.
grandes medios internacionales. Sin embargo, debieron o debimos haber aprovechado “ese momento de efervescencia y calor” para darle una mirada a las condiciones en que viven nuestros mineros.
Pero el tema de la minería no ha sido notica únicamente por las tragedias en la nación hermana. También, y con gran despliegue, en días recientes la prensa habló sobre la minería en Antioquia. El principal medio impreso del país, en el mes de septiembre, a grandes caracteres, dio a conocer nuestra realidad minera en Antioquia, y fiel a la costumbre de exaltar cualquier asunto que tenga que ver con nuestra región, faltó poco para que nos declararan el paraíso minero de Colombia.
En un interesante artículo, en el portal Semana. com, el periodista Juan Diego Restrepo se preguntaba ¿quién sabe algo de los 74 mineros muertos en Amagá? Y a renglón seguido, hizo hincapié en la forma tan lamentable en que nuestros mineros realizan éste, uno de los oficios más riesgosos del mundo, y destierra antecedentes funestos de esta tragedia:
‘“Hemos dado pleno cumplimiento a la delegación del Ministerio de Minas y Energía para realizar un trabajo eficiente en titulación y vigilancia de la minería en el Departamento”, sostuvo el gobernador de Antioquia, Luis Alfredo Ramos’. Pero, excavando en el tema de la minería se descubren otras vetas interesantes. En el Ciclo Orlando Fals Borda – VII Versión ¿200 años de independencia? Otra mirada, la Red Colombiana de Acción Contra la Gran Minería Multinacional, RECLAME, el jueves 21 de octubre, se mostró que no todo lo que brilla es oro. La minería en Antioquia, que tanta lumbre nos diera a lo largo de la historia, hoy no es ni un destello de lo que fue en alguna época. Una de las razones señaladas es que las empresas mineras ya ni siquiera son colombianas. Hacen parte de conglomerados multinacionales atados al asunto del capital financiero, con lo que además del saqueo de nuestros recursos se especula financieramente con las ganancias que genera. Esa gran concentración de riquezas conducirá seguramente a mayor sometimiento del Estado que se limitará a atender sus peticiones.
“No es la primera vez que la mina San Fernando afronta accidentes de esa naturaleza. Pasará a la historia por las tragedias que han ocurrido en sus socavones. La primera de ellas ocurrió el 14 de junio de 1977, en esa triste ocasión fallecieron 86 personas. Desde ese año hasta hoy han perdido la vida más de 180 personas. Una cifra considerable si se tiene en cuenta que es una empresa privada”. Nuestros mineros, con su esfuerzo y su valentía (ellos le llamarán necesidad de supervivencia) son lo que ayudan a aceitar ese engranaje económico que gira en torno a la minería. Sin embargo, su labor tienen que desempeñarla siempre soportando altas temperaturas y con el riesgo inminente de la acumulación de gases. Entonces cabría preguntarnos ¿a quiénes favorece la extracción de minerales de nuestro subsuelo? Se llevan nuestros recursos y nos quedan los socavones, los mineros muertos,
Una miradita aguzada nos permitiría establecer la estrecha relación que hay entre las inundaciones y crecidas de los Cauca y El Bagre cada año. La cantidad de sedimentos dragados y echados a estos afluentes en la extracción del oro, aguas arriba, hacen que estos ríos se salgan de madre a cada nueva temporada invernal. A la fuga de capitales hacia el exterior, a las precarias condiciones en que trabajan nuestros mineros, habría que sumarle el componente ambiental. Las multinacionales, vienen, extraen sus recursos, nuestros recursos y nos dejan sólo desastres ecológicos y riesgos de futuras tragedias. Nuestro Departamento pues, como señala la prensa, es protagonista de las estadísticas de la minería colombiana. Pero las estadísticas, y aquí que somos tan dados a mostrarnos como pioneros, deberían señalarnos, desde una legislación que priorice el tema del cuidado del medio ambiente y las garantías laborales, como el primer Departamento donde nos preocupamos verdaderamente porque la minería no sea la riqueza de unos pocos, a costa de la pobreza, la salud y la destrucción de un ambiente de muchos.
Caricatura
Y como para recabar en el asunto, la prensa con cierto tufillo oficialista señalaba:
Los colombianos, tan dados a copiar el ejemplo chileno, deberíamos en esta oportunidad, más que nunca, seguir el ejemplo de los australes, aprender de sus aciertos.
la tierra envenenada, estéril y revuelta. Las riquezas, las que no se llevan, se quedan transformadas en unas cuantas monedas en sitios licenciosos de las zonas mineras. La minería sólo favorece a quienes invierten grandes sumas. Bastará decir que las zonas del occidente antioqueño, la Cuenca del Sinifaná y el Bajo Cauca Antioqueño, son las que registran los mayores índices de pobreza del Departamento. En el viejo conflicto entre la Frontino Gold Mines y los trabajadores, como siempre, los dueños de capital salieron de nuevo victoriosos.
Pero además de las implicaciones económicas señaladas durante aquel evento académico, el tema de la explotación minera en Antioquia tiene otros factores que para nada podemos dejar sepultados en los socavones de la desmemoria ni bajo la tierra del olvido. Los medios de comunicación durante los días de la tragedia en el desierto de Atacama, se dedicaron a hacer lo que proponían los
Rector: Monseñor Luis Fernando Rodríguez Velásquez / Decana de la Escuela de Ciencias Sociales: Esperanza Hidalgo Urrea / Directora Facultad de Comunicación Social-Periodismo: Margarita Llano Gil / Jefe de Área de Periodismo: María del Socorro Correa Jaramillo / Editor: Guillermo Zuluaga Ceballos /Jefe de Redacción: María Juliana Yepes Burgos / Periodistas: Laura Betancur Alarcón • Korina Melisa Daza Zapata • Federico Duarte Garcés • Juliana Londoño Villegas • Laura Julieth Mendoza Arroyave • Rosa María Pérez Rivas • Andrés Felipe Salgado Céspedes • Jorge Andrés Santos Gómez • Juliana Sosa Góngora • Laura Suárez Díaz • Juan David Villa Rodríguez • María Juliana Yepes Burgos / Editora gráfica: Natalia Botero Duque / Foto portada: María Juliana Yepes Burgos / Diseño y Diagramación: Ana Milena Gómez Correa, Editorial UPB / Impresión: El Mundo / Universidad Pontificia Bolivariana • Facultad de Comunicación Social-Periodismo • Dirección: Circular 1ª. 70-01 bloque 7 • Teléfono: 3544557 • Correo electrónico: pcontexto@gmail.com • ISSN 1909-650 X
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Ramón Maya Gualdrón
ramon.maya@upb.edu.co
Archivo BBC
Llegó la hora de estudiar portugués 4 Cuenta Jorge Amado que la bella Gabriela andaba con los sin tierra por el norte del Brasil talando bosque, quemándolo y sembrando, para luego recoger una magra cosecha; después la tierra quedaba agotada y entonces debían continuar la tala selva adentro. Astronautas norteamericanos cuentan que se ven unas gigantescas columnas de humos subir al espacio desde Suramérica, producidas por las quemas que brasileños, que no tienen nada, realizan para buscar su sustento. En la historia del Brasil los coroneles fueron unos individuos que poseían la tierra y la utilizaban para que su ganado comiera. Gabriela Clavo y Canela, una de las obras de Amado, comienza con el relato de un asesinato que comete un
El ex presidente Lula da Silva expresa su voto de confianza a Dilma Rousseff quien será la nueva líder de la nación brasileña.
coronel; las víctimas son su esposa y el hombre con el que le era infiel y a pesar de que fue a sangre fría y todo el pueblo lo presenció, ese crimen quedó impune. Sin embargo, los jóvenes universitarios, nuevos ciudadanos de un Brasil que se quería democratizar, presionaron con la exigencia de que la justicia se aplicara a todos, incluso a los más poderosos. Esa bella novela termina con una Gabriela feliz en medio de una sociedad que celebra el inicio del juicio al coronel asesino. Brasil experimentó una transición política, pasó de unas dictaduras violentas a una democracia real en la que el Estado se hace cada vez más sólido. La razón fundamental del paso fue adoptar unas políticas claras y ponerlas por encima de los gobiernos. Por tanto, no importa tanto quién gane las elecciones, pues los gobernantes tienen definido, en buena parte, lo que deben hacer. A eso se le denomina políticas de Estado. De tal manera que Lula da Silva es un buen líder que heredó mucho del gobierno de Jorge Enrique Cardoso y a su vez heredará a otros. En el gigante de Suramérica, la tierra de los futbolistas más costosos, en los últimos nueve años han salido de la pobreza diez millones de personas; se convirtieron en clase media, clase que es importante porque impulsa el desarrollo de la sociedad (Estados Unidos de Norteamérica es el país que tiene la mayor
clase media del mundo). Nos sirve como parámetro para medir la capacidad de crecimiento de Brasil el saber que el gobierno de China ha posibilitado la salida de ochocientos millones de seres humanos de la pobreza en los últimos veinticinco años. Brasil se convirtió en un milagro. La transición política que su clase dirigente propició, además del trabajo intenso por lograr el bienestar social para la mayoría, fueron las principales herramientas para conseguirlo. Lo favoreció el que asumiera una actitud política pacífica, que le ha permitido concretar varias alianzas, de las cuales la más importante es el BRIC, que integra con Rusia, India y China; entre esos cuatro estados reúnen enormes recursos, tecnología, producto interno bruto y población y en este momento están trabajando por establecer una moneda única. Formó también un grupo económico con Sudáfrica e India. Además impulsa el MERCOSUR, entre otros. Brasil es uno de los países con mayor número de embajadas en el mundo, tiene 175. Su mayor socio comercial es la China. Por logros como estos, nuestro vecino se ha convertido en una economía emergente. Es importante tener presente que las alianzas exigen que las culturas se relacionen, pues sólo así es posible hacer efectivos los acuerdos políticos y económicos. Y para que las culturas se puedan relacionar es necesario aprender el idioma; aprendizaje que se logra familiarizándose con la cultura a la que el idioma
Brasil experimentó una transición política, pasó de unas dictaduras violentas a una democracia real en la que el Estado se hace cada vez más sólido.
pertenece. Necesitamos las relaciones con el Brasil. El actual gobierno colombiano ha declarado que se interesa en hacer del gigante suramericano nuestro mayor socio. Ojalá eso se realice. La cultura brasileña está, como todas, llena de belleza y, como pocas, es muy alegre; ella nos enriquecerá. El portugués es la séptima lengua materna más hablada del mundo. Llegó la hora de estudiar portugués.
¿Gestión ambiental efectiva o prácticas industriales destructivas?
Medellín ambiental
A menudo se tiene la concepción de que el sector industrial de Medellín produce la mayor parte de la contaminación de la Ciudad. Sin embargo, los estudios en materia ambiental realizados por grupos de investigación de las universidades, entes reguladores como el Área Metropolitana del Valle de Aburrá y la Secretaría del Medio Ambiente, además de organizaciones ecológicas como la Corporación Penca Sábila y Medellín Cómo Vamos; evidencian un panorama distinto.
Laura Suárez Díaz laurisud@gmail.com
Laura Villamil Barrera lauramar90@gmail.com
implementar estrategias que contrarresten el efecto causado por sus producciones. De igual forma, este balance atribuye a las pequeñas y medianas empresas un aporte significativo de la problemática ambiental.
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“Hay muchos más problemas con las pequeñas y medianas industrias porque están menos vigiladas y el Estado no tiene la capacidad de regularlas”, dice García, ante la falta de recursos económicos que tienen algunas empresas. No obstante, el informe de Gestión Ambiental 2008 – 2010 de la Secretaría de Medio Ambiente, afirma que 80 industrias (pequeñas y medianas) firmaron voluntariamente convenios de autorregulación, con el fin de implementar un plan de acción de mejoras ambientales.
Autoridades encargadas Existen diferentes órganos reguladores de las políticas ambientales, cuyas labores están encaminadas a la creación y ejecución de estrategias que garanticen la protección del entorno, entre ellos el Ministerio del Medio Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial (jurisdicción nacional) y Corantioquia (regional).
Las investigaciones indican que las compañías tienen menor responsabilidad en comparación al sector transporte, pero deben tomar un papel activo e
En el caso de Medellín, la Secretaría del Medio Ambiente y el Área Metropolitana del Valle de Aburrá, vigilan los procesos ambientales. La última, con mayor
Juan Diego Zuluaga
“El problema principal de Medellín son las fuentes móviles (vehículos) que generan un mayor impacto en la contaminación del aire frente a lo que producen las industrias”, dice Pablo García, investigador del Grupo de Investigación Ambiental (GIA) de la Universidad Pontificia Bolivariana, sobre las investigaciones realizadas este año por el grupo.
Natalia Botero
De la contaminación ambiental de la ciudad, cada vez se tiene mayor conciencia. Sin embargo, ciudadanos, entidades, corporaciones y organizaciones privadas y públicas, presentan incoherencias en el manejo de políticas medioambientales.
facultad en el Municipio y que según la Ley 128 de 1994 está dotada de autonomía jurídica y administrativa para cumplir su labor. “El Área Metropolitana como autoridad ambiental establece mecanismos para el desarrollo de las políticas ecológicas, nosotros simplemente nos acogemos a esos lineamientos”, dice María Elena Gómez, subsecretaria de Cultura Ambiental. Si bien el Área Metropolitana tiene la responsabilidad de ejercer control en las políticas medioambientales, un informe del movimiento Medellín Cómo Vamos (programa que evalúa los proyectos ejecutados teniendo en cuenta la opinión de sus habitantes), afirma que “una limitante para el accionar de la autoridad ambiental, es que por legislación nacional la única entidad en el país que es realmente autoridad en la materia es el Ministerio de Medio Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial”. Una investigación sobre cargos por contaminación del aire en las fuentes fijas1 realizada por el Área Metropolitana, y que hasta abril no había sido puesta en funcionamiento por la falta de aprobación del Ministerio, demuestra que existen
1 Se entiende por fuente fija toda fuente de emisión situada en un lugar determinado e inamovible, aún cuando la descarga de contaminantes se produzca en forma dispersa.
Natalia Botero
inconsistencias en la aplicación de las leyes por parte de las entidades nacionales y regionales.
La legislación
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El Decreto 1299 de 2008, indica que las empresas deben crear un departamento de gestión ambiental, para fortalecer sus procesos productivos mediante la implementación de tecnologías limpias. Según el Análisis de la Gestión Ambiental en las Más Importantes Empresas de la Ciudad de Medellín, publicado por la Institución Universitaria Ceipa en 2001, la gestión ambiental es el conjunto de actuaciones necesarias para el mantenimiento de los recursos ambientales, suficientes para mejorar la calidad de vida de las personas y el patrimonio natural. Para la ejecución de prácticas ambientales no sólo existen entidades gubernamentales, sino también movimientos ecológicos dedicados a promover la participación ciudadana en este aspecto. La Corporación Penca Sábila, vigía de la sostenibilidad y calidad ambiental, es una de ellas, tal como lo explica Martín Román, investigador de Gestión Social y Ambiental de la Institución. Román asegura que las empresas disfrazan sus acciones en lo ambiental, porque a pesar de que la Constitución colombiana legisla el delito ecológico, todavía no está regulado debido a los intereses de las autoridades respectivas. “Si estuviera regulado, el representante legal de empresas como la que tiñó el Río Medellín estuviera en la cárcel”, argumenta. La relación de las industrias con la comunidad es otro tema de interés de esa Corporación. El investigador supone que “una industria en un barrio es un muro que no genera relaciones solidarias, porque la comunidad nunca se favorece de las acciones ambientales de la misma”, argumenta Román. El Área Metropolitana otorga los permisos respectivos, controla la normatividad y establece convenios con las empresas, dándoles a conocer hasta qué punto pueden emitir contaminación sin afectar su producción, explica Laura Catalina Gil, ingeniera ambiental de la entidad. En Latinoamérica existe la apreciación de que si las empresas tienen una regulación ambiental estricta, la caída de utilidades o la reducción de su competitividad será evidente, porque corre el riesgo de mantener o aumentar su participación en el mercado internacional. Así lo demuestra una investigación sobre contaminación industrial realizada en la región, por la
Comisión Económica para América Latina (Cepal) y publicado por las Naciones Unidas. Con respecto a lo anterior, Pablo García, investigador del Grupo de Investigación Ambiental (GIA), expone que en las emisiones industriales se mide principalmente cuánta contaminación se genera con respecto a la cantidad de producción. Otro punto importante es el detectado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), refiriéndose al impacto que tienen en la salud los factores ambientales. El estudio indicó que es posible mejorar este aspecto, reduciendo la contaminación mediante políticas que promuevan la gestión ambiental, puesto que “en Medellín la calidad del aire, de acuerdo a las directrices de la OMS, es tres veces superior a lo recomendado para evitar efectos nocivos en la salud”, como menciona el artículo titulado Medio Ambiente del movimiento Medellín Cómo Vamos.
Construcción ambiental ciudadana La Secretaría de Medio Ambiente ofrece diferentes alternativas de capacitación para el manejo adecuado de la producción industrial, una de ellas es el convenio de Producción Más Limpia, que pretende integrar a empresas voluntarias para que tengan un compromiso ambiental. Según la Institución, son más de cien empresas vinculadas, sin embargo, “hay que seguir trabajando porque todavía falta mucha más conciencia de los ciudadanos”, asevera María Elena Gómez, subsecretaria de Cultura Ambiental. Por el contrario, Martín Román, de Penca Sábila, dice que los procesos de descontaminación son más baratos y
efectivos si se controlan las fuentes, y no si se hacen desde las grandes plantas de purificación y manejo de residuos, o proyectos liderados por las autoridades; por ejemplo: “Si todas las urbanizaciones tuvieran pequeñas plantas de tratamiento de agua, no tendríamos que delegar esa responsabilidad a la planta de San Fernando (EPM) para limpiar el Río”. El trabajo de los entes gubernamentales y las organizaciones ciudadanas frente a las producciones empresariales, apunta en la mayoría de los casos, a mejorar la calidad de vida de los habitantes de Medellín. Es importante que la población se involucre en programas propuestos desde los diferentes organismos, implemente acciones ecológicas individuales y exija a los grupos industriales una contribución medioambiental. Además, es fundamental un trabajo mancomunado entre las diferentes instituciones reguladoras para que demuestren coherencia en sus acciones. Una encuesta realizada este año por Medellín Cómo Vamos demostró las mayores preocupaciones de los ciudadanos con respecto a las labores ambientales. Algunos de los resultados son: Satisfacción con los resultados de la Gestión ambiental por parte de las autoridades correspondientes: Contaminación del aire: 20% Nivel de ruido en la Ciudad: 18% Contaminación del agua: 26% ¿Cuál aspecto ambiental debería tener más atención del Gobierno Municipal?: Calidad del aire: 52% Congestión vehicular: 49% Manejo de basuras: 39% Afectación negativa en la salud por los problemas ambientales de la Ciudad: Tamaño de la muestra: 1511 personas. Contaminación del aire: 74 % Nivel de ruido en la Ciudad: 64% Contaminación del agua: 68%
Según Colciencias, los grupos de investigación en el país son 4.705, de los que 4.072 están registrados.
La investigación se queda en papeles
El medio ambiente es un tema común de investigación en las universidades de Medellín. Sin embargo, falta apoyo por parte de organizaciones públicas y privadas, así como una mayor difusión de los proyectos por parte de los investigadores, para que estos logren aplicarse en la realidad y puedan generar impacto social. La investigación es una actividad inherente a la Universidad como institución responsable de la construcción de conocimiento. Frente a problemáticas latentes como las que actualmente sufre el medio ambiente, que ponen en riesgo la vida de los seres humanos, la academia tiene el reto de trabajar permanentemente en proyectos que relacionen e integren a las personas, al entorno y a las entidades públicas y privadas para la búsqueda de soluciones. A pesar de que en las universidades de Medellín se destina presupuesto para hacer investigación, y que el Departamento Administrativo de Ciencia, Tecnología e Innovación (Colciencias) lidera programas, aplica estrategias y gestiona proyectos que buscan incentivar una cultura investigativa en Colombia, el panorama tiene aún falencias que dejan la investigación en el papel. Entre ellas la poca difusión que reciben los trabajos, el apoyo insuficiente por parte de entidades, la falta de
integración de las universidades y la escasa conciencia ambiental presente en la sociedad; éstas traen como consecuencia que las instituciones se limiten a ganar puntos para subir en un escalafón académico. E r i k a To r r e j ó n C a r d o n a , coordinadora del grupo Medio Ambiente y Sociedad de la Universidad de Antioquia, afirma que “por las investigaciones se han producido documentos que se quedan en la biblioteca. Muchas investigaciones se hacen por un título universitario o para que se registren en Colciencias, pero no tienen difusión ni trabajo interdisciplinario. Si se dieran a conocer no solamente a la comunidad científica nacional e internacional, el reconocimiento y el apoyo serían mayores”. Es necesario, entonces, que la divulgación de los resultados sea mayor para que las investigaciones puedan tener impacto y trascendencia, más cuando los problemas medioambientales son de amplia magnitud en Medellín.
Sara Melina Vásquez Ochoa sarisvo11@hotmail.com
7 “Hay que hacer una estrategia comunicativa efectiva y las universidades ya están pensando en eso”, expresa Torrejón. Consuelo Montes de Correa, coordinadora del grupo Catálisis Ambiental de la U. de A., dice que la difusión depende de la demanda por parte del público, es decir que mientras los problemas del medio ambiente estén todavía en un segundo plano en la vida de las personas frente a otras necesidades como la supervivencia y la seguridad, las investigaciones no podrán contar con el apoyo social necesario que garantice atención por parte de organismos públicos y privados que inviertan y se comprometan con la aplicación de los trabajos en la realidad. El investigador Andrés Ochoa de la Universidad Nacional, sede Medellín, considera por su parte que “hay información muy técnica que es normal que no llegue al público porque quien la recibe no tiene las bases necesarias para comprenderla”. El lenguaje complejo no debe ser un impedimento para que los proyectos sean difundidos en mayor medida y puedan ser acogidos por organismos como Cornare, Corantioquia, Área Metropolitana del Valle de Aburrá, Corpourabá, Ministerio de Medio Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial, además de instituciones como Isagen, Empresas Públicas de Medellín (EPM), entre otras.
Proyectos aplicables
Sara Melina Vásquez Ochoa
La participación estudiantil en los proyectos de investigación es de vital importancia para el desarrollo de los trabajos.
Andrés Felipe Salgado Céspedes and_fel05@hotmail.com
Del apoyo que reciban las investigaciones por parte de las entidades depende posiblemente que éstas puedan llevarse a la realidad, opina Fredy López Pérez, investigador de la Universidad de Medellín, y agrega: “Muchas empresas apoyan proyectos para no pagar impuestos o hacen promoción de ello como parte de su Responsabilidad Social Empresarial. Sin embargo, no se comprometen con el medio ambiente ni en aplicar los resultados de los trabajos”.
No obstante, el balance de la Sexta Rueda de Negocios de Innovación Tecnológica – Tecnnova Medellín 2010- fue positivo en cuanto demostró el interés de empresarios por propuestas de 155 grupos de investigación asistentes a la Feria, y la concertación de 1.659 citas de negocios. Por otro lado, López afirma que las organizaciones públicas y privadas le exigen a los investigadores y a las universidades trabajar a un ritmo acelerado que le resta profundidad a las investigaciones, por lo que los contratos “no aguantan”. Además, “a las entidades lo que les interesa son los instrumentos y las herramientas aplicables; el diagnóstico y el conocimiento de base no son valorados”, añade. Otra falencia respecto de las investigaciones es que no todas tienen aplicabilidad social y que, las que lo tienen y logran realizarse con éxito, se quedan en un sólo lugar cuando se podrían unir esfuerzos entre los entes, las universidades y la sociedad, para que trabajen juntas con el fin de generar cambios medioambientales y conciencia ciudadana. Es de anotar que algunas empresas prefieren pagar multas por incumplimiento al decreto 909 de 2008 (que regula la emisión de contaminantes a la atmósfera) y a otras normas, antes que implementar mecanismos de protección ambiental propuestos por universidades y otras instituciones. Si bien estos aumentarán sus costos, darían ejemplo y generarían conciencia ambiental que, como afirma Jimmy Collazos Franco, docente de la Institución Universitaria de Envigado, es de lo que más carece la sociedad para que el trabajo por el medio ambiente sea mancomunado. Como concluye la investigadora Erika Torrejón, “las universidades deben tener mayores vínculos con lo que necesita la sociedad y, a su vez, los organismos y las empresas deben trabajar más de la mano de las universidades. Falta que la gente se movilice por un verdadero cambio”.
Laura Betancur A. laurabeta626_4@hotmail.com
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Manuela Duque C. manuduque1991@gmail.com
Steve G贸mez Estrada (Infograf铆a) darkfenix007@yahoo.com
Atrato: vida del Chocó Laura Julieth Mendoza Arroyave Lauris2444@hotmail.com
El río Atrato es uno de los más caudalosos de Colombia y el de más facilidad para navegar. Su recorrido empieza en la Cordillera Occidental, pasando por la mitad del departamento del Chocó, y una parte de Antioquia desembocando en el Golfo de Urabá. El río cuenta con una longitud de 750 km y un ancho entre 170 y 500m con profundidad de 39 m que son recorridos constantemente por los habitantes del departamento chocoano, ya que por él entran y salen la gran mayoría de productos como: la madera, la pesca y algunos artículos agrícolas
Como un cencerro, el sol anuncia una nueva jornada por la supervivencia.
Como si fueran ropas, tabaco o fique al oreo, secar pescado, aquí, para que el sol y el viento contribuyan con la supervivencia de muchos otros, más allá.
Desbuchar (retirar las vísceras del pescado), es como desentrañar la tierra en busca de un tesoro. Desbuchar en el Atrato es arrancarle un gran tesoro a la existencia.
La vida se enreda o se desenreda entre mallas y mallas; y se fondea y se alarga entre pangas y chalupas que se las lleva y las devuelve este rico Atrato.
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Un artista que le canta a la naturaleza
De bruces al mundo Música a manos de un librepensador que le quita la máscara a la realidad social y grita verdades a los oídos de una comunidad que se niega a escuchar. Diego Fernando Mosquera Moreno difemomo_61@hotmail.com La colilla de un cigarrillo en el piso se extingue con el paso del viento y las fantasías de un sueño rastafari pintado en verde, amarillo y rojo se hacen realidad. Una noche en el oscuro cuarto, Mauricio susurró en voz de Bob Marley “de bruces a mí”; una frase que después de once años de pronunciada aún parece una obra de Dalí, o una premonición latente que emerge del mundo de los sueños. “Es una experiencia casi irreal subirse a la tarima y ver cómo tanta gente grita a todo pulmón las canciones que transmiten todo lo que siento”, dice Mauricio Osorio, vocalista y líder de la banda “De Bruces a Mí”, quien mientras habla con una sonrisa casi que imborrable deja al descubierto el Mauricio sensible y humano. Cuando Mauricio habla, tira su escudo de rudeza y expone su alma más allá de lo que sus labios quieren afirmar, sus ojos expresan tanto como sus palabras y a la vez se transforman en cristales negros, tímidos y dispersos, pertenecientes en ese momento sólo a la ventana de su cuarto. Su mirada es una digna imitación del retrato sombrío de Marley en su camiseta. Minutos después Mauricio comienza a enseñarla más detalladamente con orgullo y explica el significado del retrato del desaparecido “Dios del Reggae” que hace tan sólo unos momentos él mismo estaba imitando. Por fin se descubren sus manos en un momento de efusividad y pasión a su ídolo, manos que eran casi invisibles, escondidas constantemente en el vaporoso arcoíris etíope de sus gastados pantalones de lana que paran su recorrido al encontrar el talón, dejando ver así, sus pies descalzos y libres, los cuales minutos antes se habían manchado de tierra y naturaleza, al caminar con sus propias raíces pálidas y desnudas sobre el gran jardín de su casa en la puerta de un frío mundo. Adentrándose más allá de una antigua y gastada puerta, este personaje confesaba estar viviendo en una fantasía adolescente, definida por él mismo como el Nirvana. A esa edad, dejó invadir sus venas por la música reggae y toda la cultura que acarrea este movimiento casi religioso, música que sin posible antídoto se coló entre sus huesos y le marcó de por vida el destino de su camino, este mismo que le dejó en sus carreteras largas y sin curvas la misión de plasmar en sus letras las problemáticas sociales y ambientales que aquejan a su madre tierra, el vivo reflejo de lágrimas impunes de la naturaleza verde que hoy pintamos de negro, los animales que aún viven en la época del esclavismo y la violencia e injusticia social que sirve de contraste a este desastre inminente que hiere a su gente y hace agonizar a su triste musa, la realidad del mundo, ésta que encontró su fecha de caducidad pero que según este artista todavía tiene esperanzas, aún los humanos pueden reivindicarse y aportar con pequeñas acciones a la gran reconstrucción de un nuevo mundo.
Este personaje se acomoda nuevamente en su silla y ahora una expresión de frustración y enojo se dibuja en su rostro por lo conversado anteriormente, pero pronto sonríe restándole importancia a las cosas que no valen la pena. Afirma, mientras se quita su tam o boina y deja al descubierto su larga cabellera con filamentos transformados en pensamientos y sentimientos que se encuentran atrapados en rastas o dreadlocks que sirven como jaula para que estos no se escapen de su cabeza e intenten estrellarse contra los mismos ideales que él no estuvo dispuesto a seguir. “No soy lo que muchos querían que fuera, no soy el tipo de persona que muchos esperarían, pero no me importa, disfruto de lo que hago, vivo de eso y soy feliz con mi misión: la de compartir un mensaje a través de mi música”, dice este revolucionario de la conciencia dejando escapar una sonrisa. Seis personas son las que integran este grupo: Camilo, Julio o “cohete”, Óscar, Diego, Faber y Mauricio, quien es el autor de todas las canciones de esta agrupación de reggae. “Escribo sobre cualquier cosa que sienta, para mí todo lo que la naturaleza nos ha dado es muy valioso y por eso es que me gusta hacerle un homenaje en algunas de mis canciones”, apunta Mauricio mirando hacia el piso y guardando silencio. “El grandioso poder de la lluvia y el trueno es el mismo que nos pinta un arcoíris en el cielo, el poder que hace temblar la tierra, es el mismo que nos da todos los frutos de ella”, dice una de sus canciones llamada “Santa Meditación”, un glosario de razones por las que hay que cuidar el lugar donde vivimos y también una invitación a meditar acerca de todos los problemas sociales y medioambientales que poseemos. Es una de las canciones más famosas de la banda y también una de las que más sentimiento, angustia y decepción expone, ya que es un trabajo discográfico que lleva consigo una gran carga y responsabilidad, es una canción que va dedicada “al cristal que nos fue prestado por Jah para vivir y también ese mismo que nosotros vamos quebrando con nuestra ignorancia y crueldad”, agrega Mauricio encendiendo un cigarrillo y parándose de su asiento para estirarse un poco. El humo de su inyección de nicotina extingue la paciencia de sus oníricos ojos y comienza a cantar el coro de “Nuestra esperanza” mirando a su ventana nuevamente. “Hoy queremos cuidar de nuestro lado, quitar esa maleza con la fuerza de mil brazos, regar la tierra con nuestra esperanza, sentarnos junto a la balanza”, después de pronunciar la última palabra, como si estuviera siguiendo un guión de un monólogo bohemio me explicó lo que significaba para él esta canción. Según este artista fiel a la naturaleza, aún estamos a tiempo de salvar nuestro mundo, todavía hay esperanzas, y el primer paso para generalizar el mensaje es comenzar con nuestro propio espacio, valorar lo que tenemos, no malgastar ni maltratar, plantar un árbol, proteger los yacimientos de agua, preservar la fauna y enviar todos esos mensajes a las nuevas generaciones, ya que son de ellos el mundo agonizante que les dejamos. Es un grito también a la igualdad: “la balanza algún día tendrá que equilibrarse, ese día todos seremos iguales”. El vocalista de “De Bruces a Mí” enfatiza en que sus canciones no son de protesta como muchos creen, lo único que hace es exteriorizar sus sentimientos y percepciones, lo que busca es concienciar a todos sus receptores, destruir los malos sentimientos, inundar a todos con su filosofía de paz y auto encuentro. “De Bruces a Mí” es un núcleo artístico que extiende su alma como una imponente vela, expone su sensibilidad a flor de piel, no le da miedo expresar lo que siente por nuestro mundo que se cae a pedazos.
Mauricio Osorio
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Lo que este cantante de reggae busca en su música es inspirar a los librepensadores, concienciar a los hipócritas que se empeñan en destruir su propia semilla sin germinar y también atacar con la realidad a quienes están sordos.
El compromiso por el medioambiente también se demuestra desde el arte. La música y el reggae le cantan a la vida de todos los seres vivos.
Por el momento Mauricio y su banda seguirán luchando con sus únicas armas, la paz y la tranquilidad, reflejada en sonidos de ska, trompetas y una voz que anhela un mundo mejor. Saliendo tras aquella gastada y antigua puerta este personaje se despide exponiendo sus manos libres y soñadoras, esas mismas que impregnan sonetos al sentir los latidos de una madre tierra que todavía nos sonríe con su majestuosidad y que a pesar de tantos golpes sigue abrazándonos con sus raíces cicatrizadas, débiles pero llenas de esperanza.
Analfabetismo ambiental
No es lo mismo exótico que afrodisíaco
¿Por qué no creemos en lo nuestro? Es paradójico ver en las zonas costeras colombianas a vendedores negros ofreciendo agua de coco importada de Malasia, cuando el país es el segundo con más diversidad de palmas. “En Colombia nos falta algo que no hemos perdido, algo que nunca hemos construido en Latinoamérica y eso es la identidad,” afirma Claudia Avendaño, historiadora de la Universidad Nacional. Los procesos de colonización marcaron la condición de que el “blanco europeo” es el mejor, y sus valores están por encima de los propios. Lo grave de esto es que cuando las sociedades no aprecian lo que les pertenece, son otros quienes lo explotan, dice la historiadora. Además de este problema, Dino Tuberquia, docente del programa de Biología de la Universidad CES, afirma: “Aquí no hay quién estudie la fauna y flora; el recurso económico es relativamente poco o difícil de conseguir y fuera de eso ¿quién se va a meter, a estudiar plantas en la selva donde estaba el Mono Jojoy?” Aunque Antioquia tiene alrededor de 10.000 especies en flora, que es casi igual a toda la vegetación de Europa, no hay cifras consolidadas. “No podemos dar ese dato porque no hay un inventario completo de las regiones de Colombia”, continúa Tuberquia mientras mira el “caucho” australiano que se alza en la cafetería de la Universidad CES.
Colombia ocupa el segundo lugar entre los países más biodiversos del mundo. Antioquia es el departamento con más especies en los ecosistemas del País. ¡Estos datos son falsos! Aquí las compran por $20.000 pesos, las dopan y las meten en el interior de alguna llanta, para traficarlas hasta Venezuela, en un placentero viaje con poco oxígeno. Colombia ocupa el segundo lugar en tráfico de especies a nivel global, según el Ministerio de Medio Ambiente. A pesar de esto, el país es reconocido por su excelencia en cuanto a la formulación y contenido de las leyes, pero en la aplicación hay grandes falencias, como afirma Edilberto Rodas, biólogo y especialista en Gestión Ambiental de la Universidad Nacional. “Vivimos en la cultura de ‘hecha la norma, hecha la trampa’”. “Muchos policías ven a los turistas por las carreteras de la costa comprando micos y piensan: ‘hay mucho mico todavía’, ‘yo voy en una moto, no me voy a encartar con ese animal’. La biodiversidad se acaba por la ignorancia de las autoridades y de los civiles”, continúa el biólogo. Frente a este panorama, hay mucha fauna y flora que aún no ha sido reportada para la ciencia. De las que se tiene conocimiento alrededor de 2.500 especies de flora están amenazadas, así como 89 especies de mamíferos, 133 de aves, 20 de reptiles y 8 de peces, según el Instituto Alexander Von Humboldt.
Binomio: desarrollo y biodiversidad Si le preguntan a un ingeniero civil cuánto vale un árbol responderá que cuesta lo mismo que pasarle una máquina por encima. Un biólogo dirá que es un micro hábitat. Para
la tribu Emberá del Pacífico ese árbol es el “jaibaná” de la agricultura y si se marcha no habrá más productividad en las cosechas. La biodiversidad es la base de muchos de nuestros imaginarios culturales. Rojas comenta que las culturas ancestrales de Colombia han sido acérrimas amantes y defensoras del patrimonio ambiental, pero no sólo eso. Tuberquia está convencido de que “La fauna y flora nativa, pueden ser el eje de desarrollo del país y el primer paso para reducir la miseria social. Un caso puntual es el de la palma ‘mil pesos’ reconocida por su valor nutricional y de la que se puede extraer algo similar al aceite de oliva, pero ¿usted cree que se han hecho estudios para ponerla a producir? o, ¿alguien se ha fijado en que uno podría vivir de chontaduro?”. Debido a este desconocimiento, existen casos como el de EPM que a favor de su responsabilidad empresarial ha reforestado en el transcurso de este año 63 hectáreas con 84.403 plántulas de pino pátula. Frente a esto Rojas afirma que: “Esta especie exótica absorbe unas 17 veces más agua que nuestras especies, no tiene frutos ni flores que favorezcan a la fauna y acidifica el suelo. Sin embargo, la empresa afirma que esto ayuda al empleo por la consecución de madera y a las emisiones de oxígeno. Ésta es una medida cortoplacista que no mide el real impacto ambiental. Así las cosas, cuando se habla de biodiversidad pocos distinguen entre lo que es exótico y nativo. Muchos la piensan sólo en términos económicos y medidas cortoplacistas, sólo algunos la piensan como un factor de equilibrio con miras al desarrollo social.
Korina Daza
En Medellín es más fácil conocer la flora asiática o africana, que la nativa. Sabemos cuáles son los laureles del Mediterráneo, las araucarias chilenas, los pinos estadounidenses, pero quién sabe ¿cuál es la “palma de milpesos” colombiana? En nuestra Ciudad, parece que ni los viveristas saben que exótico significa extranjero y no afrodisíaco, selvático o nativo. La intención de vender plantas no parece ser un asunto de saber cuál beneficia nuestra mega diversidad, si no la que está guiada por el último grito de la moda urbanista. Desde la década de los 30, Medellín se ha dedicado a importar lo extranjero. En el Plan Maestro de Zonas Verdes del Área Metropolitana del Valle Aburrá, en 2006 (un proyecto de reforestación), se sembraron cerca de 35.000 individuos de Palma Areca, una planta originaria de Madagascar, mientras que de plantas nativas se sembraron sólo 200 individuos.
¿Y la fauna? Historiadora y biólogo coinciden en que el sistema educativo colombiano, no nos concientiza sobre lo propio. “¿Cómo se sensibiliza uno con un gurre si sólo nos enseñan sobre elefantes y jirafas, animales extranjeros?”. En ocasiones, pareciera que en Colombia, a las guacamayas les gusta viajar en neumáticos.
Las palmas que abundan en la avenida Las Palmas son la Cola de Zorro de Australia, la Washingtonia del suroeste de California o la palma de “Manila” de las islas Fiji, ninguna de éstas es nativa.
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Taparse los oídos no es suficiente
Mi vecino el ruido
Diego Andrés Sánchez Alzate fotodonto@hotmail.com
“Se hace difícil descansar, no existe un momento de silencio; pero tantos años viviendo junto a la autopista, terminan por acostumbrarte, dice Ana María Ramírez (19 años), quien desde sus primeros días de vida ha estado rodeada por el ruido. Esta estudiante de Planeación y Desarrollo Social del Colegio Mayor de Antioquia, expresa que el ruido es un impedimento para el desarrollo de sus actividades estudiantiles y sus labores domésticas. La casa donde vive, construida por su familia, se encuentra ubicada justo en frente de la Autopista Norte, cerca al paradero de buses del sector La Madera. Contiguos a su vivienda hay dos bares, una gasolinera, un Carrefour y algunas construcciones en proceso. En zonas residenciales como la de Ana María, los límites de ruido permitidos son 65 decibeles (en el día), y 55 decibeles (en la noche), según la Norma Nacional de Emisión de Ruido. Cifras que contrastan con los informes que da el mapa de ruido de la Ciudad, creado por Área Metropolitana del Valle de Aburra, en la que se muestra que los ruidos alcanzan 75 decibeles (en el día), y 65 decibeles (en la noche). El ruido se ha convertido en los últimos años en un factor contaminante en el Área Metropolitana por causa del crecimiento del parque automotor, el uso indiscriminado de las bocinas de los autos, las construcciones en proceso y el mal empleo de los espacios. Según Federico Gutiérrez, concejal de la ciudad, Medellín puede considerarse altamente ruidoso, con potencialidades de 72 decibeles para el día y 68 decibeles en la noche, no obstante la zona Nororiental alcanza niveles de hasta 80 decibeles en la noche. El resto
Diego Sánchez
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“Cuando se es niño, los ruidos que asustan surgen de debajo de la cama, y cuando se es adulto, de debajo de la tapa del motor del coche” James Dent.
de los sectores de la Ciudad no alcanzan este nivel, pero sí superan los límites establecidos por la Organización Mundial de la Salud y el Ministerio de Medio Ambiente.
La contaminación acústica es generada por sonidos no deseados que afectan de forma negativa la calidad de vida.
Ana María vive en una residencia con cuatro hermanos, sus padres y su abuela, Blanca Inés, una mujer que a sus 76 años de edad tiene que tolerar a diario las emisiones de ruido. “Aunque por culpa del ruido, mi abuela no ha tenido problemas directos de salud, esto sí le genera dificultades para dormir y quejas constantes”, cuenta Ana María.
de los transportadores que pasan recogiendo a los alumnos del sector. Sin poder conciliar el sueño la joven percibe cómo con el paso de las horas los taxis, carros particulares y de servicio público, concurren a esta vía, generando los primeros ‘tacos’, y con ellos continua la sinfonía que perdura todo el día.
Efraín Ramírez, su padre, paradójicamente es conductor de una volqueta que hace parte de la gran cantidad de vehículos que transitan por el sector y que se suma al ruido, que no sólo afecta a su familia, sino a sus vecinos y demás habitantes de la Ciudad. Después de una ardua jornada laboral, Efraín llega a su casa con la intención de descansar pero lo molesto del sonido no lo permite.
Comienza la sinfonía Son las dos de la mañana de un día cualquiera de la semana, los sueños de Ana María son interrumpidos por una sinfonía, que a diferencia de las de Mozart o Beethoven, es desagradable por la poca sincronización de sus instrumentos y el alto volumen de sus notas. Esta sinfonía empieza con la llegada de los camiones a la Ciudad por la Autopista Norte, principal vía de acceso de este tipo de automotores a Medellín, de la que el hogar Ramírez Restrepo sirve como testigo auditivo cada día. A Ana María la despiertan de nuevo, a las cinco, las bocinas
Malas experiencias La Autopista es uno de los factores que afecta de forma directa a esta familia, pero no el único. Dos bares, ubicados junto a la casa de Ana María, producen grandes cantidades de ruido. Según ella: “uno se pelea el ruido del otro”. Todo comenzó hace cuatro años, cuando los bares fueron ubicados en ese sector, desde entonces las personas del Barrio han realizado denuncias y los bares han sido sellados, pero al poco tiempo, los abren de nuevo. “La entidad encargada de regular el ruido en la Ciudad es el Área Metropolitana del Valle de Aburra, ésta toma las mediciones respectivas y junto con las Secretarias de Gobierno de los diferentes municipios, realiza las sanciones pertinentes a los establecimientos que superan los límites de ruido permitidos”, afirma Federico Gutiérrez. “Mi familia intentó hacer una denuncia, pero los administradores de los bares son como ‘calientes’, eso generó un
mal entendido y la respuesta no fue muy agradable, por lo que tuvimos que dejar las cosas hasta ahí. Preferimos aguantarnos el ruido y no meternos en problemas”, dice Ana María. El ruido no es únicamente de los bares, las personas que salen de estos, también lo generan, bien sea por la algarabía, por las riñas callejeras, que en el lugar son constantes o simplemente, porque deciden quedarse en el andén de la casa de Ana María para hablar. “Una vez estaba esperando a uno de mis hermanos que salió sin llaves de la casa, mientras tanto, me fijé, a eso de las doce de la noche, por el huequito que tiene la puerta y justo ahí, en frente de mi casa, la gente que salía del bar se encontraba consumiendo cocaína” resalta la joven.
Ansiando el cielo “Finalizando enero de 2010, mis papás encontraron una buena alternativa para descansar de este molesto problema, compraron una finca, ubicada cerca al municipio de Donmatías, que visitamos los fines de semana. Es un lugar tranquilo y silencioso, lo que en un comienzo se me hacia raro; ¡Esa paz no existe nunca en mi casa!”, ironiza Ana María. Este lugar tranquilo al que la joven llama “el cielo”, es el que les permite aguantar, mientras que la casa se vende. Por ahora deberá seguir conviviendo con su vecino el ruido.
En Colombia hay una carencia de literatura deportiva
Periodismo del dato por el dato A pesar de la calidad y reconocimiento de los colombianos en diferentes disciplinas deportivas, más allá de algunas crónicas y unos pocos libros, en el país no hay una cultura de escribir acerca de los hechos que han marcado la historia del deporte. Juliana Sosa Góngora julysosa103@hotmail.com
Para cubrir un hecho deportivo en Colombia, basta con ir al lugar donde se desarrolla el suceso y escribir acerca de lo que todos ya vieron. Aunque el deporte es de las actividades que más seguidores y espectadores tiene en una sociedad que acude a él para olvidarse de una realidad marcada por la violencia, la calidad del cubrimiento no es buena y pocas veces la información presentada trasciende la inmediatez de los medios de comunicación. El escritor y periodista barranquillero Alberto Salcedo Ramos cree que esa baja calidad se debe a que “los periodistas deportivos están mal preparados y mal fundamentados, son profesionales que salen de la academia con la idea perniciosa de que para seguir acontecimientos deportivos no se necesita una formación académica profunda”. Para un escritor que no es periodista deportivo, pero mira el deporte desde la perspectiva de “un contador de historias que se asombra frente a lo que le ofrece ese mundo desde el punto de vista literario”, el problema radica en que en el país se ha creado el imaginario que hacer o escribir periodismo deportivo es ocuparse de lo inmediato y por eso, no se buscan historias de vida que transformen al lector.
Deporte que refleja identidad
José Sebastián Pérez.
Tal vez es debido al bajo nivel de los periodistas deportivos en Colombia, que no existe la cultura de hacer literatura acerca de los hechos o personajes que se han destacado dentro de ese ámbito y que transcienden más allá de la simple noticia. Pero también influye el hecho de que, a pesar de la capacidad de convocatoria que genera el deporte, en el país se mira nada más como una especie de entretenimiento y no se le da el valor que tiene y se merece. Muchas veces se escucha decir que en los noticieros van primero las noticias serias y después las de deporte y entretenimiento como si aquéllas no fueran igual de importantes para las personas que las siguen. Pero también es cierto que la mayoría de los programas especializados en deportes que hay en el país, confunden la opinión con el show o la gritería.
Los periodistas deportivos deben buscar la forma de integrar la literatura y el deporte para empezar a construir la memoria e historia escrita para un pueblo que se ve representado en las hazañas de sus equipos y deportistas.
Un ejemplo claro de la trascendencia que puede alcanzar el deporte se dio en Sudáfrica. En 1995 el líder Nelson Mandela usó la organización del Mundial de Rugby en su país y el posterior título del equipo local, los Springboks, para buscar la reconciliación entre blancos, que preferían el rugby y los negros, que preferían el fútbol. En vez de sabotear el evento, los negros terminaron apoyando al equipo en una muestra de la capacidad de perdón profesada por Mandela. Con el Mundial de Fútbol de este año organizado en el mismo país, se avanzó aún más en disminuir la brecha que separa esos dos grupos raciales. “El deporte es una expresión que refleja la identidad de los pueblos, su manera de ver la vida y entender el cosmos que les tocó. Es una actividad en la cual uno puede conocer los seres humanos”, afirma Salcedo Ramos.
Falta investigación
Libros recomendados Para los amantes del deporte, Contexto sugiere estos libros: • “Dios es redondo” de Juan Villoro, rinde tributo al futbolista Diego Armando Maradona y recoge historias del fútbol en general. • “Puro fútbol” de Roberto Fontanarrosa es la recopilación de cuentos de fútbol del escritor que fueron publicados en otros libros. • “El oro y la oscuridad” de Alberto Salcedo Ramos. Biografía del boxeador colombiano Antonio Cervantes, mejor conocido como Pambelé’. • “Una gambeta a la muerte” de Gonzalo Medina, brinda una mirada de la relación entre el fútbol y la violencia en Medellín, pero ve en ese deporte una posibilidad para la paz y la convivencia en la ciudad.
Para escribir un libro se necesita tiempo y meses, incluso años de investigación. Debido a la inmediatez que se demanda en el país, donde el partido que se jugó hoy, por la noche ya debe tener su noticia en televisión o el artículo al otro día en la prensa, son pocas las veces que la información se convierte en un libro. “En el periodismo deportivo predomina mucho el dato por el dato. El prototipo del que ante los medios aparece como investigador, es el que tiene cifras a secas pero eso no es investigación: investigar es partir del dato para pasar al análisis, algo que no se da con mucha frecuencia en nuestro medio”, afirma el escritor Gonzalo Medina Pérez. Son contados los nombres que se atreven a ver más allá y se aventuran a escribir un libro en el país, pero los hay. “Lo que hacen Alberto Salcedo y Mauricio Silva acercándose a temas deportivos, le da un nuevo espíritu al asunto del periodismo deportivo”, afirma el periodista Pascual Gaviria, quien cree que la falta de ese tipo de literatura se debe a que los periodistas deportivos se han convertido en una especie de “casta” aislada que cae en los lugares comunes y no se atreve a explorar maneras diferentes de contar la realidad. Para superar la carencia de libros que traten el tema del deporte, es necesario que los periodistas lean más, miren los buenos ejemplos de países como Argentina, Uruguay y Brasil donde existe la cultura de la literatura deportiva, pero lo más importante, se preparen adecuadamente según lo expresa Medina Pérez: “no es suficiente con tener un pregrado en comunicación. Un periodista o investigador deportivo debe ser alguien que tenga formación por ejemplo, en el campo de la política, la antropología o la sociología, porque el deporte es un fenómeno que recoge esas características”. Para incentivar la literatura deportiva en Colombia, el buen periodista deportivo debe ser capaz de relacionar el deporte con las problemáticas del país y el contexto en el que se desenvuelve. “Un verdadero periodismo deportivo debe ayudar a construir el sentido de nación”, puntualiza Gonzalo Medina Pérez.
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De una iglesia y una calle para María Auxiliadora Muchos rezos y fe “de carbonero” se mezclan con buñuelos, chorizos y uno que otro aguardientico para el frío en una misma calle de Sabaneta: el pasaje José Félix de Restrepo. Aquí, lo profano y lo religioso conviven en armonía perfecta.
Es el pasaje una callejuela de baldosín rojo y piedras grandes. Corresponde a la Calle 44 Sur y arranca desde la Carrera 70 Sur, costado derecho de la iglesia, si la miras de frente. Unos cuarenta metros, a ojo de buen cubero, mide este callejón de don José Félix de Restrepo, maestro de próceres de la Independencia y defensor de la abolición de la esclavitud.
Tres señoras de setenta y pico de años rezan un Rosario apurado. Un señor, canoso, de bastón, coetáneo de las señoras, las acompaña en su rezar, mirando para otro lado con una sonrisa maliciosamente menuda. De dos columnas de color blanco bien pintado penden sendos carteles que recuerdan que en la Segunda a Corintios escribió Pablo de Tarso que Dios ama al que da con alegría. Cuando son las seis de la tarde, después de aguaceros – silencio, recién sale la gente abrigada y tímida, soledad- en la iglesia de paredes blancas bien pintadas y una Sagrada Familia en el altar, suena una melodía de arpegios de guitarra lentos y una voz más bien gruesa, bien entonada, parsimoniosa para dar más señas. La melodía dice que el Rosario, santísimo él, nos recuerda la vida de Jesús, bendito él. Estamos en la iglesia de Santa Ana, Sabaneta. Fíjate que no se llama iglesia de María Auxiliadora. No se la dedicaron a ella, sino a su nunca suficientemente venerada madre, aunque los rezos y las gracias se los lleve la santa hija.
Diego Sánchez
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Juan David Villa juanda0812@yahoo.es
Pasaje José Félix de Restrepo, Sabaneta. Después de misa los sabaneteños recorren el pasaje en busca de un grasoso bocadillo.
Comerse un buñuelo en el José Félix de Restrepo luego de Misa o Rosario es ritual sagrado. Al pasaje, que así le llaman a secas, poco se le usa el nombre del hijo ilustre de Sabaneta, gloria del derecho y gran arquitecto de la República – esto último lo dice una placa pequeña sobria, puesta en la entrada del pasaje-.
Verás una fila de chorizos bien embutidos colgando de la esquina más cercana a la Iglesia. Y verás al frente una imagen de María Auxiliadora con el rostro mal pintado. A su derecha, un cuadro que promociona una cazuela de fríjoles. Y más a la derecha, la Sagrada Familia, la misma del altar. A la izquierda de María Auxiliadora, un chicharrón de 10 patas y la pintura nada apacible del padre Ramón Arcila, a cuyos pastorales esfuerzos María Auxiliadora debe la devoción que por estas tierras se le profesa, máxime si es martes. Empezamos en una iglesia, ya pasamos por los chorizos y un restaurante. De aquí para allá, con la silenciosa y blanquecina imagen de la iglesia a espaldas, verás un casino de nombre Océano, un video bar, una heladería y el estanquillo Giroma -desde donde suena Sergio Vargas- y del Rosario…ya ni te acuerdas. Lo profano y lo religiosa han convivido en armonía perfecta.
Aunque parezca cosa de locos
Reciclar desde la casa: un estilo de vida La familia Gallego Arbeláez ha llegado a reutilizar en un mes más de 30 litros de agua. Juliana Londoño Villegas julilon04@hotmail.com “Voy a vivir de otra manera”, pensó algún día Daniela Gallego. Y después del pensamiento vino la acción. Dijo en su casa que era hora de cambiar, al menos, el mundo de ellos. Tomó la iniciativa y afortunadamente para su familia no fue “la loca” que para sus amigos ya era. Y se decidió a reciclar. Empezó a reutilizar el agua: la que sobraba de la última juagada de la lavadora la recogía en un balde y con esa misma vaciaba el sanitario, trapeaba o limpiaba vidrios. Daniela, estudiante de Comunicación SocialPeriodismo, es una admiradora incansable de la naturaleza y por esta razón, quiso cambiar su rutina diaria por una donde recoger agua, mantener las luces apagadas el mayor tiempo posible y no utilizar dos electrodomésticos a la vez, se volvió costumbre. Antes, mientras se lavaba los dientes dejaba la llave abierta. Cuando se bañaba no se preocupaba por el tiempo que tardaba y utilizaba varios electrodomésticos a la vez: computador, equipo de sonido y televisor. Pero eso empezó a cambiar cuando Daniela quiso hacer algo por la naturaleza que tanto admira.
Empezó con lo que le pareció más fácil: apagando las luces de alguna habitación, cuando ningún miembro de la familia estaba allí; cerrando la llave del agua mientras se lavaba los dientes; poniendo el computador en modo “economizador”, y no utilizando más de un electrodoméstico a la vez. Pero se dio cuenta de que sus esfuerzos no bastarían, si sus papás y su hermana no hacían las mismas cosas “de loca” que ella. “Cada vez que yo veía una luz prendida, les decía a mis papás o a mi hermana que la apagaran si no la necesitaban y eso mismo hacía con las canillas. Les estaba recordando siempre, hasta que se les volvió un hábito, como a mí”, cuenta Daniela para explicar cómo implantó la costumbre de vivir en un ambiente de reciclaje en su casa. Siguió lo más difícil: reutilizar cada vez la mayor cantidad de agua, de todas las formas posibles. Recoger el agua que sobraba de la lavadora ya no era suficiente. Ahora, bañarse con un balde en el piso para acumular el agua sobrante se volvió cotidiano, así como regar matas con el agua donde se hirvió el arroz y no bañarse en diferentes baños al mismo tiempo, son actividades del día a día de la familia Gallego Arbeláez. Incluso hasta hacer hojas de papel se volvió algo común y corriente.
Lo de hacer papel comenzó en junio del año pasado, cuando Daniela empezó a recolectar revistas que llegaban a su casa y recoger volantes de publicidad que veía tirados en la calle. Los cortaba en pedacitos y después los licuaba. El líquido lo ponía en una malla de tamaño carta, luego lo cubría con plástico, lo escurría con una toalla y lo dejaba al sol. Se demoraba una hora para secar y convertirlo en papel. Hizo un álbum de treinta hojas. “Pero después me di cuenta de que por licuar tantas veces, gastaba mucha luz y el papel no eran tan fino, entonces desistí”. Después del agua, vino el ahorro de energía y con eso la disminución de los valores en las cuentas de servicio. Ese primer mes, Aguas de Rionegro, la empresa de acueducto de este Municipio, donde vive Daniela y su familia hace 20 años, fue hasta la casa de los Gallego a rectificar que el contador de agua sí estuviera funcionando bien porque la cuenta fue de cinco mil pesos. Normalmente pagaban entre 30 y 35 mil pesos. Quizás para muchos, en la familia de Daniela viven cuatro locos, pero eso para ella no es importante. A ella le interesa hacer algo por la naturaleza y desde su casa lucha por el mundo. Y, en sus palabras, somos nosotros los locos, por no querer salvar nuestro planeta.
Carrito Solar: apuesta pedagógica por una energía limpia
Un carrito y algunos locos La campaña Yo También Tengo Mi Carrito Solar empezó en agosto de este año para enseñar, con un carro diminuto que se mueve raudo con energía solar, que no sólo de electricidad vive el hombre.
Somos locos… sí. Somos un grupo de locos que quiere contribuir al cuidado del medio ambiente y la mejora de la calidad de vida de todos. José Toro hace una pausa y reitera animado: ¡somos un grupo de locos! Por la época en que José Toro, administrador de empresas, vivió en California, Estados Unidos, entendió las ventajas ecológicas de la energía solar. Conoció un carrito que andaba sin baterías y gracias a un panel, y seguramente, que esto no lo confiesa, se avergonzó muy en lo profundo al ver el retraso atávico que padece Colombia en lo que al uso de energías alternativas limpias se refiere. Dios hace los locos y ellos se juntan: José Toro volvió a Colombia y en un sólo montón aunó sus preocupaciones medioambientales con las desazones y sueños certeros de su amigo Víctor Jaramillo, quienes se preguntaron qué podían hacer por y para una ciudad que se contamina; y para que sus gentes entendieran que sí se puede hacer algo por el medio ambiente. Víctor Jaramillo, publicista de la Colegiatura, tiene gafas rectangulares de filtro café y habla como diciendo misa: - Nos dimos cuenta de que la gente está desinformada: la mayoría no sabe que existen las energías alternativas y mucho menos que funcionan. - Y ahí surgen el grupo y por supuesto la campaña… - Sí: con la idea de romper el paradigma “electricidad o gas”. Yo También Tengo Mi Carrito Solar. La campaña arrancó el pasado 20 de agosto: hoy el Carrito lo tienen 1500 personas y el grupo en Facebook suma 192 miembros. El Carrito Solar es la excusa de la campaña, el instrumento lúdico, ha aclarado Víctor, para demostrar que la energía solar funciona. José Toro habla con un dejo agringado y lo acentúan quizá sus ojos claros, su cabello rubio
engominado hacia arriba y su figura cuadrada: -Lo vi en California. Una amiga mía lo tenía pero en ese momento no le presté atención. Habla Víctor con su tono pontifical sereno: -En un país asiático, no recuerdo cuál, existe desde 2003 un carrito solar pero no funcionó por costoso. El grupo es interdisciplinario: publicista, administrador, abogado, ingenieros, administradora hotelera… hasta un politólogo. Suman unos 50. Dolientes en serio 4: José y Víctor, los pioneros y toderos de la causa, Natalia Herrera, administradora hotelera y Jhon Jairo Castañeda, mecatrónico. Unos 10 colaboradores “externo permanentes” y unos 30 esporádicos. Todos aportan. - Qué es el Carrito Solar entonces… - Víctor (juntando las manos): es un Gadget - juguete- que funciona con energía solar: tiene un panel de silicio que utiliza la energía solar como fuente de energía, trasformándola en energía eléctrica. Ésta es la fuente de poder de un pequeño motor situado en la parte trasera del carrito. José, (sonriente, habla pausado): cuando la gente ve que el carrito se mueve comprende que la energía solar sí funciona y es tan eficiente como la eléctrica. Además les explicamos que es más limpia y menos costosa… Bueno: al principio será igual de
costosa, mientras se implementa, pero cuando la demanda crezca será mucho más barata.
El segundo paso -Hay que romper la barrera comunicacional, continúa Víctor, la gente debe informarse, debe saber que la energía solar funciona. Piense esto: a un niño le compran el Carrito Solar y jugando entiende que la energía solar funciona. También su mamá y su papá lo entenderán… esta es nuestra apuesta: educar. Resultado: mucha investigación y muchos proyectos para el uso de la energía solar como fuente principal para casas, colegios, vehículos y un largo etcétera. Víctor se queja por la carestía de inteligencia colectiva: muchos esfuerzos aislados. Sabemos de varios proyectos de utilización de energías alternativas… pero no mancomunados. - Pero después de esta primera etapa pedagógica, ¿tienen un proyecto grande que presentar? José (se ríe): estamos trabajando en él. Pero insisto… (Ahora se pone serio)… queremos que mucha gente investigue. Eso de que la energía solar funciona toca demostrárselo a una sociedad habituada y empujada por la electricidad desde el descubrimiento del fuego: -Cambiar mentalidades es difícil, sigue Víctor, porque ya tenemos solucionada la vida. (Frunce los labios en gesto de “qué vaina”).
Víctor, (cara de crítico) retoma: las ventajas son enormes, por ejemplo en la industria: el usuario es el que paga la electricidad en el producto final que compra. Si la industria se ahorra esa plata usando energías alternativas eso se reflejará en el bolsillo del usuario y la empresa será más competitiva.
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Muchos creen que los están estafando vendiéndoles por $13.000 pesos un carrito que parece de lego y que si se coloca sobre la palma de la mano y se empuña ya no se ve. Es la única fuente de recursos de la campaña.
Una conclusión… José, (entusiasta): queremos expandir esto a un nivel nacional. Estamos rezagados: las energías alternativas están inventadas hace mucho. Víctor, (más serio aún): romper paradigmas. Si la gente se informa y entiende que la energía solar es limpia e igual de eficiente mejoraremos la calidad de vida de todos. Mire por ejemplo el nuevo edificio de Bancolombia. José asiente y agrega: con esa arquitectura perfectamente pudieron haber utilizado energía solar y hoy se ahorrarían mucha plata y serían mucho más ecológicos… José, (con cara de lástima): seguro no sabían… Víctor enfático: se habrían ahorrado mucha plata, pero la desinformación… contra ella luchamos.
Juan David Villa
Juan David Villa Juanda0812@yahoo.es
Víctor Jaramillo, José Toro y Natalia Herrera. Líderes de la campaña Yo También Tengo Mi Carrito Solar: una apuesta pedagógica por las energías alternativas.
El Espíritu del bosque se revela Daniela Gallego ????????????
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“-Monos plantan árboles, hombres cortan árboles, el bosque no regresa. Si matamos hombres, salvamos bosque. -No deben rendirse, encontraremos la forma, el Espíritu del Bosque está con nosotros. Sigan plantando árboles, algún día venceremos”. “Mononoke Hime” o la “Princesa Mononoke” es una película japonesa de los años 90 del maestro de la animación Hayao Miyazaki y el Studio Ghibli, en la que podemos ver plasmado el respeto que los orientales sienten hacia la naturaleza. En la obra se hace alusión a los ocho millones de dioses que tiene la cultura japonesa, en este caso, representados por criaturas majestuosas como lobos y jabalíes que se encargan de cuidar el Espíritu de un misterioso bosque de la enorme ambición de los humanos. La Princesa Mononoke, no podía ser la excepción a las películas de este director, en las cuales no existe la maldad ni la bondad absoluta, así lo demuestran los seres del bosque, el dios que otorga y quita la vida, una humana criada por un dios lobo, y un joven que carga con una maldición. San es la Princesa Mononoke, “la princesa de los espíritus y bosques ancestrales” ejemplo vivo de que es posible convivir con la naturaleza, su propósito es cuidar al Espíritu del Bosque a toda costa hasta que los humanos aprecien su valor. Distintos matices de verde
El Espíritu del Bosque convirtiéndose en Night-Walker
llenan la pantalla, pequeños puntos blancos llamados Kodamas reproducen los ecos del bosque. En el clímax de la historia los cuadros comienzan a teñirse de rojo y negro, y el odio de los dioses comienza a despertarse a causa del paso de la destrucción humana sobre el lugar preciado, la magia comienza a desvanecerse y los enfrentamientos a acrecentarse. Como es usual en los hombres, la comprensión llegará tarde cuando el daño sea irreversible. El objetivo de Miyazaki es claro, muestra cómo la ambición y la búsqueda del progreso por encima del desarrollo humano ponen en peligro la vida natural, aún en una civilización que posee una apreciación divina de los seres que habitan el mundo. Finalmente, propone un equilibrio en las acciones para que ningún
ser termine perjudicado y las necesidades de parte y parte queden satisfechas; un mundo con una relación simbiótica entre el hombre y la naturaleza, que supere el “intercambio” unilateral de recursos. ¿Hasta dónde puede llegar el odio y la ambición? Al final de la obra animada está la respuesta. Dos horas de intensos momentos que dejarán ver, además de la crítica por la destrucción a la naturaleza; la inigualable originalidad y limpieza de Hayao Miyazaki para la construcción de historias que dejarán satisfecho a quien las observe y que en este caso, dejará al menos la sensación de que hay mucho por hacer y que aunque las concepciones por lo divino difieran, el medio ambiente reclama una relación de armonía.